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La Garganta Poderosa nº 43

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Norita Cortiñas, Osvaldo Bayer, Peteco Carabajal, Félix Díaz, Víctor Hugo, Gustavo Cordera, Damián Szifron, Andy Kusnetzoff, el Mono de Kapanga, el Piti de Las Pastillas, Beto Casella, Paola Barrientos, Eduardo Anguita,Santiago Aysine, Fernán Mirás, Ingrid Beck, José Pablo Feinmann, Mex Urtizberea y René Houseman gritan junto a Mónica este mes. Y el Indio Solari también aceptó una foto esta vez.

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CONSCIENTECOLECTIVOCONSCIENTECOLECTIVOCONSEJO DE DIRECCIÓN: Todos los vecinos de todas las asambleas de La Poderosa en toda América Latina.

REDACTOR JEFE: Rodolfo Walsh.

REDACTORES: “Kiki“ Savanz, Ale Díaz, Germán Gómez (Zavaleta), Laura González (Villa 31), Dada (31 Bis), Daiana González, Paola Vallejos, Gaby, Alexis Chamorro, Ale Fernández (Villa 21-24), Daniela Mérida (Fátima), Leandro Castro, Yoel Luna (Yapeyú), Fede Riva (Tandil), Marcos Martínez (Paraná) y Magui González (Diagonal Norte).

FOTÓGRAFOS: Romina Rosas, Ronan Ruiz Díaz (Zavaleta), Norma González (R. Bueno), Manuel Mallón (Fátima), Maribel Donoso, Joan Sánchez (Yapeyú), Susana Rearte (Villa 31) y Roque (21-24).

ILUSTRADORES: Maxi Gómez (Zavaleta) y Fabio Corro (No Calles).

COLABORADORES: Miguel Sánchez, Julio Cortázar, Roberto Santoro, Padre Mugica, Ernesto Guevara, Julio López, Luciano Arruga; Facundo Rivera Alegre, Mariano Ferreyra, Hugo Chávez, Juan Gelman, 30 mil compañeros detenidos desaparecidos y Kevin.

EDITORES: Todo el equipo de comunicación popular de La Poderosa.

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NOS ENCONTRÁS: Calle Che Guevara (tira 6), casa 85 bis, Zavaleta, CABA; o en la ex ESMA (Libertador 8152) / 153 891-6463.

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organización popular”, pero no: dice “Pagar”). Por $125 desde cualquier parte del país, te llegará durante 6 meses, aunque no lo puedas creer, para que no digan que queremos

perpetuarnos en el poder…

SUMARIOA LOS POLICÍAS ASESINOS DE CASCO Y ARRUGA*

Desmontando el arco encubridor que encabeza el Gobernador y repudiando el silencio sepulcral del Gobierno Nacional, gritamos en todas las firmas del mes para que Luciano no desaparezca otra vez, con las noticias que se lleva la corriente, ¡porque acá no hubo ningún accidente! Parados de manos por los Derechos Humanos, frente a esa Justicia que sigue dando asco y esa Policía que asesinó a Franco Casco, denunciamos también la complicidad de la prensa pedorra, numerando las páginas con esa gorra que representa la resistencia del villero ante la violencia del patrullero recaudador de sobres: ¡Quieren exterminar a los pibes pobres! Y en todos los cintillos de esta edición, nos reímos de la televisión que ter-giversa la información o la inventa, festejando los primeros 70 del Negro que nos ayuda a seguir, frente a cada desperfecto que sufre La Poderosa… Nunca te vas a morir, Roberto Fontanarrosa.

2 Lo mejor del peronismo y lo mejor del radicalismo, en una

postal del revisionismo con buena leche: ¡Feliz cumple, Jauretche!.

3 Latiroide', un grito en el conurba-no, con la garganta de Luciano.

4/8 Mientras los miserables intentan darse a la fuga, porque

se saben responsables del caso Arruga, su madre levanta la bandera de los barrios contra la impunidad: Mónica, sus ovarios y nuestra verdad.

9 A la sátira que gestiona la ciudad, “Alta Barcelona” le

clava el freno en la jeta: ¡Arriba Rodrigo Bueno y abajo Rodríguez Larreta!

10/11 Si la personalidad desta-cada surge de una cultura

pensada para no pensar, Cecilia Roth prefiere pasar de moda: “¿Tinelli? Debe ser una joda”.

12/13 Restándole dramatismo al mundo del exitismo, Jonás

enfrenta cada día su enfermedad, haciendo apología de la felicidad.

14/15 Un póster necesario para el trabajo de cada comisario

en el reino del revés: ¡Al carajo el Código de Faltas cordobés!

16/17 El noticiero que no le teme a la yuta, ni al patru-

llero, ni a la triste realidad: “Hoja de ruta” se resiste a la autoridad.

18/20 Porque el problema está en el sistema y no en

ese chiquitaje barato de Legrand en televisión, ¡hay que leer el relato salvaje de Damián Szifron!

21 Buscando su futuro por los caminos, no encontraron

laburo, pero se llenaron de cayos los pies: elegidos por sus vecinos, nuestros “Desemplados del Mes”.

22/23 Ante esa violencia de género que nos hace

estremecer, Julieta Díaz ayuda a entender la trama: “Pegarle a tu mujer es como pegarle a tu hermana”.

24/25 La “Historia viva” del Barrio Sarmiento habla

de su sentimiento, de sus trabaja-doras, de su esperanza… Y de las topadoras de La Matanza.

26 Gordos lagrimones se escapan de las prisiones,

estampados en la humedad de mil cartas mojadas: mirá si habrá inseguridad, que las causas salen armadas.

27 ¿Hay que decir por favor y ser gente agradecida, con el

estafador que te vuelve deudor de por vida? Contraataque publicitario, al Banco Hipotecario

Dibujo: ★ Maxi "Core" Gómez ★Desde Recoleta hasta Zavaleta, nuestro país tie-ne una grieta que nació con su historia, casi tan antigua como la memoria, pero entre peronistas y radicales también hubo puentes trascendentales que nos permitieron crecer como sociedad, en el camino hacia la libertad. Y a la hora de esa instancia su-peradora, mirando hacia el futuro sin mala leche, siempre asoma la figura de Arturo Jauretche, un pensador a favor del pueblo trabajador y en contra de las verdades importadas, que todavía están sobrevaloradas: “Asesorarse con el FMI es como ir a un almacén por ahí, con un pequeño manual en el monedero, escrito por el almacenero”. Sobre la proyección de una moral sin moralina, forjó su Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina y abrazó al Yrigoyenismo con el mismo optimismo que recibió al peronismo, hasta que la “Revolución Fusiladora” le disparó su obsesión revisora con mucho más ahínco, en el periódico “El 45”, ése que muchos presumidos debieran volver a leer: “Los pueblos deprimidos jamás lograrán vencer”. Fallecido y renacido, tras haber vencido al olvido, su obra cobra un valor trascendental para las organizaciones villeras que también nos guiamos con su “Manual de zonceras”, porque todas esas ideas hoy renacen en nuestras asambleas independientes, cada día un poco más vigentes: “Esos periódicos tan celosos de la censura, ante cualquier gobernante, se autocensuran sin problemas cuando se trata de un auspiciante”. ¿Qué les parece? Escritor del pasado y mentor del futuro… ¡Felices 113, Don Arturo!

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“TE REGALARÍA LAS ESTRELLAS, PERO TE HAS EMPECINADO EN UN PAR DE ZAPATOS”.

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LATIROIDE, EDITORIAL DESORDENADO

¿QUÉ CARAJO PASÓ?

¿Y si marchamos hasta la Jefatura de Policía, para que nos digan dónde tienen guardados a los torturadores de Luciano?

No, “van a decir que bardeamos y les van a dar más presupuesto”.

¿Y si gritamos frente al Municipio de La Matanza, para que el intendente Espinoza nos detalle cuán-to se movió para encontrarlo?

No, “van a decir que protegemos a Scioli”.

¿Y si marchamos hasta la Casa de Gobierno de la Provincia, para que el gobernador explique el nin-guneo a los familiares?

No, “van a decir que protegemos a Cristina”.

¿Y si gritamos frente a la Casa Rosada, para que la pre-sidenta rompa su inaceptable silencio frente al caso?

No, “van a decir que le hacemos el juego a la derecha”.

¿Y si marchamos hasta el Palacio de Justicia, para que esa casta superior nos diga hasta cuán-do nos tomará por boludos?

No, “van a decir que todo es rosca politiquera”.

¿Y si gritamos frente a los funcionarios de Derechos Humanos que jamás se comprometieron con la causa?

No, “van a decir que no tenemos memoria”.

¿Y si marchamos frente a los medios que invisibili-zaron el caso y presentaron un “ajuste de cuentas”, en sintonía con la cana?

No, “van a decir que atacamos a la prensa libre”.

¿Y si gritamos frente al Ministerio de Salud de la Ciudad, para que nos digan cuánto vale la vida de un pobre?

No, “van a decir que vivía en el Conurbano”.

¿Y si nos quedamos quietos y callados, para que la noticia se diluya como si no hubiera habido un crimen de lesa humildad?

Dale, “nadie nos dirá nada y a lo sumo seguirán secuestrando, torturando o matando adolescentes,

por negarse a robar para la Policía”. Digan lo que se les cante el orto, pero nosotros exigimos que todos ésos nos digan qué carajo pasó con Luciano Arruga.

“CUANDO LOS MEDIOS HACEN PERIODISMO A PARTIR DE LO QUE VENDE, GUARDA, PORQUE LAS BUENAS NOTICIAS NO LO SON TANTO”.

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MÓNICA NO ARRUGA

Ovarios de verdadEl Indio Solari lo sabía. Norita lo sabía bien. Y todos los demás lo sabíamos también, porque nadie puede de-fender sensatamente que Luciano murió en un accidente, ni que desapareció porque un tarado se equivocó en el momento, como si no hubiera sido secuestrado y torturado en un destacamento de La Matanza. “Yo resistía, porque todavía tenía esperanza”, dice llorando su mamita querida, que lo estuvo esperando con vida hasta el día que le dijeron “apareció”, pero no como imaginó tantas veces, durante 5 años y 8 meses, sino enterrado en la Chacarita. Y entonces ahora Mónica grita con la bronca sepultada de los atropellados, para romper la coartada de los ojos cerrados: “Si compraba seis huevos a principio de mes, Lu me sacaba tres, porque decía que él cartoneando los podía reponer, pero sus amigos no tenían para comer”. Comprobada la portación de esa visera peligrosa, agravada por la tenencia de una billetera rotosa, se supo que no aceptó robar una seca, ni mendigar una beca para la biblioteca que solía frecuentar, donde lo encontraba Julio Verne para salir a volar. “Como no teníamos para la cuota que debía pagar si quería llevarse los libros del lugar, él hacía esas 15 cuadras corriendo y se quedaba ahí, toda la tarde leyendo”. Condenado al olvido, desaparecido y vuelto a des-aparecer, por todos los que cerraron el orto para no perder poder, Arruga se negó a darse a la fuga, con la mis-ma tenacidad que se negó a robar con total impunidad, para los mismos que después te venden Seguridad: “Yo sé bien cómo se ponía, cada vez que le pegaban a uno de los pibes en la comisaría”. Orgullosa y podero-sa, intenta contener el dolor en las entrañas, cuando recuerda que “soñaba conocer el mar y las montañas”, sin esperar nada que no estuviera al alcance de la mano, “porque la nieve ya la conocimos cuando nevó en el conurbano”. ¿Te parece que inventa? ¿Te parte el corazón? ¿Por qué mierda no te lo cuenta ningún canal de televisión? “No le debemos absolutamente nada a los medios de comunicación, porque sólo han aportado a nuestra difamación”. Ni la estigmatización de los barrios, ni la corrupción de los funcionarios, ni la complicidad del Gobierno provincial, ni el silencio del Gobierno Nacional podrán cambiar la historia, ni manchar su memo-ria, ni borrarla con los codos: “El nombre de mi hijo les queda grande a todos, aunque pretendan disimular con algún comunicado todo este tiempo que nos han abandonado”. ¿Pero por qué carajo siguen mirando para otro lado? Porque el Estado también lo sabía: ¡A Luciano lo mato la Policía!

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Que vengan y que la miren a los ojos. Se van a poner rojos, mientras se les perfora el pecho, porque no hay ningún derecho

para tanto dolor. Mónica no tiene temor. Tiene las arrugas de Lomas del Mirador. Y muchos pibes que la arengan. Ojalá vengan los funcionarios con sus diarios, los abogados de todos lados y la excelencia de los jueces, todos los jueces, para compensar esa ausencia de 68 meses. ¿Cuál sería el consuelo para semejante duelo? ¿Dónde termina el lamento que nace en un destacamen-to? Al carajo, hermano, no se puede tapar el sol con la mano, ni la violencia institucional con la farsa de un accidente vial. Luciano no era chorro y tampoco era tarado. Luciano sabía lo que hacía. Luciano fue secuestrado, torturado y asesinado por la Policía.

La abrazamos. La besamos. La miramos. Y la vemos fuerte, pero nosotros ya estamos rotos. Hay una madre burlando a la muerte, sobre un álbum de fotos. “Miren, miren esa carita. Y ésa también. ¿Ven? Los pibes de barrio tienen siempre una cosa en común: la sonrisa, ésa que me hace salir adelante”. Grande, gigante, nos rodea de compañeros, en una plaza de Mataderos, donde todos los agujeros del alma se funden en el vacío de una falsa calma. Trae consigo una verdad, sin abrigo, sin piedad, porque confía en el periodismo villero, desde el día que lo “atropelló” un patru-llero: “Luciano odiaba que la gente cruzara mal, pero si realmente lo hizo debía estar huyendo en la desesperación total”.

- Después de 5 años y 8 meses, ¿tenías espe-ranzas de encontrarlo vivo?

- Si bien siempre fui consciente de lo que pasó, a veces, muy en el fondo, tenía prendida esa lucecita de esperanza. Y de tanto en tanto, me preguntaba: “¿Si la gente se equivocó? ¿Si lo dejaron tirado y alguien lo ayudó? ¿Si lo dejaron mal y se perdió? ¿Mirá si un día vuelve y yo no estoy?”. Aunque más no fuera una mínima posibi-lidad, eso me mantuvo de pie, para llegar hasta acá, pero yo no le podía decir esto a mis hijos y mucho menos a Vanesa, que es una piba con los pies sobre la tierra, porque la vida la hizo fuerte. A veces, ella no mide sus palabras y son tan duras… Pero por momentos, como ese viernes que encon-traron a Luciano, sus palabras me ayudan a ser realista. Nunca le dije lo que pensaba, porque me hubiese retado, pero eso me dio ganas de seguir adelante.  

- ¿Y qué sentiste cuando te dijeron que había aparecido el cuerpo?

- Bronca, sentí mucha bronca y muchas ganas de encontrar un culpable. Automáticamente, arre-metí contra el que supuestamente tuvo la culpa del fin de Luciano, pero ahí estuvo Vanesa, dura, cruel y certera, para hacerme ver la realidad: que ese pibe con 21 años, en ese entonces, fue una víctima más… Pasó por el lugar equivocado y a la hora menos indicada. Entonces, fue él, pero pudo haber sido cualquiera, porque el destino de Lucia-no estaba marcado desde antes. A riesgo de que me cataloguen como loca, hasta te diría que debo agradecerle a ese pibe, por haber terminado con el sufrimiento de mi hijo.

- ¿Cómo eras antes de ese 31 de enero de 2009?

