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LA CUESTIN DEL SIGNIFICADO Y EL SUFRIMIENTO

Captulo III del libro Tambin tu sufrimiento tiene sentido de Elizabeth Lukas, Ediciones Lag.

La mayora de las escuelas de psicoterapia pretenden reducir la totalidad humana a unas cuantas

reglas. La logoterapia, por otro lado, trata de aplicar todas sus reglas a la totalidad humana. Esto

requiere que entre a reas que la psicoterapia general considera ms all de su incumbencia.

Una rea, ms all de nuestra comprensin, es el sufrimiento inevitable e inexplicable. La

logoterapia trata con la gama entera de los problemas humanos. Desde aquellos que podemos cambiar,

hasta los que no. Su preocupacin es reconfortar, su meta es encontrar la mejor ayuda posible, su

empata es para los pacientes que son conducidos a darse cuenta que el sufrimiento no es sin sentido.

Una ilusin actual es que todo puede corregirse. La gente obesa, haciendo dieta la dbil,

habilitndose para tener buena condicin y salud; los viejos, yendo a centros de rejuvenecimiento; los

tmidos, desinhibindose para ser audaces; los malos estudiantes, preparndose para mejorar, y los

padres, asistiendo a cursos para comprender a sus hijos. La palabra mgica de la terapia del

comportamiento, entrenamiento, ha producido una fe ingenua de que todo lo desagradable puede

corregirse. La capacitacin puede lograr mucho, pero encontramos que lo inevitable va ms all de ella.

Peor que eso, se ve como una falla personal y una injusticia del destino. Esta es una falacia peligrosa.

Una psicoterapia mecanicista est propensa a prescribir programas de capacitacin para cualquier

problema, y si ste no es resuelto, culpa a los participantes. Pocas psicologas prestan atencin a lo

inevitable, a reconfortar donde no puede curar.

Nos rebelamos contra el destino, pero hemos olvidado cmo aceptarlo. Una vez asist a una junta de

padres, para tratar el problema de que las clases de ingls tenan que suspenderse durante medio ao,

porque todos los profesores disponibles estaban enfermos. Asistieron alrededor de cien padres y las

sugerencias variaban; desde hacer peticiones al ministerio de educacin, hasta manifestaciones a travs

de la ciudad, pero ninguno pens en ofrecerse a ensear a los nios. Mi propuesta de formar grupos de

aprendizaje en la tarde, con padres que supieran ingls, fue escuchada con incredulidad. Nadie estaba

listo para hacer algo ms que protestar. Yo estaba alarmada:

Cmo iban los nios a afrontar problemas y encontrar soluciones significativas, si sus padres no eran

capaces de hacerlo?

Otra ilusin, es nuestra idea de que todo puede comprarse. La danza alrededor del becerro de oro termin en un desastre, esto no ha cambiado en el siglo veinte. Peor que la sobrevaluacin de las cosas

materiales, es la devaluacin de lo inmaterial, aquello que no puede comprarse. Una madre recibe la

visita de su hijo, que le lleva un costoso ramo de flores. El ramo puede comprarlo ella misma, pero no

la presencia de su hijo. El sentimiento que crea esta fina distincin se ha perdido en gran parte.

La gente que no ha aprendido a aceptar el destino, que cree que puede conseguir casi todo por un

precio, probablemente se va a desesperar cuando se enfrente a un sufrimiento inevitable. En tal crisis

slo tres posibilidades estn abiertas:

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La fe y la creencia en Dios.

Empata y comprensin de la gente que la rodea.

Su propia realizacin estable de sentido.

La fe en Dios ha sido sacudida de la vida de mucha gente y el apoyo interpersonal, ms an. As, el

descubrimiento personal de sentido permanece como el ltimo criterio decisivo, podamos o no,

sobreponemos a una crisis interna. La gente a la que recurrimos en tal caso, ha pasado del ministro y de

la familia, al psicoterapeuta.

En nuestra soledad buscamos en extraos lo que ya no podemos encontrar en una fe firme, o en

gente cercana a nosotros. Los psicoterapeutas, que son esta ltima esperanza, no se pueden permitir decir: yo no puedo ayudar aqu, esto va mas all de mi campo de competencia. En donde falla el conocimiento cientfico, la humanidad debe hacerse cargo. En los lmites de la comprensin, la empata

debe encontrar palabras.

Los terapeutas que se limitan a lo que es curable, practican su profesin, pero fallan en su vocacin.

En particular, mis colegas ms jvenes estn satisfechos con establecer programas de terapia para

corregir y capacitar. Por ejemplo, cuando padres desesperados llaman a un centro de asesoramiento

psicolgico, porque su hija adulta se ha involucrado en un culto peligroso, los terapeutas suelen decir:

Su hija, obviamente no sufre, y ustedes ya no pueden influir, as es que la terapia no tiene objeto. Si ella est en peligro, no pueden evitarlo. Eso es cierto, y una pltica con los padres no cambiar la situacin. Sin embargo, tiene que hacerse la pregunta de si los psiclogos deben abandonarlos con su

desesperacin, o pueden ayudarlos en su sufrimiento. Los padres podran ver que, an en esta crisis, el

sentido se halla en la madurez a la que su hija nunca llegara sin tal experiencia.

