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^ ^ ^ ^^^^, :1T ^DRiU .l [' NIO 196^^ 1^.° 1? - 6^ H LA MOSCA UE LA ACEITUNA Manuel Arroyo Varela Ingeniero Agrónomo de la Estación de Fitopatología Agrícola de Madrid (I. N. I. A.) MINISTERIO DE AGRICULTURA

LA MOSCA UE LA ACEITUNA · 2006. 10. 25. · LA «MOSCA DE LA ACEITUNA» Pocíemos afirmar con toda razón que la «inosca de la aceituna» (Dacus oleae Gnil. ) es el peor ei^ieniig^u

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  • ^ ^ ^ ^^^^,

    :1T ^DRiU

    .l [' NIO 196^^

    1^.° 1? - 6^ H

    LA MOSCAUE LA ACEITUNA

    Manuel Arroyo VarelaIngeniero Agrónomo de la Estación de

    Fitopatología Agrícola de Madrid (I. N. I. A.)

    MINISTERIO DE AGRICULTURA

  • LA «MOSCA DE LA ACEITUNA»

    Pocíemos afirmar con toda razón que la «inosca de laaceituna» (Dacus oleae Gnil. ) es el peor ei^ieniig^u due tieneen todo el mundo este truto. Se encuentra exten^lida por loshaíses mediterráneos y lleg^a incluso hasta _-^irica clel ^tu-.

    r^taca únican^iente a dicho truto y- no parece que su lar-va se pueda ciesarr-ollar sobi-e el de nin^uiia ^^ti-a especie ^•e-^etal.

    Descripción.

    .4c11^1t^^.-Lsta n7osca es cíe tamañr, seinejante al de la^l^nléstica, algc^ inenoi-, y se distirlbue rlara^IZente ^ie ella.^u col^^r base es inás ^^^ men^s parcí^^, r^m marlcha^ neárasdistribuídas por todo el cuerpo, variables en e^tensión ^- nú-^ilero, según las distintas varieda^les. ha mac:h^^ es algo i1^ásl^equeño que la hembra.

    La cabeza es jx^co ^nás ancha c^ue el pr^^t^ra^, de r^^lc^i-castaño clar^>, c^»i las antenas inu^- ^-isibles. Los ojos son^i-ari^les, _^^ cu^nd^^ está viva presenta reflejos verdosos oazula^los.

    La tr^^mj^a ca amarill^^ ^^scttra. T^^^las la^ cerclas so11l^egra^.

    I^1 tóra^: es pardo ^^or su harte inieri^r y arisáceo Ix^rla su^^erior, en la que destacan claramente tres líneas más^^scuras.

    I^l escu^lete es mu^- típico, neg^r^^ en su harte basal ^- ama-rillo-n^arfil en su borde hosterior. Tan^hién de este cc^lor s^^nl^^s h^^mbros del hronot^> y la zona de inserción alar.

    Alas hialinas, con el esti^-ma j^ard^^ ^- ui^a 1>eqtieña man-

    FoTO ro ►tTnna: Señales de puestas y orificios de salida.

  • Fig. 1. Macho (izquierda) y hembra (derecha) de Dacus oleae. NóteSeel ]argo oviscapto en la hembra.

    cha ahtima^la en cl ^-értire. 1.^^^ balan^^ines s^^n l^lanque-Clt1l)S.

    La; 1>ata, l,reseiitan ui^ t^m^^ hc^i7i^^g^éue^^ }>ard^^-amari-llento, c^n el fi1^al de las til^ias _^- l^^s tars^^s más ^^sct^r^^s..

    l^l abdomerl está a>mjniest^^ de cina^ segmentos, ^- esde col^^r parclo rojiz^^. I:n el mach^ tiene tor^na reduncieada^• eii la he»>bra se ^^r^^l^^i^g-a el últim^^ se;-ment^^ }^ara ic^rmaruna vaina ^^r^^tert^^ra del ^wi^ca^^t^^, retrá.^^til. _^- ^7tte n^i^le rasiun milímetr^^.

    1'uc^len ^-ariar hastantc las manchas i^e^;^ras cjuc :uelentener en ca^la se^^ment^^. c^m^r^ ^-a hem^^s ^lirh^^.

