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Kanji para recordar i Curso mnemotécnico para el aprendizaje de la escritura y el significado de los caracteres japoneses James W. Heisig con Marc Bernabé y Verònica Calafell Herder

Kanji para recordar i - Nanzan Institute for Religion and ... · kanji, o descubrir la forma rudimentaria de una mano, un árbol o una casa. Pero cuando apar tamos la vista del carác

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  • Kanji para recor dar i

    Curso mne mo téc nico para el apren di zaje de la escri tura y

    el significado de los carac te res japo ne ses

    James W. Hei sig con

    Marc Ber nabé y Verò nica Cala fell

    Herder

  • Índice

    Pre fa cio a la ver sión espa ñola . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

    Intro duc ción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    parte pri mera: Cuen tos (Lec cio nes 1–12) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

    parte segunda: Argu men tos (Lec cio nes 13–19) . . . . . . . . . . . . 135

    parte ter cera: Com po nen tes (Lec cio nes 20–56) . . . . . . . . . . 207

    Índi ces

    i. Kanji . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451

    ii. Com po nen tes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 470

    iii. Kanji según número de tra zos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 473

    iv. Pala bras clave y significa dos de com po nen tes . . . . . . . . . . . . . 485

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    Pre fa cio a la ver sión espa ñola

    Marc Ber nabé y Verò nica Cala fell

    Este li bro es una rein ven ción en cas te llano del ya clá sico li bro que James W. Hei sig escri bió en el año 1977 y que ha demos trado su vali dez y su rabiosa fun-ción didác tica durante to dos es tos años: Remem be ring the Kanji: A com plete course on how not to for get the mea ning and wri ting of Japa nese cha rac ters. Con él, miles de estu dian tes de japo nés de todo el mundo han podido supe rar el temi ble esco llo que repre sen tan los kanji de este bello idioma, calificado por los explo ra do res y misio ne ros por tu gue ses del siglo xvi como len gua del dia blo» por su dificultad.

    La mayo ría de los estu dian tes de japo nés se empe ñan en des es pe rarse, pens ando que los kanji sola mente se pue den apren der ante una mesa, hin-cando los co dos en ella y escri biendo una y otra vez el mismo carác ter, a base de un colo sal esfuerzo memo rís tico. Noso tros mis mos hemos luchado con el mismo pro blema durante años y, efectivamente, es des es pe rante. Sin embargo, este li bro demues tra que, si con ta mos con una bu ena estruc tura y un buen método ima gi na ti vo», como lo llama el Dr. Hei sig, el muro que repre sen tan los kanji puede derri barse sin tanto esfuerzo. Espe ra mos que muchos ot ros estu dian tes pue dan tam bién derri bar este muro a tra vés de esta ver sión en cas te llano.

    La crea ción de este li bro fue un tra bajo cola bo ra tivo, hecho posi ble gra cias a un año sabá tico del Dr. Hei sig en la Uni ver si tat Pom peu Fabra de Bar ce-lona. A par tir de nues tro con tacto, la idea de ha cer una ver sión espa ñola de Remem be ring the Kanji empezó a plan te arse ya no como una idea, sino como una rea li dad que tardó po cos pero muy inten sos meses de con tacto dia rio en mate ria li zarse.

    Califica mos esta ver sión cas te llana como de rein ven ción» más que de tra duc ción», por que gran parte de los con te ni dos de la obra ori gi nal es tán estruc tu ra dos so bre jue gos de pala bras o aso cia cio nes cul tu ra les que ha cen impo si ble una tra duc ción» en el sen tido más orto doxo de la pala bra. Sin embargo, tanto el método como la dis po si ción de los carac te res son com ple ta-mente fieles al ori gi nal.

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    Otro gran esco llo para la pre pa ra ción de este li bro es la selec ción de una sola pala bra clave con creta para cada uno de los kanji. Ten ga mos en cuenta que los kanji son una forma de escri tura mile na ria, y que los carac te res han venido cam biando tanto de forma como de significado a tra vés de los años, teniendo en la actua li dad muchos de el los varios significa dos que incluso en cier tos ca sos son con tra dic to rios. Cuando ha sido posi ble, hemos ele gido el sen tido pre do mi nante del kanji. En ot ros ca sos, hemos ele gido sen ti dos secun-da rios por usarse dichos sen ti dos en las com bi na cio nes de kanji más fre cuen-tes o sim ple mente por que el sen tido prin ci pal ha bía sido adop tado ya por otro kanji de ante rior apa ri ción.

    Sin embargo, no hemos podido evi tar que haya varias pala bras clave con sen ti dos pura mente sinó ni mos. Lo que sí hemos des car tado han sido pala-bras con la misma raíz (por ejem plo, confian za» y confiar») para repre sen-tar kanji dis tin tos. Incluso así, hay ca sos en los que es prác ti ca mente impo-si ble encon trar otra solu ción por falta de sinó ni mos apro pia dos. La mayo ría de los pro ble mas mencionados sur gen en la ter cera parte del li bro, parte en la que el lec tor debe ría tener ya la suficiente auto no mía como para cam biar a su antojo una pala bra clave que no crea apro piada, eso sí, andán dose siem pre con mu cho cui dado por que se trata de una ope ra ción en la que el tiro puede salir muy fácil mente por la culata.

    Por último, hemos tenido muy en cuenta que el público de este li bro está en todo el mundo his pa no ha blante y no solo en un país con creto. Por ello, hemos inten tado uti li zar un espa ñol neu tro», enten di ble en España y en toda Lati-no a mé rica. Así, hemos evi tado pala bras y expre sio nes total mente nor ma les en España pero extra ñas o incluso mal so nan tes en cier tos paí ses ame ri ca nos, y vice versa. Si por er ror o igno ran cia hemos uti li zado espa ño lis mos, agra de-ce ría mos que se nos advir tiera de el los para corre gir los en futu ras edi cio nes.

    Nos gus ta ría agra de cerle al Dr. Hei sig la confianza que ha depo si tado en noso tros para crear la ver sión en espa ñol de su li bro y por estar siem pre ahí, brin dán do nos sus valio sos con se jos e indi ca cio nes. Gra cias tam bién a la Edi-to rial Her der por su inte rés en el pro yecto y por ha ber posi bi li tado su publi ca-ción en con di cio nes algo extra or di na rias.

    L’A met lla del Vallès (Bar ce lona)4 de febrero de 2001

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    Intro duc ción

    James W. Hei sig

    El obje tivo de este li bro es pro por cio nar al estu diante de japo nés un método sen ci llo para corre la cio nar la escri tura y el significado de los carac te res japo-ne ses de modo que am bos aspec tos resul ten fáci les de recor dar. El li bro no está única mente pen sado para el prin ci piante, sino tam bién para el estu diante más avan zado que de see obte ner una solu ción al cons tante sen ti miento de frus tra-ción que surge al olvi dar cómo escri bir los kanji, y para el estu diante que de see un modo de sis te ma ti zar lo que ya conoce. Este método ofrece una nueva pers-pec tiva desde la cual apren der los kanji, mos trando cómo des glo sar las com-ple ji da des del sis tema de escri tura japo nés, seña lando sus ele men tos bási cos y sugi riendo mo dos de recons truir los significa dos a par tir de dichos ele men tos.

    Exis ten, por supuesto, muchas cosas que las pági nas de este li bro no harán por noso tros. No va mos a encon trar nada so bre cómo se com bi nan los kanji para for mar pala bras com pues tas. Ni tam poco habla re mos de los dis tin tos mo dos de pro nun ciar los carac te res. Ade más, se han omi tido todo tipo de cues-tio nes rela cio na das con su uso gra ma ti cal. To dos es tos son te mas que de ben ser tra ta dos de forma espe cial e inde pen dien te. De to dos mo dos, pode mos sim-plificar enor me mente la memo ri za ción del signifi cado y de la escri tura de los kanji —que qui zás sea la barrera más difí cil de supe rar con cre ces al apren der japo nés— si ais la mos am bos aspec tos y los estu dia mos por sepa rado.

    Kanji para olvidar y kanji para recordar

    Lo que hace que sea tan fá cil olvi dar los kanji es que care cen de cone xión alguna con los patro nes nor ma les de la memo ria visual. Esta mos acos tum bra dos a las mon ta ñas y a las carre te ras, a las caras de la gente y al aspecto de las ciu da des, a las flores, a los ani ma les y a los fenó me nos natu ra les. Aun que sola mente poda mos recor dar inme dia ta mente una frac ción de lo que ve mos, esta mos segu ros de que, si pres ta mos suficiente aten ción, po dre mos recor dar cual quier cosa que que ra mos. Esta confianza no existe en el mundo de los kanji. La apro xi ma ción más cer cana al tipo de patro nes de memo ria que requie ren los kanji son los diver sos alfa be tos y sis te mas nume ra les que cono ce mos. La dife ren cia estriba en que, mien tras dichos sím bo los sue len ser

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    po cos y muchas ve ces es tán rela cio na dos con soni dos, los kanji son miles y no tie nen valo res foné ti cos con sis ten tes. No obs tante, los méto dos tra di cio-na les para apren der los carac te res japo ne ses han venido siendo hasta ahora los mis mos que los méto dos para apren der los alfa be tos: repe tir las for mas una por una, una y otra vez, año tras año. Dejando aparte todo valor ascé tico que pudiera tener di cha acti vi dad, el modo más efec tivo se ría pri mero el de rela cio nar los carac te res a algo no rela cio nado con su sonido, para así rom per vín cu los con la memo ria visual, en la que confiamos al apren der los alfa be tos.

    Los orí ge nes del sis tema de escri tura japo nés se remon tan a la anti gua China, al siglo xvi ii an tes de la era cris tiana. La escri tura china, en la forma en la que la encon tra mos codificada unos 1.000 años más tarde, con sis tía bási ca-mente en deta lla dos carac te res pic to gráficos. Al trans cu rrir los siglos, dichos carac te res sufrie ron varias trans for ma cio nes y un pro ceso de esti li za ción, así que en el momento en el que los kanji fue ron intro du ci dos en Ja pón, gra cias a unos mon jes budis tas de Cor ea, y los japo ne ses empe za ron a expe ri men tar con la escri tura china para ver cómo la podían adap tar a su pro pio idioma (apro xi ma da mente en tre los siglos IV y VII de nues tra era), ya se tra taba de carac te res mu cho más ideo gráficos y abs trac tos. Los japo ne ses efec tua ron sus pro pias con tri bu cio nes y cam bios con el tiempo, algo que cabía espe rar. Y siguen hacién dolo, como cual quier otra cul tura orien tal moderna que uti lice los kanji, aun que más en cuestiones de uso que de forma.

    Esta his to ria es tan fas ci nante que muchos han res pal dado el estu dio de la eti mo lo gía como un modo de apren der los kanji. Sin embargo, el estu diante se da cuenta rápi da mente de los muchos pun tos débi les de di cho enfo que. Es muy atrac tivo ver el anti guo dibujo de una mu jer gra bado tras su res pec tivo kanji, o des cu brir la forma rudi men ta ria de una mano, un ár bol o una casa. Pero cuando apar ta mos la vista del carác ter, la clara memo ria visual del fami-liar objeto sirve de poco para recor dar cómo escri bir el kanji. Los estu dios eti mo ló gi cos son de mayor ay uda tras ha ber apren dido los kanji de uso gene-ral. An tes de eso, lo único que ha cen es aña dir más obs tá cu los a la memo ria. Nece si ta mos dis tan ciar nos de forma mucho más radical de la memo ria visual.

