Borja Díaz López y Guilherme de Fátima SilvaPatrocinado por: EmmaProyect & I.E.S.La Magdalena

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La calle de La Ferrería arrancaba en la puerta del Alcázar, la principal del recinto amurallado, que contaba con otras cinco: siglos más tarde se trasladó aquí la Torre del Reloj, que presidía la puerta de la actual calle de La Fruta. La Ferrería terminaba en la puerta de La Mar a la vera de la iglesia de los Franciscanos, donde estuvo situado el puerto hasta el siglo XIX.

Iglesia de los Padres FraciscanosConjunto religioso de distintos estilos y épocas.La nave central (s.XII) de estilo románico es el edificio más antiguo que se conserva en Avilés. Adosadas a ella se encuentran, a la izquierda, la capilla de Pedro Solís(s.XV) de estilo gótico, y a la derecha la capilla del Cristo (s.XVIII) de estilo barroco. En su interior se encuentran los restos de Don Pedro Menéndez de Avilés, almirante de la Armada bajo las órdenes de Flipe II y fundador de la ciudad más antigua de los Estados Unidos de América, San Agustín de La

Florida. Se trata de una avenida recta que traspasaba de parte a parte la ciudadela medieval (La Villa). Sembrada de soportales, que cambian de lado en el cruce con la calle del Sol, su nombre parece que responde a la actividad artesanal que en ella se desarrollaba: los «ferreros» (herreros). Como en otras de Avilés, los soportales servían como protección a los artesanos de la lluvia o del sol, mientras faenaban aprovechando la luz diurna.

Fue en su tiempo la calle comercial de La Villa y, todavía hoy, guarda recuerdos imborrables que dan la extraña sensación al paseante de transitar por otras épocas.

La calle de La Ferrería (en su tiempo conocida como Rúa Nueva y en el siglo XIV Calle Mayor), arrancaba de una de las principales entradas al recinto amurallado –donde en su día se instaló la llamada Torre del Reloj- y terminaba en otra de las salidas del mismo, la puerta del mar (es decir el entonces puerto de Avilés) a la vera de la Iglesia de los Franciscanos. Se trata de una avenida recta que traspasaba de parte a parte la ciudadela medieval.

Curiosidad de esta calle: aquí se organiza la feria medieval en el que puedes comprar cosas ambientadas en la época medieval.

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La número uno, entre las que discurrían por dentro de las murallas, demolidas en el siglo XIX. Tuvo muchos nombres, aunque el actual (recobrado en 1979) es el más cabal. Porque cuadra con haber sido calle de herreros o también -otra teoría- de que al inicio de la rúa había una gran ferrería. Cosa premonitoria esto del hierro, pues las primeras oficinas de la siderúrgica Ensidesa se abrieron, en la década de los cincuenta, en el número 29 de esta calle.En esta calle nació, vivió y murió el novelista Juan Ochoa.

Antes. Iglesia de S. Nicolás con el atrio hoy demolido y la sacristía construida por el obispo Llano Ponte, que se derribó en parte

Hoy. La Iglesia de los Padres Franciscanos

El primer documento que hace mención a la villa de Avilés en la historia es el cortafuego testamento de Alforzo III en el año 905. Este rey dona las iglesias de San Juan batista y Santa María de Avilés al clero de Oviedo. Según el señor Garralda,los cimientos de estos dos templos prerrománicos se levantaron después de las iglesias de S. Nicolas de la Villa y del convento san Francisco respectivamente.

En el siglo XIII había varios gremios y entre ellos se encontraba el gremio de herreros, que trabajaban en esta calle.Al cabo de unos años la calle mayor paso a llamarse la Ferreria.

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Palacio de Valdecarzana

Edificio gótico del siglo XIV. Destaca por ser una de las muestras más importantes de arquitectura civil de la Edad Media en Asturias. Fue la casa de un mercader, que usaba la planta baja como almacén o tienda y la planta superior como vivienda familiar. Actualmente alberga el Archivo Histórico Municipal.

Bibliografía

Ureña, Justo y Vilaboy, Nardo. Avilés en el pasadoArias, David Historia General de Avilés y su concejoInternet

Fotografías

Nardo VilaboyBorja DíazGuilherme de Fátima

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