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La ciudad de Guayaquil y su patrimonio arquitectónico no visibilizado César Augusto Santana Moncayo 1 Docente Investigador Universidad ECOTEC [email protected] Resumen La ciudad de Guayaquil, ubicada en la costa de Ecuador, no es precisamente reconocida por sus atributos turísticos, sino más bien comerciales. Sin embargo, esto no deja de lado que esta ciudad tiene ciertos elementos arquitectónicos que, revisando con paciencia su historia, revelan los importantes cambios que ha ido experimentando, dejando en evidencia y en edificios y casas- como la sociedad guayaquileña se comportaba y pensaba a finales del siglo XIX y principio del XX. Este artículo pretende ser apenas una pequeña aportación para un redescubrimiento de ese pasado arquitectónico, de tal forma que tanto habitantes de la ciudad, como extranjeros que quieran visitarla, puedan entender por qué estos cambios y, sobre todo, de donde surge la inspiración de los edificios que aún pueden observarse y disfrutarse desde un punto de vista turístico- en Guayaquil. PALABRAS CLAVES Guayaquil, arquitectura, patrimonio, turismo cultural, edificios patrimoniales, incendio grande, planificación. ABSTRACT The city of Guayaquil, located in the coast of Ecuador, is not recognized precisely by his tourist attributes, but rather commercial. Nevertheless, this city has certain architectural elements that, checking patiently his history, reveal the important changes that it has been experiencing, demonstrating - in buildings and houses - how the Guayaquil society was behaving and thinking at the end of the 19th century and beginning of the 20th. This article tries to be a small contribution for a rediscovery of this architectural past, in such a way that both inhabitants of the city, and foreigners who want to visit her, could deal for what these changes and, especially, wherefrom there arises the inspiration of the buildings that still can be observed and be enjoyed - from a touristic point of view - in Guayaquil. KEYWORDS Guayaquil, architecture, heritage, cultural tourism, patrimonial buildings, big fire, planning. 1 Magister en Docencia y Gerencia en Educación Superior de la Universidad de Guayaquil. Licenciado en Turismo de la Escuela Superior Politécnica del Litoral. Consultor en temas relacionados al turismo y su desarrollo.

La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

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Breve descripción de los cambios que ha sufrido la ciudad de Guayaquil, Ecuador, en su transformación arquitectónica

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Page 1: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

La ciudad de Guayaquil y su patrimonio arquitectónico no visibilizado

César Augusto Santana Moncayo1

Docente Investigador Universidad ECOTEC [email protected]

Resumen

La ciudad de Guayaquil, ubicada en la costa de Ecuador, no es precisamente reconocida por

sus atributos turísticos, sino más bien comerciales. Sin embargo, esto no deja de lado que esta

ciudad tiene ciertos elementos arquitectónicos que, revisando con paciencia su historia, revelan

los importantes cambios que ha ido experimentando, dejando en evidencia –y en edificios y

casas- como la sociedad guayaquileña se comportaba y pensaba a finales del siglo XIX y

principio del XX.

Este artículo pretende ser apenas una pequeña aportación para un redescubrimiento de ese

pasado arquitectónico, de tal forma que tanto habitantes de la ciudad, como extranjeros que

quieran visitarla, puedan entender por qué estos cambios y, sobre todo, de donde surge la

inspiración de los edificios que aún pueden observarse y disfrutarse –desde un punto de vista

turístico- en Guayaquil.

PALABRAS CLAVES

Guayaquil, arquitectura, patrimonio, turismo cultural, edificios patrimoniales, incendio grande,

planificación.

ABSTRACT

The city of Guayaquil, located in the coast of Ecuador, is not recognized precisely by his tourist

attributes, but rather commercial. Nevertheless, this city has certain architectural elements that,

checking patiently his history, reveal the important changes that it has been experiencing,

demonstrating - in buildings and houses - how the Guayaquil society was behaving and

thinking at the end of the 19th century and beginning of the 20th.

This article tries to be a small contribution for a rediscovery of this architectural past, in such a

way that both inhabitants of the city, and foreigners who want to visit her, could deal for what

these changes and, especially, wherefrom there arises the inspiration of the buildings that still

can be observed and be enjoyed - from a touristic point of view - in Guayaquil.

KEYWORDS

Guayaquil, architecture, heritage, cultural tourism, patrimonial buildings, big fire, planning.

1 Magister en Docencia y Gerencia en Educación Superior de la Universidad de Guayaquil. Licenciado en

Turismo de la Escuela Superior Politécnica del Litoral. Consultor en temas relacionados al turismo y su desarrollo.

Page 2: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

1. Introducción

Guayaquil es, prácticamente desde sus inicios, una ciudad más comercial que turística o

patrimonial e histórica. Sus habitantes (una amalgama de migrantes y descendientes de

migrantes que coexisten en el ambiente urbano) trabajan y viven de ella, pero no siempre están

al tanto de su pasado histórico, que aparece en sus calles y sobre todo, en su arquitectura

tradicional y patrimonial.

