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La mujer no depende ya del hombre A. Kollontai. El comunismo y la familia. Escrito: 1921. Digitalización: Aritz. Fuente: Editorial Marxista, Barcelona, 1937. Esta Edición: Marxist Internet Archive, año 2002 ¿Se mantendrá la familia en un Estado comunista? ¿Persistirá en la misma forma actual? Son estas cuestiones que atormentan, en los momentos presentes, a la mujer de la clase trabajadora y preocupa igualmente a sus compañeros, los hombres. No debe extrañarnos que en estos últimos tiempos este problema perturbe las mentes de las mujeres trabajadoras. La vida cambia continuamente ante nuestros ojos; antiguos hábitos y costumbres desaparecen poco a poco. Toda la existencia de la familia proletaria se modifica y organiza en forma tan nueva, tan fuera de lo corriente, tan extraña, como nunca pudimos imaginar. Y una de las cosas que mayor perplejidad produce en la mujer en estos momentos es la manera como se ha facilitado el divorcio en Rusia. De hecho, en virtud del decreto del Comisario del Pueblo del 18 de diciembre de 1917, el divorcio ha dejado de ser un lijo accesible sólo a los ricos; desde ahora en adelante, la mujer trabajadora no tendrá que esperar y meses, e incluso hasta años, para que sea fallada su petición de separación matrimonial que le dé derecho a independizarse de un marido borracho o brutal, acostumbrado a golpearla. Desde ahora en adelante el divorcio se podrá obtener amigablemente dentro del periodo de una o dos semanas todo lo más. Pero es precisamente esta facilidad para obtener el divorcio, manantial de tantas esperanzas para las mujeres que son desgraciadas en su matrimonio, lo que asusta a otras mujeres, particularmente a aquellas que consideran todavía al marido como el "proveedor" de la 1

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La mujer no depende ya del hombreA. Kollontai. El comunismo y la familia. Escrito: 1921.Digitalizacin: Aritz. Fuente: Editorial Marxista, Barcelona, 1937. Esta Edicin: Marxist Internet Arci!e, a"o #$$#Se mantendr la familia en un Estado comunista? Persistir en la misma forma actual? Son estas cuestiones que atormentan, en los momentos presentes, a la mujer de la clase trabajadora y preocupa igualmente a sus compaeros, los hombres!o debe e"traarnos que en estos #ltimos tiempos este problema perturbe las mentes de las mujeres trabajadoras La$ida cambia continuamente ante nuestros ojos% antiguos hbitos y costumbres desaparecen poco a poco &oda la e"istencia de la familia proletaria se modifica y organi'a en forma tan nue$a, tan fuera de lo corriente, tan e"traa, como nunca pudimos imaginar( una de las cosas que mayor perplejidad produce en la mujer en estos momentos es la manera como se ha facilitado el di$orcio en )usia*e hecho, en $irtud del decreto del +omisario del Pueblo del ,- de diciembre de ,.,/, el di$orcio ha dejado de ser un lijo accesible s0lo a los ricos% desde ahora en adelante, la mujer trabajadora no tendr que esperar y meses, e incluso hasta aos, para que sea fallada su petici0n de separaci0n matrimonial que le d1 derecho a independi'arse de un marido borracho o brutal, acostumbrado a golpearla *esde ahora en adelante el di$orcio se podr obtener amigablemente dentro del periodo de una o dos semanas todo lo msPero es precisamente esta facilidad para obtener el di$orcio, manantial de tantas esperan'as para las mujeres que son desgraciadas en su matrimonio, lo que asusta a otras mujeres, particularmente a aquellas que consideran toda$2a al marido como el 3pro$eedor3 de la familia, como el #nico sost1n de la $ida, a esas mujeres que nocomprenden toda$2a que deben acostumbrarse a buscar y a encontrar ese sost1n en otro sitio, no en la persona del hombre, sino en la persona de la sociedad, en el EstadoDesde la familia gensica a nuestros das1!o hay ninguna ra'0n para pretender engaarnos a nosotros mismos4 la familia normal de los tiempos pasados en la cual el hombre lo era todo y la mujer nada 5puesto que no ten2a $oluntad propia, ni dinero propio, ni tiempo del que disponer libremente5, este tipo de familia sufre modificaciones d2a por d2a, y actualmente es casi una cosa del pasado, lo cual no debe asustarnos6ien sea por error o ignorancia, estamos dispuestos a creer que todo lo que nos rodea debe permanecer inmutable, mientras todo lo dems cambia Siempre ha sido as2 y siempre lo ser Esta afirmaci0n es un error profundoPara darnos cuenta de su falsedad, no tenemos ms que leer c0mo $i$2an las gentes del pasado, e inmediatamente $emos c0mo