16
www.lajiribilla.cubaqweb.cu publicacin quincenal www.lajiribilla.cu www.lajiribilla.cubaweb.cu continœa en la pÆgina 10 ubiera querido escribir la conferencia que voy a ofrecerles, pero la vida tuvo otros designios y, por tanto, prÆcticamente voy a improvisar a partir de algunas notas que he podido tomar y de muchsimas lecturas que hace aæos estoy haciendo, conmovido comoestoy por la extraordinaria historia de Hait, pas que visitØ en 1997, recorriendo el camino que ilumin a Alejo Carpentier cuando en su memorable viaje de 1943 tuvo la revelacin otra palabra no es posible de muchos secretos y realidades de nuestra AmØrica. En rigor, como se ha dicho aqu, no vamos a con- memorar el Bicentenario de la Revolucin de Hait (que comenz en 1791, cuando el pas se llamaba aœn Saint-Domingue), sino su triunfo, el triunfo de esa Revolucin, el cual hizo posible la inde- pendencia del pas, proclamada el primero de enero de 1804, cuando sus libertadores, de la noche a la maæana, en un relÆmpago, le devol- vieron su nombre aborigen. Creo que hasta ahora no se sabe de quiØn fue esta feliz idea, que se propuso borrar incluso verbalmente el atroz pasado colonial. Tales libertadores no eran aborge- nes, pero tampoco europeos. Eran de procedencia africana, y decidieron, calibanescamente, her- manarse con la herencia de los primeros habi- tantes de su isla, los primeros humillados y ofendidos, los primeros oprimidos (hasta el exter- minio), tras la segunda llegada a nuestras tierras de europeos: llegada que, absurdamente, fue llamada descubrimiento. En 1492, las dos ciu- dades mÆs pobladas del mundo se llamaban Tenochtitlan y Pekn, y segœn lo que sØ ninguna de ellas se encontraba en Europa. De manera que llamarle descubrimiento a la llegada de un grupo de europeos a un continente donde haba millones de habitantes es una aberracin. En reali- dad, merece ser llamada un cubrimiento de la historia verdadera. Sin embargo, aquella llegada tuvo, sinduda,tras- cendencia, ya que hizo posible lo que el gran historiador francØs Fernand Braudel llamara la mundializacin, palabra que se hizo despuØs muy conocida; hizo posible el nacimiento de la modernidad. Y esa llegada aunque no se suele subrayar bastante ocurri en el Caribe, que de- vendra una de las grandes encrucijadas geogrÆ- fico-histricas de la humanidad. La Revolucin que condujo a la independencia de Hait, harÆ pronto doscientos aæos, fue el primer y magno acontecimiento en que el Caribe apareci del todo como actor en el planeta. Y fue el prtico de la independencia de nuestra AmØrica. En un notable libro que public en 1961 sobre Toussaint Louverture, La Revolucin Francesa y el problema colonial , el poeta martiniqueæo AimØ CØsaire dijo con mucha razn que estudiar la historia de Saint-Domingue es estudiar uno de los orgenes, una de las fuentes de la actual civilizacin occidental. Es decir, la historia del capitalismo. Y ya en 1944, el trinitario Eric Williams, en otro libro inolvidable, Capitalismo y esclavitud, haba seæalado el vnculo entre ambas entidades. Sin esclavitud en las Antillas, no hubiera habido capitalismo. TambiØn Marx habl de cmo era menester, incluso a fin de proceder a una explotacin rentable para la burguesa del proletariado europeo, lo que Øl llam la esclavitud sans phrase, la esclavitud sin ambages en sitios como el Caribe. Y es que este Caribe en que estamos es impres- cindible para la construccin del llamado mundo occidental. Es un mar singular el Caribe. He mencionado en varias ocasiones cmo, siendo niæo, me entusiasmaba viendo las pelculas sobre los piratas, y cmo tardØ muchos aæos en darme cuenta de que esos piratas, en gran me- dida, realizaban sus fechoras en este mar. Eran, unos, conquistadores; otros, piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros: esclavistas todos. Criaturas de este jaez fueron los hacedores de la encantadora civilizacin occidental. Y sus haza- æas se realizaban en las aguas en que vivimos. De ah, entre otras cosas, la extraordinaria rele- vancia del Caribe. RecordarØ solo dos ejemplos curiosos para subrayar esa relevancia. Cuando Luis XV tuvo que escoger entre dos posesio- nes suyas, Martinica y CanadÆ, escogi Martinica. Esa isla diminuta era mucho mÆs rentable para Francia que el inmenso CanadÆ. Cuando los ingleses tomaronLa Habana en 1762, la cambiaron en 1763 por la Florida entera; es decir, esta ciudad vala a sus ojos tanto como el extenso territo- rio de la Florida. En el caso especfico de Saint-Domingue, voy a presentar una cronologa sumaria para hacernos idea de cmo se lleg a lo que fue despuØs Hait. Alrededor de 1630 comenzaron los primeros establecimientos franceses en la parte occidental de la isla, colonia espaæola, llamada Santo Domingo, como se llama todava la parte oriental de tal isla. No hay que decir que se trataba de esos caballeros a los que ya he aludido: piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros, es- clavistas, bandidos de diversa naturaleza. En 1697, por el Tratado de Ryswick, Espaæa cedi aquella parte de la isla a Francia y, a partir de ese momento, esa parte occidental fue nombrada Saint-Domingue, queenmenos de un siglo se convirti en la colonia mÆs rica del mundo, es decir, que produjo extraordi- narias ganancias a Francia. Los acontecimientos memorables ocurridos en ese pas a finales del siglo XVIII y principios del XIX tendran una notable repercusin en el Caribe en general, y en Saint-Domingue en particular. Nosotros los cubanos tenemos la dicha, el honor de que un gran escritor nuestro nos ha dado versiones imagi- nativas e intensas de los sucesos ocurridos en Saint- Domingue (luego Hait), a raz de la Revolucin francesa: Revolucin que, como sabemos, es casi la Revolucin por excelencia. Antes y despuØs ha habido grandes revolucio- nes: antes, en los Pases Bajos, en Inglaterra, en las Trece Colonias; despuØs, muchsimas otras, como las de independencia en HispanoamØrica, las de Europa en 1848 y 1871, la mexicana, la rusa, la china, la cubana, la vietnamita, la argelina, etcØtera. Roberto FernÆndez Retamar Cuba Ilustracin: David Entrevista con Silvio Rodrguez Se dice «Cuba» como se dice «dignidad». Subcomandante Marcos En defensa de la humanidad Otra vuelta alrededor de Montaigne Graziella Pogolotti

Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

www.lajiribilla.cubaqweb.cu � publicación quincenal � www.lajiribilla.cuwww.lajiribilla.cubaweb.cu

continúa en la página 10

ubiera querido escribir la conferenciaque voy a ofrecerles, pero la vida tuvootrosdesigniosy,portanto,prácticamentevoy a improvisar apartir de algunasnotasque he podido tomar y de muchísimas

lecturas que hace años estoy haciendo, conmovidocomoestoy por la extraordinaria historia deHaití,país que visité en 1997, recorriendo el caminoque iluminó a Alejo Carpentier cuando en sumemorable viaje de 1943 tuvo la revelación�otra palabra no es posible� de muchossecretos y realidades de nuestra América. Enrigor, como se ha dicho aquí, no vamos a con-memorar el Bicentenario de la RevolucióndeHaití(quecomenzóen1791,cuando el país se llamabaaún Saint-Domingue), sino su triunfo, el triunfode esa Revolución, el cual hizo posible la inde-pendencia del país, proclamada el primero deenero de 1804, cuando sus libertadores, de lanoche a la mañana, en un relámpago, le devol-vieron su nombre aborigen. Creo que hastaahora no se sabe de quién fue esta feliz idea,que se propuso borrar inclusoverbalmenteel atrozpasado colonial. Tales libertadores no eran aboríge-nes,perotampoco europeos. Eran de procedenciaafricana, y decidieron, calibanescamente, her-manarse con la herencia de los primeros habi-tantes de su isla, los primeros humillados yofendidos, los primeros oprimidos (hasta el exter-minio), tras la segunda llegada a nuestras tierrasde europeos: llegada que, absurdamente, fuellamada descubrimiento. En 1492, las dos ciu-dades más pobladas del mundo se llamabanTenochtitlan y Pekín, y según lo que sé ningunade ellas se encontraba en Europa. De maneraque llamarle descubrimiento a la llegada de ungrupo de europeos a un continente donde habíamillones de habitantes es una aberración. En reali-

dad, merece ser llamada un cubrimiento

de la historia verdadera. Sinembargo, aquella llegada tuvo, sinduda, tras-cendencia, ya que hizo posible lo que el granhistoriador francés Fernand Braudel llamaría lamundialización, palabra que se hizo despuésmuy conocida; hizo posible el nacimiento de lamodernidad. Y esa llegada �aunque no se suelesubrayar bastante� ocurrió en el Caribe, que de-vendría una de las grandes encrucijadas geográ-fico-históricas de la humanidad. La Revoluciónque condujo a la independencia de Haití, harápronto doscientos años, fue el primer y magnoacontecimientoenqueelCaribeapareciódel todocomo actor en el planeta. Y fue el pórtico de laindependencia de nuestra América.

En un notable libro que publicó en 1961 sobreToussaint Louverture, La Revolución Francesa y elproblema colonial, el poeta martiniqueño AiméCésaire dijo con mucha razón que estudiar lahistoria de Saint-Domingue es estudiar unode los orígenes, una de las fuentes de la actualcivilización occidental. Es decir, la historia delcapitalismo. Y ya en 1944, el trinitario EricWilliams, en otro libro inolvidable, Capitalismoy esclavitud, había señalado el vínculo entreambas entidades. Sin esclavitud en las Antillas,no hubiera habido capitalismo. También Marxhabló de cómo era menester, incluso a fin deproceder a una explotación rentable para laburguesía del proletariado europeo, lo queél llamó la esclavitud sans phrase, la esclavitudsin ambages en sitios como el Caribe. Y esque este Caribe en que estamos es impres-cindible para la construcción del llamadomundo occidental. Es un mar singular el Caribe.

He mencionado en varias ocasiones cómo,siendo niño, me entusiasmaba viendo las películassobre los piratas, y cómo tardé muchos años endarme cuenta de que esos piratas, en gran me-dida, realizaban sus fechorías en este mar.

Eran, unos, conquistadores; otros, piratas,corsarios,filibusteros, bucaneros: esclavistas todos.Criaturas de este jaez fueron los hacedores de laencantadora civilización occidental. Y sus haza-ñas se realizaban en las aguas en que vivimos.De ahí, entre otras cosas, la extraordinaria rele-vancia del Caribe. Recordaré solo dos ejemploscuriosos para subrayar esa relevancia. CuandoLuis XV tuvo que escoger entre dos posesio-nes suyas, Martinica y Canadá, escogióMartinica.Esa isla diminuta era mucho más rentable paraFrancia que el inmenso Canadá. Cuando los inglesestomaron La Habana en 1762, la cambiaron en1763 por la Florida entera; es decir, esta ciudadvalía a sus ojos tanto como el extenso territo-rio de la Florida.

En el caso específico de Saint-Domingue,voy a presentar una cronología sumaria parahacernos idea de cómo se llegó a lo que fuedespués Haití. Alrededor de 1630 comenzaronlos primeros establecimientos franceses en laparte occidental de la isla, colonia española,llamada Santo Domingo, como se llama todavíala parte oriental de tal isla. No hay que decir quese trataba de esos caballeros a los que ya healudido: piratas, corsarios, filibusteros, bucaneros, es-clavistas, bandidos de diversa naturaleza. En 1697,por el Tratado de Ryswick, España cedió aquellaparte de la isla a Francia y, a partirdeesemomento,esaparteoccidental fuenombradaSaint-Domingue,queenmenos de un siglo se convirtió en la coloniamás rica delmundo, es decir, que produjo extraordi-narias ganancias a Francia.

Losacontecimientosmemorablesocurridosenese país a finales del siglo XVIII y principios del XIXtendrían una notable repercusión en el Caribe engeneral, y en Saint-Domingue en particular. Nosotroslos cubanos tenemos la dicha, el honor de que ungran escritor nuestro nos ha dado versiones imagi-nativas e intensasde los sucesosocurridos en Saint-Domingue (luego Haití), a raíz de la Revoluciónfrancesa: Revolución que, como sabemos, es casila Revolución por excelencia.

Antes y después ha habido grandes revolucio-nes: antes, en los Países Bajos, en Inglaterra, en lasTrece Colonias; después, muchísimas otras, como lasde independencia enHispanoamérica, las de Europaen 1848 y 1871, la mexicana, la rusa, la china, lacubana, la vietnamita, la argelina, etcétera.

Roberto

Fern

ández

Reta

mar

Cuba

Ilustración: David

Entrevista con

SilvioRodríguez

Se dice «Cuba» como se dice «dignidad».Subcomandante MarcosEn defensa de la humanidad

Otra vueltaalrededorde MontaigneGraziella Pogolotti

Page 2: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

uenos días, buenas tardes, bue-nas noches. Mi nombre esMarcos, subcomandante insur-gente Marcos. He sido invitadoal Foro En defensa de la hu-

«No te excluí. Sucedeque no te invitarona ti, sino a mí», ledigo mientras es-condo el tabacocon discreción.«Una cosa va conla otra. En este

caso, una nariz vacon un caparazón. ¿O

acaso mi agripado escuderopretendes privar a estas buenaspersonas del deleite de escucharmis sabias palabras, de iluminar-se con mi sabiduría y de desper-tar del letargo enelquetuspalabras

empiezan a sumirlos?», pregunta Duritomientrasme pica la nariz con Excalibur, la legendariaespada.

«Esa espada se parece sospechosamen-te a una pluma que perdí el otro día», ledigo cambiando de tema. Como si tal, Duritoresponde:

«¡No cambies de tema! Puedes elegir: ome das un espacio para mis sapientes plan-teamientos o pereces bajo mi pluma, quierodecir bajo mi espada», dice Durito con untono que envidiaría cualquier funcionariodel Fondo Monetario Internacional hablan-do con algún gobierno latinoamericano.

Y, aplicando lo aprendido de los gobier-nos «nacionales», cedí. He aquí la parte queDon Durito de La Lacandona, la flor y nata dela andante caballería, ha enviado para esteforo.

Se llama:Globos o tiendasGlobos o tiendasGlobos o tiendasGlobos o tiendasGlobos o tiendasEl mundo es como un globo inflado. O

sea que es como una vejiga inflada: cuandose dice que hay globalización es que hay mun-dialización de las partes del mundo.

Pero hay, como quien dice, una mundia-lización de los que tienen mucho dinero. Yhay también, como quien dice, la mundiali-zación de la lucha, o sea, de la resistencia.

En la mundialización del dinero, en la glo-balización de los poderosos, haymuchamaldad,pero yano seestáquieta dentro de un país, sinoque se mete a todos los países. Y esa maldadse mete en otros países a veces por la guerra,a veces por el dinero, a veces por la idea, aveces por la política.

En la mundialización de la maldad, esosque son muy ricos, ya no están contentos deser ricos explotadores en un país, en su pue-blo, sino que ya quieren más dinero y semetenenotrospaíses para ganar más; ya no respetan

nada porquesolo quieren sumaña explotadora y ganardinero; aunque ya tienen muchode por sí, no les basta, quieren más.

Entonces, el dinero se mete en otro país yno lo respetan por culpa de la globalizacióndel dinero, que no respeta a los países ni a lagente.

Cada país es como un globo que se re-vienta y se le sale todo lo que lo hacía espe-cial, como sus costumbres, su palabra, sucultura, su economía, su política, su gente, sumodo pues.

Entonces el país como que se rompe, ytodo el mundo se mete en él, y ese país ya noes ese país, sino es todo el mundo. Pero no elmundo de la gente, sino el del dinero, dondeno importa la gente.

Es como si una persona se rompiera asíno más y ya no fuera una persona, sino quetodas las maldades se meten en ella y se lacomen y ya no hay persona, sino solo hay loque se comió a la persona.

Y así decimos que la globalización de lospoderosos, del dinero, se come a los países yse come a las personas que viven en él. Porqueun país es como una casa donde vive la gentedel país. Y el dinero mundial destruye la casa,el país, y la gente se queda sin casa y sin alma,porque ya no se conocen entre sí y andan nomás como desconocidos, con la desconfian-za en los ojos y en las palabras, tristes pues.

Ese país que se rompió ya no es una casadonde vive la gente, sino que es una tienditadonde se venden y se compran cosas y gente.

Porque en la globalización el dinero ponetiendas donde antes había países. La gente yano es gente, solo son compradores o vendedores.

La gente no es dueña de la tienda, el dueñoes el dinero mundial. La gente ya no manda ensu país, manda el dinero mundial. Como deci-mos nosotros, el pensamiento que manda, esel pensamiento del dinero.

Por ejemplo, una gente piensa en unanube, y pinta su pensamiento de azul y ya,está contenta con su pensamiento de nubeazul y se consigue una vejiga, la infla y la pintade azul y se la da a un niño o una niña, quejuega con la vejiga azul que era un pensa-miento de una nube azul. Porque la gente,cuando piensa como tal, piensa para la gente.Pero el dinero no piensa en la gente, sino quepiensa en más dinero.

El dinero no piensa en una nube, sinoque piensa en una mercancía que va a vendery a sacarle más dinero.

O sea, en la globalización del dinero tambiénsemundializa el pensamiento del dinero. Y esepensamiento es como una religión que ado-ra al dios del dinero, y los templos de esareligión son los bancos y las tiendas, y losrezos son las cuentas que hacen del dinero,cuánto venden, cuánto ganan.

Esa religión se llama «neoliberalismo»,que quiere decir que hay una nueva libertadpara el dinero. O sea, el dinero es libre dehacer lo que le dé su gana. La gente ya notiene libertad, pero el dinero sí.

En la globalización del dinero el mundose destruye, se rompe el globo del mundo ola vejiga se revienta, y entonces el dinero poneuna tienda donde antes había un país: dondeantes había una casa con gente, ahora hayuna tienda.

La glo-balización del poderdestruye los países parahacer tiendas para vender y comprar.Si uno, por ejemplo, no tiene la paga ono quiere comprar, pues no cuenta. Y siuno, por ejemplo, no tiene nada que vendero no quiere vender ni venderse, pues no sirve,o sea, que hay que destruirlo.

La globalización del poder es como unaguerra contra la gente y sus casas, una guerracontra la humanidad.

La globalización del poder destruye lascasas, o sea, los países, y a veces entra adestruircon una guerra. Otras veces, entra porquealguien de adentro le abre la puerta paraentrar a destruir.

Los que abren la puerta son los políticos,los que mandan en los países. Entonces, lospolíticos ya no sirven para mandar, porque yano mandan de por sí, porque el que mandaes el dinero mundial.

Los políticos se hacen tenderos. Son losque se encargan de la tienda que antes eraun país.

