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La comarca de Facaracas y las Cuevas del Caballero de Facaracas Por Domingo Oliva Tacoronte Facaracas (tras los árboles) desde las Cuevas de Las Cruces, enero 2021 (foto: Domingo Oliva Tacoronte) Dos son las ideas fundamentales que vertebran este trabajo, la ubicación de Facaracas, que se corresponde con la zona de Fagagesto-Cortijo de Palominos, y la de las Cuevas o Casa del señor de Facaracas, donde pasó a residir Gumidafe tras su casamiento con Atidamana, en las inmediaciones de Gáldar. Se han propuesto dos lugares: las Huertas del Rey y las Cuevas del Patronato, sin otro argumento que su cercanía a la capital aborígen. Nosotros, a partir de fuentes fidedignas, la situamos en las Cuevas de Las Cruces. I. Facaracas: patria de Gumidafe Es Abreu quien transmite la tradición de la unificación de los doce cantones en que se hallaba dividida la Gran Canaria precolonial por parte de Atidamana y Gumidafe: En el término de Gáldar, donde era lo mejor de la isla, había una doncella llamada Atidamana, a quien por sus buenas partes todos respetaban, y tenía en sus palabras tanta fuerza, que movía a lo que ella quería a los naturales. Y así en sus pendencias luego ella los componía y ponía en paz. Pero al cabo de algunos años...considerando que era poquedad suya apaciguar sus debates y pendencias a instancia y persuación de una mujer, no se curaron de hacer lo que la doncella Atidamana les persuadía. Atidamana, como entendió el poco respeto que le iban teniendo...sintiose por afrentada...y, como tenía vivo entendimiento, 1

La comarca de Facaracas y las Cuevas del Caballero de ......comarca de Facaracas y el de la Casa del Caballero de Facaracas, ya fueron expuestos en un trabajo de 2002, Onomástica

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  • La comarca de Facaracas y las Cuevas del Caballero de Facaracas

    Por Domingo Oliva Tacoronte

    Facaracas (tras los árboles) desde las Cuevas de Las Cruces, enero 2021 (foto: Domingo Oliva Tacoronte)

    Dos son las ideas fundamentales que vertebran este trabajo, laubicación de Facaracas, que se corresponde con la zona de Fagagesto-Cortijode Palominos, y la de las Cuevas o Casa del señor de Facaracas, donde pasóa residir Gumidafe tras su casamiento con Atidamana, en las inmediaciones deGáldar. Se han propuesto dos lugares: las Huertas del Rey y las Cuevas delPatronato, sin otro argumento que su cercanía a la capital aborígen. Nosotros,a partir de fuentes fidedignas, la situamos en las Cuevas de Las Cruces.

    I. Facaracas: patria de Gumidafe

    Es Abreu quien transmite la tradición de la unificación de los docecantones en que se hallaba dividida la Gran Canaria precolonial por parte deAtidamana y Gumidafe:

    “En el término de Gáldar, donde era lo mejor de la isla, había una doncella llamada Atidamana, a quien por sus buenas partes todos respetaban, y tenía en sus palabras tanta fuerza, que movía a lo que ella quería a los naturales. Y así en sus pendencias luego ella los componía y ponía en paz. Pero al cabo de algunos años...considerando que era poquedad suya apaciguar sus debates y pendencias a instancia y persuación de una mujer, no se curaron de hacer lo que la doncella Atidamana les persuadía. Atidamana, como entendió el poco respeto que le iban teniendo...sintiose por afrentada...y, como tenía vivo entendimiento,

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  • procuró casarse, y tratólo con un capitán de las cuadrillas que se decía Gumidafe, que vivía en unas cuevas que al presente llaman la Casa del Caballero de Facaracas, junto a Gáldar, por parecerle más valiente y de mayor discreción que los demás...y, efectuándose el casamiento, hicieron guerra a todos los demás capitanes, a los cuales sujetó y puso toda la isla debajo de su dominio y mando” (1) .

    Wölfel en su Monumenta (2) considera que Abreu puede haber escritouna sílaba de más, aunque no sabe cuál, que “fa” pudiera equivaler a lapreposición “sobre” y que solo disponemos de un topónimo parecido: tijaracas,caserío en Artenara.

    Juan Álvarez Delgado (3) en sus Instituciones políticas indígenas deGran Canaria cree que Facaracas o Faracas es errata de Tifaracás, lo que, alexistir además la “Cueva del Caballero” en el contorno de Tejeda le hacepensar que Gumidafe era natural de este cantón.

    Más modernamente, en la edición de 1986 de la obra de Marín y Cubas,en nota de la página 138 leemos que

    “no existe el topónimo Faracha o Jaracas en Gran Canaria, tan sólo Tifaracás, montaña de La Aldea de San Nicolás” Y añade: “De ser ciertos los datos de los cronistas, las cuevas donde celebraban Consejo los aborígenes de Gran Canaria tuvieron que estar donde hoy llaman las cuevas del Patronato o en las Huertas del Rey, a ambos márgenes del barranco de Gáldar” (4).

    De aquí parece arrancar la denominación que se está dando desdealgún sector administrativo y académico a las hasta ahora Cuevas delPatronato, en la unión de los barrancos de Gáldar y Anzo. El nombre Huertasdel Rey no debe llamarnos a engaño pues lo toma de uno de los primerospobladores europeos de la recién conquistada villa de Gáldar que portó esenombrete, Pedro de Vega, el rey (5).

    Ahora bien, en los repartimientos de Gran Canaria encontramos enalguna de las peticiones efectuadas ante el escribano mayor del Cabildo, desde1536 hasta 1552, algunos datos que arrojan mucha luz sobre la exactaubicación de la comarca de Facaracas.