La prctica psicolgica actual, en su mayora no toma en cuenta la dimensin del espritu humano,

ni el rea de la piedad. Los psiclogos modernos conocen su profesin, pero no tienen compasin. En

nuestro mundo industrializado, de anuncios de nen y aparadores centellantes, tiene muy poco espacio

la compasin Quin piensa en los miles de personas que se suicidan cada ao porque no pueden

soportar su soledad? A menudo es gente mayor olvidada, que sufre, a la que nadie quiere hablar ni

escuchar. La psicologa slo existe para determinar coeficientes intelectuales cuestionables y para

alterar patrones de comportamiento corregibles? Qu tarea seria para la psicologa ayudar a los

pacientes a soportar su sufrimiento mental, psicolgico, fsico cuando es inevitable y el destino debe

ser aceptado!

Si un joven ha quedado cuadrapljico despus de un accidente de trfico, por supuesto que la ayuda

mdica es importante. Pero despus de que se ha hecho todo lo posible, el paciente se encuentra con el

problema de que en adelante estar atado a una silla de ruedas. La psicologa puede contribuir en gran

parte, ayudndolo a encontrar la fuerza necesaria para enfrentar su destino, en lugar de ser destruido

por l.

La autocompasin no es saludable, los psicoterapeutas deben librar a los enfermos de ella, y

reemplazarla con actitudes nuevas y positivas haca su afliccin. Necesitan saber lo que son las

actitudes positivas, y esto conduce a la cuestin del sentido y a la logoterapia.

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Frankl ha demostrado que el xito no equivale a sentido, ni el fracaso a desesperacin (ver Vida

significativa p. 11). El ilustra esto con su famosa cruz.

El xito conlleva oportunidades afortunadas, riqueza, salud, buena educacin, y condiciones favorables

de vida, en tanto que el fracaso incluye falta de oportunidades, pobreza, mala salud y condiciones de vida deplorables.

La frustracin existencial actual y las crisis de sentido se hallan en el cuadrante entre el xito y la

desesperacin. La gente que est, o podra estar bien pero no siempre disfruta la vida, se encuentra

aburrida, irritable y harta; no le encuentra sentido a su vivir. La investigacin estadstica ha mostrado

que en las sociedades ricas, 20 por ciento de la poblacin cae en este grupo.

El cuadrante del xito-desesperacin se localiza en la parte derecha inferior de la figura 9. El desaliento

causado por miseria y un sufrimiento genuino, se encuentra entre la desesperacin y el fracaso

(izquierda inferior). Cualquier cambio hacia la parte superior de la cruz, contribuir a la estabilidad

psicolgica y la felicidad interna, sin importar en dnde se halla la persona, en el continuo del xito-

fracaso.

Para explorar la conexin entre sentido y sufrimiento, veamos los dos cuadrantes superiores, primero el

que est entre fracaso y sentido (superior izquierdo). La investigacin logoteraputica se ha enfocado

hacia los esfuerzos para transformar el sufrimiento en logro humano, a travs de una actitud positiva

que da fuerza y gana admiracin. Empieza con la creencia de que se puede enfrentar el sufrimiento ms

severo, si se percibe el sentido detrs de l. Por ejemplo, una madre que entra en una casa que se est

incendiando, para sacar a su hijo, no se quejar de sus severas quemaduras. En cambio, pelear

furiosamente contra el destino s debido a un accidente causado por descuido, sufre algunas mucho ms

ligeras.

Suponiendo que el sufrimiento inevitable puede soportarse s se le ve algn sentido, la logoterapia trata

de conectarlo con uno que el paciente pueda aceptar y esto, no siempre es fcil.

Caso 14

Vino a verme un hombre de cuarenta aos, y me dijo que s poda encontrarle un buen hogar a su

criatura, si se necesitara". Cuando le pregunt qu quera decir con: si se necesitara rompi en

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sollozos. Respondi que su esposa estaba embarazada, pero que tena un cncer inoperable y los

mdicos haban diagnosticado que morira antes de que naciera el nio.

Le promet que lo hara y pregunt si yo tambin le dira esto a su esposa, porque tambin ella se

preocupaba por el futuro del nio. Le ped que se reunieran conmigo al da siguiente.

Este caso ilustra cun insignificante se vuelve la cuestin de la competencia frente a lo inevitable.

Los psiclogos no se dedican a buscar hogares para infantes, pero a m no se me pregunt como

psicloga, sino como ser humano.

Al da siguiente, les ped que me contaran acerca de su vida juntos. Tenan seis aos de casados,

siempre haban estado cercanos, an ms, cuando se enteraron de la enfermedad de ella.

Cuando terminaron, hubo una pausa. Entonces les dije algo como esto: Seor y seora x, los felicito de todo corazn. Ustedes han mostrado en su corta vida compartida tanto amor mutuo y valor,

como muy pocos despus de una experiencia de treinta o cuarenta aos de matrimonio. Cientos de

parejas vienen a nuestro centro de asesoramiento, y lo que escucho son disputas triviales cargadas de

egosmo y desconfianza mutua. Rara vez se relacionan dos personas tan felizmente como lo han hecho

ustedes. Es algo de lo que hay que estar orgullosos, porque lo que importa no es cunto tiempo

conviven, sino cun intensamente llenan sus vidas con respeto y amor. Si sumo las horas de armona,

de muchos matrimonios duraderos, el total difcilmente se acercar a los seis aos que ustedes han

vivido felizmente juntos. Nadie puede quitarles eso.

