212

La fórmula la tienes tú - Herramientas de coaching y ...filocoaching.com/wp-content/uploads/2017/05/EBOOK-Filocoaching-la... · reproducir una réplica exacta de la ... Y no es

  • Upload
    ngominh

  • View
    218

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

La fórmula de tu felicidad

la tienes tú

Beatriz Ariza Rossy

La reproducción parcial o total de esta obra mediante cualquier procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares a través de alquiler o préstamos públicos queda rigurosamente prohibida sin la autorización escrita de la titular del Copyright.

Cualquier información que desee sobre los contenidos puede contactar con la autora a través de www.filocoaching.com o en [email protected]

Segunda edición: mayo del 2017

© Filocoaching, 2017

3

Índice de contenido

Índice de contenido.........................................4¿Recetas mágicas? No, gracias......................7

REFLEXIONES..............................................131. No dejes para mañana la felicidad que ya puedas sentir hoy......................................142. Ser agradecido te predispone a la felicidad.193. El daño que Hollywood ha hecho a nuestra felicidad...................................................244. Felicidad no es facilidad...........................325. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional...................................................376. ¿Tiene también tu mente una dieta equilibrada?..............................................487. ¿Cómo pasar de ignorante convencido a experto en potencia?..................................538. ¿Cuáles son tus estacas?.........................579. La importancia de confiar en nuestro cuerpo...............................................................6110. Hacer ejercicio no es opcional.................6711. ¿Eres eficaz descansando?.....................7012. La jaula de oro de la irresponsabilidad.....7813. La caja de pandora de los “y si”..............8314. Eres el tesorero de tu tiempo.................8715. Recupera la llave de tu mundo interior.....9116. Los hábitos nos dan forma como un torno de alfarero................................................94

4

17. ¿Algo te entusiasma? Buena señal de que estás en el camino.....................................9718. El talento propio, ese descubrimiento que te cambia la vida.........................................10019. Sal de tu pecera, ¡asoma la cabeza al mundo que te rodea!................................10720. ¡No podrán detener la primavera!..........11121. Nunca es demasiado tarde...................11422. Aprendizaje, neuroplasticidad y tecnología.............................................................11923. Las personas positivas también lloran....12424. Pensamiento alternativo: una habilidad clave en momentos de crisis......................12725. Dialogar es mucho más que intercambiar palabras.................................................13026. Del victimismo al protagonismo............13627. Si cambias, ¡se te tiene que notar!........13828. ¿Te gusta viajar? Escucha....................14329. No podemos cambiar el pasado, ¿o sí?...14630. De tu fragilidad puedes sacar fuerza......15031. Grandes placeres gratuitos que regala la vida.......................................................15332. La asertividad: necesaria para convivir con otros y uno mismo...................................16233. Expectativa o felicidad, ¿qué eliges tú?. .169

HERRAMIENTAS PRÁCTICAS.........................1751. Tu batería motivacional.........................1762. PALT o Protocolo de actuación contra tus ladrones del tiempo..................................1793. El modelaje para tomar decisiones..........1834. El efecto dos contra uno........................1875. El animómetro: gestiona tus emociones...191

5

6. CQC: una estructura comunicativa para mejorar las relaciones personales...............1957. Acciones raíces.....................................1988. Hábitats de creatividad y motivación.......2029. Congela la imagen: una herramienta de bienestar................................................20610. Binomio riesgo-beneficio......................210

6

¿Recetas mágicas? No, gracias

La fórmula de tu felicidad y de tu éxito la

tienes tú. Este libro, como mucho, puede

inspirarte para encontrarla.

¡Qué simple y qué difícil ser felices, ¿verdad?!

Depende de nosotros y tenemos la tendencia

natural desde que nacimos para ser felices, pero a

veces arrastramos tantos hábitos conscientes e

inconscientes que nos llevan por el camino de la

infelicidad, que acabamos en el lugar opuesto a

donde queríamos.

Este ebook pretende ayudarte, mediante

reflexiones y herramientas, a desmontar muchos

prejuicios y hábitos que acarrean infelicidad,

frustraciones y malestar.

¿Sientes que piensas demasiado y sufres

más de lo normal?

7

¿A veces te gustaría que todo fuera más

fácil y poder hacer algo para ello?

¿Quieres aumentar la sensación de control

sobre tu vida?

¿Te gustaría conocer nuevos conceptos y

herramientas prácticas para gestionar tus

emociones, manejar situaciones de estrés e

incertidumbre, aumentar tu autoestima y

tener más motivación?

Este ebook te ayudará a introducirte en conceptos

de coaching y filosofía aplicada a la vida diaria.

Todos podemos sentirnos atraídos alguna vez por

la idea de apretar un botón o tomar una pastilla y

resolver todos nuestros problemas. Sin embargo

este método no es efectivo, y cuando en algún

tema concreto resulta eficaz, casual o

causalmente, tiene además el riesgo de limitarnos

en otras áreas, porque nos quita la capacidad y la

oportunidad de generar recursos propios, de

aprender y crecer desde la propia vida y la

8

experiencia. Los recursos externos como los que

nos proporciona la tecnología son fabulosos si van

acompañados de una actitud y unas acciones por

nuestra parte.

Asimismo, las oportunidades que a veces nos

brinda la vida, como una persona fantástica, un

ascenso laboral, la Lotería, o cualquier buena

noticia que nos enriquece… pueden darnos mucha

alegría en el momento y ser un complemento

perfecto para nuestro trabajo diario, pero si

cometemos el error de apegarnos a ellos

convirtiéndolos en sustitutivos, podemos limitar

nuestra funcionalidad y el crecimiento personal.

Igual que existe el fast-food, a menudo se lleva

mucho el fast-change. Por supuesto que uno

puede vivir experiencias transformadoras, como

una conversación, un libro, un curso, un viaje…

pero la realidad vuelve y a uno parece como si se

le “olvidase” ese aprendizaje, esa emoción, ese

descubrimiento interior, esa visión… ¿Pero dónde

9

se va todo eso? ¿En qué queda? Queda dentro de

nosotros, y está ahí. El problema empieza cuando

olvidamos dos cosas:

Olvidamos que ese ALGO está en nosotros,

y para tratar de volver a él, buscamos

reproducir una réplica exacta de la

experiencia que nos produjo ese estado, y

entonces pasamos a buscar fuera y nos

olvidamos de nuestra fuerza y luz interiores

¿Te acuerdas de qué te motivó a iniciar aquel

negocio?, ¿has renovado los votos que te unieron

a esa persona con la que estás casado/a?, ¿sigues

sintiendo pasión por tu trabajo como el día que te

seleccionaron?

Olvidamos que ese ALGO está vivo y en

constante interacción con el mundo.

No es algo estático que pueda escribirse en un

informe, reducirse a un método, un libro, una

10

teoría… Y no es algo aislado que está alejado de la

realidad, sino que impacta sobre ella y recibe

mucha influencia de ella, ya sea de forma

consciente o inconsciente.

Cuando nos apegamos a nuestras teorías o nos

aferramos a nuestro individualismo,

desconectamos de la experiencia misma, de la

realidad viva, la de fuera de nosotros y también la

de dentro, y entonces dejamos de crecer y lo que

originariamente nos había hecho más grandes, se

encoge en un pensamiento; y lo que

originariamente nos había empujado a la acción y

al crecimiento, se estanca como el agua sucia.

¿Te escuchas a ti mismo para saber si sigue

teniendo sentido para ti lo que estás haciendo?

¿Eres consciente de tu estado mental, emocional,

físico y espiritual?

11

¿Escuchas al mercado para ver qué nuevos

rumbos toma, y qué te está pidiendo?

¿Observas a tu pareja para comprender sus

nuevas necesidades, pensamientos o ideas?…

Para que tu felicidad no sea “pan para hoy,

hambre para mañana” no puede reducirse a una

mera euforia pasajera provocada por un evento

externo, sino que debe nacer desde dentro, a

partir de una transformación personal.

Creo que no se trata tanto de encontrar recetas

mágicas que nos cambien la vida para siempre,

sino de APRENDER A VIVIR en el equilibrio entre

escucharnos y escuchar a los demás y a nuestro

entorno. El arte de aprender a vivir consiste en

aprovechar cada circunstancia que nos pone la

vida para liberar cada vez más y mejor esa fuerza

interior, ese ser que somos y que es lo que puede

transformarse y transformar el mundo.

12

REFLEXIONES

13

1. No dejes para mañana la felicidad que ya puedas sentir hoy

“La felicidad humana generalmente no se

logra con grandes golpes de suerte, que

pueden ocurrir pocas veces, sino con

pequeñas cosas que ocurren todos los días.”

Benjamin Franklin.

Hay momentos o épocas en la vida en que

realizamos tareas que no sólo no nos hacen sentir

plenos, sino que a menudo nos hacen tener la

sensación de que nos “chupan la energía”, que nos

dejan como “desnutridos por dentro”.

Creo que no son las cosas las que “nos consumen

la energía”, sino que somos nosotros, según la

forma en que nos implicamos en las cosas, los que

dejamos que nos consuman. Si no nos gusta el

tráfico que hay por las mañanas de camino al

trabajo, ¿qué sentido tiene dedicar energía y

tiempo a pensar en él, aunque sea para quejarnos 14

de él, o incluso evitarlo a toda costa…? Tiene

mucho más sentido centrar la atención en un

programa interesante de radio, una conversación

con nuestro co-piloto, una canción, una reflexión…

o cualquier otra cosa que sí nos guste, interese o

enriquezca.

Si pusieras en un recipiente toda la energía que

consumes en quejarte, lamentarte… y la virtieras

en lo que sí quieres, en lo que te hace resonar lo

15

mejor de ti, ganarías mucho en rendimiento y

bienestar.

Creo que como limitados que somos, también

nuestra energía es limitada, y se termina y se

apaga al final del día, de la semana… como la

batería del móvil. Pero podemos optimizar nuestra

energía, y esto no significa cambiar nuestras

acciones, sino sobre todo, cambiar nuestros

pensamientos, para así cambiar nuestro estado

emocional, y ser capaces de consumir la energía

hacia donde queramos.

Si uno se involucra más de la cuenta en

determinados temas, relaciones personales,

tareas, clientes… inevitablemente le quedará

menos para otros temas y personas. Muchas

veces no es tu jefe el que te consume la energía,

sino tus pensamientos elegidos (consciente o

inconscientemente) hacia él. Puedes hacer las

mismas tareas, las mismas reuniones y todo sin

cambiar un ápice, pero sentirte mucho mejor, sólo

16

con que identifiques y cambies tus pensamientos,

con que aprendas a dedicar las energías

necesarias.

A lo largo del día pasamos la mayor parte del

tiempo “hablando con nosotros mismos”,

diciéndonos frases por dentro, reflexionando,

interpretando, recordando, imaginando,

planeando… ser conscientes de dichos

pensamientos es el primer paso que nos permitirá

ser los responsables, que dejen así de ser

“pensamientos en piloto automático” y pasen a

ser pensamientos elegidos, dirigidos a nuestros

objetivos.

Tienes una batería limitada, y también y sobre

todo, una vida corta que se acaba… no puedes

evitar que se termine, pero puedes elegir en qué

la inviertes. Tú y sólo tú puedes elegir ahora

mismo si quieres concentrar tus fuerzas en

alimentar tus miedos, preocupaciones, enfados… o

quieres enfocarte en ser feliz, en hacer que ese

17

tiempo y esa energía que te han sido regaladas

hayan merecido la pena.

¿QUIERES ESCUCHAR UN AUDIO SOBRE

ESTE TEMA? ESCUCHA AQUÍ

18

2. Ser agradecido te predispone a la felicidad

“No te quejes, recuerda que naciste

desnudo, así que ese pantalón y esa camisa

que llevas ya son ganancia” Facundo Cabral

A menudo las crisis existenciales que tenemos no

vienen tanto de que nos falte algo, sino de que no

estamos atentos, con los ojos abiertos, a lo que

ya tenemos y somos. Esa sensación de vacío que

se produce dentro de nosotros en algunos

momentos, no viene de las circunstancias

externas, ya que muchas personas las tienen y

hasta peores, y se sienten más felices; sino de

nuestra sensación interna de vacío, que se

produce dentro de nosotros cuando dejamos de

estar atentos a la abundancia de la vida que nos

rodea.

El agradecimiento no es una consecuencia de la

felicidad, sino su causa, el receptor que permite 19

que se sienta. La actitud agradecida es una tierra

fértil, que permite que cuando se planta en ella,

crezca algo. Porque cuando nos dan y no

queremos recibir, o no podemos porque ni siquiera

estamos atentos a que se nos ha dado algo, es

imposible que podamos hacer algo con aquel

regalo recibido.

20

Esto ocurre con el dinero, con el amor, con los

regalos materiales, con el placer, con la salud…

¿Por qué esperamos a sentir el estómago cuando

nos duele? Las personas que están conectadas

con su cuerpo, son capaces de sentirlo en el día a

día, porque no funcionan de una manera reactiva

a los estímulos de fuera, sino que se relacionan

con el mundo de una manera creativa, que es lo

propio de las personas gratas, las que están

abiertas y son flexibles, como los niños.

¿Qué se necesita para desarrollar la gratitud y

convertirse en tierra fértil de nuestra propia

felicidad?

Ten la curiosidad e inocencia de los niños y

no des nada por supuesto.

Ábrete y no dejes que el miedo o tus

defensas te cierren al aprendizaje, el

disfrute o la riqueza de la vida

21

Céntrate más en sumar que en restar de tu

vida (cosas, personas, ideas…)

Disfruta sin exigir nada de aquello de lo que

disfrutes

Pon atención en el aquí y el ahora: lo más

maravilloso lo tienes delante y aún no lo has

visto

¿Significa que no tengamos más metas o que nos

conformemos con lo que hay? ¿Significa que

dejemos de tener unas prioridades o que

marquemos unos límites en nuestra vida de lo que

queremos y lo que no queremos? En absoluto.

Pero la única manera de que podamos saber lo

que realmente queremos y podamos hacer

elecciones libres y auténticas con nosotros

mismos, es desde el auto-conocimiento y la

autoestima que sólo nacen verdaderamente

cuando estamos abiertos y aprendiendo de lo que

vivimos, y es entonces cuando podemos

22

realmente saber qué queremos y transformar

nuestra vida.

23

3. El daño que Hollywood ha hecho a nuestra felicidad

“Ponemos más interés en hacer creer a los

demás que somos felices que en tratar de

serlo.” François de La Rochefoucauld

La felicidad es algo simple y al mismo tiempo

complejo. Parece simple cuando uno observa a un

anciano o a un niño, por ejemplo, que se limita a

despertarse por la mañana, sentarse en su silla de

ruedas o en un carrito de bebé, y comenzar a

mirar todo con curiosidad ¿Qué nos impide, en

estado de lucidez, sobriedad y plenas facultades,

disfrutar con tanta sencillez, agradecer con tanta

facilidad y cuestionar tan poco?

Bajo mi punto de vista, y a partir de lo que he

observado, son los modelos, el ego, una imagen

preconcebida en nuestra mente, ya sea aprendida

o creada, de lo que deben ser las cosas; de lo que

24

deben ser los demás o nosotros mismos. Por

ejemplo, antes de que un adolescente se

enamore, ya los medios de comunicación, los

amigos, los padres… le han bombardeado de

información sobre el amor, el sexo, las relaciones…

tiene una cantidad de información previa de lo que

son y deben ser las cosas, que le quitamos todo

vestigio inocente, puro, curioso y con mentalidad

de principiante que pueda conservar de su

infancia.

Queremos protegernos y proteger a los pequeños

con nuestros aprendizajes, y no nos damos cuenta

de que cada vez que protegemos a alguien en

exceso, dificultamos que desarrolle sus recursos,

su criterio, su propia personalidad y también su

sistema inmunológico.

Por ejemplo, la madre que advierte a su hija de

que sólo mire a hombres caballerosos, quiere

protegerla de que le hagan daño, y lo que provoca

en su hija es, por un lado, miedo, y por otro, una

25

mentalidad de malos y buenos, intentando

encontrar al hombre bueno que nunca le haga

daño. ¿Acaso existe alguna persona perfecta?

¿Acaso es ella también perfecta? ¿Acaso estará

preparada para elegir a la persona adecuada si

rige su criterio en algo que le han dicho, y no en

la experiencia, y su fuerza motriz es un miedo

heredado?

Hollywood, la sociedad o los anuncios de la tele,

nos han querido decir lo que es “normal” y no

normal. Lo curioso del tema es que muchas de

estas frases que se incluyen en la idea de lo que

es normal, cambian con el contexto histórico, lo

cual hace pensar en su relatividad. Incluso

algunas de ellas cambian con la edad que uno

tiene, el género, etc.

Lo normal un viernes por la noche es tener

plan con los amigos

26

Lo normal es tener dinero para ir de vacaciones

Lo normal es que los niños quieran salir a correr y no les guste estudiar

Lo normal es que un adulto no vea dibujos animados ni películas de fantasía

Lo normal es abrir regalos en Navidad

Lo normal es tener relaciones antes de los 20

Lo normal es no fumar

Lo normal a los 40 es tener hijos

Lo normal es comer carne / lo normal es ser vegetariano

Muchos imperativos sobre la normalidad nos limitan, sobre todo cuando no los cumplimos y en realidad éramos felices y funcionales, pero pasamos a sentirnos mal por el mero concepto de no seguirlos.

No es lo mismo que algo nos haga sentir mal en sí mismo, que sentirnos mal por pensar en ello de una determinada manera. En el primer caso, el

27

mal lo provoca el hecho, y en el segundo, el mal viene provocado por nuestra mente que juzga el hecho en sí.

Aquí es donde la estigmatización social hace tanto daño. Un niño que está feliz leyendo, si es reprendido por sus padres para que sea normal y quiera jugar al fútbol en vez de leer, se sentirá culpable por realizar una acción que en realidad era positiva para su educación y su bienestar. Esto no quiere decir que si el niño se obsesiona y solo lee, los padres no deban buscar un cierto equilibrio en su vida para que tenga habilidades integrales, incluyendo socializarse y ejercitar sus piernas. Aquí me refiero al hecho de reprender por una conducta en sí, no por el abuso de realizar algo en exceso.

¿Lo normal existe o es solo una abstracción?

También cabe preguntarse quién de nosotros no tiene alguna excentricidad. De alguna manera, según donde fijemos la atención, podremos decir que los genios son más raros de lo normal, o quizá si analizamos a cualquier persona al azar encontremos rarezas particulares, solo que nos fijamos solamente en aquellos con fama y en ese sentido hay un sesgo claro.

28

Quizá gracias a la diversidad de personas, algunas más convencionales y otras menos, el conjunto de la sociedad avance mejor. Incluso en algunos casos con enfermedades mentales incluidas, como les ocurrió a muchos grandes genios, puede que si miramos en un plano más global y menos individual, esa diversidad haya sido clave en el progreso del Arte, la Ciencia y en general la Humanidad.

