322

La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 1/322

Page 2: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 2/322

Dos días después David se sentó a

escribir una carta para su padre.Querido Padre:

Ésta es una carta muy difícil de

escribir…Hay algo que quiero pedirte: PO

FAVOR SÁCAME DE LA  GRANJA

GROOSHAM. No es que no me gusteo que pasa es que no tiene nadaqué ver con lo que tú esperas de

una escuela. Si realmente supieracómo es, nunca me habrías inscritoen ella.

Creo que están metidos en cosas de

Page 3: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 3/322

magia. El señor Tragacrudo, esubdirector, es un vampiro. El señoOxisso, maestro de cerámica matemáticas, es un muerto y laseñorita Pedicure, maestra denglés e historia ¡debe tener por lo

menos setecientos años! Vas apensar que estoy loco cuando veaesto…

Page 4: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 4/322

 Anthony Horowitz

La GranjaGroosham

La Granja Groosham - 1

ePub r1.0

MaskDeMasque 08.05.15

Page 5: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 5/322

Título original: Groosham GrangeAnthony Horowitz, 1988Traducción: Laura Sosa

Editor digital: MaskDeMasqueePub base r1.2

Page 6: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 6/322

Expulsado

Era la hora de la cena en la casa depaseo Wiernotta número 3, en la ciudade Londres.

El señor y la señora Eliot estabasentados a la mesa con David, su únichijo varón. Esa noche, la cena habícomenzado con un plato de col crudbañada en salsa de queso, porque eseñor y la señora Eliot nunca comíacarne. El ambiente en la habitación s

sentía particularmente frío. Esa tarde, ldel último día de clases antes de lavacaciones de Navidad, David habí

levado a casa sus calificacione

Page 7: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 7/322

escolares. Su lectura no había sidplacentera.

«Eliot no ha avanzado», habí

escrito el profesor de matemáticas. «Npuede dividir ni multiplicar. Me temque no llegará lejos».

«¡Tiene madera de flojo!», era ecomentario del maestro de carpintería.

«¡Sería un milagro que se quedar

despierto en clase!», se quejaba emaestro de religión.«Un perfecto inútil», sentenciaba e

prefecto.

«Se dirige al fracaso», concluía edirector.

El señor Eliot leyó todos esto

comentarios con creciente enojo

Page 8: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 8/322

Primero, su cara se puso roja. Luegosus dedos se pusieron blancos. Lavenas del cuello se le tornaron azules

su lengua, negra. La señora Eliot dudentre llamar al doctor o tomarle una fota color; pero al final, después de vario

vasos de whisky, el señor Eliot sranquilizó.

 —Cuando yo era niño —se lament

—, si mis calificaciones no eran dprimera, mi padre me encerraba durantuna semana en un gabinete, sin comidaUna vez, me encadenó a la defens

rasera del coche y luego me llevó por lcarretera, y eso sólo porque quedé esegundo lugar en latín.

 —¿Qué fue lo que hicimos mal? —

Page 9: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 9/322

sollozó la señora Eliot, tirándose decabello teñido de rojo—. ¿Qué dirán lovecinos si se enteran? ¡Se burlarán

Estoy acabada! —Si yo hubiera llegado con esta

calificaciones —continuó el señor Elio

—, mi padre me habría matado. Mhabría amarrado a las vías deferrocarril y esperado al tren de Charin

Cross de las 11:05… —Podríamos simular que nuncuvimos un hijo —lloriqueó la señor

Eliot—. Podríamos decir que tiene un

enfermedad rara… o que se cayó por ubarranco.

Como ya habrán deducido de tod

esto, el señor y la señora Eliot no era

Page 10: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 10/322

el mejor tipo de padres que a uno lhubiera gustado tener. Edward Eliot erbajo, gordo, calvo, con el bigote tieso

una verruga en el cuello. Era presidentde un banco en la ciudad de LondresEileen Eliot era unos treinta centímetro

más alta que él, muy delgada, codientes de porcelana y pestañapostizas. Los Eliot llevaban casado

veintinueve años y tenían siete hijos. Laseis hermanas mayores de David habíadejado la casa. Tres de ellas se casaron  las otras tres emigraron a Nuev

Zelanda.David se había sentado en e

extremo opuesto de la reluciente mes

de nogal, y comía una nuez de Castilla

Page 11: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 11/322

o único que le habían servido. Erpequeño para su edad y bastantdelgado, lo cual, probablemente, er

resultado de haber sido criado con undieta vegetariana, cuando en realidad ne gustaban las verduras. Tenía el pel

castaño, los ojos de color azul grisáce  pecas. David se habría descrito a s

mismo como pequeño y feo. Las niñas l

encontraban simpático, lo que para éresultaba aún peor.Durante media hora sus padre

hablaron como si él no estuvier

presente. Pero cuando su madre sirvió eplato principal —pastel de espárragos poro con salsa de zanahoria rayada—

su padre se volvió y lo miró fijament

Page 12: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 12/322

con un ojo parpadeante. —David —le dijo—, tu madre y y

hemos comentado tus calificaciones y n

estamos complacidos. —¡No lo estamos! —confirmó l

señora Eliot, rompiendo en llanto.

 —He decidido que debe hacersalgo. Te digo que si tu abuelo viviera, thabría encerrado en el refrigerado

colgado de los pies. ¡Eso me hacía si tasólo me atrevía a estornudar sin pedipermiso! Pero he decidido ser menosevero contigo.

 —¡Tu padre es un ángel! —dijo lseñora Eliot mientras se sonaba la naricon su pañuelo de encaje.

 —Decidí, en lo que a ti se refiere

Page 13: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 13/322

cancelar la Navidad este año. No habrárbol, ni regalos, ni pavo, ni nieve.

 —¿No habrá nieve? —preguntó l

señora Eliot. —No en nuestro jardín. Si nieva, l

quitaré de inmediato. Ya arranqué el 2

de diciembre de mi agenda. Esta familipasará directamente del 24 al 26 ddiciembre. Sin embargo, tendremos do

veintisietes de diciembre para ajustar ecalendario. —No entiendo —dijo la señor

Eliot.

 —No interrumpas, preciosa —dijel señor Eliot, asestándole un golpe couna cuchara—. Si no fuera por tu madr

—continuó— te habría dado un

Page 14: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 14/322

soberana paliza. Permíteme decirte quno hay suficientes correctivos en estcasa. A mí me pegaban todos los día

cuando era niño y eso no me hizo ningúdaño.

 —Te hizo un poco de daño —

susurró la señora Eliot con voz apenaperceptible.

 —¡Tonterías! —El señor Eliot s

alejó de la mesa en su silla de ruedaeléctrica—. Me convirtió en el hombrque soy.

 —Pero, querido, no puede

caminar… —Un precio pequeño por modale

an perfectos.

Encendió el motor de su silla y s

Page 15: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 15/322

Page 16: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 16/322

accidentalmente los controles, la sillsalió disparada hacia atrás contra lchimenea. Mientras tanto, Eileen Eliot,

punto de tomar un sorbo de vino, soltun chillido ahogado y volcó la copa dvino sobre su vestido.

 —De todos modos no me gustabese lugar —dijo David.

En circunstancias normales n

siquiera se habría atrevido mencionarlo. Pero ya tenía tantoproblemas que uno más difícilmentempeoraría la situación.

 —¿No te gustaba? —gritó su padremientras se echaba encima una jarra dagua para apagar el fuego—. ¡E

Colegio Beton es el mejor internado de

Page 17: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 17/322

país! ¡Las personas más distinguidaasisten a Beton! ¿Tienes idea de cuántme cuesta que estés ahí? ¡Doce mi

ibras! Yo fui a Beton. Tu abuelo asistia Beton. Tu bisabuelo estuvo en Betondos veces de tanto que le gustó! ¡Y

ahora tú vienes a decirme a mí…!Su mano tropezó con el cuchill

rinchador y lo hubiera lanzado contra s

único hijo varón de no haber sidporque la señora Eliot se echó sobre élrecibiendo quince centímetros de acernoxidable en el pecho.

 —¿Por qué no te gustaba? —le gritómientras su madre resbalándose cayó ea alfombra.

David tragó saliva. Con el rabill

Page 18: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 18/322

del ojo había ubicado la puerta. Si lacosas se ponían realmente mal, tendríque salir volando a su cuarto.

 —Me parece una escuela tonta —dijo—. Nunca me gustó tener que decibuenos días en latín a los maestros. N

me gustaba limpiar las botas de otroniños, ni usar sombrero alto y colas dpingüino, ni tener que comer en un sol

pie, sólo por tener menos de trece añoso me gustaba que no hubiera niñas, mpareció muy raro. Y no me gustabninguna de sus reglas tontas. Cuando m

expulsaron, delante de toda la escuelme cortaron la corbata por la mitad pintaron mi saco de amarillo…

 —¡Pero es la tradición! —gritó e

Page 19: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 19/322

señor Eliot—. De eso tratan lonternados. A mí me encantaba eso d

Beton. Nunca me importó que no hubier

niñas. Cuando me casé con tu madre nsiquiera sabía qué era mujer. ¡Me tomdiez años descubrirlo!

Se agachó y sacó el cuchillo depecho de su esposa, para abrir con él lcarta, que decía:

Querido señor Eliot: Me apena profundamente

tener que comunicarle que mehe visto forzado a expulsar a suhijo David, por su socialismoconstante y voluntario.

Quid te exempta iuvat spinis

Page 20: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 20/322

de pluribus una?

 Atentamente,

 El director del Colegio Beton

 —¿Qué dice? —gimió la señor

Eliot mientras se levantaba del suelo. —¡Socialismo! —El señor Eliosostenía la carta entre dos manoemblorosas, que se separaro

abruptamente al romperse la hoja dpapel por la mitad; su codo alcanzó a sesposa, en el ojo.

 —No quiero ir a un internado —dijDavid—. Quiero ir a una escuela comú corriente con gente común y corrient…

Page 21: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 21/322

 No alcanzó a decir más. Su padrhabía oprimido los controles de su sill ahora se dirigía a toda velocidad haci

él blandiendo el cuchillo trinchadormientras su madre gritaba de dolorcomo si la hubiera arrollado. Davi

saltó hacia la puerta, la abrió y la cerrde golpe tras él.

 —Si yo le hubiera hablado así a m

padre, me habría hecho beber un galóde gasolina y luego…Fue todo lo que escuchó. Llegó a s

cuarto y se tiró en la cama. A sus oído

legaba un ruidero de platos rotos y logritos amortiguados de sus padres que sculpaban uno al otro por lo sucedido.

Todo había terminado. De hecho n

Page 22: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 22/322

había sido tan terrible como pensó. Perumbado a solas, en la oscuridad de s

cuarto, David no pudo evitar que l

asaltara la idea de que lo peor aún nhabía sucedido.

Page 23: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 23/322

El folleto

A la mañana siguiente, un poco dcordura había vuelto al hogar de lfamilia Eliot y, aunque David aún no s

atrevía a abandonar la seguridad de sdormitorio, sus padres ya estabasentados en el antecomedor, como snada hubiera pasado.

 —¿Ya te sientes mejor, mi platito dnueces, avena, fruta seca y hojuelitas drigo integral? —preguntó tiernamente l

señora Eliot. —No somos granola —contestó e

señor Eliot, mientras se servía un poc

de ella—. ¿Cómo sigues de tu puñalada

Page 24: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 24/322

mi amor? —No duele tanto, mi vida. Gracias.Comieron su cereal en silencio

Como siempre, el señor Eliot leyó lsección financiera del periódico dprincipio a fin, rechinando los dientes

resoplando y sonriendo nerviosamentcada vez que descubría cuáles de suclientes habían caído en bancarrota es

día. Del otro lado de la mesa, la señorEliot, vestida con una bata de color rosbrillante y con tubos en la cabeza demismo color, oculta tras la sección d

sociales vertía un poco de vodka en splato de cereales. Le gustaban lodesayunos con aperitivos, crujientes

refresco.

Page 25: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 25/322

 No fue sino hasta que comenzaron comer los huevos pasados por agua quse acordaron de David. El señor Elio

cascaba el suyo con la cuchara cuandode repente, sus ojos centellearon y sbigote se estremeció.

 —David… —gruñó. —¿Quieres que lo llame? —

preguntó la señora Eliot.

 —¿Qué vamos a hacer con esmuchacho?El señor Eliot golpeó nuevamente e

huevo… demasiado fuerte esta vez; e

huevo explotó, salpicando a su mujecon pedazos de cascarón. El señor Eliosuspiró profundamente, tiró la cuchara

ésta perforó el periódico.

Page 26: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 26/322

 —Siempre confié en que seguiría mcarrera y entraría en la banca —dijo—Por eso le compré una calculadora d

bolsillo cuando tenía siete años y uportafolios cuando cumplió ocho. Cad

avidad, desde hace diez años, lo llev

a la bolsa de valores como un regalmuy especial. ¿Y qué he recibido cambio? ¿Eh?… ¡Expulsado! —El seño

Eliot cogió el periódico y lo hizo triza—. ¡Qué fracaso! ¡Estoy acabado!Justo en ese momento se oyó u

ruido desde la entrada principal: e

correo acababa de llegar. La señorEliot se levantó y fue a ver lo que habílegado, lo cual no impidió que el seño

Eliot siguiera hablando.

Page 27: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 27/322

 —Si tan sólo pudiera encontrar unescuela que lo metiera en cintura —murmuró—. No uno de esos instituto

modernos sino uno donde todavía screa en la disciplina. ¡Cuando yo eroven, sabía muy bien lo que significab

disciplina! En estos días, la mayoría dos niños ni siquiera sabe cómo s

escribe. ¡Azotes, azotes, azotes! ¡Eso e

o que necesitan! ¡Una probadita dbambú en el trasero…!La señora Eliot regresó a la mes

del desayuno con el montón de factura

de siempre, además de un sobre grandcolor café.

 —Granja Groosham… —dijo l

señora, intrigada.

Page 28: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 28/322

 —¿Qué? —Eso dice aquí —contestó, a

iempo que le tendía el sobre de colo

café—. Viene de Norfolk.El señor Eliot cogió un cuchillo y l

señora Eliot de un clavado se meti

debajo de la mesa, pensando qunuevamente lo usaría contra ella; peroen vez de eso, su marido abrió el sobr

antes de sacar su contenido. —¡Qué raro! —murmuró. —¿De qué se trata, mi amor? —

preguntó nerviosa la señora Elio

asomándose por el borde de la mesa. —Es un folleto… de una escuel

para varones. —El señor Eliot rodó s

silla hacia la ventana por donde entrab

Page 29: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 29/322

el sol—. Pero ¿cómo supieron questamos buscando una nueva escuelpara David?

 —Quizá les avisaron del ColegiBeton —sugirió su esposa.

 —Supongo…

El señor Eliot abrió el folleto y uncarta se deslizó de su interior; ldesdobló y la leyó en voz alta:

Querido señor Eliot:¿Se ha preguntado dónde

encontrar una escuela que metaen cintura a su hijo? No uno deesos lugares modernos sino un

 sitio donde todavía se crea en la

disciplina. ¿Alguna vez le ha

Page 30: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 30/322

 preocupado que en estos días lamayoría de los niños ni siquiera

 saben escribir la palabra

disciplina…?

El señor Eliot bajó la carta.

 —¡Cielos! —dijo—. ¡Easombroso!

 —¿Qué pasa? —preguntó la señor

Eliot. —¡Yo estaba diciendo exactamento mismo hace un momento! ¡Cas

palabra por palabra…! —¿Qué más dice?El señor Eliot levantó la carta.

Page 31: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 31/322

… Permítanos entoncesmostrarle la Granja Groosham.Como podrá usted ver en el 

 folleto que anexamos, nuestraescuela es un internado atiempo completo y ofrece un

ambiente único para jóvenesentre doce y dieciséis años quehan demostrado no poder 

adaptarse a los métodoseducativos modernos. La Granja Groosham se

encuentra situada en su propia

isla frente a las costas de Norfolk. No hay servicioregular de transbordador a la

isla, así que tampoco hay

Page 32: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 32/322

vacaciones regulares. De hecho, sólo se permite a los alumnosun día de vacaciones al año.

 Nunca se invita a los padres avisitar la escuela, excepto enocasiones especiales —y sólo si

 pueden nadar—. Estoy seguro de que las

excelentes instalaciones y altos

niveles educativos de la GranjaGroosham serán sumamentebenéficos para su hijo. Esperorecibir su respuesta en la

 próxima media hora.

 Atentamente, Juan Tragacrudo

Page 33: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 33/322

Subdirector de la GranjaGroosham

 —¿Media hora? —exclamó lseñora Eliot—. ¡Es muy poco tiemppara tomar una decisión!

 —¡Mi decisión ya está tomada! —dijo terminante el señor Eliot—. ¡Usolo día de vacaciones al año! Es l

cosa más razonable que he oído jamás.Hojeó el folleto que, curiosamenteno tenía fotos y estaba escrito con tintroja en una especie de pergamino.

 —¡Escucha esto! Enseñan de todo…con un énfasis especial en químicahistoria antigua y estudios religiosos

Tienen dos laboratorios de idiomas, un

Page 34: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 34/322

sala de cómputo, un gimnasio totalmentequipado y es la única escuela en el paícon su propio cementerio. —Golpeó l

página emocionado—. Imparten teatromúsica, cocina, modelado… y tienehasta una clase de astronomía.

 —¿Para qué querrán dar clases euna abadía? —preguntó la señora Eliot.

 —Dije astronomía, el estudio de la

estrellas… ¡no seas ridícula! —El señoEliot enrolló el folleto y con él le dio su esposa—. Esto es lo mejor que hsucedido en toda la semana… Pásame e

eléfono.El señor Eliot marcó el número d

eléfono que había al final de la carta

Primero se oyó un zumbido, despué

Page 35: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 35/322

varios chasquidos. La señora Eliosuspiró. Su marido siempre zumbaba chasqueaba cuando se exaltaba. Cuand

se ponía realmente de buen humorambién silbaba por la nariz.

 —¿Bueno? —dijo, una vez logr

comunicarse—. ¿Puedo hablar con JuaTragacrudo?

 —Al habla el señor Tragacrudo. —

Su voz era suave, casi un susurro—Supongo que usted es el señor Eliot, ¿nes así?

 —Sí, sí, soy yo. ¡Tiene usted toda l

razón! —El señor Eliot estaba azorad—. Recibí su folleto esta mañana.

 —¿Y ya ha tomado una decisión?

 —Por supuesto. Deseo inscribir a m

Page 36: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 36/322

hijo lo antes posible. Aquí entre nosseñor Tragacrudo, David es una gradesilusión para mí. Una desilusió

completa. Durante años tuve lesperanza de que siguiera mis pasos, por lo menos las huellas de mi silla d

ruedas, ya que no puedo andar, peroaunque ya casi tiene trece años parecotalmente desinteresado por los tema

financieros. —No se preocupe, señor Eliot —lvoz al otro lado de la línea carecía dmatices—. Después de algunos periodo

escolares en la Granja Groosham, estoseguro de que verá usted a su hijconvertido en… una persona un tant

diferente.

Page 37: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 37/322

 —¿Cuándo puede empezar? —preguntó el señor Eliot.

 —¿Qué le parece hoy?

 —¿Hoy?La señora Eliot estiraba el cuell

para escuchar por el auricular. El seño

Eliot se lo lanzó, golpeándola detrás da oreja.

 —Disculpe, señor Tragacrudo —s

excusó mientras su mujer salía voland—. ¿Eso…? Fue sólo la cabeza de mesposa… ¿Dijo usted hoy?

 —Sí. Hay un tren que sale de l

calle Liverpool rumbo a King’s Lynn a una de la tarde. Otros dos alumnos lomarán también. David puede viaja

con ellos.

Page 38: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 38/322

 —¡Maravilloso! ¿Quiere que vayo también?

 —¡Oh, no, señor Eliot! —mascull

el subdirector de la escuela—. Naprobamos la presencia de los padreaquí en Groosham. Hemos descubiert

que nuestros alumnos responden comayor rapidez si están completamentalejados de su casa y de su familia

Pero, claro, si de verdad quiere ustehacer el largo y tedioso viaje… —¡No, no! Lo mandaré en un taxi

a estación de trenes. Aunqu

pensándolo bien, mejor lo mandaré eautobús.

 —Entonces, esperamos verlo est

arde. Adiós, señor Eliot.

Page 39: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 39/322

El teléfono quedó mudo. —¡Lo aceptaron! —exclam

entusiasmado el señor Eliot. La señor

Eliot le acercó el aparato telefónico y écolgó de golpe el auricular, machacandsin querer tres dedos de la mano de s

mujer.En ese preciso momento la puerta s

abrió y David entró vestido con un

camiseta y pantalones de mezclillaervioso, ocupó su lugar en la mesa omó la caja de cereal, al tiempo que s

padre rodó disparado hasta él y de u

manotazo le arrebató la caja, lanzanduna lluvia de granola sobre sus hombrosLa señora Eliot, mientras tanto, sumergí

sus dedos lastimados en leche. Davi

Page 40: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 40/322

suspiró. Al parecer, tendría quolvidarse del desayuno.

 —No hay tiempo para comer —

sentenció el señor Eliot—, tienes qusubir a hacer el equipaje.

 —¿A dónde voy? —preguntó David

 —Vas a una escuela maravillosa quhe encontrado para ti. Una escuelperfecta. Una escuela gloriosa.

 —Pero ahora no hay clases… —dijDavid. —Las clases nunca terminan —

contestó su padre—. Eso es l

maravilloso del asunto. Empaca a tmadre y dale un beso de despedida a tropa. ¡No! —dijo a la vez que se dab

de frente contra la mesa—. Besa a t

Page 41: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 41/322

madre y empaca tu ropa. Tu tren sale a una.

David miró a su madre, que habí

soltado a llorar otra vez —si lo hacíporque se iba, porque le dolían lodedos o porque de algún modo su man

quedó atorada en la jarra de la leche, no sabría decir—. Obviamente no tení

ningún caso discutir. La última vez qu

había intentado hacerlo su padre lhabía encerrado en su cuarto y clavada puerta al marco. Fueron necesario

dos carpinteros, el cuerpo de bombero

  una semana de trabajo para abrirlotra vez. Así que, en silencio, se levant salió del cuarto.

Empacar no le tomó mucho tiempo

Page 42: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 42/322

o tenía uniforme para la nueva escuelni idea de qué libros llevar. No estabcontento pero tampoco triste. Despué

de todo, su padre ya había cancelado lavidad y, como quiera que fuera, l

escuela no podría ser peor que su cas

en el paseo Wiernotta. Pero mientradoblaba su ropa sintió algo extrañoAlguien lo observaba, lo podrí

asegurar.Cerró su maleta, se acercó a lventana y miró hacia afuera. Desde scuarto se veía el jardín, que era todo d

plástico pues su madre era alérgica a laflores. Y ahí, de pie en medio del pastde plástico, lo vio. Era un cuervo o ta

vez un grajo. Fuera lo que fuera, s

Page 43: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 43/322

rataba del pájaro más grande que habívisto nunca. Era negro como boca dobo, y las plumas colgaban de s

cuerpo como un manto andrajosoMiraba hacia la recamara, con sus ojobrillantes fijos en él.

David se inclinó para abrir lventana. Al mismo tiempo, el pájarsoltó un graznido agudo y fantasmal, y s

elevó por los aires. David lo vialejarse volando por encima de loejados de las casas. Luego se dio medi

vuelta y se preparó para salir.