Los ojos del hombre estaban hmedos; ella toc mi mano y me dijo: No me siento infeliz por el destino que pronto nos separar, estoy preocupada por m marido. Tengo miedo que se derrumbe

cuando est solo. Pero, seora X, repliqu, usted le dejar algo que lo fortalecer, una tarea de la que l es responsable: el hijo de su amor. Cuando usted ya no est, ser suficientemente fuerte para

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apoyarlo y educarlo bien. El esposo se arrodill frente a ella y solemnemente prometi encontrar la fuerza para dirigir y cuidar al pequeo, mientras lo necesitara. Dejaron nuestro centro de asesora,

serena y confiadamente. Meses despus, el beb fue un regalo que despert sus ms profundas

emociones, especialmente porque todo sali bien.

Lo til en este discurso logoteraputico, no fue el consuelo; difcilmente puede haberlo para una persona que se enfrenta a la muerte. Aqu lo importante fue encontrar algn sentido conectado con los

dos problemas que pesaban sobre ellos. Por qu la felicidad de estar juntos tena que terminar tan

repentinamente, y qu sucedera despus de la muerte de la esposa? Si una corta vida de casados les

haba trado ms felicidad que a muchos, en un matrimonio largo, entonces el tiempo es menos

importante que el contenido. Los seis aos conservan su sentido, aun cuando terminen abruptamente.

La mujer sabe que con el hijo, dejar a su marido una tarea pero, sobre todo, un apoyo para ayudarlo en

su pena: el nacimiento de nio antes de su fallecimiento, es un poderoso legado de su mutuo amor, que

trasciende la muerte. La tragedia de lo inevitable se suaviza por la conciencia de una vida plena.

Por supuesto, no en todos los casos se trata de ayudar a los moribundos. A menudo, las personas

deben continuar viviendo con el sufrimiento.

Caso 15

Una madre lleg al centro de asesoramiento, sin hacer cita, acompaada de una chica fsicamente

desproporcionada. Tiene usted alguna preocupacin con la jovencita?, pregunt ingenuamente. Inmediatamente la pequea agarr un cenicero y lo arroj contra la pared, gritando: Yo no soy una jovencita" Le suger a la madre que permaneciera en la sala de espera y a ella la llev al consultorio, le

ped que se sentara y le dije. Eres t la que tiene una gran preocupacin, pero la compartiremos como hermanas. Si quieres guardar una parte para ti, est bien. Pero por favor, cuntame algo y veremos qu

podemos hacer.

Lo que me dijo, desgarraba el corazn. Tena dieciocho aos, pero haba dejado de crecer. Se haba

sometido a una operacin, una puncin de espina y largas estancias en hospitales, pero los doctores

sospechaban que haba algo mal en su hipfisis. Se cansaba con facilidad, tena pocas defensas contra

sus enfermedades y, en general, estaba harta de que la confundieran con una nia. La escuela tambin

era un problema; la mam trataba de ayudarla para que concluyera la secundaria mediante clases

privadas, pero sus afecciones frecuentes se lo impedan. Despus de que vaci su corazn, llam a la

madre quien no pudo aadir nada, excepto que no sabia cmo podra vivir su hija con su anormalidad.

Me volv hacia la joven y le dije: Tengo que disculparme por haberte confundido con una nia, pero no poda saber tu edad real. Esto tambin va por las dems personas. Espero que aprendas a

perdonarlos, porque nadie es culpable si no lo hace a propsito. Pero ahora me gustara preguntarte

algo. Si la primera impresin que te causa alguien, a veces cambia despus de que llegas a conocerla,

qu es mejor, que esta primera impresin no sea tan buena y descubras ms tarde las verdaderas

cualidades de la persona, o que la primera sea buena y la decepcin venga despus?

No, dijo la chica, es mejor si la persona tiene mejores cualidades de lo que parece al principio.

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Ves?, prosegu, eso es lo que sucede contigo. Al principio te ves como una nia, pero cuando uno te trata, resulta evidente que eres una joven juiciosa, con una mente madura y aguda. No das la primera

impresin de un adulto, pero la segunda es enormemente mejor y siempre ser una sorpresa para las

personas que conozcas. Por ejemplo, cuando yo trato a alguien, generalmente tengo que pensar en algo

especial para la segunda entrevista, si quiero mejorar su primera impresin. T puedes hacer esto sin

ningn esfuerzo. La chica ri y dijo:

Es cierto, siempre sorprendo a la gente cuando me hablan como a una nia y les contesto con unas cuantas palabras sofisticadas.

La joven se dio cuenta durante nuestra pltica, de que su habilidad para asombrar a la gente se hallaba

en la falsa impresin que daba al principio. Esto hizo ms tolerable su frustracin.