todo est sujeto a cambio y c0mo no hay costumbres, ni organi'aciones pol2ticas, ni moral que permane'can fijas e in$iolables7s2, pues, la familia ha cambiado frecuentemente de forma en las di$ersas 1pocas de la $ida de la humanidad8ubo 1pocas en que la familia fue completamente distinta a como estamos acostumbrados a admitirla 8ubo un tiempo en que la #nica forma de familia que seconsideraba normal era la llamada familia gen1sica, es decir, aquella en que el cabe'a de familia era la anciana madre, en torno a la cual se agrupaban, en la $ida y en el trabajo com#n, los hijos, nietos y bi'nietosLa familia patriarcal fue en otros tiempos considerada tambi1n como la #nica forma posible de familia, presidida por un padre5amo, cuya $oluntad era ley para todos losdems miembros de la familia 7#n en nuestros tiempos se pueden encontrar en lasaldeas rusas familias campesinas de este tipo En realidad podemos afirmar que en esas localidades la moral y las leyes que rigen la $ida familiar son completamente distintas de las que reglamentan la $ida de la familia del obrero de la ciudad En el campo e"isten toda$2a gran n#mero de costumbres que ya no es posible encontrar en la familia de la ciudad proletariaEl tipo de familia, sus costumbres, etc, $ar2an seg#n las ra'as 8ay pueblos, como por ejemplo los turcos, rabes y persas, entre los cuales la ley autori'a al marido eltener $arias mujeres 8an e"istido y toda$2a se encuentran tribus que toleran la costumbre contraria, es decir, que la mujer tenga $arios maridosLa moralidad al uso del hombre de nuestro tiempo le autori'a para e"igir de las j0$enes la $irginidad hasta su matrimonio leg2timo Pero, sin embargo, hay tribus en las que ocurre todo lo contrario4 la mujer tiene por orgullo haber tenido muchos amantes, y se engalana bra'os y piernas con bra'aletes que indican el n#mero*i$ersas costumbres, que a nosotros nos sorprenden, hbitos que podemos incluso calificar de inmorales, los practican otros pueblos, con la sanci0n di$ina, mientras que, por su parte, califican de 3pecaminosas3 muchas de nuestras costumbres y leyesPor tanto, no hay ninguna ra'0n para que nos aterroricemos ante el hecho de que la familia sufra un cambio, porque gradualmente se descarten $estigios del pasado $i$idos hasta ahora, ni porque se implanten nue$as relaciones entre el hombre y la mujer !o tenemos ms que preguntarnos4 qu1 es lo que ha muerto en nuestro $iejo sistema familiar y qu1 relaciones hay entre el hombre trabajador y la mujer trabajadora, entre el campesino y la campesina?2+ules de sus respecti$os derechos y deberes armoni'an mejor con las condiciones de $ida de la nue$a )usia? &odo lo que sea compatible con el nue$o estado de cosas se mantendr% lo dems, toda esa anticuada morralla que hemos heredado de la maldita 1poca de ser$idumbre y dominaci0n, que era la caracter2stica de los terratenientes y capitalistas, todo eso tendr que ser barrido juntamente con la misma clase e"plotadora, con esos enemigos del proletariado y de los pobresEl capitalismo ha destruido la viea vida familiarLa familia, en su forma actual, no es ms que una de tantas herencias del pasado S0lidamente unida, compacta en s2 misma en sus comien'os, e indisoluble 5tal era el carcter del matrimonio santificado por el cura5, la familia era igualmente necesaria para cada uno de sus miembros Porque qui1n se hubiera ocupado de criar, $estir y educar a los hijos de no ser la familia? 9ui1n se hubiera ocupado de guiarlos en la $ida? &riste suerte la de los hu1rfanos en aquellos tiempos% era el peor destino que pudiera tocarle a uno en suerteEn el tipo de familia a que estamos acostumbrados, es el marido el que gana el sustento, el que mantiene a la mujer y a los hijos La mujer, por su parte, se ocupa de los quehaceres dom1sticos y de criar a los hijos como le parecePero, desde hace un siglo, esta forma corriente de familia ha e"perimentado una destrucci0n progresi$a en todos los pa2ses del mundo, en los que domina el capitalismo, en aquellos pa2ses en que el n#mero de fbricas crece rpidamente, juntamente con otras empresas capitalistas que emplean trabajadoresLas costumbres y la moral familiar se forman simultneamente como consecuencia de las condiciones generales de la $ida que rodea a la familia Lo que ms ha contribuido a que se modificasen las costumbres familiares de una manera radical ha sido, indiscutiblemente, la enorme e"pansi0n que ha adquirido por todas partes el trabajo asalariado de la mujer 7nteriormente, era el hombre el #nico sost1n posible de la familia Pero desde los #ltimos cincuenta o sesenta aos, hemos e"perimentado en )usia :con anterioridad en otros pa2ses; que el r1gimen capitalista obliga a las mujeres a buscar trabajo remunerador fuera de la familia, fuera de su casa!reinta millones de mueres soportan una do"le carga+omo el salario del hombre, sost1n de la familia, resultaba insuficiente para cubrir las necesidades de la misma, la mujer se $io obligada a su $e' a buscar trabajo remunerado% la madre tu$o que llamar tambi1n a la puerta de la fbrica 7o por ao, d2a tras d2a, fue creciendo el n#mero de mujeres pertenecientes a la clase trabajadora que abandonaban sus casas para ir a nutrir las filas de las fbricas, para trabajar como obreras, dependientas, oficinistas, la$anderas o criadasSeg#n clculos de antes de la =9u1 $ida familiar puede ser la de una familia en la que el padre y la madre pasan fuera de casa la mayor parte de las $einticuatro horas del d2a, entregados a un duro trabajo, que les impide dedicar unos cuantos minutos a sus hijos>En 1pocas anteriores, era completamente diferente La madre, el ama de casa, permanec2a en el hogar, se ocupaba de las tareas dom1sticas y de sus hijos, a los cuales no dejaba de obser$ar, siempre $igilante8oy d2a, desde las primeras horas de la maana hasta que suena la sirena de la fbrica, la mujer trabajadora corre apresurada para llegar a su trabajo% por la noche, de nue$o, al sonar la sirena, $uel$e precipitadamente a casa para preparar la sopa y hacer los quehaceres dom1sticos indispensables 7 la maana siguiente, despu1s de bre$es horas de sueo, comien'a otra $e' para la mujer su pesada carga !o puede, pues, sorprendernos, por tanto, el hecho de que, debido a estas condiciones de $ida, se deshagan los la'os familiares y la familia se disuel$a cada d2a ms Poco a poco $a desapareciendo todo aquello que con$ert2a a la familia en un todo s0lido, todo aquello que constitu2a sus seguros cimientos, la familia es cada$e' menos necesaria a sus propios miembros y al Estado Las $iejas formas familiares se con$ierten en un obstculoEn qu1 consist2a la fuer'a de la familia en los tiempos pasados? En primer lugar, en el hecho de que era el marido, el padre, el que manten2a a la familia% en segundo lugar, el hogar era algo igualmente necesario a todos los miembros de la familia, y en tercer y #ltimo lugar, porque los hijos eran educados por los padres9u1 es lo que queda actualmente de todo esto? El marido, como hemos $isto, ha dejado de ser el sost1n #nico de la familia La mujer, que $a a trabajar, se ha con$ertido, a este respecto, en igual a su marido 8a aprendido no s0lo a ganarse la $ida, sino tambi1n, con gran frecuencia, a ganar la de sus hijos y su marido 9ueda toda$2a, sin embargo, la funci0n de la familia de criar y mantener a los hijos 4mientras son pequeos ?eamos ahora, en realidad, lo que subsiste de esta obligaci0nEl tra"ao casero no es ya una necesidad8ubo un tiempo en que la mujer de la clase pobre, tanto en la ciudad como en el campo, pasaba su $ida entera en el seno de la familia La mujer no sab2a nada de loque ocurr2a ms all del umbral de su casa y es casi seguro que tampoco deseaba saberlo En compensaci0n, ten2a dentro de su casa las ms $ariadas ocupaciones, todas #tiles y necesarias, no s0lo para la $ida de la familia en s2, sino tambi1n para la de todo el EstadoLa mujer hac2a, es cierto, todo lo que hoy hace cualquier mujer obrera o campesina 7s2 pasaron la $ida nuestras madres y abuelas 7#n en nuestros d2as, all en remotas aldeas, en pleno campo, en contacto con las l2neas del tren o lejos de los grandes r2os, se pueden encontrar pequeos n#cleos donde se conser$a toda$2a, sin modificaci0n alguna, este modo de $ida de los buenos tiempos del pasado, en la que el ama de casa reali'aba una serie de trabajos de los que no tiene noci0n la mujer trabajadorade las grandes ciudades o de las regiones de gran poblaci0n industrial, desde hace mucho tiempoEl tra"ao industrial de la muer en el hogarEn los tiempos de nuestras abuelas eran absolutamente necesarios y #tiles todos los trabajos dom1sticos de la mujer, de los que depend2a el bienestar de la familia +uanto ms se dedicaba la mujer de su casa a estas tareas, tanto mejor era la $idaen el hogar, ms orden y abundancia se reflejaban en la casa 8asta el propio Estado pod2a beneficiarse un tanto de las acti$idades de la mujer como ama de casa Porque, en realidad, la mujer de otros tiempos no se limitaba a preparar pur1s para ella o su familia, sino que sus manos produc2an muchos otros productos de rique'a, tales como telas, hilo, mantequilla, etc, cosas