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Fundación EllegtÚJo andalaJí La Medicina en al ... Andalus JunlJl UE COHWERiA DE CUl1llllA

La Medicina en al Andalus - accedacris.ulpgc.es · La asistencia al enfermo en al-Andalus.Los hospitales hispanoinusulmanes . Francisco Franco Sánchez Farmacología andalusí ,

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Page 1: La Medicina en al Andalus - accedacris.ulpgc.es · La asistencia al enfermo en al-Andalus.Los hospitales hispanoinusulmanes . Francisco Franco Sánchez Farmacología andalusí ,

•Fundación

EllegtÚJo andalaJí

La Medicinaen al...Andalus

~JunlJl UE ~nn~LU(I~

COHWERiA DE CUl1llllA

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Edita:Junta de Andalucía, Consejeria de Cultura

Coordinación editorial e ilustraciones; Inmaculada CortésMaquetación: Grupo sur - F3DDiseño portada: Rosa Mérida. Grima ComunicaciónImpre~ión:Copartgraf

Reservados todos los derechos.Prohibida la reproducción total o parcial sin la debida autorización.

ISBN,84-930615-2-2Depósito Legal, GR-1752-99

lO Fundadón El legado andalus{e/ Mariana Pineda s/n. Edif. Corral del Carbón.18009 Granada1H., (958) 22 59 95 / Fax, (958) 22 86 44e-mail: [email protected] in Spain

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INDICE

El patrimonio científico de al-Andalus. Su elaboración y transmisión .

C~mjlo Alvarez de Morales, Emilio Malina López

Noticias médicas en fuentes ¡rabcs sobre al-Andalus .

Juan Castilla Brazales

El hombre ante la enfermedad '. '. ' o •••• , .. o., ••••••••••••••••••••••• o •••••••••••••• o ••••••••••••••••••••••••••••• o •••••••••••••• , •• • •••••••••• , ••• " ' •••••••••••••••••••••

Camilo Alvarez de Morales

La prevención de la enfermedad en el al-Andalus del siglo XII .

Carmen Peña, Fernando Girón, Michel Barchin

La asistencia al enfermo en al-Andalus. Los hospitales hispanoinusulmanes .

Francisco Franco Sánchez

Farmacología andalusí , .

Luisa Fernanda Aguirre de Cárcer

La medicina estética, una hermana menor de la medicina científica .

Rosa Kuhne Brabant

La odontología en al-Andalus .

Elolsa Uavero Ruiz

La. magia en la mcdicim de los musulmanes andalusíes, los mudéjares y los moriscos ..

Joaquina Albarradn Navarro

E.sencia y estructura de la lncdicina de Averroes .

Miguel Crnz Hernández

La triaca o antídoto universal: La triaca de Avcrroes : .

Marfa de la Concepción Vázquez ele Benito

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135

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223

237

255

La medicina árabe-andalusí y el desarrollo de la medicina hebrea medievai ,................................................................ 265

Ron Barka;

El sanador morisco entre el empirismo y la ciencia médica escolástica , ..

l...uis Garda Ballester

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------------------------------------LAMEDICINA EN AL-ANDALUS

LA ODONTOLOGÍA EN AL-ANDALUS

E/olsa LLA VERü RUIZUniversidad de las Palmas de Gran Canaria

L OS diccionarios especializados definenla odontología como el"estudio de losdientes, de sus enfermedades. y trata­

miento de las mismas". y la estomatologíacomo "la rama de la medicina que estudia laboca y sus enfermedades".Así pues, en las pá­ginas que siguen, nos vamos a ocupar tantodel estudio de los dientes como de las restan­tes estructuras que existen dcono de la cavi­dad bucal, es decir, de cuestiones buco-dentalcs0.10 que es 10 mismo, de odontoestomatología.

En cuanto al marco espacio-temporal enel que nos vamos a mover, como se especificaen el título, no es otro que la España musul­mana, al-Andalus, durante los siglos II-VIIIde la hégir'd./Vm-XIV de la era crü.riana.,

Desgraciadamente, el tema de las afeccio­nes buco-dentales no ha merecido, en toda l:thistoria de la literatura médica, tanto orientalcomo occidental, una atención especial porparte de los autores árabes y, por tal ra~ón, nodisponemos de tratados especificas sobre es­tas cuestiones. Seguramente, porque conside­raban que tcxhs las afecciones de 1.:1. boca tc­rnan unos síntomas demasiado evidentes y noera preciso ocuparse de ellos, según recono­cen la mayor parte de los médicos árabes de l.:aépoca.

Sin embargo, algunos historiadores actua­Jes han pretendido justificar esta falta de do­cumentación argumentando que la odonto­logia era considerada como un arte secunda­rio más que como una especialidad médica y,por ello, era un desprestigio ocup;lTSe de estascuestiones, para eso estaban los barberos y lossangradorcs (alfagemes). Bien es verdad queno podemos hablar de la odontoestomatologíaen estos términos -sobre todo con el con­cepto de especialidad que hoy día tenemos-,pero tampoco acaba de ser cierto que fueranúnicamente los barneros y los sangradores losúnicos que se ocuparon de estos temas, comocomprobaremos en las páginas siguientes.

Aunque, como ya he dicho, me voy a cen­trar sólo en al-Andalus, me parece significati­vo señalar que entre los autores orienta.les sólohay noticias de seis obritas -dos de las cualesson tnducciones del griego- que estén dedi­cadas expresamente a temas buco- dentales:Kitab ji Nab5t al-asna" (Libro de las Plmltas I~tí­

les para los dientes) de Hipócrates (m.c. 377a.c.); Kit5b iI~ ... FI-m~ ya ',; du Ji-l-líla wa-l- _astl:n (Libro ... Acerca de las afwones de las en­da.s y de lo. di""es) de Filagrio (s. IV d.C.);J(jt5b fi I-Siw1ik wa-I-sunnün5t (libro acerca delempleo del Mondadientes y los detltlfricos) de IbnMasawayh (m. 243/857); Qawlfi /¡if?a/-a.sn'nwa-isti $l~ 1)i-ltlf (En. 'tomo a la salud y la relaja­ción de los dientes) de l:Iunayn b. I~q (m. 260/873)'; 7adblra!-asinna ('Hatdmiento de los dien­tes) de Ibn M'ssa (m.e. 275/888); y Ris./afi l­Oaras (Eplstola acerca de fa dentera) Qus l:I b.L¡¡q' (m.c. 300/913).

Sin embargo, eno no quiere decir que nodispongamos de un precioso matúial al res­pecto. Por fortuna. los grandes médicos ára­bes, a quienes tanto debe la ciencia cristianamedieval y renacentista se han ocupado ensus obras --en mayor o menor mcdida- de laboca, de los dientes y de las principales afec­ciones de ambos. Por supuesto, me f.."5toy refi­riendo a 'A.!J b. R2bban aI-Tabari (m. 247/861) Ysu Fimaws al-1)ikma (Paraiso de la sahi­duría),aAbü Bakr Mul)ammad b. Zakariy:l:'a1­Razi (Razés) (m.c. 320/932) y su Ki"b al­l;fflwlji l-tibb (Lfbro de Lo esencial etl medicina),a 'A.!J b. al-'Abbas al-Mayiis! (HalyAbbas) (m.c.380/990) y su f(jtiib aI-Ma/akI(Ubro de El ReaO,y a Ab¡¡ 'A.!J al-J:Iusayn b. 'Abd All.h b. Si""(Avicena) (m. 428/1037) y su Ki"b al-Qiinünfi I-pbb (Ubro de la.s Leyes en medidna)'.

En cuanto a al-Andalus, por desgracia, notengo conocimiento de que se compusieraningún tntado específico sobre odontoesto­matologia pero, al igual que ocurría entre losautores orientales, también aquí nuestros gnn-

des médicos se ocuparon de estas cuestionesy, a veces, con gran éxito y repercusión comoes el caso de aI-Zahrawi, al que nos referire­mos más adelante con mayor detenimientoJ .