Han sido varios los arquitectos que han dejado huella de su trabajo en algunos edificios de

Guayaquil, los mismos que, de momento, son prácticamente desconocidos para la gran

mayoría de habitantes de la ciudad, por lo que se ha perdido, en el tiempo, el justo

reconocimiento a estos profesionales de la construcción.

Al omitirse ciertos detalles de la rica historia de Guayaquil, se puede notar que empieza a

decaer el interés por conocerla, así como de aumentar la cultura general y demostrar que la

ciudad tiene espacios que no están siendo debidamente aprovechados, sobre todo perdiendo

la oportunidad en las nuevas generaciones de descubrir una ciudad nueva, que, de cierto

modo, se ha detenido en el tiempo, pero sigue, paradójicamente, activa y reinventada cada día.

El turismo urbano –cultural es una fuente importante de conocimientos y una actividad que

puede “democratizar” ese conocimiento, haciéndolo, mediante la interpretación de datos, más

asequible a cualquier tipo de audiencia, fomentando, a su vez, la curiosidad y el afán

investigativo de las personas que realizan o se interesan por la actividad.

2. La arquitectura del Guayaquil colonial y de inicios de la República

Al no tener una fecha cierta de la fundación de Guayaquil por parte de la corona española, se

ha definido como día más cercano a la realidad el 25 de julio de 1574, cuando se da una

establecimiento definitivo de Guayaquil en el sitio denominado “Las Peñas”, al pie del Cerro

Santa Ana, que en la actualidad ha sido rescatado de la tugurización, para transformarlo en un

lugar turístico – recreativo.

Desde el año de fundación de Guayaquil (1574) hacia adelante, se inicia un proceso de

construcción de viviendas, con características propias de la zona en donde se encuentra la

ciudad. Al no tener acceso a un material durable, como la piedra, las construcciones fueron

realizadas en “madera, caña cincha y bareque que transferían a la arquitectura un carácter muy

singular, principalmente por lo elemental de los diseños que se ejecutaban debido a las

limitaciones plásticas que estos imponían para esa época”. (Hoyos, 2008)

Page 3: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

De esa época, solo una persona en toda la ciudad poseía una casa de piedra y adobo “a

usanza de Castilla” (Gómez Iturralde & Arosemena Arosemena, 1997): Don Diego Navarro

Navarrete, cuya vivienda estaba asentada en el barrio “Las Peñas”

En esos años, Guayaquil estaba limitada al norte por el Cerro Santa Ana, al sur por los bajiales

que inundaba el estero Villamar (lo que actualmente se conoce como calle Loja); por el este la

ría y por el oeste los manglares del Estero Salado. El crecimiento poblacional de la ciudad era

también lento. Según datos ciertos, “para 1571 había 320 personas, para 1605 eran 1,100;

hacia 1620, aproximadamente 2,000 y para 1678 sumaban 6,000 habitantes”. (Rojas &

Villavicencio, 1988)

Cuando el cabildo decidió, en 1688, dividir la ciudad en dos secciones -llamadas comúnmente

“Ciudad Nueva” y “Ciudad Vieja”- las mismas que se comunicaban mediante el llamado

“Puente de las 800 varas”1, que permitían el paso por los cinco esteros: Lázaro, Morrillo,

Campos, Junco y Villamar (ramales del río Guayas que ingresaban a la ciudad). Con el pasar

del tiempo, se empezaron a rellenar los antiguos esteros y entradas de agua, lo que cambió

para siempre la estética y forma de ver a la ciudad, tanto así que en el siglo XVII el mencionado

puente había casi desaparecido y solo quedaban pequeños puentes sobre esteros aún no

desecados.

En el siglo XVIII, la ciudad presentaba dos tipos de construcción: 655 casas de caña de dos

pisos, con techo de bijao, y muchas balsas en el río. Mario Cicala2, sacerdote jesuita italiano, al

llegar a las tierras de Guayaquil, menciona en su “Descripción Histórico – topográfica de la

Provincia de Quito de la Compañía de Jesús. Descripción de la ciudad de Guayaquil en general

1767 a 1771” que si en la ciudad todas las casas fueran de piedra y cal, no existiría una ciudad

tan opulenta y rica en las dos Américas. Sin embargo, al construir todos los edificios y casas de

madera, que es proclive a los incendios, como en efecto ocurrió en cuatro ocasiones, se la

observaba como una ciudad inferior en riqueza en comparación con otras ciudades.