De hecho, si lo miramos desde el punto de vista biológico, justamente gracias a las mutaciones genéticas hemos evolucionado.

El riesgo de alterar lo normal imperativamente

Si bien es cierto que lo normal no debería imperar tanto como lo hace, tampoco nos deberíamos pasar al extremo opuesto. Ese es el problema de imponer en general, porque las cosas que están de una manera, necesitan cambios progresivos y sobre todo, deben nacer de la voluntad de las personas por cambiar.

Hay una especie de ‘confianza en la Historia’ que deberíamos tener, y no olvidar que somos ‘enanos a hombros de gigantes’. Me refiero a tener la humildad de cuestionar las propias dudas que 29

tenemos, y pararnos a observar cómo ha funcionado todo antes que nosotros, y también a nivel personal, qué nos ha funcionado hasta ahora.

Fragmento del sociólogo Emile Durkheim en su obra Las reglas del Método Sociológico:

“Nuestro método no tiene nada de revolucionario, es incluso en cierto sentido esencialmente conservador, pues considera los hechos sociales como cosas cuya naturaleza, por flexible y maleable que sea, no podemos pese a todo, modificar a voluntad. ¡Cuán peligrosa es la doctrina que, no viendo en ellos más que el producto de combinaciones mentales, un mero artificio dialéctico, puede en un instante desquiciarlo todo por completo”.

Ése es el riesgo del mensaje que enviamos sin darnos cuenta en el ámbito del desarrollo personal. No podemos decir tan a la ligera a la gente que cambie, que se lance y no mire atrás. Por ejemplo, una persona que ha cimentado su identidad sobre unos hábitos, si de pronto los altera al completo puede tener una verdadera ruptura interior. Tampoco creo que sea positivo ‘demonizar’ la educación antigua e implantar sistemas revolucionarios que ignoren lo que

30

funcionó en el pasado. Es el problema de muchos empresarios o políticos que asumen un nuevo cargo y olvidan que antes de tomar decisiones deberían realmente comprender qué tienen entre manos. Por eso es tan importante aplicar humildad, escucha, paciencia y método científico.

No tengamos miedo de salir del statu-quo por estigmas sociales, pero tampoco perdamos el espíritu crítico con nosotros mismos, cada día, y la humildad necesaria para aprender y seguir mejorando.

PUEDES ESCUCHAR UN AUDIO SOBRE ESTE TEMA AQUÍ: Escucha este audio

31

4. Felicidad no es facilidad

“La vida no es fácil, pero podemos hacerla

sencilla” Rubén Turienzo

A menudo tendríamos ganas de apretar un botón

y poder sacar de una máquina expendedora

determinados deseos, como el que pone una

moneda y compra un paquete de chicles. La era

del consumismo en que vivimos nos invita a

desear e incluso muchas veces a exigir, como si

por el hecho de que pagásemos, ya tuviésemos

derecho a cualquier cosa, o como si nuestros

deseos fuesen órdenes para el Universo.

El pensamiento positivo muchas veces se enuncia

con frases como “quiere algo y lo tendrás” y esto

puede entenderse de forma literal, como si el

genio de la lámpara estuviera allí para cumplir

nuestros sueños.

32

Y es cierto que somos dueños de nuestro destino

y que tenemos poder de cambiar muchas cosas,

pero convivimos con más personas y elementos

externos que no dependen únicamente de

nosotros y que también pueden tener su propio

propósito, sus deseos y sus necesidades.

Muchas veces podemos sentir que existe una

colisión entre lo que nosotros queremos y lo que

quieren otros, y eso es parte de la vida, porque

nunca llueve a gusto de todos, y no podemos

pretender controlar a los demás a nuestro antojo.

Pero más allá del gusto, tenemos otro nivel de

deseos que trascienden el puro momento y la pura

individualidad.

La diferencia entre desear y querer, tal como aquí

se entiende, sería precisamente que cuando

deseamos estamos en un nivel de voluntad

primitivo, y cuando queremos tenemos un nivel de

voluntad más evolucionado, y en este segundo

33

nivel es posible armonizar y encontrar ese

equilibrio buscado.

¿Y cómo evolucionamos de desear a querer?

Aceptando que libertad implica

responsabilidad, y que no pueden vivir la

una sin la otra.

Conociéndonos a nosotros mismos.

Aprendiendo a escuchar cada parte de

nosotros, desarrollando un mayor nivel de

consciencia de uno mismo, a nivel físico,

emocional, intelectual y espiritual. Esto

implica aceptar todo lo que somos, incluso

aquello que no nos gusta, lo cual no significa

conformarse, porque uno siempre puede

elegir hacia el futuro, pero aceptando

primero el presente.

Escuchando más y mejor. Escucha más

quien practica cada día, en los diferentes

34

momentos, centrándose en el momento

presente. Escucha mejor el que lo hace

desde todas las dimensiones, no perdiendo

de vista ni las palabras que se escuchan, ni

los gestos, ni los hechos. La escucha nos

permite aprender, renovarnos, estar

conectados, coordinarnos… y recibir el

feedback del mundo a lo que hemos

hecho/dicho nosotros. La escucha profunda

se hace con los 5 sentidos y con todas las

dimensiones de la persona. Esos matices

que se escuchan a veces con el

subconsciente y no con el consciente, se

pueden revelar a nuestro consciente, si

también hemos aprendido a escuchar

nuestro subconsciente, y por tanto escuchar

fuera de nosotros requiere también de una

auto-escucha a todos los niveles.

Tomando perspectiva de conjunto. Mirar

más allá del presente y de la experiencia

puntual nos permite ver de una forma más

35

global, entendiendo conexiones y matices,

que si estuviéramos muy obcecados con

algo nos pasarían inadvertidos.

Podemos agudizar nuestra sensibilidad para que

cada vez estén más conectados nuestra voluntad,

nuestro ser y nuestra vida. Potencialmente

podemos ser muchas cosas, pero al final en la

vida serán las elecciones las que irán

ensanchando ciertas puertas y reduciendo otras, y

si aprendemos a armonizar nuestras elecciones

pasadas y las futuras, así como nuestra voluntad y

la voluntad de los demás y del mundo, podremos

adquirir un mayor bienestar, equilibrio y éxito

personal.

36

5. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional

“El dolor, cuando no se convierte en

verdugo, es un gran maestro.” Concepción

Arenal

La vida a veces nos empapa de dolor… nos sacude

tan fuerte que parece que no volveremos a

levantarnos… nos inunda tanto de lágrimas, que

parece que el barco jamás volverá a zarpar, y que

las aguas de los ojos se han fundido en la

inmensidad de las aguas del océano, perdiendo su

entereza, incapaces de recobrarse a sí mismas… El

dolor desgarra, rompe de cuajo el alma, cuando

es profundo.

Pero “por muy larga que sea la noche, siempre

vuelve a asomar un nuevo amanecer“. Una cosa

es lo que nos sucede y otra bien diferente es

cómo lo vivimos, lo que hacemos con ello. A

menudo he dicho en este blog que creo que es 37

muy importante aceptar las cosas como vienen,

incluso las negativas, para no engañarnos, pero

eso no implica quedarse ahí, conformarse, ni

tampoco significa regodearse en el fango.

Algunas veces las personas deciden regodearse en

el fango. A mí misma, no me han faltado

momentos en la vida en que he sentido la

necesidad de dar rienda suelta a las lágrimas

escuchando una canción triste o alimentando

ciertos pensamientos… Algunas personas o en

algunos momentos en la vida, asociamos el

sufrimiento con la “normalidad” o lo que tiene que

ser, hasta el punto de que cuando falta, pensamos

que “algo falla”, y así, uno encuentra nuevas

razones para poder seguir sintiéndose mal. Uno

puede incluso llegar a sentirse culpable de

sentirse bien, con lo cual acaba de terminar con

su bienestar, por el mismo sentimiento de culpa.

“No a todos gusta lo mismo, unos cogen espinas,

otros rosas” decía Petronio. Aristóteles, por su

38

parte, en su Ética a Nicómaco decía que “el fin

supremo del hombre es la felicidad”. ¿Se

contradicen ambas frases? ¿Será que hay

personas que quieren ser felices y otras que no?

¿Será que sufrir es condición sine qua non de la

felicidad?

Oscar Wilde en De Profundis expresa que en el

dolor se pueden encontrar la felicidad y la paz

más profundas. Pero, una cosa es que el dolor

forme parte de la felicidad y otra distinta es que la

felicidad necesite del dolor para su existencia. Es

más, una cosa es el dolor, y otra el sufrimiento.

En otra parte de la misma obra también dice

Oscar Wilde:

“si no me quedara un amigo en el mundo; si no

hubiera una sola casa abierta para mí siquiera por

compasión; si tuviera que aceptar el zurrón y el

capote raído de la pura indigencia; mientras me

viera libre de resentimiento,dureza y acritud

39

podría afrontar la vida con mucha más calma y

confianza que si mi cuerpo vistiera de púrpura y

lino fino, y dentro el alma estuviera enferma de

odio.“

Aquí, el texto de Wilde parece sugerir que hay una

clase de dolor constructivo, y otro destructivo. Un

ejemplo de dolor constructivo sería el

planteamiento de Frankl:

“El interés principal del hombre es encontrar

un sentido a la vida, razón por la cual el

hombre está dispuesto incluso a sufrir a

condición de que este sufrimiento tenga

sentido”.

Pero está claro que, por alguna extraña razón, a

menudo el ser humano elige esta clase de dolor

destructivo, un dolor que va más allá de la

experiencia misma, y que es alimentado de forma

voluntaria por el sujeto, dirigiéndole más al

“análisis-parálisis”, al victimismo, o a otras

40

emociones que no llevan a crecer a la persona, y

en muchos casos tienen el efecto contrario, de

perjudicarle incluso.

La pregunta que me hago es: ¿qué puede motivar

esta auto-lesión libre?

“Pude comprobar que Haller era un genio

del sufrimiento , que él, en el sentido de

muchos aforismos de Nietzsche, se había

forjado dentro de sí una capacidad de

sufrimiento ilimitada, genial, terrible. Al

mismo tiempo comprendí que la base de su

sufrimiento no era desprecio del mundo,

sino desprecio de sí mismo, pues si bien

hablaba sin miramientos y con un sentido

demoledor de instituciones y de personas,

nunca se excluía a sí, siempre era él mismo

el primero contra quien dirigía sus flechas,

era el mismo el primero a quien odiaba y

negaba…” El lobo estepario, Herman Hesse.

41

Por mi experiencia creo que el dolor proviene del

ser, y el sufrimiento del ego. Hay algunos

procesos del ego que creo que contribuyen a

desarrollar el hábito del sufrimiento:

El peligro de convertir el sufrimiento en

un narcótico

El dolor es una emoción, y como tal nos hace

segregar una serie de hormonas. Centrarnos en

prolongar una emoción más allá de su causa o

generarla fuera de la espontaneidad (aunque sea

de forma inconsciente) puede hacer que nos

alejemos de la realidad, de las personas y de las

experiencias, en favor de vivir en un “cocktail”

emocional.

En este caso, la mejor forma de salir de esa

dependencia es explorar otras emociones, como la

alegría, el amor, la compasión…y también

permitirse a uno mismo, por supuesto, la ira o la

tristeza, pero sin prolongarlas más allá de su

42

experiencia concreta. Equilibrar nuestros estados

emocionales nos permite comprender la vida de

forma más rica, y no ser esclavos de

determinados estados, sino los protagonistas de lo

que nos pasa.

La creencia de que “para que haya

amor o aprendizaje, tiene que haber

necesariamente sufrimiento”

Recogemos la información desde nuestras

experiencias. Por eso, cuando vivimos una

experiencia por primera vez, a falta de más

información, asumimos como verdad provisional

que la vida es así: como la hemos vivido.

Cuando uno siente o vive algo por primera vez,

puede llegar a relacionar la experiencia misma con

alguno de los elementos de ésta. Me explico: si

uno vive por primera vez la emoción de amor

vinculada a sufrimiento, el subconsciente asume la

creencia de que necesita el sufrimiento para sentir

43

aquello, o que existe alguna correlación. La

capacidad de asociar es una propiedad de la

inteligencia, y sumamente enriquecedora, ya que

permite conectar puentes y transcender

diferencias.

Sin embargo, es un arma de doble filo. Una cosa

es que el dolor que nos viene dado podamos

vivirlo como una oportunidad de aprender o

crecer, desde una actitud positiva, y otra bien

distinta es pensar que para aprender o crecer el

sufrimiento es una condición sine qua non.

Por ejemplo, el haber aprendido de la experiencia

de la muerte de un ser cercano, o de una crisis,

no implica que necesitemos constantemente crear

crisis para aprender o crecer.

Igualmente, el hecho de que hayamos vivido una

relación amorosa cargada de sufrimiento, no

implica que el amor sea sufrimiento, o tenga dicho

elemento como ingrediente indispensable. Y así

44

ocurre con infinitos temas que a menudo

relacionamos de forma directa, cuando en realidad

su única conexión es que nos sucedieron de forma

simultánea en el tiempo, en nuestra experiencia

particular.

Caer en sacar conclusiones absolutas de una

vivencia concreta es peligroso, porque nos ancla

en creencias limitantes, en filtros a la hora de

interpretar los siguientes acontecimientos que nos

suceden, imposibilitando que los vivamos de

forma diferente a nuestras previas vivencias a

causa de nuestra pre-disposición, lo cual acaba

produciendo la profecía del auto-cumplimiento,

condenándonos así a estar en lo cierto acerca de

nuestras propias creencias limitantes, pues

terminan por cumplirse de tanto creer en ellas, y

observar la realidad desde su prisma.

Hay decisiones dolorosas, pero más doloroso es

no tomarlas

45

El perfeccionismo extremo: la idea de no

vivir en “el mejor de los mundos posibles”.

La frase “y si…” nos puede ayudar a soñar, a

volar… pero si se convierte en una expectativa, en

algo que ocupa incluso más atención para

nosotros que lo que de hecho ocurre, nos aleja de

la realidad, y nos genera sufrimiento constante,

porque siempre estamos creando modelos de lo

que debería ser, de lo que necesitamos para poder

ser felices, etc.

Nuestra capacidad de pensar en hipótesis

diferentes es una pieza fundamental de la

creatividad y de la actitud inconformista, pero si

se alimenta más de lo necesario puede convertirse

en un saboteador constante de nuestra felicidad

presente, en un escape de la realidad.

La ventaja de que uno tenga el sufrimiento como

zona cómoda, es que su zona incómoda es

agradable. El reto para estas personas o para esos

46

momentos de la vida es aprender a liberarse de

las costumbres citadas arriba, además de otras

técnicas para empezar a sentirse bien, como:

Divertirse

Agradecer las pequeñas cosas de cada día

Cuando algo nos duele, aprender a

preguntarnos ¿qué puedo aprender de esto? ¿en

qué sentido puede convertirse este dolor en una

oportunidad para crecer?

Poner foco en lo que uno quiere, y en lo que YA

tenemos, somos…

Dedicar tiempo a lo que a uno le realiza

La gran pregunta para hacerse en este sentido es

¿qué te hace feliz? La vida es demasiado corta

como para hacer de ella un mero ensayo…

47

6. ¿Tiene también tu mente una dieta equilibrada?

“El fin de tener una mente abierta, como el

de una boca abierta, es llenarla con algo

valioso” Chesterton

Nos cuidamos mucho de comer sano, y cada vez

son más los conocimientos que tenemos y los

productos que nos oferta el mercado para tener

una alimentación equilibrada. Sin embargo, te

invito a preguntarte:

¿Cuidas tu mente también?

¿Conoces lo que te ayuda a sentirte bien y

lo que te hace estar peor?

¿Sabes cómo recuperar la energía cuando te

falta, y eres consciente de las

conversaciones, personas, libros, series,

actividades… que te ayudan a sacar lo mejor 48

de ti, o aquellas que por el contrario te

hacen daño, te debilitan, alimentan partes

de ti que estás trabajando por cambiar…?

Puedes cambiar la dieta de tu mente: puedes

empezar a leer libros que te hagan más feliz, a

estar con personas que te hagan sacar lo mejor

de ti, a escuchar canciones más alegres, y a tener

conversaciones que te enriquezcan como persona.

Puedes dedicar más tiempo a ver documentales

que te den más herramientas para vivir una vida

mejor, y puedes añadir a tu smartphone

aplicaciones que te ayuden a consolidar tus

objetivos, tener mejor humor o ser más

productivo.

GESTIONA TUS PENSAMIENTOS

Se calcula que tenemos unos 60.000

pensamientos al día, es decir, conversaciones con

nosotros mismos. Lo más sorprendente es que la

49

mayoría son los mismos todos los días. La manera

de que cambien es ampliar perspectivas,

enriqueciendo a la mente con nueva información,

nuevas experiencias y nuevas elecciones. A

PARTIR DE HOY, TE INVITO A QUE TE AUTO-

OBSERVES Y TE FIJES EN QUÉ PENSAMIENTOS

CULTIVAS. SI NO TE GUSTA LO QUE TE

ENCUENTRAS, EMPIEZA A CAMBIARLO. Eso sí,

recuerda que no será de un día para otro, pues es

cuestión de hábitos.

ELIGE Y TOMA RESPONSABILIDAD DE TUS

CONVERSACIONES CON OTRAS PERSONAS

Cada vez que te ríes, expresas emociones o

escuchas a alguien querido, alimentas unas rutas

en tu mente diferentes a cuando hablas de

generalidades, o cuando te quejas o escuchas

quejas de otros. Según tus prioridades en la vida

y la persona que quieras ser, elige qué charlas te

aportan y cuáles no, en la dirección de tus metas.

50

Esto es extensible a chats como el whatsapp o a

conversaciones en Twitter o por teléfono.

RE-DEFINE TUS NOCHES, tus canales de

televisión, tus series favoritas, tus planes de

fin de semana…

Recuerda que vives la vida que quieres, y te

convertirás en la suma de elecciones que tomes.

Si optas por películas con unos determinados

contenidos, planes de un tipo o de otro, cada vez

serás más similar a tus planes, tus series, tus

programas de televisión.

Al final, igual que con la comida, cada uno sabe

dónde está el límite entre la riqueza de la variedad

y el valor de elegir lo mejor y más sano para cada

uno. Lo más importante es ser conscientes de qué

hacemos y elegir qué es lo que queremos seguir

haciendo y qué no, en lo que se refiere a cultivar y

alimentar nuestra mente.

51

52

7. ¿Cómo pasar de ignorante convencido a experto en potencia?

“Sólo sé que no sé nada” Sócrates

¿Qué es peor? ¿Entender algo mal o no

entenderlo? Entenderlo mal, porque pasamos a no

entenderlo y creer que sí lo hacemos. En cambio

si no entendemos una cosa, somos expertos en

potencia, aún estamos a tiempo de saber, y con

más predisposición. ¿Entonces, si tenemos claro

que es peor entender mal que no entender, por

qué muchas veces elegimos entender mal?

