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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

Mayo de 2013

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 3

PRIMERA PARTE: EL CONFLICTO ............................................................................................... 5

1.1. EL GENOCIDIO DE RUANDA DE 1994 ................................................................................... 6

1.2. EL CONFLICTO HUTU-TUTSI ................................................................................................. 6

1.2.1 DETERMINANTES Y ANTECEDENTES DE LOS CONFLICTOS CONTEMPORÁNEOS DE LOS

GRANDES LAGOS....................................................................................................................... 7

1.2.2. DIFERENTES ENFRENTAMIENTOS EN EL CONFLICTO DE LOS GRANDES LAGOS .............. 7

1.2.2.1. EL CONFLICTO DE RUANDA DE 1990 A 1994 ................................................................. 8

1.2.2.2. LOS CONFLICTOS DE REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO ..................................... 10

1.2.2.3. EL M23 ....................................................................................................................... 12

SEGUNDA PARTE: LA COMUNICACIÓN EXPUESTA EN HOTEL RWANDA ................................. 15

2.1. LA INFORMACIÓN MEDIÁTICA EN EL CONFLICTO OBSERVADA EN EL FILM ........................ 15

2.1.1. LA COMUNICACIÓN DE RUANDA ................................................................................... 15

2.1.2. LA COMUNICACIÓN INTERNACIONAL ............................................................................ 17

TERCERA PARTE: EL CONFLICTO Y EL CONTEXTO INTERNACIONAL. COMUNICACIÓN, POLÍTICA

Y ECONOMÍA DE LA SITUACIÓN EN LA REALIDAD................................................................... 19

3.1. RUANDA EN LA ACTUALIDAD ............................................................................................ 19

3.2. EL CONFLICTO DE LOS GRANDES LAGOS Y EL CONTEXTO INTERNACIONAL ....................... 19

3.2.1. EL ÁMBITO POLÍTICO ..................................................................................................... 22

3.2.2. EL ÁMBITO MEDIÁTICO ................................................................................................. 24

LA COMUNICACIÓN Y ÁFRICA .................................................................................................. 26

3.2.3. EL ÁMBITO ECONÓMICO ............................................................................................... 28

RECURSOS MATERIALES .......................................................................................................... 29

ESTRATEGIA ............................................................................................................................ 29

CARTA ABIERTA DE PAUL RUSESABAGINA AL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU ..................... 31

CONCLUSIÓN .......................................................................................................................... 37

BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................... 38

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

3

INTRODUCCIÓN

El conflicto de los Grandes Lagos continúa abierto y el noventa por ciento de la información

oficial, que pretenda explicar por qué, resultará confusa para cualquier persona. En suma,

existen un sinnúmero de factores, por los cuales el conflicto continúa abierto.

Con este escrito, se intenta abordar uno de los conflictos más importantes de África que

perdura hasta nuestros días, desde la perspectiva mediática, política, económica y social.

Como se identifica en el título, nos centramos en la comunicación política, que por sí misma,

engloba el resto de ámbitos mencionados.

Se ha escogido la película Hotel Rwanda, aunque no esté presente en todos los apartados,

porque sirve para desenmascarar cada uno de los cuatro núcleos y la relación entre unos y

otros.

Este escrito consta de tres partes, donde, en mayor o menor medida, se mostrará dicha

relación.

En la primera parte, se expone en qué se centra la película escogida, esto es, en el Genocidio

de Ruanda de 1994, explicando qué es un genocidio, éste en concreto, sus características y la

correspondiente intervención internacional. Se ahonda en la raíz del conflicto entre las dos

etnias protagonistas –hutu y tutsi-, desde que llegaran a los Grandes Lagos, su evolución

cronológica y los actores nacionales e internacionales que intervienen en el conflicto, desde el

siglo VI d. C., en que los hutus se instalaran en la zona, hasta la actualidad. Asimismo, se

exponen las causas de la introducción de República Democrática del Congo en el conflicto,

donde se está desarrollando en estos momentos, con la intervención de un movimiento militar

activo en la zona del este.

En la segunda parte, se profundiza sobre la información que muestra Hotel Rwanda, con

ejemplos de los mensajes de los medios de comunicación en la película, información sobre

hechos e información subliminal –cantidad de información, música, actores- y la referencia a la

comunicación internacional en la película.

En la tercera parte, se expone la situación actual de Ruanda con Paul Kagame en la presidencia

y las características de su régimen. Se explica el Modelo Mediático de Gianpietro Mazzoleni

respecto a la comunicación política y, puesto que es una idea general en este ámbito, se

incorpora un modelo mediático propio cerciorando, desde una perspectiva personal, el error

que conlleva el modelo anterior y similares.

Igualmente, se presenta el conflicto en el contexto político intra/extra-continental, relacionado

con la coacción a los medios. En el contexto mediático, se recuerda el derecho a la

información, la comunicación en general y centrada en el conflicto y los problemas al ofrecer

públicamente la información. Se suma un apartado referente a la información que los medios

de comunicación occidentales ofrecen sobre África.

En el contexto económico, se hace referencia a los recursos, las materias más codiciadas y para

qué se utilizan y la estrategia de hurto en República Democrática del Congo.

Como apartado adicional y puesto que este escrito hace referencia a Hotel Rwanda, se ha

incorporado la Carta Abierta de Paul Rusesabagina al Secretario General de la ONU, en cuya

experiencia se centra la trama de la película.

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Flavia Garrigós Cabañero

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En definitiva, con este escrito se intenta dar cierta claridad al conflicto todavía activo desde

décadas, con la esperanza de que reaccionemos, de que todo esto acabe definitivamente.

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Flavia Garrigós Cabañero

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PRIMERA PARTE: EL CONFLICTO

1.1. EL GENOCIDIO DE RUANDA DE 1994

El tema que aborda el film Hotel Rwanda se basa solamente en el llamado Genocidio de

Ruanda de 1994. No obstante, se considera obligatorio tener en cuenta el conflicto desde una

perspectiva mucho más amplia, puesto que así lo requiere éste, y la ética desde un punto de

vista personal. Por ende, como ya se nombró en la introducción, se explicará el conflicto de

forma más extensa y con su respectiva progresión cronológica, en puntos desarrollados

posteriormente. El tema a tratar en este punto será únicamente el genocidio de 1994.

Otro aspecto que se cree conveniente, antes de adentrarse en el tema, es aclarar el concepto

en sí de genocidio, puesto que en muchas ocasiones se conciben solo determinadas partes de

lo que engloba o se olvidan sus dimensiones. Por tanto, el genocidio es un delito, un crimen

definido por el Derecho Internacional con el que se pretende la eliminación, total o parcial, de

un grupo de la sociedad por cuestiones de religión, raza, política, etnia o nacionalidad, llevada

a cabo mediante el asesinato, daños graves físicos o mentales, sometimientos que contribuyan

al detrimento físico de las personas, impedimentos ante el nacimiento de nuevos

componentes y traslados de jóvenes a otro grupo distinto del suyo.

Básicamente, en abril de 1994 teniendo el poder en Ruanda los hutus, las Fuerzas Armadas

Ruandesas –FAR-, y parte de la población de origen hutu, llevaron a cabo una masacre de la

población tutsi y de los hutus moderados. Según el Informe de la ONU hubo alrededor de

800.000 muertos, lo cual no es posible verificar enteramente por su procedimiento, aunque

todas las investigaciones rondan entre medio y un millón de muertos. Mientras las FAR

llevaban a cabo esta masacre, también tuvo que ir limitando las acciones del Frente Patriótico

Ruandés –FPR- de origen tutsi, que llevaba a cabo acciones violentas desde 1990.

En el genocidio sin ninguna distinción se asesinó a hombres, mujeres y niños.

Uno de los componentes en el genocidio que ha de considerarse por su suma importancia, si

bien se expondrá más ampliamente en otro punto, lo supone la inacción por la parte

internacional, aunque más tarde creara el Tribunal Penal Internacional para Ruanda -en su

mayoría ineficaz-.

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

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1.2. EL CONFLICTO HUTU-TUTSI

1.2.1. DETERMINANTES Y ANTECENDENTES DE LOS CONFLICTOS CONTEMPORÁNEOS DE

LOS GRANDES LAGOS

En un principio, resulta obligatorio aclarar que los conflictos entre hutus y tutsis no conciernen

únicamente a Ruanda, sino que engloban la Región de los Grandes Lagos -Ruanda, Burundi,

Uganda, República Democrática del Congo, Tanzania y Kenia-, es decir, la parte sureste de

África, y algunos otros países fuera del continente como Estados Unidos, Francia o Bélgica.

Tanto en un territorio como en otro, hoy llamados Ruanda y Burundi, los acontecimientos se

iniciarían básicamente igual. La etnia twa fue la primera en instalarse en la zona, lo que ocurrió

en el siglo VI a.C.

Varios siglos

después, el VI d.C.,

los agricultores hutus

comenzarían

asimismo a instalarse

en la región.

Empezarían a llegar

los ganaderos tutsis a

partir del siglo VIII;

no obstante, la

relación con los

hutus no comenzaría

hasta el siglo XIV, en

un principio pacífica,

alcanzado incluso un

maridaje cultural e

idiomático.

Existía una

interdependencia

que dio lugar al

consenso social

interétnico, hasta los

acontecimientos

sucedidos desde el

siglo XVI, en que los

tutsis empezaron a

rebajar a la población hutu a la categoría de súbditos y cuando, por medio de operaciones

militares, asesinarían a sus altos dirigentes.

Ya en el siglo XIX, los reyes tutsis aumentarían la dureza de su dominio, contribuyendo a la

jerarquización de la fuerza militar que discriminaba a los militares de origen hutu y

estableciendo definitivamente un feudalismo rígido y corrupto como sistema oficial. Estos

aspectos agravarían notablemente el débil y rivalizado contexto socioeconómico e interétnico.

Mapa político de África, Map No. 4045 Rev. 7, noviembre 2001. © UN Cartographic Section.

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Flavia Garrigós Cabañero

7

Desde este período, en Burundi tendría lugar otra situación algo distinta, aunque influyente

respecto a Ruanda. Dado que los sucesos afectan en general a los países de la zona de los

Grandes Lagos, en esta explicación, conviene centrarse solamente en Ruanda.

A principios del siglo XX, la influencia internacional, por la parte alemana y belga, resultó ser

contradictoria. Los alemanes, en el ámbito del poder colonial, ofrecieron apoyo a los tutsis

sosteniendo su sistema segregacionista, mientras que los belgas, con perspectivas distintas a la

alemana, pretendieron rebajar la dureza e injusticia del sistema tutsi.

Sería a mediados del siglo XX, cuando algunos pensadores hutus llevarían a cabo la escritura de

un manifiesto para impulsar una transformación social en el país, a lo que la aristocracia tutsi

respondió con prepotencia. Se visualizaba, ya en la parte final de la etapa colonial, que estos

países necesitarían un cambio de mentalidad para poder constituir una nación fuerte.

El primero de noviembre de 1959, una revuelta callejera provocó numerosas matanzas y llevó

al exilio a ciento cincuenta mil tutsis de las élites. Tras alcanzar la independencia y proclamar la

República entre 1961 y 1962, el poder gubernamental quedó con los hutus y el presidente

Grégoire Kayibanda. La razón del exilio tutsi en Uganda fue su negación a tener un gobierno

dirigido por un hutu. Sin embargo, el resto de la población tutsi permaneció en Ruanda.

En 1967, los exiliados tutsi atacarían desde fuera del país, aunque sin éxito, lo que provocó

respuestas de rechazo hacia los tutsis. Igualmente, existían tensiones entre los hutus. El poder

se concentraba en la parte central del país. Además, hubo matanzas por la parte tutsi en

Burundi lo que generó de nuevo tensiones en los dos países entre ambas etnias.

Dada la situación de descontrol, Juvénal Habyarimana, hutu de la parte norte, daría un golpe

de Estado en 1973. Este nuevo presidente efectuaría un trabajo notable para la reinserción de

los tutsis en Ruanda; incluso, estos se hicieron con una de las partes de la economía.

