265
Rosa M? Kucharski i LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL CULTURA Y COMUNICACION 18

LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

  • Upload
    others

  • View
    8

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Rosa M? Kucharski

i

LA MUSICA, VEHICULO DE

EXPRESION CULTURAL

CULTURA Y

COMUNICACION 18

Page 2: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C O L E C C I O N « C U L T U R A Y C O M U N I C A C I O N »

LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION

CULTURAL

M I N I S T E R I O D E C U L T U R A

SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA

Page 3: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

A u t o r a : Rosa M a Kucharski

Copyr ight : 1980. Madr id (España).

Diseño de Fotograf ías: Clemente Rodero.

Editado por:

Secretaría General Técnica

Subdi recc ión General de Estudios y Coord inac ión

Servicio de Di fus ión.

Page 4: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

INDICE

Págs.

Presentación 5

Palabras de Arno ld Schoenberg 7

Gula para orientarse en el manejo del libro 9

La Creación 13

Prefacio 17

I. SOCIOLOGIA DE LA M U S I C A . " Y dijo Dios, haya luz y la luz se hizo" 25

II. LA M U S I C A . " Llamó Dios al firmamento, Cielo..." 59

III. DIFERENTES C U L T U R A S MUSICALES. "Brote verdín de la de la tierra, plantas germinadoras de simiente y árboles fruta­les productores de fruto conforme a su especie" 73

IV. HISTORIA DE LA M U S I C A Y DE LOS ESTILOS M U S I C A ­LES. "Haya lumbreras en el firmamento dé los cielos para que dividan el día de la noche y sirvan de señales para esta­ciones, días y años..." 111

V. LA M U S I C A DESDE EL INICIO DEL SIGLO X X H A S T A NUESTROS DIAS. "Pululen las aguas inquietos seres vi­vientes" 181

V I . EL PUBLICO. LA EDUCACION M U S I C A L " . . . Y creó Dios al hombre" 215

Resumen 253

Epílogo 257

Bibliografía 258

- 3 -

Page 5: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 6: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

PRESENTACION

La colección "CULTURA Y COMUNICACION" que

nació de la idea de contribuir al enriquecimiento del acervo

doctrinal y experimental, dentro de unos conceptos actuali­

zados más dinámicos y creadores de la cultura y la comu­

nicación, ha ofrecido en números anteriores diversos textos

seleccionados entre publicaciones de la UNESCO y del

Consejo de Europa, asi como otros de especial encargo.

En el Concurso del año 1979, cuatro títulos fueron pre­

miados y publicados: "Cultura española y autonomías",

"Modelo de campaña de promoción cultural en núcleos

rurales", "Función pedagógica de los Museos", y "Présta­

mo de libros a domicilio por correo". Otros cuatro, aunque

sin premio, merecieron ser publicados por su interés: "Cul­

tura y Comunidad rural", "El Museo, cultura para todos",

"Marín rey del Trovo", y "Bases para una campaña de

promoción cultural en núcleos rurales".

Éste volumen presenta el trabajo que, bajo el título "LA

MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL" fue

seleccionado y premiado en el segundo concurso convoca­

do sobre temas culturales por el Ministerio de Cultura, en

1980, al objeto de promocionar y dar la máxima difusión a

los estudios, investigaciones y experiencias de todos aque-

- 5 -

Page 7: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

líos que dedican especial atención a los temas culturales en

nuestro país, tratando de esta forma de estimular la investi­

gación sobre la realidad cultural española, entre los cuales

no podía faltar un sector tan importante hoy en nuestra

realidad sociológica, como la música.

Se considera que estos estudios pueden contribuir a

completar nuestra bibliografía respecto de una materia de

primera importancia en la sociedad actual. Constituyen un

conjunto de experiencias e investigaciones sobre temas

cu/tura/es que merecen hacerse asequibles a los interesa­

dos y al público en general mediante su más amplia difu­

sión, pues tal como su autora dice "sería trágico para el

arte musical que el día de mañana se pudiese escribir sobre

la tumba de nuestra generación: "Tienen oídos, pero no

oyen" (Salmo 115-6).

- 6 -

Page 8: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

,> '>creencia personal- es que la música lleva consigo un ' • .X. 'mensaje profético, revelador de una forma superior de vida,

hacia 'la que evoluciona la humanidad. Y es por causa de este mensaje por lo que la música atrae a hombres de todas las raías 'y culturas.

• . . ARNOLD SCHOENBERG

, *_.* ¿f,^F.Ji •*.*.'

Page 9: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 10: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

GUIA para orientarse en el manejo de este libro

Cada capítulo es una entidad independiente y empieza y

acaba en sí mismo.

Pero al mismo tiempo, todos los capítulos son comple­

mentarios.

Pueden ser leídos por el orden señalado, que se ha

querido comparar con los días de La Creación, o por el

orden que el lector prefiera.

El INDICE expositivo es el siguiente:

Prefacio — CAOS (Situación actual de la Música).

Cap. I. -Y LA LUZ SE HIZO... (Sociología de la Música).

Cap. II. -CIELO (La Música).

Cap. III. -BROTE VERDIN DE LA TIERRA, PLANTAS

GERMINADORAS DE SIMIENTE Y ARBOLES

FRUTALES PRODUCTORES DE FRUTO CON­

FORME A SU ESPECIE... (Diferentes Culturas

Musicales)

Cap. IV. -HAYA LUMBRERAS EN EL FIRMAMENTO DE

LOS CIELOS PARA QUE SE DIVIDAN EL DIA

Y LA NOCHE Y SIRVAN DE SEÑALES PARA

ESTACIONES, DIAS Y AÑOS... (Historia de la

Música Occidental desde Grecia al siglo xx.

Formas Musicales).

Cap. V. -PULULEN LAS AGUAS INQUIETOS SERES

VIVIENTES... (La Música desde el siglo XX

hasta nuestros días).

Cap. VI. -CREO, PUES, DIOS AL HOMBRE... (El público.

La educación musical).

- 9 -

Page 11: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 12: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 13: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 14: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

LA CREACION

Al pr incipio creó Dios el cielo y la t ierra.

A h o r a bien, la t ierra era confus ión y C A O S , y t iniebla

cubr ía la superf ic ie del Océano, mientras el espír i tu

de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.

Y dijo Dios " H a y a l u z " Y LA LUZ SE HIZO.

V io Dios que la luz era buena y estableció separación

entre la luz y la oscur idad, y l lamó a la luz día

y a la oscur idad l lamó noche. Y atardeció y luego

amaneció : Día uno.

Dijo as imismo Dios: Haya un f i rmamen to en medio

de las aguas y separe unas aguas de otras.

Hizo, pues, Dios el f i rmamento , separando las aguas que

estaban debajo del f i rmamen to de aquellas que estaban

sobre el f i rmamento . Y así fue. L lamó Dios al f i rmamen to

CIELO. Y atardeció y luego amanec ió : Día segundo.

Dijo Dios luego: Reúnanse las aguas de debajo de los cielos

en un lugar y aparezca lo seco. Y así fue. Y Dios l lamó

a lo seco t ierra y a la reunión de las aguas l lamó

mares. Y vio Dios que quedaba bien.

Luego dijo Dios: BROTE VERDIN DE L A TIERRA, P L A N T A S

G E R M I N A D O R A S DE S IMIENTE Y A R B O L E S FRUTALES

- 13 -

Page 15: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

PRODUCTORES DE

FRUTO CONFORME A SU ESPECIE y en que se contenga su

semilla

sobre la t ierra. Y así fue. Brotó, en efecto, la tierra verdín,

plantas germinadoras de simiente con fo rme a su especie,

y árboles productores de f ru to portador de semilla

conforme a su especie y vio Dios que estaba bien.

Y atardeció y luego amaneció: Día tercero.

Dijo entonces Dios: H A Y A L U M B R E R A S EN EL

F I R M A M E N T O DE LOS CIELOS P A R A QUE D IV IDAN EL

DIA DE LA NOCHE Y S I R V A N DE SEÑALES P A R A

ESTACIONES: D IAS Y A Ñ O S : Sean también a m o d o de

lumbreras en el f i rmamento del cielo para alumbrar la t ierra.

Y fue así: Hizo, pues, Dios los dos grandes luminares;

el luminar mayor como regidor del día y el luminar menor

c o m o el regidor de la noche y las estrellas, a las cuales

puso Dios en el f i rmamen to celeste para alumbrar sobre la

tierra y para que rigieran el día y la noche y para dividir

la luz de la oscur idad. Y v io Dios que estaba b ien. Y

atardeció y luego amanec ió : Día cuar to .

Luego di jo Dios: P U L U L E N L A S A G U A S I N Q U I E T O S

SERES V I V I E N T E S Y V U E L E N V O L A T I L E S S O B R E L A

T I E R R A , POR L A SUPERFICIE DEL F I R M A M E N T O

CELESTE. Creó pues Dios los g randes ce táceos y t o d o ser

v i vo serpenteante que surca las aguas c o n f o r m e a su

especie. Y v io Dios que estaba b ien y los bendi jo d ic iendo :

Procread y mul t ip l i caos y hench id las aguas de los mares y

mul t ip l iqúense las aves en la t ierra. Y a tardec ió y amanec ió :

Día q u i n t o .

Después di jo Dios: Produzca la t ier ra seres v iv ientes

c o n f o r m e a su especie: ganado , rept i les y best ias salvajes

c o n arreglo a su especie. Y así f u e . H izo, pues, Dios las

best ias salvajes c o n f o r m e a su especie, los ganados con

- 14 -

Page 16: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

arreglo a su especie y t o d o s los repti les según su especie.

Y vio Dios que estaba bien. Entonces di jo Dios: Hagamos

U N H O M B R E a imagen nuestra c o n f o r m e a nuestra

semejanza, para que d o m i n e en los peces del mar y en las

aves del cielo y en los ganados y en todas las f ieras

de la t ierra y en t o d o el rept i l que repta sobre la t ierra.

CREO PUES DIOS A L H O M B R E a su imagen,

a imagen de Dios creólo,

m a c h o y hembra los creó.

Y los bendi jo Dios y díjoles:

Procread y mul t ip l icaos y henchid la t ierra.. .

- 15 -

Page 17: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 18: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

PREFACIO

«... la tierra era confusión y CAOS, y tinieblas...»

La música es actua lmente un tema de vastas propor­

ciones. Const i tuye no uno , sino múl t ip les temas; no es un

c a m p o único de act iv idad, s ino de much ís imas act iv idades.

La música es un arte, una c iencia, una l i teratura, una de

las humanidades y un campo de erud ic ión.

Es una asignatua de enseñanza y aprendizaje desde el

jardín de infancia hasta los cursos superiores (en los países

en que así lo t ienen establecido); es un of ic io , un negocio,

un art ículo de comerc io . Es ob je to de compraven ta . Es un

poderoso ins t rumento al servicio de la publ ic idad y es un

agente de propaganda.

Innegablemente la música interviene ac t ivamente en

nuestras vidas. ¿Pero interviene para nuestro bien?

Quizá el acontec imiento más notable en la v ida musical

de nuestro t i empo sea la explosión demográ f ica de los

oyentes de música. A b u n d a n en una cant idad desconocida

hasta el día de hoy en la historia del m u n d o . Grandes

masas de públ ico llenan las salas de concier tos y más allá

del ámb i to de dichas salas se ext iende el d i latado m u n d o

de las grabaciones de discos y aún más allá el espacio

incomensurable de las ondas hertzianas, p letór ico de músi ­

ca radial y te levis ión.

- 17 -

Page 19: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Dicha explos ión demográf ica se expande en círculos

concént r icos cada vez más ampl ios: p r imero el c í rculo inte­

rior de los que asisten a los conc ier tos , sector sin duda

reducido y selecto, pero que abarca a mi l lones de hombres

y mujeres; después el c í rculo más ampl io de los que escu­

chan discos, radio y ven te levis ión; y por ú l t imo la ineludi­

ble inmers ión, a veces involuntar ia , en el hilo de la música

func iona l .

Está por hacer todav ía un es tud io y una valoración

sobria y equi l ibrada del inf lu jo p roduc ido por t o d o s los

f enómenos con temporáneos en la sensibi l idad y en la edu­

cación musical del hombre de hoy. Correremos el r iesgo de

extra l imi tarnos tan to en la alabanza c o m o en la condena.

Debemos esperar, pues, que alguien nos dé el resultado de

un buen estudio sobre el t ema.

Pero mientras esperamos, se pueden señalar ventajas

reales y también inconvenientes notables.

En nuestro m u n d o de música envasada (discos, radio,

música func iona l ) cabe señalar dos v ic ios pr incipales: pri­

mero, gran parte de la música es to ta lmente inferior y

superf lua; segundo, la acción in in ter rumpida de la audic ión

de música de f o n d o puede causar daños irreparables.

Se está enseñando a toda una generac ión, de manera

sut i l , pero insistente, a no prestar a tenc ión a la música. Los

estudiantes se esfuerzan en reunir notables colecciones de

discos, los pasan en sus tocadiscos y luego se entregan a

sus estudios y lecturas no musicales, mientras la música

queda relegada al ter reno de lo subconsc iente . N o hay

m o d o de llamar por te lé fono a n ingún estudiante sin tener

que escuchar a lguna obra fundamenta l de música c o m o

te lón de f o n d o , lo cual obl iga a m e n u d o a los inter locutores

a gri tar a través de la l ínea, para hacerse oír. Pero sería

- 18 -

Page 20: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

ingenuo sacar la conc lus ión de que estamos asist iendo a

un impor tan te renacimiento musical en los ambientes estu­

dianti les.

La persona que puede leer y digerir f i losof ía mientras a

su lado se interpreta el op. 31 de Beethoven, no será capaz

de convert i rse en n ingún oyente sensi t ivo de la música. De

hecho se está e jerc i tando, sin darse cuenta , exac tamente

en la d i recc ión opuesta. Cabe preguntarse ¿Es este el

camino a seguir?

Ot ro tema a considerar. Los equ ipos de A l ta Fidelidad.

Recordemos al propietar io de un sistema estereofónico

astrosónico de A l ta Fidelidad que desarrolla más de cien

ki lovatios de energía musical c o n un c i rcui to de estado

sól ido. Esta persona, tan entusiasmada con su equ ipo , pro­

bablemente estará m u c h o más interesada en el son ido y en

los e fectos sonoros, que en la música. A causa de que

capta t o d o el poder y la inf ini ta var iedad de las especies de

efectos sonoros , la sala de estar de reducidas d imensiones

no es el lugar idóneo para él. Pero la alta f idel idad y la

estereofonía a t o d o v o l u m e n , con grandes cant idades de

graves y agudos reforzados, dan por resul tado una atract i ­

va piscina sonora en la que cant idad de a f ic ionados a la

música corren a zambull i rse, por el mero placer de nadar

en sus aguas. Estos oyentes, atraídos por el son ido , pier­

den p ron to toda ap t i tud para percatarse de la música.

En o t ro orden de cosas, t o d o s sabemos que las graba­

ciones han s ido ob je to de exp lo tac ión y abuso en sus

campañas publ ic i tar ias, en estos ú l t imos años. El gus to se

va mode lando por mecan ismos comerciales.

El hecho fundamen ta l es que la in t roducc ión de la

máquina en cualquier ter reno de la cu l tura obl iga s iempre

- 19 -

Page 21: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

al medio cul tural a adaptarse a la máquina. Una de las

etapas invariables de este proceso es la hegemonía que

pasan a ejercer los técn icos y manipuladores. Esta t ransfe­

rencia de autor idad en nuestra cul tura musical de las

manos de los art istas, mús icos y maestros a las de los

hombres de negocios, técn icos y operadores, es uno de los

m u c h o s y graves pel igros a que se ve expuesta nuestra

generación. Cuando la cul tura la dir igen los pr imeros, es

decir los humanis tas, luchan por elevar el nivel de su en­

to rno , mientras que cuando la d i r igen los segundos, los

estadíst icos y p romotores de ventas , se incl inarán por atr i­

buir al nivel general un m í n i m o c o m ú n denominador de

gusto exageradamente bajo, con t r ibuyendo así a rebajar

más aún el baremo to ta l .

Por fo r tuna puede ofrecerse una cont rapar t ida impor­

tante a este cuadro de pel igros y calamidades.

Gracias a los discos, la radio y la te levis ión, podemos

sintonizar t o d o el m u n d o desde nuestros hogares. Una

profus ión de música de diversa índole está bajo las directas

órdenes del propietar io de una co lecc ión de discos y un

buen tocadiscos. Por medio de la radio y la discograf ía la

música ha superado los l ímites urbanos para i r rumpir en las

más alejadas regiones rurales. M u c h o s jóvenes han pasado

de su colección de música popular a las de música de

cámara, sinfonías, música del Barroco, etc. Las buenas

emisoras de radio, cuando emi ten programaciones dignas y

universales, presentan cons tan temente obras nuevas a sus

oyentes, quienes de o t ro m o d o , l ibrados a su propia inicia­

t iva en materia de discos y conc ier tos , jamás hubieran

t o m a d o conoc im ien to de ellas.

A u n q u e la cuest ión de si la explosión demográf ica del

oyente de música es o no favorable para el desarrol lo de

ésta esté aún sin di lucidar, nos a t revemos a decir que a

- 20 -

Page 22: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

medida que las invenciones de nuestro siglo sobre comun i ­

cación de masas ha acercado el ar te musical a mil lones

de seres, a los que antes les era comp lemen tamen te ajeno,

debemos estarles agradecidos; pero allí donde la radio, la

televisión y la música func iona l hayan degradado el valor

de la moneda , hecho retroceder la música hasta la pared

del f o n d o , saturado las ondas sonoras de chachara inferior

y enseñado a la gente a no escuchar la buena música,

habremos de conveni r en que es un desastre para el arte

de la buena música. Sería t rág ico para el arte musical que

el día de mañana se pudiese escribir sobre la t u m b a de

nuestra generac ión: T ienen o ídos, pero no oyen. (Salmo

115-6).

***

Nos guste o no lo expuesto anter iormente, corresponde

al m u n d o musical que nos rodea. En estas condic iones

confusas, de verdadero caos, el educador musical debe

realizar su labor.

En este t rabajo que sigue, v a m o s a analizar, aislándolas,

las tendencias más sobresalientes de la música a t ravés de

los siglos, en un in tento de conseguir con d icho análisis,

encontrar un camino útil para educar a los m u c h a c h o s de

hoy, o quizá más senci l lamente, para seguir pract icando

música con los jóvenes de nuestro t i empo .

- 21 -

Page 23: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 24: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 25: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 26: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C A P I T U L O I

S O C I O L O G I A DE L A M U S I C A

«Y dijo Dios, Haya Luz, Y LA LUZ SE HIZO.»

En un in ten to de buscar la luz que i lumine el caos del

m u n d o musical que nos rodea, nos hemos acercado a una

ciencia de hoy, la socio logía, esperando que su fo rma nue­

va de en focar problemas de nuest ro en to rno nos ayudaría a

dar con soluciones originales.

He aquí un resumen de lo que hemos encon t rado en la

sociología de la música.

L A H I S T O R I A ES LA CIENCIA DE LO I N D I V I D U A L ; LA

SOCIOLOGIA DE LO COLECTIVO.

De una manera generalizada podemos decir que la m ú ­

sica representa pr inc ipalmente un f e n ó m e n o social. Social

porque es humana y también porque es una comun icac ión

entre compos i to r , intérprete y oyente . Si se dice que la

música roza al ind iv iduo, en su v ida social, se convier te ya

en un f e n ó m e n o de esta especie; lo podemos comprobar

por aspectos de diversa índole s ingularmente perceptibles

en nuestros días. Pr imero por su papel o mis ión; ya no se

con fo rma con ser amada por un pequeño cí rculo de oyen-

- 25 -

Page 27: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

tes ref inados y cu l tos, sino que ha abandonado la in t imidad

para hacerse popular. La esencia de la música se ha ido

conv i r t iendo cada vez más en sociedad. La música es hoy

masa, mientras que antes-era ind iv iduo. Con fuc io , hace ya

muchos siglos, declaró que la música sale del corazón hu­

mano, está unida a los or ígenes de la ac t i tud humana y

que por esta cual idad, es soc io- fo rmat iva .

La música establece entre compos i to r y oyente , entre

compos i to r e intérprete o entre intérprete y oyente (según

desde donde se quiera estudiar el f enómeno) una socia­

bil idad de fuerza dinámica variable.

Sólo por medio de una observac ión objet iva, logra la

sociología de la música una recopi lación de saber y de

pr incipios que la llevan a su meta f inal : reconocer los

estados de la v ida socio-musical , P L A N E A R L O S Y M E J O ­

R A R L O S .

Esta es tamb ién la idea de K. B laukopf : La sociología de

la música es la reunión de todos los hechos sobresal ientes

para la práct ica musical , o rdenac ión de estos hechos según

su grado de impor tanc ia para d icha práct ica, y compren­

sión de los hechos decisivos para la modi f i cac ión de la

práct ica.

Para Engel los tres prob lemas fundamenta les de la

sociología de la música son : a) el ob je to social y mo t i vo del

ejercicio de la música, b) las fo rmas determinadas social-

mente de éste y c) el e fec to rec íproco entre arte y fo rmas

de sociedad.

El objeto social

De acuerdo con lo expuesto hasta ahora, deber íamos

buscar ante t o d o El objeto social. Quizá nos ayudaría a

- 26 -

Page 28: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

encont rar lo conocer las def in ic iones que sobre el arte

musical se han hecho en d is t in tos m o m e n t o s de la historia.

Pero observaremos que según qu ien hable, el teór ico, el

músico, el f i lósofo , el teó logo , el poe ta , el méd ico , el psicó­

logo, el psicoanal ista, o el h istor iador cu l tura l , así varía la

expl icac ión.

Para Ar is tóte les la música es una imi tac ión inmediata de

sensaciones morales y para San A g u s t í n , el arte de los

mov imien tos bien realizados. La música es el arte de un

alegre modular , dice Censorius; y en el siglo xvn J u a n

Co t ton asegura que es el deb ido mov im ien to de las voces.

Mient ras que el f i lósofo Leibnitz ve en ella un mov im ien to

ar i tmét ico ocu l to , para el compos i to r Rameau es sencil la­

mente la ciencia de los sonidos. A esta op in ión se adhiere

en el siglo xix Combar ieu, d ic iendo que la música es el arte

de pensar con sonidos, mientras que para Debussy repre­

senta un tota l de fuerzas disueltas. Para el mús ico Ricardo

Strauss t raduce impresiones y sent imientos, y para o t ro

músico, S t rawinsky , es incapaz de expresar nada. U n psi­

có logo tan p r o f u n d o c o m o A . Ehrenzweing, al buscar una

def in ic ión de la música nos dice que es un lenguaje s imbó­

lico del en tend imien to inconsciente, cuyo s imbol ismo no

estaremos nunca en condic iones de analizar.

Según Congreves " L a música t iene at ract ivos que pue­

den apaciguar a un pecho sa lva je" . H indemi th se ocupa de

d icha cuest ión y niega a Boecius, para el cual " L a música

t iene el poder de corregir o rebajar" y prefiere sumarse a la

op in ión de San A g u s t í n , que d ice: " L a música ennoblece

sólo a aquel los que se someten al esfuerzo moral de ser

nob les " ; para H indemi th el cu l t ivo del gusto art íst ico no es

suf ic iente: los bárbaros rebajan la música a su nivel.

Sería asombroso que fuese cierta la teoría de J . Hands-

ch in , para quien cada t ipo de música coinc ide con un

- 27 -

Page 29: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

cierto t ipo h u m a n o , al que refleja y al que se dir ige. T a m ­

bién Handsch in dice que el mús ico en ejercicio realiza una

movi l idad técn ica de espír i tu y a lma.

En def in i t iva. El arte es descripción de los sentimientos

o emociones de una persona y se lleva a cabo por medio

de una acción que intenta despertar en otros, idénticas

emociones.

Se está de acuerdo en desear poner en mov im ien to la

acc ión social entre compos i to r , in térprete y oyente . Para

ello se ut i l izan a veces expresiones técnicas musicales

c o m o : apoya tu ra , s íncopa, c romat i smo agudo , pol i r r i tmo y

otras análogas, pero ¿a qué puede conduc i r a lgo así? ¿A

placer, deleite o sat isfacción? ¿Puede inf luenciar la un ión

de los hombres , su integración? C o n segur idad que n o ;

sólo un hecho ún ico puede servir a la música para estable­

cer estas relaciones: la sensación de la música. Só lo ella

puede establecer esferas cul turales, puede ser ef icaz, puede

ser social. Un icamen te ella puede ser " O b j e t o social deter­

m i n a d o " , puede ser p u n t o de part ida y cent ro de socio logía

de la mús ica .

Objeto y sujeto

Cuando se estudia la v ida soc io-musica l hay que tener

cu idado en no rebajarla a una s imple muestra caracter íst ica

del te j ido de la v ida social , condenándo la a un papel se­

cundar io , ni por o t ra parte llegar a poner la en un plano de

incomprens ib i l idad para el p ro fano , que obl igue a este a

huir asustado de ella d ic iendo: la música me gusta m u c h o ,

pero no la en t iendo.

Para evi tar la postergac ión in fundada y la incomprens i ­

bi l idad p rovocada , se necesita cada vez más de aquel los

que repongan a la música en su doble relación con el

- 28 -

Page 30: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

obje to y sujeto. Porque de esta doble relación vive la m ú ­

sica.

Si admi t imos que la música es una act iv idad social, la

socio logía de la música se ocupa de averiguar cuáles son

las f o r m a s esenciales de la act iv idad musical y cuáles son

los g rupos sociales específ icos que se reúnen en t o r n o a

una f o r m a musical especí f ica. 0 si cons ideramos a la músi­

ca c o m o proceso social v ivo y actua l , la sociología de ella,

estudia el proceso (siempre en evoluc ión) de la interrela-

c ión entre música y soc iedad, ten iendo especialmente en

cuenta las diversas fo rmas de ac t i t ud que se der ivan de

dicha interrelación.

La música t o m a d a c o m o asunto interno de un compos i ­

tor , un mús ico o un af ic ionado que pasa s i lbando, no t iene

valor de real idad; sólo cuando se objet iv iza, adopta una

expresión concre ta y expresa " a l g o " que quiere ser c o m ­

prendido, se convier te ya en acc ión entre dos indiv iduos,

d igamos entre compos i to r y oyente . Sólo cuando la misma

sensación se concret iza y t ransmi te en un ges to , una pala­

bra, un t o n o , sólo entonces puede esta sensación igual, ser

comprobada y por tan to examinada. A q u í radica también

el núcleo esencial de la pura interpretación musical , con

independencia de que se lleva a cabo dent ro del oyente

m ismo o a t ravés de un intérprete excelente. La creación y

la recreación son el lenguaje de la act iv idad de la música,

convi r t iéndola de " a l g o " en una s i tuación asequible, en

una acc ión social.

Soc io lóg icamente sólo puede captarse la música en el

m o m e n t o en que se expone la relación ar t is ta-oyente,

cuando la obra musical l lama al exter ior, dónde no sólo

ayuda a la evo luc ión de la v ida o a la creación de nuevas

obras, s ino que provoca un m o m e n t o t ranscendenta l . Y

este m o m e n t o es la sensación de la música.

- 29 -

Page 31: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Mient ras que la sensación que nace de las artes repre­

sentat ivas se desarrol la en el espacio, la sensación musical

se mueve en el t i empo .

La música y su sensación no comienzan hasta que los

son idos (que t ienen una relación t ranscendenta l unos con

otros) f lo tan l ibremente en el t i e m p o ; la sensación de la

música c o m o acción social es un f e n ó m e n o subjet ivo que

depende de la act iv idad receptora del oyente . Para los

pr incip ios de la socio logía de la música es necesario no

sólo reconocer la esencia de la sensación de la música (lo

que es), s ino senci l lamente reconocer su existencia (que

es).

La captac ión recíproca de la sensación de la música nos

conduce al m o m e n t o en que se reconoce el hecho social ,

cuando éste se c o m u n i c a , cuando éste juega el doble papel

por el que los hombres se pueden ver rec íprocamente.

LA M U S I C A NO SOLO EXPRESA S E N T I M I E N T O S , S INO

QUE LOS P R O V O C A .

El art ista, el in térprete, t iene que arder, t iene que estar

en ascuas. A s í lo exige el compos i to r . Y ¿por qué? Para que

en su obra br inde calor a los hombres , para que proporc io­

ne un " m é d i u m " , con cuya co laborac ión se logren deter­

minadas fo rmas de reacción en el oyente .

El corazón tiene motivos que la razón desconoce

(Pascal) —Una de las virtudes de la música es el sacarnos

de nosotros mismos.

La línea de un ión que se cristaliza entre el creador y el

oyente en la sensación de la música puede ser puramente

emocional o puramente inte lectual , o ambas cosas comb i ­

nadas. Puede provocar consideraciones o percepciones de

- 30 -

Page 32: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

belleza, puede ser comun ica t i va o decora t iva , art i f icial o

mecánica. Puede presentarse a tmos fé r i ca , func iona l , seria y

fáci l , pero puede ser t amb ién en su naturaleza ingenua­

mente a f i rmat iva, negat iva, o se lect ivamente posi t iva. Estas

var iantes son inf in i tas y van tamb ién en d i recc iones c o m o :

rel igiosa, mil i tar, de danza, amorosa , in tegrante o desinte­

grante; en una palabra, en todas las d i recc iones que están

contenidas en las facu l tades del a lma y la intel igencia. Esta

fuerza de las sensaciones de la música hacen posible avivar

al m ismo t i e m p o pasiones de á n i m o y caut ivar la c o m p r e n ­

sión.

Tamb ién en su d inámica p o d e m o s descubr i r grados

heterogéneos que lleven desde la fase pr imi t iva de la sen­

sación "e l deleitarse con los s e n t i m i e n t o s " , pasando por el

descubr imiento de estructuras de f o r m a y detalles técn icos

de compos ic ión , hasta captar cal idades de f o r m a y valores

de conten ido .

Es la v ida y la fuerza vital de la mús ica , la que crea y

sostiene relaciones sociales, en el más ampl io sent ido de la

palabra.

Grupos socio-musicales

Sólo por sus reacciones con los hombres se convier te la

música en " f e n ó m e n o soc ia l " . Hay que recalcarlo porque

debido a su exceso de l i teratura, a su elevación de lo

h u m a n o a lo sobrehumano, incluso a lo ext raordinar io, las

relaciones de la música c o n la sociedad se van relegando

más y más a un segundo té rm ino , quedando reducidas al

ac to pr imi t ivo de escuchar.

Cada persona y cada e lemento cul tural dependen de

otras personas, de otros e lementos cul turales en la socie­

dad y de la con fo rmac ión general de ésta.

- 31 -

Page 33: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

En el cen t ro se encuent ra c o m o hecho of icial la sensa­

ción de la mús ica . En to rno a ella, in f luenciados por ella e

in f luenciándola, hay indiv iduos y g rupos de indiv iduos en

una asociación más o menos cons tan te : son lo que l lama­

mos la soc iedad.

La descr ipc ión de técnicas de g rupo social es: una

colección de indiv iduos un idos entre sí por relaciones socia­

les complementar ias y di ferenciables de t o d o s los o t ros ; o

varias personas que se encuent ran en un estado de interac­

ción social.

Si anal izamos la posic ión de un indiv iduo dent ro del

g rupo soc io-musica l encont ra remos que no existen " l o s

o y e n t e s " , s ino que el ind iv iduo es s iempre " e l o y e n t e " .

La v ida de la música nos señala la existencia de dos

grupos pr incipales: p roduc tores y receptores. A m b o s

procesos son pol i facét icos, t an to por los g rupos de perso­

nas que en ellos par t ic ipan, c o m o tamb ién por el con ten ido

de los procesos diversos y su relación entre sí.

Podemos clasif icar en los p roduc to res : g rupos de c o m ­

posi tores y mús icos profesionales, a f ic ionados, mascul inos,

femen inos , serios y de en t re ten imiento , entre o t ros.

Entre estos g rupos produc tores , según W . I. T h o m a s y

F. Znaniek, p o d e m o s descubrir t res fo rmac iones es t ruc tura­

les: 1? Los f i l isteos, guiados so lamente por el m u n d o ideoló­

g ico de lo práct ico y la fe en la segur idad y la despreo­

cupac ión . 2? Los bohemios , induc idos por la fe en nuevas

experiencias, los impulsos hedonis tas y un m u n d o ideológi­

co de lo inestable y lo vo luble. 3? Los creat ivos, que mov i ­

dos por la fe estable en la act iv idad creat iva por sí m isma,

son capaces de cooperar en t rans formac iones , evoluc iones

e inventos.

- 32 -

Page 34: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Los g rupos receptores pueden clasif icarse de manera

parecida a los p roduc tores ; su di ferencia estr iba en el inte­

rior del g rupo . Su in terdependencia (par t iendo también de

la sensación de la música) viene del t ipo de sus act iv idades

en relación c o n los g rupos produc tores .

Lo que l lamamos "sensac ión de la m ú s i c a " ha alcanza­

do una pos ic ión tan central en la v ida social, que sus

esferas cul turales l legan hasta la más pequeña choza pro­

vista de med ios técn icos. C o m o observa K. Jaspers " l a

t rans fo rmac ión del pueblo en públ ico y masa, es hoy in­

con ten ib le " .

Toda f o r m a c i ó n de músicos, en la que se reúnen dos o

más miembros , es una asociac ión en sent ido socioló­

gico. Entre ellas se encuent ran la orquesta , el coro , el

con jun to de música de cámara, etc. ; se pueden def inir

c o m o un g rupo de personas que persiguen un interés

c o m ú n , sin tener carácter duradero. Las asociaciones se

pueden clasif icar por extens ión terr i tor ia l , número de m iem­

bros, condic iones de admis ión y otras normas. C o m p r e n ­

den en su carácter desde la agrupac ión de música local sin

impor tanc ia , hasta el poderoso Estado, con toda su fuerza

y au tor idad.

Audición-Tesitura. Estadística. Variabilidad.

Podemos reconocer a d is t in tos g rupos , par t iendo de la

audic ión y sus efectos. Se puede observar que unos prefie­

ren la orquesta s infónica a la de cámara ; o t ros ópera, al

l ied, etc. De ahí se deduce qué efectos estructurales pue­

den derivarse del c o m p o n e n t e tecno lóg ico de la aud ic ión.

En un estudio hecho en París, donde se estudiaban el

p romedio de tesi turas en di ferentes combinac iones de

orquestas de baile y la observac ión de la est ructura de

- 33 -

Page 35: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

grupos de personas que reaccionaban a ellas, se vio que la

j uven tud s iempre tendía a una tesi tura m u y alta, mientras

que la prefer ida por el púb l ico de más de t re inta años,

tocaba en una tesi tura mediana, cuando no grave. De este

estudio (en el que se tenían también en cuenta predi leccio­

nes r í tmicas, emocionales, técnicas de baile, económicas y

atmosfér icas) se pudo deduci r que par t iendo del f e n ó m e n o

de la tesi tura, c ier tos g rupos de personas con las mismas

caracter íst icas dist int ivas; reaccionaban de la misma mane­

ra a la misma altura de t o n o .

Este t ipo de agrupac ión es equivalente a la que provo­

can los l lamados " C o m p o n e n t e s t e c n o l ó g i c o s " , al reunir

g rupos enteros de personas por su predi lección por deter­

minados directores, pianistas o viol inistas. T o m e m o s a un

art ista cuyo t i empo interior sea lento y cuyas interpretacio­

nes dejen entrever el peculiar sosiego de su reposado ca­

rácter. Los grupos cuya cons t i tuc ión radica en la línea de

adagio, le ac lamarán c o m o al intérprete per fec to , pero las

personas allegro, cuyo t i empo interior repele t o d a expresión

adagio, le rechazarán aduc iendo que desvi r túa el carácter

de la obra. A m b o s grupos no creerían si se les demostrase

con ayuda del c ronómet ro que los dos art istas apenas

tenían di ferencia c ronomét r ica en su in terpretac ión y el uno

no había tocado demasiado despacio, ni el o t ro demasiado

aprisa.

Vo lv iendo a la agrupación por tesi turas. A lgunas per­

sonas no querrán asistir nunca al conc ie r to de una sopra­

no l igera, por una aversión sobre cuya causa probab lemen­

te nunca harán aver iguaciones, mientras que un g rupo de

otra especie estructural se entus iasma t a n t o c o n la tesi tura

media del bar í tono, que sólo le gustar ía oír bar í tonos.

En el o ído sano existe una d i ferenciac ión bien clara

enjtre agudo y grave y, sobre t o d o , una predi lección por

- 34 -

Page 36: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

lo uno o lo o t ro . (Estas predi lecciones fue ron conf i rmadas

por f ís icos y f is iólogos) Con regular idad extraordinaria nos

encont ramos siempre ante el m ismo f e n ó m e n o : la predilec­

ción primaría recae en la tesi tura vocal o inst rumenta l que

coincide con la de la voz que la naturaleza ha dado a su

dueño. (Bien en tend ido que se t rata de la predi lección pri­

maria, la que acomete al o ído sin preparación espir i tual, sin

advertencia verbal y sin conoc im ien to de la obra que se va

a oír).

Tenemos la posibi l idad de clasif icar estructural-anal í t i -

camente a g rupos de personas por medio de una reacción

primaria dir igida por su o ído, en sus preferencias o an imad­

versiones hacia ciertas impresiones de la tesi tura. Esta cla­

si f icación, que parte de e lementos tecno lóg icos parece más

sencilla o más jus ta , con respecto a la sensación de la

música, que aquella que t rata de agrupar al púb l ico bajo el

aspecto de la edad, educac ión , sexo, ingresos, p ro fes ión,

etc. El audi tor io se podr ía , pues, est ructurar por " g r u p o s de

s o n o r i d a d " que en sus reacciones pr imarias a la sensación

de la música se parecen al cuadro to ta l demográ f i co de la

poblac ión to ta l de un país, es tando en interdependencia

con el medio tecno lóg ico sobre el que se oyen.

Hasta ahora los estudios metódico-estad ís t icos de la

poblac ión en relación con la socio logía de la mús ica , se

han hecho t o m a n d o c o m o base la variabi l idad que proviene

de sexo, pro fes ión, cant idad de pob lac ión, ingresos, etc.

Estas incidencias naturales, comp le tamen te independientes

de la música, acusan, entre otras cosas, c ó m o la sociedad

misma di f icul ta el conoc im ien to del hecho social: sociología

de la música.

Después de una invest igación llevada a cabo en S idney

(Austral ia) por A . S i lbermann, para averiguar cuál era el

mot ivo del a u m e n t o de los conc ier tos de abono anuales de

- 35 -

Page 37: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

la S idney S y m p h o n y Orquesta (1934, o c h o anuales; 1950,

cuarenta anuales) se c o m p r o b ó que ciertas preferencias m u ­

sicales acusaban una correlación c o n grupos soc io -económi ­

cos, y tamb ién que ciertos fac tores demográ f icos provoca­

ban modi f icac iones en la socio logía de la música, t an to

cuant i ta t ivamente c o m o en su d inamismo. La misma inves­

t igac ión f u e repetida a lgunos años después y se demost ró

que se había mod i f i cado fundamenta lmen te .

Por lo expuesto queda demost rado que también en la

vida de la música, ciertas normas que en sí nunca son

absolutas, están somet idas a modi f icac iones de orden

social. En un estudio de este t ipo , la variabi l idad es impor­

tant ís ima, así c o m o la visión de co lec t iv idad; las modi f ica­

ciones no son apreciables par t iendo de la experiencia de un

solo indiv iduo.

Interacción

La impor tan te func ión del g rupo en la creación cul tural

consiste en que proporc iona las condic iones que sirven

para la acc ión del espír i tu creador. El g rupo , c o m o ta l ,

nunca inventa nada. El compos i to r , solo en su cuar to ,

cont inuará siendo el que " i n v e n t e " la sensación de la

música.

Incluso la canc ión popular, de la que muchas veces se

dice que proviene del g rupo , y no ha sido creada por un

indiv iduo, es sólo una i lusión que hay que atr ibuir al hecho

de que el per íodo de t iempo que t ranscurre entre creación

y uso por el g rupo , es ext raord inar iamente co r to : el creador

es uno solo y el g rupo suminist ra la s i tuación y las cond i ­

ciones previas espir i tuales para tal creación.

El soc ió logo estudia escasamente a los g rupos socio-

musicales; ¿por qué?, por varias razones; porque se asusta

- 36 -

Page 38: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de convert i r a un arte c o m o la música centro de la obser­

vac ión , pud iendo darse el pel igro de deshumanizac ión. Y

también porque pocos soció logos poseen a la vez una

cul tura musical , condic ión imprescindible para ser sociólo­

go de la música.

Estímulos para la actividad musical

La naturaleza de las act iv idades musicales, así c o m o

también su intensidad, son determinadas por el est ímulo

del que nacen. Dis t ingamos dos categor ías principales de

est ímulos: uno pr imordia l , de carácter universal, que va

l igado a las relaciones sociales de los hombres , c o m o el

baile y el r i to. Ot ro est ímulo, de carácter secundar io, no tan

universal, proviene de ámbi tos cul turales específ icos; a este

est ímulo per tenecen las necesidades estét icas del hombre ,

su amor por lo bello.

De estos d is t in tos est ímulos (aquí sólo brevemente es­

bozados), que ac túan sobre la sociedad musica l , compues ta

de ind iv iduos y g rupos , prov ienen la v ida musical y la ac t i ­

v idad de esta soc iedad.

El gusto musical

El gus to musical (la capacidad para descubr i r y apreciar

la belleza, las est ructuras o t o d o lo que sean cual idades de

la música) ha sido cons iderado, y s igue s iéndolo, c o m o una

capacidad espir i tual , que per tenece al ter reno de la f i losof ía

estét ica. " S e t iene o no se t i e n e " , dice el pueblo , p reocu­

pándose poco de c ó m o surge; a lgunos pensadores sacan la

consecuenc ia de " a aquel que t iene gus to no le hacen fal ta

l íneas teór icas para clasif icar f e n ó m e n o s " y con ello l iquida

la cuest ión del gus to , sus consecuenc ia y fac tores de

dependenc ia .

- 37 -

Page 39: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Es fáci l decir que la pereza espir i tual es la causante de

que a c iertos grupos juveni les les guste más el rock 'n roll

que la música clásica. Porque es más dif íci l reconocer que

el gusto , en su apar ic ión, c o m o f e n ó m e n o social de act i ­

t u d , nace por un proceso social, el de la f unc ión interac-

cional. S o n fuerzas externas, c o m o los con tac tos de

grupos, las que consol idan la social ización del gusto y

conducen a normas de representación socializadas. Y lo

hacen por medio de un proceso que par t iendo de la crea­

c ión, pasando por la d i fus ión, aceptac ión y estandardiza­

c ión, conduce hasta la adaptac ión .

Es un error seguir en la creencia de que la música vive

en un m u n d o de lo absolu to , y por ello el gus to musical es

independjente de las fuerzas sociales. N o ; el gus to musical

es un f e n ó m e n o social, está cond ic ionado socia lmente,

nace, vive y muere dent ro de la v ida social a que pertenece

y no es (como tan va l ientemente expresa J . H . Mül ler) ni

personal, ni part icular, ni subjet ivo. Una concepc ión así

puede ser decepc ionante para m u c h o s , sin embargo , es

posit iva para los que creen que sin ahogar la l ibertad indi­

v idual , es necesario despojarse de doct r inas ant icuadas al

acercarse a la música y crear por f in una gran claridad

alrededor de la conste lac ión música-sociedad para ver las

cosas tal y c o m o son.

Limitación de los estudios músico-sociológicos

En nuestras consideraciones hemos dado un lugar pre­

ferente a lo que l lamamos " la sensación de la m ú s i c a " , es

decir, cuando la música se produce en públ ico y va dest i­

nada a que o t ro u o t ros reciban su impac to . Y nos hemos

preguntado ¿qué es en realidad este f e n ó m e n o que se

encuentra entre los hombres? ¿Qué aspecto t iene? y ¿qué

fuerzas posee?

- 38 -

Page 40: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Luego hemos echado una mirada a los hombres mis­

mos, a los g rupos sociomusicales en su est ructura y hemos

preguntado ¿qué aspecto t ienen estos grupos? Después los

hemos un ido y hemos p regun tado c ó m o func ionan unos

con ot ros de manera que pueda nacer y vivir la sensación de

la música.