Este mismo sacerdote indica la forma en que se construían las casas: se cavaban hoyos de

seis a diez palmos españoles de profundidad3, con un diámetro de tres a cuatro palmos,

alineados con un cordel, a una distancia de cuatro varas4, notando que al llegar a los dos o tres

palmos de profundidad, empieza a brotar agua en abundancia, que es retirada con baldes y

otros materiales. Una vez conseguida la profundidad adecuada se coloca, en ese hoyo, pilotes

de madera que se rellenan con greda y se compacta con pisones, hasta obtener la consistencia

adecuada. Estos pilotes (de madera de guachapelí -Albizia guachapele-, que soportan la

humedad) servían como las columnas del edificio, luego se empezaba la construcción de la

casa o edificio con tablones de cedro para las paredes, y de roble para los pisos. Esta forma

constructiva era común para cualquier edificación en la ciudad. (Gómez Iturralde & Arosemena

Arosemena, 1997).

Page 4: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

La desventaja que se observaba de esta forma de construcción de casas y edificios es que,

como se mencionó anteriormente, los incendios las destruían muy fácilmente, sobre todo por el

hecho que las edificaciones estaban juntas, por lo que el fuego se propagaba muy fácilmente.

A finales del siglo XVIII y principio del XIX, Guayaquil prosperaba por la explotación cacaotera,

lo que trae como consecuencia un aumento de la población, debido a la inmigración desde

otras zonas del país y de Perú. Empieza a observarse también nuevas obras, como alumbrado

público con lámparas de aceite, además de edificios administrativos y comerciales.

La fisionomía de la ciudad de Guayaquil fue cambiando paulatinamente, no solo por estas

nuevas construcciones, sino por los incendios. Ya se ha mencionado en párrafos anteriores las

terribles consecuencias de estos hechos, puesto que, en más de una ocasión la ciudad

prácticamente “desapareció” producto del flagelo, para volver a ser reconstruida, nuevamente

en madera. ¿Por qué en un material que, se había probado, podría desaparecer por acción del

fuego? La respuesta quizás, va más allá de ese peligro: en la Sierra Ecuatoriana (o de lo que

actualmente se conoce como Ecuador), las casas y demás edificaciones fueron construidas

con piedra y adobe –motivo por el cual muchas de ellas aún están en pie- pero eran fácilmente

dañadas por los temblores y terremotos que, más de una vez, azotaron el actual territorio

ecuatoriano. Las casas de madera, por el contrario, soportaban estos movimientos telúricos sin

prácticamente ningún daño en sus estructuras. Los incendios, por otro lado, trajeron ciertos

“beneficios” a la creciente ciudad: permitieron crear un sistema de emergencias5 –las

compañías de bomberos-, que se preparaban cada vez más, en proteger a la ciudad de los

flagelos. (Estrada Icaza, 2007).

Uno de estos incendios es recordado como en más voraz y terrible que afectó a la ciudad, y

que prácticamente, la cambió por completo, haciéndola casi desaparecer, y resurgir con un

nuevo estilo arquitectónico, que se verá reflejado principalmente en el siglo XX. Este hecho es

conocido históricamente en la ciudad como “el incendio grande”

3. El incendio grande: el cambio definitivo y el Plan Thoret

Mucho se ha discutido6 y escrito en Guayaquil desde 1896, año en el que el llamado “Incendio

Grande” consumió aproximadamente 1300 casas, que representaban 92 manzanas de las 458

que existían en ese tiempo en la ciudad, dejando sin hogar a 33.000 personas de los 59.000

habitantes de Guayaquil en ese año. Se conocen, por crónicas de la época e investigaciones

posteriores, diversos detalles de aquel flagelo, sobre todo las consecuencias de éste: “Más de

6 calles longitudinales y 19 transversales, tres días de incendio, vigilia y ayuno…40 o 50

millones de sucres hechos humo y cenizas…” (Chávez Franco, 1952).

Page 5: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

A pesar del aspecto desolador de esta desgracia, se empezó, prácticamente apenas finalizado

el incendio, las labores de reconstrucción, para lo cual, fue necesario que el Municipio de

Guayaquil tome algunas medidas para ayudar a la recuperación de la ciudad, en 12 acuerdos,

entre los cuales se destacan: (Estrada Icaza, 2007)

1. Construir covachas para brindar alojamiento a personas indigentes

Foto 1: Guayaquil en 1896, antes del incendio. Fuente: http://www.skyscrapercity.com/

Foto 2: Guayaquil en 1896, después del incendio. Fuente: http://www.skyscrapercity.com/

Page 6: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

2. Nombrar una comisión para colectar recursos a nombre del Concejo

3. Confiar a la Sociedad de Vivanderos la supervigilancia de aquellos individuos que, no

perteneciendo al gremio, pretendieran alterar el precio de los artículos de primera

necesidad.

4. Fletar vapores para conducir fuera a los damnificados que quisieran salir de la ciudad.

5. Solicitar edificios, particulares o fiscales, para alojar a los infelices

6. Conceder plazo de 6 meses para la construcción de covachas, fuera del área

incendiada.