Los políticos de antes ya no sirven paraatender la tienda, y es mejor poner a otrosque sí estudian y aprenden a ser encargadosde las tiendas. Estos son los nuevos políticos:tenderos.

No importa si no saben nada de gobierno,sino lo que importa es que sepan atender latienda y den buenas cuentas a su patrón quees el dinero mundial.

Entonces en los gobiernos de los paísesdestruidos por la globalización del poder yano hay políticos, hay tenderos.

Ahí, en las tiendas que antes eran países,las elecciones no son para poner un gobierno,sino para poner un tendero.

Ponen a competir, o sea, a pelearse entresí, a gordos, flacos, altos, chaparros, de dife-rentes colores que empiezan a hablar y a hablar,pura habladuría, pero no dicen lo más impor-tante. Todos son diferentes en su cara, peroson iguales porque van a ser tenderos.

Entonces, a la globalización del poder nole importa si el tendero es verde, azul, rojo oamarillo. Lo que le importa es que entreguebuenas cuentas. Cambian, pero sigue habiendotendero.

En la globalización del poder, el mundoya no es redondo como una vejiga inflada,sino que se revienta y en su lugar queda unatienda muy grande. Y las tiendas, como todossaben, son cuadradas, no redondas.

Es así, más o menos, como funciona laglobalización, que es como si dijéramos «lavejigazación».

(Fin de la ponencia de Durito).¿«Vejigazación»? En fin, vuelvo a la seriedad

y la formalidad.Además de lo que Durito ha expresado

en forma tan peculiar, nosotros también pensamoslo siguiente:

PRIMERO: Si en la política «antigua», (esdecir, desde la Atenas griega hasta las repú-blicas modernas) el Estado era la «madre»del individuo y el seno en el que se gestaba,

SubcomandanteMarcos

México

Bmanidad para decir unas palabras. Agradez-co la invitación, pero debo advertirles quesoy un soldado, un soldado del EjércitoZapatista de Liberación Nacional. Lo advier-to porque, segúnme han dicho, compartiré lapalabra con intelectuales y líderes políticossociales. Por eso, tal vez mi voz suene discor-dante (quiero decir, además de por la gra-bación) y fuera de lugar. O no, tal vez haya, enlo que voy a decir, puentes y coincidencias. Aveces suele suceder que la pluma y la espadacoinciden.

Tal vez coincidamos en la inquietud porun necesario debate y por un intercambiode ideas que ayuden a aclarar un poco esteconfuso y desordenado horizonte que al-gunos llaman historia contemporánea y que,a ratos, hace de lo trivial y grotesco asuntode interés y escándalo mundial; y otras veceshace de lo terrible y aberrante algo que, afuerza de repertirse, se convierte en tonadamonótona y desapercibida.

Mencionaré algunos apuntes apresuradossobre la globalización y el neoliberalismo, omás bien sobre lo que nosotros alcanzamos apercibir (y a padecer) de ellos, y sobre las resis-tencias en general y nuestra resistencia particular.

Como es de esperar, en estos apuntes elesquematismo y la reducción reinan, pero creoque alcanzan para dibujar una omuchas líneasde discusión, diálogo, reflexión. O, mejor aún,de memoria y vergüenza.

«Vergüenza habría de darte porhaberme excluido», dice Durito,que ha venido a refugiarse de lalluvia.

Page 3: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

crecía y se reproducía la sociedad, en el mundoglobalizado el Estado no puede ya cumpliresta función. El individuo ya no tiene por quéreferirse a una patria, una cultura, una raza ouna lengua. El vientre materno es ahora esamegaesfera que algunos llaman todavía«planeta Tierra». El «ciudadano» ya no es elmiembro de la polis, sino el navegante de lamegápolis, por tanto, necesita «otros» cono-cimientos y habilidades que el Estado nacionalno le puede ofrecer.

SEGUNDO:De lamisma forma, los «hombresde Estado», esos superhombres autores de citasclásicas, guerras, imperios, leyes y represiones,ya no existen como tales. Aquel viejo «entre-namiento» interno que existía en las clasespolíticas para preparar a susmiembrosa relevarseunos a otros es obsoleto, las habilidades de lapolítica clásica (oratoria, liderazgo, sensibilidad,templanza, conocimientos históricos, filosofía,jurisprudencia, relación adecuada) parecenahora más propias de la nostalgia circense. Elprotocolo del poder, esa compleja mezcla deseñales y actitudes, ya no se aprende ni seejerce en el Estado.

TERCERO: El Estado nacional tiende a noser más el encargado de la reproducción delos hombres (entendiendo «reproducción» ensu sentido más amplio, es decir, las condicioneseconómicas, políticas, culturales y sociales parasu reproducción social), sino el administrador-contenedor de losdesórdenes de esa reproducción.Elmegapoder, ese ente del quepoco se sabe, ahoraimpone una reproducción más importante: la deldinero.

CUARTO: La lucha contra la globalizacióndel poder (y contra su sostén ideológico: elneoliberalismo) no es exclusiva de un pensa-miento o de una bandera política o de unterritorio geográfico, es una cuestión de super-vivencia humana. Así como en la SegundaGuerra Mundial, multitud de fuerzas resistie-ron y lucharon contra el fascismo, ahora sonmuchas las fuerzas que resisten y luchan contrael neoliberalismo.

QUINTO: En los Estados nacionales el pro-ceso de la pareja globalización-neoliberalismoproduce un fenómeno de resistencia que, cadavez de formamás acentuada, incorpora a ampliossectores de lapoblación sin que sea primordialsu clase social o el lugar que ocupa en elproceso de reproducción del capital.

SEXTO: Aparecen, por ejemplo, gruposdesconcertantes (de hecho, la teoría habíadecretado su desaparición o su «absorción»por los de arriba): por un lado, indígenas quehablan lenguas incomprensibles, (es decir,inservibles para intercambiar mercancías) yque desafían con armas de palo a helicópteros,tanques, aviones, ametralladoras, bombas;por el otro lado, jóvenes desempleados (el«lumpen», que, en teoría mandan, deberíanestar engrosando las filas de los aparatos re-presivos del Estado) movilizándose en contra delgobierno y exigiendo respeto a su modo; o másallá, homosexuales, lesbianas y transexualesdemandando reconocimiento a su diferencia.

SÉPTIMO: Estos fenómenos de resistencia(«bolsas de resistencias» las llamamos nosotrospara oponerlas a las «otras» bolsas, las de va-lores) tienden a buscar comunicación confenómenos parecidos en otras partes delmundo. Las superautopistas de la información,concebidas para facilitar el flujo de mercan-cías y dineros, empiezan a ver (no sin pavor)que son transitadas por viejas carretas, bestiasde carga y peatones que no intercambian mer-cancías y capitales, sino algo muy peligroso:experiencias, apoyos mutuos, historias.

Claro que hablo de lo que está a la mano:nuestra guerra, nuestras armas, nuestra his-toria. Pero hay otros ejemplos que nos hablande una nueva emergencia, de algo nuevo queirrumpe aquí y allá y que no acabamos ni dedirigir ni de entender, en parte porque somosun fragmento de esos fenómenos, en partepor lo precipitado de los acontecimientos,en parte porque el presente es el peor lugarpara pensar el hoy, en parte porque aún haymuchas cosas por definirse.

Ilustraciones: Sarmiento

Pero algo empieza a quedar cada vez másclaro: no es cierto que perdimos nosotros y,sobre todo, no es cierto que ganaron ellos. Lahistoria que cuenta, la que hacemos hombresy mujeres, tiene aún mucho hilo que tejer yno acaba por adivinarse siquiera el dibujo ni elcolor que este gigantesco tapiz que es la hu-manidad habrá de tener. Nosotros, y con no-sotros muchos como nosotros, sabemos yaque, en todo caso, el color no es el gris queahora imponen, ni el dibujo es solo dolor ymuerte. Hay también otros muchos colores.Y hay también mucha esperanza.

No solo si el planeta tiene heridas abiertas ysangrantes en su redonda geografía, nombrán-dolas no las sanamos, es cierto, pero hacemosun gesto de humanidad que a ratosparece perdido.

Nombremos entonces Palestinay que la vergüenza nos envuelva.

Nombremos Los Balcanes y que lamemoria se actualice.

Nombremos Euskal Herria y ad-miremos la silenciosa e incompren-dida resistencia de un pueblo que,desde hace centurias, se niega a serconquistado. Allá, al otro lado delAtlántico,unpuebloes cercado en unaclásica maniobra de pinza: en unlado, la soberbia del poderque, parapetadotras jueces em-belesados porlos clic de las cá-maras fotográfi-cas, comanda unaauténtica guerra deexterminio; en otrolado, la cobardía deun sector que se diceprogresista y que, másatento a la correcciónpolítica, guarda un si-lencio cómplice mien-tras la cultura vascuencees tipificada como «te-rrorista».

Nombremos Cubay que la sangre lati-noamericana busquelos puentes en que nosencontrábamos antes ynos encontraremos maña-na. En el Caribe, un puebloenfrenta un cerco que notiene nada de figura litera-ria. Ese pueblo ha conseguidoque su solo nombre convoqueuna historia de lucha y resisten-cia, de generosidad y valentía, denobleza y hermandad. Se dice«Cuba» como se dice «dignidad».

Nombremos Bolivia y saludemos elheroico andar de aymaras y quechuasdefendiendo la tierra. Saludemos a aque-llos que hacen del ser indígena un or-gullo, y que con su rebeldía hacen temblara los tenderos de toda América.

Nombremos Chiapas y descubramosen los pies de los más pequeños el ma-ñana del «para todos, todo».

Nombremos cualquier rincón delplaneta y seamos perseguidos juntoa homosexuales, lesbianas y tran-sexuales; resistamos con las mujeresal impuesto destino de decoraciónidiota; resistamos con los jóvenes a lamáquina trituradora de inconformismos yrebeldías; resistamos con obreros y cam-pesinos a la sangría que, en la alquimianeoliberal, convierte muerte en dólares;caminemos el paso de los indígenas deAmérica Latina y con sus pies hagamosel mundo redondo para que ruede.

Nombremos a los que no tienen nombre.Miremos a los que no tienen rostro.

Nombremos y miremos el mundo queno existe ahora, pero que empezará aexistir en nuestras palabras y en nuestrasmiradas.

Nombremos, pues, los dolores de la huma-nidad. No solo porque son también doloresnuestros. También porque nombrándolos noshacemos un poco más humanos. Porque frente aesas heridas, el silencio es renuncia, rendición,claudicación, muerte.

Si hay quien ha hecho de la pluma unaespada, que centellee el aire con su brillo,que señalando nuestras heridas se ennoblez-ca, que nombrándonos nos haga parte deun rompecabezas que mañana será unmundono falto de memoria ni de vergüenza.

Porque ambas, la memoria y la vergüenza,son las que nos hacen seres humanos.

No seamos los chivatos de nuestra historia,de nuestra conciencia, los traidores a la palabraque levantamos ayer y que hoy nos convoca paraser afilada y unida en lamemoria y la vergüenza.

Vale. Salud y que la pluma sea tambiénuna espada, y que su filo corte el oscuro muropor el que habrá de colarse el mañana.

Desde las montañas del sureste mexicano.Subcomandante Insurgente Marcos.México, octubre de 2003.

Ponencia del Subcomandante insurgente Marcos.Encuentro internacional de intelectuales En defensa de lahumanidad, celebrado los días 24 y 25 de octubre de 2003en el Polyforum Cultural Siqueiros, Ciudad de México.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_40.html

Page 4: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

Ilustración:Gus

La Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana ejerció una vez más el bloqueo cultural contrala Isla al negarle la visa para acceder al «territorio» estadounidense a la joven poeta y narradoracubana Aymara Aymerich (1976).

Aymara solicitó visa en esa sede diplomática para asistir como parte de la delegación cubana queviajaría a la Feria Internacional del Libro de Puerto Rico, que se celebrará entre el 15 y el 24 delpróximo mes en San Juan.

Como representante de la más joven literatura cubana, su participación en la Feria boricua selimitaría a leer poemas y a dar conferencias sobre la narrativa y la poesía que hacen en la Isla suscontemporáneos.

La funcionaria con quien la escritora se entrevistó en la SINA le aseguró que ella no clasificabapara entrar en los EE.UU. porque ese país tiene, al respecto, leyes muy estrictas.

«Eso de que no clasificaba no lo olvidaré nunca. Me daba la impresión de que iría a participaren un mundial de algo, en algún evento deportivo, para el que yo no estaba apta», declaró a La Jiribillala joven autora.

La empleada agregó, además, que no se trataba de nada personal y que podía en algún otromomento aplicar una solicitud para entrar a los EE.UU.

«Yo no iba a EE.UU., sino a Puerto Rico. Al parecer no les interesaba mucho que una escritorajoven participara en ese Evento, lo cual está terriblemente mal. Sobre todo para los puertorrique-ños, especialmente, si se tiene en cuenta su dependencia de personas que no tienen nada que vercon ellos culturalmente», agregó Aymerich.

Según la poeta, no le sorprendió la negación del visado: «Sé que hay un ambiente muyenrarecido con todo este tema del intercambio cultural y para mí no fue ninguna noticia. No esnuevo que a jóvenes, o no tan jóvenes, incluso a famosísimos artistas e intelectuales cubanos, lesnieguen la entrada a Estados Unidos, en este caso, a Puerto Rico».

Aymara Aymerich es autora de uno de los cuentos de Cicatrices en la memoria, un libro dondeun grupo de escritores de la Isla recrean, desde la narrativa, una serie de actos terroristas cometi-dos contra Cuba en los últimos cuarenta años con el amparo o la complicidad del Gobiernonorteamericano.

Además de ser editora de la revista cultural El Caimán Barbudo, Aymara Aymerich ha publicadoin utero, Premio David de poesía en 1999, Deseos líquidos, Premio Calendario y es coautora de laantología de jóvenes poetas cubanos Cuerpo sobre cuerpo, sobre cuerpo.

Ha recibido el Premio Dador del Instituto Cubano del Libro y el Premio Internacional Nosside Caribede Poesía.

Una vez más tiene lugar otro despreciable intento de silenciar voces del quehacer culturalcubano. La Feria Internacional del Libro de Puerto Rico tendrá lugar entre el 15 y el 23 denoviembre próximos, y en la misma estaba prevista la participación de siete editoriales cuba-nas, la Cámara Cubana del Libro, y la narradora y poeta Aymara Aymerich Carrasco. En díasrecientes, previa entrevista a los participantes, realizada por funcionarios de la Oficina deIntereses de EE.UU. en Cuba, fue denegada la visa al vicepresidente de la Cámara Cubana delLibro, el compañero Máximo Salgado Perdigón, y lo que resulta más condenable ha sido elrechazo a la participación de la autora mencionada, con igual denegación de visado. Losdemás participantes están a la espera de que su entrada a Puerto Rico sea o no aprobada porel Departamento de Estado de los EE. UU., desde Washington.

Ante esta injusta decisión, alejada de toda práctica de la democracia y del respeto a ladiversidad cultural, la Cámara Cubana del Libro expresa su repulsa ante este hecho, especial-mente porque intenta privar del real y necesario intercambio cultural entre los pueblos deCuba y Puerto Rico, aún más cuando esta decisión está siendo adoptada por las autoridadesnorteamericanas, cultural y geográficamente distantes de aquella isla.

Esta situación creada no hace más que enlodar a quienes asumen esta postura de totalcensura y arrojar más luz a quienes por su naturaleza e historia les corresponde.

Máximo Salgado Perdigón, vicepresidente de la Cámara Cubana del Libro es uno de losejecutivos encargados de representar a las editoriales cubanas en la Feria Internacional delLibro que tendrá lugar en Puerto Rico, del 15 al 23 de noviembre. Es una de las dos personasde la delegación �junto a la joven poeta Aymara Aimerich� a quienes la Oficina de Interesesde EE. UU. (SINA) en Cuba les comunicó la negativa del Gobierno de ese país de ofrecer visaspara asistir en representación de la Isla. El Vicepresidente de la Cámara Cubana del Libroresponde algunas interrogantes.

¿Se procedió en tiempo y forma con la solicitud de visas?Se procedió como habitualmente se hace en estos casos. En cuanto se recibieron las

invitaciones se comenzaron los trámites de solicitud, que como se sabe, en el caso de PuertoRico, hay que hacerlos en la SINA.

En la entrevista que tuvimos con los funcionarios del lugar, a Aymara Aimerich y a mí, senos informó que nos negaban la visa. Aunque las razones que adujeron eran vagas� «quizásmás adelante»� «es posible que en otro momento», pero sencillamente, dijeron no.

¿Cuáles son las proyecciones de la delegación cubana para la Feria?Cuba tiene entre sus proyectos presentar libros a través de siete instituciones en el

mundo editorial como son: las casas Vigía, Ediciones Cubanas, Ediciones UNIÓN, Centro deEstudios Martianos, Consejo Nacional de Artes Plásticas, CITMATEL y SOFTCALL.

Las proyecciones son las comunes para este tipo de evento: presentar libros y hacer todaslas promociones del trabajo de varias editoriales cubanas.

¿Qué libros se incluirían?Fundamentalmente libros de narrativa y poesía, y algunos otros como los del Centro de

Estudios Martianos, referidos a la vida y la obra de José Martí.Están también incluidos libros en formato digital con temas de tecnología, pero también

arte y cultura en general.Ediciones UNIÓN, por ejemplo, que es una editora netamente dedicada a literatura cuba-

na, llevará textos literarios de todos los tiempos.¿Existe alguna impedimenta por parte del Comité Organizador?Ninguna. En lo absoluto.El Comité Organizador ha insistido en que Cuba participe, incluso la Feria corre con los

gastos. Nos han manifestado explícitamente que tienen previsto un lugar con cierta prefe-rencia para nuestro stand.

Esta fiesta del libro es importante dentro del área, aunque no es muy grande y tiene cercaen el tiempo a la de Guadalajara �la de mayor volumen en Iberoamérica�, aún así essignificativa, porque reúne a muchas personalidades y se presentan siempre libros importan-tes.

¿Estará presente una delegación cubana en la Feria de Puerto Rico?Nunca se sabe. El libro cubano cada vez tiene más prestigio, y la participación de la Isla

siempre es bien mirada, en opinión de muchos puertorriqueños. Hay un público ávido de leerobras cubanas. Esta es una buena oportunidad de intercambiar experiencias ante las nuevasformas del libro, tanto la tradicional como la digital. Cuba ya tiene camino recorrido en elmundo electrónico.

Nuestro país ha preparado un buen equipo de trabajo. A dos se nos negó de plano laentrada. Con el resto no sabemos qué pasará. Todo está en el aire, en dependencia de ladecisión del Departamento de Estado de EE.UU. La Feria comienza el próximo día 15, así queya queda muy poco tiempo.