La sociología de la música debe servir para hacer volver

a ésta a su propia v ida natural , debe provocar un camino

de acercamiento a la música más aprop iado, más moderno ,

corregido.

¿Cómo hemos l legado nosot ros a ser c o m o somos?

¿Por qué en cierta manera nos detenemos? ¿Por qué son

otras personas impor tantes para nosotros? ¿Por qué nos

esforzamos por el éxito? ¿Cuáles son las intenciones de

ac t i tud que radican más allá de los l ímites de la conciencia?

Estas son algunas de las cuest iones que se nos plantean

dent ro del marco de nuestra esfera cul tural específ ica, y a

las que se dedica aquel pr incip io de la socio logía que ha

ent rado en la ciencia bajo el nombre de " b e h a v i o r i s m o " .

Aqu í , en el ruedo de la sensación musical , se encuent ran

lo visual y lo audi t ivo, aquí se encuent ra el ind iv iduo con

lo co lec t ivo , la ac t i tud actual c o n la potenc ia l ; t o d o bajo

fo rmas que ya han exist ido y ya han atraído sobre sí la

a tenc ión de las ciencias s iempre, pero que hasta el naci­

miento de la sociología y su re f inamiento, no han encon­

t rado una invest igación c ient í f icamente aclarator ia.

La música se equipara, c o n sobrada razón, con el

concep to cu l tura . Pero conv iene recalcar que desde el pun ­

t o de vista del soc ió logo, la cu l tura es un nombre co lect ivo:

un nombre para todos los modelos de ac t i tud logrados y

t rasmi t idos socia lmente por s ímbolos. Es, en el más ampl io

de los sent idos, un nombre para todas las obras caracterís­

t icas de g rupos humanos.

- 39 -

Page 41: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Según esta op in ión , en la cu l tura se t ra ta , en gran

parte, de la ac t i tud de los hombres.

En la música, los hechos f ísicos que se observan están

en estrecha correlación con hechos psicológicos. Por eso

interesan al soc ió logo. Pero hay que ser modes tos y reco­

nocer que también otras discipl inas cientí f icas se han

impuesto la mis ión de estudiar al hombre en su ac t i tud : la

psicología, la medic ina, la economía , la ant ropolog ía , la

historia, la b ioqu ímica y otras ciencias, según su especie y

saber, t ratan de acercarse al hombre y su ac t i tud f ren te a

ciertos f e n ó m e n o s y sería petulancia creer, que sólo la

sociología t iene derecho exclusivo sobre él.

» » »

La Socio logía de la Mús ica , ciencia todav ía m u y nueva,

es sugerente y abre nuevas perspect ivas para el estudio del

f e n ó m e n o musical , especialmente desde el p u n t o de vista

del c o m p o r t a m i e n t o de g rupo y de masas en la sociedad

de hoy.

Puesto que no existe todavía m u c h o material sobre este

tema, me ha parecido interesante traer aquí una selección

de las ideas más originales, entresacadas de los t rabajos que

Kur t B laukopf , I rmgard Bont inck , Charles R. Hof fer y Char­

les H. Benner presentaron en el XI Congreso Internacional

ISME celebrado en Perth. Aust ra l ia , ideas que todavía no

han sido m u y divulgadas.

- 40 -

Page 42: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C O M P O R T A M I E N T O M U S I C A L Y C U L T U R A L EN LOS

PAISES D E S A R R O L L A D O S Y EN LOS PAISES EN V I A S

DE D E S A R R O L L O : (KURT B L A U K O P F E I R M G A R D B O N T -

INCK) .

Las nuevas tendencias del c o m p o r t a m i e n t o musical se

si túan en el con tex to más ampl io del c o m p o r t a m i e n t o cul ­

tural en general .

Sin olvidar la impor tanc ia cuant i ta t iva y cual i tat iva de

los f e n ó m e n o s acúst icos que inf luyen sobre este nuevo

c o m p o r t a m i e n t o , parece necesario referirse a o t ros aspec­

tos del compor tam ien to cu l tura l , c o m b i n a n d o así, en el

cuadro de una consideración teór ica, lo que está unido en

la práct ica. De ahí, el nuevo acen to puesto sobre manifes­

taciones que, de una u ot ra manera se s i túan bajo las

apelaciones de teat ro , pel ículas, artes visuales, etc.

Se ha hecho una tentat iva para determinar los aspectos

que no habían sido señalados anter io rmente , tales c o m o :

1. — La novedad de la invest igación intelectual.

2. — E l establecimiento de nuevas líneas de comun icac ión

intelectual a nivel internacional .

3. — L a uti l ización de equipo técn ico en las reivindicaciones

de la j uven tud .

4. — L a cul tura de la j uven tud c o m o d imensión de la v ida y

c o m o concepc ión del t i empo y del t i empo del ocio.

El pr imer paso de esta nueva concepc ión era apuntar

los cambios acaecidos rec ientemente en las fo rmas de

compor tamien to musical de la j uven tud en las sociedades

Industriales, bajo el impac to de la urbanización y de los

medios de comun icac ión social , y consecuentemente del

acceso a los equipos electro-acúst icos.

- 41 -

Page 43: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Hace aprox imadamente ve in t ic inco años se inició un

ampl io m o v i m i e n t o para crear g rupos musicales de jóvenes,

hecho que no ha sido todavía ob je to de observac ión siste­

mát ica, aunque numerosas publ icac iones se hayan edi tado

referentes a d is t in tos aspectos del f e n ó m e n o , y de que

la UNESCO haya recomendado un análisis p ro fundo . Este

nuevo t ipo de act iv idades musicales se caracteriza por la

reunión espontánea de jóvenes ent re 15 y 19 años, uti l izan­

do ins t rumentos entre los cuales el equ ipo e lect ro-acúst ico

t iene un papel preponderante. Las habi l idades ins t rumenta­

les que se requieren para la par t ic ipación en tales g rupos

de jóvenes, no se adquieren en abso lu to por la vía de la

enseñanza musical fo rma l ; esto s ign i f ica, que, o bien los

jóvenes en cuest ión no han recib ido nunca inst rucc ión

musical seria, o b ien, que d icha fo rmac ión fo rma l no les

proporc iona la base necesaria para el ejercicio de estas

act iv idades.

Este f e n ó m e n o de act iv idad musical a u t ó n o m a , ejercida

por los jóvenes, no afecta ún icamente al domin io de la

enseñanza musical . Compor ta fac tores capitales tales

c o m o , la f u n c i ó n social de la música en los jóvenes, su

posic ión en el cuadro del con jun to de est ructuras cul tura­

les, etc. El estud io de este nuevo t ipo de práct ica musical

ha sido iniciado por jóvenes pedagogos musicales a los que

se plantea co t id ianamente el p rob lema de las nuevas act i ­

v idades para el oc io , extraescolares, de sus a lumnos. Estos

jóvenes maestros tenían concienc ia de que la fo rmac ión

recibida por ellos no les permit ía cont ro lar el nuevo fenó­

meno.

Trabajos preparator ios pusieron en evidencia la necesi­

dad de una cooperac ión interdiscipl inar ia, en vista de poder

t omar toda la escala de prob lemas impl icados en este

mov im ien to de la j uven tud . Los d o c u m e n t o s preparator ios

que const i tu ían la base de las invest igaciones más sistemá-

- 42 -

Page 44: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

t icas fue ron e laborados por soc ió logos y pedagogos musi ­

cales, exper tos en la radio y en la te levis ión, soc ió logos

cul tuales y especialistas de la socio logía del oc io .

El observador de la escena musical , tal c o m o se pre­

senta hoy en día en los países industr ial izados, ve que ésta

está marcada por un cambio caracter íst ico en las fo rmas

act ivas del c o m p o r t a m i e n t o musical de la j u v e n t u d . Ve ser­

virse de la música ún icamente c o m o objeto de c o n s u m o ,

par t iendo de una evoluc ión que va desde la ac t i tud de la re­

cepc ión pasiva hacia la f o r m a act iva de una práct ica musical .

Otra tendenc ia que parece impor tan te , aunque menos in­

esperada, es la que mueve a la joven generación hacia la un ión

de la acc ión , del mov im ien to y del son ido , cosa que había

sido la práct ica corr iente en el m u n d o entero durante c iertos

per íodos de la historia. Durante los ú l t imos 1.500 años, la

civi l ización occ identa l se ha desarrol lado hacia la descorpo-

ralización (d isembodiment ) de la música. Así , las fo rmas

recientes nacidas en los países industr ial izados t ienen un

carácter de revuelta cont ra este género de " d i s e m b o d i ­

m e n t " . Se puede notar con interés que dicha tendencia

puede ayudar a tender un puente ente las act i tudes cu l tu ­

rales preponderantes en los países en desarrol lo y las que

se mani f iestan en las regiones de fuer te industr ial ización.

Cont r ibuc iones cientí f icas que provienen de países tan

di ferentes c o m o la Un ión Soviét ica, Canadá, Francia y Po­

lonia, muest ran c o m o denominador c o m ú n de la act i tud de

la j u v e n t u d al respecto de la música, un fuer te rechazo

hacia una. ac t i tud pasiva. Ot ro t razo c o m ú n lo encon t ramos

en el empleo de los equipos electro-acúst icos. Su popular i ­

dad se puede atr ibuir t amb ién , en cierta manera, al rechazo

de la pasiv idad, y siendo estos equipos cada vez menos

costosos, el aspecto "hága lo V d . m i s m o " de la música, se

ha conver t ido en e lemento capital de la cul tura juveni l .

- 43 -

Page 45: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

El aumento progresivo del nivel sonoro de estas act iv i ­

dades musicales, es otra de sus característ icas. Ciertos

hechos prueban que d icho f e n ó m e n o está en relación con

el aumento del nivel sonoro del en to rno , en los países

industr ial izados. Resultados análogos han sido obten idos

por R. Mur ray Schafer , compos i to r pedagogo canadiense,

que es el autor de invest igaciones acerca del " n u e v o paisa­

je s o n o r o " .

Una con t r ibuc ión f rancesa al p royec to de invest igación,

proporc ionada por Michel Phi l ippot , encargado de servicios

musicales de la ORTF, señala el hecho de que, después de

los ú l t imos cuarenta años, las presentaciones musicales en

los países industr ial izados t ienden a ser más y más fuer tes,

estando obl igados a entrar en compet i c ión con los ru idos

del en torno.

Debido a la or ientación interdiscipl inaria de estos estu­

dios, se ha pod ido detectar una relación interesante entre

la ecología acúst ica y las mot ivac iones sociosicológicas. Se

ha encon t rado que el nivel sonoro de ciertas mani festac io­

nes musicales no es ún icamente una reacción cara a cara

contra el m u n d o industr ial , s ino que sirve tamb ién , en los

grupos jóvenes vo lcados a este t i po de práct ica musical , de

medio para establecer su ident idad.

Esta s i tuación exige un estudio más p ro fundo del papel

del equipo e lectro-acúst ico. En una época en que la práct i ­

ca de la alta f idel idad está ex tend ida (caracterizada por la

ausencia de distorsiones percept ib les) , los g rupos de jóve­

nes t ienden a in t roduci r de l iberadamente en su música la

manipulac ión (es decir, la d is tors ión sonora) . Vamos a

estudiar a lgunos ejemplos:

Observamos f recuen temente una puesta en relieve de

ciertas partes del espectro de f recuencias. La acentuac ión

- 44 -

Page 46: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de escalas que se avecinan a los t res mil hertz es f recuente

en la música " p o p " comerc ia l , l legando a ser responsable

de una presencia sonora acrecentada. El carácter especial

de la música puede también ser modi f i cado. Disposi t ivos

de reverberación artif icial se l levan la expansión natural de

la percepción espacial para sust i tuir la por d imensiones art i ­

f iciales variables. Los jóvenes que pract ican las músicas

pop y rock no eligen sus equ ipos electro-acúst icos según

las normas de la alta f idel idad, s ino que m u y al contrar io

según sus preferencias por c ier tos e fectos de distors ión.

Invest igaciones empír icas con f i rman la tesis fo rmu lada por

el compos i to r i tal iano Luciano Berio, según la cual los

mic ró fonos , ampl i f icadores, a l tavoces, etc., no son sola­

mente una extens ión de las voces y de los ins t rumentos,

sino que se convier ten en " i n s t r u m e n t o s que sobrepasan

algunas veces las calidades acúst icas originales de diversas

fuentes s o n o r a s " .

Las observaciones precedentes no t ienden a demostrar

que las nuevas fo rmas de c o m p o r t a m i e n t o nacidas en

numerosos países a l tamente industr ial izados son todas

idénticas. Los expertos de la Un ión Soviét ica y de la Repú­

blica Democrá t ica A lemana , han señalado en sus invest iga­

ciones lo que consideran c o m o di ferencias fundamenta les

entre las cul turas de los países capital istas y socialistas.

Nosot ros añadir íamos que hay di ferencias tamb ién , en razón

de las t radic iones nacionales y o t ros factores; de todas ma­

neras, a pesar de estas di ferencias, es evidente que en casi

todos los países, la int rusión de la e lectro-acúst ica merece

atención general .

* * *

- 45 -

Page 47: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

De la música viva, a la música grabada (Charles R. Hoffer).

Durante el siglo xvm la famil ia Esterhazy podía pedir a

Joseph Haydn que compus iera música cuando ellos quisie­

ran. Pero poca gente en aquel los t i empos era lo suf ic iente­

mente rica para part ic ipar de este g rupo elegido de audi to­

res privi legiados, o para tener a un compos i to r prop io y a

sus propios músicos en casa. Hoy, por menos de qu in ien­

tas pesetas, podemos comprar dos s infonías de Haydn ,

grabadas de manera extraordinar ia, por una de las mejores

orquestas del m u n d o . En nuestros días, estando la música

a disposic ión de t o d o el m u n d o , muchas personas d is f rutan

de una v ida musical más rica, porque pueden escuchar

música cuando quieren.

Antes-, para escuchar música, era necesaria una repre­

sentac ión en v ivo ; o la interpretabas t ú m ismo, o alguien

tenía que hacerlo por tí. El cambio de las representaciones

vivas a la música grabada ha reducido considerablemente

la impor tanc ia de las representación públ icas. H o y en día,

la mayor parte de la música que se oye no es en su fo rma

pura. Está manipulada y cambiada por los técn icos de

grabación y por los aparatos ampl i f icadores. El técn ico

e lectrónico ha sido añadido en tercer lugar en este proceso

que va del compos i to r al e jecutante (ahora al técnico) y por

f in al oyente . A lgunas grabaciones son tan to el p roduc to

del ingeniero que graba, c o m o del cantante . Puede llegar a

considerarse un conc ier to sin ampl i f icac ión " p l a n o " , y el

verdadero sonido del ins t rumento o de la voz puede pare­

cer fa lso si el aud i tor ha ten ido anter io rmente una expe­

riencia falseada por sonidos de fo rmados .

- 46 -

Page 48: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

La música comercial

La mayor parte de las gentes han dejado de hacer

música por la misma razón que han dejado de cocer el pan

o de coser sus prop ios vest idos; se puede comprar t o d o en

los almacenes. Una gran parte de la música se ha conver t i ­

do en p r o d u c t o comerc ia l . Esto no t iene porque ser nece­

sar iamente negat ivo. Desde la época de Beethoven los

composi tores reciben comis iones y t ra tan con los edi tores.

Lo que da impor tanc ia a la comercia l ización de la música

en estos días es la f o r m a que ha t o m a d o esta asociación

entre la música y los negocios. Se gastan sumas enormes

en rec lamo y publ ic idad; esta música está creada sobre

t o d o para el mercado de los jóvenes. Se pueden encont rar

varios mot ivos que jus t i f iquen este hecho. Una de las razo­

nes principales es que los jóvenes amer icanos t ienen los

medios para comprar discos y magní f icos e lec t ró fonos.

Otra razón es el gran número de jóvenes comprend idos

entre la edad de 10 a 24 años (en 1970 eran 56.000.000, en

los Estados Unidos) . La tercera razón pudiera ser el " l a p ­

s u s " de t i empo que existe desde la infancia hasta la edad

madura ; en las sociedades industr ial izadas este hecho ani­

ma a la f o rmac ión de grupos caracter íst icos entre la pobla­

c ión. La cuarta razón es que casi todas las sociedades de

hoy están or ientadas hacia la j u v e n t u d ; los adul tos t ienen

tendencia a ser indulgentes hacia los jóvenes, y procuran

conservarse jóvenes ellos mismos la mayor cant idad de

t i empo posible.

La qu in ta razón, y c ier tamente la más impor tan te , pare­

ce ser la tendencia que t ienen los jóvenes a seguir y a

identi f icarse con un g rupo . El c o n f o r m i s m o anima a una

homogene idad de gusto y de apariencia entre los adoles­

centes. Esto expl ica en parte por qué las frases populares

son, en un m o m e n t o dado, de una simi l i tud notable.

- 47 -

Page 49: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

La música comercia l está hecha para los adolescentes,

luego los temas están hechos para l lamar especialmente su

atenc ión. Más de dos terceras partes hablan de amor; y

ahora, desde hace unos años, se observa la apar ic ión de

canciones l lamadas " c o m p r o m e t i d a s " .

L igado a la impor tancia del mercado juveni l , se puede

observar el p redomin io de la música en las ondas de las

radios comerciales, que deben, para poder subsist ir, pasar

publ ic idad por sus cadenas. Los mov im ien tos de las obras

de música clásica, que duran a veces más de diez minu tos ,

son demasiado largas para que se puedan intercalar entre

ellos mensajes comerciales que deben ser emi t idos a inter­

valos regulares. La velocidad con la que las nuevas cancio­

nes suben y bajan al cielo de la popular idad, está inf lu ido

igualmente por consideraciones comercia les. Los p roduc to ­

res de este t ipo de música se las arreglan para que sus pro­

duc tos pasen de moda . Un d isco a la moda p ron to pasa,

mientras que uno de Bach, s iempre es precioso; así pues la

mayor parte de venta de d iscos son los de moda y la

demanda para su renovac ión, cons tan te .

Efectos de la música popular sobre los auditores

El lugar omnipresente que o c u p a la música popular en la

sociedad actual ha an imado el desarrol lo de unas posibi l i­

dades de escucha que son p o c o favorables para oír la

música clásica. En pr imer lugar, la música popular se pro­

duce a niveles sonoros ex t remadamente elevados. En c o m ­

paración, las sonor idades de la música clásica aparecen

pálidas.

A d e m á s , hay di ferencia de t i e m p o en la aud ic ión. La

mayor parte de las veces, la música popular anuncia sus

- 48 -

Page 50: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

¡deas, m u y c laramente en los t re in ta o cuarenta pr imeros

compases; práct icamente no hay desarrol lo temát i co y

generalmente la pieza se acaba en menos de tres minutos .

De manera que el t i empo exig ido por la música clásica es a

m e n u d o inaceptable y molesto para el que t iene la c o s t u m ­

bre de oír música servida en a lgunos minu tos . Para éste,

un tema con desarrol lo gradual a la manera de Sibel ius,

debe parecerle algo así c o m o con templar una película depor­

t iva al ralentí.

La mayor parte de la música popular no o f rece n ingún

desarrol lo con t ra to imaginat ivo o a lgún re f inamiento en el

tema musical . C o m o indica Richard Letts: " . . . la música a la

rpoda emplea un vocabular io restr ingido, est ructuras s im­

ples y una sintaxis que se puede ant ic ipar m u y b ien . . . " El

audi tor io aprende a no esperar una compos ic ión elaborada.

Cuando oye música mat izada, no la percibe y la encuent ra

incluso aburr ida.

Por otra parte existe la asociación de la música popular

al mov im ien to . Una ejecución musical por un g r u p o rock,

comprende efectos luminosos ext raños y mov imien tos

corporales f renét icos. Los oyentes no desean ni aceptan

escuchar un conc ier to rock a la manera de la música clásica.

Patean, golpean de manos y bailan y cantan con los can­

tantes. A u n q u e sea deseable un cierto sent ido de part ic ipa­

ción para la música, este esti lo de cosas impide escucharla

l impiamente.

Los problemas que esta situación crea al profesor de música

Es necesario que los profesores de música no ignoren

estos problemas. Puesto que la música está presente en la

mayor parte de nuestras sociedades modernas, el profesor

- 49 -

Page 51: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

debe advert i r a sus a lumnos de que hay dos maneras de

escuchar música, mejor d icho hay dos fo rmas de música

para oír: una , para seguir la con a tenc ión , si se quieren

descubr i r sus suti lezas, y la o t ra , es t ructurada más sencil la­

mente , puede ser comprend ida sin esfuerzo.

Para m u c h o s estudiantes el arte musical ha adqui r ido

un aspecto viejo y an t icuado, y asocian la música con la

vejez. Una act i tud así es falsa y descorazona a los mucha­

chos , que se desinteresan del arte musical . A l g u n o s pro­

fesores que in tentan destruir esta imagen, están in ten tando

in t roduci r nuevos métodos para la asistencia a conc ier tos y

audic iones.

Una de las maneras de hacer que la música sea más

aceptable para los jóvenes sería la de analizar c ient í f ica­

mente t o d o s los géneros musicales. Concent rándose acerca

de la mecánica de los sonidos, los estudiantes tender ían a

olvidarse de la asociación música-edad. Gracias a este aná­

lisis los estudiantes aprenderían por qué la música de Bach,

Mozar t y tan tos o t ros s igue siendo apasionante hoy, aun­

que fue escrita hace más de cien años. Comparando la

música ant igua con la pop , m u c h o s jóvenes quedan a tón i tos

cuando comprueban que m u c h o s e lementos ant iguos son

uti l izados hoy día, sin hablar de las muchas melodías de

hoy que se han t o m a d o prestadas a grandes compos i to res

de ayer.

Puesto que los jóvenes aman la acc ión , los profesores

de música deben hacer trabajar su imaginac ión para encon­

trar nuevas técnicas concretas, con las cuales presentar la

música. Que la actual omnipresencia de la música sea apro­

vechable o no, dependerá, en gran parte, de la ac t i tud de

los profesores cara a cara con los nuevos mé todos de

enseñanza de la música.

- 50 -

Page 52: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

En el umbral de cambios sociales acerca de la Educación

Musical

Cuando se habla de cambio hay que hacer una di feren­

cia entre " c o n s e r v a d u r i s m o " o " c o n s e r v a c i ó n " . El pr imer

té rmino quiere decir, generalmente, que se agarra a " l o que

e s " o a " l o que ha s i d o " . La " c o n s e r v a c i ó n " , t omada con

un sent ido psicológico ampl io , s igni f ica la disposición que

tenemos para observar lo que no cambia después de suce­

d ido un cambio . Cuando hay que hacer f rente a una si tua­

c ión que sigue a un cambio , la pr imera ¡dea que se intenta

definir son las constantes que existen entre el an t iguo y el

nuevo estado de cosas. Creo que una de ellas es que la

naturaleza sensual y musical del hombre está bien estable­

cida y que esta naturaleza no cambiará más que con una

evoluc ión milenaria, o a causa de acontec imien to tempora ­

les creados art i f ic ia lmente. Las artes plásticas seguirán

s iendo el medio gracias al cual el hombre subl imará las

l imitaciones de la realidad y del lenguaje. El hombre se

sirve del mov im ien to , d ispone las líneas y los colores;

f o rma la mater ia, emplea el son ido. En sus ensayos expre­

sivos utiliza herramientas, accesor ios y las capacidades que

t iene. A lgunas crearán nuevas herramientas, encont rarán

nuevas asociaciones de e lementos y desarrollarán dones

suplementar ios para llegar a nuevos objet ivos de expresión.

La historia de la compos ic ión musical hace destacar esta

necesidad de búsqueda de nuevas fuentes sonoras y de

ordenarlas en frases sonoras est ructuradas. En el m o m e n t o

en que las fuen tes tonales y los t f tnbres convencionales de

los ins t rumentos musicales de hoy parecen estar comple­

tamente exp lo tados, otras fuentes sonoras, que se habían

considerado "amus ica les " anter io rmente , se convier ten en

útiles para el compos i to r habi tual o a f ic ionado.

En el hombre hal lamos una segunda constante, en el

- 51 -

Page 53: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

hecho de que t iene necesidad histór ica y ant ropológ ica de

intervenir en su en to rno e inf luenciar lo. En esta fo rma de

ent rometerse c o n su en to rno , el hombre , para sobrevivir

y func ionar c o m o ser h u m a n o , debe establecer su perso­

nal idad. La psicosis de la personal idad está descr i ta, a

menudo , c o m o la fal ta de capacidad de salir de sí m ismo

para jugar un papel act ivo en su alrededor. El hombre

debe crearse una personal idad, para servir a su func ión

de ser humano . La supresión de la personal idad debida a

la industr ia l ización, al t rabajo en cadena y a la concep­

ción del g rupo , ha cont r ibu ido al anon ima to , pero no

le ha qu i tado su necesidad natural de expresarse y rea­

lizarse. A pesar de que las condic iones f ísicas e internas

de los hombres sean más o menos constantes de una

generación a otra o de una época a o t ra , el hombre inter­

viene con t inuamen te en este en to rno abst rac to que es la

sociedad.

Los cambios en la sociedad y en el en to rno podrán

inf luir en el c o m p o r t a m i e n t o exter ior del hombre , pero no

cambiarán de una manera impor tan te sus necesidades y

sus capacidades.

Los cambios sociales que parecen ser los más evidentes

son la urbanización y la industr ial ización (la vida en g rupo y

el t rabajo en g rupo) . La rapidez y la posibi l idad de t ranspor­

te que dan gran movi l idad a las gentes, a u m e n t a n y permi­

ten la mezcla y la con f ron tac ión de cul turas; y las comun i ­

caciones, que eran lejanas o l imitadas, se conv ier ten , en un

instante, en comun icac iones inmediatas y universales. Gra­

cias a los medios de c o m u n i c a c i ó n , se está l legando rápi­

damente a la cond ic ión de fo rmar par te de un " p u e b l o

un iversa l " . Acon tec im ien tos pol í t icos, económicos , sociales

y musicales, impor tantes o no, puede ser vistos y oídos por

grandes facc iones de la poblac ión mundia l , aunque estén

- 52 -

Page 54: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

m u y lejanas entre sí. La rapidez de los t ranspor tes permi te

igualmente a directores de orquesta que están de paso en

el lugar, compar t i r la d i rección de ciertos acontec imien tos

musicales en lugares internacionales to ta lmente alejados

unos de ot ros.

En 1967, los miembros del S i m p o s i u m de T a n g l e w o o d ,

ponían su interés sobre " e l papel de las artes en una

sociedad c a m b i a n t e " . Mús icos , soc ió logos, c ient í f icos,

sindicalistas, educadores, representantes de asociaciones,

de fundac iones y miembros del gob ierno estaban presentes

en estas del iberaciones. " L o que está a p u n t o de suceder " ,

fue señalado por David McAl l is ter , m iembro de esta confe­

rencia. Predijo que en el año 2000 tendremos pantal las de

televisión grandes c o m o paredes; que se podrá encargar un

acontec imien to art íst ico o un conc ier to en no impor ta que

parte del m u n d o . Puesto que el púb l ico se reunirá entonces

en los parques, centros comerciales o en lugares m u y poco

tradicionales, predi jo que nuestras salas de conc ier tos

actuales no serán lo suf ic ientemente pequeñas, o lo serán

demasiado. . . La ampl iac ión electrónica de los ins t rumentos ,

permit i rá combinac iones sonoras jamás imaginadas hasta

nuestros días y de ello surgirán nuevas ideas de compos i ­

c ión. (Añad ió que algunas de estas compos ic iones serán

magní f icas). Cont inuó dic iendo que los f i lms, la danza y la

música se intercambiarán para que los conc ier tos sean más

atract ivos, de una manera que hoy nos parece irrealizable.

Por otra parte, J o h n Hopkins, Director Musical de la Radio

Austra l iana, señaló que los " j ó v e n e s audi tores actuales

pueden ser est imulados y exc i tados por acontec imientos

musicales, de manera tal que m u c h o s organizadores de

espectáculos para las generaciones precedentes no habrían

ni pod ido imaginar. Pero los jóvenes quieren que la expe­

riencia sea sincera, honrada y verdadera. . . Y antes que

- 53 -

Page 55: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

nada se levantan contra los e lementos de lujo material que

han heredado de las generaciones p recedentes" .

En cont rapar t ida, organizadores de concier tos se quejan

de que la educac ión musical en general no alcanza a crear

públ icos de abono para los conc ier tos , d ic iendo que asiste

poca gente a los mismos y que no se enseña a los jóvenes

a apreciar la " m ú s i c a ser ia " . Igualmente se expresaba un

director de una orquesta s in fónica, que hacía notar que a

pesar de diversas posibi l idades ofrecidas a los jóvenes para

asistir a concier tos realizados en zonas urbanas impor tan­

tes, la audiencia de los concier tos d isminuía y los que

sobrel levaban los gastos de manten im ien to de dichas

orquestas se volv ían viejos, estaban cansados y tenían la

sensación de estar haciendo un gasto inút i l .

La anomal ía que presentan las dos opin iones antagóni ­

cas, la del d i rector de la Radio austral iana y la de los

empresarios de orquestas s infónicas, reside en que, eviden­

temente , la educac ión musical actual todav ía insiste en dar

al públ ico el repertor io del siglo xix. Sólo cuando el espec­

tácu lo se presenta al esti lo siglo xx , t iene la aquiescencia

del púb l ico juveni l .

En una sociedad cambiante , la ins t rucc ión musical ,

c o m o una de las discipl inas escolares, t iene una tr iple f u n ­

c ión: la pr imera consiste en poner al estudiante en con ­

tac to con la es t ruc tura , las fo rmas, los esti los y las in f luen­

cias sociales que reflejan la música f igurat iva del pasado; la

segunda es dar a los estudiantes la posibi l idad de c o m ­

prender la música actual , así c o m o la capacidad de analizar,

de part ic ipar y de juzgar la; y la ú l t ima debe ser proporc io­

nar una base para comprender la música del porvenir .

Concen t rándonos so lamente sobre la pr imera f u n c i ó n ,

sin ocuparnos de las otras dos, cor remos el r iesgo de

ponernos en la s i tuación de aquél que t iene en la mano un

- 54 -

Page 56: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

obje to h is tór ico, puesto que, con la rápida evo luc ión de los

t iempos y de la soc iedad, nos arr iesgamos a encont ra rnos

conver t idos en guardianes del museo.

Las comunicac iones de masas, la movi l idad y los viajes,

los recursos tecno lóg icos, los cambios de valor de los sis­

temas, y los cambios de esti los de v ida nos l levan a reco­

nocer que también en el c a m p o musical hay: 1) m u c h o s

sistemas de organización de los sonidos y si lencios, que

son lóg icamente vál idos y estét icamente p roduc t ivos , 2)

que las sociedades di ferentes p roducen una gran var iedad

de fuen tes musicales, de fo rmas, de func iones y de esti los;

y que t o d o s los géneros de música son , a la vez, parecidos

y 'd i fe ren tes . En una sociedad cambiante , si se quiere que

la música tenga alguna inf luencia sobre el públ ico en gene­

ral (y no sólo sobre una élite do tada y educada) hace fal ta

que los educadores musicales sean capaces de encont rar

los medios, el material y experiencias que permi tan a la

mayor parte de los estudiantes, si no a todos , descubrir

en la música una ut i l idad c o m o medio personal de interés y

de expresión. Hace fal ta que además de esto la educac ión

del maestro de música comprenda experiencias con dife­

rentes fo rmas y esti los de mús ica , y que aprenda a apreciar

la esencia y las fuerzas cul turales de la música fo lk lór ica y

popular y de las músicas caracter íst icas de di ferentes

grupos étn icos y que se famil iar ice con ellas de la misma

manera que se familiariza t rad ic ionalmente con la música

clásica occ identa l . La concepc ión para el maestro de músi ­

ca del arte musical en general , t o m a hoy nuevas d imensio­

nes exót icas.

Mient ras tan to , c o m o educadores en las escuelas y

universidades, podemos fi jar nuestros esfuerzos en base a

los cr i ter ios s iguientes: Pr imeramente, acerca de lo que en

sus estudios y en sus experiencias, permit i rá a los estudian-

- 55 -

Page 57: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

tes util izar a la música c o m o medio de expresión personal

durante sus vidas, y segundo, lo que servirá a los estudian­

tes, debido a los estudios y a las experiencias realizadas,

para conseguir una base que les permi ta part icipar, c o m ­

prender, ejecutar y emit i r ju ic ios sobre la música que oirán

interpretar, mañana, el año p róx imo o en las próx imas

décadas.

El prob lema que en úl t ima instancia t iene p lanteado el

profesor de música en una sociedad cambiante c o m o la

nuestra, es la de saber, cuando esta sociedad se pone en

pie y dice " v a m o s a bai lar" , quien dirije el baile. En el

m o m e n t o de la verdad, que no so lamente no está lejos sino

que más bien ya ha l legado, los educadores musicales,

c o m o cuerpo profesional , harían m u y bien en "ponerse al

paso" . So lamente ellos pueden hacer lo, pero si no lo

hacen, ni su erud ic ión, ni su categor ía, ni su exper iencia, ni

su temperamento , ni su astucia, podrán salvarles.

- 56 -

Page 58: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 59: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 60: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C A P I T U L O II

LA M U S I C A

«Llamó Dios al firmamento, CIELO...»

La música entra por el o ído y sale por el o ído: La

primera proposic ión parece ser del consenso públ ico. No

tan clara parece la segunda. Pero el hombre no comprende

la música s ino en func ión de su percepc ión acúst ica, de su

audic ión; lo cual equivale a decir, en la medida que la oye.

No una medida de cant idad, c o m o ente los sordos y los

que no lo son , s ino entre lo que es prop io del o ído y lo que

corresponde a su poster ior in terpretac ión psicológica.

La música, c o m o arte, está basada en el f enómeno

acúst ico, que ofrece a la intel igencia los pr imeros datos

sumin is t rados por la materia musical ; mater ia procedente

de la selección que el hombre hace entre lo puramente

sonoro. El f e n ó m e n o acúst ico cambia a lo largo de las

épocas de la histor ia. La mater ia musical tamb ién . U n o y

otra sufren modi f icac iones, en cierto m o d o evolut ivas;

éstas, por vía de incremento o desarrol lo en determinados

sectores; aquéllas, de una manera a veces revolucionar ia.

Lo que en la música se ent iende c o m o arte es un epi fenó­

meno que sigue parejamente a tales evoluc iones o cuales

cambios.

Si la música consiste en una comb inac ión art íst ica de

- 59 -

Page 61: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

los sonidos, el hecho que hace posible su cons t rucc ión es

un hecho que yace en la facu l tad percept iva de fo rmas

musicales, desde las yuxtapos ic iones más simples a las

est ructuras más complejas: un proceso que podr ía enten­

derse c o m o orgánico. Semejante proceso en su parte más

mater ial , hila la historia de las fo rmas ; en su parte más

espir i tual, la belleza de este arte. De ambas cosas se nutre

la Histor ia de la Música.

Hay inf in idad de l ibros, de manuales, de t ra tados, que

lo descr iben, ya que no lo expl ican. Pero, ¿dónde se encie­

rra el ge rmen , la gal ladura que fecunda? creemos que el

p u n t o mág ico consiste en la facu l tad de invenc ión. La

parte ideal de la invención se alberga en la fantasía del

compos i to r . La parte material radica en su o ído; en su

facu l tad audi t iva. C o m o dec íamos al pr inc ip io, de donde

sale. Es un resultado de c ó m o oye el ar t is ta, de c ó m o

percibe el f e n ó m e n o sonoro . Haendel o Bach no oían la

música c o m o San A m b r o s i o o San Gregor io ; Mozar t o

Beethoven no la oían ya c o m o aquel los grandes genios del

per íodo barroco. Debussy oía la música de manera tal que le

condu jo a un plano estét ico enteramente d is t in to de los

maestros de las etapas clásicas.

¿ C U A N D O C O M I E N Z A LO QUE L L A M A M O S M U S I C A ?

La música comienza en el m o m e n t o en que el hombre

se descubre a sí m ismo c o m o un ins t rumento de música.

Desde que el hombre existe sobre el planeta ha sido

capaz de produci r con su prop io cuerpo di ferentes clases

de sonidos. Con el aparato respirator io, pu lmones, laringe,

boca , emi te son idos que, en un pr incip io inart iculados, pero

s iempre expresivos de una vo l ic ión, te rminarán por inte­

grarse en módu los de cuyo con jun to y ar t icu lación saldrán

di ferentes fo rmas de comun icac ión humana . Con sus

- 60 -

Page 62: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

manos y sus pies puede producir , además, sonidos percu­

t idos: cuando choca una mano con ot ra, cuando hace

chascar los dedos o cuando con la palma de la mano se

golpea, alegre o colér ico, en diversas partes de su cuerpo.

De hecho, el hombre es un ins t rumento de música: en el

pr imer caso es, c o m o la " t ib ia u t r icu lar is " , la " c o r n a m u s a " ,

" m u s e t a " o " g a i t a " , un ins t rumento de caña simple con

depósi to de aire. Merced a diversos ardides puede regular

la emis ión de los sonidos f is io lógicos; cambiar los de in ten­

sidad, de en tonac ión y aun de t imbre y vo lumen . Otro

tan to puede hacer con las autopercus iones o con las que

pract ica go lpeando el suelo con los pies. Cuando el hombre

descubre que los sonidos que puede produci r con su pro­

pio cuerpo son capaces de regulación, la música nace.

Hasta entonces solamente había sonidos más o menos

expresivos de algo, pero no interesantes por sí mismos.

Cuando el hombre comprende que puede manejar los,

combinar los , el sonido se convier te en materia de algo

nuevo, en vehículo de algo extraordinar io.

Nace entonces el arte, la " t e c h n e s " del manejo de la

materia sonora que el hombre p roduce con su propio cuer­

po. N o tardará en producir sonidos con útiles diversos que

encontrará el alcance de la mano, después de haber uti l iza­

do la mano misma. El " i n s t r u m e n t o " aparece al servicio de

la " t e c h n e s " tras haber sido el hombre ins t rumento de sí

mismo. A h o r a va a manejar el son ido, a regularlo con la

mano. Dos músicas, pues, van a comenzar así su existen­

cia: la música que engendra en el aparato m ismo de la voz,

la música vocal y la música que organiza con el ins t rumen­

to , piedra que golpea, árbol hueco que resuena, vaina llena

de semillas secas, qui jadas de animales muer tos que se

raspan con un hueso, agudos si lbidos que se producen

soplando en un hueso sin médula ...

- 61 -

Page 63: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

El hombre no ha p roduc ido nunca sus sonidos sin que

s imul táneamente un mov imien to de su cuerpo se produzca

de tal manera que sea c o m o la indicación corporal de la

vo lun tad de comun icac ión que el son ido p roduc ido por el

hombre m ismo t iene en sí y de cuya vo lun tad nace y es

expresión. Los pr imeros son idos de los cuales el hombre es

su propio ins t rumento están s iempre dob lados por un

gesto. Cuando el arte, la " t e c h n n e s " , haya intervenido para

produci r en la v ida humana lo que nosot ros ( y no él)

en tendemos por música, o t ro m u n d o de soberana capaci­

dad nacerá paralelamente. El m u n d o paralelo al que crea la

música, es el que crea la Danza. La Danza nace cuando el

hombre descubre que es un ob je to de arte.

Música y Danza pueden pues def inirse, desde su apari­

c ión en la soc iedad humana, d ic iendo que son el resultado

de manejar ar t ís t icamente el material sonoro o corpora l , de

los cuales el hombre es el pr imer proveedor. Pero, desde

que el hombre gr i ta , se golpea el pecho o las caderas con

un frenesí que puede proceder de la ira o de la alegría;

desde que hace contors iones en un pr incip io uti l i tarias, en

seguida gratu i tas, por el placer de hacerlas, por el depor te

inf in i to en perspect ivas de practicarlas " p e r s e " , hasta que

adquiere una rut ina en sus práct icas, habrá pasado por tres

etapas de las cuales la úl t ima fase es la que conoce ya una

técnica, un arte.

1: expresión de un acto vo l i t ivo, necesar io .— 2: c o m ­

placencia y repet ic ión complac ida del h e c h o . — 3: organi­

zación técn ica , co lect iva, combina to r ia , de los hechos. La

tercera fase comprende dent ro de sí a las dos pr imeras: el

" a r t e " naciente de la Música y de la Danza será a la vez

expresivo y p lacentero.

- 62 -

Page 64: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

El hombre pract ica ambas act iv idades y con templa

c ó m o las pract ican sus semejantes. Tan p r o n t o c o m o la

con templac ión es d iscr iminator ia, select iva, el sent imiento

de la belleza nace. La " t e c h n e s " es, en su fase e lemental ,

ut i l i taria; en su fase más avanzada, arte. La técnica es

solamente mecan ismo; el arte impl ica un d ic tado del sent i ­

miento de lo bel lo.

IEI pr imer e lemento de que la música se vale es, natu­

ra lmente, el son ido , que es el e fec to que p roduce en el

o ído animal el aire en mov im ien to . In forme e lemento cuan­

do es el que se p roduce en la naturaleza, sin la in terven­

c ión del hombre ; v ien to , t rueno, el mugi r de las aguas.

Pero cierta porc ión puede ser puesta en mov im ien to por el

hombre : es el son ido art i f icial, que en arte, es sucept ib le de

regulación por el hombre mismo. El material sonoro , en sus

líneas generales, es el son ido ar t i f ic ia lmente regulado. Esta

és la materia que el hombre emplea para que, t rabajada

ar t ís t icamente por él, ob tenga lo que se ent iende por músi ­

ca. Decir ar t ís t icamente supone la existencia y apl icación

de ciertas leyes, reglas, m o d o s o maneras de t rabajo que se

denominan técn ica, esti lo ...

La comprens ión de la música, en su verdadero sent ido,

consiste en disfrutar la c o m o ta l . Pero ello exige una act iva

par t ic ipación por parte del oyente . Ser " recep t i vo a la

be l leza" requiere m u c h o más que la simple audic ión pasiva

y subconsc iente . Exige no sólo la máx ima concent rac ión

por parte del oyente , sino tamb ién una audic ión muchas

veces repet ida.

La música comb ina los valores educat ivos de una disci­

plina r igurosa, con los poderes de comun icac ión , revitali-

zación y regeneración de una de las Bellas Ar tes . T o d a

ref lexión acerca de la educac ión musical t iene que fundarse

en este pr incip io.

- 63 -

Page 65: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

La f inal idad de las audic iones musicales debería ser la

f o rm ac ión de un hábi to que condujese a la audic ión perso­

nal, act iva y anal í t ica. El análisis obl iga a escuchar con

a tenc ión , exact i tud y re f inamiento.

Si d ichas audic iones se realizan en la escuela, bajo la

d i rección de un profesor especial izado, deberían ser c o m ­

parables a las sesiones de laborator io de física o qu ímica ,

para realizar tamb ién en música un análisis part icular izado.

C o m o ocurre en cualquiera de las clases cient í f icas, el

profesor pediría a sus a lumnos una descr ipc ión precisa de

lo que allí está ocurr iendo; y sería el o ído , no la v ista, el

observador. Los principales temas de es tud io deberían sur­

gir, con t o d a natural idad, de la misma música, e incluir

aspectos tales c o m o las cual idades sonoras de los dist intos

ins t rumentos orquestales y coros; la tex tura de la música

de cámara, las pecul iar idades de esti lo de los compos i to res

expuestos en las lecciones y, sobre t o d o , el manejo y

desarrol lo de las ideas musicales.

El estudio detal lado del manejo de las ideas musicales

en la s infonía — q u e suele considerarse comple j ís imo y de

di f icul tades insa lvab les— es, por el cont rar io , uno de los

aspetos más simples de la práct ica musical , a causa de

que, dent ro del con tex to del gran esquema dramát ico , es­

t imula el intelecto y las emociones. Esta ejerci tación s imul­

tánea del o ído y la mente no sólo es benéf ica c o m o c o m ­

paración general para poster iores estudios musicales, sino

que también const i tuye un f in en sí, y de la más elevada

jerarquía dent ro del p rograma educat ivo.

Una f o r m a de aprendizaje insust i tuible en cualquier

práct ica musical , sea c o m o intérprete o c o m o oyente, es la

repet ic ión.

