Chofi la burra:

Personajes:Abuela prudenciaMama florAugustoEluterioCeliaFaustoCamelia

Había una vez en un Pueblo lejano llamado Santo Domingo de los Tomates, vivía una familia muy alegre que se dedicaba a la venta de tortillas, tenían una burra ceniza que se llamaba chofi que les ayudaba a transportar los materiales que ellos necesitaban parea la elaboración de las tortillas. Un día vieron que el lugar donde se quedaba la chofi estaba algo bastante sucio y decidieron limpiarla como siempre lo hacían que ya era de costumbre.

Augusto: Oye Eluterio vamos a limpiar ah donde está la chofi porque ya está muy sucio.

Eluterio: ahorita lo hacemos déjame jugar un ratito con mi trompo que acabo de comprar.

Augusto: vamos de una vez antes que venga mama y te deje la cabeza como trompo picado con otro.

Celia: y cómo es eso hermanito?

Augusto: con hoyos en la cabeza por desobediente jaja, ándale hay viene!

Eluterio: hay mama, corre hermanito!

Mama flor: muchachos que hacen? Acaso no les dije que limpiaran donde esta chofi?

Abuela Prudencia: si hija pero yo los mande por maíz no los regañes, ya ven verdad niños?

Augusto, Eluterio: si abuela ya vamos!

Eluterio: hay mamita chula, nos salvo la prudencia literalmente!

Augusto: jaja ya apúrate si no quieres que ahorita nos cuelguen de las greñas y mira que tu sí que las tienes largas.

Celia: jaja yo ya te imagine colgado jajaja.

Narrador: los muchachos limpiaban a un gusto demasiado apresurado cuando llego Fausto un primo suyo:

Fausto: que hay muchachos que andan haciendo? Primita Celia que haces?

Celia: pues acá primito recogiendo la leñita que esta saliendo de donde esta chofi.

Eluterio: pues yo acá estoy bailando con la escoba y jugando con la pala dijo de mala gana.

Fausto: jaja bailando de coraje querrás decir, que ganas las tuyas primo pensé que estabas limpiando.

Eluterio: pues si estamos limpiando mejor ven y ayúdanos para que después juguemos futbol jugas Celia?

Celia: no, yo voy a ayudar con la cena se lo prometí a mama.

Fausto: ya vas, apurémonos en ese caso entonces.

Narrador: y asi siguieron hasta terminar dejaron amontonado el abono en un sitio y se fueron a jugar futbol. Más tarde ese día:

Camelia: mama Prudencia ya llegue que están haciendo?

Prudencia: hay hija que bueno que ya llegaste, estamos quemando el abono de la burrita.

Camelia: ah muy bien salió bastante no?

Flor: si ya era mucha, me ayudas a bajar la olla de mi nixtamal?

Camelia: si claro que sí, ya vamos a cenar? A mira hay que extender el abono para que se apague más rápido.

Flor: si está bien, y si ya vamos a cenar!

Prudencia: ya voy a servir, muchachos a cenar!

Eluterio: hay que bien ya se estaban tardando.

Fausto: este amigo si no come no es feliz.

Celia: jaja es un comelón y no le gusta obedecer pero si come y mucho jaja

Augusto: jaja es cierto pero pobre déjenlo ser.

Eluterio: ya los escuche eh.

Narrador: cenaron muy rico y todos se fueron a descansar porque temprano tenían cada uno deberes a que dedicarse, a media noche cuando ya todos dormían pacíficamente Flor se levanto porque escucho ruidos extraños en el patio y muy silenciosa camino y fue a donde su mama que estabas en el mismo cuarto.

Flor: mama alguien anda dando mucha guerra en el patio.

Prudencia: no creo a lo mejor chofi se soltó.

Flor: pero está haciendo más ruido que de costumbre y hace ruidos extraños.

Camelia: que pasa?

Prudencia: creo que el burro se soltó vamos a ver!

Flor, Camelia: si vamos mama

Narrador: cuál fue su sorpresa que al abrir la puerta del cuarto chofi estaba arrinconada en las llamas pues no contaban con que el abono que al parecer a simple vista se había apagado, por debajo de la brasa busco camino y empezó a arder poco a poco mas fuerte hasta encontrar unas cargas de leñas en donde prendió fuego ferozmente que hizo que la chofi la burra empezara a saltar del susto porque sentía que ya le había llegado el día entonces Prudencia entro a cada uno de los cuartos y levanto a todos los presentes.

Prudencia: muchachos muchachos la casa se quema se quema la casa ayuda corran agua rápido rápido.

Narrador: todos se levantaron muy rápidamente y salieron como alma que lleva el diablo en el camino Eluterio cayó al tratar de ponerse los zapatos poco le hicieron caso. Para aumentar la mala pasada a esa hora de la mañana no había agua de la llave, pero respiraron esperanza cuando vieron que el tanque de agua algo grande que utilizaban para uso diario estaba llena Amelia dijo:

Amelia: aquí hay agua rápido.

Prudencia: las cubetas donde están las cubetas!

Celia: aquí están ya vamos rápido.

Eluterio: ya le corte el mecate a la burra del otro lado.

Fausto: si está bien apúrate.

Narrador: Todos estaban trabajando duro y pesado, tanto que de equivocación Camelia boto el cubetazo de agua y sin querer bañó a Fausto completamente pero tanta era su desesperación que ni cuenta se dieron o simplemente no le tomaron importancia, pasando el tiempo y mas se vaciaba el tanque mas iba cediendo el fuego, para la tranquilidad de la familia unos minutos después el fuego se apago completamente y muy cansados pero alegres por la hazaña decidieron ir a dormir no sin antes amarrar de nuevo a chofi que el susto se había llevado. Al otro dia en la tarde todos se reunieron de nuevo como de costumbre platicando de la noche pasada cuando de repente Eluterio habló.

Eluterio: jajajaja Fausto y que te baña la tía Camelia no?

Fausto: jaja si es cierto

Camelia: jaja perdón hijo jaja ya ni hice caso de eso pero estuvo buena jaja

Fausto: ya me tocaba un buen baño

Flor: pero el susto que nos llevamos ya nadie no los quita jaja

Augusto: si pero lo de Fausto estuvo buenísimo jajaja y ni se diga lo de Eluterio y su caída maratónica jaja esa si queda para la historia.

Todos ríen y Eluterio pone los ojos.

Prudencia: si hijos hubo un poco de todo pero si no hubiera sido por chofi ya estaríamos fritos.

Celia: todo estuvo cómico y si la abuela tiene razón seriamos comida frita lista para servir jaja.

Eluterio: comida frita donde hay que ella me dio hambre.

Todos: hay Eluterio tragón (risas)

Narrador: todos sabían que esta historia quedaría plasmada por siempre en su vida una mala pasada de un día de suerte, y tampoco olvidarían que chofi la burrita ceniza que los ayudaba también formo parte de esta anécdota de su vida. Esto nos ayuda a recordar que los animales por más irracionales que parezcan se convierten en parte fundamental de nuestra vida.

Fin.