Page 44: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 44/322

Compañeros de viaje

David llegó a la estación de la callLiverpool a las doce en punto. Fiel a spalabra, su padre lo había mandado e

autobús. Su madre tampoco lo habíacompañado. Le había dado un ataqude histeria en la puerta de su casa y eseñor Eliot tuvo que romperle unbotella de leche en la cabeza parranquilizarla. Así que David iba solo

arrastrando su maleta por los pasillos d

a estación, hasta la fila de los boletos.Era una larga fila… más larg

ncluso que los trenes que la gent

esperaba abordar. David esperó más d

Page 45: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 45/322

veinte minutos antes de llegar a lventanilla. Era casi la una y tuvo qucorrer para alcanzar su tren. Había u

asiento reservado para él —la escuelse había encargado del trámite—, y ecuanto puso su maleta en e

portaequipaje y se sentó, el silbato son  el tren comenzó a moverse. Con l

cara pegada al vidrio, miró hacia afuera

Lentamente el tren fue tomandvelocidad y la ciudad de Londres corriemblorosa y repiqueteante delante d

sus ojos. Había comenzado a llover. L

escena difícilmente podría ser máúgubre si fuera sentado en una carroz

fúnebre de camino a su propio entierro.

Media hora después ya había

Page 46: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 46/322

pasado los suburbios y el tren corría oda velocidad por paisajes monótono

—todos los paisajes parecen iguales

ravés de la ventana de un tren, sobrodo cuando la ventana está cubierta po

una gruesa capa de polvo—. David n

había tenido tiempo de comprarse uibro o una revista, y de todas forma

sus padres no le habían dado ni u

centavo. Desenfadado, se desplomó esu asiento y se preparó para permanecesentado las tres horas de viaje hastaKing’s Lynn.

Entonces se dio cuenta de que habíotras dos personas en el compartimientoambas de su misma edad, ambas con e

mismo aspecto aburrido que él. Uno er

Page 47: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 47/322

un niño rollizo, con anteojos redondode aro delgado. Sus pantaloneprobablemente formaban parte de u

uniforme escolar. Llevaba un suétegrueso, tejido con tanta lana que parecícomo si trajera al borrego dentro. S

cabello, largo y negro, estaba esponjos alborotado, como si acabara de sacaa cabeza de la lavadora. Tenía en l

mano un chocolate a medio comer, y erelleno se escurría entre sus dedos.La otra viajera era una niña. Tenía l

cara redonda, más bien de niño; pel

castaño, corto, y ojos azules. En ciertforma, era muy bonita, pensó David, podría serlo si su ropa no fuera tan rara

El suéter que llevaba podría habe

Page 48: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 48/322

pertenecido a su abuela; su pantalón, su hermano. Y su abrigo, deberíregresarlo inmediatamente a quien se l

había dado, pues le quedaba grandvarias tallas. Leía una revista. Davimiró disimuladamente la portada y s

sorprendió de que fuera Cosmopolitansu madre nunca permitiría uCosmopolitan  en su casa, pues decí

que no aprobaba a «esas mujeremodernas»; pero entonces, claro, smadre era virtualmente prehistórica.

La niña fue quien rompió el silencio

 —Me llamo Julia —dijo. —Yo soy David. —Yo J… J… Jeffrey. —Por algun

razón, no resultaba extraño que ese niñ

Page 49: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 49/322

gordo tartamudeara. —Supongo que vais a la Granj

Guácala —dijo Julia, y cerró su revista

 —Me parece que se llamGroosham —dijo David.

 —Estoy segura de que será grotesc

—insistió Julia—. Es mi cuarta escuelen tres años y es la única donde no havacaciones.

 —U… u… un día al año —artamudeó Jeffrey. — U… u… un día va a ser suficient

para mí —dijo Julia—. En cuant

leguemos me escaparé. —¿Te irás nadando? —pregunt

David—. Recuerda que es una isla.

 —Nadaré hasta Londres si e

Page 50: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 50/322

preciso —sentenció Julia.Ya roto el hielo, lo tres comenzaro

a hablar, cada uno contó su propi

historia para explicar cómo habíaerminado en un tren rumbo a la costa dorfolk. David fue el primero. Le

habló del Colegio Beton, de cómo habísido expulsado y de cómo sus padrerecibieron la noticia.

 —Yo también estaba en un internad—dijo Jeffrey—, y también mexpulsaron. Me c… co… cogieroechando humo tras el pabellón d

cricket . —Fumar es tonto —dijo Julia. —No fue m… m… mi culpa. El má

abusivo de la escuela me prendió fuego

Page 51: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 51/322

—Jeffrey se quitó las gafas y se laimpió con la manga—. Siempre me m…

m… molestaban porque soy gordo

levo gafas y soy tartam… m… mudo.El internado al que iba Jeffrey s

lamaba Héroes de la Inmisericordia

Estaba en el norte de Escocia y supadres lo habían mandado ahí esperandque se volviera rudo. Y su sistem

educativo resultó ser duro de verdadbaños de agua fría, carreras de diekilómetros, avena catorce veces a lsemana —y eso sólo para el personal d

a escuela—. En Héroes de lnmisericordia los alumnos tenían qu

hacer cincuenta lagartijas antes de

servicio religioso matutino y veintiú

Page 52: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 52/322

más a lo largo de él. El director usaben clase una piel de leopardo y emaestro de gimnasia iba en bicicleta a l

escuela todos los días, lo cual erfrancamente digno de mención, dado quvivía a más de cien kilómetros de allí.

El pobre Jeffrey fue incapaz dmantener el ritmo, y el último día dclases fue para él de verdad el último. A

a mañana siguiente de que lexpulsaron, su padre recibió un folletde la Granja Groosham. La carta que lacompañaba era muy diferente a la d

David; en ella se describía la escuelcomo un complejo deportivo, un salóde masajes y un campo de entrenamient

militar, todo en uno.

Page 53: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 53/322

 —Mi papá también recibió una cart—dijo Julia—, pero en ella le decíaque la Granja Groosham era un luga

con mucha clase, donde aprenderíbuenos modales, bordado y ese tipo dcosas.

El padre de Julia era diplomático rabajaba en América del Sur. Su madr

era actriz. Ninguno de los dos estab

nunca en casa y Julia sólo hablaba coellos por teléfono. Una vez, su madre sopó con ella en la calle y ni siquiera l

reconoció. Pero, al igual que los padre

de David, estaban empeñados en dar su hija una buena educación y la habíaenviado a no menos de tres internados.

 —Me escapé de los dos primeros —

Page 54: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 54/322

explicó Julia—; el tercero era unespecie de internado para señoritas eSuiza. Me enseñaban a hacer arreglo

florales y a cocinar, pero no teníremedio. Las flores se marchitaban antede poder hacer los arreglos y envenen

al profesor de cocina. —¿Y qué pasó? —preguntó David. —La escuela dijo que no habí

manera de que yo permaneciera allí. Mmandaron a casa. Y fue entonces cuandlegó la carta.

El padre de Julia aprovechó l

oportunidad. De hecho, tomó el primeavión y volvió a América del Sur. Smadre ni siquiera se presentó. L

acababan de dar un papel en un

Page 55: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 55/322

pantomima navideña y estaba demasiadocupada para enterarse del asunto. Snana alemana fue quien hizo todos lo

arreglos sin entender realmente de quse trataba. Y eso fue todo.

Para cuando terminaron de conta

sus historias, David se dio cuenta de quos tres tenían algo en común. De uno

otro modo todos eran niños «problema»

Pero aun así, no tenían la menor idea dqué esperar de la Granja Groosham. Ea carta a sus padres la describían com

una anticuada escuela para varones;

os padres de Jeffrey les habían dichque se trataba de una especie de campde entrenamiento militar; mientras qu

os padres de Julia pensaron qu

Page 56: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 56/322

enviaban a su hija a un colegiexclusivo para señoritas.

 —Puede que se trate de tres lugare

completamente distintos —dijo—, peres la misma escuela.

 —Y además hay otra cosa r… r…

rara —agregó Jeffrey—. Se supone questá en una isla cerca de N… N…

orfolk, pero consulté el mapa y no ha

ninguna isla ahí. Ninguna.Los tres se quedaron pensando eello sin pronunciar palabra. El tren shabía detenido en una estación, y en e

pasillo se oía el bullicio de la gente qusubía y bajaba. Entonces David habló:

 —Miren. Por mala que sea est

Granja Groosham, al menos vamo

Page 57: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 57/322

untos. Así que debemos hacer un pactoPermaneceremos juntos… Nosotrocontra ellos.

 —¿Como los tres m… m…mosqueteros? —preguntó Jeffrey.

 —Algo así. No se lo contaremos

nadie. Será como una sociedad secretaY, pase lo que pase, siempre tendremodos personas en quien confiar.

 —Yo de todos modos me voy escapar —murmuró Julia. —A lo mejor te acompañamos. As

por lo menos podremos ayudarte.

 —Yo te presto mi traje de baño —dijo Jeffrey.

Julia echó un vistazo a la rechonch

cintura del niño, y pensó que su traje d

Page 58: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 58/322

baño probablemente le sería de mayoutilidad si lo usara como paracaídapara saltar de un avión. Pero se guard

sus pensamientos. —Muy bien —asintió—. Nosotro

contra ellos.

 —Nosotros contra ellos. —Daviextendió la mano y los tres las chocaronEntonces se abrió la puerta de

compartimiento y entró un hombre jovenLo primero que David advirtió fue scuello blanco de vicario; lo segundoque llevaba una guitarra.

 —¿Está desocupado? —les preguntseñalando con la cabeza a uno de loasientos vacíos.

 —Sí. —David hubiera preferid

Page 59: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 59/322

mentir. Lo último que necesitaba en esmomento era un cura cantor. Perresultaba obvio que viajaban solos.

El joven entró en el compartimientorradiando alegría frente a ellos de es

manera en que algunas personas mu

religiosas lo hacen. No puso su guitarren el portaequipajes sino que la dejó eel asiento opuesto. Debía andar por lo

reinta, con mejillas sonrosadas, cabellrubio, barba, y dientes muy relucientesAdemás del collarín llevaba un crucifijde plata, un medallón de san Cristóbal

un broche con un símbolo pacifista. —Soy el padre Percival —anunció

como si alguien estuviera mínimament

nteresado en quién era—. Pero puede

Page 60: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 60/322

lamarme Perci.David echó un vistazo a su reloj y s

amentó en silencio. Todavía faltaba

dos horas para llegar a King’s Lynn odo parecía indicar que el vicari

estaba decidido a soltarse a cantar e

cualquier momento. —Y bien, niños, ¿a dónde van? —

preguntó—. ¿De vacaciones? ¿O van d

día de campo? —Vamos a la e… e… escuela —dijo Jeffrey.

 —¿A la escuela? ¡Fabuloso

Genial! —Los miró y se dio cuenta dque ninguno de ellos creía que fuera nfabuloso ni genial en absoluto—

Anímense! —exclamó—, la vida es u

Page 61: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 61/322

viaje maravilloso y vas en primera clascuando viajas con Jesús.

 —Yo creía que se llamaba Perci —

murmuró entre dientes Julia. —Les diré algo —prosiguió el cura

gnorándola—. Yo sé cómo animarlos

ovencitos. —Tomó su guitarra rasgueó las cuerdas que estabaespantosamente desafinadas—. ¿Qué ta

unos himnos? Éste lo compuse yo. Slama «Jesús, tú eres mi amigo» dice…

Durante la siguiente hora, Perc

cantó seis de sus composicionesdespués «Firmes y adelante», «En eren del evangelio viajo yo» y, com

casi era Navidad, una docena d

Page 62: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 62/322

villancicos. Por fin se calló y puso lguitarra sobre sus rodillas. Davicontuvo el aliento, rogando porque e

pastor no terminara su presentación coun sermón o, peor todavía, que pasara lcesta de las limosnas. Pero, por fortuna

parecía que el cura se encontraba taexhausto como ellos.

 —¿Y cómo se llaman? —preguntó.

Julia le dijo sus nombres. —¡Súper! ¡Superfabuloso!, ydíganme, Jeff, David y Julita, ¿a quescuela van?

 —A la Granja Groosham —contestDavid.

 —¿Granja Groosham? —El cura s

quedó boquiabierto. En un segundo tod

Page 63: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 63/322

el color de su cara desapareció. Suojos se hincharon y una de sus mejillasque había perdido por completo su colo

sonrosado, se contrajo. Luego susurr—: ¿Granja Groosham?

Todo él comenzó a temblar

Lentamente, su rubio cabello primero sencrespó y luego se erizó.

David lo observaba. El hombr

estaba aterrorizado. Nunca había visto nadie tan atemorizado. ¿Qué habídicho? Sólo había mencionado enombre de su escuela, pero ahora el cur

e miraba como si fuera el mismísimdiablo.

 —Groosss… —El cura trató d

pronunciar aquel nombre por tercer

Page 64: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 64/322

vez, pero parecía como si las palabrase le hubieran quedado atoradas en loabios, y siseó como un baló

desinflado. Los ojos como pelotas se lsalían de las órbitas. El cuello se lpuso morado y, por la forma en que s

cuerpo se convulsionaba, era evidentque no podía respirar—… sss —esiseo se desvaneció.

Se llevó las manos engarrotadas emblorosas hasta el corazón. Entoncese derrumbó, cayendo al suelo con ugolpe y un estrépito de cuerdas rotas.

 —Caray —dijo Julia—. Creo questá muerto.

Page 65: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 65/322

La Isla Cadavera

El sacerdote había sufrido un ataqucardiaco masivo, pero en realidad nhabía muerto. El guardia llamó po

eléfono, y en King’s Lynn un maletercon su carrito esperaba a Percival parlevarlo a la ambulancia que aguardab

por él. También había alguien quesperaba a David, Julia y Jeffrey. Uvistazo al hombre que había venido recogerlos habría sido suficiente par

que los tres se subieran gustosos a lambulancia.

Aquel hombre era tan deforme que s

sufriera un accidente automovilístico

Page 66: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 66/322

después cayera dentro de una trituradorndustrial, su apariencia mejorarí

considerablemente. Medí

aproximadamente un metro y medio dalto —o más bien metro y medio dbajo, pues su cabeza estaba más cerc

del suelo que de sus hombros—. Esto sdebía en parte al hecho de que parecíener el cuello roto, y en parte a l

oroba. Tenía un solo ojo variocentímetros más abajo de donde deberíestar, un cachete hinchado y el pelescurrido. Llevaba una chaqueta suelt

de piel y pantalones holgados. La gentque caminaba por la estación hacía taesfuerzo por no girarse a mirarlo qu

una pobre mujer se cay

Page 67: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 67/322

accidentalmente de la plataforma. Lverdad es que era muy difícil tratar dmirar a cualquier otra cosa. Sostenía u

etrero que decía «Granja Groosham»Con el corazón saliéndosele del pechoDavid se acercó a él, seguido de Jeffre

 Julia. —Mi nombre es Gregor —dijo co

un gorgoteo—. ¿Tuvieron un viaj

placentero?David tuvo que esperar a que lrepitiera la pregunta, pues había sonadcomo «¿Tufierron ung fiaf

lacengterro?» Cuando al fin entendióDavid asintió con la cabeza pues npodía articular palabra.

 —Traigan su equipaje, jóvenes amo

Page 68: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 68/322

—gorgoteó Gregor—. El coche esperafuera.

El coche era una carroza fúnebre.

La habían repintado y puesto enombre del instituto en uno de los ladospero no pudieron disimular su forma: l

arga y plana parte trasera donddebieron haber viajado los cargamentopara los que había sido diseñada. E

arreglo tampoco engañaba a lapersonas que en ese momento sencontraban en la calle. Durante erecorrido hacia su nueva escuela, lo

res niños veían cómo la gente se detenía su paso, quitándose el sombrero commuda señal de respeto. David s

preguntó si no estaría a mitad de un

Page 69: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 69/322

espantosa pesadilla, y si no despertaríen cualquier momento en su cama depaseo Wiernotta. Discretamente s

pellizcó un brazo. No pasó nada. Eorobado lanzó claxonazos y palabrota

a una camioneta que pasó junto a ellos

La carroza cruzó como rayo un semáforen rojo.

Gregor era chofer particular; d

hecho, era un chofer muy particular. Posu altura y la forma de su cuerpo, apenapodía ver por encima del volanteCualquiera que lo mirara desde la call

supondría que el automóvil se conducísolo. Era un milagro que no hubierachocado. David, sentado en el asient

delantero, se sorprendió a sí mism

Page 70: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 70/322

mirando al hombre y se sonrojó cuandGregor se giró hacia él y le sonrió couna mueca.

 —¿Se pregunta usted cómo llegué ener este aspecto, joven amo? —dijo—

Así nací, nací todo contrahecho. A m

madre le dio el telele cuando me vioPobre madre mía! ¡Pobre Gregor! —

Dio un volantazo para esquivar un

glorieta—. Cuando tenía la edad dustedes, intenté conseguir trabajo en uespectáculo de fenómenos —siguió—pero dijeron que estaba sobrecalificad

para el puesto. Así que me volví en econserje de la Granja Groosham. Mencanta la Granja Groosham. A usted l

encantará, joven amo. Todos los jóvene

Page 71: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 71/322

amos adoran la Granja Groosham.La ciudad ya había quedado atrás

viajaban por la carretera costera haci

el Norte. Después de eso, David debiquedarse dormido, pues, cuando se dicuenta, el cielo ya estaba oscuro

parecía como si estuvieran cruzando emar, como si el vehículo avanzara sobrverdes y oscuras olas. Se frotó los ojo

 miró por la ventanilla. No era el masino un campo enorme y llano. Las olaeran en realidad hierba agitada por eviento. Era un campo baldío, pero a l

distancia se alzaba un enorme molino dviento; sus blancos tablones reflejabaos últimos rayos solares. David s

estremeció. Gregor había encendido l

Page 72: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 72/322

calefacción del coche, pero aun aspodía sentir la desolación del paisajarrastrándose por debajo del colchón d

aire caliente.Entonces vio el mar. El camino po

el que viajaban —apenas más ancho qu

una brecha— terminaba en un muelle dmadera desvencijado. Medio oculto poa hierba, los esperaba un bote. Era un

vieja lancha de pescar toda cubierta dmoho y liquen. Tras ella se formabburbujas de humo negro en el agua. En lcubierta había un montón de caja

apadas con una red sucia. Una gaviotvolaba en círculos encima del botecanturreando con suavidad como para s

misma. David no podía sentirse peor.

Page 73: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 73/322

Gregor detuvo el coche. —Hemos llegado, jóvenes amos —

anunció.

Tomaron sus maletas, descendierodel coche y se quedaron temblando emedio de la brisa. David estuvo atent

al camino por el que habían llegadopero, después de algunas vueltas curvas, la brecha desaparecía, así que s

dio cuenta de que podían haber venidde cualquier lado. Se encontraba en ucampo en algún lugar de Norfolk con eMar del Norte frente a él. Si no fuer

por el molino de viento, podría estar eChina y no habría habido ningundiferencia.

 —Encantador, ¿no creen? —dij

Page 74: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 74/322

Julia. —¿Dónde estamos? —pregunt

David.

 —Sabe Dios. El último pueblo quvi se llamaba Hunstanton, pero eso fuhace media hora —dijo la niña mientra

se acomodaba el suéter sobre lohombros—. Sólo espero que lleguemopronto.

 —¿Por qué? —Porque cuanto más prontleguemos, más pronto podré escaparme

Un hombre saltó de la lancha

Llevaba botas altas y un suéter dpescador. Su cara estaba oculta casi pocompleto tras una barba negra, tan negr

como sus ojos que brillaban tras u

Page 75: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 75/322

enmarañado mechón de cabellos. Unarrancada de oro colgaba de su orejzquierda. Si llevara una espada y u

parche en el ojo se podría pensar quhabía salido de La isla del tesoro.

 —Llegas tarde, Gregor —dijo.

 —El tráfico estaba mucongestionado, capitán Malasangre.

 —Pues la marea está peor. Éstas so

aguas traicioneras, Gregor. Mareas vientos traicioneros. —Lanzó uescupitajo al mar—. Y yo tengo unesposa traicionera que me espera e

casa, así que vámonos. —Soltó eamarre del muelle—. ¡Todos a bordo—gritó—. ¡Tú… niño! Leva el ancla.

David obedeció, pero el ancl

Page 76: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 76/322

pesaba demasiado, así que con muchesfuerzo apenas pudo levantarla. Pocdespués se alejaban del muelle. E

motor tosía, farfullaba y echaba humo —al igual que el capitán Malasangre—Gregor estaba parado a su espalda. Lo

res niños se acurrucaban juntos en lparte trasera del bote. Para entoncesJeffrey ya había adquirido u

desagradable color verde. —No tengo m… m… mucho dmarinero —murmuró.

El capitán alcanzó a oírlo.

 —¡No te preocupes! —dijo cosonrisa burlona—. Esto tampoco tienmucho de bote.

Un manto de niebla se arrastraba po

Page 77: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 77/322

a superficie del agua. Sus dedoblancos y fantasmales se metieron en lancha, cubriéndola. En un instante e

cielo desapareció y todos los sonidos —a gaviota, el motor, el chapoteo de la

olas— se amortiguaron. Luego, ta

rápido como había llegado, la niebla sdesvaneció. Y la Isla Cadavera apareciante ellos.

Tenía aproximadamente trekilómetros de largo y uno y medio dancho. En el lado este había un espesbosque; en el extremo sur, un acantilad

emergía abruptamente de laespumeantes aguas, blanco lechoso en lpunta, y de un anaranjado lodoso en l

base. Una lengua de tierra se extendí

Page 78: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 78/322

frente al acantilado y hacia ese lugar ecapitán Malasangre dirigió la lanchaAhí había otro muelle y cerca de é

estaba estacionado un  jeep  sin toldoPero no había comité de bienvenida nrastro alguno de la escuela.

 —Preparado con el ancla —gritó ecapitán.

Suponiendo que se refería a é

David la tomó. Malasangre giró eimón, viró abruptamente en reversa gritó. David arrojó el ancla. Jeffreacía enfermo sobre un costado de l

ancha.Habían llegado a su destino. —Por aquí, jóvenes amos. Ya n

falta mucho, sólo un breve viaje e

Page 79: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 79/322

coche.Gregor fue el primero en bajar

ierra, y caminaba delante de ello

dando grotescos saltitos. Jeffrey lseguía arrastrando su maleta con pasonseguros. David se detuvo para espera

a Julia. La niña observaba al capitáMalasangre que ya había levantado eancla e iniciaba su camino de regreso.

 —¿Qué esperas? —le dijo. —Podemos necesitar esa lancha unde estos días —murmuró Julia—. Mpregunto si alguna vez la dejará sola.

 —Capitán Malasangre… —Davise estremeció—. Es un nombre chistoso

 —¿Sí? ¿Entonces por qué no me río

—Julia se dio media vuelta y echó

Page 80: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 80/322

andar hacia el jeep.Les llevó cinco minutos llegar a l

escuela. El camino, empinado y lleno d

curvas, subía hasta la cima deacantilado y luego continuaba por lorilla del bosque. Jeffrey ocupó e

asiento delantero junto a Gregor. Davi Julia iban sentados en la parte trasera

agarrados hasta con los dientes

rogando por sus vidas. Cada vez que eeep  pasaba por una piedra o un bach—de los cuales estaba lleno el camin—, eran lanzados como treint

centímetros y luego caían con uremendo golpe. Para cuando llegaron

su destino, David ya sabía lo que com

debía sentirse una ensalada. Per

Page 81: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 81/322

rápidamente olvidó su malestar cuandvio la Granja Groosham.

Era un enorme edificio, más alto qu

ancho; una mezcla loca de almenasventanas con barrotes, torres altasechos inclinados de pizarra gris

gárgolas con expresiones horribles, espantosas chimeneas de ladrillo. Ercomo si los arquitectos de la abadía d

Westminster, de la estación Victoria y da refinería de Brixton hubieran revueltos planos de sus edificios

accidentalmente construido el resultad

de aquella revoltura. Cuando el  jeep  sdetuvo frente a la puerta (una pieza dmadera sólida de cuarenta centímetro

de espesor y tachonada con clavos), u

Page 82: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 82/322

rueno retumbó sobre sus cabezas y eátigo de un relámpago chasque

surcando el cielo.

Se oyó el aullido de un lobo.Luego, la puerta se abrió lentament

con un rechinido.