La música requiere no sólo una audic ión act iva, sino

- 64 -

Page 66: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

también una audic ión repetida (reiterada). Lo cual se debe

a que la música está en constante mov im ien to , s iempre

desvaneciéndose, despareciendo a la vuel ta de la esquina,

poniéndose fuera del alcance antes de que se la pueda asir.

Son relat ivamente pocas las personas capaces de

comprender , en té rminos puramente musicales, lo que la

música expresa. El suponer que una pieza de música debe

acumular imágenes de una u ot ra especie, y que si éstas

fa l tan la pieza no ha sido entendida o carece de valor,

es algo tan ex tend ido c o m o puede serlo lo falso y lo

vulgar. Nadie espera tal cosa de cualquier o t ro arte, sino

que se con ten ta con los efectos de sus e lementos; aunque

bien es verdad que en las demás artes el tema mater ial , el

objeto representado, se ofrece por sí m ismo automát ica­

mente al l imi tado poder de comprens ión del intelectual-

mente mediocre. Puesto que la música, c o m o tal , carece

de tema mater ia l , hay quienes buscan a t ravés de sus

efectos la belleza de la f o r m a exc lus ivamente, y o t ros,

procedimientos poét icos. Hasta Schopenhauer , que empie­

za d ic iendo algo realmente exhaust ivo acerca de la esencia

de la música en este maravi l loso pensamiento : "E l c o m p o ­

sitor revela la esencia ín t ima del m u n d o o expresa la sabi­

duría más p ro funda en un lenguaje que su razón no c o m ­

prende; exac tamente igual que una " m é d i u m " hace revela­

ciones sobre cosas de las que no t iene ni idea cuando

desp ie r ta" se extravía luego, cuando t rata de t raduci r a

nuestra te rmino log ía los detalles de ese lenguaje que la

razón no comprende .

La facu l tad de pura percepción es ex t remadamente rara

y so lamente la encon t ramos en seres de gran capacidad.

SCHOENBERG DICE:

Para comprender la verdadera naturaleza de la Creación,

- 65 -

Page 67: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

hay que tener en cuenta que la luz no existía antes de que

Dios di jera: "Hágase la l u z " Y c u a n d o aún no había luz, la

omnisciencia divina abarcó su v is ión, y su omnipotenc ia la

hizo surgir.

Nosot ros , pobres seres humanos , cuando nos refer imos

a uno de nuestros mejores cerebros creadores, nunca

debiéramos olvidar lo que en realidad es el creador.

El creador t iene la visión de a lgo que no exist ió antes

de su v is ión.

El creador t iene el poder de hacer vivir su v is ión, el

poder de realizarla.

En e fec to el concep to de creador y creación ha de

formarse en armonía con el M o d e l o Div ino; inspiración y

per fecc ión, deseo y cump l im ien to , vo lun tad y e jecución,

co inc iden espontánea y s imul táneamente . En la Creación

Divina no hubo n ingún detalle que quedara para resolverlo

después; " S e hizo la luz " inmed ia tamente y en su más

comple ta per fecc ión.

Los creadores humanos , c u a n d o alcanzan una v is ión,

han de recorrer el largo camino que la separa de su realiza­

c ión; du ro camino donde, expulsados del Paraíso, incluso

los genios han de cosechar el f r u t o con el sudor de su

f rente.

Una cosa es recibir la v is ión en la inspiración de un

instante creador, y otra el material izarla con afanosa cone­

x ión de detalles hasta fundi r la en una especie de organis­

mo .

Estoy convenc ido de que el verdadero compos i to r

escribe música por la única razón de que le complace

hacerlo. Los que c o m p o n e n porque desean complacer a los

demás, y l levan al públ ico en el pensamiento , no son

- 66 -

Page 68: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

autént icos artistas. No son de la madera de aquel los que se

ven impulsados a decir a lgo, exista o no una persona a la

que le agrade, incluso aunque a ellos mismos les disguste.

No son creadores que abran las válvulas de escape para

liberar la presión que in ter iormente ejerce la creación que

está dispuesta a nacer. Son tan solo indiv iduos más o

menos hábiles, que renunciar ían a la compos ic ión si no

encont raran oyentes.

La verdadera música, compues ta por un verdadero

compos i to r , p rovoca toda clase de impresiones aún sin

pretenderlo. Las melodías boni tas y sencil las, los r i tmos

saltarines, la armonía interesante, las fo rmas art i f ic iosas, el

con t rapun to compl i cado : he aquí t o d o cuan to el verdadero

compos i to r puede escribir con la faci l idad c o n que se escri­

be una car ta. La música no es sólo una de tantas clases de

d ivers ión, s ino la representación de las ideas del poeta y

pensador musical ; estas ideas musicales han de cor respon­

der a leyes de lógica humana , y son parte de lo que el

hombre puede percibir, razonar y expresar. Part iendo de

estos asertos, he l legado a las s iguientes conclus iones:

EL ESPACIO DE DOS O M A S D I M E N S I O N E S EN EL

QUE SE REPRESENTAN L A S IDEAS M U S I C A L E S , ES

U N A U N I D A D . A u n q u e los e lementos de estas ideas

aparezcan separados e independientes a la vista y al o ído,

revelan su verdadero s igni f icado so lamente a través de su

cooperac ión , al igual que una palabra aislada no puede

expresar un pensamiento sin relacionarla con otras. T o d o lo

que acontece en cualquier lugar de este espacio musical

t iene más de un e fecto local. A c t ú a , no sólo en su propio

p lano, sin también en o t ros planos y di recciones, y su

inf luencia alcanza hasta los lugares más distantes. Por

e jemplo, el e fec to de la subdiv is ión r í tmica progresiva, a

- 67 -

Page 69: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

t ravés de lo que yo d e n o m i n o " tendenc ias de las notas

más b reves" a mult ipl icarse, puede observarse en todas las

compos ic iones clásicas.

En consecuenc ia , la idea musical , aunque esté const i tu i ­

da por melodía, r i tmo y a rmon ía , no es una cosa ni otra

tomada ais ladamente, sino las t res en con jun to . Los ele­

mentos de la idea musical están parcia lmente incorporados

al sent ido horizontal en fo rma de sonidos sucesivos, y en

parte se hallan en sent ido vert ical c o m o sonidos simul­

táneos. La mu tua relación de los sonidos regula la sucesión

de intervalos, así c o m o su asociación en armonías; el r i tmo

regula la sucesión de los sonidos, c o m o también la de las

armonías y organiza el f raseo.

F A L L A DICE:

Estoy abso lu tamente ent regado a la música y la música

es necesario vivir la, llevarla en sí, porque la f o rmac ión de la

obra musical es un poco c o m o la fo rmac ión del ser. Pero

es necesario t iempo. Se la ve formarse de una manera

natural . . . ! Es algo tan mister ioso, la música! A mi entender ,

la música es el arte más j o v e n , y den t ro de dos o tres

siglos se pondrá de mani f iesto que nosot ros no hacemos

sino comenzar .

Los e lementos esenciales de la música, las fuentes de

inspiración, son las naciones, los pueblos.

Creo en una bella ut i l idad de la música desde un p u n t o

de vista social. Es necesario no hacerla de manera egoísta,

para sí, sino para los demás. . . Sí, t rabajar para el públ ico

sin hacerle concesiones: he aquí el prob lema. Esto es en mi

una preocupac ión constante . Es necesario ser d igno del

ideal que se lleva dent ro y expresarlo, estru jándose: es una

sustancia a extraer y algunas veces con un t rabajo enorme,

- 68 -

Page 70: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

con sufr imiento. . . , y luego ocul tar el esfuerzo, c o m o si

fuese una improv isac ión m u y equi l ibrada, con los medios

más simples y seguros.

» * *

He t ra ído a este capí tu lo los tes t imonios de Schoenberg

y Falla, músicos de estéticas m u y dist intas, pero ambos de

los más grandes e innovadores, para intentar ver, desde su

peculiar p u n t o de mira, a la mús ica , este arte que no se

puede expresar con palabras.

Pienso que sólo los compos i to res con una obra impor­

tan te que los avale, t ienen derecho a hablarnos de música:

los demás d e b e m o s aceptar su op in ión , creer que la música

es lo que dicen e intentar comprender la c o m o ellos, ya que

sin duda están más cerca del mi lagro.

- 69 -

Page 71: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 72: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 73: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 74: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C A P I T U L O III

DIFERENTES C U L T U R A S M U S I C A L E S

«Brote verdín de la tierra, plantas germinadoras de si­miente y árboles frutales productores de fruto conforme a su especie...»

El material sonoro puede ser ru idoso o musical ; esta

segunda acepc ión es el resultado de selecciones largamen­

te gestadas en la historia del sent imiento humano , cuyas

fases sucesivas pueden establecerse de tal f o r m a que, si­

guiéndolas, se irá haciendo la historia de la música en sus

etapas pr imit ivas.

Es posible darnos cuenta de la marcha de estos proce­

sos " h u m a n o s " a la vista de lo que puede ser comprobado .

De una parte es posible analizar el proceso del sent ido

musical o de la apreciación vol i t iva del son ido en el desa­

rrollo del n iño. El o t ro gran tema anal í t ico se presenta en

los pueblos que se ent iende por pr imi t ivos, c a m p o fecundo

en invest igaciones para e tnó logos, an t ropó logos ... e histo­

riadores de la música. Pero con var iedad de reservas. El

tes t imonio del n iño es úti l so lamente cuando se t rata de

examinar el desarrol lo de facul tades que con t inúan su

marcha progresiva en la edad adul ta . Por su parte, el pr imi­

t ivo vive en un m u n d o d is t in to del hombre de cul tura

europea, sin que pueda decirse que es aquél una fase

detenida en la historia del progreso h u m a n o . Sin duda la

cu l tura del pr imi t ivo ha pasado por menos ciclos de expe­

riencia que la del europeo, pero los f u n d a m e n t o s de su

- 73 -

Page 75: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

cul tura radican en un plano di ferente del nuestro, y casos

hay en que puede decirse que el europeo no ha pasado por

ciclos de cul tura que el no-europeo ha atendido con mayor

interés que nosotros. La música de muchos pueblos no

europeos responde en la actual idad a estados m u y evolu­

c ionados de cul tura y de n inguna manera sirven c o m o

ejemplo de fases pr imit ivas de nuestra historia musical . Los

ejemplos que van a mencionarse a con t inuac ión no s o n ,

por lo que al desarrol lo del sent ido art íst ico musical se

refiere, más elementales o atrasados que los de un euro-

amer icano; s implemente, responden a otras necesidades,

que quizá, no son t a n complejas.

Culturas antiguas

Lo que las viejas cul turas anter iores a la nuestra y las

cul turas no europeas actuales enseñan desde el p u n t o de

vista de la facu l tad percept iva en los diversos factores que

integran la música, queda l imi tado a aquellas zonas que

aparecen cons tan temente c o m o f e n ó m e n o humano . Su

materia es la de los fac tores fundamenta les del arte: desa­

rrol lo de la capacidad para apreciar la justeza de la en tona­

c ión ; e lementos de la combina tor ia r í tmica y desarrol lo del

sent ido de la un idad armónica o consonanc ia . Más hay

pueblos v ivos en la actual idad para quienes el sent ido de

esa unidad a rmón ica , que es la base de la evo luc ión en la

música europea apenas t iene impor tanc ia fundamen ta l ; así

casi todos los pueblos del Oriente As iá t ico y los de A f r i ca

abor ígenes amer icanos, prestan m u y escasa a tenc ión al

f e n ó m e n o a rmón ico , a pesar de lo cual a lgunos de ellos,

los musu lmanes en general , los ch inos y los japoneses,

pract ican una música ext raord inar iamente avanzada c o m o

f o r m a de cu l tu ra .

Ni tan siquiera es posible af i rmar que el sent ido de

- 74 -

Page 76: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

justeza en la en tonac ión , caracterice una cul tura musical

avanzada. Dist intas poblaciones del archipiélago malayo

pract ican entonac iones justas. En camb io , en regiones del

cen t ro y sur de Asia y en J a p ó n se sigue pract icando una

música de entonac iones variables que, a su vez, posee una

gran comple j idad de estructura y de neto sent ido art íst ico.

Nuestra cul tura europea es inferior a la or iental en el sent ido

de la combinator ia r í tmica y, desde este p u n t o de v is ta, la

pol i r r í tmica asiática y sus combinac iones heterofónicas

suponen un desarrol lo de ciertas facu l tades musicales

superior al estado en que se encuent ran entre nosotros.

Finalmente, la a tenc ión prestada en la música europea a la

fi jeza de en tonac ión , según determinados patrones, ha

acarreado una pobreza notor ia en este aspecto de nuestro

o ído, f rente a la sensibi l idad tan f ina y t a n rica del o ído

or iental . El ún ico plano c o m ú n sobre el que se asientan

t o d o s los pueblos del planeta consiste en la percepción de

la un idad armón ica , d icho de o t ro m o d o , la apreciación

espontánea de la consonanc ia , que , c o m o responde a pr in­

c ipios f is io lógicos naturales a todas las var iedades huma­

nas, puede servir c o m o té rmino de comparac ión ; con

mayor ut i l idad para comprender nosot ros el proceso evolu­

t ivo del f e n ó m e n o musical , puesto que t o d a nuestra músi ­

ca, la euro-amer icana, se basa en este proceso.

La música de Africa Occidental.

Con harta f recuencia se ha cons iderado el A f r i ca c o m o

una un idad geográf ica, h istór ica, económica , cul tural y an­

t ropo lóg ica . Pero éste no es s ino uno de tan tos concep tos

falsos que al respecto se han ven ido perpe tuando de una

época a otras. Porque el A f r i ca es un con t inen te inmenso

— posee cerca de t re inta mi l lones de k i lómetros cuadra­

d o s — habi tado por diversos pueblos y t r ibus, por d is t in tos

- 75 -

Page 77: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

grupos genét icos y semánt icos, cuyos hábi tos y c o s t u m ­

bres tamb ién son di ferntes y acerca de los cuales no se

puede generalizar, c o m o t a m p o c o es posible hacerlo al

hablar de Europa. C o m o dice el a f ró logo brasi leño A r t h u r

Ramos, desde el p u n t o de vista e c o n ó m i c o , así c o m o

desde el rel igioso, el estét ico, el social , es un mosa ico de

e lementos cul turales que se mezcla en imprevistas comb i ­

naciones.

S in embargo , lo que l lamamos Af r i ca Occidenta l , puede

considerarse una zona más o menos homongénea , de

acuerdo con el mus icógra fo Felá S o w a n d e y el b ió logo Jul ián

S. Huxley. Abarca un área de alrededor de c inco mil lones

de k i lómetros cuadrados, que incluye las regiones costeras

desde el Senegal , a través de Gambia , Sierra Leona, Libe-

ría, Costa de Mar f i l , Ashan t i , Dahomey y Nigeria, hasta el

Camerún. Hacia el Este, el Lago Chad señala el l ímite, y al

Nor te cont inúa hasta el desierto del Sahara.

En toda esa zona f loreció una elevada cu l tura , la más

rica mi to logía — q u e asombró a Leo F r o b e n i u s — y las

religiones y los cul tos más desarrol lados; se elaboró una

compleja economía y la civi l ización alcanzó su más al to

nivel. A ella per tenecen el área del Congo y la subárea de

Guinea — s e g ú n el mapa cul tural t razado por el eminente

ant ropó logo nor teamer icano doctor Melvi l le J . H e r s k o v i t s —

pequeña zona ésta, pero de suma t rascendencia para los

estudios af ro lóg icos, pues p roporc ionó la mayor parte de

los esclavos in t roduc idos en el nuevo M u n d o .

Del A f r ica Occidental p roceden las expresiones artísticas

de mayor impor tanc ia del negro: los famosos bronces de

Benón , realizados mediante el p roced imien to de " ce ra per­

d i d a " ; los ob jetos esculpidos en hierro, cobre y bronce y

las esculturas en madera de Dahomey ; las célebres terraco­

tas de Ifé descubier tas por Frobenius; las escul turas en

- 76 -

Page 78: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

madera de la Costa de Marf i l , de Nigeria y el Congo; las

sugestivas danzas de conten ido mág ico y religioso, cuyo

expresionismo l lamó la atenc ión de t o d o s los viajeros y

e tnó logos; la música inst rumental y vocal y el " lengua je del

t a m b o r " .

A pesar de que en estos ú l t imos t iempos se ha progre­

sado bastante en el terreno del conoc im ien to de las artes

de matriz a f roocc identa l , la música afr icana posee m u y

pocos histor iadores, musicógrafos, teór icos, cr í t icos y

comentar is tas, lo cual , c o m o es lógico, d i f icul ta la tarea

conducente a la debida exégesis y apreciación del id ioma

sonoro de los nat ivos. Y no es raro que así sea, pues,

c o m o lo señala el ilustre a f ró logo y po l ígrafo cubano doc to r

Fernando Ort iz, hasta hace poco A f r i ca era considerada un

cont inente salvaje y de pueblos an t ropó fagos , acaso de

especie in f rahumana.

Hasta f ines del siglo xix, c u a n d o fue explorado por

c ient í f icos, un verdadero " m i s t e r i o " rodeaba el cont inente

l lamado, prec isamente, " m i s t e r i o s o " , a pesar de que se le

conoce desde la prehistor ia. Ha s ido Leo Frobenius, el

sagaz e tnó logo e histor iador germano, quien dijo que la

idea del negro bárbaro fue una invenc ión europea para

mejor explotar lo ; también fue Frobenius el que realizó la

pr imera tenta t iva de del imitar los " c i c l o s de c u l t u r a " afr i ­

cana.

Si se t iene en cuenta esos absurdos conceptos , satura­

dos de misonegr ismo acerbo, no puede extrañar que la

música del hombre de color haya sido m u y " m a l v i s t a " ,

c o m o antes se decía y tamb ién m u y " m a l o í d a " , c o m o hoy

podemos af i rmar — a ñ a d e el d o c t o r - O r t i z — , "pues al arte de

la raza de C a m se lo m a n t u v o en un "desprec io r idículo y

p ro fundamen te in jus to " .

Además , la apreciación de la música afr icana exige un

- 77 -

Page 79: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

sent ido musical particular. A l respecto, el musicógrafo y

an t ropó logo doc to r Richard A . W a t e r m a n ha d icho:

"Es indudable que la captac ión de los r i tmos afr icanos

requiere el desarrol lo de un sent ido musical que, en el

indiv iduo acos tumbrado sólo a las normas de la música

europea, usualmente está algo do rm ido . Hasta que éste se

desarrolle, m u c h o s aspectos de la música afr icana de los

m¿s impor tantes para el nat ivo, pueden permanecer in­

comprensib les para el invest igador más a le r ta " .

El arte musical a f r icano, cont ra r iamente a lo que es

f recuente creer, acusa múlt ip les y variadas facetas. De una

zona a la o t ra , sus fo rmas , sus rasgos r í tmicos, su conten i ­

do y su esti lo var ían cons iderab lemente. Hablar de una

música afr icana es tan incor recto c o m o mencionar una

música europea. " H a y tantas fo rmas musicales c o m o dia­

lectos — ha d icho el doc to r Melvi l le J . H e r s k o v i t s — , y, lo

que es más impor tan te , cada cul tura posee di ferentes

maneras 'de c a n t o " .

En la soc iedad a f roocc identa l , la mús ica no es un " a r t e

por el a r t e " , s ino que cons t i tuye una act iv idad cot id iana

que t iene invar iablemente su f u n d a m e n t o social , pues está

v inculada a las func iones de la c o m u n i d a d , en cuyos pa­

t rones cul turales desempeña un papel de suma t rascen­

dencia. L igada a la danza, que según Geof f rey Gorer ocupa

el pr imer lugar entre las artes de matr iz a f r icana, f o r m a

parte indisoluble de las ceremonias que se realizan conme­

morando hechos o acontec imien tos relacionados con la

vida diaria del pueblo. Los nac imientos, las bodas, los sepe­

lios, el t rabajo, la caza, la d ivers ión, la guerra, van invaria­

b lemente acompañados de música. " N i n g u n a ceremonia

afr icana es comple ta sin f o n d o m u s i c a l " , ha d icho Oluwole

Ayode le Alaki ja. Y Paul Gui l laume y T h o m a s M u n r o , en su

- 78 -

Page 80: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

obra " L a scu lp ture negre p r im i t i ve " , aseveran que " e l arte

por el arte no se conoce en el A f r i c a " .

" L a música no es ni reproducc ión de una obra c o m o

obje to ex is tente — h a escr i to el gran mus icógra fo vienes

Erich M. v o n H o r n b o s t e l — , ni p roducc ión de un nuevo

objeto; es la vida de un espír i tu que se agita dent ro de los

que danzan o c a n t a n " .

Por t an to , para apreciar sus autént icos valores es nece­

sario conocer el f o n d o social que la respalda, y, sobre t o d o ,

enfocar la desde un ángulo de visión d is t in to del de la

música nacida de fuente europea.

En el ar te sonoro del A f r ica Occ identa l , el r i tmo alcanza

una impor tanc ia tal que hasta se ha l legado, por ello, a

ignorar la t rascendencia de sus melodías, de sus pol i fonías y

de los nut r idos coros de voces excepcionales, cuyos cantos

" h a c e n parecer groseras, s imples, rudimentar ias a las can­

ciones f rancesas" , según dice A n d r é Gide. Porque el rit-

m ismo del hombre de color es c laramente superior al de los

demás pueblos del m u n d o y por ello hace olvidar sus otras

cual idades musicales.

Las faenas agrícolas colect ivas, y los g rupos de remeros

o cualquier otra labor que requiera mov im ien tos r í tmicos

regulares se acompañan de ins t rumentos de percusión.

No es necesario insistir sobre el alcance que el af r icano

presta al t a m - t a m . Todos los viajeros, publ ic istas de recuer­

dos, escr i tores, an t ropó logos y mus icógra fos han recalcado

este hecho, no sólo al referirse al A f r i ca Occ identa l , sino

también al hablar del negro en los d is t in tos países del

Nuevo M u n d o . Indudablemente es el ins t rumento más im­

por tante de los m u c h o s aerófonos, co rdó fonos , membranó-

fonos , e id ió fonos que emplean, tan to desde el p u n t o de

mira musical c o m o desde el ángu lo social o l i túrgio. Por-

- 79 -

Page 81: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

que, con su agudo sent ido del r i tmo, el negro ha logrado

llevar los tambores a un grado de per fecc ión desconoc ido

para los o t ros pueblos.

Pero el aspecto quizá más singular del uso del t ambor

en el oeste del A f r i ca es su empleo c o m o medio de c o m u ­

nicación entre los nat ivos. Se t rata del denominado " L e n ­

guaje del t a m b o r " , que no es, c o m o se imagina, una espe­

cie de cód igo Morse , sino la imi tac ión de las palabras por

medio de los ins t rumentos de percus ión. Esta imi tación se

logra merced a la reproducc ión de los di ferentes matices

de t imbre y de " T e m p o " que exigen los comple jos idiomas

afr icanos, en los cuales un m ismo vocab lo posee más de

veinte s igni f icados dist intos, según la manera c o m o se lo

pronunc ie y el t imbre que se le impr ima.

"Para el europeo — a s e v e r a A . B . Ellis en " T h e Tshis-

peaking peoples of the Gold Coast of W e s t A f r i c a — " , cuyo

o ído y mente no t ienen especial preparac ión, el r i tmo de un

tambor sólo expresa la repet ic ión de la misma nota a dist intos

intervalos; pero para el nat ivo del A f r i ca signi f ica m u c h o

más, pues para el negro el t a m b o r puede " h a b l a r " , y

" h a b l a " ; sus son idos f o r m a n palabras y el desarrol lo de un

r i tmo es una f rase" .

Los cambios de t o n o en los tambores se efectúan

mediante la presión del parche y los de " v i b r a t o " merced a

la v ibración de las rodillas cont ra el i ns t rumento , mientras

el e jecutante lo sost iene sobre sus faldas.

Por cons igu iente , el lenguaje y la música están estre­

chamente v incu lados, de manera que los nat ivos, desde

niños, se acos tumbran a advert ir los cambios de t o n o , las

sutilezas r í tmicas, los d ist intos t imbres y la diversidad de

los " t e m p i " . De ahí la musical idad que caracteriza al

hombre de color.

- 80 -

Page 82: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

En los r i tos sacromágicos, el t a m - t a m desempeña un

papel de señalada consideración. Cada uno de los dioses

posee un " t o q u e " part icular, mediante el cual se le evoca ,

y los r i tmos del ins t rumento con t r ibuyen a la posesión o

t rance en que caen los fieles. El tamborero goza de un

t ra tamien to especial dent ro de la c o m u n i d a d y se le respeta

por el v i r tuos ismo de su arte.

Las melodías afr icanas, que no son tan breves c o m o a

m e n u d o se ha d icho , puesto que el mus icógra fo Nicholas

G.J. Ballanta Taylor halló much ís imas de doce y dieciséis

compases, acusan una marcada tendenc ia a ondularse en

f o r m a descendente.

C o m o es bien sabido el negro f u e in t roduc ido en los

Estados Unidos, así c o m o en el resto de Amér i ca , c o m o

fuerza de t rabajo. Lóg ico es por cons igu iente , que las can­

c iones de labor sean la pr imera mani fes tac ión musical del

esclavo t rasp lantado al Nuevo M u n d o . Porque, tan to en

A f r i ca c o m o en Amér i ca , el can to acompaña siempre a las

tareas manuales de la raza de Cam. El hecho está ampl ia­

mente d o c u m e n t a d o por t o d o s los viajeros, publ ic istas de

recuerdos, e tnó logos y misioneros que recorr ieron el di lata­

do con t inen te oscuro y los países amer icanos en los cuales

hubo t rata intensiva, especia lmente los Estados Unidos,

Brasil y las Indias Occidentales.

El célebre viajero escocés M u n g o Park, en los jugosos

relatos de su incurs ión en el A f r i ca , asevera que los negros

"a l iv ian su t rabajo mediante canc iones " .

Refir iéndose a los negros estadounidenses, el pedago­

go . T. W a s h i n g t o n escribe:

" S i e m p r e que los grupos negros t rabajan j un tos en los

campos de a lgodón y de tabaco, en los d iques o en los

- 81 -

Page 83: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

barcos, así c o m o en las plantaciones de azúcar, surgen estos

c a n t o s " .

En lo que respecta a Cuba, el doc to r Fernando Ortiz

apunta :

" E n los bateyes de nuestros ingenios de hacer azúcar,

los estereros, los paileros, los fogoneros y, sobre t o d o , los

entongadores gus taban de acompañarse al r i tmo de sus

canciones. A n s e l m o Suárez, en sus bellos cuadr i tos de la

vida agraria de an taño, alude repetidas veces a las cancio­

nes de los negros esclavos en sus faenas. A ú n hoy día

hemos o ído cantos religiosos yorubas apl icados al r i tmo de

los en tongues por los est ibadores de la bahía habanera " .

Luis Araqu is ta in , en sus impresiones de un viaje a Puer­

t o Rico, San to D o m i n g o , Hait í y Cuba, expresa:

" E n Haití, la música no es lujo o una añadidura a la

existencia, s ino su parte integrante, presente en todos sus

m o m e n t o s ; un med io de sol idar idad entre los hombres y de

comun icac ión con las divinidades. Cuando t rabajan, las

cuadri l las de obreros acompañan los mov im ien tos uni for­

mes de los cuerpos semidesnudos con cantur ías monocor -

des, que, exc i tándoles, dijérase que les alivia de la dura

labor bajo el f u e g o de un sol t ropical de just ic ia.

A su paso por Río de Janei ro , en 1846, D o m i n g o Faus­

t ino Sarmiento ano ta esta observac ión acerca del canto de

labor de los a f roamer icanos:

" L a r g a recua de negros encorvados bajo el peso de la

carga seguían al t r o te el madr ín que en la delantera agi taba

cascabeles y campani l las. Negros arrieros cerraban la pro­

cesión, chasqueando su lát igos sonoros para avivar el paso

de las muías humanas , y aquella bestia de dos pies, lejos

de gemir bajo el peso, canta para animarse con el compás

de su voz . . . " .

- 82 -

Page 84: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

T o d o el fo lk lore de los negros nor teamer icanos están

saturados con los jugos de las t radic iones r í tmicas, poét i ­

cas, melódicas, t ímbr icas y cont rapunt ís t icas afr icanas.

Pero es incuest ionable que los cantos de labor son los que

retienen la mayor dosis de sobrevivencias af rooccidenta les,

no sólo en lo que atañe a las melodías y al t imbre de las

voces, s ino tamb ién en lo que respecta al r i tmo, conser­

vando en la medida que lo permite la s imi l i tud de las

labores efectuadas en el cont inente de ébano y en el Nue­

vo M u n d o .

C o m o los cantos de Af r ica Occ identa l , los " w o r k

s o n g s " suelen ser de breve extens ión, y los temas t ra tados

se refieren a las faenas y a los pormenores . La f recuente

reiteración temát ica , t an to musical c o m o poét ica, es c o m ú n

a la música afr icana y a la a f roamer icana. Se deslizan

también a lgunos vocables nacidos en el cont inente oscuro ,

pero, en general , el a f r icanismo reside más bien en la sintaxis

y en la en tonac ión o t imbre de las voces, tal c o m o ocurre

también en el id ioma de los negros estadounidenses.

Tan to la música c o m o la poesía de los cantos de labor

acusan un d inamismo y una fuerza singulares. Ni una ni

otra se ajusta a una f o r m a inmutable, s ino que están con ­

dic ionadas a los mov imien tos que la faena manual exija. La

rut ina no se engendra en estas exquisi tas mani festaciones

de fo lk lore, puesto que la improvisación que las caracter iza,

la música y la poesía surgen con natural idad y v ida.

Propios de estos cantos son los r i tmos v igorosos, mart i ­

l leados con notable precisión por los cantantes y por el

golpe de la maza, el hacha o el p ico sobre el ob je to

percut ido. A b u n d a n las pausas pro longadas, según los

requer imientos de la tarea realizada; los cuar tos de t o n o ,

que prestan su sabor caracter íst ico a t o d o el canc ionero

negro; las frases musicales rústicas, y los versos de métr ica

- 83 -

Page 85: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

m u y breve y repet idos con f recuencia . Tamb ién se singula­

rizan por la palp i tante fuerza expresiva que logran, median­

te una economía de recursos en verdad extraordinar ia.

Estas canciones, que despiertan un interés tan to estét i ­

co c o m o soc io lóg ico, sirven para est imular la energía del

t rabajador, para señalarle el r i tmo de la tarea que realice y

para aliviar el ted io en los quehaceres que exigen regulari­

dad en los mov im ien tos , c o m o derr ibar árboles o quebrar

rocas. Por cons igu iente, la clase de ocupac ión que se efec­

túe determina la con tex tu ra de la canc ión que se en tone, el

número y la extensión de las pausas, las d imensiones del

pie poét ico y de la f rase musical , el r i tmo y el " t e m p o " .

Porque los mov imien tos del t rabajo repet idos r í tmicamente,

se convier ten en básicos r i tmos musicales.

Cooperación e intercambios dentro del dominio de la música

y de la educación musical, entre países de culturas distintas

(Alain Danielou)

Durante la conferencia sobre la educac ión musical que

tuvo lugar en Teherán en 1967, se t o m a r o n numerosas

resoluciones para solicitar a di ferentes países de Asia un

esfuerzo mayor para la preservación de su herencia musi­

cal. Muchas de estas resoluciones se han seguido: creación

de escuelas, p rogramas de radio, conc ier tos, discos etc. A

pesar de t o d o , el manten imien to local de las cul turas regio­

nales no es suf ic iente y puede incluso llegar, a lo peor, a

desembocar en conf l i c to de cul turas.

La cooperac ión no comienza más que con in tercambios

verdaderos, un conoc imien to , una apreciación, un respeto

m u t u o que no t iene nada que ver con préstamos superf i ­

ciales o mezcolanzas.

El m u n d o moderno está preparado ya a una pol icul tura

- 84 -

Page 86: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

musical, desde el hecho m ismo de ser capaces de apreciar

a Monteverd i , S tockhausen y a los Roll ing Stones, tres

concepc iones que no t ienen casi nada en c o m ú n , sin llegar

tan siquiera a pensar en transcr ibir Mon teverd i en Jazz.

Todo esto no era igual hace un siglo. Grandes músicos

indios o árabes t iene hoy su lugar en la v ida musical de

todos los países, no podemos ignorar los y la educación

musical debe tenerles en cuenta .

El gran art ista está por comp le to especial izado. No se le

debe turbar dent ro de su concepc ión del arte. Es el públ ico

clar iv idente y el a f ic ionado los que permi ten el desarrol lo de

las artes y su fo rmac ión depende fundamenta lmen te de la

educac ión musical .

Debemos desconf iar de una ac t i tud fatal ista que consi­

dera a las artes c o m o l igadas al progreso industr ial y la

desaparic ión de los más débiles c o m o hecho natural e

inevitable.

Lo que es impor tante y enr iquecedor para nosot ros es

el descubr imiento de concepc iones tota les di ferentes de las

nuestras, concernientes al papel de la música y al lugar que

ella ocupa en la v ida, incluso si en el pr imer m o m e n t o este

papel parece acercarse más a la parapsicología que a

nuestra concepc ión estét ica. Debemos revisar p ro funda­

mente nuestra concepc ión de la enseñanza musical y abrir

nuestros conservator ios, nuestras escuelas de música al

mensaje musical de Asia y de A f r i ca , sin olvidar que los

pr incip ios de la música occ identa l se enseñan en la mayor

parte de las escuelas de música de los demás con t inen­

tes. A l g u n o s esfuerzos se han hecho ya en el sent ido

de comenzar una enseñanza de la música or iental en Euro­

pa y en A m é r i c a , pero sería necesario un cen t ro de fo rma­

c ión para los profesores de música a f in de preparar el

ter reno para una verdadera co-penet rac ión (compenet ra -

- 85 -

Page 87: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

d o n ) de las cul turas musicales. El Inst i tu to para el Estudio

Comparat ivo de la Música en Berl ín y en Venecia, en

colaboración con el Consejo Internacional de la Mús ica ,

desde hace quince años ha planteado el problema presen­

tando a grandes art istas asiáticos y afr icanos a través de

discos y en concier tos. Hace fal ta ahora pasar al estadio de

un conoc imien to más p ro fundo y es allí donde la educación

musical t iene un papel nuevo y esencial que realizar.

La Música y la Educación musical en las sociedades no

industria/izadas (Salah el Mahdi).

Dando una vuelta por el hor izonte, a través de los

países no industr ial izados, cons ta tamos que los habi tantes

de estos países t ienen una l igazón part icular hacia la m ú ­

sica y la educac ión musical . Baste para comprobar lo leer

" L a Canción T u n e c i n a " , escri to en árabe a pr incipios de

este siglo por Sadok Er-Rezgu¡, hombre de letras y perio­

dista de su t i empo . Este manuscr i to nos presenta la músi­

ca tunec ina, su historia, sus relaciones con la música de

ot ros países árabes, el can to bedu ino , los " m o u a c h a s s " y

Zajals andaluces, el malouf tunec ino (canto t radic ional clá­

sico), los di ferentes ins t rumentos t radic ionales y fo lk lór icos,

las sociedades musicales, la v ida de los art istas profesiona­

les en Túnez y los cantos l i túrgicos con qu ince cofradías

adheridas. Nos presenta igua lmente las cos tumbres tunec i ­

nas y su relación con el can to y la mús ica , especialmente

en las ocasiones de a lumbramientos , el pr imer cor te de

pelo en los muchachos , la pr imera t renza (Ouksa) en las

muchachas. La presencia de canciones en la escuela corá­

nica y en las escuelas femeninas del barr io (Dar El Moua l -

ma) , la canc ión y sus relaciones c o n las f iestas de c i rcunci ­

s ión, en la preparac ión de las f iestas de boda hasta el

- 86 -

Page 88: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

sépt imo día después de celebrada, y esto, en todas las

dist intas c iudades de Túnez.

Consta tamos así que el pueblo está en relación cons­

tante con la música, desde su nac imiento , hasta la muer te ,

y que la educac ión musical está asegurada, sea en la f am i ­

lia con las pr imeras canciones fo lk lór icas o en las escuelas

coránicas, para los chicos, y en las femeninas de bordado y

costura, para las chicas. Hay que destacar que en este

sent ido existen varias fundac iones (Habous) que reparten

cant idades de dinero entre todas las escuelas que part ic i ­

pan en los cantos corales organizados en ocasión del ani­

versario del Profeta.

La educac ión musical con t inúa después por medio de

grupos que hay en todos los barr ios, un idos a las cofradías

mascul inas o femeninas y que organizan semanalmente un

espectáculo al cual asisten los padres acompañados por su

hijos. Al l í se les an ima a part ic ipar en d ichos espectáculos,

pr imero a t ravés de la percus ión; después, por el can to

coral; más adelante con la ins t rumentac ión y, f ina lmente ,

con la improv isac ión vocal e ins t rumenta l .

Hay tamb ién o t ro t ipo de educac ión musical que existe

en ciertos países no industr ial izados y que se relaciona más

part icularmente con la artesanía. En Túnez, el cont ramaes­

tre de los fabr icantes de chechia (sombrero tunec ino de

or igen andaluz) debe conocer el can to t radic ional clásico y

durante el t rabajo enseña a los obreros d ichos cantos para

asegurar la con t inu idad de las t radic iones musicales y para

dar ambiente de placer durante el t rabajo.

Esta t rad ic ión con t inúa hoy en día en d ichos fabr icantes

de sombreros y en los te jedores. Debido a esto un gran

número de artesanos t ienen merecida fama musical en

Túnez; c i to c o m o ejemplo a A h m e d El W a f i , muer to en

- 87 -

Page 89: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

1921, y que considerado c o m o uno de los pr imeros c o m p o ­

sitores en el can to de t rad ic ión tunec ina , su nombre ha

sido impuesto a una de las mejores salas de música de

Túnez.

Lo d icho sucede igualmente en o t ros países no indus­

tr ial izados; en Argel ia uno de los mejores cantantes clási­

cos es M. Dahman Ben A c h o u r , pe luquero de la villa de

Blida, a 50 k i lómetros de Arge l .

En Egipto la mayor parte de los cantores de fama eran

a lumnos de la gran mezqui ta El Azhar , y hasta nuestros

días, los que salmodian el Coran están considerados c o m o

los mejores cantores tradicionales.

En Irak honran a O t h m a n El Maousou l i ; para c o n m e m o ­

rar el c incuentenar io de su muer te se le ha er igido una

estatua en la villa de Maousou l . Era uno de los a lumnos, y

más tarde uno de los cantores, de la cof radía El Kadir ia, en

Bagdad.

En Turqu ía , la cofradía Maw lana ha jugado un gran

papel en la conservación de la música t radic ional y en la

cont inuac ión de su educac ión , hasta que en 1930 esta

cofradía paró su act iv idad, por orden del gob ierno art íst ico

de la nación.

En Irán, la Zourkhana desarrolla una gran labor en la

cont inu idad de la t radic ión musical a u t ó c t o n a ; esta cofradía

está sostenida por varios mecenas, entre ellos el Banco

Central. Población de todas las edades part ic ipa en las

representaciones que organiza.

T o d o lo expuesto nos lleva a sol ici tar de las Inst i tucio­

nes Internacionales y de los países desarrol lados a part ic i­

par en la e laboración de un plan de ayuda a los países que

t ienen necesidad de ser sostenidos, a f in de ayudarles a

- 88 -

Page 90: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

conservar su pat r imonio nacional y a crear una educación

musical que asegure la con t inuac ión de la t rad ic ión, aun

estando abierto a las grandes corr ientes de la cu l tura musi­

cal occ identa l y aprovechando las mejores experiencias

hechas en el domin io de la educac ión musical .

La comprensión entre fas diversas cu/turas musicales de

nuestro tiempo. (Narayana Menon, India).

No hay n inguna discipl ina que sea una ent idad inde­

pendiente, y par t icu larmente esto es verdad en el c a m p o

de las artes. Una vieja historia india resume esta idea

de manera admirable y precisa: U n Rey pidió un día a

un gran Sabio que le enseñara a esculpir a los dioses. El

Sabio con tes tó : quién no conozca las reglas de la p intura

no podrá comprender nunca las reglas de la escul tura. El

rey respondió entonces "podr ías , si te place, enseñarme las

reglas de la p i n t u r a " ; y el Sabio le dice: " e s dif íci l de

comprender las reglas de la p in tura sin comprender la téc­

nica de la danza, y ésta es dif íci l de comprender sin cono­

c imientos p ro fundos de los pr incipios de la música instru­

m e n t a l " ; el rey pide al Sabio que le enseñe los pr incipios

de la música inst rumenta l , y el Sab io responde que esto no

es posible sin conoc imien tos grandes del arte de la música

vocal . El rey se inclina y dice: " S i el arte de la música vocal

es la fuen te y meta de todas las artes, enséñame entonces

las reglas de la música v o c a l " .

Esta historia es la i lustración t íp ica que demuest ra la

unidad de las artes.

En la India, en todos los espectáculos, la música y la

danza son complementar ios . Las dos deben estar ín t ima­

mente integradas y de hecho lo están. La una apoyando a

la otra y las dos reforzándose m u t u a m e n t e . La música de

nuestros más célebres dramas musicales no hace más que

- 89 -

Page 91: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

reforzar la acc ión dramát ica y de la exper iencia visual. La

presencia de músicos sobre la escena, no hur ta nada a la

danza; f o r m a n parte del con jun to de la experiencia audio­

visual. En nuestros días, en t o d o el m u n d o el " t e a t r o t o t a l "

ha t o m a d o ampl i tud . Nuestros " d r a m a s ba i lados" son un

buen, e jemplo. El p rob lema que debemos af rontar ahora es

el de proteger su in tegr idad en el m u n d o del siglo veinte.

En la India tenemos una t rad ic ión que consiste en mos­

trar la danza y la música en la escul tura y en la p in tura .

Esta? p inturas y escul turas te rminan por adquir i r una cuali­

dad musical y danzante. Las p inturas y escul turas tradicio­

nales más conoc idas son de una f lu idez, un r i tmo, una

vi tal idad y un cierto grado de abst racc ión que son la esen­

cia misma de la música y la danza. No hay más que

recordar la v i ta l idad de Shiva bai lando, las cual idades líricas

de ciertos grupos de danza y música de Konarak, a las

esculturas de bailarines en los t emp los de Chidambaran y

de Tanjore, y los f rescos de A janta . V a n más allá de un

arte puramente representat ivo para alcanzar la esencia

misma de lo que representan.

En las p inturas Raga-mala, que fue ron m u y corr ientes

en la India desde el siglo xn al XVIII, los art istas ensayaban

recrear con el lenguaje visual la esencia de la t radic ión

oral. La mayor parte de estas p inturas son ex t remadamente

precisas en cuan to a los detalles y a m e n u d o m u y evocado­

ras gracias al empleo de los colores y los paisajes. Frecuen­

temente representan las leyendas que se refieren a los

ragas. A lgunas veces con las indicaciones de las épocas del

año que se relacionan con los ragas. Pero en con jun to el

f in consiste en dar una f o r m a visual abstracta al raga, o

en recrear una a tmósfera , emociones, en f i n , la " r a s a " de

las ragas que se quieren representar.

La raga es la base de la melodía india. La t raducc ión

- 90 -

Page 92: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

más cercana sería " m o d o " . Pero de hecho es un concep to

más def in ido y una ent idad más comple ja que un simple

modo . La representación visual de una raga sería c o m o la

representación visual de un m o d o , algo así c o m o el m o d o

lidio en p intura ¿Qué es lo que empuja a un art ista a

hacerlo? ¿Cuál es su necesidad? La concepc ión t radic ional

de la raga c o m o ent idad debe ser una de las razones. En

a lgunos con tex tos , por e jemplo, las ragas son mascul inas,

en ot ros son femeninas y algunas veces se las describe

c o m o sus propios descendientes. Hay leyendas en las

cuales se representa la mut i lac ión de ragas c o m o una mut i ­

lación sufr ida por un ser h u m a n o (miembros ro tos, e tc . ) .

De esta manera una raga t o m a a m e n u d o f o r m a humana

dent ro del espír i tu del ar t ista.