Cuando internacionalmente se consideraba a Ruanda como un país que estaba consiguiendo

desarrollarse, alrededor de 1988, la rivalidad entre hutus del norte y hutus del sur se hizo

notar, ya que el presidente permitía mayor nivel de corrupción y favorecía de manera

descarada a la parte norte. Esto dio lugar a la radicalización de la política. A ello se suma, que

los tutsis exiliados en Uganda entraron en Ruanda por las armas, mejores que las del propio

ejército, en 1990.

1.2.2. DIFERENTES ENFRENTAMIENTOS EN EL CONFLICTO DE LOS GRANDES LAGOS

Los aspectos más importantes del conflicto de los Grandes Lagos, en los momentos álgidos de

los que hablamos, lo componen: la Guerra Civil de Ruanda del año 1990 a 1994, el Genocidio

de 1994, y, desde ese mismo año hasta 2002, dos guerras en la República Democrática del

Congo en el que se ven involucrados algunos países vecinos, principalmente Uganda y, sobre

todo, Ruanda que cometieron masacres de hutus, consideradas como genocidios por parte de

la ONU en el Mapping Report publicado en 2010. Sin embargo, había habido denuncias

anteriores, como se puede observar en el Informe Gersony de 1996, oculto hasta 2010, la

acusación del Juez Andreu Miralles en la Audiencia Nacional Española en 2008, entre otras.

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1.2.2.1. El conflicto de Ruanda de 1990 a 1994

Los tutsis ruandeses exiliados en Uganda prestaron ayuda en el conflicto que se llevó a cabo en

este país en sucesivas guerras de 1967 a 1986. Por tanto, el presidente ugandés Yoweri

Museveni, cuando consiguió hacerse con el poder, estaba en deuda con los ruandeses

instalados en su país. Personas como Paul Kagame, actual presidente de Ruanda al que se

nombrará más adelante, componían los puestos de alto rango de las Fuerzas Armadas.

En consecuencia, el FPR se restableció en Uganda e inició el ataque a Ruanda el 1 de octubre

de 1990.

Cuando el FPR había tomado Gabiro –en la parte nordeste-, y se encontraba a setenta

kilómetros de tomar también la capital, la situación cambió, puesto que uno de los generales

que llevaba el control, Fred Rwigyema, murió, y las FAR consiguieron reestructurarse y

defenderse, incluso logrando la entrada de ayuda militar desde Francia y Bélgica por la parte

europea y del

Zaire desde

el mismo

continente.

Las FAR

atacarían con

éxito,

provocando

que el FPR

pasara a la

táctica de

guerrillas.

<<Entró en

juego una

nueva

estrategia. El

FPR comenzó

a dar prioridad

a la guerra

mediática y se presentó ante la opinión pública internacional como un movimiento multiétnico

que pretendía liberar a Ruanda de un régimen totalitario y sanguinario. El FPR contaba con el

apoyo más o menos explícito de EEUU y Gran Bretaña, firmes aliados de Uganda, su mentor

principal. El gobierno de Ruanda tenía el apoyo de Francia, Bélgica y Zaire que gracias al envío

de fuerzas habían decidido la suerte de las operaciones. La guerra reforzó el perfil autoritario

del gobierno de Ruanda contribuyendo a dañar su imagen. A lo largo de todo el conflicto la

intervención exterior estuvo condicionada por la guerra de ideas que tuvo una gran resonancia

global y ha hecho muy difícil conocer la verdadera realidad de los hechos>> (Vacas

Fernández/Pardo de Santayana, 2003, p. 22).

Tanto el FPR como las FAR empezaron a reforzar sus brigadas con nuevos militantes. El FPR

comenzó con una política de terror –la violación también era una técnica de guerra- en las

Mapa político de Ruanda, Map. No. 3717 Rev. 10, junio 2008. © UN Cartographic Section.

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

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zonas en las que ya poseía el control, mientras que las FAR empezaban a descontrolarse por la

gran suma de hombres que componía. Externamente al poder, se intuía que pronto darían

comienzo las masacres étnicas.

El presidente ruandés <<presionado por sus aliados internacionales y los donantes de fondos,

se vio obligado a impulsar una política de democratización. (…) En abril de 1992 se constituyó

un gobierno de coalición y (…) se llevaron a cabo negociaciones entre el gobierno y el FPR. La

vida política ruandesa se articulaba en tres grandes bloques homogéneos: el presidencial, la

oposición legal -principalmente hutu- y la oposición armada del FPR (…). Los positivos avances

hacia la reconciliación y la democratización fueron obstaculizados por los radicales de cada una

de las partes que empezaron a practicar la violencia política>> (Vacas Fernández/Pardo de

Santayana, 2003, p. 23).

En febrero de 1993, el FPR comenzaría de nuevo con los ataques, ocupando Ruhengeri –

situado al noroeste-, y provocando el desplazamiento interno de un gran número de personas.

El FPR tenía el poder de casi toda la parte norte ruandesa, pero, con gran velocidad, los

principales involucrados intentarían encontrar una solución política que distribuyera el poder.

De esta forma, ese mismo año se llevaron a cabo una serie de negociaciones llegando a los

acuerdos de Arusha V, que fueron firmados en agosto. En los acuerdos se hacía referencia a la

constitución de un gobierno de transición, con la participación tanto del FPR como del

gobierno de Ruanda y una supervisión neutral internacional como era UNAMIR –United

Nations Assitance Mission for Rwanda (Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para

Ruanda)-.

Estas intenciones se torcieron cuando fue asesinado el presidente de Burundi y se llevaron a

cabo masacres de parte de la población hutu en este país. Todo ello, realzó el malestar entre

etnias en Ruanda, lo que a su vez desencadenaría una mayor división sur-norte en el país. En

general, existía una negación absoluta a compartir el poder con la minoría tutsi, actuando

violentamente incluso con la población hutu que apoyara esta idea. Este descontrol influido

por las causas exógenas expuestas, contribuyó a que el poder ruandés acabara con la

oposición hutu e impusiera el llamado “Hutu Power”.

El factor que definitivamente daría lugar al conflicto sería el atentado del 6 de abril de 1994,

contra un avión que trasportaba al presidente de Ruanda, J. Habyarimana, y al de Burundi,

Cyprien Ntaryamira, desde Tanzania. En este momento comienza el genocidio, ya explicado en

el primer punto.

Con el genocidio, las FAR se desintegraron, mientras que el FPR, que estaba bien estructurado,

duplicó sus fuerzas aumentando sus tropas. El FPR pretendía atacar las posiciones más

indefensas y, así, acorralar las posiciones de mayor fuerza del “Hutu Power”. Esto no consistía

en la ocupación del territorio, sino en impedir las comunicaciones. Cuando el FPR lograba

controlar una zona, comenzaba la política de terror para evitar resistencias.

La intervención internacional de 1994 fue demasiado tardía. Se llevaría a cabo desde finales de

abril y sería rechazada por el FPR, que lo concebiría como un impedimento ante su nueva

acción; también, sería criticada por los hutus más tarde, puesto que habían estado

convencidos de que su causa sería apoyada.

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Se puede resaltar la “Operación Turquesa” por la parte francesa, aprobada por Naciones

Unidas, que tenían la misión de establecer una zona humanitaria, estable hasta el 30 de

septiembre de 1994. Desde perspectivas externas, la eficiencia fue muy cuestionada.

Con este método, en tres meses el FPR se hizo con Ruanda, y las FAR y la población hutu no

tuvieron otra opción que escapar hacia Tanzania y Zaire –República Democrática del Congo

desde 1997-. Los exiliados en Zaire formaron las FDLR –Fuerzas Democráticas para la

Liberación de Ruanda-. Las guerras de Zaire fueron provocadas por la persecución del FPR a

FDLR, que se introdujeron en Zaire en dos ocasiones con la excusa de dicha persecución y

masacraron a todos los hutus que pudieron, incluso los que se encontraban en los campos de

refugiados. En los conflictos de Zaire se involucraron hasta nueve países diferentes.

1.2.2.2. Los conflictos de República Democrática del Congo

Aunque no conviene aquí discutirlo, República Democrática del Congo –RD Congo- ha tenido

sucesivos problemas independientes a Ruanda desde su independencia de Bélgica, puesto que

las maneras de proceder, en primer lugar, por parte del país europeo no fueron las correctas

en tal proceso. Las dos guerras fueron provocadas desde el exterior por el control de sus

riquezas, ya que RD Congo tiene una de las mayores fuentes minerales del mundo, lo que

siempre ha ocasionado luchas por su control.

Cuando Zaire consiguió la independencia en 1960, se convocaron elecciones y fue elegido

como Primer Ministro Patrice Lumumba, que más tarde fue asesinado con la ayuda de la CIA y

los rebeldes que llevaron a Mobutu Sese Seko al poder.

Instalada una dictadura militar tras un golpe de Estado por parte de Mobutu Sese Seko, se

mantuvieron relaciones con Francia en esa lucha bipolar que supuso la Guerra Fría, durando de

esta forma la dictadura hasta el fin de la misma.

Por supuesto, Ruanda afectó a Zaire por la llegada masiva de refugiados y, con ello, militares

que trasladarían el conflicto a este país. También, se encontraban en Zaire refugiados hutus

procedentes de Burundi. Sumando, a su vez, las consecuencias que todo esto conlleva.

Mientras, P. Kagame se iba convirtiendo en el hombre de poder de Ruanda, que se planteó

acabar con los campos de refugiados hutus con apoyo de Uganda y Burundi –puesto que tenía

este último el mismo “problema” veía lógico aunar sus fuerzas- y con la aquiescencia de EEUU,

ansioso por la influencia en Ruanda por motivos de saqueo a Zaire. El planteamiento de P.

Kagame estaba argumentado con la excusa de que se evitara un nuevo genocidio; además,

como el resto de actores del conflicto, de jugar con la desinformación y la comunicación

ilegítima.

Entre 1996 y 1997 se llevó a cabo la primera parte del conflicto de naturaleza interna, se

centró en el control por el poder en Zaire y enfrentarían al recién instalado dictador M. Sese

Seko y al líder del nuevo círculo de oposición, Alianza de Fuerzas Democráticas para la

Liberación del Congo –AFDL-, Laurent Desiré Kabila.

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También tendría la influencia del golpe de Estado en Burundi del militar Pierre Buyoya.

Había finalizado oficialmente hacía muy poco el conflicto de Ruanda. Los refugiados

movilizados y otros actores del conflicto de la parte hutu tenían una fuerza armada externa,

FDLR, como se ha nombrado antes. El quid iniciador del conflicto llegó cuando M. Sese Seko

consideró necesario expulsar a los tutsis instalados en Kivu Norte–región al este de RD Congo,

frontera con Ruanda, Burundi y Uganda- por el hecho de no formar parte de la ciudadanía del

país y con la excusa, como ya se ha nombrado, de perseguir a las FDLR. Esto causó la rebelión

de los tutsis, que formaron el CNDP –Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo-, liderado

por Laurent Nkunda. Bosco Ntaganda le sucedió durante la segunda guerra de RD Congo.

Actualmente, L. Nkunda está siendo buscado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya,

puesto que B. Ntaganda se entregó el 19 de marzo de este año. Según CNDP, ellos se estaban

defendiendo de los hutus desplazados, con el apoyo del gobierno de Ruanda y la alianza que

éste había conseguido.

Con la ayuda de Ruanda y Uganda, la AFDL iniciaría sus movimientos. La rebelión suponía uno

de los puntos estratégicos para Ruanda, puesto que en parte permitía justificar la acción que

pretendía ante el criterio internacional.

El resultado de todo sería un sinnúmero de fugitivos, sin saber a dónde dirigirse. La violencia

era tal que algunos huyeron atravesando la selva -2000km-. Se entiende entonces la catástrofe

humanitaria que se avecinaba y por la que la ONU estaba preocupada, por lo que se aprobó la

Resolución 1080 para el envío de ayuda humanitaria internacional, que llegaría al país pero no

conseguiría movilizarse a los campos de refugiados, puesto que los atacantes ruandeses lo

impedían.