- Era el ejemplo que no se debe seguir. Durante mucho tiempo, fui egoísta. Si mis hijos estaban bien y mi familia también, lo demás no me importaba... Y el Negro era todo lo contrario. Un día vino llorando y, cuando le pregunté qué había pasado, me dijo: “A estos hijos de puta, má, tengo que matarlos uno por uno”. Desconcertada, le pregunte por qué. Y entonces siguió: “Los hijos de puta se creen que, por tener una chapa, te pueden pisotear”. No podía calmarlo. Y enton-ces, seguía descargándose conmigo: “¿Viste el Negrito? Estaba vendiendo huevos, má, porque vos sabés que tiene como 7 hermanitos y encima

el padre es un borracho, pero estos hijos de puta lo agarraron con una tuquita y lo cagaron a palos. Le pisotearon los maples de huevos, y yo no pude hacer nada, má. Soy un hijo de puta”. Se insultaba por eso, lloraba y se agarraba la cabeza, mientras yo, con toda esa ignorancia que me avergüenza, le decía: “Bueno, Lu, no te metas, que algo habrá hecho”. Y ahí se enojaba conmigo, con razón: “¿Ves que no entendés nada, má? Siempre igual. Abrí los ojos”.

- ¿Y qué pensabas después de esas charlas?

- En su momento, no lo entendí. Agachaba la cabeza y seguía haciendo mis cosas, porque ésa era mi verdad. Después pasó lo que pasó, y mi mirada cambió con mi desesperación, mientras golpeaba todas las puertas, para poder encontrar a mi hijo… No estaba pidiendo riqueza, ni una casa, ni un coche. Sólo al hijo que me habían quitado. Y así, empecé a contactarme con otras madres, a través de viajes y abrazos, que me permitieron entender las cosas, porque ahora sé que son un montón los pibes desaparecidos.

- ¿Qué te enseñó Luciano?

- Muchísimo. A nosotros siempre nos faltaba el mango, pero él me robaba huevos para llevár-selos a sus amigos porque tenían hambre. Si yo tenía cuatro papas, él se llevaba dos. Y si tenía seis huevos, se llevaba tres, “porque mis amigos no comieron y nosotros conseguimos, má. Yo ciru-jeo y consigo, pero ellos no comen hace dos días, má”. Ahí, a veces me enojaba yo, porque le decía: “¿Y nosotros qué vamos a comer, Luciano?”. Pero él siempre tenía una respuesta para eso: “Vos después le pedís a la abuela o a Vane, pero estos pibitos no tienen mamá ni papá, y nosotros te tenemos a vos”. Ese era Luciano, el pibe solidario que priorizaba las necesidades de los demás.

 

¿Quién puede sostener, sin esconderse en el poder, que apenas se trata de un accidente vial? ¿Quién puede defender la inocencia policial? ¿Quién mierda puede creer que sólo hubo negli-gencia del hospital? Los familiares y los amigos no especulan de acuerdo al mejor postor y tampoco reculan porque no los deja el dolor… Demasiado temprano para la cobardía y demasiado tarde para la politiquería: ¡A Luciano lo torturaron en la comisaría!

- ¿A qué edad te planteó por primera vez que la Policía quería mandarlo a robar?

- Desde 2008, no mucho tiempo antes de que pasara lo que pasó. Me lo contó a mí y después a Vane. Me dijo que un policía le garantizaba todo, porque era un buen pibe, sin antecedentes. Y yo misma le dije: “No, Luciano, eso no es bueno para vos… Acordate de los planes que vos tenés,

de tus sueños, de tus ilusiones. Acordate de quién sos, Lu, porque la plata fácil, fácil se va, y entre tanto, tu vida se destruye”. En cuanto terminé, me dio paz escucharlo: “Tranqui, má, yo les dije que no”. Tiempo después, por no entrar en ésa, lo echaron de su bandita, diciéndole que era un gil y que, si lo veían, le iban a meter un tiro.

- ¿Por eso lo echaron de su grupo de amigos?

- Claro. En ese momento se abrió y se refugió en otra calle, con otros amigos a quie-nes ésos también trataban de “giles”. Día a día, él salía a cartonear y, al poco tiempo, me empecé a dar cuenta de que la Policía lo pa-raba todo el tiempo. En reiteradas oportuni-dades, lo amenazaron adelante mío: “Negrito, callate la boca, porque vos andás de noche y te vamos a encontrar”. Todo ese tiempo fue un período corto, pero muy duro.

 

Perseguido desde hacía rato, Luciano ya estaba cansado de tanto maltrato, pero se-guía haciendo su vida normalmente, porque entendía que ser pobre no lo hacía delin-cuente. Y no aceptaba la idea de reordenar su cotidianeidad, por mandato de los que ostentan la chapa y la impunidad: “Cuando lo saqué de la comisaría, el 22 de septiembre de 2008, le pedí por favor que si volvía a ver un patrullero agachara la cabeza y, en cuanto me dijo que jamás lo haría, le advertí que si le pasaba algo yo me moría. Pero en ese momento, me pidió por favor que nunca me dejara morir y que siguiera siempre adelante, por sus hermanos... ¿Entienden? No me negó que algo así fuera a pasar. Simplemente, me dijo que yo no podía aflojar. Y esas palabras me suenan cada día, porque yo no lo veía, pero él ya lo sabía”.

 

- ¿Poder hacer el duelo trajo algo de alivio a tanta lucha?

- Creo que a todos nos alivió. Yo tenía una mochila muy pesada, que sólo pude llevar gracias a los que me acompañaron siempre, transmitiéndome su amor y su apoyo incondi-cional en esa búsqueda.

- ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te dijeron que sí había estado en el Santojanni y que estaba enterrado como NN en Chacarita?

- No me dio odio, pero sí mucho dolor, impotencia y rabia. Por eso, ahora quiero que los responsables me den una explica-ción. ¿Qué búsqueda hicieron? ¿Por qué lo enterraron como NN? A esas personas les quiero decir que Vanesa fue al Santojanni dos veces. La primera, ese sábado a la noche, horas después de verlo por última vez. Y en ambas negaron que el cuerpo de Luciano estuviera ahí.

Señalada por el periodismo de ventas, que de una compró el “ajuste de cuentas”, la familia no sólo debió lidiar con el maltrato Judicial, sino con todo el aparato estatal, que pasó casi 6 años clavado en pausa, tal como explica Juan Manuel Combi, abogado de la causa: “Nos bancamos la espera hasta el 4 de enero del 2013, para que pasaran de la “ave-riguación de paradero” a la “Desaparición forzada de persona”. Y en el camino, la pade-cimos a la fiscal Roxana Castelli, que delegó la investigación en la propia fuerza policial sospechada, tomando muchas de las pruebas a espaldas de los particulares damnificados”. ¿Dónde estaban los medios “independientes”, a la hora de esas maniobras tan evidentes?

"Este es el país del gran bonete. Hace 5 años y

8 meses desapareció mi hijo y dicen que la policía

lo tiene: '¿Yo, señor? No, señor, lo tiene el

intendente'. '¿Yo, señor? No, señor, el culpable es

el Jefe de Seguridad'. '¿Yo, señor? No, señor, fue

el gobernador'".6

“¿EL NOBEL DE LITERATURA? NO, GRACIAS, YO ME DOY POR MUY BIEN PAGADO CUANDO ALGUIEN ME DICE: ‘ME CAGUÉ DE RISA CON TU LIBRO’”.

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No advirtieron las faltas de los fiscales, ni los abusos policiales, ni los silencios oficia-les, porque siempre es más fácil mandar fruta que pararse de manos frente a la yuta: “Cuando quedó a cargo la fiscal Celia Cejas Martin, el 3 de abril del 2009, las irregulari-dades continuaron, a punto tal que intervino los teléfonos de Mónica y Vanesa, entre otros familiares, durante más de un año, con el aval del Juez de Garantías Gustavo Banco. O sea, no sólo que jamás se les informó a las víctimas sobre la marcha del proceso, sino que además ni siquiera se las trató respetuo-samente”. Hablemos del “accidente”…

- ¿Qué respuesta les dieron, en concreto, cuando fueron al Santojanni?

- Te podría decir casi todo el diálogo que tuvieron con Vanesa. Primero, habla ella: “Buenas tardes, señor, nos mandaron acá para ver si hay algún chico registrado como accidentado en la vía pública, porque estamos buscando a mi hermano desde el viernes y no lo podemos ubicar. En tal caso, debiera estar como NN, porque no tiene do-cumento”. Y entonces, le responden: “Espere un momento”. Salen, vuelven y le dicen: “En guardia no hay nada”. Ahí, ella les repregun-ta: “¿Puedo pasar a ver?”. Y le contesta: “No, no puede pasar”. Otra vez, insiste: “¿Puedo hablar con algún doctor?”. Y frente a eso, le dan un dato: “A ver, espere un momento… El sábado a la 3.30 de la madrugada, hubo un atropellado en General Paz y Emilio Cas-tro”. En ese momento, me pongo a llorar, mi cuñada me abraza y el tipo me trae un vaso de agua. Pero Vanesa me dice: “Tranquila, má. Si es él, lo encontramos”. Y mientras yo me reponía, ella comienza a darles la descripción: “Mi hermano es morocho, mide 1.74, pesa 72, tiene flequillo, lleva un piercing en la oreja y se hizo dos tatuajes”. Así, se lo detalla todo, tal cual, pero el tipo lo niega: “El que está ahí no es tu hermano, porque es un NN mayor de edad, de 25 o 30 años, y no es morocho, tiene tez blanca”. Por tercera vez, Vanesa le dice: “¿Puedo entrar a ver-lo?”. Y por tercera vez, le dicen que no… Nos fuimos con la certeza de que Luciano no estaba ahí. ¿Cómo van a explicarme ahora que, al final, sí?

- ¿Da tranquilidad o más bronca que aparezcan ahora los funcionarios que se borraron todos estos años?

- Nunca estuvo cerca de nosotros, ninguno de esos funcionarios, aunque quisieron lavar sus culpas haciendo comunicados. ¿Sabés lo que pasa? Este es el país del gran bonete. ¿Alguna vez jugaron al gran bonete? Hace 5 años y 8 meses se me perdió un hijo y dicen que la Policía lo tiene: “¿Yo, señor? No, señor, lo tiene él”. Usted, intendente, es el culpable. “¿Yo, señor? No, señor, el culpable es aquél”. Señor Jefe de Seguridad, ¿fue usted? “¿Yo, señor? No, señor, fue el Gobernador”.

 

Ya desde un principio, no hubo mucho lugar a esperanza, porque el Municipio de La Matanza mostró casi la misma preocupación que la gobernación provincial y la corpora-ción judicial. Pero para muestra, basta un botón: recién en julio de este año, cursando el sexto año desde la desaparición, la Cá-mara Federal de Casación Penal dio lugar al hábeas corpus fundamental para el hallazgo, porque la familia insistió hasta el hartazgo. Superada la aprobación, desde el Juzgado Federal de Morón le pidieron al Ministerio de

Seguridad de la Nación que cotejara las huellas con todos los NN del país, empezando otra vez el proceso desde la raíz. Y por ese camino en teoría ya transitado, se supo que el cuerpo estaba en-terrado. Ahora, la pregunta del millón: ¿No se les ocurrió antes hacer esa revisión? En serio, para vergüenza nacional, el Ministerio de Seguridad provincial no había cotejado las huellas como indica el protocolo formal, sino con la fotocopia del original, para que ese nene privado de todo derecho pasara a ser otro NN del “algo habrá hecho”…

 

 - De la desaparición y el asesinato de Luciano, ahora hablan muchos. ¿Hablamos de su vida?

- Yo buscaba un varón, lo deseaba demasiado. Me acuerdo que me miraba al espejo y le pre-guntaba a mi hermana si no me veía más gorda. Y un día, ya directamente lo agarré al padre y le dije: “Ya sé cómo va a ser mi hijo: gordito, con mucho pelito, bien negro y muy simpático, con una sonrisa preciosa”. Pues así fue, tal cual lo soñé, ni más ni menos. Mi compañero, mi amigo, mi compinche, mi confidente, mi todo… Pero las cosas buenas duran poco.

Por suerte, también hay cosas buenas que vencen a la muerte, como el amor hecho motor en esta madre poderosa, que puso su honor por encima de cualquier cosa, volviéndose un emblema de la mujer argentina, hasta ponernos

la piel de gallina… Y desde algún lugar sonríe ese pibe de barrio, que fue tan pobre como Millonario, aunque jamás pudo cumplir el sueño de subirse al paravalancha: “Nada quería más que conocer esa cancha”.

- ¿Tan fanático de River era?

- Uyyy, sí. Imaginate cuánto que soñaba casarse y tener un hijo varón, para ponerle “Enzo Ramón”. Yo le decía que, para mí, era un nombre horrible, pero él decía que era el mejor, por Enzo Francescoli y Ramón Díaz. De hecho, un día le pregunté cómo le iba a poner si nacía nena y me respondió que no había chances, porque el objeti-vo era que Enzo le firmara algo… “Ese día me voy a poder morir tranquilo”, decía. Y siempre andaba

con su camiseta por el barrio, orgulloso. ¿Saben cuántas veces lo vi llorar con dolor y con ese sollozo de angustia, por un partido de River? Obviamente, intentaba calmarlo, pero sin éxito, porque él me decía que yo no entendía nada y me cargaba, con frases como: “Mirá, cortame, así comprobás que tengo a River en las venas”.

- ¿Qué otras cosas lo apasionaban?

- Compartir todo con sus amigos. Siempre lo jodían y, como era muy morochito, le decían “Peruano”, o “el Peru”. Entonces, él se enojaba porque decía que era “re argentino”... Lo pienso y me lleno de bronca, porque él estaba orgulloso de haber nacido en este país y, al final, todos los funcionarios de su Argentina le dieron la espalda.

 

Cuanto más lo conocemos, más lo vemos andando por las calles de la villa, con pies de barro manchados de zapatilla, libremente, sin apuro, car-toneando el presente para mejorar el futuro, como tantos que arrastran su carro en la soledad de la vigilia, para que nunca deba arrastrarse la dignidad de su familia. ¿Qué más pretendían de ese ser huma-no, que siempre tuvo una mano para los otros? Si se meten con Luciano, se meten con nosotros.

 

- Que te amaba, no te lo vamos a decir nosotros, porque ya te lo demostró él. ¿Pero qué soñaba Luciano para vos?

- Siempre juraba que me iba a llevar a todos lados, y en cierto modo lo está cumpliendo.

“Cuando sea grande y trabaje bien piola, te voy a hacer una linda casita”, me solía decir… Era así, Luciano, un chico que daba la vida por su hermana, por quien hubiera sido capaz de matar o morir. Muchas veces, fantaseábamos con viajar a las montañas o al mar, porque no los conocíamos y porque lo mejor de ser pobres es que jamás nos de-jamos arrebatar los sueños. Pero él jodía con eso: “A la nieve no vamos a ir, má, porque ya la conocemos”… Y sí, la conocíamos de cuando nevó en Buenos Aires.

- Casi todas las respuestas van a estar entre comillas: es impresionante cómo recordás cada uno de los diálogos...

- Sí, también me acuerdo que decía: “Cuando vayamos al mar, vamos a caminar abrazados por la playa, como en las pelícu-las, haciendo corazones en la orilla del mar”. Realmente era algo atípico ese amor que me expresaba, a punto tal que yo le decía: “Guardá todo eso para tu novia”, pero él soñaba que fuéramos juntos a la playa: “Lo primero que voy a hacer es salir corriendo y agarrar el mar, porque debe ser hermoso tenerlo entre las manos, ¡qué lindo!”. Él, con su emoción. Y yo, con mi ignorancia: “¿Qué vas a sentir? ¿Que se te escapa el agua entre los dedos?”. Por supuesto, ahí nuevamente me decía que yo no entendía nada, pero que lo íbamos a hacer. Le quitaron tantas posibilidades…

- ¿A dónde soñaba llegar?

- Una vez, cuando era chiquito, íbamos por Flores y el sol estaba muy fuerte, pero igual se quedó parado en esas calles donde hay grandes marquesinas antiguas: “Mirá cuando mi cara esté acá y la gente se pare a verme, qué orgullo, ¿no?”. Entonces, yo le decía: “Vos estudiá y terminá el colegio, que ese va a ser mi mayor orgullo”. Pero él insistía con que iba a estar en afiches gigantes, que iba a ser famoso, que su cara iba a estar por todos lados y que las chicas se iban a dar vuelta para mirarlo… Así que, como buena madre, yo lo ponía sobre la tierra: “Mirá, Luciano, si vos no estudiás, sólo se van a dar vuelta para darte monedas”, le dije un día. Y en vez de enojarse, me chicaneó: “Ya vas a ver cuando te paren a vos, para preguntarte si sos Mónica, la mamá de

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“HAY POCAS COSAS MÁS GRACIOSAS QUE LA REALIDAD; Y BASTA CON ABRIR UN DIARIO PARA DARSE CUENTA”.