Punto impor tan te en lo concern iente al lugar que ocupa

la música en la sociedad india es el concep to de que el arte

es un medio de adorac ión, t a n t o si es mús ica , c o m o p in tu­

ra, escul tura o arqu i tec tura . En la cu l tura occidenta l el arte

se manif iesta c o m o la a f i rmación de la fe , por e jemplo, en

las grandes catedrales o en la música coral ; es una nueva

creación en té rminos concre tos de la inminencia de Dios.

Se cons t ruyen edif ic ios, se crea la música para alabanza de

Dios y por amor al hombre . Para nosot ros, en la India, la

rel igión y las artes son indivisibles. El arte es un medio de

adorac ión que permite al adorado y a la div in idad c o n f u n ­

dirse. Hay una frase célebre que dice que la div in idad no

puede ser adorada más que si el adorado^ se convier te en

d iv in idad.

Un canto se convier te en un medio de adorac ión pero

no a causa de las palabras que en los salmos o en los

h imnos f o r m a n una plegaria, s ino gracias a la música mis­

m a ; el son ido , la " n a d a " es un medio de adorac ión c o m o

podría serlo una fuga . La creación de la música se convier-

- 91 -

Page 93: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

te en un ac to de adoración en sí mismo; sucede lo mismo

en todas las demás fo rmas del arte.

Es, pues, una consecuencia inevitable, que existan

m u c h o s pun tos en c o m ú n en la manera de considerar las

di ferentes fo rmas art íst icas; es igualmente inevitable que la

creación art íst ica tenga a m e n u d o un f o n d o c o m ú n y que

el f in sea idént ico. La mús ica , la p intura y la escultura

t ienden todas hacia la misma meta . Es por lo que se puede

ver la recreación de ideas parecidas en los di ferentes idio­

mas art íst icos y en la t ransposic ión de un id ioma a o t ro .

Una concepc ión así impl ica unas técnicas de expresión

m u y dist intas de las técnicas occidentales. En occ idente la

creación art íst ica representa la descr ipc ión objet iva de una

emoc ión , en tan to que para nosot ros representa la realiza­

c ión subjet iva de una emoc ión . La representación objet iva

signif ica que el art ista crea exter iormente, que fo rma su

materia desde el exterior. La realización subjet iva signif ica

que el ar t is ta, es el cent ro , la f igura de proa de la idea y

que crea in t rospect ivamente.

Es más o menos la di ferencia que existe entre la since­

ridad intelectual y la s incer idad emoc iona l , entre la razón y

la in tu ic ión, entre la acción y la con temp lac ión . Se pueden

contemplar los mismos temas a través de ojos di ferentes,

par t icu larmente si ésta con templac ión se realiza dent ro del

cuadro de una t rad ic ión. Lo que acabamos de decir no es

cosa del pasado ya que en nuestros días el p intor M.F.

Husain ha hecho una serie de pinturas abstractas, una serie

de " r a g a - m a l a s " en las cuales ha t raspuesto las ideas de

sus antepasados en un lenguaje con temporáneo . As í f u n ­

c iona la t rad ic ión.

Hay igua lmente estrecha relación entre palabras y músi­

ca , entre el lenguaje y el son ido , entre el arte dramát ico y

- 92 -

Page 94: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

la opera, dónde se pueden ver palabras y sonidos emplea­

dos de una manera to ta lmente d i ferente, alcanzar el m ismo

f in . Beethoven da una nueva d imens ión a Schil ler en el

ú l t imo mov im ien to de la Novena S in fon ía . Verdi hace surgir

el d rama, la comed ia , la t ragedia de Falstaff y de Otelo

empleando un id ioma que está m u y distante de la concep­

c ión del de Shakespeare. Desde la época de T h o m a s Mor -

ley y de J a c k Wi l son hasta los compos i to res actuales, se

ha ensayado siempre de poner las palabras en música o de

t rahsponer las emoc iones en un nuevo id ioma; mutar las

f inuras de la in terpretac ión, los r i tmos y la est ructura de la

poesía en la música. Es imposible para un compos i to r que

no siente ni comprende comp le tamente las leyes suti les de

la poesía, alcanzar el acop lamiento entre las palabras y la

música.

Sabemos pocas cosas acerca del curso y del desarrol lo

de la música en la histor ia. Los pr imeros tes t imon ios datan

de alrededor de seis mil años. A part ir de esta época se

pueden seguir con bastante precisión la t ransmigrac ión de

las cul turas musicales. Parece que la Mesopo tamia , a pesar

de la fal ta de tes t imonios , ha sido la cuna de todas las

cul turas. Egipto en el sur, con su gran civi l ización, Grecia

en el oeste, Irán y las Indias al este y China más hacia

or iente ref inaron y reforzaron sus teor ías, sus práct icas y su

percepción gracias a sus in tercambios y relaciones. Y a

t ravés de t o d o ello se puede percibir en m u c h o s lugares del

g lobo la lucha que existe para establecer leyes basadas en

la naturaleza, para dar a la música " l a potencia y la suti leza

de expresar sent imientos humanos tales c o m o la desespe­

ración, el t r i un fo , el amor , el miedo y la esperanza. Y si

debemos considerar la música c o m o un e lemento esencial

de la historia de la human idad hace fal ta que nos desemba­

racemos de la inercia provocada por nuestras cos tumbres

arraigadas y un c o n f o r m i s m o burdo .

- 93 -

Page 95: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

De esta inercia y de este c o n f o r m i s m o , suf r imos todos .

M u c h o s mús icos occidentales cons ideran que la música

occidental es el or igen de toda la música y que la música

asiática o afr icana no es más que una cur ios idad exót ica ,

buena tan sólo para los an t ropó logos y los e tnomus icó-

logos; sucede lo m ismo para m u c h o s mús icos tradicionales

de la India, a los que les es dif íc i l comprender que existen

sistemas m u y desarrol lados y m u y ref inados en otras partes

del m u n d o . La invest igación interdiscipl inaria no debería

l imitarse a la in terpenetrac ión de diversas discipl inas exis­

tentes en una civi l ización o cul tura determinadas, s ino que

debería de incluir el estudio de sistemas musicales d i feren­

tes de los que nos han sido inculcados durante nuestra

infancia y que hemos conservado a lo largo de nuestra

existencia.

Esto no quiere decir que debemos crear un " e s p e r a n t o "

musical o que deber íamos in t roduci r concep tos tales c o m o

armonía en los sistemas musicales que probablemente no

lo necesitan. Deber íamos comprender que el m u n d o musi ­

cal está hecho de cant idad de f ragmen tos que se han

acumu lado durante largos per íodos y sobre grandes exten­

siones y que es la suma de t o d o s estos f ragmentos la que

da al m u n d o de la música el esplendor que la caracteriza.

Comprend iendo t o d o esto, podremos no solamente ver

nuestra herencia musical en una perspect iva más ampl ia y

p ro funda , s ino que podremos añadir le además una nueva

d imensión. T o d o ello nos ayudará a desarrollar nuestra

sensibi l idad y nuestra percepción y engrandecerá nuestro

hor izonte aumen tando así el respeto y la comprens ión que

debemos a nuestro pró j imo.

- 94 -

Page 96: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

La herencia cultura/ como factor determinante del conoci­

miento estético en la sociedad árabe (Habib Hassan Touma,

Berlín, Centro de Estudios Internacionales).

La educac ión musical es un p roced imien to y un táct ica

que t iene el propósi to de hacer comprender la estructura

musical , de exper imentar su belleza y, por lo tan to , de

identi f icarse con sus creadores para escuchar o interpretar

obras musicales, t an to indiv idual , c o m o co lect ivamente.

Quizá haya tan tos s igni f icados de las estructuras musicales

y dist intas experiencias de su belleza c o m o cul turas nacio­

nales hay en el m u n d o : lo que es bello para un árabe, no lo

es necesar iamente para un akán, en A f r i ca , y lo que es

comprens ib le para un indio, no es lóg icamente comprens i ­

ble para un japonés. La música es verdaderamente un

f e n ó m e n o h u m a n o universal, escuchado, d is f ru tado y se­

gu ido en el m u n d o entero, pero no es seguro que sea " u n

lenguaje un iversa l " c o m o el tóp ico dice y gran número de

gente cree, porque hasta la música de la propia cul tura

necesita ser aprendida para comprender la ; y necesita ser

escuchada para comprender las estructuras musicales

pon iendo de parte del oyente el m i s m o esfuerzo que hace

fal ta para el aprendizaje de un id ioma extranjero. Conse­

cuentemente la comprens ión de ex t ruc turas musicales y

disfrutar de su belleza no son habi l idades innatas, sino

facul tades que hay que desarrollar y ejercitar. Un árabe no

nace con una predisposic ión innata para comprender y

disfrutar de la música árabe; t iene que aprender a hacerlo.

Del m ismo m o d o un árabe sólo puede comprender y d isf ru­

tar de otra música que no sea árabe, después de aprender

las fo rmas que le guían en d icha comprens ión . El conoc i ­

miento que se puede adquir i r a t ravés de una educac ión

musical .

El conoc im ien to estét ico de la propia cu l tura es una

- 95 -

Page 97: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

maciza co lumna que ident i f ica al mús ico , tan to profesional

c o m o af ic ionado. A partir de esta ident i f icación que le da

segur idad interior, puede aprender las concepc iones estét i ­

cas de ot ros músicos extranjeros.

Una nación que no es consciente de los e lementos

cul turales que la cons t i tuyen, apenas puede def inir su iden­

t idad . Del m i s m o m o d o que las naciones dif ieren cul tura l -

mente , existen tantas fo rmas de educac ión musical (lo que

l lamamos táct icas especiales) que in tentan aclarar d icho

conoc im ien to estét ico, c o m o cul turas di ferentes.

Los árabes pertenecen a una nac ión , a pesar de estar

d iv id idos en varios estados y t ienen una cu l tura musical

que da ident idad a la cu l tura árabe. Esta cul tura está basa­

da en tres e lementos pr incipales: el lenguaje, el Islam y la

t rad ic ión. Es a través del id ioma árabe que un ind iv iduo de

d icho país piensa y verbaliza sus conceptos . La concepc ión

verbal jugó un papel decisivo en la concepc ión de su cul ­

tu ra . " N o hay gente en el m u n d o , quizás, que manif ieste

una admirac ión tan entusiasta hacia la expresión literaria y

estén tan mov idos por la palabra c o m o los árabes. N ingún

id ioma parece capaz de inf luir la mente de sus parlantes en

una fo rma tan irresistible c o m o en un árabe. A c t u a l m e n t e

en audiencias públ icas que se celebran en Bagdad, Damas­

co y Rabat, los asistentes se s ienten c o n m o v i d o s al máxi ­

m o por la reci tación de poemas y de oraciones en lengua

clásica, a pesar de que las c o m p r e n d e n sólo parc ia lmente.

El r i tmo, la r ima, la música les p roduce el e fec to de lo que

ellos l laman " m a g i a l ega l " (shir halal) H i t t i : 1949:90.

El Is lam, segundo e lemento básico de la cu l tura árabe,

es un fac tor determinante d i fund iendo y precisando esta

cu l tu ra ; sin el Islam apenas p o d e m o s comprender los ele­

mentos sociales, espir i tuales o materiales de esta cu l tura .

- 96 -

Page 98: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Fundamentos del Islam son: imán (creencia religiosa) e

ihsan (acto de buena acc ión, de venerac ión y deber religio­

so) ambos concep tos están inc lu idos en el té rm ino d in

(rel igión). El Islam está con Dios y la religión verdadera.

(Corán 3?, vers. 17).

El tercer e lemento básico de la cu l tura árabe es la

t rad ic ión, p. ej. las cos tumbres y la moral que determinan

la conduc ta de un árabe en su fami l ia y en la soc iedad. Los

sistemas y métodos apl icados por los árabes con el p ropó­

si to de comprender su cul tura universal, exper imentar sus

bellezas y de identi f icarse con ellos mismos a través de la

música, tendrán éx i to sólo, si estos sistemas piensan en el

verdadero potencia l cul tural de las naciones árabes. Un

propósi to a más largo plazo seria despertar el orgul lo

nacional acerca de la propia música y con él el deseo de

conservar las fo rmas específ icas de expresión, pero, repe­

t imos, esto solo será posible cuando la educac ión musical

apoye su acc ión en el potencial cul tural genu ino. La música

debe ser una asignatura obl igator ia , c o m o lo es la lengua

materna y la rel igión.

En el supuesto de que los potenciales de la cu l tura

árabe, se puedan def inir empír ica, histór ica y c ient í f icamen­

te, el s istema de educac ión musical que hay que aplicar,

debe ser cu idadosamente estudiado y e laborado. Hay que

tener en cuenta que la música representa un conoc im ien to

estét ico, pero al m ismo t i empo es una ciencia. En otras

palabras, hay que elaborar los propios sistemas de educa­

c ión musical . S e g ú n Mal inowsk i (1944:40) " l a C u l t u r a " está

compuesta en parte por individual idades y en parte por

inst i tuciones coordinadas. M e incl ino a def inir la cu l tura

c o m o el resultado de los conoc imien tos que uti l izan y or­

ganizan cierto número de personas en relación al t i empo y

al espacio. Deben dist inguirse tres t ipos de conoc imien tos :

empír icos vivenciales ( como son la rel ig ión, la mora l , la

- 97 -

Page 99: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

t radic ión y la conduc ta ) . (Behavior) , c ient í f icos (f ísica, e tno lo­

gía, matemát icas, química) y conoc im ien to estét ico. Viv i ­

mos en un siglo en que el pensamiento de Occidente

domina en el m u n d o y los c ient í f icos occidentales son las

autor idades y la fuente del conoc im ien to de la ciencia. El

inglés se ha conver t ido en la lengua cient í f ica c o m o lo fue

el latín en la Edad Media , el árabe desde los siglos vin hasta

el xn, o el arameo en el siglo i.

Gran número de gente da más impor tanc ia a los cono­

c imientos c ient í f icos que a los valores art íst icos, sin consi­

derar que una cul tura cient í f ica, es inhumana y mecánica.

La mayor ía de los intelectuales árabes creen que el progre­

so se alcanza a t ravés del conoc imien to , sobreentendiendo

por él , el conoc im ien to c ient í f ico. Hasta cierto p u n t o puede

ser verdad, pero es un pun to de vista unilateral conside­

rando que la cul tura árabe incorpora o t ros conoc imien tos

además de los c ient í f icos y que sus potenciales abrazan

e lementos básicos que son posi t ivos, los cuales son preci­

samente responsables de la ident i f icación de su cu l tura.

En la invest igación que se haga acerca de la educac ión

musical en la cu l tura árabe, hay que poner de relieve ante

t o d o el con ten ido y los logros de la misma y t ratar después

de los sistemas y métodos a seguir para alcanzar la educa­

c ión estét ica de la sociedad árabe. Portadores de la heren­

cia de la música árabe son los músicos, los fabr icantes de

ins t rumentos musicales, estudiantes de música residentes

en el país y la nación árabe en su to ta l idad.

Hay por lo menos dos categor ías de músicos: los que

ac túan c o m p o n i e n d o fo rmas musicales sof ist icadas cuando

lo desean y que poseen su propio esti lo indiv idual , y luego

hay ot ros músicos que ac túan con fo rmas musicales menos

sof ist icadas, que t ienen un esti lo co lect ivo y que solamente

ac túan cuando les con t ra tan . La música árabe está fo rmada

- 98 -

Page 100: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

por una serie de fo rmas de expresión musical , algunas de

las cuales son complejas e individuales, en cambio otras,

que per tenecen a un área geográf ica específ ica son menos

sof ist icadas y colect ivas. Mient ras el mús ico de alta cate­

gor ía t iene p ro fundos conoc imien tos de teoría musical , ha

estudiado con maestro y decide por sí m ismo cuando

desea actuar, el mús ico popular no t iene conoc imien tos de

teoría musical , no ha ten ido maest ro y sólo actúa cuando

se presenta la ocas ión, bodas, celebraciones, etc. Por aña­

didura, los ins t rumentos musicales usados en la música

art íst ica t ienen un rango m u c h o más al to en la soc iedad,

que aquel lo usados por los mús icos populares. El " u d " ,

" l u t e " está considerado c o m o el Su l tán de los ins t rumen­

tos y la teor ía musical árabe, s iempre se refiere a ello; no

así er> cambio el " Y a r g h u l " , clar inete doble. Los estud ian­

tes de música que residen en los países árabes son auto­

ridades en la historia y teor ía de la música. El c a m p o de su

invest igación s iempre se ha basado en la edad media, la

edad de o ro de la historia árabe. Pero m u y pocos estud ian­

tes in tentan investigar la música árabe de hoy en d ía ,

porque surge el prob lema de no poder la separar de la

actual s i tuación que la enf renta c o n la sociedad árabe.

(Quizás sea un con f l i c to entre la cu l tura dominada por el

conoc im ien to c ient í f ico y otra cu l tura dominada por el

empi r ismo) .

Pero a pesar de t o d o , el es tud iante de música es la

máx ima autor idad en la mater ia.

Los fabr icantes de ins t rumentos musicales son indivi­

duos conoc idos por los músicos. IMo están bien organiza­

dos, ni t ienen una gran p roduc t iv idad pero representan una

fuente anón ima que apoya a la música. Varios centenares

habitan en las grandes ciudades c o m o Bagdad, El Cairo,

Damasco, Rabat y Túnez y sus clientes son músicos que

- 99 -

Page 101: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

encargan sus ins t rumentos según sus deseos. Los conten i ­

dos de la herencia musical árabe s o n : ciertas fo rmas carac­

terizadas por su sistema tona l , su organización r í tmico-

tempora l , los ins t rumentos , la cons t rucc ión de sus elemen­

t o s melódicos y las ocasiones en que dichas fo rmas deben

ser ejecutadas. Hay fo rmas improvisadas y f o r m a s c o m ­

puestas; las improv isadas genera lmente son ejecutadas por

músicos solistas, vocales o inst rumentales y las fo rmas

compuestas son ejecutadas usualmente por el con jun to y

se acompañan c o n fó rmu las rítmicas tocadas sobre instru­

mentos de percus ión. La educac ión musical es el procedi­

miento por medio del cual se adquiere el conoc im ien to

estét ico latente en la herencia musical cuyos conten idos y

pecul iar idades, acabamos de mencionar . La herencia musi­

cal, en sí m isma, en un e lemento esencial de la cu l tura , por

sus característ icas, por su ident i f icación y el d ibu jo de su

con to rno . En consecuenc ia , los tesoros culturales au tóc to -

ros son una inmensa fuen te para la educac ión musical . El

problema para la educac ión musical árabe no está en sus

fuentes, sino en los métodos de ut i l ización de esta vo lumi ­

nosa riqueza para llegar a adquir i r conoc imien tos estét icos.

Según la educac ión musical t radic ional , solo unos

pocos t ienen la opor tun idad de aprender, comprender y

exper imentar la belleza de la música árabe, puesto que sus

secretos profesionales sólo se t rasmi ten ora lmente de pro­

fesor a a lumno . Tan to el mús ico c o m o el fabr icante de

ins t rumentos, nunca divulgan los secretos de la compos i ­

c ión o de la fabr icac ión, excepto a sus hijos o a lumnos.

Así, t o d o el con ten ido de la herencia árabe se t ransmite

ora lmente de una generación a ot ra y la mayor ía de las

fo rmas musicales no solamente no están escri tas, sino que

no es necesario fi jarlas gráf icamente. La escr i tura cont ra­

dice su esencia, especialmente su est ructura modal basada

en la improv isac ión. El f o c o principal de la est ructura está

- 100 -

Page 102: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

predeterminada por la en tonac ión y la organizac ión de la

r í tmica tempora l l ibre, según la es t ruc tura del " m a g a m " así

c o m o la línea melódica realizada en un m o d o caracter íst ico

del " m a q a m " elegido. El m a q a m es la presentac ión de un

m o d o a t ravés de una est ructura modal designada después

de elegirla en el vasto mar del s istema tona l . Lo expuesto

se refiere a los f ragmentos improv isados; para los c o m ­

puestos se t o m a n est ructuras modales de per íodos medi ­

dos (el wazn) que pueden desarrollarse con muchas var ian­

tes, var iaciones y paráfrasis.

La educac ión musical es la f i losof ía de la " m ú s i c a en

a c c i ó n " S m i t h 1976:73. Cualquier acc ión que busque un

éx i to puede clasif icarse en una serie de medidas que

pueden ser tomadas por las autor idades legislativas y eje­

cut ivas de un país. La f i losof ía de " m ú s i c a en a c c i ó n " no

está l imitada a una escuela de música única sino que se

ext iende a la educac ión musical fuera de los edif ic ios esco­

lares. Por lo tan to las autor idades legislativas y ejecut ivas

t ienen que clasif icar sus métodos o rdenando pr imero los

programas para la escuela de música e lementa l , secundaria

y superior y consecuentemente ordenar, contro lar y decidir

la est ructura y el concep to de la p rogramac ión de la mús i ­

ca para las masas, aprovechando para toda la nación fuera

del ámb i to escolar a la radio, te levis ión, cine, discos y

concier tos en v ivo; en todos los casos la herencia cul tural

proveerá con sus fuentes, estas medidas.

La educación musical en Asia (Irán Van keh-Viet-nam).

En Asia no había educación musical en el sent ido Occi ­

dental de la palabra; no había una inst rucc ión organizada

de música para niños de colegios públ icos excepto en

J a p ó n durante el per íodo " M e i j i " (1867-hasta el presente),

cuando J a p ó n abrió sus puertas al Este. Pero la enseñanza

- 101 -

Page 103: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de la música se fue inc rementando en todos los países de

As ia , m u y bien concebida sobre t o d o para aquellos que

estaban dest inados a ser profesionales. La música tuvo

un lugar impor tan te en la t radic ional educac ión de los

niños, t an to si pertenecían a la clase reinante, la ar istocra­

cia o al pueblo. Desde la mi tad del siglo xix, la música

Occidenta l se in t rodu jo en As ia , y t u v o un fuer te impac to

en la enseñanza y la creación musical en varios países asiá­

t icos en los que el p iano o la a rmón ica se conv i r t ieron en

el s ímbolo de la educac ión musical . A f o r t u n a d a m e n t e las

cosas han cambiado desde los ú l t imos veinte años: La

música fo lk lór ica y el arte de la música t radic ional se uti l izan

con más y más f recuencia en la educac ión musical de

d ichos países.

A s i a . — La educac ión musical en el pasado

En el este de As ia , la música t u v o una gran impor tanc ia

en la educac ión general de los niños de la clase reinante.

Se enseñaba, en orden de pr ior idad, ceremonias, músi­

ca, t i ro al arco, hípica, l i teratura y matemát icas. En la

ant igua China, aprendían a cantar en pr imavera, a tocar

con ins t rumentos de cuerda en verano, los rituales de las

ceremonias en o t o ñ o e historia de la música en invierno. A

los 13 años aprendían música, can to y danza; a los 15, t i ro

con arco e hípica. A los 20 tenían que conocer los rituales de

t o d o t ipo de ceremonias a f o n d o . En el J a p ó n , la d i rección

del depar tamento imperial de música estaba bajo el mando

de los ar istócratas. M u c h o s principales y al tos oficiales de

la cor te japonesa durante la pr imera etapa del per íodo

Heian (794-897) eran famosos compos i to res y art istas. A

N i m m y o Tenno , hijo del Emperador Saga Tenno , le gusta­

ba escribir mús ica . Sadotosh i Sh inno hijo de Se iwa Tenno

era un maest ro en la " b i w a " , un laúd japonés de cuat ro

- 102 -

Page 104: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

cuerdas en f o r m a de pera. Su hermano Sadayasu Sh inno

fue uno de los c inco mejores mús icos de laúd. M i n a m o t o

no M a k o t o /810-69/ , el sépt imo hijo de Saga Tenno tocaba

la f lauta, el b iwa y el ko to , un tablero " z i t h e r " con trece

cuerdas sonantes; también era j inete y arquero.

En Corea, los miembros del Conservator io Real se

dividían en dos rangos: oficiales des igandos por los aristó­

cratas y músicos seleccionados del p u e b l o " . Aque l los músi ­

cos profesionales t ransmi t ían su profes ión a los hi jos varo­

nes. El n iño empezaba a aprender música a la edad de diez

años y entraba en el nivel más bajo. Los músicos se div i ­

dían en cuat ro niveles dependiendo de la edad y la habil i­

dad musical . Cuando un mús ico alcanzaba el tercer nivel,

se le consideraba c o m o un mús ico m u y do tado , pero pasa­

ban años antes de entrar en el cuar to . A los niños de clase

alta se les enseñaba ins t rumentos de cuerda y a los de

menor categor ía , ins t rumentos de v ien to ; en el siglo X V

algunas escuelas de música se crearon para la inst rucc ión

de todos los art istas de la Corte.

En V ie tnan , los príncipes recibían una educac ión general

inc luyendo la mús ica , el t i ro al a rco, la hípica, e t c . . Duran­

te la Dinastía Tran (siglo XIII) un t u t o r enseñó al príncipe

heredero las fo rmas de fijar las cuerdas de un ins t rumento

musical . Los pr íncipes no eran instru idos para ser instru­

ment istas. Los músicos de la Corte eran escogidos entre el

pueblo.

Los músicos profesionales acos tumbraban a t rasmit i r

heredi tar iamente sus cargos a los hijos varones u o t ros

miembros de la fami l ia. Este era el caso de la mayor ía de

los músicos de la Corte en J a p ó n , en Corea y en V ie tnam.

La música se enseñó de di ferentes maneras de acuerdo

con las escuelas o fundac iones. Cada escuela o fundac ión

- 103 -

Page 105: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

mantenía en secreto su arte musical y un músico no podía

pertenecer a dos fundac iones di ferentes.

En la actual idad en J a p ó n , los colegios principales de

f lauta, son : No , el Isso, Mar i ta y Fuki ta; las escuelas de

koto , el Tsukush i , Ikuta y Yamada y muchas otras escuelas

para la f lauta shakuhachi soplada desde la parte inferior; el

laúd en f o r m a de pera de cuat ro cuerdas, b iwa , y los tres

laúdes de cuerda shamisen.

En el Nor te de la India podemos dist inguir las escuelas

de L u c k n o w , Delhi , A jarda, Farukabad, Benarés y Punjab

para la tabla.

La música se enseñaba ind iv idualmente por un maestro

a su a lumno. El a lumno escuchaba a su maestro y le seguía

por imi tac ión y repet ic ión. La personal y permanente rela­

c ión de profesor a lumno era m u y fuer te : el s istema guris-

hishya se pract icaba en la India y el s istema iemotouch i -

deshi en J a p ó n . El gurú y el iemoto no enseñaban música,

pero comun icaban una f o r m a de v ida.

En el pueblo , el conoc im ien to de la música se adquir ía

gradual e inconsc ientemente. Desde cantos de nana u

otras canciones cantadas durante los mayores sucesos en

la v ida de la comun idad : la c i rcuncis ión, el mat r imon io , los

funerales o según el t rabajo en los campos de plantaciones

de arroz, recolección de arroz, el moleo del m ismo etc. En

este caso un n iño en Asia crecía c o n un conoc im ien to

in fuso, es decir con un sent imiento de acercamiento natu­

ral hacia la música y el r i tmo. En China las canciones de

niños (erge) incluían canciones cantadas por la madre

(muge) , c o m o nanas, canciones para enseñar al n iño los

nombres de las di ferentes partes del cuerpo , los dist intos

colores, las canciones de juegos (erxi) acompañando los

juegos de los niños, canciones educat ivas (zhishi) para

- 104 -

Page 106: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

aprender a contar del uno al diez, para las plantas y los

animales domést icos. En ot ros países de Asia hemos pod i ­

do percibir el m ismo t ipo de canciones. Los niños no tenían

necesidad de aprender especia lmente música, que era parte

de la cu l tu ra , considerada también c o m o una f o r m a de

comun icac ión y de ent re ten imiento .

En el siglo XIX

Varios países asiáticos perdieron su independencia ,

mientras o t ros v in ieron a caer bajo el cont ro l económico

extranjero. Otros fueron atraídos por la super ior idad Occi ­

dental en e l aspecto tecno lóg ico .

Un caso especial t iene que ser cons iderado: J a p ó n al

pr incip io de la dinastía Mei j i , 1868, abr ió sus puertas al

Occidente. En 1872, el Minis ter io de Educación estableció

un s istema de música en las escuelas elementales. Estaba

inspirado por dos t ra tados europeos: El s istema de la

escuela holandesa t raduc ido por Uchida Masao en 1869 y

el s istema de la escuela f rancesa t raduc ido en 1873-1876.

A los niños les enseñaron el " g a k k o s h o k a " , canciones

escolares que fueron compuestas en un esti lo mezcla de la

música japonesa y la Occidental . . . La educac ión musical en

el actual sent ido de la palabra se organizó c inco años

después de la modernizac ión del país. En 1880 un educador

de música amer icano Luther W h i t i n g M a s ó n fue inv i tado

por Izawa Shuj i , pr incipal de la Escuela Normal de Tok io ,

para establecer un sistema de música para las escuelas

públ icas. Desde aquella fecha a los n iños japoneses les

enseñaron el sol feo Occidenta l c o n una armón ica . La mús i ­

ca occidenta l se vo lv ió más y más dominan te en la educa­

c ión musical y también en la educac ión en los conserva­

tor ios y, en general , en el arte de la música.

- 105 -

Page 107: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

En ot ros países asiáticos, la música Occidenta l , también

t u v o cierta inf luencia.

En Corea cuando l legaron los misioneros protestantes

en 1885, las melodías occidentales se vo lv ieron muy p o p u ­

lares. En 1900 bajo el gobierno de la dinastía Y ¡ , una banda

mil i tar de esti lo occ identa l , reemplazó a la orquesta t radi­

c ional , en las ocasiones oficiales.

En las Filipinas, debido a la inf luencia cul tural hispánica

de casi 400 años, la cu l tura musical latina se hizo más

famil iar a los músicos f i l ip inos que la t rad ic ión musical de

Malasia o del Islam.

En ciertos m o m e n t o s , en la India, sobre t o d o en el sur,

el viol ín occ identa l estaba considerado c o m o un ins t rumen­

to t radic ional .

El presente

Durante t o d o el siglo xx la música occ identa l creció en

impor tanc ia en la vida musical de varios países asiáticos y

se enseñaba en las escuelas especiales de música o en los

conservator ios, donde los a lumnos de música t radic ional

eran una minor ía. A f o r t u n a d a m e n t e , durante los ú l t imos

veinte años, el conoc im ien to de " l a ent idad cu l tu ra l " se

está haciendo más y más fuer te . En J a p ó n y en las Filipi­

nas, donde el pueb lo tenía la cos tumbre de pensar en la

música occ identa l cuando se hablaba de " m ú s i c a " , los

educadores han suger ido la i n t roducc ión de la enseñanza

de la música t radic ional , japonesa o f i l ip ina, en el p rograma

de la educac ión musical . Se ha suger ido a países que iban

a modernizar su música in t roduc iendo música occ identa l ,

que no comet iesen el m ismo error que J a p ó n años atrás.

Cada país puede cont r ibu i r a la música mund ia l , mante-

- 106 -

Page 108: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

niendo su propia personal idad musical . Y este es, sincera­

mente , el camino que le recomendamos, debe seguir.

» » *

He escri to este capí tu lo consu l tando m u c h o material ,

gran parte de pr imera mano , de mus icó logos árabes, indios,

asiáticos y afr icanos, para ver qué s igni f icado t iene para

ellos la música. A través de t o d o este material se ha

hecho evidente para mí, que todas las cul turas t ienen un

denominador c o m ú n : util izar el ar te de los sonidos c o m o

lenguaje superior, generalmente para comunicarse con el

Ser S u p r e m o . ¿No es maravi l loso y asombroso?

Por ello me ha interesado destacar la cita de Schoen-

berg, escrita al pr incipio de este l ibro, porque creo que

muchos músicos en todas las lat i tudes y m u c h o s compos i ­

tores occidentales, la l levan grabada en lo más p ro fundo de

su a lma:

. . . " la música lleva consigo un mensaje pro fé t ico , reve­

lador de una f o r m a superior de v ida . . . " .

- 107 -

Page 109: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 110: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 111: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 112: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C A P I T U L O IV

H I S T O R I A DE L A M U S I C A

«Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para que dividan el día de la noche y sirvan de señales para estacio­nes, días y años..."

En relación a la música el hombre está inseguro

En esta época en la que se oye y escribe tan ta música,

se escribe tamb ién m u c h o sobre la música. Esta aspiración

no es nueva; s iempre se ha estado d iscut iendo sobre la

música allí donde se ha creado y empleado. Pero solo

cuando se inventó y perfeccionó la imprenta (acumulándo­

se con ello grandes cant idades de música) , se hizo ineludi­

ble conservar, investigar y describir, como un bien cultural,

cada nota, cada compás, cada composición.

Nuestra época, bajo el lema " H a y que comprender la

m ú s i c a " , consume ampl ia in fo rmac ión alrededor de la

música y los músicos; esto no sería malo a cond ic ión de

que no provocase (empleando palabras del p intor Kokos-

chka) una práct ica " h i s t é r i c a " del ar te.

A c t u a l m e n t e se t iene la sensación de que el hombre , en

la sociedad moderna , depende de fuerzas que se encuen­

t ran fuera de su cont ro l y de ídolos que él m i s m o ha

creado. Con la mejora y el i nc remento cons tan te de la pro­

ducc ión e c o n ó m i c a , crece de día en día el miedo a que lo

h u m a n o deje de ostentar en la soc iedad su puesto predo­

minante , y los verdaderos músicos-creadores, oyentes.

- 111 -

Page 113: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

intérpretes, c ient í f icos y o t r o s — pierdan án imos y conside­

ren inúti les sus respectivas act iv idades.

¿Qué hace mientras tan to el músico? Mirar atrás. Tomar

lo que ya existe, atenerse a las glorias pasadas de la cu l tura

y c imentar las só l idamente con t o d o s los medios posibles. Y

se inventa un s istema, de lenguaje técn ico compl icad ís imo,

del cual so lo él t iene la llave; asi deja la música v iva,

encerrada en una fortaleza en la cual no entra ni una gota

de savia regeneradora.

As i se crea una cul tura sucedánea, se crea un ente

s intét ico, que está condenado a sufr i r un muer te lenta de

agotamiento . Mi les de estas pequeñas fortalezas se han

const ru ido en los ú l t imos siglos y cada una cont iene un

pedaci to de música viva — l a única música que interesa al

p ro fano y al a r t i s t a — . Pero solo se puede llegar a ella con

una de esas mil llaves especiales, cuya consecuc ión es tan

di f íc i l ; surge entonces tal caos de concepc iones, descubr i ­

mientos, s istemas y métodos , que se empieza a temblar de

miedo ante la propia ignorancia.

Un estado asi crea insegur idad; y parece que ésta es

precisamente la s i tuación en que nos encon t ramos con

respecto a la música. Estando inseguros, c o m o lo estamos,

nos l imi tamos a guardar con m u c h a precaución nuestra

herencia cu l tura l . N o permi t imos al histor iador un análisis

exacto de las condic iones sociales que han inf lu ido en la

música del pasado. No permi t imos al ps icólogo un análisis

exacto del proceso art íst ico de creación. A l pedagogo no le

permi t imos refinar la sensibi l idad humana y al soc ió logo,

solo en casos excepcionales, le dejamos pisar las múlt ip les

pequeñas fortalezas de la música para que proyecte luz

sobre el proceso entre el hombre y el hombre , el hombre y

el g rupo , el hombre y la ins t i tuc ión, el arte y la comun ica ­

c ión. Mient ras esta inseguridad interna se convier te en esta-

- 112 -

Page 114: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

do latente, enormes cant idades de música pasan por de lan­

te del consumidor . Sin o rden ni conc ie r to f luye incesante­

mente esta corr iente, y a t o d o aquel que quiere interponer­

se en su camino , ordenándola con los ant iguos mé todos , le

arroja senci l lamente a la oril la. Bien es verdad que aqu í y

allí se oyen voces sueltas que t ra tan de intervenir cr í t ica­

mente . Pero p ron to se las hace callar, porque son crí t icas.

No se quiere oír a nadie más que a aquel , que (no impor ta

c o n que medios) , bien sea con historia de la música, teor ía ,

estét ica, s icología o sociología de ésta, presente just i f ica­

c iones al " s t a t u s q u o " . Y se le acata aún mejor, si es capaz

de defender la desordenada adorac ión de placer que existe.

Pero nada de t o d o esto puede conduc i r a un afán

creador d i recto o indi recto en el mús ico o en el oyente o en

el lector. Bien conoc idos son c o m o s ímbo lo de decadencia,

la defensa de un " s ta tus q u o " y la adorac ión de fa lsos

dioses, desde que existe la human idad .

Grecia antigua

La t radic ión entre los histor iadores de la Música consis­

te en comenzar sus jornadas por Grecia, puesto que se

hace arrancar de la época griega el comienzo de la cul tura

europea y porque de los países de una ant igüedad pre-

europea, es Grecia el que l legó a un pun to más per fecto

en la sistematización de sus práct icas y teorías musicales.

A u n q u e los chinos del t i empo de Confuc io , coetáneo de la

gran época gr iega, en el siglo v. antes de C. estudiaron con

puntua l idad matemát ica las relaciones de los sonidos entre

sí, el con jun to de la música china, a juzgar por las práct icas

actuales, cae fuera del sent imiento musical de los euro­

peos. En cambio , las teorizaciones que se han hecho en

diversas épocas, basándolas en el "s is tema p e r f e c t o " des­

cr i to por Euclides resultan convenientes para hacer part ir

- 113 -

Page 115: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de ellas lo que, un ido más adelante con la monod ia catól i ­

ca, se ent iende por comienzos prop iamente d ichos de la

música europea. Desde Euclides hasta Plutarco pasaron

varios siglos y puede decirse que la música griega t u v o un

plazo no menor de quince siglos para hacer sus pr imeros

ejercicios, para ascender a la per fecc ión de sus sistemas y

decaer en modern ismos y o t ros excesos hasta llegar a la

nueva era, a la cual pertenecía Plutarco. La t ransmis ión de

conoc im ien tos se hizo en Grecia durante largos siglos por

via oral y t radic ional .

Hay dos maneras de considerar la música de Grecia y,

en general , a Grecia misma: por una parte, Grecia cons t i tu ­

ye un p u n t o de part ida para el es tud io de la cu l tura occ i ­

dental en determinados aspectos de ella; a) el d ia ton ismo

del can to eclesiást ico y el s istema l lamado " m o d a l " de la

Edad Media europea b) Grecia fue la heredera de todas las

cul turas or ientales que le l legaban del As ia , no solo de la

cercana, s ino de m u y lejanos parajes. Las fo rmac iones de

escalas en estos países asiát icos y en Grecia, tamb ién están

relacionadas con un " e t h o s " procedente del sent ido expre­

s ivo (s imból ico después de lejanos antecedentes mágicos)

de sus fó rmu las melódicas; pat rones que servían de base

para las melodías más desarrol ladas, según todav ía se

s iguen hac iendo en los países asiát icos y malayos con sus

sistemas de ragas, patets, m a k a m a t h , que equivalen a los

n o m o s gr iegos; " l e y e s " , es decir, fó rmu las básicas a cada

una de las cuales se at r ibuye una capacidad especial de

e fec to , que es su " e t h o s " su " b e h a v i o r " . La técnica musi ­

cal gr iega, l lega viva hasta los pr imeros t i empos crist ianos.

La música primitiva de la Iglesia

La música pr imi t iva de la iglesia se en t ronca directa­

mente con los or ígenes mismos de su credo y de sus

- 114 -

Page 116: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

pr imeros adeptos: por un parte, israelitas refugiados en

Roma que seguían pract icando las fo rmas musicales de

la S inagoga y, por otra par te, esclavos gr iegos que l levaban

a sus reuniones m o d o s y cos tumbres de can to procedentes

de la t rad ic ión helénica. Los ú l t imos siglos de la pagania y

los pr imeros de la era crist iana no del imi tan todav ía sus

f ronteras, ni en sus creencias ni en sus m o d o s de v ida. La

t rans formac ión se hace paulat inamente, y, con ella, la de

las cos tumbres y la técnica y sent ido de la Mús ica . A l ser

conquis tada Grecia por Roma, en el año 146 antes de C ,

en que pasa a ser provincia romana, la af ic ión de los

gr iegos por las grandes f iestas teatrales, con coros y dan­

zas, los concursos instrumentales o " a g o n o s " , pasan a

Roma, donde van a llegar a un p u n t o m á x i m o de esplendor

y de popular idad. Pero el sent ido de una t rad ic ión rel igiosa,

que había sido fundamenta l en el teat ro gr iego ( como

historia de un héroe o una teogon ia , peripecia dramát ica en

la v ida de un d ios) , en sus danzas de carácter ri tual y en

los agonos, que se ver i f icaban en homenaje a determinadas

divinidades, desaparece, y, con ello, el carácter s imból ico

de alguna de sus cos tumbres ; así, pr inc ipa lmente, el e thos

de los m o d o s o " n o m o s " . Por o t ra parte, los nomos habían

desaparecido práct icamente en Grecia hacía el siglo IV. Sin

embargo , a lgunos giros nomís t icos persist ieron aunque ya

sin carácter de necesidad legal (o de congruenc ia estét ica

entre el p ropós i to y la técnica) y pasaron a la música

romana. De esta, s iguen su camino hacia la pr imera música

crist iana, donde perduran en mu l t i t ud de pequeños cantos

allí l lamados " a n t í f o n a s " , cantos preludíales que conten ían

el sent ido ét ico (ethos) per t inente al caso, y de cuyo canto

inicial es un desarrol lo l i túrgico el can to (phonos) s iguiente.

La excesiva af ic ión de los romanos por las f iestas musi ­

cales comienza a inquietar a los pr imeros cr ist ianos, que se

pronunc ian en cont ra de ellas, especialmente cont ra las

- 115 -

Page 117: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

danzas; con t ra los concursos instrumentales, en a lguno de

los cuales t o m o parte Nerón c o m o citar ista; cont ra el

empleo de los ins t rumentos y cont ra el c romat i smo de los

giros melódicos. S in embargo de t o d o ello, los cr ist ianos

incipientes conservaron la música coral gr iega y mu l t i tud

de práct icas musicales del r i to hebreo, t o d o lo cual servia de

base para sus ceremonias religiosas y ot ras reuniones de

un carácter menos ritual. Los pr imeros cr ist ianos de Roma

eran gr iegos y judíos conversos, residentes en colonias,

fuera de la urbe romana prop iamente d icha. En rasgos

generales, los pr imeros cr ist ianos t o m a r o n a la s inagoga

sus maneras especiales de cánt icos de alabanza, y de los

gr iegos la s istemat ización, (muy adul terada enseguida) de

su teoría musical , seis, siete siglos anter ior a las nuevas

práct icas.

Casi todas las artes paganas desaparecen en el in teregno

entre M a r c o Aure l io y Constan t ino , a excepc ión de la m ú ­

sica, por la cual se conservó un interés apasionado; sujeto,

sin embargo , a t ransformaciones que l legaron a ser sustan­

ciales. Los viejos teór icos Ar ís t ides, Quint i l iano, Porf i r io,

Cleonides, A l ip io , Bacchius el v iejo, per tenecen a esta épo­

ca. El auge incesante del cr is t ianismo se dejo sentir sobre

la música al l imitar su radio de acc ión y sus maneras

técnicas, basadas en la s istemat ización helénica. La cre­

ciente proscr ipc ión de la lengua griega en Roma, que había

sido una c iudad bi l ingüe hasta el siglo ni (que el gr iego fue

la lengua de la l i turgia crist iana en Occidente lo demuest ran

gran número de vocablos cr ist ianos, comenzando por el de

Cristo m i s m o , el ung ido ; el de Iglesia, o pueblo; el baut is­

mo , de bautos , sumergir ; el de ob ispo, o supervisor; d iáco­

no, el que exhibe las imágenes; ágape, o banquete ritual y

tan tos o t ros) , corre pareja a la decadencia de la música en

Roma. T o d o s los epi taf ios de los papas, hasta Gayo

( T 2 9 6 ) , salvo uno , están redactados en lengua gr iega. A l

- 116 -

Page 118: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

trasladarse a Bizancio, en el año 330, la capital del Imper io

Romano , la lengua gr iega y la música que la canta ent ran

en un per íodo de rápido empobrec im ien to en Occidente. A

partir de los años centrales del s ig lo, la extensión occ iden­

tal del Imper io hacia las Galias, España y la Germanía

romanizada, so lmente cantará en lat ín, c o m o en los pue­

blos p rop iamente romanos. La visita de art istas gr iegos,

danzantes procedentes del r i to d i t i rámbico y de las f iestas

dionysias, c i taredos de gran v i r tuos idad, se hace cada vez

más rara. En la segunda mi tad del s iglo, los citaristas

acompañan so lamente ya poesías latinas del t i empo de

A u g u s t o o con temporáneas suyas. Gevaert y o t ros erud i tos

creen que en esas músicas se habían desl izado canciones

populares, bien de carácter l ír ico, bien de of ic ios, que esta­

ban m u y general izadas entre los gr iegos.