    Va mos a des cri birlo de un modo alter na tivo más gráfico. Ima gi né mo nos lle vando un calei dos co pio a la luz y man te nién dolo lo más inmó vil que nos sea posi ble. Inten te mos gra bar en la memo ria el pecu liar dibujo que el juego de luz, espe jos y pie dre ci tas de colo res ha for mado. Es posi ble que nues tra memo ria no esté lo suficien te mente habi tuada a es tas cosas y que tar de mos un rato, pero supon ga mos que lo con se gui mos tras unos minu tos. Cerra mos los ojos, tra za mos el dibujo en nues tra mente y a con ti nua ción com pa ra mos nues tra pro pia ima gen con la ori gi nal hasta que esta mos segu ros de que la hemos memo ri zado bien. En ese momento, pasa alguien y nos da un golpe en el codo. Se pierde el dibujo y apa rece una nueva com bi na ción en su lu gar. Nues tra memo ria empieza inme dia ta mente a dis per sarse. Apar ta mos el calei-

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    dos co pio, nos sen ta mos e inten ta mos redi bu jar lo que aca ba ba mos de memo-ri zar; pero es inútil. No existe nada en nues tra memo ria a par tir de lo cual poda mos sos te ner la ima gen. Los kanji son exac ta mente lo mismo. Pode mos sen tar nos en nues tro escri to rio y escri bir y rees cri bir me dia docena de carac-te res durante una hora o dos pero al día siguiente des cu bri re mos que, al ver algo simi lar, se borra nues tra memo ria ante rior o a lo sumo la nueva infor ma-ción con funde irre me dia ble mente a la anti gua.

    Pero esto no es lo más curioso. Lo más curioso es que en lu gar de admi tir abier ta mente que eso es culpa de la memo ria visual, nos acu sa mos de tener poca memo ria o de falta de dis ci plina y segui mos empe ña dos en es tu diar una y otra vez con los mis mos méto dos. Así que si con se gui mos dar nos cuenta de que el pro blema radica en un uso impro pio de la memo ria visual, podre mos entre ver las posi bi li da des de otro tipo de memo ria que podría ocu parse con rela tiva faci li dad de la tarea: la memo ria ima gi na tiva.

    Lla ma mos memo ria ima gi na tiva a la capa ci dad de evo car imá ge nes crea-das pura mente en la mente, sin con tar con el apoyo de ningún tipo de estí mulo visual real o recor dado. Cuando nos acor da mos de nues tros sue ños esta mos uti li zando la memo ria visual. El hecho de que muchas ve ces mez cle mos lo que nos ha pasado en la vida real con lo que ha ocu rrido en un sueño es un indi-ca tivo de la fuerza que pue den lle gar a tener es tos estí mu los ima gi na ti vos. Los sue ños se pue den des glo sar en par tes dis cer ni bles, mien tras que el to tal del sueño es fan tás tico; pero aun así los sue ños tie nen el po der de ejer cer la misma fuerza so bre la memo ria per cep tiva que los estí mu los exter nos. Tam bién es posi ble uti li zar la ima gi na ción de este modo mien tras esta mos des pier tos, y uti li zar to das sus capa ci da des para ayu dar a una memo ria visual que, definiti-va mente, no tiene capa ci da des suficien tes para evocar los kanji.

    Di cho de otro modo, si logra mos des cu brir un número limi tado de ele-men tos bási cos en los carac te res y ha cer una espe cie de alfa beto con el los, dán dole a cada uno una ima gen pro pia, jun tán do los para obte ner ot ras imá-ge nes, y de este modo cons tru yendo com ple jos cua dros en la ima gi na ción, podre mos supe rar la barrera creada por la memo ria visual. Este alfa beto ima-gi na tivo debe ría ser tan rigu roso como uno foné tico al res trin gir cada ele-mento a un solo valor básico; pero su gra má tica care ce ría de la mayo ría de los con tro les del len guaje ordi na rio y de la lógica. Se ría como una espe cie de mundo de ensueño en el que todo podría ocu rrir, y ade más de modo dis tinto para cada per sona. La memo ria visual se uti li za ría míni ma mente, sola mente para cons truir el alfa beto. Des pués de ello, cada cual se ría li bre de va gar a su antojo por el inte rior de la lám para mágica de los patro nes ima gi na ti vos, según sus pro pias pre fe ren cias.

    De hecho, muchos de los estu dian tes del sis tema de escri tura japo nés rea-li zan algo seme jante de vez en cuando, cre ando sus pro pias ayu das mne mo-téc ni cas, pero nunca desa rro llando una base orga ni zada para uti li zar las. Del

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    mismo modo, muchos de el los de ben de sen tirse aver gon za dos por la estu-pi dez aca dé mica de sus pro pios méto dos, y de ben de lamen tarse de que no hay manera de mejo rar el ridí culo modo con que op era su cere bro. Pero si real mente fun ciona, enton ces sí hay ra zón de ser para esta irre ve ren cia ante los méto dos de ense ñanza. Ade más, des pla zar el foco de aten ción desde el por qué olvi da mos algu nos kanji al por qué recor da mos ot ros debe ría ser suficiente moti va ción para inten tar rea li zar una sis te ma ti za ción de la memo ria ima gi-na tiva.

    La estructura de este libro

    Pode mos lla mar com po nen tes a las uni da des del alfa beto básico del mundo ima gi na tivo escon dido tras los kanji. No hay que con fun dir es tos ele-men tos con los lla ma dos ra di ca les» que for man la base de los estu dios eti mo-ló gi cos del sonido y el significado, y que se uti li zan actual mente para orde nar léxi ca mente los carac te res. De hecho, muchos de los radi ca les son com po nen-tes por sí mis mos, pero el número de com po nen tes no se limita a la tra di cio nal lista de radi ca les.

    Los com po nen tes, por con si guiente, son los tra zos y com bi na cio nes fun da-men ta les con los que se cons tru yen los carac te res. Cali gráficamente hablando, solo hay nueve tipos de tra zos posi bles en la teo ría y die ci siete en la prác tica. Unos po cos de el los obten drán significa dos como com po nente; es de cir, los uti-li za re mos como imá ge nes fun da men ta les. A su vez, las com bi na cio nes sim ples engen dra rán nue vos significa dos como com po nente, y el pro ceso seguirá ade-lante a medida que cons tru ya mos carac te res más com ple jos. Si pre sen ta mos orde na da mente es tos com po nen tes, la taxo no mía de los carac te res más com-ple jos se sim plificará con si de ra ble mente. No vale la pena memo ri zar inde pen-dien te mente el alfa beto de com po nen tes: sim ple mente uti li zán dolo ten dre mos suficiente.

    El número de com po nen tes, tal y como enten de mos el tér mino, es dis cu-ti ble. La eti mo lo gía tra di cio nal cuenta unos 224 de el los. Aquí nos ins pi ra-re mos libre mente en la eti mo lo gía tra di cio nal, y basa re mos ade más algu nos de los significa dos de nues tros com po nen tes en significa dos eti mo ló gi cos sin ni siquiera men cio narlos. Por otro lado, nues tro camino se dis tan ciará de la eti mo lo gía con el fin de evi tar con fu sio nes cau sa das por el gran número de significa dos pare ci dos en com po nen tes cuya forma es radi cal mente dis tinta. Siem pre que sea posi ble, pues, con ser va re mos el significado gené rico de los com po nen tes, aun que en oca sio nes nos vere mos obli ga dos a especificar el sig-nificado de un modo dis tinto, o incluso a dis tan ciar nos com ple ta mente de él para que nues tra memo ria ima gi na tiva no se cen tre en imá ge nes fami lia res de la memo ria visual. Si el estu diante desea dedi carse luego al estu dio eti-mo ló gico, el pro ce di miento que hemos seguido en este li bro se hará toda vía

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    más trans pa rente a sus ojos y en modo alguno supon drá un obs tá culo para el apren di zaje de esta dis ci plina.

    La lista de ele men tos que hemos con si de rado com po nen tes (Índice ii) está res trin gida a los cua tro ca sos siguien tes: los com po nen tes bási cos que no son kanji; los kanji que apa re cen fre cuen te mente como com po nen tes bási cos de ot ros kanji; los kanji cuyo significado cam bia cuando fun cio nan como par tes de otro kanji; y, final mente, los kanji cuya forma cam bia cuando for man parte de otro kanji. Cual quier kanji que man tenga tanto la forma como el sen tido y que apa rezca como parte de otro kanji fun ciona como com po nente, ocu rra o no con la fre cuen cia nece sa ria para pres tarle aten ción en tanto que com po-nente.

    Los 2.200 kanji ele gi dos para su estu dio en es tas pági nas (orde na dos en el or den de pre sen ta ción en el Índice i y orde na dos, a su vez, según el número de tra zos en el Índice iii) inclu yen los 1.945 kanji de uso gene ral esta ble ci dos como tales por el Minis te rio de Edu ca ción japo nés en 1981, ot ros 60 kanji uti-li za dos prin ci pal mente para la for ma ción de nom bres pro pios, y un puñado de carac te res útiles por su uti li za ción en tanto que com po nen tes. En 2010 se añadieron otros 196 kanji a la lista de uso general, 39 de los cuales ya habían sido presentados en las ediciones anteriores de este libro.

    A cada uno de los kanji le asig na mos una pala bra clave que repre senta su significado básico, o como mínimo uno de sus significa dos bási cos. Las pala-bras clave han sido ele gi das so bre la base de cómo se uti liza el kanji en com-pues tos o del significado que ya tiene por sí solo. (190 de los kanji que apare-cen en este libro se utilizan normalmente en nombres propios de persona, y algunos de ellos no tienen ningún otro uso en el japonés estándar. Aun así, se ha asignado una palabra clave unívoca a cada uno). En ningún caso repe ti re-mos una pala bra clave aun que muchas son casi sinó ni mas. En es tos ca sos, es impor tante cen trarse en las carac te rís ti cas dife ren cia les que la pala bra clave tiene en espa ñol, para así evo car dis tin tas conno ta cio nes para pala bras clave simi la res. Es de cir, muchos de los carac te res con lle van una serie de conno-ta cio nes que no encon tra mos en su equi va lente espa ñol y vice versa; muchos incluso impli can varias ideas que no pode mos expre sar con una sola pala bra en espa ñol. Al sim plificar los significa dos con el uso de una sola pala bra clave, sin embargo, pode mos lle gar a fami lia ri zar nos con un kanji y, como mínimo, con uno de sus prin ci pa les significa dos. Los de más pue den aña dirse des pués con rela tiva faci li dad, de forma simi lar a cómo enri que ce mos nues tra com-pren sión de la len gua nativa a tra vés del apren di zaje de toda una serie de sen ti-mien tos y sen ti dos pre sen tes en pala bras que ya cono cía mos.