Tenemos la tendencia a sentirnos incómodos

cuando hay lagunas en nuestro conocimiento, así

que llenamos esos huecos de información con mil

teorías. El problema es que acabamos por olvidar

qué era lo que realmente sabíamos, y qué es lo

que nos hemos inventado. Y también el problema

es que derrochamos energía mental que

53

podríamos emplear en cosas útiles o

enriquecedoras.

Estos malentendidos ocurren mucho en las

relaciones personales. Un ejemplo típico que

puede verse en las empresas: un compañero llega

tarde durante varios días seguidos y con cara de

sueño. No entendemos por qué. El hecho es que

llega tarde. Pero uno empieza a inventarse las

razones por las que llega tarde, y llega a la

conclusión de que está esperando a que le echen

y ya no trabaja con el mismo ritmo de antes

porque no tiene interés en seguir en la empresa,

porque tiene otro trabajo. Así que nos hacemos

toda una película digna de los Óscar, y

malgastamos tiempo, energía y nuestras dotes

imaginativas en llegar a conclusiones que nos

alejan de lo que los hechos nos informan.

Con lo cual, si antes éramos ignorantes y punto,

pasamos a ser ignorantes convencidos. Pero

resulta que otro compañero toma una decisión

54

diferente, y en lugar de presuponer algo, le

pregunta al que llega tarde si va todo bien. Y éste

le cuenta que su mujer se ha puesto enferma y

estos días le ha tocado ir a llevar a los niños al

colegio.

¿Cómo salir de ahí? ¿Cómo pasar de ser un

ignorante convencido que mal entiende las cosas a

ser un experto en potencia que cuando no sabe,

asume que no sabe y no llena esas lagunas de su

mente con falsas creencias?

La clave está en diferenciar entre los hechos y las

interpretaciones. El hecho es lo observable

objetivamente, y la interpretación es lo que

nosotros pensamos, las ideas que conectamos a

ese hecho. Si te acostumbras a que cuando vayas

por el pasillo y un compañero no te saluda, en vez

de pensar por qué no lo ha hecho, simplemente te

quedas con el hecho, y gastas tu energía mental

en cosas más prácticas en lugar de pensar que

igual está enfadado o que es un grosero, pues te

55

ahorrarás pasar malos ratos, tener discordias con

tus compañeros de trabajo y, a fin de cuentas,

evitarás ser un ignorante convencido.

Ahora, si eliges tener teorías, al menos ya que no

tienes toda la información, escoge teorías

positivas, que te convengan más y que dejen a los

demás de buenas personas. Es decir, que si

decides presumir algo, aplica el “in dubio pro reo”.

Porque si cuando no tienes información, eliges la

más negativa, eso dice más información sobre ti

que sobre la otra persona.

56

8. ¿Cuáles son tus estacas?

“Hay una fuerza motriz más poderosa que la

energía atómica y la electricidad: la

voluntad” Einstein

Cuentan que en los circos, los elefantes están

atados a una estaca. Cuando son pequeños, es de

su tamaño, pero después crecen y ésta parece

ridícula frente a sus grandes dimensiones. Sin

embargo, cuando hay un incendio, los elefantes

no se escapan y hay que desatarlos, porque se

siguen creyendo que, como cuando eran

pequeños, esa estaca no les permite soltarse.

¡Hasta ese punto se creen incapaces, que podrían

morir sin intentarlo! (Lee el cuento de Jorge Bucay

si quieres conocer más sobre esto). Eso nos

ocurre a todos alguna vez, que los miedos se

convierten en enemigos de nuestro desarrollo, y

nos atan a viejos fracasos que a día de hoy no

representan quiénes somos.

57

Probablemente un día hiciste una torpeza, pero

eso no te convierte en alguien torpe.

Quizá hace tiempo te dejaron plantado, te

quedaste en blanco en una presentación o faltaste

a una promesa, pero eso no significa que tu

relación actual no vaya a prosperar, que no

puedas hacer hoy grandes presentaciones, o que

no seas capaz de cumplir lo que prometes.

Podemos cambiar, y podemos elegir qué

queremos, aun cuando haya dificultades en el

camino, pero sólo hay un obstáculo capaz de

arrebatarnos al cien por cien cualquier otra

posibilidad que tengamos de triunfar o alcanzar

nuestros sueños, si le dejamos coger terreno

dentro de nosotros: el miedo. Por eso es tan

importante identificarlo y aprender a vencerlo.

Todos los miedos tienen su razón de ser, lo

importante es que seamos capaces de aprender lo

que tengan que enseñarnos, para poder ser

58

prudentes y ahorrarnos problemas innecesarios,

sin que nos paralicen y se conviertan en amos de

nuestro destino.

Lo que ocurre es que la mayoría de nuestros

miedos tenían una razón de ser originaria que ya

no tiene fundamento, como le ocurre al elefante

cuando crece y ya tiene fuerza suficiente para

soltarse, y sin embargo seguimos anclados a ese

miedo, y no nos damos cuenta de que lo que

59

tememos no es real, no existe, y sólo es enemigo

nuestro dentro de la mente, y por eso es dentro

de la mente donde debemos vencer primero la

batalla.

“Sólo hay una fuerza más poderosa que la energía

atómica y la electricidad…”, decía Einstein, y yo

añadiría que sólo hay una fuerza capaz de

enfrentarse en igualdad de condiciones a un gran

miedo: “…la voluntad”.

Si nos centramos en lo que queremos; en la

carretera que conducimos en lugar de poner foco

en el árbol que queremos evitar, podremos

conseguir lo que queremos, y no habrá estaca,

por pequeños y flojos que seamos, capaz de

detenernos.

60

9. La importancia de confiar en nuestro cuerpo

“Mens sana in corpore sano” expresión

clásica

Cuando un padre enseña a su hijo a montar en

bicicleta, sabe que éste puede caerse, y se caerá

muchas veces. Pero también es consciente de que

es parte del aprendizaje, y que superar esas

caídas será necesario para aprender. Por tanto, le

ayuda más si le acompaña en su proceso, que si le

lleva en bicicleta él para evitar que se haga daño.

Lo mismo sucede con el trato que tenemos con

nuestro propio cuerpo, si no aprendemos a

educarlo, a acompañarlo en su camino de

aprendizaje de sí mismo, sus sensaciones, su

entorno…, nunca desarrollará sus propios

recursos, y nos perderemos la riqueza que esta

parte de nosotros nos puede aportar en la vida.

61

Es importante encontrar el equilibrio entre

extremos, lo que los clásicos llamaban “aurea

mediocritas”. En concreto, es clave encontrar el

equilibrio en la comida. Si uno se enfoca en comer

para dejar de tener hambre, entonces

automáticamente, como consecuencia indirecta,

se equilibra la cantidad que come, el tipo de

alimentos, etc.

En vez de controlar los efectos, se va

directamente a la causa, es decir, a que a menudo

comemos por otros motivos que el hambre, como

puede ser una necesidad emocional, etc. y si

aprendemos a separar nuestras necesidades

emocionales de la comida, entonces tanto

nuestras emociones como nuestro estómago,

ganarán mucho.

Hay información clave en nuestro cuerpo, y éste

nos avisa como puede con fiebre, ansiedad, etc. El

cuerpo tiene ciertas habilidades propias, distintas

a la mente, que son parte de lo que somos y muy

62

necesarias, y si cada vez que nos habla lo

acallamos con una medicina, un pensamiento o

una distracción como la comida, no estamos

escuchando un mensaje oculto, que puede ser

importante para nuestra vida.

En el momento en que delegamos en nuestro

cuerpo la capacidad de ser responsable de lo que

le conviene, y comenzamos a anclar dentro de

nosotros la creencia de que tenemos un cuerpo

sabio que de forma innata tiende a buscar lo que

le ayuda a crecer y estar sano, entonces nuestro

cuerpo desarrolla esa habilidad de avisarnos

cuando tiene hambre, y pedirnos que paremos

cuando ya no tiene más necesidad, y lo mismo

con el frío, con el estrés, etc. No es diferente de

educar a un hijo o gestionar a un equipo de

trabajadores. Si delegamos en las personas,

confiando en su capacidad, es más probable que

dicha capacidad se desarrolle; y si por el contrario

sobre-protegemos a un hijo, un empleado o a

nuestro cuerpo, tratando de controlarlo y

63

rescatarlo como si no fuese capaz por sí solo de

gestionarse, entonces lo convertimos en un inútil,

dependiente siempre de nuestro control, y sin

criterio para distinguir, porque no ha tenido

oportunidad de aprender, equivocarse y mejorar,

que es lo que ocurre cuando se practica y se deja

libertad.

Hay personas que creen que las emociones nos

traicionan, que hay que controlarlas porque

pueden ir contra nosotros mismos. También hay

quien piensa que el cuerpo y el instinto perjudican

a la libertad y realización plena. Estas creencias

tienen como resultado cumplir la profecía, pues

como decía Ford, “tanto si crees que puedes,

como si crees que no puedes, en ambos casos

tienes razón”. Solamente quien tiene el coraje de

dejar de sobre-proteger a nuestro cuerpo y

emociones, aprendiendo a escucharlos y

gestionarlos desde su libertad, puede llegar a

tener un verdadero auto-liderazgo, más sostenible

que aquel que se basa en un mero control

64

consciente, susceptible de ruptura al mínimo

vaivén imprevisible.

La confianza es la base de todo desarrollo, y

confiar no implica pensar que algo o alguien sea

infalible, que no se equivocará ni nos fallará.

Solamente si confiamos y delegamos en nuestro

cuerpo, un día podremos decir que está preparado

para avisarnos de lo que le pasa, para auto-

regularse de sus necesidades, y para estar en

armonía con nuestra mente, emociones y toda

nuestra persona, pues solamente aprende quien

tiene espacio para equivocarse, y sólo puede estar

en armonía una persona que deja liberarse a

todas sus partes, desde la confianza, el respeto, el

trabajo en equipo, y el afán de mejora constante.

Para terminar, creo que es importante ser

conscientes de que si dejamos que el cuerpo se

encargue de sus funciones, ocurre como cuando

un jefe aprende a delegar, que automáticamente

se ha liberado de una serie de tareas que ahora

65

dejan espacio para otras cosas. Aprende a delegar

en tu cuerpo sus competencias, y tu mente habrá

ganado, teniendo más tiempo y espacio para

crecer en otras áreas.

66

10. Hacer ejercicio no es opcional

“Cuida a tu cuerpo, es el único lugar donde

realmente tienes que vivir” Jim Rohn

En nuestra cultura vivimos a veces extremos

desequilibrados, cuando por ejemplo nos viene la

fiebre de querer estar en forma y decidimos pasar

de estar pasivamente acomodados al sofá a hacer

un intenso spinning encerrados en el gimnasio

más próximo.

Creo que antes de pedirle al cuerpo cambios tan

intensos y someterle a semejantes contrastes, es

preferible hacer cambios progresivos, naturales,

más acordes con el punto en el que estamos, sin

olvidar por supuesto hacia dónde queramos ir.

Para eso es importante tener claro por qué

hacemos ejercicio, cuál es nuestro objetivo

principal. Si quereos un cambio a largo plazo o

una mejora de nuestra vida completa. No es lo

67

mismo, por otro lado, si queremos mejorar la

imagen hacia fuera, o si lo que queremos es

realmente estar mejor nosotros, más sanos, más

felices, más equilibrados. Como ocurre con todo lo

demás en la vida, el ejercicio físico que realizamos

de forma brusca sin medida, se puede tornar

contra nosotros. Por otro lado, cuando queremos

empezar abarcando mucho, es más fácil que lo

dejemos a los pocos días y no hayamos

consolidado realmente el cambio, de manera que

no habrá sido tan eficiente como una

incorporación progresiva de nuevos hábitos.

El deporte de alta competición es opcional, pero

mover el cuerpo todos los días no es opcional, es

VITAL. Caminar, bailar un poco, dar un paseo en

bicicleta, jugar al badminton… más vale poner un

poco de dosis de estas prácticas todos los días

que ir de un extremo al otro, perjudicando a

nuestro corazón. Para sobrevivir y encontrarnos

mínimamente bien en todas las áreas necesitamos

equilibrar el tiempo que pasamos delante del

68

ordenador, del volante o de la tele, con el tiempo

que estamos moviendo las articulaciones y

haciendo algún ejercicio con las manos, los pies…

También es positivo para la mente, porque

haciendo actividades físicas estamos descansando

la parte frontal de nuestro cerebro por un rato,

que a menudo la tenemos sobre-explotada.

Si queremos realmente tener un crecimiento

personal y nos olvidamos del cuerpo, como si

fuese una realidad separada de nosotros,

entonces perderemos la armonía, el equilibrio, tan

necesario para nuestro bienestar personal, y para

que cualquier cambio que hagamos pueda ser

duradero.

69

11. ¿Eres eficaz descansando?

“Ningún género de vida, sin los descansos

necesarios, es duradero” Ovidio Nasón

Cuando llegan unos días de vacaciones, muchas

personas se van de viaje, de visita familiar, de

escapada… y los hay que se quedan para

aprovechar y hacer en su casa o en su ciudad las

cosas que normalmente no tienen tiempo para

hacer.

También hay los que siguen trabajando, y los hay

de miles de tipos… Pero independientemente de

las actividades “externas” que decida cada uno, el

verdadero reto es tener el dominio sobre la

actividad o inactividad interna. Además, es la

única que no está sujeta al entorno: al dinero que

uno tiene, las vacaciones que se pueda permitir

según su situación laboral, la voluntad de otros…

70

El otro día escuchaba a alguien decir que parece

mentira que nuestra civilización, supuestamente

reemplazada a menudo por las máquinas en el

mundo laboral, hoy en día, más que nunca,

parece que no tiene tiempo.

Las tareas que realizamos hoy son bien distintas a

las del siglo pasado, por tanto, aunque hayamos

delegado mucha faena a las máquinas, hemos

creado también nuevas necesidades y nuevas

formas de trabajar. Pero el tiempo sigue siendo

algo que apreciamos, y hoy en día a menudo en

exceso, teniendo la sensación de que debemos

correr en la caja del supermercado, en la

carretera, y en nuestra forma de caminar o hablar,

como si tuviéramos constantemente una cuenta

atrás. La hiperactividad es un hecho que no ha

hecho más que aumentar con el refuerzo de la

“multi-tarea”, que además de exigirnos velocidad,

nos exige ser capaces de conducir, contestar un

whatsapp, twittear, trabajar, atender nuestras

relaciones personales, tener actualizada la

71

bandeja del correo, hacer deporte para contra-

restar la vida sedentaria que llevamos… y un largo

etcétera.

Muchas veces, llegan las vacaciones y le damos al

cuerpo y a la mente un cambio excesivo de

actividad en cuestión de horas. De la misma

manera que los expertos en nutrición

recomiendan comer varias veces al día pequeñas

cantidades, antes que ingerir todo de golpe de

una sola vez, tampoco creo que sea recomendable

parar toda la actividad de golpe, ni volver después

a coger el ritmo desenfrenado que llevamos de la

noche a la mañana.

Creo que es preferible equilibrar en nuestro día a

día momentos de acción y de relajación; de

actividad mental y de quietud mental, que pasar

de unos extremos a otros unos pocos días del año,

víctimas de un calendario impuesto desde fuera y

de unos cambios bruscos que no hacen sino

desequilibrar nuestro ritmo natural y el balance

72

necesario y sostenible para nuestro bienestar y

rendimiento.

No-hacer es una forma de hacer. Por eso, no tiene

sentido reservar el no-hacer sólo para vacaciones,

como si necesitáramos “una excusa” o el permiso

de la sociedad para parar de hacer o de pensar, es

decir, de ser hiperactivos físicos o mentales. Se

puede ser productivo no haciendo nada, porque

hacer y no hacer se complementan y necesitan.

Por ejemplo, cuando una persona trabaja en

temas creativos (gran parte de los trabajos de hoy

en día tienen un componente creativo de peso,

como también señala Dan Pink) necesita

momentos de silencio, de contemplación, de

escucha, de inspiración…

También, la mayoría interactuamos a lo largo del

día con muchas otras personas (ya sea real o

virtualmente), y por ello necesitamos ciertos

momentos de “soledad” diarios, para poder

conocernos y gestionar nuestras emociones en

73

favor de relaciones personales más sanas, tanto

en el contexto laboral como privado o social.

Otro contexto en el que el no-hacer es de vital

importancia es dentro de la mente: la meditación

es un ejercicio muy recomendable para hacer

“respirar” a la mente-pensante, y permitir que las

rutas neuronales que activamos normalmente se

renueven y creen también nuevas rutas.

También es muy útil para aprender a gestionarnos

internamente, a tener el control sobre nuestra

mente y conocer el estado de relajación mental,

que va mucho más allá de el mero hecho de

quedarse quieto. Al frenar la mente que razona y

reflexiona, permitimos a otros ámbitos de la

mente (todo el hemisferio derecho, por ejemplo)

desarrollarse, y así, podemos descubrir intuiciones

que si hay excesivo “ruido” en nuestro cerebro no

lograríamos escuchar.

El silencio, la escucha, la contemplación, el no-

hacer nada, lejos de ser actividades inútiles y

74

poco productivas, son necesarias y

complementarias a la actividad física y mental.

Armonizar distintos estados y diferenciarlos para

poder ser más conscientes de cada uno de ellos,

tiene como consecuencia directa ser más eficiente

en todos y cada uno, porque están relacionados, y

además de suponer un beneficio para el

rendimiento, tiene una consecuencia directa en

nuestro bienestar. Porque, como decía Ortega y

Gasset, “el que no sabe trabajar, no sabe

75

descansar, y el que no sabe descansar, no sabe

trabajar”.

¿Enemigos que pueden impedirlo? Nuestros filtros

sobre el pasado o el futuro, nuestra necesidad de

adelantarnos a los acontecimientos, nuestro afán

de control… nuestra constante necesidad de

complacer, de comprender racionalmente, de

relacionar lo vivido con otras historias pasadas,

nuestro miedo de que lo que estamos viviendo se

acabe, o pensar en lo siguiente que querremos

hacer, en vez de disfrutar y agradecer el “ahora”.

Por eso, creo que es importante hacerse estas

preguntas:

¿Qué estoy haciendo ahora?

¿Qué quiero hacer ahora?

¿Qué objetivo tengo con esta actividad?

76

¿Desde qué estado mental y físico quiero

vivir esta situación?

Hay una serie de preguntas que pueden

ayudarnos a disponernos mejor antes de cada

nueva situación, y una vez dentro de la situación,

vivirla es, por obvio que pueda parecer, el mayor

reto y el mejor de los regalos.

77

12. La jaula de oro de la irresponsabilidad

“El pájaro rompe el cascarón, el huevo es el

mundo, el que quiere nacer tiene que

romper un mundo” Herman Hesse (Demian)

¿Nos da miedo ser libres? ¿Será por eso que a

veces nos encontramos a nosotros mismos

volcando nuestro desánimo sobre otros, o

tratando de encontrar un culpable a nuestros

problemas? ¿Será por eso que pedimos consejos?