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Luciano Arruga, y te den el asiento gracias mí”. Es muy loco, pero ahora eso me pasa en muchos lu-gares, y no porque sea linda, ni agraciada, ni por tener un cuerpo voluptuoso, sino justamente por eso, por ser la mamá de Luciano Arruga, mi gran orgullo. ¿Cómo entonces voy a bajar los brazos? 

- ¿Qué leía Luciano?

- Le encantaba leer libros de ciencia ficción y Julio Verne era su ídolo, porque el Negro era inteligente y muy soñador. Me acuerdo que, como yo no tenía plata para comprarle libros, a veces él se iba a la biblioteca, donde empezó a sufrir la discriminación. Como debía ser socio y pagar una cuota semanal para poder llevarse algún libro, se inscribió, pero pagó sólo el primer mes con las monedas que recaudaba cuando trabajaba. Y entonces el encargado le advirtió que, si no pagaba, no se podía llevar ningún libro… Aun así, él siguió yendo hasta que lo echaron. “Si te veo por acá, llamo a la Policía”, le terminó diciendo el tipo. Pero al ver como lo trataron, una señora del otro turno le ofreció leerlos en el horario que estaba ella, así que mi negro se caminaba más de 15 cuadras desde casa hasta la biblioteca y se quedaba tres horas ahí. Ah, también lo fascinaba ‘El Principito’. Y es lógico, porque Luciano era todo eso, un pibito de barrio que compartía cosas, que la remó y que la peleó desde abajo. Un ejemplo, mi hijo.

 

Un ejemplo del bien. Y su hija también, porque el amor entre Vanesa y él, estaba literalmente plasmado en su piel. Pues aunque parezca macana, Luciano tenía tatuado el nombre de su hermana, esa que hace 5 años se plantó frente a la corrupción policial, para volverse el corazón de la lucha contra la violencia institucional. “Lu solía pedirme que, si alguna vez él no estaba, yo protegiera a su hermana. De hecho, recuerdo un día, un día en particular, en el que esa conver-sación duró un buen rato, porque él necesitaba desesperadamente que le dijera que sí... Con sus palabras, me dijo todo, pero yo no lo vi”. Y sí, Luciano sabía de sus ovarios: hoy, Vanesa cuida todos nuestros barrios.

 

- ¿Funcionaba un poco como hijo y un poco como padre, no?

- Cada vez que salía, me acompañaba abrazado hasta la parada del colectivo, donde me pedía que me cuidara y me daba un beso. Y recuerdo que un día hasta le habló al colectivero: “Ey, don, cuídela, que es mi mamá”. El chabón obviamente no le dio bola, pero Luciano se subió al bondi, y se lo volvió a decir: “Ey, don, a usted le estoy diciendo, cuídela, ¿no ve que es mi mamá?”. Morocho, el chofer, se puso blanco, y lo único que atinó a decirle fue que sí, que me iba a cuidar.

Entonces, cuando pasó lo de Lu y se hizo pública su desaparición, unas semanas después, el co-lectivero me vio, me abrazó fuerte y me dijo: “No sabe cuánto la busqué todos estos días, señora”.

- Tras ser detenido y pasar más de 20 días desaparecido, Franco Casco también apareció asesinado en Rosario. ¿Qué te genera revivir todo eso, en cada caso de violencia institucio-nal?

- Muchísimo dolor, porque siempre que hay un pibe desaparecido o alguien muerto por gatillo fácil vuelvo a vivir esa noche desesperante en la que desapareció Luciano. A veces, cierro los ojos y lo veo venir a las 5 de la tarde, poniendo su tazón de mate cocido con leche, preparando su mesa... Era sólo un niño, de 16 años.

- ¿Cómo se explican casi 6 años de silencio del Gobierno Nacional?

- A esta altura, Cristina no puede decir nada porque también está manchada con sangre de Lu-ciano. Ahora no me sirve, y no quiero que ningún funcionario nombre a mi hijo, porque el nombre de Luciano Arruga les queda grande a todos ellos. Los responsables son unos soretes y se los voy a decir si los tengo frente a frente, porque yo sé que los grandes medios jamás van a decir que todos los ministros son unos garcas.

- ¿Cómo está la causa ahora?

- El legajo se encontró como “muerte en la vía pública” y la causa hoy está en secreto de sumario. Las huellas que se toman para reconocer un cuerpo, por lo general, suelen coincidir en 15 puntos, y en este caso las de Lu coincidieron en 30. Pero igual, a Luciano tengo que verlo, porque recién ahí voy a poder decir, “sí, es mi hijo”. No es muy loco, ni tampoco es morbosidad, pero lo quiero despedir como cualquier ser humano,

aunque ya lo haya llorado 6 años y aunque lo vaya a seguir llorando cada minuto de mi vida.

- ¿Tomaste en serio en algún momento la versión del accidente?

- No, para nada. Puede ser que además haya sido atropellado, pero siempre voy a seguir manteniendo mi postura: la Policía tuvo mucho que ver con la muerte de Luciano. Antes lo trataban como el “negro villero” y ahora lo tratan de “estúpido”, porque alguna etiqueta tienen que poner para cubrirse de toda la mierda que hicieron. A los grandes medios, yo no les debo nada, porque sólo han aportado a la difamación de mi familia.

- ¿Qué les dirías a las madres que están pasando por una situación similar y tienen miedo de hablar?

- No las juzgo, pero les pido que nunca tengan miedo, porque los policías son el cáncer, pero no hay que alimentarlos con nuestros miedos. Cuando lo hacemos, ellos aprovechan esa situación para sentirse grandes.

- ¿Qué esperás para lo que viene?

- Tan sólo la verdad. Yo no quiero volver a pensar en el momento que desapareció Lu, porque me desespera que no se esclarezcan las cosas, porque el odio es un sentimiento muy feo, que realmente no lo quiero tener. Cuando vivíamos en Ciudadela, cerca de la colectora, Luciano se enojaba cuando veía a la gente cruzar por ese puente. Para consolar-me, podría pensar que no aguantó más y dijo: “Basta, acá se terminó todo”. Pero yo sé muy bien que jamás hubiera hecho eso, porque amaba la vida. Y tenía muchísimos sueños. ★

Letras: ★ Alejandra Díaz y Dada ★Fotos: ★ Maxi “Core” Gómez ★

A Luciano, no lo atropellaron: lo secuestraron el 31 de enero de 2009, aunque los diarios no lo pusieron de relieve. Ausente de su casa, de su plaza, del televisor y de la agenda del Gobernador, que no tuvo con el caso ni el más mínimo roce hasta agosto de 2012, y no por casualidad: Daniel Scioli es sinónimo de impunidad. De hecho, cuando la situación lo puso en la obligación de recibir a los familiares, sus auxiliares metieron el dedo en la yaga: “¿Ustedes vienen por el caso Arriaga?”. Sí, tal como lo ha leído, ¡ni siquiera sabían el apellido! Y por si no fuera suficiente para terminar de entender, agregaron que no tenía tiempo para poderlos atender… ¡El único accidente es su candidatura para presidente!

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“TENGO DOS PROBLEMAS PARA JUGAR AL FÚTBOL. UNO ES MI PIERNA IZQUIERDA. Y EL OTRO, LA DERECHA”.

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Viviendo por un sueño

LA GALA DE INCLUSIÓN

Viviendo por un sueñoPersonalidad Desacatada en la ciudad de la huevada, debió padecer exiliada la última dictadura por defender la cultura que otros tantos no pueden tolerar, ante la amenaza inminente de un pueblo dispuesto a pensar: “Si queremos un mundo decididamente mejor, hagamos menos cosas en contra y más a favor”. Artista para su propia revolución, se niega a ser flautista de la gran alienación, ante los roedores obedientes de nuestra zoología social: “Los productores independientes no pueden alinearse con la economía liberal”. Naufragando las aguas de la locura, entre los meneos de cintura y los cortes de pollera “para toda la familia”, la garganta villera grita con Cecilia frente a las tropas que des-pierta el Clarín, mientras se abre la batalla del teatro San Martín, sobre la arena más barrosa de la manipulación política: “Me da una pena espantosa, ver esa manutención raquítica”. Sensual e inteligente, en la Argentina actual o en el Viejo Continente, se planta y le hace frente a la telaraña del capital, “porque ahora es España la que sufre una estafa brutal”. Pues no se hace difícil entender el problema en su esencia, cuando se revisa al cinismo y su equipaje: “Todos esos afue-ra del sistema son la consecuencia del liberalismo salvaje”. Tras vencer a la prepotencia de la censura, llega la hora de la resistencia y la contracultura, para interpelar a una legislatura que exalta la idiotización más triste, adjudicándole a “la gente” el interés de la prensa amarilla: “Si el premio a Tinelli no es chiste, realmente es una pesadilla”.

Caminando codo a codo, su grito se siente nuestro de algún modo, porque en Sevilla o en la villa el problema es la misma alienación: mucha caja boba para la idiotización y, si alguno se reto-ba, palo, bala y represión. ¿Pero a quién carajo le “garpa” seguir apostando a la frivolidad y la pava-da, expropiando la intimidad o la vida privada? El periodismo será revolución, o no será nada.

- Conociéndolos desde tu arte y desde el periodismo que ejercitó tu viejo, ¿qué análisis hacés de los medios?

- Siempre he mantenido una relación profe-sional con ellos. Hay medios en los que nunca estuve, ni estaré, por lo que informan, más allá de su línea editorial. Y hay otros en los que siento que puedo aportar algo, desde mi trabajo. Pero de cualquier modo, intento no mezclar mi vida privada con esa exposición, ni dar declaraciones que se puedan prestar a malentendidos, porque después me muero de bronca cuando me leo a mí diciendo algo que no dije. A esta altura, no uso twitter y no me defiendo de nada. Simplemente estoy muy segura de quién soy.

- 38 años después, ¿qué le dirías, sobre el país que tenemos hoy, a esa Cecilia que debió irse a Europa perseguida por la dictadura?

- Ay, el país que tenemos hoy… No me estoy yendo, pero es muy difícil. Desde hace un tiempo se ha comenzado a sostener otra mirada y creo que es posible construirla, pero hay cosas atávi-cas que hacen difícil la vida cotidiana, por motivos internos y externos del lugar que uno ama; cosas que influyen en la vida personal porque duelen y confunden. Aun así, yo sigo creyendo que se puede, si lo hacemos todos juntos. Eso sí, no creo en las cosas que se hacen “en contra de”. Hay que hacer a favor.

- ¿Por qué, cuando España parecía el Titanic, se salvaron a los bancos y no a los laburantes?

- Es una gran estafa lo que pasó en España, basada en alianzas extrañísimas que se desco-nocen y pactos que exceden al ciudadano de a pie. En este momento, con algunas medidas que se tomaron en la comunidad europea, “se dice” que las cosas empiezan a estar mejor. Pero, por supuesto, con mucha gente afuera del sistema,

faro en la oscuridad, y ahora su belleza arquitec-tónica me da una pena espantosa, porque sobre-vive con una mantención raquítica. Realmente, siento que perdemos un valor muy importante como sociedad si pasa a manos privadas, porque hay personas que ya no van a tener acceso.

- Para colmo, la resistencia también dispara la violencia y la represión, de los mismos que proclaman la privatización…

- Sí, de hecho, ante la represión en la Sala Alberdi, los artistas tuvieron que pedirle ayuda a los medios. Y ahí quedó bien claro cómo las ver-dades, aun cuando se ilustran con imágenes, son distorsionadas con palabras… En ese sentido, yo soy una hormiguita, pero imagino lo que sucede con esa manipulación a otra escala, en la política o la economía, porque me consta de qué modo los medios pueden tergiversar la realidad.

Elegante, imponente y reflexiva, interpelando a la lógica arrogante, al discurso obediente y la feria televisiva, Cecilia Roth evade el circo

mediático y asume el rol antipático de cuestionar la realidad, sin escapar de su propia respon-sabilidad. Siempre en vidriera por su trabajo, supo mantener el perfil bajo de su vida privada, para no jugar a la guerra y para vivir como se le antoja, con los pies sobre la tierra y sin ninguna alfombra roja. Porque las damas valientes, como la desigualdad que arde, no tienen lugar en los programas calientes de la tarde…

- ¿Se puede medir la productividad de la cultura, en un balance contable?

- No, de ninguna manera. Y lamento mucho que ahora suceda eso, porque yo he gozado de trabajar de otro modo en la época de Alejandro Doria, con “Atreverse”. Eran otros los tiempos y no había esta avidez delirante por lo económico…

- ¿Eso explica el cierre compulsivo de centros culturales en la ciudad?

- Si la cultura se mide en parámetros materia-les, estamos fritos. Pero tristemente, eso no sólo sucede en Buenos Aires, sino en todo el mundo. En España, por ejemplo, se vive un liberalismo tan brutal que es un delirio. Poco a poco, se van cerrando cines y teatros como si nada… Desde mi punto de vista, los productores independientes no deberían basarse en la ley de la economía liberal, donde todo tiene que dar ganancia.

- ¿Qué te genera esa avanzada sobre la cultura de los barrios?

- Me da mucha pena, pero si se cierran, hay que reconstruirlos. No queda otra. Lo hemos hecho en otros tiempos y lo seguiremos haciendo, porque quienes tuvimos la suerte de poder vivir del oficio que amamos debemos exigir que se sostengan esos espacios, que alimentan la cultura de todos.

- ¿Qué esconde la privatización del teatro San Martín, “para que funcione mejor”, si antes tenía más producciones que ahora?

- Eso es algo terrible. Además del tipo de obras, los actores y la formación que había… En mi adolescencia, ese teatro era un emblema, un

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“EL LORO PLAGIA LA PALABRA, PERO QUIEN ESTÁ PRESO ES EL CANARIO”.

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porque a eso nos ha llevado el liberalismo brutal de las últimas dos décadas.

- ¿Qué te duele de la realidad?

- Me duele la dificultad que existe para la inclusión, que es una tarea dura, porque incluir no significa solamente tener planes de ayuda. Es una tarea muy compleja, y no solamente desde el punto de vista económico, pero no se puede cerrar los ojos. Hay cuestiones relativas a los Derechos Humanos, en las que hemos avanzado muchísimo, pero aún hay un montón de cosas en las que estamos viendo cómo hacer para avanzar. Y digo “estamos” porque es el país de todos, que se construye o se deconstruye entre todos. No me gusta cuando se pone afuera la responsabilidad y, si bien entiendo que hemos sido un país ca-racterizado por sus líderes, me parece que todos debemos hacernos cargo.

- ¿Y hasta dónde llega el poder de la cultura, en esa tarea de inclusión?

- Justamente, desde la cultura, nuestra principal tarea es incluir y llevar nuestro trabajo a todos lados. Como actores, tenemos dimensión de lo que representa el ego, pero no debemos perder la realidad como punto de partida, porque de lo contrario te volvés un ombligo, centrado úni-camente en vos. Hay que trabajar en la reflexión sobre uno mismo y de cara a los demás, en esta sociedad tan particularmente exitista.

- ¿Qué opinás del nombramiento de Tinelli como personalidad destacada de la cultura en la Ciudad?

- Jajaja, ¿en serio? Te juro que no sabía… No, no, no. Hace mucho que no me cuentan un chiste tan bueno.

- De verdad, se lo entregó la Legislatura, con votos de todos colores…

- Puf, mientras tanto, en España le entregaron el premio Príncipe de Asturias a Quino, que es un honor para nosotros. ¡Es impresionante! ¿De verdad, no era un chiste? Bueno, entonces es una pesadilla.

Detrás de toda pesadilla, empuja agazapada esa prensa amarilla que lucha por instalar sus máximas universales, abollando la realidad para que entre en Policiales. Pero quienes realmen-te sufrieron la dictadura, no callan ni otorgan cuando piden mano dura, porque nadie puede olvidarse la herida que sangra al tener que exi-

liarse, mientras los diarios informan con cálido semblante que “todo sigue normal”… ¡Todos para adelante, contra la violencia institucional!