Creo que si al final niegan todos los permisos y Cuba no logra encontrar la vía para estarallí, serán también afectados los amigos puertorriqueños, que son muchos y sabemos queestarían encantados de que la Isla esté presente. Pero puedo asegurarte que Cuba estará.

De todos modos a la «Cámara» no le faltará trabajo en los próximos cuatro meses�La Cámara Cubana del libro está en estos momentos inmersa en un trabajo grande. Está

próxima la Feria Internacional del Libro de La Habana, y eso presupone que estemos a plenacapacidad de trabajo; han confirmado ya muchas editoriales �está la intención de muchosamigos de prestigiosas casas alemanas y de Europa en general.

A pesar de la actitud de las autoridades germanas, nosotros tenemos previsto todo unconjunto de actividades para dar el homenaje que la cultura alemana se merece.

Será uno de los hechos más importantes de la Feria cubana.En medio de tanto ajetreo, ¿por qué el interés de Cuba en participar en la Feria?Te faltó incluir la de Guadalajara, que también está en fecha próxima� Más que constituirnuestras obligaciones de trabajo, es la voluntad de promover el libro cubano, bajo

cualquier circunstancias.

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

M. H. LagardeCuba

J. S. PereaCuba

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_21.html

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_22.html7

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_20.html

Page 5: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

or el azar de un curso de postgrado sobre Los pasosperdidos, he tenido que regresar a Montaigne. Lohabía estudiado hace cuatro décadas para mis clasesde literatura francesa. El reencuentro fue deslumbrante.En un mundo light donde un peculiar mercadeo con-

tamina la academia, en Montaigne descubrí que ese autor delsiglo XVI, inventor del ensayo literario seguía siendo nuestrocontemporáneo. En tiempos de fundamentalismo hegemónicohubiera tenido que difundir su obra a través de medios alterna-tivos. Se quebraba la imagen tradicional del apacible ególatraencerrado en su biblioteca. A su manera, con la astucia indis-pensable, libró combates en la vida pública. Como los meandrosdespaciosos de un río, la palabra se pierde en infinitas digresiones.Con frecuencia, el texto no se corresponde con el título. Las aguasno son las mismas. Pero el cauce profundo del río articula unasólida coherencia. Esa estrategia desplaza a favor del sujeto laprimacía concedida hasta entonces a la reflexión trascendenta-lista. El desorden aparente enmascara una sutil maniobra política.Tantas divagaciones consolidan el tejido de una máscara. Esejuego es un modo de proteger un pensamiento profundo,coherente, herético y transgresor. Cuando lo consideraba posible,articulaba un discurso directo y lineal. Así ocurre con el relato de laagonía y muerte de Etienne de la Boëtie. En esas páginas, lovisible se manifiesta en el elogio desbordante a la amistad y en ladefensa de un conjunto de valores morales. Estamos contem-plando las últimas horas de un buen cristiano que, en ese ins-tante definitorio, le dice hermano a un visitante hugonote. En sucampaña manipuladora, el escritor convierte a la persona enpersonaje. Hace tangible, corpóreo uno de los leitmotivs de suobra: la vida no constituye preparación para la muerte. Por locontrario, fenómeno natural, la muerte se integra al arte de vivir.

Montaigne había transitado a través de un siglo de implacablesguerras civiles. El fundamentalismo religioso de católicos y protes-tantes era la expresión concreta de una inmisericorde lucha porel poder, disputado entre los Guisa y los Navarra. El espanto segrabó en mi memoria cuando leí, en la infancia lejana, la des-cripción de la noche de San Bartolomé evocada por AlejandroDumas. Con una sistematicidad digna de los nazis por venir, losseguidores de Enrique de Guisa marcaron las puertas de loshugonotes que habrían de ser masacrados al día siguiente. Lacacería humana alcanzó los corredores del Louvre, donde el fu-turo Enrique IV logró escapar protegido por su esposa Margari-ta de Valois. Promulgado por Enrique IV, el Edicto de Nantesfavoreció un paréntesis apaciguador hasta su revocación porparte de Luis XIV. Descrito con frecuencia como hombre de librosencerrado en su torre de marfil, suele olvidarse que, como co-rrespondía a su clase social, Montaigne fue también hombre dea caballo y de armas. Antes de caminar, prefería andar de jinete.Su experiencia de vida lo llevó a conocer en carne propia el dolory la injusticia de la guerra. Aprendió la tolerancia y quizás intuyóentonces su fundamental respeto por el otro.

Los relatos históricos suelen conformarse con esquemas yetiquetas. La clasificación correspondiente a Montaigne lo defi-ne como escéptico. Lo fue en su sentido filosófico más estrictopor su rechazo a los fundamentalismos religiosos y de otroorden. Contrapuso el realismo al dogma, el relativismo a laimposición de valores absolutos. Descartó el ejercicio de un pen-samiento especulativo. Centró su análisis en el terreno de laética. Aunque cita profusamente a los poetas latinos, rehúye lacultura libresca. Descubre en las imágenes concretas de la poe-sía más verdad que en las ideas abstractas. Reconoce su modeloen el dialogismo socrático. Esta fuente esencial anima su modode abordar una extensa temática «Homo sum et nihil humanuma me alienum puto», podría afirmar junto a Terencio. Se ocupade la educación de los niños, considerados por primera vez,antes de Juan Jacobo Rousseau dos siglos más tarde, como unaentidad autónoma.

Desconfía de las escuelas que someten la libertad de la in-fancia a un rígido molde común. Según los métodos de supadre, había aprendido el latín como lengua viva. Las lenguas, ellatín incluido, se aprenden a través del habla, como un cuerpoviviente. El estudio de las ciencias y las humanidades se comple-menta con un duro entrenamiento físico. La formación moraldel niño no cristaliza entre mullidos colchones. Tiene que afron-tar los rigores y las asperezas de la vida. Ese conjunto de prácticasresponde a la noción dominante en el pensamiento de Montaignedel hombre natural. Más que al almacenamiento de una infor-mación inerte, el aprendizaje se orienta hacia el crecimiento delarte de pensar y de vivir en un sujeto crítico y autónomo, prote-gido por su saber de cualquier intento de manipulación.

Con armas diferentes, de Rabelais a Montaigne, pasandopor los poetas de la Pléyade, la literatura francesa del siglo XVIanda a contracorriente en el necesario desmantelamiento deldogmatismo, el fundamentalismo y la escolástica. Con su pode-rosa inventiva en el plano del lenguaje, Rabelais recoge la trans-gresora y medieval tradición de la cultura del vientre, tal y comolo describiera Bajtin, para reivindicar los apetitos del sexo laten-tes en la realidadmaterial del buen comer y beber. Verifica así, enla práctica de su escritura, el tránsito de la escolástica al huma-nismo. Frente a la desmesura hiperbólica de Rabelais, los poetas

evocan las zonas quebradizas del sujeto. Joachim du Bellay seidentifica con la visión nostálgica de las ruinas de Roma. Lahuella de Horacio marca su concepto de temporalidad. Tan pere-cedero es el hombre como el entorno construido por sus manos.A pesar de las diferencias, todos coinciden en el rescate delhombre natural. Cautelosa y radical en el contexto del siglo, laobra de Montaigne contiene, más que ninguna otra, múltiplesgérmenes de porvenir.

Una deslumbrante intuición de futuridad se revela en el pre-maturo descubrimiento realizado por Montaigne de la realidaddel otro. El salto anuncia una de las más importantes contribu-ciones del siglo XX, lograda a través del desarrollo de la antropo-logía y reafirmada en una zona de los llamados estudiosculturales. El punto de partida de esta reflexión arranca de suestrategia antifundamentalista. Se manifiesta con toda claridad,como lo advirtió Carpentier, en su enfoque de la conquista ycolonización de América. Así, en una breve digresión colateral,alude a los hombres que andan desnudos de manera natural,por tradición y costumbre porque su piel se ha ido curtiendo através de las generaciones. En ese caso la prudencia lo contieney elude el delicadísimo tema del pecado.

América, en cambio, le ofrece el pretexto para el desplieguede todo su fuego artillero. Topamos con ella un día, afirma,cuando ellos eran ya los portadores de una cultura secular. Paralos habitantes de México y el Perú, el oro no constituía un valorde cambio. Era materia prima para delicados trabajos de arte-sanía, para la creación de obras de arte. No nos oponemos a laexistencia de un dios único. Nosotros tenemos el nuestro. Quéderecho tienen los reyes de España y el sumo pontífice, se pre-guntan, para disponer de lo que no es suyo. Qué razón hay,apunta el autor, para imponer los valores de otro mediante laespada y la sangre, la matanza de inocentes y las más atrocestorturas como las que se aplicaron a Moctezuma. Borra la no-ción de diferencia entre culturas superiores e inferiores. Eranpueblos-niños, afirma mientras elogia sus espléndidas realiza-ciones en la ingeniería, la agricultura y el arte. Como si algunanoticia le hubiera llegado del Popol-Vuh, señala de soslayo elvínculo esencial de esas culturas con el mundo natural.

Como el persa de Montesquieu, conservo desde el lado deacá del planeta las máscaras grotescas que se van construyendomediante el uso de un repetitivo discurso único, para justificar eluso de la fuerza en la pulverización de cualquier rastro de dife-rencia. Paradójicamente, en la aldea global, las distancias seacrecientan. Con el lento andar de las caravelas, Montaignerecibía fragmentos deshilachados de verdad, suficientes paraelaborar un pensamiento autónomo. A pesar de la velocidadfulgurante de las comunicaciones, del correo electrónico y deInternet, el cibernauta navega en medio de una superproduc-ción de noticias aparentemente múltiples y en realidad, mono-cordes. Las consignas sustituyen el ejercicio del pensar, laverificación de los datos y el análisis cuidadoso de las distintasvertientes de un problema. Un nuevo fundamentalismo instau-ra, como dogma inapelable, la supremacía de una cultura sobreotra, el derecho a intervenir en otros estados, el reparto de unmundo que no le pertenece con el aval de un nuevo pontífice.

Rodeados de un respeto silencioso, los clásicos duermenpolvorientos en sus ediciones de lujo y en manuales escolares.Una cultura light los ha asesinado, les ha cortado todo vínculoreal con el público. Arrumbada en un rincón, yace una herenciaque, a lo largo de los siglos, convirtió a Europa en punto de gravita-ción para intelectuales del resto delmundo. De la pérdida del resen-timiento mutuo, se pasa peligrosamente a la subestimación.

Las circunstanciasme hicieron nacer en París. En Europa trans-currieron momentos decisivos de mi formación. Iniciado porMontaigne, el reconocimiento del otro tuvo sucesores en elespíritu crítico de Montesquieu, el pensamiento salvaje de LévyStrauss y en los numerosos antropólogos asentados en lugaresrecónditos, aunque no «oscuros rincones del planeta», sociólo-gos, economistas, políticos, intelectuales de variada proceden-cia elaboraron los conceptos de subdesarrollo y «Tercer Mundo».Indochina y Argelia precipitaron una toma de conciencia críticade la rapacidad colonial y de las más sutiles manifestaciones delneocolonialismo. En plena contienda, Sartre y su revista, Lestemps modernes, asumieron la defensa de las víctimas de laopresión colonial. Los recuerdos brotan incontenibles en mimemoria. Europa tuvo también otra cara, la deMassu y los piedsnoirs en Argelia. A veces, al término de la jornada, cuando losestudiantes abandonaban aulas y bibliotecas y se volcaban ha-cia el entrañable Voul´mich �el Boulevard Saint Michel en elcorazón palpitante del barrio latino� aparecían los carros de lapolicía �paniers àsalade les decían para cargar indiscriminada-mente, según el biotipo, a norafricanos y latinoamericanos. Eranpaseantes despreocupados que se detenían junto a las luces delos negocios mientras respiraban el persistente aire húmedo.

Atrapada entre dos tradiciones contrapuestas, la colonialis-ta y la de un irradiante pensamiento humanista, Europa borrahoy el recuerdo de esta última, la más influyente. Hace poco,como parte de los debates acerca de la constitución de la Unión,se dividían los criterios acerca del posible reconocimiento de laherencia judeocristiana en tanto columna vertebral de su cultura.

Es parte de la verdad, pero no toda. Asumirlo desde esa perspec-tiva implica negar los profundos procesos de contaminaciónmutua que fraguan el rostro de una cultura. A base del inter-cambio, surgió en el Mediterráneo una cultura que persiste en eltrasfondo de la nuestra �la europea y la latinoamericana. Crecióen la confluencia de Oriente y Occidente, en la escritura y elderecho de la antigua Mesopotamia, en el orfismo de la filosofíagriega, en el peregrinar de los hebreos según el Antiguo Testa-mento. Una zona del imaginario se conformó en el paganismode los celtas y de otros llamados bárbaros, término que signifi-caba extranjero para los griegos.

Durante siglos permanecieron los árabes en España. Deja-ron olivares y aceros de Toledo que marcaron la arquitectura.Transmitieron el legado de la antigüedad. Permearon con susaber la corte de Alfonso X. Reconocemos su huella en nuestralengua. A la larga, la actual invasión de inmigrantes dejará su rastro.

Renunciar al diálogo fecundo equivale a dictar una senten-cia de muerte. Renunciar a la relación enriquecedora con el otro.Convierte la cultura en arqueología. Chartres y San Marcos deVenecia sobrevivirán como señales enigmáticas, al modo de loscampanarios que el pequeño Marcel observaba desde Combrayen su búsqueda del tiempo perdido. Ahora, más que nunca,Montaigne es un combatiente. En el nacimiento delsiglo XXI, su voz es imprescindible.

El desorden aparente enmascarauna sutil maniobra política. Tantasdivagaciones consolidan el tejido deuna máscara. Ese juego es un modode proteger un pensamiento profundo,coherente, herético y transgresor.

GraziellaPogolotti

Cuba

Ilustración: Idania

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_07.html

Page 6: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

unque en muchos de sus tex-tos Noam Chomsky se habíareferido una y otra vez a Cuba,nunca había visitado la Isla.Según el americano «impres-

Institute of Technology, pudo arribar por fin aCuba para participar en el evento de CLACSOque del 27 al 31 de octubre se efectuaría enesta capital.

Una cita con la historiaDespués de ofrecer su conferencia magis-

tral durante el encuentro de CLACSO, lo prime-ro que hizo Noam Chomsky en La Habana fueencontrarse con la historia. A las 11 de la ma-ñana del día 29, el intelectual norteamericanovisitó el Museo Nacional de la Alfabetización,un pequeño local ubicado en la Ciudad EscolarLibertad, antiguo cuartel Columbia, sede prin-cipal de las fuerzas armadas del régimen deBatista.

Situado al frente del antiguo polígono, y asolo unos pocos metros de la mansión que eltirano ocupaba cuando andaba en funcionesde General, la pequeña institución atesora ensus estantes, entre otros objetos, muestras de losuniformes utiliza-dos por los alfabe-tizadores, cartillas,manuales, un piza-rrón agujereadopor las balas du-rante la invasióndePlaya Girón, fotosy objetos persona-les de losmaestrosasesinados durantela campaña por lasbandas contrarre-volucionarias y losfaroles chinos uti-lizados para ilumi-nar las noches enlos lugares másintrincados delcampo cubano.

NoamChomsky,acompañado de suesposa, observólos distintos obje-tos en exposición,al tiempo que es-cuchó detalles dela epopeya edu-cacional cubananarrados por la Di-rectora del museo.

En la biblioteca de la modesta institución,el intelectual norteamericano y sus acompañan-tes se encontraron con un grupo de visitantesde Ecuador que realizaban una investigaciónsobre la experiencia cubana.

La Directora del museo aprovechó la ocasiónpara decir que la campaña no había sido hechasolamente por cubanos. En ella habían participadoun ecuatoriano y también estudiantes y maestrosnorteamericanos. «En el mes de agosto de esteaño, dijo la Directora, murió una de las maestrasnorteamericanas que alfabetizó en Cuba».

La maestra norteamericana, según recogela historia, durante la campaña no solo se dedi-có a enseñar, sino que además fue responsablede catorce estudiantes devenidos educadores.

Ella estaba en Cuba con sus dos hijos, la mayor,una niña de doce años, también enseñó a leery a escribir.

«Por eso, dice la Directora, estamos ayu-dando a todos los que nos soliciten asesora-miento en alfabetización para de algunamanera contribuir a erradicar los 800 millonesde analfabetos que hay en el mundo.»

Cuba presta colaboración en este sentidoen varios países del mundo,México, Nicaragua,Haití, Guinea Bissau y en Nueva Zelanda.

Después, en uno de los salones del museo,Chomsky recibió una detallada explicación sobrela campaña de boca de uno de sus principalesprotagonistas: Armando Hart, el entonces mi-nistro de Educación en funciones.

Hart explicó que antes de comenzar la alfa-betización lo primero que hicieron los dirigen-tes del gobierno revolucionario fue recorrer elpaís de una punta a la otra. En todas partes, lagente pedía esencialmente dos cosas: maes-

tros y médicos.La primeramedida

fue buscar recursospara poder realizar lacampaña. En la Cubade entonces, el 50 porciento de los niños enedad escolar no teníanescuelas y existían 9mil maestros en simi-lar situación. Con losrecursos que contabaen ese entonces el Mi-nisterio de Educaciónse podían crear 5 000aulas. Cuando Fideltuvo conocimiento deello, propuso pagarlesla mitad del salario alos maestros y crear eldoble de aulas. Parallevar a cabo una cam-paña de alfabetizaciónera necesario acabarprimero con la princi-pal fuente del analfa-betismo: la falta deescuelas.

«Entonces Fidel�recordó Hart, mien-tras Chomsky y Carol

lo observaban atentos desde sus asientos colo-cados en círculo alrededor de un único ventila-dor�, planteó en el año 1960 en las NacionesUnidas que en el 61 Cuba sería alfabetizada. Secreó un consejo popular de la educación inte-grado por todas las organizaciones de masasdel país. Los maestros existentes sirvieron fun-damentalmente para orientar a los 100 milmaestros voluntarios y a todas las personas quetenían sexto grado se les pidió que enseñarana alguien. Entonces teníamos una consigna:«Que cada analfabeto tenga un alfabetiza-dor, que cada alfabetizador tenga un anal-fabeto».

La campaña que comenzó el primero deenero de 1961 culminó el 22 de diciembre

de ese mismo año. En solo nueve meses, Cubase declaró libre de analfabetismo.

Antes de marcharse, Chomsky y su esposarevisaron algunas de las 700 mil cartas que losalfabetizados, de su puño y letra, le enviaron aFidel. A los visitantes les llamó especialmente laatención una de ellas, una carta enviada por uncampesino de 86 años y la de una mujer de102, así como otra que decía:

«Fidel:Nunca me he sentido cubano hasta que

aprendí a leer y a escribir.»