¿O que nos acomodamos en la postura de imitar a

la mayoría para sentirnos normales? ¿Quizá la

libertad nos dé miedo porque supone adquirir

responsabilidades?

Decía Kierkegaard que “la angustia es el vértigo

de la libertad”. Uno de los problemas de la libertad

es que se habla de ella con distintos significados,

y por eso quiero aclarar que no me referiré aquí a

hacer lo que a uno le apetece, sin criterio ni

78

rumbo ni consideración de los demás. Lo que

quiero defender aquí es que por naturaleza somos

libres, pero podemos dejar de serlo si no

aprendemos a ejercer la libertad de una manera

armónica con todo lo que somos, fuimos y

seremos; y sólo si aceptamos que libertad implica

responsabilidad podremos ser libres de manera

sostenible en el tiempo.

79

Nacemos libres, pero eso no significa que

nazcamos con la inteligencia y la voluntad

educadas para utilizar esa libertad que tenemos.

Es como una planta que debe ser regada; la

libertad es un regalo que viene sin instrucciones, y

que uno debe aprender a usar a su favor, para que

no se torne en su contra, haciendo precisamente

que se agote a sí misma en su uso. Cuando nos

educan, nos enseñan patrones de conducta,

ideas… que nos permiten ejercer la libertad hasta

que crecemos, pero que si al llegar a la edad

adulta no tomamos elecciones propias, entonces

habremos delegado nuestra libertad.

La buena noticia es que aunque aprender a ser

libre pueda requerir de mucho trabajo por nuestra

parte y hasta dar un poco de miedo, por la

responsabilidad que supone, creo que con la

libertad ocurre algo parecido a lo que pasa con el

deporte. Cuesta ponerse, pero cuando uno lo

hace, se siente muy bien, y se pregunta por qué

no lo hará más a menudo. También se parece a la

80

libertad porque cuanto más se practica, más fácil

es, y menos cuesta ponerse.

¿Qué tal si empezamos a ejercer más nuestra

libertad, siendo conscientes de nuestras

elecciones, y haciéndonos más dueños de ellas?

La libertad nos abre horizontes nuevos, aquellos

que sólo puede ver el que ha experimentado las

consecuencias de una decisión valiente, un alto en

el camino, una despedida necesaria, un “no”

difícil, un “sí” firme y comprometido… ejercer la

libertad nos abre el corazón y la mente a millones

de experiencias maravillosas, igual que cuando

hacemos deporte se abren nuestros pulmones y

segregamos hormonas positivas. Otra

consecuencia de practicar la libertad es que nos

da una fuerza interior indescriptible. Uno siente un

poder interior que no se puede comparar con

ningún poder exterior.

Ser dueño de uno mismo es la mayor de las

conquistas. Esto sólo lo sabe quien lo

81

experimenta, quien tiene el coraje de practicar la

libertad, aun cuando sabe que la jaula de oro de

la irresponsabilidad es muy atractiva, y que la

vida fácil es una opción muy reputada socialmente

en nuestra cultura.

82

13. La caja de pandora de los “y si”

“La primera obligación de la inteligencia es

desconfiar de ella misma.” Stanislaw Jerzy

Lec

Cuenta el poeta Hesíodo que Zeus le entregó a

Pandora una caja, ordenándole que jamás la

abriera, y cuando desobedeció y la abrió, se

liberaron todos los males y desgracias que sufre la

humanidad. Y como en el mito griego, creo que a

veces nuestros pensamientos negativos funcionan

igual: que si dejamos que se abra la caja, nos

salen todos los demás miedos, negatividades, etc

tras el primer escape. Cuando activamos una

determinada ruta neuronal, se desencadenan toda

una serie de pensamientos que parece que no

tengan fin, como si en ocasiones se tratase de un

momento clave de elección, que una vez

sobrepasado pareciese que no tiene vuelta atrás.

83

Siempre hay vuelta atrás, pero creo que es útil

ser consciente cada uno de dónde está nuestro

“punto”, como el que bebe alcohol, para aprender

a moderar el pensamiento, como se moderan las

emociones y todos los demás ámbitos de nuestra

persona, en busca de una armonía; un equilibrio

que nos proporcione bienestar e integridad

personal.

La inteligencia es un arma de doble filo, que si

uno no aprende a utilizarla bien, puede ponerse

en su contra. Y con utilizarla bien me refiero a que

esté al servicio de nuestra voluntad, y alineada

con nuestros valores y prioridades vitales, no

imponiéndose por encima de todo.

La Caja de Pandora de los “¿y si?” es la que nos

abre a preguntas acerca de posibilidades, y nos

aleja de la realidad actual. Ocurre, por ejemplo,

cuando una persona decide terminar una relación,

y un día que anda menos animado/a, abre la “caja

de los y si” y empieza a pensar: ¿y si no lo

84

hubiera dejado? ¿y si cambia? ¿y si nunca

encuentro a nadie? ¿y si el problema está en mí?

¿y si todos los hombres/mujeres son así? Todas

esas preguntas nos llevan a paralizarnos; lejos de

ayudarnos a comprender mejor la realidad, a

aprender de lo vivido, y a seguir adelante

luchando por mejorar y ser más felices, nos

bloquean, despertando miedos, alejándonos del

plano de lo real y de lo ocurrido, y

desconectándonos de nuestra voluntad.

Puedes hacer cualquier cosa, pero no todas las

cosas. Porque elegir implica renunciar, y asumir la

renuncia es parte de la responsabilidad que

asumimos al ser libres. Cada minuto, cada dosis

de energía y cada pensamiento que gastamos en

pensar lo que podría, lo estamos perdiendo para

dedicarlo a lo que puede, y sobre todo, lo que uno

quiere. De hecho, es sutil pero clave el matiz que

diferencia un “podría” de un “puedo”, pues el

primero, en condicional, nos conecta con un

mundo abstracto e imaginario; mientras que el

85

segundo nos lleva al plano de lo “futurible”, y está

más cerca de acabar por un compromiso real de

cambio.

Entonces, ¿eso significa que uno debe ser

conformista, resignarse a la realidad como algo

fijo que no podrá cambiarse, y dejar de plantearse

la posibilidad de mundos mejores? No,

conformarse es una cosa, y aceptar es algo bien

distinto. Luchar es una cosa, y quejarse es algo

bien distinto. Si no queremos ser victimistas o

vivir la vida a medio gas, debemos tomar la

decisión de aceptar la vida que tenemos, y/o

realmente hacer algo ya por cambiarla. Como dice

Ismael Serrano en una de sus canciones, “la

excusa más cobarde es culpar al destino”.

86

14. Eres el tesorero de tu tiempo

“Lo que más me sorprende del hombre

occidental es que pierde salud para ganar

dinero, después pierde el dinero para

recuperar la salud. Y por pensar

apasionadamente en el futuro no disfruta el

presente, por lo que no vive ni el presente

ni el futuro. Y vive como si no tuviese que

morir nunca. Y muere como si nunca

hubiera vivido”. Dalai Lama

El mundo capitalista en que vivimos nos hace

sobrevalorar excesivamente el dinero como fuente

de riqueza, y en ocasiones nos hace olvidar que el

dinero es sólo un medio al servicio de un fin, que

es la riqueza misma. ¿Qué es para ti la riqueza?

¿Al servicio de qué fin sirven los medios que

tienes y utilizas? Es esencial hacerse estas

preguntas y tener claro qué objetivos

perseguimos, para que los medios no nos

87

distraigan de la intención que teníamos al

empezar a utilizarlos.

Entre las riquezas que tiene la vida – viajar, leer,

amar, correr, aprender, comer, compartir…- todas

ellas están supeditadas al recurso del tiempo.

Porque es un bien limitado con el que nacemos, y

del cual penden todos los demás placeres,

riquezas, bienes, disfrutes… que podamos tener.

La película In Time presenta una reflexión

filosófica en esta línea: en un supuesto mundo

donde el tiempo es la moneda de cambio, las

personas “pobres” corren a todas partes para

aprovechar cada segundo, y las ricas no quieren

arriesgar ni lo más mínimo para que el tiempo que

tienen a raudales no se vea desaprovechado a

causa de un accidente.

Con minutos de nuestro tiempo, podemos

conseguir dinero, pero con el dinero por el

momento no hemos podido aumentar nuestro

88

tiempo. Creo que esta reflexión ayuda a ser

consciente de hasta qué punto es importante

aprender a gestionar este recurso, para que lo

aprovechemos lo mejor posible.

Tomar consciencia de en qué gastamos el tiempo

nos ayuda a re-establecer prioridades.

Si hay algo que estás haciendo que quieres dejar

de hacer, ahora es un buen momento para decir

“basta” y sacar más horas en aquello que quieres

Si hay algo que estás haciendo y te lamentas de

hacer, pero por alguna razón decides seguir

haciéndolo (ya sea porque apelas a tu “deber”, a

que no tienes más remedio…), te recomiendo que

lo elijas ahora. Que dejes de vivirlo como algo de

lo que no puedes escapar, y lo conviertas en una

elección.

Es decir, o cambias lo que haces, o cambias la

actitud para que lo que hagas te haga sentir

mejor. Al final, lo que te hará sentir feliz en tu

89

vida será lo que decidas que te haga feliz, y si

decides ser el dueño de tu vida y no una víctima,

te será más fácil sentirte cómodo en ella, y en

armonía entre lo que sientes, piensas y haces.

90

15. Recupera la llave de tu mundo interior

“No se nos otorgará la libertad externa más

que en la medida exacta en que hayamos

sabido, en un momento determinado,

desarrollar nuestra libertad interna.” Gandhi

¿Te consideras libre? ¿Crees que tu vida y tu

felicidad dependen de ti? Nacemos con una llave,

que es la que nos abre la puerta a la libertad

interior, a un horizonte inmenso de posibilidades,

sueños, ilusión, amor y riqueza. Y a menudo,

ponemos tanta atención en conseguir otra llave, la

que nos permita controlar lo de fuera, que hasta

podemos llegar a perder la primera, por

distracción. Aquello que no cuidamos, se pierde; y

esa libertad interior con la que nacimos, si no la

ejercitamos, se atrofia como un músculo que no

se utiliza nunca.

91

Nacemos con un poder infinito: el poder que nos

permite ver más allá de un beso, de una frase, de

un gol, de una sonrisa… El poder que nos

proporciona la capacidad de cuestionarnos a

nosotros mismos, de crear máquinas que trabajen

por nosotros, y de aprender incluso a gestionar su

uso para proteger a nuestras especies. Y teniendo

tanto poder, gastamos las energías en conseguir

otro poder que, en cambio, no nos corresponde: el

de controlar a los demás para que piensen, digan,

sientan o hagan lo que queremos; el poder de

cambiar las circunstancias para conseguir más

dinero, más clientes, más amigos, más salud…

Tenemos el poder de escribir un poema, morir por

una causa, llorar de alegría, construir edificios

donde vivir y hasta salvar vidas. Somos capaces

de trabajar a sol y sombra por amor a los

nuestros, retomar el vuelo después de caer y

hasta tropezar dos veces con la misma piedra. ¿Y

queremos más poder? Por suerte, también

tenemos el poder de elegir cómo gestionar

92

nuestra fuerza, nuestra ambición, nuestros deseos

y prioridades.

¡Recupera la llave de tu mundo interior! Mira en el

silencio a ver si la encuentras, o en un cuadro que

te inspire, o en una canción tal vez. Y cuando

estés allí, delante de la puerta, ábrela con esa

ilusión de quien ha encontrado un tesoro. Puede

que encuentres polvo y suciedad si han pasado

meses o años desde que no habitabas en ese

espacio íntimo, pero recuerda que sólo si limpias

todo, podrás encontrar lo que buscas, lo que

realmente te importa.

Podemos elegir qué hacer con nuestro potencial,

pero decidamos lo que decidamos, será nuestra

responsabilidad, y esa elección influirá

decisivamente en nuestra felicidad y en la de los

que nos rodean.

93

16. Los hábitos nos dan forma como un torno de alfarero

“La motivación te pone en marcha; los

hábitos te mantienen en el camino” Jim

Rohn

Dentro de cada uno tenemos una gran fuerza, y la

podemos utilizar a favor de nuestros objetivos,

para sacar nuestro mejor talento, aportar valor al

mundo y dar sentido a nuestra vida, o bien si no

la utilizamos con consciencia y simplemente nos

dejamos llevar por la inercia del día a día,

entonces seremos víctimas de nuestros miedos,

las circunstancias de fuera, o cualquier otro viento

que dirija nuestro barco sin capitán a donde

quiera que sople…

Podemos ser dueños de nuestra vida, y podemos

ejercer nuestra capacidad de elección para cada

vez saber más lo que queremos, y cada vez ser

más consecuentes con ello. 94

Cada día hay que trabajar si queremos realmente

la excelencia, porque como decía Aristóteles, no

es un acto puntual, sino un hábito, algo que se

repite y que comienza por ser una repetición de

una acción, hasta convertirse en parte de lo que

somos.

Los hábitos nos van conformando como torno de

alfarero. Hoy somos la suma de nuestras

95

elecciones y hábitos pasados, y mañana seremos

la suma de los presentes. Por eso, recuerda

ELEGIR, ejerciendo ese músculo poderoso de tu

voluntad, y después de hacerlo, recuerda que si

no practicas cada día, integrando en tu persona y

tus circunstancias esa voluntad que tienes, de

nada servirán las buenas intenciones si no pasan a

acciones y cambios reales.

96

17. ¿Algo te entusiasma? Buena señal de que estás en el camino

“Cuando una persona hace lo que ama, está

benditamente condenada al éxito” Facundo

Cabral

La palabra enthousiasmós viene del griego, y

significa “tener la divinidad dentro“, como si de

algún modo entrara en nosotros para manifestarse

hacia afuera. Por eso, cuando una persona brilla,

saca una fuerza y un carisma inexplicables o

irradia alegría, decimos que está entusiasmada.

No es lo mismo el placer momentaneo que la

alegría profunda, que parece que trasciende el

instante y se acerca más a una sensación de

eternidad, es decir, de estar más allá del espacio y

el tiempo, como los amantes que están en un

momento único, el artista que por fin encuentra la

nota exacta que transmite lo que quiere expresar,

o el matemático que acaba de descubrir algo que 97

llevaba años buscando. Hay momentos

extraordinarios que nos conectan con algo grande

que hay dentro de nosotros, y que nos hace sentir

únicos, y al mismo tiempo parte de un todo

conectado que nos une a los demás, la naturaleza,

la vida…

Pero hoy no quiero hablar de esos momentos

únicos de la vida, esos momentos tan especiales

que ocurren pocas veces, sino de los ecos que se

manifiestan de ellos cada día en las situaciones

más cotidianas.

Son cada vez más las empresas, escuelas y

personas que empiezan a ser conscientes del

lugar clave que ocupan las intuiciones, las

emociones y las experiencias sensibles en nuestra

vida, aprendizaje, creatividad, éxito, felicidad… los

neurocientíficos atribuyen estas cualidades al

hemisferio derecho, y hay quienes hablan de

alma, espíritu u otros términos para referirse a

esta parte misteriosa y maravillosa de nosotros,

98

que se defina como se defina y se avance o no

científicamente en su descubrimiento, es claro que

se manifiesta a través de nosotros y es preciso

comprenderla y liberar su potencial en la medida

de nuestras posibilidades.

Busca el entusiasmo, aunque sea en una dosis

pequeña. Observa en tu día a día en qué

momentos se enciende un poco esa luz verde

dentro de ti que te alerta de que te sientes bien,

de que estás en paz y al mismo tiempo te sientes

vivo, alegre, brillante.

Puede ser una luz casi tenue que se medio apaga,

o puede ser que la sientas con fuerza. Sea como

sea, descúbrela, rasca para indagar más en qué

está indicándote, y después recorre el camino de

tu motivación personal, un camino maravilloso

que te llevará, sin duda, al éxito y la felicidad.

99

18. El talento propio, ese descubrimiento que te cambia la vida

“Un ser humano libre es aquel que, teniendo

fuerza y talento para hacer una cosa, no

encuentra trabas a su voluntad.” Hobbes

¿Por qué dedicamos tanto tiempo desde niños a

aprendernos de memoria hechos históricos, ríos o

escritores, y a desarrollar diversas habilidades de

todo tipo, y apenas dedicamos tiempo y dinero a

descubrir nuestro potencial y conocer las

motivaciones más hondas que nos mueven y

llenan? Descubrir el talento que tenemos es

probablemente la mejor inversión que podamos

hacer a lo largo de la vida. Ahora bien, ¿cómo se

hace? ¿Y cómo saber cuál es nuestro súper-poder?

¿Tenemos uno o varios talentos? Con este tema

ocurre algo parecido a cuando se habla de amor,

¿existen las medias naranjas, el amor en letra

mayúscula? Mi opinión es que el que se ha 100

enamorado, dice que sí, y el que nunca ha sentido

que alguien era LA persona, dirá que no hay un

amor para cada uno. Lo mismo con el talento: si

uno no ha encontrado algo que le apasione

intensamente, que le haga poder decir “he nacido

para hacer esto”, es difícil que crea en el Talento

en mayúscula.

¿Quizá eso signifique que el talento único o las

medias naranjas son excepciones para unos

pocos? ¿O será que la predisposición a creer en

algo hace que lo veamos, y cuando no creemos en

ello, no lo vemos? Sea como sea, las personas

que han encontrado su elemento, su vocación, su

talento, o como quiera uno llamarle, expresan la

enorme felicidad que esto les ha supuesto, igual

que un enamorado que dice sentir un antes y un

después en su vida. Por tanto, ¿por qué cerrarse a

la posibilidad de vivir algo gratificante que nos

pueda colmar de felicidad?

101

¿Cómo saber qué talento tenemos o descubrir el

talento de un hijo o alumno? Siguiendo con la

analogía del enamoramiento, parece igual de

ineficiente obsesionarse y crearse altas

expectativas sobre ello como cerrarse en banda a

la posibilidad de que suceda. En ambos extremos,

cegados por nuestras ideas de la mente,

desconectamos de la experiencia del momento, y

por tanto es difícil que podamos decir “ahá”,

“heureka”, “lo encontré”.

El afán por conocer liberar nuestro potencial y

motivación no deben confundirse con la

idealización de un encuentro perfecto con el

trabajo de nuestras vidas. Crearnos altas

expectativas acerca de la felicidad o la plenitud

personal no nos ayuda a lograrlas, sino que nos

hace encerrarnos en nuestras fantasías mentales.

La manera de encontrar el talento, como ocurre

con el amor, consiste simplemente en estar

preparado. Es decir, que no se puede hacer nada

102

para provocarlo, pues no depende de nuestro

control racional, que tanto nos gusta muchas

veces, y que alimenta esta sociedad de consumo,

donde todo lo que quiero parece que pueda

comprarlo con dinero. Si quieres ver un Murillo,

debes darle un carrillo, como dice el refrán

popular. El talento se descubre cuando uno trabaja

con constancia y no deja de escuchar afuera, de

estar conectado con el presente, para poder

recibir de fuera “el feedback” de lo que hemos

hecho: la respuesta de los demás, del mercado,

de las circunstancias… Sería algo similar a lo que

hace el científico: formula teorías, y después

experimenta y observa lo que dice la realidad,

para poder sacar conclusiones y seguir

investigando.