    El 16 de octubre de 1536, Martín Valerón pide que se le de

    “un pedaÇo de tierra de sequero que estan en termino desta villa de Agaldar que estan debaxo de la montaña de Buena Ventura hazia la parte de las lagunetas...y an por linderos de la una parte de arriba la dicha montaña asta la Palma de LuÇena e por la otra parte tierras de Maria Betancor que fueron de LuÇena y por la parte de abaxo el camino Real que va a Facarcas e por la otra parte un lomo que viene de la dicha montaña a las lagunetas y unas cuevas que estan en las dichas tierras…”(6).

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  • Mapa topográfico (Grafcan): entrada a Palominos (Facaracas) por El Portezuelo

    Estas tierras son plenamente identificables: son las hoy conocidas comoValerón de Abajo y Valerón de Arriba, lindando, efectivamente, al noreste(hacia el barranco del Pinar) con la montaña de Buenaventura, al noroeste

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  • (hacia Los Berrazales) con Lucena, al suroeste con las lomas que bajan deBuenaventura dejando las tierras encajonadas en el barranco. Las Lagunetasdeben ser la zona conocida hoy como Los Minaderos y Llano de Las Charcasen la que, posiblemente, hubiera con anterioridad “lagunetas” o charcas. Encuanto al camino Real que va a Facarcas no puede ser el que desde Gáldarpasa por el barranco del Pinar y llega a La Cumbre pues limita estas tierras“por abajo”, es decir, a continuación de las tierras de María Betancor. Debe serel llamado Camino Cruzado que, viniendo de Teror, en Buenaventura se cruzacon el antes citado y se dirige a Facarcas para luego unirse con el que sube deAgaete a Artenara y La Aldea. Después de hechos los preceptivos pregones se le conceden“Çinquenta hanegadas…con que sean fuera de la dicha dehesa de Facarcas”.

    Esta dehesa debió estar al noreste de los terrenos adjudicados aValerón, hacia el barranco del Pinar, puesto que los que quedan al sur seríanadjudicados en breve a Cherinos. La dehesa fue viendo mermada su superficieen sucesivos repartimientos y hoy queda de ella, como muestra de su pretéritouso comunal, la Majada de La Carreta, en las lomas de Buenaventura, justo enel sitio en que creemos debía iniciarse la Dehesa de Facarcas.

    Los textos en que aparece el término Facarcas o Facaracas en estaobra son 16 y están llenos de referencias a topónimos hoy bien conocidos: LaRehoya (de Facaracas), La Caldera de Fagagesto, Los Riscos Grandes (sobreBarranco Hondo), Valerón, Cherinos, Coruña, Pabón, Las Mesas, el Cercado,Los Andenes, el barranco del Pinal de Gáldar, etc., que ayudan a situar conexactitud la comarca de Facaracas. Sólo ofreceremos uno más que resulta deuna claridad meridiana. El 1º de octubre de 1544 el mismo OcaÇio Pabon pide

    “treinta fanegadas … en Facarcaz linde con tierras que dyeron a Antonio de Cherinos de la una parte y de la otra con el camino de abajo que traviesa a la Rehoya que dizen de Facarcas y de la otra parte tyerras de GarÇia de la Coruña y de la parte de abaxo Riscos tajados del valle de Agaete que son tyerras calmas e montuosas …” (7).

    La comarca empezaba en el barranco del Pinar y, abarcando la Dehesa,Buenaventura, Las Mesas, Fagajesto, La Rehoya y La Vega (Palominos),acababa en los Andenes, sobre El Hornillo y El Sao. Varios caminos reales lacruzan, algunos desde el periodo que nos ocupa: 1) El que desde Amagro pasapor las Tres Cruces, a la derecha de Pico Viento, cruza Caideros, llega a lasinmediaciones del Estanque de los Muertos, Fagajesto y desde La Rehoyaentra hacia Palominos (unido al Camino Cruzado que viene desde Teror), 2) Elque desde Gáldar sube por Anzofé, Hoya Pineda, izquierda de Pico Viento y enla Montaña Acebuche se une al 3) camino que también desde Gáldar y Guía vamás o menos paralelo al anterior aunque más hacia el municipio de Guía ydesde Montaña Acebuche sigue hacia el Barranco del Pinar, Caldera de losPinos de Gáldar y Artenara, 4) el ya mencionado Camino Cruzado y 5) elcamino de arriba de Palominos que pasa junto a la Caldera de Fagajesto.Como se ve una amplia zona, rica en pastos y aguas, con abundantes cuevas.Un lugar perfecto para mantener una población numerosa y a un “capitán” deconsiderable notoriedad.

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  • El nombre de la comarca era bien conocido entonces. Con el paso de lossiglos este nombre general fue siendo sustituido por el de los pobladores aquienes se adjudicaron los terrenos o la configuración del mismo, llegandohasta hoy como Cortijo de Pabón, o de Valerón, el barranco de Cherinos, LaRehoya, Los Andenes o la Vega.

    Testamento de Laurencia de Aguilar y Navarro, 1776

    Pero aún en el siglo XVIII encontramos vivo el término Facaracasasociado a otro de actual vigencia que confirma todo lo dicho y sitúa conbastante exactitud lo que debió ser el centro de Facaracas: las cuevas y vegade Palominos a partir del barranco de La Rehoya (o de Facarcas) .