    Una vez tene mos los significa dos de los com po nen tes y la pala bra clave de un kanji en par ti cu lar (cata lo ga dos en el Índice iv), la tarea será ahora crear una pro puesta de ideo grama. Aquí es donde la fan ta sía y la memo ria entran en juego. El obje tivo es sor pren der a la mente, pro vo carle asco, fas ci na ción,

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    fas ti diarla o entre nerla sea como sea a fin de estam par en ella una ima gen ínti-ma mente rela cio nada con la pala bra clave. Esa ima gen, a su vez, y en tanto que está formada por significa dos de com po nen tes, dic tará pre ci sa mente cómo se escribe el kanji —trazo a trazo, parte a parte. Muchos carac te res, tal vez la mayo ría de el los, pue den recor darse desde el pri mer momento, siem pre que el estu diante se tome el tiempo nece sa rio para fijar la ima gen en su mente. Ot ros reque ri rán una revi sión para que el estu diante se con cen tre en la aso cia ción de la pala bra clave y los com po nen tes. De esta forma, se eli mina el mero hin-ca pié en la memo ria visual.

    El obje tivo de este li bro no es sola mente recor dar un cierto número de kanji, sino tam bién ense ñar cómo recor dar es tos carac te res y ot ros no inclui-dos en este li bro, y por ello hemos divi dido el curso en tres par tes. En la Pri-mera parte pro por cio na mos los cuen tos aso cia ti vos com ple tos de cada carác-ter. Gran parte del tra bajo del estu diante estará hecho, al diri gir su aten ción al menos durante el tiempo que se tarda en leer la expli ca ción y rela cio narla con la forma escrita del kanji; ade más, en esta parte el estu diante com pren derá y se fami lia ri zará con el método. En la Segunda parte sola mente dare mos los argu men tos de es tos cuen tos, y cada cual deberá aña dir sus pro pios deta lles basán dose en su memo ria per so nal y, so bre todo, en su ima gi na ción. La Ter-cera parte, que abarca la mayor parte del curso, pro por ciona sola mente la pala bra clave y los significa dos de los com po nen tes, dejando el resto del pro-ceso en manos del estu diante.

    Pronto se hará evi dente que el fac tor esen cial en este método es el or den de apren di zaje de los kanji. El método es de lo más sen ci llo: una vez apren di dos los carac te res más bási cos, su uso como com po nen tes para for mar ot ros kanji puede aho rrar mu cho esfuerzo y posibilitar que uno pueda repa sar los kanji que ya conoce al mismo tiempo que aprende ot ros nue vos. De este modo, pues, estu diar arbi tra ria mente este curso, sal tán dose lec cio nes an tes de tener bien apren di dos los kanji de lec cio nes ante rio res, con lle vará una pér dida con-si de ra ble de efica cia. Si se pre tende apren der a escri bir to dos los kanji que se encuen tran en la lista de uso gene ral, es me jor apren der los en el or den que sea más apro piado para su memo ri za ción, y no en el or den de fre cuen cia o en el or den en el que se ense ñan en las escue las japo ne sas. Sin embargo, si el estu-diante decide seguir otro curso, en los índi ces podrá encon trar toda la infor-ma ción básica nece sa ria para dar con el cua dro ade cuado y los com po nen tes a los que se hace refe ren cia en di cho cua dro.

    Algún lec tor podría sor pren derse al no hallar ningún dibujo o repre sen-ta ción pic to gráfica cuando ho jee este li bro. La ra zón de la ausen cia de repre-sen ta cio nes pic to gráficas es cohe rente por entero con lo que hemos comen-tado ante rior mente acerca de enfa ti zar la memo ria ima gi na tiva. Por un lado, los pic to gra mas son un modo poco fiable de recor dar sola mente unos po cos kanji; incluso en dichos ca sos, el estu diante, más que encon trarse con una de

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    las for mas gráficas his tó ri cas del kanji, lo que debe ría ha cer es des cu brir el pic to grama al ju gar con las for mas bolí grafo en mano. Por otro lado, pro por-cio nar una ima gen suele inhi bir la ima gi na ción y limi tarla al punto de vista del artista que la creó. Esto es tan válido para las ilus tra cio nes de un cuento de ha das como para los varios fenó me nos con los que nos va mos a to par a lo largo de este li bro. Cuanto más tra bajo ori gi nal rea lice cada estu diante con una ima gen, más fá cil le será recor dar el kanji.

    Avisos y consejos

    An tes de empe zar con el curso pre sen tado a lo largo de las pági nas siguien tes, debe ría mos especificar unas po cas cosas más. Pri me ra mente, cabe advertir acerca de los riesgos de tener dema siada prisa. En ningún caso hay que confiarse, aun que nos sin ta mos ten ta dos de pen sar que pode mos obviar los pri me ros kanji rápi da mente por que son ele men ta les. El método que pre-sen ta mos aquí debe ser apren dido paso a paso si no que re mos ver nos obli-ga dos a vol ver a las pri me ras pági nas para empe zar de nuevo. Unos veinte o vein ti cinco carac te res al día es un número no exce sivo para alguien que puede dedi car un par de ho ras dia rias al estu dio. Si se dis pone de todo el día, no es des ca be llado pen sar que se puede ter mi nar ente ra mente el curso en cua tro o seis sema nas. Lle gado al punto de ter mi nar la Pri mera parte, es lógico supo-ner que el estu diante ya ha brá encon trado un ritmo de avance com pa ti ble con su tiempo dis po ni ble.

    En segundo lu gar, el estu diante debe ría tomarse en se rio el rei te rado con sejo de estu diar los carac te res con un bloc de no tas y un lápiz en mano. Des cu bri re mos que el hecho de recor dar los carac te res no requiere tener los que escri bir, pero que no hay me jor modo de mejo rar la apa rien cia esté tica de nues tra cali gra fía ni de adqui rir un sen tido natu ral» acerca del fluir de los kanji que escri bir los. El método nos libe rará de la obli ga ción de tener que escri bir una y otra vez el mismo carác ter para apren derlo, pero no pro por cio-nará la fluidez al escri bir que sola mente se obtiene mediante la prác tica cons-tante. Si por alguna ra zón no nos es prác tico el uso de pa pel y lápiz, se pue den es cri bir» los kanji ficti cia mente en la palma de la mano, al igual que ha cen los japo ne ses. La palma de la mano forma un cua drado per fecto, de la medida idó nea para gara ba tear los carac te res con el dedo índice mien tras esta mos en el au tobús o andando por la calle.

    Ter cero, es me jor repa sar los kanji empe zando por la pala bra clave, yendo ha cia el cuento res pec tivo y a con ti nua ción escri biendo el carác ter. Una vez haya mos com ple tado es tos pa sos, recor dar el or den con tra rio será pan comido. Más ade lante amplia re mos este aspecto.

    En cuarto lu gar, es impor tante especificar que el me jor or den para aprender los kanji no es en modo alguno el or den en que nece si ta rás recor dar los. Es

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    de cir, hay que recor dar los según la situa ción requiere, no según la peda go gía de este curso o de nues tro apren di zaje. En la Lec ción 5 se pro por cio nan reco-men da cio nes para crear tar je tas de estu dio para el repaso alea to rio.

    Final mente, vale la pena reflexio nar un ins tante acerca de las ambi cio nes que podría mos tener so bre do mi nar» com ple ta mente el sis tema de escri-tura japo nés. Esta idea pro viene, o al menos se apoya, en un punto de vista so bre el apren di zaje gene rado por una sobre ex po si ción a la esco la ri za ción: la noción de que el len guaje es un con junto de habi li da des que se pue den divi-dir racio nal mente, apren der sis te má ti ca mente y certificar a tra vés de exá me-nes. Los kanji, junto con la estruc tura mu cho mayor del idioma japo nés (y por supuesto, de cual quier otro idioma) se resis ten ter ca mente a ser domi na dos de este modo. El or den racio nal que hemos impuesto a los kanji en este li bro está pen sado sim ple mente como una ayuda para lle gar lo suficien te mente cerca de los carac te res como para tra bar amis tad con ellos y dejarse sor pren der, ins-pi rar, ilu mi nar, resis tirse y sedu cir. No obs tante, no se pue den domi nar sin tener amplias nocio nes sobre su larga y com pleja his to ria ni sin con tar con una per cep ción acerca de su impre de ci ble vita li dad —algo que está mu cho más allá de las capa ci da des de una única mente y de un solo lápiz—.

    Di cho todo esto, rei te ra mos que el obje tivo de este li bro sigue siendo el de per mi tir la obten ción de capa ci da des nati vas para escri bir los carac te res japo-ne ses y aso ciar sus significa dos con sus for mas. Si la sis te ma ti za ción lógica y la irre ve ren cia tra viesa con te ni das en las siguien tes pági nas pue den sal var al menos a unos po cos de aque llos que han deci dido con ti nuar su estu dio de la len gua japo nesa sin aspi rar a obte ner dichas capa ci da des ple nas, los esfuer zos que se han inver tido en este li bro obten drán un más que mere cido pre mio.

    Autoestudio y estudio en clase

    A medida que este libro se iba reimprimiendo una vez tras otra, tuvimos a menudo la tentación de reconsiderar bastantes de las palabras clave y los sentidos de los componentes. Tras considerar y revisar detenidamente los cen te na res de comunicaciones recibidas de estu dian tes de todo el mundo, y tras los numerosos ajustes requeridos para las versiones en otros idiomas, hemos decidido dejarlo prácticamente tal cual, añadiendo solo algunos reto-ques menores. Sin embargo, hemos notado dos cues tio nes rela cio na das que sur gen con suficiente fre cuen cia como para mere cer un comen ta rio: el uso de este li bro en com bi na ción con cur sos for ma les de japo nés, y el tema de la pro-nun cia ción o lec tu ras» de los kanji.

    Habiendo com ple tado unas po cas lec cio nes de este li bro, el estu diante se dará cuenta de que este método se ha creado para el autoes tu dio. Lo que no es tan evi dente es que uti li zarlo como suple mento al estu dio de los kanji en una aca de mia o para repa sar para exá me nes tiene una influen cia adversa en el

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    pro ceso de apren di zaje. Cuanto más inten tes com bi nar el estu dio de los kanji escri tos mediante el método pre sen tado en es tas pági nas con el estu dio tra di-cio nal de los kanji, menos te ser virá este li bro. No conocemos nin guna excep-ción.

    Casi to dos los pro fe so res de japo nés, nati vos y extran je ros, esta rían de acuerdo en que apren der a escri bir los kanji con capa ci da des nati vas es el obs-tá culo más grande para el adulto extran jero que se enfrenta a la len gua japo-nesa. De hecho, es tan grande que se cree que es insu pe ra ble. Des pués de todo, si incluso los japo ne ses, que han inver tido nueve años en apren der a escri bir for mal mente los carac te res y los usan to dos los días, tie nen dificul ta des para recor dar cómo repro du cir los, ¿no es des ca be llado supo ner que los que no han sido cria dos con los kanji desde su niñez, incluso con la me jor de las inten cio-nes y los mejo res méto dos de estu dio, pue dan lle var a cabo tamaña hazaña? Un pro fe sor nunca podrá expo ner abier ta mente un punto de vista como este en el aula, pero mien tras el pro fe sor lo crea, ello se con vierte rápi da mente en una espe cie de pro fe cía auto rea li za to ria. El pro fe sor trans mite incons cien te-mente esta acti tud al estu diante, enfa ti zando las capa ci da des de hablar y leer el idioma, que son con si de ra das más razo na bles y fáci les de obte ner. Mas, de hecho, como este li bro pre tende demos trar, no hay nada más le jos de la rea li-dad.