Es precisamente en la danza entre actuar y

escuchar, como un baile acompasado entre

nosotros y la vida, donde surge la inspiración, el

“ahá” que nos hace decir, si estamos preparados y

creemos en ello, “esto es lo que llevo toda la vida

103

buscando, y ahora lo comprendo; esto sí que sabe

a felicidad.”

Y es maravilloso cuando uno encuentra un trabajo

que le hace feliz, teniendo en cuenta que -al

menos en nuestro sistema actual y en la gran

mayoría de los casos- vamos a necesitar trabajar

el resto de nuestra vida si queremos sobrevivir

económicamente. Por eso, encontrar nuestro

talento es un gran hallazgo para la vida. Como

decía Cabral “cuando una persona ama lo que

hace, está benditamente condenada al éxito“.

Sobre ello profundizo más en un antiguo artículo

sobre la señal inequívoca del entusiasmo para

conocer nuestro camino en la vida.

¿Cómo sacar partido a nuestro “superpoder”?

La forma de sacar partido a nuestro super-poder

es precisamente conseguir que no se ponga en

nuestra contra ni en la de los demás, y por ello es

esencial, primero de todo, conocerlo y

104

comprenderlo bien, y en segundo lugar, aprender

a gestionarlo. Por ejemplo, supongamos que una

persona adora bailar pero resulta que en su día

decidió estudiar farmacia y trabaja en la farmacia

familiar.

Cuando se da cuenta de lo que realmente es “lo

suyo”, piensa que es demasiado tarde, porque

tiene hijos a los que mantener y ya tiene una

edad como para ponerse a estudiar para ello. En

ese caso, puede centrarse en lamentarse por no

poder bailar profesionalmente, o pensar que ha

perdido toda su vida en la farmacia por culpa de

que sus padres en su día le inculcaron que

estudiara carrera universitaria, o centrarse en el

presente y disfrutar de ese descubrimiento para

llenar su vida con una nueva afición por las

tardes.

Pongo este ejemplo en negativo porque creo que

ayuda a darse cuenta de que no estamos nosotros

para nuestro talento, sino éste para nosotros.

105

Si las herramientas que la vida nos pone delante

para ser felices las convertimos en una carga,

entonces estamos dejando que sean las

circunstancias las que definan nuestra realización

personal, en vez de capitanear nosotros nuestra

propia vida y nuestra felicidad.

Nuestro talento se convertirá en algo gratificante

para nosotros y valioso para el mundo si primero

lo aceptamos tal y como viene, como parte de

nuestro contexto personal concreto, y nos

centramos en aprovechar sus beneficios en vez de

esclavizarnos a su antojo y alimentar nuestro ego

con un sentimiento de grandeza caduca.

106

19. Sal de tu pecera, ¡asoma la cabeza al mundo que te rodea!

“Somos enanos a hombros de gigantes”

Chartres

En la era de la tecnocracia, a veces parece que el

que no sabe de tecnologías, no sabe de la vida. Y

nos olvidamos de que hemos llegado hasta aquí

como parte de toda una evolución, de todo un

progreso, el cual debemos a nuestros

antepasados, y a nuestros mayores. Vamos a

hombros de gigantes, y se nos ha olvidado que

somos enanos, que no somos gigantes, sino

aprendices igual que en toda la Historia, pero con

la suerte de que hemos nacido con mucho

ganado, con mucho aprendido, construido y

desarrollado.

Decía Ortega y Gasset en su libro “La rebelión de

las masas” que el problema del hombre medio de

nuestro tiempo es que no es agradecido, 107

creyendo, como niño mimado, que todo lo que le

ha venido dado siempre ha estado ahí, sin

cuestionarse lo que ha supuesto llegar hasta la

situación actual. Creo que vivimos en unos

tiempos en los que más que nunca necesitamos

mantener una visión amplia, con perspectiva.

Perspectiva histórica, para que sepamos capaces

de situar nuestro presente histórico en un

contexto, donde nuestros antepasados han

preparado el terreno para que hoy seamos

quienes somos y tengamos lo que tenemos, y

nuestros descendientes necesitan que hagamos lo

mismo para que tengan una tierra habitable.

Perspectiva social, para que el individualismo no

nos lleve a olvidar nuestra comunidad familiar, de

vecinos, social, política, humana y universal.

Perspectiva personal, para que miremos más allá

de nuestro ego, y seamos capaces de recordar

que no somos nadie sin la ayuda de los otros y del

resto de la naturaleza, y que si no trabajamos en

108

equipo, no podemos sobrevivir como especie ni

como individuos.

Perspectiva espacial, para que no olvidemos que

la Tierra es un planeta más en un Universo de

proporciones insospechadas, y dentro del Planeta,

somos uno entre más de 7 mil millones de

habitantes humanos, y miles de millones de seres

vivos.

La perspectiva amplia no es algo que se adquiere

y ya está, sino que necesita ser mantenido

constantemente, como el que riega una planta, y

al mismo tiempo es como un globo, que crece con

aprendizajes y experiencias nuevas, como el globo

se hincha con el aire.

Fácilmente nos apoltronamos en la zona de

confort de nuestras ideas, nuestras necesidades y

nuestro mundo individual, y es preciso tener una

actitud auto-crítica y la motivación por

cuestionarse constantemente, para poder seguir

109

manteniendo una mirada abierta, que permita que

los árboles no nos impidan ver el bosque.

Y muchas veces, la depresión, la negatividad o los

miedos vienen de que hemos perdido esa

perspectiva necesaria, que aunque a veces pueda

hacernos sentir insignificantes o tristes, en

realidad está más cerca de producirnos una

felicidad, sostenible, auténtica y compartida.

110

20. ¡No podrán detener la primavera!

“Podrán cortar las flores, pero nunca podrán

detener la primavera” Pablo Neruda

Cuando uno trabaja duro, muy duro, por un

proyecto, unas oposiciones, una relación o una

prueba de alta competición, a menudo no ve

frutos, no toca resultados. Con nuestro

crecimiento personal a veces pasa lo mismo, que

caminamos por un túnel de dificultad, de

incertidumbre… no sabemos cuándo ni cómo

saldrá la luz; cuándo veremos el resultado, ni

siquiera sabemos si lo llegaremos a ver, si

realmente conseguiremos aprender a escuchar

más, o empezar a ser más organizados, o más

sinceros, o más luchadores o más generosos; o

cualquier meta personal que uno pueda tener.

En esos momentos, oscuros, sombríos… donde

nada se manifiesta fuera, uno puede sentirse

111

frustrado, crearse expectativas, enfadarse o dejar

de luchar. Es una opción. Pero también puede

elegir otra opción; centrarse en su interior, en lo

que realmente está bajo su control: dejar que se

manifieste su fe, su coraje, su constancia, su

fortaleza… Es en la dificultad donde tenemos la

oportunidad de probarnos a nosotros mismos que

no son los resultados los que nos mueven, sino

nuestra confianza y voluntad internas.

Si bien creo que la búsqueda del resultado no es

lo importante, ni el motor más poderoso para

alcanzar nuestros objetivos, tengo confianza

profunda en que, como dice la cita bíblica, “quien

busca encuentra, y a quien llama, se le abre“.

Cuando ponemos agua a hervir, podemos

quedarnos mirándola por minutos pensando que

no pasa nada, pero es en un momento dado, un

mero instante, cuando de pronto el agua pasa a

burbujear y está hirviendo. Es lo que se llama la

“masa crítica”. A menudo no sabemos cuándo

112

llegará a hervir el agua de nuestra búsqueda

personal o profesional, pero si tenemos paciencia

y confianza, podremos verlo algún día, ¡o al

menos no será porque no lo hemos intentado!

Podrán desmotivarte, decirte que tu proyecto no

saldrá a la luz, que tu empresa no tiene sentido

ponerla en marcha en plena crisis, que tu relación

no tiene solución o que el pronóstico del médico

es inamovible, pero tu fe, tu confianza, tu fuerza

interior, tu lucha… ¡nadie te las puede quitar!

113

21. Nunca es demasiado tarde

“Debemos vivir y trabajar, en cada

momento, como si tuviésemos la eternidad

ante nosotros” Gabriel Marcel

A menudo nos ponemos limitaciones en la mente

que se transforman en muros reales que creamos

nosotros mismos frente a los sueños que no nos

permitimos tener. A esto en coaching se le llama

creencias limitantes, y se diferencian de las

creencias potenciadoras en que estas primeras

nos dificultan conseguir nuestros propios

objetivos. Una creencia limitante típica es creer

que “la edad es un obstáculo”: hay muchas

personas que sienten que por ser demasiado

mayores, -o demasiado jóvenes, pero de eso

hablaremos otro día-, no pueden hacer algo.

Joana Raspall, poetisa catalana fallecida

recientemente, es un ejemplo en este sentido: al

114

parecer, tras una vida envuelta en su pasión por

los libros, podía haber fallecido a los 68 años sin

una sola obra publicada. Pero nada le impidió

seguir activa al soplar sus 70 velas, publicando

una extensísima obra a la que dedicó más de 30

años (de los 68 a los 100). Según cuenta el

alcalde de su localidad, a sus cien años de edad

“todavía tenía muchas cosas que hacer y fuerza

para llevarlas a cabo”. Se puede decir de ella que

murió muy viva, y me parece que representa un

ejemplo de que nunca es demasiado tarde.

115

Joana Raspall no pensó: “ya tengo toda una vida

hecha, ya sólo me queda prepararme para morir”.

Tampoco pensó “no me queda nada por vivir”. Se

centró en vivir su día a día desde lo que le hacía

feliz, y la certeza de la edad sólo sirvió de

aliciente para no distraerse ni perder el tiempo. Y

esto es otra muestra más de que ante la misma

noticia: “tengo poco tiempo”, hay personas que

deciden lamentarse, y hay otras que toman las

riendas de su vida y convierten ese aviso en una

oportunidad para poner en la práctica el clásico

“carpe diem“.

Por eso, no te autoengañes con respecto a tu

realidad concreta, pero tampoco te aferres a

muros imaginarios, creados por tu mente. ¿Cómo

saber la diferencia? Uno necesita arriesgarse para

conocerla. La única manera de conocer los límites

es llegar hasta ellos y tratar de saltarlos. Aprende

a diferenciar prudencia de miedo, para que

puedas aprovechar tu experiencia y aprendizajes,

116

sin que éstos te impidan seguir creciendo,

aprendiendo, creando y, sobre todo, siendo feliz.

El hecho de que unas determinadas cualidades

suelan atribuirse a la edad en términos genéricos,

no pueden ir por encima de nuestra observación

concreta, de cada caso concreto. Cuando cogemos

un modelo de lo que deberían ser las cosas y lo

ponemos por encima de lo que tenemos delante,

estamos desconectando de la experiencia, y

resulta difícil crecer o aprender. La falta de

habilidades o de experiencia puede ser un límite,

pero también puede tener el remedio del

aprendizaje, siempre que alguien esté dispuesto a

pasar por ahí. Esto ocurre con el tema de la edad,

pero es extensible al género, la cultura… y tantos

otros estereotipos sociales, que si bien se basan

en datos reales, pueden convertirse en un

enemigo de nuestro crecimiento si los tomamos

en términos absolutos, y se imponen por encima

de nuestra vida real y nuestra voluntad personal.

117

En conclusión: con una actitud positiva y una

mente abierta, muchos muros desaparecen, y

aquellos que quedan, pueden empezar a llevarse

mejor. Siempre y cuando el no lograrlo sea una

consecuencia de haberlo intentado. Si uno vence

sus prejuicios, puede retar a la suerte y cambiar

su destino, como hizo Joana Raspall, o tantos

otros que retaron las estadísticas y dieron un paso

más allá de lo esperado.

118

22. Aprendizaje, neuroplasticidad y tecnología

“Procuro no cargar mi memoria con datos

que puedo encontrar en cualquier manual,

ya que el gran valor de la educación no

consiste en atiborrarse de datos, sino en

preparar al cerebro a pensar por su propia

cuenta y así llegar a conocer algo que no

figure en los libros” Albert Einstein

Últimamente estamos dejando de realizar tareas

mentales que hasta hace pocos años la tecnología

no nos podía proporcionar. A día de hoy, cabe

preguntarse cuál será el precio de “delegar a las

máquinas” acciones como recordar los números

de teléfono por nosotros, calcular una ruta para ir

a una dirección concreta, o mostrarnos la reseña

de un libro. Si bien avanzamos en muchos

sentidos, necesitamos preguntarnos en cuáles

estamos retrocediendo, y cómo aprender a

119

encontrar el equilibrio entre avanzar y conservar

aquello que ya funcionaba.

Según las investigaciones más recientes en

neurociencia, el viejo mito de que el adulto ya

tiene el cerebro formado y es más difícil que

aprenda o cambie, se ha desmoronado. Estas son

algunas de las claves de los últimos hallazgos en

este ámbito:

Cada vez que aprendemos una nueva

habilidad o adquirimos nueva información,

desarrollamos una nueva área en el cerebro

para ella.

Cuanto más se practica un nuevo

aprendizaje, más se especializa ese área del

cerebro. Mucha práctica de algo, por tanto,

permite una predisposición natural cada vez

mayor a ello, y por tanto, resulta más fácil.

120

El aprendizaje en modo multi-terea es muy

poco efectivo, siendo sólo útil a corto plazo.

El aprendizaje dura más si se pone atención

e intención en lo que se está haciendo.

En la medida en que nuestra esperanza de

vida va en aumento, el 50% de las personas

mayores sufre un deterioro en sus

capacidades cognitivas.

Actividades como aprender una nueva

lengua o una habilidad física o mental

reactivan la plasticidad del cerebro.

Prácticas como la visualización o la

meditación, modifican patrones de actividad

cerebral y puede fortalecer la empatía, el

optimismo o la sensación de bienestar.

Por tanto, la ciencia y la tecnología actuales nos

permiten conocer hasta qué punto nuestra mente

121

es flexible y adaptable, y al mismo tiempo,

nuestro acceso a esas mismas herramientas que

nos posibilitan conocer mejor al Universo y a

nosotros mismos, y tener muchísimas

posibilidades estupendas con las que antes no

contábamos, también están suponiendo un

problema para nuestro desarrollo neuronal en la

medida en que no aprendemos a utilizarlas de la

mejor manera posible. Creo que la clave no está

en demonizar las tecnologías, ni tampoco en

idolatrarlas, sino en aprender a usarlas como lo

que son, herramientas, al servicio de que

tengamos una vida plena, en sentido sostenible en

el tiempo y armónico en todas las áreas que

integran nuestra persona y sociedad.

El horizonte es muy positivo, y a cualquier edad,

siempre que estemos dispuestos a trabajar todos

los días nuestro cerebro, como el que trabaja un

músculo yendo al gimnasio, realizando ejercicios

de entrenamiento mental y superando la pereza

mental que nos facilitan las tecnologías.

122

¿Cómo podemos entrenar nuestra mente?

Practicando la memoria, la imaginación, la

capacidad de concentración, el razonamiento

espacial, la capacidad de abstracción… Para seguir

preparados para los desafíos de la vida y tener en

el mejor estado nuestra mejor herramienta: la

propia mente.

De hecho, precisamente las tecnologías nos

ofrecen muchas herramientas, como aplicaciones

de smartphones o tablet, y miles de juegos online,

donde entrenar la mente haciendo ejercicios de

este tipo. Podemos hacer que los avances jueguen

a nuestro favor, en vez de que nos alejen de

nuestros objetivos y limiten nuestro gran potencial

como personas.

123

23. Las personas positivas también lloran

“La vida te pone pruebas, y si no pasas el

examen, lo tienes que repetir una y otra

vez” Wayne Dyer

Cuentan que Edison, antes de inventar la

bombilla, cuando llevaba un año haciendo pruebas

que habían fracasado del todo, le alentaron a

dejarlo por inútil, y dijo: “No he fracasado, sólo he

descubierto 999 maneras de cómo no hacer una

bombilla“.

El propio Steven Spielberg fue rechazado tres

veces de la escuela de cine University of Southern

California’s School of Cinematic Arts. Los Beatles

fueron rechazados por Decca Records con estas

palabras: “los grupos con guitarras no están de

moda, deberían continuar su venta de discos en

Liverpool”. En todos estos ejemplos se puede ver

lo que manifiesta el protagonista de En busca de

124

la felicidad, un ejemplo de persona luchadora y

perseverante, que persigue su objetivo hasta que

lo consigue y enfoca la lucha positivamente, pero

no le falta en el camino dificultad, llanto y hasta

momentos de duda.

Uno de los almirantes del ejército de Estados

Unidos en la Guerra de Vietnam, que estuvo

cautivo y fue torturado durante ocho años, cuando

sobrevivió y al cabo del tiempo le preguntaron en

una entrevista qué clase de prisioneros eran los

que fallecían y cuáles los que lograron salvarse,

dio una respuesta sorprendente: dijo que los que

no sobrevivieron fueron aquellos que no paraban

de repetir: “saldremos de aquí, en Navidad ya

estaremos liberados y habremos vuelto a casa”.

No lograron superar aquellas torturas los presos

que ponían fecha de regreso, y mantenían unas

expectativas que cuando no se cumplían, se

sentían frustrados e iban perdiendo la esperanza,

hasta que finalmente se rendían sin más fuerzas.

125

(Así explica el libro “Empresas que sobresalen” de

Jim Collins).

Por tanto, antes de ser positivo, pregúntate qué

necesitas llorar, como el que antes de ordenar un

armario, lo vacía y lo limpia a fondo, y después

comienza a poner todo en su sitio. Porque la

fuerza poderosa de la positividad se nutre del

aprendizaje que sólo obtiene el que está dispuesto

a pasar malos momentos y así superarlos y

llevarse un conocimiento de la experiencia.

“Malo o bueno, ya se verá”, que decía el sabio

maestro del cuento zen. Porque no sabemos

nunca si aquello que nos está pasando hoy y

parece malo o un obstáculo para nuestra meta,

puede ser una pieza clave que necesitábamos y no

lo sabíamos. Necesitamos aceptar el dolor que

venga para poder aprender algo de él, y sólo

entonces, podremos seguir adelante.

126

24. Pensamiento alternativo: una habilidad clave en momentos de crisis

“En los momentos de crisis, la imaginación

es más importante que el conocimiento”

Albert Einstein

A veces creemos que la única forma de ahorrar es

gastar menos, pero se nos olvida que ya tenemos

muchos recursos, es decir, que muchas de las

cosas que tenemos en un viejo baúl de los

recuerdos podrían convertirse en nuevas

oportunidades para nuestro día a día. Por ejemplo,

una camiseta rota puede convertirse en una pieza

de tela divertida para dar color un pantalón

vaquero, o el armario viejo que ya no queda bien

en el salón a la vista de los invitados puede

ponerse en posición vertical en la habitación para

poner la colección de zapatos.