que pod2an lle$arse al mercado y ser consideradas como mercanc2as, como cosas de $alorEs cierto que en los tiempos de nuestras abuelas y bisabuelas el trabajo no era e$aluado en dinero Pero no hab2a ning#n hombre, fuera campesino u obrero, que no buscase como compaera una mujer con 3manos de oro3, frase toda$2a pro$erbial entre el puebloPorque s0lo los recursos del hombre, sin el trabajo dom1stico de la mujer, no hubieran bastado para mantener el hogarEn lo que se refiere a los bienes del Estado, a los intereses de la naci0n, coincid2an con los del marido% cuanto ms trabajadora resultaba la mujer en el seno de su familia, tantos ms productos de todas clases produc2a4 telas, cueros, lana, cuyo sobrante pod2a ser $endido en el mercado de las cercan2as% consecuentemente, la 3mujer de su casa3 contribu2a a aumentar en su conjunto la prosperidad econ0mica del pa2s5#a muer casada y la f%"ricaEl capitalismo ha modificado totalmente esta antigua manera de $ida &odo lo que antes se produc2a en el seno de la familia, se fabrica ahora en grandes cantidades en los talleres y en las fbricas La mquina sustituy0 a los giles dedos del ama decasa 9u1 mujer de su casa trabajar2a hoy d2a en moldear $elas, hilar o tejer tela? &odos estos productos pueden adquirirse en la tienda ms pr0"ima 7ntes, todas lasmuchachas ten2an que aprender a tejer sus medias% es posible encontrar en nuestros tiempos una jo$en obrera que se haga las medias? En primer lugar, carecedel tiempo necesario para ello El tiempo es dinero y no hay nadie que quiera perderlo de una manera improducti$a, es decir, sin obtener ning#n pro$echo 7ctualmente, toda mujer de su casa, que es a la $e' una obrera, prefiere comprar las medias hechas que perder tiempo haci1ndolasPocas mujeres trabajadoras, y s0lo en casos aislados, podemos encontrar hoy d2a que preparen las conser$as para la familia, cuando la realidad es que en la tienda de comestibles de al lado de su casa puede comprarlas perfectamente preparadas 7un en el caso de que el producto $endido en la tienda sea de una calidad inferior, o que no sea tan bueno como el que pueda hacer una ama de casa ahorrati$a en suhogar, la mujer trabajadora no tiene ni tiempo ni energ2as para dedicarse a todas las laboriosas operaciones que requiere un trabajo de esta claseLa realidad, pues, es que la familia contempornea se independi'a cada $e' ms detodos aquellos trabajos dom1sticos sin cuya preocupaci0n no hubieran podido concebir la $ida familiar nuestras abuelasLo que se produc2a anteriormente en el seno de la familia se produce actualmente con el trabajo com#n de hombres y mujeres trabajadoras en las fbricas y talleres#os &uehaceres individuales est%n llamados a desaparecerLa familia actualmente consume sin producir Las tareas esenciales del ama de casahan quedado reducidas a cuatro4 limpie'a :suelos, muebles, calefacci0n , etc;% cocina :preparaci0n de comida y cena;% la$ado y cuidado de la ropa blanca, y $estidos de la familia :remendado y repaso de la ropa;Estos son trabajos agotadores +onsumen todas las energ2as y todo el tiempo de la mujer trabajadora, que, adems, tiene que trabajar en una fbrica+iertamente que los quehaceres de nuestras abuelas comprend2an muchas ms operaciones, pero, sin embargo, estaban dotados de una cualidad de la que carecenlos trabajos dom1sticos de la mujer obrera de nuestros d2as% 1stos han perdido su cualidad de trabajos #tiles al Estado desde el punto de $ista de la econom2a nacional, porque son trabajos con los que no se crean nue$os $alores +on ellos no se contribuye a la prosperidad del pa2sEs en $ano que la mujer trabajadora se pase el d2a desde la maana hasta la nochelimpiando su casa, la$ando y planchando la ropa, consumiendo sus energ2as para conser$ar sus gastadas ropas en orden, matndose para preparar con sus modestos recursos la mejor comida posible, porque cuando termine el d2a no quedar, a pesar de sus esfuer'os, un resultado material de todo su trabajo diario% con sus manos infatigables no habr creado en todo el d2a nada que pueda ser considerado como una mercanc2a en el mercado comercial @il aos que $i$iera todo seguir2a igual para la mujer trabajadora &odas las maanas habr2a que quitar pol$o de la c0moda% el marido $endr2a con ganas de cenar por la noche y sus 6chiquitines $ol$er2an siempre a casa con los 'apatos llenos de barro El trabajo delama de casa reporta cada d2a menos utilidad, es cada $e' ms improducti$o#a aurora del tra"ao casero colectivoLos trabajos caseros en forma indi$idual han comen'ado a desaparecer