Es preciso, pues, recurrir 3 estas obras decarácter más general: recetarios, enciclopedias,tratados de patología y tratados de cirugía,básicamente, para extraer 13 información quenos permita adentrarnos en el tema que nosocupa4 •

Indudablemente, el material de trabajopodna ser mucho más amplio si 10 que se pre­tendiera aqlÚ fuese hacer una historia generalde la odontoestomatologia andalusí. Para po­der agotar definitivamente el tema sería ne­cesario consultar la producción de todos losautores andalusíes en todas las ramas del saber,no sólo en medicina, puesto que en cualquie­ra de esas obras podría encontrarse alguna alu­sión interesante para nuestro estucüo, comoya se ha apuntado con anterioridad. Sin em­bargo, mi objctivo es presentar un taumende cuáles eran los conocimientos médicos queexistían en al-Andalus sobre cuestioncs buco­dentales y, por ello, he seleccionado a.quellasobras que considero .representativas de la me­dicina andalusí,las cuales contienen informa­ción suficiente para alcanzar 105 fines desea­doss. Estas obras son:

- Kitffh al-1lz$r{lí-man (ayiza 'an a/-ta'lf(Li­bro de la Disposici6n para quienes tlO soncapaces deformarse por si mismos), del grancirujano cordobésAbu l-Qasim al-Zab­r~wi (m.c. 404/1 013)':

- Ki"b a1- WisM (Ubro del. Almohada). delmédico, farmacólogo y geópono tole­dano lbn W.fid (m. 476/1074)'.

- Kítib al-Taysirji l-mudawat wa-l-tadbir (L'­bro de la SímplífiCiJo6n en el tr~tdmíento yla dieta), del gran médico sevillano AbüMarwan Ibn Zuhr (Avcnzoar) (m. 557/1162)' .

- Kitiib al-Kulliy" fi I-pbb (Libro de la.s

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Generalidades eu medicina), del gran mé­dico,jurista y filósofo cordobés lbn Rwd(Averme,) (m. 595/1198)' .

- Kitáb. al-lsliq$iI' wa-J·jbram Jr (ilay al-jira1;Ját wa-I-awram (Libro de la Indagadón ex­hallstiva y la confirmación probada en eltmtamienro de las heridas y los tllmores), delcirujano leY.lntino, afincado en Grana­da, Mubammad al-Safra (m. 761/1360)" .

- Kitáb 'Amal man tahba li-mar¡ 1)abba (Li­bro de la Prádica de la medicina para. quienlo des«) ,del gran poligrafo granadino Ibnal-Jatib (m. 775/1374)".

Antes de pasar a analizar las informacio­nes que nos proporcionan los autores men­cionados, quiero insistir en que nos encontra­mos en una época en la que los conocimien­tos científicos, en gcncr:tl, dist:l.n mucho delos que existen en la actualidad, aunque he­mos de establecer una razonable diferenciaentre los médicos -con mnyor o menor pre­paración teórica- y los curanderos o sangra­do-res (alfagemes) -cuyas actuaciones eran ab­solutamente intuitivas o empíricas-o

Precisamente, al-Zahr~wI critica .a estosúltimos en uno C;ie sus textos, al hablar de unaextracción ·dentaria:

"No obstante, cuando el enfermo decidasu extracción, conviene que te aseguresbien de cual es la muela enferma, ya que,con frecuencia, el dolor engaña al enfer­mo quien piensa que éste se encuentra enla muela sana y se la saca; sin embargo, eldolor no desaparece h.asta que es extraídala muela cnfcrma.Y ya hemos visto hacereso, algunas veces, a los alfagemcs.(...) Conviene que .actúes con acierto alprofundizar en la incisión alrededor de laencía, por cada lado, y que tengas cuidadopara que no se rompa la muela (...). Debesprocurar no ser tan osado ni tan atrevidoen tu actuación como los alfagemes, quie­nes al realizar las extracciones no tienenen cuenta todo lo que acabamos de des­cribir, pues es frecuente que la gente ac­túe con tanta osadía que es tacil que se lesrompan las muelas y queden en la encíatodas sus raíces, O parte de ellas".

El problema e.'l aún mayor cllando a la fal­ta de conocimientos se le añaden también la

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falta de escrúpulos. como lo demuestra la si­guiente anécdota recogida por el historiadory médico cordobés lbn Yul9ul (m.p.384/994)que, si bien no se refiere a ningún personajeandalusí, nos pone de manifiesto como entodos los tiempos ha habido charlatanes quese burlan de los males ajenos y las graves con­secuencias que ello conllev;¡, no sólo a nivelmonetario sino también fisico:

"(...) Había un hombre, alrededor del cualrevoloteaba un grupo de necios, que de­cía: provengo de AJepo y he conocido aGaleno, quien me transmitió todos sus co­nocimientos. Lo que os voy a mostrar esun mcdicamento útil para las muelas ca­riadas; y el villano había preparado una bola.hecha de pez y alqui,tcin, y la había colo­cado sobre las ascuas. Luego atrajo hacialas brasas la boca en la que estaban lasmuelas cariadas, con toda su imención; elpaciente no tuvo más remedio que cerrarlos ojos y el charlatán aprovechó este mo­mento para 'esconder en su boca unos gu­sa'nos que había preparado de antemano,los cuales sacó 'posteriormente de la bocadel dueño de las muelas. Cuando hizo eso,los necios le arrojaron todo lo que lleva­ban consigo. Sin embargo, el charlatán aúnfue más lejos llegando a cortar las venasque no estaban sobre ninguna articulación.Cuando vi eso, continúa Galeno, me di aconocer a la gente diciendo: yo soy Gale­no y éste no es más que un necio, (un com­pleto embustero). Luego me guardé de ély le conté lo sucedido al sultán. quien 10eliminó (...)12".

Pero pasemos ya. al análisis de los textosseleccionados para saber cuál era el grado de

.preparación que tenían los médicos andalusíes.Los conocimientos sobre anatollÚa son

bastante elementales y apenas cncontramosreferencias a este respecto: sólo algunos deta­lles sobre el número y la naturaleza de los dien­tes, y una breve descripción de la lengua y susfunciones.

En el primer caso, al enumenr las piezasdentarias, como parte integrante de los hue­sos de la cabeza, nos dice Averroes:

"Los dientes son treinta y dos, dieciséis encada maxilar; de éstos hay dos incisivos in-

teriores, dos incisivos exteriores, dos cani­nos, cinco muelas en el lado derecho y cin­co muelas en el izquierdo, aunque tal vezel número de muelas sea menor, reducién­dose a cuatro. Las raíces de las mudas dc lamandíbula -superior son tres en cada lado,o tal vez cuatro, y las raíces de las muelasde la mandíbula inferior son dos, o tal veztres; el resto de los dientes tienen una solaraíz (...)".

Vemos que, :1 pesar de no establecerse,como era de esperar, la distinción entre lospremolares (4 en cada maxilar) y los molares(6 en cada maxilar), sí coincide el número t~tal

de dientes y su distribución. Las dudas deAverrocs sobre el número de los molares, porotra parte. parecel1lógicas si tenemos en cuentaque el tercer molar (muela cordal o del jui­cio) no se desarrolla en el hombre hasta laedad adulta.

También, los médicos andalusíes, eranconscientes de la diferente naturalcza de losdientes según la edad de las personas, en fun­ción de las aJteraciones que la complexiónhumana experimenta con el paso del tiempo.Todo ello sólo viene a demostrarnos, comopodemós comprobar en el texto de al-Zahra:wJ:que se reproduce a continuaCión, la fidelidadcon que se segUían las teorías galénicas sobrelos humores y los temperamentos:

"Existen cuatro tipos de dientes: los dien­tes de los niños, los de los jóvenes. ros delas personas adultas y los· de los ancianos.Los primeros son unos dientes que estánen continuo crecimiento hasta que la per­sona cumple los veinte años, nonnalmen­te. La complcxión de la persona es calien­te y húmeda.Los dientes de los jóvenes son los que yaestán acabando su crecimiento, concluyén­dolo hacia los cuarent::l años, frecuente­mente. La complexión de estas personases caliente y seca.Los dientes de los adultos son los que yahan .comenzado su declive y su deterioro;lo más habitual es que esto suceda hacialos sesenta años. La complexión de estaspersonas es fría y seca.Los dientes de los ancianos son los que yahan perdido la fuerza, lo cual suele suce­der hacia los ochenta años y hacia el 6nal

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de la vida.Y la complexión de estas perso­nas, finalmente, es fría y seca, porque sushumores están constituidos por deshechosenfermos, mucosos y fríos.Así pues,a los dientes infantiles correspon­de el crecimiento y ef poder de la sangre;a los dientes juveniles el poder de la bilisamarilla; a los dientes adultos el poder de

la bilis negra; y a los dientes vicjos el po­der de la flema".