Expandimos esta lnea de pensamiento. Podra sorprender ms, si aumentaba su vocabulario y

conocimiento. La informacin bien fundada, viniendo de alguien aparentemente de doce aos, estaba

dirigida a impresionar a la gente, aun despus de que se aclarara el error. El humor de la chica cambi,

cuando pens en la aceptacin y reconocimiento que recibira, porque hasta entonces siempre se sinti

excluida.

Junto con la madre, exploramos las posibilidades educativas. Finalmente, decidimos probar cursos por

correspondencia que enviaban material a estudiantes a intervalos y corregan los ejercicios escritos.

Con este mtodo, los perodos de enfermedad y debilidad no pondran en peligro su progreso educa-

tivo. Cuando se despidi, la chica enfatiz con una sonrisa que ahora si poda dirigirme a ella como

jovencita y no me estara burlando; realmente se senta as. Pocos das despus, me envi por correo un pequeo paquete conteniendo un cenicero con un saludo.

Aqu, tambin vislumbrar un sentido ayud a encontrarle una actitud positiva a una situacin

inalterable. El apoyo que podemos dar, con frecuencia se basa en cosas aparentemente pequeas, pero

no debemos olvidar que la desesperacin tambin est cimentada en algo particularmente pequeo.

Al enfrentarnos a lo inevitable creyendo que no hay sentido en nada, caminamos sobre hielo delgado.

Un ligero cambio de actitud nos lleva a terreno ms firme.

Si podemos continuar modificando actitudes con un poquito de humor, una sonrisa y una vista ms

amplia, la estabilidad se vuelve alcanzable. Los verdaderos hroes en la vida no son los vencedores,

sino los vencidos que encuentran un rayo de esperanza. Los pacientes que pueden reconciliarse con la

debilidad de una manera positiva y a veces humorstica, muestran lo que la gente es capaz de hacer.

La logoterapia considera tan trascendentes las actitudes positivas hacia el destino inevitable, que

conservan una importancia especial entre los valores humanos. Frankl ve tres que nos ayudan a

conducir una vida plena de sentido: de creacin (lo que hacemos fsica y mentalmente); de experiencia

(lo que experimentamos en la naturaleza, el arte, las relaciones humanas); y los de actitud (enfrentarse a

lo inevitable). Podemos hacerles frente enojados o calmados; heroicamente o lamentndonos, siendo un

buen ejemplo, u horrible para otros. Aqu se halla la oportunidad para que vean el sentido las personas

que sufren. En la medida que soportemos nuestro sufrimiento, determinaremos su valor. El lugar de las

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dos historias es la parte superior izquierda del cuadrante, en la figura 9. El destino forz a los

protagonistas al fracaso, pero los valores de actitud transformaron su sufrimiento en logro.

Tambin se pueden obtener los valores de actitud, en el cuadrante superior derecho de la figura 9. Las

actitudes positivas pueden ser importantes en situaciones de buena suerte y xito.

Imagnese dos vehculos en una carretera, ambos en la misma situacin. De repente uno cae en una

zanja. El chofer no est herido, pero el coche tiene prdida total. Ahora la situacin ha cambiado, uno

de ellos ha perdido su automvil, pero el otro puede continuar su camino.

En el continuo horizontal, el primer conductor est en el lado del fracaso (desgracia) y el otro, en el del xito (buena suerte). Ambas situaciones estn determinadas por el destino, ms all del control personal.

Por supuesto, el propio sufrimiento importa ms que el de los otros; sin embargo, los tiempos de

abundancia han llevado a la gente con buena suerte, a encontrar sentido con cambios de actitud. La generacin joven de nuestro tiempo, de familias ricas, ven sentido en demostraciones; algunas veces,

aun siendo arrestados por causa de otros, cuyo destino contrasta agudamente con el suyo.

En el caso de los dos choferes, el primero es afectado por su propio sentimiento; el segundo, por el

infortunio del otro, lo que oscurece su propia situacin. Uno es desafiado a encontrar una actitud

positiva en lo sucedido; ver el dao como una especie de cuota de aprendizaje. Esto conecta el

accidente con el sentido y lo ayuda a aceptarlo. El otro conductor, en esta situacin contrastante,

tambin est desafiado a encontrar una actitud positiva. Su coche est intacto y puede usarlo para llevar

al otro a la polica o al hospital; ayudarlo a reponerse del shock y confortarlo.

S el primero estuviera inconsolable por la prdida de su coche, o el segundo prosiguiera su camino sin

tratar de auxiliarlo, ambos demostraran una gran falta de responsabilidad y pasaran por encima de los

sentidos y valores inherentes a tales situaciones.

La mejor actitud ante un sufrimiento inevitable, se enfoca en el concepto de herosmo; la mejor actitud hacia la buena fortuna en el concepto de humanismo Quienes sufren deben enfrentarse a un destino que podra haber sido ms afortunado. Aquellos que han sido bendecidos con buena fortuna,

deben atender al destino de otra gente, que podra haber sido el de ellos.

Enfrentarse al propio sufrimiento no siempre es primero. En el conflicto entre razas, por ejemplo,

dependera de los blancos (del lado del triunfo) adoptar una actitud positiva hacia los negros, como iguales, antes que esperar que (del lado de la derrota") encuentren actitudes positivas al ser negros en una sociedad blanca.