y de d2a en d2a $an siendo sustituidos por el trabajo casero colecti$o, y llegar un d2a, ms pronto o ms tarde, en que la mujer trabajadora no tendr que ocuparse de su propio hogarEn la Sociedad +omunista del maana, estos trabajos sern reali'ados por una categor2a especial de mujeres trabajadoras dedicadas #nicamente a estas ocupacionesLas mujeres de los ricos, hace ya mucho tiempo que $i$en libres de estas desagradables y fatigosas tareas Por qu1 tiene la mujer trabajadora que continuarcon esta pesada carga?En la )usia So$i1tica, la $ida de la mujer trabajadora debe estar rodeada de las mismas comodidades, la misma limpie'a, la misma higiene, la misma belle'a, que hasta ahora constitu2a el ambiente de las mujeres pertenecientes a las clases adineradas En una Sociedad +omunista la mujer trabajadora no tendr que pasar sus escasas horas de descanso en la cocina, porque en la Sociedad +omunista e"istirn restaurantes p#blicos y cocinas centrales en los que podr ir a comer todo el mundoEstos establecimientos han ido en aumento en todos los pa2ses, incluso dentro del r1gimen capitalista En realidad, se puede decir que desde hace medio siglo aumentan de d2a en d2a en todas las ciudades de Europa% crecen como las setas despu1s de la llu$ia otoal Pero mientras en un sistema capitalista s0lo gentes con bolsas bien repletas pueden permitirse el gusto de comer en los restaurantes, en una ciudad comunista estarn al alcance de todo el mundoLo mismo se puede decir del la$ado de la ropa y dems trabajos caseros La mujer trabajadora no tendr que ahogarse en un oc1ano de porquer2a ni estropearse la $ista remendando y cosiendo la ropa por las noches !o tendr ms que lle$arla cada semana a los la$aderos centrales para ir a buscarla despu1s la$ada y planchada *e este modo tendr la mujer trabajadora una preocupaci0n menosLa organi'aci0n de talleres especiales para repasar y remendar la ropa ofrecern a la mujer trabajadora la oportunidad de dedicarse por las noches a lecturas instructi$as, a distracciones saludables, en $e' de pasarlas como hasta ahora en tareas agotadorasPor tanto, $emos que las cuatro #ltimas tareas dom1sticas que toda$2a pesan sobrela mujer de nuestros tiempos desaparecern con el triunfo del r1gimen comunista!o tendr de qu1 quejarse la mujer obrera, porque la Sociedad +omunista habr terminado con el yugo dom1stico de la mujer para hacer su $ida ms alegre, ms rica, ms libre y ms completa#a crian'a de los hios en el rgimen capitalista9u1 quedar de la familia cuando hayan desaparecido todos estos quehaceres del trabajo casero indi$idual? &oda$2a tendremos que luchar con el problema de los 7hijos Pero en lo que se refiere a esta cuesti0n, el Estado de los &rabajadores acudir en au"ilio de la familia, sustituy1ndola% gradualmente, la Sociedad se har cargo de todas aquellas obligaciones que antes reca2an sobre los padres6ajo el r1gimen capitalista la instrucci0n del nio ha cesado de ser una obligaci0n de los padres El nio aprende en la escuela En cuanto el nio entra en la edad escolar, los padres respiran ms libremente +uando llega este momento, el desarrollo intelectual del hijo deja de ser un asunto de su incumbenciaSin embargo, con ello no terminaban todas las obligaciones de la familia con respecto al nio &oda$2a subsist2a la obligaci0n de alimentar al nio, de cal'arle, $estirle, con$ertirlo en obrero diestro y honesto para que, con el tiempo, pudiera bastarse a s2 propio y ayudar a sus padres cuando 1stos llegaran a $iejosPero lo ms corriente era, sin embargo, que la familia obrera no pudiera casi nunca cumplir enteramente estas obligaciones con respecto a sus hijos El reducido salariode que depende la familia obrera no le permite ni tan siquiera dar a sus hijos lo suficiente para comer, mientras que el e"cesi$o trabajo que pesa sobre los padres les impide dedicar a la educaci0n de la jo$en generaci0n toda la atenci0n a que obliga este deber Se daba por sentado que la familia se ocupaba de la crian'a de los hijos Pero lo hac2a en realidad? @s justo ser2a decir que es en la calle donde se cr2an los hijos de los proletarios Los nios de la clase trabajadora desconocen las satisfacciones de la $ida familiar, placeres de los cuales participamos toda$2a nosotros con nuestros padresPero, adems, hay que tener en cuenta que lo reducido de los jornales, la inseguridad en el trabajo y hasta el hambre con$ierten frecuentemente al nio de die' aos de la clase trabajadora en un obrero independiente a su $e' *esde este momento, tan pronto como el hijo :lo mismo si es chico o