Respecto ;1 la anatomía de la lengua, lasinformaciones son menos precisas, describién­dola como una carne blanda en la que existennumerosas venas, arterias y nervios; encimade ella, hay un hueso recubierto por el ~lodel paladar y, debajo dos orificios cuyos con­ductos van a formar una bolsa en la que seencuentran 1::Is glándulas salivares. En cuanto

a su utilidad para el cuerpo humano,sólo se lereconocen dos funciones: ser la portadora delsentido del gusto y la que nos permite articu~

lar las palabras, sin hacer ninguna referencia a

la importancia de la lengua paca masticar ydeglutir los alimentos.

El resto de las informaciones pert~ecen

todas a temas de patología buco-dental ya quetr:ltan. básicamente, de las distintas enferme­dades que pueden afeetae a estas partes delcuerpo y del modo de tratarlas. La termino­logía empleada por todos los autores es bas­

tante elemental, es más descriptiva que espe­cializada, 2unque creo que, en algunos casos,se puede adaptar a la terminología actual y,por ello, voy a tratar de hallar un camino in­termedio entre ambas épocas. Es decir, voy apresentar una clasificación de todas la afec­'ciom:s a partir de Wl esquema actualizado pero

Extmwón de una muela. Mil/el Library de &l4nbul.

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respetando los términos que aparecen en lostextos andalusíes para, de este modo, poderapreciar mejor la importancia de la documen­tación presentada.

Las afecciones mencionadas son de muydiversa índole y, aunque algunas de ellas po­drían ser incluidas en más de un apartado, lashe reagrupado del modo siguiente:

1) Infecciones odontológicas2) Infecciones de la cavidad bucal3) Anormalidades en el des.'lrrollo4) Lesiones patológicas5) Lesiones traumáticas6) 0= patologías

En el apartado 1 son mencionadas las si­guientes afecciones: caída de dientes y mue­las, caries dental, dentera, dolor de dientes ymudas, movimiento de dientes y muelas, ysarro dental.

En el apartado 2: aftas -que pueden afec­tar a los labios, a la lengua y a toda la superfi­cie bucal-, botorcs -que pueden afectar tamoa los labios como a toda la superficie bucal-,corrupción -que puede afcctar tant9 a lascncías como a toda la superficie bucal, infla­mación de encías (gingivitis) y labios, piorrea,postemas en la lengua, y pústulas- que pue­den apa"recer tanto en los labios como en todala superficie bucal.

En- el apartado 3: atrofia dd gusto y delhabla, crecimiento anormal de dientes y mue­las, crecimiento anormal del frenillo, creci­miento excesivo de las encías, disminución dela carne de las encías, engrosamiento anormalde la lengua (glositi~), grandeza de lengua, ypequeñez de lengua.

En el apartado 4: cáncer -sólo se mencio­na ellabial-, fistulas bucales, gangrena labial,grietas -que pueden afecrnr tanto a los labioscomo a la lengua-,llagas -que pueden apare­cer tanto en las encías como en toda la super­ficie bucal, hemorragias, llagas malignas -es­pecialmente, las que afcctan a la superficieb.ucal-, nódulos labiales, quistes en la lengua,torcedura de boca,tumores -que pueden afec­tar a las encías, a los labios, a la lengua y a todala superficie bucal-, y variccs labiales.

En el apartado 5: dislocación de mandí­bula, y fiactura dc mandíbula.

Y, finalmente, en el apartado 6: ablanda­miento -que puede afectar a las encías y a la

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lcngua-, abundancia de· flujo salivar (sialorrea),aspereza de lengua, escasez de flujo salivar(sialosquesis), humedad nociva que afecta a (asencía, mal aliento (halitosis), y pesadez de len­gua.

En gencral, todos los autores son poco ex­plícitos a la hora de definir cualquiera de lasafecciones mencionadas pues consideran quetodas ellas son suficientemente' conocidas y,por ello, se limit.1n sólo a nombrarlas. No obs­tante, resulta curiosa la diferenciación quc scestable ya, en esta época, entre el dolor de dien­tes -dolor (way ? provocado por alguna sus­tancia, caliente o fría, por gases, por caries, etc.,que afectan al diente- y _la dentera -dolor(ta'allum) que se produce al masticar y cuyacausa es)a ingestión o el vómito de sustanciasácidas-o

También; es de destacar la importancia quese le concede a la liinpieza de boca, en gene­ral, y'a la eliminación del sarro en los dientes,en particular, como vemos más adelante.

Además de los tratamientos terapéuticos,de los que nos ocuparemos más adelante, en­c.ontramos bastantes referencias de caracterprofiláctico y cosmético: por ejemplo, hay re­cetas para limpiar y blanquear los dientes; paralimpiar las encías y favorecer su crecimiento;para fortalecer los dientes, las encías y las Illue­las; para prevenir la infecciones bucales; paraperfumar el aliento y para teñi.r de rojo loslabios.

Las principales recomendaciones que ha­cen los médicos cuando existe cualquier tipode afección dental son las siguientes: evitar losvómitos, no hablar mucho, no morder sustan­cias duras o viscosas -como huesos de frutas yresinas-, evitar la alternancia entre lo calientey lo fria y procurar no aplicar fomentos ca­lientes a los dientes si no es dos horas antes O

después de las cernidas. También, se aconsejacubrir el entorno del diente cuando se debatratar algún problema del mismo, y procedercon suavidad en los empastes, ya que eso pro­voca dolor. Respecto a las ~emás afecciones,110 hay consejos generalizados de carácter pre­ventivo ya que, al ser tan diferentes unas deotras, cada una de cUas deberá ser tratada deacuerdo con sus características especí6cas.

Ninguno de los autores es demasiado ex­plícito al hablar de la etiología de las enfer­medades aunque, salvo en los casos evidentesde causas externas como, por ejemplo, las grie-

tas labiales o las fractur<!.s, continúan aplican­do la teoría humoral y el tratamiento de lasenfermedades con sus contrarios -tanto a ni­vel de medicación como de alimentación­para rectificar los humores que se hayan endesequilibrio y que producen la enfermedad.Es decir, que las enfermedades de origen ca­liente se combatirán con medicamentos o ali­mentos de naturaleza fria,las húmedas con 10seco,las secas con lo húmedo, y las frias con 10caliente.

También, en este punto, siguen todos lospreceptos hipocráticos y están todos de acuer­do en que lo más importante y lo primeroque hay que hacer es suprimir la causa queorigina la enfermedad ya que, en muchos ca­sos, eliminada la causa, desaparece la conse­cucncia, es decir, la dolencía.

Por ejemplo, si los dientes se caen a causade una infección en las encías, se recomiendael empleo de dentífricos que contrarrestendicha infección para evitar así la caída. Aquítenemos la receta de uno de estos dentífricos:

"Se tom~ un mrt (arrelde) de cal viva pul­verizada y medio rart de sal. Se vierte so­bre ambos agua hasta -que los cubra undedo por encima y se deja tres días. Luegose coloca en un trapo tupido que se tuercepara sacar el agua, no cesando de hacerlohasta que el agua salga pura. Se coloca en­tonces en un recipiente de cobre rojo quese pone sobre el fuego y se hace hervirhasta que se quede seco. Se remueve y,cuando se espese, se le echa agua de gra­nada ácida o agua de uva ácida,_ en canti­dad de un cuarto de rart, una uqiyya (onza)de agua de manzana ácida y otra de zumode uva. Se bate perfectamente hasta quetome una consistencia semejante a la miel,se coloca en un recipicnte y se frotan losdientes con eso, enjuagando las pústulasde la boca con agua caliente cn la que sehayan hervido semillas de albahaca y zu­maque. Si quiere Dios~ ¡ensalzado sea!"