127

También estas épocas de escasez nos recuerdan

que lo que parecía necesario, no tiene por qué

serlo siempre. El dinero es la moneda de cambio

que ha inventado nuestra cultura, pero no es la

única. Los pueblos primitivos utilizaban el trueque,

y en la actualidad ya son muchas las personas que

comienzan a incorporar este tipo de

planteamientos y métodos alternativos. ¿Por qué

comprarse un lavaplatos si el vecino se ha

comprado uno nuevo? ¿Y si resulta que ese mismo

vecino necesita una barbacoa, pero yo la tengo en

la terraza cogiendo polvo?

Igual que ocurre con cosas que queremos

comprar, también pasa con servicios que

queremos contratar. A veces uno deja pasar el

tiempo sin arreglar el aire acondicionado porque

no tiene dinero, y se pasa las horas tratando de

salir del paro y ser contratado como fotógrafo,

cuando resulta que tiene un amigo que necesita

un fotógrafo para su boda y arregla aires

acondicionados.

128

¡Nunca se sabe dónde puede estar la oportunidad

de ahorrar o salir ganando, pero de lo que se trata

es de tener los ojos bien abiertos para cazarla al

vuelo cuando aparezca!

Tenemos recursos limitados, pero tenemos una

imaginación ilimitada, y si la utilizamos a nuestro

favor puede proporcionarnos grandes ventajas,

sobre todo en momentos de crisis como éste. Y

así, lo que parecía un problema que era la falta de

dinero, puede ser la ocasión perfecta para

descubrir nuevas opciones, desvelar un nuevo

talento, comenzar a valorar más las pequeñas

cosas, ser más ecológicos… y sobre todo,

superarse a uno mismo sacando la versión más

positiva y constructiva que tenemos dentro si

somos capaces de explotarla.

129

25. Dialogar es mucho más que intercambiar palabras

“El concepto que usted tiene sobre mí no va

a cambiar quién soy, pero sí puede cambiar

mi concepto sobre usted” Doctor House

(personaje de la serie de televisión)

Cuando nos comunicamos con los demás, a

menudo se interponen entre nosotros los filtros

que tiene cada uno, a partir de los cuales

interpretamos lo que escuchamos, o ponemos una

determinada carga de intencionalidad en lo que

decimos. Una misma palabra puede tener

connotaciones muy diferentes para cada persona,

y una misma frase puede entenderse de

diferentes maneras, según las asociaciones que

hagamos a lo que escuchamos, en función de

nuestras experiencias anteriores.

Con el tema de las tecnologías, estas posibles

confusiones aumentan, porque en el lenguaje 130

escrito no hay entonación o lenguaje no-verbal

para indicarnos esos matices, y por esa razón, una

frase dicha en un mail o en un whatsapp, uno

puede entenderla en clave de humor, de enfado,

de seriedad, de confianza, de amistad, de amor…

Por suerte, se inventaron los emoticonos, que ha

sido la forma más parecida que hemos encontrado

por el momento a la expresión de emociones a

través de texto, y es cierto que facilita mucho la

comunicación y la interpretación de la misma, al

menos a mi modo de ver.

Cuando nos paramos a analizar algo que nos ha

sucedido o que nos han dicho, y conseguimos

separar lo que realmente ha pasado de lo que

hemos interpretado nosotros después, podemos

obtener mucha información acerca de creencias

que tenemos, es decir, acerca de ideas que

tenemos interiorizadas sobre cómo son las cosas,

las personas, la vida, nosotros mismos…

131

1. El primer paso es detectar la diferencia entre

los hechos y nuestras interpretaciones.

La escalera de inferencia es un modelo que se

estudia en Mindfulness para comprender este

proceso, y al comprenderlo, se hace más fácil

comenzar a aplicar esa distinción en casos

concretos del día a día.

132

2. El segundo paso es identificar la creencia que

ha motivado la interpretación.

Por ejemplo, en el caso de la foto de arriba, sería

preguntarse qué significa para nosotros “ignorar”,

qué sentimientos y pensamientos vienen

asociados a sentirnos ignorados. Esto permite que

separemos lo que ha sucedido de lo que hemos

sentido, y que comencemos a ejercitar

mentalmente el hábito de mirarnos desde fuera

cuando sintamos algo negativo, para aprender a

superarlo desde lo que Aristóteles llamaba “auto-

distanciamiento” (separarse de uno mismo,

porque eso es como mirarse como si fuéramos

otra persona, y permite que nos ayudemos a

nosotros mismos como si de un amigo se tratase)

3. El tercer paso es sustituir la creencia por otra

que nos ayude más.

Por ejemplo, ante la creencia “siempre me ignora”

puede ser que tengamos otras creencias

133

asociadas, como podrían ser “si algo pasa más de

una vez es que pasa siempre” o “soy una persona

que la gente ignora” o “esta persona es una

grosera”. Todas ellas se pueden sustituir si no nos

hacen felices, puesto que las creencias no son

hechos, sino que tienen más relación con

elecciones que hacemos nosotros de cómo vivir

los hechos. Por tanto, ante la duda, más vale

presumir la inocencia, como se dice en Derecho, o

dicho de otro modo, más vale pensar lo que mejor

nos haga sentir y sea más constructivo para

nuestras relaciones.

4. Por último, una vez aprendemos de nuestras

presunciones hechas hasta ahora, la clave para

mejorar nuestra comunicación sería aprender a

separar los hechos de nuestra interpretación.

Deberíamos desarrollar una mayor presencia en

nuestras conversaciones, para comprender el

significado que el otro ha querido dar a una

palabra, en lugar de aferrarnos a nuestra forma

134

de entenderlo, de modo que cada vez nos

coordinemos mejor unos con otros, facilitemos la

crítica constructiva cuando sea necesaria y

podamos tener conversaciones cada vez más

auténticas, respetuosas, honestas y efectivas.

135

26. Del victimismo al protagonismo

“No busquemos culpables, sino soluciones”

Ford

En un momento dado, mirar hacia el pasado

puede ser útil para aprender, pero sólo cuando el

foco está dirigido hacia el futuro y orientado a la

acción, podemos ver cambios reales. Esto es

especialmente necesario cuando uno mira el

pasado para sentirse mal. Toda la energía que

gastamos en buscar un culpable o en sentirnos

mal por los errores del pasado, la estamos

perdiendo para encontrar una solución.

Cada minuto que paramos a quejarnos, a

lamentarnos o criticar, es tiempo que nos resta

para cambiar las cosas que no nos gustan, y al

mismo tiempo son pensamientos y emociones que

nos provocan malestar y nos debilitan en la lucha

que nos quede por delante.

136

Ser felices está en nuestras manos, y si bien es

cierto que la queja nos dificulta serlo, podemos

centrarnos en buscar soluciones, y entonces

pasaremos de ser pasivo-agresivos, a ser

asertivos. Porque no se trata tanto de recrearse

en resentimientos, en frustración o rabia, sino

aprovechar la fuerza que nos sale cuando algo no

nos gusta y queremos cambiarlo, para orientar

ese empuje hacia adelante, hacia la acción y hacia

una aportación constructiva, que se centre más en

lo que quiere conseguir, que en lo que quiere

evitar, pues es la manera más efectiva de

conseguirlo y, sobre todo, permite ser feliz

mientras tanto – y hacer felices a los que nos

rodean –, que casi siempre es de lo que se trata

en el trasfondo de la mayoría de decisiones

humanas.

137

27. Si cambias, ¡se te tiene que notar!

“No podemos no comunicar” Paul Watzlawick

El hecho de que la sociedad nos etiquete puede

resultar molesto muchas veces, e incluso ser una

barrera de crecimiento y desarrollo de las

personas, pero tiene su utilidad: aporta seguridad,

tanto a quien etiqueta, que tiene la sensación de

poder prever la conducta de las personas en gran

medida, y a quien es etiquetado, que tiene un

marco de acción dentro del cual puede

desenvolverse sin grandes preocupaciones, pues

es lo que se espera de él.

Por eso, cuando rompemos en algún sentido esa

etiqueta, nos sentimos fuera de la zona de

confort, y también ponemos a los demás en esa

posición. Eso hace que muchos prefieran no

moverse de su rutina, o haya quien estalle un día

138

y necesite cambiar de ciudad o comunidad para

poder desenvolverse sin dificultad.

¿Entonces? ¿Es positivo el cambio o es positivo

mantenerse dentro de lo que hemos ido siendo?

No hay una opción mejor, bajo mi punto de vista,

pero sí que es necesario asumir que cada decisión

tiene sus consecuencias. Lo importante no es si

cambiamos o nos mantenemos, sino más bien, si

cambiamos porque es lo que queremos y si nos

mantenemos porque es lo que queremos. Cada

uno necesita ser fiel a sí mismo, y si no lo somos,

ya sea por miedo, dudas, prejuicios,

perfeccionismo… a largo plazo se acaba pagando.

La única manera de encontrar la paz es aceptar lo

que se ha hecho y volver a hacer una elección: o

cambiar lo que se ha hecho hasta ahora, o

cambiar la actitud o la creencia que subyace en

nuestra elección, de forma que consigamos el

objetivo final: estar en armonía entre lo que

queremos y la vida que vivimos, para tener paz.

139

Cuando cambiamos, cuando tomamos una

decisión clave o nos sucede algo que nos

transforma, necesitamos comunicarlo al mundo,

para que nuestro pequeño impulso interior se

extienda hacia afuera, y transforme nuestro

entorno, facilitando al mismo tiempo que se

consolide nuestra decisión, nuestro giro, nuestro

compromiso, nuestro cambio. En esta idea se ha

basado la tradición en las diferentes culturas del

mundo, con rituales como cortar el pelo, poner un

anillo, cambiar el nombre o vestir con un

determinado traje a una persona que entra en una

nueva fase. Esto ancla un cambio, no sólo en el

sujeto que lo vive, sino también en la sociedad

que lo percibe visiblemente.

La sociedad, nos guste o no, tiende a

posicionarnos, a etiquetarnos y colocarnos en un

compartimento. Si decisimos basar en dichas

etiquetas nuestras futuras decisiones, ya sea para

someternos a ellas, o para rebelarnos contra ellas,

140

en ambos casos estaremos siendo reactivos, y

víctimas de lo que ocurre fuera de nosotros. En

cambio, si decidimos responder desde lo que

somos y lo que es acorde con nuestros valores

personales, seremos dueños de nuestra vida en

vez de víctimas de los movimientos sociales o los

planes ajenos. Sin embargo, una cosa es que no

nos condicionemos por la sociedad, y otra bien

distinta es que dejemos de relacionarnos con ella.

Como dice Paul Watzlawick, “no podemos no

comunicar“, por tanto, más vale elegir de qué

forma conectamos con nuestro entorno, teniendo

en cuenta que comunicar es una acción bilateral e

inevitable, mientras vivimos en sociedad.

Por tanto, creo que es importante, además de

tomar elecciones, decidir cómo vamos a

comunicarlas con nuestro entorno, porque esto va

a tener un impacto directo en el futuro de nuestra

elección actual. Esto afecta a decisiones vitales,

pero también a las elecciones más simples y

cotidianas, como por ejemplo, cuando uno se

141

propone un día comenzar a ser más alegre, a

hacer más deporte o a ser un mejor jefe.

¡Pues se te tiene que notar, por mucho que sea

más cómodo mantenerse discreto y no

arriesgarnos a perder esa seguridad de las

etiquetas que tenemos. ¿Cómo comunicamos?

Comunicamos con nuestra ropa, nuestra forma de

hablar, el volumen de la voz, la forma de caminar,

la risa, la forma de mirar, de estrechar la mano,

de coger un bolígrafo, de comer… Y, aunque no

queramos, comunicaremos con esto todo lo que

somos, porque la comunicación no verbal revela

desde nuestro inconsciente lo que hay dentro de

nosotros. Pero si elegimos de forma consciente ir

transformando el exterior conforme se cambia el

interior, facilitaremos ese giro, y que lo que

empezó por ser una buena intención, se convierta

en un cambio REAL.

142

28. ¿Te gusta viajar? Escucha

“Si hay un secreto del buen éxito reside en

la capacidad para apreciar el punto de vista

del prójimo y ver las cosas desde ese punto

de vista así como del propio” Ford

Muchas veces soñamos con hacer grandes viajes

para conocer monumentos, personas, culturas,

vidas, paisajes… y nos olvidamos de mirar lo que

tenemos delante. En este sentido, creo que cada

persona es todo un viaje por hacer, y si nos

queremos adentrar en él, desarrollando la escucha

profunda, con curiosidad y haciendo preguntas…

podemos descubrir muchas cosas fantásticas y ver

el mundo desde otra perspectiva.

Dentro de la mente de cada persona hay

recuerdos de experiencias, aprendizaje

acumulado, ideas, sueños… asomarse a la ventana

de la mente de otra persona nos puede enriquecer

143

mucho, y para ello es preciso estar dispuesto a

escuchar y también a ver las cosas de forma

diferente, como quien se pone las gafas 3D para

ver de otra forma, pero en este caso es como si

cada persona tuviera su tercera dimensión. Y

adentrarnos en el mundo de otro no implica

perder nuestra identidad, de la misma manera

que el que viaja no deja de tener amor por su

tierra de origen. Escuchar y viajar a los mundos

de otros no implica perder lo que tenemos, sino

acumular más: más perspectiva, más aprendizaje,

más amplitud de miras y, en última instancia, más

sabiduría.

Escuchar es, por tanto, un camino para

enriquecernos, además de un regalo para quien es

escuchado, que se siente valioso al ser visitado. Y

dicha escucha nace de la combinación de una

actitud y un hábito.

144

La actitud necesaria para escuchar parte del

respeto, la curiosidad y la creencia de que

diferente no significa mejor ni peor.

El hábito de escuchar se desarrolla callando

y preguntando, pero sobre todo y

especialmente, trabajando el “mindfulness”

o atención plena, es decir, aprendiendo a

estar presente en lo que estamos, con todos

los sentidos, emociones y pensamientos en

lo que está sucendiendo, tanto fuera como

dentro de nosotros, consiguiendo una

armonía entre lo que queremos, lo que

hacemos, lo que sentimos, lo que decimos y

lo que aprendemos.

145

29. No podemos cambiar el pasado, ¿o sí?

“Todo es según el color del cristal con que

se mira” Campoamor

Escuchaba el otro día decir a un poeta (Joan

Margarit) que de toda una biografía de nuestro

pasado, siempre acabamos por recordar unas

pocas cosas que, si las juntáramos todas, darían

para dos horas de película, pero no son nada dos

horas comparado con todos los años realmente

vividos. Es decir, que en realidad, archivamos en

nuestra memoria apenas unos fotogramas de la

película de nuestra vida, y de nosotros depende

cuáles elegimos.

Por otro lado, hay cosas que nos han pasado que

son tangibles y no opinables, pero hay muchas

otras que depende de cómo las interpretamos, las

podemos vivir de muy diferentes maneras, como

puede ser una frase que nos dice una persona, un

146

gesto, un silencio… Por tanto, hay una parte

importante de lo que nos ha sucedido en relación

con otras personas que lo hemos transformado de

algún modo con nuestra forma de vivirlo, como

puede ser eventos recordados de la infancia, de

nuestros padres, de nuestro colegio, de nuestros

primeros amores… Hemos fijado muchos

recuerdos anexos a sensaciones subjetivas,

interpretaciones nuestras y emociones.

Por tanto, podemos cambiar el pasado, y no me

refiero a la máquina del tiempo, sino a estas dos

formas:

Primero, re-eligiendo qué fotogramas de la

película queremos recordar y dejando de

alimentar recuerdos que no nos hacen

felices ni enriquecen. “Recuerda la lección,

pero olvida el error” sería el lema que

recomiendo en este sentido. Porque aquellas

cosas del pasado que nos han provocado

dolor, ya sea por algo que hemos hecho o

147

que nos ha ocurrido, sólo sirve que las

recordemos por el aprendizaje que

conllevaron, pero si arrastramos además la

carga emocional, nos condenamos a re-vivir

infinitas veces un dolor, que si dejásemos ir,

nos limitaríamos a haberlo vivido una sola

vez.

Segundo, podemos re-interpretar aquellas

cosas que nos sucedieron y que les dimos

un significado: por ejemplo, una mala

experiencia con una persona, que podemos

transformar en menos mala, o en algo que

nos ayude a sentirnos mejor, o a

perdonarnos, o perdonar.

En la película Origen (Inception) se profundiza

sobre esto: la capacidad que tenemos de entrar

en nuestra propia mente y re-construirla a favor

de lo que nos hace felices.

148

También habla de algo similar el conferenciante y

escritor Joe Dispenza, que explica que hay

personas que están ancladas a una idea sobre lo

que son basándose en algo que les ocurrió que no

pueden dejar de recordar. Por ejemplo, una mujer

que se describe a sí misma diciendo: “soy la

mujer que fue abandonada por su marido hace 7

años”. En este sentido, el escritor americano

señala que podemos elegir qué historia contamos

sobre nosotros mismos, y qué historia nos

contamos a nosotros mismos, y ello repercutirá en

nuestra auto-percepción, nuestra percepción de la

vida y, por tanto, terminará por ser decisivo en las

personas que seamos a partir de ello.

La vida es demasiado corta para lamentarse;

demasiado dura como para sufrir experiencias

repetidamente en la mente… y demasiado bella

como para distraerse con sentimientos negativos

auto-provocados.

149

30. De tu fragilidad puedes sacar fuerza

“En las grandes crisis el corazón se parte o

se curte” Aristóteles

A veces ponemos la atención en lo que nos falta,

en todo lo que no tenemos todavía, o no somos

todavía, o no hacemos todavía… y olvidamos que

muchas veces lo que queremos en sentido más

profundo ya está, delante de nosotros, pero no lo

estamos viendo, porque tenemos demasiada luz

que nos ciega; o tenemos demasiado ruido que

nos impide escuchar las sutilezas de esa melodía

clara.

Grandes descubrimientos fueron fruto de

aparentes casualidades, donde el científico, el

explorador o el artista topaba con algo inesperado

que no entraba dentro de sus cálculos,

predicciones o acumulación de datos. Por eso,

cuando creas que para tomar una decisión

150

necesitas pensar más, o para conseguir un

resultado necesitas más dinero, o para sentir una

determinada emoción necesitas estar con alguna

persona, recuerda: la vida no es tanto un

problema a resolver como un misterio por

descubrir.

Es vaciando como encontramos plenitud, y es en

la fragilidad donde resurge una fuerza poderosa.

Porque sólo el que está dispuesto a sentir dolor

puede experimentar una alegría profunda, y aquel

que sabe apreciar el silencio puede pronunciar

palabras elocuentes. El “sí puedo” que hace vibrar

paredes; el “te quiero” que inunda un corazón…

brotan como un manantial inmenso y lleno de

fuerza desde lo profundo de un alma que ha

conocido experiencias difíciles y que en algún

momento ha tenido que cuestionarse a sí mismo.