    Para empe zar, la escri tura de los kanji es la parte más com ple ta mente racio nal del idioma. A lo largo de los siglos la escri tura de los kanji se ha sim-plificado nume ro sas ve ces, siem pre teniendo en cuenta prin ci pios racio na les. Aparte del han geul coreano, no hay otro sis tema de escri tura en el mundo tan lógi ca mente estruc tu rado como los carac te res sino ja po ne ses. El pro blema radica en que la uti li dad de esta lógica interna no se ha sabido expre sar en el campo del apren di zaje de los kanji. Al con tra rio, se ha igno rado sis te má ti ca-mente. Las per so nas que han pasado por el sis tema edu ca tivo japo nés tien den a apo yarse en su pro pia expe rien cia al ense ñar a los de más cómo escri bir. El los empe za ron el estu dio de los kanji siendo ni ños peque ños, con pode res de abs-trac ción en pleno proceso de desarrollo y para los cua les la repe ti ción cons-tante era el único método enfo ca ble; por tanto, no se les ha ocu rrido nunca con si de rar una reor ga ni za ción de su peda go gía para apro ve char las faci li da-des que tiene el estu diante de edad más avan zada con los prin ci pios gene ra li-za dos.

    Esta des con si de ra ción está tan exten dida que debemos reco no cer que nunca hemos cono cido a un solo pro fe sor japo nés que pueda de cir que ha ense ñado a un adulto extran jero a escri bir los kanji de uso gene ral bási cos que todo aquel que haya supe rado el bachi lle rato japo nés conoce. Nunca. Ni tam poco hemos cono cido nunca a un adulto extran jero que pudiera decla-rar ha ber apren dido a escri bir a este nivel con un pro fe sor japo nés nativo. No encontramos ra zón alguna para afirmar que los japo ne ses son los más indi-

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    ca dos para la ense ñanza de la escri tura sola mente por que se trata, des pués de todo, de su idioma. Debido a la natu ra leza racio nal de los kanji, el caso es pre-ci sa mente el con tra rio: el pro fe sor japo nés es un impe di mento para apren der a aso ciar los significa dos de los kanji con su forma escrita. La víc tima evi dente de los méto dos con ven cio na les es el estu diante; pero a un nivel más su til, los pro fe so res japo ne ses son tam bién víc ti mas de la re confirma ción de los pun tos de vista no cues tio na dos, puesto que incluso los más entu sias tas ven cómo se les ni ega pre ma tu ra mente su sueño de inter na cio na li zar su idioma.

    Exis ten aún ot ros pro ble mas res pecto al uso de este li bro en com bi na ción con el estu dio for mal en el aula. Pri me ra mente, como hemos comen tado ante-rior mente en esta Intro duc ción, la eficien cia del estu dio de los kanji está direc ta mente rela cio nada con el or den con el que se apren den. Los cur sos for-ma les intro du cen los kanji según varios prin ci pios que no tie nen nada que ver con la escri tura. En muchos ca sos, la guía prin ci pal está cons ti tuida por el or den que el Minis te rio de Edu ca ción y Ciencia de Ja pón ha deter mi nado que los ni ños japo ne ses de ben seguir para apren der los kanji desde la edu ca ción pri ma ria hasta la secun da ria. Obvia mente, apren der la escri tura es mu cho más impor tante que obte ner un certificado de ha ber supe rado tal o tal otro curso. Y tam bién de forma ob via, el adulto debe cono cer to dos los kanji de uso gene ral para que ten gan alguna uti li dad para él. Cuando se trata de leer mate-ria les bási cos como los perió di cos, el hecho de cono cer la mitad o incluso tres cuar tas par tes de los kanji no ofrece mu cho con suelo. Por tanto, la cues tión cru cial para la peda go gía no es cuál es la me jor manera de apro bar algún nivel de apti tud inter me dio, sino sim ple mente cómo apren der to dos los kanji de uso corriente del modo más eficiente y fiable. Para ello, los ni ve les» tra di cio na les de apti tud en kanji son sim ple mente irre le van tes. Es tamos con ven cido de que la res puesta radica en el au toes tu dio, siguiendo un or den basado en el apren-di zaje de to dos los kanji.

    No conocemos a ningún pro fe sor de japo nés que haya inten tado uti li zar este li bro en las au las. Sos pe chamos que si lo hicie ran, aban do na rían pronto la idea. El li bro se basa en la idea de que la escri tura de los kanji se puede apren-der inde pen dien te mente de cual quier otro aspecto del len guaje. Tam bién se basa en la idea de que el ritmo de estu dio es dife rente para una per sona o para otra, y en cada per sona, dife rente en una semana que en la siguiente. El hecho de orga ni zar el estu dio según la rutina de la ins truc ción por gru pos es total-mente opuesto a es tas ideas.

    Esto nos lleva a nues tra segunda cues tión. Las razo nes de ais lar la escri tura de los kanji de su pro nun cia ción deri van más o menos de lo que ya se ha di cho. La escri tura y la lec tura de los kanji se ense ñan simul tá nea mente basán dose en que una es inútil sin la otra. Y esto solo hace que surja la cues tión básica de por qué no se ría me jor y más rápido ense ñar una des pués de la otra, con-

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    cen trán dose en lo que para el extran jero es la tarea más sim ple, la escri tura, y des pués pa sar a lo más com pli cado, la lec tura.

    Solo hay que ver los pro gre sos de los orien ta les no japo ne ses que han sido cria dos con los kanji para ver la lógica de di cho punto de vista. Por ejem plo, cuando los estu dian tes chi nos adul tos se enfren tan al estu dio del japo nés, ya cono cen el significado de los kanji y cómo escri bir los. Solo de ben apren-der cómo leer los. El fabu loso pro greso que rea li zan en com pa ra ción con sus com pa ñe ros occi den ta les se suele atri buir a su con di ción de orien ta les». De hecho, la pro nun cia ción y la gra má tica china tie nen tanto en común con el japo nés como el espa ñol y el mismo japo nés. Se trata de su cono ci miento del significado y de la escri tura de los kanji lo que les da esa ven taja deci siva. Nuestra idea fue sim ple mente apren der de esta expe rien cia común y dar les a los kanji una lec tura inglesa, que luego fue adap tada al espa ñol para esta edi ción. Habiendo apren dido a escri bir los kanji —que, repetimos, es la parte más lógica y racio nal del estu dio del japo nés— de este modo, nos encon tra re-mos en una posi ción me jor para con cen trar nos en el pro blema muchas ve ces irra cio nal y sin nor mas de apren der cómo pro nun ciar los.

    En una pala bra, es difí cil ima gi nar un modo menos eficiente de apren der la lec tura y la escri tura de los kanji que estu diar las simul tá nea mente. Y sin embargo, este es el método que to dos los libros de texto y cur sos de japo nés siguen. La cre en cia está dema siado arrai gada como para arran carla, si no es a tra vés de la expe ri men ta ción de lo con tra rio.

    Vale la pena de cir que la mayo ría de es tas ideas e impre sio nes fue ron desa rro lla das tras ha ber apren dido yo mismo los kanji y ha ber publi cado la pri mera edi ción de este li bro. En ese momento estaba con ven cido de que se podían obte ner apti tu des para escri bir los kanji en cua tro o seis sema nas si se dis pu siera de todo el día para el estu dio. Por supuesto, esta afirma ción fue tomada con más escep ti cismo que espe ranza en tre los pro fe so res que tenían muchí sima más expe rien cia que yo. No obs tante, mi pro pia expe rien cia al estu diar los kanji y el rela ti va mente pequeño número de per so nas a las que he guiado direc ta mente con los méto dos de este li bro han corro bo rado este cál-culo, y no tengo ningún reparo en reiterarlo aquí.

    La historia detrás de este libro

    Unas pala bras acerca de cómo se llegó a escri bir este li bro. Empecé mis estu dios un mes des pués de lle gar a Ja pón sin tener abso lu ta mente ningún cono ci miento pre vio del idioma. Una serie de via jes por Asia retar da ron mi lle gada unas sema nas, y por ello en tré a una aca de mia de idio mas en Kama-kura y empecé a estu diar por mi cuenta sin tomar parte en el curso, que ya ha bía empe zado. Una cierta impa cien cia cau sada por mi pro pia igno ran cia, com pa rándome con la gente de mi alre de dor, junto con la liber tad de dedi-

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    carme exclu si va mente a estu diar el idioma, me impul sa ron a estu diar una gra má tica básica de intro duc ción al japo nés. Esto me proporcionó una idea gene ral acerca de la cons truc ción del idioma, pero, por supuesto, no me dio ningún tipo de faci li dad para uti li zarlo.

    Tras varias con ver sa cio nes con pro fe so res y ot ros estu dian tes com prendí que de bía empe zar a estu diar los kanji lo an tes posi ble, por que pare cía que allí estaba el hueso más duro de roer. Sin tener ni idea del fun cio na miento de los kanji den tro del idioma, pero habiendo encon trado mi pro pio ritmo, decidí —con tra la opi nión de casi to dos los que me rodea ban— con ti nuar el estu dio por mi cuenta en vez de incor po rarme a una de las cla ses de prin ci pian tes.

    Pasé los pri me ros días leyendo con avidez todo lo que pude encon trar so bre la his to ria y la eti mo lo gía de los carac te res japo ne ses, y exa mi nando la gran varie dad de sis te mas que ha bía en el mer cado para su estu dio. Fue durante esos días cuando la idea básica que yace en los cimien tos de este li bro sur gió en mi mente. Durante las sema nas siguien tes me dedi qué día y no che a expe ri men tar con esa idea, que resultó fun cio nar lo suficien te mente bien como para ani marme a con ti nuar. An tes de finali zar el mes ha bía apren dido el significado y la escri tura de 1.900 carac te res y estaba seguro de po der recor-dar lo que ha bía apren dido. Poco tiempo des pués me di cuenta de que ha bía ocu rrido algo extra or di na rio.

    El método que se guí se me anto jaba tan sim ple, incluso infan til, que hasta me resul taba emba ra zoso hablar de él. Y todo ha bía ocu rrido tan natu ral-mente que no estaba pre pa rado para la reac ción que causó. Por un lado, en la escuela me acu sa ron de tener una memo ria foto gráfica de corta dura ción que haría que todo lo que ha bía apren dido se des va ne ciera en poco tiempo. Por el otro, había los que me ins ta ban a poner por escrito mis mé to dos» para sa car pro ve cho de ellos. Pero me pare ció que toda vía me que daba dema siado para apren der de la len gua japo nesa como para per mi tirme el lujo de dis tra erme. En una semana, sin embargo, me con ven cie ron para que, como mínimo, dejara ver mis no tas. Dado que la mayo ría estaban o en mi cabeza o en libre tas reple tas de apuntes inin te li gi bles o tar je ti tas case ras, decidí dedi car una hora al día a escri birlo todo sis te má ti ca mente. Esa hora pronto se con vir tió en dos, luego en tres, y cuando me di cuenta lo ha bía dejado todo a un lado para dedi-carme a com ple tar la tarea. A fina les del ter cer mes llevé una co pia lista para la impre sión a la Uni ver si dad de Nan zan, en Nagoya. Durante los dos meses que llevó pre pa rar la impre sión añadí una Intro duc ción. Gra cias a la ines ti ma-ble ay uda de la señora Iwa moto Keiko de la edi to rial Tut tle, se dis tri bu ye ron la mayo ría de las 500 copias impre sas en libre rías de Tok io, donde se ven die ron en po cos meses. A par tir de ahí, empezó la his to ria de ree di cio nes y reim pre-sio nes hasta lle gar al momento actual.