    Se trata de un testamento dado el 24 de abril de 1776 ante el escribanoMiguel Álvarez Oramas, que corrige la copia el 13 de mayo de ese año. En esedía “Dª Laurencia de Aguilar y Navarro, de padre honesto hija legitima deDn. Bartolome Gonzalez de Aguilar, y de Dª Maria Navarro difuntos vesinosque fueron de esta Villa" (de Gáldar), después de hacer la acostumbradaprofesión de fe y de otras disposiciones al uso declara “no haver sido cassada”y una serie de bienes heredados de sus padres entre los que encontramos lasiguiente finca:

    “Item, en el Cortijo de Palominos, termino de esta villa, una suerte de tierra, que se compondrá de tres fanegadas poco mas, ó menos, y es donde dicen: la vega de Facaracas, que linda por abajo con tierras de la dha. mi hermana Dª Marcela, por un lado, con tierras del dicho DnDomingo mi hermano, y de Dª Franc.ca Navarro mi hermana; y por las demás partes, con tierras de Dn Salvador Sarmiento, y con la Cordillera” (8).

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  • Así pues, en 1776, un año antes de que se empiecen las obras delnuevo templo de Gáldar aún está vigente el nombre de Facaracas conviviendocon el que después lo desplazaría definitivamente, Palominos. El términocordillera sigue siendo hoy entre los habitantes de Palominos cualquier terrenode arrifes, abrupto, por lo que debe referirse a los riscos que caen sobreBarranco Hondo.

    También en 1776, el 8 de marzo, comparecen ante el escribano Diegode Pineda Betancurt y Josefa Román, marido y mujer, que consignan entre susbienes unas tierras que lindan con

    “Juan Rodriguez Melian; por la del poniente con tierra de herederos de Diego Rodriguez, vecino que fué de la Vega de Santa Brigida; y así mismo de herederos de Francisco Medina hasta el Barranquillo del Chorrillo, este abajo, y luego cogiendo derecho arriba hasta salir a vista de la Bega de facaracas lindando con tierras de Don Eugenio de Aguilar, y de allí derecho abajo lindando con éste hasta llegar a unos Risquetes, que están hacia arriba en el Barranquillo, risquetes adelante hasta llegar a un Lomo que cae ál Barranco, este abajo hasta el camino del Portezuelo, y de alli arriba hasta el primero lindero, vajo los quales se comprehenden las Referidas diez y seis fanegadas de tierra” (9).

    En ese mismo año Viera y Clavijo acaba sus Noticias de la HistoriaGeneral de las Islas Canarias. En ellas, aunque recoge el término Facaracasen relación al episodio de Gumidafe (10), ignora su situación real y su nombreaparece ya suplantado por La Rehoya, aunque la incluye en Guía, al igual queotros pagos galdenses de las medianías como El Saucillo, Luzana (por Lucena)y El Caidero.

    El Portezuelo, entrada natural a Facaracas, enero 2021 (foto: Domingo Oliva Tacoronte)

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  • A partir de aquí el nombre Facaracas iría desapareciendo hasta del usoy conocimiento populares. Ya es hora de que lo restituyamos a la patria deGumidafe. Desde luego llamar Cuevas de Facaracas a las Cuevas delPatronato sería un error tan grave como el que se cometió en su momentodenominando a la Montaña de Gáldar con el nombre de Montaña de Ajódar porignorar entonces el lugar donde se produjo la famosa batalla en que acabó laaventura de Miguel de Muxica y de doscientos de sus vizcaínos. Por esoparece poco acertado que en la Guía del Patrimonio Arqueológico de GranCanaria aparezca de forma reiterada esta denominación, y que se diga deforma categórica que “aquí (en las Cuevas del Patronato, identificadas como deFacaracas) se convocaba el Sabor, especie de Consejo, que reunía a losguayres...” (11).

    En época de Abreu (finales del XVI) la zona y su nombre eran bienconocidas, tanto que el 18 de agosto de 1544 “Juan de Çiberio Regidor” suplicaunas

    “tierras de sequero que son en una mesa que esta arriba de Valleseco que apor linderos al camino yzquierda la cueva que dizen de los Corchos el barranquillo arriba e por la otra vanda de la mano derecha el barranquillo que se dize del Polear arriba e por la cabeÇada arriba el camino Real que va paraFacarcaz” (12).

    Él sabe la situación exacta del lugar cuando escribe “vivía en unascuevas que al presente llaman la Casa del Caballero de Facaracas, junto aGáldar”, es decir, junto al término de Gáldar, o mejor, cerca de Gáldar, dentrode su término. Pensar que ese “junto a Gáldar” se refiera a “junto al pueblo deGáldar” es hacerlo con perspectiva actual. Abreu continúa la genealogía de losguanartemes:

    “Este Gumidafe y Atidamana tuvieron un hijo, que se decía Artemis, que después reinó, en cuyo tiempo vino el capitán Juan de Betancur a la conquista de estas islas; y en un recuentro que tuvo junto a Güimes, lo mataron” (13).

    Abreu, a escasas líneas de señalar que la Casa del Caballero deFacaracas está junto a Gáldar, escribe que Artemis murió junto a Agüimes,cuando sabe que lo hizo en Arguineguín (14)

    Por otro lado Pedro Gómez Escudero en su Conquista de Gran Canaria(II, 19) después de hablar de la unificación de la isla y de su posterior particiónen dos guanartematos dice:

    “Hauiendo de hacer sus juntas en Gáldar, hauían de ir a ellas los de Telde por hauer su gobierno siempre en Gáldar, en las Cuevas de Faracas junto a Gáldar” (15).

    Y Marín y Cubas en su Historia:

    “La guerra era sobre que los de Telde fuesen a hazer Cavildo o Cortes a las Cuebas de Faracha, termino de Galdar” (16).