En 1997, L. D. Kabila llegaría a Kinshasa –capital de RD Congo- produciendo el exilio de M. Sese

Seko. En este momento, el Zaire empezaría a llamarse República Democrática del Congo.

En 1998, L. D. Kabila dejó de favorecer a Ruanda en su intento de dominio del este del país, por

motivos de seguridad necesitando la estabilidad en la zona de Kivu Norte, y se incrementaron

las diferencias por la parte que había ayudado a éste, básicamente Ruanda, en su proceso de

toma de poder. Surgiría la llamada Coalición Congoleña para la Democracia –RCD, en francés-

concretamente en la parte de Kivu Norte con el apoyo de Ruanda y Uganda, que habían

acabado apoyando la rebelión por causas económicas y estratégicas, relacionadas con las

materias primas, que beneficiaba a los dos países, pretendiendo así alargar su estancia en RD

Congo.

Los rebeldes tomaron Kinshasa en 1998, justo cuando Zimbabue, Namibia y Angola fueron en

ayuda de L. D. Kabila, por lo que este conflicto empezó a llamarse Primera Guerra Mundial

Africana. Por esta razón, los rebeldes tuvieron que cambiar de táctica, comenzando una

ofensiva hacia Katanga –en la parte sur- para conseguir el control de minerales. Sumados al

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Flavia Garrigós Cabañero

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conflicto Sudán y Chad por la parte de L. D. Kabila, se comenzó una contraofensiva en la zona

este, dando lugar, en 1999, a la bifurcación del estacionamiento de los poderes.

Además, surgió una nueva fuerza opositora que pronto tuvo poder en el norte de RD Congo, el

Movimiento de Liberación Congolés –MLC-, que tuvo que unirse al grupo RCD si querían

acabar con L. D. Kabila. El dirigente de MLC es Jean-Pierre Bemba, actualmente reo del

Tribunal Penal Internacional de La Haya por presuntos crímenes contra la humanidad en

República Centroafricana.

Entretanto, se estaba intentando poner fin al conflicto. En 1999 se firmó el Acuerdo de Alto al

Fuego de Lusaka, supervisado por el gobierno zambiano y firmado por todos los países

implicados –Angola, RD Congo, Namibia, Ruanda, Uganda y Zimbabue-, y después por los

grupos de oposición, pero no por los grupos rebeldes congoleños. Este acuerdo <<fue la base

para el despliegue de una operación de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas en el país

con el mandato de comprobar y ayudar a la aplicación de lo acordado>> (Vacas

Fernández/Pardo de Santayana, 2003, p. 32). Sin embargo, no se aplicó.

Se estableció la Misión de Observadores de Naciones Unidas para el Congo –MONUC- que no

sería demasiado ágil en sus movimientos. Sin embargo, la guerra, durante el año 2000, y las

posturas continuaron siendo las mismas sin apenas cambios –con RD Congo partida en dos-.

En enero de 2001, L. D. Kabila fue asesinado y su hijo Joseph, le sucedió en el puesto. A partir

de ese momento, aunque no sin tener en cuenta el sinnúmero de muertes que se llevaban por

delante, empezó a hacer efecto el Acuerdo de Lusaka.

La situación continuó sin cambios durante 2002, dando paso en julio a la firma del Acuerdo de

Paz de Pretoria por parte de RD Congo y Ruanda, y en septiembre el Acuerdo de Paz de Luanda

por parte de RD Congo y Uganda, con el fin de retirar las tropas del país congoleño y comenzar

unas relaciones estables. A causa de ello, MONUC ha supervisado el fin de la guerra, que tuvo

su conclusión en 2003, según la versión oficial.

1.2.2.3. M23

El 23 de marzo de 2009 se firmaron los Acuerdos de Paz de Goma, en los que el presidente de

RD Congo, J. Kabila, debía incluir en las FARDC –Fuerzas Armadas de la República Democrática

del Congo- a antiguos rebeldes del CNDP, los cuales exigían su estancia en la zona de los Kivus

Norte y Sur.

El M23 tomó ese nombre a causa de los Acuerdos de Goma. El general del grupo es Sultani

Makenga y el presidente, antiguo miembro del CNDP, Jean-Marie Runiga Lugerero.

Sin embargo, se puede decir que definitivamente el M23 estaba formado, cuando, en 2010,

estos supuestos miembros de las FARDC acusaron a J. Kabila de no llevar a cabo todos los

puntos que componen los Acuerdos de Paz de Goma. Este sería el momento en que los

soldados se amotinaron formando el definitivo movimiento M23. Ruanda está financiando,

junto a Uganda, sus acciones para desestabilizar a RD Congo, con motivo de su constante lucha

por el poder en la zona con mayor riqueza mineral del país, según el Acta del Consejo de

Seguridad de la ONU del 12 de junio de 2012, celebrada en Nueva York (S/P.V. 6785).

A causa del amotinamiento, la seguridad mermaba y los grupos armados fortificaron su control

en el resto de la zona de los Kivus. La situación de la población se agravó por los continuos

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

13

ataques. Hecha

la acusación a

Ruanda por las

supuestas

ayudas al M23,

algunos países

anunciaron la

retirada de la

ayuda

internacional,

posteriormente

restablecida.

El 15 y 16 de

julio de 2012, se

llevó a cabo una

Cumbre de Alto

Nivel de la

Unión Africana en

Addis Abeba –

Etiopia- para concluir con el conflicto del M23 al este de RD Congo. Sin embargo, al no llegar a

un acuerdo estable, el 19 de noviembre el M23 entró en Goma –capital de provincia de Kivu

Norte-, lo cual provocó el desplazamiento de parte de la población civil, así como violación de

derechos humanos y saqueo de armas a las FARDC. Cuando comenzaron las maniobras para

entrar en Bukavu –capital de provincia de Kivu Sur-, J. Kabila, P. Kamage y Y. Museveni estaban

comenzando a negociar acuerdos de paz en Kampala –capital de Uganda-. Los presidentes de

Uganda y Ruanda se personificaban en Kampala como mediadores entre el presidente de RD

Congo y el M23, aunque ya la ONU les acusara de financiar al grupo armado. En el contexto

internacional, también se sabe quién guarda las espaldas de P. Kagame y Y. Museveni por sus

propios intereses. No obstante, recientemente y a causa de la tensión, parece ser que, por

ejemplo, EEUU no puede continuar con el mutismo y, como se conoce públicamente, el

presidente de EEUU, Barak Obama, telefoneó hace poco a P. Kagame para intentar que éste

dejara de ofrecer apoyo al M23. Sin embargo, continuando en el contexto internacional, Tony

Blair, antiguo ministro del Reino Unido, ha demostrado públicamente su apoyo a Ruanda y ha

negado cualquier implicación de este país en el actual conflicto al este de RD Congo.

En el marco internacional africano, siete países de la SADC –Comunidad de Desarrollo de África

Austral- están dispuestos a enviar ayuda militar a la frontera de RD Congo. De hecho, la ayuda

militar sudafricana ya se encuentra allí. Sin embargo, no hay más noticas al respecto.

El 24 de febrero, bajo la protección de la ONU, fue firmado por 11 jefes de estado africanos un

acuerdo marco para la paz, aunque algunas organizaciones y plataformas consideran este

acuerdo inútil ya que no se centran en la raíz del problema. Esto es, no plantea ninguna

reacción contra Ruanda ni contra el M23.

Noticias publicadas por medios de comunicación como Radio Okapi informan acerca de ciertos

conflictos internos que están empezando a aflorar dentro del núcleo del M23. No obstante,

Mapa político de la RD Congo, Map No. 4007 Rev. 10, julio 2011. © UN Cartographic Section.

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

14

estas fuentes coinciden en que quizá se trate de una estrategia de distracción más de P.

Kagame.

En todo caso, el conflicto con el M23 en el este de RD Congo sigue abierto y en estos

momentos lleva consigo una gran presión internacional. Lo que suceda próximamente es

desconocido.

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

15

SEGUNDA PARTE: LA COMUNICACIÓN EXPUESTA EN HOTEL RWANDA

2.1. LA INFORMACIÓN MEDIÁTICA EN EL CONFLICTO OBSERVADA EN EL FILM

Se debe advertir que este apartado se centrará en la información referente en la película Hotel

Rwanda, no sin ofrecer algún otro tipo de información adicional referente a la comunicación.

2.1.1. LA COMUNICACIÓN DE RUANDA

Antes de entrar de lleno en el film, se debe tener en cuenta una serie de aspectos resaltados

por Ester Moleón en Guerra en los Grandes Lagos. Crónica del saqueo africano:

<<Un combate de titanes, con el drama ruandés de fondo, enfrente a EEUU y a sus

aliados (Inglaterra y Canadá), contra Francia. El objetivo era rediseñar la carta

geopolítica de África central y controlar militar y económicamente la región. (…) Es en

este escenario en el que se desarrollan los acontecimientos narrados en la película

Hotel Ruanda y obviarlo sólo puede responder a intereses bastardos.

EEUU apoyó el bando tutsi del sanguinario FPR de Kagame, mientras que Francia hacia

lo propio con el dictador hutu Habyarimana.

La película nos muestra con realismo las masacres ocurridas los días después del doble

magnicidio de los presidentes ruandés y burundés el 6 de abril de 1994. Pero también

silencia mucho, demasiado.

Como muestra de la parcialidad del film tenemos el tema de las emisoras. En Ruanda

sobresalieron dos radios: Radio Muhabura y RTLM (Radio Mil Colinas).

Radio Muhabura fue creada por el FPR en 1991 para difundir su ideología y demonizar

al régimen de Habyarimana y a su partido, el MRND, tachándolos de genocidas. La

emisora (…) se puso bajo la dirección de un extremista tutsi (…).

Como reacción a lo que difundía esta emisora, los extremistas hutu crearon en 1993

Radio Mil Colinas, que informaba a los hutus sobre las atrocidades de los tutsis, y les

pedía que se mantuvieran vigilantes y se defendiesen de ellos. Desde RTML se lanzaron

llamamientos, en 1994, al asesinato de los tutsis.

Fue, pues, Radio Muhabura, en todo caso, la que rompió la unidad nacional, la que

empezó a exacerbar los factores étnicos y el odio entre los partidos políticos y los

hutu/tutsi. Sin embargo, Hotel Ruanda silencia este hecho, recalcando, y con razón, el

papel tan crucial que jugó Radio Mil Colinas en exacerbar los ánimos en las semanas

que precedieron al genocidio del 94. Pero calla a Radio Muhabura. Falta, entonces, a la

verdad.

Quizás para explicar el por qué Hotel Ruanda sólo menciona el papel jugado por los

europeos (belgas y franceses) y silencia por completo el que también jugó EEUU,

podríamos seguir al periodista Keith Harmon Snow: “Un verdadero periodista de

investigación podría rastrear la propaganda de Hotel Ruanda para llegar a la United

Artists, empresa madre de la Metro Goldwin Mayer, cuyos directores, curiosamente,

dado que la película no habla del apoyo estadounidense a la invasión de Ruanda (1990-

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

16

1994), incluyen al actual director de la United Technologies y general estadounidense

retirado Alexander Haig (…)”>> (Moleón, 2008, p. 34).

Advertidos estos aspectos –no se ve la tensión internacional, no se ofrece el conflicto entero,

no se tienen en cuenta los sucesos anteriores a 1994 y es beneficioso dejar en peor lugar a los

hutus-, conviene añadir que aunque la información en la película sólo se dé por la parte de la

amenaza hutu, en realidad, el tipo de mensaje y de forma viene a ser similar por ambas partes.