Respecto a Jos tratamientos, en general, laprimera cuestión que hay que señalar es que :.no todas las afecciones son tratadas de un mis­mo modo y, por tanto, es preciso estableceruna clara diferencia entre la patología general-que se dedica a solucionar problemas máselementales y que utiliza, casi siempre, una

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Primera parte de la Ma~la dedicadd a iLz cirngla deal-Zahr:Iwl.

terapéutica alimentaria, farmacológica y máscon.'iervadora-, y la patología quirúrgica oralo maxilofacial-que engloba una serie de en­fermedades y procedimientos más complejos,~omo pueden ser las extlOlccioncs dentarias y

la manipulación de las infecciones, los quistes.los rumores, y las malformaciones y alteracio­nes en el desarrollo, etc., que no han podidoser resueltas mediante la alimentación y/o lafarmacoterapia-.Este último punto es común

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LA MEDICINA EN AL-ANDALUS--------------------------------------·

a todos los autores: sólo debe emplearse la ci­rugía cuando todo lo demás no ha surtidoefecto, ya se trate, por ejemplo, de curar unasimple grieta en los labios, de combatir undolor de muelas, de solucionar un problemade crecimiento excesivo de carne en la cncíao de eliminar unos quistes en la lengua, comose puede comprobar a continuación:

"Suelen aparecer en los labios unas grietasque reciben el nombre de "pelos", y estoocurre, de una manera especial, en los la­bios de los niños. Es frecuente que al tra­tar dichas grietas (...) este tratamiento nosurta efecto, entonces, debes calentar uncauterio pequeño y afilado (...), cuya par­te interna estará tan afilada como un cu­chillo; colocarlo, caliente, con ligereza, enel seno de las grietas hasta que la cauteri­zación llegue al fondo de las mismas; des­pués, lo tratarás con el cerato hasta que secure, si Dios quiere.Cuando existe algún dolor de muelas, pro­cedente de una causa fría, o éstas tienenalguna ca~ies sin que les resulte provecho­so el tratamiento farmacológico debGs cau­terizarlas aambos lados; ésta cauterizaciónpodrá realizarse con manteca o con fuego.y la carne excedente se trata con medica­mentos repelentes fuertes y se cicatriza conlos polvos; si esto no hace efecto, deberásemplear el bisturí.Los quistes se tratarán con medicamentospungentes y desecantes, tales como la sal yel tomillo; si esto no hace efecto, deberásemplear el bisturi".

Sin. embargo, es muy frecuente buscar uncamino intermedio entre la farmacología y lacirugía,propiamente dicha, empleando la san­gría -bien mediante el corte de las venas co­rrespondientes (flebotomía), utilizando sangui­juelas o sirviéndose de ventosas13

-. y las pur­gas, como complemento a la terapéuticafarmacológica.

De todos es conocido el abuso que, tantoen la Antigüedad como durante toda la EdadMedia, las distintas civilizaciones hicieron deeste método y los grandes petjuicios que estoocasionaba a la persona afectada. La creenciageneralizada era que la mayor parte de las en­fermedades provenían de un exceso de san­gre en el cuerpo y que al disminuir el volu-

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men de sangre, éste se purificarla y el enfer­mo sanaría aunque éste, en ocasiones, moríaantes por desfallecimiento que por la propiaenfermedad.

Respecto a los tratamientos, es preciso dis­tinguir entre aquéllos que corresponden a lamedicina convencional y otros métodos al­ternativos -por emplear términos actuales--.

Los tratamientos convencionales que seprescriben para combatir las afecciones buco­dentales son naturistas, es decir, se sirven desust.'lOcias naturales. Dentro de esta predilec­ción por 10 natural, predomina la terapéuticaalimentaria sobre la farmacológica y, en estaúltima, el empleo de los medicamentos sim­ples sobre los compuestos. Como ya hemoscomentado, con anterioridad, sólo se recurre,a la cirugía cuando todos los demás procedi­mientos no han dado resultado. Por tanto, tam,bién nosotros, nos ocuparemos de la terapéu­tica quirúrgica en la parte final del trabajo.

Entre los tratamientos menos convencio­nales, o alternativos, se encuentran las prácti­cas de carácter religioso (medicina del profe­ta) 'y las de carácter mágico y superticioso(jawa¡¡).

En cuanto a la alimentación del enfermo,se procura siempre que esté adecuada al tipode enfermedad que padece pues, según tengaun origen frío o caliente, húmedo o seco, seránecesario que ingiera alimentos calientes, mos,secos o húmedos, respectivamente, para con­trarrestar las causas que están provocando laenfermedad. Por ejemplo: para las afeccionesde complexión caliente, se tomarán sustanciasrefrescantes como, por ejemplo: hortalizas,zumaques, agraces o polluelos en vinagreta;para las de complexión fríá, sustancias calien­tes, tales como: legumbres y otros productossecos, fritos, asados, pan de arroz, miel y hue­vos pasados por agua; para las de complexiónhúmeda, sustancias desecantes del tipo de: sal,mostaza y arcilla; para las de complexión seca,sustancias húmedas, tales como: aceites, cerasy grasas; para los dientes móviles, sustanciasastringentes y ácidas, etc.

También, se tienen en cuenta los efectosdirectos que, desde el punto de vista físico, hacausado la enfermedad sobre el paciente y, así,cuando se trata de una fractura de mandíbula,se le reco~endaque evite masticar cualquiertipo de alimento y que siga una dieta blanda,a'base de alguna sopa suave, o similares.

En cuanto a los tratamientos farmacol6 ....gicos son muy variados: en total, teniendo encuenta todas las recetas que se utilizan, sonempleadas más de trescientas sustancias -prin­cipalmente de origen vegetal, aunque talll"bién las hay de origen mineral y animaJ-.Ofrecer aquí el listado de todas ellas alargaríainnecesariamente este trabajo y, por eso, Illevoy a limitar a comentar, a modo de ejemplo,sólo aquéllas que nos pueden resultar másconocidas y que, al mismo tiempo, son em­pleadas con mayor frecuencia -ya sea de for­ma aislada o mezcladas con otras-o Se trata delas siguientes: azúcar, miel, sal, vinagre, opio ybeleilo.

1aI vez le pueda sorprender al lector quese emplee el azúcar y la miel para tratar estetipo de afecciones, principalmente, cuandotodos sabemos los efectos nocivos que el con­sumo de estas sustancias tiene para la denta­dura. Sin embargo, la explicación es facil yaque a ambas sustancias se les atribuyen pro­piedades detergentes, desecativas y resoluti­vas. Entre sus principales utilid'ldes y form:lsde empleo se encuentran las siguientes: parélcombatir la dentera, frotar el lugar con mird;para,evitar la caries,emplear un dentífrico ela­borado con hojas y frutos de zarza y azúcar, ocolocar sobre el diente eléboro blanco amasa­do con miel; para el dolor provocado por lacaries, hacer gotear sobre el diente una mez­cla caliente de alumbre y miel; para evitar lacorrupción en los dientes, el ungüento egip­cio, cuyos ingredientes son: vinagre, miel y

cardenillo; y, para evitar las aftas procedentesde la bilis amarilla,. frotar sobre ellas azúcar depilón, alumbre y vitriolo.

En cambio, el empleo de la sal y el vinagreparece estar mucho másjustificado, sobre todoporque ambas sustancias continúan empleán­dose aún en nuestros días en la medicina po­pular pues tienen propiedades astringentes,corrosivas, resolutivas, detergentes y cicatri­zantes, aunque el vinagre, además, se empleacomo refrescante y desinfectante.

19uahnente, resultl fícil de entender el em­pleo del opio y del beleño, ya que ambos tienepropiedades analgésicas, narcóticas y cahnantes.

Las principales utilidades y formas de em­pleo del azúcar y la miel son las siguientes:para combatir el dolor de origen mo, pode­mos emplear alumbre quemado y purificadocon vinagre y sal, o amasar semilla de beleño

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1]xfmmóll dr 1/1/(1/111111:1" S~Ú" dcsmjxióJI de Aba 1­Q,fsjlll (J/.Zahr5u/i.

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Aglya quirrlrgicl1, s. XlI-Xlll pr«edenle del MlUeoA rqlleológjaJ de Aliamle.

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y opio con un concentrado de uva o miel; siel dolor es de origen caliente y existen palpi­taciones, habrá que emplear opio y cocimientoo raíz de beleño con vinagre; para combatir ladentera, resulta de mucha utilidad aplicar saldirectamente con la mano o masticar o frotarlos dientes con nueces, almendras, aveUana,~ yfrutos similares, y, también, masticar verdolaga;y para facilitar la cicatrización de las heridas,después de una extracción dcntaria o cual­quier otra"intervención quirúrgica, es benefi­cioso enjuagarse la boca con vinagre. con salo con una mezcla de ambos.