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  • Cuevas de Las Cruces (rotulado: Cuevas del Patronato. Facaracas)Julián Hernández Gil.1965-70. Fedac 010869

    ¿Cabe pensar que estas juntas se hicieran entonces en la comarca natalde Gumidafe, en los Altos de Gáldar? Es posible. Se halla en una de lasprincipales rutas entre el norte y el sur de la isla y en los documentos vistos sehabla de “los corrales de las vacas” (que bien pudieran ser construccionesanteriores a la conquista, con diferente uso), “el corral viejo de Facarcas”, “uncaserón o corral de canarios”, aparte de la abundancia de cuevas (17).

    Ahora bien, Abreu, que acaba su Historia en torno a 1600 y es por tantoquien primero escribe sobre Facaracas, dice otra cosa. Acaba con lo referentea Gumidafe, Atidamana y Facaracas, y después, hablando de la partición de laisla entre los hijos de este matrimonio, añade:

    “Y, porque sus padres habían residido en Gáldar, acordaron estos dos hermanos que sus juntas o congregaciones, que ellos llamaban sabor, se hiciesen en Gáldar, y los de Telde fuesen a ellas” (18).

    Marín y el último redactor de la obra de Escudero escriben a fines delXVII, casi un siglo después, y conocen la zona, pero confunden los datos, elpredio natal de Gumidafe y el lugar elegido para las juntas, unificándolos(hecho muy común entre nuestros historiadores) y creando así nuevasconfusiones.

    Resumiendo, Abreu, primero que aporta el término, dice: Gumidafe erade Facaracas, junto a Gáldar, y los canarios hacían sus juntas en Gáldar; Marín

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  • y Escudero unifican: los canarios se juntaban en Facaracas, junto a Gáldar; portanto, se piensa posteriormente, Facaracas estaba en (=junto) a Gáldar.

    Creo que este ha sido el camino de la confusión y los documentosreferidos dejan clara la ubicación real de la comarca de Facaracas. Téngase encuenta una cosa más. Las palabras aborígenes que comienzan por fa- sonescasas (Famara, Fataga, Falairaga) y siempre designan lugares situados en loalto. En esta zona, aparte de Facaracas, encontramos otro, Fagajesto, muycercano fonológicamente (sus dos primeras sílabas son iguales ya que la /g/ noes más que la sonorización de la /k/).

    Aun se podría pensar que, una vez unificada la isla y establecida laresidencia de Gumidafe y Atidamana cerca de Gáldar, aquella pasara allamarse la Casa (o La Cueva) del (que es, o era) Señor de Facaracas, en lalínea de lo que dice Viera en sus Noticias:

    “Gumidafe y Andamana, primeros guanartemes, reyes y conquistadores de Canaria, se establecieron en el cantón de Gáldar, su antiguo domicilio, y formaron su real palacio de una célebre gruta que todavía se conservaba forrada en maderos de pino en tiempo de nuestro autor (Abreu) y era llamada “la Cueva del Caballero de Facaracas”. A esta corte procuraron atraer la primera nobleza y flor de los hombres más valerosos que había en la isla, sobre la cual reinaron pacíficamente, hasta que por fallecimiento de ambos heredó el trono su hijo Artemi Semidán” (19).

    Cuevas de Las Cruces (rotulado: Cuevas del Patronato. Facaracas)Julián Hernández Gil.1965-70. Fedac 010868

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  • Este conjunto de cuevas sabemos que se hallaba donde hoy está laiglesia de Gáldar, no en las Cuevas del Patronato.

    Lo cierto es que en los años en que la piqueta cristiana demolía lo quequedaba del viejo palacio de los guanartemes, en el centro de Gáldar, doñaLaurencia de Aguilar y Navarro, que vivía en la Calle Larga, sabe que la Vegade Facaracas está en el Cortijo de Palominos y desconoce por completo quelas Cuevas (del Señor) de Facaracas estén en medio de Gáldar, o “junto aella”, es decir en la otra margen del Barranco Real, junto al que posee unasuerte de tierras.

    La aparición de nuevos documentos hacen vigente el término hasta, almenos, los comienzos del siglo XX.

    El 30 de marzo de 1901, Bartolomé González Falcón, vecino de Agaete,y María Ramos Díaz, su mujer, piden al ayuntamiento de Gáldar amillarar a sunombre varios terrenos, hasta ahora a nombre de otros, situados en la Vega deFacaracas, que sus linderos sitúan en el actual Palominos.

    “21ª. Un trozo de terreno de secano situado en la Vega de “Facaracas”, que linda por el naciente con terrenos de Don Mariano Pineda, por el poniente con el barranquillo, por el norte terrenos de heredero de Juan Molina y por el sur con otros de los de Antonio Gonzalez...”

    22ª. Otro trozo de terreno, de secano, labradia y arrifes, situado en elmismo punto que el anterior, que linda por el naciente con el Lomo y terrenosde herederos de D. Antonio de Vega y de los de Antonio Molina, por elponiente el risco de Palomininos, por el norte terrenos de Agusrin Garcia ypor el sur con el camino público...”.

    23ª. Otro trozo de terreno de secano, labradio y arrifes, también en la misma situacion que linda por el nociente y poniente con el camino público, porel norte con terrenos de herederos de Vicente Betancort y por el sur con otros de herederos de Antonio Rodriguez...”

    26ª. Otro trozo de terreno de secano situado en la Vega de Facaracás donde dicen el “Anden”, que linda por en naciente y poniente con el camino público, por el norte con terrenos de herederos de Antonio Rodriguez, y por el sur con otros de los de Vicente Betancort...”.

    32ª. Otro trozo de trerreno de secano situado donde llaman “Vega de Facaracás” , que linda por el naciente, terrenos de Don Mariano Pineda, por elponiente barranquillo; por el norte terrenos del recurrente y por el sur otros de Blas Rodriguez ...” (20).