En la Habana ViejaCuando Chomsky intercambia opiniones

con periodistas o lectores, recuerda a uno deesos grandes maestros del ajedrez expertos ensimultáneas. Siempre tiene una respuesta dis-puesta para cada interlocutor que procura susrazonamientos sobre algún tema de actuali-dad. De hablar parsimonioso, gestos escasos ymesurados, Chomsky expresa sus criterios ape-lando a ese estilo de argumentar muy suyo endonde su dominio del acontecer político se al-terna con una profunda sabiduría de la historiade los Estados Unidos. No es extraño que suce-da que una sola de sus respuestas termine con-virtiéndose en toda una conferencia.

Algo así sucedió durante la presentacióndel libro Chomsky en La Jornada, �una recopi-lación de textos del politólogo norteamericanoaparecidos en el periódico mexicano del mis-mo nombre� que tuvo lugar en el portal deledificio colonial, antiguo Palacio del SegundoCabo, que hoy ocupa el Instituto Cubano delLibro, en pleno corazón de la Habana Vieja.

Después de las palabras de presentaciónde Ricardo Alarcón, presidente de la AsambleaNacional de Cuba, �quien, junto a EduardoGaleano y el recientemente fallecido escritorespañol Manuel Vázquez Montalbán, es unode los prologuistas del libro�, y luego de unabreve intervención del propio Chomsky, el poli-tólogo estadounidense accedió a intercambiarcon un público integrado por escritores, pe-riodistas, lectores o curiosos que simplementepasaban por una de las plazas más concurridasde la ciudad.

En esta ocasión, la primera pregunta la hizoel novelista cubano Jaime Saruski.

Saruski: Hace tres días en La Jornada saliópublicado un artículo suyo que al final decía quehabía sido publicado en The New York Times.¿Significa eso que la gran prensa norteameri-cana le está abriendo el candado que durantemuchos años le ha cerrado a usted en losEE.UU.? Otra pregunta: Tengo entendido queusted está estrechamente vinculado, desde elpunto de vista familiar, con una persona delpaís Vasco. ¿Cómo ve usted la relación entre elgobierno de Aznar y el país Vasco?

Noam Chomsky: No fue un trabajo publi-cado en The New York Times, sino un trabajopublicado en el The New York Times Sindicate.Está la corporación del The New York Times yuna de sus secciones recibe artículos envia-dos de distintas partes del mundo y yo tengo

Aunque en muchos desus textos Noam Chomskyse había referido una yotra vez a Cuba, nuncahabía visitado la Isla.Según el americano«imprescindible» o«imprudente», como

algunos lo han llamado,por la agudeza y constancia

de sus críticas alestablishment

norteamericano, aunquesu relación con la Isla seremonta a los inicios de

la Revolución, esa relaciónhabía sido hasta ahora

abstracta.

Manuel Henríquez LagardeCuba

Acindible» o «imprudente», como algunos lo hanllamado por la agudeza y constancia de suscríticas al establishment norteamericano, aunquesurelación con la Isla se remonta a los inicios dela Revolución, esa relación había sido hastaahora abstracta. Solo existía a través de docu-mentos o libros de historias. De hecho, en sufamilia, él es tal vez el único que no ha tenido laexperiencia de vivir o de visitar la Isla.

Para poder venir por primera vez a Cuba, elacadémico norteamericano tuvo que presentaruna enjundiosa documentación para demos-trar queCLACSO, la organización que lo invitabaa participar en una conferencia en La Habana,era una red de centros de investigación y do-cencia en Ciencias Sociales que integra a 144centros de investigación y enseñanza de Amé-rica Latina y el Caribe, y no una especie de pan-talla del Gobierno cubano ni una enmascaradacompañía de viajes para facilitar el acceso ilegalde los norteamericanos a La Habana. Para con-vencer de esto a los funcionarios del Departa-mento de Estado, a Chomsky no le quedó otraopción que presentar un informe de la Embaja-da de los EE.UU. en Buenos Aires que certificabaque CLACSO era una organización inscrita jurí-dicamente.

Ya con el permiso para viajar en la mano, leadvirtieron: «Bien, pero usted no puede pagarun centavo en Cuba». Al respecto, Chomskypresentó una declaración jurada.

A lahoradecomprarelboleto, según la agen-cia de viajes, el formulario que le envió el Depar-tamento del Tesoro de EE.UU. resultabainadecuado. El profesor llamó aWashington parapedir un nuevo formulario donde asegurabaque no desembolsaría ni un céntimo en Cuba.Para que el Departamento de Estado emitierael permiso, fue necesario demostrar, además,su pertenencia a una institución académica enEE.UU.: el Massachusetts Institute of Technology.

La gestión volvió a complicarse cuando losfuncionarios gubernamentales supieron queChomsky pretendía viajar a la Isla acompañadopor su esposa Carol Schatz. Para que ella pu-diera viajar debía realizar los mismos engorrosostrámites.

La esposa de Chomsky dedicó tres semanasa conseguir su permiso. Y cuando por fin pa-recía que ya todo estaba listo para que el viajese consumara, un funcionario del gobiernoenvió un correo electrónico advirtiendo queNoam Chomsky no podía viajar a nombre deuna institución, porque si surgía algún problemaera preciso saber quién sería el responsable. ElSecretario ejecutivo de CLACSO se echó sobresus espaldas los «problemas» y los gastos de suinvitado.

Sorteada la madeja de contratiempos de lasrestricciones impuestas por el Gobiernode Estados Unidos para impedir quelos norteamericanos viajen a la Isla, elprestigioso lingüista del Massachusetts

Foto: Ahmed Velázquez

Page 7: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

muchos artículos publicados de esa maneraen esa sección. Pero muy pocos periódicosdentro de los EE.UU. aceptarían esos artícu-los para su publicación. No obstante, su apre-ciación es correcta. Eso significa una granapertura para la prensa fundamental y esun cambio significativo en cuanto a la con-ciencia. Después del 11 de septiembre, haocurrido una especie de apertura en la so-ciedad de Estados Unidos. La sociedad esta-dounidense es una sociedad muy haciadentro y no conoce mucho de lo que ocurreen el exterior, ni se interesa mucho por loque ocurre en el resto del mundo. Esto hizoestragos en la década de los 80 cuando eltema fundamental era la guerra contra Ni-caragua. Una buena parte de la gente enEE.UU. pensaba que el Gobierno de EE.UU.estaba apoyando al Gobierno nicaragüenseen su guerra contra la guerrilla. Mi esposa yyo visitamos Nicaragua en diversas oportu-nidades durante los años 80, porque mi hijay su familia vivían allá. Amigos de ella, per-sonas educadas, suponían que nosotros íba-mos a visitar a los contras y la razón de estepensamiento estaba en que siempre se decíaque EE.UU. apoyaba a los gobiernos en con-tra de las guerrillas. Ellos sabían que noso-tros teníamos unas ideas un poco locas y,por supuesto, seguro que íbamos a visitar alas guerrillas.

Los ataques terroristas del 11 de sep-tiembre llevaron a muchas personas a darsecuenta de que es mejor conocer un pocomás acerca del mundo y del papel desem-peñado por EE.UU. en el mundo. Eso ha ayu-dado a liberar las conciencias de muchaspersonas.

Un ejemplo de esto es que The New YorkTimes, después de las grandes manifesta-ciones que tuvieron lugar en febrero en contrade la guerra en Iraq, decía en su portada:«Ahora hay dos superpotencias en elmundo: el Gobierno de EE.UU. y la opi-nión pública mundial» y esto incluye unagran parte de lo que piensa de manera ge-neral la gente dentro del país.

Desafortunadamente, estos cambios nohan tenido el alcance que debieran tener. Elcaso de los cinco compatriotas cubanos ilus-tra muy bien este hecho. Prácticamente nadieconoce los detalles del caso, y la pequeñísimafracción de la población que lo conoce, pien-sa que estos cinco cubanos estaban allí parainformarles al Gobierno de la Isla y que estánvinculados al derribo de la avioneta. Existennumerosos ejem-plos de cuánto nosqueda por andaren ese sentido,para que exista unacomprensión rea-lista de lo que ocu-rre en el mundo ycuáles son las res-ponsabilidades dela gente en EE.UU.Pienso que al finalse l legará a unpunto en que ocu-rran esos cambiosfundamentales.

Usted pregun-ta sobre el caso deAznar y la pobla-ción española, yvoy a hablar de lapoblación españo-la de manera gene-ral. Esta relación puede demostrarse con elhecho de que Aznar decidió lustrar las botasde Bush y Blair al apoyar la guerra en Iraq,aun cuando el 80 por ciento de la pobla-ción española se oponía firmemente a estaguerra. El mundo se da cuenta de que élsigue las órdenes de Texas y no toma encuenta las opiniones de su propio país.fundamentales.

Después del 11 de septiembre, muchosgobiernos del mundo, influidos por EE.UU.,

se han dado cuenta de que tienen la posibi-lidad de imponer un control aún ma y o rs ob r e s u s poblaciones y aumentar la re-presión interna con el pretexto de la pro-tección contra el terrorismo. Este es unfenómeno de alcance mundial y desde haceunos años esta represión es aún mayor en elpaís Vasco. No obstante, debemos recono-cer que se han producido acontecimientospositivos en años recientes porque se ha lo-grado un nivel significativo de independen-cia económica en el país Vasco, en Cataluña yen otras partes de España. En ese sentido,España ha sido más avanzada queotrospaísesde Europa.

Con Chomsky en PogolottiFundado el 24 de febrero de 1911, el

barrio de Pogolotti, fue el primer barrio obre-ro de Cuba. Enclavado en el municipio haba-nero de Marianao y con un 80 por cientode su población perteneciente a la clase tra-bajadora, Pogolotti desde siempre ha tenidofama de ser un barrio marginal. De un tiem-po acá, sin embargo, Pogolotti ya no solo esmemorable por sus peleas solariegas o la famade sus santeros o espiritistas. El barrio ahorase vanagloria también de sus progresos so-ciales y así lo pudo constatar Noam Chomskyen un recorrido por esa comunidad que durógran parte de la mañana del jueves.

El importante intelectual norteamerica-no fue recibido por el presidente de la Asam-blea Nacional, Ricardo Alarcón en la CasaComunitaria y del adulto mayor de 57 y 92,un lugar, donde según la presidenta delConsejo Popular de Pogolotti, Odalis Vera-na, se realizan diferentes actividades conniños, jóvenes y adultos, pero que dirige sutrabajo fundamentalmente al adulto mayor.

Durante toda la mañana, una y otra vez,el lingüista y politólogo norteamericano, de-venido periodista improvisado, asediaría consus preguntas a sus anfitriones:

¿Hay mucha población de ancianos eneste barrio?

Este reparto se caracteriza por tener unagran población de ancianos y tenemos lasuerte de contar con un centro interdiscipli-nario de salud. �responde la Presidenta delConsejo Popular.

¿A partir de qué edad se considera a unapersona adulto mayor? �pregunta Carol.

A partir de los sesenta�

Chomsky yCarol intercam-biaron una cóm-plice mirada ycompart ieronuna carcajada.

Pero mien-tras recorre lascalles del barrioante la miradacuriosa de los ve-cinos, Chomskyse interesa porasuntos muchomás serios.

¿Qué es un Con-sejo Popular,cómo se llega aPresidente?

Tenemos 16circunscripcio-

nes �le explica la Presidenta mientras avan-zan caminando por el medio de la calle 55�.Luego que se eligen sus 16 delegados, ellosdeterminan quién los va a dirigir y así surgela dirección del Consejo Popular. Son variosbarrios, en el caso nuestro hay barrios yfincas.

¿Cuál es la función del Consejo res-pecto a la vida de los vecinos? �indagaChomsky.

Controla, fiscaliza las actividades admi-nistrativas, pero además aglutina, coordinay agiliza cualquier trámite de la población.

¿Pone servicios a disposición de la po-blación, tienen responsabilidad sobre las es-cuelas y centros de salud?

Sí y de las industrias, las empresas. Todolo que esté encla-vado en el terri-torio�

¿Cuál es aquíla principal fuen-te de trabajo?�pregunta e lpolitólogo.

La gente setraslada a otroslugares de la ciu-dad, no tenemosgrandes fábricas�le dice la Presi-denta.

En el recorri-do Chomsky visi-ta, además de uncentro comunita-rio de conserva-ción de alimentos,el consultorio mé-dico que está en laesquina de 100 y 57. El consultorio, un pe-queño apartamento de cuatro habitaciones,está ubicado en la planta baja de un edificio.

Él y su esposa quieren saber todo acercadel funcionamiento de este centro de aten-ción primaria de la salud. Luego de innume-rables preguntas sobre la lactancia maternay la atención a las madres embarazadas, diceChomsky:

¿Han tenido algún caso de desnutriciónentre los niños?

Solo uno �le responde la doctora delconsultorio. Su nombre es Marta ydebe tenerunos 30 años�, pero su desnutrición teníaque ver con una patología asociada.

¿Tienen problemas de enfermedadescontagiosas?

Existe un grupo de riesgo, pero es siste-máticamente atendido.

¿Enfermedades tropicales?Recientemente hubo un brote de

dengue, pero nosotros tuvimos muypocos casos.

Chomsky pregunta si es muy difícil parala población el acceso a la atención médica.

La gente viene y se les atiende lo antesposible �dice Marta.

Hace poco �dice Chomsky� tuve unsangramiento incontenible en la nariz. Alúnico lugar que podía ir, era al mejor hospi-tal de Boston. Tuve que esperar tres horaspara que me atendieran.

Esto es superior �dice Carol sonriente.

Esto no es el paraísoDespués de visitar la escuela primaria

Hermanos Montalvo, donde Chomsky ysus acompañantes se pusieron al tantode las más recientes reformas educacio-nales cubanas y de visitar el Joven Clubde computación de Pogolotti, la comitivavisitó el Centro Memorial Martin LutherKing Jr.

El reverendo Raúl Suárez, director de lainstitución religiosa, les sirvió a los visitan-tes de guía por las diferentes instalaciones yluego, en una de las habitaciones del centro,informó a Chomsky sobre la historia y lasfunciones del Memorial.

Sentados en un sofá, mientras toman unjugo de naranja, Chomsky y Carol escuchanal reverendo.

Tratamos de demostrar que la teologíade la liberación no pertenece al pasadoporquela razón de ser del pobre todavía existe. El es-quema que nos enseñaron los religiososnorteamericanos entró en crisis con el hu-manismo de la Revolución. Antes de termi-nar la década del 60, el 70 por ciento de lospastores se habían ido hacia los EE.UU.

Los que nosquedamos no te-níamos una baseteológica pararesponder a losdesafíos que nosplanteaba la nuevasituación. MartinLuther King nosenseñó que haysuficiente basebíblica y teológi-ca para vivir la feenunproyecto so-cialista muchomejor que en unpaís capitalista.Notenemos que de-cirle que creemosen la Revolución.La Revolución esuna alternativaal capitalismopor lo que tene-mos una base bí-

blica suficiente para sentirnos parte del procesorevolucionario. A veces, me emociono cuan-do defiendo la Revolución, y algunos norte-americanos me han dicho: «¿Entonces Cubaes el reino de Dios?». Yo les contesto conlos versos de una canción de un cantautorcubano que le canta a una mujer ideal. Éldice: «No es perfecta, mas se acerca a loque yo siempre soñé». Cuba no es el reinode Dios, pero ha demostrado que los idea-les cristianos pueden realizarse aquí en latierra, que no hay que esperar el cielo.

El reverendo le pide disculpas al intelec-tual norteamericano por el sermón. Chomskyasiente comprensivo. El día anterior, duranteel lanzamiento de su libro en el antiguo Pa-lacio del Segundo Cabo, había dicho: «Soyuna de las muchas personas que alrededordel mundo ha admirado el valor y el com-promiso del pueblo de Cuba para defendersu independencia ante acciones criminalesque se remontan a muchos años.

«Ahora, ya se sabe, cuán enorme ha sidola contribución de Cuba a la liberación deÁfrica, a la libertad y el desarrollo de otrospaíses, como es el caso de Venezuela hoy.En la actualidad, no hay ningún país en elmundo que, en este sentido, pueda com-pararse con Cuba. Sus contribuciones sonrealmente sorprendentes: la defensa deAngola contra la agresión Sudafricana yel envío de médicos a zonas remotas dondepocaspersonas trabajarían, para llevar a otroslos logros de la Revolución cubana. Loslogros que ha obtenido Cuba en la edu-cación, en la salud pública, ahora sirvenpara aliviar el sufrimiento de otros pueblos.He podido apreciar esas contribuciones através del contacto personal, de la calidezy el entusiasmo de un pueblo maravilloso.»

Después de tan ajetreada mañana, aChomsky, el hombre que según se dicesuele simultanear criterios en sus presen-taciones con miles de personas, se le notacansado. No obstante, antes de partir, almás reconocido crítico del Gobierno deEstados Unidos, todavía le quedan fuer-zas para contestar �para un documentalproducido por el Centro�, un racimo depreguntas sobre el movimiento antiglo-balización�

Ilustraci

ones: N

elson Po

nce

http://www.lajiribilla.cu/2003/n130_11/130_05.html

Page 8: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

Silvio, por lo general creas un disco nuevocada dos años, pero ahora ha transcurridoapenas año y medio de Expedición, y ya estásen el umbral del lanzamiento de tu más re-ciente producción discográfica. ¿Por qué lapremura?, ¿hay alguna razón que te lleve aesperar menos del plazo acostumbrado?

Sencillamente he compuesto un puñadode canciones que parecían articular una es-pecie de cuerpo y me dije: esto debe ser undisco. Y así fue.

¿Qué canciones lo conforman?, ¿cuálesde ellas son viejitas y cuáles son jovencitas ohasta recién nacidas?

Este es un disco de mis más recientes com-posiciones. Las más viejas son del año pasadoy las más recientes de a mediados de 2003.

¿Hay algunas de ellas que sean urgentes,como aquella que le dedicaste a Nicaragua aprincipios de los 80?

Hay dos o tres que tienen algo de esefuego debajo, aunque no las considero can-ciones contingentes, sino más bien reflexi-vas. Ciertos sucesos internacionales hanmotivado algunas, como el atentado a lastorres gemelas y luego la represalia contraAfganistán e Iraq. Hay que tomar en cuentaque el mundo es mucho más peligroso desdeentonces, que ahora el derecho internacio-nal es una materia mucho más volátil e inde-finida.

¿Qué elementos líricos y/o musicales hayen esta nueva producción que puedan resul-tar novedosos? Te lo pregunto porque túsueles sorprender a tu público con cada unode tus discos: vas del acompañamiento sim-ple �y complejo a la vez� con la guitarra, auna orquestación que, incluso, tú has conce-bido integralmente, como es el caso de tuanterior disco, Expedición.

En este caso las orquestaciones tambiénson mías, pero ahora con mucha economíade recursos. Casi todo el disco, exceptuandola canción «Cita con ángeles», lo hemos gra-bado entre solo dos o tres músicos. Me pare-ce un trabajo con cierto poder de síntesis. Noquiere decir que no haya elaboración. La hay,pero siempre desde una perspectiva austera,sobria.