Page 83: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 83/322

El señor Tragacrudo

Había una mujer a la puerta. Por unstante, bajo la luz del relámpago, s

cara pareció ser de un lívido color azul

Entonces sonrió y David vio quedespués de todo, era humana. De hechodespués de lo horrorosos que resultabaGregor y el capitán Malasangre, a ellse la veía tranquilizadoramente normaEra pequeña y regordeta, de carredonda y cabello gris, el cual llevab

recogido en un chongo. Sus ropas eravictorianas, el cuello alto de su vestidestaba cerrado con un broche de plata

Tenía como cincuenta años, la pie

Page 84: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 84/322

arrugada, y sus ojos brillaban tras unopequeños espejuelos dorados. Por umomento, a David le recordó a s

abuela. Luego se percató del ligerbigote que le crecía sobre el labisuperior y concluyó que también l

recordaba a su abuelo. —¡Hola, hola! —canturreó, mientra

os niños bajaban del  jeep —. Tú debe

ser David. Tú, Julia, y tú, JeffreyBienvenidos a la Granja Groosham! —Se hizo a un lado para dejarlos pasar uego cerró la puerta detrás de ellos—

Yo soy la señora Windergast —continu—, prefecta de la escuela. Espero que eviaje no haya sido muy pesado.

 —Yo estoy cansado —dijo Gregor.

Page 85: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 85/322

 —No te pregunté a ti, criaturdespreciable —espetó—. Me refería estos queridos, queridísimos niños —

dijo, al tiempo que les sonreía—Nuestros recién llegados!

David recorrió el lugar con l

mirada. Se encontraban en un vestíbulcavernoso, de paredes cubiertas coableros de madera y cuadros al óle

mohosos. Una amplia escalera ascendíhacia un sombrío corredor. El pasillestaba iluminado por un candil aunqusin focos. En su lugar cien vela

chisporroteaban y se quemaban en subases de bronce; una espesa capa dhumo negro opacaba la poca luz qu

producían.

Page 86: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 86/322

 —Los demás ya están tomando smerienda —dijo la señora Windergas—. Espero que les guste el pastel d

sangre. —Les sonrió por segunda vezsin darles tiempo a responder—. Biendejen su equipaje aquí. Jeffrey y Julia

síganme. David, el señor Tragacrudquiere verte. Es la primera puerta a lzquierda.

 —¿Para qué quiere verme? —preguntó David. —Para darte la bienvenida, po

supuesto. —La mujer parecí

sorprendida por la pregunta—. El señoTragacrudo es el asistente del directorLe gusta dar la bienvenid

personalmente a los alumnos nuevos

Page 87: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 87/322

uno por uno. Supongo que mañana verá os demás.

Julia miró a David y alzó lo

hombros. Él entendió lo que trataba ddecirle. La señora Windergast podíparecer bastante amistosa, pero había u

ono cortante en su voz que daba entender que era mejor no discutir. Vicomo Julia y Jeffrey, conducidos por l

mujer, salían y se alejaban por upasillo abovedado; después se encaminhacia la puerta que la prefecta habíndicado. Tenía la boca seca y no sabí

por qué. —Ha de ser porque estoy aterrad

—murmuró para sí.

Luego llamó a la puerta.

Page 88: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 88/322

Una voz respondió desde el interiode la habitación y David, después drespirar profundo, abrió la puerta

entró. Se encontró en un estudio coibros de un lado y pinturas del otro,

en medio un espejo de pared a pared

Había algo muy extraño en ese espejoDavid se dio cuenta de inmediato, perno podía decir exactamente qué. E

vidrio estaba estrellado en una esquina el marco dorado ligeramente pandeadoPero no era eso. Había algo más, algque hacía que se le erizaran los pelos d

a nuca como si quisieran salirse de spiel y escapar del cuarto tan rápidcomo fuera posible.

Con un esfuerzo apartó la mirada

Page 89: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 89/322

Los muebles del estudio estaban viejos gastados. No había nada raro en elloLos maestros siempre parecen rodears

de muebles viejos y gastados —aunquen este caso el polvo y las telarañaexageraran la tradición—. Al otro lad

del cuarto y delante de una cortina derciopelo rojo, un hombre estab

sentado tras un escritorio leyendo u

ibro. Cuando David entró, el hombrevantó la vista, su rostro ernexpresivo.

 —Siéntate, por favor —dijo.

 No había forma de saber cuántoaños tenía aquel hombre. Su piel pálidacomo de cera, parecía no tener edad. Ib

vestido con un traje negro, camis

Page 90: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 90/322

blanca y corbata negra. Cuando Davise sentó frente al escritorio, el maestrcerró el libro con sus dedos largos

huesudos. Era increíblemente delgadosus movimientos eran lentos cuidadosos, como si un soplo de viento

un espasmo de tos o un estornudpudieran romperlo en mil pedazos.

 —Yo soy el señor Tragacrudo —

continuó. Las palabras salían de su bocsecas como huesos viejos—. Estoy mucontento de verte, David. Estamofelices de que vinieras a la Granj

Groosham.David no estaba feliz en absoluto

pero no dijo nada.

 —Te felicito —añadió el seño

Page 91: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 91/322

Tragacrudo—. La escuela podrparecerte un poco fuera de lo común aprincipio. Podrá parecerte incluso…

anormal. Pero permíteme asegurarteDavid, que lo que podemos enseñarte, lque podemos ofrecerte rebasa tus sueño

más estrambóticos. ¿Me entiendes? —Sí, señor.El señor Tragacrudo sonrió… si e

que se podía llamar sonrisa a escontracción de labios y al destello ddientes blancos que apareció en su cara

 —No luches contra nosotros, Davi

—dijo—. Trata de entendernos. Somodiferentes. Pero tú también lo eres. Poeso has sido elegido. El séptimo hijo d

un séptimo hijo. Eso te hace especia

Page 92: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 92/322

David. Qué tan especial es algo qupronto descubrirás.

David asintió con la cabeza, a

iempo que buscaba la salida por erabillo del ojo. No había entendido unpalabra de lo que le dijo, pero resultab

obvio que el señor Tragacrudo estabcompletamente deschavetado. Cierto quenía seis hermanas mayores y sei

horrorosas tías (hermanas de su padreque le llevaban regalos absurdos cadavidad y que lo estrujaban

pellizcaban cada vez que lo veían, com

si fuera de plastilina. Pero eso, ¿por quo hacía especial? ¿De qué manera habí

sido elegido? Nunca se hubiera enterad

de la existencia de la Granja Groosha

Page 93: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 93/322

de no haber sido expulsado de Beton. —Las cosas se te irán aclarando a s

debido tiempo —dijo el seño

Tragacrudo como si adivinara supensamientos.

Y era probable que hubiera leído su

pensamientos. Difícilmente le hubiersorprendido a David que el subdirectose quitara una máscara y le confesar

que provenía del planeta Venus. —Pero ahora lo importante es qua estás aquí —continuó—. Llegaste. T

encuentras donde debes estar.

El señor Tragacrudo se levantó rodeó el escritorio. Había un segundibro de pastas negras en el extremo de

mueble y, junto a él, una pluma fuent

Page 94: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 94/322

pasada de moda. El hombre abrió eibro y después, lamiendo su dedo, fu

pasando las hojas una por una. Davi

miró disimuladamente. Por lo que podíver, el libro parecía contener una listde nombres escritos con una tinta colo

café. El señor Tragacrudo llegó a unhoja en blanco y tomó la pluma.

 —Tenemos una vieja costumbre e

a Granja Groosham —le explicó—Pedimos a los nuevos alumnos qupongan su firma en el registro de lescuela. Contigo y tus dos amigos s

completará un total de sesenta y cincestudiantes que están con nosotros eeste momento. Eso es cinco veces trece

David. Un número muy bueno.

Page 95: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 95/322

David no tenía la menor idea de poqué sesenta y cinco debía ser mejor qusesenta y seis o que sesenta y cuatro

pero decidió no discutir. En vez de elloextendió la mano para tomar la pluma… fue entonces cuando sucedió.

En cuanto David extendió la manoel señor Tragacrudo se adelantó. Lafilada punta de la plumilla se encajó e

su pulgar, cortándolo. David pegó ugrito y se llevó el dedo a la boca. —Lo siento mucho —dijo el seño

Tragacrudo, aunque no se le notaba par

nada—. ¿Te has hecho daño? Si quierepuedo pedirle a la señora Windergasque revise la herida.

 —Estoy bien —dijo Davi

Page 96: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 96/322

enfadado. No porque el señoTragacrudo quisiera jugar a algún tipde juego con él, pero no soportaba qu

o trataran como a un bebé. —Entonces, quizá serías tan amabl

de poner tu nombre en la lista. —E

señor Tragacrudo extendió la pluma qua sangre de David había manchado d

un rojo brillante—. No necesitaremo

inta —remarcó.David tomó la pluma. Buscó ufrasco de tinta en el escritorio, pero nhabía. El subdirector miraba por encim

de su hombro, y David podía sentir srespiración en la oreja. Lo único ququería en ese momento era salir de ah

comer algo e irse a la cama. Escribió s

Page 97: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 97/322

nombre; la plumilla trazó líneas rojas eaquel burdo papel blanco.

 —Excelente. —El señor Tragacrud

omó la pluma y cerró el libro—. Ya tpuedes ir, David. La señora Windergase espera afuera.

David caminó hacia la puerta, pera voz del señor Tragacrudo lo detuvo.

 —Deseo realmente que seas feli

aquí, David —dijo—. En la GranjGroosham nos preocupamosinceramente por tus intereses. Estamoaquí para ayudarte. Y una vez que l

aceptes, te lo aseguro, no extrañaránada. Créeme.

David no le creyó, pero no tení

ninguna intención de discutir en es

Page 98: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 98/322

momento. Fue hacia la puerta tan rápidcomo pudo, obligándose a no correrpues ya había visto lo que estaba mal e

el espejo. Lo descubrió un momentdespués de escribir su nombre cosangre, cuando se apartó del escritorio.

El espejo reflejó todo lo que habíen el cuarto: el escritorio, los libros, emobiliario, el mantel y al mismo David

Pero no reflejó al señor Tragacrudo.

Page 99: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 99/322

El primer día

7:00 a.m.Desperté con una campana sonand

en mi oreja. El dormitorio está en lo alt

de una de las torres de la escuela. Eotalmente circular y las camas estádispuestas como los números en lcarátula de un reloj. Yo estoy a las sieten punto (que es también la hora a la quescribo esto). Jeffrey está junto a mí, as seis en punto. No creo que hay

dormido bien. Su almohada está en episo, sus sábanas están todas revueltas quién sabe cómo lo logró, pero le hiz

un nudo a su cobija. No hay señales d

Page 100: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 100/322

Julia. Las niñas duermen en otra ala deedificio.7:30 a.m.

Ya me lavé y me vestí. Uno de loniños me enseñó el camino al baño. Mdijo que se llamaba William Rufus, l

cual es un poco extraño pues el nombren la etiqueta de su piyama es DeniBlakeway. Le pregunté por qué llevab

a piyama de otra persona, pero sólsonrió como si supiera algo que ygnoro. ¡Creo que sí sabe algo que yo n

sé!

 No me agradan los niños dGroosham. No son estirados como lodel Colegio Beton, pero son…

diferentes. No se oyen pláticas despué

Page 101: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 101/322

de que se apagan las luces. No haalmohadazos. Nada. En el ColegiBeton, a los recién llegados les tocab

dormir en la cama de agua (y era de puragua, sin colchón). Aquí, nadie parecestar interesado en mi persona. Es com

si no estuviera aquí (y ojalá nestuviera).7:45 a.m.

Desayuno. Huevos con tocino. Eocino estaba rancio y de seguro lohuevos no eran de gallina. Se me quitel apetito.9:30 a.m.

William Rufus —si de verdad slama así— me condujo a mi primer

clase. William es bajito y flacucho, d

Page 102: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 102/322

nariz respingada y ojos de color azuclaro. En Beton sería la clase de niño aque los demás molestan y echan pleito

pero no creo que haya pleitos en lGranja Groosham. Todo el mundo emuy cortés. ¡Es increíble que hay

escrito esto! ¿Alguien ha oído hablaantes de escolares corteses?

William y yo tuvimos una extrañ

discusión de camino al salón de clases. —Nos toca latín doble —dijo. —Odio el latín —contesté.Pensé que tendríamos por lo meno

una cosa en común, pero me equivoqué. —Te va a gustar —me dijo—. L

clase la da el señor Tragacrudo y es mu

bueno. —Miró su reloj y añadió—

Page 103: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 103/322

Mejor nos apresuramos, si nlegaremos tarde.

 —¿Cuál es el castigo por llega

arde? —pregunté. —No hay castigos en la Granj

Groosham.

¿Buenos maestros de latín? ¿Unescuela sin castigos? ¿Me estovolviendo loco?

Pero el latín doble no resultó tamalo como suena. En Beton noenseñaban el latín como una lengumuerta, y el maestro tampoco parecí

muy sano. ¡Pero el señor Tragacrudo lhablaba fluidamente! ¡Al igual que todoos demás! Al final de la clase todo

platicaban como viejos amigos y nadi

Page 104: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 104/322

mencionó siquiera a César o la invasióde la Galia.

Otra cosa extraña. El día estuv

radiante, pero el señor Tragacrudo dia clase con los postigos cerrados y co

una vela en su escritorio. Le pregunté l

razón a William Rufus. —No le gusta el sol —contestó; a

menos creo que eso fue lo que dijo

Seguía hablando en latín.11:00 a.m.Vi un momento a Julia en e

descanso. Le conté de este diario. Ell

me contó cómo le había ido hasta esmomento. Quién sabe por qué está en ugrupo distinto al de Jeffrey y mío.

 —Tuve clase de modelado con e

Page 105: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 105/322

señor Oxisso —dijo. —¿Hicieron ollas? —le pregunté. —¡Hoyos! Tuvimos que hace

figuras de cera, hombres y mujeres. Emaestro les puso cabello de verdad.

Julia me enseñó su pulgar. Tenía un

herida igual a la mía. Se habíentrevistado con el señor Tragacruddespués del desayuno.

 —Yo lo voy a ver después de lcomida —dijo Jeffrey. —Lleva tu frasco de tinta —l

sugirió Julia.12:30 p.m.

Inglés con la señorita Pedicure.La señorita Pedicure debe tener po

o menos cien años. Es medio ciega

Page 106: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 106/322

completamente calva. Yo creo que lque la sostiene son las vendas. Parecestar vendada de pies a cabeza. Pud

ver cómo le asomaban las puntas de lavendas bajo las mangas y sobresalíadel cuello de su vestido. Tardó quinc

minutos en llegar a su silla y, cuando ssentó, casi desapareció en una nube dpolvo.

La señorita Pedicure tiene dienteperfectos. El único problema es que loconserva en un vaso en la esquina de sescritorio.

 Nos dio una clase sobrShakespeare. Por el modo en que sexpresa cualquiera pensaría que l

conoció en persona.

Page 107: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 107/322

1:15 p.m.Comida. Estofado. ¿Pero qué anima

era antes de que lo estofaran? Creo qu

voy a morirme de hambre.3:00 p.m.

Se supone que iba a tener clase d

francés por la tarde, pero el maestro napareció. Le pregunté a William Rufupor qué:

WILLIAM: Debe de haber luna llenesta noche. Monsieur Leloup nunca dclase cuando va a haber luna llena.

YO: ¿Está enfermo?WILLIAM: Bueno, digamos que tien

un pequeño problema de personalidad…

Page 108: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 108/322

Todos teníamos libros para leerpero yo no le encontré ni pies ni cabez

al mío. Pasé casi toda la clasescribiendo esto, y luego observando os otros niños del grupo. Ya sé cómo s

laman casi todos. Marión Grant —pelirroja, pecosa y dientona—. BesDunlop —delgada y bonita si no lmiras muy de cerca—. Roger Bacon —un niño asiático—. ¿Desde cuándRoger Bacon es un nombre asiático?

De hecho, todos estos nombre

suenan mal. Besi no tiene cara dlamarse Besi. ¿Por qué tengo lmpresión de que todos ellos comparte

algún espantoso secreto y qué Jeffrey

Page 109: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 109/322

o somos los únicos que estamos fuera?4:30 p.m.

Fútbol. Jugamos con una vejiga d

puerco inflada. Yo metí un gol, pero nme hizo muy feliz que digamosDeberían intentar darle un cabezazo

una vejiga de puerco inflada…6:00 p.m.

 Nos comimos el resto del puerco

a hora del té. El animal daba vueltas eun asador con una manzana en la bocaPor lo menos pude quedarme con l

manzana!6:30 p.m.

Estoy de vuelta en la clase dMonsieur Leloup haciendo mis deberes

Bueno, se supone que eso es lo qu

Page 110: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 110/322

debería estar haciendo. Más bien estoescribiendo esto. Y acabo de darmcuenta de algo. Supongo que lo not

desde el principio, pero es hasta ahorque lo tengo en cuenta.

Todos en el grupo llevan un anillo

Un anillo idéntico. Es una argolla de oriso con una piedra negra engarzada

¿Qué carambas significa? Había oíd

hablar de gorras y de escudos escolarespero ¿anillos escolares…?Volví a leer lo que escribí el prime

día. No tiene mucho sentido. Es como s

odo lo hubiera visto en un video qupasa en cámara rápida. Tengo las piezapero no consigo armar el rompecabeza

completo.

Page 111: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 111/322

Pero si anotara todo, terminaría coun libro. Y algo me dice que debo darmiempo para escribir mi testamento…7:30 p.m.

Una hora libre antes de ir a la camano encontré a Jeffrey ni a Julia. Salí

dar un paseo al aire fresco.El campo de fútbol está detrás de l

escuela. Junto a él hay un bosque —e

bosque más espeso que yo haya vistamás—. No debe ser muy grande, peros árboles parecen formar un mur

sólido. Hay una capilla al fondo

ambién un pequeño cementerio.Vi que Gregor estaba sentado en un

umba fumándose un cigarro.

«Muchos de ésos, Gregor —le dij

Page 112: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 112/322

—, y acabarás debajo».Era una broma. Gregor no se rió.

8:15 p.m.

Resulta que vi a Jeffrey hablandcon William Rufus. Los dos se veíacomo si fuesen grandes amigos. ¿E

como para preocuparse?8:40 p.m.

En cama; las luces se apagarán e

cinco minutos.Me di un baño de tina esta tarde. Ebaño es antiguo. Cuando uno abre llave, el agua corre como las catarata

del Niágara, sólo que con más lodo. Saldel baño más sucio de lo que entré. Lpróxima vez usaré una regadera.

Después de terminar de escribir l

Page 113: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 113/322

última parte de este diario, lo dejé sobra mesita que está al lado de la cama co

un lápiz adentro para marcar dónde m

había quedado. Cuando regresé, ediario estaba exactamente en la mismposición, pero el lápiz había rodad

fuera de él.¡ALGUIEN  LEYÓ MI DIARIO

MIENTRAS ESTUVE FUERA DEL CUARTO!

Así que no escribiré más mientrasiga en la Granja Groosham. Tengo epresentimiento de que será mejoguardarme mis pensamientos. Preguntas

¿Todos los nombres son falsos?, y ses así, ¿por qué?

¿Qué significan los anillos co

piedras negras?

Page 114: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 114/322

¿Qué sucede realmente en la GranjGroosham?

Y no te preocupes —quienquiera qu

ea esto—. De alguna manera voy encontrar las respuestas.

Page 115: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 115/322

En la oscuridad

Pese a su determinación, David no habídescubierto nada al final del dísiguiente. La rutina de la escuel

ranscurrió con normalidad —desayunoatín, historia, descanso, matemáticascomida, geografía, fútbol—, exceptporque nada era ni remotamente normalEra como si todo, las clases y los librosparticiparan de una farsa elaboradminuciosamente, y que sólo cuand

uviera la certeza de que nadie mirara, lescuela mostraría su verdadero aspecto

A las siete y media de la tarde Davi

estaba haciendo una composición en l

Page 116: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 116/322

biblioteca (un salón un tanto singulapues no había libros en él). En lugar dibreros, en las paredes se exhibía

cabezas de animales disecados qumiraban fijamente con sus vacíos ojode vidrio desde sus soportes de madera

o era de sorprender que David npudiera concentrarse en la historia, codos topos, un armadillo y un jabal

espiando por encima de su hombro.Tras veinte minutos se dio povencido. No tenía ningún interés en larmada española, y supuso que lo mism

podía decir de la señorita Pedicurquien también era la maestra d

historia). Revisó la hoja que acababa d

escribir. Había más manchas de tinta

Page 117: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 117/322

achones que cualquier otra cosaSuspirando, hizo una bola de papel coella y la arrojó al basurero. Falló y l

pelota fue a dar contra el enorme espejque había detrás. David volvió suspirar y se levantó para recogerla.

Pero ya no estaba. Buscó detrás decesto de basura, debajo de las sillas sobre el tapete que estaba frente a

espejo. Pero la bola de papel habídesaparecido sin dejar rastro. Dpronto, y sin mayor razón, David se pusnervioso. Miró de reojo sobre s

hombro y tuvo la impresión de que eabalí le sonreía. Salió corriendo de l

biblioteca, azotando la puerta tras de sí.

Un pasillo angosto de tech

Page 118: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 118/322

abovedado llevaba de la biblioteca avestíbulo principal. Lo había recorrida tarde de su llegada a la Granj

Groosham. Por ahí estaba el estudio deseñor Tragacrudo y ahora que se habídetenido frente a la puerta lo recordó

Fue entonces cuando oyó las voces.Venían del cuarto que había frente a

estudio del señor Tragacrudo, un

habitación con una puerta oscura dmadera artesonada y la palabr«Directores» pintada en letras doradas.

Así que en la Granja Groosham n

había uno sino dos directores, lo cual ldejó intrigado pues no había visto ninguno de los dos todavía. Echó u

rápido vistazo a su alrededor. Los otro

Page 119: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 119/322

alumnos habían salido de la bibliotecantes que él. Estaba solo en aquepasillo. Se arrodilló delante de l

puerta, fingiendo amarrar las agujetas dsus zapatos.

 —… Se acomodó bien, me parece

—David reconoció la voz de inmediatoLas cascadas sílabas del señoTragacrudo eran inconfundibles—. L

niña se puso un poco difícil en su clasde modelado, pero supongo que era desperar.

 —¿Pero firmaron todos? —La vo

era aguda, medio ahogada. David podímaginar a alguien dentro de aque

cuarto forcejeando con una corbat

demasiado apretada.

Page 120: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 120/322

 —Sin problema, señor Falcón —srió el señor Tragacrudo, con un toncuriosamente melancólico—. Jeffrey, e

niño que tartamudea, fue el último evenir. Trajo su propio lápiz y ¡dos botede tinta! Me temo que al final tuve qu

hipnotizarlo. Pero después de eso fufácil.

 —¿Cree usted que este niño, Jeffrey

vaya a ponerse difícil? —Esta voz era lmás suave de las tres. El segunddirector hablaba apenas en un susurro.

 —No, señor Escualo —contestó e

señor Tragacrudo—. Sin duda, él va ser el más fácil. No. El que me preocupes Eliot.

 —¿Qué pasa con él?

Page 121: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 121/322

 —No lo puedo asegurar, señoFalcón, pero tiene una cierta fuerza, uncierta independencia…

 —Es justo lo que necesitamos. —Por supuesto. Pero aun así…David hubiera dado cualquier cos

por seguir escuchando, pero justo en esmomento apareció la señora Windergasque iba rumbo a la biblioteca. Al verlo

se detuvo y pestañeó; sus ojos llamearoras sus espejuelos. —¿Ocurre algo, David? —preguntó —No. —David señaló tímidament

a sus zapatos—. Me estaba atando locordones.