    Cuevas de Las Cruces, enero 2021 (foto: Domingo Oliva Tacoronte)

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  • II. La Casa del Caballero de Facaracas

    Pero cabe otra posibilidad. En los primeros años del siglo XVIII seefectúan unos repartos de tierras en Amagro, que son estudiados por VicenteSuárez Grimón en su Historia de la propiedad pública, vinculada y eclesiástica.

    “Por acuerdo del Cabildo de 7 de diciembre de 1708 se remataron por espacio de tres años las tierras de la Piedra del Agua, en la montaña de Amagro,...Estas tierras lindaban por abajo con el Camino del Juncal y llega al Barranquillo que linda con las tierras de don Fernando de Aguilar, otro lado

    Barranqueras que bajan de Amagro” (21).

    La Piedra del Agua, junto al cementerio de San Isidro, y las tierras deFernando de Aguilar, en San Isidro el Viejo, al otro lado de la carretera que vade Gáldar a Agaete, así como el viejo Camino del Juncal, paralelo en estetramo a la citada carretera hacia el este, y que desde esa playa continúa hastaAgaete, dejan muy clara la situación de estas tierras.

    En varias de las concesiones se habla del Barranco de las Juntas que,se desprende de los documentos, debe ser el que se origina cerca de la ermitade San Isidro el Viejo y discurre hacia el oeste paralelo a la carretera, linderode las Cuevas de Las Cruces, y se une a otros para desembocar en El Juncal.

    “En el lugar de Galdar a once de henero de mil setecientos quinse años...Antonio de Carvajal...hizo obligacion” de pagar 20 reales “por razon delas tierras que disen la Rosa de doña Angela, la Rosa de Cabrera y la Rosa que se desia la Rosa de Sambrano, que todas seran dies fanegadas poco maso menos, que lindan por una parte el camino real que ba a dar a una Crusita que esta en la Rosa de Cabreras hasiendo lindero por la orilla de abajo quedando dentro de dichas rosas a dar a la rosa de Sambrano de dicho barranco que llaman de las Juntas” (22).

    El mismo 11 de enero de 1715, don Diego de Quintana, vecino deGáldar, se obliga a pagar 10 reales por “dies fanegadas de tierra en las deAlmagro, a onde disen la casa del Cauallero...” (23). Estas tierras lindabancon las de Antonio Carvajal y Francisco Betancourt que llegaban al Barrancode las Juntas.

    Las juntas pueden referirse a las que los pastores hacían en sustraslados desde la Cumbre a Amagro (por aquí pasa uno de los caminos reales“de mar a cumbre”). Y esta casa del Caballero podría ser la del Caballero deFacaracas. Debemos tener presente que, a comienzos del XVIII, toda estazona estaba deshabitada. ¿Qué caballero podía haberle dado nombre? Eltérmino debe hacer referencia a un hecho más antiguo y no puede provenirmas que de la época precolonial.

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  • Mapa topográfico. Grafcan1.- Lomito de la Casa del Caballero. 2.- Barranco de Las Juntas. 3.- Barranco de los Charcos del Soldado

    El reparto de esta zona, y del resto de Amagro, se completó, a favor delHospital de San Lázaro, en 1747 (24). En varias de las suertes encontramos denuevo la Casa del Caballero, asociada a otros topónimos que ayudan a situarlacon precisión.

    El 24 de abril de 1747, Bernarda González traspasa a Juan Ruiz deQuesada la suerte que le tocó en el reparto del terrasgo de Amagro “contra elVarranco del Agasal lindando con el Varranquillo y por el otro lado con elVarranco de los Charcos del Soldado” (25).

    El 23 de mayo de 1747, Francisca Cabral, la Sorda, hace lo mismo peroa Antonio Ruiz de Quesada con su suerte “que es en la ladera de la cassa delCauallero lindando por la parte de avaxo con el camino principal (?), porencima con la Línea...” (26).

    El 6 de agosto de 1747, Marcos de Medina y Quesada, vecino deGáldar, consigna

    “la suerte de tierra labradia que le toco y pertenecio del reparto del terrasgo de Amagro, en la Ladera de la Cassa del Cauallero, con el troso montuoso en la Umbria del Serrillar, linda la referida suerte por la parte deArriba con el Risco...” (27).

    El 4 de noviembre de 1748, Antonio Castrillo traspasa su suerte labradíaque “esta en el Varranquillo de la Cassa del Caballero, que linda por la partede Arriba con el camino, por la parte de abajo con el Varranco” (28).

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  • El 4 de febrero de 1750, Francisca González traspasa a Juan RuizQuesada la suerte que “esta en la hoya del Varranco del Soldado, lindandocon el varranco” (29).

    El 26 de marzo de 1751, Juana Perdomo, viuda de Juan Pérez, traspasaa Juan Ruiz Quesada su suerte situada

    “en el lomito de la cassa del Cauallero, del camino abajo, lindando con el Varranco de los Charcos por un lado, con el barranquillo por el otro...el pedazo montuoso que esta en el tercero Lomo del Serrillar y el barranco del Ancon” (30).

    El 16 de noviembre del mismo año, Sebastián Falcón hace lo propio aPedro Martín con su tierra del “Lomito de la Cassa del Cauallerolindando...por la parte de arriba La Linea y por debajo el camino...” (31).

    El 22 de abril de 1752, Baltasar de la Rosa traspasa a Juan de Saavedrasu suerte que linda “por la parte de Abajo el Camino la qual esta en la laderade la Cassa del Cauallero...” (32).