    Tras el mes que pasé estu diando cómo escri bir los kanji, no volví a repa sar for mal mente lo que ha bía apren dido. (Estaba dema siado ocu pado bus cando

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    otro método para sim plificar el estu dio de la lec tura de los carac te res, que fue com ple tado más tarde en un li bro que sigue al que tie nes en las manos1). Cuando encon traba un nuevo carác ter, lo apren día como lo ha bía hecho con los de más, y nunca tuve la sen sa ción de que de bía ha cer un alto y vol ver at rás ni de que de bía repe tir el tra bajo. Admito que el hecho de que actual mente use los kanji dia ria mente en mis cla ses, inves ti ga ción y escri tos es una ven-taja con si de ra ble. Pero sigo con ven cido de que toda mi rapi dez y faci li dad en apren der los debo a los pro ce di mien tos des cri tos en este li bro.

    Qui zás sola mente los que hayan seguido el método desde el prin ci pio hasta el final puedan reco no cer lo poco com pli cado, ob vio y acce si ble que es para cual quier estu diante que de see inver tir tiempo y esfuerzo en él. Pero aun-que el método es sim ple y real mente eli mina la nece si dad de inver tir mu cho esfuerzo, hay que reco no cer que la tarea no es de ningún modo fá cil. Requiere tanta resis ten cia, con cen tra ción e ima gi na ción como se le pueda dedi car.

    1. Remem be ring the Kanji 2: A Sys te ma tic Guide to Rea ding Japa nese Cha rac ters (Hono-lulu: University of Hawai‘i Press, 13th impre ssion, 2007), adaptado al español con el título Kanji para recordar II (Barcelona: Herder Editorial, 2007). Tras este tomo apa re ció más tarde Remem be ring the Kanji 3: Wri ting and Rea ding Japa nese Cha ra cers for Up perLevel Pro ficiency (Honolulu: University of Hawai‘i Press, 3rd impre ssion, 2008), pre pa rado con Tanya Sienko.

  • parte primera

    Cuentos

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    Lec ción 1

    Empe za re mos con un grupo de 15 kanji que segu ra mente ya cono cías an tes de abrir este li bro. Cada kanji cuenta con una única pala bra clave que indica su sen tido básico. Algu nos de es tos carac te res nos podrán ser vir más ade lante como com po nen tes, aun que en ese caso pueden tener un significado dis tinto del que tie nen en tanto que kanji. En este punto no es nece sa rio memo ri zar el significado espe cial que tie nen dichos carac te res cuando ha cen la fun ción de com po nen tes, pero hemos incluido algu nas expli ca cio nes adi cio na les pre ce di-das por el símbolo v para futu ras refe ren cias.

    El número de tra zos se indica mediante un número en tre cor che tes al final de cada una de las expli ca cio nes. A con ti nua ción, ofre ce mos tam bién el or den de escri tura trazo por trazo. Apren der cómo escri bir cada uno de los kanji, trazo a trazo, en el correcto or den, es fun da men tal en esta pri mera fase del estu dio de los kanji, por lo que no hay que esca ti mar esfuer zos en memo ri zar este aspecto desde el pri mer día. Aun que es tos pri me ros carac te res te parez can sen ci llí si-mos, intenta estu diar los con un bloc de no tas y lápiz bien cerca para repro du-cir los a tu manera siguiendo las indi ca cio nes de este li bro. Así, te habi tua rás desde el pri mer día a hacerlo de este modo.

    Para ter mi nar comen ta re mos que cada una de las pala bras clave ha sido esco gida minu cio sa mente, por lo que ten drías que evi tar dar cual quier otra inter pre ta ción a los kanji de esta lec ción para evi tar con fu sio nes más ade lante.

    1 uno 一 En la escri tura china y japo nesa, el número uno se repre senta

    con un trazo hori zon tal, con tra ria mente al nume ral romano i, que se encuen tra en posi ción ver ti cal. Parece algo evi dente de cir que se escribe de izquierda a dere cha. [1]

    一v Cuando fun ciona como com po nente, este carác ter pierde

    el significado clave al ser demasiado abstracto para resul-tar útil. Así, esta única lín ea hori zon tal adquiere el signifi-cado de suelo o de te cho según su posi ción: si se encuen tra

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    encima de otro com po nente, toma el significado de te cho; si está debajo, de suelo.

    2 dos 二 Al igual que en el caso de los nume ra les roma nos, en el que el

    nume ral ii duplica al nume ral i, el kanji de dos es una sim ple dupli ca ción del trazo hori zon tal que significa uno. El or den de escri tura va de arriba abajo. El pri mer trazo es un poco más corto que el segundo. [2]

    丁 七 3 tres 三 Y una vez más, al igual que en el caso del nume ral romano iii,

    que tri plica al nume ral i, el kanji de tres sim ple mente tri plica un único trazo hori zon tal. Cuando escri bas este carác ter, quizá te sirva pen sar en un boca di llo cui da do sa mente pre pa rado para no ensu ci arte las manos: el con te nido (el trazo del me dio) debe ser más pequeño que las reba na das de pan (tra zos supe-rior e infe rior). Así, el trazo de en me dio de este kanji es más corto que los ot ros dos. [3]

    万 丈 三 4 cua tro 四 Este carác ter está for mado por dos com po nen tes, boca 口 y pier

    nas 乳, com po nen tes que encon tra re mos en pró xi mas lec cio nes. Supon dre mos que ya cono cías de an tes los números del 1 al 10, por lo que apla za re mos el cuen to de este carác ter hasta más ade lante. Observa que el segundo trazo se escribe de izquierda a dere cha y luego de arriba abajo. Esto con cuerda con lo que hemos visto an tes con los tres pri me ros números y nos per mi tirá esta ble cer una norma gene ral que debes tener siem pre muy pre sente al de escri bir carac te res más com pli ca dos: escribe de norte a sur, de oeste a este, de noro este a sud este. [5]

    上 下 不 与 丐

  • > 27

    5 cinco 五 Al igual que hemos hecho en el caso de cua tro, va mos a de jar

    para más ade lante el estu dio de los com po nen tes de este carác-ter. Observa que la norma gene ral apren dida en el cua dro ante-rior se aplica tam bién en este caso, al escri bir el kanji de cinco. [4]

    丑 且 丕 世 6 seis 六 Los com po nen tes que for man este carác ter son chis tera 肚 y

    pa tas 聟. Pero, al igual que hemos hecho ante rior mente, de momento va mos a pres cin dir de expli ca ción. [4]

    丗 丘 丙 丞 7 siete 七 Observa que el pri mer trazo atra vie sa lim pia mente al se -

    gundo. Esta carac te rís tica nos per mi tirá dife ren ciar el kanji siete del que significa cuchara 匕 (cua dro 476), en el que el trazo hori zon tal ter mina un poco des pués de encon trarse con el ver ti cal. [2]

    両 並v En tanto que com po nente, esta forma toma el significado

    de cor tar en da dos, en peque ños tro zos, lo que con cuerda tanto con el modo de escri bir el carác ter como con su aso-cia ción con el kanji cor tar 切, que apren de re mos más ade-lante (cua dro 89).

    8 ocho 八 Al igual que el nume ral ará bigo 8 está for mado por un

    pequeño cír culo so bre otro cír culo lige ra mente mayor, el kanji de ocho está for mado por una lín ea corta seguida por otra lín ea un poco más larga, incli nada ha cia la pri mera pero sin lle gar a tocarla. Y al igual que el 8 recos tado ∞ es el sím bolo mate má-

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    tico de infini to, el espa cio que se abre bajo es tos dos tra zos se aso cia en Ja pón con la idea de abar carlo to do. [2]

    丨 个 9 nueve 九 Si ha ces un pequeño esfuerzo para recor dar el or den de tra zos

    de este kanji, no ten drás dificul ta des pos te rior mente para dis-tin guirlo del kanji de fuerza 力 (cua dro 922). [2]

    中 丱vComo com po nente, pode mos dar a este carác ter el signi-

    ficado de béis bol, ya que cada equipo de béis bol consta de nueve jugadores. Aun que es un deporte más cono cido en Cen tro a mé rica que en el resto del mundo de ha bla his pana, no será difí cil ima gi nar las cosas que se pue den ha cer con un bate; eso nos ayu dará a ima gi nar cuen tos para los po cos kanji que usan este com po nente.

    10 diez 十 Si vol teas este carác ter 45º en cual quier direc ción obten drás la x

    que se uti liza para indi car diez en los números roma nos. [2]

    串 丶vComo com po nente, este carác ter retiene a ve ces el signi-

    ficado diez y a ve ces toma el significado de aguja, lo que deriva del kanji de aguja 針 (cua dro 292). Como este com-po nente forma parte del kanji, no hay nece si dad de pre o-cu parse por una posi ble con fu sión en tre los dos. De hecho, ire mos siguiendo esta estra te gia a menudo.

    11 boca 口 Como muchos de los pri me ros carac te res que va mos a apren-

    der, el kanji de boca es cla ra mente un pic to grama. En la escri-tura de los kanji no existe la forma cir cu lar, por lo que uti li za re-mos un cua drado para indi car el cír culo. [3]

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    丸 丹 主vComo com po nente, esta forma toma tam bién el significado

    de boca. Cual quiera de las múlti ples imá ge nes que esta pala-bra sugiere, como una aber tura o entrada a una cueva, la boca de un arma, de un río, así como la mis mí sima boca que tene mos en la cara, se puede uti li zar como significado del com po nente.

    12 día 日 Este carác ter pre tende ser el pic to grama de un sol. Si recor da-

    mos lo que hemos comen tado an tes acerca de las for mas redon-dea das, no nos será muy difí cil visua li zar el cír culo y la gran son risa que carac te riza a los dibu jos más sim ples que hace mos del sol. Y nada me jor que un radiante y son riente sol para tener un buen día. [4]

    丼 丿 乂 乃vComo com po nente, este carác ter significa sol, día y len gua

    agitándose den tro de la boca. Este último sen tido deriva de un anti guo carác ter que no se encuen tra en la lista de kanji más usua les, que significa algo así como de cir» y que se uti li zaba en japo nés anti guo para ci tar dichas clá si cas. Este carác ter se escribe casi exac ta mente igual que el carác ter de sol, pero a dife ren cia de aquel, el trazo del me dio no llega a to car el trazo ver ti cal de la parte dere cha (曰, cua dro 620).

    13 mes 月 Este carác ter es en rea li dad un dibujo de la luna. Las dos líneas

    hori zon ta les repre sen tan los ojos y la boca de la cara que sole-mos ver en la su perficie del satélite, dibu jada por sus crá te res. Los ojos de la luna japo nesa son tan alar ga dos (¡es que es japo-nesa!) que se han unido en una sola lín ea (la supe rior), y en la lín ea infe rior ve mos la boca de esta luna con una gene rosa son risa. (En rea li dad, los japo ne ses ven una lie bre dibu jada en la su perficie de la luna, pero es un poco rebus cado inten tar encon trar la lie bre en el kanji de luna). Por supuesto, un mes no es más que la suce sión de las cua tro fases de la luna. [4]

  • 30 <

    久 之 乍 乎vComo com po nente, este carác ter puede tomar los significa-

    dos de luna, carne o parte del cuerpo. La ra zón de ello será expli cada en capí tu los pos te rio res.