7. Aumentar el número de inspectores y celadores de la Policía Municipal.

8. Prohibir la venta de licores.

El periódico “El Grito del Pueblo” que circuló en Guayaquil desde el 21 de enero de 1895 hasta

el 30 de junio de 1911 (Pérez Pimentel, 2015), empezó a hacerse eco de los temas de la

reconstrucción de la ciudad, sobre todo porque su edificio no fue afectado por el incendio

grande. Los redactores de este diario indicaban que era momento de aprovechar esta

desgracia para construir una nueva ciudad, con amplias calles y avenidas similares a las de

otros países, lo que sería un plan ideal, pero de largo plazo, costoso (sobre todo por las

expropiaciones a realizar) y significaría una parálisis comercial para la ciudad.

El 18 de octubre de 1896 se aprobó las nuevas reglas de construcción de la ciudad, donde,

entre otras regulaciones, se indicaba que:

Foto 3: Plano de Guayaquil de 1881, dónde se describe las calles afectadas por el incendio de 1896 y posteriores. Fuente: soymusicaecuador.blogspot.com

Page 7: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

a) “Los edificios tendrán 9 ½ metros de altura, contados desde el nivel del piso del portal a

la solera (techo)

b) El ancho de los portales será de 4 metros en el Malecón, de 3 en las otras calles y en

el caso de que el I. Concesjo resuelva dejar la de Escobedo (nombre de la calle),

tendrá en ella los portales de dos metros; y

c) La altura del primer piso a contar del nivel del portal, será de 4 ½ metros y el segundo

de 5 metros”. (Muy Ilustre Concejo Cantonal de Guayaquil, 1896)

Por otro lado, el 27 de octubre se aprobó la “Ordenanza de rectificación del plano de la ciudad

y fábrica de los nuevos edificios”, donde se establecía que la nueva ciudad debía tener calles

rectas y amplias, desapareciendo los callejones o zaguanes, para evitar que otros posibles

incendios se propaguen. (Compte Guerrero, 2011)

En los días posteriores al incendio, el Concejo de la ciudad convocó a concurso a ingenieros

civiles, arquitectos y agrimensores7 para presentar proyectos de delineación de la parte

destruida de la ciudad durante el incendio.

De los proyectos presentados, el Concejo aceptó el perteneciente al ingeniero francés Gastón

Thoret, que fue mostrado el día 10 de noviembre de 1896. El mismo ingeniero indicaba de su

proyecto: “Resulta, pues, que la mayor parte de los solares no sufrirán más que un pequeño

aumento o disminución; unos pocos cambiarán de sitio, pero guardan su misma orientación…”

(Thoret, 1896), por lo que consideraba que apenas una pequeña parte de los afectados

tendrían que ser reubicados, para lo cual, en su plan, había previsto dos tipos de

compensaciones:

a) Las de las superficies de los solares.- En el plan se dice que nadie, aun cuando sea

cambiado de sitio, su orientación y superficie no cambiarán, reconociendo que algunos

dueños ganarán, otros perderán, pero siempre ambas, pérdidas y ganancias, serán

pequeñas.

b) Las de los gastos de expropiaciones.- Se refiere en esta apartado, a que la

Municipalidad de Guayaquil, para evitar gastos exagerados en expropiaciones, podría

ceder algunos terrenos para que el Gobierno Central construya los edificios de las

Aduanas, destruidos completamente, u otros terrenos vacíos en ese momento para

reconstruir escuelas. (Thoret, 1896)

A continuación se mostrarán tres planos de Guayaquil, antes del incendio de 1896, el

propuesto por Thoret y de 1920, para entender los cambios realizados y como se organizó

la ciudad en ese momento:

a) Plano de Aimé Millet

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En este mapa se puede apreciar claramente la distribución espacial de las casas de la ciudad

de Guayaquil en 1881, quince años antes del incendio grande. Se notan las entradas de los

esteros que aún existían en la época, y como las cuadras o solares formaban pequeños

zaguanes, con casas muy cercanas entre sí, lo que hizo que el fuego se propagara

rápidamente en la ciudad, en más de una ocasión.

Gráfico 1: Plano de Guayaquil elaborado en 1881 por A. Millet. Fuente: Archivo Histórico del Guayas

Gráfico 2: Acercamiento del mapa de A. Millet de 1881. Fuente: Archivo Histórico del Guayas

Page 9: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

b) Plano de Gastón Thoret

Gráfico 3: Plano de Gastón Thoret. Fuente: Arq. Antonieta Palacios J. (2003) sobre plano publicado por "El Grito del Pueblo"

Como puede observarse en este plano del proyecto de reconstrucción del Guayaquil, se

eliminan los zaguanes, esteros y callejuelas, dando paso a manzanas más estructuradas. Si

bien es cierto el plano fue considerado como un excelente referente técnico, no faltaron los

críticos (sobre todo de diarios como “El Grito del Pueblo”) que sugerían la forma adecuada de

llevar adelante la reconstrucción, pero basándose en este plano.

En el acercamiento siguiente puede observarse con detalle los cambios planificados por el

ingeniero Thoret

Page 10: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

A continuación, una breve reseña de las recomendaciones del ingeniero Thoret, y cuáles de

ellas fueron consideradas para construir la nueva ciudad.