    El topónimo que resulta más esclarecedor es el barranco de los Charcosdel Soldado -en su versión más completa- junto al que se halla el lomito de laCasa del Caballero. Con ese nombre aparece en una solicitud deamillaramiento que el 30 de marzo de 1902 realiza Ramón Saavedra Orihuela:

    “Que soy dueño de una suerte a pan sembrar y riscos, situada en los “Llanos de Quintana” de este término, que mide aproximadamente una fanegada y seis celemines, lindando al Naciente con tierras de Don Francisco Mederos Molina, al Poniente con los linderos de herederos de Doña Dolores Acedo, al Norte con barranquillo llamado “Charco del Soldado” y al Sur tierrasde Don Juan Gonzalez y camino que vá a Agaete” (33).

    Es el que nace junto a la ermita de San Isidro el Viejo y discurre hacia elnorte, entre la carretera que va a Agaete y el viejo camino de Laguete, al quese van uniendo el barranco de Hoya de Vargas, el de Campitos, El Canario yEl Palomar hasta desaguar en el de Gáldar. En su cabecera -de la que tambiénparte otro barranquillo que pasa delante de las cuevas de Las Cruces- perviveuna junquera, seña del naciente que hubo hasta hace medio siglo y que estáen el origen de los charcos en los que se bañaban los chiquillos de LasQuintanas que hoy tienen 40 años, lugar donde todavía se mantiene ladenominación original aunque hoy es más común la de barranco del Soldado.

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  • La Casa del Caballero (Cuevas de Las Cruces) . Ortofoto alta resolución (Grafcan)

    Si esto fuera así tendríamos que ubicar la primera residencia deGumidafe, tras la alianza con Atidamana, es decir, la Casa del Caballero deFacaracas, en las actuales Cuevas de Las Cruces. El conjunto principal formauna media luna, pero antes de que se abriera la carretera hacia Agaete estabaconstituido por un círculo de cuevas altas en torno a un patio central, aparte deotras cuevas inmediatas de las que se conservan vestigios. Además, en la otramargen del barranquillo al que se asoma, pervive un importante pobladotroglodita probablemente habitado de forma ininterrumpida desde laantigüedad. En estas, que para Batllori y Lorenzo constituyeron el barrioprincipal de la Gáldar precolonial y que erróneamente llama Agumastel, seencontraron multitud de momias en cuevas con las paredes llenas de pinturas(34). Es fama que aquí fue apresado Tenesor Semidán con sus parientes por laguarnición española establecida en el fuerte de Agaete pues entre esteemplazamiento y Gáldar no existe ningún lugar que resulte adecuado para lapernoctación de un grupo numeroso de personas.

    Por tradición familiar muy cercana sabemos que en estos llanoscircundantes, en años de lluvia “la hierba no dejaba ver las vacas”. A unoshectómetros se encuentra la fuente de Grecia, y a escasos metros otra, encuyas inmediaciones se cogía barro para hacer loza hasta tiempos recientes,además de los diferentes nacientes que hacen correr el agua por el fondo delbarranco, aún hoy, hasta casi el mar. Los terrenos aledaños, de Amagro y PicoViento, son idóneos para el pastoreo.

    ¿Es posible que Gumidafe, natural de Facaracas, al casarse conAtidamana se estableciera en el lugar en que esta habitaba, cerca de Gáldar,para desde aquí regir los destinos de la isla, y sólo posteriormente, una vezbien sometida la nobleza galdense, pasar a lo que después sería el palacio delos guanartemes, en el centro de Gáldar? El profesor Juan Álvarez Delgado, ensus citadas Instituciones, es quien primero dice que Atidamana, harimaguadaprincipal, debía vivir cerca del santuario de Tirma o del de Amagro (35).

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  • Por eso llamarían, como dijimos, a esta residencia las Cuevas (o la Casa) delCaballero (o Señor) (que es –o fue) de Facaracas.

    Pintaderas y bruñidor recogidos en Las Cuevas, pago de Marmolejos, en 1917 (Hernández, 2004) (36)

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  • III. Conclusión

    La comarca de Facaracas, patria de Gumidafe, se extendía desde elbarranco del Pinar hasta Palominos, donde debió estar su núcleo principal pueses su vega la que conserva la denominación hasta entrado el siglo XX.

    Gumidafe (el Caballero de Facaracas) y Atidamana, tras su casamiento,fijan su residencia cerca de Gáldar ante el recelo de la nobleza galdense. Estaprimera residencia pasó a llamarse la Casa del Caballero de Facaracas.

    Una vez pasada aquella oposición se establecieron en el centro delpueblo, en lo que durante siglos se conoció como el palacio de losguanartemes. Aquí, en el cercado que luego se transformaría en plaza,debieron celebrarse las juntas de los canarios de toda la isla, no en la casa ocuevas del Señor de Facaracas pues a estas juntas y justas acudían los deTelde después de la división de la isla acaecida tras la muerte de ArtemiSemidán, hijo de Atidamana y Gumidafe.

    Caso de identificarse inequívocamente la localización de aquellaresidencia temporal de los unificadores de la isla nunca debería llamarse Casao Cuevas de Facaracas, sino Casa o Cuevas del Caballero de Facaracas.

    No existe ningún argumento, y sí algunos -expuestos arriba- en sentidocontrario, para denominar como tal a las Cuevas del Patronato, salvo que estánjunto a Gáldar, lo cual parece baladí.

    El único lugar al que la documentación, todavía del siglo XVIII, laidoneidad habitacional y defensiva, y alguna referencia histórica nos conducenes a las cuevas de Las Cruces.