El resto de los tratamientos son muy simi­lares a los mencionados, sólo varía el númerode sustancias empleadas, la forma de utilizar­las y la finalidad con que se emplean pues hayalgunos tratamientos que son comunes a va­rias enfermedades y otros que son específicospara una concreta.

De todos ellos, además de los menciona­dos, me parece interesante comentar el siste­ma empleado por los médicos andalusíes pararealizar los empastes dentarios ya que, a dife­rencia del actual,_ no utiliza amalgamas sinoalquitrán y otras sustancias vegetales. Por ejem­plo: agalla de tinte; mirra; semilla de puerroamasada con alquitrán; mecercón y. leche delechetrezna, amasadas con alquitrán; almizcley almáciga; almáciga y alumbre; y vitriolo rojoegipcio mezclado con resina de terebinto.

También, resulta especialmente curioso untratamiento para acelerar el crecimiento de losdientes elaborado a base de juncia, manteca yaceite de azucena: después de mezclarlo todo,se unta sobre el diente para que éste crezcamás deprisa.

Como ya hemos comenudo, hay otras oca­siones en qut::" al igual que sucede en nuestrosdías, se recurre aprácticas menos convencio- .nales, como se puede comprobar en los si­guientes ejemplos:

Para combatir la caries dental14 :

"Tomado de Ibrarnm b.Mu~mmad quiendij<?: Los compañeros del Enviado de Dios-Dios le bcngida y lo salve- cogieron gra­nizo para él -Dios le bendiga y lo salve­que lo comió y dijo tEsto evita la caries.",

Contra el dolor de dientes ls :

"Tomado de 'Ibn 'Abbas que contó queun hombre se quejó al Enviado de Dios -

Dios le bendiga y lo salve- de dolor demuelas y él -Dios le diga y lo salve- lehizo un encantamiento diciendo: c¡Cálma;'te, oh viento.Yo te calmo c;on Aquél quecalma todo lo que hay en los cielos y en Intierra, que es Dios, el Oyente, el Omnis­ciente». Dijo aquello siete veces, y el hOl1l~bre curó, eligiendo los musulmanes, desdeentonces, aquel encantamiento contra eldolor de muelas~

Se quejó 'Abd AUah b. Rawa al Enviadode Dios de dolor de muelas y él dijo: lCAcér­cate aAquél que me envió la verdad; yo loexhortaré en favor tuyo. Nadie puede ha­cerlo sino aquél que. descubre el mal•. Lue­go colocó su manto sobre la mejilla en 1;1

que tenía el dolor y exclamó: «Aleja de élel dolor [¡oh Dios!], pues te exhorta tuprofeta, el bendito, el mcquí, el siervo deDios». Dijo esto siete veces y Dios lo curóantes de que terminara".

Otros métodos alternativos para combatirel dolor de muelas son, por ejemplo, haceruna escarificación alrededor del diente cOllunos huesos afilados pasados por estiércol delobo; aplicar sobre el diente articulación devaca, después de quemada y mezclada con al­gún jarabe. La dentera, por ejemplo, se cm"colgando del cuello de quien la tiene un hue­so de persona muerta.

También hay algunos otros tratamientoscuriosos que, aunque los propios autores nolos clasifican de "mágico-superticiosos", bienpodríamos considerarlos más dentro de esteapartado que del de la medicina convencio­nal. Entre ellos, podemos destacar los siguien­tes: provocarle el eructo a la persona afectadade caries después de haber comido ajo, parasolucionar su problema; morder una vara dericino hasta que desaparezca el dolor de dien­tes; utilizar un dentífrico elaborado con cabe­zas de sardinas saladas, harina y cebada -que­madas y amasadas con mic1-, disuelto en zumode uva y un poco de vinagre, para limpiar yfortalecer los dientes; o este otro dentífrico, abase de posos de orina de ~ños mezcladoscon cal viva, arsénico y granada, para favore­cer el crecimiento de las encías.

En cuanto a la terapéutica quirúrgica, po­demos decir que el único que la utiliza entoda su magnitud es al_Zahrawy16, aunque,siempre que puede, trata de evitarla, sobre todo

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R.tprtSetltaá&n de al·ZAhrálvi. Biblioteca Nadonal deMadrid.

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cuando se trata de extraer alguna pieza denta­ria. En este punto, es absolutamente conser­vador y, por ello, insiste constantemente en elperjuicio que la extracción tiene para el orga­nismo:

"Es co~veniente que emplees todo tipode recursos en el tratamiento de las enfer­medades de las muelas y renuncies a suextracción pues, una vez extraídas, no pue­den ser sustituidas por nada ya que se tratade una sustancia noble, incluso cuando setrate de una extracción forzosa".

Así pues, encontramos multitud de rece­tas para tratar de solucionar los problemasdentales antes de que sea inevitable la extrac­ción de cualquier pieza,'por ejemplo:

Receta de una untura que se aplica sobrela muela cariada, la cual no se volverá acariar después de eso y se quedará comC).estaba antes.Se toma ajenuz, se hierve, se machaca convinagre muy ácido y se coloca sobre ellugar cariado pues, así, la caries no aU~llen­

tará, como he dicho.Otra receta de Galeno, que te evitará te­ner que extraer la muela con el instrumen­to metálico.En primer lugar, acércate y limpia toda laparte que hay alrededor del diente, circun­dándolo; luego, toma vitriolo rojo, agallade. tinte verde, estafisagria, alumbre delYemen,azufi-e sin quemar o pimienta blan­ca. Pulverízalo todo, mézclalo perfecta­mente y úntalo sobre la muela. Si lo ama­sas con alquitrán te resultará de mejor ca­lidad.Receta de un dentífrico de al-R1izi útilpara la caída de los dientes.Se toma balaustra, alumbre, sukkl7 , gomade acacia y orobanca, en la misma propor­ción.Se machacan y se frotan con eso las raícesde los dientes que se mueven.

También, en esta misma línea de preserva­ción de las piezas dentarias, encontramos unamagnífica descripción sobre cómo reforzar laspiezas que se mueven para evitar que se cai­gan:

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Cuando las muelas delanteras se ·estreme­cen y se mueven, a consecuencia de algúngolpe o alguna caída; el enfermo no escapaz de morder sobre lo que está comien­do, para evitar que éstas sc le; caigan; y noles resulta provechoso el tratamiento conlos medicamentos astringentes, la únicasolución que tienen es reforzarlas con unhilo de oro o de plata -aunque es mejor elprinlero, ya que la plata forma cardenillo yse corrompe, cuando han pasado algunosdías, mientras que el oro permanece inal­terable, nunca le sucede eso-. El hilo debetener un calibre intermedio, proporciona­do a la anchura del intervalo que hay en­tre las muelas.La forma de- realizar el entrelazado es lasiguiente: toma el hilo e introdúce!o do­blado entre las muelas sanas; luego, entre..,.teje con uno de los dos extremos del hiloentre las muelas que se mueven -sea una omás de una- hasta que llegues con el en­tretejido hasta la muela sana que hay al otrolado; después, vuelve entretejiendo haciael lado por el que comenzaste. Tu manoejercerá una presión suave y firme, hastaque no se muevan las muelas' en absoluto,y la ligadura del hilo la debes hacer juntoa las raíces para que no se suelte. Luego,corta uno de los extremos del hilo, prefe­riblemente con unas tijeras, únclo con elotro, trénzalos ambos con las pinzas, ocúl­talos entre la muela sana y la muela móvil,para que no arañen la lengua, y deja loque has reforzado de ese modo. Si se des­atara o se cortase el entrelazado vuelve aatarle otro hilo; esto le servirá el resto desu vida.Y ésta es la figura de las muelas y laforma del entrelazado entre las dos muelassanas y las dos muelas móviles, como ve­rás.

Otra veces se soluciona el problema de losdientes móviles mediante la cauterización delas encías:

Cuando se relajan las encías, a causa de lahumedad, y se mueven las muelas sin queles resulte provechoso ningún tratamientofarmacológico, debes proceder del modosiguiente: coloca la cabeza del enfermo entu regazo, protege el cauterizador (....) si­tuando una cánula sobre la muela, intro-

duce en ella cauterizador y procura no pre­cipitarte. Mantén tu mano de este modo un

poco, hasta que el enfermo sienta que el ca­lor del fuego ya ha llegado a la raíz de bmuela;luego,retíra tu mano y vuelve a apli­car el cauterizador varias veces, según elobjetiVó que quieras conseguir. Después, elenfermo se llenará la boca con agua de sal,la retendrá durante una hora y,luego,la arro­jará. De este modo, la muela que se movíaquedará .6,rme, la encía relajada se fortaJecc­

. rá y la humedad corrupta se secará.