    14 campo de ar roz 田 Este kanji es otro pic to grama, en este caso con la forma de

    un campo de ar roz divi dido en cua tro par ce las y visto desde el aire. Ándate con mu cho cui dado al escri bir este kanji para seguir correc ta mente el or den de tra zos, cuyo prin ci pio es idén-tico al que indi ca mos en el cua dro 4. [5]

    乏 乕 乖 乗 乘vCuando se usa como com po nente, el significado suele ser

    campo de ar roz, pero de vez en cuando tomará el significado de cere bro, lo que se des prende del hecho de que la forma del kanji se parece un poco a esa masa de mate ria gris divi-dida asi mismo en peque ñas par ce las que tene mos den tro del crá neo.

    15 ojo 目 Una vez más, si redon dea mos los ángu los y cur va mos las líneas

    cen tra les ha cia arriba y ha cia abajo res pec ti va mente, obten dre-mos algo pare cido al dibujo de un ojo. [5]

    乙 九 乞 也 乢vComo com po nente, este carác ter man ti ene su significado

    de ojo, o más específicamente, de globo ocu lar. Den tro de un kanji com plejo encon tra re mos a ve ces este com po nente recos tado hori zon tal mente de este modo: 罒.

    Aun que sola mente hemos identificado for mal mente como com po nen tes (los ele men tos que se com bi nan para for mar ot ros kanji) nueve de los quince kanji que hemos visto en esta lec ción, algu nos de los de más carac te res pue den lle var a cabo di cha fun ción de vez en cuando. Sim ple mente, es tos últi mos no apa re-

  • > 31

    cen con tanta fre cuen cia como para que valga la pena apren der los como com-po nen tes inde pen dien tes ni dar les significa dos espe cia les. Di cho de otro modo, cuando uno de los kanji que ya hemos apren dido se encuen tre den tro de otro kanji, este con ser vará el significado de su pala bra clave a menos que le haya mos asig nado específicamente un significado espe cial como com po nente.

    Lec ción 2

    En esta lec ción apren de re mos qué es un com po nen te» uti li zando los pri-me ros quince kanji como pie zas que se pue den unir para for mar nue vos carac-teres, 19 para ser exac tos. En caso de que el significado del com po nente sea dife rente del de la pala bra clave, es acon se ja ble vol ver al cua dro ori gi nal para refres car la memo ria. Sin embargo, de ahora en ade lante debe rías apren der tanto la pala bra clave del kanji como el significado del mismo carác ter cuando fun ciona como com po nente, a medida que vayan apa re ciendo. Hemos aña dido un Índice de com po nen tes al final del li bro, por si en algún momento quie res confirmar el significado de cual quiera de el los.

    16 vi ejo 古 Los com po nen tes que for man este carác ter son diez y boca,

    pero qui zás lo encuen tres más sen ci llo de recor dar si lo aso cias al pic to grama de una tumba con una cruz cla vada encima (ima-gen maca bra, sí, pero no por ello menos efec tiva). No tie nes más que pen sar en esas pelí cu las de terror en las que a menudo aparecen las vie jas tum bas cubier tas de tela ra ñas y mar ca das con una cruz. En muy po cos ca sos igno ra re mos los com po nen tes que for-man el kanji para uti li zar en su lu gar un pic to grama; esto solo ocu rrirá de vez en cuando en es tas pri me ras fases y prác ti-ca mente nunca pos te rior mente. Así que no te pre o cu pes por tener que apren der dema sia dos di bu ji tos». [5]

    亂 亅 了 予 争

  • 32 <

    vComo com po nente, este carác ter man ten drá el sen tido de la pala bra clave, es de cir, vi ejo, pero siem pre inten tando ha cer la noción abs tracta tan gráfica como sea posi ble. Por eso, va mos a darle el significado de una tumba vi eja.

    17 yo 吾 En rea li dad, hay varios carac te res que repre sen tan la pala bra

    yo, pero los otros sue len tener un significado más específico que este. La pala bra clave, en este caso, ten dría que inter pre-tarse en el sen tido pura mente psi co ló gico de su jeto per cep-ti vo». El único lu gar de nues tros cuer pos en el que se con cen-tran los cinco sen ti dos con los que per ci bi mos las sen sa cio nes de nues tro alre de dor es la cabeza, que tiene ni más ni menos que cinco bo cas: dos agu je ros de la nariz, dos oí dos y una boca. Por tanto, cinco bo cas equi vale a yo. [7]

    亊 事 二 于 云 互 五 18 riesgo 冒 ¿Re cuer das que cuando eras niño tu madre siem pre insis tía en

    que no mira ras nunca direc ta mente al sol por que se te podrían que mar los ojos? Segu ra mente debías ser tan alo cado como para atre verte a correr el riesgo de echar uno o dos vis ta zos rápi dos. Pero por otro lado, tam bién debiste dar el mismo con-sejo a alguien más cuando te hiciste mayor. Tam bién en este caso, el kanji con un sol en lo alto y un ojo justo debajo, que lo observa, tiene el sen tido de riesgo (ver cua dro 12). [9]

    井 亘 亙 些 亡 19 compañero 朋 Según la his to ria que cuenta la Biblia, la pri mera com pa ñera que

    Dios creó para Adán fue Eva. Al verla, Adán exclamó ¡carne de mi carne!» Y ello es pre ci sa mente lo que este carác ter expresa a tra vés de sus muchos tra zos. Recor de mos que el com po nente 月, aparte de luna, puede tomar los significa dos de carne o parte del cuerpo. [8]

    亢 交 亥 亦 亭

  • > 33

    20 claro 明 Siguiendo con la Biblia, Dios creó dos bri llan tes lu ces y las

    puso en el ci elo para que vea mos las cosas cla ras: el sol para que gober nase el día, y la luna para que gober nase la no che. Am bas lu ces repre sen tan una de las conno ta cio nes más comu nes de esta pala bra clave: el sol, la luz clara que ilu mina las cosas del día; y la luna, que aclara los mis te rios de la no che y pro por ciona ins pi ra ción a los poe tas (ver cua dro 13). [8]

    亶 仂 21 canto 唱 ¡Este es de lo más fá cil! Por una parte tene mos una boca que

    no profiere ningún sonido (el direc tor del coro) y dos bo cas con sen das len guas que se agi tan en su inte rior (lo mínimo nece sa rio para for mar un coro). Así que sola mente hay que pen sar en la pala bra clave, canto, como un coro monás tico, y con ello el kanji será nues tro por los siglos de los siglos (ver cua dro 11). [11]

    仇 从 他 22 des te llo 晶 ¿Qué es lo pri mero que nos vi ene a la mente cuando escucha-

    mos la pala bra des te llo? En la mayo ría de los ca sos la ima gen que apa re cerá en nues tra mente será la de un dia mante. Si colo-ca mos un dia mante a la luz del sol, cada una de sus fa ce tas bri lla como si fuera un sol en minia tura. Este kanji es un dibujo de un pequeño sol tri pli cado en forma trian gu lar (es de cir, en to das par tes»), lo que pro por ciona el sen tido de algo que bri lla por to dos sus la dos: como un dia mante. Cuando escri bas el com po-nente tres ve ces, observa cómo la norma de escri tura expli cada en el cua dro 4 es cierta no sola mente apli cada a cada uno de los ele men tos por sepa rado sino tam bién al carác ter como un todo. [12]

    仝 代 仮

  • 34 <

    23 mer can cías 品 Al igual que pasaba con el carác ter de des te llo, la tri pli ca ción de

    un único ele mento en este carác ter indica en to das par tes» o en gran can ti dad». Al pen sar en las mer can cías de la socie dad moderna, es casi inevi ta ble pen sar en algo que ha sido pro du-cido en masa, es de cir, para las ma sas» de bo cas abier tas que espe ran como crías de pájaro en el nido para con su mir» cual-quier cosa que se ponga a su alcance. [9]

    件 仼 伃 24 espina dor sal 呂 Este carác ter es una repre sen ta ción de dos de las vér te bras de la

    espina dor sal uni das por un único trazo. [7]

    伉 伊 伍 伎 伏 伐 休 25 prós pero 昌 Lo que hemos men cio nado en los cua dros 22 y 23, refe rido a

    un mismo ele mento escrito tres ve ces para indi car en to das par tes» o en gran des can ti da des» no era algo di cho en broma. En este kanji pode mos ver dos soles, uno encima del otro, lo que se puede con fun dir fácil mente con los tres soles del kanji de des te llo si no nos anda mos con cui dado. Si pen sa mos en la pala bra clave, prós pero, pode mos rela cio narla con el sol fácil-mente, ya que sole mos refe rir nos a las épo cas prós pe ras como días solea dos». ¿Qué hay más prós pero, enton ces, que un hipo té tico ci elo con dos soles? [8]

    伯 伸 26 tem prano 早 Para recor dar fácil mente este kanji dire mos que es la repre sen-

    ta ción de un gira sol que recibe los pri me ros rayos del sol de la mañana. El gira sol no está gráficamente repre sen tado en el dibujo pero lo pode mos ima gi nar escon dido en alguna parte debajo del kanji, dibu jado en tinta invi si ble. El sol de la mañana apa rece tem prano y lanza sus rayos cual afila das agu jas (ver

  • > 35

    cua dro 10) ha cia ese invi si ble gira sol, que recibe esos rayos con los péta los abier tos. [6]

    伽 佃 但vComo com po nente, pode mos dar a este kanji el significado

    de gira sol, evo cando este idí lico cuento que hemos inven-tado.

    27 sol naciente 旭 Pode mos aso ciar este carác ter a la ban dera japo nesa, que exhibe

    orgu llo sa mente un archi co no cido sol naciente. Ima gi ne mos una pecu liar ban dera japo nesa col gada de un bate de béis bol (cua-dro 9) y ten dre mos una curiosa ima gen de lo popu lar que ha lle gado a ser el deporte del béis bol en el país del sol naciente. [6]

    佇 位 低 住 佐 佑 28 gene ra ción 世 Nor mal mente se con si dera que una gene ra ción corres ponde

    más o menos a un período de treinta (o diez más diez más diez) años. Si obser vas este kanji en su forma final (sin tener en cuenta el or den de tra zos) podrás ver tres ve ces el número diez. Cuando escri bas este kanji piensa que las líneas hori zon ta les de debajo son sim ples líneas que indi can la su ma» de esos tres die ces. Así, la suma de los ele men tos (diez, diez más» y diez más») nos da treinta, es de cir, toda una gene ra ción. En rea li-dad es mu cho más fá cil irlo escri biendo con un lápiz que leerlo en un li bro. [5]

    体 何 佖 佗 余 29 estó mago 胃 Para recor dar los significa dos espe cia les de los dos com po nen-

    tes que for man este carác ter ten drás que vol ver a los cua dros 13 y 14: se trata de carne (parte del cuerpo) y cere bro. Lo que nos quiere de cir este kanji es que la parte del cuerpo que se encarga de man te ner en per fecto estado de fun cio na miento el cere bro (pro por cio nán dole todo tipo de nutrien tes) es el estó mago.