No es experto en coraje aquel que no conoce el

miedo, sino el que lo ha visto cara a cara, se ha

enfrentado a él, y ha tomado la firme decisión de

151

superarlo. Porque no es en la mediocridad del que

no arriesga donde se aprende, sino en la valentía

del que se atreve a equivocarse, a fracasar, a

pasar momentos duros, confiando siempre en que

merece la pena, aun cuando no siempre se vean

los frutos, y sea preciso mantener, además del

coraje, la fe.

Es en el ese último segundo cuando el boxeador

que se levanta, pudiendo desfallecer, gana una

fuerza inconmensurable. Esas situaciones difíciles

que tenemos en la vida nos ponen delante la

oportunidad de crecer y encontrar esa fortaleza

interior que tenemos cuando elegimos, cuando

somos fieles a nosotros mismos, y cuando

superamos barreras grandes, reforzando dentro

de nosotros la creencia de que somos más que

nuestros muros; que nuestra grandeza no viene

de no caer, sino de aprender a levantarnos y

retomar el vuelo con más fuerza.

152

31. Grandes placeres gratuitos que regala la vida

“Al cabo de los años he observado que la

belleza, como la felicidad, es frecuente. No

pasa un día en que no estemos, un instante,

en el paraíso.” Borges

Es increíble la creatividad que uno puede llegar a

desarrollar cuando le faltan recursos. De hecho,

éste es el principio de la economía: que los bienes

son escasos. Si no lo fueran, no sería preciso

aprender a gestionarlos, ni preocuparse por ganar

o perder. Por eso esta crisis ha despertado la

creación de nuevos negocios, de grandes

iniciativas no lucrativas, de movimientos sociales,

de la aparición de nuevos artistas… Creatividad,

por tanto, muchas veces va de la mano de la

escasez. Como escuché decir hace poco en una

entrevista a la periodista Cristina Fallarás, lo

bueno de perderlo todo es que uno deja de tener

miedo absolutamente, y cuando se pierde el 153

miedo, es mucho más fácil que uno se aventure

en lo que realmente le apasiona.

Me gusta bastante la idea de preocuparse poco y

más bien ocuparse. Pero mientras nos ocupamos,

cada uno trabajando lo mejor que pueda, por salir

de este “chaparrón”, podemos pasarlo bien dentro

de las posibilidades. Porque la vida sigue siendo

corta, incluso para estar “de crisis”. Y cuando digo

la vida me refiero a lo que realmente importa.

¿Qué es lo que realmente importa para ti y cuánto

tiempo, energía, atención… y, sobre todo, ilusión,

estás poniendo en ello?

Vivimos en una época histórica sin precedentes,

donde cada vez hay más recursos y acceso a

información. La red está llena de personas y

entidades que de forma gratuita promueven

intercambios de favores, crowdfunding,

plataformas open-source, cursos gratuitos de

Youtube… Gracias a miles de programadores,

bloggeros, profesores, artistas… tenemos

154

Wikipedia, Google, foros sobre temas de lo más

increíbles y específicos, vídeos con partituras,

recetas de cocina, clases de todo tipo de temas…

Si quieres alguna inspiración para dar rienda

suelta a tu creatividad al servicio de tu felicidad,

aquí pongo un listado de cosas apetecibles que

uno puede hacer gratis.

Investiga sobre un tema que te apasione

Sal de las redes sociales, y adéntrate en las

profundidades de algún tema que te atraiga:

¿pintura?, ¿equitación?, ¿música rock?,

¿gastronomía?… Elige un personaje que te

interese de la Historia o de la actualidad; o bien

elige un lugar al que te encantaría viajar; o elige

un/a artista que quieras descubrir más a fondo.

¡Ten curiosidad, aprende, descubre, explora!

Recuerda aquellas cosas que realmente te

encantan y riega esa semilla de tu pasión interior,

155

para que esa energía te ayude después a afrontar

situaciones del día a día.

Canta

Sí, así de simple. Quizá de las aficiones más

baratas. Al hacerlo, quizá al principio puede que te

cortes, o que te salga poca voz, o que te sabotees

pensando que no lo haces bien, o que no consigas

terminar la letra de la canción. Pero en seguida

eso se pasa, y llega el momento “mágico” en que

te sale con naturalidad, y de una canción saltas a

otra, porque te vas acordando. Funciona mucho

con canciones de la infancia, porque conectan con

tu lado inocente e infantil y ayudan a que te

desinhibas, dejando de lado tus prejuicios y

miedos que te impiden disfrutar al máximo.

Cantar libera mucho, activa nuestra parte

emocional, regulariza nuestros pulmones y toda la

respiración, y termina por relajarnos. Probarlo no

cuesta nada, y como decíamos, es gratis :)

156

Sal a pasear con tu pareja.

Simplemente pasear es algo increíble. Si no,

acuérdate de cuando acabas de enamorarte:

disfrutabas muchísimo sólo con su mera

compañía. Re-descubre a la persona enamorada

que hay en ti, porque sigue ahí, y no sólo está

enamorada de tu pareja, sino también de la vida

que te rodea. Como dice Fancundo Cabral, “no

estás deprimido, estás distraído. Distraído de la

vida que te puebla: delfines, mares, montañas…”

Si no tienes pareja, o no puede

acompañarte en el paseo, sal solo, y

recuerda disfrutar de tu soledad, que

también enriquece mucho el espíritu.

Ser capaces de estar y disfrutar solos nos permite

también vivir mejor en compañía. Porque quien se

conoce y se quiere, quien disfruta consigo mismo,

sin duda también regala más de eso a los demás.

Por otro lado, el silencio nos ayuda a descubrir

157

cosas que con el ruido de las palabras no “oímos”.

Y sea dicho de paso: con pareja también está muy

bien practicar el silencio juntos de vez en cuando.

¡Lo recomiendo vivamente!

Coge alguno de esos libros llenos de polvo

de tu estantería…

¿Alguno tendrás, no? Volver a leer un libro ya

leído tiene el encanto de que nos ayuda a auto-

conocernos y a comprender cómo hemos

cambiado y evolucionado desde la última vez que

lo leímos. ¡Qué diferente parece a veces la misma

cosa con el paso del tiempo!

158

Y si quieres libros nuevos por leer, imagino

que tendrás cerca alguna biblioteca

municipal.

Son lugares fantásticos, llenos de libros, de

personas de diferentes edades y estilos… y con un

silencio muy agradable que permite sentirse

acompañado y al mismo tiempo concentrarse en

algo, cosa de la que uno no siempre puede gozar

en la ciudad o en casa.

159

Ayuda a alguien

Regala una sonrisa, un comentario amable, tu

tiempo, tu esfuerzo, tus conocimientos… Ayudar a

otros nos ayuda a salir de nuestro egocentrismo y

a ganar perspectiva sobre la vida de otros,

además de ser una manera de aportar a los

demás y compartir la felicidad.

Apúntate a algún concurso

¡Tal vez ganes y no es como la lotería: no habrás

gastado dinero, y encima puede que descubras

que aquel talento oculto que tienes triunfa más de

lo que piensas! Y si no, mientras tanto, lo habrás

pasado bien haciendo algo que te gusta hacer.

Seguro que si tienes ganas encuentras un modo

de disfrutar, porque al final es una elección

personal. La cuestión es si amas la vida lo

bastante como para disfrutarla, y si te quieres lo

160

bastante como para otorgarte el permiso para ser

feliz.

161

32. La asertividad: necesaria para convivir con otros y uno mismo

“La felicidad se alcanza cuando lo que uno

dice, lo que hace y lo que piensa están en

armonía” Gandhi

Tanto en la vida personal y social como en el

ámbito profesional, a veces damos tanta prioridad

a ser “educados”, evitar conflictos, complacer a los

otros o mantener una apariencia, que dejamos de

decir lo que realmente pensamos o sentimos. Esta

capacidad de expresar lo que uno siente o lo que

uno necesita se llama asertividad, y practicarla es

muy útil para mejorar las relaciones

interpersonales y laborales, además de facilitar el

rendimiento y la salud física y mental.

En una relación personal, o en las empresas u

organizaciones, a menudo priman culturas del

silencio, culturas basadas en el miedo hacia uno

de los miembros, donde quien calla y quien es 162

temido son co-responsables de un juego de

víctima-verdugo, en una dinámica de

dependencia.

Otra opción contraria a la asertividad, pero esta

vez por exceso, es la violencia. Muchas veces el

que calla demasiado tiempo acaba por ser violento

al abrir la boca por fin, porque no ha aprendido a

gestionar sus palabras, a elegirlas, sino que es

esclavo de ellas, porque las ha tenido sobre-

controladas.

Posibles causas de que esto ocurra:

No saber lo que quiero

Saber lo que quiero en una parte de mí,

pero auto-engañarme a causa de un miedo

o de otra cosa que quiero con más fuerza y

es incompatible.

163

Saber conscientemente lo que quiero pero

tener miedo a comunicarlo por las

consecuencias que ello pueda conllevar.

Saber lo que quiero, comunicarlo, pero

decorar mi discurso para proteger otras

causas, como la necesidad de complacer, el

miedo a perder una relación, a ser menos

valorados, a herir a otra persona…

Si uno quiere algo y no lo dice, se produce una

incoherencia interna entre lo que quiere y lo que

hace o expresa, y esto a largo plazo puede

acabarse somatizando en una enfermedad física, o

incluso uno puede pasar de un extremo al otro: de

la sumisión a la violencia.

Nuestra cultura ha evolucionado mucho en la

protección contra la violencia, sin embargo a

menudo hemos confundido ser violento con ser

honesto o directo, y esta confusión de términos ha

desembocado en que las personas desarrollemos

164

una tendencia a la pasivo-agresividad. En las

empresas se suele hablar de la “cultura del

silencio” y a menudo en las relaciones de pareja

puede verse también. Uno siente que si no dice

nada y no se queja, evitará problemas, pero

normalmente esto no es más que una forma de

posponerlos, alimentarlos e incrementarlos con el

paso del tiempo.

Callar puede ser útil en un momento dado, pero

contra-producente con el paso del tiempo. La

asertividad es más sostenible en el tiempo que

una sumisión conformista o complaciente, que

además suele llevar consigo una agresividad

latente: la pasivo-agresividad.

¿Qué es un comportamiento pasivo-agresivo?

A veces pasa que decimos que sí a algo cuando

realmente quisiéramos decir que no, pero creo

que es importante diferenciar dos formas de

hacerlo: no es lo mismo ceder en favor de otros

165

con la voluntad interior de hacerlo, que ceder

desde la resignación, la frustración o la sumisión.

Esto segundo es lo que se llama comportamiento

pasivo-agresivo. Ocurre, por ejemplo, cuando no

queremos ir a un evento social pero decimos que

sí por cortesía, y al final estamos allí con mala

cara y casi es peor que no haber ido. También

pasa cuando una persona cercana nos pide un

favor, y lo hacemos aunque no nos apetezca, pero

después un día que nos coge enfadados por otras

razones con esa persona, acabamos echándole en

cara aquel favor.

¿Qué efectos tiene la pasivo-agresividad?

Hace que retengamos emociones que al no

ser liberadas nos producen estrés y malestar

internos

Ataca directamente a la confianza de la

relación personal o laboral

166

Afecta al rendimiento, puesto que la falta de

información de las necesidades dificulta

mucho su satisfacción

La asertividad al final no es otra cosa que ser

libres y responsables de nuestras acciones y

expresiones, lo cual nos aporta coherencia, y ésta

trae consigo una paz interior que libera todo

estrés, miedo o rabia que uno pudiera sentir. Por

eso, para dejar de ser pasivo-agresivos y poder

liberar nuestros enfados o cualquier otra emoción

negativa sin caer en convertirnos en violentos,

sólo se puede resolver tomando una elección

interior, una elección libre: o bien empiezas a

decir lo que realmente quieres sin miedo pero con

respeto, o de lo contrario empiezas a querer lo

que tienes, sin alimentar por dentro tus

pensamientos de oposición o frustración.

No podemos dejar de salvaguardar lo que

queremos por ninguna otra causa, y en caso de

que lleguemos a la conclusión de que lo que

167

queremos salvar es más importante incluso que

nuestra voluntad, no debemos olvidar que aunque

creamos que estamos protegiéndolo (la causa, la

persona…), en última instancia, acabará por

perjudicar incluso a ésta finalmente, porque no

podemos proteger ni salvar nada si primero no

nos salvamos a nosotros mismos. Una

comunicación asertiva, tanto en la vida personal

como en el ámbito profesional, es clave para crear

relaciones auténticas, y para que sean sostenibles

en el tiempo, y es la garantía de nuestro bienestar

personal, y de nuestro mejor desempeño.

168

33. Expectativa o felicidad, ¿qué eliges tú?

“La decepción es una especie de quiebra, la

quiebra de un alma que se gasta demasiado

en la esperanza y expectativa” Eric Hoffer

Como el agua y el aceite, a veces parece que las

expectativas o sueños y la felicidad se tocan, pero

tarde o temprano se separan, y debemos elegir un

camino u otro.

¿Nirvana sin deseo o perseguir objetivos? ¿Se

puede vivir el presente caminando hacia un futuro

mejor? ¿Puede hacernos feliz una constante

expectativa? ¿Es la felicidad algo que siempre se

desvanece, como un sueño futuro que nunca se

alcanza? La expectativa y la felicidad a menudo

hay personas que las relacionan, por esa

sensación agradable y emocionante que sentimos

cuando esperamos ganar un premio, nos

arreglamos para quedar con alguien muy especial, 169

preparamos una fiesta, organizamos un viaje…

¿pero realmente esa sensación puede

considerarse felicidad?

Hay quien considera que la felicidad es

precisamente esa ilusión de la espera y de la

imaginación hacia un futuro mejor, y cuando al

conseguir lo que esperaban se les pasa esa

emoción intensa, piensan que es mejor la espera

que el resultado, porque el resultado se les ha

quedado cortos. Es decir, que lo que les motiva a

elegir la espera como el momento más feliz del

proceso es la decepción del resultado.

Por el contrario, en mi opinión felicidad y placer

son conceptos diferentes, y cuando nos centramos

en las expectativas, podemos experimentar placer,

pero difícilmente alcanzaremos felicidad. La

felicidad es a la expectativa lo que el agua al

aceite: pueden parecer unidas por un momento,

pero en seguida se separan radicalmente,

colocándose una sobre la otra. De nosotros

170

depende cuál preferimos, y lo que elijamos nos

llevará a una vida u otra.

¿Entonces dejemos de soñar?

Los sueños aportan felicidad si no son en forma de

expectativa, es decir, si los alimentamos como

algo que nos ayuda a conectar con nuestros

valores, a visualizar qué queremos y por qué

camino queremos andar, y a sentirnos bien en el

presente. Los sueños se convierten en enemigos

de nuestra propia felicidad cuando se impregnan

de expectativa, e hipotecamos la felicidad a plazos

de éxitos, o a resultados que no dependen de

nosotros ni se encuentran en el presente.

La felicidad necesita de presente, porque está

directamente ligada a la realidad, a la vida. Las

expectativas, por el contrario, se alimentan del

ego, de las ideas de nuestra mente que nos alejan

de nuestra situación real, dificultan la aceptación,

y crean un camino hacia el futuro que no parte de

171

los recursos que realmente tenemos y de nuestros

valores, sino de los miedos y los deseos que se

han apoderado de nosotros, como se apodera el

ego del ser, alejándonos de nuestra esencia.

La felicidad presente nada tiene que ver con el

conformismo. Aceptar el dolor actual y aquellos

aspectos de la vida, de nosotros mismos, nuestra

pareja, nuestra salud, nuestro trabajo… que no

nos gustan, es necesario para poder mejorar en

cualquiera de esos aspectos. La mejora continua

se alimenta de la consciencia de la no perfección,

y la felicidad se alimenta de la aceptación de la

falta de control.

Los objetivos nacen del ser, porque parten de una

escucha profunda de uno mismo y del mundo,

mientras que las expectativas nacen de deseos de

la mente racional, que crea teorías de lo perfecto,

correcto o modélico, y nos somete a un personaje

sobre nosotros mismos y una proyección sobre lo

que es la vida, que nos obliga a cumplir un partón

172

auto-impuesto, que lejos de hacernos felices, nos

ata a una constante sed de más, de la que se

alimenta la expectativa.

¿Qué pasaría si pudiesen crearse, como en Matrix,

una pastilla para la felicidad y otra para la

expectativa? ¿Qué pondría en sus prospectos?Si

quieres vivir una vida de montañas rusas y

frustraciones, toma la pastilla de la expectiva, y

vivirás grandes momentos emocionantes de

alegría y de tristeza.

Vivirás esperando al fin de semana, y a las

vacaciones, y al aumento de sueldo. Y conseguirás

probablemente muchas de ellas. Pero también tu

expectativa alimentará miedos del futuro, así que

te esforzarás por hacer deporte con la expectativa

de no ponerte nunca enfermo, pero no siempre lo

conseguirás porque no se pueden prever nunca

todos los factores. Así que tendrás que abrir las

puertas al sufrimiento tanto como a las grandes

emociones de euforia.

173

Si eliges la pastilla de la felicidad, te dolerán

muchas cosas a tu alrededor que no son perfectas

y que te gustaría que lo fuesen, pero vivirás con la

paz de quien acepta y la fuerza de quien confía en

que lo que es, es por algo. Podrás disfrutar de los

pequeños regalos que pasarán inadvertidos a

quienes tienen la vista puesta en el futuro y en

algo concreto que quieren atraer para sí. Verás

oportunidades donde otros no las verán, y cazarás

al vuelo aprendizajes y experiencias inesperadas.

El dolor será tu compañero, junto con el amor y la

alegría serena.

174

HERRAMIENTAS PRÁCTICAS

175

1. Tu batería motivacional

Igual que cargamos la batería del móvil cuando

nos falta, necesitamos recargar la batería de la

motivación, para seguir con la energía necesaria

para el quehacer diario.

Cuando estamos motivados rendimos más,

estamos más saludables, disfrutamos más y

además hacemos estar más a gusto a los que nos

rodean; así que todo son ventajas.

Por eso, te recomiendo unos pasos para mantener

siempre recargada la batería motivacional:

1. Crea una lista de tus TOP TEN

motivacionales, aquellas cosas que siempre

te ayudan a subir la energía, a sentirte

mejor.

176

2. Cada vez que notes que baja tu energía,

coge la lista y realiza una actividad.

3. Anota después de realizar cada actividad la

fecha y hora en que lo has hecho, para que

vaya quedando un seguimiento; y también

una puntuación en función de cuánto te ha

motivado.

177

4. Cada fin de semana revisa tu lista, y analiza

si hay algunas actividades que has puesto y

nunca has hecho, y también aquellas que

hayan tenido poca puntuación. Porque a

veces nos hacemos una idea equivocada en

la cabeza sobre nosotros mismos, y creemos

que nos motiva algo que en realidad no, o al

revés, y resulta que hay cosas que no

imaginábamos que nos motivaba y resulta

que sí. Por eso merece la pena revisar la

lista y actualizarla si es necesario.