También se recurre a la cauterizacióncuando existen fuertes dolores de muelas queno remiten con otros tratamientos:

Receta para cauterizar las muelas, cuandoexiste en ellas un dolor y una punzada in­tensos y no les hace efecto ningún medi­camento.Se toma aceite de oliva, 1 onza; y mejorJ­na seca o su agua y alharma, se toma decada una una medida de 1112 adarmes.Se machaca y se hierve todo en el aceitede oliva; luego, se coloca en dos agttias,poniendo en cada una de ellas una por­ción del tamaño de un grano de pimienta,se toma una cánula de cobre o de hierro yse coloca sobre la muela; después, se ca­lienta una de las dos agujas,sumergiéndo­la en el aceite de oliva -que estará al fue­go- y se coloca sobre la muela en la cánu­la. Cuando se enfríe una, se tomaci la otra,que estará caliente. Se repetirá la opera­ción seis veces y, así, el dolor se mitigarácompletamente. Debes procurar que elhierro caliente no toque la encía porquela quemaría. Éste es un experimento queno falla nunca.

Pero, cuando, agotados ya todos los recur­sos, no queda más remedio que extraerla, in­siste al-Zahrawl en que se tomen todo tipode precauciones,.como ya hemos comentadocon anterioridad, porque el dolor puede en­gañar al enfermo y éste pedir que se le extrai­ga la muela sana en vez de la enferma.

Los métodos para realizar las extraccionesson varios, lUlas se sirven de la farmacologíay, los otros, de la cirugía.

En cuanto a las recetas más habituales parahacer salir los dientes, sin necesidad de recu­rrir a la cirugía, se encuentran las siguientes:

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Receta de un medicamento. que hace salirlos dientes sin dolor.Se toma harina de alcarceña, tamizada ylimpia, se amasa con leche de las plantascon látex, se aplica sobre la muela,se colo­ca encima de ella una hoja de correhuelay se deja actuar durante una hora.Receta de un. medicamento que extrae las

muelas.Se toman raíces de coloquíntida, se macha­

can perfectamente con vinagrc.luego,se lim­pia la muela y se unta sobre ella durantetres o cuatro días, pues eso la arrancará.Otro que deshace las muelas.Se toma harina de trigo, el peso de 2adarmes, y se amasa con leche de las plan­tas con látex; se coloca sobre el diente y lamuela y se deja sobre ella durante un pe­óodo de tres horas, pues eso los deshace ylos hace salir.

Respecto a las técnicas quirúrgicas, en ge­neral, debemos decir que son bastante cuida­das, exactas e innovadoras para la época en laque nos encontramos, siglo X, y prueba deello es que toda la cirugía posterior se ~asó enellas. También, es de destacar la gran perfec­ción de todos los instrumentos utilizados -lamayor parte de los cuales podemos encontrarhoy en la consulta de cualquier dentista o en

cualquier quirófano-, cuyas figuras hemospodido conocer gracias a la minuciosidad coneJ propio al-Zahriiwi nos los describe en suKitab 01-Tai'!f. A este respecto, el autor dejabien claro que s610 va a incluir aquellos ins­trumentos que utiliza con mayor frecuencia yllama la atención sobre la importancia de quesea el propio médico el que se diseñe el ins:"

trumeJital necesario para cada caso:

Debes saber que los instrumentos de lasmuelas son numerosos, así como el restode los instrumentos, apenas se pueden enu­merar; y que el artesano experimentado yhábil en su arte ha de inventar sus propiosinstrumentos de acuerdo con las necesi­dades de su trabajo y de las propias enfer­medades, porque hay muchas enfermeda­

des para las que los Antiguos no mencio­muan instrumentos debido a la diversidad

de sus clases.

En cuanto al resto del material quirúrgicoes bastante pobre: no hay referencias a mesas

o sillones de operaciones -casi todas las inter­venciones buco-dentales se realizan apoyan­do al enfermo en el regazo del médico o con­tra la pared-; no hay referencias a sistemas es­peciales de iluminación ---se recomienda la ilu­minadón solar- y los apósitos y vendajes sonde los tejidos que usualmente se empleabanpara la ropa de vestir -algodón o lino-.

Respecto a las precauciones que debe (O­

rnar toda persona que vaya a realizar cualquier

intervención quinírgica, cabe señalar el cui­dado que hay que tener a la hora de realizarcualquier corte, para evitar que se produzcaalguna hemorragia, y la conveniencia de pro­teger las heridas, para evitar que se peguen laspartes qüe no deben, como podemos com­probar en la siguiente operación de frenillo:

Este ligamento, que aparece debajo de lalengua, puede ser congénito -la personanace con él- o adquirido -a consecuen­da de la cicatrización de alguna herida-.La forma de operar en él es la siguiente:abre la boca del enfermo -:-estando su ca­beza en tu rczago-, levanta su lengua ycorta ese ligamento nervioso, a 10 ancho,

hasta que la lengua quede liberada.Pero, si existe alguna dureza y nadulación-habiéndose producido esto a consecuen­cia de la cicatrización de alguna herida-,debes sujetarlo con un gancho' y rajarlo, alo ancho, hasta que elligam~nto esté cor­tado y los nódulos se hayan disuelto. De­bes procurar que la raja no profundicedemasiado en la carne, no vayas a cortarallí alguna arteria y se produzca una he­morragia. Después del corte, el enfermose enjuagará la boca con agua de rosas ocon vinagre yagua roa. Luego, colocarásun apósito de lino debajo de la lengua, dcual deberá retener el enfermo cada no­che para evitar que se le pegue por segun­da vez.Si se produjera alguna hemorragia, debescolocar vitriolo pulverizado sobre el lu­gar; si no consigues cortar la sangre, cica­

triza el lugar con un cauterio lenticularque es el adecuado para eso. Luego, conti­

núa tratándolo hasta que se cure.

También, tienen clara ya los autoresandalusíes la diferencia entre un tumor (be­nigno), que tiene curación, y un cáncer, al que

Asa de presión estriada reaUzada en bronce y utilizadahabitualmente como instrumento quinírgko. MuseoArqueológico Nadorlal.

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es mejor no acercarse, como podemos com­probar en la siguiente operación de un tumorlingual:

A veces, aparece debajo de la lengua untumor parecido a una "rana" pequeña, quele impideTealizar su función natural, el cual,en ocasiones. crece hasta llenar la boca. La

-forma de actuar en él es la siguiente: abrela boca del enfermo -de cara al sol-, ob­serva el tumor y, si ves que tiene un coloroscuro o negro, está duro y el enfeemanotiene en él ninguna sensibilidad. no ]0 to­ques porque se trata de un cáncer. Pero, sies de color blanco y está húmedo, debessujet:nlo con un gancho, rajarlo con unbisturí fino y liberarlo por cada lado; sibrotara mucha sangre. en el momento enque estás realizando esta operación, colo­ca sobre él vitriolo pulverizado hasta quese corte la sangre; y. luego, continúa contu trabajo hasta que lo extraigas comple­tamente. Después, el paciente se enjuagarála boca con vinagre y sal y, posteriormen­te, seguirás aplicándole el tratamiento apro­piado para eso, hasta que se cure.

Volviendo a los problerp.:;¡s dentales, es in­teresante la importancia que se da a la limpie­za de la boca y a la eliminación del sarro, asícomo la precisión de los instrumentos em­pleados para este fin:

A veces se acumulan en la superficie delos dientes, por dentro, por fuera y entrelas encías, unas costras ásperas y feas decolor negro, amarillo o verde que llegan aprovocar la corrupción de las encías y queafean los dientes.Es conveniente que sientes al enfermo de­lante de ti -con su cabeza en tu regazo- yfrotes con arena la muela y el diente en losque veas las costras, o algo similar, hastaque no quede ni r.lstro de aquello; y 10mismo harás con lo negro, lo verde, loamarillo o cualquier otra cosa extraña, hastaque esté limpio. Todo eso debe desapare­cer de los dientes en el primer raspado pero,si no fuera así, vuelve a aplicar el raspadorotro día, o dos, o tres, hasta que alcances elobjetivo deseado.Debes saber que las muelas necesitan unraspador con diferentes figuras y numero-

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sas formas, en función del objetivo que tepropongas. Lo más importante es que elraspador con el que se raspen las muelaSdesde el interior sea diferente al que seutiliza para el exterior, y el que se utilicepara raspar entre las muelas tenga otra fi­gura.Y éstas son las diversas figuras de to­dos los raspadores que debes tener prepa­rados.