chica; comien'a a ganar un jornal, se considera a s2 mismo dueo de su persona, hasta tal punto que las palabras y los consejos de sus padres dejan de causarle la menor impresi0n, es decir, que se debilita la autoridad de los padres y termina la obediencia7 medida que $an desapareciendo uno a uno los trabajos dom1sticos de la familia, todas las obligaciones de sost1n y crian'a de los hijos son desempeadas por la sociedad en lugar de por los padres 6ajo el sistema capitalista, los hijos eran con demasiada frecuencia, en la familia proletaria, una carga pesada e insostenibleEl ni(o y el Estado comunistaEn este aspecto tambi1n acudir la Sociedad +omunista en au"ilio de los padres Enla )usia So$i1tica se han emprendido, merced a los +omisariados de Educaci0n P#blica y 6ienestar Social, grandes adelantos Se puede decir que en este aspecto se han hecho ya muchas cosas para facilitar la tarea de la familia de criar y mantener a los hijosE"isten ya casas para los nios lactantes, guarder2a infantiles, jardines de la infancia, colonias y hogares para nios, enfermer2as y sanatorios para los enfermos o delicados, restaurantes, comedores gratuitos para los disc2pulos en escuelas, libros de estudio gratuitos, ropas de abrigo y cal'ado para los nios de los establecimientos de ensean'a &odo esto no demuestra suficientemente que el nio sale ya del marco estrecho de la familia, pasando la carga de su crian'a y educaci0n de los padres a la colecti$idad?Los cuidados de los padres con respecto a los hijos pueden clasificarse en tres grupos4 ,A, cuidados que los nios requieren imprescindiblemente en los primeros 8tiempos de su $ida% BA, los cuidados que supone la crian'a del nio, y CA, los cuidados que necesita la educaci0n del nioLo que se refiere a la instrucci0n de los nios, en escuelas primarias, institutos y uni$ersidades, se ha con$ertido ya en una obligaci0n del Estado, incluso en la sociedad capitalistaPor otra parte, las ocupaciones de la clase trabajadora, las condiciones de $ida, obligaban, incluso en la sociedad capitalista, a la creaci0n de lugares de juego, guarder2as, asilos, etc +uanto ms conciencia tenga la clase trabajadora de sus derechos, cuanto mejor est1n organi'ados en cualquier Estado espec2fico, tanto ms inter1s tendr la sociedad en el problema de ali$iar a la familia del cuidado de los hijosPero la sociedad burguesa tiene medio de ir demasiado lejos en lo que respecta a considerar los intereses de la clase trabajadora, y mucho ms si contribuye de este modo a la desintegraci0n de la familiaLos capitalistas se dan perfecta cuenta de que el $iejo tipo de familia, en la que la esposa es una escla$a y el hombre es responsable del sost1n y bienestar de la familia, de que una familia de esta clase es la mejor arma para ahogar los esfuer'os del proletariado hacia su libertad, para debilitar el esp2ritu re$olucionario del hombre y de la mujer proletarios La preocupaci0n por lo que le pueda pasar a su familia, pri$a al obrero de toda su firme'a, le obliga a transigir con el capital 9u1 no harn los padres proletarios cuando sus hijos tienen hambre?+ontrariamente a lo que sucede en la sociedad capitalista, que no ha sido capa' de transformar la educaci0n de la ju$entud en una $erdadera funci0n social, en una obra del Estado, la Sociedad +omunista considerar como base real de sus leyes y costumbres, como la primera piedra del nue$o edificio, la educaci0n social de la generaci0n naciente!o ser la familia del pasado, me'quina y estrecha, con rias entre los padres, con sus intereses e"clusi$istas para sus hijos, la que moldear el hombre de la sociedaddel maanaEl hombre nue$o, de nuestra nue$a sociedad, ser moldeado por las organi'acionessocialistas, jardines infantiles, residencias, guarder2as de nios, etc, y muchas otras instituciones de este tipo, en las que el nio pasar la mayor parte del d2a y en las que educadores inteligentes le con$ertirn en un comunista consciente de la magnitud de esta in$iolable di$isa4 solidaridad, camarader2a, ayuda mutua y de$oci0n a la $ida colecti$a#a su"sistencia de la madre asegurada?eamos ahora, una $e' que no se precisa atender a la crian'a y educaci0n de los hijos, qu1 es lo que quedar de las obligaciones de la familia con respecto a sus hijos, particularmente despu1s que haya sido ali$iada de la mayor parte de los cuidados materiales que lle$an consigo el nacimiento de un hijo, o sea, a e"cepci0n de los cuidados que requiere el nio reci1n nacido cuando toda$2a necesita de la atenci0n de su madre, mientras aprende a andar, agarrndose a las faldas