Debemos darnos cuenta de que ambos valores de actitud nos ayudan a encontrar sentido en nuestras

propias vidas, pero tambin de que afectan fuertemente a otros. Una actitud heroica hacia nuestro

propio sufrimiento, favorece indirectamente a otros a travs del ejemplo. La bondad desinteresada

apoya directamente. Las actitudes positivas en situaciones de sufrimiento, ganan admiracin, y aquellas

en posicin de buena fortuna, logran gratitud.

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Yo califico la modulacin de actitudes en el cuadrante del sentido y el xito, de la figura 10, como un

valor generalizado de actitud. Aunque Frankl no usa este trmino, creo que estoy dentro del marco de la logoterapia al aadir el sentido de la ayuda, al del sufrimiento. Slo pueden ayudar los que estn en

posicin de hacerlo; los ricos, a los pobres; los saludables, a los enfermos; los inteligentes, a los

incultos; los fuertes, a los dbiles.

Los mdicos y psiclogos estn en la posicin del segundo conductor. Deben encontrar actitudes

significativas y responsables hacia sus clientes, al percibirlos no slo como gente enferma, arruinada o

inestable, sino como seres humanos cuyo sufrimiento es tambin su problema

Muchas personas buscan asesoramiento porque no pueden vivir con el sufrimiento. Sin embargo,

algunas que no pueden vivir con su buena fortuna, tambin necesitan ayuda. He aqu dos ejemplos.

Caso 16

Una seora, de alrededor de los treinta aos, se someti a un chequeo completo porque se senta

malhumorada y aptica. Cuando el doctor le dijo que el examen mostraba que estaba en perfecta

condicin fsica, ella tuvo una reaccin inesperada. Si estaba sana y nadie poda ayudarla, sera mejor

que se suicidara. El mdico la envi a nuestro centro de asesora.

La mujer no pudo dar ninguna razn para justificar su actitud negativa. Soy una persona acomodada, dijo, pero no disfruto la vida. Siempre ha tenido recursos?, pregunt. Pens un poco, luego me dijo que haba tenido que interrumpir sus estudios cuando sus padres se divorciaron.

Encontr un empleo sin importancia. Fue ambiciosa y se esforz asistiendo a clases nocturnas para

terminar la secundaria. Entr a la administracin pblica, trabaj concienzudamente durante aos hasta

alcanzar el ms alto nivel disponible en el cargo que desempeaba, y se jubil.

Fue en ese tiempo en el que apareci su apata?, pregunt. Admiti que podra ser as. Entonces, lo que usted necesita es una nueva meta, me atrev a decir. Toda su vida ha sido ambiciosa, ha alcanzado su objetivo y ya no puede avanzar, pero tiene mucha energa mental como para permanecer

inactiva, necesita retos, nuevas reas de accin. Tener dinero no es suficiente, permanecer ocioso no

satisface a la naturaleza humana. Inmediatamente respondi: Tiene usted razn, lo que necesito es una meta. Ahora que lo ha dicho s que es verdad. Yo pens que analizando mi niez, descubrira mis

dificultades desde el divorcio de mis padres... Las dos nos remos y se rompi el hielo

Para una mujer que haba alcanzado la cima de su carrera, era difcil encontrar un objetivo. Slo

saber que no poda ser despedida. frenaba su motivacin.

Esta era la oportunidad para realizar un valor de actitud generalizado. Usted est parada en la cima de una montaa le dije, pero la vista haca el valle la deprime porque est acostumbrada a mirar hacia arriba. Sin embargo, otros vagan por el pie de la montaa y no pueden encontrar el camino hacia arriba.

Estara dispuesta a bajar y guiarlos? Sentir que usted es importante para otros le dara satisfaccin y

volvera a mirar hacia arriba.

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Comprendi de inmediato. S lo que me est diciendo, dijo, todo este tiempo he pensado en mi misma. Se levant y prometi: Volver, y usted estar satisfecha conmigo".

Efectivamente regres, cansada, pero radiante y llena de planes. Haba ofrecido, en donde trabaj,

un curso gratis para principiantes como preparacin para la prueba de administracin pblica y recibi

una respuesta tan positiva, que apenas pudo manejar la tarea. Ahora proyectaba ofrecer cursos similares

en educacin adulta. Gracias a Dios aceptaron mi propuesta, sonri. Y luego aadi, usted tena razn. Tengo una meta y he aprendido que se tiene que incluir a otros, si queremos que nuestras

actividades tengan sentido. Recuper la confianza. Su apata y depresin se esfumaron.

En este caso tuve suerte, porque no es frecuente que un paciente entienda y coopere durante la

terapia, tan de buena gana como ella lo hizo. Incluir a otros en el xito propio, es darle a esta suerte un

sentido ms profundo y curarse. Hacer esto, a menudo encuentra resistencia.

Caso 1 7

Un estudiante se pas una hora contndome acerca de sus promedios, sus rpidos avances y el bien

remunerado empleo de medio tiempo, que le permita vivir con holgura. Hara una carrera muy

brillante. Eso era el centro de su pensamiento.