A propósito del disco Expedición, su por-tada y el cuadernillo de las letras son peque-ñas obras de arte. ¿Cómo has concebido estoselementos extraacústicos en el nuevo disco?

Hay cierto sentido del humor en la gráfi-ca de este nuevo disco, pero en ese sentidoes mucho más «normal» que Expedición.

Según has declarado en varias ocasiones,sueles comenzar tus discos con una gran can-tidad de canciones; después entras a un pro-ceso de selección y eliminación hasta llegar auna cantidad adecuada. ¿Con cuántas co-menzaste en esta ocasión? ¿Por qué decidis-te llamar así al disco? Y, en síntesis, ¿cuál esel mensaje que quieres transmitir con él?

Solo faltan dos canciones del total de gra-badas. Una de ellas, porque después de hacercuatro versiones me di cuenta de que no esta-

ba terminada. La otra que quité es unacanción muy vieja, que quedó biengrabada, pero preferí dejarla parael disco que estoy haciendo ahora,

que es una selección de canciones compues-tas entre 1965 y 1968. Digamos, el que hu-biera podido ser mi primer disco, de habertenido la oportunidad de hacerlo entonces.

A este trabajo lo titulé Cita con ángeles,además de por el título de una canción queva en el disco, porque creo que todo esteperíodo composicional mío ha sido supervi-sado al menos por un angelito (o más bienuna angelita1).

Silvio, a estas alturas de tu carrera y de tuvida, ¿todavía tienes que enfrentar la censu-ra �sea esta del gobierno (por parte de fun-cionarios en tu país o en algún otro), de losmedios de comunicación, de las casas dis-queras o de los distribuidores� o, peor aún,la autocensura?, ¿o es que esos son demo-nios que ya lograste exorcizar?

En mi caso, solo me autocensuro cuandocreo que no estoy sacándole el máximo a unatemática. Ahí prefiero callarme hasta que sepaexplicarme mejor. Pero es cierto que existenmuchos tipos de censura, como tú señalas,algunas incluso de las que se habla menos,como la que impone el control de las gran-des compañías. En mi caso, sigo haciendoproducciones independientes que cada vezcuesta más trabajo «colar» en un espacio tancontrolado por las corporaciones. Tambiénrecuerda que vivo y defiendo un país califica-do por la Casa Blanca como parte de un hi-potético «eje del mal». Me cuestionan elhecho de no renunciar a la Revolución cuba-na, no solo en lo que depende directamen-te de los EE.UU. Este año algunas agresioneshan llegado también del otro lado del Atlán-tico, incluso mediante artistas reconocidos.Puedes estar invitado a tocar música clásicaen una convención y no aparecer tu visa, comole pasó a una colega. Si habías sido invitadoa integrar un disco colectivo, de pronto tecomunican que ya no estás, cosa que mepasó. Mira lo de los Grammy latinos y el terrorporque Cuba participe. Todo eso es censura.En estos momentos hay muchos medios ymucha gente cómplice de eso.

Aunque has declarado en diversas opor-tunidades que te has retirado de los escena-rios, has seguido presentándote en diversosforos dentro y fuera de Cuba (por ejemplo,en Guadalajara a fines del año pasado, en LaHabana a mediados de este, y en Chile haceapenas un mes). ¿Piensas seguir así, apare-ciendo esporádicamente en conciertos colec-tivos?, ¿no tienes contemplado realizar unagira para hacerle promoción al disco?

Para lo que no consigo animarme es parala reinserción en los circuitos comerciales dela música. Desde hace cuatro años he cantado

«Vivo y defiendo un país calificado por la Casa Blanca como parte de un hipotético ´eje del mal´. Me cuestionan elhecho de no renunciar a la Revolución cubana, no solo en lo que depende directamente de los EE.UU. Este añoalgunas agresiones han llegado también del otro lado del Atlántico, incluso mediante artistas reconocidos. Mira, porejemplo, lo de los Grammy latinos y el terror porque Cuba participe. Todo eso es censura».

Silvio Rodríguez

solo en actividades no lucrativas. No afirmoque no vaya a volver. Puede que me embullemás adelante.

A ver si esta lista está completa: eres Di-putado del Pueblo, productor y promotor mu-sical, colaboras en diversos proyectosdiscográficos a los que te invitan, participasen recitales colectivos para diversas causas,compones, grabas, el año pasado impulsas-te y organizaste un seminario sobre la trovacubana y, además, por si esto fuera poco, denuevo eres padre de familia. ¿Cómo lograsconciliar todas estas actividades, cómo pue-des atender todas las exigencias, presiones,responsabilidades? Más aún, ¿cómo lograsque el tiempo te rinda, que el tiempo te al-cance para todo esto?

Comprimiéndome por unos lados y esti-rándome por otros, diciendo que no parapoder decir que sí, como es la vida.

Dicen que «Nadie es profeta en su tierra»,sin embargo, hace unos días, tú y otros 30trovadores cubanos recibieron de manos delComandante Fidel Castro el diploma al Méri-to Artístico ¿Qué representa para ti este re-conocimiento?

El Instituto Superior de Arte (ISA), al ini-ciar cada año su curso escolar, suele entregaresos diplomas a una especialidad diferentede las artes, según explicó la Rectora de esaInstitución. Para el comienzo del curso de2004, que fue en septiembre, decidieron quefuera a la trova. El Ministro de Cultura sueleir a esos actos, pero tenía una pequeña afec-ción y no podía estar presente. La noche an-terior, entre muchas otras cosas queconversaron, le dijo a Fidel que al día siguien-te se inauguraba el nuevo curso del ISA y quese le iba a hacer un pequeño homenaje a lostrovadores. Fidel, según contó él mismo, fueen sustitución del ministro Abel Prieto y esta-ba allí por pura casualidad. Esa casualidadfue la causa del feliz gesto de entregarnoslos diplomas. Parece una estrofa de «Causasy azares».

En los inicios de tu carrera, durante algu-nos meses condujiste el programa de televi-sión Mientras tanto, que era también elnombre de una de tus primeras composicio-nes. En ella dices, entre otras cosas: «cuandopueda / haré un gran bulto de canciones yme iré, / que cuando pueda seré viejo y ya nocantaré, / que cuando pueda mi guitarra noacariciaré. / Pero mientras tanto, / pero mien-tras tanto, / yo tengo que hablar, tengo quevivir, / tengo que decir lo que he de pensar. /Mientras tanto, / ay, pero mientras tanto / yotengo que hablar, cantar y gritar / la vida, elamor, la guerra, el dolor. / Y más tarde / guar-daré la voz». Espero que los ángeles y arcán-geles te protejan para que ese día no lleguey nos sigas regalando tus conjuros hechoscanción.

Lo de irme va a tener que ser, nos guste ono. Lo de ser viejo y ya no cantar, es posible.Pero lo de dejar de acariciar la guitarra lo veomás difícil.

Notas:1. Se refiere a Malva, su hija, que nació hace unos meses.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n130_11/130_07.html

Eduardo ValtierraMéxico

Ilustración:Darien&Sarmiento

habla sobre su último disco

Page 9: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

De seguro no fue azaroso que en mi viaje hacia Matanzas algo insólito me ocurriera. Comencé a ver una carretera quenunca había visto. Al llegar a Matanzas le di una explicación lógica a lo que tanto me perturbaba al punto de pedirle al choferque me explicara por qué había tomado por esa angosta calle. En definitiva, mi altura y posición en la guagua camino aMatanzas habían hecho que mis ojos miraran a la ancha Vía Blanca como una estrecha callejuela recién descubierta por mí,rodeada de árboles y senderos ocultos que me abrían otros paisajes llenos de perplejidad, rincones donde echaría mi vida entierra. Al parecer ya venía gestándose en mi inconsciente un cambio de perspectiva, una nueva forma de mirar los espacios.

Con esta experiencia en mi piel llegué a Matanzas y al taller de teatro de calle que el maestro Juan Carlos Moyano y la actrizClara Inés Ariza impartirían durante cinco días en la ciudad.

El primer día del taller descubrí que desde el inicio el sentido de las jornadas de trabajo sería justamente develar ante mispupilas las nuevas calles que la memoria conservaba de Matanzas. Matanzas no sería Matanzas. Sus calles ya no serían sushabituales calles y sus parques serían otros.

Día 1Día 1Día 1Día 1Día 1Acción 1Acción 1Acción 1Acción 1Acción 1En la sede de El Mirón Cubano nos encontramos todos los participantes: los actores del grupo matancero junto a un

representante de Andante y dos de Gigantería. Yo me encargaría de recoger lo que sucedería en adelante.Allí, en un discurso de bienvenida, Moyano nos ofrece las dos claves con las que trabajaríamos el taller:El uso escénico del espacio público y las posibilidades escenográficas de la arquitectura urbana. Entendido el espacio

público como espacio no concebido per se para la representación.La estructura dramática o dramatúrgicaEn esta conversación inicial en el estrecho patio de El Mirón, Moyano propone el Parque de La Libertad como sitio para

la demostración del ejercicio final del taller. Las razones son el poco tránsito, las condiciones opuestas a la calle 23, en LaHabana, lugar donde se expuso el ejercicio del anterior taller; tiene suficientes elementos escenográficos, y es una referen-cia importante para la ciudad. A nivel temático el maestro sugiere trabajar a partir de versos de José Martí, Dulce MaríaLoynaz y Carilda Oliver Labra. Para la Loynaz, como para Matanzas, el elemento agua es recurrente en su obra poética yalude a pureza, transparencia, vida. Carilda está unida a la ciudad por su poesía erótica, donde la cita a la humedad de loscuerpos se presenta más de una vez en su obra; también ha incidido su relación vital que hacen de ellas un solo cuerpo.Martí, pues es su figura quien centra la plaza con una enorme escultura del poeta; sería una especie de homenaje.

La construcción dramática, teniendo en cuenta los textos de los cuales parte, sería, como denominó Moyano, poemática y nonarrativa. También se habla de elaborar el ejercicio a partir de posibles antónimos de Matanzas: vida, nacimiento, vitalidad.

Como recurso técnico expresivo se empleará el zanco; elemento este que no fue usado en el anterior taller y que le ofreceráuna dinámica de intervención distinta.

Se piensa también en la incorporación de elementos complementarios: música afrocubana, un violinista, un coro, ungrupo de danza.

Acción 2Acción 2Acción 2Acción 2Acción 2En la plaza. Se suben a la pérgola que custodia un flanco del parque. Se sitúan entre los rectángulos vacíos que conforman

su techo. La gente se detiene. Los actores buscan un lugar y respiran. Comienzan a familiarizarse con el estrecho sitio de apoyo.Clarita desde abajo les da indicaciones para la respiración y la concentración. Tienen ya una perspectiva del sitio de represen-tación. Poco a poco irán penetrando en él. Los actores comienzan a hacer pequeños movimientos. Ejecutan ejercicios de voz.También hay gente que pasa y no mira; otros quizás miren por primera vez hacia arriba. Otros ni se atreven a pasar por debajode la pérgola. A una orden de Moyano comienzan a decir en altísima voz versos de Martí. Cantan también la «Guantanamera»:la gente que pasa sonríe. Un turista seguramente hace la foto del día. Cada vez hay más gente mirando a lo alto. Ahoracomponen imágenes entre ellos, entre el riesgo y el equilibrio de los cuerpos. Algunos se atreven a correr, a trasladarsevelozmente; otros permanecen sentados y no intentan pararse: sería elevarse sobre el vacío, un vacío que tomará sentido. Lapérgola es un puente, un puente que cruza la gran ciudad, que atraviesa la vida de su gente y los obliga a comunicarse, a mirarse,ahora el que cruza el parque está navegando en los afluentes que parten Matanzas. El riesgo aumenta. Terminan el ejerciciosobre la pérgola con un «grito salido de lo más profundo de las entrañas del espíritu» �como ha indicado el maestro� queatraviesa el parque y choca contra la pared del edificio del Ayuntamiento, construido el mismo año en que nació Martí.

Han bajado. Ahora todos, en el piso, trabajan con una larga banda elástica. Crean figuras, tensan el cuerpo, se funden,terminan en un amasijo de piel y carne. Esta imagen será desechada durante el ejercicio final.

El trabajo se divide. Un actor y una actriz se van con Clarita para trabajar en la estatua de Martí y en el símbolo de la Libertadque corona el parque. El resto que no llega a una decena, se suben en los zancos y recorren las cuatro calles que flanquean laplaza pública. Todo termina al mediodía. Ahora comenzará a andar la idea por las calles.

Zoila SablónCuba

Ilustración: Darien

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/proscenio.html

Page 10: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

Concurso Internacional deEnsayoPensar aContracorriente

viene de la página primeraPero la Revolución por excelencia sigue

siendo la francesa. Y esa Revolución no podíadejar de tener grandes repercusiones en lascolonias francesas en el Caribe, no solo peroparticularmente en Saint-Domingue. Y decíaque nosotros los cubanos tenemos el honor deque uno de nuestros mayores escritores nos hatrasladado experiencias de esas trepidaciones.Pienso, naturalmente, en Alejo Carpentier, cuyasnovelas El reino de este mundo, publicada en1949, y El Siglo de las Luces, publicada en 1962,son versiones dramáticas que nos permitenconocer desde dentro, como solo el arte puedehacerlo, lo que fueron esas trepidaciones. Otrode nuestros grandes escritores, Nicolás Guillén,publicó en 1948 su fuerte y delicada Elegía aJacques Roumain en el cielo de Haití, sobre esaadmirable figura de la intelectualidad y de lapolítica haitianas, quien le decía a Nicolás enel poema: «Haití es una esponja empapadaen sangre».

Pues bien, es imprescindible recordar lossucesos principales de la Revolución francesaen sus dos vertientes: lo que pudiéramos llamarla vertienteascendente o progresista y la vertien-te descendente u opresora. El 14 de julio de1789, como sabemos de sobra, se produjo laToma de la Bastilla, y se ha considerado esacomo la fecha inicial de aquella Revolución. El20 de agosto de ese año se emitió la Declara-ción de los Derechos del Hombre y de los Ciu-dadanos. En 1791, la Asamblea francesaextendió los derechos de representación a todoslos colonos. Ese año, en medida considerableprovocadas por situaciones internas, por elhorror de la esclavitud, que había sido natural-mente impugnada por los esclavos desde elprimer momento (de la misma manera que losamerindios impugnaron desde el primer mo-mento las distintas formas de esclavitud a quese les sometió), y además, en el caso de Saint-Domingue, por los vientos renovadores que lle-gaban de Francia, ese año, 1791, se producengrandes insurrecciones de esclavos en el nortede Saint-Domingue; y esto se considera el ini-cio de lo que iba a ser la Revolución de Saint-Domingue o, como decimos ahora, laRevolución haitiana. La ciudad Cap Français fueincendiada hasta las raíces por los esclavos,quienes habían acometido un nuevo rechazode la opresión, rechazo que esta vez iba a con-vertirse en una revolución de independencianacional. En América ha habido muchísimasrevueltas de esclavos. Cuando se inauguró unmonumento en homenaje a una de esas re-vueltas en Triunvirato, en la provincia cubanade Matanzas, recuerdo la emoción con que es-cuché a Fidel hablar de nosotros, los descen-dientes de esclavos. Es decir, una de las raícesdel movimiento social en nuestro continenteestá dada por esas revueltas de esclavos, comootra de las raíces está dada por las revueltasindígenas.

En 1792 la monarquía francesa, Luis XVI,cae y se proclama la República Francesa. Losjacobinos, el ala izquierda (esta división entreizquierda y derecha, que se convirtió despuésen clásica, procede de la Revolución francesa,de donde se sentaban radicales en un lado ymoderados en otro); los jacobinos, digo, la iz-quierda de la Revolución francesa, decretanderechos políticos iguales para todos los negroslibres y los mulatos; lo cual, desde luego, provo-ca repercusiones enormes en Saint-Domingue,donde la mayoría de la población era negra;

donde existían los grandes blancos�los grandes propietar ios�,los pequeños blancos �que notenían propiedades tan vastas�,

los mulatos, los negros libres y, sobre todo, losesclavos negros.

Entre 1792 y 1793 Francia entra en guerracon Austria, Prusia, Gran Bretaña y Holanda, yse siente amenazada por España. Es un mo-mento dramático. La Asamblea francesa envíatres representantes a Saint-Domingue: el másseñalado de ellos, Sonthonax.

Saint-Domingue, como se ha dicho, era unacolonia riquísima, y muchos otros países queríanrobar esa riqueza. Sonthonax, arrinconado entrela espada y la pared, toma el 29 de agosto de1793 una medida que la humanidad tendráque celebrar como celebra otras fechas extraor-dinarias: publica el decreto de emancipacióngeneral de los esclavos en el norte de Saint-Domingue. Un hecho de esa naturaleza y deesa magnitud no había ocurrido en el mundohasta ese momento. El 29 de agosto de 1793,repito, tendrá que ser celebrado por la huma-nidad como una de sus grandes fechas. No ol-videmos que la guerra de independencia, porotra parte notable, de las Trece Colonias, quese inicia en 1775, que produce al año siguientesumagníficaDeclaración de Independencia, es-crita por Thomas Jefferson, y que culmina en1783 con el Tratado de Versalles cuando Ingla-terra acepta la independencia de las Trece Co-lonias, que pasarían a llamarse los EstadosUnidos de América; esta importante guerra re-volucionaria que logra la independencia delprimer país en América, deja, sin embargo, in-tocada la esclavitud. O sea, que aquellas her-mosas palabras de la Declaración según lascuales todos los hombres habían sido creadosiguales por Dios, en realidad sólo se aplicabana los blancos, y de preferencia, si no con exclu-sividad, a los blancos ricos y varones. En cambio,en Saint-Domingue se produjo la emancipaciónde los esclavos negros. Recuerden que en aque-lla época las comunicaciones eran muy lentas:no había manera de comunicarse con Francia;de manera que en un momento sumamentedifícil, Sonthonax, sin consultar a nadie, tomala decisión, el 29 de agosto, de decretar la eman-cipación de los esclavos negros en Haití. Aunquevoy a hablar de esto después, no quiero dejarde mencionar aquí una comparación muy cu-riosa, hecha por un escritor notable, sobre todoun escritor de ficción pero que escribió tambiénensayos históricos: Juan Bosch. Hablando delCaribe, al que llama «frontera imperial», dijoBosch que Sonthonax, el 29 de agosto de1793, se encontraba en la misma situación enque se iba a encontrar, el 16 de abril de 1961,otro caribeño famoso, Fidel Castro. Sabiendoentonces que dentro de unas horas su país ibaa ser invadido por el imperio más poderoso delmomento, Fidel proclamó el carácter socialistade la Revolución cubana. Para Bosch, si Sonthonaxno hubiera decretado la emancipación de losesclavos negros y Fidel no hubiera decretado elcarácter socialista de la Revolución cubana,ambos hubieran sido derrotados y deshonra-dos. Los guió, dijo Bosch, la lógica del Caribe.