Se pueden citar algunos ejemplos de la película:

<<Cuando la gente me pregunta por qué odio a todos los tutsis, respondo: lean nuestra

historia; los tutsis colaboraron con los colonizadores belgas, nos arrebataron las tierras

a los hutus; nos fustigaron. Y ahora los rebeldes tutsis han regresado. Son cucarachas;

son asesinos. Ruanda es la tierra de los hutus. Nosotros somos mayoría. Existe una

minoría de traidores e invasores, pero erradicaremos esa plaga. Aniquilaremos a los

rebeldes del FPR. Esta es la RTLM, Radio del Poder Hutu. Estén alerta. Vigilen a sus

vecinos>>.

<<Maten a todos los tutsi que puedan>>.

<<Escucha querido pueblo de Ruanda, una noticia urgente, una noticia espantosa:

nuestro gran presidente ha sido asesinado por las cucarachas tutsi. Le engañaron para

firmar su falso acuerdo de paz y, después, derribaron su avión en pleno vuelo. Ha

llegado el momento de limpiar la maleza, valientes hutus de Ruanda. Tenemos que

talar los árboles altos; talar los árboles altos, ahora. Pongámonos manos a la obra,

leales hutus (…). Id por carreteras, que no escape ninguno (…).

<< (…) Os sugiero que probéis a esas putas tutsis antes de que mueran. Hacedles saber

lo que es el poder hutu (…)>>.

<<Os digo que los hutus que cobijan a cucarachas son igual que las cucarachas. Son

todos iguales y deben correr el mismo destino (…)>>.

<<Las cucarachas tutsi del ejército rebelde no deben recibir refuerzos. ¡Vamos

valientes hutus; las tumbas aún no están llenas! ¡Quién nos ayudará a llenarlas!>>

El punto al que se quiere llegar con este tipo de mensajes es más bien el de despertar la furia,

siendo más lógico, cuando se entiende y se conoce, que va dirigido a la gente de la calle, que

forman milicias populares.

Todos estos mensajes, además de utilizar un vocabulario que agrava la situación, se llevan a

cabo con una entonación de voz que denota el ansia respecto al cumplimiento de lo que está

expresando.

Como comunicación política ciudadana, aunque no de una manera democrática en lo

referente a los derechos de las personas y del ciudadano, se pueden nombrar las

manifestaciones hutus, el llamado “Hutu Power”, pero no se considera relevante, puesto que

no es comunicación sino simplemente establecimiento de la presencia de la amenaza.

El historiador francés especializado en el Conflicto de los Grandes Lagos, Chrétien Jean-Pierre,

realiza un análisis bastante completo acerca de los medios –radio RTML, sobre todo,- y el

conflicto de Ruanda en su obra Ruanda: Les médies du génocide .

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

Flavia Garrigós Cabañero

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También, existe un artículo muy interesante publicado por el periódico El país, el cuatro de

marzo de 2002, acerca de la influencia de los medios en la incitación al conflicto: ¿Puede la

prensa cometer genocidio?, aunque sin hacer referencia a la implicación internacional, como

es lógico. Es posible encontrarlo digitalizado en la web del periódico.

2.1.2. LA COMUNICACIÓN INTERNACIONAL

La comunicación internacional en la película se puede abordar desde dos perspectivas: la que

se ciñe a los hechos y la subliminal, que está relacionada expresamente con las características

explicadas por Ester Moléon en epígrafes anteriores.

Por tanto, en el primer caso se ofrece a dos periodistas extranjeros que se encuentran en

Ruanda para informar internacionalmente de los hechos. Principalmente, se señala que

consideran el trabajo al que les han enviado una pérdida de tiempo. Asimismo, por lo que

parece, desconocen la situación del país en el sentido estricto del conflicto o de lo que supone

cada etnia. Tampoco se tiene en cuenta que de esta clase de conflictos no se puede informar

como pretenden, puesto que, por ejemplo, graban algunas situaciones e intentan que lleguen

para que sean las que abran los informativos de la noche.

Se captan imágenes morbosas sacadas de contexto y fragmentadas de las palizas, las masacres

–personas amontonadas por el suelo-, las armas o la gente huyendo en masa. Se insinúa que si

no hay muertos, la información no tiene importancia.

También, se ofrecen dos perspectivas, la del protagonista Paul Rusesabagina, nativo que confía

en los medios para la mejora de la situación, y la del periodista que lo concibe únicamente

como sensacionalismo, como se puede observar en una de sus conversaciones:

RUSESABAGINA: Me alegro de que haya grabado esas imágenes y de que el mundo

entero las vea. Es nuestra única esperanza para que la gente decida intervenir.

Promoción de RTML: Cuatro hombres, defensores de la República, dialogan son el poder hutu y su mayoría social (Chrétien, 1995, p. 55).

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PERIODISTA: ¿Y si decide no intervenir? ¿Sigue estando bien emitirlas?

RUSESABAGINA: ¿Cómo no va a intervenir después de ver esas atrocidades?

PERIODISTA: Creo, que cuando la gente vea esas imágenes dirá: ¡dios mío, que

horrible!, y luego seguirá cenando.

En general, este tipo de tratamiento de la información fomenta el dramatismo, la

espectacularización, el sensacionalismo y, dadas las características, la pasividad.

Respecto a la información subliminal, refiriéndonos en este sentido al espectador real, la

información televisiva que se puede ver en el film expone mayor información de la parte hutu

en contra de los tutsis. Además, la película se concentra únicamente en el conflicto étnico, lo

cual no es correcto y, aunque es ridículo mencionarlo porque siempre ha sido igual, no informa

del papel de las potencias mundiales en el conflicto.

En la parte final del film, la música insinúa victoria, pues los refugiados del hotel atraviesan las

líneas de los rebeldes tutsis y, por ende, se encuentran a salvo. No obstante, sigue habiendo

un hutu con ellos, que estará en los campos de refugiados hasta la salida de los tutsis al

extranjero. Si el FPR hubiera llegado antes de que consiguieran partir hacia un país europeo,

hubiera comprobado que el protagonista era hutu y teniendo en cuenta que cada etnia quiere

acabar con la oponente, ¿no lo hubiera matado? Cavilaciones aparte; esa música no es

correcta.

En definitiva, con estas características se entiende que es un film hecho por estadounidenses y

para no perjudicar a los estadounidenses. También, se puede destacar el hecho de que no

incluyeran como protagonistas o actores secundarios a algún actor ruandés o, por lo menos,

africano. Aunque está bien realizado y es también algo crítico con el sistema mediático, se

nota de manera descarada que pretende dejar a los tutsis en buen lugar, puesto que EEUU

apoyaba a P. Kagame, actual presidente de Ruanda, y lo sigue apoyando, por los beneficios

que ello aporta, lo cual se explicará más adelante.

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TERCERA PARTE: EL CONFLICTO Y EL CONTEXTO INTERNACIONAL. COMUNICACIÓN, POLÍTICA

Y ECONOMÍA DE LA SITUACIÓN EN LA REALIDAD

3.1. RUANDA EN LA ACTUALIDAD

Ruanda se encuentra presidida por P. Kagame, fundador del FPR, por ende, de etnia tutsi. Por

lo que se conoce, este hombre pudo estar implicado en el atentado al avión de 1994 que

desencadeno el conflicto; específicamente, propició el Genocidio de 1994. Además, como

miembro-fundador del FPR, ha llevado a cabo un sinnúmero de asesinatos, que ni siquiera se

han vislumbrado internacionalmente.

Saliendo como presidente en 2000, nuevamente consiguió la victoria en 2003 y desde

entonces sigue en el poder con triunfos cuyas cuentas llegan a ser irreales. Supone

determinadas dudas puesto que hay que tener en cuenta múltiples factores:

El régimen de P. Kagame basa su victoria en la destrucción literal del oponente. Esto

no hace referencia a su oponente político, sino al elector. De hecho, en las últimas

elecciones llegan a ser surrealistas los resultados, puesto que a causa de los exilios

antes de que P. Kagame llegara al poder y tras sus matanzas sucesivas después, parece

ser que existen más electores que población, hecho ilógico.

Asimismo, parece estar violando determinados artículos de la Constitución en lo que

respecta a la formación de su gobierno, además de obviar que todos sean de su misma

etnia, aunque él se exponga internacionalmente como ruandés y parezca dejar de lado

la etnia. Se debe decir que<<esta trampa a la constitución no es puesta de manifiesto

ni en la prensa ni en el parlamento>> (Reyntjens, 2010, p. 5).

P. Kagame está llevando a cabo un control absoluto de los medios de comunicación,

que no se cuestiona internacionalmente, puesto que en la zona norteña se manipula

igual al sacar provecho de la situación africana, lo que se comentará en los siguientes

apartados.

En general, ¿se está cuestionando internacionalmente el hecho de que P. Kagame sea

en primer lugar un asesino, por la cuestión del atentado al avión y las matanzas

llevadas a cabo hasta nuestros días, además de la violación de los derechos humanos

con su sistema de gobierno?; en segundo lugar, ¿se tiene en cuenta en el contexto

democrático internacional, dadas las características del gobierno de P. Kagame,

aunque no lo muestre así, que ha establecido un sistema dictatorial?

3.2. EL CONFLICTO DE LOS GRANDES LAGOS Y EL CONTEXTO INTERNACIONAL

En un principio, antes de adentrarnos de manera profunda en lo que viene a ser el contexto

mediático, político y económico de este conflicto internacional, es necesario situar la posición

del poder.

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Flavia Garrigós Cabañero

20

Si en un primer momento podía hacerse referencia a determinados modelos de comunicación

política en los que los componentes eran los ciudadanos, la política y los medios, y

dependiendo del modelo así se conformaba el poder, desde una perspectiva personal, y,

aunque estos modelos también tengan en cuenta otros factores, se considera necesario crear

un modelo que mezcle la situación de poder de la política internacional aunada a los medios y

a la opinión pública. Para hacer una comparación se ha escogido el Modelo Mediático de

Gianpietro Mazzoleni.

Con su Modelo Mediático argumenta que <<si articulamos mejor el concepto de comunicación

política (…) no podemos sino constatar que el peso de los tres actores en las situaciones

concretas de los distintos contextos políticos no es el mismo, y que los medios pesan más>>

(Mazzoleni, 2004, p. 28). Asimismo, afirma que: <<la comunidad científica (…) apoya el enfoque

de la mediatización de la política, según el cual la actuación política pública se produce en la

actualidad dentro del espacio mediático o depende en una medida significativa de la actuación

de los medios>> (Mazzoleni, 2004, p. 28).

<<Según este modelo, que podemos definir mediático, la comunicación/interacción política

que se produce entre los tres actores tiene lugar en el espacio público mediatizado. Es decir,

los medios proporcionan los canales o actúan como tales entre los actores P y C, hacen las

veces de plataforma de la actuación política y al mismo tiempo son interlocutores de ambos

actores, condicionan la naturaleza de sus relaciones y obligan a las instituciones, a los partidos,

a los líderes y a los ciudadanos a adaptarse a la lógica que gobierna la comunicación de

masas>> (Mazzoleni, 2004, p. 29).

No se puede desmentir la importancia que los medios de comunicación tienen en la actualidad

en la mayor parte de las materias que se aborden. Sin embargo, a nivel nacional –de cualquier

país-, ha de hacerse referencia a la politización mediática, en vez de mediatización de la

política, como afirma G. Mazzoleni. En efecto, la política se somete a la transformación exigida

por los medios en la manera de proceder para llegar al ciudadano, pero sin interactuación

entre la política y los medios respecto a los ciudadanos –por lo que un actor ya no existe-.

Tampoco tiene en cuenta la importancia del actor económico.

Igualmente, en nuestros días se utiliza en exceso el término globalización, pero es un concepto

equivocado. Se puede decir, más bien, globalización occidental, por ende, no se puede crear

CIUDADANOS SISTEMA POLÍTICO

SISTEMA DE MEDIOS Modelo Mediático (Mazzoleni, 2004, p. 29).

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La Comunicación Política y el Conflicto de Los Grandes Lagos

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21

un modelo mediático nacional sin tener en cuenta el contexto internacional en cualquiera de

los temas que sean posibles tratar. Por muy diferente que sea la mediación y el ámbito

empresarial-mediático-político en cada país, englobarían un modelo mediático internacional.