Proyecto de Thoret

Objeciones de J.

Martínez Aguirre, Jefe

Político

Comentario de “El Grito

del Pueblo” a las

Objeciones del

Intendente

Como se observa en

la actualidad

(Comentarios de Arq.

Antonieta Palacios)

Calle Bolívar (actual

Victor Manuel

Rendón). Solo una

rectificación

En esta calle debe

dejarse espacio para

una plaza pública, para

levantar un monumento

a Pedro Carbo, según

recomendaciones del

Concejo

Aceptable la

recomendación

Se levantó la plaza

Pedro Carbo.

Calle Olmedo (Actual

calle P. Icaza).- Se

endereza hasta la

calle Chanduy (actual

García Avilés); la

única expropiación

será entre las calles

Escobedo y

Chimborazo

(conservan ese

nombre en la

actualidad)

Se extiende hasta la

calle Chanduy (actual

calle García Avilés)

Calle Nueve de

Octubre.- Desde la

Plaza San Francisco

hasta el Salado (brazo

de estuario que aún

existe en Guayaquil)

se transforma en

alameda. De la plaza

San Francisco a

Malecón queda calle

del tipo angosto,

Hacerla avenida de la

plaza Rocafuerte

hasta Malecón

La calle Nueve de

Octubre se prolongará

desde la plaza de San

Francisco hasta el

Salado como calle

ancha. En 1900 es

interceptada a la altura

de la calle undécima

(actual calle Seis de

Marzo) para ubicar la

columna de los

Próceres (elemento

arquitectónico y

escultórico que existe

en la actualidad)

Calle Pedro Carbo.-

Se transforma en

La calle Pedro Carbo

debe de seguir hasta la

Objeción aceptable No se la ensanchó

Page 11: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

alameda, expropiando

el lado este.

Plaza de la Merced a fin

de impedir la falta de

simetría si se llevara

con el ancho que exige

el plano hasta la calle

Luque.

Calle Chanduy (actual

García Avilés).-

También es alameda

Esta calle no tiene por

qué ser de tanta

anchura y debe quedar

entre las de tipo

angosto

No aceptable Quedó como calle

ancha

Malecón.- Solo sufre

un ligero anchamiento,

entre el primer y

segundo estero

Los potreros (calles

Bolívar y Rocafuerte).-

El trace de esta parte

queda ya indicado;

prolongando

simplemente las calles

de la 1ª y 2ª parte ya

enumeradas

A partir de 1925 se

urbanizaron estos

terrenos, pero en su

trazado no se siguió la

delineación propuesta

por Thoret

Tabla 1: Observaciones al proyecto Thoret. Fuente: (Estrada Icaza, 2007)

c) Plano del Ingeniero Luis A. Carbo, 1900

Gráfico 5: Plano de Luis A. Carbo. Fuente: Archivo Histórico del Guayas

Page 12: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

En 1900, tal como puede observarse en este plano, la ciudad había sido reconstruida, con

algunas de las recomendaciones del ingeniero Thoret, y otras que el propio Cabildo fue

asumiendo, para dejar una ciudad mucho más ordenada. Si se compara este mapa, con el

colocado más arriba, antes del incendio grande de 1896, puede verse la diferencia en el

trazado de las calles y la simetría que se siguió a partir de entonces.

Pero una parte es el trazado de la calle, otra son las edificaciones que fueron surgiendo en la

ciudad, que, a propósito de su reconstrucción, buscó arquitectos en su mayoría europeos, para

darle una nueva cara a la ciudad. De esta forma, Guayaquil cambio completamente, y algunos

de esos legados arquitectónicos aún perduran hasta nuestros días.

4. Los arquitectos que definieron a la ciudad

El desde ese momento llamado “Incendio Grande de Guayaquil”, como puede asumirse por la

magnitud del mismo, dejó en la calle a cientos de familias, que empezaron a sobrevivir por

ayuda de sus familiares o amigos. Muchas de ellas, que tenían fortunas considerables, no

pudieron recuperarse ni dejar legado para sus descendientes. Otras familias, por el contrario,

que tenían sus bienes repartidos en haciendas y ganado, empezaron a surgir, prácticamente

de golpe. (Pérez Pimentel, 2015).

Las labores de reconstrucción fueron algo lentas al principio, pero poco a poco la ciudad

empezó a tomar forma, siguiendo los planos del Ingeniero Thoret, y sobre todo, los gustos de la

nueva aristocracia guayaquileña, que empezaba a surgir por lo negocios, especialmente el

cacaotero.8

Por otro lado, este ingreso importante de dinero, motivó el auge de las construcciones de

cemento en Guayaquil, distanciándose de su original técnica constructiva de madera. Es en

esta época que empiezan a llegar, contratados desde Europa, varios arquitectos que

empezaron a cambiar la faz de la ciudad, con ideas de estilo neo clásico. A continuación se

detallan algunos de estos arquitectos, y las obras que sobreviven en la ciudad, como parte de

su legado:

a) Sociedad Bartoli, Bonarda y Gherardi

Esta sociedad estuvo conformada por los arquitectos Carlo Bartoli, Giancarlo Bonarda y Mario

Gherardi. En 1923, presentaron los planos de la Catedral de Guayaquil (ubicada en la calle

Chimborazo), definiéndole el carácter neo gótico que ostenta en la actualidad, aunque con

ciertas modificaciones.