Ese año, 1793, en Francia es muy duro; esconocido como el Año del Terror. Se produce lapurga y la ejecución de muchos girondinos,pero todavía no se produce la aceptación por laAsamblea francesa de la medida que Sonthonaxhabía tomado. Habría que esperar hasta el 4 defebrero de 1794 para que la Asamblea france-sa decretara la abolición de la esclavitud, unagran medida de esa gran Revolución. Entoncesla Asamblea está dominada por los jacobinos,pero no va a estarlo por mucho tiempo más. El28 de julio de ese año 1794 son guillotinadosRobespierre, Saint Just y otros jacobinos.

En 1795, por el Tratado de Basilea, Españacede Santo Domingo a Francia. El 22 de agos-to, se decreta en Francia la ConstituciónThermidoriana. La Revolución francesa co-mienza a cambiar de signo. Ya no es una revo-lución generosa, capaz de proclamar laabolición de la esclavitud; pasa a ser la revolu-ción cautelosa primero, francamente conserva-dora después, que trabaja en beneficio no dela humanidad, no de los derechos del hombre,sino de una clase emergente y rapaz: la bur-guesía. Y la Constitución Thermidoriana es tes-timonio evidente de esto. El 26 de octubre sedisuelve la Asamblea Nacional y en noviembrese crea el Directorio. Ese mismo año, 1795, im-pulsadas sobre todo por el aliento de las luchasrevolucionarias que tienen lugar en Saint-Domingue, ocurren grandes rebeliones deesclavos en otros lugares del Caribe, comoCuba,como Venezuela, como varias islas de las Anti-llas Menores.

En 1797, el 2 de mayo, es nombrado Go-bernador General la extraordinaria figura quefue Toussaint Louverture, un hombre que habíasido esclavo y llegó a ser General y a organizarun gran ejército. En 1799 Louverture ocupa elSanto Domingo que había pertenecido a Espa-ña. Pero ese mismo año Napoleón disuelve elDirectorio y se convierte en el hombre fuerte deFrancia. A Napoleón se le atribuye haber dichoa propósito de su presencia en la Revoluciónfrancesa que había terminado la novela y habíacomenzado la historia; es decir, terminaban lossueños generosos que hacen que la Revolu-ción francesa siga siendo para nosotros un mo-mento señero de la humanidad, y comenzabala historia bajo el puño férreo de Napoleón, aquien volveré a referirme. El 8 de julio de 1801,Toussaint Louverture proclama una nuevaConstitución para Saint-Domingue. EnesaCons-titución,porsupuesto, la esclavitud no tiene lugar.Pero ese mismo año, Napoleón envía a Saint-Domingue, con vistas a aplastar a los revolucio-narios de allí, encabezados por ToussaintLouverture, a su cuñado Leclerc. Es un ejércitopoderosísimo el que Napoleón envía a Saint-Domingue con el intento de aplastar a los quehabían sido negros esclavos y eran en esos mo-mentos, paradójicamente, los portadores porexcelencia de los criterios de libertad, igualdady fraternidad que habían nacido en Francia yallí habían sido traicionados. Leclerc era cuña-do de Napoleón, porque estaba casado conPaulina Bonaparte, y precisamente en El reinode este mundo, Alejo Carpentier nos ha pre-sentado escenas muy interesantes de PaulinaBonaparte, desnuda, recibiendo masajes de unesclavo negro, en condiciones que no puedenmenos que entusiasmar.

El ejército de Leclerc, repito, era poderosísi-mo. ¿Por quéNapoleón envía tal ejército a Saint-Domingue? Es que Napoleón tiene el proyectode establecer un gran imperio colonial francésen América, que fuera desde la Luisiana �queen esos momentos se encontraba en manosfrancesas� hasta Saint-Domingue, riquísima,y hasta las islas colonias francesas del Caribeque eran también riquísimas. Y era menesteraplastar la Revolución en Saint-Domingue parahacer realidad ese proyecto suyo. En 1802, el27 de abril, Napoleón emite el decreto que res-tablece la esclavitud y la trata de negros en lasAntillas francesas. Solo si se conoce esto, el papelque desempeñóNapoleón en el Caribe, se com-prende lo que nosotros los caribeños pensa-mos de Napoleón. Cuando leemos a figurasprogresistas, muy progresistas, de Europa ha-ciendo el elogio de Napoleón, no podemosacompañarlos en ese elogio; y, en cambio, en-tendemos perfectamente que José Martí hayaescrito en uno de sus Versos libres, hablandode Los Inválidos, donde están los restos de Na-poleón, este verso memorable: «El corso vil, elBonaparte infame». No podemos menos quepensar eso del hombre que volvió a establecerla esclavitud en el Caribe y la trata de negros. Esuna perspectiva caribeña, lamisma desde la cualAlejo Carpentier escribió El Siglo de las Luces.He tenido discusiones con algunos amigos fran-ceses que me han preguntado por qué Alejo

presenta en El Siglo de las Luces de tal maneralas acciones de Napoleón. ¿Y cómo las va apresentar? ¿Cómo podemos presentar noso-tros los caribeños a una figura que restablecela esclavitud, abolida por la Revolución france-sa en ascenso y restablecida por la Revoluciónfrancesa en su etapa conservadora? Desgra-ciadamente,el6demayodeeseaño1802,ToussaintLouverture, engañado, acepta las propuestas deLeclerc �en cierta forma se rinde ante él� y esenviado el 7 de junio a Francia, donde es encar-celado en el Fuerte de Joux. En 1803, el 7 deabril, en ese Fuerte morirá Toussaint Louverture,ignorando lo que estaba ocurriendo y, por su-puesto, lo que iba a ocurrir como consecuenciade sus hazañas. Ese año 1803, en cumplimien-to del decreto napoleónico, la esclavitud es res-tablecida en las colonias francesas, lo que haceque muchos dirigentes político-militares deSaint-Domingue que habían vacilado pensan-do que Leclerc llevaba proyectos de indepen-dencia a Saint-Domingue, comprendan que elloera completamente falso, que lo que llevabaeran proyectos para restablecer la esclavitud.

Leclerc murió de resultas de una enferme-dad tropical, y la versión oficial de Occidente, esdecir, del capitalismo, es que fueron las enfer-medades tropicales las que vencieron a las tro-pas francesas, pero la realidad monda y lirondaes que fueron los ex esclavos los que las derro-taron en1803.Demanera que cuandonoquedamás remedio que aceptar por la historia oficialeuropea que las tropas napoleónicas fueronvencidas en España y en Rusia �como se sabede sobra�, se suele callar que antes que enEspaña y Rusia, las tropas napoleónicas fueronvencidas en el Caribe; fueron vencidas en Saint-Domingue, y no por los mosquitos, sino porlos ex esclavos. Los mosquitos hicieron su parte�bienvenida sea�, pero fueron los ex escla-vos, los generales que habían sido esclavos yhabían crecido hasta ser generales, los que ven-cieron a las tropas de Leclerc. O sea, que esaforma extrema que representaba Napoleón delOccidente tuvo que morder el polvo de la de-rrota antes que en España y Rusia, en el Caribe.De resultas de esa derrota de las tropas france-sas, el primero de enero de 1804 se proclamala independencia de lo que ya no se iba a lla-mar más Saint-Domingue, sino que, como dijehace poco, de la noche a la mañana, en unrelámpago, volvió a llamarse Haití, como se lla-maba originalmente el país.

Jean Jacques Dessalines, quien tras lamuertede Louverture llega a ser el General en Jefe delas tropas independentistas, tenía un secreta-rio muy singular, llamado Boisrond Tonnerre.Parece que al nacer se produjo una tormenta,quizá un ciclón gigantesco �«tonnerre» es untrueno�, y el padre decidió incluir ese truenoen su nombre. Fue una figura interesantísima ymuy discutida. Amí me apasionamucho. Él fuesecretario de Dessalines y escribió la proclamade la independencia de Haití y también el dis-curso que a continuación de la proclama dio aconocer, como General en Jefe, Dessalines. Hetraducido del francés en que se escribieronambos textos. Helos aquí:

Ejército IndígenaProclamación de la independencia de HaitíLibertad o muerte

Año primero de la independenciaHoy, primero de enero de mil ochocientos

cuatro, el General en Jefe del Ejército Indígena,acompañado de los generales, jefes del ejérci-to, convocados al efecto de tomar las medidasque deben tender a la felicidad del país.

Después de haber hecho conocer a los ge-nerales reunidos sus verdaderas intenciones deasegurar para siempre a los indígenas de Haitíun gobierno estable, objeto de su más viva so-licitud; lo que él ha hecho por medio de undiscurso que tiende a hacer conocer a las po-tencias extranjeras la resolución de hacer al paísindependiente, y de disfrutar de una libertadconsagrada por la sangre del pueblo de estaisla; y después de haber recogido los parece-res, ha pedido que cada uno de los generales

Page 11: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

reunidos pronunciara el juramento de renun-ciar para siempre a Francia, de morir antes quevivir bajo su dominación, y de combatir hasta elúltimo suspiro por la independencia.

Los generales, penetrados de estos princi-pios sagrados, después de haber dado con unavoz unánime su adhesión al proyecto bien ma-nifiesto de la independencia, han jurado todosante la posteridad, ante el universo entero, re-nunciar para siempre a Francia y morir antesque vivir bajo su dominación.

Hecho en Gonaïves, este primero de enerode 1804, y el primer día de la Independencia deHaití.

Firman:Dessalines, general en jefe;Christophe,Petion, Clervaux, Geffrard, Vernet, Gabart, ge-nerales de división; P.Romain, E. Gerin, F. Capoix,Daut, Jean-Louis Frrançois, Ferou,Cange,L.Bazelais,MagloireAmbroise, J. J. Herne, Toussaint Brave,Yayou, generales de brigada; Bonnet, F. Papalier,Morelly, Chevalier, Marion, ayudantes-genera-les; Magny, Roux, jefes-de-brigada; Charairon,B. Loret, Quene, Markajoux, Dupuy Carbonne,Diaquoi elmayor, J. Raphael,Malet,Derenon-Court,oficiales del ejército; y Boisrond-Tonerre, secretario.

Y, de inmediato, el discurso de Dessalines:

El General en Jefe al pueblo de HaitíCiudadanos:No basta con haber expulsado de nuestro

país a los bárbaros que lo han ensangrentadodurante dos siglos; no basta con haber puestofreno a las facciones siempre renacientes quese burlaban, unas tras otras, del fantasma delibertad que Francia colocaba ante vuestrosojos; es necesario, por medio de un acto últi-mo de autoridad nacional, asegurar para siem-pre el imperio de la libertad en el país que nosvio nacer; es necesario arrancar al gobierno in-humano que mantiene desde hace tanto tiem-po a nuestros espíritus en el letargo máshumillante, toda esperanza de dominarnos; esnecesario, en fin, vivir independientes o morir.

Independencia o muerte... Que estas pala-bras sagradas nos vinculen, y sean señal de com-bates y de nuestra reunión.

(De manera que nuestra expresión Patria oMuerte tiene antecedentes muy evidentes en elcaso haitiano.)

Ciudadanos, mis compatriotas, he reunidoen este día solemne a estos valientes militaresque, a punto de recoger los últimos suspirosde la libertad, prodigaron su sangre para sal-varla; estos generales que han guiado vuestrosesfuerzos contra la tiranía, no han hecho aúnbastante por vuestra felicidad. El nombre francéslugubra todavía nuestra tierra.

(Boisrond Tonnerre inventó la palabra lu-gubrar: en francés, lugubrer. Él era no solo unrevolucionario de ideas, sino un revolucionarioverbal, y he dejado así la expresión: «el nombrefrancés lugubra todavía nuestra tierra». Otrastraducciones dicen oscurece. Hay que dejarlugubrar.)

Aquí todo trae el recuerdo de ese pueblobárbaro: nuestras leyes, nuestras costumbres,nuestras ciudades, todo lleva aún el sello francés;¿qué digo? hay aún franceses en nuestra isla, yvosotros os creéis libres e independientes deesa república que ha combatido a todas lasnaciones, es cierto, pero que jamás ha vencidoa los que han querido ser libres.

¡Y bien!, víctimas durante catorce años denuestra credulidad y nuestra indulgencia, ven-cidos, no por ejércitos franceses sino por latriste elocuencia de las proclamas de sus agen-tes; ¿cuándo dejaremos de respirar su mismoaire? ¿Qué tenemos de común con ese puebloverdugo? Su crueldad comparada con nuestrapatente moderación; su color con el nuestro;la extensión de los mares que nos separan,nuestro clima vengador, nos dicen suficien-temente que ellos no son nuestros hermanos,que no lo devendrán jamás, y que si encuen-tran asilo entre nosotros, seguirán siendo losmaquinadores de nuestros problemas y denuestras divisiones.

Ciudadanos indígenas, hombres, mujeres,niños, pasead la mirada sobre todas las partesde esta isla; buscad en ella vosotros a vuestras

esposas, vosotras a vuestros maridos, vosotrasa vuestros hermanos, vosotros a vuestras her-manas, ¿qué digo?, ¡buscad allí a vuestrosniños,vuestros niños de pecho! ¿En qué se han trans-formado?... Me estremezco al decirlo... En pre-sa de esos cuervos. En lugar de estas víctimasdignas de atención, vuestro ojo consternadono percibe más que a sus asesinos, más que alos tigres todavía ahítos de sangre, y vuestraculpable lentitud para vengarlos. ¿Qué espe-ráis para apaciguar sus manes?; pensad quehabéis querido que vuestros restos reposaranjunto a los de vuestros padres, en el momentoen que abatisteis la tiranía; ¿bajaréis a la tumbasin haberlos vengado? No, sus osamentas re-chazarían a las vuestras.

Y vosotros, hombres invalorables, genera-les intrépidos que, insensibles a las propiasdesgracias, habéis resucitado la libertad prodi-gándole toda vuestra sangre, sabed que nadahabéis hecho si no dais a las nacionesunejemploterrible, pero justo, de la venganza que debe ejer-cer un pueblo orgulloso de haber recobrado sulibertad, y celoso de mantenerla...

Que tiemblen al abordar los franceses nues-tras costas, si no por el recuerdo de las crueldadesque en ellas han ejercido, al menos por nuestraterrible resolución, que tomaremos, de condenara muerte a quien, nacido francés, ose hollar consu planta sacrílega el territorio de la libertad.

Hemos osado ser libres, osemos serlo pornosotros mismos y para nosotros mismos; imi-temos al niño que crece: su propio peso rompelos andadores que se tornan inútiles y trabansu marcha. ¿Qué pueblo ha combatido pornosotros? ¿Qué pueblo quisiera recoger losfrutos de nuestros trabajos? ¿Y qué absurdodeshonroso es el de vencer para ser esclavos?¡Esclavos!... Dejemos a los franceses este epí-teto calificativo: han vencido para dejar de serlibres.

Marchemos sobre otras huellas, imitemosa los pueblos que, llevando su celo hasta elporvenir, y temiendo dejar a la posteridad elejemplo de la cobardía, han preferido ser exter-minados antes que borrados del concierto delas naciones libres.

Y tú, pueblo demasiado tiempo infortuna-do, testigo del juramento que pronunciamos,recuerda que conté con tu constancia y tu cora-je cuando me lancé a la carrera de la libertadpara combatir el despotismo y la tiranía contralos cuales tú luchaste desde hace catorce años;recuerda que todo lo sacrifiqué para correr entu defensa: padres, hijos, fortuna, y que ahorami única riqueza es tu libertad; mi nombre llenade horror a todos los pueblos que desean laesclavitud, y los déspotas y los tiranos no lopronuncian sin maldecir el día que mevionacer;y si alguna vez rehusaras o murmuraras de lasleyes que el genio que vela por tus destinos medictará para tu bienestar, merecerías la suertede los pueblos ingratos.

Pero lejos de mí esta horrible idea; tú serásel sostén de la libertad que amas, el apoyo deljefe que te conduce.

Presta pues el juramento de vivir libre e in-dependiente, y de preferir la muerte a todo loque tendería a volverte al yugo. Jura en fin per-seguir para siempre a los traidores y a los ene-migos de la independencia.

Jean-Jacques DessalinesDespués de la derrota de Leclerc, Napo-

león vio hecho trizas su proyecto de imperiocolonial francés en América, y decidió, con-trariando lo que había acordado con España

�cuando España cedió a Francia la Luisiana�,vender la Luisiana, que era un territorio enor-me, a los EE.UU., con una condición, una pe-queña condición: que el Gobiernode losEE.UU.se sumara al Gobierno francés en el terriblebloqueo que Napoleón iba a imponer a Haití.No tengo que decirles que el Gobierno de losEE. UU. aceptó jubiloso la propuesta�pareceque los bloqueos son muy atractivos para losgobiernos de ese país�,ysesumaronalbloqueoqueNapoleón le hizo a Haití. Sobre este puntohay unas páginas que les recomiendo viva-mente en el libro de un gran historiador cu-bano, Ramiro Guerra �un historiadorconservador, no es un historiador radical, noes un historiador de izquierda, no es un his-toriador jacobino. El libro se llama La expan-sión territorial de los Estados Unidos aexpensas de España y de los países hispano-americanos. Ese libro se publicó en Madriden 1935, porque Ramiro Guerra estaba en eldestierro. Había sido ministro de la Presiden-cia de Machado, un presidente tiránico deCuba, y tuvo que abandonar Cuba a la caídade Machado, en 1933, en el mismo avión enque el tirano se fue para las Bahamas. Para-dójicamente, este hombre que tenía ese cargotan pocohonorable era, sin embargo, un hom-bre honrado. Era un hombre que no robabay, desde luego, no mataba. Además, era unnacionalista y, por tanto, enemigo de la ex-pansión imperialista de los EE. UU. Ese libroque tuvo que escribir en el destierro, es unlibro que fue fundamental para muchísimosrevolucionarios cubanos, como lo había sidoya otro que escribió y publicó siendo ministrode Machado; un libro excelente publicado en1927, sin el cual no es dable entender a Cuba,se llama Azúcar y población en las Antillas.Se daba la paradoja de que este libro era unaobra de cabecera de los revolucionarios cu-banos más radicales que luchaban contraMachado. Es un libro que muestra cómo ellatifundio hizo un daño fatal a países de laspequeñas Antillas, y Cuba estaba condenadaa un destino similar.