- ¿Cómo se explica la aparición del cuerpo de Luciano Arruga, 5 años y 8 meses después?

- Es una locura lo que pasó. Y es terrible cómo fue perseguido para que “colaborara” con la Policía. Desde su lugar tan frágil y su honestidad tan firme, fue una presa para muchos que en este momento no pueden ejercer el poder que tenían. Por eso, hay que destacar la lucha de la familia; como así también el trabajo impecable que han hecho las Madres y las Abuelas, para dar ese gran ejemplo, en la búsqueda de sus desapareci-dos durante 38 años. ★

Letras: ★ Daiana González ★

Lejos de claudicar, hoy volvemos a gritar por nuestro hermano del corazón, para que el grito recorra cada rincón de nuestro país, arrancando el silencio de raíz, porque quienes cierran el culo como si nada no sólo dejan la ruta cortada para la historia, la igualdad y la noticia: se cagan en la memoria, la verdad y la justicia. Pues no hay peor mudo que quien se hace bien el boludo y no hay peor modo de darse a la fuga que escaparse como rata del caso Luciano Arruga.

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“PARA EL SABIO, NO EXISTE LA RIQUEZA. PARA EL VIRTUOSO, NO EXISTE EL PODER. Y PARA EL PODEROSO, NO EXISTE EL SABIO, NI EL VIRTUOSO”.

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EL FÚTBOL ESTÁ ENFERMO

¡LUCHA Y VUELVE! Grita una voz enardecida que los jugadores “dejan la vida”, aunque “la batalla parezca perdida”, porque “para ganar hay que sufrir”, cuando se sale “a matar o morir”, en cada “duelo fuerte” y en cada final que “se juega a muerte”… ¿Pero ahora quién desata ese nudo? Imposible no sentirse un boludo, penetrando la mirada de Jonás, que no dramatiza de más y conserva los pies sobre la tierra, para dejarnos a todos en ridículo: su guerra es contra un cáncer de testículo. ¿No será momento de recalcular? “Desde que empecé el tratamiento, decidí llevar con humor el problema, a tal punto que suelo bromear con el tema”. Imposible no sentirse un idiota, frente a la tele que nos hunde en su derrota: “Antes pensaba que todo pasaba por la pelota”. Carrilero de la alegría, aprendió “a disfrutar cada día”, a pesar de la crueldad del club-empresa que le tiró la enfermedad por la cabeza, obligándolo a entender que la vida es el amor de su mujer y el valor de los amigos que supo mantener, por haber comprendido lo más importante: “Mi única estrategia es ir para adelante”.

SOMOSLOS OTROS(ORGANIZACIONES COMPAÑERAS)

• SOLIDARIDAD POPULARSobre los albores de 1992, entre todos los

comedores con hambre y sin voz, alguien hizo estallar un grito lleno de optimismo, en la cara del neoliberalismo. Y aunque la tempestad de esa pesadilla no perdonó a ninguno, no pudo con la dignidad de la Villa 31, que resistió al gran saqueo argentino, con la fuerza de cada vecino que, como Agustino, eligió soñar un mundo mejor, poniendo lo que tenía adentro de un comedor. Mientras tantos pensaban en viajar o en ahorrar, otros se ocuparon de regar esa olla popular, hasta que alguien se dignara a escuchar: “Al comedor le pusimos Solidari-dad Popular, porque somos 30 familias que salimos a luchar”.

• HOGARES DE CRISTOEn Retiro, Barracas, Bajo Flores y alrededo-

res, los curas villeros sostienen un gran trabajo de contención con todos los jóvenes que tienen alguna adicción, porque sólo el amor y mucha paciencia pueden frenar el dolor y paliar la abs-tinencia. A las sombras del periodismo amarillo, el último refugio se inauguró en Carrillo, el 19 de marzo pasado, donde ahora funciona un variado abanico de actividades para chicos de todas las edades. El hip-hop con su frescura, el folclore de la cultura y un taller de caricatura son sólo algunas de las alternativas que se destacan entre esas iniciativas que no cobran notoriedad: nuestros pibes también necesitan “seguridad”.

• LOS ÚNICOS Cuando nadie grita todo lo que irrita, cuando

nadie canta lo que nos encanta o cuando nadie hace sonar esa cumbia que te hace temblar, “Los únicos” que no se callan son esos pibes que batallan contra la apatía, a punta de melo-día y a fuerza de carnaval, porque hace 3 años que vienen tocando la trama barrial. ¿Te los vas a perder? Hugo, Carlitos, Maxi, Ariel, Martín y Javier están para tocar en cualquier teatro, pero mientras nos hacen bailar en la 21-24… Alta orquesta, para meterle ritmo a tu fiesta: 15-2614-6157.

• COMUNICADORES COMUNITARIOSFrente a una sociedad urgida de comunica-

dores, que tiene como contrapartida miles de operadores, ACCOS destapó la olla desde la cumbre de Goya, donde organizaciones con dis-tintas historias fundieron sus trayectorias en una sola voz con autoridad, venciendo al silencio del campo y al ruido de la ciudad. Afilando toda esa garra, arrancaron lanzando la revista Chicharra, para hacerla sonar al ritmo de la comunicación popular. Y ahora buscan consolidar el suelo de esa identidad cultural, mientras tocan el cielo con una nueva antena radial. ¿Más información? [email protected].

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“AQUEL QUE HA TOCADO EL CIELO CON LAS MANOS… ¿CUÁNTO MEDÍA?”.

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Cada día cuando amanece, desde el 19 de mayo de 2013, el sol puja más contra el alba y un gol se dibuja en la calva del día des-

pués, a la sombra del lúgubre fútbol inglés, donde esa patada desmedida cambió de repente el rumbo de su vida y el luminoso horizonte original, para ponerlo de frente a su más poderoso rival. Pues ese dolor que duraría un día y también una semana, se volvería de la noche a la mañana la noticia que nadie quería escuchar: “Ahora te toca luchar contra un cáncer testicular”.

Con el diagnóstico sobre la mesa y todos los gritos embarullándose en su cabeza, Jonás se llenó de entereza para enfrentar a la adversidad y a la respuesta de la sociedad, subiendo la apuesta de su propia tenacidad. Sin esconder la verdad, deci-dió dar a conocer su enfermedad, en solidaridad con aquellos que tienen el mismo desafío por de-lante, como un modo de empujarlos para adelante, con esa fuerza impresionante que siempre lo hizo triunfar: “Todos los sueños se pueden alcanzar, pero sólo si uno está dispuesto a luchar”.

- ¿Cómo viene el partido, Jonás?

- Vengo de pasar por una etapa dura, con no-ches de lucha e incertidumbre, pero siempre tomé esta enfermedad de una forma positiva, yendo al frente todo el tiempo, para no quedarme. Y sí, hay días en los que te sentís muy mal, por el cansancio que genera la quimioterapia o por la cantidad de toxinas que te meten, pero aún en esos momentos, la estrategia es seguir dándole para adelante. Así, pude lograr hace unos días que me dieran el alta.

- Quizá ni te des cuenta, pero increíblemente vos nos contagiás fuerzas a nosotros… ¿De dónde sacás esas pilas?

- Desde el primer momento, decidí no dramati-zar todo esto y tomármelo con humor, a tal punto que ya al principio jodía con el tema. Luego, a me-dida que los médicos te van dando posibilidades de curación, uno va recargando esas fuerzas. Y así pienso seguir… Siempre le puse garra y nunca dejé de disfrutar la vida con mis seres queridos.

- Paso a paso, ¿cuál es el próximo?

- Me acabo de hacer unos estudios que, como dieron bien, significaron la culminación del trata-miento. De modo que sólo me queda empezar a entrenar de a poquito y recuperar el nivel, para volver a Europa. También, por supuesto, debo seguir con los controles cada seis meses, o cada un año.

Mascota fortinera, con estirpe de selección, el Galgo debutó en Primera División con esa V en el pecho, mordiendo como carrilero derecho y surcando el césped en cada jugada, siempre con la bocha bien adiestrada. Y saltando de paseo en paseo, de pronto estaba brillando en el fútbol europeo, donde Mallorca, Norwich y Newcastle disfrutaron su calidad, hasta que un pelotudo lo echó por su enfermedad...

- A la hora de la verdad, ¿el ambiente futbole-ro te bancó o te salió a tirar el achique?

- No, la verdad que todo el mundo del fútbol me dio un apoyo increíble. Yo no esperaba que esto tomara tanta repercusión, pero sinceramente no tengo palabras para explicar lo que sentí con tantos mensajes de apoyo. Desde la gente de Newcastle y la Selección, hasta viejos compañe-ros de Vélez y Almagro, pasando por jugadores con los que jamás había jugado, me sentí muy acompañado, en todo momento.

- Qué bueno saber que los humanos somos mayoría, porque a veces los tipos como Alan Pardew nos hacen temer que no...

- En mi regreso al club, luego de la primera operación, él era el técnico del Newcastle y me dijo que me buscara otro equipo, algo que yo no podía creer, porque venía jugando hacía 5 años

de forma ininterrumpida. De verdad, no entiendo cómo pudo haber actuado de esa manera, a sólo dos semanas de mi regreso a las prácticas, pero me dolió mucho. No lo esperaba… Cuando uno empieza a entender al ambiente del fútbol, comprende que muchas veces el jugador no es tomado como una persona, sino como un número, en el marco de una empresa…

¿Qué decir frente a semejante acto arrogante e inhumano? ¡Hay que salir adelante, hermano! Porque al final del camino recorrido, los soretes quedan en el olvido y los Galgos se lanzan en velocidad, atravesando cualquier tempestad, con esa contraseña que deja el potrero, por si la guita nos quiere atrapar: “Pienso en Sáenz Peña, en Tres de Febrero y en esa canchita que no voy a olvidar”.

- ¿Por qué creés que ahora el olvido de los ídolos queda más cerca?

- Por la vorágine y la dinámica que se vive en el fútbol. Hoy rigen los resultados y, entre tanto, van saliendo un montón de chicos, con grandes condiciones. Y eso está bien, porque a medida que uno va creciendo, debe dejarle ese espacio a los jóvenes, para que se vayan fogueando. De hecho, yo siempre dije que quiero jugar mientras me sienta bien, pero cuando vea que hay mucha diferencia física con los chicos, daré un paso al costado…

- ¿Qué ves cuando mirás una pelota?

- Si me preguntabas antes de la enfermedad,

estaba tan obsesionado con el fútbol que capaz te hubiera dicho “todo”. Porque sí, uno disfruta yendo a entrenar, jugando los partidos, viendo fút-bol... Pero ahora, en cambio, me lo tomo de otra manera y disfruto de esas cosas que antes dejaba de lado. Hoy, veo una pelota y nada más.

- Y del lado lindo de la vida, ¿qué te tienta más?

- Poder formar una familia, tener hijos, casarme, todo. Actualmente, estoy en pareja con una mujer increíble, que debió lidiar de arranque con uno de los momentos más jodidos. Y por eso, entre tantas otras cosas, la admiro como mujer, me siento muy enamorado y le agradezco a Dios que la haya puesto en el camino.

- ¿Qué les dirías a los chicos que, desde un hospital, hoy pueden estar leyendo la revista, mientras enfrentan al mismo rival?

- Les diría que siempre es muy importante creer en algo, en el fútbol y en la vida. Entonces, mi consejo es que traten de meterle con todo al camino que tengan por delante y que avancen con mucha fuerza, porque todos los sueños se pueden lograr. Solo hay que tener fe y aprender a disfrutar cada día.

¿Y ahora cómo nos vamos? Nosotros también nos encandilamos frente a un tipo como él, de modo que decidimos dejarle un papel para que nos escribiera lo que fuera, de Jonás a la cultura villera, para no llenar de adjetivos este cierre a pura emoción: “Para lograr todos los objetivos, hay que luchar con el corazón”. ★

Letras: ★ Dada ★ Fotos: ★ Roque ★

Entre todos los verdugos del conurbano que “atropellaron” a Luciano e intentaron tomarnos por idiotas, el SAME y el Santojanni también están hasta las pelotas, porque quisieron enterrar un ataúd con la verdad, pero enterraron al Ministerio de Salud de la Ciudad. ¿Qué hicieron el camillero y el ambulanciero, en la madrugada del 31 de enero? ¿Quién le brindó la atención urgente? ¿Quién confirmó el accidente? ¿Quién respondió que no sabían nada, ante la hermana desesperada? ¿Quién se hará cargo de esa desidia fatal? Silencio, hospital.

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“SI DICES QUE LO TIENES EN UN PUÑO... ¡TU ENEMIGO ES MUY PEQUEÑO!”.

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_HOJA DE RUTa=LA PODEROSA En MoVImIENTO

Zavaleta - Pompeya

TRABAJO EN NEGRO

Los trabajos “informales” que aprovechan las distintas pa-

tronales, para eludir el gasto del trabajo en blanco, suele traerles beneficios en el banco a sus propietarios, pero los costos fi-nalmente se pagan en los barrios. Y esto no es una catarsis sobre el papel, sino la bronca que senti-mos por haber perdido al “Negro” Miguel, un tipo comprometido y solidario, que toda la vida laburó sin recibo y sin horario. Por esa precariedad que suelen afrontar nuestros trabajadores, falleció hace un año, bajo la responsabi-lidad de sus empleadores Pablo y Horacio Spaño. Digno laburan-te de la cultura villera, sufrió un “accidente” en la cascotera, donde las malas condiciones laborales se presentan como fe-nómenos naturales. Pues hoy no estaríamos hablando de ninguna fatalidad, si él hubiera contado con los accesorios de Seguri-dad, pero otra fue su “suerte” y entonces nosotros lloramos su muerte, mientras los dueños salen impunes como tantas veces, porque la causa fue elevada a juicio hace más de 8 meses, pero la empresa sólo cerró un mes y ahora está funcionando otra vez... Si algo sucede, no será noticia: por lo pronto, nosotros seguimos exigiendo Justicia. ★

Bajada Grande – Paraná

TENEMOS UN PLAN (PERO DE VERDAD)

Desde este monte que mu-chos borran de su horizonte,

nosotros tenemos un plan, un gran plan que consiste revalorizar nuestro lugar, contraponiendo esta potencia vecinal a la sinies-tra indiferencia municipal. Y aun-que sabemos que costará mucho esfuerzo, nuestro proyecto no es verso: vamos a levantar una casa de barro en el barrio, para organizar nuestro propio trabajo comunitario… Sí, leyeron bien, y será también el aula de las actividades educativas, además del nido para esas voces comba-tivas que poco a poco hemos ido soltando, en todos estos meses

que nos venimos empoderando. Porque sí, muchas veces nos mata la discriminación, ¡pero muchas otras veces nos salva la imaginación! ★

Juella – Jujuy

EDUCACIÓN LIBERTADORA

Detrás de la muralla de estig-matización que acalla a las

asambleas, se erige la educación para la batalla de ideas, donde las comunidades originarias se vuelven expertas, frente a las verdades de las venas abiertas. Con la participación de cada ve-cino y vecina, la emancipación de América Latina deja de ser una fantasía, para ser un compromiso que tenemos cada día. Y por eso los jóvenes decidimos avanzar construyendo nuevos espacios de educación popular, desde la que-brada hacia una Patria Liberada, donde no sean otros los que digi-ten nuestros bienes, ni nuestros males: ¡Nosotros también somos Evo Morales!★

Rodrigo Bueno - Costanera Sur

¡URBANIZACIÓN, CARAJO!