  • 36 <

    Para no con fun dir el or den de los dos ele men tos al escri bir el kanji, intenta pen sar en un dibujo esti li zado de una per sona repre sen tado sola mente por el cere bro encima y to das las de más par tes del cuerpo debajo, sos te niendo al cere bro. [9]

    佞 佳 30 ama ne cer 旦 Este kanji nos será fá cil de recor dar si ve mos en él el dibujo de

    un ama ne cer, el momento en el que el sol acaba de salir majes-tuo sa mente de la lín ea del hori zonte o suelo (ver de nuevo el cua dro 1) para dar paso al día. [5]

    佼 使 31 vesí cula biliar 胆 Las dos pie zas que for man este carác ter son cla ra mente visi-

    bles: a la izquierda encon tra mos el ele mento que indica parte del cuerpo y a la dere cha el carác ter de ama ne cer que aca ba mos de ver. Lo único que no está muy claro es la rela ción de todo esto con la vesí cula biliar. Pues bien, la vesí cula biliar secreta una sus tan cia lla mada bi lis», que muy a menudo aso cia mos en cas te llano al mal hu mor. ¿Co no ces el pro ver bio, No de jes que el sol se ponga so bre tu ira»? Pues bien, tiene su antónimo en este kanji, que parece estar dicién do nos: No de jes que el sol se levante so bre tu ira». Quien sabe por qué, pero tras una no che de buen sueño nues tro mal hu mor suele des va ne cerse. La vesí-cula biliar, enton ces, se com pone de la parte del cuerpo que causa la ira, ira que desa pa rece al ama ne cer del día siguiente. Pen sar en este kanji nos puede dar un buen con sejo: muchas ve ces es me jor de jar cal mar nues tro fu ror o tan tas ot ras sen sa-cio nes huma nas ponién do nos a dor mir y espe rando el ama necer de un nuevo día. [9]

    侊 侒 32 atra ve sar 亘 Ama ne cer, ano che cer, ama ne cer, ano che cer… Los días pasan

    siguiendo el ritmo del reco rrido del sol, que se mu eve desde el

  • > 37

    hori zonte (el suelo) ha cia el punto álgido al que llega al medio-día (el te cho) y a con ti nua ción desa pa rece otra vez tras el hori-zonte del oeste, día tras día, atra ve sando el ci elo y mar cando el curso de nues tros días. [6]

    侔 供 依

    Va mos a ter mi nar esta lec ción con dos últi mos carac te res pic to gráficos que resul tan ser de los más fáci les a la hora de reco no cer por su forma pero que es tán, a su vez, en tre los kanji cuya escri tura es de las más complicadas de recor dar. Va mos a intro du cir los ahora para efec tuar una pequeña prueba y ver así si has estado atento o no en lo que res pecta al or den de tra zos de los carac te-res que lle va mos expli ca dos hasta ahora.

    33 cón cavo 凹 ¿Qué otra pala bra clave iría me jor para este kanji si no es cón-

    cavo? Solo hay que mirarlo bien: es la viva ima gen de una lente cón cava (recuerda que hay que tener pre sente el fenó meno de cua dri cu la ción que ocurre en la escri tura de los kanji), que cuenta incluso con su pequeño crá ter». Lo único que falta es apren der a escri birlo. [5]

    侠 価 侫 侭 侮 34 con vexo 凸 Gra cias a este kanji y al ante rior podrás enten der per fec ta mente

    por qué los japo ne ses no tie nen ningún pro blema en dis tin guir los con cep tos con vexo y cón cavo. Ojo con el ter cer trazo, es de lo más extraño. Qui zás ahora mismo no te resul tará raro, pero cuando hayas ter mi nado de estu diar este li bro lo será, ya que los kanji cón cavo y con vexo son de los po cos ca sos en los que ten drás que tra zar esta forma en japo nés. [5]

    侯 侵 侶 便 係

  • 38 <

    Lec ción 3

    Tras ter mi nar la Lec ción 2, ten drías que tener bien claro cómo un kanji apa-ren te mente com plejo y de lo más difí cil se puede des glo sar en ele men tos sim-ples que ha cen que recor darlo sea muchí simo más sen ci llo. Tras finali zar esta lec ción ten drías que tener una idea mu cho más clara de cómo se rea liza este pro ceso. Aña diremos un par de com po nen tes más a los kanji que ya cono ce-mos y vere mos cuán tos nue vos pode mos for mar (en este caso 20 en to tal) y cuando haya mos ter mi nado, aña dir unos cuan tos com po nen tes más. Y segui-re mos del mismo modo hasta que haya mos ter mi nado de estu diar to dos los kanji.

    En esta Lec ción 3 va mos a intro du cir nue vos com po nen tes que NO son kanji por sí so los sino que se uti li zan sola mente para cons truir caracteres. Es tos com-po nen tes es tán indi ca dos mediante el símbolo v en lu gar de con un número. Como hemos di cho an tes, no es nece sa rio ha cer un esfuerzo espe cial para estu-diar es tos com po nen tes si no tie nes dificul ta des en apren der los a medida que van apa re ciendo. La pas mosa fre cuen cia con la que apa re cen ten dría que ser suficiente para memo ri zar los.

    v bas tón 丨 Este com po nente es sim ple mente un dibujo de un bas tón, que

    arras tra con sigo to das las conno ta cio nes de debi li dad y decre-pi tud que cual quiera aso cia a ese objeto. Rara mente, muy rara mente, apa re cerá en posi ción hori zon tal, pero cuando eso ocu rra, siem pre atra ve sará por el me dio a cual quier otro com-po nente. Así, no existe la posi bi li dad de con fun dirlo con el sig-nificado del com po nente de uno, es decir, suelo o te cho. [1]

    促 v gota 俄 El significado de este com po nente es ob vio a pri mera vista, lo único que no estará claro es qué tipo de gota es en cada caso.

    Lo impor tante es no aso ciar esta idea a algo insignifi cante como

  • > 39

    por ejem plo una gota en el océa no», sino darle un sen tido tan con creto que pueda pro du cir un cam bio radi cal (como una gota de arsé nico en el café de la sue gra). [1]

    俄vEn gene ral, el com po nente se escribe de dere cha a izquierda,

    pero hay ve ces en las que se puede escri bir de izquierda a dere cha. Si tie nes dificul ta des en recor dar este aspecto, es posi ble que te ay ude la ima gen de un cuen ta go tas que suelta go tas de la sus tan cia que sea. En esta lec ción vere mos varios ejem plos. [1]

    35 an tigüedad 旧 Los días de la an tigüedad nece si tan un bas tón. Esos días nos

    pare cen tan leja nos actual mente que no nos cos tará nada ima-gi nar a esos días apo yán dose con un bas tón por lo vie jos que son ya. [5]

    俉 俐 36 uno mismo 自 Pue des aso ciar este kanji con la ima gen de un pic to grama esti-

    li zado de la nariz, esa pequeña gota que la Madre Natu ra leza colocó en tre nues tros ojos. Los japo ne ses se seña lan la nariz con el dedo índice para refe rirse a el los mis mos (noso tros seña-la mos al pe cho con la mano), y recor dar ese deta lle nos dará una bu ena pista para recor dar uno mismo este kanji, aparte de haber nos pro por cio nado una nota cul tu ral. [6]

    俑 俔 俗 俘 俚 俛vSe puede uti li zar el mismo sen tido de uno mismo cuando

    este kanji apa rezca como com po nente, pero en muchos ca sos se ría me jor pro por cio narle el sen tido nariz (o, aun más con cre ta mente, los agu je ros de la nariz) por dos moti-vos: pri mero, por que con cuerda con el cuento ante rior; y segundo, por que se trata de la pri mera parte del kanji de nariz (cua dro 733).

  • 40 <

    37 blanco 白 El blanco es una mez cla de to dos los colo res pri ma rios. Eso

    se demues tra al colo car un prisma a la luz del sol, lo que hace que se des glo sen to dos los colo res del arco iris a par tir de esa luz so lar blanca. Por lo tanto, una única gota de sol con tiene el color blanco. [5]

    保 俟 信 俣 俤vComo com po nente, este carác ter puede rete ner su signifi-

    cado de blanco o bien adqui rir el significado más gráfico de pájaro blanco o paloma. Es tos últi mos signi fica dos pro vie-nen del hecho de que este com po nente apa rece en la parte supe rior del kanji de pájaro, que vere mos más ade lante (cua dro 2091).

    38 cien 百 En Ja pón se conoce al 99 cum plea ños de una per sona como el

    año blan co» por que el kanji que se obtiene al res tarle uno al kanji del número cien es el de blanco. [6]

    俥 修 俯 俳 俵 俶 39 en 中 Los ele men tos que encon tra mos en este kanji son bas tón y boca.

    ¿Re cuer das el trauma que resul taba el momento de tomar el jarabe cuando esta bas enfermo, de niño? ¿Te ima gi nas los pro-ble mas que tendría tu madre al inten tar meterte el jarabe en la boca? No se ría des ca be llado pen sar que por la mente de la po bre mu jer pasó más de una vez la idea de aga rrar algo que estu viera a mano, como el bas tón del abuelo, para meterlo en tre tus dien tes y así man te ner tu boca bien abierta mien tras te ha cía tra gar el infame jarabe. Intenta man te ner la ima gen de algo que en tra en algún sit io y te será infinita mente más fá cil recor dar el sen tido abs tracto de esta pala bra clave que inten tar me ter aceite de ricino en la boca de un niño rebelde. [4]

    俸 俺 俾 俿

  • > 41

    40 mil 千 Casi podría mos afirmar que este kanji es dema siado sim ple

    como para ser des glo sado, pero por amor a la prác tica va mos a fijar nos en la gota de la parte supe rior y en el diez de la parte infe rior. Pue des ima gi narte a ti mismo expri miendo unas go tas de tinta ne gra de tu vi eja pluma esti lo gráfica para aña dir en un pa pel los ceros que fal tan para cam biar el diez en un mil. [3]

    倅 倆 倉 41 len gua 舌 El com po nente boca y el carác ter mil for man la idea de len-

    gua si uno piensa en un millar de bo cas que hablan el mismo idioma, o di cho de otro modo, que com par ten una len gua común». Es toda vía más fá cil si se toma lite ral mente: ima gi ne-mos a un grupo de mil de per so nas des len gua das y por tanto inca pa ces de hablar que de ben espe rar su turno para expre sar su opi nión. Esa opor tu ni dad llega en forma de una sola len gua, bien con ser vada en for mol, que va pasando por tur nos por las bo cas de las mil per so nas. [6]

    個 倍 倏 們 倒 倔 42 caja para me dir 升 Este es el carác ter que indica la pequeña caja de madera que se

    uti liza en Ja pón para me dir líqui dos y tam bién para be ber sake en cier tas oca sio nes solem nes. Si te ima gi nas el inte rior de esta caja para me dir llena de mil agu jas ten drás este kanji domi-nado. Ima gina una copa repleta con mil agu jas, ¡la autén tica pesa di lla del bebe dor com pul sivo! Ve con mu cho ojo al escri bir este carác ter, ya que es muy fá cil con fun dirlo con el or den de tra zos de mil. Esta dife ren cia nos dará la opor tu ni dad de aña dir una nueva norma de escri tura que com ple menta a la que vi mos en el cua dro 4: cuando un solo trazo atra viesa ver ti cal mente un carác ter, este se escribe el último. [4]

    倖 候 倚 倞

  • 42 <

    43 ele varse 昇 Este carác ter está cla ra mente for mado por dos com po nen tes:

    un sol y una caja para me dir (recor de mos que esta caja tam bién se uti liza como reci piente para be ber sake). Ahora bien, el kanji da la impre sión de un sol que se el eva desde den tro de una caja para me dir. ¿Y por qué? Por que te has aton tado tanto durante una no che de be ber sake que incluso te parece que el sol mismo se pone y se levanta den tro de esa caja. Merece la pena men cio nar otra vez que tie nes que ima gi narte embria gado y mirando, con asom bro, el sol ele ván dose de la caja para me dir me dio llena de sake. [8]

    倣 倨 44 redondo 丸 Para noso tros, las expre sio nes número redon do» o re don-

    dear una cifra» indi can la adi ción de una can ti dad de algo, nor mal mente una can ti dad muy pequeña, para acer car el número a la decena más cer cana. Así, si aña di mos sola mente una minúscula gota al nueve obten dre mos un número redondo (el diez). [3]

    倩 倪 倫vComo com po nente, este kanji ten drá el significado de hom

    bre gordo. Si pien sas en una per sona entrada en car nes y te ima gi nas su silueta redon da, inme dia ta mente te ten dría que venir a la mente este com po nente.