Por esta razón, se puede crear un modelo mediático internacional respecto al tema que se está

tratando por la dimensión que ostenta. Esto es, un modelo para con África.

En el tema que nos concierne, los medios están sometidos por otros actores y su provecho al

actuar así, puesto que sino ellos mismos tampoco obtendrían beneficios. Además, nos

encontramos en un contexto internacional que incluye poderes de diferente calibre.

Esto es: todo está controlado por la economía. Sea de forma oficial o no, la “secretaria” de la

economía es la política, siendo inevitable dado el sistema al que estamos sometidos, con el

que no harían falta los otros dos actores posteriores. La política es manejada por los medios,

pero en este caso, puesto que la economía tiene un papel predominante y no se está haciendo

referencia a un ámbito fácil, la política somete a los medios, para que estos sometan a la

desinformación y al desinterés a la ciudadanía.

El ciudadano africano residente en alguna zona beneficiosa para el norte, que seguramente

esté regida por un sistema dictatorial cuyo dictador controle los medios, no se podrá expresar.

Como en el norte no se da información respecto a África, los ciudadanos en general

desconocen la situación y, como ni siquiera han oído una mísera referencia al respecto, no

reaccionan. Por supuesto, existen ciudadanos que sí lo hacen, pero tampoco pueden

interactuar –en gran medida- con los ciudadanos africanos, ni con sus políticos, ni con los

propios, ni en los medios –puesto que esta información sólo se encuentra en lugares poco

conocidos respecto a la comunicación de masas-, ni con los economistas, por supuesto.

Pero, expliquémoslo una vez más: la economía, la política y los medios están unidos. La política

está condicionada por la economía, a quien no le conviene una buena relación norte-sur en lo

que respecta a ciudadanía, por ende, desarrollo social. La política ahora está unida a los

medios de comunicación, los cuales son activadores y continuadores de los prejuicios, uno

oculto en otro de manera sutil. Esto no fomenta la multi ni la interculturalidad. Es decir, si se

fomenta la relación europeo-africana los ciudadanos conocerán la situación en mayor

ECONOMÍA NORTE

POLÍTICA NORTE

SISTEMA MEDIÁTICO NORTE

CIUDADANO NORTE

ÁFRICA

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proporción y con mayor realidad el maltrato del norte respecto al sur, que en cuestión de

política endógena –por la parte europeo-estadounidense- no conviene, puesto que entorpece

la economía, y no olvidemos que ésta mantiene a la política. Entorpecerá la economía puesto

que entorpecerá el saqueo.

Por suerte, algunos ciudadanos del norte –ya que a los del sur apenas se les escucha- conocen

esta situación y se introducen para intentar terminar con ella.

3.2.1. El ámbito político

Antes de introducirse de lleno en el tema, se debe dejar claro un aspecto: <<Las instituciones

sociales (comunicativas o de cualquier otro tipo) están permanentemente implicadas en el

acontecer sociopolítico. En consecuencia se sienten, con toda razón, afectadas por las

versiones de los acontecimientos que difunden en los media. En muchas sociedades (y no sólo

en las dictatoriales) las instituciones públicas e incluso privadas pueden coaccionar o eliminar

directa o indirectamente a los Emisores que les desagradan, recurriendo a una variada gama

de intervenciones: asesinato, rescisión de contrato, censura, silenciamiento, presiones sobre la

empresa periodística: controlando el papel, la publicidad, la difusión, los créditos, etc. >>

(Martín Serrano, 2004, p. 153).

Habiendo indicado esto, se va a explicar la internacionalización del conflicto. En este conflicto

ha habido dos internacionalizaciones: las de los países de alrededor de Ruanda, por tanto, del

continente africano, y la de las potencias del norte. En el primer caso, <<la implicación

indirecta de otros Estados –en especial Uganda- en el apoyo de una de las partes en el

conflicto, afectación directa de los Estados vecinos con la llegada masiva de refugiados

ruandeses huyendo de la guerra y la persecución en su país y crisis humanitaria

extraordinariamente grave también en el interior de Ruanda son los elementos esenciales que

internacionalizan el conflicto ruandés y que fundamentan la competencia de Naciones Unidas

y de la OUA para actuar en el mismo>> (Vacas Fernández/Pardo de Santayana, 2003, p. 57).

Además, países como Burundi, Uganda y, después, RD Congo se unirían en el conflicto de

manera directa.

El segundo caso, el de las potencias del norte es algo más complejo. Hay que tener cuenta que

<<tanto Ruanda como Burundi, en unos años de grandes tensiones internas y crisis

generalizada, eran presionados desde finales de los ochenta por la comunidad internacional

para que democratizaran sus sistemas políticos. Intentar la experiencia del multipartidismo

durante lo que llegarían a ser unas sangrientas guerras civiles fue un gran error político

impuesto por las potencias extranjeras que después no respaldaron suficientemente a estos

países cuando la situación se fue degenerando>> (Vacas Fernández/Pardo de Santayana, 2003,

p. 20). En general, en el proceso de democratización formal, al final resultan dictaduras

indirectas (Kabunda, 01/12/2010). Esto sucede porque no se tiene en cuenta que los progresos

del continente han de llevarlos a cabo por sí mismos, lo que además supone negar el concepto

de imitación de las democracias del norte, puesto que está comprobada la creación de un

mayor número de conflictos aunque éstos se oculten. Por ejemplo, con los asesinatos de

dirigentes dignos, sean de donde sean, que proporcionarían una evolución real, asesinados por

su propio país, los de alrededor –y Occidente si es el caso de África- y, por supuesto, las

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ambiciones de todos (Carrero, 02/12/10). Otro caso, es la poca movilización de las personas –

muy relacionado con la información de los medios- respecto a las visitas de los dictadores a

otros países o su acogida en congresos internacionales o cumbres, como la de la ONU en la

que se puede ver –en fotografías ofrecidas en Africana Noticias- a P. Kagame sentado

tranquilamente en su palestra, tratando el tema de la paz y la seguridad -24 de Septiembre de

2009-, hecho sumamente irónico.

Resulta imposible introducirse enteramente en toda la situación internacional incluyendo al

norte, pero se pueden poner algunos ejemplos resaltantes. De esta forma se observan

afirmaciones –por parte de personas como Joan Carrero- acerca de que políticos como Tony

Blair –no olvidemos que Reino Unido se alía a EEUU en este conflicto- es el asesor de P.

Kagame.

También, tanto los hutus como los tutsis tienen su parte de culpa, pero la ONU sólo ha

denunciado la acción de los hutus. Sin embargo, después de tantos años de “democradura”

por parte de P. Kagame con masacres masivas de hutus, no ha publicado nada contra ello y,

además, no hace referencia al genocidio que se ha llevado a cabo. Igualmente, sigue sin tener

en cuenta el atentado del avión contra los

presidentes en 1994 (Carrero, 01/12/2010) y

se posiciona como protectora de P. Kagame.

Mientras se llevan a cabo estas relaciones

con la ONU, existen también las descaradas

relaciones internacionales entre EEUU y

Ruanda, por ejemplo, como se puede ver en

la fotografía –P. Kagame y George Bush-.

Y como último ejemplo, el hecho de crear el

TPIR –Tribunal Penal Internacional para

Ruanda, para el control-, puesto que <<las

grandes potencias que lo impulsaron sabían

bien que podría ser una herramienta privilegiada para consolidar y prolongar su dominio en la

región mediante sus esbirros, los “liberadores” del FPR>> (Carrero, 2010, p. 173). Peor es que

en realidad, ningún poder norteño quiere acabar con el conflicto y no deja que los demás lo

acaben, ya sea porque no permiten a su propia población denunciar este acoso, porque crean

dependencia en el continente continuamente lo que es conveniente para su economía o

porque contribuyen. Y, peor que esto es que parece, con la esperanza de que sólo lo parezca,

que “los poderosos” de África parecen no darse cuenta –descartando el hecho de que no dejan

que la población se pronuncie-.

Por último, conviene resaltar que la ONU parece estar desenmascarando ya el régimen de P.

Kagame, aunque con todo no se ha ido demasiado deprisa, por tanto, no se sabe cómo ni

cuándo concluirá. Por ahora, España, por poner un ejemplo cercano, se ha movilizado contra

este dictador, con acusaciones del juez Fernando Andreu Miralles de la Audiencia Nacional

Española, manifestaciones de organizaciones agrupadas en plataformas como Basta de

Impunidad en Ruanda, etc. Por ejemplo, un análisis de la confusa situación de la visita de P.

Kagame a España en julio de 2010 se encuentra en la web de Fundación Sur. Se trata de un

Paul Kagame y George W. Bush en la Casa Blanca. EEUU, 6 de mayo de 2006.

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artículo publicado por el periodista José Carlos Rodríguez Soto –Más sobre la visita de Kagame

a España. El oportunismo del PP-; visita que parece haber tenido mayor relevancia mediática

por el hecho que acontece en el título.

3.2.2. El ámbito mediático

Aunque en un principio pueda parecer estúpido, hay que recordar que <<la Ciencia del

Derecho a la Información es una disciplina que nace a partir de la positivación en un

documento internacional –la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948- de un

derecho natural cual es el derecho a la información, concreción moderna del derecho del

hombre a comunicarse, que los clásicos consideraron el mismo que el derecho a vivir en

comunidad>> (Desantes Guanter, 2004, contraportada).

Aún teniendo este supuesto derecho, los ruandeses –además de África en general- no tienen la

posibilidad de pronunciarse, por lo que nadie está informado acerca del malestar de la

población; igualmente, a los ciudadanos del norte el poder les “roba” la información.

Convendría resaltar otro aspecto de la información en general del norte: al manejar la

información lo que el poder ha conseguido es crear una realidad ficticia. Esto es, los medios de

comunicación ofrecen una información trastocada que nos hace caprichosos sobre el material

y olvidadizos respecto a la verdad, pero, asimismo, nos hace olvidar cómo conseguimos la

información tiempo atrás, por lo que, creemos que necesitamos lo que no necesitamos y

pensamos en un alcance del mundo más cercano, que no es cierto. La realidad ficticia consiste

en hacernos pensar en la cercanía de la información que nos es agradable o, como se debe

ofrecer la información menos agradable también, es enseñada como si no fuera necesaria y

con morbosidad, por lo que, por ejemplo, el conflicto de Ruanda –y los de África entera- lo

consideramos muy lejano.

Por consiguiente, es entendido que la sociedad puede exigir la información para una notable

comunicación en todos los sentidos. Como se ha conseguido a lo largo de la historia ese

derecho, el poder ha de operar de un modo diferente con la información para con la sociedad

actualmente si quiere seguir ejerciendo ese control social, que algunos profesionales de las

relaciones internacionales o la sociología llaman democradura (Kabunda Badi, 01/12/2010).

El poder, efectivamente, utiliza los medios de comunicación a su antojo. En consecuencia,

recibimos la información de una forma incorrecta, no la recibimos, está tergiversada,

censurada o se ofrece mayor importancia a una información de menor categoría que otra para

desviar la atención.

Claro está que en otras circunstancias son los medios los que lideran, pero el tema africano es

muy especial y parece que los medios han de pedir permiso, puesto que es una bomba que si

estallara produciría muchos problemas y víctimas mundiales.

Entremos en la información y el conflicto de Ruanda, únicamente. El ensayo de Joan Carrero,

África, la madre ultrajada. La verdad sobre el Conflicto de los Grandes Lagos que las potencias

occidentales se empeñan en ocultar, es crucial para analizar esto.

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Flavia Garrigós Cabañero

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Lo principal es que hasta hace poco solamente se nombraba el Genocidio de 1994, sin tener en

cuenta que desde que los tutsis volvieron al poder y P. Kagame se acomodó en su dictadura,

no se ha dicho nada al respecto sobre el conflicto. <<Durante años se ha logrado que sus

terribles consecuencias sean interpretadas con claves falsas: étnicas o puramente regionales.