178

2. PALT o Protocolo de actuación contra tus ladrones del tiempo

Tus ladrones del tiempo son todas las cosas,

personas, ideas... que te roban tiempo, y pueden

ser de dos tipos:

Ladrones externos: redes sociales,

interrupciones, una persona que te quita

mucho tiempo…

Ladrones internos: son esos saboteadores

en tu mente que te limitan, haciendo que

pierdas tiempo: no saber decir que no, ser

perfeccionista, no saber delegar, tener

necesidad de complacer a todo el mundo,

posponer las tareas…

¿Cómo gestionar a los ladrones del tiempo? El

PALT o protocolo de actuación de tus ladrones del

tiempo. Necesitamos crear un protocolo de

actuación, pues es la forma de que, una vez

identificados los ladrones que tenemos, no 179

caigamos en ninguno de los extremos: dejarnos

llevar como una veleta por esos ladrones, o por el

contrario reaccionar bruscamente cuando

aparezcan.

1. Primero, identifica: ¿qué te quita tiempo?

Apunta a lo largo del día las interrupciones

que tengas mientras realizas cada tarea.

180

2. Decide, ¿qué quieres cambiar y qué

necesitas aceptar?

3. Establece pautas. Toma medidas prácticas

para cambiar lo que quieras cambiar. Por

ejemplo, ¿cómo gestionar una interrupción?

Podemos establecer unas horas del día en

que nos pueden interrumpir y pedir a las

personas que el resto del tiempo no

interrumpan. Otra opción menos radical es

establecer una pregunta para hacer cada

vez que alguien nos interrumpa, por

ejemplo en el despacho: “¿es urgente?”. Si

contestan que sí, se acepta la interrupción;

y si contesta que no, entonces se pospone la

visita o se le pide a la persona que nos

envíe un e-mail. También podemos

gestionar el whatsapp: podemos establecer

unas horas al día para leer los mensajes no

urgentes y el resto del día sólo mirar

181

aquellos que sean sobre citas o temas

urgentes.

4. Comunica. Avisa a las personas para que

sean conscientes, te apoyen y se coordinen

mejor contigo.

Lo importante es que tomes consciencia de dónde

se te va el tiempo, y que encuentres la forma de

gestionar cada vez mejor ese rico bien que es el

tiempo, para poder ser más feliz, ganando en

productividad y bienestar.

182

3. El modelaje para tomar decisiones

183

Cuando uno se siente abrumado por un exceso de

información, bloqueado por muchas ideas o

emociones, o confuso por voluntades

contradictorias, es difícil tomar una decisión. Pero

tomar decisiones es una de las formas más

seguras de ser felices de forma sostenible e

íntegra, porque nos ayuda a comprometernos, a

ser responsables y a ubicarnos en una identidad,

unos valores y un marco de actuación.

Para salir del colapso, muchas veces es útil poner

en práctica la herramienta del modelaje, que se

utiliza mucho en el mundo del coaching y consiste

en elegir unos modelos de actuación e imaginar

qué dirían o harían ellos en tal situación. Esto

ayuda a salir fuera de la caja, cambiar de

perspectiva y ver aspectos y matices que desde

uno mismo costaba ver. También es eficaz para

establecer prioridades y conectar con valores

fundamentales que uno tiene, pues normalmente

las personas que uno elige como referentes suelen

184

ser personas que tienen valores fundamentales

para quien le admira. Además, en el día a día

muchas personas cuya opinión no nos importa en

absoluto nos regalan consejos de lo que

deberíamos hacer, y si no hacemos el ejercicio de

elegir proactivamente aquellas personas (aunque

sea de forma mental) que sí queremos que nos

aconsejen, sólo recopilaremos los consejos que de

forma pasiva recibamos de fuera.

¿Cómo poner en práctica esta herramienta?

Haz una lista de 10 personas que han

pasado por tu vida (o que siguen a día de

hoy) que admiras especialmente: un

profesor que tuviste de niño, tu abuela, tu

padre, tu mejor amigo de la infancia, un jefe

que tuviste… También puedes incluir una

figura pública, o un personaje de ficción que

te encante.

185

Identifica tu problema, duda, preocupación

o necesidad actual. Por ejemplo,

imaginemos que no sabes si seguir en tu

empresa, o te planteas un cambio de

ciudad, o no sabes qué carrera estudiar, o

estás pensando en abrir una nueva línea de

negocio, o no tienes claro el colegio al que

deben ir tus hijos… sea cual sea la situación

concreta en la que estés, toma consciencia

de tu problema actual.

Pregúntate qué haría ante dicho problema

cada una de esas personas de tu lista de los

Top Ten: qué te aconsejaría, qué le llamaría

la atención, qué priorizaría…

Después, toma tu decisión con coraje y

confianza, tomando en consideración esos

consejos virtuales de tus referentes más

importantes.

186

4. El efecto dos contra uno

Esta herramienta sirve para mejorar en la

resolución de problemas, mejorar el bienestar

físico, mental y emocional y minimizar los daños

cuando nos sucede algo negativo.

187

Se basa en un concepto de la psicología que es el

triángulo emoción-sensación-pensamiento. Hay

que diferenciar estos tres elementos, porque

normalmente cuando decimos que estamos mal,

siempre es o bien porque tenemos una sensación

física negativa, o bien porque sentimos una

emoción negativa, o bien porque tenemos un

pensamiento negativo rondando por la cabeza. Y

el problema es que a menudo, cuando tenemos

algo de esto, pasamos a completar el triángulo.

Me explico: pongamos que estás trabajando

tranquilamente y recibes un correo electrónico de

tu jefe que te da un feedback negativo. Lo que te

pasa inmediatamente es que afecta a tus

emociones, porque has recibido un impacto

emocional. Pero en vez de simplemente sentirte

mal con esa emoción, pasas a empezar a pensar

cosas que te hacen sentir peor. Y a continuación,

tu cuerpo empieza a sudar, aumenta tu

respiración, te empieza a doler la cabeza… Vamos,

188

que caes en un círculo vicioso, o en este caso

podríamos decir, un triángulo vicioso.

Pero también puede pasar desde cualquier otro

ángulo de tu triángulo: pongamos que te levantas

con mucho dolor de cabeza y vas a trabajar. A raíz

de eso, cualquier cosa te la tomas peor que de

costumbre, y todo lo interpretas de forma

negativa.

Darte cuenta de que la causa de tu malestar es el

dolor de cabeza, el hambre, el sueño, el clima o

cualquier otro factor que afecta a tus sensaciones

físicas, puede ayudar a que no vayas más allá

sacando teorías negativas sobre ti mismo, otras

personas, tu trabajo, la vida…

El efecto dos contra uno viene a ser que cuando te

sientas mal físicamente, te des cuenta de que es

físico. Lo identifiques.

189

A continuación, céntrate en estar bien

emocionalmente y tener pensamientos positivos,

de tal forma que ganen dos contra uno, y a fuerza

de empujar positivamente del otro lado, ayudes

más a empujar el problema de donde venía.

190

5. El animómetro: gestiona tus emociones

Igual que existe el termómetro, que mide la

temperatura de un lugar, el animómetro vendría a

ser una herramienta para medir y regular

emociones.

191

¿Cómo emplear el animómetro para auto-

regularnos?

Te propongo lo siguiente:

Primero necesitas crear tu Animómetro:

dibuja un termómetro en una hoja o en una

tablet, y píntalo de color para medir tu

estado emocional presente.

Establece tu “punto de equilibrio”: igual que

podemos establecer 21 grados centígrados

como temperatura de una sala, podemos

establecer un “punto de equilibrio” como

podría ser “sentirme tranquilo y activo, ni

demasiado nervioso ni dormido, ni

demasiado triste ni demasiado eufórico“.

Marca ese punto en tu animómetro, como

meta de equilibrio para tratar de buscarla en

el día a día.

192

Comienza a utilizar tu Animómetro: date

cuenta de cómo estás en cada momento, y

si sientes que necesitas relajarte, añade

dosis de relax, o si necesitas más energía,

sube la energía.

Para ello utiliza recursos como la música, un café

o una tila -según lo que necesites-, el deporte, la

naturaleza, un podcast, una conversación, una

persona, ejercicios de respiración… Pero recuerda

que más allá de los recursos externos, lo primero

es que asumas la responsabilidad de tu estado de

ánimo, y sólo si crees que depende de ti y que

también tus recursos internos y tu voluntad

influyen en los resultados, podrás hacer algo al

respecto. También recuerda que no se pasa de

cinco grados bajo cero a diez grados sin pasar por

el cero: las emociones cambian de forma

progresiva, y por eso es importante que te centres

en pintar y despintar raya a raya, celebrando

pequeños éxitos, en la búsqueda del equilibrio y el

balance emocional que necesites.

193

¿Qué puede aportarte tener un animómetro

activado?

Regular las emociones para mantener un cierto

equilibrio en el día a día ayuda a enfrentarse a los

problemas cotidianos con más claridad y fuerza

mental. Por otro lado, es la manera de evitar caer

en extremos como una crisis de ansiedad

inesperada debida a mucho estrés acumulado mal

gestionado, o reaccionar de forma

desproporcionada a un acontecimiento, gritando a

alguien que no corresponde o en una situación

inadecuada.

194

6. CQC: una estructura comunicativa para mejorar las relaciones personales

Existen muchas estructuras generalizadas

socialmente, como por ejemplo el saludo. Hacer

un gesto con la mano, decir hola… son formas de

transmitir una información de forma convencional

sin tener que pensarlo mucho. Nos ahorra tener

que crear unas frases únicas cada vez que nos

encontremos con alguien, como podrían ser: “noto

que estás aquí delante de mí”, “me alegro de tu

presencia”, o lo que sea.

Pero más allá de las estructuras socialmente

aceptadas, cada grupo social, como puede ser un

equipo de trabajo, una familia o cualquier

comunidad, puede crear las suyas propias. Para

que sean eficaces es importante que sean fáciles

de recordar, y para ello ayuda que sean cortas, y

que jueguen con siglas o metáforas, para facilitar

el recuerdo con trucos mnemotécnicos.

195

Aquí os propongo una estructura que me parece

especialmente positiva y eficaz. Se llama CQC y

significa:

No Cuestiones

No te Quejes

No Critiques

196

Pongamos que en un equipo de trabajo tienen

todos claro que no quieren ser personas tóxicas,

pero es fácil que en el día a día se le pueda olvidar

a uno de vez en cuando, así que si se ponen de

acuerdo en una reunión y deciden que cada vez

que alguien se queje, o critique o cuestione a los

otros, se le dice CQC, sin más explicaciones ni

discursos, entonces será más fácil que la

comunicación fluya, todos estén alineados en sus

objetivos y, además, se evita un peligro de cierto

tipo de buenos propósitos: que si uno se queja y

otro le dice “no te quejes”, eso mismo ya es una

queja, así que entran en un bucle del que es más

difícil salir.

Por eso, os propongo introducir pequeñas

estructuras consensuadas con vuestros entornos

personales y sociales. Es muy útil para mejorar las

relaciones personales y la productividad personal

y grupal, ya que permite centrarse en lo

importante y minimizar el desgaste de lo menos

trascendente.

197

7. Acciones raíces

198

Acciones raíces les llamo a las tareas que en sí

mismas no tienen resultados y por eso a menudo

las posponemos, y sin embargo, son las que

ayudan a realizar otras tareas que sí necesitamos

hacer en el día a día, o incluso hacen que dichas

tareas cotidianas mejoren, se hagan más deprisa

y con más calidad y menos desgaste.

Aquí pongo algunos ejemplos:

Si entro en la semana con mucho trabajo

pendiente y he ordenado el escritorio de mi

ordenador, es probable que la forma en que

afronte cada tarea concreta de mi rutina

profesional sea diferente que si todo está

desordenado, los archivos son difíciles de

encontrar, etc.

Otro ejemplo: hago una lista de tareas que

me permite durante la semana ahorrar

tiempo en decidir qué hago.

199

Preparar la semana: la ropa de toda la

semana, la comida, la música, aplicaciones

móviles útiles…

También hacer un curso de inglés que llevo

tiempo queriendo hacer. Resulta que si

dedico tiempo a mejorar mi inglés, dedicaré

menos tiempo cada vez que recibo o escribo

un correo a traducirlo en Google Translator.

Quiero contratar a un coach para hacer

cambios significativos, pero siempre lo

pospongo.

¿Cómo actuar ante este tipo de acciones?

Establece un tiempo cada 3 meses para

hacer un brainstorming, hacer una

selección, con un listado de las que te son

más útiles y pueden mejorar tu calidad de

vida y productividad.

Establece un tiempo a la semana para

realizar una de toda la lista de tareas

200

escogida. Con una a la semana es

suficiente, ya que el día a día requiere de ti

para tareas con resultados inmediatos, pero

si cada semana realizas una tarea raíz y

consigues convertirla en hábito, entonces

ganarás tiempo y calidad cada vez más en el

resto de tareas.

201

8. Hábitats de creatividad y motivación

No es lo mismo querer motivarte, que realmente

hacer algo por ello. Igual que no es lo mismo

simplemente decir a tu equipo de trabajo o a tus

compañeros que quieres que haya optimismo y

creatividad en tu empresa, que realmente

incentivarlo con la creación de espacios para que

se produzca más fácilmente.

202

Esto es lo que hace, por ejemplo, Google. Porque

tiene claro que en el trabajo hay que pasárselo

bien, y por eso los espacios de trabajo de esta

compañía son espectaculares. Pero bueno, no se

trata aquí necesariamente de hacer grandes

inversiones en renovar las estructuras de la

empresa, sino en cambiar los espacios mediante

cosas sencillas. A veces basta con la iluminación,

el sonido y algunos complementos.

Aquí te pongo algunos ejemplos:

Un equipo de ventas, por ejemplo: por la

mañana les das una charla para empezar el

día. No es lo mismo que les digas unas

palabras y ya está que si coges y pones todo

plotters con frases motivacionales, fotos,

una música que dé fuerza…

O en la sala de reuniones, ¿quieres que la

gente participe, se motive y dé ideas? Pon

unos folios en blanco que puedan coger en

203

cualquier momento, y pon también

rotuladores de colores, varias pizarras para

que puedan hacer brainstorming. O ¿quieres

que no haya tensiones? Pon una planta, una

fuente de agua relajante, música de

ambiente… y quita barreras. En las

formaciones de coaching en empresas, por

esta razón, solemos quitar las mesas y

poner a toda la gente en círculo.

Precisamente para que fluya más la

comunicación, la creatividad…

Incluso en casa, ¿quieres que tus hijos se

motiven a hacer los deberes? Ponles unos

colores que les animen, una foto de la playa

a la que iréis de vacaciones si saca buenas

notas…

ALGUNAS IDEAS CLAVE:

Juega con colores

Da toques de música si puedes

204

Sustituye formas cuadradas por redondas

Crea símbolos: por ejemplo, el símbolo de

tu equipo, la foto de un proyecto, un mural…

Rompe barreras y jerarquías

Estimula el hemisferio derecho

¿Qué estás haciendo, además de hablar y decirlo,

para incentivar la creatividad y motivación en tu

gente: tus equipos, las personas que te rodean, tu

familia, amigos, hijos… y contigo mismo para

motivarte e inspirarte tú?

205

9. Congela la imagen: una herramienta de bienestar

206

Cada vez más empresas integran el Corporate

Wellness, es decir, el bienestar corporativo como

una forma de entender las organizaciones y el

trabajo, dado que recientes investigaciones han

venido a demostrar que la productividad está muy

conectada con el bienestar físico y mental, y por

tanto, tiene sentido, más allá del valor personal

que pueda tener, invertir en la calidad de vida de

los trabajadores.

Asimismo, en el ámbito personal muchas veces se

nos olvida cuán importante es nuestro estado

físico – y no sólo el mental – para trabajar bien,

rendir bien y poder mantener una vida normal sin

dificultades.

Por ello, quiero proponerte un sencillo ejercicio

para que tomes consciencia de tu bienestar actual

y puedas hacer algo para mejorarlo si es que es

necesario. Te invito a que lo practiques mientras

lees, y también te propongo que si te es útil lo

207

incorpores como un hábito a tu día a día, para

recordarlo de vez en cuando y parar a escucharte

más, escuchar tu cuerpo.

Quédate quieto/a, con la postura exacta que

estuvieras cuando hayas leído esto, sin cambiarla

para el ejercicio. Esto es fundamental porque se

trata de ser conscientes de dónde estamos, y si

nos adelantamos a ir a donde queremos estar en

vez de primero aceptar y tomar nota de la

situación actual, difícilmente aprenderemos y

mejoraremos.

Observa y pregúntate:

¿Cómo está mi cabeza, mi cara? ¿Está tensa

mi mandíbula? ¿La frente está arrugada? ¿El

cuello está forzando la postura?

¿Cómo es el resto de mi postura corporal?

¿Tengo los brazos y las manos relajadas?

208

¿Cómo están mis piernas y mi espalda? ¿Me

siento cómoda/o en la posición que estoy?

¿Qué tal es mi respiración? ¿Profunda o

superficial?

Cambia tu postura, tu expresión facial, tu

respiración y lo que necesites cambiar para

sentirte mejor y reducir la tensión. Si no sabes

cómo hacerlo, puedes hacer ejercicios de

respiración, meditaciones guiadas o hacer

ejercicio para liberar tensiones. Si tienes poco

tiempo para grandes actividades, dedicar un

simple minuto a respirar profundamente, expirar e

inspirar con tiempo y tranquilidad y tomando

consciencia de tu cuerpo, te puede ayudar mucho

a relajarte, y esto beneficiará tu estado físico y tu

productividad.

209

10. Binomio riesgo-beneficio

La herramienta binomio riesgo-beneficio es útil

para tomar decisiones, en un equilibrio adecuado

entre el miedo paralizante y la temeridad

excesiva.

Lo que ocurre es que cuando tenemos que decir

algo desagradable a alguien o hacer algo que

210

queremos pero nos cuesta, es decir, cualquier

cosa que hagamos que en algún sentido nos

saque de nuestra zona de confort, tendemos a

analizar y prestar mucha atención a los riesgos de

ello.

Si uno quiere salir a correr pero llueve, se centra

en los riesgos de salir a correr lloviendo. Si uno

piensa en decirle a alguien un feedback

desagradable, es fácil que piense reacciones

negativas que podrá tener la persona.

Por eso te propongo trasladar el principio riesgo-

beneficio que se utiliza en Economía a situaciones

simples de la vida cotidiana. Si quieres salir a

correr pero te da pereza y te vienen muchas ideas

negativas de hacerlo, piensa en los riesgos que te

supondrá no hacerlo, y en los beneficios que te

aportará hacerlo.

Si por el contrario tu problema no es de falta de

resolución sino de temeridad excesiva, y cuando

211

estás ante una situación te lanzas a menudo sin

pensar, acostúmbrate a pensar antes de hacerlo el

riesgo que te supondrá lo que hagas, digas o

pienses, y los beneficios de hacerlo.

DESCUBRE MÁS HERRAMIENTAS AQUÍ

212