En la actualidad, el edificio de la Catedral sigue siendo utilizado para su fin original, siendo uno

de los puntos fuertes de visita turística a la ciudad.

Page 13: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

Foto 4: Muestra de la idea original de la Sociedad Bartoli, Bonarda y Gherardi, elaborado en 1923. Fuente: Arquitectos de Guayaquil, por Florencio Compte (2007)

Foto 5: La Catedral de Guayaquil, en 2015. Fuente: autor.

Page 14: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

b) Hugo Faggioni

Arquitecto y escultor chileno, cuyo trabajo en la ciudad de Guayaquil estuvo representado en la

ornamentación arquitectónica de los edificios de Diario El Telégrafo (entre 1922 y 1925), y la

casa Rogelio Benítes Icaza (proyecto del arquitecto Joaquín Pérez Nin). En 1928 se incorporó

al Departamento Técnico de la Sociedad Técnica Fénix, en donde, en 1929, obtuvo el premio

del Consejo Cantonal por su proyecto del Edificio del Banco La Previsora. (Compte, 2007).

De estos edificios, el del Diario El Telégrafo (calle Boyacá y Avenida 10 de agosto) continúa en

las mismas funciones desde cuando fue diseñado y construido: acoge al diario que es

considerado “El decano de la prensa ecuatoriano”. También será parte del proyecto

“Universidad de las Artes”, donde acogerá a parte de este nuevo centro de estudios del

Ecuador.

La antigua casa de Rogelio Benites (ubicado en la Avenida 9 de octubre) tuvo varios usos en

los años posteriores al uso domiciliar para el que fue concebida. Hasta el año 2014, albergó al

Banco Sudamericano, actualmente en liquidación. Como puede apreciarse en la foto, en la

actualidad el edificio está en venta, para solventar algunas de las deudas del Banco.

Foto 6: Edificio de Diario "El Telégrafo", en el 2015. Fuente: autor

Page 15: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

El antiguo Banco La Previsora (Avenida 9 de octubre y calle Pichincha), luego de la quiebra de

ese banco en 19999, ha tenido varios usos alejados al bancario. En la actualidad, es parte de

los edificios del centro de Guayaquil que serán parte de la nueva “Universidad de las Artes”.

Nótese que, en la parte superior, existía un letrero realizado en piedra y cemento que decía

“Banco La Previsora. 1929”, pero en la actualidad ha sido quitado.

Foto 8: Edificio Banco La Previsora, 2015. Fuente: autor

Foto 7: Antigua casa de Rogelio Benites Icaza, en el 2015. Como puede observarse, presenta un letrero de "se vende". Fuente: Autor

Foto 9: Antiguo edificio del Banco La Previsora, en el 2015. Fuente: Autor

Page 16: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

c) Pedro Fontana

Arquitecto italiano que desarrolló su trabajo profesional desde 1924 en Guayaquil. A partir de

esa fecha, fue Jefe del Departamento Técnico de la Sociedad Bancaria Chimborazo. Entre

algunas de sus obras, que aún se mantienen en la ciudad están las siguientes:

Casa Luis García: Construida en 1925 y ubicada en la Avenida 9 de octubre y calle José

Mascote, en la actualidad funciona como restaurante. A pesar de los años transcurridos, y de

estar emplazada en una zona de alto tráfico vehicular, sigue manteniendo los rasgos originales

de su construcción, como puede apreciarse en la foto:

Casa Enrique Sotomayor y Luna: Construida en 1924 y ubicada en la calle Boyacá y calle

Aguirre. En la actualidad funciona como bodega, debido a que se encuentra en una calle muy

céntrica de la ciudad de Guayaquil. También presenta en su parte inferior, locales comerciales,

tal como puede observarse en la foto.

Foto 10: Casa Luis García en el 2015. Fuente: Autor

Foto 11: Casa Enrique Sotomayor y Luna. Actualmente, bodegas y locales comerciales. Fuente: autor

Page 17: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

Edificio de la Sociedad Continental, ex Banco de América: Ubicado en la calle Elizalde 101 y

Malecón. En la página web de la Municipalidad de Guayaquil se puede leer lo siguiente:

“El edificio fue construido en 1925 por el arquitecto italiano Pedro

Fontana, para que funcione la casa comercial Sociedad Continental,

fundada en 1922 por el empresario Lorenzo Tous que se dedicaba a

la importación de licores, comestibles y material de ferretería.

Posteriormente el edificio perteneció al Banco de América.