Ocultando así sus verdaderas causas, que tienen que ver con la geopolítica internacional y el

expolio de los recursos naturales. Sólo ahora (…) están apareciendo estas motivaciones en los

grandes medios de comunicación, aunque contaminadas con otras muchas pistas e

interpretaciones fraudulentas (…).

La gran masa social de occidente, que dispone de una abundante oferta informativa, ha estado

convencida de que las grandes potencias no intervenían para detener las “matanzas tribales”

en el África de los Grandes Lagos porque allí no tenían intereses, porque “allí no hay petróleo”.

Durante los años pasados he escuchado [Joan Carrero] decenas de veces esa afirmación en

boca de buenas personas (…). Pero, entre tanto, los intereses de algunas de estas potencias en

esa región eran de tal magnitud que hacían caer al mismísimo secretario general de la ONU

(…)>> (Carrero, 2010, p. 65).

También, Joan Carrero afirma lógicamente que <<cualquier persona con sentido común puede

darse cuenta de que no es normal que el FPR haya provocado millones de víctimas mortales y

que estas enormes masacres no hayan trascendido a la opinión pública>> (Carrero, 2010, p.

66).

Además, cita el análisis de José García Botía, miembro de la Asociación Umoya, que es

bastante acertado:

<< ¿Sería posible hoy día, en la sociedad de las comunicaciones, ocultar una guerra con

más de cinco millones de muertos? Pues así se ha hecho con la guerra de invasión de la

R. D. del Congo. Según el International Rescue Commitee, desde que en agosto de

1998 Ruanda, Uganda y Burundi empezaran esta guerra invadiendo al vecino Congo,

más de 5,4 millones de personas habrían muerto como consecuencia de ella. Pero esta

guerra es como si no existiera en Occidente, ya que los medios de comunicación en

estos once años la han ignorado. Y eso que el número de personas muertas ha

superado en ocasiones la cifra de 100.000 al mes. No ha habido ninguna guerra tras la

II Guerra Mundial con una cantidad de muertos tan grande. Pero hay más asuntos

sorprendentes en torno a ella y al principal grupo promotor de esta masacre –el Frente

Patriótico Ruandés (FPR)-, y a cómo se le protege internacionalmente y se silencian sus

crímenes. Y es que el historial de asesinatos y masacres del FPR empieza unos años

antes, en 1990. Y desde entonces hasta hoy día el poderoso lobby internacional que lo

apoya, liderado por muy fuertes grupos de poder de EEUU, Reino Unido y Bélgica

principalmente, han conseguido no sólo que se encubra esta realidad sino también que

el líder del FPR y actual presidente de Ruanda – Paul Kagame- aparezca como

presidente modélico en África al que se le rinden frecuentes honores. Y es que estos

grupos de poder tienen incluso ramificaciones dentro de la ONU.

Tales silencios informativos no suceden por azar. Sólo son posibles por una tupida red tejida

por miles de pequeñas y grandes manipulaciones, presiones y chantajes por parte de algunos:

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Flavia Garrigós Cabañero

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denegación sistemática del acceso de los investigadores e informadores independientes a las

zonas “sensibles”, embargos de importantes informes oficiales, líneas editoriales

intencionadamente preposicionadas, incompetencias o influencias del pensamiento

dominante, etc. Yo mismo [Joan Carrero] he vivido directamente muchas de estas

situaciones>> (Carrero, 2010, p. 67).

<<De todo ello resulta, finalmente, un control del pensamiento verdaderamente eficaz (…).

Estos poderosos lobbies saben bien que en nuestra sociedad sólo conmueve aquello sobre lo

que hay imágenes [a lo que los medios nos han acostumbrado]. Para nuestra gran masa social,

una realidad que no aparece en nuestras grandes cadenas de televisión es como si en realidad

no existiera. El hecho de que no existan imágenes sobre estos grandes crímenes no es casual.

Ha habido y sigue habiendo poderosos intereses internacionales para que esa terrible realidad

no llegue a las pantallas de televisión de cada uno de nuestros hogares. Los primeros

encubridores son sin duda los mismos ejércitos que han realizado dichos crímenes; en los

momentos críticos siempre han impedido metódicamente que cualquier informador, y sobre

todo que cualquier reportero gráfico, accediese a las zonas por ellos controladas. Nueve

españoles, entre otras decenas de miles de personas, fueron asesinados precisamente por ser

testigos incómodos de dichos crímenes.

A comienzos del siglo XXI, en el corazón inaccesible de África, los vencedores en este conflicto

han conseguido por ahora lo que Adolf Hitler también logró en su momento en el corazón de

Europa: ocultar el exterminio. Sólo la derrota del régimen nazi permitió sacar a la luz lo que

algunos sabían pero el mundo no quería ver (…). Si el Ejército estadounidense no hubiese

liberado y filmado aquellas montañas de cadáveres, la Shoah seguramente se hubiese perdido

en las brumas del pasado. (…) Por desgracia, son también estadounidenses los que hoy lo

lideran>> (Carrero, 2010, p. 68).

En resolución, lo que se puede afirmar es que estemos donde estemos, la información está

manipulada, lo cual tiene consecuencias brutales.

LA COMUNICACIÓN Y ÁFRICA

No conviene explayarnos aquí sobre la comunicación y el continente africano. No obstante, se

cree necesario, por respeto podría decirse incluso, hacer una serie de matizaciones breves

acerca de este tema.

En primer lugar, se debería mencionar la imagen.

La imagen que conserva Occidente del continente es lejana, no es real, pues está manipulada

por los medios. De todas formas, no se debe creer que la imagen que tenemos nosotros de

algunos de los errores de nuestro sistema, la puede ver parte de la población africana más

desfavorecida, puesto que la misma o peor irrealidad que alimentamos nosotros de nuestro

sistema, la conservan ellos en sus mentes y elaboran una idea errónea acerca del bienestar

que tendrán emigrando, que luego no sucede. Asimismo, en el continente africano desde la

perspectiva interna también, sin contar su sistema político, se desinforma a la sociedad.

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En segundo lugar, se debe mencionar el pésimo tratamiento de la información. Esto sucede

por la imposición de las potencias, que controlan todo el continente para obtener beneficios.

Por esta razón se pueden afirmar características comunes del continente entero respecto a la

información en el norte. Además, las circunstancias africanas no pueden ser tratadas como el

resto de las noticias, puesto que es ilícito tratar una información tan complicada “en dos

minutos”.

En este punto nos centramos en la investigación realizada por Ana Dols y, precisamente,

donde considera necesario hacer referencia a un personaje importante como es Binyavanga

Wainaina, periodista y escritor keniano que critica en sus obras la forma de escribir acerca de

África, y algunos estudios que, por fin, han dado la razón acerca de la pésima información

acerca de África, en este caso, en España, aunque no se haya hecho nada al respecto tras sus

investigaciones.

Así, el tratamiento de la información africana es el siguiente:

<<Tratar el continente africano como una unidad, sin diferenciar las peculiaridades de cada

país ni recoger su diversidad.

Vincular casi exclusivamente a África con el subdesarrollo y la naturaleza. O bien se hace

referencia a asuntos como la violencia, la enfermedad, las guerras… o bien se habla de su

naturaleza salvaje.

Mostrar únicamente los aspectos más estrambóticos o llamativos sin hablar del “día a día”.

Descontextualizar los problemas y situaciones africanas, ofreciendo información parcial,

simplista e incompleta.

Publicar imágenes excesivamente dramáticas sobre algunos de los problemas que padece

el continente africano.

Ocultar los aspectos positivos y avances de África. (…) Habitualmente sólo son noticias las

cosas negativas y, además, los desastres en su punto álgido, esto es, las situaciones de

hambruna, éxodo, epidemias, etc. No lo son, sin embargo, los largos procesos de gestión

de las crisis y los factores estructurales.

Rara vez se da voz a los propios afectados, sino que la situación suele ser contada por

“mediadores” occidentales presentes en el lugar (cooperantes, funcionarios

internacionales, etc.). El blanco siempre es el protagonista, mientras que los negros

ocupan un papel subordinado. Es, en definitiva, la perspectiva paternalista. Los africanos

son seres pasivos y se presentan como incapaces de hacer nada sin la dirección del

occidental. (…)

Considerar que hablar de las miserias africanas es beneficioso para los propios africanos, el

potenciar de esta manera la ayuda de Occidente a África. (…)

La perspectiva predominante es el afropesimismo.

Una tendencia de muchos reportajes sobre África es a considerar el cambio como algo

negativo para los africanos. El cambio, que en las sociedades occidentales se considera

positivo, en muchos reportajes e informaciones analizadas se considera negativo, como

una pérdida de los valores africanos (sin especificar en la mayoría de las ocasiones cuáles

son éstos y quién ha decidido que sean tales).

El sur, en sí, no tiene importancia. Sólo tiene importancia en la medida en que el norte está

presente o en que los intereses occidentales están involucrados>> (Dols García, 2010

p.5/10).

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Además de lo ya comentado y a lo que también hace referencia Ana Dols en su escrito, existen

algunos programas televisivos, saliendo de los telediarios, tales como Perdidos en la Tribu que

fomentan dicha imagen estereotipada.

Asimismo, en su investigación en los periódicos españoles, se puede encontrar lo siguiente:

<<La gran parte de fotos que acompañan a las noticias sobre África tiene connotaciones

violentas: hombres armados, lapidaciones, calaveras…

Son relativamente frecuentes los errores en torno a la información que ofrecen de África.

(…)

Se habla de los africanos, el África negra, como subsaharianos, mientras que sí se

diferencia el resto de colectivos.

En las noticias sobre la situación de algún país africano se alude con frecuencia a las

informaciones que ofrecen las ONG [cuya información, aunque no se va a analizar, llega en

algunos casos a ser: simplista, alarmista, descontextualizada y denigrante].

Todos los estudios que se mencionen, principalmente vinculados con temas como salud o

naturaleza, son occidentales pese a que se realicen en territorio africano y también

participan universidades o centros de estudio africanos>> (Dols García, 2010, p. 16).

Se puede decir que <<a fuerza de ofrecer únicamente imágenes atroces de África estamos

cayendo en un nuevo colonialismo: reducimos a todo un continente a sus peores hábitos, a las

hambrunas, matanzas, éxodos y crueldades que la televisión transporta al instante sin que casi

nadie acierte a explicar, en profundidad, qué ocurre y por qué ocurre>> (VVAA, 1999, p.88).

Importante es resaltar que la imagen que se ofrece de los africanos quebranta algunos de sus

derechos como personas, suprime la dignidad del pueblo africano y delimita nuestra postura y

comportamiento hacia ellos. Además, la imagen tiene consecuencias serias: valida la

intervención occidental, quita en determinados casos el poder a la población nativa sobre su

territorio, desfavorece la aproximación y el conocimiento cultural, y ayuda a fomentar la

perspectiva de superioridad de Occidente. Todos estos puntos se interrelacionan unos con

otros, dando lugar a un sentimiento paternalista por parte de los occidentales. Esta imagen

solapa los caminos de otras relaciones como las comerciales, el turismo, etc.

A causa de estos hechos, <<se sigue hablando de ayuda al desarrollo frente a un concepto

mucho más amplio: el derecho al desarrollo>> (Dols García, 2010, p. 28/31/33).

En conclusión, resulta urgente un mayor conocimiento y mejor trato –más real- en los medios

de comunicación sobre el continente africano.

3.2.3. El ámbito económico

Como se ha comentado a priori, la economía es el factor condicionante para el resto de

actuaciones. En el caso del conflicto de los Grandes Lagos el elemento económico del conflicto

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son las materias; existen muchas características y se deben exponer por partes: primero

explicar cuáles son las materias y segundo cuál es la estrategia y sus consecuencias.

LOS RECURSOS MATERIALES

En este caso, la importancia la tiene RD Congo –después se expondrá qué tiene que ver con

Ruanda respecto a las materias-. Este país produce de todo y resalta: coltan, cobalto,

diamantes, uranio, niobio, estaño, oro, cobre, petróleo -20%-, diamantes, entre otros. Los

minerales estratégicos actuales son: coltan, cobalto, manganeso, tungsteno, diamantes… Se

deben resaltar ciertas características que hacen a estos materiales más importantes.