Le pregunt por qu haba venido a yerme. Me vio con desilusin. Tampoco usted quiere or lo que he hecho?, murmur "tampoco usted... bien, mejor me voy".

Le ped que se quedara. Me di cuenta de que necesitaba que alguien lo oyera. Ah estaba, orgulloso y

aislado con sus xitos, incapaz de conectar su posicin terica en la cumbre. con el sentido prctico.

Durante horas trat de hacerle comprender que su inteligencia y conocimiento slo tendran fruto si

los aplicaba signficativamente, ya fuera en el trabajo, con una meta, o para inspirar y ayudar a otros

cuya reaccin fuera importante para l. La segunda alternativa, construira especialmente puentes con

los otros a quienes l tan urgentemente necesitaba, Usted busca oyentes". le dije, "pero lo que realmente solicita, son personas que lo vean con todos sus talentos, y le hagan saber que son buenos sus

logros. No necesito agradar a otros, respondi. Ellos tienen que hacer sus propios esfuerzos para tener tanto xito como yo, cada quien para su santo".

Esta actitud bloqueaba su orientacin de sentido, y envenenaba su vida potencialmente feliz.

Continu con su resistencia, por lo que la terapia fue estancndose.

Un da tuve una charla muy interesante con un trabajador del Cuerpo de Paz. que haba estado en

Sudamrica. Me explic qu expertos se necesitaban y cules problemas tenan que resolverse. Invit al

estudiante a unrsenos. El hombre, nos habl de las enormes demandas de maestros, tcnicos,

ingenieros, artesanos, mdicos y trabajadores sociales. Cada da se enfrentaban a diferentes situaciones;

problemas de distribucin, dificultades climticas, revueltas polticas y peligros sanitarios. Tenan que

pensar constantemente en nuevas ideas para lograr algo, frente a la desconfianza de la poblacin. El

muchacho, por su parte, habl de sus estudios y de su vaga sensacin de frustracin. Despus de

escucharlo, el empleado del Cuerpo de Paz exclam: Realmente necesitamos gente como t! Haz tu

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examen y nete a nosotros, podrs usar tu aguda mente y cuando trabajes todo el da, sabrs al menos

para qu ests viviendo!.

Despus de esto, no o del estudiante por un largo tiempo. Le di otra cita, pero llam para cancelarla.

Dijo que no tena tiempo, porque haba empezado a estudiar portugus y era justo antes de su examen,

No hice preguntas, pero saque conclusiones y estoy contenta de que hubiera reaccionado tan

positivamente al ser necesitado por otros y dirigir sus logros hacia una meta significativa.

El xito por s mismo, no es xito; la felicidad como un fin en s misma, no es felicidad. Deben ser

compartidos con otros, si han de jugar un papel satisfactorio en la salud fsica de una persona. La figura

11 indica que la crisis de sentido de hoy (derecha inferior) est directamente afectada por la actitud

general en nuestra rica sociedad, de no ayudar a otros (derecha superior). La frustracin existencial y

dudas del sentido de la vida, pueden hacerse a un lado abrindonos a otros.

El paralelo entre la frustracin existencial, tan extendida hoy, y las aterradoras egocentricidades y

despreocupacin por los dems, muestran que el sentido de vaco y preocupacin por otros, trabaja el

uno contra el otro. El valor en el sufrimiento, contra la desesperacin; la preocupacin por otros,

trabaja contra el vaco estas relaciones tienen que volverse parte de nuestros conceptos

psicoteraputicos, si no vamos a detenernos en correcciones superficiales.

La siguiente historia, muestra que en momentos teraputicos decisivos, nuestra preocupacin por los

otros puede activarse en contra del vaco de la propia vida de uno.

Caso 18

Una mujer de edad media, trat varias veces de suicidarse. Sufra a intervalos una depresin endgena.

Tomaba medicamentos durante la fase depresiva, pues era la nica forma de reducir los sntomas. Poco

a poco fue aumentando la dosis para que fuera efectiva y finalmente necesit una cantidad tan grande,

que no pudo comprarla. Al detener la medicacin, la depresin regres con toda su fuerza. No vio otro

camino y tom una sobredosis de pastillas para dormir. Su marido estaba vigilndola de cerca y pudo

salvarla a tiempo. La hospitalizaron, su fase depresiva termin y tuvo nuevas esperanzas, hasta que

despus de unos meses otra depresin la condujo a ms medicamentos. Su desesperacin era ms por

sentir que la vida no tena razn de ser, que por las recadas. No poda romper el crculo vicioso.

Era poco lo que poda hacer; las fases endgenas y su adiccin estaban conectadas tan ntimamente,

y ella tan dependiente de su organismo que funcionaba muy mal, que toda terapia fallaba. Entonces

decid pelear por una sola cosa: reducir el peligro de suicidio, y empec por dialogar con ella.

Fragmento del dilogo teraputico:

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Seora X: Por qu no me dejan morir? Cul es el propsito de todo? Esto no es vida, siempre esta

tristeza sin salida, con excepcin de cuando tomo pastillas, que hacen que despus todo parezca aun

ms desesperanzador.