de su madre En esto tambi1n el Estado +omunista acude presuroso en au"ilio de la madre trabajadora (a no e"istir la madre agobiada con un chiquillo en bra'os El Estado de los &rabajadores se encargar de la obligaci0n de asegurar la subsistencia a todas las madres, est1n o no leg2timamente casadas, en tanto que amamanten a su hijo% instalar por doquier casas de maternidad, organi'ar en 9todas las ciudades y en todos los pueblos guarder2as e instituciones semejantes para que la mujer pueda ser #til trabajando para el Estado mientras, al mismo tiempo, cumple sus funciones de madreEl matrimonio dear% de ser una cadenaLas madres obreras no tienen por qu1 alarmarse La Sociedad +omunista no pretende separar a los hijos de los padres, ni arrancar al reci1n nacido del pecho desu madre !o abriga la menor intenci0n de recurrir a la $iolencia para destruir la familia como tal !ada de eso Estas no son las aspiraciones de la Sociedad +omunista9u1 es lo que presenciamos hoy? Pues que se rompen los la'os de la gastada familia Esta, gradualmente, se $a libertando de todos los trabajos dom1sticos que anteriormente eran otros tantos pilares que sosten2an la familia como un todo social Los cuidados de la limpie'a, etc, de la casa? &ambi1n parece que han demostrado su inutilidad Los hijos? Los padres proletarios no pueden ya atender asu cuidado% no se pueden asegurar ni su subsistencia ni su educaci0nEstas es la situaci0n real cuyas consecuencias sufren por igual los padres y los hijosPor tanto, la Sociedad +omunista se acercar al hombre y a la mujer proletarios para decirles4 3Sois j0$enes y os amis3 &odo el mundo tiene derecho a la felicidadPor eso deb1is $i$ir $uestra $ida !o tengis miedo al matrimonio, aun cuando el matrimonio no fuera ms que una cadena para el hombre y la mujer de la clase trabajadora en la sociedad capitalista (, sobre todo, no temis, siendo j0$enes y saludables, dar a $uestro pa2s nue$os obreros, nue$os ciudadanos nios La sociedad de los trabajadores necesita de nue$as fuer'as de trabajo% saluda la llegada de cada reci1n $enido al mundo &ampoco temis por el futuro de $uestro hijo% $uestro hijo no conocer el hambre, ni el fr2o !o ser desgraciado, ni quedarabandonado a su suerte como suced2a en la sociedad capitalista &an pronto como el nue$o ser llegue al mundo, el Estado de la clase &rabajadora, la Sociedad +omunista, asegurar el hijo y a la madre una raci0n para su subsistencia y cuidados sol2citos La Patria comunista alimentar, criar y educar al nio Pero esta patria no intentar, en modo alguno, arrancar al hijo de los padres que quieranparticipar en la educaci0n de sus pequeuelos La Sociedad +omunista tomar a su cargo todas las obligaciones de la educaci0n del nio, pero nunca despojar de las alegr2as paternales, de las satisfacciones maternales a aquellos que sean capaces de apreciar y comprender estas alegr2as Se puede, pues, llamar a esto destrucci0n de la familia por la $iolencia o separaci0n a la fuer'a de la madre y el hijo?#a familia como uni)n de afectos y camaradera8ay algo que no se puede negar, y es el hecho de que ha llegado su hora al $iejo tipo de familia !o tiene de ello la culpa el comunismo4 es el resultado del cambio e"perimentado por la condiciones de $ida La familia ha dejado de ser una necesidad para el Estado como ocurr2a en el pasado&odo lo contrario, resulta algo peor que in#til, puesto que sin necesidad impide que las mujeres de la clase trabajadora puedan reali'ar un trabajo mucho ms producti$o y mucho ms importante &ampoco es ya necesaria la familia a los miembros de ella, puesto que la tarea de criar a los hijos, que antes le pertenec2a por completo, pasa cada $e' ms a manos de la colecti$idad10Sobre las ruinas de la $ieja $ida familiar, $eremos pronto resurgir una nue$a forma de familia que supondr relaciones completamente diferentes entre el hombre y la mujer, basadas en una uni0n de afectos y camarader2a, en una uni0n de dos personas iguales en la Sociedad +omunista, las dos libres, las dos independientes, las dos obreras =!o ms 3se$idumbre3 dom1stica para la mujer> =!o ms desigualdad en el seno mismo de la familia> =!o ms temor por parte de la mujer de quedarse sin sost1n y ayuda si el marido la abandona>La mujer, en la Sociedad +omunista, no depender de su marido, sino que sus robustos bra'os sern los que la proporcionen el sustento Se acabar con la incertidumbre sobre la suerte que puedan correr los hijos El Estado comunista asumir todas estas responsabilidades El matrimonio quedar purificado de todos sus elementos materiales, de