    Sea como fuere, tanto el magnífico conjunto de las Cuevas del Patronatocomo estas en torno a la Casa del Caballero o de Las Cruces, se encuentranen un estado de conservación deplorable, dejadas de la mano de quienestienen el deber de protegerlas.

    NOTAS

    (1). Abreu, 1977, II, 7, p. 171. Todos los subrayados del texto son nuestros.(2). Wölfel, 1996, V, 238, p. 864.(3). Álvarez Delgado, 1982, p. 299.(4). Marín, 1986, p.138, nota.(5). Los dos ejes fundamentales de este artículo, el emplazamiento de la

    comarca de Facaracas y el de la Casa del Caballero de Facaracas, yafueron expuestos en un trabajo de 2002, Onomástica aborígen deCanarias, editorial Benchomo, 2003. En el presente se aportan nuevosdocumentos que vienen a reafirmar lo allí expuesto.

    (6). Repartimientos, 1998, doc. 83, p. 189.(7). Ibídem. 138, p. 206(8). AHPLP, Protocolos notariales, escribano Miguel Álvarez Oramas, legajo

    2420, años 1776-7, f. 181.(9). Ibídem, f. 113 y ss. El término portezuelo, aquí consignado, parece

    hacer referencia a algún tipo de paso entre los cantones precoloniales,

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  • en este caso entre el de Gáldar y Agaete. Vivo en la toponimia menorde la zona, es la primera vez que lo encontramos documentado enfuente escrita. Véase:http://toponimograncanaria.blogspot.com/2013/03/portichuelo-y-portichuelos-el-y-los.html

    (10). Viera, 1967, II, 21, tomo I, p.195 y XV, tomo II, p. 396.(11). Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria, 2005, p.

    279.(12). Repartimientos, 1998, doc. 123, p. 187.(13). Abreu, 1977, 2, VII, p. 171 .(14). Ibídem, XIV, pp. 70-1 :

    “Vino con buen tiempo a Canaria, y tomó puerto en el Arganegín, donde desembarcó toda su gente y puso en orden, entrando con cuidado la tierra adentro.

    Los canarios, que vieron gente extrajera y armada, y tantosjuntos, apellidándose unos a otros, se juntaron mucha cantidad deellos, viniéndoseles a poner delante y defender la entrada, con uncapitán o rey que se decía Artemís; el cual acometió a los cristianoscon grande ánimo y esfuerzo, y todos los demás canarios que iban ensu seguimiento, tirando muchas piedras y dardos y palos, que no habíaonda ni ballesta que con tanta fuerza disparase de sí piedra y jara,yunas varas tostadas como dardos, que pasaban un hombre de a partea parte, y a una adarga. Y, aunque Juan de Batancur con su gente sedefendían con mucho ánimo y valor, haciendo cosas señaladas, fué elacometimiento del rey Artemís y de los demás canarios tan animoso ycon tanta fuerza y determinación, que no pudieron resistirlos, aunquemurieron muchos de los canarios. Y así se fueron retrayendo loscristianos y recogiendo la vuelta de los navíos, con hartos menos, y delos canarios con hartos muertos, muriendo en esta refriega sucapitán o rey Artemís. Y por momentos acudía gente de refresco a larevuelta, que se hallaron a la refriega más de cinco mil canarios juntos”.

    (15). Gómez Escudero, 1978, p. 441.(16). Marín, 1986, I, XVII, p. 138.(17). En 2003, Jorge Onrubia Pintado, La isla de los guanartemes,edición del Cabildo de Gran Canaria, partiendo de los mismos documentos,llega a parecidas conclusiones.(18). Abreu, 1977, II, 7. pp. 171-2. (19). Viera, 1967, II, 21, p. 195.(20). AMG, Amillaramientos, legajo 4, doc. 38, 1902 , f. 62v.(21). Suárez Grimón, 1987, pp. 311-2.(22). AHPLP. Protocolos notariales. Escribano Lucas BetancourtCabrera, legajo 1479, años 1713-5, f. 290 v. (23). Ibídem, p. 291.(24). Suárez Grimón, 1995, pp. 541-583.(25). AHPLP, Protocolos notariales. Escribano Juan Ruiz de Miranda,legajo 2403, año 1747, f. 130 v.(26). Ibídem, f. 158.(27). Ibídem, f. 219.(28). Ibídem, f. 261 v.(29). AHPLP, Protocolos notariales. Escribano Juan Ruiz de Miranda,legajo 2405, años 1749-50, f. 31.

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  • (30). AHPLP, Protocolos notariales. Escribano Juan Ruiz de Miranda,legajo 2406, años 1751-2, f. 47v.(31). Ibídem, f. 254.(32). Ibídem, año 1752, f. 119.(33). AMG, Amillaramientos, legajo 4, doc. 41,año 1902, f. 38.(34). Batllori, 1901, p. 75.

    “Agumastel surge desde una de las vueltas de a carretera que cruza la solitaria llanura, escalonado, en anfiteatro, sobre las estribaciones del Almagro, bordeando luego el barranco de las Cruces hasta muy cerca de su puerto, donde aprisionada entre un semicírculo de altas rocas, el mar sin oleaje recoge las aguas salobres que corren continuamente por bajo los resecos junquerales. En la aridez del monte donde solo crecen algunos cardones y tabaibales, las innúmeras grutas de Agumastel se agrupan con sus puertas eternamente abiertas al Poniente como si todavía aguardaran en el ocaso de aquel majec con el que se hundió para siempre la libertad de aquel pueblo, el retorno de sus moradores... de los cuales aún se encuentran en su interior vestigios, cenizas, troncos de sabina carbonizados que conservaron siempre el fuego sagrado, molinos para hacer gofio, cacharros primorosos y pintaderas,restos de su civilización, sus huellas, los recuerdos de su paso por la peña atlántica donde ni sus huesos repsorán en paz... El cementerio de Agumastel, hermosa gruta llena de momias colocadas cuidadosamente, respetuosamente, á lo largo de sus paredes cubierta de pinturas, fué hace años descubierto por los obreros que construyeron la carretera que atraviesa aquellos lugares. La piqueta y el azadón hábilmente manejados hicieron polvo los despojos de aquel pueblo que desapareció por haber querido ser libre y que ni muerto tiene derecho á reposar en paz en un rinconcito de la tierra que le perteneció.