Cuando se utiliza tecnología sin calentarla, se ahorra energía. Esto es posible con la tantalita, la

parte del coltan que puede trasportar la energía sin calentarla; de hecho, RD Congo tiene el

80% del coltan del mundo. Nuestros aparatos móviles están fabricados con coltan.

En el caso del cobalto, éste se utiliza para la fabricación de misiles de guerra; el tungsteno,

anteriormente utilizado para la munición, actualmente se utiliza para la telefonía –vibración de

teléfonos móviles-; los diamantes también son utilizados en ingeniería y son de los mejores

materiales porque no tienen riesgo de corrosión; entre otros muchos materiales y utilizaciones

más.

En algunos casos, como lo es el del coltan se necesita a niños que corren el riesgo de morir al

entrar en las galerías tan estrechas donde se encuentra este material, lo que parece no tener

importancia. Según las estadísticas, por un kilo de coltan pueden morir tres niños.

Las empresas que se reparten estos recursos son CALED, DARNAY, MINDEV, BANRO, BARRICK,

DE BEERS, AMFI, AAC, CLUFF, RIDGEPOINTE, entre alguna otra.

Un dato innegable es que allí donde existen yacimientos hay guerras –internacionales-.

Asimismo, hay que tener en cuenta el caso Chino, muy reciente. El presidente J. Kabila observa

que no llega el dinero internacional, por tanto, negocia con China cambiando recursos por

dinero. China explota minerales estratégicos y crea carreteras, universidades, etc., de baja

calidad.

Entonces, la parte norte garantiza reducir la deuda africana para que los chinos dejen de ser un

inconveniente, a lo que RD Congo accede. Se reduce la deuda –muy poco-, pero China

continúa explotando, además de negarse a utilizar trabajadores nativos, exigiendo que sean

chinos. Por esta razón, ha habido una invasión china, explotando los trabajos de los

congoleños, lo que supone de nuevo, otra deuda y mayor pobreza (Nashi Kiza, 02/12/2010).

Como detalle exclusivo, puesto que no es de este apartado pero si hace referencia a China, se

puede decir que la influencia china en África está empezando a hacerse un hecho sumamente

importante, también en el ámbito mediático.

ESTRATEGIA

El epicentro de la inestabilidad es Ruanda. Sin embargo, Ruanda solamente posee café, que no

tiene ninguna relevancia. En cambio, RD Congo posee materias de todo tipo; se puede decir

que es el país más importante del mundo respecto a esto. Recuérdese pues, que la mayor

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parte de los exiliados ruandeses fueron a este país durante el conflicto oficial de Ruanda y que

después fue RD Congo el país que tuvo dos conflictos derivados del de Ruanda. De hecho, el

ejército ruandés está establecido en el país, junto a los de Burundi y Uganda, países

encantados de que además RD Congo se encuentre en crisis, pues así pueden robar.

Internacionalmente, conviene que esta guerra continúe para seguir explotando las materias;

es más, las potencias internacionales están financiándola, puesto que proporcionan

armamento a los tres países para poder continuar (Beltrán, 09/05/2011).

Esto sucede por la dependencia internacional de los países del norte, por la necesidad de

obtener, a la que se han acostumbrado y ahora parece casi imparable. Ejemplo de esto son los

teléfonos móviles o cualquier aparato electrónico, en cuya fabricación es necesaria la

utilización de materiales como el coltan. Y todo por dinero. Igual sucede con el agua. Potencias

como EEUU o Francia están en contra de la aprobación acerca del derecho humano del agua

potable, porque son los estados que monopolizan este recurso…

Resaltable es que EEUU e Inglaterra conviertan a personas como P. Kagame en arquetipos del

desarrollo –aunque ya existen voces en contra-. De hecho, en 2012 P. Kagame fue admitido

como miembro posicional del Consejo de Seguridad de la ONU. Esto solamente sucede porque

Ruanda es el lugar de donde sale el coltan de RD Congo, tan codiciado hoy (Beltrán,

09/05/2011). Lo peor es que la ONU no parece querer darse cuenta.

En definitiva, esta estrategia denota el egoísmo humano mejor que cualquier otro ejemplo.

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CARTA ABIERTA DE PAUL RUSESABAGINA

AL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU

Puesto que es información testimonial,

supone un documento estrictamente

importante para este escrito. Fue publicado

el primero de octubre de 2010 y hace

referencia al Mapping Repport sobre las

mayores violaciones contra los Derechos

Humanos y las leyes internacionales

humanitarias en RD Congo entre marzo de

1993 hasta junio de 2003.

<<Querido Sr. Secretario General,

1. El 1 de octubre de 2010 hará 20 años desde que el Ejército Patriótico

Ruandés invadió Ruanda y puso en marcha una horrible y trágica guerra

que sigue existiendo hasta la fecha y ha salpicado al país vecino la

República Democrática del Congo con consecuencias de cataclismo: más

de 5 millones de muertes de víctimas inocentes.

2. Este Mapping Repport sobre los crímenes cometidos en la RDC desde 1993

a 2003, que ha salido en octubre 2010 supone para millones de ruandeses

y congoleños, casi una intervención divina, porque mucha gente había

perdido toda esperanza después de esperar 20 largos años una justicia que

se siempre se evadía.

3. En nombre de la Fundación Hotel Rwanda Rusesabagina y Diálogo Inter-

ruandés altamente Inclusivo (DIRHI), y en memoria de todos los ruandeses

inocentes de las tres etnias: Hutus, Tutsis, y Twas, de todos los

burundeses, congoleños, belgas, canadienses, franceses y españoles

inocentes y otras nacionalidades que murieron en Ruanda y la Región de

los Grandes Lagos de África por esta guerra sin sentido, quiero dar las

gracias a su Excelencia por su sabidurái al ordenar una investigación de

esos crímenes y aplaudo a Navanethem Pillay, Comisionada de Derechos

Humanos de Naciones Unidas, por la inteligencia, coraje y humanidad que

ha tenido al manejar y poner el caso en marcha, y felicito a los expertos

que han trabajado sobre el terreno por su profesionalidad reuniendo todos

los hechos y sacando a la luz todos los horrores de falta de humanidad

contra el ser humano durante este periodo oscuro. Doy las gracias a todos

por defender la vida humana, nuestro precioso don de Dios. Puedo

asegurarle que en toda Ruanda y en el mundo entero entre los refugiados

ruandeses ha habido una señal colectiva de respiro porque este informe

finalmente pone fin a un largo periodo de impunidad, a la vez que disipa la

Paul Rusesabagina, cuya historia inspiró la película Hotel Rwanda, y Don Cheadle, protagonista de la misma.

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densa niebla del camino para las próximas generaciones de ruandeses. Al

fin sentimos que la justicia que ha sido denegada por tanto tiempo va a ser

puesta en marcha, que la verdad que ha sido sepultada por tanto tiempo

ha triunfado y que el pueblo de Ruanda puede comenzar el penoso

periodo de reconciliación, con serenidad.

4. El intrínseco valor de este informe es inmensurablemente grande. No sólo

restaura esperanza para los ruandeses y congoleños, también da una cierta

medida de credibilidad y respecto perdido a la ONU que necesita ser una

institución mundial que tenga fuerza y no pueda ser empujada de un lado

a otro o utilizada como juego por tiranos y dictadores. Gracias a este

informe, podemos comenzar ahora a soñar a lo grande que una nueva era

de rendir cuentas a nivel mundial ha llegado, y nuestra profunda esperanza

es que este sueño no sea aplastado por un desengaño amargo.

5. Esta nueva era de rendir cuentas debe de comenzar por las primeras cosas:

todos sabemos que desde el 1 de octubre de 1999 hasta nuestros días, un

grave error ha conducido a muchos más. Si la invasión de Ruanda en

octubre de 1990 hubiera sido tratada como el gran crimen contra la

humanidad que es, el genocidio de Ruanda de 1994 no hubiera sucedido,

ni tampoco la tragedia de la República Democrática del Congo. Poniéndolo

más claro, el movimiento rebelde FPR y sus líderes, incluido el General Paul

Kagame, se crecieron más y más en continuar este camino de violencia

hasta un total de 20 años en que transformaron esta actividad criminal y

un estado de terror en una industria lucrativa, satisfechos de que sus actos

anteriores quedaban impunes.

6. Esto significa que por muy significativo y de gran alcance que sea este

Mapping Repport, no se conseguirá una completa justicia y vindicación si

los crímenes cometidos fuera de este periodo (antes o después) por el

mismo ejército FPR y sus líderes se quedan sin ser incluidos. Hubo grandes

crímenes cometidos antes y después de 1993 en Ruanda y después del

2003 en ambos países Ruanda y la RDC. En otras palabras, Ruanda necesita

un detallado informe de la ONU: fuera de la cifra oficial de 800.000 Tutsis y

Hutus moderados asesinados durante el genocidio, necesitamos saber

cuántos Hutus y Tutsis en ambas partes estuvieron implicados en las

grandes masacres; necesitamos saber cuál fue la suerte corrida por

nuestros hermanos y hermanas del grupo étnico Twa durante el genocidio;

ha llegado la hora de mirar con detalle la objetividad y el valor científico de

los sucesos encontrados por el Davenport y Allan C. Stam, grupo

independiente cristiano en su estudio “Qué es lo que en realidad sucedió

en Ruanda” y muchos otros investigadores e historiadores. No tener en

cuenta estos estudios neutrales tendría unos efectos muy adversos en el

proceso psíquico y curativo de toda una nación, en donde el 85% son

Hutus y el 14% Tutsi.

7. Esto también implica que los largamente ocultados informes de la ONU,

elaborados por Robert Gersony, Roberto Garreton, Michael Hourrigan y

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otros expertos, deben recibir el seguimiento legal y judicial. Sería un

trágico final y un terrible derroche de fondos de la ONU si este Mapping

Repport fuese alterado, manipulado o tuviera el mismo destino fatal que

los informes de otras investigaciones previas. Una vez este informe ha

salido oficialmente a la luz, esperemos que las ruedas de la justicia

internacional se pongan en marcha. Pero sobre todo, la más importante

implicación de este informe es que nuestra organización mundial, la ONU,

debe examinar profundamente su propia línea de políticas contradictorias

que han dañado seriamente su credibilidad y razón de ser con

consecuencias catastróficas.

Cuando Irak invadió Kuwait, la invasión fue detenida, pero cuando el FPR

invadió Ruanda y Ruanda más tarde la RDC, estas invasiones se

consintieron. Igualmente, si no se da el consentimiento a los piratas para

atacar y saquear los barcos que navegan por las costas somalíes, entonces

tampoco debe consentirse a nuestro presidente Kagame enviar a su

ejército para atacar y saquear los recursos de la RDC. Debe darse

supremacía a la regla de oro de compromiso diplomático y resolución

pacífica de los conflictos como está consagrado en la Carta de la ONU y

que están querida por el Presidente Barak Obama. El mundo necesita

recordar que el ejército del FPR de Kagame invadió Ruanda el 1 de octubre

de 1990 bajo el pretexto de que los asuntos de los refugiados de Tutsis

habían sido dejados de lado en el momento en que las negociaciones

estaban bastante avanzadas entre Ruanda, Uganda, la ONU y los

representantes de los refugiados Tutsis y estaban muy cerca de conseguir

un acuerdo de paz. Si esa gestión hubiera tenido una posibilidad, hoy no

estaríamos hablando de más de 5 millones de personas asesinadas en el

conflicto de la República Democrática del Congo.