Conforme a la Justicia de las corporaciones, la Sala II de la

Cámara de Apelaciones de la Ciu-dad volvió a inclinar la balanza de la desigualdad, revocando la resolución y poniéndole un freno a la urbanización de la Rodri-go Bueno. Ciegos para mentir detrás de las vendas, Centanaro y Lima refutaron el fallo que ordenaba construir viviendas, a contramano de Daniele que votó en disidencia. ¿Por qué? Porque su experiencia la llevó a pisar el barrio y escuchar su voz, en vez de hacer lo que hicieron los otros dos, para no caer en la arrogancia, ni el cinismo de los que opinan a la distancia como buena parte del periodismo. Pues esa excusa ilógica del supues-to “daño a la Reserva ecológi-ca”, omite miles de aristas y pierde todo asidero, cuando los ecologistas afirman que “afectan más las torres de Puerto Madero”. Pura discriminación y fascismo, para bancar la apelación del macrismo, anulando todo el humo que fabricaron sus prome-tólogos sobre el bidet, después de cagarse en los antropólogos de la UBA y en los estudios del CONICET. Argumentos sin sentido y paladines del olvido se funden ahora en artículos diminutos, o en escasos minutos de televisión, para seguir vendiendo ciencia ficción con una trama color de rosa, sin atender las palabras del delegado Luis Espinosa, que va para adelante por su comunidad vecinal: “Es un fallo aberrante y una medida anticonstitucional”. ★

Villa Cordobita - Tandil

POR EL AMOR DE DIOS

Gracias a una bendición “celes-tial”, los tandilenses tenemos

una escultura colosal de Jesucristo que nos costó un dineral, pero no le pareció mal al periodismo, porque total se construyó “para atraer al turismo”. El "Cristo de las sierras" no tiene que ver con el Che, ni tampoco con la fe, porque creyentes de cualquier religión podemos repudiar semejante negoción, cuando el pavimento sigue postergado y cuando la voz de tantos curas se ha levantado para demostrar que el amor a Dios pasa por otro lado. Pues ese Jesús de piedra tampoco va a acabar con el calvario de no contar con un centro hospitalario… Y por más ruidosa que parezca esa opereta tan berreta, seguirá haciendo más ruido la desidia de esa Municipali-dad que condena a nuestro barrio a la invisibilidad. ★

Villa 21-24 - Barracas

DESCUIDADOS

Para los vecinos de la 21 no es ninguna novedad que el Estado

no sepa controlar a sus Fuerzas de Inseguridad, pero el nivel de complicidad está cruzando límites sorprendentes: atacaron a Fernando, un vecino con capaci-dades diferentes, que sólo atinó a quedarse parado cuando vio venir a un uniformado, en teoría

convocado por una denuncia que jamás nos hicieron conocer, a pesar del garrón que nos debimos comer. Lamentablemente, sobre ése que golpeó con una cachipo-rra al adolescente, no podemos darles data con mayor precisión, porque como tantas otras veces estaba sin identificación. ¿Pero quién se ocupa de controlar? La cana llegó en busca de “alguien” para arrestar y, por si acaso, pegó antes de preguntar, porque tiene garantizada la impunidad. ¿Hablamos de inseguridad? ★

Los Pumitas - Rosario

CINCO SIGLOS RESISTIENDO

Aunque ya no le digamos "Día de la Raza", nuestra verdad to-

davía atrasa, porque cada 12 de octubre nos vuelven a esconder esa historia que muchos prefieren no ver. Pues esta América Latina que poco a poco despierta no fue entonces descubierta, sino conquistada y saqueada desde ese colonialismo que el tiempo transformó en imperialismo. Por todo ese dolor, la asamblea pode-rosa eligió conmemorar el día anterior, como último día de la libertad, mediante un festejo que vino a renovar nuestra identidad, sin actos pensados para los te-levidentes y sin gastos grandilo-cuentes, porque nos basta con la alegría de nuestros barrios y con la enorme sabiduría de nuestros pueblos originarios. ¡Salud! ★

Villa 1.11.14 – Bajo Flores

NACIÓ OTRA FLOR

Señoras y señores, ¡nació La Poderosa del Bajo Flores! Con

la prosa de nuestros propios es-critores y la honrosa historia de nuestros trabajadores, un grupo de vecinos cansados de la estig-matización decidimos sumarnos a la organización para construir esta asamblea vecinal, en una de las villas más grandes de la Capital. Persiguiendo la misma utopía, con la fuerza de la poesía y la alegría de volver a soñar, ya estamos construyendo poder popular, para cantarte la posta que nadie te canta: ¡El Bajo grita con La Garganta! ★

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“CUANDO ALCANCÉ LA SABIDURÍA, ELLA ME MIRÓ Y DIJO: ‘YA ME ALCANZA CUALQUIERA’”.

Page 17: La Garganta Poderosa nº 43

EXPERIENCIA PODEROSA

JUVENTUD PODEROSA

_HOJA DE RUTa=LA PODEROSA En MoVImIENTO

Yapeyú – Córdoba

LOS OJOS DEL CHE

Aunque nunca sea noticia, ni primicia de televisión, la principal exportación de la Revolución no es el café, ni la remera del Che, ni

la opereta de prensa, ni el ron de calidad, ni la mejor banana, sino esta inmensa solidaridad cubana que seguimos importando semana a semana. Pues detrás del telón y de tanta demonización rentada, La Poderosa cordobesa participó de la cuarta brigada "Ernesto Che Gueva-ra", para mover la vara de la convicción hasta lo imposible, junto a la Fundación Un Mundo Mejor Es Posible. ¿De qué se trata la "Operación Milagro", exactamente? De médicos formados en Cuba gratuitamente, para atender las necesidades de todo un continente, ahora compro-metidos a devolverle esos conocimientos al conjunto de la humani-dad, donde sean convocados por alguna necesidad. Ni “urgente”, ni trascendente, no hubo ninguna placa celebrando la visita de UMMEP a Humahuaca, donde se atendieron muchísimas afecciones de la visión, pero además se regaron las raíces de la educación, burlando la difa-mación de los que hablan al pedo, con el plan de alfabetización “Yo sí puedo”. A espaldas del diario, con trabajo voluntario y sin solmenes libretos, se registraron 186 analfabetos en apenas un fin de semana, que sirvió para sumar 54 vecinos como facilitadores del programa. ¿Más todavía? 811 pacientes de oftalmología fueron atendidos en un sólo día, para vislumbrar otra increíble conquista: 442 personas recuperarán la vista. ¿Pero cómo podrá ser que datos tan importan-tes no conformen títulos rojos, editoriales pacatas, ni noticieros de prestigio? Serán 280 anteojos, más 162 operaciones de cataratas y terigio. Pura adrenalina, para la brigada y su silenciosa madrina, esa especialista en pediatría que atendió más de 50 consultas en el día, cara a cara… Una tal Aleida Guevara. ★

“CONMIGO, NO”Por Andrea Niepomniszcze

Desde la columna del pi-berío, haciendo lío como suele suceder, hoy salimos a gritar contra la vio-lencia sobre la mujer, ese acto de cobardía que nos arrebata la alegría y nos lastima el corazón, por-que nadie tiene derecho a ejercer la humillación. Y aunque así lo crea más de un caradura, desde la asamblea seguimos buscando la cura para esa enfermedad de la sociedad, que año a año mata muchísimas chicas, sean pobres o sean ricas. Física, verbal, psicológica o sexual, la violencia de género debe ser repudiada y la víctima debe ser acompañada. Porque no hay mayor sentimiento de desesperación que sentirse atrapada por el some-timiento y la dominación de quienes aprovechan su fortaleza para romperte el alma o la cabeza… Desde estas líneas femeninas, va un abrazo para todas esas vecinas de las barriadas argentinas que seguramente sufren este flagelo y no lo pueden denunciar. ¿Para qué sirve La Garganta, si no sirve para gritar?

*17 años de pura experiencia, en Fátima.

“CONMIGO, TAMPOCO”Por Gasparina González

Hay que tener demasiado valor y el cuerpo cargado de amor, para poder enfrentar el dolor de ser maltratada por una persona que se supone amada. Muchas veces, como hijas, madres o esposas, caemos en la trampa de sufrir silenciosas, ante esos malditos golpes y gritos, que nos infunden el miedo a la sociedad, que también es el miedo a la soledad. Sin hablar por hablar, yo les puedo asegurar que fui una de esas millones que pasó por esas situaciones y, aunque tenía una muy corta edad, logré superarlo con fuerza de voluntad. ¿Qué consejo les daría, a partir de mi experiencia? Que nunca se acostumbren a la violencia, porque aunque nos impon-gan las modas, los príncipes y las bodas, nada es más importante que amarte. Y si te pegan, tenés que desvincularte, por el daño que te hace y porque seguramente no tenga un buen desenlace. En lo per-sonal, por todo ese tiempo que la pasé tan mal, no pretendo darles ninguna receta: sólo contarles que me aferré a mis hijas y mis nietas. Porque amar es un buen ejercicio para comprender, que na-die te puede desvalorizar por ser mujer.

*47 años de pura juventud, en Villa 21.

Mugica – Retiro

SAME DE LA MUERTE

¿Cuántas veces más tendremos que denunciar la inoperancia de los que nos niegan el derecho a la ambulancia? ¿Cuántos vecinos más

deberán morir para que el SAME nos deje vivir? ¿No hiere igual una pu-ñalada en las costillas, en recoleta que en las villas? ¿Por qué dejaron agonizar a nuestro “Nono” en plena avenida? ¿Cuándo llega el juicio para los que violan el derecho a la vida? ¿La “zona peligrosa” habilita a que nos dejen tirados? ¿Por qué no capacitan ambulancieros de los barrios marginados? ¿Y por qué tantas preguntas sin responder? Porque les chupan bien un huevo los problemas que podamos tener. ★

Scampia – Napoles

GOBIERNO DE CALLE

Símbolo de honestidad, Luigi De Magistris, el alcalde de nuestra

ciudad, es un ex magistrado que hace 7 años fue revocado por “abusar de su función”, tras realizar una investigación que reveló varios casos de corrupción. Como conclusión de la trama, fue condenado a prisión por sus intervenciones teléfonicas a políticos de alta gama. Pero tras apelar la sanción, con el respaldo multitudinario de toda una po-blación que por fin encontró un funcionario anti-corrupción, se consiguió finalmente la abso-lución. Y así como desde La Pode-rosa Scampia solemos denunciar aquí a los reyes de la hipocresía, esta vez quisimos destacar la buena madera de un tipo con los valores de la cultura villera. ★

Fátima – Soldati

AGUA MALDITA

Para evitar esta realidad, habíamos denunciado ante

AYSA y el Gobierno de la Ciudad que los caños de la villa nos estaban sirviendo agua amarilla, pero el silencio fue tan malo como la respuesta, que ahora nos obliga a reforzar la protesta, puesto que la empresa nos con-testa una cargada, evidenciando que no le importara absoluta-mente nada: “Esa agua no está contaminada”. Como ratas que huyen del reclamo, argumen-tan que no les corresponde ese tramo, ninguneando con total impunidad nuestro descar-go, pero el gobierno porteño tampoco se hace cargo. Muy derechos, nada humanos, ambos necesitan el agua para lavarse las manos, antes de meterlas en su cuenta... Y claro, ellos no toman agua amarillenta. ★

Las Quintas - Santa Teresita

CONCIENCIA

Con toda la voluntad y todo el sentimiento, comenzamos a

recuperar la sociedad de fomento, para que los cursos de formación profesional que se dan en ese local puedan quedar en manos de la asamblea vecinal, tal como el centro de desarrollo infantil, que no se presta a ninguna lógica punteril. De todo corazón, creemos que para enderezar el eje de la construcción, sólo hace falta más organización, porque sabemos que todos estos esfuerzos loables pronto desembocarán en nuevos proyectos laborales, para que ya no dependamos sólo del turismo y para que juntos defendamos un nuevo cooperativismo. ★

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“MIENTRAS MÁS BRILLANTE LA LUZ, MAYOR EL GASTO”.

Page 18: La Garganta Poderosa nº 43

LUZ, CÁMARA Y REFLEXIÓN

RELATOS SIN TRAJESBurlando el caretaje de la fiesta marketinera, en otro arrebato salvaje de nuestra gesta villera, apagamos el televisor y atrapamos a ese director que anda craneando una transformación social, para que el guión no sea obra de una multinacional, sino de toda una población concientizada, dispuesta a dar batalla frente a la opinión colonizada: “Se necesita una audiencia estupidizada e infeliz, porque siempre consume menos el tipo que está feliz”. Desde el día que descubrió a Superman, hasta ese mediodía que almorzó con Mirtha Legrand, Damián cargó su convicción sin virajes por distintos caminos creativos, evidenciando la falsedad, “pero la creación de mensajes distorsivos se está estudiando en la facultad”. Pues no todo es color de rosa, ni pochoclos, ni gaseosa, pero bien vale prestarle atención al problema, cuando la ciencia ficción se vende como sistema: “El bombardeo del deseo nos deja encerrados en nuestras necesidades, relegando otras prioridades y derechos, tan sólo porque vivimos insatisfechos”. Afuera de la novela y lejos de la comedia, Szifron sabe interpelar a la clase media, sin atribuirle toda la responsabilidad, “porque hoy no puede comprar ni una propiedad”, con ese esfuerzo que capitalizan quienes logran explotarla: “Y si un día la tuvieran, vivirían para pagarla”. A los relatores del salvajismo, los mentores de su cinismo y el magistrado de su frivolidad, va este grito incubado en el backstage de la desigualdad, porque todos, pero todos los que crecemos como actores de esta historia escondida, ¡nos merecemos ser directores de nuestra propia vida!

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“YA NO QUEDAN MÁS DOMADORES. AHORA, TODOS SON LICENCIADOS EN PROBLEMAS DE CONDUCTA DE EQUINOS MARGINALES”.

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Pasaban las horas, los minutos y los se-gundos. No lo podíamos ubicar. Y andaba recorriendo el mundo, pero soñando volver

a su hogar, donde disfruta su libertad como se le antoja, sin ninguna necesidad de una alfombra roja. A salvo de los correos electrónicos y las olas de llamados telefónicos, sin libreto ni guión, su re-greso era un signo de interrogación, pero decidi-mos esperarlo un ratito más, porque buscábamos un grito distinto al de los demás, una garganta de la pantalla gigante capaz de romper el silencio reinante, como lo hizo esa llamada imprevista: “Quiero conocerlos, más allá de la entrevista”.

- Bueno, entonces antes que nada, vamos a hacerte la misma pregunta que seguro te hacen siempre al empezar una nota, pero además vamos a publicarla: ¿Cómo estás?

- Qué pregunta linda, tan simple y atípica. Estoy muy bien, gracias por preguntar. Feliz por saber que Relatos Salvajes ha gustado mucho, y sobre todo por el orgullo que me causa la familia que estamos formando con mi mujer. Nuestra primera hija está por ingresar a primer grado y la segunda nació hace apenas tres meses.

- ¿Te sentís cómodo en medio de esta expo-sición que detonó “Relatos Salvajes”?

- No sé si la palabra es “cómodo”, porque la exposición no es el aspecto que más gozo de mi trabajo, pero sí disfruto mucho la transmisión de ideas y la posibilidad de hacerle pasar un buen rato al espectador. Yo amo al cine, a partir de ciertas películas que para mí fueron muy significativas, por lo que además me alegra estar contribuyendo, en la medida de mis posibilidades, a ese mismo ciclo.

- ¿Qué te motiva y qué te fastidia de la fama?

- Un costado claramente negativo es la pérdida de la privacidad. Para mí, la fama en sí no tiene mucho valor, porque lo importante es la razón por la que alguien se hace famoso… Si es por su trabajo, como en este caso, bienvenido sea, ya que la posibilidad de llegarle a mucha gente implica un mayor grado de responsabilidad. Y eso entusiasma, aunque a la vez asusta, sobre todo por ese clima entre vertiginoso y agresivo que hoy prevalece en los medios, distorsionando cualquier concepto. Aun así, pienso que lo más grave es callarse. Como dijo Martin Lüther King, "lo que preocupa no es el grito de los violentos, los corruptos o los deshonestos, sino el silencio de los hombres buenos”.

- Ahora, pasemos a grandes temas: ¿qué te hacía reír de chico?