    Agumastel y su barranco perdieron su nombre primitivo por el de las Cruces. Para mí es ésta la población aborígen más compieta que se conserva del pueblo canario. A su puerto le llaman hoy del Juncal.”

    (35). Álvarez Delgado, 1982, p. 299.(36). Hernández, 2004, pp. 797-8 y 804. Estas piezas y otros fragmentosde vasijas, fueron donados al Museo y Servicio de InvestigaciónPrehistórica de Valencia por el comandante Mariano Jornet Perales que loshabía recogido en Gáldar, en enero de 1917, en la finca “Las Cuevas”,pago de Marmolejo, por deferencia de su propietario, Rafael RodríguezRíos. Acerca de la localización de esta finca, el profesor Mauro Hernándezapunta la posibilidad de que se refiera al yacimiento Las Cuevas situadojunto a Las Cruces en la Carta Arqueológica de Gáldar, o al que se refiereJiménez Sanchez (1946, p. 41) cuando dice “Regresando hacia Gáldar yen los lugares conocidos por Marmolejo, Taya, Anzofé y Silos vimoscuevas viviendas de carácter semejante a las ya descritas, y actualmentehabitadas”.

    A partir de la información suministrada por los biznietos de Rafael Rodríguez Ríos esta finca se correspondería con las Cuevas del Patronato. En ningún caso con las Cuevas de Las Cruces, donde el mencionado propietario no tenía finca alguna. Además, estas cuevas y

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  • terrenos adyacentes fueron de propiedad municipal, pertenecientes al terrazgode Amagro, hasta hace escasos años, y se encuentran bastante alejadas del pago de Marmolejos.

    Rafael Rodríguez Ríos fue alcalde de Gáldar desde el 1 de julio al 3 de diciembre de 1897 (AMG, Actas).

    FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

    I. Fondos de archivos

    AHPLP: Archivo Histórico Provincial, Las Palmas de Gran Canaria Protocolos notariales: legs. 1479, 1747, 1751, 1752, 2403, 2405, 2406, 2420.

    AMG: Archivo Municipal de Gáldar Actas. Comisión de Gobierno. Amillaramientos: leg. 4.

    II. Documentos publicados

    Repartimientos, 1998.Repartimientos de Gran Canaria, edición de Manuela Ronquillo y EduardoAznar Vallejo, Museo Canario-Ediciones del Cabildo Insular de Gran Canaria.

    III. Fuentes narrativas impresas

    Abreu, 1977Abreu Galindo, Juan de, Historia de la conquista de las siete islas de Canaria,Goya ediciones, Santa Cruz de Tenerife.

    Gómez Escudero, 1978Gómez Escudero, Pedro, La conquista de Canaria, en Morales Padrón,Francisco, Canarias: Crónicas de su conquista, El Museo Canario, 1978.

    Hernández, 2004Hernández Pérez, Mauro S., Recuperando Patrimonio. ArqueologíaPrehispánica Canaria en la Comunidad Valenciana, Anuario de EstudiosAtlánticos, nº 50, pp. 781-805, Madrid-Las Palmas.

    Marín, 1986Marín de Cubas, Tomás Arias, Historia de las siete islas de Canaria, RealSociedad Económica de Amigos del País, Las Palmas de Gran Canaria.

    Viera, 1967Viera y Clavijo, Joseph de, Noticias de la Historia General de la islas Canarias,Goya ediciones, Santa Cruz de Tenerife.

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  • IV. Obras generales y artículos

    Álvarez Delgado, 1982Álvarez Delgado, Juan, Instituciones políticas indígenas de Gran Canaria, II,Anuario de Estudios Atlánticos, 28, pp. 265-341, Madrid-Las Palmas.

    Batllori, 1901Batllori Lorenzo, José. “Agumastel”. El Museo Canario, Tomo X, Cuaderno 7,pp. 73-75.

    Guía del Patrimonio, 2005Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria, ediciones del Cabildo deGran Canaria, Las Palmas.

    Jiménez Sánchez, S. ,1946Excavaciones arqueológicas en Gran Canaria, del Plan Nacional de 1942, 1943y 1944. Informes y Memorias, núm. 11, Madrid.

    Oliva Tacoronte, Domingo, 2002Onomástica aborigen de Canarias, editorial Benchomo, Las Palmas de GranCanaria-Santa Cruz de Tenerife.

    Suárez Grimón, V.1987: La propiedad pública, vinculada y eclesiástica en Gran Canaria en lacrisis del Antiguo Régimen, tomo I, Cabildo Insular de Gran Canaria, LasPalmas de Gran Canaria.

    1995: Gran Canaria: Tierras pobres para los pobres: la data del Hospital deSan Lázaro en Amagro (Gáldar), El Turmán, Cuevas Blancas y La Calera(Agaete), en Homenaje a Antonio Béthencourt Massieu, Vol. 3, Cabildo Insularde Gran Canaria, pp. 541-583.

    Wölfel, 1996Wölfel, D.J. : Monumenta Linguae Canariae, Dirección General del PatrimonioHistórico.

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