    45 medida 寸 An tes de que se implan tara el sis tema métrico deci mal en

    Ja pón, este kanji se uti li zaba como uni dad de medi ción (equi-vale a poco más de tres cen tí me tros), y de aquí deriva su sen tido de medida. En ese anti guo sis tema de medi ción, este carác ter repre sen taba una décima parte de un shaku (kanji que encon-tra re mos en el cua dro 1151). Así pues, este carác ter repre senta una gotita de diez (¡pero ojo con el gan cho final!). [3]

    倬 倭 倶

  • > 43

    vComo com po nente, uti li za re mos este carác ter con el sen-tido de cola o de pegado a. No es nece sa rio inven tar un cuento para recor darlo, ya que este com po nente apa rece tan a menudo que incluso ten drías dificul ta des para evi tar recor darlo.

    46 codo 肘 En vez de la entrañable grasa» que solemos asociar al codo

    de alguien que trabaja duro, el kanji nos sugiere una parte del cuerpo que ha sido pegada a la tarea que está desempeñando. [7]

    魴 肘 47 espe cia li dad 専 Diez . . . cam pos de ar roz . . . cola. Es posi ble inter pre tar de este

    modo los tres com po nen tes que for man este kanji de arriba abajo. Si ahora inten tá ra mos for mar una frase sen ci lla con es tos tres ele men tos obten dría mos: Diez cam pos de ar roz pega dos». Una espe cia li dad, ni que de cir tiene, se refiere al cam po» específico de acción, de com pe ten cia, de una per sona. De hecho, po cas per so nas se con for man con tener una sola espe-cia li dad y sue len inten tar exten der su com pe ten cia a ot ros cam pos, incluso hasta diez de el los. Así pues, la figura de diez cam pos pega dos pasa a expre sar la idea de espe cia li dad. [9]

    倹 偀 偂 偃 偆 假 偈 偉 偏 48 Dr. 博 En la parte izquierda tene mos una aguja y en la parte dere-

    cha el kanji espe cia li dad más una gota ex tra en la parte supe-rior. Para recor dar este kanji puede ser útil pen sar en un doc tor acu pun tu rista, es de cir alguien cuya espe cia lidad son las agu jas. La gotita de la parte supe rior repre sen ta ría el punto que aña di-mos cuando uti li za mos Dr., es de cir, la abre via tura de la pala bra doc tor. Como norma gene ral inten ta mos evi tar este tipo de tru cos que se apo yan en con ven cio nes orto gráficas abs trac tas. Pero cree mos que con este kanji, en el que tene mos la opor tu ni dad de reu ti li zar un kanji recién apren dido (cua dro 47) para for-

  • 44 <

    mar uno nuevo, vale la pena rom per un poco nues tras pro pias reglas. [12]

    嘉 嘔 嘖 嘗 嘘 嘛 嘩 嘯 嘱 嘲 嘴 嘶

    vEste kanji, como com po nente, pres cinde de la aguja de la izquierda y obtiene el significado de acu pun tu rista.

    Ya hemos visto ante rior mente un ejem plo del modo de for mar com po nen tes a par tir de ot ros com po nen tes: se trata de la for ma ción de ama ne cer a par tir de sol y suelo (cua dro 30). Va mos a mos trar dos ejem plos más de este mismo pro ce di miento para que des pués poda mos lle varlo a cabo sin nece si dad de vol-verlo a expli car.

    v vara de adi vino 卜 Este dibujo es la repre sen ta ción de una vara de adi vino, com-

    puesta por una gota y un bas tón. Sin embargo, es fá cil acor darse de este com po nente por sí solo. De forma alter na tiva, se puede inter pre tar como varita mágica. En cual quier caso, este com-po nente se uti li zará para suge rir imá ge nes de ma gia o adi vi na-ción. El or den de tra zos de este carác ter, cuando fun ciona como com po nente, es hoy en día tal como especifica mos. No obs-tante, hasta hace poco tiempo se so lía escri bir al revés (para incul car bue nos hábi tos al estu diante y así con se guir una cali-gra fía más esti li zada). [2]

    偐 偕vAunque no figura en la lista de kanji de uso gene ral, cabe

    des ta car que este com po nente es en rea li dad un kanji por dere cho pro pio con prác ti ca mente el mismo significado que el carác ter del cua dro siguiente.

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    49 adi vi na ción 占 Este kanji es toda una mara vi lla de la sim pli ci dad: un bas tón de

    adi vino con una boca, o, como diría mos más ordi na ria mente, adi vi na ción. Ade más, observa que la for ma ción del kanji al escri birlo de arriba abajo con cuerda con el significado que le hemos dado: pri mero la varita mágica para adi vi nar el futuro, a con ti nua-ción la boca del adi vino que lo expresa en pala bras. Esta aso-cia ción de ideas no será siem pre posi ble, pero en este caso nos apro ve cha re mos de la situa ción para de jar bien gra bado este kanji en nues tra memo ria. [5]

    偖 做 停 健 偬 50 arriba 上 Nor mal mente sole mos seña lar con el dedo las dos direc cio-

    nes, arriba y abajo. Pero los carac te res no siguen esta cos tum-bre y ten dre mos que inven tar algún otro cuento que sea fá cil de recor dar. Si nos fija mos en los com po nen tes que for man el carác ter podre mos ver una varita mágica que se sos tiene en ver ti cal so bre el suelo por sí sola —má gi ca men te—. De to dos mo dos, es con ve niente estu diar el siguiente cua dro tam bién por que es me jor memo ri zar am bos carac te res como una uni-dad, del mismo modo que nues tras pala bras arriba y abajo se com ple men tan per fec ta mente. [3]

    偰 偲 側 51 abajo 下 Y aquí vol ve mos a ver nues tra mis te riosa varita mágica col-

    gando por debajo del te cho, sin nada ni nadie que la sujete. Segu ra mente ya ima gi na bas que pasa ría esto des pués de ver el kanji arriba. Aparte de memo ri zar es tos dos carac te res, ahora hemos tenido la opor tu ni dad de ver mu cho más cla ra mente la fun ción de los com po nen tes te cho y suelo (que de hecho es el mismo com po nente que cam bia el sen tido según su posi ción res pecto al resto de los tra zos que for man el kanji). [3]

    偵 偶 偸

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    52 emi nente 卓 La pala bra emi nente sugiere una per sona tan famosa o cono-

    cida como para mere cer ser lla mada Su Emi nen cia». Los com-po nen tes que for man este carác ter son varita mágica y gira sol, así que lo único que hay que ha cer en este caso es ima gi nar al mago más emi nente del pla neta sosteniendo una varita mágica con forma de gira sol e inten tando trans for mar todo lo que toca con su varita, al estilo hip pie: haz el amor y no la gue rra. [8]

    偽 傀 傅 傍 傑 傔 傘 備 v ro cío Y aquí tene mos un segundo ejem plo de un com po nente for-

    mado por ot ros dos com po nen tes, pero que no es un kanji por sí mismo. En la parte infe rior encon tra mos el com po nente (que tam bién es un kanji) que indica tem prano o gira sol. En la parte supe rior tene mos una aguja. Así pues, el ro cío se forma muy tem prano por la mañana, como peque ñas agu jas de llu via (aquí en sen tido lite ral, no meta fó rico), que ha cen que el gira sol se abra en todo su esplen dor. [8]

    傚 催 傭 傲 傳 傴 債 傷 53 mañana 朝 A la dere cha ve mos la luna que va desa pa re ciendo poco a poco

    con la pri mera luz de la mañana, y a la izquierda, el ro cío que se esparce para des per tar sua ve mente a la natu ra leza y así pre-pa rarla para el calor que se ave cina. Si te pue des ima gi nar la luna que se dis pone a espar cir ro cío, cual finísi mas agu jas de llu-via, so bre tu jar dín por la mañana, no ten drás pro ble mas para recor dar los dis tin tos ele men tos que for man este carác ter. [12]

    傷 僉 54 escarnio 嘲 La mala sensación que dan las palabras que pronunciamos

    como escarnio suele dejar un mal sabor en la boca, un poco como el regusto horrendo que nos ataca al levantarnos después

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    de una noche de excesos... O sea, ese mal aliento asesino que emana de la boca por la mañana. [15]

    魵 嘲

    Lec ción 4

    Tal vez parezca que ace le ra mos un poco el ritmo, pero va mos a intro du cir cinco nue vos com po nen tes. Es tos son extre ma da mente sen ci llos de recor dar tanto por su fre cuen cia de apa ri ción como por su forma. Pero es fun da men tal tener presente que no vale la pena estu diar los com po nen tes por sí so los; sola-mente los intro du ci mos sis te má ti ca mente para ha cer que su apren di zaje sea auto má tico.

    v pa tas 亀 Este com po nente, al igual que los cua tro siguien tes, no es un

    kanji por sí solo, aun que supues ta mente es un deri vado de 八, el carác ter que significa ocho, que apren di mos ante rior mente. El com po nente pa tas apa rece siem pre debajo de otro com po nente den tro del kanji y su significado está siem pre rela cio nado con las pa tas de cual quier tipo de ani mal; desde las garras de un oso hasta los ten tá cu los de un pulpo, pasando por los minúscu los pie ce ci tos de un ciem piés. El único ani mal que no tiene cabida en este selecto club es nues tro amigo el homo sapiens, cuyas pier nas figu ran en el pró ximo cua dro. A ve ces el tér mino pa tas se aso cia meta fó ri ca mente con las de los mue bles, pero es me jor rete ner el significado del com po nente como pa tas de ani ma les. (Y ahora ya pue des revi sar el cua dro 6.) [2]

    乾 亀 v pier nas 儿 Observa que es tas pier nas de per sona son bas tante más esti li-

    za das y evo lu cio na das que las pa tas de los de más ani ma les. La

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    pierna de la izquierda, la que escri bi mos en pri mer lu gar, es recta. En cam bio, la de la dere cha se curva grá cil mente y ter-mina for mando un gan cho. Evi den te mente, es tas no se pare cen en nada a las pier nas de ningún ser humano que conoz ca mos, pero tie nen la apa rien cia de alguien que está dando un pas eo, espe cial mente si com pa ra mos su forma con la de las pa tas de los ani ma les. Si en su momento tuviste dificul ta des para recor dar la escri-tura del número cua tro, ahora es el momento ideal para vol ver al ata que. [2]

    乱 乳 v viento 几 El nom bre de este com po nente deriva del kanji de viento

    (cua dro 563). Este tipo de com po