 —Muy astuto por tu parte, querid

—le sonrió—. No queremos que t

Page 122: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 122/322

vayas a tropezar y a romperte algo¿verdad? Pero quizá éste no sea el lugaadecuado para que lo hagas

exactamente afuera del salón de lodirectores. Porque alguien podría pensaque estabas escuchando, y eso no dejarí

muy buena impresión de ti en tu primersemana de clases, ¿o sí?

 —No —dijo David, levantándose—

Lo siento, señorita Windergast.Se movió lo más rápido que pudoLa prefecta lo rozó al pasar y entró aestudio de los directores. David hubier

dado su brazo derecho por oír lo qudecían. Pero si lo volvían a encontraunto a la puerta, quizá le tomarían l

palabra… y el brazo.

Page 123: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 123/322

Así que prefirió ir a buscar a Jeffre a Julia. Los encontró afuera del saló

de maestros. Julia estaba revisando lo

casilleros, cada uno con el nombre duno de los maestros.

 —¿Ya viste el casillero de Monsieu

Leloup? —le preguntó al verlo. —¿Qué le pasa? —Hay una paloma dentro de él —

dijo Julia con un gesto de asco. El avevidentemente estaba muerta—. Pareccomo si algún animal salvaje la hubieratrapado.

 —¿Qué hace ahí? —preguntó David —Tendrás que preguntarle

Monsieur Leloup —respondió Julia.

 —Si es que se ap… p… parec

Page 124: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 124/322

algún día —agregó Jeffrey.Caminaron juntos por el corredor

De un lado había casilleros; del otro la

puertas de los salones de clases. Doniños que se dirigían a los dormitoriopasaron junto a ellos. Faltaba casi un

hora para que sonara la campana, peral parecer casi todos los alumnos dGroosham se habían ido ya a la cama

Como siempre, el silencio que reinaben la escuela estaría más apropiado eun museo o un monasterio. En todo edía, David no había oído ni un azotón d

puerta ni el rechinar de un pupitre. ¿Questaba sucediendo en la GranjGroosham?

Encontraron un salón vacío y s

Page 125: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 125/322

metieron. David no había estado en esthabitación, así que miró en torno cocuriosidad. Las paredes estaba

cubiertas con carteles que mostrabadiversos animales —por dentro y pofuera—. En vez de escritorio, había un

plancha de mármol con aparatocientíficos: un mechero, un pequeñcaldero de metal y varios botes co

sustancias químicas. En uno de loextremos había una rata blancagazapada dentro de una jaula y dosapos que miraban apresumbrados haci

el exterior de un tanque de vidrio. Eesqueleto de quién sabe qué animaestaba en una esquina.

 —Debe ser el laboratorio d

Page 126: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 126/322

biología —susurró David. —Ojalá lo fuera —Julia sacudió l

cabeza—. Todas estas cosas las sacaro

en mi primera clase de esta tarde. —¿Cl… cl… clase de qué? —

preguntó Jeffrey.

 —De cocina.David tragó saliva, acordándose de

estofado.

Julia se sentó en uno de los pupitres —Vamos a comparar notas —dijo. —De nuestros dos primeros días e

a Granja Groosham —aprobó David—

Jeffrey, tú primero.Jeffrey tenía poco que decir. Él s

sentía el más infeliz de los tres,

odavía estaba confundido después de s

Page 127: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 127/322

encuentro con el señor Tragacrudo. Nhabía trabajado para nada y durante súltima clase lo único que había hech

era escribir una carta a su madre en lque le rogaba que lo sacara de allí. Eúnico problema era que, por supuesto

no había correo en la isla. —Odio este lugar —dijo—. No e

an d… d… duro como me imaginé

Pero no es nada parecido a lo que pen…pen… pensé. Todos los m… m…maestros están locos. Y nadie me m…m… molesta porque tartamudeo.

 —Creí que no te gustaba que tmolestaran —dijo David.

 —No m… me gusta. Pero sería má

n… normal si lo hicieran.

Page 128: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 128/322

 —Nada es normal aquí —intervinJulia—. Primero que nada nos hicierofirmar con sangre. Las clases no s

parecen a las clases en las que hestado. Y luego está el asunto de loanillos…

 —Yo también los vi —dijo David. —Todos llevan el mismo anillo. E

como una especie de símbolo que lo

une. —Y descubrí otras cosas. —Davisiguió describiendo sus hallazgos dedía, comenzando por el misterio de la

piyamas—. Puede que me equivoque —dijo—, pero tengo la impresión de quodos los niños usan nombres falsos.

 —Hay un niño en mi grupo que s

Page 129: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 129/322

lama Gideon Penman —murmuró Julia. —Exactamente. ¿Qué clase d

nombre es ése?

 —¿P… p… por qué tendrían quusar nombres falsos? —preguntó Jeffrey

 —¿Y para qué quieren nuestro

nombres verdaderos escritos cosangre? —añadió Julia.

 —También descubrí algo sobre es

—dijo David.Les contó la conversación que habíoído fuera de la oficina de lodirectores. Omitió el asunto de qu

Jeffrey era el más débil de los tressobre todo porque consideró que serícruel mencionarlo. Pero también porqu

probablemente era cierto.

Page 130: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 130/322

 —Lo único que puedo decir es qucuanto antes salgamos de aquí, sermejor —concluyó—. Algo mu

desagradable ocurre en la GranjGroosham. Y creo que si nos quedamomás tiempo, va a ocurrimos a nosotros.

 —Pensé q… q… que ibas a huir —dijo Jeffrey, lanzándole una miradacusadora a Julia.

 —Voy a huir. —Julia miró por lventana—. Pero no será esta nocheCreo que va a haber otra tormenta.

La tormenta se soltó unos minuto

más tarde. Esta vez no hubo relámpagospero el aguacero fue de todos modoespectacular. Parecía como si el ma

entero se hubiera elevado en una ol

Page 131: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 131/322

gigantesca para luego romper encima da escuela; al mismo tiempo, la ventiscevantaba la tierra y reventaba contra lo

muros. Los postigos sueltos fueroarrancados de sus marcos. Una lápidexplotó. Un enorme roble se partió po

a mitad; sus ramas desnudas quedaroesparcidas por el suelo.

El estruendo de un árbol que caí

despertó a David por segunda ocasiódurante esa noche. Tanteando en loscuridad, encontró su lámpara de manen el buró, la encendió e iluminó s

reloj. Era poco más de medianoche. Sdejó caer sobre la almohada y miró ravés de la ventana. Había luna llena

apenas se podía adivinar su contorn

Page 132: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 132/322

ras la cortina de lluvia. De pequeñonunca lo atemorizaron las tormentas. Asque le sorprendió darse cuenta de qu

emblaba.Pero no era el temporal. Durante e

breve instante en que la lámpara estuv

prendida, percibió algo por el rabilldel ojo, algo que no había registradbien en su mente. Se volvió a sentar

volvió a prender la lámpara, y luegpasó el haz de luz por todo edormitorio. Entonces supo qué era.

Jeffrey dormía en la cama contigu

con la cabeza bajo las cobijas. Peraparte de ellos dos no había nadie máen el cuarto. Cuando se apagaron la

uces, a la nueve y media, los demá

Page 133: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 133/322

chicos ya estaban dormidos. Ahora sucamas estaban vacías y las cobijaextendidas. Dirigió el haz de luz a la

sillas. Sus ropas tampoco se veían.En silencio, se deslizó fuera de l

cama y se puso la bata y las pantuflas

Luego se acercó a la puerta y la abrióo había ninguna luz encendida en l

escuela. Y el silencio era más profundo

más aterrador que nunca.Se asomó a un segundo dormitoriodespués a un tercero. En cada uno dellos se repetía la misma escena. La

camas estaban vacías, la ropa habídesaparecido. Afuera seguía lloviendoPodía oír las gotas golpeando contra la

ventanas. Volvió a consultar su reloj

Page 134: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 134/322

seguro de que aquello era una locuraas doce y veinte, ¿dónde estaba todo e

mundo?

Podía sentir su corazón golpeacontra su pecho como si lo urgiera a quregresara a la cama y se olvidara d

odo. Pero David estaba bien despiertoLlegaría al fondo del asunto aunqumuriera en el intento. «Y lo má

probable es que así sea», dijo para sí.Atravesó de puntitas el corredordando un brinco cada vez que una duelrechinaba a su paso. Después de un rato

legó a un cuarto dormitorio. Enfocó luz hacia la manija de la puerta.

De la oscuridad surgió una mano

se posó sobre su hombro.

Page 135: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 135/322

David sintió que su estómago sencogía hasta quedar del tamaño de uchícharo. Abrió la boca y un grito estuv

a punto de salir de ella, pero logrcontrolarlo mordiendo la lámpara. Fuun milagro que no se la tragara. Gir

entamente; su nuca brillaba con uresplandor rojizo por la luz de lámpara que traspasaba su garganta.

Julia estaba frente a él. Tambiélevaba puesta su bata y sus pantuflasSe veía todavía más asustada que David

 —¿Dónde están todos? —susurró—

¿A dónde fueron? —  Nggg … —David recordó qu

enía la lámpara en la boca y se la sac

—. No sé —dijo—. Estaba tratando d

Page 136: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 136/322

averiguarlo. —Las vi salir. —Julia suspiró

contenta de haber encontrado a Davi

despierto y levantado—. Fue hace comveinte minutos. Una de ellas me despertal irse. Esperé un momento y luego la

seguí. —¿Y a dónde fueron? —dijo David

repitiendo la pregunta que antes le habí

hecho Julia. —Los vi entrar en la biblioteca —contestó Julia—, a todos. La escuelentera. Me quedé un rato detrás de l

puerta, pero no pude oír nada, así quentré. Pero no estaban ahí, David. —Julia suspiró. David vio que estaba

punto de soltar una lágrima—. Todo

Page 137: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 137/322

desaparecieron.David pensó en retrospectiva

Después del té, había estado en l

biblioteca rodeado por cabezas danimales disecados. Era un cuartpequeño, difícilmente cabrían en é

sesenta y tres personas. Además de unmesa, un espejo, una docena de sillas os animales disecados no había nad

más en él. Y eso incluía las puertasSólo había una, sólo una forma de entrarsólo una forma de salir.

 —A lo mejor salieron por un

ventana —sugirió.Julia lo miró con impaciencia. —¿Con este tiempo? Aún así, la

ventanas de la biblioteca están mu

Page 138: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 138/322

altas. Ya lo intenté… —Pues entonces deben estar e

algún lugar de la escuela.

 —No.Julia apoyó la espalda en la pared

uego se fue resbalando hasta queda

sentada en el suelo. Estaba exhausta, no sólo por falta de sueño.

 —Ya busqué por todas partes; en la

aulas, en el comedor, en la sala dprofesores… en todos lados. No estáaquí.

 —¡Tienen que estar en algún lado

—insistió David—. No pueden habedesaparecido así nada más.

Julia no contestó. David se sent

unto a ella y le puso un brazo alrededo

Page 139: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 139/322

de los hombros. Ninguno de los dohabló. Las últimas palabras de David srepetían en su cabeza: «¡Tienen qu

estar en algún lado! No pueden habedesaparecido así nada más». Persentado en aquel oscuro y silencios

pasillo, supo que estaba equivocado.Por increíble que les pareciera

estaban solos en la Granja Groosham.

Page 140: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 140/322

Navidad

Tres días antes de Navidad comenzó nevar.

Ya para Nochebuena toda la isla s

encontraba completamente nevada. Lierra estaba blanca. El mar estabblanco. Era difícil decir dónderminaba una y dónde empezaba el otro

Parado en aquellos campos, uno ssentía como una letra solitaria enmedide una página en blanco dentro de u

sobre, que espera ser enviada a algunparte.

 No había calefacción central e

Groosham. En cambio, enormes leños s

Page 141: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 141/322

quemaban en chimeneas abiertascrujiendo y silbando como si lemolestara tener que compartir su calor

Todas las ventanas estaban empañadasa tubería se estremecía, gemía

ronroneaba al paso del agua a través d

os conductos medio congelados. Uncolonia de murciélagos que habitaba unde las torres del lado norte, habí

bajado en busca de calor y terminó en ecomedor. Nadie se quejó. Pero parDavid las comidas eran un poco comuna lucha contra cien ojos que, desde la

vigas, examinaban su pastel de ruibarboAparte de los murciélagos y e

clima, ninguna otra cosa cambió en l

escuela. Al principio, a David l

Page 142: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 142/322

sorprendió que a nadie pareciermportarle la Navidad. Después l

aceptó de mala gana. El capitá

Malasangre venía a la escuela una vepor semana, los jueves, pero nunca traíni se llevaba ninguna carta, así que n

había tarjetas de Navidad.Tampoco había arreglos navideños

David vio a la señora Windergast co

una enorme rama de pino y eso levantó un poco el ánimo —por lmenos hasta la hora de la comidacuando le dio la primera probada a s

sopa de pino—. No había tarjetas nárbol de Navidad, ni tampoco, posupuesto, regalos de Navidad. A pesa

de las nevadas, nadie lanzó bolas d

Page 143: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 143/322

nieve y el único hombre de nieve resultser Gregor, a quien sorprendió la peonevada de todas mientras dormía sobr

su lápida predilecta, y tuvo que sedescongelado al día siguiente.

Sólo hubo alguien que mencionara l

avidad: el señor Oxisso, maestro destudios religiosos. El señor Oxisso erel único profesor con un aspecto norma

de toda la escuela. También era el máoven; tenía más o menos treinta añosera bajo, de cabello rizado y bigotrecortado. Su nombre completo er

Ronald Edward Oxisso. David se sintiun poco incómodo cuando vio esmismo nombre en una lápida de

cementerio de la escuela («Ahogad

Page 144: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 144/322

cerca de la Isla Cadavera: 1955-1985»)pero supuso que se trataba de algúpariente suyo. De todos modos, el seño

Oxisso despedía un fuerte olor a algamarinas.

 —La Navidad ciertamente tiene mu

poco que ver con el cristianismo —dijel señor Oxisso con una sonrisespectral. Sus sonrisas eran mu

espectrales—. Había festividades finales de diciembre mucho antes de quel cristianismo hiciera su aparición; l«Saturnalia» romana y el «Nacimient

del Sol» entre los persas, por ejemploEn el Norte, es una festividad de loespíritus de la oscuridad, porque es e

avidad cuando los muertos regresan d

Page 145: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 145/322

sus tumbas.Todo esto era completamente nuev

para David. Pero tenía que admitirlo

sus navidades en Londres, llenas doropel, Santa Claus, compras navideñade última hora, pavos, ponches

demasiadas películas viejas eelevisión, nunca tuvieron mucho que ve

con el cristianismo.

El día de Navidad comenzó iguaque cualquier otro: baño, desayuno, treclases antes de la comida. Por algunrazón las clases de la tarde s

cancelaron y David y Julia pudierovagar libremente. Como siempre, lodemás alumnos se fueron a la cama. Es

es lo que siempre hacían cuando habí

Page 146: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 146/322

algún tiempo libre. Después, ya tarde ea noche, irían a la biblioteca. Y lueg

desaparecerían.

David y Julia, decididos a llegar afondo del misterio, habían intentadseguirlos varias veces, sin éxito. E

problema era que no había manera eque pudieran seguir a los otros dentro da biblioteca sin ser vistos, y par

cuando abrían la puerta todos se habíado ya. Una tarde revisaron el salócuidadosamente, convencidos de qucon seguridad habría un pasadiz

secreto. Pero si en verdad existía, debíde tener una entrada espectacularmentsecreta. Todas las paredes parecía

estar hechas de ladrillo sólido. Un

Page 147: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 147/322

chimenea con cubierta de piedrdominaba uno de los muros, y en el otrhabía un espejo con un marco decorad

con flores de bronce. Pero aunque Daviempujó y picó a todos los animalemientras Julia tocaba de arriba a abaj

el espejo, y hasta trató de escalar lchimenea, no encontraron nada.

¿Y dónde había estado Jeffre

durante todo este tiempo?En las semanas que llevaban eGroosham, Jeffrey había cambiado y espreocupaba a David más que cualquie

otra cosa. Todavía recordaba lapalabras del señor Tragacrudo: «Él serel más fácil…». Ciertamente, Jeffre

pasaba cada vez más y más tiempo solo

Page 148: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 148/322

  menos y menos tiempo con David Julia. David ya lo había visto variaveces platicando animadamente co

William Rufus, y cuando le preguntó arespecto, Jeffrey se rehusó a senterrogado. Aunque no había libros e

a biblioteca, parecía que se pasaba eiempo leyendo; viejos y polvoso

volúmenes de páginas amarillenta

encuadernadas en piel craquelada.Julia, con su impaciencia, fue la qual final comenzó una discusión unarde, lo había molestado en un saló

vacío mientras hablaban de loprogresos que habían hecho —o que nhabían hecho—.

 —¿Qué te pasa? —le reclamó—. T

Page 149: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 149/322

comportas como si te gustara este lugar. —A lo mejor m… m… me gusta —

contestó Jeffrey.

 —¡Pero toda la escuela está loca! —Todos los internados son un

ocura. Pero éste es m… m… much

mejor que Héroes de la Inmisericordia. —¿Y qué hay de nuestra promesa

—le recordó David—: «Nosotros contr

ellos». —Nosotros podemos estar en c…c… contra de ellos —dijo Jeffrey—pero no estoy muy seguro de que ello

estén en c… c… contra de nosotros. —¿Entonces por qué no vas y te une

a ellos? —le había dicho Julia furiosa.

Al parecer Jeffrey ya lo había hecho

Page 150: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 150/322

David y Julia, solos, se abrían pasentre las canchas de juego con la nievhasta los tobillos. Ya conocían cad

centímetro de la isla. La GranjGroosham estaba en el lado norte. Ubosque se extendía por todo el lad

oriente. Sus árboles parecían haber sidesculpidos en piedra y tener por lmenos mil años. La lengua de tierra

donde estaba el muelle, se encontraba eel extremo sur. Era una superficie larg  plana, tras de la cual se erguía e

acantilado multicolor. David estab

seguro de que podía ver la entrada duna cueva al pie de los riscos, y lhubiera gustado explorarla, pero n

había manera de llegar hasta ella. E

Page 151: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 151/322

acantilado era muy escarpado pardescender por él, y una entrada de maseparaba la cueva de la punta; las ola

rompían contra las rocas, labrandnfinidad de afiladas puntas.

También había un río en la isla —

aunque más bien era un arroyo ancho—que fluía desde el Norte y desembocaben un lago al otro lado del bosque

Hacia ahí se dirigían. El agua se habícongelado y pensaron que serídivertido patinar. Pero ninguno tenípatines. Y, de todos modos, no se sentía

con ánimos de diversión… a pesar dque era Navidad.

 —¿Has aprendido algo desde qu

legamos? —preguntó Julia.

Page 152: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 152/322

David se quedó pensando. —No mucho —admitió—. Per

como nunca hay exámenes ni cosas as

no debe ser importante. —Bueno, hemos aprendido una cosa

—Julia recogió una piedra y la lanzó a

ago; el guijarro pegó en el hielo y sdeslizó hasta detenerse en un manojo dalgas—. El bote viene todos los jueves

El capitán Malasangre descarga laprovisiones y después él y Gregor subeen el coche hasta la escuela. Así qudurante una hora, más o menos, la lanch

está sola. —¿Y qué con eso? —pregunt

David, con repentino interés.

 —Pasado mañana es jueves. Y

Page 153: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 153/322

cuando suban a la escuela, alguien va meterse en ese bote. Yo.

 —Pero no hay dónde esconderse. —

David había acompañado a Julia unsemana antes a revisar la lancha—. Nofijamos…

 —No hay lugar para dos —reconoció Julia—. Pero calculo que unde nosotros puede meterse apretado e

a cabina. Hay un montón de trapoviejos en el suelo. Creo que puedesconderme debajo de ellos.

 —Entonces de veras te vas.

David no pudo evitar sentirse tristal pronunciar aquellas palabras. Juliera su única amiga verdadera en l

escuela. Al irse ella, estaría más sol

Page 154: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 154/322

que nunca. —Tengo que irme, David. Si m

quedo más tiempo me voy a volve

oca… como Jeffrey. Pero una vez estejos, enviaré una carta a la

autoridades. Ellos enviarán a alguien. Y

e apuesto lo que quieras a que cerraráa escuela una semana después.

 —¿A dónde vas a ir? —pregunt

David. —Tengo cuatro hermanos y dohermanas para escoger —dijo Julia sonrió—. Somos una familia grande. ¡Y

soy la número siete! —¿Tu mamá tiene hermanos

hermanas? —preguntó David.

Julia lo miró con curiosidad.

Page 155: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 155/322

 —¿Y eso qué tiene que ver? —Sólo preguntaba… —De hecho ella también fue l

número siete. Tengo seis tíos. ¿Por qupreguntas?

 —Séptima hija de una séptima hij

—murmuró David y no dijo nada másSignificaba algo. Tenía que significaalgo. Pero ¿qué?

Por la tarde, sentado solo en lbiblioteca, seguía dándole vueltas en lcabeza al asunto. La cena de Navidad —si es que se le podía llamar así—

consistió en jamón y papas fritas; lapapas estaban apenas un poco mácalientes que el jamón. David se sentí

realmente deprimido por primera ve

Page 156: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 156/322

desde que llegó. Julia se había ido a lcama temprano y ni siquiera había uelevisor en la escuela para levantarse e

ánimo. Bueno, sí había uno, pero era eblanco y negro, pegado con cintadhesiva. El botón del volumen se habí

perdido y la imagen era tan mala que lpantalla se veía siempre como unormenta de nieve en miniatura.

La puerta de la biblioteca se abrió David levantó la vista. Era Jeffrey. —Hola —dijo. —Hola, D… D… David.

El chico se quedó parado junto a lpuerta como si se avergonzara de habesido sorprendido en ese lugar.

 —No te he visto desde hace tiemp

Page 157: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 157/322

—dijo David, tratando de sonaamigable.

 —Lo sé. He e… e… estado mu

ocupado.Jeffrey miró a su alrededor, sus ojo

parpadeaban nerviosamente detrás d

sus anteojos de aro. —De hecho, est… t… taba buscand

a Will… ll… lliam.

 —¿Tu nuevo amigo? —La voz dDavid sonó despectiva—. Pues no estaquí. A menos, claro, que esté debajo da al… al… alfombra o en la chim…

m… menea, o ¡dondequiera que smetan todas las noches! Y lo único qupuedo decirte es que si quieres unírteles

e aceptarán con gusto.

Page 158: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 158/322

 —Yo n… n… no… —Jeffrey, todsonrojado, tartamudeó sin conseguierminar la frase, y David se enfad

consigo mismo por haber perdido lcalma. Abrió la boca para decir algmás, pero en ese momento Jeffrey sali

del cuarto cerrando la puerta de golpe.David se levantó, «… él será el má

fácil». Una vez más las palabras de

señor Tragacrudo resonaron en scabeza. Claro que Jeffrey sería el máfácil de los tres —para cualquier cosque se estuviera tramado en la Granj

Groosham—. Era gordo. Usaba anteojo tartamudeaba. Era la víctima perfecta

el blanco de todos los ataques. Y, a

rechazarlo, David lo había puesto en su

Page 159: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 159/322

manos. Al principio eran tres contra eresto, pero ahora su falta dconsideración había sacado a Jeffrey d

a jugada, dejándolo solo desamparado.

Salió de la biblioteca rápidamente

Jeffrey ya no estaba en el corredor, pera David no le importó. Si descubría questaba pasando realmente en la Granj

Groosham —detrás de la fachada decciones y rutina escolar— entoncesposiblemente, podría ponerle fin salvar a Jeffrey y a sí mismo a la vez. Y

en ese momento se encontraba en eugar perfecto para empezar a buscar. L

respuesta tenía que estar en uno de la

dos cuartos.