    H^rcwn.-L^^s hue^^erill^^s, ^jtie sicml^re los intr^^^lur^^ erila Intl^>a cle las areitunas, ^^^ii, re^^ién Inte^t^^s, cle col^^r blan-c^ lech^^^^^, c^m la sul^e^rficie finan^ente reticul^c3a. ^u f^^rinaes ^^^^al ^^lar^;^a

  • Fig. 2.-- -Aceitunas con heridas de puesta.

    lu. La cara cl^^r^al cs nutch^^ n^ás c^,nvc^a ^lue la vcntral.

    ^tts ^litner^^i^^i^es nlá^iiuas s^^ii U,80 milímetr^^s

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    Biología.

    I^:1 invierliu 1^^ l^a^a e^te insectc^ en i^rma ^le Ini^^a ^^ ^^e-

    neralniente enterra^lu en la z^na cle ^^ote^ cle lu^ árb^>les.l:n al};unas re^;^iune; uli^-arera^ ele I^s^alia cie clima l^^^r

  • -s-

    c:omo es el Coccido Saissetici oleae I3ern. Busca igualtnentelos jug-os que se vierten por heridas en las lrutas ^- baja alos nectarios de las flores.

    5eg^ún la temperatttra ambiente }^ la alimentación queha log-rado encontrar, alcanza la maclttrez sexual a los ochoo diez días de abandonar la pttpa, atntqtte también puedehacerlo en dos días, claro que esto en condiciones óptimas.

    lina vez maduros los ór^-anos sexuales, se buscan }^ aco-plan los adultos, parados sobre t, amas tt hojas de los oli-vos u otros árboles. No vuelan nunca, al contrariu que otrosdípteros, en el momento de la reproducción.

    .^ los tres días de la fecttndación sttelen empezar lal^uesta. F.1 número de huevos que es capaz de poner unahembra varía mttchu de unas a ott-as, según varios factu-res, I^ero se puede admitir ttna media cle 1^0 por individuo.

    Este insecto es muti- cttidacloso en la elección cle la olivaque debe recibir el huevecillo.

    Antes de hacer la pttesta recorre varias veces la acei-tuna elegida por toda su superficie, ^^ si no le satistace laabandona _^- busca otra más a su gusto.

    Parece ser que la primera condición que busca en lasaceitunas es que no teng^an ^^a otra larva en su interior. Detodas formas, en años de tttertes invasiones ^i de escasa co-secha no es raro encontrar aceitunas con ^ arias larvas ensu interior, cinco, seis o aún más.

    Tampoco pone en frutos muy^ pequeños ni en los de ex-cesiva madurez. Según esto, en ttn olivar coml^uesto cíe másde ttna variedad, los ataques tempranos comienzan en lasaceitunas más precoces }- en otoño las hembras fecunda-das acttden a dejar sus httevecillos en las variedades mástardías.

    El acto de la pttesta es muy- complicado, hasta el e^tre-mo de tardar hasta cuatro o cinco minutos en depositar elhuevecillo. La hembra clava su oviscapto en la piel de laaceituna elegicía ^- tras esfuerzos claramente perceptiblesdeposita un solo huevo en la cámara qtte ha formado de-bajo de la epiclermis. En un clía puecle poner un máximode doce huevecillos.

  • P'ig. 4. - 7tra lar^•a en elinterior de una aceituna. Seve claraiut^nt^ la galería yue

    ha «^xca^^^ido.

    I_as aceitunas hicadas se reconocen fácilmente, pttes laherida hecha con el oviscapto se puede ver ccm mtn_- pocosauu7ent^^s. (^'éase ía f^to de la portada).

    Los httevos tardan en acivar dos o tres o inás días, se-aún sea la tetnperatura ambiente. I:n cuanto nace la larvar^^mienza a alinlentarse con la pulpa del truto, que desg^a-rt-a a}-udada con sus mandíbulas, cavanclo una g-aler-ía máso menos tortuosa. Termina^la su evolución, en un tiempoti at-iable, se^ítn la temperatura, se for-tna la pupa en unacámara hró^ima a]a superficie, sóíc^ separada del e^teriot-1>c^i- la fina el^ia, e^nterrán^lo^e. Estas últimas suelen set- las de íag^eneracic^n im^ernante, que no encuentran en la aceituna,^-a c^n murh^ aceite, buen tnedio pa^-a su e^-^lución totaí.

  • Fig. 5.-Pupa formada en el interior de una aceituna.