- De nuevo, me emociona escuchar este tipo de inquietudes y lamento que sean tan poco frecuentes. Estoy haciendo prensa de forma ininterrumpida y la pregunta que más se repite es: “¿Qué sentiste en la alfombra roja de Cannes?”. Tuve una infancia extremadamente feliz. Los primeros años son esenciales y, según mi experiencia, existen dos tipos de personas: las que se pasan toda la vida intentando recuperar ese momento de esplendor y las que vivieron una especie de infierno al que no quieren regresar. Definitivamente, yo soy de los que buscan retor-nar, desde otro lugar, a ese estado.

- ¿Y el cine, qué lugar ocupaba cuando la pantalla se veía tannnto más grande?

- Uh, el cine está presente desde que tengo memoria, porque mi padre, que falleció hace poco más de un año, era ultra cinéfilo. Mis abuelos llegaron al país después de la Segunda Guerra Mundial sin absolutamente nada y entonces de chico sufrió muchas carencias, dado que venía de un origen muy humilde. Pero ya a los 12 años consiguió un trabajo que consistía en subir las latas de película a la cabina de proyección de un cine de Caseros, su barrio, donde a cambio le per-mitían ver las películas gratis… Ya de más grande,

logró un buen pasar económico y, cuando llegué yo, directamente me dio todos los gustos, de modo que crecí en una casa llena de proyectores de Súper 8 y videocaseteras, en la que el cine me cautivó de entrada.

- ¿A tus ideales llegaste mediante el cine o al cine llegaste mediante tus ideales?

- Es probable que cierta vocación de justicia provenga de las películas que vi a tan temprana edad. Superman, Django, Clint Eastwood… Mis primeros héroes eran los buenos y, obviamente, yo quería ser el bueno.

- Pero el cine no siempre deja un mensaje bueno…

- Con los años vas descubriendo cierto mensaje perverso que subyace en las historias, por ejemplo, de superhéroes, donde el esquema suele ser así: hay un mundo que funciona bien, aparece un villano que amenaza con destruirlo, y el superhéroe de turno combate al villano. Pero ese mundo que “funciona bien”, donde en teoría “todos luchamos para conservarlo”, para mí es bastante siniestro. O sea, es una metáfora de éste mundo, donde los que custodian las reglas son los mismos que se benefician de ellas.

Sin arrogancia, ni falsa humildad, no se adjudi-ca una infancia en la necesidad, ni se atribuye el derecho a gritar de los que no tienen para morfar. Pero esos mismos ojos que le permiten fotografiar la realidad también lo hacen cirujano de nuestra sociedad, donde Luciano puede desaparecer en manos de la impunidad, tal como aquella esperanza que Damián vio crecer en La Matan-za, mientras las garras del consumo nos siguen vendiendo humo, encubriendo a la tempestad de esta coartada con televisores encendidos: “La desigualdad está diseñada y sostenida por sectores reducidos”.

- En nuestras villas, solemos encontrarnos en distintos espacios de cine-debate, para repensar y repensarnos, sobre ciertas problemáticas. ¿Qué le suma el cine a una reflexión pelada?

- La cultura y, sobre todo la cultura no oficial, es una fuente mucho más confiable de sabi-duría. Se vive hablando de la educación como vehículo para la evolución y yo estoy totalmente de acuerdo, pero eso no se logra con cualquier educación. Depende de cómo y con qué objetivos estén diseñados los planes de estudio, porque a veces es muy difícil discernir entre educación y adoctrinamiento… Tras la revolución industrial, los poderosos de turno necesitaban que mucha gente ocupara determinados puestos de trabajo, y entonces toda la educación oficial se diseñó con

ese objetivo. En cambio, los buenos libros y las buenas películas, que siempre están creados por artistas que trabajan en libertad, no persiguen el beneficio de ningún sector.

- ¿Y hoy, desde tu punto de vista, la escuela adoctrina o educa?

- En el colegio aprendés a respetar la investi-dura presidencial, como así también las institucio-nes, además de dar exámenes sobre la división de poderes en las sociedades democráticas. Pero después ves “El Padrino” y comprendés que las corporaciones compran jueces a diario, que los políticos trabajan para defender los intereses del mundo financiero y que la moral de algunos presi-dentes u obispos puede ser más perversa que la de un mafioso… Del mismo modo, en la escuela te enseñan que, según la ley, todo sospechoso de un crimen merece un juicio justo y es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad, pero lue-go ves la saga de Jason Bourne, y entendés que la CIA, el Pentágono o cualquier organismo de inteligencia tiene permitido exterminar individuos salteándose cualquier tipo de juicio, por detrás del conocimiento público.

- Tras las declaraciones en lo de Mirtha Legrand, varios te sacaron de contexto para acusarte de “apología del delito”, por haber dicho que tal vez hubieras delinquido en una situación de extrema necesidad… ¿Quién gana en el negocio de la tergiversación?

- Utilizar cualquier declaración para producir un escándalo tiene un objetivo más bien frívolo, que es generar rating, porque el conflicto atrae. Entonces, una frase que tenga la capacidad de provocar cierta controversia o agresiones cruza-das, seguramente alimentará el tipo de progra-mas que hoy atraviesan toda la programación. Luego hay objetivos más oscuros, que pasan por mantener a la gente desinformada, estupidizada e infeliz, porque el tipo feliz consume menos. Des-pués de leer un buen libro, de hecho, no te dan ganas de ir a un shopping… Y por eso, mantener-nos alejados de las cosas simples, pero funda-mentales, produce que intentemos satisfacer esas carencias mediante el consumo impulsivo.

- ¿Dónde se puede chequear esa voluntad manifiesta de alejarnos de “las cosas simples pero fundamentales”?

- En cualquier publicidad de Nike, por ejemplo, donde ves un par de zapatillas y detrás la playa, el mar, el atardecer. Lo que en el fondo querés, en términos inconscientes, es meterte en el mar, respirar aire puro y habitar un espacio sin ruido ni contaminación, pero como no tenés dinero para comprar un pasaje, ni tiempo para irte a ningún lado porque tenés que trabajar, te comprás las zapatillas. Y lo más perverso es que éste tipo de cosas, como la creación de mensajes distorsivos para estimular el consumo, se estudian en la universidad. Por eso me indigna cuando se repite que “lo importante es la educación”, sin aclarar a qué tipo de educación se refieren. ¿O acaso no son todos universitarios los publicistas, abogados, políticos, financistas, banqueros y lobistas que custodian este sistema? Yo estoy a favor de una formación que provea herramientas para com-prender, cuestionar y transformar la realidad, pero no de aquella que te invita a “sobreadaptarte”, para entrar en caja.

- En la carta que escribiste para aclarar tus dichos, sostenés que la desigualdad es “estruc-tural y necesaria, no casual”. ¿Necesaria para quién y por qué?

- A mi criterio, la desigualdad no es accidental; está diseñada, sostenida y alimentada por secto-res muy reducidos que se benefician directamen-te de ella. Y en una sociedad que propone el con-sumo como pasaporte a la felicidad, alguien tiene que producir aquello que se consume… El mundo tal como lo conocemos colapsaría sin lo que increíblemente se siguen llamando “las clases

1919

“ESTOY COMPROMETIDO CON MI TIERRA, CASADO CON SUS PROBLEMAS Y DIVORCIADO DE SUS RIQUEZAS”.

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UN GRITO EN LA OSCURIDAD NEOCOLONIAL*Por Stella Calloni

Cuando aparecieron los primeros números de La Garganta Poderosa nadie imaginaba que esta original y creativa experiencia de un colectivo hecho de muchas voluntades juntas, en tan difíciles circunstancias de vida, podría trascender espacios y tiempos.

Lo hizo, con la genialidad de una irreverencia respetuosa, sin ambigüedades, sin concesiones, pero con esa señal que llevan impresa los que sue-ñan, vuelan y persisten en las circunstancias más difíciles. Y también con la intensidad de la alegría que viene de esa alocada voluntad, que también necesita de una férrea disciplina de trabajo, de horas robadas al escaso tiempo que tienen aque-

llos que sobreviven con dignidad y enorme esfuerzo cada día.

Lo que quiero decir es que esa sobrevivencia entre tantas dificultades, desafiando la descultu-rización que implican los medios sostenidos por publicidades pagadas con dineros robados mediante la explotación, es un hecho cultural de una solidez de construcción profundamente humana.

Mírense ustedes a sí mismos viviendo, resistien-do cada día entre los suyos, entre los que conforman el verdadero cinturón humano de estas inmensas ciudades perdidas en el abismo de la individualidad que deshumaniza y devora el alma, el ánimo de los hombres. Ciudades de la impiedad, la soledad, la violencia y la vanidad, tan lejos de la solidaridad de los de “abajo”, como algunos les dicen.

Los de abajo, el subsuelo de la patria, son la patria misma, porque sin ellos, sin la inmensidad de los “nadies” no existe nación, ni patria, ni esperanza de un tiempo de verdadera liberación, cuando el hombre deje de ser lobo del hombre.

Mírense frente a los que mienten, desinforman o matan con esa desinformación y con absoluta frial-dad, porque son parte imprescindible de las guerras de baja, mediana y alta intensidad que hoy agobian al mundo. Se mata de muchas formas y la palabra en manos de los desinformadores mata.

La Garganta Poderosa va haciendo camino al andar. No hay mejor aprendizaje periodístico que ese camino, porque andan con su audacia revolucionaria, podando las malezas del colonialismo, que aún tiene atrapados a los pueblos de Nuestra América, en su pensamiento, palabra y obra.

Ustedes surgen desde la profunda humildad, y lo hacen con alegría, sin la cual, como dice Jauretche, nuestro querido filósofo del pueblo, no puede hacerse ninguna revolución, y menos en nombre de la vida viva.

Ustedes dieron un ejemplo cuando fueron al mundial de fútbol a vivirlo con el pueblo de Brasil. Se hermanaron, y así de pequeños como podrían haberse sentido en la inmensidad variopinta de los que asisten a un mundial, estuvieron asomando en primera línea, con sus demandas contra todo tipo de buitres o drones que quieran sobrevolar sobre nuestras cabezas como rapiñeros que fueron y son. Fue maravilloso y nos enseñaron cómo puede ser el revés de la trama.

Queridos compañeros de La Garganta Podero-sa, ¿saben cuánto pueden enseñar ustedes a un periodismo, aún bajo los efectos de una colonización cultural, que paraliza, endurece el paso y enmudece ante la verdad que hay que gritar con todo el poder de nuestras gargantas, para llenar de voces a Nues-tra América en tiempos de emancipación? Yo sólo puedo decirles gracias, por los caminos que abren.

trabajadoras”. Tan sólo esa expresión admite que hay millones de personas que dan todo su tiempo a cambio de salarios relativamente bajos, para que el mundo financiero pueda comprar y vender las acciones de esas compañías que producen las cosas que no necesitamos. Todo este sistema y el entramado de decisiones que lo componen les permiten ganar dinero cada vez más fácil a los que más tienen, mientras oprime cada vez más fuerte a los que menos tienen.

- ¿Y hasta dónde rueda ese círculo vicioso?

- Poco a poco, con ese dinero, ellos generan interés. Y esto significa que le resulta más fácil ganar dinero al dinero que a las personas. Enci-ma, paralelamente, los niveles de resentimiento que se generan son tremendos, e inciden de forma directa sobre los índices de violencia de la sociedad. Por eso, me parece importante señalar que la clase media no es la responsable de estos males, ya que en su mayoría está conformada por gente que labura y quizá puede comprarse un iPhone en cuotas, o un auto, pero cada vez está más lejos de poder adquirir un pedazo de tierra o una propiedad. Y cuando lo logra, pronto descubre que deberá vivir para mantenerla, contribuyendo al sistema bancario o impositivo, que son los que se la pueden expropiar... Lo peor que puede pasar en una sociedad es lo que está ocurriendo en ésta: que se enfrenten los que no tienen nada con los que tienen poco, sin que

nadie repare en las raíces del problema, ni en su posible solución.

No hace falta aclarar a esta altura, que no intenta simular cuando expresa su postura, porque todos sus primeros planos están dirigidos a los Derechos Humanos, para que las pelis no se vuelvan canales de fuga, ni pantallas que tapen a los Arruga, sino gritos que valgan la pena, contra la mano dura y el individualismo: “Este sistema premia la desmesura y el egoísmo”.

-¿Qué camino ves posible, hacia una socie-dad más justa y menos salvaje?

- En primera instancia, reconocer, de forma colectiva, que éste sistema no es el camino. Y ésa no es una tarea fácil, porque ni el ruido, ni el chi-mento, ni la agresión, ni la frivolidad nos ayudan a pensarnos con lucidez. Calculada o resultante, la estupidez nos coloca a todos en una frecuen-cia tremendamente superficial, que nos impide ver cómo ciertas cuestiones urgentes como el hambre, la pobreza o la violencia social, no sólo podrían resolverse con relativa facilidad, sino que además se retroalimentarían en su mejora, por-que están relacionadas entre sí. La Argentina es un país muy rico en términos geográficos y tiene poquísimos habitantes, por lo que hay alimento para todos, a punto tal que los mayores ingresos provienen de exportarlo. O sea, no puede haber

hambre en este país. Pero hay. Y aun así, no es el primer tema de nuestra agenda.

- ¿Por qué perdemos de vista cuestiones tan básicas?

- Muchas personas de clase media, e incluso de clase media alta, estamos tan identificados con esos valores del exitismo y la acumulación que nos bombardean a diario que nos sentimos pro-fundamente insatisfechos. Siempre creemos que nos falta algo. Y cuando la infelicidad o el vacío reinan, se hace muy difícil sensibilizarse con el otro, o darle prioridad a las carencias ajenas. Uno está capturado y dominado, por las propias.

- Una vez dijiste que “necesitamos algo más cercano a una revolución que a un gobierno de cierta orientación”. ¿Cómo sería esa rebelión que imaginás?

- La vengo imaginando desde hace años y los frutos de ese trabajo integran los volúmenes de una trilogía de ciencia ficción llamada “El extranjero”, que espero rodar pronto. La ficción es un gran espacio para ensayar las ideas, y por eso le estoy tan agradecido a esta oportunidad de aportar, desde mis series o películas, lo mejor de mí. Pues definitivamente, esa revolución que soñamos no llegará a través de la violencia, sino de la inteligencia. ★

Letras y Fotos: ★ Susana Rearte ★

Todo este sufri-miento comenzó casi 6 años atrás, dentro de un des-tacamento al que no llegó el Nunca Más. Lo persiguieron, lo detuvieron y lo cagaron a patadas, por no cumplir las normas de sus zonas liberadas y por negarse a nutrir esa dinámica pedorra que financia la caja en el mercado de la gorra. De cara a la corrupción policial, esa hija boba de la corporación judicial, Luciano no luchó en vano contra el infierno de la violencia ins-titucional: no hay lugar para el silencio del Gobierno Nacional.

2020

“ES MUY DISTINTO NO DECIR LO QUE SE PIENSA A NO PENSAR LO QUE SE DICE”.

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Ya mirando al mundo desde el balcón de la pubertad, sus ojos parpadeaban al ritmo de la tercera edad, porque antes de culminar su propia adolescencia comprendió la enorme diferencia entre la vejez y la experiencia. Haciendo foco en los valores humanos, creció labu-rando en hogares de ancianos, con la misma simpleza que ahora se ofrece como personal de limpie-za... ¿Su máximo anhelo? “Volver a cuidar a un abuelo”.

Cuando todo pintaba feo, estudió para profe de historia, pero la traba del desempleo le hizo perder la me-moria. Y después le volvió a pasar lo mismo, cuando se subió a un pode-roso curso de turismo, pero sufrió un aterrizaje forzoso en las aguas del capitalismo. Pues entonces reaco-modó la antena de su enciclopedia y movió sus conocimientos sobre la Edad Media, hasta que pudo engan-char la conexión: ahora también es maestro de computación.

No prometerá la convertibilidad, pero promete convertir los planos en realidad. Nunca garantizará la banca del Fondo Monetario Internacional, pero garantiza una conducta profe-sional. Tampoco hará el salariazo, ni la revolución productiva, pero hace un laburazo, sin ponerse en ortiba. Y no, no podría jamás tomarte por gil, pero vos bien podrías tomarlo como albañil, porque necesita tra-bajar… Dale, ¡este Carlos no te va a defraudar!