La no tac ión al fabét ica gr iega, a la que todavía se refiere

el escr i tor Gau'dencio, en siglo n, c o m o práct ica de t i empos

anter iores al suyo y que en el de Cons tan t ino estaba v igen­

te todav ía , se olv ida. San A g u s t í n (354-430) no la conoce

ya. La t ransmis ión de la enseñanza musical en los monas­

terios o entre los juglares se hace de viva voz. El resto del

siglo con poster ior idad al ed i c to de Constan t ino (323), cu l ­

t iva todav ía la música con apas ionamiento , especialmente

fuera de R o m a , t a n t o en los campos c o m o en las vil las, en

donde el cr is t ianismo tardó en aceptarse a lgún t i empo to ­

davía. San J e r ó n i m o , den t ro del s ig lo V , atest igua en su

correspondencia una cierta l ibertad de cos tumbres y una

práct ica de la música en las clases civi les que preocupa a

San A m b r o s i o , aún cuando éste muest re sat isfacción

cuando el cr ist iano t o m a la cí tara (quizá por una pura

f igura de d icc ión poét ica) para acompañarse sus cánt icos

de alabanza al Señor.

San A g u s t í n , en su t ra tado De Mús ica , redactado hacia

- 117 -

Page 119: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

el año 398, so lamente t rata de poesía seglar dest inada al

canto , cuyos tex tos son de poetas paganos c o m o Horacio

(salvo un solo verso at r ibuido a San Ambros io ) . El

acop lamiento del r i tmo musical a la versi f icación métr ica de

Horac io se expl ica por el Doc to r de la Iglesia de una

manera que impor ta t a n t o por lo que se refiere a la escan-

dac ión de la poesía clásica latina c o m o por lo que habrá de

referirse después al can to lat ino de la Iglesia. Las invasio­

nes bárbaras, en el siglo v, con t inúan por a lgún t i empo el

m i s m o estado de cosas que acentúan. Los reyes godos

respetan en Italia (del 493 al 552) los residuos de la cu l tura

clásica, consistentes en la música para cí tara y las cancio­

nes acompañadas con ella en los banquetes profanos. Los

reyes f rancos, en la Galia, p ro tegen a los citaristas y los

llevan a sus palacios. La condenac ión cr ist iana de los es­

pectáculos teatrales circenses encuen t ran apoyo en los

reyes v is igót icos. Teodór i co destierra de su palacio los ins­

t rumen tos , incluso el ó rgano hidrául ico, las compos ic iones

corales y el v i r tuos ismo ins t rumenta l , las juglaresas can to ­

ras y demás residuos de la vieja época. So lamente conser­

va los ins t rumentos de cuerda, " f i d i b u s " , y la melodía

monód ica .

La cr ist ianización de Roma no se te rminó por comp le to

hasta el año 546 en que Tot i la apr is ionó a los viejos aristó­

cratas romanos, que todavía cu l t ivaban el paganismo.

Los ú l t imos restos del arte pagano l legan hasta Casio-

doro (485 - 580). T a n t o Casiodoro c o m o Boecio son los

teór icos en quienes el m u n d o occ identa l an t iguo gira sobre

el eje de la teoría gr iega, para t rasformar la en la teoría de la

Iglesia medieval ; t rans fo rmac ión , en el los, más inconsciente

que vo luntar ia , y que en gran parte provenía de que

m u c h o s concep tos ant iguos habían perd ido su s igni f icación

or ig inal , somet iéndo los aquel los autores a una interpreta-

- 118 -

Page 120: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

ción en la que Intervenía el espír i tu del t i empo . En el año

547, la dominac ión bizantina se asienta sobre Roma. La

capital del viejo imper io se despuebla. T o d o huella de m ú ­

sicas profanas desaparece, por lo menos tex tua lmente , d u ­

rante c inco siglos; pero la pert inacia de esa música, no quie­

re dejarse arrancar de las cos tumbres , cosa que muest ra en

las referencias que los decretos eclesiásticos hacen entre los

siglos vi y xi condenándo la , e insist iendo en la necesi­

dad de su desapar ic ión. " E n realidad — d i c e G e v a e r t — el

cánt ico r í tmico asociado a un ins t rumento de cuerda y a

veces acompañado de danzas, con t inuó cul t ivándose en

Occidente por músicos profesionales ( jug lares)" . S u base

eran los residuos del arte t radic ional , l imi tado en número ,

pero de gran tenac idad, aunque fo rzosamente somet idos a

un proceso de t ran fo rmac ión dent ro de una sociedad que

estaba var iando sin cesar. Las etapas principales de esa

t rans fo rmac ión consist ieron pr imeramente en el abandono

de la lengua l i teraria, sust i tuyéndola por la popular ; en la

sust i tuc ión del latín métr ico por el acentuado y por la

r í tmica en la versi f icación estróf ica; f ina lmente, en el aban­

dono del latín y en la extensión de las lenguas vulgares,

romances y germánicas, en las cuales se adaptan los úl t i ­

mos residuos de los r i tmos an t iguos .

Entre tan to , la música de la l i turgia catól ica había alcan­

zado su f o r m a def in i t iva desde f ines del siglo vi l , después

de haber comenzado con San Gregor io esa etapa decisiva.

Pero a part ir del siglo x penetra en el can to eclesiástico

inf luencias procedentes del m u n d o seglar, que van a pros­

perar dent ro del recinto de la Iglesia con gran rapidez. Una

de ellas es el desdoblamiento de la melodía cantada a la

octava por su consonancia centra l , dando entrada a la

Pol i fonía, que desde esta época en adelante se desarrol la­

rá con pasmosa rapidez. El " o r g a n u m " de Huba ldo y de

Guido d 'Arezzo es " u n a imi tac ión del acompañamien to

- 119 -

Page 121: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

grosero que e jecutan en sus ins t rumentos de cuerda los

cantores populares de la época ca ro l ing ia " (en Gerbert,

Scr ip tores, t , I, ci t . , por Gevaert) . " L a s melodías y los

r i tmos de las l lamadas consecuencias o prosas, así c o m o

las arietas de los dramas l i túrgicos, p roceden de las mismas

f u e n t e s " . Por su parte el arte de los juglares, aunque vivie­

se largos siglos en precario, no estaba desprovis to de téc­

nica. Un mon je del siglo X escr ib ía: Ci taredos, tocadores de

t ibias y de o t ros ins t rumentos , cantores y cantatr ices m u n ­

danas, se esfuerzan por sujetar a las reglas del ar te cuan to

sé canta y cuan to se toca en la cí tara, a f in de deleitar a

los audi tores.

Canto Gregoriano

El cr is t ianismo incl inó a los espír i tus hacia un cul t ivo de

la v ida inter ior, que favorecía los progresos del arte m u ­

sical.

En un pr inc ip io se ut i l izaron los Sa lmos y cantos bíbl i ­

cos heredados de la t rad ic ión jud ía a los que añadieron

hacia 313, al t r iunfar la Iglesia sobre el paganismo, las

" A l l e l u i a " , cánt icos de alegría.

San A m b r o s i o , Obispo de Mi lán desde 374 hasta 397,

de te rminó los cantos que se debían e jecutar en cada f iesta

del año eclasiást ico.

Hacia f ines del siglo V I el can to de Occ idente cr ist iano

fue re fo rmado por el papa Gregor io el M a g n o , obispo de

Roma desde 590 a 604. Esta re forma f u e obl igada debido a

la diversidad de l i turgias locales en aquél m o m e n t o .

San Gregor io recogió todas las melodías existentes en

el m u n d o cr ist iano, eligió las más adecuadas, c o m p u s o

otras nuevas y señaló exac tamente c ó m o se debían ejecu-

- 120 -

Page 122: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

tar y en qué m o m e n t o del servicio d iv ino. Se establecieron

así las bases de una l i turgia a la vez rica y un i fo rme.

T o d o s estos cantos fue ron agrupados en un An t i f ona r io

que se deposi tó en el altar de San Pedro de R o m a , sujeto

por una cadena de oro. A l l í la mús ica de la Iglesia romana

encontrar ía s iempre su pr incip io y sus reglas invariables.

Sobre el Canto recogido por San Gregor io, se apoya la

música de la Iglesia Catól ica y podemos añadir que en él se

inspira toda la música europea posterior.

Es el t r o n c o sobre el cual ha f lorec ido t o d o el desarrol lo

moderno ; cont iene una savia a la cual acude s iempre la

música cuando desea renovarse y encont rar nueva fuerza.

El ritmo gregoriano

El r i tmo del Canto Gregor iano (o can to l lano, c o m o

también se denomina) , es el que se deriva de la lectura de

una buena prosa.

El Canto Gregor iano es música puesta a una prosa

(magníf ica) y en sus comienzos se c o n f o r m ó con unirse

directa y s implemente , al r i tmo de las palabras.

Más adelante el e lemento decorat ivo adquir ió impor­

tancia y los r i tmos originales fue ron vanándose c o n a lgu­

nos o rnamentos , pero aún así, se percibe c laramente que el

r i tmo gregor iano t o m a su f o r m a pecul iar de la prosa y

nunca del verso.

- 121 -

Page 123: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Reforma gregoriana

La l lamada re forma gregor iana ha pod ido ser considerada

c o m o un deseo de sus autores en el sent ido de el iminar de

la melopea los adornos mel ismát icos f recuentes en el can to

ambros iano y a los que se adjudica una procedencia or ien­

tal. Sin embargo , el descubr imiento de un Códice Vat icano

del siglo x, que escapó a la re forma, permi te ver que en el

canto romano existían cantos aún más ricos que en el

milanés. Los teór icos de la época hacen apenas menc ión

de la cons t rucc ión melódica y de sus adornos, por lo cual

parece más probable que la re forma se llevase a cabo

sobre las fo rmas mot ív icas básicas, desterrando aquellas

que, por si mismas o bien por el t ex to con que se canta­

ban, parecían a los re formadores que debían rechazarse. El

carácter p redominante del gregor iano, con t o d o , es sencil lo

y de paso t ranqu i lo , do tado de un sent imiento de serenidad

inconfundib le . Tales característ icas l levaron más tarde,

cuando después de las dest rucc iones bárbaras en Italia se

t ra tó de reconstrui r el can to romano , a un nuevo t ipo de

canto todav ía más senci l lo, p lanus, que llevó el nombre de

Cantus planus, can to l lano. Se dice que el canto romano

de la época de San Gregorio const i tuye una época " á u r e a "

mientras que el can to poster ior al s iglo ix integraría una

edad de plata; pero debe tenerse en cuenta que hasta la

época de San Gregor io, este can to , t a n t o c o m o el de las

demás iglesias, la milanesa y la gal icana entre ellas, era de

t radic ión puramente oral. El can to romano de la edad de

plata comienza a mostrar notac iones neumát icas, que, por

su índole, so lamente podían indicar los mov im ien tos s im­

ples de la voz, de cuyos mov im ien tos son s ímbolos los

neumas (notas simples, dos notas, tres notas, g rupos

breves en t o r n o a una nota pr incipal) . Si se o rnamentaba el

can to en el siglo ix, lo sería s igu iendo una t rad ic ión oral

que debió irse perdiendo c o n los sucesos pol í t icos, y pues-

- 122 -

Page 124: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

t o que no podía ser recogida en los manuscr i tos. De ahí la

creciente s impl i f icac ión del can to romano , sencil lez, podr ía

decirse, a la fuerza, porque el proceso normal en el sent ido

h u m a n o , que va de lo senci l lo a lo comple jo , se observa

enseguida en el can to eclesiástico con el enr iquec imiento

mel ismát ico de las fo rmas cadencíales, en una época que,

al nacer la Pol i fonía, vendrá a crear nuevos t ipos de música

eclesiástica, e, inmedia tamente , basándose en ese mode lo ,

t ipos de música seglar que van a encont rar en d icho terre­

no a las reliquias del can to pagano y a las de la música

inst rumenta l de danza, o sea con acentos r í tmicos fuer te­

mente marcados, merced a t o d o lo cual sobrevendrá una

nueva época musical en Europa c o n la que no tardaremos

en encont rarnos.

La es t ruc tura del can to ant i fonal y responsorial es m u y

impor tan te porque influirá más tarde en la estructura de las

piezas cantadas en la música seglar, a causa de la al terna­

c ión de sus t rozos const i tu t ivos. El can to responsorial se

di ferencia del ant i fonal en que los dos e lementos cantables

de que se c o m p o n e son m u y di ferentes entre sí. A m b o s

e lementos estaban encomendados unas veces al solista y

tras veces al co ro , de la manera s iguiente:

A : t rozo cantado por el sol ista.

A ' : el m i s m o t rozo está repet ido por el coro , repet ic ión

que ha sido l lamada poster io rmente refrain, reprise (en cas­

te l lano, estr ibi l lo, p robab lemente de o t ro or igen). Esta parte

del can to r tesponsorial l legó a hacerse m u y breve y l levaba

una fó rmu la de fáci l en tonac ión .

b: pr imer verso de una est ro fa, en tonado por el sol ista.

A : estribi l lo, por el coro.

c: segundo verso de la est ro fa .

A : estribi l lo, por el coro.

- 123 -

Page 125: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

y así sucesivamente. Semejante f o r m a pasó, en t iempos

poster iores a la música seglar en cuyo terreno engendra el

t ipo de música conoc ido por " r o n d ó " o can to en redondo,

a l ternat ivo. De hecho existen tamb ién rondeles m o n ó d i c o s

en la música eclesiástica de un carácter no enteramente

l i túrgico. Es, c o m o si d i jéramos, una puer ta abierta hacia el

ter reno de la música pro fana.

El can to responsorial t o m ó más tarde, en el t rozo l itúr­

g ico denominado responsor io, una f o r m a abreviada de la

anter ior:

A : estr ibi l lo, por el solista

A ' : idem, por el coro

b: verso libre, por el solista

A : estribi l lo por el coro

En este caso, c o m o en el anter ior , es el solista quien

canta los di ferentes e lementos de la música, la schola

solamente canta el t rozo del estr ibi l lo, que se repite.

Hay ot ras fo rmas menores de can to reponsorial que no

per tenecen a la Misa, sino a los of ic ios de di ferentes clases,

que pueden también se injertadas en ocasiones ent re los

f ragmentos que c o m p o n e n los cánt icos invariables de la

Misa. S o n los l lamados Lecciones, Evangelios, Epístolas,

Colectas, etc. Su esti lo es m u y senci l lo, en teramente silábi­

co, con inf lexiones cadencíales de dos notas tan to c o m o

para las entonac iones con que comienza. Todos esos

f ragmentos l levan el nombre de " rec i t ac iones " . Las oracio­

nes per tenecen a este g rupo . Las más sencil las de ellas son

el Padrenuestro y el Prefacio. Las reci taciones c o m o el Te

D e u m , Lamentac iones de Jeremías, Pasiones, etc. , sola­

mente se cantan en días determinados o en ocasiones

señaladas por el cu l to . T a n t o el can to responsorial c o m o el

- 124 -

Page 126: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

ant i fonal se c o m p o n e n de var ios e lementos formales, a

saber:

1) Fórmulas de " i n i t i u m " (comienzo de una ant í fona) .

2) Entonac ión, propia del versículo psálmico, " i n t o -

n ia t io " .

3) Reci tación del versículo sobre la nota reci tantes del

m o d o , l lamada en el can to ant i fonal c o m o " t e n o r " , y " t u ­

b a " en el responsorial .

4) Cadencias. Una cadencia in termedia, cor respondien­

te a la censura del versículo, se denomina mediac ión ( "me-

d ia t i o " ) . La cadencia f inal se hace sobre la nota propia del

m o d o .

Los cánt icos que integran la Misa son , t o d o s ellos,

poster iores a los de las pr imit ivas comun idades crist ianas

antes descri tas. Los grandes t rozos que f iguran s iempre en

la misa son c inco, Kyrie, Glor ia, Credo, Sanc tus y A g n u s ,

entre los cuales puede insertarse a lguno de los anteriores.

Se dice de ellos que const i tuyen el " o r d i n a r i u m " de la

misma, mientras que los que solamente se cantan de una

manera acc identa l , o en determinadas c i rcunstancias, se

consideran c o m o propios, " p r o p i u m " , de esas c i rcunstan­

cias, las cuales dan nombre especial a la Misa, tal por

e jemplo el de d i fun tos , de glor ia, de determinados santos.

A u n q u e de fecha poster ior a los viejos cánt icos psálmicos,

los c inco t rozos del ' o rd inar ium ' no per tenecen t o d o s al

m ismo t i e m p o , por lo cual no suele haber una un idad de

esti lo y de técnica en el con jun to de ellos. Los Kyries

f iguran ent re los más ant iguos, hasta que en el siglo ix

fueron encomendados a los chantres de la schola, quienes

enr iquecieron su melodía. En esta época los cánt icos eran

solamente el Kyrie, seguido del Glor ia, y el Sanc tus , segui­

do del A g n u s . El Credo solamente ent ró en la l i turgia

romana en el siglo x i . Los Kyries del Gradual Vat icano son

- 125 -

Page 127: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

t r ipar t i tos. Pr imeramente se canta el Kyries t res veces, en

gr iego, según la idea mágica del poder inherente al número

tres. Sigue el Christe, en lengua lat ina, tamb ién por t res

veces, t ras lo cual se repite la invocac ión al Kyr ios, señor.

Formas poéticas y musicales de la Edad Media

Suplantada en Europa la gran cul tura clásica por o t ro

t i po de cu l tura , oriental en sus raíces, la nueva cul tura

que va gestándose olvida en su mayor parte artes que en

Grecia y en Roma habían adqui r ido un grado m u y notable

de organización: en pr imer té rm ino , su arte musical . Este

fue en aquellos países un arte eminen temente vocal ; pero

los ins t rumentos musicales estuv ieron pract icados con gran

notabi l idad. Lo que , t ras de var ios siglos de gest ión se

denominará c o m o " E u r o p a " conservará de Grecia y Roma

algunas práct icas concern ientes al can to , apl icado a sus

ceremonias religiosas, ciertas pragmát icas referentes a la

teor ía de la música y a lgunos vocab los que denominan

ins t rumentos . La música inst rumenta l de la paganía v incu­

lada a ese m o d o de rel igión y de cu l tura , fue proscr i ta de la

v ida cr ist iana. Los ins t rumentos mismos cayeron en una

rust ic idad y grosería notor ias, cuando no desaparecieron

comp le tamen te y, con ellos, su música, apl icada al a c o m ­

pañamiento de las canciones o al de las danzas.

T o d a la música de la cu l tura europea desde los pr ime­

ros siglos del cr is t ianismo es una música voca l . La Iglesia

adopta m o d o s de canto que heredan déb i lmente a lgunos

f u n d a m e n t o s teór icos gr iegos y que, en su mayor abun­

danc ia , son can tos que p roceden de Oriente p róx imo. La

música ins t rumenta l hebraica es desdeñada t a m b i é n ; pero

a lguna reliquia queda en el f o n d o de vocab los tales c o m o

" p s a l l e i n " , vocab lo gr iego apl icado al can to de versos

- 126 -

Page 128: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

hebreos en loor de la ' d iv in idad. " P s a l l e i n " s igni f ica en

gr iego pulsar las cuerdas de un ins t rumento , por eso lla­

mado " sa l t e r i o " . Poét icamente el Sal ter io es el repertor io

f o r m a d o por los Salmos, que, en su or igen, habr ían sido

acompañados por un ins t rumento de esta clase. El más

ex tend ido de los ins t rumentos gr iegos de cuerdas pulsadas

por los dedos es la c í tara, vocab lo que, a través de la Edad

Media europea, engendrará la mayor parte de ot ros voca ­

blos que habrán de designar diversos ins t rumentos , cono­

cidos pr inc ipalmente en v i r tud de las relaciones de los

poetas y de las imágenes de los miniatur istas. Ot ros ins­

t rumen tos ant iguos hereda la nueva cu l tu ra : la lira es el

más prest igioso de ellos, de or igen or iental t amb ién , antes

de la extensión helénica. Desde el m o m e n t o en que la

música de la cu l tura europea medieval es f u n d a m e n t a l m e n ­

te voca l , su evoluc ión estará ín t imamente l igada con el

id ioma en el que va involucrada esa cu l tura ; después, con

sus t ransformaciones. Formas poét icas y fo rmas musicales

correrán suertes paralelas hasta la f i jac ión, a la par, de las

lenguas y de las fo rmas art íst icas. Cuando estas aparecen

logradas en Europa se ve ascender, c o m o si saliesen de un

oscuro r incón donde habían estado v iv iendo en precario,

c o m o letárg icamente, más de mil años, los viejos instru­

mentos . A la vez saldrán restos de la música que se habría

pract icado en ellos fuera del á m b i t o de la Iglesia y, por lo

tan to , del área de la nueva cu l tura . Los ins t rumentos cuya

nomenc la tu ra y mor fo log ía parecen caót icas en los pr ime­

ros t iempos de su resurrección, progresarán ráp idamente.

A f ines del pr imer mi lenio, sobreviene un cambio de espíri­

t u en el sent ido cul tural europeo. Con él , los ins t rumentos

empiezan a pasar a un pr imer plano en la v ida social , fuera

del área eclesiástica, pero no en teramente proscr i tos, aho­

ra, den t ro de ella.

Si las fo rmas de la música voca l , en t rado el segundo

- 127 -

Page 129: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

milenio, van unidas es t rechamente a las fo rmas poét icas,

las fo rmas de la música inst rumenta l caminan sol idar iamen­

te c o n una de las práct icas sociales más gustadas y ex ten­

didas: las danza. S in embargo los ins t rumentos estaban

poco d ivu lgados; por ello, la danza se acompaña , lo más

f recuen temente , c o n la voz, es decir , las danzas son canta­

das. U n in tercambio en las fo rmas vocales e inst rumentales

comienza a veri f icarse desde los pr imeros t i empos del

segundo mi lenio. Formas poét icas tan s igni f icadas c o m o el

rondel y la balada, indican, por su simple denominac ión ,

que eran fo rmas poét icas danzadas. Rápidamente el m u n d o

musical europeo se t rans fo rma, encaminándose hacia su

m o m e n t o de mayor l ibertad y p len i tud en el renacimiento.

La música vocal de la Edad Media estuvo pract icada a la

vez por los clér igos y por la masa de f ieles: era una música

cuya fuerza radicaba en los pr incip ios mágicos de la t radi­

c ión, pero era una música cuya acc ión se vert ía dent ro del

área popular; sin embargo , r íg idamente reglamentada. La

música ins t rumenta l , y parte de la música vocal que iba

adher ida a ella fuera del ámb i to eclesiást ico, es tuvo con ­

servada con un tesón singular por los músicos de of ic io o

por soldada, menestrales y juglares; pequeñas gentes con

pert inaz descrédi to y peor reputac ión, pero de una singular

v i tal idad. A ellos se debe ló p o c o que parece haberse

guardado de la más vieja t rad ic ión, restos casi insigni f ican­

tes de la cu l tura pagana. Sin ellos, (os ins t rumentos habrían

desaparecido. Conservados por juglares, los t ipos más ant i ­

guos de cantos , danzas y juegos, heredados de la pagania

o procedentes de Oriente p róx imo , conocen inf in idad de

t ransformaciones, algunas de las cuales l legan hasta

nuestros días. Sol idar iamente, perviven en su repertor io

ciertas inf lexiones melódicas y la vi tal idad r í tmica que la

danza trae a las nuevas fo rmas vocales de la baja Edad

Media . Cuando esto ocurre, se p roduce en la masa del arte

- 128 -

Page 130: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

ant iguo una fe rmentac ión que dará por resultado mod i f i ca­

c iones p ro fundas en la mater ia musical misma y en su

organizac ión. A l lograrse esta organizac ión, ya en el perío­

do barroco, la música que nosot ros en tendemos por ta l , y

la única comprens ib le para la mayor ía de la sociedad

actua l , comenzará su curso.

En m u y viejos t i empos medievales, a l rededor del siglo

vni dos hechos co inc identes comienzan a lanzarse en la

cu l tura romano-europea. U n o de esos hechos es la exten­

sión de las lenguas vulgares, tamb ién l lamadas lenguas

romances, en Italia, Francia y España, pr inc ipa lmente. El

o t ro hecho consiste en la admis ión, dent ro de las c o s t u m ­

bres musicales de la Iglesia, de cierta co laborac ión o in­

venc ión personal , necesaria para sat isfacer a t ipos nuevos

de música que aparecen por ese t i empo , en teramente su­

bord inados en su comienzo a las est ructuras t radic ionales

del can to eclesiást ico; pero éstas, bajo su inf lu jo, comenza­

rán a t ransformarse c o n una rapidez sorprendente. El espí­

ritu de invención comienza a oponerse desde ese m o m e n t o

al espír i tu de t rad ic ión, que había d o m i n a d o durante diez

siglos. C o m o t o d o lo que es h u m a n o , ambos pr incip ios

exist ieron s iempre; pero su equi l ibr io var ía to ta lmente en la

hueva época respecto a la ant igua. Por aferrada que estu­

viera la Iglesia durante el pr imer mi lenio a sus t radic iones,

partes tan impor tan tes de su l i turgia c o m o el sacr i f ic io de

la Misa cambiaron considerablemente en el t ranscurso de

esos siglos. S in duda, ocurr ieron cambios desde m u y anta­

ño bajo el inf lu jo del espír i tu de invenc ión, y el lector ha

pod ido seguir los en lo que se ha insinuado anter io rmente ;

pero en tan minúsculas proporc iones este espír i tu, y tan

ident i f icado al sent imiento co lect ivo, que la innovac ión

apenas era notada, salvo casos s igni f icat ivos de grandes

reformadores en la pol í t ica de la Iglesia, especialmente en

sus normas musicales, que sirvieron en parte c o m o agentes

- 129 -

Page 131: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

pol í t icos señalados, según ocurr ió al imponer su hegemonía

el can to romano sobre los nacionales, de San Gregor io. A

aquellas leves, lentas modi f icac iones, apenas puede asig­

nárselas un carácter de invención personal: el indiv iduo

inventor no era sino el agente de la vo lun tad colect iva.

Basta señalar el caso notor io en las t ransformaciones del

latín popular hasta la apar ic ión de un nuevo id ioma con

part icularidades propias. A lgu ien hubo , c ierto día, que at inó

a pronunciar la palabra " c a v a l l u s " , por d is t inc ión del

" e q u u s " anterior. Pero este indiv iduo ¿era prop iamente un

inventor con independencia personal? S in duda no; su indi­

v idual idad no era sino ar i tmét ica: la individual idad del grano

de t r igo en el celemín. Cuando al anochecer, en los meses

del verano, giran velozmente los estorn inos en t o r n o de la

torre de la iglesia, uno hay que abre la marcha del t r iángulo

f o r m a d o por todos ellos. El pr imero no capitanea al g rupo ,

ni le sugiere una decis ión: es s implemente el pr imero arit­

mét icamente, porque en t o d o t iene que haber un " p r i m e ­

r o " , c o m o siempre habrá un " ú l t i m o " ; la vo lun tad que le

mueve es la misma que determina a los demás compañeros

que, al parecer van s iguiéndolo; vo lun tad plural, a la cual ,

trasladada al comple jo social humano , se ha dado el nombre

de " p u e b l o " .

En este sent ido se habla de lenguas vulgares, creación

popular; lenta labor de erosión en la compac ta unidad de

lo t radic ional que, al f i n , puede llegar a destruir la. Pero esa

fuerza de t rans formac ión se mueve dentro del comple jo

tradicional y su estructura no es personal, sino colect iva.

Para que el espír i tu de invención sea capaz de enfrentarse

con el espír i tu de t rad ic ión, c o m o en la cul tura europea

desde el c repúsculo del pr imer mi lenio, es menester que

factores poderosos entren en juego. Factores colect ivos

indiscernibles en sus inicios; más señalados después. Sin

duda proceden del área popular, f rente a la jerárquica; pero

- 130 -

Page 132: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

esta di ferencia no es la que establece el cambio porque el

espíri tu de t rad ic ión es también popular y se ext iende

arra igadamente en esta área. La di ferencia esencial radica

en un cambio de conciencia paulat inamente def in ido tras

los orígenes remotos, de una fuerza casi insignif icante en

sus primeras mani festaciones: es el proceso de todos los

grandes mov imien tos sociales. Cuando los clérigos de los

monaster ios de Saint Gall y Jumieges , de San Marcial de

L imoges, comienzan a inventar palabras latinas para relle­

nar los largos melismas de los Al leluias l i túrgicos, o t rozos

de la Misa, en los que se l lamaron " s e c u e n c i a s " y " t r o ­

p o s " , un nuevo sent imiento aparece dent ro de la t radi­

c ión l i túrgica más estr icta. M u y p o c o t i empo después

habrán nacido fo rmas poéticas c o n las que aparece, a su

vez la lengua vulgar. Por la misma época comienza a

sentirse dent ro del ámbi to de los temp los la necesidad de

mezclar di ferentes voces para obtener un más rico comple­

jo sonoro f rente a la línea inmutable de " c a n t u s p lanus" .

Un nuevo espír i tu mostrará así su presencia y conduci rá la

música europea a un t ipo de arte que no concib ieron

nunca las demás cul turas. Apenas ent rado el siglo xiv unos

teór icos f lamencos denominaron " A r s N o v a " al arte de su

t iempo: la t rans formac ión de la música europea será en­

tonces un hecho consumado y, en el la, el pr imer espír i tu

de invención colect iva aparecerá, en constante a f i rmac ión,

c o m o espír i tu de invención personal : éstos son ya los

t iempos modernos .

El nuevo orden de cosas en la cu l tura europea desde

los ú l t imos t i empos del pr imer mi lenio está encerrado en

tres puntos caracter íst icos: I. Extensión de las lenguas vu l ­

gares. I I . Invención nueva dent ro de la música religiosa. III.

Composic iones poét icas, épicas, y líricas. Tres siglos apro­

x imadamente , que van desde f ines del viii hasta ent rado el

- 131 -

Page 133: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

siglo xi . En comparac ión con la lent i tud de los siglos me­

dievales, el m u n d o comienza ahora a marchar de prisa.

Los pr imeros indicios de una lengua f ranca que se pro­

duce dent ro del latín general aparecen en d o c u m e n t o s of i ­

ciales que deben t raduci r o auxil iar una lengua con la o t ra ,

por lo cual recibe el nombre "g losa r ios " . Así , el de Rei-

chenau , en el año 768, con vocab los en r o m á n , lengua

vulgar del país de Francia, en c u y o id ioma pronunc ia Luis

el Piadoso nieto de Car lomagno, sus " S e r m e n t s de Stras-

b o u r g " , en el año 842 j un to a su hermano Carlos el Calvo,

qu ien responde en lengua vulgar germánica, que era la del

emperador . Los Glosarios Emil ianense y Silense, de la se­

gunda mi tad del siglo x, aquel quizá del siglo ix, son los

pr imeros d o c u m e n t o s donde aparecen vocablos en roman­

ce castel lano, escr i tos por los monjes de San Mi l lán y de

Si los, a f in de aclarar el s igni f icado del tex to lat ino, solo

entend ido ya por los letrados.

Espíritu de invención

La invención es gustosa y cae en seguida en el ter reno

popular.

Por el camino de la invenc ión, abierta la puerta a la

colaboración popular, se irá lejos en m u y poco t i empo . No

hay, c o m o nuevo paso que se da en este sent ido, más que

prescindir de la melodía obl igator ia del " j u b i l u s " e inventar

otras. Si pr imero se inventan tex tos c o m o la mús ica , ahora

se inventarán músicas para los tex tos : el nuevo invento

llevará el nombre de " t r o p o s " , de añeja t rad ic ión bizantina. La

f ragmentac ión regular de las frases, f recuentemente con

f inales consonantes, induce a la regular idad métr ica prosó­

dica que caracterizará a los t ropos. A h í está ya el pr incipio

de la poesía r imada en la lengua vulgar. No se hará esperar

- 132 -

Page 134: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

m u c h o la regular idad musical que, en ella, es una conse­

cuencia directa de la danza, de la " c h a n s o n bal ladée".

( "canc ión para ser ba i lada") . T o d o el paisaje de la música

profana está a la vista.

El puente de comun icac ión entre el arte de la Iglesia

medieval y el arte popular lo establecen los cler ic ivagantes,

jóvenes, o no tan jóvenes, en órdenes menores, i t inerantes

por t o d o el Occidente. Aparecen en t iempos de Car lomag-

no; eran pr inc ipalmente tudescos y a lgunos ingleses, pero

los había de todas las nacional idades, entendiéndose entre

sí en latín más o menos avulgarado. Procedían de la práct i ­

ca eclesiástica de los t ropos; quizá los compon ían t a m ­

bién, sabían leer y escribir y apl icaban aquellos cantos a

poesías burlescas, irreverentes, a veces escandalosas, de

t o d o lo cual hay ejemplos en la colección mencionada.

El manuscr i to de la Carmina Burana se sitúa hacia 1225,

pero se refiere a prácticas m u y anteriores. Hay allí can­

ciones al v ino, a las mujeres, sátiras contra los eclesiás­

t icos y mu l t i tud de cosas curiosas. Se ent iende que debie­

ron desaparecer por esos años, co inc id iendo con la sis­

temat ización de los estudios universitar ios, que los ab­

sorbieron. En parte, J u a n Ruiz, el Arc ipreste de Hi ta ,

es un eco suyo en España. Pudiera ser que la vagancia

gol iardesca se prolongase por bastante t i empo todavía en

España con los peregrinos pedigüeños de que habla Cer­

vantes en Don Qui jote (I , cap. LIV). Sancho los l lama

f ranchotes , pero ellos van p id iendo dinero en a lemán, " G e l -

t e " , por " g e l d " o " g e l d e s " .

Los clér igos vagantes o gol iardos decían recibir este

nombre del ob ispo Golias, personaje fabu loso que habría

inventado la orden. J u n t o a ellos existía un cuerpo de

gente de misteriosa cohesión, herederos quizá de los rap­

sodas gr iegos, l lamados " b a r d o s " en las Galias, " s c a l d a s "

- 133 -

Page 135: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

en Escandinavia, " c a l i e c h e s " en Rusia y " h o b z a r e s " ; " g i u -

b i la r i " , " j o n g l e u r s " , " j u g l e o r s " o " j u g l a r e s " en países lati­

nos; más tarde l lamados también en ellos "menet r ie rs , me-

nestrers, min is t r i les" . Su descendencia algo mejor conoc ida ,

procede: a) de los mismos /histriones que cantaban, toca ­

ban ins t rumentos y representaban piezas de teat ro popular

en los ú l t imos t i empos de la paganía, cuya boga fue enor­

me. Todavía en el siglo ni, el m i s m o Fi lemón abrazó el

cr ist ianismo ent rando en el Santora l . San J u a n Cr isóstomo

(345-407) se queja aún de su boga. Epifanio, obispo de

Constancia, en Chipre ( + 403) fu lm ina cont ra el uso de los

ins t rumentos musicales, extendida por los mismos, de or i­

gen clásico: aulos, sir inga, lira, ci tara y salterio, que Cle­

mente de Alejandr ía permit ía en las reuniones privadas. La

ident i f icación o en t ronque de los m i m o s de la paganía con

los " j o c u l a t o r e s " aparece en Gregor io Turonensis , en el

siglo vi . Tamb ién los bardos, celtas y teu tón icos (scopas),

quienes cantaban las gestas de sus héroes acompañándose

con el arpa (ci thara teu tón ica , t es tudo gallo - germánica,

ésta con cuerpo resonante hecho con un caparazón de una

tor tuga) . A s i m i s m o , los Gaukler o fahrende Saenger, canto­

res viajeros alemanes. Los " g l e o m e n " ingleses se encuent ran

con los " s c u r r a e " romanos o sus descendientes, así como los

poetas árabes i t inerantes desde el siglo ix al XII. Su necesi­

dad deambulator ia proviene, en t o d o s ellos, de las persecu­

ciones de que fue ron ob je to en t o d o t i empo y, también a

causa de lo reducido de su repertor io, que los obl iga a

buscar nuevos públ icos, asistir a las bodas, f iestas de

varias índoles, allá donde las encont raban. Rara vez eran

compositores, s ino que apl icaban, c o m o los gol iardos,

cantos conoc idos a compos ic iones poét icas en lengua

vulgar. En sus casos más simples eran fo rmas salmódi-

cas o recitadas derivadas de la letanía, que apl icaban a

narraciones en t i radas de versos más o menos regulares.

- 134 -

Page 136: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

entre las más ant iguas de las cuales se encuent ran las

canciones de gesta. Las melodías r i tmadas en la nueva

poesía crist iana parece que procediesen de Bizancio, sir­

v iendo los m imos de vehícu lo para ellas. Los couplets

r imados, que se cantaban con un t imbre popular, se deno­

minaban c o m o "h imnos, r i s -qo lo" , lo que acredi taba aquella

procedencia.

Los juglares de mayor notabi l idad ten ían entrada en los

templos y en las mansiones reales. En lucha centenaria por

su estabi l idad y defensa, se les ve organizarse en Francia

en confratern idades, una de las cuales, de juglares, aparece

ya en Fécamp a f ines del siglo x o comienzos del x i .

S idonio Apo l inar las menc iona al referirse a los juglares que

amenizaban las comidas de Teodor ico II. La act iv idad de

los juglares contagia al señor ío de las cor tes del medio día

de Francia. Estos señores, letrados, c o m p o n í a n poesías de

índole pr inc ipa lmente amorosa, lo que l legó a const i tu i r su

principal ocupac ión en t iempos de paz. Los juglares las

acomodaban , las escribían a veces y las cantaban al son de

ins t rumentos , no precisamente lo que nosot ros entende­

mos por " a c o m p a ñ a m i e n t o " , sino en una especie de alter­

nación entre la voz y el ins t rumento . Los señores poetas

menc ionados fueron los " t r o u b a d o u r s " del sur, o " t r o u v è r e s "

del nor te de Francia. I lustre denominac ión que, a veces, se

ext iende a los juglares que c o m p o n í a n versos. De este

p u n t o parte la poesía cantada cor tesana, en un gran sent i­

do de progreso y per fecc ión respecto de las fo rmas p o p u ­

lares anteriores. Por su sent ido poét ico y el ref inamiento de

la f o r m a , la poesía t rovadoresca está ya a las puertas del

Renacimiento.

La Edad Media es una época de grandes contrastres. Lo

que da carácter a las cosas y a las personas se concent ra

poderosamente en aspectos cuyas part icular idades se en-

- 135 -

Page 137: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

f ren tan con fuerza, a veces c o n v io lencia. Sin comprender ­

lo no es fáci l entender a a lgunos personajes suyos c o m o

los clér igos vagantes* , cuyo gol iard ismo, valga el caso del

Arc ipreste, esta mat izado con las suaves líneas de un liris­

m o l leno de delicadezas. La Edad Media es sedentar ia en

su aspiración de constru i r obras duraderas, catedrales, cast i­

llos, los "pa lac ios - fue r tes " donde radican las cor tes de sus

personajes. Y , a la par, la Edad Media es la época de las

Cruzadas, de los constantes viajes, de sus juglares i t ineran­

tes, de los buhoneros que t ranspor taban cons igo materias

preciosas de lugares lejanos y, tan to c o m o los juglares

mismos, las consejas de ot ros t iempos, las leyendas añejas,

las not icias recientes, las novedades del día. La poesía de

los juglares es, sátira pol í t ica, p ropaganda e in fo rmac ión

periodíst ica. Corte y juglaría marcan uno de esos contrastes

poderosos que, en la Edad Med ia , se buscan, se necesitan

y se comple tan mu tuamen te .

Los Trovadores y los Troveros

Los t rovadores y los t roveros eran poetas-músicos cuyo

arte se mani festó , especialmente, desde los siglos xi al XVII ci tándose c o m o uno de los pr imeros a Gui l lermo IX, conde

de Poitiers.

En general, eran hombres de alta cu l tura y la mayor

parte instruidos en las escuelas monást icas o episcopales.

Trovadores y t roveros son dos palabras que designan la

misma cosa: "e l que t r o v a " ( trovar o t rabar; hallar, encon­

trar, inventar) pero se di ferencian por la región y el id ioma.

Los t rovadores viv ían en el sur de Francia (Provenza) y

usaban la lengua provenzal.

Los t rovadores estaban en el cent ro y en el norte de

Francia y hablaban la lengua f rancesa.

- 136 -

Page 138: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Los t rovadores aparecieron pr imero y su act iv idad se

ejerce desde f ines del siglo xi hasta comienzos del xm.

En cambio los t roveros puede decirse que en té rminos

generales su act iv idad empezó y te rminó , medio siglo más

tarde que la de los t rovadores.

El arte de los trovadores

El arte de los t rovadores es tuvo conf inado al sur de

Francia, i rradiando su inf luencia al nor te de España, de

Italia y donde quiera que se hablara la lengua provenzal .

El t rovador más ant iguo fue Gui l lermo de Poitiers (1087-

1127) el más ilustre Beltrán de Born , que cantó desde 1180

hasta cerca de 1195 y mur ió antes de 1215.

Se pueden citar también los nombres de Marcabrú (po­

siblemente or igen del M a m b r ú que fué a la guerra) Bernar­

do de Ven tadour (1145-195) Rambaut de Vaqueiras (1207),

etc.

La cor te de Francia t uvo su mejor m o m e n t o en t iempos

de Luis V I I , gracias a la cul ta reina Leonor de Aqu i tan ia ,

que fue la madre de Ricardo Corazón de León.

Entre los t roveros, cantores del norte destaca al prop io

rey Ricardo Corazón de León ( + 1 1 9 9 ) y o t ro rey Teoba ldo

I de Navarra (1201-1253).

Quizá los más interesantes en su obra fue ron Raúl de

Couci ( + 1203) y, sobre t o d o , A d a m de la Halle ( + 1287) el

cual cons igu ió gran fama con sus juegos cantados, part i ­

c ipando ya del esti lo de la pol i fonía en sus mote tes y

rondós.

Las cor tes, en las que se honraba la belleza y exal taban

los sent imientos caballerescos, fue ron ot ros tan tos centros

- 137 -

Page 139: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

impor tantes del arte t rovadoresco. Destacan entre o t ros,

las cor tes de los condes de Provenza, de Poi tou, de Flan-

des; de los Duques de Brabante; de los reyes de A r a g ó n y

de Castil la, de Francia y de Inglaterra.

El arte de los t rovadores y t roveros representa uno de

los mayores ref inamientos que se hayan produc ido en el

desarrol lo de las fo rmas poét icas.

En lo que queda de sus obras pueden estudiarse nove­

c ientos met ros y fo rmas estróf icas di ferentes.

Cul t ivaron especialmente la lírica y el resultado de sus

esfuerzos en este campo han inf lu ido en la l i teratura de

casi todos los países de Europa.

Su tema principal era el e logio de la mujer. Cada t rova­

dor tenía su prop io ideal femen ino , al cual dedicaba su

admirac ión en té rminos de ampulosa retór ica.

Pero tamb ién celebraba el hero ísmo, la grandeza de los

príncipes y el orgul lo nacional , asi c o m o t o m a b a parte en

disputas pol í t icas e iniciaba en verso a las Cruzadas.

Cualesquiera que fuese el asunto de la poesía del t rova­

do, esta contenía siempre e lementos de arrebato y de pa

s ión.

En los que se refiere a la mús ica , debe recordarse, que

toda poesía en esta época , estaba dest inada a ser cantada,

por lo cual el autor de un poema sólo había realizado la

mi tad de la carrera, hasta que lo hubiera do tado de una

melodía adecuada.

Si en la música gregor iana la inf luencia se recibe de la

bella prosa lat ina, en las melodías t rovadorescas el r i tmo

viene dado por el verso y por el id ioma peculiar de cada

región.