Terminaré mencionando otros libros esen-ciales sobre el Caribe, en los cuales Haití desem-peña un papel fundamental. Uno es de unautor cubano que conocí y quisemucho. Llegóa ser colaborador nuestro en la Casa de lasAméricas, y se llamó José Luciano Franco. JoséLuciano publicó tres tomos sobre el tema Labatalla por el dominio del Caribe y el Golfode México. El tomo III de esa obra se llamaHistoria de la Revolución de Haití, y se publi-có en 1966. Y otros dos libros que quieromencionar son un caso singular en la histo-ria intelectual, pues se publicaron el mismoaño (1970), sobre el mismo tema y práctica-mente con igual título. Uno es de Juan Bosch,ilustre dominicano, gran conocedor de Cuba,donde había vivido exiliado muchísimo tiem-po, al punto de que se casó con una cubana,y los cubanos, la realidad, lo consideramosbastante cubano: los dominicanos tienentodo el derecho del mundo a sentirse orgu-llosos de Juan, pero por lo menos un pedaci-to suyo se quedó con nosotros. Y el autor delotro libro fue el destacado intelectual de Trini-dad y Tobago Eric Williams, de quien ya men-cioné su obra Capitalismo y esclavitud. Locurioso, lo extraordinario es que ambos librosson las primeras historiasorgánicas del Caribe, y sellaman, uno, De Cristóbal

Colón a Fidel Castro. El Caribe, frontera imperial;y otro, De Colón a Castro. La historia del Caribe1492-1969.

Y vuelvo a decir: no se entiende el Caribe,no se entiende Haití, no se entiende Cuba sinla lectura de libros de esta naturaleza.1 Aña-do que ninguno de estos autores era comu-nista, o sea, tales libros pueden ser leídos sintemor de ser contagiados por el virus del co-munismo.

La Revolución cubana tiene la desdicha deque es juzgada por una cantidad enorme deanalfabetos funcionales que emiten juicios pre-cipitados sobre nosotros. No han leído a JoséMartí, por supuesto, ni a Ramiro Guerra, ni aJuan Bosch, ni a Eric Williams, ni a José LucianoFranco. Han leído los periódicos donde se dicenvergonzosas mentiras y, naturalmente, así nose puede entender ni la Revolución haitiana nila Revolución cubana ni nada. Y termino recor-dando que un gran autor, también de Trinidad,que por cierto fue maestro de Eric Williams�como Aimé Césaire fue maestro de ÉdouardGlissant y de Frantz Fanon�, C.L.R. James, habíapublicado en 1938 un libro fundamental, quese llama Los jacobinos negros. Él entendía queToussaint Louverture era un jacobino negro quetomó en serio lo que los jacobinos franceseshabían dicho y lo que Napoleón iba a traicio-nar; tomó en serio libertad, igualdad y fraterni-dad, y peleó y murió fiel a esos criterios.Curiosamente, cuando el libro de James se re-publicó en EE. UU., en 1963, le añadió un epí-logo, y ese epílogo estoy seguro de que dio laidea a Bosch y aWilliams del título de sus libros,porque el epílogo se llama «De Toussaint Lo-uverture a Fidel Castro»;2 es decir, es James elprimero que muestra orgánicamente esa unidaddel Caribe que en lo más antiguo se remite a lallegada de Colón, cuya importancia no se pue-de negar aunque no es dable regalarle que seaun descubrimiento; y en lo revolucionario, enlo germinativo, en lo que el Caribe tiene deactor y no simplemente de testigo o de criaturaque padece, comienza con la Revolución deSaint-Domingue y llega hasta nuestros días. Te-nemos, por tanto, el deber moral, el deber his-tórico, el deber elemental de reconocer lainmensa trascendencia de la Revolución deSaint-Domingue y de la independencia de Haitíque vamos a celebrar jubilosamente el próximoprimero de enero, el mismo día en que vamos acelebrar un aniversario de la Revolución cuba-na. ¡Qué hecho tan curioso! El primero de ene-ro de 1804 y el primero de enero de 1959 seinauguran dos independencias esenciales.

Esto es lo que quería decirles como formade demostrar por qué tenemos tal simpatía,tal gratitud y tal deuda con el pueblo funda-dor de Haití.

Notas:1. Hay ediciones cubanas de varias de estas obras ya clási-cas, a saber: Aimé Césaire: Toussaint Louverture. La Revolu-ción Francesa y el problema colonial. Prefacio de CharlesAndré Julien. La Habana, Instituto del Libro, 1967. JuanBosch: De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe, fronteraimperial. La Habana, Casa de las Américas, 1981. RamiroGuerra: Azúcar y población en las Antillas. Pról. de ManuelMoreno Fraginals. Cuarta edición. La Habana, Ciencias Socia-les, 1970. Ramiro Guerra: La expansión territorial de los Esta-dos Unidos a expensas de España y de los paíseshispanoamericanos. La Habana, Consejo Nacional deUniversi-dades, 1964. Eric Williams: Capitalismo y esclavitud. Tr. deDaniel Rey Díaz y FranciscoÁngel Gómez. LaHabana, CienciasSociales, 1975.2. El epílogo, traducido por Adelaida de Juan y por mí alespañol, se publicó casi completo en Casa de las Américas,

No. 91, julio-agosto de 1975.

Versión de la conferencia magistral pronunciadaen la Sala Che Guevara de la Casa de las Américas

el viernes 26 de septiembre de 2003, al constituirse,en acto oficial, la Comisión Nacional, que preside el

Dr. Armando Hart, encargada de organizar el programa decelebraciones para conmemorar esta efemérides.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_17.html

Ilustración: David

Page 12: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

Desde comienzos de la devastación de Iraq hasta un parde semanas después de que las tropas de ocupación toma-ron Bagdad, estuvieron circulando numerosos artícu-los, vía e-mail, provenientes de España, Colombia ylos EE.UU. Todos con la misma temática. Y no pre-cisamente para referir o denunciar algo acercadel crimen contra el pueblo iraquí; nada deeso. Todos giraban alrededor de Cuba, con-tra Cuba; como si Cuba, el Gobierno deCuba, fueran el extremo de inhumani-dad y peligrosidad del mundo.

Y Cuba, claro está, no es un paraí-so, sino un país que ha venido so-portando un bloqueo y unhostigamiento político sin par, im-puestos por los sucesivos Gobier-nos norteamericanos desde hacecuatro décadas, con el costo queello fue significando para la su-pervivencia de su pueblo. No obs-tante, Cuba hoy puede mostraríndices y realidades en educacióny en salud que están entre los másdestacados del continente, lo cualno deja de esbozar una respuesta.

Pero este bloqueo y este hosti-gamiento, por otra parte, no están sinoasociados al conjunto de políticas de«patio trasero» que los EE.UU. han ve-nido ahondando hacia los países deLatinoamérica, y que van desde la des-estabilizante rapacidad económicahasta, en no pocos casos, las inva-siones y los asentamientos milita-res, que malhieren por sí el ejerciciode cualquier integridad.

En tales artículos se denuncia-ba el carácter de sistema no demo-crático que rige en Cuba. Y se lo hacíacomo si en este continente las llama-das democracias hubieran sido duran-te estas décadas cercanas, en sumayoría, en verdad democracias, y noformalismos u operaciones para los arra-samientos políticos y económicos, conlos pueblos como convidados de pie-dra o de palo.

Sin duda, es difícil entender quepuedan conjugarse en un mismo tiem-po: democracia/ FMI y corporaciones; de-mocracia/ marines, o bien democraciascon sostenido incremento de los nivelesde exclusión, analfabetismo y mortandadinfantil, que es a lo que han empujado laspolíticas del FMI y del Departamento de Es-tado en la región.

Pero cuando hablamos de democracia,me preguntaba mientras leía estos artículosseriados, ¿de qué estamos hablando?: ¿deun sistema social y de gobierno para to-dos, en libertad y soberanía, con unadistribución equitativa (o democrática)del ingreso, para una mejor participa-ción y convivencia?, ¿o del modelo pocodemocrático que los EE.UU. pretenden im-poner (ALCA incluida) en los países del continente?

Cuba, a todo esto, no es un país regido por un modeloo molde democrático clásico, es verdad, aunque la participa-ción de su gente lo hace un país no menos democrático quemuchos de los llamados países democráticos, y todo ello conun atenuante (o agravante) significativo: las políticas y laeconomía de Cuba se deciden en Cuba misma, sin interferen-cias de ningún tipo. Y aquí, creo, radica el eje del problema, almenos desde la mirada «democrática» de intervencionistas,privatistas y fascistas.

De todas maneras, una creciente apertura para una ma-yor participación siempre es saludable en cualquier país delmundo, también en los EE.UU., donde no pocos estudiososdefinen su aparato ejecutivo político como un coto bárbarode las grandes corporaciones. Pero esa creciente apertura,como dijéramos, que tanto invocan los EE.UU. y que corres-ponde en todo caso a la libre determinación de cada pue-blo, ¿sería posible en Cuba, considerando el hostigamientointenso, de guerra no declarada, que viene enfrentando estepaís, donde precisamente la Oficina de negocios norteame-ricana obra como una cabeza de playa para la desestabiliza-

ción y el acecho?En lo que respecta a la caracterización dada en

los artículos en cuestión de que en Cuba imperauna «dictadura sangrienta», ciertamente es todo

América�, cuyos pueblos sufrieron la realidad escalofrian-te de 250 mil asesinatos �cifra que incluye varios milesde niños fusilados y desaparecidos�, durante las dé-cadas del 70 y 80, a manos de los ejércitos respec-tivos de dichos países, ambos bajo la asistenciatécnica y operativa de los Estados Unidos (he-chos estos debidamente testimoniados y conbibliografía en aumento).

Los derechos humanos, o el irres-peto o la ausencia de los derechoshumanos, hacen muy sensiblemen-te a la historia de los países de Lati-noamérica, y en ese sentido lapolítica de injerencia de los EE.UU.ocupa a lo largo del siglo XX unlugar protagónico. Al respectovale recordar a la «célebre» Es-cuela de las Américas, verdade-ro semil lero de torturadores,maleantes y genocidas, y a las su-cesivas y cruentas invasiones, enlargo listado.

Nos llama la atención, a estaaltura, que quienes invocan elirrespeto de los derechos hu-manos en Cuba, sean quienesplanificaron y ejecutaron ladevastación de Iraq �a excep-ción de su infraestructura pe-trolera� y del pueblo iraquí, ysean quienes ni se inmutaronante la magnitud de la destruc-ción y el crimen. Así, ante elejemplo de verdaderas catás-trofes, donde se borran pue-blos enteros y jurisprudenciasinternacionales enteras, cuan-do se habla de derechos hu-

manos en Cuba uno no puededejar de preguntarse, ¿de qué se

está hablando?, ¿adónde está apun-tando todo esto?Cierto es, y abordando el caso de las

tres ejecuciones determinadas en Cuba, quela pena de muerte es humanamente únicacada una (y quien esto escribe en ningúncaso aprobaría). Pero hoy la humanidadenfrenta la realidad tajante de mucho másde un millar de penas de muerte dicta-das, promedio anual, en todo el mundo,sin que ello trascienda, cuanto mucho,el pequeño recorte o el breve comenta-

rio. ¿Se está verdaderamente �uno se pre-gunta� contra la pena de muerte?; ¿hacalado hondo en los Estados llamadoscentrales esta razón de humanidad?,

¿o todo se reduce a la pena demuerte en Cuba?

A propósito, y mien-tras el presidente FidelCastro y Embajadores

de Cuba afirmaron la ex-cepcionalidad de su aplicación entres personas, tratándose de una si-tuación concreta en medio de una in-

jerencia norteamericana profunda, en Iraq la pena demuerte, en la mayoría de los casos, estuvo y está destinadaa quien le toque, niño, enfermera, maestro, anciano, o aquienes las descargas o la caída de la bomba o el misilvayan sorprendiendo. Instancia esta, entre otras, de la quealgunos gobiernos europeos �que han venido señalandoinsistentemente a Cuba� hacen caso omiso, o bien, enlamentables y conocidos ejemplos, integran el grupo «se-lecto» de las fuerzas invasoras.

Guerra esta (si así puede llamarse), por otra parte,que ya es de la historia, como la guerra del petróleo y dela devastación de un pueblo y de una parte sensible dellegado cultural del mundo. La cuenta «global», pareciera,continúa y se oculta en distracciones, que escalonan a lavez otras ofensivas que le van prenunciando al mundo eltenor y la geografía de este tiempo. En el Cono Sur, ya ennuestra cercanía más inmediata, las huestes se preparanpara los operativos conjuntos, llamados «Águila III», aúnsin sitio disponible, aún sin fecha. Y nuestra preocupa-ción creciente y consternación están al día. Y el día estárodeado en sombras.

Septiembre, 2003

lo contrario. Cuba es uno de los pocos países del continente,en ya más de cuatro décadas, donde el pueblo no ha sufridopersecuciones políticas ni genocidio alguno. En Latinoaméri-ca, precisamente, «dictadura sangrienta» ha venido siendosiempre otra cosa, y se las ha podido asimismo encuadrar yproporcionar en miles y en decenas de miles de asesinatospolíticos y en enajenación política y económica sostenida.Cada una de ellas, además, en casi todos los casos, desdeSomoza, y aun desde mucho antes, ha contado con las sim-patías, sostenes y asistencias que sabemos y que ya son par-tes estremecedoras de esta historia.

En este sentido, la dictadura argentina (1976-1983) esotro ejemplo, con sus 30 mil desaparecidos y sus más de 30millones de aterrorizados. También lo es, de resultas, por elresquebrajamiento de su tejido social y por el comienzo de laenajenación del patrimonio, acción que las distintas admi-nistraciones neoliberales profundizaron, en cercanía «carnal»con los círculos financieros internacionales y el Fondo Mone-tario. Otro ejemplo es Chile, sin duda, con el bombardeo alpalacio de La Moneda, con los asesinatos, interrogatorios ytorturas, en un golpe cruento cuya formulación y continui-dad no correspondió solamente a los sectores ultraderechis-tas del ejército chileno.

Pero, sin duda, los ejemplos extremos, entre muchos otros,los dan El Salvador y Guatemala �verdaderos Auschwitz de

Iraq, Cuba,Latinoamérica,y el todo vale

Eduardo DalterArgentina

Ilustración: J.D.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_04.html

Page 13: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Resientelas

aulaselrecorte

defondos

El Nuevo Herald

Este Duende ya informó que en el aeropuerto de Miami, en uno de los vuelos a Cuba, habíanretenido a una señora que llevaba la respetable suma de 75 mil dólares, en lo que pareció ser unaviolación del embargo. El dinero era para la periodista Lucía Newman, la reportera de CNN destacadaen Cuba. Aquello fue un tremendo chasco. Pero ahí no para la cosa.

Después de ese caso ocurrió otro peor. Resulta que los inspectores del Departamento del Tesoro sele tiraron a otra viajera creyendo que era una «mula» de las grandes porque llevaba encima 10 mildólares. Resultó que la que llevaba el dinero era nada menos que la diplomática española Ana Tomé,quien dirigía el Centro Cultural Español de La Habana que fuera recientemente clausurado por elGobierno cubano. La mujer había venido a Miami en visita «privada» y aquí se reunió con las cabezasmás conocidas de la derecha del exilio cubano. No hace falta decir para quiénes era el dinero. Fue otrochasco de los grandes.

Parece que los inspectores del Tesoro se han puesto fatales. Disparan para La Cabaña y al que le danes al Morro. ¡Mala puntería! ¿Qué dije? ¿Puntería? Menos mal que no me equivoqué con la palabrita.

El Duende

Tomado de la sección Del más allá de Radio Miami.

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_16.html

Radio MiamiEE.UU.

Los inspectores del Departamento del Tesoro se le tiraron a otra viajera creyendo que era una «mula» de lasgrandes porque llevaba encima 10 mil dólares. Resultó que la que llevaba el dinero era nada menos que ladiplomática española Ana Tomé, quien dirigía el Centro Cultural Español de La Habana.

Ilustración: Idania

Luegodeconocer porlasección

«Delmásallá», deRadio

Miami (www.radio-miami.com) que, comopartedel aumento

delasrestriccionespromovidas porelpresidente Bushelpasa-

do10deoctubre,lasautoridadesdelaaduanadel aeropuerto

deMiami lehabían decomisadoa la diplomáticaradicada en La

HabanaAnaTomé,10mildólaresquetraíahacialaIsla,

LaJiribilla

secomunicó

por víatelefónicaenlanochedel

viernesconlaantiguadirectoradel CentroCulturaldeEspaña

enLaHabanaparapedirleuncomentarioalrespecto.

Luegodecontactar conlafuncionariaespañolaytras la

presentaciónderutina quesuelehacerseenestos casos, enun

inicio, laentrevistadapareciónoentender lasolicituddeque

hiciera uncomentariosobre el hechoque la ha convertidoen

noticia.

Cuandocomprendió

dequésetrataba, dijo: «Llameala

oficinadeprensadelaembajada». «¿Nopuede responderesa

pregunta?», insistióelreportero.«Llame alaoficinadeprensa

delaembajada», repitió

ladiplomática. «¿Cuál es el teléfono

delaoficinadeprensa?»«El de la embajada». «¿Peronopuede

decirnos de dóndesalióeldinero?». «Buenasnoches»,selimi-

tóa decirladiplomáticaantesdecolgar.

Ilustración: David

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_34.html

Page 14: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

l carácter anómalo de las relecturas, en espe-cial aquellas donde el paso del tiempo seconstituye en un proceso que compromete lanaturaleza de nuestra identidad como suje-tos, se evidencia muchas veces en la variabili-

El sujeto, más o menos virtual, donde se congrega lo queacabo de decir, no es el Padura de hoy, ni el lector que seencuentra otra vez con la novela, ni yo, que escribo estaslíneas. Entre todos nos repartimos esa responsabilidad y car-gamos con ese deseo que es renuncia, que es utopía, que esnostalgia. Padura el primero, claro, porque el regreso a unahistoria de ficción que sale de manos propias, y que analogi-za una regularidad de la existencia, no es tan solo el reen-cuentro con los orígenes de una vocación, ni tan solo unacuriosidad de los catálogos editoriales, ni tan solo el ansia desometerse (desde la perspectiva de los rendimientos lingüís-ticos) a la suspicacia natural de, por ejemplo, los nuevos lec-tores-escritores. Es la superposición de todo eso y, en especial,la interrogación acerca de la perdurabilidad de una experien-cia vital en su lenguaje. La pregunta sobre si esa experiencia(o su textualización, que es y no es lo mismo) continúa sien-do capaz de conmovernos o, al menos, de decirnos algo apesar de nuestras renuencias (y querencias) estéticas, a pesarde las construcciones por medio de las cuales nuestras verda-des se truecan, al cabo, en vigas maestras de la idea que noshacemos del mundo.

El texto conserva dos momentos de excepción: el episo-dio de Andrés y Cristina �ella dibuja sus cartulinas como lohabría hecho Zaida del Río si entonces hubiera sido ese per-sonaje literario� en un bar recoleto, desierto, junto a unpiano entrañable y entre los tragos que pone un barmanaburrido y filosofal, casi un barman de los de Miguel Collazo,y la secuencia donde Andrés va a otro bar, el Two Brothers, yse emborracha al lado de un desconocido �el Chino� quelo lleva a su hogar y le brinda con Manuela, su mujer, unahospitalidad integral (con un trocito de carne incluido) quees hoy, en el contexto del alcohol y sin él, una reliquia delexistir común en la pobreza.