Page 160: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 160/322

Empezó por la puerta en la que seía «Directores». En todo el tiempo qulevaba en la granja, no había visto un

sola vez a los dos directores, el señoEscualo y el señor Falcón. Si no fuerporque había oído sus voces, diría qu

ni siquiera existían. Tocó suavemente a puerta. Como suponía, nadie contestó

Mirando de reojo por encima de s

hombro, asió la manija y la accionó. Lpuerta se abrió.David no había estado antes en e

salón de los directores. A primera vist

e pareció más una capilla que un salónHabía vitrales en las ventanas, en loque se representaban escenas qu

parecían ser del Juicio Final, co

Page 161: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 161/322

demonios que aguijoneaban y lanzaban as llamas eternas a mujeres y hombre

desnudos. El piso era de mármol negro

no había alfombra. Los libreros, llenode volúmenes antiguos como el quhabía visto leer a Jeffrey, le recordaro

a los bancos de las iglesias, y hasthabía un púlpito en una de las esquinascon un águila labrada que sostenía un

Biblia sobre sus alas extendidas.El cuarto tenía su propio enigmaHabía dos directores en la GranjGroosham. Entonces, ¿por qué sól

había un escritorio, sólo una silla, y sóluna toga y un birrete en el perchero traa puerta? David no pudo encontrar un

respuesta para eso —ni para ningun

Page 162: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 162/322

otra cosa—. Los cajones del escritoriestaban bajo llave y no había papeleencima de él. Estuvo cinco infructuoso

minutos en el estudio. Después salió tasigiloso como había entrado.

Se necesitaba más valor par

escurrirse dentro del estudio del señoTragacrudo. David recordó la última veque había estado allí —en su pulga

odavía tenía la marca de su estancia eaquel lugar—. Finalmente abrió lpuerta. «No te va a comer», pensó, deseó creerlo.

 No había señal del subdirector peromientras avanzaba, sentía que lobservaban. Se detuvo, atreviéndos

apenas a respirar. Estaba completament

Page 163: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 163/322

solo en el estudio. Avanzó otra vez. Lamiradas lo seguían. Se detuvnuevamente. Entonces se dio cuenta d

o qué era. ¡Los cuadros de laparedes…! Eran retratos de ancianosombríos pintados, al parecer, vario

años después de muertos. Pero cuandDavid se movía, las miradas de esoojos lo seguían, así que lo observaba

en cualquier lugar del cuarto en el questuviera.Se detuvo un momento detrás de l

que parecía ser una cómoda y recargó s

mano en ella. La madera tembló bajo sudedos. Aparto la mano y miró el mueblcon ojos desorbitados. ¿Se lo habí

maginado? No; allí de pie, solo, en e

Page 164: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 164/322

estudio, escuchó un lánguido rumor quprovenía de aquella cómoda.

Se agachó para abrir uno de lo

cajones. Fue entonces cuando hizo sprimer descubrimiento. La cómoda erun engaño. Los tres cajones no eran má

que una fachada que, al tirar de ella, sabrió como si fuera una puerta. Erealidad la cómoda era un modern

refrigerador.David atisbó dentro del mueble ragó saliva. La cómoda ciertamente er

un refrigerador, pero no de ésos en lo

que se guarda leche, mantequilla y undocena de huevos. En vez de eso, unareinta bolsas de plástico llenas de u

íquido rojo oscuro colgaban de uno

Page 165: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 165/322

ganchos. —Es vino —susurró—. Tiene qu

ser vino. Claro que es vino. No pued

ser otra cosa. No puede ser…Sangre.Pero mientras cerró de golpe l

puerta y se enderezó, sabía que eso eraEl vino no venía en bolsas; no letiquetaban como «AB positivo». N

siquiera quería preguntar qué hacíaquince litros de sangre en el estudio deseñor Tragacrudo. No quería saber. Sólquería salir de ahí antes de acaba

metido en otras ocho bolsas de plásticen el anaquel inferior.

Pero logró tranquilizarse antes d

alcanzar la puerta. Ya era muy tarde par

Page 166: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 166/322

arrepentirse. Quizás ésta sería su últimoportunidad de inspeccionar el estudioY a Jeffrey se le acababa el tiempo

Respiró hondo. No había nadie a lvista. Nadie sabía que estaba ahí. Debíseguir adelante.

Se acercó al escritorio. El libro eel que había puesto su nombre la tardque llegó a la escuela, todavía estaba e

su lugar. Lo abrió con mano temblorosaTrató de mojar su dedo con saliva, perenía la boca seca como lija, así que usa palma de la mano para dar vuelta

as hojas hasta que llegó al final. Suojos descubrieron de inmediato los treúltimos nombres: DAVID  ELIOT, JULIA

GREEN, JEFFREY  JOSEPH. Aunque la

Page 167: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 167/322

etras ya no eran rojas sino color caféestaban más frescas que los nombres das otras páginas. Inclinado sobre e

escritorio, comenzó a leer.Le llevó treinta segundos dars

cuenta de que en el libro no había ningú

nombre que reconociera. No estabWilliam Rufus, ni Besi Duncan o RogeBacon. Entonces tenía razón. Los otro

alumnos tomaron nombres falsos ealgún momento después de su llegadaLa única pregunta era ¿por qué?

Cerró el libro. Algo más habí

lamado su atención, algo que estaba ea esquina del escritorio. No habí

estado ahí la primera noche. De hecho

David nunca antes había visto uno, po

Page 168: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 168/322

o menos no fuera de la mano de alguienEra un anillo, un anillo especial de orpuro con una piedra negra engarzada

David lo tomó…… Y lanzó un grito. El anillo estab

al rojo vivo. Parecía como si l

acabaran de sacar de la fragua. Eso ermposible, por supuesto. El anillo habí

estado sobre la madera como mínim

desde que él había entrado en lhabitación. Debía tratarse de algúruco. Pero truco, o no, los dedoodavía le ardían y su piel comenzaba

ampollarse. —¿Qué estás haciendo aquí?David se giró rápidamente

olvidando por un momento el dolor.

Page 169: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 169/322

El señor Tragacrudo se encontrabahí mismo, en la habitación; pero esambién era imposible, la puerta no s

había abierto, David no había oído nadaComo de costumbre, el subdirectoestaba vestido de blanco y negro com

si fuera de camino a un funeral. En svoz había curiosidad más que hostilidadpero sus ojos eran amenazantes

Apretando el puño, David buscdesesperadamente una excusa«Bueno… —dijo para sus adentros—Refrigerador, allá voy».

 —¿Qué estás haciendo aquí, David—volvió a preguntar el señoTragacrudo.

 —Yo… yo… lo estaba buscando

Page 170: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 170/322

señor. —¿Para qué? —Éste… —David tuvo un rapto d

nspiración—. Para desearle feliavidad, señor.

Los labios del señor Tragacrudo s

orcieron ligeramente hacia arriba. —Un gesto encantador por tu part

—masculló en un tono de voz que má

bien quería decir «¡qué pretexto máestúpido!»—. Parece que te haquemado —agregó, señalando su mano.

 —Sí, señor. —La culpa lo hiz

sonrojarse—. Vi el anillo y…El señor Tragacrudo avanzó haci

él. David evitó cuidadosamente mirar a

espejo. Sabía lo que vería —o más bie

Page 171: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 171/322

o que no vería—. Esperó en silencio que el subdirector se sentara tras sescritorio, preguntándose qué pasaría.

 —A veces es de sabios no meter lnariz en las cosas que no nos incumbenDavid —dijo el señor Tragacrudo—

Especialmente cuando se trata de cosaque no entendemos.

Alcanzó el anillo y lo tomó. Davi

retrocedió, pero el anillo permaneciahí totalmente frío en la palma de smano.

 —Debo admitir que me ha

decepcionado profundamente —prosiguió—. A pesar de la charla quuvimos, parece que no has hech

progreso alguno.

Page 172: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 172/322

 —Entonces, ¿por qué no mexpulsa? —preguntó David, sorprendidpor su repentino tono desafiante. Aunqu

a verdad es que eso era lo que mádeseaba.

 —¡Oh, no! Nunca se expulsa a nadi

de la Granja Groosham —el señoTragacrudo rió entre dientes—. Hemoenido niños difíciles antes, per

erminan aceptándonos… como lo haráú algún día. —Pero ¿qué es lo que quieren d

mí? —David ya no pudo contenerse má

—. ¿Qué es lo que pasa aquí? Ya sé quésta no es una escuela de verdad. Aqusucede algo terrible. ¿Por qué no m

dejan ir? Yo no pedí venir. ¿Por qué n

Page 173: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 173/322

dejan que me vaya y se olvidan de mexistencia? Este lugar me desagradaTodos me desagradan. Y nunca los voy

aceptar, no mientras viva. —¿Y cuánto tiempo será eso?De repente la voz del seño

Tragacrudo se había vuelto tan fría comel hielo. Cada sílaba que salía de sboca era como un susurro mortal. Davi

se quedó petrificado, sintiendo cómo laágrimas pugnaban por aparecer en suojos. Pero había una cosa que estabdecidido a no hacer. No lloraría. N

mientras estuviese delante del señoTragacrudo.

Entonces el señor Tragacrud

pareció ablandarse. Dejó el anillo en e

Page 174: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 174/322

escritorio y se recargó en el respaldo da silla. Cuando volvió a hablar, su vo

sonó más suave.

 —Hay muchas cosas que tú nentiendes, David —dijo—. Pero algúdía todo será diferente. Por ahora e

mejor que vayas con la señorWindergast para que te revise la mano—Se llevó uno de sus esquelético

dedos a un lado la boca, y por umomento se quedó cavilando—. Dilque sugiero que te ponga su ungüentespecial. Estoy seguro de que t

proporcionará el más… reparador dos sueños —agregó por último.

David se dio la media vuelta y sali

del estudio.

Page 175: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 175/322

Para entonces ya era bastante tard, como de costumbre, no había nadie eos corredores. David subió a

dormitorio absorto en sus pensamientosDe algo estaba seguro. No tenía ningunntención de ir a ver a la señor

Windergast. Si el señor Tragacrudguardaba sangre fresca en srefrigerador, quién sabe qué guardaría l

señora en su botiquín. Le dolía mucho lmano. Pero cualquier dolor erpreferible a otra sesión con el personade la Granja Groosham.

Por eso se quedó estupefacto cuandencontró a la prefecta esperándolo fuerde su consultorio. Debía de haber algú

sistema de comunicación interna en l

Page 176: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 176/322

escuela, pues ella ya sabía lo que lhabía pasado.

 —Déjame ver tu pobre mano —dij

con su voz de pajarito—. Entra siéntate mientras traigo un emplasto. Nqueremos que se vaya a gangrenar

¿verdad? Mi marido, Dios lo tenga en sgloria, se gangrenó. ¡Todo él! Al final saspecto era espantoso, de veras. Y tod

empezó con un rasguño chiquitito…Acomodó a David en el consultorimientras hablaba, sin darle oportunidade protestar.

 —Ahora siéntate, mientras abro mbotiquín —le ordenó.

David se sentó. El consultorio er

pequeño y agradable; había u

Page 177: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 177/322

calentador de gas, un tapete de colorevivos y, en las sillas, cojines hechos mano. Unos cuadros bordados colgaba

de las paredes y sobre una mesa bajhabía varias revistas. David observodo esto mientras la prefecta buscab

algo afanosamente dentro de un gabinetcon puertas de espejo que estaba en eotro extremo de la habitación. A

abrirlo, David captó el reflejo de upájaro en una percha. Por un momentpensó que lo había imaginado, perentonces se dio la vuelta y vio al anima

cerca de la ventana. El pájaro era ucuervo. Al principio, David supuso questaría disecado como los animales d

a biblioteca. Pero en ese momento e

Page 178: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 178/322

ave graznó y agitó las alas. David sestremeció al recordar el cuervo quhabía visto en el jardín de su casa el dí

de su partida. —Es Wilfredo —dijo a forma d

explicación la señora Windergas

mientras se sentaba junto a él—Algunas personas tienen peces dcolores. Otras tienen hámsters. Pero y

prefiero a los cuervos. A mi esposo ne gustaba mucho. De hecho, Wilfredfue el que lo arañó. ¡A veces es bastantravieso! Ahora déjame ver esa mano.

David extendió su adolorida mano, a señora Windergast se dedicó durant

varios minutos a aplicarle pomada

antisépticas.

Page 179: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 179/322

 —Ya está —exclamó al terminar—Mucho mejor, ¿no?

David hizo ademán de levantarse

pero la prefecta, con un gesto, le indicque se quedara sentado.

 —Y dime, querido, ¿qué te parece l

Granja Groosham?David estaba cansado. Ya estab

harto de juegos, así que le dijo l

verdad. —Todos los chicos son muy rarosLos miembros del personal están locosLa isla es horrible. La escuela parec

sacada de una película de terror, y a mme gustaría regresar a mi casa.

 —Pero aparte de eso, ere

perfectamente feliz, ¿no? —La señor

Page 180: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 180/322

Windergast acompañó sus palabras couna sonrisa radiante.

 —Señora Windergast…

La mujer levantó la manonterrumpiéndolo.

 —Claro que entiendo, mi amor —

dijo—. Siempre es difícil al principioPor eso decidí darte un poco de mungüento especial.

 —¿Para qué sirve? —preguntDavid con recelo. —Nada más que para ayudarte

dormir bien.

Sacó un tubo de ungüento de la bolsde su delantal y, antes de que Davipudiera detenerla, le quitó la tapa y se l

pasó. El ungüento era espeso y de colo

Page 181: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 181/322

oscuro, como asfalto, pero para ssorpresa olía bastante bien. Tenía uaroma acre, como el de algunas hierba

silvestres. Sin embargo, quién sabe poqué, el simple olor lo hizo relajarse una agradable sensación de calo

nvadió su cuerpo. —Unta un poco en tu frente —l

persuadió la señora Windergast; ahor

su voz se escuchó suave y lejana—. Thará sentir de maravilla, ya verás.David hizo lo que le decía. No pud

negarse. No quiso  negarse. El ungüent

se sentía caliente en su piel. Al momentpareció absorberse penetrando por scuerpo hasta los huesos.

 —Ahora vete a la cama, David. —

Page 182: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 182/322

¿Seguía siendo la señora Windergasquien hablaba? Hubiera jurado que srataba de una voz distinta—. Y qu

engas montones de dulces sueños.Vaya si David soñó esa noche.Recordaba haberse desvestido

metido en la cama; luego debió quedarsdormido, sólo que sus ojopermanecieron abiertos, por lo que pud

darse cuenta de las cosas que ocurrían su alrededor. Los otros niños dedormitorio salieron de la cama. Clarque esto no le sorprendió. David se di

a vuelta y cerró los ojos.Por lo menos eso es lo que intent

hacer. Lo siguiente que recordaba er

estar completamente vestid

Page 183: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 183/322

siguiéndolos escaleras abajo rumbo a lbiblioteca; tropezó y sintió que unmano lo detenía para que no cayera. Er

William Rufus. David sonrió. El otrniño le devolvió la sonrisa.

Y luego estaban en la biblioteca. L

que sucedió después era confuso. Smiraba en un espejo —el que estabcolgado frente a la chimenea—. Per

entonces entró en él, directamente ravés del cristal. Supuso que srompería, pero no se rompió. Ya estabal otro lado. Miró hacia atrás. Willia

Rufus le tiró del brazo. Siguió adelante.Paredes de piedra sólida; una send

sinuosa bajaba más y más hacia la

profundidades de la tierra; en el air

Page 184: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 184/322

había un olor a agua salada. Entonces esueño se convirtió en una serie dmágenes fragmentadas. Era como s

después de todo, el espejo se hubierroto en mil pedazos y lo que veía fuerúnicamente los reflejos en los añicos

Ahora se encontraba en una enorme profunda galería subterránea. Podía veas estalagmitas de un platead

resplandeciente que emergían de lierra tratando de alcanzar laestalactitas que colgaban de los techode la galería. ¿O era al revés…?

Una gran fogata ardía dentro de lcueva proyectando sombras fantásticasobre la pared. Toda la escuela estab

reunida allí, esperando en silenci

Page 185: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 185/322

algo… o a alguien. Luego un hombrsalió de detrás de una plancha de piedraHubo una cosa que David no se atrevi

a mirar porque era más horrible quodo lo que había visto hasta entonces ea Granja Groosham, aunque después l

recordaría… Dos directores, pero sólo u

escritorio, sólo una silla.

El hilo del sueño se rompió comsuele suceder con todos los sueños. Sdijeron palabras. Luego hubo ubanquete, una cena de Navidad com

ninguna antes. Un gran trozo de carne sasaba en las llamas de la fogata; el vincolmaba grandes jarras de plata. Habí

budines y galletas y pasteles, y po

Page 186: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 186/322

primera vez los alumnos de la GranjGroosham reían y gritaban y actuabacomo si realmente estuvieran vivos. D

a tierra brotaba la música y Davibuscó a Julia; para su sorpresa lencontró y bailaron juntos durante lo qu

parecieron ser horas, aunque sabía qucomo se trataba de un sueño) debiero

ser tan sólo unos minutos.

Por último, hubo un murmullo y todel mundo se quedó quieto, mientras unfigura solitaria avanzaba entre lmultitud hacia la plancha de piedra

David quiso gritar pero no salió ningúsonido de su garganta. Era Jeffrey. Eseñor Tragacrudo lo esperaba y sostení

el anillo. Jeffrey sonreía, feliz com

Page 187: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 187/322

David nunca antes lo había visto. Tomel anillo y se lo puso. Entonces, comuna sola voz, toda la escuela comenzó

vitorear; el eco de los gritos rebotaba eas paredes y fue entonces, con aque

clamor retumbando en sus oídos, que…

David despertó.Tenía dolor de cabeza y u

desagradable sabor de boca. Se restreg

os ojos, preguntándose dónde sencontraba. Era de mañana. El frío sode invierno se colaba por las ventanasSe incorporó despacio y miró a s

alrededor.Estaba en la cama, en el lugar d

siempre en el dormitorio. Sus ropa

estaban como las había dejado la noch

Page 188: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 188/322

anterior. Miró su mano. El emplastseguía en su lugar. A su alrededor, lootros niños estaban vistiéndose, su

caras tan pálidas como siempre. Daviapartó las cobijas; de verdad no habísido más que un sueño. Se rió un poc

de sí mismo. ¿Atravesar espejos¿Bailar con Julia en una cavernsubterránea? Claro que había sido u

sueño. ¿Cómo podía ser otra cosa?Se levantó y se desperezó. Se sentíextrañamente tenso esa mañana, como sacabara de participar en una carrera d

veinte kilómetros. Miró de reojo a uado. Jeffrey estaba sentado en la cam

de al lado, ya medio vestido. Davi

recordó su encuentro, o más bie

Page 189: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 189/322

desencuentro, en la biblioteca y suspiróTenía que hacer algo al respecto.

 —Buenos días, Jeffrey —dijo.

 —Buenos días, David —la voz dJeffrey sonaba casi hostil.

 —Mira, sólo quería disculparme po

o de ayer. ¿De acuerdo? —No hay necesidad de pedi

disculpas, David —contestó Jeffre

mientras se ponía el suéter—. Olvídalo.Durante esa breve conversaciónDavid se dio cuenta de muchas cosasPero todas sucedieron tan rápido qu

nunca sabría decir cuál fue la primera.Jeffrey ya no era el mismo. No sólo había sonado hostil. S

comportaba hostil. Su voz se habí

Page 190: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 190/322

vuelto fría y distante como la de todoos demás.

Ya no tartamudeaba.

Y la mano con la que se abotonaba camisa también se veía diferente.

Lucía en ella un anillo negro.

Page 191: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 191/322

Una carta

Dos días después David se sentó escribir una carta para su padre.

26 de diciembreGranja Groosham

 Isla Cadavera

 Norfolk Querido padre:

 Ésta es una carta muy difícil de

escribir…

Tan difícil que, de hecho, habí

achado tres veces la primera frase ante

Page 192: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 192/322

de sentirse satisfecho, y aun así nestaba muy seguro de haber escrito bie«difícil».

… Ya sé que siempre te hedecepcionado. Nunca me ha

interesado la bolsa de valores yme expulsaron del Colegio

 Beton. Pero ahora me doy

cuenta de que estabaequivocado. He decididoconseguir trabajo de cajero enel Banco de Londres; si el 

 Banco de Londres no mecontrata entonces lo intentaréen el Banco de Alemania. Estoy

 seguro de que te sentirías

Page 193: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 193/322

orgulloso de mí si fuerabanquero pagador.

Borró también la última fraseEntonces sonó la campana para anunciaa hora de la comida y pasó una hor

antes de que pudiera sentarse a escribiel siguiente párrafo.

… Pero hay algo que quiero pedirte: P OR  FAVOR SÁCAME DE 

 LA  G RANJA  G ROOSHAM . No es

que no me guste (aunque no me gusta ni tantito). Lo que pasa esque no tiene nada que ver conlo que tú esperas de una

Page 194: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 194/322

escuela. Si realmente supierascómo es, nunca me habríasinscrito en ella.

Creo que están metidos encosas de magia negra. El señor Tragacrudo, el subdirector, es

un vampiro. El señor Oxisso,maestro de cerámica, estudiosreligiosos y matemáticas, es un

muerto, y la señorita Pedicure,maestra de inglés e historia,¡debe tener por lo menos

 seiscientos años de edad! Vas a

 pensar que estoy loco cuandoleas esto…

David leyó lo que había escrito

Page 195: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 195/322

pensó que era muy probable questuviera loco. ¿Realmente le estabsucediendo todo eso?

… Pero, te lo aseguro, te estoydiciendo la verdad. Creo que

quieren convertirme en unaespecie de zombi como hicieroncon mi amigo Jeffrey. Ya no me

habla. Ya ni siquiera metartamudea. Y estoy seguro deque, si me quedo más tiempoaquí, seré el próximo.

David respiró hondo. Le dolía lmano y se dio cuenta de que estab

Page 196: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 196/322

apretando demasiado la pluma, tanto quera un milagro que la tinta llegara hasta plumilla. Obligándose a relajarse, s

acercó la hoja y comenzó otra vez:

 No puedo explicarte todas las

cosas que me han pasado desdeque llegué aquí. Pero me hanherido, me han drogado,

amenazado y asustado a muerte.Ya sé que el abueloacostumbraba a hacerte todoeso cuando eras joven, pero nome parece justo que me pase lomismo a mí, sobre todo cuandono he hecho nada malo y

además no quiero ser un zombi.

Page 197: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 197/322

 Por favor, por lo menos visita laescuela. Así te darás cuenta delo que te digo.

 No puedo mandarte por correo esta carta porque no haycorreo en la isla y si me has

escrito no he recibido nada. Voya dársela a una amiga mía, sellama Julia Green. Planea

escaparse mañana y me prometió enviártela. También ledi tu teléfono y te va a hablar (por cobrar). Ella te dirá todo

lo que me está pasando y esperoque la creas.

 Debo terminar aquí la carta

 porque es hora de nuestra clase

Page 198: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 198/322

vespertina: química. Nos estánenseñando el secreto de la vida.

¡Auxilio!

Tu hijo, David 

Por lo menos nadie entró en lbiblioteca mientras escribía. Davihabía garabateado las palabras viend

con un ojo la puerta y con el otro espejode modo que las líneas quedaroorcidas y leerlas le mareó. Dobló l

hoja por la mitad y luego otra vez por lmitad. No tenía sobre, pero Julia lhabía prometido comprar uno —ademáde la estampilla— tan pronto com

Page 199: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 199/322

legara a tierra firme.Si todo salía de acuerdo con l

planeado, el capitán Malasangre llegarí

a las diez de la mañana del dísiguiente. Julia no acudiría a la segundclase matutina y se escondería cerca de

muelle. Tan pronto como Gregodescargara las provisiones y llevara acapitán a la escuela, ella se escurrirí

dentro del bote y se escondería debajde los trapos. La lancha partiría a laonce y, para mediodía, Julia estaríviajando rumbo al Sur.