- 138 -

Page 140: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

En ambos esti los la inf luencia de la palabra sobre la

música es ev idente, pero t o m a un carácter def in i t ivo m u y

dist into.

En a lgunos casos las canciones se acompañaban con

ins t rumentos, f recuentemente por la v io la, antepasada del

v iol ín; es la pr imera vez que aparecen los ins t rumentos de

cuerda, sin duda inventados poco t i e m p o atrás. Los t rove­

ros parece que preferían para sus acompañamien tos el

arpa, ins t rumento que ha sido el prefer ido tamb ién de los

músicos errantes.

Los t rovadores provenzales, t roveros de las t ierras del

rey, cantores alemanes de la M inne , nacidos en las cortes,

entre los muros de los casti l los, educados en los c laustros

de las abadías cercanas, se escapan en cuan to pueden, de

su serv idumbre, lírica y mater ial , y se echan a recorrer

países, con su hati l lo de poesía y de música a la espalda,

l lamando a la puerta de los magnates, quien a pie en ju to ,

quien m o n t a n d o en su cabal lo. Cercamón, uno de los más

ant iguos, en qu ien la del imi tación entre el juglar y el t rova­

dor no está enteramente def in ida, es, por su nombre , el

caso ejemplar de esa profes ión deambulante . Cercamón,

que, " c e r c a " " c h e r c h e " , anda en busca del " m o n " , del

m u n d o entero. Los viajes de J u a n de Val ladol id se hicieron

proverbiales. Peire Vidal se asienta en la cor te del rey de

Hungr ía , llega hasta Chipre y se casa con una gr iega.

Marcabrú y Bernard de Ven tadorn van a Inglaterra; la cor te

de A l f o n s o el Sab io , la de los reyes de A r a g ó n y los condes

de Cataluña estaban llenas de los más notables de entre

ellos, hasta ú l t ima hora, en que Giraut Riquier, cuando la

profesión de t rovador era de tan ta honra para quienes la

pract icaban, f ren te a la vileza con que estaba mote jada la

juglar ía, en una " s u p l i c a t i o " célebre, pide al rey en

cuya cor te hubo de vivir por diez años " q u e dist inga y

- 139 -

Page 141: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

haga dist inguir a los t rovadores de los juglares y de los

baladines" .

Entre los t ipos de música eclesiástica que le sirvieron de

mode lo y las realizaciones de ios t rovadores t u v o que haber

una zona en la que se verif icase la t rans fo rmac ión de los

temas poét icos, el cambio de espír i tu , que se muestra tan

libre en los t rovadores, y un proceso de experiencias que

dio por resultado la per fección que muest ran en sus crea­

ciones los pr imeros t rovadores conoc idos

El que rompe la liza es Gui l lermo, noveno duque de

Poitiers, conde de Aqu i tan ia , muer to en los comienzos del

siglo xn, en 1127. Pero ot ros entre los más notables, c o m o

Marcabrú o Bernard de V e n t a d o r n , procedían de humi lde

or igen. Marcabrú era de padres desconoc idos; sus mér i tos

lo l levaron a la cor te de A l f o n s o VI I .

La poesía cantada de los t rovadores se dividía en mul t i ­

t u d de especies. El " v e r s " más an t iguo dio or igen a la

" c a n s ó " , de índole amator ia f ren te al serventes o servente-

sio, que era una sátira pol í t ica, en la que se hizo terr ible

Beltrán de Born , v izconde de Haulefor t . U n t ipo narrat ivo

lo fo rmaban las " canc iones de h is to r ia " cuyo or igen arran­

ca de la poesía épica entre los siglos ix y x i , a la que

hemos aludido anter iormente. En cambio , las mujeres, en­

cerradas en las fr ías salas de los casti l los, can taban, mien­

tras tej ian, episodios melancól icos de amantes que pacien­

temente esperaban el regreso de sus caballeros, empeña­

dos en la larga i lusión de las Cruzadas. Se l lamaban can­

ciones de telar o de rueca y, a di ferencia de las que

procedían de los juglares, carecían de estribil los. Es natural

que episodios tan tr istes c o m o el de la mal mar idada in­

teresen a estas damas, y que p ron to surja un t ipo de

" C h a n s o n d r a m a t i q u e " . La mono ton ía de la v ida castellana

se alegra en las danzas. Canciones dest inadas a ser baila-

- 140 -

Page 142: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

das t ienen una impor tanc ia especial en este arte y habrá

muchas var iedades, entre las cuales la más señalada es la

" e s t a m p i d a " , en la cual la pr imi t iva viola intervenía con sus

estribi l los instrumentales. A veces se cantaban " e n redon­

d o " o sea, sucesivamente, por las damas sentadas en co­

rro; o se bai laba, en corro tamb ién , por unas, mientras

o t ras cantaban. La " c h a n s o n ba l ladée" , y la " b a l l a d e "

s implemente , van a dist inguirse por su regular idad de for­

ma.

Los estudios más serios l levados rec ientemente a cabo

sobre las fo rmas t rovadorescas acusan su or igen monást ico

inicial de una manera que, es t r ic tamente hablando, puede

establecerse asi: a) t ipos der ivados de la letanía: la chanson

de geste, la " l a i sse " estróf ica, que con estr ibi l los engendra

la " r o t r u e n g e " y la " c h a n s o n a re f ra in " ; b) esta ú l t ima

engendra los rondós o rondeles ( tornel , en A l fonso el Sa­

bio), virelais (de vir-, dar vue l ta , o girar, y lai), a lgunos

con apl icación rel ig ioso-popular, en las peregr inaciones a

Sant iago y, en general , baladas; c) der ivan del procedi ­

miento de la secuencia eclesiástica, los lais (layes), t an to

el es t ró f ico c o m o el reducido, la estampida y la nota o

notula, en todos los cuales se hace gala de la invención

melódica y en c ier tos casos se ve la acomodac ión de la

música a la extensión de un tex to poét ico que había nacido

a su vez de la apl icación de un t e x t o a melodías anteriores;

d) der ivan de los h imnos el " v e r s " pr imi t ivo, al que sigue la

" c a n s ó " , los cuales engendran un t ipo de canc ión regular,

y, por extensión de éste, o t ro t ipo de canc ión libre donde

la invención apenas t iene ya a lguna t raba, y en cada uno

de cuyos versos se aplica una melodía nueva, de fresca

invención. A este sector per tenecen las canciones de la­

mentac ión o " c o m p l a i n t e s " , " p l a n y " o p lantos en el más

viejo castel lano, en donde hay ya ejemplos de los cuales se

ha conservado por lo menos la parte literal. Los serventesios

- 141 -

Page 143: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

se incluyen en esta clasi f icación, probablemente porque,

antes de atacar, hacían públ ica lamentac ión de los males

del t rovador , o s implemente sus " e n u i g s " , sus enojos y

aburr imientos. Bertrán de Born fué f a m o s o en ambos as­

pectos: atizaba fur iosos serventesios a Enrique III de Ingla­

terra el esposo de Leonor de Aqu i tan ia , y a su hijo Ricardo

Corazón de León, mientras que enternecía los corazones

l lorando en su " c o m p l a i n t e " a o t ro Enrique, hijo del ante­

rior. Ricardo no tuvo plañidero menos inspirado, y fué

Gui l laume Faidit, cuya endecha al corazón leonino que

Bertrán había mote jado de corazón de liebre, es una de las

páginas más formidables de la inspiración t rovadoresca.

Original o no, existe en A leman ia , poco después del

arte de t rovadores y t roveros, una poesía cantada, análoga

en su func ión a la de todos ellos, cuya inf luencia sobre los

alemanes es indudable. Esta se había ex tend ido por el Rihn

a la A lemania del sur y luego a la del norte. El arte de los

Minnesaenger la recoge, pero sin que deje de acusar su

procedencia del can to eclesiástico, cuyas huellas se perci­

ben en los alemanes más c laramente todav ía que en los

franceses, lo cual da a d icho arte una rudeza peculiar, en la

que entra en cuenta el t e m p e r a m e n t o y carácter de sus

poetas. La f lexibi l idad r í tmica c o n que los t rovadores ha­

bían ut i l izado la teoría de los pies clásicos en la versif ica­

c ión se ajusta mal á los alemanes, lo cual no es m u y difícil

de comprender , porque el a lemán es un id ioma menos

regular en la escandación silábica y porque esta fué conce­

bida en id iomas latinos. La sede principal de los Minne­

saenger es tuvo en Eisenach, en el casti l lo de la W a r t b u r g

( todavía existente hoy) donde manten ía su cor te Hermann

de Tur ing ia . El nombre de Minnesaenger procede de que la

t radicional dama de los pensamientos, que reinaba en toda

poesía t rovadoresca, l levaba en los países germánicos el

nombre de " M i n n e " , con lo que aquel los poetas fue ron

- 142 -

Page 144: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

los cantores de Frau Minne. Entre todos ellos destaca

f inal izando el siglo xn, por el año de 1187, Wal te r de la

Voge lwe ide , gran viajero, y que, c o m o a lgunos colegas

provenzales, había ex tend ido sus paseos hasta Tierra

Santa. W o l f r a m de Eschembach es el autor del largo

poema sobre Perzival; Frauenlob, Heinr ich v o n Veldeke,

Friedrich von Hausen, Reinmar der A l te ext ienden su ins­

piración a lo largo del Danubio , l levando a aquellos para­

jes, entonces lejanos de los f o c o s v ivos del l i r ismo, un

poco de calor provenzal.

Los Minnesaenger decaen en los Meistersinger, maes­

tros de of ic io, mientras que aquel los habían sido caballeros.

Frauenlob f u n d a la pr imera escuela de maestros cantores,

con lo que no quería decirse so lamente que eran cantores

de gran maestr ía, s ino maestros en su of ic io de zapateros,

plateros, o de otra suerte. El apogeo de la maestro cantor ia

estuvo entre los siglos xv y xvi cuando ya los t rovadores y

t roveros habían desaparecido por que la Iglesia los persi­

guió, encon t rando en ellos reminiscencias paganas, aún

cuando a lgunos poetas españoles se siguieran denominan­

do a sí m ismo de aquella manera prestigiosa en España

desde antaño. Hans Sachs el más famoso de t o d o s ellos,

zapatero y poeta , es de 1540. Procedían inventando tex tos

nuevos sobre melodías conocidas o " t o n o s " , es decir, el

sistema de las secuencias, aún más est r ic tamente que los

provenzales. Luego, cuando la poesía extendió sus necesi­

dades, v ino la nueva invención melódica, c o m o en los

" t r o p o s " . A l llegar a este pun to debían conformarse estric­

tamente con las reglas modales y las práct icas de la inven­

ción musical clerical: so lamente después de haber most ra­

do su estr icta adhesión a ellas, recibían su t í tu lo de " m a e s ­

t r o s " . Las fo rmas preferidas eran las que procedían de los

provenzales: pastorelas, canciones de alba, canciones de

cruzada o narrat ivas, canciones de t ipo bur lesco. Su " l i e d "

- 143 -

Page 145: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

es lo que equivale a la " c a n s ó " provenzal . Las alboradas

llevan el nombre alemán de Tagel ieder, no sin con tac to

t o d o ello con el arte de los gol iardos.

La monod ia cantada sobre versos más o menos en t ron­

cados en el arte t rovadoresco se der rama con caracteres

piadosos por todas partes.

La Polifonía

Mientras la capacidad de invención literaria y musical se

desarrolla en los países europeos de Occ idente, de A lema­

nia a Inglaterra y a los países lat inos con un núcleo germi­

nat ivo esencialmente f rancés, o t ra gran novedad dent ro de

lo prop iamente musical apunta en el sur de Inglaterra para

extenderse inmedia tamente por t o d a Europa de la cul tura.

Esa gran novedad, de enorme t ranscendenc ia , es la

pol i fonía, la s imul taneidad de varios cantos un idos entre sí

por la consonanc ia armónica. En pr inc ip io, el f e n ó m e n o era

nuevo dent ro de lo puramente acúst ico, porque la busca

intui t iva de la consonancia es uno de los f enómenos hu­

manos más ant iguos en toda la f o r m a de cu l tura ; pero

mientras que cont inentes enteros se con ten ta ron con prac­

t icar la consonanc ia c o m o base fundamenta l y estática de

su música, fue propio de la cu l tura europea desarrollar

ve lozmente ese inst into tan p ron to se vio en l ibertad, no

aprisionada ya por el imper io de la monod ia eclesiástica,

aunque estuviese largo t i empo supedi tada a sus práct icas,

ya que ellas eran el pun to más elevado de la cul tura musi ­

cal europea. La aparición de los pr imeros conatos pol i fó­

nicos en el can to eclesiástico supone el descubr imiento de

un m u n d o nuevo. Una nueva época en la cul tura del

m u n d o , por más que las bases del m u n d o fueran tan viejas

c o m o él mismo. No es el f e n ó m e n o f ísico lo que viene a

- 144 -

Page 146: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

traer la renovación de la música europea: es el " a r t e " que

descubre, y que va a c imentarse sobre el : nuevas técnicas,

nuevas invenciones, nuevos estados de espír i tu , una sensi­

bi l idad musical enteramente nueva. Un " n u e v o m u n d o " ,

puede decirse, realmente, sin que su descubr imiento pueda

asignarse a o t ro navegante audaz, si no al inst in to mul tá-

nime, al impulso anón imo y plural de una cu l tu ra ; en este

caso, la cu l tura de Occidente.

La apar ic ión de las pr imeras muestras de s imul taneidad

pol i fónica es un hecho semejante a y co inc idente con el de

la apar ic ión, por el siglo ix, de Glosarios, en los cuales la

inserción de vocab los en lenguas vulgares signi f ica que la

t rans fo rmac ión del latín venía gestándose desde t iempos

lejanos en la oscur idad del pueblo anón imo. Escritos donde

se consigna tex tua lmente la práct ica del can to eclesiástico

a varias voces: Mús ica Enchiriadis, entre el siglo ix y el x,

De Organo, en los comienzos del x, no s igni f ican sino el

ascenso, en té rminos de una práct ica regular, de ciertos

modos de canto que venían pract icándose desde m u c h o

t iempo atrás en la misma Roma.

Estudiar los or ígenes de la Pol i fonía es comprobar una

vez más, el lento, pero constante progreso de la raza

humana.

Los pr imeros ensayos de Pol i fonía se remontan al siglo

ix, a f inales de la época carol ingia, m o m e n t o en que la

música religiosa está desbordante de fuerza creadora, de

este m o m e n t o son las " secuenc ias " los " t r o p o s " , se esbo­

za el drama l i túrgico y con la apar ic ión del " o r g a n u m " se

inicia cau tamente el pr imer in tento de pol i fonía.

Con el nombre " o r g a n u m " la iglesia crist iana designaba

el canto de las f iestas grandes, de lo cual se deduce, que el

canto a varias voces ha ten ido, desde el pr incip io, carácter

solemne.

- 145 -

Page 147: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

En los escri tos de Hubaldo (840-930) monje benedict ino

de S. A m a n d , en Flandeé y más tarde en los de Guido

d 'Arezzo (995-1050) benedict ino de Arezzo, en Italia, en­

con t ramos expuestos dos pr incipios del " o r g a n u m " .

El o rganum era una improv isac ión. A una melodía gre­

goriana se añadía un cont racanto , que en los t iempos más

ant iguos se mantenía debajo del can to dado; más tarde la

melodía principal recibió el nombre de " C a n t u s f i r m u s " o

" t e n o r " (del f rancés: sostener) la segunda voz se movía

paralelamente a la principal a distancia de 4 a s . o de 5 a s .

El o rganum t iene la impor tanc ia histórica de haber in­

t roduc ido la idea de hacer cantar dos voces simultáneas,

pero no tenía en sí, posibil idades de desarrollo ulterior y se

hizo necesario la apar ic ión de un nuevo método . Este fue

el " d i s c a n t u s " .

Discantus

La f o r m a de pol i fonía así l lamada hace su aparición en

el siglo xn ( c o m o se ve, m u c h o después que el o rganum) y

se desarrolla a lo largo del xn, época también en que la

vida y el arte de la Iglesia, se l lenan de savia nueva.

Los progresos logrados en o t ros domin ios parece que

est imularon poderosamente a los teór icos de la música y a

los compos i to res y estos comenzaron a cul t ivar con ardor,

el canto de la pol i fonía.

La patria del d iscantus fue Francia. Tamb ién en un pr in­

cipio era improv isado y no se escr ibía; al revés que en el

o r g a n u m , la voz secundaria se s i tuaba por enc ima de la

pr incipal .

Pero la gran innovac ión del d iscantus fue abandonar el

mov im ien to paralelo y sust i tu i r lo por el mov im ien to cont ra-

- 146 -

Page 148: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

rio, que es el ún ico pr incipio vál ido para toda la música

pol i fónica.

Una var iedad especial de d iscantus es el " f a l so b o r d ó n "

l lamado así porque se escribía, es decir, se pensaba (pues

también era improv isado) , en una altura y sonaba en ot ra.

Lo describen los t ra tados ingleses del s. xv, pero su práct i ­

ca debía de remontarse a una época m u c h o más ant igua.

La novedad que aporta el falso bo rdón es la marcha de

las voces a la distancia de terceras paralelas.

Este can to a la tercera, que hoy nos parece sencil lo y

que los n iños aprenden sin d i f icu l tad, en aquel t i empo

hubo que luchar para in t roduci r lo .

Si re f lex ionamos que la pol i fonía pr imit iva en un país se

ejercitó en distancias de 4 a s . , en o t ro en las de 3? y en

otros por mov im ien tos contrar ios, es fáci l ver, que el día

que cada país t u v o conoc im ien to de lo que los o t ros prac­

t icaban y que también era cor recto y bello mus ica lmente,

fue un gran descubr imiento ; se abr ió un m u n d o de posibi l i ­

dades sin l ímite. Las piezas sueltas del " p u z z l e " musical al

unirse, ampl ia ron hasta el in f in i to a cada compos i to r su

capacidad de invent iva y de var iación.

Ars nova

Surg ió en tonces un arte nuevo que se l lamó así: A r s

nova (arte nuevo) .

El val iente t í tu lo se debe al ob ispo Felipe V i t ry , que así

lo designa en uno de sus escri tos a la música de su t iempo.

Esta época era el siglo xiv, ent re 1330 y 1340, aproxi ­

madamente . En Francia es considerado maestro de maes­

t ros Gui l lermo de Machau t , poeta eminente y gran músico.

- 147 -

Page 149: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

También en Italia aparece un mov im ien to de Ars Nova

que desde el m ismo pór t ico del siglo xiv protejen los poe­

tas, Dante (1265-1321), Petrarca (1304-1374) y Boccac io

(1313-1375). Dante en su purgator io levanta un m o n u m e n t o

a su amigo Pedro Casella, que está considerado el más

ant iguo compos i to r de madrigales.

Hay dos grandes b loques que son: A rs ant iqua y A rs

Nova.

El pr imero, con temporáneo del m o m e n t o más esplendo­

roso de la canc ión t rovadoresca, queda l imi tado a ensayos

pr ivados en el inter ior de los monaster ios y es el segundo,

A rs Nova, el que aparece con impulso renovador, es acep­

tado en Europa entera y determina algo m u y impor tante : el

invento de la armonía .

En sus ú l t imos t iempos, los t rovadores mismos habían

comenzado a aplicar la técnica pol i fónica a sus canciones

armonizados o " m o t e t e s " , género po l i fón ico menor que

procedía de la iglesia y, que, en esta época, adquiere una

boga extraordinaria fuera de ella, cons t i tuyendo un t ipo de

obra musical cuya func ión en la sociedad coetánea se

ant ic ipa a lo que la sonata vendrá a ser en t iempos del

Barroco. Los pr imeros motetes , monód icos , der ivaban de

las melodías de las ant í fonas y de los alleluias t ropados,

según la práct ica de las secuencias, después t ratada a

varias voces. Entre los siglos xn al x iv el mote te se convier­

te en la f o r m a pol i fónica más general izada, porque a su

carácter po l i fón ico se une un sent ido f recuentemente

popular, a causa de las melodías de esta procedencia que

admit i rá gus tosamente en tex tu ra , y porque la naturaleza

de ellas posee una regularidad métr ica notor ia, un orden

r í tmico estructural que le son sustanciales, con marcada

incl inación cadencial . El mote te se convier te así en un

pequeño poema pol i fón ico donde caben t o d o s los matices

- 148 -

Page 150: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

del arte t rovadoresco. La imaginación técnica de los mús i ­

cos t o m a un vuelo magní f ico y el mote te , a la par que una

música de claro conten ido expresivo, tendrá gran riqueza

ornamenta l y combinator ia , en pol i fonías cada vez más

ingeniosas. Un rasgo peculiar del mote te , que se nos hace

difícil de comprender hoy, consist ía en que cada una de

sus voces podía admit i r un tex to d i ferente, cantándose

s imul táneamente todas esas melodías con sus tex tos co­

rrespondientes. Procedían éstas, en la voz grave, de los

tex tos l i túrgicos, mientras que otras l legaban d i rectamente

del repertor io popular. Así, por e jemplo podían encontrarse

mote tes en los cuales la voz grave cantaba el t ex to l i túr­

g ico " E t g a u b i e t " , mientras que ot ra cantaba una melodía,

" N o n o r p h a n u m d e s e r a m " , que en ot ros casos estaba sust i ­

tu ida por la canc ión f rancesa"„EI mois de mai que f lor isent

rosier et g l a i " , declara inspiración t rovadoresca. Por- enc ima

de ellas canta otra canc ión del m ismo género: " Q u a n t

f lor ist la v io let te, la rose et la f lour de g l a i " . Tal superpo­

sición de tex tos era empír ica. Los chant res habían descu­

bierto que pod ían cantarse a la vez y lo hacían sin im­

portárseles nada que cada uno de ellos se expresase

en un tex to di ferente. Semejante s imul taneidad parece

absurda en nuestra época, pero la razón debe estar en un

fenómeno exter ior al sent ido literal y que condu jo , intu i t i ­

vamente , a la s imul taneidad sonora , hetereofónica en los

pueblos orientales, pero armónica en los europeos: es el

sent ido de pen i tud , la necesidad de obtener grandes masas

sonoras, densamente t rabadas, en las cuales no se podía

dist inguir el sent ido del t ex to en n inguna voz, sino sola­

mente la misma desinencia en la consonancia f inal de cada

per íodo musical l iterario. Los mote tes , en varios tex tos

s imul táneos o en el mismo tex to , t ra tado según el creciente

art i f ic io del con t rapun to , dominan sobre las fo rmas análo­

gas que const i tu ían el arte menor de la Iglesia, c o m o los

- 149 -

Page 151: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

l lamados " c o n d u c t i " , que tan interesantes son desde el

p u n t o de vista de la letra y de su música. En los años del

papado de J u a n XXI I , el mote te había perdido t o d o el

sent ido religioso y era la pieza más celebrada en la música

pro fana, hasta el pun to de que el papa se ve obl igado a

cortar su boga excesiva c o n una bula célebre en el pr imer

terc io del siglo xiv (1324). En estas fo rmas menores juega

gran papel el sistema procedente de la cos tumbre de can­

tar a l ternat ivamente o en redondo. Una voz canta la misma

melodía que otra voz acaba de cantar, según lo que más

tarde se entenderá c o m o " c a n o n " .

El canon , en tonces conoc ido por los nombres de rota,

readel o f u g a , y las imi taciones de mo t i vos o f ragmentos

melódicos en una voz, y luego en otras, const i tu i r ían los

procedimientos más favorec idos en el a lbor de la pol i fonía.

Entrado el siglo x iv, la pol i fonía puesta al servicio de las

grandes fo rmas en la Misa, va a alcanzar su mayor ía de

edad; tan sat is factor iamente para quienes las c o m p o n e n y

para el públ ico que las escucha, que unos y o t ros no van a

dudar en considerar esos progresos c o m o cuerpo de un

" A r s N o v a " al lado de cuya novedad desenvuel ta , t o d o lo

anter ior apenas será un " A r s A n t i q u a " . Cuando el arte

musical descubre una nueva fuerza es que , en e fecto , una

nueva época ha entrado. A h o r a parece que va a estable­

cerse una especie de pulsación que renovará el arte de la

música de tres en tres siglos: el s iglo x i , con los pr imeros

ensayos pol i fón icos, al xiv, que es el del " A r s N o v a " ; de este

al XVII, que es el de las " N u o v e M u s i c h e " de los operistas

f lorent inos. En seguida cada siglo tendrá carácter propio,

con ese siglo " b a r r o c o " ; el xvm, que es el siglo " c l á s i c o " ;

el x ix , que es el siglo " r o m á n t i c o " , y el xx, en el que cada

década muestra una inquietud nueva.

Hay una correlación bastante estrecha entre el arte de

la arqui tectura románica, con sus líneas severas e impor-

- 150 -

Page 152: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

tantes, su aspecto macizo y grave, y la monod ia catól ica

del pr imer milenio. La aparición de la pol i fonía en Europa

viene a coincid i r con la e levac ión. y desarrol lo del arte

gót ico , en cuyas naves airosas, tan r icamente decoradas,

iba a resonar el nuevo arte de la Mús ica . Incluso las suce­

sivas etapas del gó t i co co inc iden con los aspectos que van

enr iqueciendo incesantemente a la pol i fonía, sagrada o pro­

fana, hasta abocar, en el siglo xvn, a una etapa de la

arqui tectura y de la música que se conoce c o m o per íodo

Barroco.

Sig/o xv

La realeza musical que a t ravés de los siglos, se traslada

de una nac ión a o t ra , en el siglo xv está en manos de los

f lamencos, en tend iendo por Flandes, lo que era en aquella

época, es decir, el nombre colect ivo de Bélgica, Holanda y

los f ranceses del norte.

La pr imera idea a considerar es que, referente a su valor

e impor tanc ia , la música f lamenca no es inferior a la p in tu­

ra f lamenca.

No es raro que así fuese, porque una gran cul tura era el

resultado de varios siglos de in tercambios comerciales y los

f lamencos eran un pueblo capaz de valorar el buen arte,

bajo la expresión de p in tura, de música o de cualquier otra

mani festac ión.

Era sobre t o d o , la música, el arte predi lecto en las

grandes c iudades, donde existía una intensa vida social.

Hay que darse cuenta de que la música es un arte eminen­

temente social; un arte de con jun to , de equ ipo. As í se

percibe c laramente en las agrupaciones corales, ins t rumen­

tales, etc. Pero aún para un sol ista, la agrupación le es

- 151 -

Page 153: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

necesaria desde el p u n t o de vista de públ ico. Un art ista

intérprete, p roduce su arte para ser escuchado, para un

públ ico. Necesita por lo t a n t o del g rupo , del ambiente , de

la soc iedad, tan to c o m o el que part ic ipa en la orquesta o

en un coro.

His tór icamente la música nunca ha prosperado en las

l lanuras, donde los habi táculos están d iseminados.

Las grandes ciudades neerlandesas, fue ron el núcleo

creador de grandes mani festaciones religiosas y profanas,

dónde la música era e lemento principal y fundamenta l .

Las " c a p i l l a s " o escuelas de canto de las iglesias, fue­

ron las agrupaciones clave para el buen desarrol lo del arte

musical . Pero no eran solamente las iglesias las que man­

tenían dichas agrupaciones, s ino también los príncipes y

nobles los que rivalizaban para tenerlas de pr imer ís imo

nivel aspirando igualar a su mode lo , la capil la del Papa de

Roma.

Un in tercambio poco conoc ido , aunque sin duda fecun ­

do , se lleva a cabo entre Borgoña , Francia, Italia y España,

lo cual da por resultado cierta semejanza en los t ipos de

f o r m a y en el sent imiento del esti lo, no tan uni tar iamente

que no pueda discernirse lo que es invención de cada

parte.

Esos caracteres se acentúan a lo largo del sigio xv, que

es el gran siglo de la pol i fonía. Sus dos mi tades se d is t in­

guen, en el área que se ext iende entre Francia del Nor te ,

Flandes y el ducado de Borgoña , por una abundanc ia de

art istas de soberbia técnica y de una inspiración acusada,

la cual se explaya tan to en las grandes fo rmas c o m o en la

misa o en las pequeñas danzas de sociedad entre las que el

rondel predomina. De los ins t rumentos musicales, el laúd ha

alcanzado la pr imacía. Con ello la música que se ejecuta en

- 152 -

Page 154: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

los salones t iende a destacar la voz cantante , reduciendo

las voces de la pol i fonía a las cuerdas del laúd, que, por

consecuencia, t ienden a una s impl i f icac ión entendida c o m o

" a c o r d e " . El sent ido a rmón ico , en creciente desarrol lo, in­

tensi f ica las func iones armónicas. La escr i tura busca una

s impl ic idad mayor , y el o ído se complace en la cadencia

armónica de tón ica y dominante .

La escuela Franco^Flamenca del siglo xv

Durante el per íodo Franco-Flamenco los compos i tores ,

fueron casi t o d o s maestros de capil la o cantores. Se puede

imaginar fác i lmente el esplendor de aquellas interpretacio­

nes en las que co laboraban genio y ta len to musical , exclu­

yendo las interpretaciones mediocres.

Los coros, en general, no eran de gran número de

part ic ipantes; entre 12 y 24, pero todos músicos de* pro­

fesión.

Las suti lezas del arte de la compos ic ión f lamenca, ha

sido m u y d iscut ido, por que se les acusa de haber uti l izado

más el intelecto que la inspiración, creando obras que eran

un ejercicio de ar i tmét ica en lugar de verdadera música.

Just i f i can este m o d o de pensar el uso exagerado del

Canon, otra fo rma l lamada de " c a n g r e j o " en que la segun­

da voz comienza el tema al revés, par t iendo de la úl t ima

nota , o también " e l canon en espe jo " en que las distancias

entre las notas están invert idas, c o m o sucede en los obje­

tos reflejados en un espejo, etc. etc. Estos juegos tentaron

incluso a los grandes maestros, ya que existe un " D e o

grac ias" at r ibuido a Ockeghem, para 36 voces, donde el

tema se desarrolla en nueve partes di ferentes, comenzando

cada parte a un compás de distancia del precedente, sin

alejarse para nada de una sola y constante melodía.

- 153 -

Page 155: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Si bien es cierto que con estos ejercicios la expresión

art íst ica no gana gran cosa, t a m p o c o es malo que los

maestros de la época llevasen hasta su ú l t imo ex t remo las

novedades que habían descubier to.

Los f lamencos trabajaron para los siglos fu tu ros : una

vez concebida la idea del desarrol lo temát ico , buscaron su

per fección a través de t o d o s los medios, en f o r m a escolás­

t ica o en f o r m a libre y t ransmi t ieron sus descubr imientos a

las épocas poster iores, incluso a nosot ros mismos.

La pol i fonía de Bach , tan to c o m o el desarrol lo de mot i ­

vos en Haydn y Beethoven, así c o m o el comple jo arte de la

var iación en un Liszt o en un Brahms, encierran den t ro de sí

el lejano germen que en su día apor ta ron en sus t rabajos

los Flamencos.

Primera escuela Franco-Flamenca

El Je fe de la más ant igua escuela f lamenca fue Guiller­

m o Dufay (1400-1474). Con temporáneo de los p intores Hu­

berto y J u a n van Eyck. Es posible que c o m o compos i to r

recibiese la inf luencia de su antecesor inglés J o h n Dunsta­

ble (muer to en 1453) el cual con ot ros maestros ingleses

había desarrol lado m u c h o el con t rapun to en las islas. Des­

pués de la batalla de Az incour t (1415) se establecieron

contac tos intensos a través del Canal de la Mancha y se

abrió una fecunda época para la música durante los reina­

dos de Felipe V de Inglaterra y de Carlos VII de Francia.

Con Dufay brilla en la compos ic ión Gil Binchois

( + 1 4 6 0 ) . A este ú l t imo se le dedicó después de su muerte

un mote te a tres voces en la que, dos de ellas le l lamaban

" p a d r e de la a legr ía" y " p a t r ó n de b o n d a d " mientras la

tercera cantaba el " r e q u i e m " lat ino, según la cos tumbre

de la época.

- 154 -

Page 156: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Segunda escuela Franco-Flamenca

Tres nombres sobresalen en la segunda escuela Franco-

Flamenca: J u a n O c k e g h e m ' (1430-1495), J a c o b o Obrecht

(1450-1505) y Joaqu ín de Pres.

Con la nueva escuela se af i rma la escr i tura pol i fónica a

cuatro voces, que ya preconizaba Dufay, a pesar de que en

su época era f recuente la escr i tura a tres voces.

Las cuatro voces suelen dividirse en dos g rupos de dos,

que se con tes tan . El interés musical no lo retiene exclusi­

vamente la voz superior, sino que se reparte entre las

cuatro con iguales derechos: es el esti lo l lamado de imi ta­

c ión.

Se supone que Jacobo Obrecht enseñó música a Eras-

mo de Rot te rdam.

El siglo t oca a su f in cuando se eleva la admirable f igura

de Joaqu ín des Pres. Cuando se halla al servicio de Asca-

dio Sforza, cambia su nombre por el de Jusqu in d 'Ascad io ,

lo cual no se conoc ió hasta una época reciente, de manera

que no se ident i f icaron c o m o suyas las compos ic iones que

se incluyen con este nombre , en el Cancionero de Palacio,

t ranscr i to por Barbieri; nacido en Conde, Vil la de Hainault ,

allí se retiró para morir, pasados lo ochenta años. El arte de

Josqu in sigue el proceso de t o d o el arte cont rapunta l f la­

menco: pr imero, la v i r tuosidad de escr i tura, el amor por la

riqueza ornamenta l del gó t i co más exuberante; después,

una expresión que es la herencia de Italia y que busca la

línea fácil en su elegancia, una línea vocal . Su sent imiento

de la armonía se refina y sabe que en el empleo hábil de la

disonancia cabe una gran posibi l idad de la expresión, que

no desdeña. El es quien escribe el p lanto o lamentación a

la muerte de Ockeghem, s iguiendo a la " D e p l o r a t i o n " que

sobre " s o n t r e p a s " había escri to Gui l laume Cret in, famoso

- 155 -

Page 157: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

poeta, pieza fúnebre que se hizo famosa tamb ién , y que

c o m o era de rigor, cont iene un repaso a los nombres

célebres entre los de sus con temporáneos :

Agr íco la , Verbonnet , Prioris, Josqu ín Desprez, Gaspar,

Brumel , Compere , a los que añade, c o m o glorias de o t ro

t i empo , los nombre de " D u f a y , Fede, Binchois, Barbingant

et Dunstable; Pasquín, Lannoy, Bar izon, Copin , Regis,

Gilíes, J o y e et C o n s t a n t " . De esas glorias no nos toca a

nosotros recordar s ino a A le jandro Agr íco la , mús ico de

Felipe el Hermoso, con cuya capilla pasa a España en 1505

para morir allí, en Val ladol id, poco después. Agr íco la , que

había nacido hacia 1446, había estado ya en Mi lán y en

M a n t u a . Con Felipe comienza a trabajar en 1491 en los

m o m e n t o s en que se prepara en Castilla el gran viaje ul tra­

mar ino. Agr í co la , que dejó un vo lumen de misas impresas y

colecciones de canciones y mote tes , t iene la impor tanc ia

principal de haber consol idado el esti lo de la pol i fonía de su

escuela f lamenca, en la música ins t rumenta l .

Agr íco la había escri to canc iones para las f iestas carna­

valescas, sus " c a n t i carnascia leschi" , que suponen un re­

nuevo de v ida en la poesía en lengua toscana, en un

espír i tu galante a la par que popular , heredero no lejano

del arte t rovadoresco. Lo que Agr íco la p u d o traer de ello a

España es cosa que puede colegirse cuando se examina la

pol i fonía popular que llena el menc ionado Cancionero de

Palacio. Este siglo, el xv, es, en España, el siglo de los

" C a n c i o n e r o s " , que antes habían sido franceses. El de

Juan A l f o n s o de Baena rompe la marcha en 1445, más o

menos, y van a seguir el de Herberay des Essarts, que

cont iene tantas muestras de la lírica popular española, el de

S tuñ iga , o t ro de Londres, el de Fray Iñigo de Mendoza , el

de J u a n del Encina, en 1496; luego, los musicales c o m o el

de Palacio, que cont iene centenares de obras preciosas en

- 156 -

Page 158: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

pol i fonía d e al to arte o de un arte cercano a lo popular, y el

de "Cant ine las Vu lga res " de la Bibl ioteca Colombiana o, un

poco después, el que se conserva en la Universidad de

Upsala. De este arte menor se habla a con t inuac ión , j un ­

tamente con el i tal iano. Es un m o m e n t o crucial para la

música española, a causa de las constantes aportac iones

que llegan desde el norte y desde Italia; pero los españoles,

sin embargo , saben conservar un esti lo prop io , que p a r e ­

cerá rud imentar io al lado del lujo de las técnicas f rancof la-

mencas, pero que t iene la v i r tud de un acento propio. Un

arte netamente español se está preparando en las grandes

fo rmas , tras de las pequeñas tan sabrosas, y hay que

esperarle hasta el siglo s iguiente.

Géneros menores de la polifonía

Las fo rmas de pol i fonía menor que se encuent ran en el

Cancionero de Palacio eran coetáneas de otras fo rmas

menores de or igen popular, extendidas por Italia, antes de

llegar allí la pol i fonía f ranco- f lamenca. Sin duda, las italia­

nas, c o m o las españolas, f ue ron pr imeramente monód icas .

Más tarde, cuando la pol i fonía se convi r t ió en el t ra tamien­

to universal de toda música, ocurr ió lo mismo que con los

mote tes t rovadorescos, que se t rans formaron en pequeñas

fo rmas pol i fónicas. A l ocurr i r eso, debió ocurr i r t amb ién

una modi f icac ión más o menos sensible en la cons t i tuc ión

mismas de la melodía, con lo que pudo perder or iginal idad,

sent ido expresivo prop io , ya que, a pesar de i lustres ante­

cedentes, el po l i fon ismo era una moda que venía desde

fuera. Lo que, en cambio , resulta pel igroso decir, es, que

ese t ipo de canciones que en castel lano se denominaban

"v i l l anc icos " y en ital iano " f r o t t o l e " y "ba rce l l e t t e " , fueran

de inspiración popular si, por este vocab lo , se ent iende un

sesgo de espír i tu d i ferente, a veces opuesto en sus cali-

- 157 -

Page 159: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

dades, a lo que puede entenderse c o m o cor tesano, letrado,

intelectual. Estas consideraciones se apl icaban más a de­

terminados m o d o s de t ra tamiento técn ico que a la sustan­

cia intr ínseca de las piezas. Ya en el Renacimiento, lo

cor tesano afecta fo rmas exteriores no to r iamente alejadas

de la s impl ic idad popular, pero el espír i tu es el m ismo. Los

romances se cantaban en el pueblo, a una voz sola o con

la compañía (no con el acompañamien to , en un sent ido

específ ico) de un ins t rumento de cuerdas, laúd, cítaras o

guitarras; mient ras que, cuando pasa a los salones señoria­

les el m ismo romance, va a rodeársele de más elegantes

compañías. A n t e s del Renacimiento, que es un mov im ien to

intelectual y ref inado ex tend ido por las pequeñas cor tes

italianas, pero cuyo or igen estaba, c o m o las~gent.es de esas

cortes, en el pueblo l lano, lo popular y lo cor tesano t ienen

f ronteras dif íci les de l imitar. Hasta que p u n t o el arte t rova­

doresco reunía ambas categorías sociales, se ve en la ex­

t racc ión de sus propios autores, que eran condes y baro­

nes, o menestrales y vasallos. El hecho de que en esa

época y, en seguida, en los conf ines del Medi ter ráneo

occidental se produjesen mov imien tos sociales y art íst icos

de gran elegancia y ref inamiento, no autor iza para cortar los

abruptamente de lo que se ent iende cor r ientemente c o m o

" p u e b l o " . Las zonas más humi ldes part ic ipan en el arte

con el m ismo grado de f ru ic ión que las más elevadas, y,

c o m o ha pod ido verse, co laboraban, tan to c o m o ellas, en

la creación del género, dent ro de unas líneas que se impo­

nían por la fuerza de las c i rcunstancias tan to a los unos

c o m o a los o t ros, y que eran las que procedían de la

universal gramát ica cantol lanista; pero también se ha v is to

que el án imo, el gus to , la propensión popular ejercía un

inf lujo decisivo, seleccionando unos m o d o s y prescindiendo

de otros, y no por capr icho, sino porque obedecía, incons­

c ientemente, a la evoluc ión del sent imiento armónico , que

- 158 -

Page 160: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

condu jo a unos modos donde la pulsación armónica tona l

se ejercía más categór icamente que en los restantes. Que

la inspiración de las fo rmas menores proceden del pueblo

se conf iesa en el nombre de " v i l l anc i cos " que llevan sus

canciones; música de los vi l lanos, de los " v i l l an i t os " , con ­

f o r m e en Italia tenían sus "v i l lane l le " . Forma, la del vi l lan­

cico, nada pr imar ia, ni rúst ica sino d i rec tamente emparen­

tada por su con fecc ión y secciones, con el arte t rovadores­

co, el cual habría echado raíces en suelo castel lano, sin

que ese or igen sea est r ic tamente necesario, porque pudo

haber ocurr ido también en España, aunque no sepamos

m u y bien c o m o , esa especie de derrame del arte eclesiásti­

co menor hacia las zonas populares. El vaivén del espír i tu

de invención desde el pueblo a la iglesia y de la iglesia al

pueblo ha s ido, durante siglos, la causa cons tan te de las

t ransformaciones de un arte que, en la iglesia, resumía

todas las t radic iones cul turales europeas y que en el terre­

no popular, guardaba reminiscencias de cosas que proce­

dían de otras cul turas cercanas. De cualquier manera, si el

Códice del Monaster io de las Huelgas es el m o n u m e n t o

soberano de la pol i fonía en España, hasta casi llegar a las

f ronteras del " A r s N o v a " , el Cancionero de Palacio lo es

para la canc ión popular, t rans formada en un arte pol i fón ico

a la par de lo que hic ieron sus insignes par ientes, f lamen­

cos o i tal ianos, de quienes hay tes t imonio en el rico ma­

nuscr i to madr i leño.

A lgunos musicó logos ital ianos l legan a pensar incluso,

en una inf luencia española sobre los géneros ital ianos me­

nores, l legada allí p robablemente con la hegemonía , la

dominac ión pol í t ica, de la corona española que , en este

t i empo , tenía tan fuer te p roporc ión de sangre germana. Los

" f r o t t o l e " y las " b a r c e l l e t t e " eran semejantes, incluso en la

d is t r ibución de sus versos, al v i l lancico castel lano, y con su

mismo sent ido. Posiblemente, en el or igen de la " f r o t t o l a "

- 159 -

Page 161: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

había un sent ido bur lesco, ne tamente medieval , c o m o en

las colecciones de Carmina Burana o del Román de Fauvel,

puesto que " f r o t t o l a r " es cosa c o m o "sche rza re " , tomar lo

a b roma, chancear o cantar en chaco ta , c o m o se decía en

España. La fo rma es vieja: estr ibi l lo-copla-estr ibi l lo, y su

contex tura r í tmica, en pies t roca icos, denunc ia su proce­

dencia t rovadoresca. La "v i l l ane l la " , análoga en su func ión ,

t iene rasgos del más f ino l ir ismo, que en la " f r o t t o l a " t iende

a ajuglararse; con la posibi l idad de encont rar en ellas mat i ­

ces regionales c laramente señalados. As í se decía: "v i l lo t te

alia napo le tana" , "v i l lo te alia p a d o v a n a " . Cuando la vil la­

nesca entra en España es por el camino de retorno, y a

causa ya de o t ro sesgo dist into al v i l lancico castel lano

original, pues que ahora es de impor tac ión i tal iana. Formas

coetáneas menos populares, c o m o la oda y el soneto , se

ext ienden por todas partes con mat ices ne tamente italia­

nos, que acusa en España sobre t o d o , la poesía.