todos los clculos de dinero que constituyen la repugnante mancha de la $ida familiar de nuestro tiempo El matrimonio se transformar desde ahora en adelante en la uni0n sublime de dos almas que se aman, que se profesen fe mutua% una uni0n de este tipo promete a todo obrero, a toda obrera, la ms completa felicidad, el m"imo de la satisfacci0n que les puede caber a criaturas conscientes de s2 mismas y de la $ida que les rodeaEsta uni0n libre, fuerte en el sentimiento de camarader2a en que est inspirada, en $e' de la escla$itud conyugal del pasado, es lo que la sociedad comunista del maana ofrecer a hombres y mujeresDna $e' se hayan transformado las condiciones de trabajo, una $e' haya aumentado la seguridad material de la mujer trabajadora% una $e' haya desaparecido el matrimonio tal y como lo consagraba la Eglesia 5esto es, el llamado matrimonio indisoluble, que no era en el fondo ms que un mero fraude5, una $e' este matrimonio sea sustituido por la uni0n libre y honesta de hombres y mujeres que se aman y son camaradas, habr comen'ado a desaparecer otro $ergon'oso a'ote, otra calamidad horrorosa que mancilla a la humanidad y cuyo peso recae porentero sobre el hambre de la mujer trabajadora4 la prostituci0n*e aca"ar% para siempre la prostituci)nEsta $ergFen'a se la debemos al sistema econ0mico hoy en $igor, a la e"istencia dela propiedad pri$ada Dna $e' haya desaparecido la propiedad pri$ada, desaparecer automticamente el comercio de la mujerPor tanto, la mujer de la clase trabajadora debe dejar de preocuparse porque est1 llamada a desaparecer la familia tal y conforme est constituida en la actualidad Ser2a mucho mejor que saludaran con alegr2a la aurora de una nue$a sociedad, queliberar a la mujer de la ser$idumbre dom1stica, que ali$iar la carga de la maternidad para la mujer, una sociedad en la que, finalmente, $eremos desaparecer la ms terrible de las maldiciones que pesan sobre la mujer4 la prostituci0nLa mujer, a la que in$itamos a que luche por la gran causa de la liberaci0n de los trabajadores, tiene que saber que en el nue$o Estado no habr moti$o alguno para separaciones me'quinas, como ocurre ahora3Estos son mis hijos Ellos son los #nicos a quienes debo toda mi atenci0n maternal,todo mi afecto% 1sos son hijos tuyos% son los hijos del $ecino !o tengo nada que $er con ellos &engo bastante con los m2os propios3*esde ahora, la madre obrera que tenga plena conciencia de su funci0n social, se ele$ar a tal e"tremo que llegar a no establecer diferencias entre 3los tuyos y los 11m2os3% tendr que recordar siempre que desde ahora no habr ms que 3nuestros3 hijos, los del Estado +omunista, posesi0n com#n de todos los trabajadores#a igualdad social del hom"re y la muerEl Estado de los &rabajadores tiene necesidad de una nue$a forma de relaci0n entrelos se"os El cario estrecho y e"clusi$ista de la madre por sus hijos tiene que ampliarse hasta dar cabida a todos los nuos de la gran familia proletariaEn $e' del matrimonio indisoluble, basado en la ser$idumbre de la mujer, $eremos nacer la uni0n libre fortificada por el amor y el respeto mutuo de dos miembros del Estado Gbrero, iguales en sus derechos y en sus obligacionesEn $e' de la familia de tipo indi$idual y ego2sta, se le$antar una gran familia uni$ersal de trabajadores, en la cual todos los trabajadores, hombres y mujeres, sern ante todo obreros y camaradas Estas sern las relaciones entre hombres y mujeres en la Sociedad +omunista de maana Estas nue$as relaciones asegurarn a la humanidad todos los goces del llamado amor libre, ennoblecido por una $erdadera igualdad social entre compaeros, goces que son desconocidos en la sociedad comercial del r1gimen capitalista=7brid paso a la e"istencia de una infancia robusta y sana% abrid paso a una ju$entud $igorosa que ame la $ida con todas sus alegr2as, una ju$entud libre en sussentimientos y en sus afectos>Esta es la consigna de la Sociedad +omunista En nombre de la igualdad, de la libertad y del amor, hacemos un llamamiento a todas las mujeres trabajadoras, a todos los hombres trabajadores, mujeres campesinas y campesinos para que resueltamente y llenos de fe se entreguen al trabajo de reconstrucci0n de la sociedad humana para hacerla ms perfecta, ms justa y ms capa' de asegurar al indi$iduo la felicidad a que tiene derechoLa bandera roja de la re$oluci0n social que ondear despu1s de )usia en otros pa2ses del mundo proclama que no est lejos el momento en el que podamos go'ar del cielo en la tierra, a lo que la humanidad aspira desde hace siglosHHHcorrientepra"isorgar12