Julia tenía que huir. Era su últimesperanza. Pero ésa no era la únicpreocupación que David tenía en l

cabeza de camino al laboratorio d

Page 200: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 200/322

química. Julia mandaría la carta. Spadre la leería. ¿Pero creería unpalabra de lo que le decía en ella

¿Habría alguien que le creyera?David ni siquiera estaba seguro d

creerlo él mismo.

Page 201: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 201/322

El inspector

Julia no pudo salir de la isla.El capitán Malasangre la descubri

acurrucada debajo del montón de trapo

viejos de la cabina y la arrojóemblorosa y humillada, a tierra. —¿Así que pensaste que podía

hacerme tonto, pequeña? —exclamó cosonrisa socarrona—. ¿Crees que nconozco la línea de flotación de mpropio bote? Me daría cuenta si hubier

una sola sardina de más a bordo. ¡Uviaje gratis a tierra firme! Eso es lo questabas buscando, ¿verdad? Pues mira

endrías que navegar unos cuantos mare

Page 202: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 202/322

antes de poder embaucar a uMalasangre.

Julia pasó toda la semana siguient

esperando a que algo le fuera a sucederPues David, poco tranquilizadoramentee había contado que cuando sorprendía

a alguien tratando de escapar deColegio Beton, le rasuraban la cabeza o hacían caminar durante un mes con la

agujetas de los zapatos atadas una a lotra. Pero no pasó nada. Realmente nhabía castigos en la Granja GrooshamSi acaso el capitán Malasangre s

molestó en mencionar el incidente a loprofesores, éstos no le dieron ni la mámínima importancia.

Así que los dos estaban todavía ah

Page 203: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 203/322

cuando la nieve comenzó a deshacerse el invierno a escurrirse gota a gotadando paso lentamente a la primavera

Llevaban ya siete semanas en la islaada había cambiado en la escuela —

os dos seguían siendo un par d

extraños en aquel lugar—. Pero Davisabía que él había cambiado. Y eso lasustaba.

Había comenzado a disfrutar su viden la isla. Casi a pesar de sí mismo lba bien en las clases. Todas la

materias, francés, historia

matemáticas… incluso latín, se lfacilitaban. Formaba parte del primeequipo de fútbol y, aunque nunc

ugaban contra otra escuela, disfrutab

Page 204: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 204/322

os partidos —aun cuando las pelotaseguían siendo de vejiga de puerco—. Yademás estaba Julia. David dependía d

ella tanto como ella de él. Pasabauntos todos sus ratos libres, caminand  hablando. Era la mejor amiga qu

había tenido jamás.Así que casi agradecía que Julia n

hubiera podido escapar —y eso l

preocupaba—. A pesar del brillo del so  de los primeros aromas de lprimavera, algo maligno pasaba en lGranja Groosham, algo que lenta

nevitablemente lo iba envolviendo. Sa comenzaba a gustarle estar ah

¿cuánto tiempo pasaría antes de que s

convirtiera en parte de ello?

Page 205: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 205/322

Julia lo mantenía cuerdo. LOperación Botella fue idea suya.

Durante una semana robaron toda

as botellas que pudieron, metieron eellas mensajes en los que pedían ayuda uego las echaron al mar. Enviaro

botellas a sus padres, a la policía, aDepartamento de Educación e inclusoen un momento de desesperación, a l

Reina. David estaba un tanto seguro dque las botellas se hundirían muchantes de llegar a la costa de Norfolk opor lo menos, de que el mar la

devolvería a la isla. Pero se equivocóUna de ellas llegó a su destino.

El señor Leloup fue quien dio l

noticia.

Page 206: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 206/322

El maestro de francés era un hombrpequeño, calvo y de aspecto tímido. Poo menos era pequeño, calvo y d

aspecto tímido a principios de mes. Peral acercarse la luna llena, sransformaba poco a poco. Su cuerpo s

hinchaba todo como el del HombrVerde, su cara adquiría un aspecto cadvez más feroz y toda su cabeza se cubrí

de pelo. Luego, durante la luna llenadesaparecía, para volver a aparecer adía siguiente convertido en ehombrecillo de siempre. Toda su ropa s

había desgarrado y cosido tantas veceque debía tener por lo menos dokilómetros de hilo en las costuras

Cuando se enfadaba en clase —y er

Page 207: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 207/322

muy poco paciente—, no gritabaLadraba.

Estaba enfadado esa mañana, e

primer día de febrero. —  Paguese que la escuela tiene u

equeño pgoblema  —dijo con s

exagerado acento francés—.  Loseñogues del Depagtamento d

ducaciún han decididu hacegnos un

visita. Así que mañana debeguemomostrag lo mejog de nosotros  —lanzuna mirada significativa a Julia y David—. Y nadie debe hablag con est

hombgue, a menos que él se diguija ustedes.

Esa tarde, Julia difícilmente pud

disimular su excitación.

Page 208: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 208/322

 —Deben haber recibido uno dnuestros mensajes —dijo—. Si eDepartamento de Educación descubre l

verdad sobre la Granja Groosham lcerrarán y será su fin. ¡Seremos libres!

 —Ya lo sé —susurró Davi

úgubremente—. Pero no dejarán qunos acerquemos a él. Y si nos vehablándole, probablemente le harán alg

errible y a nosotros también.Julia lo miró de arriba a abajo. —¿Te vas a echar para atrás? —l

preguntó.

 —¡Claro que no! —dijo David.El señor Maschico llegó a la isla a

día siguiente. Era un hombre flaco y d

entes, vestido impecablemente con u

Page 209: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 209/322

raje gris, y llevaba un portafolios dpiel; el capitán Malasangre lo llevó esu lancha y el señor Tragacrudo l

recibió. Les brindó una sonrisa pequeñ oficial y un apretón de manos breve

oficial, y luego comenzó su visit

oficial. Era realmente muy oficial. Eodos los lugares tomó notas y, de vez e

cuando, hizo algunas preguntas, cuya

respuestas anotó con letra clara oficial.Para desgracia de David y Julia, l

escuela entera había montado una gra

farsa. Parecía una de esas visitas de lrealeza a los hospitales, en las que simpian todos los suelos y se esconde

os pacientes moribundos en un close

Page 210: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 210/322

Todo lo que vio el señor Maschichabía sido cuidadosamente preparadpara impresionarlo. Los miembros de

personal llevaban sus mejores trajes os alumnos parecían animadosnteresados y, sobre todo, normales. Fu

oficialmente presentado a uno o dos dellos quienes respondieron a supreguntas con la dosis exacta d

entusiasmo. Sí, estaban muy contentos ea Granja Groosham. Sí, trabajaban muduro. No, nunca habían pensado eescaparse.

El señor Maschico estaba encantadcon lo que veía. No podía ser de otrmanera. Conforme avanzaba el día ib

sintiéndose cada vez más contento,

Page 211: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 211/322

ncluso ver a Gregor llevando un costade patatas a la cocina no hizo más quelevar su entusiasmo al máximo.

 —Para los miembros del Consejo esumamente satisfactorio que se emplee personas minusválidas —se le oy

decir.Al finalizar el día, el seño

Maschico estaba de un extraordinari

buen humor. Aunque lamentaba no habeconocido a los dos directores de lescuela —el señor Tragacrudo le habídicho que habían tenido que asistir a u

coloquio—, parecía completamentsatisfecho con lo que había visto. Davi  Julia lo observaban con enorm

ansiedad. Estaban a punto de perder s

Page 212: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 212/322

Page 213: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 213/322

anterior y luego la habían dobladcuidadosamente formando con la hoja upequeño rectángulo. La nota decía:

 Las cosas no son lo que parecen en la Granja

Groosham. Usted está en gran peligro. Lo esperamos a las7:45 p.m. en el acantilado. No

deje que nadie lea esta nota.

El señor Tragacrudo y el inspecto

caminaban por el corredor hacia ellos. —He pasado un día muy agradabl—decía el señor Maschico—. Siembargo, es mi deber informarle, seño

Page 214: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 214/322

Tragacrudo, que en mi oficina están mupreocupados porque no tenemos uregistro de la Granja Groosham. Parec

que ni siquiera cuentan con licencia… —¿Eso es un problema? —pregunt

el señor Tragacrudo.

 —Me temo que sí. Harán unnvestigación. Pero puedo asegurarl

que mi reporte será de lo má

favorable…Julia y David sabían lo que debíahacer.

Entraron en acción al mismo tiempo

caminaron rápidamente por el corredocomo si tuvieran prisa por llegar a algúugar. A mitad de camino se encontraro

con los dos hombres, quienes s

Page 215: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 215/322

separaron para dejarlos pasar. En esmomento, David fingió perder eequilibrio y empujó al señor Tragacrud

contra los casilleros. Al mismo tiempoJulia puso el pedazo de papel en lmano del señor Maschico.

 —Discúlpeme, señor —susurrDavid.

El operativo tomó menos de tre

segundos. Luego siguieron su caminocomo si nada hubiera pasado. Esubdirector no se había percatado dnada. El señor Maschico tenía la nota

La única pregunta ahora era si acudiría a cita en el acantilado.

Tan pronto como los dos hombre

giraron al final del pasillo, Julia

Page 216: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 216/322

David volvieron sobre sus pasos salieron de la escuela por una puertateral que llevaba al cementerio. Nadi

os vio salir. —¿Qué hora es? —preguntó David. —Las siete y cuarto.

 —Tenemos media hora…Cruzaron corriendo las canchas d

uego, pasaron junto al lago y s

dirigieron al bosque. Era una noche tibi  despejada. La luna iluminaba scamino mientras corrían en busca deabrigo de los árboles, pero ninguno d

os dos miró hacia arriba, ninguno de lodos la vio.

Había luna llena.

Se detuvieron, jadeando, a la orill

Page 217: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 217/322

del bosque. —¿Estás segura de que es una buen

dea? —preguntó David.

 —Tenemos que ir por aquí —dijJulia—. Si tomamos el camino alguienos puede ver.

 —Pero este bosque me descalofríos.

 —A mí toda la isla me d

escalofríos.Se internaron en el bosque. Ahí, coa luna oculta tras un techo de frondasodo estaba a oscuras y quieto. Davi

nunca había visto un bosque como éseLos árboles parecían atados unos a otroformando nudos, púas y zarzas que s

enroscaban como serpientes alrededo

Page 218: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 218/322

de los vetustos troncos. De la tierrsurgían hongos fantásticos que apisarlos supuraban una horribl

sustancia amarillenta. Nada se movía: nun pájaro, ni un búho, ni un soplo dviento.

Entonces el lobo aulló.Julia se agarró a David tan d

repente y con tanta fuerza que estuvo

punto de desgarrarle la camisa. —¿Qué fue eso? —dijo en ususurro.

 —Creo que un perro —respondi

David también en voz baja. —Nunca oí un perro como ése. —Sonó como un perro.

 —¿Estás seguro?

Page 219: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 219/322

El lobo aulló otra vez.Echaron a correr.Corrieron por donde podían

sorteando las ramas caídas y saltandpor encima de los arbustos. De pronto sencontraron totalmente perdidos. E

bosque se los había tragado; era uaberinto intrincado que parecía hacers

más y más grande, conforme luchaba

por salir de él. Y el animal, cualquierque éste fuera, se acercaba cada vemás. David no lo podía ver. Casi desepoder hacerlo. En lugar de ello, lo sentí

  eso era peor, mucho peor. Smaginación se desbocaba. El lob

enterrando los colmillos en su nuca; e

obo gruñendo ferozmente mientra

Page 220: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 220/322

cerraba sus babeantes mandíbulas sobrgarganta; el lobo…

 —¡No podemos seguir…! —Juli

articuló las palabras casi en un sollozodeteniéndose de golpe.

David frenó detrás de ella, si

aliento; su camisa estaba empapada esudor. ¿Por qué se les había ocurridomar ese camino? Había tropezado

caído encima de un montón de cardos a mano derecha le ardía. Su carrererrática los había llevado hasta un murde ramas y zarzas que les cerraba e

paso. David miró a su alrededor. Unpesada rama que había sido arrancadpor una tormenta yacía en el suelo

Tomándola con ambas manos la arranc

Page 221: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 221/322

de entre las ortigas y la levantó. —¡David…!Giró. Y entonces pudo ver algo

Estaba muy oscuro para decir qué era¿Un lobo, un hombre… o algo a medicamino entre los dos? Era sólo un

figura, una masa negra de piel con doojos rojos que brillaban en el centroTambién lo pudo oír. Un suave sonido d

olfateo, que le puso la carne de gallina. No había forma de regresar. Lcriatura les obstruía el paso.

Pero tampoco había forma de segui

adelante.La criatura saltó.David lanzó un fuerte golpe con e

palo.

Page 222: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 222/322

Cerró los ojos en el últimmomento, pero sintió cómo la pesadrama hacía contacto con algo. Su

brazos se estremecieron. La criaturchilló. Luego se oyó un crujido dmatorrales que se rompían y, cuand

volvió a abrir los ojos, el animal ya nestaba ahí.

Julia avanzó hacia él y puso la man

en su hombro. —Eso no era un perro —dijo lniña.

 —¿Entonces qué era?

 —No sé. —Julia miró pensativhacia el sendero—. Pero aullaba coacento francés…

Habían llegado hasta el extremo su

Page 223: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 223/322

de la isla, donde el terreno, curvándosen la punta, terminaba en un escarpadprecipicio. Sortearon las última

marañas del bosque, cruzaron el camin  corrieron hasta el extremo de

acantilado donde habían quedado d

verse con el señor Maschico. Julia mirsu reloj: faltaban todavía diez minutopara la hora de la cita.

Esperaron en aquel lugar que salzaba muy por encima del mar. La cimdel acantilado era plana y tranquila, estaba cubierta por un mullido manto d

hierba. Veinte metros más abajo las olaresplandecían a la luz de la lunareventando contra las rocas puntiaguda

que parecían rasgar el manto mismo de

Page 224: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 224/322

océano. —¿Crees que venga? —pregunt

David.

 —Creo que ya está aquí —dijJulia.

Alguien avanzaba a su encuentro

una silueta negra recortada contra ecielo pálido. Todavía estaba a unodoscientos metros, pero alcanzaron a ve

que llevaba en las manos un portafoliosAl verlos, el hombre se detuvo y mirde reojo por encima de su hombroEstaba asustado. Les bastó ver el mod

en que caminaba para darse cuenta dello.

Había avanzado unos cincuent

metros, siguiendo el borde de

Page 225: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 225/322

acantilado, cuando sucedió. PrimeroDavid pensó que le había picado unavispa. Pero luego recordó de qu

apenas era marzo y no había avispas. Ehombre se sacudió echando la cabezhacia atrás. Se llevó una mano al cuello

Después volvió a ocurrir, sólo que eeste caso fue su hombro. Lo apretó couna mano y giró sobre sí mismo como s

hubiera recibido un balazo. Pero nhabía habido ningún disparo. No se veía nadie más en los alrededores.

El hombre —y era el seño

Maschico— gritó con un agudo hilo dvoz, al tiempo que una de sus rodillas se doblaba. Luego fue su espalda. S

arqueó hacia atrás desplomándose

Page 226: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 226/322

volvió a gritar, mientras sus dos manorataban de asirse del aire.

 —¿Qué le pasa? —susurró Julia co

os ojos muy abiertos y fijos.David sacudió la cabeza sin pode

pronunciar palabra.

Era una visión espantosa que lquietud de la noche y la suave presencide la luna hacían aún más horrible. E

señor Maschico se retorcía como uítere fuera de control, conforme unaotra parte de su cuerpo eran atacadasJulia y David no podían hacer otra cos

más que mirarlo. Cuando parecía que eseñor Maschico ya estaba muerto, éstalcanzó su portafolios, y luego, quié

sabe cómo, se puso de pie. Por u

Page 227: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 227/322

momento permaneció ahambaleándose al borde del acantilado.

 —¡Tengo que hacer un reporte sobr

esto! —gritó.Entonces algo le golpeó en el pech

  cayó de espaldas en la oscuridad, e

caída libre hasta las rocas.David y Julia se quedaron mudo

durante largo rato. Luego, él pos

suavemente su brazo sobre los hombrode la niña. —Será mejor que regresemos —

dijo.

Pero para David la noche no habíerminado.

Sigilosamente se deslizaron dentr

de la escuela y con voz tembloros

Page 228: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 228/322

susurraron un «buenas noches» en ecorredor. Los otros niños ya dormíacuando David se desvistió y se meti

entre las mantas. Pero no pudo dormirseDurante lo que parecieron horaspermaneció ahí, acostado, pensando e

o que había pasado y preguntándose quvendría después. Entonces lo escuchó.

 —David…

Era su nombre, susurrado en loscuridad por alguien que no estaba ahSe dio vuelta y metió la cabeza debajde la almohada, seguro de que se l

había imaginado. —David…Ahí estaba otra vez, suave

nsistente, no sólo en sus oídos sin

Page 229: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 229/322

dentro de su cabeza. Se incorporó de usalto y miró a su alrededor. Nadie smovía.

 —David, ven a nosotros…Tenía que obedecer. Salió de l

cama casi en trance, se puso la bata y s

deslizó silenciosamente fuera dedormitorio. La escuela estaba sumida eas tinieblas, pero pudo ver que un

puerta en el vestíbulo de la planta bajestaba abierta; un rectángulo de luz sextendía sobre la alfombra. Ése era eugar al que la voz quería llevarlo… a

salón de profesores. Vaciló, temeroso do que encontraría ahí dentro, pero l

voz le ordenaba seguir. Debía obedecer

Bajó las escaleras y, sin llamar

Page 230: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 230/322

entró en la habitación. Ahí, bajo la lufulgurante, el trance terminó y David sencontró frente a frente con todo e

personal de la Granja Groosham.La señora Windergast estaba sentad

en un sofá cerca de la puerta, tejiendo

Junto a ella se encontraba el señoOxisso con los ojos cerrados respirando apenas. Gregor estab

encogido al lado de la chimeneafarfullando algo para sí mismo. Del otrado, estaba el señor Leloup tambié

sentado; parte de su cara parecí

hinchada y amoratada. David recordó a criatura del bosque y cómo la habí

golpeado, así que no se sorprendi

cuando el señor Leloup clavó en él su

Page 231: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 231/322

ojos amenazadores. Pero la señoritPedicure fue quien llamó su atenciónEstaba sentada en una mesa en medi

del salón y cuando David entró, sonrió dejó caer algo al suelo. Era una figurillhumana de barro, delgada, con anteojos

que asía un portafolios pequeñitoambién de barro. Tenía alfilere

encajados en el cuello, los brazos, la

piernas, y en su pecho, un alfiler —enúmero trece— le atravesaba ecorazón.

 —Pasa, por favor, David.

El señor Tragacrudo estaba de pifrente a la ventana, de espaldas a lhabitación. Se dio media vuelta y avanz

hasta detenerse junto a la mesa. S

Page 232: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 232/322

mirada iba de David a la figura dbarro.

 —¿Pensaste realmente que podía

engañarnos? —dijo. No había amenaza en su voz. El ton

era casi inexpresivo. Pero la amenaz

seguía ahí, dentro del salónarremolinándose en el aire como ehumo de un cigarro.

 —Cuando escribieron esa notafirmaron la sentencia de muerte deseñor Maschico. Un acto reprobablepero no nos dejaron alternativa.

Alzó la cabeza y sus ojos se posaroen David.

 —¿Qué vamos a hacer contigo

David? Vas bien en clases. Creo qu

Page 233: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 233/322

estás empezando a disfrutar de testancia en la isla. Pero todavía noopones resistencia. Tenemos tu cuerpo

Tenemos tu mente. Pero todavía tniegas a entregarnos tu espíritu.

David abrió la boca para hablar

pero el señor Tragacrudo lo acalló coun ademán.

 —Se nos acaba el tiempo —dijo—

De hecho, sólo nos quedan unos cuantodías. Me daría mucha pena perderteDavid. A todos nos daría mucha penaPor eso he decidido tomar medida

urgentes.El señor Tragacrudo recogió e

muñeco de barro y extrajo el alfiler d

su corazón. Una sola gota de sangre roj

Page 234: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 234/322

 brillante cayó sobre la mesa. —Mañana estarás a la una en punt

en el estudio —ordenó—. Creo que e

iempo de que conozcas a las cabezas da escuela.

Page 235: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 235/322

Las cabezas

«Creo que es tiempo de que conozcas as cabezas de la escuela».

David había oído por casualidad la

voces de los directores. Había estado esu estudio. Pero en todo el tiempo qulevaba en la isla, no había visto ni un

sola vez al señor Escualo ni al señoFalcón.

Esa noche apenas pudo pegar un ojoEn cierto modo, en el fondo de s

corazón, se sentía molesto. No era justoLa idea de las botellas había sido dJulia, ¿por qué entonces lo mandaba

lamar solamente a él? ¿Qué le haría

Page 236: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 236/322

os directores cuando estuviera frente ellos? En el Colegio Beton, cualquievisita al director significaba

nvariablemente, seis varazos. Hasta ea fiesta de fin de cursos el directo

acostumbraba a utilizar su vara en la

asentaderas de varios niños e, inclusoen una ocasión memorable, arremeticontra unos padre. En la Granj

Groosham había dos directores¿Significaba eso que debía esperar docvarazos?

Al fin, alrededor de las dos de l

mañana, se quedó dormido. Durminquieto, en sus sueños aparecieroobos y anillos negros y espejos si

reflejos. En un momento del sueño

Page 237: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 237/322

estaba parado en el acantilado viendcaer al señor Maschico. Sólo que era équien sostenía el muñeco de barro, er

él quien encajaba los alfileres en lfigura. Entonces apareció su padrempulsando su silla de ruedas por l

hierba y blandiendo una caja de cerea  David le señaló con el dedo

murmuró algo que no pudo entender y s

padre explotó envuelto en llamas y…Se despertó.El día avanzó tan pesada

entamente como elefante cojo

Matemáticas, luego historia, luegiteratura inglesa… David no vio a Juli

durante toda la mañana, aunque con e

humor que tenía en ese momento

Page 238: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 238/322

probablemente fue lo mejor. No pudentender ni jota de lo que decían lomaestros. Sólo podía pensar en su cita,

sus ojos se clavaban ansiosamente eos relojes de los salones de clase. La

manecillas parecían moverse más rápid

de lo que debían. Y los demás alumnoo sabían. Varias veces los sorprendi

observándolo y luego cuchicheand

entre ellos. Los maestros hicieron smejor esfuerzo por ignorarlo.Por fin llegó el momento. Davi

estuvo tentado a salir corriendo

esconderse —pero sabía que eso no lserviría de nada—.

Los miembros del personal l

encontrarían y lo llevarían a rastras

Page 239: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 239/322

además no importaba qué pensaran dél, no quería actuar como un cobarde. Aa una en punto estaba parado afuera de

salón de directores. Respiró hondoAlzó su mano. Tocó a la puerta.

 —Ade…

 —… lante.Ambos hablaron, el señor Escual

dijo las primeras silabas, el seño

Falcón, las últimas. David entró.En ese momento una nube debíestar cruzando delante del sol, pues lhabitación estaba sumida en l

oscuridad, la luz penetraba apenas ravés de los vitrales de las ventanas

También el piso de mármol negr

contribuía a que el cuarto se viera má

Page 240: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 240/322

oscuro de lo debido a esas horas dedía. David cerró la puerta y se acercentamente al escritorio. Había do

hombres sentados detrás de éesperándolo.

 No. Un hombre.

Pero…Entonces David lo vio y una olead

de terror trepó como araña desde l

punta de su espina dorsal hasta alcanzasu cuello. La Granja Groosham tenísólo un director, pero dos cabezas. Opor decirlo de otro modo, no era un

metáfora aquello de las cabezas de lescuela; los directores eran realmentcabezas. El señor Escualo estab

completamente calvo, tenía la nari

Page 241: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 241/322

ganchuda y ojos de buitre. El señoFalcón tenía el cabello gris y delgadobarba rala y usaba lentes. Pero las do

cabezas estaban unidas a un solo cuerpque, vestido con traje oscuro y corbatde color verde perico, permanecí

sentado detrás del único escritorio en lúnica silla. Las dos cabezas tenían ucuello en forma de «Y». Antes de perde

el conocimiento, David todavía alcanza preguntarse cuál de las dos habríescogido la corbata.