También,se establecen diferencias entre laforma de realizar una simple extracción den­tal, en la que no hay problemas añadidos, y lade extraer las raíces de las muelas cuando, porcualquier motivo. se han partido al extraerlasy ha quedado algún trozo en la cncía, o cuan­do se ha fracturado o se ha extraído algúntrozo de mandíbula junto con la muela. Es deespedal interés el cuidado que pone en pro­teger la muela, cuando está cariada, para queno se parta al apretar sobre ella:

Cuando hayas verificado personalmentecual es la muela enferma, dcbcs hacer unaincisión alrededor del diente sirviéndotede un bisturí y haciendo un poco de fuer­za a fin de separar cada lado de la encía;luego, lo moverás -con tus dedos o conunas tenazas fi~-, primero poco a poco,a fin .de estrcmecerlo, y, después, emplea­rás unas tenazas mayores para hacer másfuerza -la cabeza del enfermo estará entretus rodillas y lo habrás preparado para queno se mueva-; finalmente, extraerás lamuela con mucho cuidado para que no serompa. En el caso de que no saliera, y sóloen ese caso, toma alguno de los instrumen­tos que se emplean en estos casos, intro­dúcelo con cuidado debajo de la muela,por cada Jada, e intenta moverla como hi­ciste al principio.Si la- muela estuviera perforada o cariada,es conveniente que rellenes dicho orificiocon un trapo -apretándolo fuertementecon el extremo de una soncb fina-, a finde que no se rompa en el momento deapretar sobre ella con las tenazas. Convie­ne que seas certero~al profundizar en laincisión alrededor de la encía y tengas cui­dado para no se te rompa la muela y que­de algún trozo de ella que le provoque. alenfermo podredumbre, ya que.esto sería'peor que la enfermedad inicial.

Procura no ser tan osado ni tan atrevidoen tu actuación como los alfagemes, quic~nes al realizar las extracciones no tienenen Cllene. todo lo que acabamos de dC's~

cribir, pues es frecuente que la gente ac­túe con tanta osadí~ que es ficil que se lesrompan las muelas y queden en la ellcí~

todas sus raíces, o parte de ellas. Tambiénpuede ocurrir que,jumo con la muela, seextraiga algún trozo de mandíbula -coSo.'que hemos visto en ocasiones-oLuego, el paciente se enjuagará la boc;,¡,después de la extracción, con algún jarabeo con vinagre y sal. Si se produjese unahemorragia, lo que es frecuente, mach;¡­cam un poco de vitriolo y rellenarás conél el lugar; si el vitriolo no te resultara útil,cauterízalo.

En los casos en que, comp hemos visto, sepresenta alguna extracción dificil, se prep;-¡Tllpreviamente el diente con algún tratamientofarmacológico para facilitar la extracción. Porejemplo:

Se toma pelitre, raíces de coloquíntida,cortezas de mecercón, cortezas de miz dealcapa~ro, cortezas de raíz de moral, raízde asafetida, arsénico,leche de lechetrezn:lo de adormidera, de cada uno 1 ~arte.

Se machaca todo con vinagre acre,luego,se deja al sol dutante tres días, machacán­dolo dos veces cada día, y se forman unaspíldoras, que se machacarán con vinagre,cuando se necesiten, y con las cuales seuntarán las raíces de los dientes. La unturnse hará, después de haber realizado una es­carificación, durante unos cuantos dbs,varias veces cada día, ya que, así, se facilitala extracción de los dientes y de las m':le­las.

También encontramos otI25 recetas mu­cho más simples con esta misma utilidad:

Se toman raíces de coloquíntida, se m;¡­chacan perfectamente con vinagre,luego,se limpia la muela y se unta sobre ella du­rante tres o cu~tro días, pues eso la arran­cará.Se toma pelitre, se deja macerar en vina­gre acre durante cuarenta días, luego, semachaca y se aplica sobre el diente que se

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quiere extraer -teniendo cuidado de notocar el resto de los dicntcs-, pues eso fa­cilita su extracción.

Ya para finalizar,me referiré a la reimplan­tación de piezas dentarias. No podemos ase­gurar, de manera categórica, que esta técnicase practicara ya en esta época, pero existenindicios de que alguna vez se intentó volver areponer la propia muela que se había caído y

de que se realizaron implantes a partir de hue­sos de animales, como podemos comprobar acontinuación:

También puedes reponer una o dos mue­tas, después ,de que se hayan caído, en susrespectivos lugares realiz~mdo el entrela­zado que hemos descrito y éstas se queda­rán fijas; pero eso sólo lo podrá realizar unartesano diestro y meticuloso. A veces, setalla algún hueso de vaca, se le da la formade la muela, se coloca en el hueco que lami~lna dejó y se realiza el entrelazado talcomo dijimos, de este modo sc queda fija.

Conclusiones

Después del estudio presentado, podemosterminar diciendo que la odontocstomatologíafue un arte quc no se practicó de forma espe­cífica en al-Andilus, aunque casi todos losmédicos se ocuparon de ella en sus composi­ciones, sobre todo a un nivel práctico: recetaspara preservar la salud dental.

En general, se siguen aplicando las teoríasde los grandes médicos clásicos, tanto griegoscomo árabes, a las que no se aportan grandesnovedades desde el punto de vista de la ana­tomía, la patología y la farmacot~rapia.

La cirugía, en cambio, experimenta en estaépoca grandes avances, gracias al buen hacery la constante preocupación de al-Zahr;¡wl,quien demuestra constantemente.sus gnndcsconocimientos de anatomía y de técnicasinstrumentales.

Se tratan de conservar por todo los me­dios las piezas dentarias, retrasando lo másposible la extracción de las mismas.

Los reimplantes dentarios se practicaronde forma muy aislada ya que se considerabauna operación que entrañaba mucha dificul­tad y que sólo podía ser llevada a cabo por unartesano diestro y meticuloso.

Las principales reco·mendaciones cuandoexiste cualquier tipo de afección dental sonlas siguientes: evitar los vómitos, no hablarmucho, no morder sustancias duras o visco­sas, y evitar la alternancia entre lo caliente ylo frío.

Instrumental

NASR, S. H., Islami, sciena.An llfllstrated study. In­glaterra, World of Islam Festival PubJisbingCompany Ltd., 1976,p. 171, fibrura "107.

jACQUART, D., La médedne, entre p. 128-129, figs.S Y 6, reproducción de instrllmental de al­ZahrawI.

ZOZAYA, J., "Instrumentos quirúrgicos andalu­si..", BA Ea, 20 (1984), p. 255-229.

El legado dentfjico atldalusl, catálogo de la exposi­ción presentada en el MuseoArqueológico Na­ciona! (Madrid, abril-junio 1992), Ministeriode Cultur.!. (Centro Nacional de Exposicio­nes) y Ministerio de Asuntos Exteriores (Insti­tuto de Cooperación con el Mundo Árabe),Madrid, 1992, pp. 269-288 (concretamente enla-p. 278 hay unas para muelas; también podriaservir, p. 279 Yen p. 286).

Notas

1. El contenido de esta obra. puede verse en:CELENTANO, G., "Le petit traité def;lunayn b. Isbaq sur la prophylaxie et la·thérapie des dents",Amb¡,o,21 (1974), 245­251.