Fiebre de caballos sigue siendo lo que fue en su día: unfragmento de vida que se entrega, dramatúrgicamente ha-blando, con los resortes de una puesta en escena plausible,nos entendamos o no con esas marcas epocales en las que lanovela adquiere su tono y despliega su aroma. Como nospuede ocurrir con ciertas músicas de aquel entorno, que acti-van un recuerdo perdido, los pormenores de la historia vuel-ven a acreditarse en el espacio de nuestra sensibilidad. APadura le interesan las personas, el drama (hoy banalizadopor la tontería humana y por quienes están como de regresode todo) de Andrés; le interesan las actitudes y la calladadesesperación de Adela, la pasión oscura de Cristina y sunecesidad de salvarse de un amor para salvar el amor.

El tejido de estos tópicos, aderezados por otros en losque el pretérito cobra forma, continúa resistiéndose a lasdisfunciones porque desde el principio Padura dio con unritmo narrativo donde el acontecer nada tenía que ver con lashabituales (y lógicas) codicias a que mueve la construcciónde un mundo novelesco, y porque apartó de sí, con periciasencilla, los escombros de esa emulsión discreta, pero envol-vente y arropadora, que es una novela.

Alberto

Garran

dés

Cuba

Edad del sabor de un texto. Y si escribo la palabra sabor,debo escribir, además, palabras como textura, relieve e, in-cluso, color y audibilidad. Términos estos que suelen ayu-dar a comprender la índole de ciertas escrituras, su talante ysus avatares en los tipos de recepción a que se sometencuando varían no solo los públicos que las acogen (o recha-zan), sino también el horizonte de expectativas que ellasaspiran a alcanzar o sobrepasar, y las nociones encargadasde resumir, por ejemplo, el contenido de los reductos en loscuales se defiende la literariedad.

Pude leer Fiebre de caballos, la obra con que LeonardoPadura se convirtió en novelista de impacto gracias a unabien tensada historia de amor, en su primera edición, hacequince años; el recuerdo de aquella lectura, si las palabrasdel hoy no lo han modificado, continúa siendo grato auncuando no se avenga bien con intereses que entonces (ysobre todo ahora) se encuentran en el centro de mi miradacrítica y creativa.

Fiebre de caballos ocupó con legitimidad ostensible unespacio estético que, en tanto estructura móvil, en tantocampo operativo, ha llegado a su cansancio o a su retoriza-ción. La novela de Padura articuló en su momento, y vuelveen estos días a hacerlo, un grupo de tópicos que fueroncapaces de proponerle a la narrativa cubana contemporá-nea una tipología armoniosa, apta para la concreción delespíritu de una época y para incrustar, en los textos tributa-rios de ellas (la tipología y la época), varios módulos temá-ticos que esencializaron una manera de ver la realidad, elentorno cubano y la literatura.

La experiencia a que se atreve hoy Padura consiste enprobar la resistencia de su primera novela dentro de las lectu-ras de ahora mismo. Pero también se trata de una experienciaque, al intento de reacreditar un texto, suma una pretensióncuriosa y llena de una perspicacia sazonada por la valentía:sumergir Fiebre de caballos en los recelos del nuevo milenioen Cuba, y sin que importe la vieja atadura de la novela alcampo operativo de lo que dio en llamarse nueva narrativacubana, cuyas piezas canónicas fueron escritas y publicadasentre los últimos años del segundo lustro de la década delsetenta y fines de la década de los ochenta. El cierto cinismo,cortante y escéptico en alguna medida, de las ficciones deltiempo actual, recibe por así decir, con Fiebre de caballos, elcandor salpicado de nostalgias de ese campo operativo.

Hablo, por supuesto, desde un esquema inevitable, des-de una oposición de fuerzas e inquietudes creativas dispares,independientemente de que, al releer los relatos canónicosde los años ochenta, nos demos cuenta de que en ellos nohabía ni tanto candor ni tanta nostalgia por aquellas cosasque muy pronto iban a envejecer, o, mejor aún, que estabana punto de perder su doncellez y sus secretos. De manerasimilar comprobamos, en los textos de los noventa, que nohabía tanto cinismo; más bien topaba uno con el engolosi-namiento general (expresado con rispidez y dosis de procaci-dad) por las microtransformaciones de la realidad inmediata,que se convertían en materia de las fábulas, cuando no enfábulas per se.

Padura, creo, se dirige a los restos (nostálgicos) de unsistema de sentimientos, ilusiones y maneras de ver la inme-diatez cubana, y para que esa apelación se sostenga en logenuino confía, pues, en la médula de Fiebre de caballos,que es la historia contada allí, el relato de los accidentes deuna postadolescencia (Andrés) que, al parecer, ya no se ma-nifiesta como sistema (en lo que toca a sus actuales referen-tes) y que se nutre, en lo concerniente al mundo de hoy enCuba, de la irradiación de un personaje donde se anuncia�regresemos a 1988, año de la primera edición dellibro� una zona del presente doméstico de nuestros días.Me refiero a Cristina, una mujer que en ese año, con susmovimientos furtivos alrededor de un panameño, tiene, si seme permite ironizar un poco, carga de futuro.

La ilusión es vecina de la esperanza, y la esperanza dialo-ga bien con el ensueño, con el espejismo de la vigilia, y tiendea metamorfosearse, en algunos casos (los casos presumiblesen determinados efectos de la relectura de Fiebre de caballos),en utopía retrospectiva, la utopía de un pretérito que es yaimposible recuperar. Sin embargo, la nostalgia de dicho pre-térito no es un análogo de su deseo de potenciación; unocontempla, asintiendo, ciertos segmentos de la vida, pero nopor ello quiere hacerlos regresar. La renuncia existe comoacto de desgarramiento porque la contradicción jalona elconocimiento de las cosas. El dolor suele purificar,aunque no siempre. Las imposibilidades están ahípara que el lenguaje intente conjurarlas, entre otrasrazones.

Ilustración:N

elsonPonce

http://www.lajiribilla.cu/2003/n130_11/letrasolfa.html

Page 15: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

vo Morales es quizás el líderde mayor resonancia en el actualpanoramapolíticoboliviano. Prin-cipal figura delMovimiento al So-cialismo �con la premisa «la

unidad en la diversidad»� encarna en el país

andino la representación de «losde abajo». Al frente de los campe-

sinos cocaleros del Chapare y de orga-nizaciones indígenas del Altiplano,

protagonizó varias acciones que han dadorelieve a los frentes sociales de su país.

Evo Morales Ayma ha venido a Cubainvitado a la XXI Asamblea General delConsejo Latinoamericano de Ciencias So-

ciales (CLACSO), un en-cuentro donde loscientistas del pensamien-to de la izquierda analiza-ron entre otros temas eldilema de los conflictosrurales y los movimientosagrarios en América Lati-na ante la crisis del neolibe-ralismo.Sinembargo,paralamasadehombresymuje-res que hoy son los verda-deros agentes del cambioen la región, los pensado-res no pueden quedarse enuna torre aislada.

¿Cuál es el fruto prin-cipal de un encuentrocomo este realizado enCuba, para el dirigente na-cido entre indígenas cam-pesinos?

«Es muy importanteen estosmomentos, cuan-do Cuba está permanen-

temente asediada por el imperialismonorteamericano porque es una reunión de so-lidaridad, que da fortaleza. Y también por elmomento en que los movimientos sociales enLatinoamérica �y los movimientos electora-les� están tomando posición antineoliberal.

Ahí está el caso de las elecciones municipalesen Colombia, el levantamiento y la rebelión delpueblo boliviano contra el poder capitalista.

Además de eso, están las luchas sociales y lostriunfos electorales en otras partes de la región,como Brasil y Argentina.»

Para el dirigente boliviano esto da comoconclusión finalmente que «los líderes tecnó-cratas, salidos de las universidades al serviciodel Banco Mundial tienen contrapartida enmuchos pensadores revolucionarios que ayu-dan a entender los tiempos que vivimos».

En esa coyuntura se realiza CLACSO»�agre-ga Morales. «En todo caso, en momentos deagresiones permanentes, esto da una gran for-taleza».

La participación combativa de miles de bo-livianos en explosiones populares hicieron sal-tar de la presidencia a Gonzalo Sánchez deLozada, gracias al apoyo de agrupaciones so-bre todo indígenas, más del 60% de la pobla-ción. Sin embargo, ante los participante deCLACSO, Morales reconocía que quizás los mo-vimientos sociales de izquierda en Bolivia noestaban preparados para asumir el poder.

«Sí, pero las masas se politizan, se ideologi-zan y el resultado los hemos visto» �insiste ellíder boliviano.

«Hasta para mí ha sido una sorpresa. Cuan-do en las encuestas en las elecciones pasadasestábamos en el quinto lugar �como máxi-mo llegábamos a un cuarto lugar� entre casidiez partidos ahora vamos al segundo lugar yganamos departamentos ¡sin candidatos a se-nadores!

Claro, una cosa es el gobierno y otra es elpoder. Evidentemente no se estaba prepara-do para el gobierno, pero la conciencia del pue-blo boliviano está tomando fuerza. Esto nosenseña que hay que prepararse para organizar-se, y no solo para elecciones.»

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Agradezco a los organizadores de La Estrella de Cuba porhaberme dado la oportunidad de rendir culto en su bicente-nario al primer poeta de América: José María Heredia, y porhaber tenido la posibilidad de estar en tantos sitios históri-cos casi al mismo tiempo, lugares conocidos o soñados a losque tanto deseé volver y en muchos de los cuales fijé imagi-nariamente mi residencia. El viejo anhelo de juventud de re-correr la Isla como saltimbanqui (actuando e interactuandocon todos los sectores sociales) ahora se ha cumplido encompañía de grandes artistas y extraordinarios seres huma-nos, y pienso no sé por qué en 46 compañeros como en 46cúpulas de la capilla de Cholula haciendo del Teocalli unverdadero templo de poesía.

Redescubrir Cuba, sentirla no solo dentro si no factible enla palma de la mano: cielo, naturaleza, mar, gente, abriéndo-me a su fe, y a la posibilidad de imágenes infinitas con lasvibraciones que emanan de lugares sagrados. La tumba deMartí en Ifigenia, el cuarto donde nació Heredia, la pareddonde expusieron los despojos mortales de El Mayor paradesmoralizar a los incrédulos. Una comunicación plena y di-recta con esos seres de luz, una empatía con la historia vividaintensamente en estos días de gloria colectiva sin perder laindividualidad (es algo que recomendaría a muchos creado-res) el encuentro de viejos y nuevos amigos es algo que mellena de energía buena para seguir adelante aunque extra-ñando las clarinadas, el ir a la carga de comarca en comarcaoyendo las risas y canciones en una auténtica fiesta de jugla-ría, lejos de las perladas cortes de León. Carlos Augusto Alfonso

Cuba

El viejo anhelo de juventud de recorrer la Islacomo saltimbanqui (actuando e interactuando contodos los sectores sociales) ahora se ha cumplidoen compañía de grandes artistas y extraordinariosseres humanos.

Jorge SariolCuba

«Los intelectuales, los cientistas, para entender, para interpretar, tienen que vivircon los movimientos sociales, con los movimientos políticos de base». Aseguró eldirigente boliviano Evo Morales Ayma, invitado a la XXI Asamblea General delConsejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Ilustración: Darien

Le pregunto a Evo Morales si cree que loscientíficos del pensamiento social están prepara-dos para entender la verdadera lucha, la proble-mática real de la región para ayudar en el cambio.

«Los intelectuales, los cientistas �respon-de� para poder entender e interpretar, tienenque vivir con los movimientos sociales, con losmovimientos políticos de base.

Una cosa es esta clase de eventos y otra esestar en acciones sociales, en las acciones delos pueblos frente a un modelo, contra un sis-tema y en defensa fundamentalmente de la hu-manidad, porque el enemigo es fuerte y tieneobjetivos.

Hace muy poco he leído unas declaracionesde Otto Reich, donde decía �respetamos la sobe-ranía de los pueblos, pero no le vamos a permitiral Evo Morales que sea presidente�.

¿Qué clase de interpretación hacen estoscaballeros desde la Casa Blanca? Para mí es ungran honor que desde allí exista un Ministro decampaña haciéndome publicidad.

Antes era solamente desde la embajada delos Estados Unidos, ahora es desde la Casa Blan-ca.

¿Pensarán que están asustando? ¿Pensaráél, que está amedrentando, intimidando a lospueblos?

Los pueblos han perdido miedo hacia elimperialismo norteamericano.

La amenaza no nos asusta, más bien noscertifica. Es como un certificado de nuestra pos-tura contra el neoliberalismo.»

Le digo a este decidido luchador que seaprecia un cierto optimismo, a pesar de que noes difícil imaginarse lo que se le vendrá enci-ma a Bolivia y a la región.

«Sí, siempre hemos sido optimistas �dicereflexivamente� aunque con nuestras debili-dades. Es el momento en que se sientan lasbases de conciencias ideológicas, culturales, deidentidad en defensa de nuestra dignidad, es-tamos seguros de por dónde estamos cami-nando, y lo haremos sin parar hasta liberar anuestros pueblos.»

http://www.lajiribilla.cu/2003/n130_11/130_02.html

Ilustración: Darien

http://www.lajiribilla.cu/2003/n129_10/129_13.html

Page 16: Ł publicación quincenal Ł www ...epoca2.lajiribilla.cu/pdf/jiripapel/Jiribilla11.pdf · Šotra palabra no es posibleŠ de muchos secretos y realidades de ... la mexicana, la rusa,

l encuentro de intelectuales En Defensa de la Humanidad, celebrado en México, tuvovarios aciertos importantes. Sus deliberaciones fueron ajenas al abandono de principiosirrenunciables de la auténtica izquierda, justificado en nombre de una supuesta moderni-zación por no pocos tránsfugas tras el derrumbe del socialismo eurosoviético y la genera-lización de la ofensiva neoliberal. La Declaración Final llama a terminar con la globalización

Precisamente por su apego a los principios de la izquierda primigenia, la reunión no tuvonada que ver con una nostálgica y estéril reivindicación de los dogmas de un socialismoalejado del sentir del pueblo. Por eso postuló que «La diversidad es consustancial a la sociedadhumana» y denunció el menosprecio del sistema dominante por las culturas y valores de losexcluidos, «a menos que sean reducidos a los imperativos del mercado». Por eso subrayó el arraigopopular de la revolución cubana y su firme voluntad de construir otro tipo de sociedad comofundamentos para que esta haya podido resistir casi cinco décadas de bloqueo y agresiones.

El rescate del internacionalismo como valor intrínseco de la izquierda recorre la DeclaraciónFinal, que se manifestó solidaria «con los patriotas que �acusados de terroristas� luchan por lalibertad de sus pueblos». Aquí logró la combinación armónica entre la defensa de lo local �eledificante patriotismo y nacionalismo que identifica a las comunidades� y lo universal, encarna-do por los supremos intereses de la humanidad toda. ¿Qué es si no el amor a la patria lo quemueve a la heroica resistencia de iraquíes y palestinos? ¿No es acaso el patriotismo latinoameri-cano un impulso fundamental al rechazo de la entrega al capital por gobiernos lacayos de losrecursos nacionales?

Al enfatizar en las luchas de los movimientos sociales e indígenas de nuestra América lareunión se colocó en la mejor tradición de fraternidad latinoamericana, nacida desde que elhaitiano Petion tendió la mano a Simón Bolívar, continuada en los ulteriores combates de la claseobrera, en la resistencia de Augusto César Sandino contra la intervención de los marines y en lamemorable batalla contra la dominación imperialista y por la liberación de nuestros pueblos desus movimientos guerrilleros en las décadas de los 50 a los 80.

El encuentro trazó con precisión la postura ética que define el compromiso social de losintelectuales al valorar el trabajo intelectual «que se funda en procedimientos rigurosos y, almismo tiempo es sensible a la injusticia del mundo en que vivimos; que aprende de sectores entodas las regiones, naciones y continentes que se levantan contra el orden establecido» y definir-se «en favor de la igualdad económica, de géneros, postulando que la dignidad, la libertad y elrespeto a la riqueza cultural de la humanidad han de prevalecer sobre el capital».

Pero más allá de sus innegables aciertos en el análisis de la globalización imperialista y delpapel de los intelectuales son las estrategias acordadas para enfrentar a aquella, las que leconfieren una enorme importancia. Ellas postulan la organización de un Comité Internacional ydefinen tareas concretas a acometer (Pueden leerse en www.defensahumanidad.org y enwww.rebelion.org ).

La reunión se convocó con premura y modestos recursos porque era urgente dar este primerpaso para articular los vínculos de los intelectuales con todas las resistencias del mundo alhegemonismo unipolar. Muchos que merecían estar, no estuvieron; pero su concurso será indis-pensable en las nuevas acciones de una empresa que nace y tiene un gran desafío por delante sinos atenemos a la llana definición de Evo Morales: «la defensa de la humanidad pasa por laeliminación del imperialismo y del neoliberalismo».

Ángel Guerra CabreraMéxico

excluyente, no a limar sus aristas «más duras» y rechaza la renuncia por el Estado al interés público,representada por la liberalización económica, las privatizaciones y los recortes al gasto social.

El documento, publicado por este diario, llamó al imperialismo por su nombre y lo consideróel causante del actual orden hegemónico depredador y militarista que «opera como una máqui-na de exclusión social» y ha llevado a la humanidad a un «punto crítico que entraña seriospeligros». El imperialismo, afirma, hace un uso instrumental de la democracia: «la apoya en susaspectos formales si conviene a sus intereses, y conspira contra ella si las fuerzas populares lleganal poder por la vía democrática». Como corolario, denuncia el uso que hacen los gobernantesneoliberales de la democracia «como patente de corso (...) para la entrega de recursos al capitaltransnacional». Igualmente, reivindica el derecho de los pueblos a la rebelión, señalando comoejemplo a la que defenestró en Bolivia «un gobierno totalmente subordinado a EE.UU.».

http://www.lajiribilla.cu/2003/n130_11/laopinion.html

Consejo de Redacción:Manuel H. LagardeJulio C. GuancheRogelio RiverónBladimir ZamoraOmar ValiñoJoel del RíoDaniel GarcíaErnesto SierraJorge Ángel Pérez

Instituto Cubano del Libro, Palacio del Segundo CaboO´Reilly #14 esq. Tacón, La Habana Vieja.862 8091 [email protected] Precio: $1.00

Impreso en los talleres del Combinado Poligráfico Granmawww.lajiribilla.cubaweb.cu www.lajiribilla.cu

Jefe de Redacción:Nirma AcostaDiseño:Eduardo SarmientoDarien SánchezIlustraciones:Camaleón

Realización:Isel BarrosoWebmasters:René HernándezJanios MenéndezCorrección:Odalys BorrellGrechel Calzadilla