8. De una manera problemática estas contradicciones tan repetidas parecen

estar respaldadas por una aparente práctica de justicia selectiva, que

utiliza dobles medidas. Si el ex presidente de Liberia, Charles Taylor, está

encarcelado por crímenes de guerra, incluyendo el comercio de diamantes

de sangre y el Presidente sudanés Bashir es un paria debido a la sospecha

de que ha cometido crímenes de genocidio, entonces algo falla cuando el

presidente Kagame, sobre el que pesan las mismas sospechas que sobre

Taylor y Bashir, es agasajado regularmente en ámbitos internacionales y

galardonado con numeroso premiso de distinción. Sólo en 2009, fue el

receptor de numerosos premiso internacionales; y menos de un año antes

un Informe de expertos de la ONU, que salió en diciembre de de 2008,

acusaba a Kagame de reclutar niños soldados en la RDC, de financiación y

armar el ejército rebelde CNDP del General renegado Laurent Nkunda y

acusaba a su ejército de violaciones masivas de niños y mujeres. Algo falla

terriblemente cuando la ONU se contradice ella misma en la Resolución

955 del 8 de noviembre de 1994, en la que ha dado al Tribunal Criminal

Internacional para Ruanda completa autoridad para juzgar todos los

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crímenes cometidos entre el 1 de enero de 1994 y el 31 de diciembre de

1994 y, sin embargo, ha excluido del proceso de enjuiciamiento el derribo

el avión del presidente Juvenal Habyarimana, el 6 de abril de 1994, el único

incidente en que todos están de acuerdo que encendió el genocidio de

Ruanda.

9. Permitir que el presidente Kagame brille en medio de los líderes mundiales

sigue en la misma línea de contradicciones de la comunidad internacional.

Hasta la fecha, sólo el primer ministro español José Luis Rodríguez

Zapatero ha rehusado estrechar la mano a este sospechoso de ser criminal.

Esta fuera de toda comprensión como se deja a Kagame presidir el

proyecto de la ONU de los Objetivos de Desarrollo del Milenio con la clase

de alegaciones que pesan sobre él. Esto empieza a ser un caso interesante

sin precedentes de blanqueo de la imagen de un personaje, en que un

presidente que se enfrenta a tales acusaciones tenga unos roles asignados

de tan alta categoría, sea mostrado con familiares de casas reales, pasee

por alfombras rojas y acuda a comidas de gala con candelabros y caviar,

todo ello con la obvia finalidad de protegerle de ser juzgado. La inmensa

mayoría de ruandeses está bastante impresionada por tal espectáculo, que

es una flagrante perpetuación de la impunidad.

10. Dos grandes controversias han surgido nada más conocerse este informe.

La primera es si los crímenes cometidos por el Ejército del FPR del

presidente Kagame en la RDC puede considerarse genocidio. La

enciclopedia Wikipedia define “genocidio” como “la manera deliberada y

sistemática de destrucción, en su totalidad o en parte, de una etnia, o

grupo racial, religioso o nacional.” El Artículo 2 de la Convención de

Naciones Unidas para la Prevención y Castigo del crimen de Genocidio de

1948 proporciona una mejor definición legal de esta palabra, “cualquiera

de estos actos cometidos con la intención de destruir, en parte o su

totalidad, un grupo nacional, étnico, racial o religioso tales como: asesinar

miembros del grupo; causar daños tanto mentales como físicos a

miembros del grupo; infligir deliberadamente condiciones de vida al grupo,

calculadas para dar lugar a la destrucción de los miembros del grupo, en

parte o totalmente; imponer medidas con la intención de impedir el

nacimiento en el grupo de nuevos bebés; y usar la fuerza para transferir

niños de un grupo a otro.” Aplicando una u otra definición y por la

información que existe de lo sucedido dentro de Ruanda y que comenzó el

1 de octubre de 1990 en el campo de refugiados del Zaire, una gran

cantidad de ruandeses no tienen ninguna duda de que el ejército del FPR

cometió el crimen de genocidio contra el grupo étnico de los Hutus. La

población Hutu en las provincias de Byumba y Ruhengeri en el Norte, y de

Kibungo en el este, fue diezmada por el ejército del FPR a través de

operaciones de limpieza étnica que tuvieron como objetivo principal los

hombres y los jóvenes varones. Más del 80% de las mujeres Hutus en esas

áreas quedaron viudas. Y es por eso por lo que Ruanda verdaderamente

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necesita su propio informe sobre un Mapping Repport de la ONU. Existen

muchas horrendas historias y testimonio de gente que viajó inimaginables

distancias a pie en el interior de Ruanda y todo el territorio del Zaire

delante del ejército de FPR, cada vez tratando de huir lo más lejos posible

de las matanzas para luego ser alcanzados y cortados en pedazos sin

piedad, fusilados o ahogados en Kisangani, Tingi Tingi y otro lugares, o en

Mbandaka en el oeste del Zaire, simplemente por ser Hutus. Kagame

puede negar las acusaciones contra él todo lo que desee, pero los hechos

son siempre cosas inalterables.

11. La segunda controversia gira en torno a la amenaza del presidente Kagame

de retirar sus soldados de las operaciones de paz de Naciones Unidas en

Darfur, si el Mapping Repport no se diluía para eliminar cualquier

sugerencia de genocidio por parte del ejército de FPR. Esta es la típica

táctica arriesgada que Kagame ha utilizado durante todo el conflicto. Pero

en un giro irónico, la amenaza desenmascara a Kagame como un hipócrita

de sangre fría y egoísta, al que no importa nada en absoluto la paz y le

importan un bledo (para utilizar su propia expresión: “Don’t give a damn”)

las operaciones de mantenimiento de la paz. Si el presidente Kagame

tuviera algo de humanidad dentro de sí y verdaderamente se preocupara

por la paz, ¿por qué haría que la gente de Sudán sufriera, retirando sus

tropas simplemente pro sus problemas legales personales, si ellos no

tienen nada que ver con esto? En abril de 1994, el entonces General

rebelde Kagame envió sus ayudantes Claude Dusaidi y Charles Muligande a

Nueva York y Wahington en el momento más álgido de las matanzas a

pedir a la ONU que detuviese su intervención militar en Ruanda. Pero es

gracioso hoy en día, y además trágico, cómo acusa a la ONU por no haber

intervenido en Ruanda para detener el genocidio, cuando sabe que él es el

que pidió que se mantuvieran al margen. El hombre frío de corazón al que

no le importa la paz para su propio pueblo, ciertamente no le va a importar

la paz para los sudaneses, especialmente cuando su permanencia en el

poder está en peligro. Sería profundamente inquietante si la ONU, de una

manera u otra, cediera al juego de chantaje de este presidente, precedido

por un pasado nada glorioso.

12. La agresividad con la que el Presidente Kagame está luchando contra las

acusaciones hacia él hace pensar que tiene algo que esconder, sabe que es

culpable y tiene miedo. Si tuviera la conciencia limpia, no tendría nada que

temer y si realmente creyera en su inocencia, recibiría con agrado el día en

que ante el tribunal tuviera la oportunidad de explicar su inocencia. Este es

el mismo hombre que ha resistido ferozmente a la idea de que pueda

llevarse a cabo una investigación internacional independiente sobre el

asesinato de su predecesor, el presidente Juvenal Habyarimana, el 6 de

abril de 1994, prefiriendo insistir en que Habyarimana fue asesinado por

extremistas Hutus de dentro de su propio círculo. Si realmente cree en su

inocencia ¿por qué no ha estado de acuerdo en esa investigación que

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Hutus del lado opuesto han pedido repetidamente, solo para poder limpiar

su nombre de cualquier sospecha?

13. En su análisis final, el Mapping Repport de la ONU es en muchos aspectos

un vibrante y trascendental testimonio, y un recuerdo vivo, de la cohesión

y la fuerza del hombre ante el rostro del mal. Su mensaje principal, que

resonará por muchos años en todos los salones de poder del mundo

entero, es que tanta sangre en la Región de los Grandes Lagos de África no

puede haber sido derramada en vano, y que no importa lo malicioso y

arraigado que el mal pueda parecer a veces, incluso después de 20 años de

destrucción de pruebas, intensa labor de lobbying, evasiones y muros de

piedra, la verdad y la justicia siempre triunfarán. Tanto el ejército que se

encargó de la exterminación o aquellos que se beneficiaron, aquellos que

recogieron la dolorosa evidencia, arriesgaron sus vidas o soportaron las

amenazas durante el proceso, los ejecutivos que tuvieron que tomar las

duras decisiones, las autoridades que muy meticulosas adjudicarán las

disposiciones legales finales de este informe, o el resto de la humanidad

que dará la bienvenida a este informe, todos nosotros compartimos un

sentimiento colectivo de que finalmente la justicia ha llegado, y que

ambos, Ruanda y la RDC podrán avanzar con serenidad para “construir un

futuro mejor en donde la impunidad no tiene lugar”, por citar a

Nvanethem Pillay. Es muy posible que durante las operaciones militares de

“Umoja Wetu”, “Kimia I” y “Kimia II” en la RDC, los criminales del FPR

hayan podido volver a los escenarios de sus previos crímenes y tuvieran la

posibilidad de borrar las evidencias que los incriminaban m principalmente

a través de desenterrar y quemar los cuerpos de las fosas comunes. No

importa. Crímenes de esta magnitud no puede ser ocultados y finalmente

la verdad prevalece. Pero una cosa y sólo una cosa podrá ayudar a toda la

región de los Grandes Lagos de África a ser otra vez: la ONU debe asegurar

que el mismo crimen encuentre la misma pena, no importa los que lo

hicieron, tanto si fueron cometidos en 1993 o en 2003, o en cualquier

fecha de antes, durante o después.

Paz a Ruanda, a la RDC, a la región de los Grandes Lagos de África y a todo

el mundo.

Paul Rusesabagina>>

(Africana Noticias, 2010, p. 10)

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CONCLUSIÓN

Tras hacer el análisis del conflicto de los Grandes Lagos surgen numerosas cuestiones acerca

de la legitimidad de las acciones políticas y económicas en el contexto internacional, en una

época de supuesta democracia. Aunque en los días que vivimos, la política es sumamente

cuestionada, continuamos creyendo que el sistema político mundial en su mayoría es

democrático. La afirmación que se puede establecer, después de observar de cerca uno de los

conflictos actuales del mundo, es que los países democráticos llevan a cabo tácticas de

sistemas dictatoriales en los países que se sitúan por debajo de su escala económica, aunque la

mayor parte de los beneficios de los países que se hacen llamar desarrollados, irónicamente,

tienen su raíz en países llamados subdesarrollados. Por ejemplo, RD Congo es uno de los países

que más recursos tiene y, a día de hoy, resulta ser uno de los más empobrecidos y dañados.

Esta misión económica occidental, con la ayuda de políticos y militares corruptos africanos,

supone otro atentado más contra la humidad. Por el beneficio de las potencias, no se tienen

en cuenta las masacres, la violencia, las violaciones y todo lo que concierne al

quebrantamiento de los Derechos Humanos. Asimismo, se podría decir que la población

occidental está sometida a un sistema dictatorial mediático forzado por la política y, a su vez,

por la economía, ya que la información respecto a África está manipulada.

Por estas razones y ya que los actores no son transparentes, es responsabilidad de la población

movilizarse, como en cualquier otro problema tanto estatal como continental, para invertir la

dinámica mediática, política y económica. Esto es, romper con el sistema mediático

establecido, con lo cual se resquebraja la comunicación de la política a la ciudadanía. Tal es el

peso mediático, que el resto de actores habrían de modificar sus métodos y lograr una

verdadera conexión y la integración real de la población. Todo ello, porque, aunque en

Occidente no se muestre la información acerca de los conflictos extra-continentales, existen y

no podrán ocultarlos siempre. No pueden ocultar que en estos momentos se está asesinando a

población inocente en RD Congo.

Como ya se ha nombrado, utilizamos el término “globalización” en demasiadas ocasiones y con

poco cuidado. Si de verdad estamos en una época de globalización y la región de los Grandes

Lagos tiene un problema, debemos actuar, porque el problema nos concierne a todos.

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Las imágenes han sido extraídas de los archivos de Google, de la web de ONU y de la obra

antes citada del francés Jean-Pierre Chrétien.

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