Despertó en el dormitorio, acostad

en su cama. —¿Te sientes mejor, querido?La señora Windergast, sentada en l

cama de al lado sostenía una esponja

Page 242: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 242/322

una vasija, y lo observaba con ansiedadLe había aflojado el cuello y echadagua fría en la cara.

 —Obviamente, no estabas listodavía para ver a las cabezas —dijo l

mujer con su voz de pajarito—. Pued

ser una experiencia muy perturbadoraLos pobres señores Escualo y Falcóeran tan distinguidos y guapos antes d

su pequeño accidente.Si eso era un «pequeño» accidentepensó David, ¿a qué le llamarían unespantosa calamidad?

 —Estamos muy preocupados por tiDavid.

La señora Windergast se inclin

hacia él con la esponja, pero David l

Page 243: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 243/322

esquivó. Seguramente había sólo agua ea vasija, pero en la Granja Groosha

nunca se sabía. Una rápida salpicada

uno puede despertarse con tres ojos dmás y un antojo irrefrenable de sangrfresca.

La prefecta suspiró y dejó caer lesponja.

 —El problema —dijo— es que no

acercamos a ti muy tarde, y ahora noqueda muy poco tiempo. ¿Cuánto faltaApenas dos días! Sería una pen

perderte, de verdad. Me parece que ere

un niño maravilloso, David. ¡Mgustaría tanto…!

 —¡Déjeme en paz! —David rehuy

su mirada. No podía sostenérsela. L

Page 244: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 244/322

señora Windergast quizá fuera labuelita de alguien. Pero ese alguiemuy bien podría ser Jack el destripador

 —Está bien, querido. Me doy cuentde que todavía estás alterado…

La señora Windergast se levantó

salió rápidamente del dormitorio.David se quedó donde estaba

contento de encontrarse solo. Necesitab

iempo para pensar, tiempo para arreglaas cosas. Por ahora el recuerdo de lodirectores se había desvanecido, comsi su cerebro se negara a retener l

magen. En lugar de ello, pensaba en lque acababa de decirle la señorWindergast: «Apenas dos días». ¿Po

qué solamente dos días?

Page 245: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 245/322

Y entonces lo entendió. Tenía quhaberse dado cuenta de inmediato. Esdía era dos de marzo. Al no habe

vacaciones y sin recibicorrespondencia, era muy fáciolvidarse de las fechas. Pero el cuatr

de marzo —dentro de dos días— era udía que no se le podía olvidar. Era scumpleaños, su cumpleaño

decimotercero.Y entonces recordó algo más. Unvez, platicando con Jeffrey —cuandodavía se podía platicar con Jeffrey—

éste le había dicho algo sobre ldesafortunado que era porque scumpleaños caía en Navidad. Con tod

o que había pasado se le olvidó, per

Page 246: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 246/322

ahora lo recordaba. Había sido justo edía de Navidad cuando Jeffrey habícambiado. Había sido entonces cuand

e habían dado el anillo negro, en scumpleaños decimotercero.

En sólo dos días más, le tocaría e

urno a él. Ya fuera que aceptara eanillo y todo lo que venía con él o…

De un brinco David salió de la cam

  se puso de pie. No podía esperar uminuto más. Ya no tenía tiempo. Sabíque tenía que escapar de la GranjGroosham. Sabía que tenía que irs

cuanto antes.Y de repente supo cómo hacerlo.

Page 247: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 247/322

La fuga

Al día siguiente, uno antes decumpleaños de David, el capitáMalasangre regresó a la isla. Era jueve

 había traído tres cajas de provisionesUna gran fiesta se preparaba para lnoche siguiente, y David no dudaba dque él sería el supuesto invitado dhonor. Pero no tenía intenciones dasistir. Si las cosas salían comesperaba, el invitado de honor estaría e

un tren rumbo a Londres antes de qunadie se diera cuenta.

El sol se había ocultado ya cuand

Julia y él, agazapados detrás de un

Page 248: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 248/322

duna, veían al capitán y a Gregodescargar la última caja de provisionesEl bote había llegado tarde ese día, per

ahí estaba —la última oportunidad dDavid—. Apenas había pronunciadpalabra desde su encuentro con la

cabezas, y Julia también estabextrañamente callada, como si estuviermolesta por algo. Pero fue ella quie

rompió el silencio. —No va a funcionar —dijo—. Tdigo, David, que no hay lugar en lancha donde puedas esconderte. No si

que él se dé cuenta. —No nos vamos a esconder en e

bote —contestó David.

 —Entonces ¿qué vamos a hacer?

Page 249: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 249/322

¿robarlo? —Exactamente.Julia lo miró con fijeza

preguntándose si estaría bromeandoPero la cara de David estaba pálida seria.

 —¿Vamos a robarnos el bote? —murmuró Julia.

 —El día que llegamos a la isla m

di cuenta de que dejó las llaves puestaen la marcha. —David se pasó la lenguseca sobre los labios secos—. Un robes lo último que se les ocurriría,

además es nuestra única esperanza. —Pero ¿sabes cómo manejar un

ancha?

 —No, pero no debe ser mu

Page 250: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 250/322

diferente a un coche. —¡Uno no corre el peligro d

ahogarse en un coche!

David echó un último vistazo aacantilado. Gregor y el capitán habíadesaparecido, y no se escuchaba ya e

ruido del  jeep. Le dio una palmadita eel hombro a Julia y ambos corrierohacia la embarcación; los guijarro

crujían bajo sus pies. El bote smeneaba con un vaivén junto al muelleEl capitán Malasangre no había echadel ancla al agua, pero amarró la lancha

un poste con un nudo que parecía seiserpientes metidas en una lavadora.

Sin ocuparse del amarre por e

momento, David subió al bote y fu

Page 251: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 251/322

hasta el timón para buscar las llaves. Lcubierta se ladeó por el peso y por uespantoso momento creyó que se habí

equivocado, que el capitán llevaba lalaves consigo. Pero entonces el bote snclinó del otro lado y vio el llavero

una calavera verde esmeralda que sbalanceaba al final de una cadena. Llave estaba en su lugar. Respiró hondo

En unos minutos más estarían lejos dahí. —¿Cómo funciona?Julia había subido ya al bote

estaba de pie a sus espaldas; con voretadora le pedía que le explicara cómse hacía funcionar aquello. Davi

recorrió los controles con la mirada

Page 252: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 252/322

Había un timón —eso era fácil— y unpalanca que seguramente servía parmpulsar la lancha hacia atrás o haci

adelante. Pero en lo que respectaba aresto de los botones, contactoscompases y agujas, bien podían habe

sido diseñados para enviar el botdirecto a la luna en un viaje sin retorno David no tenía ni la más remota ide

de ello. —¿Cómo funciona, pues? —volvió preguntar Julia.

 —No es difícil. —David la mir

con enojo—. Sólo tienes que darlvuelta a la llave.

 —Entonces, ¿por qué no lo haces?

 —Ya voy.

Page 253: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 253/322

Lo hizo. No pasó nada.David dio vuelta a la llav

nuevamente; esta vez la dobló tanto questuvo a punto de romperla por la mitadPero aun así el motor se negó a toser, n

siquiera quiso carraspear. —Siempre podemos nadar… —

comenzó a decir Julia.

En ese preciso momento, Davidescubrió un botón rojo que estabsobre la llave y lo presionó. Enseguidael motor empezó a zarandears

ruidosamente, mientras el agua en lpopa comenzaba a echar humo y burbujear.

 —Voy a ver el nudo de la amarra…

Page 254: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 254/322

—dijo David, soltando el timón. —No. —Julia se agachó y recogi

un cuchillo de pesca que estaba en l

cubierta—. Tú quédate en los controlesYo me encargo del nudo.

El bote estaba amarrado por la punt

, para alcanzar la cuerda, Julia tuvo qurepar por el borde de la embarcación uego saltar al muelle. Se detuvo junto a

poste y comenzó a trabajar. El cuchillera afilado, pero la soga era muy grues, a pesar de que le pasaba el cuchill

una y otra vez con todas sus fuerzas, n

parecía avanzar. David la esperaba en ebote; las duelas de la cubierta crujían vibraban debajo de él. El motor hací

más ruido que nunca. ¿Alcanzarían

Page 255: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 255/322

escucharlo en la escuela? Miró haciarriba.

Se quedó petrificado.

El capitán Malasangre venía dregreso. El viento debió llevar el soniddel motor por encima del acantilado. O

quizá se habían percatado de su ausencia la hora del té. Fuera lo que fuera, eresultado era el mismo. Los había

descubierto y ahora el capitáMalasangre y Gregor bajaban a todvelocidad en el  jeep, en dirección amuelle.

 —¡Julia! —gritó David.Pero ella también los había visto ya —¡Quédate donde estás! —contest

Julia y redobló sus esfuerzos, rasgand

Page 256: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 256/322

as cuerdas como un violinistenloquecido. Llevaba ya media sogcortada, pero Gregor y el capitán s

acercaban más y más a cada segundo. Ycasi llegaban al pie del acantilado. Lelevaría sólo veinte segundos má

alcanzar el embarcadero.Julia miró hacia arriba, recobr

rápidamente el aliento y se lanzó sobr

a soga otra vez, aserrándolacortándola, acuchillándola con la hojaLa soga ya estaba toda deshilachada, lohilos separados; pero todavía s

rehusaba a partirse por completo. —¡Aprisa! —gritó David. No había nada que pudiera hacer

Sus piernas se quedaron petrificadas. E

Page 257: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 257/322

eep llegó hasta el extremo del muelle frenó con un rechinido. El capitáMalasangre y Gregor bajaron de u

salto. Julia volteó con la cara demudadde terror; el aire agitaba su cabelloPero ella seguía cortando. El cuchill

mordió la soga. Otro cabo se soltó.Gregor iba a la delantera

arrastrando los pies, avanzaba por e

muelle en dirección a ella. Julia lanzó ugrito y dejó caer el cuchillo.La soga se rompió a la mitad. —¡Julia! —gritó David.

Demasiado tarde; Gregor, dando ubrinco hacia adelante como un saphumano, había llegado hasta ella. Ante

de que Julia pudiera moverse, e

Page 258: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 258/322

orobado la tiró al suelo rodeándola coos brazos y las piernas.

 —¡Vete, David, vete! —gritó.

La mano de David golpeó haciabajo la palanca. Sintió cómo el bote ssacudía bajo sus pies mientras la hélic

batía las aguas. La lancha se lanzrumbo a mar abierto, arrastrando por emuelle la soga rota.

Entonces el capitán Malasangre sanzó en un clavado sobre la cuerdaCon un grito de triunfo, sus manos lalcanzaron y se aferraron a ella com

enazas.El bote se había alejado alguno

metros del muelle. Julia, sometida por e

enano, observaba todo desde el suel

Page 259: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 259/322

con expresión desesperada. Gregochasqueaba la boca horriblemente, y súnico ojo parecía salirse de su órbita. E

motor chilló. La hélice mezclaba lablancas aguas con lodo. Pero el botseguía sin avanzar. El capitá

Malasangre tiraba de él clavando sualones en la madera, como un vaquer

que trata de domar a un caballo salvaje

Su boca estaba contraída en una muecespantosa. Su rostro se había puesto dun rojo púrpura. David no podía creer lque veía. ¡El capitán tenía que soltarlo

Era imposible que aguantara el tirón, ncon el motor a toda potencia.

Pero no había empujado la palanc

hasta su límite. Quedaban do

Page 260: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 260/322

centímetros. Con un grito ddesesperación, David echó sobre ellodo su cuerpo, forzándola hacia atrás.

¡El capitán Malasangre seguísujetando la soga! ¡Un hombre contruna lancha! Era una lucha imposible. E

bote, encabritado, se salía casi del aguaPero el hombre se negó a abrir lamanos que se aferraban a la cuerd

como si de ello dependiera su vida… — ¡Aaaaaargh!  —gritó el capitáMalasangre.

En ese mismo momento la lanch

salió disparada como impulsada por uncatapulta.

David abrió los ojos incrédulo.

Las manos del capitán seguía

Page 261: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 261/322

aferradas a la soga. Pero ya no estabaunidas a sus brazos. La fuerza de lmáquina las había arrancad

impiamente y, cuando el bote salivolando, con un suave chapuzón cayeroal mar como dos pálidos cangrejos.

Sintiéndose enfermo, David giró eimón. El bote viró en redondo. Movia palanca hacia adelante. El agu

borbotaba. Y luego se alejó dejandatrás la Granja Groosham, la IslCadavera, a Julia y a un capitáMalasangre sin manos.

Page 262: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 262/322

El tren fantasma

David atravesó corriendo el campo, lhierba alta le llegaba al pecho. Atráquedaba el bote en el embarcadero, n

amarrado sino incrustado en él. Erayecto había sido de todo menoranquilo.

Era la mañana del día siguienteDebido a la niebla, las corrientes y locontroles del bote que le eradesconocidos, a David le había llevad

más tiempo del que había pensadatravesar las aguas y ya habíoscurecido cuando se estrelló contra l

costa de Norfolk. Debió pasar la noch

Page 263: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 263/322

en la cabina destrozada y no fue sinhasta que alumbraron los primeros rayodel día cuando se dio cuenta de qu

había llegado exactamente al mismugar de donde había salido.

El campo subía en una suave decliv

hasta el blanco y brillante molino dviento que David había visto poprimera vez desde la carroza fúnebre

De cerca, el molino resultaba ser unconstrucción semiderruida abandonada, destrozada por el viento a lluvia. Las aspas no eran más qu

armazones de madera torcida que mábien parecían las alas esqueléticas de unsecto. Si David esperaba encontrar u

eléfono, pronto se desilusionó. E

Page 264: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 264/322

molino de viento estaba abandonaddesde hacía cien años y las líneas deléfono habían pasado de largo.

Pero del otro lado encontró uncarretera y se paró ahí, tambaleándosemuerto de cansancio y frío. Un coch

pasó a toda velocidad y Daviparpadeó. Fue casi como si hubierolvidado lo que era un automóvil comú

  corriente. Miró con nerviosismo poencima de su hombro. No había formde que alguien de la escuela lo hubierseguido. Pero tratándose de la Granj

Groosham no se podía estar seguro dnada, así que se sintió perdido desamparado en medio del aplastant

silencio de aquel páramo.

Page 265: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 265/322

Tenía que llegar al pueblo mácercano y a la civilización. No traídinero. Eso significaba pedir que l

levaran de aventón. David extendió lmano y puso el pulgar en posiciónSeguramente alguien se detendría

Alguien tenía que detenerse.Setenta y siete coches pasaron

David los contó. No solamente s

negaron a detenerse, algunos de hechaceleraron como si estuvieran ansiosopor evitarlo. ¿Qué había de malo en élEra sólo un muchacho de trece año

común y corriente, y cansado, en medide ninguna parte, tratando de conseguiun aventón. ¡Trece años! «¡Feli

cumpleaños!», se dijo a sí mismo. D

Page 266: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 266/322

mala gana, levantó el pulgar y lo intentde nuevo.

El coche número setenta y nueve s

detuvo. Era un Ford de color rojbrillante, conducido por un hombralegre y gordo llamado Horacio Revago

El señor Revago resultó ser agentviajero. Según le explicó, se dedicaba vender trucos de magia y bromas. N

había necesidad de explicar nadaCuando David se sentó, del asientescapó un ruido sordo; el chicle que lofreció era de jabón, y había do

palomas, un conejo y una tira dsalchichas de plástico dentro de lguantera.

 —¿De dónde vienes? —pregunt

Page 267: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 267/322

Horacio al tiempo que levantaba lbarbilla para hacer girar su corbata dmoño.

 —De la escuela —susurró David. —¿Te estás escapando? —Horaci

evantó una ceja, luego la otra, y movi

as aletas de la nariz. —Sí. —David respiró hondo—

Tengo que llegar a una estación d

policía. —¿Por qué? —Estoy en peligro, señor Revago

La escuela es una locura. Está en un

sla y todos son vampiros y brujas fantasmas… y quieren convertirme euno de ellos. ¡Tengo que detenerlos!

 —  Ja, ja, jaaarg . —La risa d

Page 268: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 268/322

Horacio Revago sonó como el mugidde una vaca a la que estuvieraestrangulando. Su cara se puso roja y l

flor que llevaba en el ojal comenzó escupir un chorro de agua sobre eablero—. Así que también eres medi

bromista, ¿eh? —dijo por fin—. ¿Tquieres divertir? Te puedo vender unbomba apestosa o mierda de plástico…

 —Le estoy diciendo la verdad —protestó David, ofendido. —¡Claro, claro! ¡Y yo soy el cond

Drácula! ¿No? —El vendedor d

bromas volvió a carcajearse—Vampiros y brujas! ¡Qué buen chiste

amigo! ¡Qué buen chiste!

David se bajó en Hunstanton, e

Page 269: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 269/322

primer pueblo. El señor Revago shabía reído tanto durante el camino quas lágrimas chorreaban por sus mejilla

 una verruga de mentira que tenía en lbarbilla se le despegó. Todavía chillabde risa cuando arrancó; al saludar con l

mano de sus mangas salieron naipesDavid esperó a que el coche se alejaraLuego echó a andar.

Hunstanton era un pueblo turísticoDurante el verano debía de llenarse dvida y color, pero fuera de temporada nse paraban ni las moscas en esa aburrid

mezcla de techos grises y torres, tienda  plazas que bajaban zigzagueantes po

una colina hasta la orilla del mar frío

picado. Había un muelle con un montó

Page 270: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 270/322

de botes de pesca medio envueltos esus propias redes; se parecían a lopeces que debían atrapar. A lo lejo

algunas carpas grises y una cerca dmadera rodeaban lo que durante everano debía ser un parque d

diversiones. En ese nublado día dprimavera no se veía ni una pizca ddiversión por ningún lado.

David tenía que encontrar lestación de policía. Pero en cuantempezó a buscarla, lo asaltó upensamiento perturbador. Horaci

Revago no había creído una sola palabrde lo que le había dicho. ¿Por quhabrían de creerle los demás? S

hablaba de magia negra y brujería

Page 271: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 271/322

probablemente lo meterían en emanicomio de la localidad. O peor aúnpodrían detenerlo y llamar a la escuela

Tenía sólo trece años. Y era un hechcomprobado que los adultos nunca lecreían a los niños de trece años.

Se detuvo y miró a su alrededorEstaba delante de una biblioteca ymovido por un impulso, dirigió su

pasos hacia ella. Por fin había algo qupodía hacer: informarse más. Cuantmás supiera, mejor podría defender scaso. Y los libros parecían el mejo

ugar para empezar.Por desgracia, la biblioteca d

Hunstanton no tenía una sección d

brujería muy amplia. De hecho, sól

Page 272: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 272/322

había tres libros en el estante; dos dellos habían sido colocados ahí poequivocación (en realida

correspondían a la sección de brújulas nstrumentos de precisión), pero eercero parecía prometedor. Se llamab

agia negra en Bretaña y su autora eruna tal Beti Rinaria. David lo hojeó uego se lo llevó a la mesa para leerl

con cuidado.

COFRADÍA: Reunión de brujos, por lo general en número detrece o de un múltiplo de trece.La razón principal de ello es quecon frecuencia se considera que

doce es un número perfecto, de

Page 273: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 273/322

modo que la figura trece viene asignificar muerte. Trece estambién la edad a la que un

novicio se integra a la cofradía.I NICIACIÓN: Por lo general alnuevo brujo o la nueva bruja se

le obliga a escribir su nombre enun libro negro, el cual esguardado por el maestro de la

cofradía. Es costumbre que elnombre se escriba con la propiasangre del novicio. Una vez queha firmado, él o ella recibirá un

nuevo nombre. Éste será unnombre de poder y puedetomarse de un brujo anterior 

como signo de respeto.

Page 274: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 274/322

BRUJOS: Entre los brujosfamosos de Bretaña seencuentran Roger Bacon, cuya

fama se debe a que caminó entredos torres de Oxford; BesiDunlop, quien fue quemada viva

en Ayrshire, y William Rufus, ungran maestro satánico que vivióen el siglo XII.

SABBAT: El sabbat de las brujastiene lugar a medianoche. Antesde prepararse para el sabbat, las brujas se frotan en la piel un

ungüento de cicuta y acónito. Elungüento provoca un estadosimilar al sueño, el cual, se cree,

ayuda a liberar poderes mágicos.

Page 275: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 275/322

MAGIA: La magia más conocidaque los brujos usan es la llamada«ley de la similitud». En ella, un

muñeco de cera representa a lavíctima de la furia del brujo.Cualquier cosa que se haga al

muñeco lo sufrirá la víctimahumana.La herramienta mágica más

 poderosa de los brujos es el«familiar», una criatura queactúa como una especie desirviente diabólico. El gato es la

clase de familiar más común, pero se han usado otrosanimales, como cerdos e,

incluso, cuervos.

Page 276: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 276/322

Sentado ahí, leyendo aquel libroDavid perdió la noción del tiempo. Aatardecer ya había leído todo lo qu

quería saber sobre la Granja Grooshamasí como otras cosas que hubierquerido no saber. El libro le deparab

otra sorpresa. David estaba a punto devantarlo y llevarlo a su lugar, cuand

éste se abrió por otra página y sus ojo

ropezaron con una entrada que llampoderosamente su atención:

G RANJA GROOSHAM . Véasenota del editor.

Con curiosidad, David buscó al fina

Page 277: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 277/322

del volumen. En la última página habíuna breve nota escrita por el editor:

 Mientras estaba escribiendoeste libro, la señorita Beti

 Rinaria emprendió un viaje al 

condado de Norfolk con el  propósito de hacer unainvestigación sobre la Granja

Groosham, la legendaria Academia de Brujería dondealguna vez los jóvenes novicios

 fueron adiestrados en el arte dela Magia Negra.

 Desafortunadamente, la señorita Beti Rinaria nunca

regresó de ese viaje. Su

Page 278: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 278/322

máquina de escribir fuedevuelta por las aguas del mar varios meses después. Por 

respeto a su memoria, loseditores decidieron dejar esta

 sección en blanco.

¡Una academia de brujería! Lapalabras seguían dando vueltas en s

cabeza cuando salió de la biblioteca¿Qué otra cosa podría ser la GranjGroosham? Latín fluido, modelado ecera, clases de cocina un tanto extraña  estudios religiosos muy poc

cristianos…Todo encajaba. Pero David nunc

había querido ser brujo. ¿Por qu

Page 279: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 279/322

entonces lo habían escogido a él?Caminaba por la calle principa

unto a las tiendas que ya se preparaba

para cerrar, cuando un movimientcaptado con el rabillo del ojo lo hizdetenerse y darse la vuelta. Por u

momento pensó que se lo habímaginado. Pero entonces, una figur

contrahecha salió disparada de atrás d

un coche.Era Gregor.De alguna manera el enano habí

legado a Hunstanton y David supo d

nmediato que lo buscaba. Sin pensarloechó a correr colina abajo en direccióal mar. Sabía lo que le pasaría si l

encontraban. La escuela lo mataría ante

Page 280: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 280/322

de permitirle contar su historia. Era uhecho que ya habían asesinado a dopersonas. ¿Cuántos más había

erminado en el cementerio de la IslCadavera prematuramente?

 No fue sino hasta que estuvo frent

al mar que se detuvo para tomar alient  tratar de calmarse. Era un

coincidencia, tenía que serlo. Grego

estaba ahí de compras o visitando uamigo. Nadie en la escuela podía sabeque todavía se encontraba eHunstanton.

A unos metros de él, Gregor soltuna risita. El jorobado estaba sentado eun muro de ladrillo de poca altura

viéndolo con su único ojo, redond

Page 281: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 281/322

como una cuenta. Sacó algo de scinturón. Era una navaja de por lo menoveinte centímetros de largo que brillab

malignamente. David se dio la vuelta echó a correr otra vez.