El arte madrigalesco

El arte del madr igal es una de las glorias del Renaci­

miento , sus conatos se remontan al siglo xiv, pero la gran

época del madr igal pol i fónico comienza durante el pr imer

tercio del siglo xv. El or igen del nombre es un mister io. La

tesis italiana seguida por ciertos mus icó logos, de que el

vocablo procede del bucol ismo petrarquista y de las can­

ciones pastori les de la " m a n d r i a " , del agro, de donde se

habría f o r m a d o mandriale, cae, desde el m o m e n t o en que

en España exist ían las villas nombradas " M a d r i g a l de las

Al tas T o r r e s " y " M a d r i g a l de C a m p o s " . ¿Qué signif icaba

" m a d r i g a l " en ellas? ¿Acaso "madr igue ra l "? Pero no hay

que olvidar los cantos de madrugada, que en Castilla equi­

valían a las canciones de alba t rovadorescas; y, de hecho,

- 160 -

Page 162: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

se l lamaba allí " m a d r i g a d a s " a las casadas en segundas

nupcias.

El arte del madrigal se mult ip l ica por todas partes, en

Italia. En M ó d e n a , Orazio Veechi da a sus madrigales una

apl icación nueva, proveyéndoles de un a rgumento dramát i ­

co que se desarrolla entre varios personajes, cada uno de

los cuales se expresa a varias voces reales en una escri­

tura pol i fónica.

Esta f o r m a inspira a la mayor parte de los músicos

italianos renacentistas y a los de las lat i tudes dónde llegan

sus ef luvios. El Madr igal está ya en auge cuando Bott icel l i ,

cuyo arte t iene tan sensibles semejanzas con aquél , va a

morir, poco después de entrado el siglo, en el año 1510.

El arte del madrigal pol i fónico se inicia con las lecciones

de un pol i fonista f lamenco, nacido en Brujas, muy tarde en

el s. xv y que llega a Venecia más que mediado el xv i , en

1562: Adr iano Wi l laer t , a quien la escuela veneciana debe

su esplendor. T o d a una legión de discípulos suyos colabo­

raron en el t rabajo de esta l lamada "escue la venec iana" .

Lo que más impresiona en este m o m e n t o del madr igal

i tal iano es su magní f ica l ibertad de esti lo y de f o r m a , la

riqueza de expresión que cons igue con los viejos procedi ­

mientos del con t rapun to gó t ico , la escri tura en imi taciones

y los juegos con los mot ivos que se persiguen por todas las

voces. Aseguran con ello la solidez en el te j ido sonoro , cual

si se tratase de uno de ellos espléndidos tapices de Arras,

tan compl icados c o m o la pol i fonía que les es coetánea.

La Pléyade. Salinas

Estamos acercándonos a un nuevo país en la música.

Los poetas y músicos de la pléyade in tentaron restituir a la

- 161 -

Page 163: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

poesía f rancesa los pies métr icos lat inos, con una trasposi­

c ión en la música. Era un empeño un t a n t o i lusorio, porque

la prosodia de los id iomas vulgares no se deja someter a

preceptos retór icos; pero, en España, el gran Francisco

Salinas había in tentado algo semejante, por lo menos por

la vía cr í t ica y analít ica de la versi f icación española, en su

f a m o s o t ra tado " D e Música libri s e p t e m " , que se impr imió

en Salamanca en 1577: t o d o ello en honor de una decla­

mación más aprox imada al mode lo natural , con lo cual se

ant ic ipaban unas décadas al propós i to principal de los m ú ­

sicos y cantores de la " camera ta f l o r e n t i n a " y su anhelo de

" i n armonía fave l lare" .

V a m o s a dedicar unas líneas a lo que en España fue

reflejo del arte ital iano del madr igal , en ot ro t o n o m u y

alejado del v i l lancico vernáculo, aunque J u a n Vázquez si­

guiese dando ese nombre a sus piezas, que unía a los

sonetos a cuat ro y c inco voces, entre 1551 y 1560.

Las Ensaladas de Ma teo Flecha, t ranscr i tas y editadas

por su sobr ino, en Praga en 1581 per tenecen a un género

que se dice p róx imo a los es t rambotes ital ianos, c o n mez­

colanza burlesca de varios id iomas y un fuer te sent imiento

cómico . Flecha el joven , tamb ién l lamado Mateo , c o m o su

t ío , t i tu la a sus piezas s implemente Madr igales, al igual del

" m u y Reverendo J u a n B rad íeu " , maest ro de capilla de Seo

de Urgel , cuyos madrigales se impr imieron en Barcelona en

1585. Pedro A lber to Vi la los l lama " O d a s " en t o n o elevado,

porque " q u a s vu lgo madrigales ape l lan tur " (Barcelona

1561), mientras que Francisco Guerrero mezcla sus cancio­

nes a las vi l lanescas, a veces con aire a lo d iv ino (que

quiere decir que el tex to se refiere a mater ias de devoc ión) ,

o sea, "V i l lanescas Espir i tuales": t o d o s ellos, se ve, gentes

de la zona levant ina de España, o bien españoles que

t rabajan en Italia, c o m o Pedro Valenzola y Sebast ián Raval.

Otros pref ieren las denominac iones más castizas de " t o n o s

- 162 -

Page 164: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

h u m a n o s " , " l e t r a s " , " t o n a d a s " y " s o n a d a s " , " le t r i l las" ,

"cantares de sa la " y, si se t rata de los pequeños t rozos

pol i fónicos (a cuatro voces) con que se abr ían las obras

teatrales, se les denominaba s implemente " c u a t r o s de e m ­

pezar" .

El madrigal tuvo su resonancia en Inglaterra, sumamen­

te d is t inguida, en t iempos de la reina Isabel, cuando t o d o

caballero debía saber leer la parte que le correspondía en

una canc ión de esta clase y cantarla " a l l ' i m p r o v i s o " ; de las

varias etapas por que pasó el madr igal inglés, Wi l l i am Byrd

es quien inicia la pr imera (Londres 1543-1623). Su discípulo

Thomas Mor ley le supera, en un m o d o de canciones " a

ba i lo " que recuerdan a las del i tal iano Giovanni Giacomo

Gastoldi , quien t i tu laba las suyas "Ba l le t t i di can ta re " (in-

v i r t iendo los términos) "sonare e bal lare" , a lgunos de los

cuales f iguraron en el segundo in termedio de la ópera

famosa de Monteverde , Ar iana.

Nueva polifonía

La gran pol i fonía f rancof lamenca cede el paso, en el

siglo xvi , a la italiana, hija suya legí t ima, inmediata heredera

de su arte, pero rut i lante hechura del renacimiento italiano

en su mayor esplendor. Si la pol i fonía menor italiana había

sido f lorent ina pr inc ipalmente, la g ran pol i fonía c incocent is-

ta es, sobre t o d o , romana y veneciana.

La gran época viene por Venecia, con Wi l laert , de quién

ya hemos hablado, cuyo puesto c o m o maestro de capilla

en la basílica de San Marcos dura más de t re inta años,

desde 1527 a 1562. De él parte la idea de los " c o r i spezza-

t t i " , o dos coros al ternat ivos, c o n sus ó rganos en cada

t r ibuna, (pr incipio de la música estereofónica) cuya dispo­

sición tendrá poco después tanta impor tanc ia en el desa-

- 163 -

Page 165: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

rrollo de la música que se l lamara " c o n c e r t a d a " , vocal o

inst rumenta l . Cipr iano de Rore, en quien la disonancia t iene

un valor tan expresivo, va a seguir le; pero el gran arte

veneciano se eleva con los dos Gabriel i , Andrea y Giovanni ,

t ío y sobr ino, en quienes la música para el ó rgano y los

coros alcanza un esplendor que casi podr ía decirse bizan­

t ino y cuyo más imponente m o n u m e n t o está en las " S a -

crae Symphon ie de Giovanni . A n d r e a fue organista de

San Marcos durante t re inta años: con dinastías de tal

longevidad, las artes logran un p u n t o de madurez, en sent i ­

do de p len i tud, que es imposible alcanzar con etapas efí­

meras. Giovanni fue discípulo de su t ío y, c o m o condiscí­

pulo suyo se encont raba en Venecia un a lemán, Hans

Leo Hassler, que es el pr imer gran músico de los países

germánicos. A su vez, Gabrieli f o r m a a o t ro alemán de

pro, a Heinr ich Schütz , que va a llevar a A lemania una

poderosa t rans formac ión de la música religiosa, detenida

por las luchas polí t icas.

Schütz , que había italianizado su nombre en Saggi t ta-

rius, lleva a Sajonia, su país, las auras del pr imer oper ismo

ital iano; tamb ién los ú l t imos resplandores de su pol i fonía

profana y rel igiosa, de manera que el arte entero de

Schütz , aunque con un carácter un poco retrasado, se

incluye, ín tegramente, dent ro del per íodo barroco. Un

aspecto singular de la escuela veneciana consist ía en sus

teór icos, de los cuales Giosef fo Zar l ino, el sucesor de Ci­

pr iano de Rore sienta las bases de la teor ía moderna en sus

" Inst i tuz ion í h a r m o n í c h e " , que aparecen a la luz de Vene­

cia, en 1558. Zarl ino sigue en ellas las teorías del andaluz

Bar to lomé Ramos de Pareja (Ramís en i tal iano), cuya

" M ú s i c a Prác t i ca" , impresa en 1482, cont iene puntos de

vista acerca de los pr incipios a rmón icos fundamenta les,

sobre las relaciones matemát icas de los sonidos, que Ra­

mos fi ja de allí en adelante, y sustenta tan avanzados

- 164 -

Page 166: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

criterios que t o d o el siglo que le sigue (él mur ió por los

años del descubr imiento de Amér ica) está pendiente de

ello, los acepte o los d iscuta. Zarl ino, discípulo de Wi l laert ,

es el maestro de Peter Sweel inck, una de las más grandes

f iguras en la música inst rumental de la A lemania del norte.

Hemos v is to antes la impor tanc ia que tuv ie ron en la

creciente robustez de la capil la romana las constantes visi­

tas de los pol i fonistas f lamencos. Una nueva generación va

a salir de ella que es, pr inc ipa lmente de i tal ianos y espa­

ñoles.

Palestrina y Victoria

Palestrina es el nombre del arrabal romano donde el

mús ico nació, en fecha no precisa, entre 1524 o 1525, o los

pr imeros días de 1526. Sus maestros no son mejor c o n o ­

cidos; pero en la basílica de Santa Mar ía Magg iore , donde

Giovanni era " p u t t o c a n t o r e " , debió de pasar bajo la férula

de maestros del nor te, fuesen Rub ino Mal lapert o un Ro­

berto o F i rmino Lebel, de N o y o n . Sus pr imeros modelos,

sin embargo , entre 1540 y 1544, en que Giannet to se vuel­

ve a su local idad natal, fue ron al parecer, el f l amenco

Arcade l t y el español Morales, que en ese ú l t imo año se

decide a publ icar sus misas, saqueadas hasta entonces por

los impresores, industr ia nueva en el m o m e n t o y poco

reglamentada aún . Palestrina no comenzó a impr imi r las

suyas hasta diez años después y, con ellas, sus libros de

madrigales, motetes , h imnos y lamentac iones para la

Semana Santa ; páginas, éstas, que conviene comparar con

las del abulense Tomás de V ic tor ia , porque ent re ambos

paréntesis se encierra la gran pol i fonía de f ines del Rena­

c imiento y de los pr imeros t iempos del Barroco. Las c o m ­

posiciones profanas de Palestrina t ienen una importancia

- 165 -

Page 167: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

secundaria al lado de sus grandes arqui tecturas sagradas, y

merece decirse que Vic tor ia , su gran co lega, no escribió

n inguna compos ic ión de carácter p ro fano: los dos ex t remos

del Renacimiento, entre Florencia y Roma, pueden obser­

varse, también , con estos hombres de genio poderoso,

genio que necesi taban explayar en cuadros robustos. Pales-

t r ina, a di ferencia de los madrigal istas, rechaza t o d o c roma­

t i smo. Su d ia ton ismo es abso lu to , así c o m o la s impl ic idad

de su sistema armónico , al que nunca ent iende c o m o vehí­

culo para expresión que en él, no procede del sent ido

patét ico del t e x t o ni de las armonías, s ino que es una

cons t rucc ión clara, d iáfana, c o m o las naves italianas de sus

iglesias, en gran diferencia con los sobr ios temp los españo­

les para los que escribió V ic tor ia , después de su etapa

romana.

Camerata florentina. Nacimiento de la Opera

La expresividad creciente del madr igal , est imulada por

el sent ido l i terario, d ramát ico y poét ico del Renacimiento,

sugería la necesidad de que se percibiesen bien las pala­

bras, a lo cual favorecía la tendenc ia monód ica de la músi ­

ca. Si en un madr igal intervenían varias voces, c o m o en el

" A m f i p a r n a s s o " , se encontrar ía preferible que cada voz

respondiese a un sent imiento part icular, estableciéndose el

d iá logo y c o n él, el a rgumento . Cabría si tuar dent ro los

t rozos al ternados a solo, los de varias voces y los puramen­

te instrumentales. S i tuando la acc ión en una t r ibuna o

palco, podría obtenerse un espectáculo escénico, l i terario,

musical y en ocasiones, danzable, t o d o lo cual es la ópera.

La expresividad creciente del can to acompañado en uno o

varios ins t rumentos recibirá el nombre de recitar cantando

y se extenderá pr inc ipalmente en Florencia. La escuela

veneciana había mostrado gran interés pbr el teatro clásico;

- 166 -

Page 168: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

al inaugurarse en Vicenza en 1585 un teat ro con decorado,

dest inado a la representación de las obras clásicas de la

An t igüedad , Andrea Grabieli escribió los coros y los solos,

ceñidos a la prosodia italiana del Edipo rey. Var ios c o m p o ­

sitores famosos escriben obras para la escena. V incenzo

Galilei (padre del famoso as t rónomo) , que fue uno de los

pr imeros musicó logos, al descubrir a lguno de los pocos

trozos de música helénica que conocemos , ideó por el

m ismo t iempo un m o d o de "est i lo rec i ta t i vo " con el cual

se cantaba el conoc ido pasaje de la Divina Comedia donde

el Conde Ugo l ino se lamenta de lo fatal de su suerte: esta

" l a m e n t a z i o n e " se desarrollaba con acentos tan patét icos

c o m o la realidad de la d icc ión lo permi t ía , sobre un f o n d o

de música encomendado a un g rupo de violas. Todos estos

pasajes pueden considerarse c o m o precursores inmediatos

de la "opera in m u s i c a " .

V incenzo Galilei con a lgunos músicos y cantantes, J a -

copo Peri, Giul io Caccini , Gi ro lamo Mei , J a c o p o Corsi y

ot ros, se reunían en la casa que tenía en Florencia (y que

aún se conserva) Giovanni Bardi, conde del Vern io. A esta

reunión se le dio el nombre de "camera ta f i o ren t i na " . Sus

integrantes, est imulados por Galilei y por Bardi encamina­

ron sus esfuerzos hacia la invención de una música " i n

sti lo rec i ta t i vo" o " i n armonía fave l l ando" , dest inada a

llevarse a un escenario, lo cual habían in tentado antes, a su

manera, aquel los músicos y poetas f ranceses de la Pléyade,

bien que la técnica del t i empo fuese todavía la pol i fónica.

Reforma melodramát ica se l lamó a la novedad de estilo

de los camerat istas y a los que la s iguieron más adelante,

puesto que el nuevo género l í r ico-escénico, estaba conside­

rado c o m o un drama musical , un me lodrama.

Esta re forma queda consol idada por la apar ic ión de un

músico verdadero, excelente técn ico a la manera ant igua.

- 167 -

Page 169: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

notable tañedor además, de órgano y viola. Era Claudio

Monteverd i , c remonés de or igen, nacido en 1567, corista

en la catedral desde n iño y después a lumno de Marco

A n t o n i o Ingegnier i . In ic ialmente compos i to r de madrigales

a los que llegará a dar un sent ido p ro fundo y dramát ico,

incluso por la acc ión de la música inst rumenta l acompa­

ñante. Para la cor te de Vinzenzo Gonzaga c o m p o n e M o n ­

teverdi su pr imera " o p e r a in m ú s i c a " , Orfeo y al año si­

guiente estrena Ar ianna, cuya " l a m e n t a c i o n e " , sigue pro­

duc iendo hoy día el e fec to pasmoso que produjo a sus

pr imeros audi tores, quienes en número de varios millares,

pror rumpieron en sollozos. De gran fuerza y natural idad

expresiva en su reci tado, t iende a una fo rmac ión melódica

regular, basada en el sent imiento a rmón ico , lo cual la hace

coherente con el acompañamien to orquestal , que por su

parte t iende a organizarse de una manera regular también ,

con mul t i tud de rasgos que hoy se denominar ían c o m o de

color orquestal .

La música instrumental

La Poli fonía vocal había l legado a un pun to tan al to de

per fección técnica y de grandeza durante t o d o el siglo xvi

que apenas puede comprenderse c o m o hubiera pod ido

proseguir su evo luc ión en un sent ido l ineal, sin cambios

sustanciales en el arte sonoro . Pero la música para los

ins t rumentos , que durante t o d a la Edad Media había

v iv ido en una cond ic ión subal terna, va t o m a n d o impor tan­

cia desde la época t rovadoresca, y a la al tura del siglo xm,

los ins t rumentos de arco estaban suf ic ien temente capaci ta­

das para suplantar con ellos a las voces en los mote tes .

La música ins t rumenta l , responde a t o d o un ciclo de in­

venc ión d i ferente de la invenc ión vocal . Su fuen te pr imige-

- 168 -

Page 170: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

nia está en la danza y así puede decirse que t o d a obra ins­

t rumenta l es una danza, grande o pequeña.

Cuando los ins t rumentos sean capaces de compet i r en

belleza de can to c o n las voces, podrán trasladarse a ellos

melodías concebidas or ig inalmente para la voz; " a i r e s " ,

" a r i a s " , c o m o se l lamarán más tarde, cuya melodía podrá

extenderse ins t rumenta lmente en " g l o s a s " ; o bien, la pol i ­

fon ía , reducida a su mayor s impl ic idad en el ins t rumento

acompañante , podrá utilizar var iados aspectos de ornamen­

tac ión que en el vocabular io español se entenderán c o m o

"d i fe renc ias " .

De una manera un tan to s impl is ta, pero cierta, puede

decirse que los ins t rumentos ascienden cuando el arte reli­

gioso decae. Durante algún t i empo han marchado jun tos ,

en la etapa del " A r s N o v a " . A h o r a la novedad la recaban

para sí los ins t rumentos, bien para lucirse c o m o solistas,

bien para hacer música pol i fónica concer tadamente .

Esa doble cual idad de la música inst rumenta l llegará a

definirse ent rado el siglo xvn en ins t rumentos " c o n c e r t a n ­

t e s " o ins t rumentos " c o n c e r t a d o s " . Los pr imeros ejemplos

son, al parecer, los ins t rumentos del t i po del laúd que

l legaron de Oriente a la España árabe, donde se exhibieron

tañedores de laúd de alta notabi l idad. Los ins t rumentos

pueden considerarse comprend idos en dos grandes secto­

res: a) ins t rumentos capaces de ejecutar música pol i fónica

y b) ins t rumentos que para poderla ejecutar necesitan

reunir un g rupo de ellos, bien de la misma clase (como las

violas), bien de di ferente clase ( como los de arco y v iento) .

A su vez, los ins t rumentos capaces de ejecutar " a s o l o " ,

(dicho de ot ra manera, ins t rumentos solistas) se pueden

dividir en dos grandes grupos: " d e t e c l a " y los " d e cuerdas

pu lsadas" ( laúd, gui tarra, v ihuela).

- 169 -

Page 171: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Por o t ro lado, los ins t rumentos capaces de unirse " c o n ­

ce r tadamente " son ins t rumentos fundamenta lmen te m o n ó ­

dicos. De v iento : los de madera, c o m o son la f lauta y el

oboe (entonces l lamado chi r imía) , y los clarinetes, un poco

posteriores, a los que siguen en notabi l idad los de meta l ,

t rompetas y t rombones , a todos los cuales superan los de

una misma especie o famil ia de cuerda, c o m o las violas.

La v i r tuosidad instrumental se desarrol la parejamente en

los ins t rumentos de tec la, tan to en el ó rgano c o m o en los

claves y en el c lavicordio, c o m o en los de cuerda pulsadas

(laúd y vihuela) o bien en los ins t rumentos monód icos

(violas). En todos los casos la v i r tuos idad de desarrolla en

el sent ido de la o rnamentac ión , que puede ser improvisada

o producirse c o m o juego de los mot ivos y extensiones

ornamentales de ellos; esta música adoptará di ferentes

modelos de f o r m a . El desarrol lo de las fo rmas ins t rumen­

tales coincide con el de la técnica inst rumenta l y ambas

cosas son solidarias una de o t ra . De manera que una

historia de la música inst rumenta l desde el Renacimiento

debe atender a tres planos: 1) el de los ins t rumentos; 2) las

fo rmas de la música tocada en ellos; 3) los m o d o s de

ornamentac ión , sin los cuales apenas se concibe una exten­

sión o arqui tectura de las fo rmas de este t iempo.

Dicho de o t ro modo . Para la historia de la música es

impor tant ís ima la acc ión del ar tesano que construye los

inst rumentos y los perfecciona. Estos inst rumentos dan

ideas nuevas a los composi tores y estos c o m p o n e n obras

cada vez más dif íci les, que hacen que los intérpretes deban

revisar y mejorar su técnica. Los intérpretes exigen instru­

mentos mejores a los artesanos.. . y se cierra este círculo

inf in i to.

»**

- 170 -

Page 172: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C o m o hemos d icho más atrás, durante las épocas

ant iguas, el desarrol lo musical es lento y parece que las

novedades aparecen de tres en tres siglos: x i , pr imeros

ensayos pol i fón icos, siglo xiv, A rs Nova y siglo xvn Nuove

Mus iche de los operistas f lorent inos. En seguida cada siglo

tendrá carácter propio. El xvn, el siglo barroco, el xvm

clásico y el xix románt ico .

Precisamente estos tres siglos ú l t imos, son los más

estudiados en todos los l ibros de Historia de la Música.

S iendo así, he prefer ido traer a este capí tu lo, largas expl i­

caciones de los pr imeros t iempos de la música occ identa l ,

m u c h o menos conoc idos y desde el pun to de vista del

joven de hoy, m u c h o más aclarator ios en cuanto a las

fo rmas originales de nuestra música, que más tarde, al

evolucionar han dado nac imiento a las fó rmu las caracterís­

t icas de nuestra música peculiar.

Quien quiera conocer p ro fundamente a los compos i to ­

res de los siglos xvn, xvm y xix, les remi to a tan tos y

tan tos l ibros que están en el mercado. A q u í me limitaré a

dar una breve in fo rmac ión de cada esti lo y los nombres de

los compos i to res más destacados.

Barroco. Siglo xvn

Se aplica a la música el t é rm ino de " b a r r o c o " para

def inir la que se escribe durante la época en que este

té rmino t iene v igencia apl icado a la arqui tectura y a las

demás artes. Pero lo que el t é rm ino barroco apl icado al

arte signif ica de ideal opues to al renacimiento y su inf luen­

cia clásica, en música no es equivalente, pues el esti lo del

barroco musical del siglo xvn representa, no la oposic ión al

esti lo del siglo anter ior, s ino al cont rar io , la herencia de la

- 171 -

Page 173: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

técnica pol i fónica y cont rapunt ís t ica vocal y su tota l apli­

cación y desarrol lo a rmón ico ver t ido hacia la compos ic ión

inst rumenta l .

Lejos de ser una crí t ica o una reforma de los ideales

musicales del Renacimiento, son su máxima aceptac ión en

cuanto a camino a seguir y representan una realización

más perfecta y más abstracta de las fo rmas musicales

iniciadas en el siglo anterior.

Para comprender el desarrol lo de la historia de la músi­

ca, es indispensable estudiarla al t i empo que la pol í t ica, las

ciencias y las artes de cada época, pero entonces se verá

con claridad que el desarrol lo de los mov im ien tos musica­

les, en ocasiones son paralelos a los mov imien tos pictór i ­

cos y art íst icos, pero muchas veces s iguen más de cerca la

evoluc ión de las ciencias, especialmente las matemát icas,

que cualquier o t ro t ipo de act iv idad.

Principales art istas del Barroco.

Corell i, Tart iní , Vivaldí (Italia).

Familia Couper in , Lul ly (Francia).

Bach y Haendel (Alemania)

V ic tor ia , Guerrero y Morales (España)

Clasicismo

La palabra clásico no t iene dent ro de la historia de la

música, correspondencia en el t i empo con la misma palabra

apl icada a o t ro t ipo de arte. Clasicismo en escultura t o m a

por mode lo y def ine las obras de los gr iegos, cuando en

música no se remonta antes del siglo xvm.

Se emplea dent ro del lenguaje musical para def inir un

t ipo de compos ic ión en la que es evidente un esquema

- 172 -

Page 174: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

fo rmal y cuya intención principal es acentuar los e lementos

de proporc ión y belleza que la obra cont iene.

El Diccionario Ideológico de J . Casares da a clásico el

s igni f icado siguiente: Dícese del autor o de la obra que se

consideran d ignos de ser imi tados, en cualquier l i teratura o

arte.

Este habrá sido también el sent ido original de la palabra

apl icado al arte musical y se han considerado sobre t o d o

d ignos de ser imi tados los autores que han dejado unas

fo rmas, de per fecc ión tal y de tan ta belleza, que sirven de

mode lo en su t iempo y en los t iempos fu turos .

Para la música inst rumental estas fo rmas son la Sui te ,

el Concier to, La Sinfon ía y la Sonata .

Los principales composi tores clásicos son :

A le jandro Scarlatt i (Italia)

Joseph Haydn (Austr ia)

W o l f g a n g A m a d e o Mozar t (Austr ia)

Ludw ig van Beethoven (ú l t imo clásico y pr imer román­

t ico) . (Alemania).

Romanticismo

En música romant ic ismo signif ica la cont raposic ión al

esti lo clásico. Se subordina la f o r m a al tema. Se advierte

que en este per íodo las artes literarias y pictór icas, espe­

cialmente las. pr imeras, comenzaron a ejercer una directa

infuencia sobre la música.

Se puede considerar que la música fue renovada por la

inf luencia fér t i l de la poesía, la novela y la f i losof ía , aña­

d iendo a t o d o ello el espír i tu nacional ista que logró in t ro-

- 173 -

Page 175: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

duci r los ritmos propios de di ferentes danzas y cantos

fo lk lór icos, en la música de conc ier to .

El compos i to r románt ico es un art ista subjet ivo que en

sus obras nos cuenta un prob lema o un estado de án imo

personal. No observa desde lejos el paisaje que le rodea,

sino que él m ismo es parte del paisaje, de la misma manera

que el paisaje part ic ipa de su d rama interior.

Los ingredientes que f o r m a n la sustancia de la música

románt ica son los que toda persona, por alejada que esté

del m u n d o musical , siente en su interior. Emot iv idad, liber­

tad de f o r m a que no obl iga a ref lexionar para ser entendida

y el p iano para expresarlo, ins t rumento de sonor idad m u y

comple ta que por su af inación estable, predispone al oyen­

te a escuchar con t ranqui l idad.

Podemos reconocer fác i lmente las obras de la época

románt ica por tres mot ivos pr incipales:

1? Estar escritas para el p iano en su mayor ía.

2? Tener inf luencia l iteraria. (Debido a ello nacerá una

nueva f o r m a : el Lied).

3? Despertar el sent ido nacional ista de cada pueblo.

El esti lo románt ico pertenece al siglo xix.

Principales art istas románt icos:

Weber , Mende lsshon, S c h u m a n n (Alemania)

C h o p í n (Polonia)

Liszt (Hungría)

Schuber t (Austr ia)

* * *

- 174 -

Page 176: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Quizá el f u tu ro de la historia de la música, sea estu­

diarla comparada bajo los dos aspectos generales:

M U S I C A V O C A L M U S I C A I N S T R U M E N T A L

En esta d ico tomía está presente s iempe el esquema

corporal del hombre . Cuando el " e s " música, canta .

Cuando el " h a c e " música coge un objeto con el cual

produci r ruidos voluntar ios, es decir, sonidos. En la evolu­

ción del ob je to cog ido, está t o d a la historia de la música:

desde los cróta los hasta el aparato e lectro-acúst ico.

BREVE DICCIONARIO DE L A S F O R M A S N O M B R A D A S

EN EL PRECEDENTE C A P I T U L O

A N T I F O N A : As í se l lamaba ant iguamente el can to al­

ternado de dos coros; probablemente uno de ellos era de

hombres, el o t ro de niños. La est ructura de los Salmos

hace suponer que los hebreos la cul t ivaron y que luego se

in t rodujo en la t ragedia gr iega, aunque de esto no haya

tes t imonio histór ico. Lo que sí es cierto es que ya en el

pr imer siglo del cr ist ianismo, la ant í fona era usada en la

l i turgia con tex tos sacados de los salmos u o t ros l ibros

sagrados. Cuando San A m b r o s i o la in t rodujo en Italia (siglo

iv) sacándola del ritual de la Iglesia gr iega, a ésta le era ya

conoc ida hacía más de tres siglos. Ac tua lmen te , la ant í fona

t iene en los div inos of ic ios una gran impor tanc ia , en laudes,

mait ines y vísperas.

B A L A D A : A n t i g u a m e n t e se empleaba c o m o s inón imo

de "a i re de d a n z a " , s iendo de f o r m a popular m u y simple,

con cor tos estribi l los repet idos por el coro . Su or igen se

remonta probablemente a la época de los t rovadores.

- 175 -

Page 177: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C A N O N : Es la fo rma más estr icta de la l imi tación. Existe

Canon cuando, en una compos ic ión a varias partes, cada

una de ellas repite exactamente la melod ía , después de un

cor to espacio de t i empo y las voces comb inan perfecta y

a rmónicamente entre sí.

C O N D U C T O : Nombre que se daba a una f o r m a primit iva

de compos ic ión perteneciente a los siglos xu y xin, sobre la

cual no acos tumbran a estar de acuerdo los teór icos ni

ant iguos ni modernos .

Se l lama también c o n d u c t o las partes de la Fuga que

separan las exposic iones sucesivas del mo t i vo y la res­

puesta.

F U G A : Forma de compos ic ión vocal o inst rumenta l ,

enteramente basada en el pr incipio de la imi tac ión. La Fuga

t iene un número f i jo de líneas melódicas, l lamadas voces,

pues la f o r m a era en su or igen coral . Estas voces al co­

mienzo entran por t u rno , enunc iando un f ragmen to de

melodía l lamado " s u j e t o " o " t e m a " , hasta que al f in todas

las voces can tan . La Fuga t iene su or igen en el " c a n o n " ,

que en sus pr imeras mani festaciones llevaba el t í tu lo de

fuga (siglo xiv a xvi) . La Fuga prop iamente dicha no se

empleó hasta f ines del siglo xvn.

M A D R I G A L : Forma de poesía lírica peculiar de los

poetas clásicos ital ianos (Dante, Petrarca, Bocaccio) . Su

or igen se remonta a las famosas pastorales de los t rova­

dores provenzales. Desde un pr incip io la poesía del madr i ­

gal fue acompañada de música.

M I S A : El o f ic io de la misa o celebración déla Eucaristía

en la Iglesia catól ica romana ha ejercido una enorme in­

f luencia sobre el desarrol lo de la mús ica , debido a la impor­

tancia que t iene para los fieles y a las opor tun idades que

- 176 -

Page 178: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

brinda para la par t ic ipación musical . El Propio de la Misa

permanece casi s iempre con su can to l lano t radic ional ; el

Ordinario de la Misa es invariable, cualquiera sea la época

del año l i túrgico. Los c inco pasajes f recuen temente c o m ­

puestos para coro (o para coro y solistas) y que const i ­

tuyen lo que un mús ico ent iende por la Misa de un deter­

minado autor , son los s iguientes: Kyrie, Glor ia, Sanctus

(con el Benedictus) y A g n u s Dei. Los géneros de c o m p o ­

sición establecidos son t res: can to l i túrgico o gregor iano; la

pol i fonía voca l ; y la compos ic ión a coro con acompaña­

miento de órgano o de ins t rumentos , con o sin solos de

canto . Durante más de un siglo y medio , el género de Misa

fue cu l t ivado a pro fus ión por compos i to res de todas las

nacional idades. Una vez admi t ida en la Misa la part ic ipa­

c ión de los ins t rumentos, la or ientación de este género

l i túrgico cambió bruscamente, con fud iéndose con la pro­

ducc ión art íst ica en general .

M O T E T E : En la Edad Media era uno de los géneros de

d iscanto, era a la vez el t í tu lo de una compos ic ión y de una

voz del d iscanto. La voz tenor fo rmaba la parte grave del

d iscanto, mote te la segunda, t r ip lum la tercera y quadry-

p lüm la cuar ta . La palabra mote te tenía numerosas acep­

ciones que poco a poco se han fund ido en una sola.

M o t e t e en el s igni f icado que hoy se da a esta palabra, es

una compos ic ión breve sobre palabras religiosas latinas,

que versan sobre f ragmentos o clausulas de la l i turgia

adaptadas a una fest iv idad o a una ceremonia determinada.

O R G A N U M : Desígnase con este nombre la f o r m a

más ant igua y más pr imit iva de hacer música a varias

voces. El verdadero carácter del Organum fue ignorado

hasta que H u g o Riemann, demos t ró que no era más que la

marcha s imul tánea de dos voces, alejándose del unísono

hasta la cuarta y regresando al unísono a cada inciso de la

- 177 -

Page 179: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

frase. Puede ser def in ido c o m o la f o r m a más ant igua de

con t rapun to improv isado sobre un tema de canto l lano.

P O L I F O N I A : Un ión de varias melodías completas por

sí mismas, que se jun tan en acordes. La pol i fonía de los

maestros ant iguos puso en juego t o d o s los recursos del

con t rapun to s imple, doble, a varias partes e imi tat ivo.

R E S P O N S O R I O S : Preces o versículos que se rezan o

cantan después de las secciones de mait ines y de los

capítulos de otras horas canónicas.

R O N D O : Pieza musical en la que se repite a intervalos

regulares la pr imera frase o refrán. Las demás frases se

l laman " c u p l e t s " .

S E C U E N C I A (O P r o s a ) : Poema religioso semejante a

un h imno. Las secuencias aparecieron en el siglo vm. Las

melodías procedían del ant iguo can to gregor iano y de las

largas vocal izaciones del Al le lu ia, cons t i tuyendo una espe­

cie de paráfrasis.

T R O P O : N o m b r e de un versículo que se cantaba antes

del In t ro i to en las f iestas principales de la l i turgia.

- 178 -

Page 180: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 181: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 182: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

CAPITULO V

LA M U S I C A DESDE EL INICIO DEL SIGLO X X H A S T A

NUESTROS DIAS

«Pululen las aguas inquietos seres vivientes...»

Jazz. El "Hot" no es el arte por el arte; es una nueva razón

de vivir. (Blaise Cendrars).

El surg imiento del " j a z z " , con su ampl io bagaje de

recursos técn icos to ta lmente originales, trajo aparejada

una serie de controversias relacionadas con sus aspectos

musico lóg icos estét icos, socio lógicos, e histór icos, muchos

de los cuales todav ía hoy no han sido aclarados por c o m ­

pleto, a pesar de la extensa y erudi ta bibl iograf ía que se ha

or ig inado en to rno al tema. Pero creemos que, de todos

ellos el lugar donde vio la luz públ ica cons t i tuyó , durante

un di latado lapso y hasta m u y rec ientemente, una de las

cuest iones abiertas a las más opuestas y férvidas polémicas

susci tadas en el ámb i to de la musicología a f roestadouni -

dense.

Dist intas c iudades nor teamer icanas de densa poblac ión

negra y agi tada v ida noc tu rna , con grandes barr ios consa­

grados a si t ios de diversión de la más diversa laya, habían

sido indicadas c o m o posibles lugares de or igen: Chicago,

Nueva Orleans, St . Louis, M e m p h i s , San Francisco y m u ­

chís imas otras. N o obstante , hoy se ha aceptado de mane-

- 181 -

Page 183: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

ra unánime que en Nueva Orleans abrió los ojos al m u n d o

esta original d imens ión art íst ica.

A l respecto el cr í t ico David Ewen l lego a sostener que

el " j a z z " no podía haber nacido en n inguna otra c iudad de

la Un ión , sino en Nueva Orleans. A f i r m a el an t ropó logo y

mus icógra fo Ernest Borneman que la música s incopada

cristalizó alrededor de d icha c iudad por def in idas razones

sociales y económicas. Y el doc to r Richard A . W a t e r m a n

escribió que no const i tuye un acc idente el hecho de que el

arte " H o t " haya nacido en Luisiana, zona estadounidense

que posee un pasado colonial lat ino.

Porque sabido es que entre los lat inos, que no se preo­

cupaban eñ influir cu l tura lmente sobre los esclavos, los

negros gozaron de ciertas l ibertades que les estaban veda­

das bajo los regímenes impuestos por los anglosajones, por

lo cual las t radic iones cul turales, las fo rmas de vida y las

creencias religiosas afr icanas se conservaron con mayor

in tegr idad, tan to en ese estado nor teamer icano, c o m o en

Hait i , Cuba, Brasil y Mar t in ica — e f e c t u á n d o s e una curiosa

sinéresis entre los dioses afr icanos y los santos catól icos, lo

cual permi t ió la supervivencia de la música religiosa, que

tan to grav i tó sobre la s e c u l a r — , a tal p u n t o que todavía

hoy pueden observarse caracter íst icas afr icanas que, en

d ichos países, han persist ido v igorosamente en la organiza­

c ión casi tr ibal que se advierte en comun idades apartadas.

En Cuba y Brasil, por e jemplo, a la gente de color se le

permit ía realizar ceremonias y celebraciones públ icas en

ciertos días de f iesta, durante los cuales e fec tuaban desfiles

callejeros, con cantos y música inst rumenta les, según sus

t radic iones afr icanas y sus práct icas tr ibales. Y una cos­

t u m b r e similar exist ió en Luisiana, mientras se m a n t u v o el

domin io español y f rancés, ex tendiéndose luego a la época

en que d icho estado fue vend ido a la Un ión , tal c o m o lo

- 182 -

Page 184: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

señalan diversos autores, incluso el pol ígrafo argent ino

Carlos Octav io Bunge, en su estudio sobre la sociología y

la psicología de los lat inoamericanos.

A comienzos del siglo xvm se inició la in t roducc ión de

esclavos en Luisiana. Luis X IV acordó a A n t o i n e Crozat, en

1712 los derechos exclusivos para ejercer el in fame comer­

cio en este terri torio,, que a la sazón pertenecía a Francia.

A l año siguiente se impor ta ron veinte siervos a la pequeña

colonia, en la cual vivían por en tonces ve in t iocho famil ias

francesas.

La t rata de negros cobró p ron to incremento . Apenas

trascurr idos un par de años, los negros se habían to rnado

tan numerosos y const i tu ían una fuerza de tal impor tanc ia

dent ro de la pob lac ión, que Bienvil le juzgó conveniente

someter los a una legislación especial.

A la sazón, la poblac ión de Luisiana estaba integrada

por a lgunos func ionar ios y sus famil ias, soldados, mineros,

indios, negros esclavos de procedencia " e w e " (pueblo su­

danés del oeste de A f r i ca , que habi taba en Dahomey y

parte de Nigeria), y aventureros presidiarios l legados de

Europa. La poblac ión femenina la f o r m a b a n , en su tota l i ­

dad , presas t rasportadas de las cárceles de Francia.

Eran tan pocas las mujeres blancas que entonces resi­

dían en el terr i tor io de Luisiana, que los co lonos se veían

obl igados a unirse con las esclavas. Así , pues, no tardó en

formarse allí una clase social aparte de los blancos y de los

negros, integrada por mulatos y cuarterones.

En el desarrol lo art íst ico y l i terario de la co lon ia, los

"c reó les de cou leu r " desempeñaron un papel de subida

t rascendencia, pues muchos de ellos cursaban estudios en

París y adquir ían una elevada cul tura europea. Varios

- 183 -

Page 185: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

nombres cobraron relieve mund ia l , entre ellos el violinista

Edmund Dédé, el escul tor Eugene W a r b u r g y el dramatur­

go y poeta V íc to r Sejour. Hace más de un siglo, en 1845,

publ icaron la pr imera anto logía de la poét ica af roamer icana

de que se t iene not ic ia , t i tu lada " L e s cenel les" , l ibro que, a

lo largo de doscientas qu ince páginas, presentaba el f ru to

lírico de diecisiete poetas, reunidos y p ro longados por uno

de ellos: A r m a n d Lanusse.

En el m u n d o del " j a z z " ha descol lado m u c h o s artistas

descendientes de esos "c reó les de cou leu r " : Lorenzo T io ,

A lphonse J . P icou, George y Achules Baquet , Sidney

Bechet, Edward Ory, Manuel Pérez, A r m a n d J . Pirón, Jel ly

Roll M o r t o n , Buddy St. Cyr, Peter Bocage, Joseph Robe-

chaux, Oscar Celestin, W e l l m a n Braud, S a m y Honoré

Dutray, Louis Dumaine y much ís imos ot ros.

En los di latados predios de Nueva Orleans la vida se

desarrollaba dent ro de las característ icas impuestas por un

régimen patr iarcal. Los miembros de esa comun idad feudal

estaban separados en tres clases: la famil ia del plantador,

los siervos domést icos y los esclavos que laboraban en los

campos.

Con un centenar de esclavos con taban los plant íos t íp i­

cos. Sobre los negros, el pat rón ejercía la autor idad de un

pequeño señor feudal . Sin embargo , la gente de color logró

conservar bastante la integr idad de sus t radic iones ances­

trales, de sus ri tos y de sus expresiones art íst icas, a causa

de que el t ra to que recibía era menos r iguroso que el régi­

men impuesto por los ingleses, que manejaban sus colonias

americanas con dura mano y ojo avizor.

En Luisiana, por e jemplo, se conservaron, y aún hoy

existen, tal c o m o lo .documentó el doc to r A r t h u r Ramos

hace poco, los rituales del " V o o d o o " o " V o d o u n " , según

se lo llama en el " p a t o i s " afrofrancés. Este cu l to de la

- 184 -

Page 186: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

diosa serpiente, de incuest ionable or igen dahomeyano — e n

Dahomey, " v o d ú " es una d e i d a d — , cobró hondo arraigo

en Hait i . En un pr inc ip io, se juzgó que el té rm ino provenía

de los valdeses o " v a u d o i s " , seguidores de Pierre Va ldo, de

Francia. Pero hoy se ha l legado a la def in i t iva conc lus ión

de que deriva el vocab lo " v o " , de los " e w e s " , pueblo

sudanés de A f r i ca Occidenta l .

A c o m p a ñ a d a s de danzas, cantos y e jecución de instru­

mentos , estas práct icas se realizaban en C o n g o Plains.

Pero, cuando los terrenos fue ron d iv id idos en calles, se

l levaron a cabo en una ladrillería abandonada, s i tuada en la

calle Dumaine, y, por f i n , en grandes barracas ubicadas a

orillas del lago Pontchar t ra in . En estos r i tos se advierte un

cur ioso s incret ismo religioso, observado por Price-Mars y

Dorsainvi l en Hai t i , por Fernando Ortiz en Cuba y Nina

Rodr igues, A r t h u r Ramos y Edison Carneiro en el Brasil.

Cuenta el " v o o d o o " con canciones peculiares, concebi ­

das en un jugoso " p a t o i s " , salpicado generosamente de

vocablos nacidos en el boscaje afr icano.

Los cantos del " v o o d o o " , que según se dice, atrajeron

la atención de Chopin , fueron compi lados por Lafcadio

Hearn, quien residió diez años en los Estados Unidos; por

el novelista George Wash ing ton Cable, y por el pianista y

compos i to r Louis Moreau Got tschalk , quien se inspiró en

ellos para componer algunas de sus obras.

Cuando los nor teamer icanos t o m a r o n posesión de Lui­

siana se les permi t ió a los negros danzar en cualquier si t io,

los sábados y domingos . Pero resulta que su música y sus

bailes no agradaban m u c h o a los vec inos, quienes no tar­

daron en quejarse. Entonces, el 15 de oc tubre de 1817, el

concejo munic ipa l d ic tó una ordenanza por la cual las reu­

niones de los esclavos debían efectuarse solo los d o m i n -

- 185 -

Page 187: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

gos, en sit ios abiertos y bajo la f iscal ización policial. Des­

pués de más de veinte años, durante los cuales estuvieron

en vigencia la mencionada reglamentac ión y otras similares,

las danzas permanecieron prohibidas. En 1845, los negros

volv ieron a su act iv idad coreográf ica públ ica, l levándola a

cabo los domingos , de 16 a 18,30.