E. L.: Seora X, suponga que repentinamente tiene la idea de vivir en Hamburgo en lugar de en

Munich. Hara sus maletas, se despedira y se mudara?

Seora X. (Sorprendida) Yo... no, mi hijo va aqu a la escuela, m marido trabaja aqu... No estoy

sola en el mundo!

E. L.: Correcto, seora, eso es lo que no debe olvidar nunca, suceda lo que suceda. Su vida es parte

de la base de existencia de otra gente a su alrededor. Por eso no se mudara a Hamburgo, y por eso no

puede desechar su vida, aunque en ocasiones parece tener poco sentido. Por lo menos para su familia

no es as. Usted no est sola en el mundo...

Seora X: A decir verdad, no pienso en m familia cuando me siento mal.

E. L.: Sus problemas son el centro de sus pensamientos y quiere deshacerse de ellos, pero no piensa

en una solucin que beneficie a los que estn cerca de usted. Trate de revertir su pensamiento, y por su

propia voluntad alivie su sufrimiento para salvar a otros de tenerlos.

Seora X: Usted quiere que yo tome mis problemas voluntariamente?

E. E.: Mrelos de esta manera seora. Si su vida le parece vaca cuando est mal, pero decide

soportarla pacientemente por el bien de su hijo quien necesita una madre, y por el de su marido, quien

sufrira por su suicidio, entonces no carece de sentido. Usted sabe por qu y por quines vivirla. Tiene

esto sentido?

Seora X: (Pensativamente) As lo creo. Usted est hablando de la responsabilidad hacia mi familia.

Ah s, realmente he fallado.

E. E.: Tambin su familia est sufriendo. Su marido e hijo no pueden disminuir su sufrimiento, pero

usted s puede aliviar el de ellos!

Seora X: Eso es cierto. Qu extrao, en el hospital siempre pensaba en qu desdichada era porque

ni siquiera se me permitira morir. Estoy empezando a ver que otros, gente inocente, sufre por mi

causa. Mi marido est desesperado... No volver a hacerlo. Por lo menos tratar de ahorrarle a mi

familia el sufrimiento.

No todas las aflicciones psicolgicas pueden corregirse teraputicamente. Algunas deben simplemente

soportarse. Y cuando ms conozcamos un para qu, ms podremos hacerlo. Debemos tener una razn, una persona que nos importe, una tarea a realizar, algo por lo que valga la pena sufrir. Aqu, un

mtodo teraputico se encuentra con un antiguo principio tico porque, como comprendi mi paciente,

no estamos solos en este mundo, y el bienestar propio no puede ser nuestro principal propsito en la

vida. El bienestar en un vaco, separado de relaciones interpersonales, es nada.

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Dos causas especiales de sufrimiento son: la edad avanzada, y lo que llamar disonancia notica.

La edad avanzada no es un sufrimiento en sentido estricto, sino una parte natural de la vida. Pero la

ilusin de que todo se puede comprar con dinero, ha impulsado tcnicas ingeniosas diseadas para

posponer, o al menos esconder, la vejez. Esto slo desestabiliza a las personas cuando finalmente se

ven confrontadas con el ineludible hecho de que, a pesar de todos los esfuerzos en contra, han llegado a

la ancianidad.

Muchos se rebelan contra este destino y nuestra sociedad, en lugar de hacerla atractiva, apoya tal

revuelta, en parte por ganancias econmicas, hasta que la capitulacin provoca una catstrofe.

Los complejos pueden manufacturarse. Es arriesgado estereotipar a mujeres de ms de cincuenta aos

en la televisin, como deprimidas e insatisfechas porque no estn en la plena floracin del crculo

amoroso. Y tampoco ayuda si el abuelo es presentado como fuera de contexto y desaprobando la moral

relajada de sus nietos.

En realidad, la vejez es notable por la oportunidad de expandir el espritu; lo que las fases previas de la

vida no ofrecen. La figura 12, fue sugerida por Kazimierz Popielski, profesor de la Universidad de

Lublin, Polonia, quien seala que el recin nacido est fsicamente bien desarrollado, pero la capacidad

del espritu existe slo como un potencial. Durante los primeros treinta aos se expanden todas las

dimensiones; en los veinte aos siguientes, permanecen bastante constantes, aunque el cuerpo y la

psique declinan lentamente, mientras que el espritu sigue amplindose aun despus de los cincuenta

aos, si no lo impiden las circunstancias o la enfermedad. A menor distancia entre cuerpo y psique, son

ms importantes las ganancias en el desarrollo espiritual, que puede permanecer activo hasta una edad

muy avanzada.

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Estos son los regalos de la vejez: fuerza del espritu, sustentada en una filosofa madura de la vida; una

rica orientacin de sentido, basada en la bsqueda y la lucha de toda una vida; una estructura de

valores, segura, construida con experiencias personales y el recuerdo de una vida abundante y nica.

Estas son las tranquilas bendiciones de la edad avanzada, desafortunadamente perdidas a menudo por

las actitudes negativas hacia la vejez.

No podemos convencer a los pacientes mayores de fijarse meras en la vida y hacer esfuerzos para

alcanzarlas. La mayora se han logrado o son inalcanzables; el lapso de vida que queda es incierto.