2. Otto Spies publicó, en el año 1966, un valio­so artículo sobre este tema (Sildhoffi ArciJivFiir CesclliciJlc der Medizin und der Natunvis­senschaften, vol. 46, cuaderno 11, Wiesbaden)que, dos años más tarde, fue ampliado y pu­blicado en árabe con el título tibb al-asnan'inda al· 'aralJ, Dicho artículo contiene unasinopsis de la odontología, a partir de los a.u­tares árab~s. algunos textos del Firdaws al­~likma. de al-Tabari, del Kiláb al· 'Umda ji l.yiraha de lbn al-Quff(m.685/1286) y de 01·DU5tir al·blmaristani de Ibn Abli I-Bayan(m.634/1236), y diversos tratamientos prác­ticos de los dientes. Cfr. SPIES. o.,"La odon­tología árabe", Revista del IlIslituto Egicpio deEstudios Islámicos, 14 (1968), 199-230.A pesar del tiempo transcurrido desde su pu­blicación, son también de gran interés los tr.l.­

bajos de.KHALIFAH,E.S.,"Ar.!.bian descrip­tion of dental caries in the tenth century",The journol of the Americon Dental Assodation

Varilla quinh:,,!ica, s. XlI·XIlf..Musco arqtleo16glco deAlicatlte.

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artd (he OtI/ItI/ Cosmos. 24 (1937),1847-1852, cíll! de la Naturaleza tn aI·Amlalus. Jextos y Es· lta~t. Matbü'3cAk3dimiyya :11-MamJaka alquien recoge algunos fragmemos de alguna ludios Ul, ed. por E. Gan:Í3 Sánchcz, Granada MagribiY~11990.de las obras mencionadas; KHALIFAH,E.S., 1994, p. 79-119; Y"Estudio farmacológico También su padre.Abii 1·'A12 (m. 525/1131).:md HADDAD, S.1.. "Dental glcanings from de la Maq51a XXI del Kit~ al·'J~y de 011- menciona en su Kitif6 al-Muytlrmbit 20 ren-Ar::abian Medicine". 'J71tJollmal ofd/tAmmam Zahr3w¡". Ciencias de la Natura/un fll al· w pan combatir divetS3s afecciones buwIxural A5Socialion anJ Ihe ~ntQl Cosmos, 24 Andalus.Talos y Estudios IV, cd. por C. Álvarez. denalcs,cfr.AIlO L- 'ALA' ZUHR,Kit3ft "l·(1937), 944-955, en la misma línea que el de MoraleJ, Cnnaw, 1996, p. 235-255. Muyarmb5t (Ubro tle fas expfflcndas mMint().:unerior; y ROSENTHAL, E, "llibliograp- 5. En algún caso, me ha parecido oportuno re- Edici6n, tr.lducciÓn y estudio por C. Álv.ln-'"hica! notes on medieval Muslim dentistry", coger información de algún otro autor y así Millán. Madrid, 1994.BIIUetil1 of tl.e lliltOry of IIIctlicitle, 34 (1960), lo especifico en la correspondiente nota. 9. Ed. crítiC'3 por ].M· Fórneas y c. Álvarez d.·52-60, quien, adenili de la relevancia de los 6. I)e eJe obr:l: se han utilizado tres texros dis- Morales, 2 vo4., Madrid 1987.textos médico! ~n el eswdio de la odonto- tintos pertenecientes, "respectivamente, a la 10. Ed. Y trad. de LLAVERO RUIZ, E., VII fr.,.

logia, también, comenta el interés que pue.,. maq:rla 1 de su K. al·TttVif. que es una inrro- tado dc o'nlgfa 'fispalloámbe dd sixlo XI V: IJden suscitar algunas obras de poesía, de juris- ducción general a toda la obra (edición de "J(jtlb al-/stiqp"'de M¡l1)drll",ad al-Sa}i'a.EtIiprudencia o de fISionomía, entte otras, ya que M. al-JauabI. "Muntajabn nun al-maq:ilat ;:.l- ción critica y traducción española con g1~1

en rodas ellos se pueden recogen, en OC25io- üla: ou'lüm.:ir':Imma", en al-Tibb wa-l-a tibbJ' rio de términos técnicos y sustancias, 2 vok.nes, anécdot:ls curiosas a esre respecto. Ji /·Anda(us al-i115tlfiyya, Beirul 1988,1, p.134- Granada 19K9 (microficha).

3. Además de )os textos que se incluyen en este 140); a la maq5fa 11, dedicada a la definición y 11. &l. de VÁZQUEZ DE BENITO. M. C ..trabajo, puede ~ultar de interés para c1lec- clasificación de las enfermedades (edición de Salamanca, 1972.(or con~ultarlos trabajos de GROSS, G."L'art M. al-Jattibi, "A(lsn:if al-amri wa- 'al;¡:ll1:Itu- 12. Cfi:.IBN YULYUL, Talklq!ft al-a tibb¡'II'lr-1dentairc chez les :lrabes. La chirurgie h¡¡ ti Kitib al· Ta~rif', en il/· pbb wa·l-a ribblf', 1, /;lIlkallll'. Ed. F. Sayyid, El Cairo, Instiltlld'Abulcasis", L'Odollwlogie Z" série, vol. 9 pp. 144-210); a la m(lq5/a XXI, dedicada cx- Franlj"ais d' Archéologie Oriental, 1955 {"C;,·(1899),455-464, YNIEL, CH.,"L'l chirurgie presamente a los medicamentos de la boca, Ileraciones de médicos y sabios". Intr., trnd. ~

dentaire d'Abulcasis comparée ;¡ celle des los dientes y la lengua (ms. n" 134 de la Bi- estudio por E. Llavero Ruiz. Memoria de 1..1maures du Trarza", RCLllle de Stolllatologie, 18 blioteca Real de Rabat,p. 118-160 -Vid.AL- cenciatura presentida en la Universidad d,·(1911),169-180 Y 222-229, ya que, a pesar JAn-A.I3T,M., Ca/alagues oflhe Uoyil/ UbTary, Granada en 1979 (inédita).), p. 43, dentro .1,·del tiempo transcurrido desde su publicación, vol. 11: Seetioll oJ tite Mamuaipls cif Mcdednc, la biografia n" 15 dedicada a Galeno (m: ,no han perdido actualidad, pues csdn dcdi- PllflTlI/(/cy alltl Allied &icllcl!5. Rabat 1982, p. 200 d.C.).cados a :maliza"la obra de este autor. 73-, y ms. n" 502 (Colección Banr Aga) de la 13. Este es el procedimiento recomendado cuall

4. Ya, en otras ocasiones, me he ocupado de es~ Biblioteca Sulayrnaniyy:l de ESl'ambul - Vid. d().el enfermo es un nmo, seguramente, PUltos temas, como se puede comprobar en mis AL-ZAHRA.WT, (11.- '/a~T!ffj-l1Iall 'apiza 'at/ (1/- considcrnrlo menos agresivo.siguientes trabajos:"Afecciones dentales más t(l'/Ij. Frankfurt t986 (prol. F. SEZGIN), 11, p. 14. Cfr. ION f:"IABTD, MlIjlfl~rft I-ribb (OJnlpl'llhabituales en los tcxtos médicos hispanoára- 100-112); y a la IHilq!f/(I XXX, dedicada a la dio de mediej"a). Introducción, edición críticlbes", Bolerln de la Asodación Espaiio/a de cirugía (edición de M.S.Spink and G.L.Lewis. y traducción de C. Álvarez de Morales y l·ÓriclltClU11aS, 27 (1991),33-52; "Afecciones Alb//casis. On SrlTgeTY alld iJlJtmmellts. Berkeley Girón hueste. Madrid, 1992, p. 71. 18 v.buoles en algunos rextos médicos andalusÍes", & L05 Angeles 1973). 15. fbirlem, p. 120, 43 f.

Cietlcias de la Natllmleza ell al-Andalus. Textos 7. Traducción de ÁLVAREZ DE MORALES, 16. El resto de los médicos no pa5:m de peqm'y Es/lidios 1/, ed. por E. Carda Sáncbez, Ma- c., El "fibra de la a{mofuzda" de Ibll W5Jid de ñas esarifiociones o algun.a cauterización.drid, 1992, p. 221-255; "Los elementos de "/o/edil (Rcatario midiro ára~ del siglo Xl). 17. Medicamento compuesto de agalla de tilllt·.matcria médica de 1:1 MnqNa XXI del Kir¡b 1hlcdo, 1980. pasas, mirobilano émblico, aceite de oliva \al·Ta$riJ de al-Z:J,hrJwi y sus fuentes", Cit'lI- 8. Ed. Muammad b. 'Abd A1Lah al-Rawd:i.ni, almi7.cle.

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