¿Tenés una panadería y no das abasto con el laburo? ¡Ella te ven-de hasta el pan duro! ¿Tenés un kiosco y no te deja nada de guita? ¡Ella te vende hasta la ventanita! ¿Tenés una agencia de viajes, pero nadie viaja? ¡Ella te vende hasta la caja! ¿Tenés un negocio de ropa y necesitás una vendedora? ¡Ella te vende hasta la calculadora! ¿Tenés que tomar una empleada y estás evaluando varias opciones? ¡Ella jamás vende sus convicciones!

Si te caga una empresa de medici-na prepaga, o si intenta pasarse de viva, acá tenés una mano poderosa y combativa, que lucha por convic-ción, que conserva su moral y que ya terminó el curso de facturación sanatorial. No obstante, esa mano necesita otra mano importante, que acerque alguna propuesta laboral atractiva, en su rubro o en cualquier área administrativa… Ni bruja, ni adolescente, ¡Sabrina necesita un laburo como la gente!

Todo el mundo está feliz, si va Lis, que no deja de buscar, ¡laburar! Todo el mundo llame a Lis, todo el mundo llame a Lis, cuando quieran volantear… ¡No otra, no otra! Trayendo calma, escuche el grito, llame a la piba y nos llena de alegría… Yo quiero ver, laburo ahí, arriba arriba vas llamándonos aquí… Yo quiero ver, checopaté, ¡tiráunlaburo daledale mueveté! Dalédalédalédalé, checopaté, ¡ti-ráunlaburo daledale mueveté!

AARON CASTILLO(0388) 154 129 665

TILCARA (JUJUY)

STELLA MARIS ROLDÁN(0249) 154 552 793

VILLA CORDOBITA (TANDIL)

SABRINA CAVEDA (0341) 156 412454

VILLA BANANA (ROSARIO)

LIS GABRIELA GONZÁLEZ(011) 15 6474 6494

VILLA 21-24 (CAPITAL)

CARLOS DAVID DONOSO(0351) 156 781 067 YAPEYÚ (CÓRDOBA)

ARACELI LEAÑOS(011) 155 754 0215

VILLA 1-11-14 (CAPITAL)

STELLA

AARON

SABRINA

CARLOS

LIS

ARACELI

2121

“LA MALA PALABRA NO NACIÓ ASÍ. LA SOCIEDAD LA HIZO MALA”.

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HISTORIA VIVA

HONRA SIN PARSobre la orilla mansa del río Matanza, donde la falsa moralina de la civilización salpica a Villa Celina con la barbarie de la televisión, también soplan vientos de memoria en favor de la corriente migratoria que converge en un solo grito, mientras la xenofobia le inventa algún nuevo delito. Justo ahí, donde confluyen las culturas aymará y guaraní, las caretas se caen a pique sobre el dique virtual a las clases trabajadoras, que un día amanecieron de cara a las topadoras. Como siempre movidas por la guita, embistieron sin piedad contra una placita creada por la comunidad, para que los pibes tuvieran alguna contención, frente a la contaminación y la histórica postergación de la urbanización. Sin sistema cloacal, el flujo los deshechos desemboca en el arroyo local, que suele inundar al barrio en cada tormenta, aunque Fernando Espinoza no se dé cuenta... Porque las inundaciones no discriminan cuando las habitaciones son de madera y porque la cultura villera no va para donde sopla el viento, ¡honor y gratitud al gran Sarmiento!

2222

"EL TIPO QUE DIBUJA, LO HACE PARA ACERCARSE DE ALGUNA MANERA A LA GENTE”.

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EMBARRIADOS SARMIENTO

EL BARRIO:Al sur del partido de La Ma-

tanza, donde el nombre “Luciano Arruga” nos revuelve la panza, se ha consolidado un pueblo comba-tivo, al que no llega el Estado, ni ningún colectivo. Desde 1960, a fuerza de corazón y polenta, her-manos argentinos, paraguayos y bolivianos construyeron sin pla-nos el escenario de su historia, cuando todos les decían que esa villa era “transitoria”. Más de me-dio siglo después, siguen con el mismo barrio en los pies, porque la lucha es su vida y su elemento: debería llamarse Fuentealba, pero se llama Sarmiento.

LOS LUCHADORES:Desde un principio, la co-

munidad debió luchar contra la desigualdad del municipio, pero esta última gestión, en sintonía con la gobernación, resultó una espina demasiado dolorosa: no hay urbanización para Villa Celina, en los planes de Espinoza. Pero soñando los planos para La Matanza del mañana, la esperan-za está en manos de la comuni-dad boliviana, que supo levantar el barrio ladrillo a ladrillo, entre Boulogne Sur Mer y Ramón Carri-llo... Mucho huevo. Mucho ovario. Mucho Evo. Mucho barrio.

EL ORGULLO:Sin chamuyo, sobran motivos

de orgullo para esta barriada de la Buenos Aires olvidada, donde todos los ritmos son latinos y todos los héroes son simples vecinos, ésos que llenaron de vida al asentamiento para que se volviera el Barrio Sarmiento. Ni las truncas promesas de casas, ni las históricas amenazas, pudieron detener al poder popular que supieron edificar, con cimientos de solidaridad y columnas de entereza: tomaron la debilidad y la hicieron fortaleza.

EL DESAFÍO:Después de cada tormenta,

los habitantes que la sufrieron se organizan para rezar, porque ya perdieron la cuenta de cuántas veces volvieron a empezar. Como si fuera un “fenómeno natural” y no la consecuencia de vivir sin sistema cloacal, el objetivo es instalar esa prioridad, para que el grito llegue hasta los oídos de la municipalidad. ¿Sabrán cuántas personas se enferman en el predio? ¿Y que la cura está en la urbanización? No existe otro reme-dio para la exclusión.

Con la pluma, la espada y la palabra, desafiando la lógica macabra de gestiones que

sólo administran falsas ilusiones, los vecinos del barrio Sarmiento están escribiendo su historia en movimien-to, con las tizas de las convicciones y los ideales, mientras borran las sumisiones de las dádivas electora-les. Pues para hallar la esperanza de América Latina, basta con navegar el Río Matanza, hasta el Comedor Mamá Celina…

Mucho más allá de la cocina o la hornalla, Olga Giménez hace honor allí a la garra paraguaya, ésa que le permitió sobrevivir al tsunami neoliberal, remando con 3 hijos para zafar de la injusticia social. Sin rece-ta para la felicidad, ni para salir del calvario, “la necesidad incrementó el compromiso con el barrio”. Con olo-res de América Latina, entre sabores de Paraguay, Bolivia y Argentina, logró hervir y fundir absolutamente todas las fronteras, incluidas las que imponen los dueños de las chequeras.

- ¿Por qué decidiste dejar Para-guay e instalarte en Sarmiento?

- Vine hace 18 años, por nece-sidad, para poder sustentar a mis tres hijos porque no teníamos para comer. Mi idea era venir, trabajar e irme de vuelta a Paraguay, pero al final decidí traerlos conmigo y desembarcamos en la villa del Bajo Flores, donde estuvimos hasta que conseguí un terreno acá, en Villa Celina, y me construí una piecita. A pesar de las dificultades, siempre opté por no quedarme con los brazos cruzados, por mí y por todos los que pasan hambre. Y andando por ese camino, nació la convicción que tengo hoy: si nos juntamos, podemos.

- ¿Y cómo fue el parto de “Mamá Celina”?

- El comedor se fundó hace 4 años, en medio de un reclamo por viviendas, cuando muchos vecinos debieron salir a tomar terrenos para poder tener un techo. En ese momento, este espacio no sólo nos sirvió para sostener el acampe, sino también para refugiarnos de la Po-licía, pero con el tiempo la toma se diluyó, dado que estaba sostenida por una puntera del intendente Fer-nando Espinoza, que desapareció en

cuanto advirtió que no lograría nada con nosotros. Entonces, ahí nos juntamos entre los vecinos para que el comedor no cerrara… ¿Qué culpa tenían los chicos…?

- Claramente, ninguna. ¿Pero cómo se organizaron para soste-nerlo?

- Yo me hice cargo del espacio, aunque trabajaba durante la semana en otro lado. Y desde entonces, lo abrimos todos los días, para los pibes y las pibas del barrio. ¿Cómo hicimos? Durante mucho tiempo salimos a pedir por los comercios de la zona, que colaboraban con lo que podían, pero de todos modos debi-mos hacer muchísimos sacrificios, de los que no me arrepiento, ni me voy a arrepentir. Gracias a eso y al compromiso de tantas madres, hoy estamos mucho mejor organizados.

Hambrientos de justicia, sobre la colectora de la noticia, los vecinos construyeron con sus propias manos una hermosa placita para los enanos, donde solían pasar sus horas, hasta el día que aparecieron las topadoras. Dignas representan-tes de la desigualdad que propone la municipalidad, arrasaron con los areneros, pero no pudieron con el orgullo de los villeros, que no dieron ni un solo paso hacia atrás, ¡porque dijimos nunca más!

- ¿Cómo se explican las topado-ras sobre la placita?

- Justamente, habíamos decidido construirla atrás del comedor, como un espacio reservado para los chicos. Limpiamos el terreno con machetes, juntamos gomas de ruedas de camión y conseguimos distintos materiales para cumplir ese sueño, que nos costó un montón. Porque sí, era una plaza humilde,

pero era nuestra y los chicos eran felices ahí. Hasta que hace dos meses vino un tractor del municipio y le pasó por arriba, sin preguntar, ni explicar nada. Es más, cuándo le preguntamos por qué lo hacía, me amenazó con derribar el comedor…

- ¿Cómo contuvieron la rabia en ese momento?

- Los vecinos estábamos todos en el comedor, porque ya habíamos decidido resistir si pretendían tirarlo. De hecho, si algún día quisieran hacerlo, deberían derrumbarlo con nosotros adentro… Después de eso, la situación se tranquilizó, pero ese mismo hombre del tractor volvió en la semana para repetir frente a los chicos esa amenaza que nos había adelantado. “Para qué trabajan al pedo, si total esto lo vamos a tirar”, les dijo.

- Aun hoy, la estructura se ve bastante precaria. ¿Cómo hacen cuando llueve?

- Lamentablemente, si llueve mu-cho no se puede abrir, porque acá adentro cae más agua que afuera. Se mojan las mesas, los bancos y todo, pero nadie nos da una mano, ni una solución.

- En las casas del barrio, ¿los días de lluvias fuertes pasa lo mismo?

- Claro, porque tenemos un ria-chuelo horrible, acá al lado. Y mirá si será cierto que el año pasado, cuando rebalsó, nos inundamos absolutamente todos. Dentro del comedor, se llenó de agua hasta el último rincón… Por eso, nosotros decimos que si quieren mejorar la calidad de vida en este barrio, la prioridad debe ser atender esa cues-tión, porque todos nuestros caños desembocan ahí.

- Y desde el Municipio, ¿ofrecen alguna respuesta, además de topadoras y amenazas?

- No, ninguna. Habiendo tantos chicos tendrían que hacerse cargo, pero se desentienden de nosotros, como si no tuviéramos los mismos derechos que todos. Yo tengo a mi sobrinito con leucemia, ¿y sabés qué dicen los médicos tras haberlo evaluado? Que posiblemente se haya enfermado por ese riachuelo contaminado. ★

Letras: ★ Daiana González ★

Contra la cultura de callar, la contracultura nos impone gritar y repudiar el silencio de tanto cara dura como Fernando Espinoza, que se desempeña como encubridor de la tortura, por encima de cualquier otra cosa. Inclinando la balanza y escondiendo la mano, el intendente de La Matanza se cagó siempre en Luciano, en sus seres queridos y en todos los derechos adquiridos. Pero lejos de la complicidad, somos muchos los que estamos decididos a ir por la verdad, con toda la fuerza del pueblo villero: nuestra dignidad no se sube a ningún patrullero.

"Yo tengo a mi sobrinito con leucemia

y los médicos dicen que posiblemente se haya enfermado

por el riachuelo contaminado"

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“BUSCO ESPÍRITUS SENSIBLES… INTERMEDIARIOS, ABSTENERSE”.

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DÍAZ DE CONCIENCIA

¿VOS LE PEGARÍAS... a tu mamá?

Corriendo el telón, sin tacón y con una inmensa panza por delante, un puño femenino arroja el interrogante, para que la respuesta nos ayude a entender y la pregunta nos taladre: “Pegarle a una mujer es como pegarle a tu madre”. Incubada en el útero de la actuación, donde la realidad supera a la ficción, Julieta no necesita careta para interpelar a la lógica del consumismo, que suele responder a la ilógica del periodismo, porque el machismo está detrás de los dos, cuidando que las damas no levanten la voz: “El sexista y el racista parten del mismo error: alguien les hizo creer que existe un ser superior”. Amamantando esa rebeldía moral, esa convicción, esa conciencia y ese poder, cada 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Elimina-ción de la Violencia contra la Mujer, en honor a las hermanas Mirabal, que lucharon por el brillo de República Dominicana, enfrentando al gobierno dictatorial de Trujillo, la picana y los usureros: “Los pueblos se forjan por sus madres, no por sus guerreros”. Desde esa perspectiva, sin impostar una falsa pose combativa, hoy no reniega de la televisión, ni pontifica su proclama con sobreactuación, pero sí cuestiona a la frivolidad farandulera, “porque me da pena ver chicas expuestas de esa manera”. Sin jugar a la politiquería, ni armar un escándalo cada semana, se cansó de repudiar la megaminería, “que es pan para hoy y hambre para mañana”, con la misma intensidad que interpeló al Gobierno de la Ciudad por el cierre masivo de espacios culturales, en función de gestiones empresariales que sólo pretenden lucrar y jamás están a la altura de la circunstancias: “Generar más cultura, sólo puede arrojar ganancias”.

que se exponen en programas de chimentos, por ejemplo, algunas son actrices y otras no, pero a mí me termina dando pena verlas tan expuestas, de una manera horrible. Ahora, en definitiva, se están faltan-do el respeto a ellas mismas. Desde mi punto de vista, todas las chicas deben tener su talento, y en todo caso, habría que buscarlo, pero no me parece que su lugar sea pasear-se desnudas o hacer posiciones del kamasutra, por el sólo hecho de que sean bonitas.

- Antes dijiste que creías en Dios, pero no te

referías al rating, ¿no?

- Es lo que vende. El rating y el rol que se le asigna a la mujer tiene que ver también

con la trata, la prostitución,

el abuso y el maltrato que se

imparte, cuando se considera a la mujer

como un objeto. Y aunque no es fácil reordenar eso, creo que la mujer se deja o no se deja. Hay muchas con fuerte temperamento que no se dejan llevar para ese lado. Y también por eso, hay nenas que se vuelven muy masculinas, de tanto estar a la defensiva.

¿Y cómo no estar a la defensi-va, cuando la cultura se pone tan agresiva? ¿Cómo no asfixiarse en el círculo central, sin derribar el muro del mandato patriarcal? ¿Cómo no salir desesperadamente al ataque, si de repente la violencia te pone

con tu mamá, con tu hermana, con tu hija. Entonces, yo considero que el rol de nosotras hoy es muy impor-tante, en este momento histórico, dado que hay varias presidentas representándonos en Latinoamérica y en el mundo. Ese proceso que se va dando es muy interesante. Y por otro lado, también siento que ser madre, así como ser mujer, se descubre todos los días.

- Hace poco criticaste a los programas de chimentos porque hablan poco de arte y cosifican a la mujer. ¿Eso no es violencia simbólica también?

- No me quiero poner a bajar línea, porque yo trabajo en la televisión, pero a veces se ocupa demasiado tiempo en hablar de cosas que no tienen que ver con lo artístico. Y hay un chusme-río que me da pena. De hecho, un programa de chimentos le da trabajo a un montón de gente, pero la ficción da más empleo. Ojo, no me parece mal que hablen de espectáculos, e incluso hay gente muy interesante en ese ámbito, pero realmente no se ocupan de nuestro trabajo, y eso es lo que no me gusta… Aun así, acepto que a mucha gente le atrae lo que proponen.