En la década del 90 se le agregó un piso a la construcción. En ese

mismo decenio, el 7 de junio de 1990 fue declarado Patrimonio

Cultural. Actualmente, allí funciona la Dirección General de Marina

Mercante”. (Municipio de Guayaquil, 2015)

Foto 12: Edificio de la Sociedad Continental, en la actualidad funciona la Dirección General de la Marina Mercante. Fuente: autor

Page 18: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

d) Francesco Simone Maccaferri

Arquitecto italiano, podría decirse que el más reconocido y recordado de los que prestaron sus

servicios en Guayaquil. Su obra principal –por la que concursó y ganó- fue el diseño del nuevo

palacio de la Municipalidad de Guayaquil (1922). Para edificio, se inspiró en la Galería Vittorio

Emmanuel II de Milán, de donde se importaría la cubierta acristalada del pasaje central.

(Compte, 2007)

Es uno de los edificios más visitados por turistas nacionales y extranjeros, pues destaca por su

vistosidad y elegancia. A pesar de haber pasado por varias administraciones municipales

desde 1929 (año en que fue inaugurado), fue recién en 1996 que fue reparado y recuperado tal

como se lo observa en la actualidad.

e) Augusto Ridder

Arquitecto alemán, quien junto a Maccaferri, dotaron a la ciudad de dos de sus edificios más

emblemáticos: El Palacio Municipal –anteriormente descrito- y el Palacio de la Gobernación.

Este último fue construido en 1923 por Ridder, siguiendo el diseño del italiano Mario Gherardi.

Es un edificio de estilio neo clásico, de líneas muy rectas en casi todo su conjunto. En la

actualidad, este edificio también es sede de algunos departamentos de la Universidad de las

Artes, tal como puede observarse en las fotos tomadas por el autor de este artículo.

Foto 14: Edificio de la Gobernación. Actualmente también funciona la Universidad de las Artes. Fuente: Autor

Foto 13: Palacio Municipal de Guayaquil, en el 2015. Fuente: autor.

Page 19: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

Conclusiones

a) Como se ha observado en el recorrido realizado en el artículo, la arquitectura de

Guayaquil es relativamente nueva: luego del llamado “Incendio grande” de 1896, la

ciudad empezó a ser reconstruida con ideas europeas, en su mayoría, lo que cambió

para siempre la concepción original del emplazamiento urbano que, a decir de algunos

autores de la época anteriores al incendio, le daba una imagen de desorden.

b) No siempre se siguieron los planes constructivos al pie de la letra: el creado a partir de

1896 tuvo ciertos reparos, que lo transformaron en algunos puntos, pero que sirvió

como un gran referente técnico de lo que debía realizar la ciudad a nivel de

urbanización, y hacia donde debía crecer. Lógicamente, en esa época, nadie podía

prever el nivel de crecimiento que iba a tener Guayaquil en los años subsiguientes.

c) El “Incendio Grande” fue también la oportunidad para que se dieran dos fenómenos

socioeconómicos: en primer lugar, el auge de hacendados, dueños de plantaciones de

cacao, que reemplazaron, de cierta forma, a las familias “de alcurnia” de la ciudad,

muchas de las cuales quedaron en la pobreza absoluta luego del incendio. El otro, la

migración campo – ciudad, pues muchas familias de las haciendas, al observar que el

dinero se quedaba en Guayaquil en otros negocios, aprovecharon para mudarse a la

ciudad y hacer de esta ciudad su nuevo hogar.

d) Por otro lado, además de esta migración, que hizo surgir a nuevos ricos y familias de

clase media en la ciudad, también trajo la oportunidad de que las familias con nuevo

poder económico hiciera que sus hijos estudien en el exterior, principalmente en

Europa.

Foto 15: Edificio de la Gobernación. Se observa el letrero de la Universidad de las Artes que funciona actualmente en el lugar. Nótese el techo de cristal y las grandes columnas

de su interior. Fuente: Autor

Page 20: La Arquitectura Patrimonial de Guayaquil

e) Los arquitectos europeos arribaron a la ciudad al ser invitados por esta sociedad que

valoraba el tema clásico de las construcciones de esa parte del mundo. A pesar de los

costos de traer a estos profesionales y de los materiales a utilizarse, la ciudad empezó

a tener un matiz más del Viejo Mundo, lo que permitió su reconocimiento arquitectónico

de otras ciudades de la época. De una u otra forma, esta nueva arquitectura reemplazó

a la idea de un centro histórico colonial por uno moderno, funcional, pero clásico.

f) Con el pasar del tiempo, lastimosamente, muchos de los edificios (a excepción de los

públicos) han pasado a dejar de cumplir la función para los que fueron construidos, y

algunos de ellos se encuentran degradados o sub utilizados. Urge en la ciudad de

Guayaquil un plan de rescate de estos edificios, que, si bien es cierto, no son

patrimoniales, son un reflejo de una época, por lo que deben ser tomados en

consideración como una fuente importante de conocimientos, no solo para los

estudiantes de arquitectura, turismo o historia del arte, sino para toda la ciudadanía en

general.