  • La ^luraci^ln ^lcl l^erí^^^l^^ lar^^ari^^ ^^^^^ila entre cíiez ytreinta ^lías, estan^lu r^m11^1Ma1»ente 1-e^ttla^lu ^x^r l^^s tact^^-res attn^>si^éric^^s. I^:1 tienil^

  • Fig. 7. - Aceituna con undespojo de pupa.

    duce. La herida favorece la implantación y desarrollo dedistintos agentes, generalmente criptog^ámicos, que provo-can la putrefacción completa del fruto y- la caída de éste delárbol. Otras veces, en zonas de clima cálido }- de escasahumedad atmosférica, la aceituna se deseca en su totalidado en parte v queda realmente inútil para su aprovecha-miento.

    Generalmente, el aceite obtenido de frutos atacados,aparte del conocido «sabor a gusano» , huede no ser aptopara usos de boca, ya que la acidez resulta elevadísima, nosiendo raros los 10, 12 ^- hasta 1^ grados.

    Distribución geográfica.

    En España existen, aproximadamente, 3.300.000 hectá-reas de olivar, que en relación con el ataque de este insec-to, el Ingeniero agrónonzo E^cmo. Sr. D. Mi^uel Benlloch

  • Fig. 8. Otras aceitunas tanibién da^adas por Drctics.

    h

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    DISIRi6DU0N GIOGRn1iCA D[ lA MOSCAD[l OlIVO(Dacea oleae)

    (_.:.....T.é Zonas de a^ayve endeml

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    Métodoti de lucha.

    fluy- clebemc^s ruilsi^ler^ir r^^tn^^ t^^taltilente ^ttl^era^l^» 1^»

    ^•lá^ir^^s n^étu^l^^s llatna^l^u-at^^s^le h^ija ^^resióti, cr^,n^^nlir^^^ ^ tácil^nente am^,rtiz

  • Fig. 10.-- Modelo de mosquero de la Estación de Fitopatología Agrícolade Burjasot (Valencia). Las dimensiones, cabida y cierre tienen impor-

    tancia, considerable para reducir el coste de la lucha.

    C^^m^^ en el cas^^ antel-iur, c^mviene c^local-l^^s en unaran^^a orientaela al ^ur ^^ rle ic^rma ^lue c^uede en la s^^mbra.

    Cuand^^ la^ aceituna^ tienen el tal»año ^3e uil ^uisarltc .basta am un m

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    =11 einl^learl^^ es necesari^, cc^nse^uir due tcxí^,s l^^s iru-tu; ^^tie^len l^erlectamente in^^ja^l^^s p^^r el cald^^ inser.ti^^-i^la.^e neresitan al>^^rat^,s ^nil^^eriracl^^res ^le alta ^^re,ibn, ^e-»eral»>cntc rar^,s. La ;;rai^ canticíad ^le a^^tia nere^aria l^araesta^ ^ntl^-crizariunes, cn ^letermina^la^ z^ma^ ^le I,a^^aña,^^u^^^lc h^ircr ^^ue este mét^ul^^ .^ea in]c.

    Fig. 11.-^ ^Opizus con.color lizquierda), pai^átiito de ia mosca de la aceituna.Eurz^to^ina rosae (derecha), otr^o par^ásito de la mosca de la eceituna.

    I:n la; z^^nas ^le ^lta^^tte enclénii^^u ^lebe clarse cl l^rimertratamierit^^ a n^e^liaclc^s cle juili^, ^^ rel^itiéi^^dol^» ca^la vein-ticinco-treinta ^lias, acabai^ con el ítltini^^ ^lc^s mese^ antes cíela rec^^le^^^^i^m, ^jtte es lu qtte está le^;isla^l^> ei^ I^:;j^añ^i j^ara laa^licación cle este ^^r^^dttc^tc^ eri el ^^livar.

    ]^n las z^mas de ^itaqtte accidental suele bastar con clusal^liraci^^nes, hacia fiuales de agost^^ la jn-imera, _^- la se:;un-^la eu ^^rtul^re.

    E^a^^ ^Ittc ha^^er »utar que este es el tratamient^^ máscar^^ ^le cuantos se ^^uecleii ahlicar al ^^li^^ar, awique su em-l^leu es ^^er i erta^nente ec^>nbnlicc^ en las fincas en qtte 1^«^I^^^^ca» cati^a tales cl^ños qtte Ilevan a tina l^ér^li^la t^^tial^íe la a^secha ^^ a^^btener aceites intitilizables j^ara el tis^^^le lx^ca, c^ml^, ^-^i hem^^^s dich^^.

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    Lucha biológica.

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