- ¿En la tele viene más relegado que en la vida el rol de la mujer?

- Muchas veces esos roles que nos parecen injustos tienen que ver con lugares en los que nos ponemos nosotras mismas. De las mujeres

T iene una sonrisa hermosa, una impronta poderosa y una trayectoria prestigiosa. Pero en

realidad tiene otra cosa, una especie de carisma acogedor que le permite trascender del televisor. Afuera de la pantalla, lejos de la trama y abajo del escenario, Julieta cruza la raya que divide a la fama del barrio, interesándose por los demás. Es una más, ahí y acá. Una mujer, a punto de ser mamá, en la antesala de su máxima gala y en el camarín de la maternidad, donde la artista dará paso a la protagonista de esa obra cargada de humanidad: “No me gusta que mi trabajo defina mi identidad”.

- No debe ser fácil lograrlo…

- Cuando me preguntan a qué me dedico, me sale decir actriz, pero cuando me acuerdo elijo decir: “Trabajo de actriz”. Porque ante todo me siento una persona, una futura mamá, una esposa, una hija. No me gusta que mi trabajo sea lo más importante. Y no creo en la violen-cia, creo en Dios. Soy una persona, con todas las inseguridades y con todos los miedos, pero con muchos valores.

- En 2011 interpretaste a Evita en la película “Juan y Eva”… ¿A cuánto estamos todavía de igualar los derechos en materia de género?

- En un libro que me regaló mi mamá sobre las madres indígenas, dice: “Los pueblos están forjados por las madres, no por los guerre-ros”. Y yo pienso siempre en el ser humano, no en el hombre y la mujer. Pero hay algo terrible que sucede con la violencia de género, al igual que con el maltrato doméstico o las redes de trata, porque al golpear, violar o matar a una mujer, simbóli-camente estás haciendo lo mismo

"El rating y el rol que se le asigna a la mujer tiene que

ver también con la trata, la prostitución, el abuso y el maltrato que se impar-te, cuando se considera

a la mujer como un objeto".

en jaque? ¿Cómo no tener este grito atragantado, si el maltrato a la mujer está naturalizado?

- ¿Qué te genera esta cultura del machismo?

- Me da bronca e impotencia, como le debe pasar a todos los que se lo plantean sensatamente. Ahora, tengo la posibilidad de defenderme más por mi trabajo y porque soy más grande, pero siento la injusticia sistemática y la falta de respeto. Aunque no me considero feminista, en algunas cosas lo soy, porque en-tiendo que hace falta un contrapeso al machismo. En mi laburo, muchas veces les pagan mejor a los protago-nistas hombres que a las mujeres. Y aunque por suerte algunas actrices lograron que eso sea diferente, esa realidad te empuja a tomar una decisión, marcando un camino. Para mí, la violencia también tiene que ver con el racismo, porque tanto el sexista como el racista parten del mismo error: alguien les hizo creer que existe un ser superior.

- En Soy Gitano, había un fuerte componente machista. ¿Qué cam-bió desde ese 2003, hasta ahora?

- La sociedad actual se modificó mucho, en relación a la de entonces. Al trabajar y criar a sus hijos, mejoró la posición de la mujer, aunque todavía es muy asimétrica, porque nosotras nos tenemos que hacer cargo de un montón de cosas que no se le asignan al hombre, por lo que terminamos trabajando más... Me da mucha bronca cuando dicen “mi mamá o mi mujer no trabaja”, cuando en realidad cría a sus hijos y hace todas las labores del hogar. Sin dudas, el machismo tiene un poder enorme, pero siento que poco a poco lo vamos acomodando.

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“UNO SABE QUE EN LA VIDA SE PIERDE Y SE GANA, PERO ESO TAL VEZ SEA UNA ENSEÑANZA DEL FÚTBOL”.

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- ¿Qué le dirías a un tipo que le pega a una mujer?

- Una pregunta le haría: "¿Vos golpearías a tu mamá?". Quizá sí, ¿no? Hay tipos que golpean a toda su familia y el porcentaje de reha-bilitación es mínimo, porque están convencidos de que tienen razón, aunque estén violando los Derechos Humanos. Y en ese sentido, la socie-dad los apaña mucho, no solo como individuos, sino desde la “Justicia”. Por eso, debemos difundir que la respuesta a esa violencia debe surgir de los tribunales… No hay nin-guna excusa válida, ni derecho que los asista para hacer lo que hacen. Entonces, si la justicia y el mundo son justos, deben ser castigados por la ley.

- ¿Padeciste alguna vez ese tipo de violencia?

- No, gracias a Dios nunca me pasó. Pero tengo amigas o conoci-das que han sido violadas, algo mu-cho más común de lo que se piensa. Y eso es terrible, porque además es mentira que esté relacionado con el alcohol o las drogas. Hay hombres que sin tomar, ni consumir, son muy violentos, sabiendo lo que hacen. No por nada se ocupan de aislar a la mujer, que claramente es una víctima.

Madre nerviosa detrás del telón e hija de artistas con gran vocación, Julieta convirtió a la actuación en

su modo de liberarse, a contrama-no de la especulación que invita a callarse. Priorizando su dignidad y su formación profesional, sin traicio-nar lo que creía, ganó notoriedad para denunciar la contaminación ambiental y la megaminería. Pues no se puso a pensar quién se ofendería, el día que debió gritar a mares por la aprobación de la Ley de Glaciares que consideraba fundamental, ésa que finalmente fue vetada por el ejecutivo nacional.

- Militaste mucho contra la megaminería a cielo abierto...

- Sí, porque es dañina con la tierra y el agua… Pan para hoy y hambre para mañana. Por eso, hice varias campañas al respecto y, aun-que ahora no tenga una militancia

activa, sigo pensando exactamente lo mismo.

- En los últimos meses, el Go-bierno de la Ciudad cerró más de 500 centros culturales gratuitos… ¿Le tiene miedo a la cultura?

- Para mí, es alucinante que contemos con esos espacios en los barrios. Me parece hermoso que existan, y no entiendo cuál es la razón por la cual el Gobierno porteño los cierra o no los permite… Posiblemente, sea porque entienden que de algún modo les hace perder plata. Pero en tal caso, queda bien claro que se trata de una gestión con foco empresarial.

- ¿Qué sería de la cultura, si todos la hubieran medido en térmi-nos de balances económicos?

- En el Teatro San Martín, que es un emblema, teníamos un montón de producciones, hasta que lo privatizaron. Y de no ser por ese en-foque comercial, hoy debería seguir produciendo la misma cantidad de obras que antes, porque no se pue-de considerar “pérdida” a un suceso cultural… Generar más cultura, sólo puede arrojar ganancias.

- Aún están mucho más cerca las Julietas de Julieta, que los Romeos de Romeo…

- Je, yo creo que no hay Romeos sin Julietas, y tampoco hay Julietas sin Romeos, porque realmente la mujer no es mejor que el hombre, pero el hombre tampoco es mejor que la mujer. Nos complementamos, siempre, aunque algunos no lo quieran aceptar. ★

Letras y Fotos: ★ Maxi "Core" Gómez ★

¿Qué explicaciones darán sus Señorías, tras 5 años de absurdas teorías? ¿Qué dirá la fiscal Roxana Castelli, que ocultó pruebas en la investigación, para borrar las torturas y la detención? Tal vez la Justicia, si alguna vez es noticia, la encuentre tras las rejas junto a la fiscal Celia Cejas y el juez Gustavo Banco, todos cómplices de este poder judicial manco, que igualmente se lava las manos cuando los pobres exigen Derechos Humanos. ¿O por qué rechazaron el hábeas corpus para un pibe desaparecido? ¿Quién le pone la gorra al olvido? ¿Cómo se investiga a los que no investigaron? ¿Y cuándo se escucha a ésos que silenciaron? Por el derecho a saber, por la justicia social y por todas las víctimas anónimas de los uniformados, ¡queremos al poder judicial en el banquillo de los acusados!

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“A VECES NOS PREOCUPAMOS PORQUE LOS JÓVENES USAN MALAS PALABRAS, EN VEZ DE PREOCUPARNOS POR SI TIENEN CAPACIDAD DE EXPRESIÓN”.

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LAS CAUSAS DE NUESTRA POBREZA

Tratá de pensarlo, tan sólo de poder imaginarlo: estás en la más absoluta soledad, encerrado en una celda bañada de humedad, privado de la libertad, aislado de tu gente. Sos inocente. No hiciste nada, pero caíste por una causa armada que la cana te inventó, porque sabe que el pasado ya te condenó. Que creciste sin asfalto, que estuviste en un asalto, que cumpliste tu sentencia, que perdiste la inocencia y que te volviste carne de cañón, para la industria de la discriminación. Necesitás un abogado, pero el bueno está del otro lado. A vos, te lo pone el Estado. Y te lo pone hasta el fondo, porque sabe que estás hundido en lo más hondo del inodoro judicial, donde se llena de mierda la justicia social, mientras la prensa reproduce la versión policial para poder vender la tragedia… Nada que temer, si sos de clase media.

TODOS INVOLUCRADOSAunque me habían condenado a 24 años por

estar involucrado en un homicidio, estuve preso 10 y debieron largarme, por la ley del dos por uno, ya que había cumplido las dos terceras par-tes de la condena. Sin embargo, al salir empezó otra pesadilla… Intentaron tentarme para que delinquiera y, como no entré, me armaron una causa. Generaron un robo, asegurándose de que los únicos testigos posibles a mi favor fueran per-sonas de mi entorno, y me detuvieron recién un mes después del delito, para que no me acordara lo que había estado haciendo. Yo sé quién robó, pero ellos me querían a mí. Y si uno lee los pape-les, son increíbles las aberraciones de la causa, así como la condena que me imponen por haber luchado contra este sistema imposible, porque en la provincia de Buenos Aires están metidos todos, incluidos los jueces y los fiscales.

Yo tengo familia, un bebé y nietos allá afuera, mientras estoy perdiendo la vida acá adentro. Y sí, hoy me lo hicieron a mí, pero mañana se lo harán a otro, porque sólo somos víctimas del libro de modus operandi, que es un archivo de fotos y personas que tuvieron problemas con la Justicia, un libro para saber a quiénes apuntar. Eso, que se hacía durante la dictadura y que ahora está prohibido, sigue siendo una práctica habitual de la Bonaerense. Y no, no tengo miedo de hablar, porque soy inocente. ¿Por qué estoy condenado? Porque Casación dice que no se puede revisar ahora lo que no se revisó antes del juicio. Sólo por eso.

Julio César Paz

Unidad 7, Penal de Azul.

UN CAMINO A veces, miro a mi alrededor y veo la soledad de

este lugar, pero cuando me pongo a pensar en los cinco hermosos hijos que tengo, este lugar deja de ser tan oscuro… Ojo, he conocido lugares peores de los que ahora sólo tengo recuerdos, pero mi soledad es mi compañera. Y entonces sólo hay 5 hermosuras que me llenen el corazón de amor, para no sentir odio por lo que me hicieron, 5 hermosuras que me llevan a tener comprensión. Y a saber que ya nunca estaré a solas con mi soledad.

Leila.

Unidad 31, Penal de Ezeiza.

EL BARRIOFamilias numerosas, madres solteras con

muchos hijos.

Los cascotes que inventan caminos para que el barro no muerda los tobillos. Montañas de basura por acá y por allá. Esqueletos de autos ro-bados ya desmantelados, saqueados y prendidos fuego. El sonido de un disparo en una esquina, diez disparos de respuesta en la otra. Charla en-tre vecinas, mientras cuelgan la ropa a través del alambrado: “¿Viste que lo mataron a fulano?”. Sí, “y a mengano le allanaron el rancho”. La policía y sus caserías indiscriminadas.

La iniciación sexual temprana, los guachos, las pibas. El comedor que se redujo a tan sólo una merienda por día. Los que van a trabajar con sus bolsitos, sus bicis y sus ojos cansados y tristes. La juventud que abandona la escuela, sa-biendo sólo que San Martín aceptó posar para el billete de cinco. Las madres que lloran la muerte del hijo en los velorios propios y ajenos.

El aire intoxicado por el porro cortado que vende la transa. Los perros persiguiendo las motos. El guiso al mediodía, el mismo guiso a la noche, lo que quede del guiso mañana.

El micro que recorre los penales lleno de novias, de hijos, de padres y de madres. Uno con las últimas Nike en el pasillo, dos a la vuelta, diez en el fondo. Los muchos sueldos flacos destinados a un celular, a la ropa, a disfrazar la pobreza. La cumbia poniéndole ritmo a la miseria. El amanecer y sus carros, el amanecer y los que todavía siguen de gira.

Maradonas que mató la Policía, que están en cana, o laburando en una fábrica cuando no derrochan su magia en una canchita de barro y con arcos de adoquines.

La avenida, frontera que separa el mundo. Rezos que ruegan poder exiliarse a la sociedad, el sonido anestesiante de la lluvia maltratando a las chapas.

Las velas derretidas en los mini-santuarios de los pibes finados, paredes que recuerdan el nombre de algún finado más.

Mujeres que modelan ante la pandilla. Amor inconsciente, pero puro; niños que se convierten en padres. La religión de odiar siempre a la yuta.

Habitantes que se conocen todos, secretos que saben todos, engaños imposibles de ocultar.

Perspectiva de vida que siempre tiene olor a cel-da, a plomo, a causa armada, a trabajo en negro o en gris, o a guardapolvo de encargado de limpieza.

Facu de Lafe.

Unidad 26, Penal de Marcos Paz.

BUZONESDesazón, impotencia que ahoga, dolor. La

celda es hermética, no penetran los sonidos. Un pájaro hace el intento, pero su canción se pierde en los abismos de las rejas, en la ven-tana. Nervios, desesperación que ruge, ganas de fumar. El aire se asfixia como si también su-friera. El tiempo te pesa el doble, te estrangula, no quiere bailar… Nombre, apellido, delito, contesto por vigésima vez en el día, pero no van a convencerme de que soy eso, un delito. ¿A quién le importan los sueños? ¿Qué pueden cambiar? ¿Acaso los verdugos no sueñan? Guevaristas de hoy lo que menos tienen es la sensibilidad del Che. Me dicen que la salida es la revolución, pero yo en la revolución veo sangre, y en esa sangre dolor. Dolor es lo que yo siento y no se lo deseo a nadie. Hambre, desnudo, mucho frío, demasiado frío. El abrigo son los golpes que empiezan a quemar. Quie-ren hacerme un monstruo, pero yo soy poeta. Podría ansiar matarlos… Pero prefiero escribir. La puerta sigue ahí… Cerrada. La libertad sigue ahí… Ausente.

Claudio.

Unidad 26, Penal de Macos Paz.

LA INJUSTICIA DE LA JUSTICIAHace 3 años y un mes estoy en cana por algo

que no hice. Me acusan del homicidio de Aristó-bulo Acosta, que pasó sobre la avenida Iriarte y Luna, cuando alguien salió a robar una camioneta y le disparó. La víctima chocó contra un Taunus estacionado. Y María Soledad Villalba, que vio el hecho, lo asistió. De su teléfono, llamó a la mujer y a la comisaría N°32, llamadas que debieran es-tar grabadas, pero no se presentaron en el juicio. Tres personas más vieron lo mismo y sólo una dijo otra cosa: que el autor estaba conmigo y con dos personas más. Pues por esa declaración, me armaron esta causa, según la cual soy coautor legalmente asociado del robo con portación de arma, agravado. Me dieron 16 años de prisión, los jueces Barbasoli, Barbieri y Barrionuevo, que siempre tiraron en contra mío. ¿Cómo puede ser que haya perdido 3 años de mi vida, acá adentro, siendo inocente?

Pablo Orieta.

Módulo 1, Penal de Ezeiza.

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“A ESO DE ESCRIBIR PARA LOS ESCRITORES, YO NO LE ENCUENTRO LA GRACIA. LA COSA SON LOS LECTORES”.

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A LUCIANO LO MATÓ LA POLICÍA

Nº 43 ★ Noviembre 2014 ★ $18