Tenemos que hacerlos conscientes de los tesoros que han acumulado en su dimensin espiritual, y

distraer su atencin de la decadencia fsica y las prdidas psicolgicas funcionales (memoria, rapidez

de comprensin, flexibilidad de pensamiento, asimilacin de nuevas impresiones), hacia el crecimiento

espiritual, siempre disponible. Saber que todava hay posibilidades de poner en prctica sus

capacidades, asegura la salud psquica de los que van envejeciendo, al cancelar los sentimientos de

limites finales. La gente joven que an est moldeando su vida, podra aprender de la madura si no

despreciara con arrogancia, o piedad, a aquellos que han vivido largamente y estn ms cercanos a su

destino final.

Los pacientes mayores necesitan el reconocimiento de que tienen mucho que dar, y sus terapeutas, si

surgiera la ocasin, podran voltear la situacin y pedir ayuda. Algunas veces esto es suficiente para

aclarar un nuevo sentido y as quitar el aguijn del sufrimiento.

La vida es autorreguladora, y slo podemos ayudar un poco. No podemos ni debemos hacer ms,

porque nadie sabe qu sucedera si pudiramos asumir la regulacin por completo.

El segundo caso especial de sufrimiento se refiere a la disonancia notica, que se refiere a la disonancia cognoscitiva de Len Festinger.

La frustracin existencial, como se ha mostrado, se caracteriza por el vaco interior, falta de metas

adecuadas, y motivacin para alcanzarlas. Puede suceder que las metas y la motivacin estn presentes,

pero interfieran circunstancias externas. La disonancia cognoscitiva se refiere a una seleccin que repentinamente resulta impracticable. Estas personas tienen una orientacin hacia sentido y meta, saben

lo que quieren, pero sus manos estn atadas y observan impotentes cmo se evaporan sus

oportunidades. Cuanto mayor sea su orientacin hacia el sentido, ms grande ser su disonancia notica despus de la decepcin, lo que termina en sufrimiento inevitable. Regresando a casos anteriores: qu sucedera si el nio de la mujer vctima de cncer, muriera; si la joven retrasada en su

crecimiento, no pudiera terminar los cursos por correspondencia; si al servidor pblico no se le

permitiera dar clases extra; si el estudiante no fuera aceptado en el Cuerpo de Paz, o si el marido de la

mujer deprimida se divorciara de ella?

Algunas metas pueden reemplazarse, otras no. Adems, no todo el mundo tiene la flexibilidad para

cambiarlas. El psicoterapeuta puede sugerir nuevas, y quizs similares, pero hay lmites. Algunas veces

es posible cambiar el inters dentro de tres valores: de valores creativos de acciones, ahora limitados

por el destino, a valores contemplativos experienciales; si stos no son posibles, a mayor nfasis en

valores de actitud. La gua gradual hacia una nueva actitud bsica de vida puede ser ms efectiva que

una bsqueda febril de metas sustitutas, que no pueden remplazar lo que se perdi. Podemos insinuar

que los pacientes aceptan, con la prdida de un objetivo, la reestructuracin del concepto completo de

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sus vidas. Este enfoque puede comprometer ms su cooperacin que los intentos de disminuir las metas

perdidas, o hacerlas zonas reemplazables.

Los enfermos desesperados, probablemente las defendern y se quedarn fijos en ellas.

La prdida de una meta importante de vida tampoco debe ser acallada, o permanecer sin expresarse

detrs de cada palabra o pensamiento. Esta debe integrarse en un contenido de sentido. Nunca es tan

importante el sentido en la mente de la persona, como despus de una prdida severa. Los pacientes

cuyos objetivos de vida han errado el camino, confrontarn abiertamente al terapeuta con esta pregunta:

qu sentido le queda a mi vida? No podemos evadir la respuesta, o alegar que no somos la persona

adecuada para consultar.

El psiclogo debe encontrar una respuesta; el psicoterapeuta debe poder enfrentar al paciente, tan

abiertamente como lo requiere la respuesta. La meta no representa el sentido de la vida, y la prdida de

una meta no significa insensatez. Un objetivo puede ser alcanzable o no, ambas posibilidades estuvie-

ron presentes alguna vez, pero el sentido de la vida siempre est disponible. Si pudiramos alcanzarlo,

cualquier vida ms all no tendra razn de ser para nosotros. El sentido de la vida no es asequible ni

inasequible; no es repartible ni reemplazable, se halla en su persecucin. Podemos darle sentido a algo

dentro de nosotros o en el mundo exterior, pero de hecho, es la proyeccin de la bsqueda y de la

voluntad humana.

Ningn sufrimiento puede derrotarnos si estamos preparados para buscarle sentido, no es concebible

ninguna prdida sin la posibilidad de, por lo menos un sentido; esa es la respuesta que debemos dar a

aquellos que buscan nuestra asesora.

La logoterapia nos ensea a decir si a la vida, a pesar de todo, titulo del primer libro de Frankl, despus de haber sido liberado del ltimo campo de concentracin, y es lo que sus alumnos tenemos

que hacer, por nosotros mismos y por nuestros pacientes.