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Guayaquil: ILDIS CER-G.

18. Thoret, G. (1896). Proyecto de reconstrucción de Guayaquil. Guayaquil.

1 Al momento de que los vecinos de Guayaquil se mudaron de la Ciudad Vieja a la Ciudad Nueva, se

construyó un puente que permitiera el paso por encima de los manglares y pantanos que existían en ese

momento. A este puente se le llamó “el puente de las 800 varas”, construido de madera de guasango

(Loxopterygium huasango Spruce) (Mayorga, 2010)

2 Mario Cicala fue un geógrafo que nació en Fiume de Misi a solo 30 kilómetros de Mesina, Italia, el 19 de

Enero de 1.718, muy joven ingresó al Seminario que los jesuitas mantenían en esa ciudad y terminó los

estudios de Filosofía. En 1.748 fue misionero en Guayaquil y Panamá. De allí en adelante continuó sus

trabajos apostólicos en la provincia de Quito, recorriéndola y tomando notas y apuntamientos de su

topografía principalmente y sobre cualquier asunto que revistiera importancia. En 1.761 seguía en

Guayaquil de Procurador. En 1.764 se encontraba de Procurador de la recién fundada Residencia jesuita

de Ambato. El 67 era Procurador de los Colegios de la sierra en Guayaquil y como tuviera que viajar a

Babahoyo cumpliendo gestiones relacionadas con su oficio, fue sorprendido con la Orden del

Extrañamiento y volvió al puerto a fín de unirse a sus compañeros de Comunidad en el viaje de regreso a

España, tras permanecer veintiséis años en estos territorios. (Pimentel, 2015)

3 Un palmo es la “Distancia que va desde el extremo del pulgar hasta el del meñique, estando la mano

extendida y abierta”. (Real Academia de la Lengua Española, 2015)

4 Una vara se la define como “Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de España con

valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm”. (Real Academia de la Lengua Española, 2015)

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5 Joseph Kolberg, sacerdote jesuita alemán opinaba que un beneficio de los incendios de Guayaquil era

que se había “…superado la antigua dejadez y se han organizado muchas compañías de bomberos que

saben manejar muy bien sus bombas de incendio; los diversos métodos empleados por ellos han

suscitado viva emulación sobre cual resulta bueno para la nación y debe ser acreedor a la gratificación.”

(Kolberg, 1977)

6 Hasta la fecha (año 2015) los rumores acerca de cómo se produjo el llamado incendio grande de

Guayaquil son diversos y polémicos: se dice que fue provocado por militantes de los partidos

conservadores de Ecuador, debido a que la Primera Asamblea Constituyente del Liberalismo (movimiento

político) se iba a reunir en Guayaquil a partir del 9 de octubre de 1896, lo que, según algunos analistas,

hubiera traído grandes cambios en la estructura política del país, cambiando a un estado confederado,

con el fin de descentralizarlo (Calle Forrest, 2012). Esta sospecha se fundamenta en que el incendio

comenzó en un almacén llamado “La Joya” que se ubicaba al frente del edificio de la Gobernación, donde

se realizaría la mencionada Asamblea. En los días posteriores al incendio, algunos vecinos de la ciudad

identificaron a Juan Tello, como sospechoso de incendiario. Días después del incendio, Juan Tello fue

fusilado, aunque nunca pudo comprobarse fehacientemente su culpabilidad en los hechos que le

imputaban. (Estrada Icaza, 2007)

7 La agrimensura es el nombre que recibe el arte y la técnica de medir las superficies de los terrenos y

levantar los planos correspondientes.

8 Para la década de 1890, Ecuador era el primer exportador mundial de cacao, con una participación de

entre un tercio y la mitad del mercado global de aquella época. Los principales destinos de esta

producción cacaotera fueron Londres y Hamburgo, a los que luego se sumó New York, antes de la

primera guerra mundial (1914 – 1918). Muchas de las familias que empezaron a ganar dinero por sus

haciendas cacaoteras preferían que sus hijos estudiaran en Francia, por lo que los intelectuales de la

época (sobre todo de la sierra ecuatoriana) criticaban que el dinero del cacao se gastaba en ese país

europeo, y era muy poco lo que quedaba en el país. (Aspiazu, 2013)

9 El 8 de marzo de 1999, durante el gobierno de Jamil Mahuad, se declaró un “feriado bancario” de 24

horas, que finalmente duró 5 días. Todas las operaciones financieras estaban suspendidas. Mientras

tanto, Mahuad decretó un “congelamiento de depósitos” por 1 año, de las cuentas de más de 2 millones

de sucres. Esa injusticia tuvo consecuencias nefastas. Aun así los bancos “quebraron” y el Estado asumió

los costos, transmitiéndolos a la población a través de diversos mecanismos, entre ellos, la reducción del

gasto social y la elevación del costo de los servicios. (Proyecto "Tras las huellas de un atraco: Ecuador,

1999", 2011)