 No tenía idea de hacia dónde s

dirigía. El mundo entero se inclinaba se estremecía cada vez que sus piegolpeaban contra el frío pavimento d

hormigón. Lo único que podía escuchaera su propia respiración angustiadaCuando volteó nuevamente hacia atrásel enano ya no estaba ahí. Hunstanton s

veía en la distancia. Había llegado afinal del camino. De pronto, se virodeado por unas carpas hinchadas

unos quioscos de madera torcidos. ¡E

Page 282: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 282/322

parque de diversiones! Se encontrabusto en el centro de él.

 —¿Te gustaría dar una vuelta, hijo?

El que había hablado era un hombrviejo con un abrigo raído y un cigarrcolgado de la comisura de la boca

Estaba detrás del tren fantasma. Habíres carros —uno azul, otro verde y eercero amarillo— sobre una vía curv

que se perdía detrás de un par dpuertas. —¿Una vuelta? —David recorri

con la mirada desde el tren fantasm

hasta la orilla del mar. No había señalede Gregor.

 —Sí, tengo que hacer una prueba —

el viejo aplastó su cigarro y tosió—

Page 283: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 283/322

Qué suerte que hayas aparecido! Tpuedes dar una vuelta gratis.

 —No, gracias… —En cuanto Davi

pronunció estas palabras vio otra vez Gregor que entraba en el terreno de lferia. No había visto a David aún, per

o estaba buscando. Todavía llevaba ecuchillo en la mano, con la punta haciarriba.

David saltó dentro del carro. Teníque desaparecer de su vista. Un par dminutos dentro del tren fantasma podríaser suficientes. Por lo menos, Gregor n

podría seguirlo ahí dentro. —Sujétate fuerte. —El viej

presionó un botón.

El carro avanzó jaloneándose.

Page 284: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 284/322

Un segundo después chocó con lapuertas. Éstas se abrieron y luego scerraron de un golpe detrás de él. Davi

fue tragado por la oscuridad. Sintió quse asfixiaba. Entonces una luz roja brilldetrás de una calavera de plástico

David volvió a respirar. Si la calaverenía el propósito de asustarlo, el efect

había sido el contrario. Le recordó qu

se trataba sólo de un entretenimientouna vuelta en un juego de feria, comáscaras de plástico y focos de coloresUn altavoz rompió el silencio con u

«¡buuu!» grabado, y David esbozó unsonrisa. Una luz verde parpadeó. Unaraña de goma se balanceó hacia arrib

 hacia abajo en un alambre muy visible

Page 285: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 285/322

David sonrió nuevamente.Entonces el carro se precipitó por u

abismo.

La caída en la oscuridad fue taarga que David sintió el aire corre

entre sus cabellos y la espalda pegada a

respaldo del asiento. En el últimmomento, cuando creyó que sestrellaría haciéndose pedazos al fina

de la vía, el carro frenó suavementcomo si hubiera sido detenido por ucolchón de aire.

 —¡Vaya paseo…! —se dijo. Era u

alivio escuchar el sonido de su propivoz.

Otra luz se encendió; una luz que e

cierto modo resultaba menos eléctric

Page 286: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 286/322

que las otras que había visto antes. Esonido de un suave burbujeo salía de loaltavoces, sólo que de pronto David s

preguntó si ahí habría altavoces. Esonido era muy real. También percibiun olor; un olor a humedad como el d

un pantano. Antes de la caída, habípodido sentir las vías debajo del carroAhora parecía que iba flotando.

Una figura apareció en la oscurida—un muñeco de plástico cubierto pocon un manto negro—. Pero luegaquella figura levantó la cabeza y Davi

se dio cuenta de que se trataba de uhombre, un hombre al que Daviconocía muy bien.

 —¿Realmente creías que podría

Page 287: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 287/322

escapar de nosotros? —preguntó eseñor Tragacrudo.

El tren fantasma reptó haci

adelante. La señora Windergast estabfrente a él.

 —No pensé que fueras tan tonto —

rinó la mujer.David se replegó en su asient

cuando vio que el carro se lanzab

contra ella, pero en el último momentuna fuerza invisible tiró el vehículhacia un lado y David se encontró frental señor Escualo y al señor Falcón

ambos iluminados por un pálidresplandor azul.

 —¡Qué desilusión, señor Escualo!

 —¡Qué desastre, señor Falcón!

Page 288: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 288/322

Page 289: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 289/322

hacía más brillante conforme sacercaba a él. De pronto algo senganchó a la parte trasera del carro

usto encima de su cabeza. David mirhacia arriba. Dos manos de dedoretorcidos se habían aferrado al metal

Pero las manos no estaban unidas brazo alguno.

David gritó.

El tren fantasma atravesó como rayun segundo par de puertas. El resplandorojizo del inmenso sol del atardeceestalló hiriendo sus ojos. Un viento frí

agitó sus cabellos. Abajo, a lo lejos, laolas chocaban contra las rocas.

El tren fantasma lo había llevado d

regreso a la Isla Cadavera. El carr

Page 290: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 290/322

amarillo descansaba sobre la hierba ea cima del acantilado. No había vías, n

muñecos, ni feria.

Era la tarde de su decimotercecumpleaños y las sombras de la nochcomenzaban a extenderse sobre l

Tierra.

Page 291: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 291/322

A través del espejo

La escuela estaba desierta.David se fue a la cama pues estab

deprimido como para hacer otra cosa

Su huida no había servido de nada. Nhabía podido encontrar a Julia. Era epeor cumpleaños de su vida. Y si lacosas seguían así, probablementambién sería el último.

Pero no pudo dormir. ¿Dónde estabodo el mundo? Eran más o menos la

seis cuando regresó a la escuelaDurante las cuatro horas que llevabirado en la cama no había visto ni oíd

a una sola alma. Y no es que hubier

Page 292: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 292/322

almas en la Granja Groosham, todahabían sido vendidas hacía muchiempo, y David sabía a quién.

Unas pisadas en los desnudoablones del dormitorio le hiciero

ponerse en guardia y se incorporó, per

un momento después se relajó adescubrir que era Julia quien sacercaba.

 —¡Julia…! —exclamó, contento dverla. —Hola, David. —Se oía ta

deprimida como él se sentía—. ¿Así qu

no pudiste escapar? —Sí pude, pero… En fin, es un

historia muy larga. —David saltó de l

cama. Estaba vestido todavía—. ¿Dónd

Page 293: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 293/322

están todos? —preguntó.Julia se encogió de hombros. Er

difícil ver su cara. Un velo de sombra

caía sobre sus ojos. —¿Qué te pasó después de que m

fui en el bote? —preguntó David.

 —Luego hablaremos de eso —contestó Julia—. Ahora debo enseñartalgo. Ven.

David la siguió fuera del dormitorioaunque estaba un poco intrigado. Ella sveía bien y supuso que nadie la habícastigado por haber participado en e

escape. Pero parecía fría y distanteQuizá lo culpaba por haberla dejadoDavid podía entenderlo. De hecho, é

mismo seguía sintiéndose culpable po

Page 294: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 294/322

ello. —Descubrí muchas cosas sobre l

Granja Groosham, David —dij

mientras bajaban las escaleras—, muchas otras sobre los profesores.

 —Julia… —dijo David

deteniéndola con la mano—, perdónampor haberme ido sin ti.

 —No importa, David. Todo result

bien —le sonrió, pero su cara parecípálida a la tétrica penumbra decorredor. Luego se liberó de la presióde su mano y aceleró el paso e

dirección a la biblioteca—. Todos lomiembros del personal son… Bueno, nson exactamente humanos. El seño

Tragacrudo es un vampiro. La señor

Page 295: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 295/322

Windergast es bruja. El señor Escualo el señor Falcón son hechiceros qupractican la magia negra. Antes eran do

personas hasta que uno de suexperimentos falló. El señor Oxisso eun fantasma y la señorita Pedicure h

vivido eternamente. —¿Pero, qué quieren de nosotros? —Quieren enseñarnos. —Julia lleg

a la puerta de la biblioteca, accionó epicaporte y entró—. Tú eres el séptimhijo de un séptimo hijo. Yo soy lséptima hija de una séptima hija.

 —¿Y qué? —Significa que somos brujos

acimos brujos. No es culpa nuestra

adie tiene la culpa de eso, de veras

Page 296: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 296/322

Pero al igual que todos los niños daquí, tenemos poderes. Los maestrosólo pretenden enseñarnos a usarlos.

 —¿Poderes? —David agarró a Julide un brazo y de un jalón la hizo volteapara verla de frente. Julia no opus

resistencia, pero parecía como si suojos miraran a través de él—. Yo nengo ningún tipo de poderes, ni tú

ampoco. —Los tenemos. Sólo que nsabemos cómo usarlos. —Julia estabdelante del espejo. Extendió la mano

golpeó el cristal con los nudillos. Luegvolteó hacia David—. Usa tu poder —lretó—. Pasa a través del espejo.

 —¿A través del espejo? —Davi

Page 297: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 297/322

miró al espejo, luego a Julia y otra veal espejo. Recordó su sueño: cómhabía atravesado el cristal y lueg

caminado por una caverna subterráneaPero aquello había sido sólo un sueñoAhora estaba despierto. El vidrio er

sólido y lo único que parecía habershecho añicos era el sentido común dJulia.

 —Tú puedes hacerlo, David —nsistió—. Tienes el poder. Todo lo qunecesitas es usarlo.

 —Pero…

 —¡Inténtalo!Enojado, confundido, al borde de

error, David se apartó violentamente d

ella, y luego lanzó con fuerza su hombr

Page 298: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 298/322

contra el vidrio. Quería romper eespejo, enseñarle que estabequivocada. Después averiguaría qué l

pasaba a Julia.Su hombro se hundió en el vidrio.Tomado por sorpresa, perdió e

equilibrio y casi tropezó. Su cabeza as palmas de sus manos hiciero

contacto con el espejo —hiciero

contacto con nada— y pasaron a travéde la barrera como si no hubiera barreralguna. Fue como caer dentro de uelevisor. Un momento antes estaba en l

biblioteca, un momento después sencontraba apoyado contra una rochúmeda y brillante, respirando el air

frío de un túnel.

Page 299: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 299/322

Miró hacia el lugar por donde habíentrado. El túnel parecía terminar en unhoja de acero. Así era como se veía e

espejo desde el otro lado. EntonceJulia lo atravesó como si se tratara duna hoja de agua y se detuvo ante él co

as manos en jarras. —¿Ves? Te dije que podías hacerlo. —Pero ¿cómo supiste? —pregunt

David. —Sé muchas cosas más…Rozándolo al pasar, Julia lo rebasó

continuó su marcha internándose en e

únel. David la siguió, preguntándose sdespués de todo no estaría soñandoPero todas las cosas parecían tan reales

Una corriente de aire le hacía temblar

Page 300: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 300/322

sentía el sabor del agua salada en suabios y el peso de las rocas que l

rodeaban. El pasadizo bajaba cada ve

más y más y se le taponaron los oídopor efecto de la presión.

 —¿A dónde lleva este camino? —

preguntó. —Ya lo verás.Cuando parecía que había

recorrido casi un kilómetro, David spercató de la presencia de un extrañresplandor plateado. No había lámparao antorchas que alumbraran el camino

ahora caía en la cuenta de que todo eúnel estaba iluminado por ese mism

resplandor, como si se tratara de l

niebla proveniente de un lag

Page 301: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 301/322

subterráneo. Julia se detuvo paresperarlo. David apuró el paso, salidel túnel y entró en…

Era una caverna enorme, la mismque había aparecido en su sueñoEstalactitas y estalagmitas colgaban de

echo y se erguían desde el suelo, comsi hubieran sido talladas por los sueñode la misma madre naturaleza. Un

pared completa estaba cubierta por uncascada petrificada de un blancbrillante; una eternidad congelada. En ecentro se encontraba la piedra de lo

sacrificios: una plancha de granitsólido terriblemente contundente. Eseñor Tragacrudo estaba parado detrá

de ella. Los estaba esperando. Julia l

Page 302: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 302/322

había llevado hasta ellos.David se dio media vuelta, buscand

algo que sabía que encontraría, algo qu

debía haber visto desde el principio. Yahí estaba, en el tercer dedo de Julia. Uanillo negro.

 —¡Julia…! —Incapaz de hablarsacudió la cabeza—, ¿cuándo cumplistrece años? —preguntó al fin.

 —Ayer —dijo Julia, y luego le lanzuna mirada de reproche—. No mdeseaste feliz cumpleaños. Pero nmporta, David —le sonrió—. Mira

estábamos equivocados. Noempeñábamos en luchar contra ellosPero, en realidad, todo el tiempo ha

estado de nuestro lado.

Page 303: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 303/322

Sintió que se hundía en ldesesperación, como se hunde un cuerpen las arenas movedizas. Ya no tení

voluntad para seguir luchando. Habífracasado —fracasado en su huidafracasado en todo—. Se había

apoderado de Julia. Era una de ellosFinalmente estaba solo.

Y ahora era su turno.

Como uno solo, todos los alumnode la Granja Groosham salieron de entras sombras desde el extremo de l

caverna y formaron un círculo alrededo

de él. El resto del personal aparecidetrás del señor Tragacrudo. Daviavanzó lentamente hacia el bloque d

granito. No quería hacerlo, pero su

Page 304: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 304/322

piernas ya no obedecían sus órdenes.Se detuvo frente al seño

Tragacrudo. Los demás alumno

cerraron el círculo a su alrededor. Todoos observaban.

 —Has luchado férreamente contr

nosotros durante mucho tiempo, Davi—dijo el señor Tragacrudo—. Tfelicito por tu valor. Pero el tiempo d

pelear ha terminado. Hoy es tdecimotercer cumpleaños. Se acerca lmedianoche. Tienes que tomar undecisión.

«Escúchame, David. Tú eres eséptimo hijo de un séptimo hijo. Por ese trajimos a la Granja Groosham

Tienes poderes. Queremos enseñarte

Page 305: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 305/322

usarlos». —¡Yo no soy un brujo! —chill

David. El eco de sus palabras retumb

en la caverna—. ¡Nunca lo seré! —¿Por qué no? —El seño

Tragacrudo no levantó la voz per

hablaba con una intensidad y una pasióque David no le había oído nunca ante—. ¿Por qué no, David? ¿Por qué t

niegas a hacer las cosas a nuestrmanera? ¿Crees que los fantasmas, labrujas, los vampiros y los monstruos ddos cabezas son malos? ¿Por qué

¿Sabes qué es eso, David? ¡Uprejuicio! ¡Discriminación racial!

El señor Escualo y el señor Falcó

asintieron con sus respectivas cabeza

Page 306: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 306/322

en señal de aprobación. —¡Bravo! ¡Bravo! —murmuró l

señora Windergast.

 —No hay nada malo en nosotros¿Te hemos hecho daño? Cierto quuvimos que hacernos cargo del seño

Maschico, pero no fue culpa nuestra. To trajiste aquí. Lo único que hicimo

fue protegernos.

»El problema contigo es que havisto demasiadas películas de terror. Aos vampiros nunca se nos ha hechusticia en la pantalla.

»¡Y qué me dices de los hombreobo! Sólo porque a mi buen amigo

Monsieur Leloup, le entra un irresistibl

antojo de ensalada de pichón cuando ha

Page 307: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 307/322

una llena, todo el mundo piensa quiene derecho a ir tras él para cazarlo

dispararle balas de plata. ¿Y el seño

Oxisso? De acuerdo, está muerto. Perde todos modos es un buen maestro; dhecho es más vivaz que mucho

maestros vivos que conozco. —Pero yo no soy como ustedes —

nsistió David—. No quiero ser com

ustedes. —Tú tienes el poder —contestó eseñor Tragacrudo—. Eso es lmportante. Y la pregunta que debería

hacerte, David, es si realmente quierequedarte con tus progenitores y seguios pasos de tu extravagante

desagradable padre en el banc

Page 308: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 308/322

mercantil, o si quieres ser libre.»Únete a nosotros y serás rico

Podemos enseñarte cómo convertir e

plomo en oro, cómo destruir a tuenemigos con sólo tronar los dedosPodemos mostrarte cómo ver el futuro

usarlo en tu provecho. ¡Piénsalo, DavidPuedes tener todo lo que quieras… más. ¡Mira a la señorita Pedicure! Ell

ha vivido desde siempre. Tú tambiépuedes…»Está bien, lo admito. Somo

francamente malignos. Mis amigos e

señor Escualo y el señor Falcón son lomás malignos de entre nosotros. Haganado premios por ser malignos. Per

¿qué hay de malo en ser maligno? Nunc

Page 309: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 309/322

hemos lanzado una bomba atómica sobrnadie. Nunca hemos contaminado emedioambiente o experimentado co

animales; nunca hemos recortado epresupuesto público destinado a lsalud. Nuestra malignidad es más bie

agradable. ¿Por qué crees que se hahecho tantos libros y películas sobrnosotros? Porque le caemos bien a l

gente. En realidad somoencantadoramente malignos.Mientras hablaba el seño

Tragacrudo, los sesenta y cuatr

alumnos de la Granja Groosham, todoóvenes adeptos y brujos novicios

fueron estrechando el círculo. Ahora s

acercaban más a David. Julia estab

Page 310: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 310/322

unto a Jeffrey. William Rufus estaba deotro lado. Sesenta y cuatro anillonegros brillaban en la luz subterránea.

El señor Tragacrudo sostenía enúmero sesenta y cinco.

 —Disfruté mucho de

enfrentamiento, David —dijo—. Nquise que fuera fácil. Admiro el valorPero ahora ya es medianoche. —

Extendió la mano que tenía libre. Gregose metió entre los alumnos y le entregsu cuchillo—. Elige —continuó el señoTragacrudo—, el anillo o el cuchillo

Puedes rechazarnos una última vez. Eese caso, lamentablemente me verforzado a enterrar la hoja en tu corazón

Te aseguro que a mí me dolerá más qu

Page 311: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 311/322

a ti. Después tendrás un entierro decenten el cementerio de la escuela.

»La otra opción es aceptarnos, toma

un nuevo nombre y empezar tu educacióen serio. Pero en ese caso no habrvuelta atrás, David. Si te unes

nosotros, te unes para siempre.David fue obligado a acostars

sobre el bloque de granito. El círculo d

rostros giraba alrededor de él. Ahestaba el anillo. Ahí estaba el cuchillo. —Y bien, David —preguntó el seño

Tragacrudo—, ¿qué dices?

Page 312: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 312/322

Séptimo hijo

—Cuando yo era niño —dijo el señoEliot—, tenía que trabajar durante lavacaciones. Mi padre me hacía trabaja

anto, que tenía que pasar tres semanaen el hospital antes de poder regresar a escuela.

 —Pero David tiene sólo un día dvacaciones —le recordó la señora Elioal tiempo que vertía ginebra en un vaso.

 —Estoy consciente de ello, querid

—replicó el señor Eliot, arrebatándolel vaso para bebérselo—. Y déjamdecirte que un día me sigue pareciend

demasiado. Si a mí me hubiera

Page 313: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 313/322

expulsado del Colegio Beton mi padrno me habría vuelto a hablar jamás. Dhecho, me habría cortado las orejas par

que no pudiera oírlo en caso de que mdirigiera la palabra por error.

Ambos estaban sentados en la sal

de estar de su casa del paseo Wiernotten la ciudad de Londres. Edward Eliofumaba un puro. Eileen Eliot, mientra

anto, acariciaba a Ginebra, su gatsiamesa consentida. Acababan de comeensalada de jamón, preparada al mápuro estilo vegetariano, sin jamón.

 —Tal vez deberíamos llevarlo acine o algo así —sugirió nerviosa lseñora Eliot.

 —¿Al cine?

Page 314: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 314/322

 —Bueno… o a un concierto… —¿Estás loca? —El señor Eliot di

un manotazo. Se echó hacia adelante

apagó su cigarro en el lomo de la gataEl animal lanzó un chillido y dio ubrinco, desgarrando las medias de l

señora Eliot y, de paso, parte de spierna—. ¿De dónde sacas que tenemoque llevarlo a algún lado? —preguntó e

señor Eliot. —Tienes razón, mi amor —solloza señora Eliot mientras volcaba el rest

de la ginebra en su pierna para detene

a hemorragia.Entonces se abrió la puerta y entr

David.

Había cambiado desde su partida

Page 315: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 315/322

a Granja Groosham. Ahora era mádelgado, más grande y más sabioSiempre había sido un niño tranquilo

pero ahora se notaba algo extraño en ssilencio. Era como si hubiera un murentre él y sus padres. Y cuando lo

miraba, su mirada era suave, casdespiadada.

El señor Eliot miró su reloj.

 —Bien, David —dijo—, te quedasiete horas y veintidós minutos de tu díde vacaciones. ¿Por qué no vas a cortael césped?

 —Pero es césped artificial —protestó la señora Eliot.

 —¡Pues entonces que lo lave!

 —Lo que tú digas, querido. —L

Page 316: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 316/322

señora Eliot le lanzó la mejor de susonrisas y luego se desmayó por lpérdida de sangre.

David suspiró. Siete horas veintidós minutos. No se habípercatado de que faltaba tanto tiemp

odavía.Levantó la mano derecha. —¿Qué es eso que llevas en l

mano? —le preguntó su padre.David murmuró unas palabras. No hubo bocanadas de humo n

destellos de luz. Pero fue como si en es

momento alguien hubiera sacado unfoto de sus padres y éstos se hubieraquedado paralizados en esa escena. L

señora Eliot quedó con medio cuerp

Page 317: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 317/322

fuera de la silla, a punto de caer en lalfombra. El señor Eliot estaba a puntde decir algo, así que se quedó con l

boca abierta y con la lengua entre lodientes.

El conjuro había sido simple, per

o suficientemente efectivo como parque sus padres se quedaran así durantas siguientes tres semanas.

David, pensativo, frotó su anilloHabía articulado las palabras de podecon perfecta pronunciaciónProbablemente la señora Windergas

diría que tres semanas era demasiadiempo, que unas cuantas horas habría

bastado; pero, por otra parte, tambié

era una perfeccionista, así que todos lo

Page 318: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 318/322

hechizos que David había aprendido della tendían a ser sumamente fuertesQuizá él era un poco demasiad

entusiasta.Subió a su cuarto y se recostó en l

cama. Una malteada de chocolate s

materializó en el aire y llegó flotandhasta él. Estaba pensando en el próximperíodo de clases en la Granj

Groosham. Él y Julia tomarían suprimeros cursos avanzados durante everano: telepatía, control del climamodelado en cera y —el má

complicado de los cuatro— sacrificiode sangre II.

¿Y luego qué? Dio un sorbo a s

malteada y sonrió. Le había quedad

Page 319: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 319/322

perfecta —espesa y con muchchocolate—. Todavía se sonrojabcuando recordaba de su primer intento

En clase de cocina, lanzó un conjurpara preparar una malteada perfectaplátano con dos bolas de helado. Pero s

olvidó de incluir un vaso. Hacía pocque se había acostumbrado a supoderes y apenas comenzaba

disfrutarlos.¿Qué haría después con ellos¿Magia negra o magia blanca? ¿El bieo el mal?

Esa decisión la dejaría para máarde —por lo menos hasta que aprobar

sus exámenes—. Y David estaba segur

de que los aprobaría. Era el séptim

Page 320: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 320/322

hijo de un séptimo hijo. Y nunca en lvida se había sentido tan bien comahora.

Page 321: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 321/322

ANTHONY HOROWITZ (5 de abril d1956) es un novelista y guionistbritánico. Ha escrito más de cincuentibros, entre los que se encuentra

numerosas novelas para niñosncluyendo las series The Power oive, Alex Rider   y The Diamon

rothers. También ha escrito vario

Page 322: La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

8/16/2019 La Granja Groosham - Anthony Horowitz.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/la-granja-groosham-anthony-horowitzpdf 322/322