Los negros asistían al baile ataviados con sus mejores

vest imentas: los trajes viejos de et iqueta de sus amos — l o

mismo que en los candombes del Río de la Plata, p in tados

con mano maestra por Pablo F i g a r i — . Las mujeres usaban

vest idos de percal de v ivos colores y pañuelos de madras

en la cabeza, los t íp icos " t i g n o n s " , pues a las negras les

estaba proh ib ido usar sombrero. . .

Hablando de las práct icas af roamer icanas en Santo

Domingo el P. Jean Baut iste Labat asevera que la danza

más popular era la " c a l e n d a " , or ig inada en la costa de

Guinea, y que no solo const i tu ía la diversión más impor tan­

te, s ino que también fo rmaba parte de los servicios re­

l igiosos.

Lafcadio Hearn, quien es tuvo varios años en Mart in ica y

le fue posible observar esta danza, la describe en una de

sus obras y nos in forma que se danzaba todos los d o m i n ­

gos al son de tamtames . Y agrega: " L o s hombres provistos

de palos y con el cuerpo desnudo hasta la c in tura , s imula­

ban c o m b a t i r " .

C o m o tantas otras danzas y canciones af roamer ica­

nas, cuya t ranscu l turac ión se ha operado a la música " c u l ­

t a " , la " c a l e n d a " ha sido glosada por compos i to res " s e ­

r ios" . Tal es el caso del inglés Frederick Del ius, quien

estuvo en la península de Florida en 1884 y cuya ópera

Koanga registra una " c a l i n d a " , en la cual util iza los r i tmos

afr icanos de esta danza.

- 186 -

Page 188: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Del proceso de t ranscul turac ión de los e lementos afr i­

canos en el med io ambiente f rancés y español de Luisiana

se desarrol ló un canc ionero de rasgos m u y singulares. Su

carácter peculiar lo d is t ingue de las expresiones creadas

por los negros de habla inglesa. En sus versos se manco­

m u n a n el h u m o r más irresistible con la más honda congo ja .

Pueden dividirse en tres grupos fundamenta les : Cantos de

danza, de amor y satír icos. Los temas más t ra tados en ellos

abarcan una ampl ia esfera y van desde el asunto amoroso

hasta la sátira pol í t ica. Su música es animada y aunque

afecta un carácter melódico, abundan en ellas la s íncopa y

la pol i r r i tmia.

El novelista George W a s h i n g t o n Cable, por su parte nos

describe la orquesta que intervenía en las ceremonias de

Congo Square, en una página por demás i lustrat iva:

" L o s tambores eran m u y largos, ahuecados, a menudo

fabr icados con una sola pieza de madera, abierta en un

ex t remo y con cuero de oveja o cabra ajustado en el o t ro .

Uno era grande y el o t ro más pequeño. . . Los tambores

eran acostados sobre el césped y los ejecutantes se m o n ­

taban sobre ellos y los percut ían localmente con los dedos,

los puños y los pies; lo hacían con lenta vehemencia en el

t ambor grandes, y fur iosa y ráp idamente en el p e q u e ñ o " .

" A veces, o t ro ejecutante sentábase en el suelo detrás

del t ambor de mayor tamaño, del lado opuesto al parche, y

golpeaba los costados del ins t rumento con dos palos. El

t ambor más ch ico era a m e n u d o const ru ido en las Indias

Occidentales, c o n un t rozo de b a m b ú cerrado por sus

nudos, y se af i rma que de él procede el or igen del nombre

de d icho ins t rumento , pues se denomina " b a m b o u l a " . . .

" U n ins t rumento impor tante era la calabaza parcialmen­

te llena de guijas o granos de maíz, co locada en el ex t remo

- 187 -

Page 189: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de un palo, la cual se sacudía v io lentamente con una mano

y se golpeaba contra la palma de la o t r a " .

" O t r o s ejecutantes tañían t r iángulos y arracaban a los

bi r imbaos son idos sorprendentemente vo luminosos. O t ro

ins t rumento lo const i tu ía la qui jada de un asno, de un

caballo o de una muía , y una llave r í tmicamente batida a lo

largo de sus dientes. A veces los tambores eran reforzados

por uno o más barriles o cubas vacíos, golpeados en la

tapa con el hueso de la canil la de una o v e j a " .

Más el g ran ins t rumento , el pr imer viol ín c o m o podría

decirse, era el banjo. Sólo contaba cuat ro cuerdas no seis:

( tenga cu idado con el d iccionar io) . . . No es el " i n s t r u m e n t o

favor i to de los negros de los estados del sur de la U n i ó n " . . . ,

s ino el que acompaña a la genuina danza afr icana, una

danza no t a n t o de las piernas y los pies c o m o de la mi tad

superior de cuerpo, algo sensual, d iaból ico, sólo to lerada

por los amos lat inoamericanos.. .

" Y luego se produ jo un largo y p ro longado gr i to de

t remendo v o l u m e n , r iqueza y resonancia, al cual n ingún

ins t rumento podía acercársele ni remotamente .

' " T o d o s los ins t rumentos guardaron si lencio, mientras

la voz se elevó y creció con poderosa energía, y, desvane­

ciéndose suavemente : " Y e a - a - a - a ! " . Después se oyó el

es tampido de los tambores salvajes, de los cuernos y ma­

t racas" .

" A t o d o esto se agrega a veces una f lauta del dios Pan,

hecha con tres cañas c o m u n e s y l lamada " q u i l l s " por los

negros de habla inglesa...

" ¡ T a l era la banda comp le ta ! T o d o s los valores de con ­

traste que la disonancia puede suminist rar , deben de haber

estado presentes, j u n t o con lo que puede haber de éxtasis

- 188 -

Page 190: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

en la repet ic ión enloquecedora, porque de ella los afr icanos

no l legan a hartarse n u n c a " .

Test imonios c o m o los glosados, que abundan en la

amplia bibl iografía del t e m a , cer t i f ican con claridad meri­

diana el hecho de que las expresiones musicales afr icanas

fueron revividas en Amér ica con toda su genuina pureza. Y

la insistencia de los dist intos autores en la faz r í tmica de la

música negra, nos da la pauta de por qué el " j a z z " posee

un r i tmo tan desarrol lado. Además , en ellas hal lamos, sin

duda, una de las tantas corr ientes melódicas que gravi taron

en la música s incopada.

En el arte " h o t " , la sinéresis de los e lementos franceses,

españoles, anglosajones y afr icanos se advierte perfecta­

mente en registros fonográ f icos c o m o "Egyp t ian fan tasy " y

" D e a r oíd S o u t h l a n d " , del saxofonis ta Sidney Bechet;

"Creó le s o n g " y "B lanche t o u q u o t o u x " , de Kid Ory, y

" T h e c r a v e " y N e w Orleáns joys, del pianista Jel ly M o r t o n ,

art istas estos de ascedencia " c r e ó l e " .

El t íp ico e jemplo de esa inf luencia, así c o m o de la

t raumat izac ión que en manos de los ejecutantes negros

sufre la música que no les pertenece, lo hal lamos en el

f ragmento t i tu lado La Marseil laise, vieja cuadri l la f rancesa

que se interpretaba en los " q u a d r o o n ba l ls " , convert ida

pr imero en un " r a g " por el veterano mús ico b lanco de

Nueva Orleáns, Jack " P a p a " Laine, con el nombre de

Praline; luego t rans formada en " n u m b e r t w o r a g " , e manos

del ma logrado cornet ista " P a p a " M u t t Carey; después Jel ly

Roll M o r t o n la t rocó en un " s t o m p " , con el t i tu lado de

" G e t o u t of here and go h o m e " , in t roduc iéndole su célebre

" S p a n í s h bass " , así c o m o otros de los conoc idos " t r i c k s " ,

y, por f in , adoptada por la "Or ig ina l Dixieland Jazz B a n d "

c o m o una de las páginas prefer idas, se t rans fo rmó en

"T ige r r a g " , la famosa obra que f u e lanzada a las cuat ro

- 189 -

Page 191: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

esquinas del m u n d o con la f i rma del d i rector de la ci tada

agrupac ión, el cornet ista Nick La Rocca.

La esencia de varias cul turas ha dest i lado el " j a z z " ,

fus ionándolas en una mezcla or ig inal , cuyos d is t in tos c o m ­

ponentes hoy es posible rastrear con bastante c lar idad, a

pesar de la cohes ión y la homogene idad que, t ras un pro­

ceso evolu t ivo que abarca un di latado lapso, acusan en la

actual idad sus expresiones.

C o m o acer tadamente ha d icho el fo lk lor ista A l a n

Lomax, el " j a z z " en un " g u m b o " musical . Y no se equivo­

ca, pues, realmente, const i tuye el representante t íp ico de

crisol de razas, del " m e l t i n g p o t " , que son los Estados

Unidos. Porque, en la hora presente, está ampl iamente

demost rado el hecho de que en el seno de la música

s incopada con f luyen las corr ientes melódicas, armónicas,

r í tmicas y t ímbr icas de las diversas ramas que integran el

r ico canc ionero secular y l i túrgico de los negros estadouni -

ses, así c o m o otras que menc ionaremos en seguida, en fo­

cadas a la luz de las t radic iones art íst icas afr icanas. Recor­

demos que Wi l l i am C. Handy ha d icho: "E l " r a g " no es

más que una versión profana secular de los viejos " n e g r o

sp i r i tua ls" , sólo que sazonada, c o d i m e n t a d a " .

Es necesario citar, entre las vetas musicales que mayor

gravi tación ejercieron en la fo rmac ión en el desarrol lo del

" j a z z " , las s iguientes:

a) La música vocal e inst rumenta l del A f r i ca Occidenta l .

b) Las canciones afroamericanas seculares: cantos de

t rabajo, canciones criollas de Luisiana, baladas, cantos de

danzas, " h o l l e r s " , canciones infanti les, " b l u e s " , etcétera.

c) Cánt icos religiosos af roestadounidenses: " s h o u t " ,

sermones, " n e g r o spi r i tua ls" , cantos fúnebres, h imnos litúr­

gicos de los b lancos, etcétera.

- 190 -

Page 192: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

d) Cantos relacionados con los cu l tos del " v o o d o o " .

e) Mús ica de las bandas de Nueva Orleans.

f ) Cantos menestrales, " r a g t i m e s " , " c o o n s o n g s " , etcé­

tera.

g) Mús ica fo lk lór ica de las Indias Occidentales.

h) Mús ica popular de or igen ext ran jero: cuadri l las, c o n ­

t radanzas, canc iones f rancesas, españolas, i tal ianas, ingle­

sas, ir landesas, etcétera.

Por cons igu iente , podemos af i rmar, sin t emor a incurr ir

en equivocac iones, que el arte " h o t " no es s ino un resu­

m e n , una cristal ización y una cu lminac ión de las diversas

facetas del can to fo lk lór ico af roestadounidense, a las

cuales se suman los ampl ios recursos que brinda el empleo

de ins t rumentos r í tmicos y melódicos, desde luego m u c h o

más ampl ios que los que permite la voz humana.

En cuanto al instante en que la música nueva abrió los

ojos al m u n d o , a través de reducidos con jun tos ins t rumen­

tales fo rmados por media docena de ejecutantes negros

que se ent regaban a la creación musical espontánea, im­

provisando variaciones " h o t " sobre temas tradicionales del

cancionero afroestadounidense, muchas son las teorías

capr ichosas que aún hoy circulan, a pesar de la amplia

bibl iografía que en to rno del " j a z z " se ha or ig inado en los

ú l t imos t iempos. Todavía existen quienes suponen que la

música s incopada nació durante la primera cont ienda m u n ­

dial o la juzgan hija del torbel l ino de la posguerra anterior.

Este hecho, que retrasó no poco la autént ica valoración

del género en toda su enorme d imensión art íst ica, l levó, asi­

m i s m o , a much ís imos errores de apreciación. Del desconoci ­

miento de la evoluc ión sufr ida por las fo rmas primarías de

- 191 -

Page 193: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

canto de matr iz a f ronor teamer icana (las canciones de labor,

entre otras) pr imera expresión musical del hombre de tez

morena en A m é r i c a , antecesora de los cantos l i túrgicos y

piedra angular de toda una t rad ic ión melódica y poét ica de

incuest ionable enjundia, surgieron estos falsos conceptos .

No cabe la menor duda de que el estado espiritual que

vivió el m u n d o en la posguerra anter ior con t r ibuyó a la

aceptación y al éx i to de la música " h o t " ante el públ ico de

las grades urbes de los Estados Unidos y de t o d o el orbe.

Pero no se relaciona de manera directa con el nac imiento

del " j a z z " , el cual se produ jo con bastante antelación a la

cont ienda mundia l número uno. El proceso de madurac ión

que tuvo su s imiente en el canc ionero t radic ional afro-

nor teamer icano y f loreció en el " j a z z " , no se llevó a

cabo con prec ip i tac ión, ni se operó ayer, sino que sus

orígenes nos llevan m u y lejos en el t i empo , toda vez que

sus raíces se ext ienden hasta el siglo anterior. Y, si se

ahonda un poco más en el análisis, se l lega, sin esfuerzo, a

sus fuen tes úl t imas: la música vocal y percusiva del A f r ica

Occidenta l , área geográf ica y cul tural de donde los negros

fueron l levados, en gran mayor ía a los Estados Unidos, ya

sea d i rectamente a puertos nor teamer icanos c o m o Nueva

Orleáns, Char leston, Savannah y o t ros , o a t ravés de las

Indias Occidentales.

Imposible resulta, por lo tan to , señalar con exact i tud tal

o cual fecha y aseverar que las expresiones musicales

af roestadounidenses anter iores a ellas no eran " j a z z " . Por­

que su germen se ha venido desarrol lando tras un pausado

y comple jo proceso madurat ivo , a través de otras ramas de

la música fo lk lór ica del hombre de color, especialmente los

" b l u e s " , a tal p u n t o que no es arbitrar io sostener que el

instante en que estos cantos pasaron del domin io vocal al

c a m p o ins t rumenta l , el arte s incopado v io la luz públ ica.

- 192 -

Page 194: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Harto dif íci l es la cuest ión de f i jar fechas. Pero esta t ran­

sición debe de haberse operado entre 1880 y 1890, y tal vez

antes.

El " j a z z " es quizá una de las pr imera mani festaciones

de una cul tura regional, que ha alcanzado v ibrac ión univer­

sal y se ha impuesto en el gus to de t o d o s los públ icos, no

c o m o una s imple música de baile, sino c o m o una expre­

sión art íst ica conver t ida hoy en serio t ema de especulación

estét ica; prueba irrefutable de su fuerza espir i tual , de su

rica or iginal idad y de los valores de largo alcance que lo

adornan. Es incuest ionable que el negro, al crear el " j a z z " ,

no sólo br indó música a su país, los Estados Un idos y a

Amér ica , sino también al m u n d o entero.

El "Cante Jondo"(Factores históricos)

En la historia española hay tres hechos, de m u y dist inta

t rascendencia para la vida general de nuestra cu l tura , pero

de manif iesta relevancia en la historia musical , que debe­

mos hacer notar; son ellos:

a) La adopc ión por Ja Iglesia española del can to bizan­

t ino; b) la invasión árabe y c) la inmigración y estableci­

miento en España de numerosas bandas de gi tanos.

El gran maestro Felipe Pedrell, en su admirable Cancio­

nero Musical Español, escribe: " e l hecho de persistir en

España en varios cantos populares el or iental ismo musical ,

t iene hondas raíces en nuestra nación por inf luencia de la

civi l ización bizantina ant iquís ima, que se t radu jo en las fór­

mulas propias de los r i tmos usados en la Iglesia de España

desde la convers ión de nuestro país al cr ist ianismo hasta el

siglo xi , época en que fue in t roducida la l i turgia romana

propiamente d i c h a " .

- 193 -

Page 195: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Y a ello querr íamos añadir nosot ros que en uno de los

cantos andaluces, en el que hoy, a nuestro ju ic io, se man­

t iene más vivaz el viejo espír i tu, en la " s i g u i r i y a " , hal lamos

los siguientes e lementos del c a m p o l i túrgico bizant ino: los

modos tonales de los sistemas pr imi t ivos (que no hay que

confund i r con los m o d o s que ahora l lamamos griegos) el

enarmon ismo inherente a los m o d o s pr imigénicos, y, por

ú l t imo, la ausencia de r i tmo mét r ico en la línea melódica y

la riqueza de inf lexiones modulares en ésta. Tales propie­

dades va loran, as imismo, el can to moro andaluz, cuyo or i­

gen es m u y poster ior a la adopc ión de la música l i túrgica

bizantina por la Iglesia española, lo que hace af i rmar a

Pedrell que " n u e s t r a música no debe nada esencial a los

árabes ni a los moros , quienes quizá no hicieran más que

reformar a lgunos rasgos ornamenta les comunes al sistema

oriental y al persa, de donde proviene el suyo árabe. Los

moros por consiguiente, fue ron los in f lu idos" .

Queremos suponer que el maest ro, al hacer tal a f i rma­

c ión, se ha quer ido referir so lamente a la música puramen­

te melódica de los moros andaluces, porque, ¿cómo dudar

de que en otras fo rmas de esa música, especialmente en la

danza, existen e lementos, t a n t o r í tmicos c o m o melódicos,

cuya procedencia buscar íamos en vano en el pr imi t ivo can­

t o l i túrgico español?

Lo que no deja lugar a dudas es que la música que aún

se conoce en Marruecos, Arge l y Túnez con el nombre de

" m ú s i c a andaluza de los moros de G r a n a d a " , no sólo

guarda un peculiar carácter que las d is t ingue de otras de

or igen árabe, sino que en sus fo rmas r í tmicas de danza

reconocemos fác i lmente el or igen de muchas de nuestras

andaluzas: sevil lanas, zapateados, seguidi l las, etc.

Pero, a más del e lemento l i túrgico bizant ino y del ele­

mento árabe, hay en el can to de la "segu i r i l l a " fo rmas y

- 194 -

Page 196: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

caracteres independientes, en cierto m o d o , de los pr imit i ­

vos cantos sagrados crist ianos y de la música de los moros

de Granada. ¿De dónde provienen? Probablemente de las

t r ibus gi tanas que en el siglo xv se establecen en España,

vienen a Granada, donde v iven por lo c o m ú n a ex t ramuros

de la c iudad, se acercan espir i tualmente al pueblo, dando

or igen a que se les designe con un nombre que delata

c ó m o se los incorpora a la v ida civi l , "caste l lanos n u e v o s " ,

y así quedan di ferenciados de aquel los o t ros de su raza en

quienes perdura el espíri tu nómada y son l lamados " g i t a ­

nos b rav ios" .

Y estas t r ibus venidas — s e g ú n la hipótesis h i s t ó r i c a —

del Oriente son las que dan al cante andaluz la nueva

modal idad en que consiste el cante j o n d o ; es éste el resul­

tado de los fac tores señalados; no es la obra exclusiva de

n inguno de los pueblos que co laboran a su f o r m a c i ó n ; es el

f o n d o pr imigénico andaluz el que f u n d e y f o r m a una nueva

modal idad musical con las apor tac iones que ha recibido.

Mas el valor de lo antes d icho se establecerá si anali­

zamos los rasgos musicales que d is t inguen al cante jondo.

Se da el nombre de cante j o n d o a un g rupo de cancio­

nes andaluzas cuyo t ipo genuino creemos reconocer en la

l lamada "segu i r iya g i t a n a " , de la que proceden otras, aún

conservadas por el pueblo y que, c o m o los polos, mart ine­

tes y soleares, guardan altísimas cual idades que las hacen

dist inguir den t ro del gran g rupo f o r m a d o por los cantos

que el vu lgo l lama f lamencos.

Esta úl t ima denominac ión , sin embargo , sólo debiera en

rigor aplicarse al g rupo moderno que integran las canciones

l lamadas malagueñas, granadinas, rondeñas, ( t ronco ésta

de las pr imeras), sevillanas, peteneras, etc. , las cuales no

- 195 -

Page 197: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

pueden considerarse más que c o m o consecuencia de las

antes citadas.

Admi t ida la "s igu i r iya g i t a n a " c o m o canción t ipo del

g rupo de las de cante jondo, y antes de subrayar su valor

desde un pun to de vista puramente musical , declaramos

que este can to andaluz es acaso el ún ico europeo que

conserva en toda su pureza, tan to por su estructura c o m o

por su esti lo, las más altas cual idades inherentes al can to

pr imi t ivo de los pueblos orientales.

Los e lementos esenciales del cante j o n d o presentan las

siguiente analogías con a lgunos cantos de la India y o t ros

pueblos de Or iente:

Primero: "E l enarmon ismo c o m o medio m o d u l a n t e " .

Nosotros l lamamos modulac ión al s imple paso de una tona­

lidad a ot ra que le es semejante y que ocupa un plano

dist into, con la excepc ión del camb io de m o d o (mayor o

menor) , única d ist inc ión establecida por la música europea,

durante el per íodo t ranscurr ido desde el siglo xvn hasta el

ú l t imo tercio del siglo xix. Pero los s istemas indios pr imi t i ­

vos y sus der ivados no consideran invariables los lugares

que ocupan en las series melódicas los intervalos más

pequeños, sino que la p roducc ión de estos intervalos obe­

dece en ellos a elevaciones o depresiones de la voz, or ig i ­

nadas por las expresión de la palabra cantada. De ahí que

los modos pr imi t ivos de la India fueran tan numerosos, ya

que cada uno de los teór icamente determinados engendran

nuevas series melódicas por medio de la libre al teración de

cuat ro de sus siete sonidos.

Añádase a esto la práct ica f recuente — t a n t o en aque­

llos cantos c o m o en el n u e s t r o — del " p o r t a m e n t o " vocal ,

o sea el m o d o de conduc i r la voz p roduc iendo los inf ini tos

matices del son ido existentes entre dos notas con juntas o

disjuntas.

- 196 -

Page 198: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Así pues, la apl icación real que se hace del vocab lo

" m o d u l a r " , es m u c h o más exacta en el caso que estudia­

mos que en aquel o t ro a que se refieren los t ratados de

técnica musical europea.

Resumiendo lo d icho, podemos af irmar, pr imero que en

el cante j o n d o , de igual suerte que en los cantos pr imi t ivos

de Oriente, la gama musical es consecuencia directa de la

que podr íamos l lamar gama oral. A l g u n o s llegan a suponer

que palabra y canto fue ron en su or igen una misma cosa; y

Louis Luca, en su " A c o u s t i q u e nouve l le " , al t ratar de las

excelencias del género enarmón ico , dice " q u e es el pr imero

que aparece en el o rden natural por imi tac ión del canto de

las aves, del gr i to de los animales y de los inf in i tos ruidos

de la ma te r i a " .

Segundo : Reconocemos c o m o peculiar del cante j o n d o

el empleo de un ámb i to melódico que rara vez traspasa los

l ímites de una sexta.

Tercero: El uso reiterado y hasta obsesionado de una

misma nota, f recuen temente acompañada de apoyatura

superior o inferior. — E s t e proced imiento es propio de cier­

tas fó rmulas de encantamien to y hasta de aquel los reci ta­

dos que pud iéramos llamar prehistór icos y que hacen

suponer a a lgunos, c o m o ya hemos indicado, que el can to

es anterior a las demás fo rmas de lenguaje.

Cuarto: A u n q u e la melodía g i tana es rica en giros or­

namentales, éstos, lo m i s m o que en los cantos pr imi t ivos

or ientales, sólo se emplean en determinados m o m e n t o s

c o m o expansiones o arrebatos suger idos por la fuerza e m o ­

t iva del t e x t o . — Hay que considerar los, por lo t an to , más

c o m o ampl ias inf lexiones vocales que c o m o giros o rnamen­

tales, si bien t o m a n este ú l t imo aspecto al ser t raduc idos

por los intervalos geomét r icos de la escala temperada.

- 197 -

Page 199: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Quinto : Las voces y gr i tos con que nuestro pueblo

anima y excita a los " c a n t a o r e s " y " t o c a o r e s " t ienen t a m ­

bién or igen en la cos tumbre que aún se observa para casos

análogos en las razas de or igen or iental .

Que nadie piense, sin embargo , que la " s i g u i r i y a " y sus

der ivados sean s implemente cantos t rasplantados de Orien­

te a Occidente. Se t ra ta , cuando más, de un injerto, o

mejor d icho , de una coinc idencia de or ígenes que cierta­

mente no se ha revelado en un solo y determinado m o ­

mento , s ino que obedece, c o m o ya di j imos, a la acumula­

ción de los hechos histór icos seculares desarrol lados en

nuestra península. Y ésta es la razón por la cual el can to

peculiar de Anda luc ía , aunque por sus e lementos esencia­

les coincide con el de pueblos tan apar tados geográf ica­

mente del nuestro, acusa un carácter ín t imo, tan propio,

tan nacional , que lo hace inconfund ib le .

Influencia de estos cantos en la música moderna europea

La excelencia de la música natural andaluza queda reve­

lada por el hecho de ser la única uti l izada por los compos i ­

tores extranjeros de manera con t inua y abundante , pues si

bien los cantos y danzas de otras naciones han sido igual­

mente uti l izados en la música universal, ese empleo se ve

casi s iempre reducido a la s imple apl icación de los r i tmos

que los caracter izan.

Es cierto que muchas de estas fo rmas r í tmicas han

or ig inado obras de elevadisimo valor art íst ico, c o m o igual­

mente ocurre con a lgunas viejas danzas europeas (giga,

zarabanda, gavota, minué. . . ) , pero sobre ser reducido su

número , cada nación ais ladamente sólo está a lo sumo

representada por un par de ejemplares de esos valores

- 198 -

Page 200: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

puramente r í tmicos, con exclusión en la mayor ía de los

casos del resto de sus e lementos const i tu t ivos.

Nuestra música natural , en cambio , no sólo ha sido

germen de inspiración en m u c h o s de los más ilustres c o m ­

positores modernos extranjeros, sino que les ha servido para

enriquecer sus medios musicales de expresión, ya que por

ellos les fue ron revelados ciertos alt ísimos valores musica­

les, s is temát icamente preter idos por los compos i to res del

per íodo l lamado clásico. Y ésta es la razón por la que no se

l imitaron los autores que datan de mediados del pasado

siglo a t o m a r de nuestra música un solo e lemento deter­

minado, sino todos , abso lu tamente t o d o s los que la for ­

man, s iempre que fuesen adaptables a la escala temperada

y a la notac ión usual.

Este inf lu jo a que nos refer imos es el ejercido di recta­

mente por el cante popular andaluz, cuyo t ronco está re­

presentado por el l lamado cante j ondo . He aquí a lgunos

hechos que con f i rman nuestra tesis.

En el ya c i tado Cancionero Musical Español dice su

eminente autor don Felipe Pedrell, ref ir iéndose a Miguel

Ivanovích Glinka y a su larga estancia en España:

" . . .Después permanece dos años en Madr id , Granada

y Sevil la. ¿Qué busca allí, deambu lando sol i tario por el

barrio de Lavapiés o por la calle de las Sierpes? Lo m ismo

que busca en El A lbaic ín de Granada siguiendo extasiado los

tañidos que arranca de la gui tarra Francisco Rodríguez

Murc iano , f a m o s o gui tarr ista, art ista popular independiente,

de imaginación musical tan llena de f u e g o c o m o de vena

inagotable, s iempre viva y fresca. Glinka le asediaba y

s impat izaron p ron to . U n o de los encantos del gran c o m ­

posi tor ruso era estarse horas enteras oyendo a Rodríguez

Murc iano improvisar var iantes a los acompañamien tos de

rondeñas, fandangos , jo tas aragonesas, etc. , que anotaba

- 199 -

Page 201: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

con cuidadosa persistencia, e m p e ñ a d o en t raducir los al

p iano o a la orquesta.

" L o s empeños de Glinka resul taban imposibles; sojuz­

gado, magnet izado se volvía hacia su compañero , oyendo

lo que arrancaba de sus cuerdas: una lluvia de r i tmos, de

modal idades, de f loreos rebeldes y reñidos a toda grá f ica . . . "

Dichas anotac iones y estudios determinaron la creación

de ciertos procedimientos orquestales que se encuent ran en

" S o u v e n i r d 'une nui t d 'été a M a d r i d " y "Capr ice bri l lant sur

la j o ta a ragonesa" , obras escri tas por Glinka durante su

permanencia en España.

Pero esto, con ser m u c h o , no bastaría para demost rar

toda la impor tanc ia de la indicada inf luencia sobre la mayo­

ría de los compos i to res rusos que f o r m a r o n el g rupo l lamado

de los " c i n c o " . Otros aspectos de nuestra música y espe­

c ia lmente de la vieja música andaluza, habían de despertar

el interés de Glinka durante los dos años que pasó en

España.

Las canciones del cante j o n d o , por ser las más cul t iva­

das en aquella época (1849), f ue ron las que tan gran in­

f luencia habían de ejercer sobre los compos i to res rusos a

que antes nos refer imos. Dada la af in idad existente entre

el g r u p o c i tado de nuestro canc ionero y o t ro no menos im­

por tante del ruso la comprens ión y asimi lación de nues­

t ros cantos por aquel los compos i to res debió de efectuarse

del m o d o más natural y espontáneo. Un v ivo interés se

desper tó en ellos por sus encantos y r i tmos tan estrecha­

mente emparentados con los nuestros y a ese interés unie­

ron el propós i to de incorporar los a la música art íst ica, mez­

c lando los e lementos caracter íst icos de unos y o t ros cantos

y r i tmos, y f o r m a n d o ese esti lo inconfund ib le que repre­

senta uno de los más altos valores de la música rusa de

f ines del pasado siglo.

- 200 -

Page 202: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

¿Quién que conozca la obra de Rimsky-Korsakov, Boro-

din y Balakirev — p o r no citar s ino a lgunos entre los más

preclaros de aquel p e r í o d o — podrá dudar de cuan to aca­

bamos de decir?.

N o fue sólo Rusia la inf luida por la música de nuestro

pueblo: otra gran nación siguió su e jemplo, y esa nación

fue Francia, personi f icada por Claude Debussy; pues aun-

aunque o t ros compos i to res f ranceses le habían precedido

en ese camino , sus intenciones se redujeron a hacer música

" a la españo la " y el m ismo Bizet en su admirable Carmen

no parece haberse propuesto ot ra cosa.

A Claude Debussy, no podía satisfacer semejante pro­

cedimiento; por eso, su música no está hecha " a la espa­

ñ o l a " , s ino " e n españo l " , o mejor d icho , " e n anda luz" ,

puesto que el cante j o n d o es, en su f o r m a más autént ica,

el que ha dado or igen, no sólo a las obras vo luntar iamente

escritas por él con carácter español , s ino también a deter­

minados valores musicales que pueden apreciarse en otras

obras suyas que no fue ron compues tas con aquella in ten­

c ión. Nos refer imos a su f recuente empleo de ciertos

modos , cadencias, enlaces de acordes, r i tmos y aún giros

melódicos que revelan evidente parentesco con nuestra

música natural .

El caso de Debussy con relación a nuestra música no

representa un hecho aislado dent ro de la moderna produc­

ción f rancesa; o t ros composi tores y especialmente Maur ice

Ravel, se han servido en sus obras de no pocos e lementos

esenciales de la lírica popular andaluza.

La parte de su obra en que, bien de un m o d o expreso,

ya de manera inconsciente, se revela el id ioma musical

andaluz, prueba de un m o d o inequívoco hasta que pun to

Ravel se ha asimi lado la más pura esencia de este id ioma.

- 201 -

Page 203: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Parte ¡ rhportant ís ima cor responde a la gui tarra española

en las inf luencias o sugest iones que ven imos t ra tando.

El empleo popular de la gui tarra presenta dos valores

musicales bien determinados: el r í tmico exter ior o inme­

d ia tamente percept ible, y el valor puramente tona l -armó-

nico.

El toque jondo no t iene rival en Europa. Los e fectos

armónicos que inconsc ientemente p roducen nuestros gui ­

tarristas, representan una de las maravil las del arte natural .

Es más: creemos que nuestros inst rument is tas del siglo xv

fueron probablemente los pr imeros que acompañaron

armón icamente (con acordes) la melodía vocal o instru­

mental . Y conste que no nos refer imos a la música mora-

andaluza, sino a la castel lana, puesto que no hay que

con fund i r la guitarra morisca con la gui tarra lat ina. A las

dos se refieren nuestros autores de los siglos xv y xv i , y

lo que nos dicen prueba el d is t in to empleo musical de cada

ins t rumento .

De J u a n Ruiz:

Al l í sale gr i tando la gui tarra morisca

de las voces aguda , de los pun tos arisca,

el co rpudo laúd, que t iene p u n t o a la Tr isca,

la guitarra latina con esto se aprisca.

De Pérez de Hi ta :

Tenía buena voz; tañía a la morisca y a la castel lana.

El maestro Pedrell, en su "Organogra f ía musical ant igua

españo la " , af i rma que la gui tarra morisca se usa aún en

Argel ia y en Marruecos con el nombre de kitra (¿kitara-gui-

tarra?) y que la tañen pun teando las cuerdas. En cambio , el

pr imi t ivo tañ ido de la gui tarra castel lana fue el rasgueado

c o m o aún hoy lo sigue siendo f recuen temente en el pue-

- 202 -

Page 204: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

blo. De ahí que el uso del ins t rumento mor isco fuese y aún

sea melód ico (como en nuestros actuales laúd y bandurr ia) ,

y a rmón ico el del español- lat ino, puesto que rasgueando

las cuerdas sólo acordes pueden produci rse.

Por ú l t imo, no hay que olvidar que es cond ic ión esen­

cial del cante andaluz puro , evitar toda imi tac ión del esti lo

que podr íamos l lamar teatral o de conc ier to , pues siempre

debe tener presente el intérprete, de que es un " c a n t a o r " ,

ho un cantante

*•*

Hemos in t roduc ido los esti los musicales del Jazz y del

Cante J o n d o al pr incipio del inquieto siglo xx, porque aun

siendo anter iores a d icho siglo, es precisamente en el xx

cuando compos i to res l lamados clásicos ( todo lo clásicos

que pueden ser S t raw insky o Falla) valorizan este t ipo de

música y la lanzan hacia la popular idad.

S t raw insky y antes Debussy, ut i l izando r i tmos de jazz

en varias de sus obras; y Falla, porque además de inspi­

rarse en el cante j o n d o para c o m p o n e r la mayor parte de

las suyas, organizó, j un to al poeta García Lorca, en Gra­

nada el Primer Concurso de Cante J o n d o , que pervive aún

hoy en día.

Nos ha parecido una f o r m a adecuada de comenzar el

capí tu lo V , que lleva por t í tu lo :

pululen las aguas inquietas seres vivientes.. .

- 203 -

Page 205: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Panorama fin de siglo

Finalizando el per íodo bri l lante de la época románt ica la

música estaba l legando a un callejón sin salida. La expresi­

v idad, base fundamenta l de este est i lo musical , había l lega­

do a las máx imas posibi l idades y las obras que se producen

a f inales del siglo xix son decadentes, faltas de or ig ina­

l idad y una exagerada sensibi l idad las convier te en produc­

ciones last imeras y melancól icas sin verdadera categoría

art íst ica.

Los compos i to res sent ían necesidad de renovar la m ú ­

sica, llevarla por caminos nuevos, pero no sabían cual

elegir, ni qué or ientación llevar. Unos se refugiaban ot ra

vez en los or ígenes de la música, in ten tando un neoclasi­

c ismo al t ivo y grave. Ot ros no quer ían más guía que su

inst into y admiraban por igual a los rusos, tan despreocu­

pados por la f o r m a , c o m o a Chopin y Liszt, creadores de

una técnica pianíst ica nueva. Estos problemas de nueva

or ientación para el arte musical , se presentaban también

para las otras artes y en muchas ocasiones las soluciones

que se t o m a r o n fue ron paralelas entre músicos y pintores.

Expresionismo

El Brockhaus Lexicón a lemán, ed i tado en 1926 dice: El

Expresionismo es la d i rección que t o m a el arte con tempo­

ráneo, al t ratar de expresar la experiencia in terna, en lugar

de las experiencias del m u n d o exterior.. . . Está siempre in­

f lu ido por los materiales del arte (color, l ínea, superf icies,

sonidos, r i tmos,) y trabaja sobre ellos desper tando sent i ­

mientos o aumentando los ya existentes.

A juzgar por sus f ru tos , el expresionismo musical viene

a ser una fase avanzada del romant ic ismo musical ; se po-

- 204 -

Page 206: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

dría def inir c o m o música " u l t r a e m o c i o n a l " . Ten iendo en

cuenta t o d o lo expuesto los composi tores que t o m a n d o un

pun to de part ida desde el romant ic ismo, siguieran unidos

por un hi lo invisible expresionista, podr ían ser: Liszt y Ber-

lioz que al crear la música de programa, s i túan d icho p u n t o

de part ida. Wagner , que a pesar de c o m p o n e r solamente

opera, es decir música para la escena, c o m p o n e dando

tanta impor tanc ia a la orquestac ión, que sus obras pueden

considerarse instrumentales más que vocales. Y s iguiendo

las novedades de W a g n e r e inf luidos por él, debemos situar

a los compos i to res vieneses Bruckner, Mahler , Ricardo

Strauss e incluso a Schonberg , el cual encabezará más

tarde el mov im ien to dodecafón ico.

Impresionismo

C o m o es sabido, con la palabra Impresionismo, antes

que nada se definía un mov im ien to p ic tór ico. En París,

alrededor de 1874 un g rupo de pintores de vanguardia

v iendo sus obras rechazadas por los organizadores del

Salón t radic ional , hicieron una exposic ión pr ivada que lla­

maron de " l o s rechazados" . Entre o t ros m u c h o s cuadros

presentados por el g rupo, f iguraba uno de M o n e t , l lamado

" A m a n e c e r . Impres ión" . U n cr í t ico, j ugando con el nombre

de la obra, aludía a la impresión recibida ( impresión desa­

gradable) en dicha expos ic ión, d e n o m i n a n d o por ello a los

autores en con jun to " impres ion is tas " . De m o m e n t o el n o m ­

bre o fend ió y desagradó a los pintores, pero más adelante,

no encon t rando o t ro que pudiese definir les mejor, aca­

baron por aceptar lo. Bajo este nombre se conoce la obra

realizada por los pintores Mane t M o n e t , Degas Renoír,

Pisarro, Sisley, etc. etc. Paralelo al de la p in tura existe un

mov im ien to de renovación de la poesía f rancesa, capita­

neado por Verlaine y Mal larmé, l lamado s imbol ismo. El

- 205 -

Page 207: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

impres ion ismo en música aparece algo más tarde, pero

incorpora ya inmed ia tamente , p roced imientos usados en la

p intura y en la poesia de d icho esti lo.

Tendencias musicales del siglo xx

En el siglo xx existen mús icos que ya no son románt i ­

cos, pero que t a m p o c o son impresionistas; las tendencias

estil ísticas son múlt ip les y aunque entre los músicos no

existe la con fus ión , pues cada uno de ellos, sin duda sabe

m u v bien lo que quiere y en general se agrupan por ideas

af ines, esta claridad no aparece igual desde el pun to de

v ista del a f ic ionado que se asoma al comple jo m u n d o m u ­

sical de pr incipios del siglo xx.

Por otra parte esta var iedad y mul t ip l ic idad de esti los es

c o m ú n a las otras artes y así en p in tura , se está habi tuando

a conocer las variadas corr ientes que han aparecido bajo

los nombres de: Impresionismo, Expresionismo, Punt i l l ismo,

S imbol ismo, Fauvismo, Cub ismo, Futur ismo, A r t e abstrac­

t o . Dadaísmo, Surreal ismo y aún a lgunos más. También ha

sido corr iente observar que los creadores del cub ismo no

han ten ido inconveniente en pertenecer a las corr ientes

abstractas y el t rasiego de art istas de un esti lo p ic tór ico de

vanguardia a o t ro , ha sido f recuente.

Lo mismo sucede en los esti los musicales de pr incipios

de este siglo, pero la di ferencia entre el arte musical y el

p ic tór ico ha sido que, en p in tura , a pesar de no haber sido

bien comprend idos s iempre, sus ensayos han l legado al

gran públ ico, en cambio en música una vez más, d ichos

ensayos han permanecido dent ro del pequeño m u n d o de

los af ic ionados, composi tores y s impat izantes. Los c o m p o ­

sitores más destacados de pr incipios del siglo xx son :

Debussy, Ravel, S t rawinsky, Bela Bartok y Schónberg ; ca-

- 206 -

Page 208: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

da uno de ellos corresponde a esti los musicales di ferentes.

Debussy, impresionista, Ravel impresionista-neoclásico,

S t rawinsky nacional ista-neoclásico y Bela Bartok, naciona­

lista. Schonberg es el creador del Dodeca fon ismo y le

siguen entre ot ros, sus a lumnos W e b e r n y Berg.

Dodecafonismo

Técnica de la armonía y de la compos ic ión , conoc ida

c o m o " d e los doce son idos " . Procede d i rec tamente del

período atonal organizado (1923-1924) en el que A r n o l d

Schonberg busca y logra obtener una conduc ta formal que

sirva de con tenc ión a la exuberancia y al desbordamiento

de armonías de d icho per íodo. La base del dodeca fon ismo

consiste en una nueva organización de las 12 notas de la

escala c romát ica ; proviene de un proceso der ivado también

del a tonal ismo, c o m o es el p lanteo apríor íst ico de un ele­

men to generador dispuesto con cri terio select ivo.En el a to­

nal ismo, ese " a p r io r i " se mani festaba, por lo general , en

un pr incipio a rmón ico , según puede verse ya en las obras

de Schonberg Drei Kavierstucke op. 11 y aún en la

Kammersymphon ie , op. 9; en el dodeca fon ismo el " a prio­

r i " es de carácter melódico y consiste en una serie de doce

sonidos di ferentes y s i tuados en un orden escogido por el

compos i to r , ten iendo para ello en cuenta los intervalos que

de ellos se der ivan y que a su vez generan las armonías

consiguientes.

En la sucesión de los grados de una serie generadora

— s u c e s i ó n que debe mantenerse e s t r i c t a m e n t e — debe evi­

tarse, en lo posible, el orden consonante , por cuanto el

or igen de la serie es atonal y no está por lo tan to sujeto a

determinados grados, acordes o zonas de polar idad que

f o r m a n la realidad básica del o rden tona l . Esta serie dode-

cafónica o f rece c o m o pr imer recurso cuatro disposiciones

- 207 -

Page 209: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

elementales: la or iginal , en orden di recto y ret rógrado, y la

inversión de la original a su vez en orden di recto y retró­

grado; t ranspor tados a los restantes once grados de la

escala c romát ica , aparecen en to ta l cuarenta y cuatro

combinac iones básicas en el orden melódico. En el orden

armónico , esta serie ofrece alternativas m u c h o más intere­

santes: d isponiéndolas a dos voces, nos da seis comb ina­

ciones; cuat ro a tres voces; tres a cuat ro voces; dos a seis;

y por ú l t imo nos da el acorde integral de doce grados, o

sea la serie generadora en posic ión vert ical . Si a estos

dieciseis acordes los invert imos tantas veces c o m o su can­

t idad de grados lo permita, ob tenemos un to ta l de sesenta

acordes, que t ranspor tados a los restantes once grados de

la escala cromát ica dan seiscientos sesenta acordes: tal es

el p roduc to a rmón ico elemental de una serie de doce sonidos.

Estas son en resumen, las característ icas de la or todoxia

dodecafón ica , que se desarrolla en el p lano melód ico por el

camino de la "var iac ión al i n f i n i t o " : y esta var iación aten­

d iendo a problemas de f o r m a y de est ructura in terna, adopta

dos act i tudes que se comp lemen tan : el abandono del de­

senvolv imiento melódico sobre la base de repet ic iones, se­

cuencias (y hasta correspondencias) t íp icas de un orden

modulante — b a s a d o en el precedente orden t o n a l — y el

cu l t ivo intensivo de las fo rmas impersonales de la suite, de

la invención, la pasacalle, así c o m o de pol iarmonias, del

con t rapun to de armonías, de los proced imientos del canon,

de la pol imelodia. De manera que t o d o s los e lementos

abstractos de la música quedan incorporados y elevados a

una categoría de privi legio en el nuevo orden dodecafón ico .

En cuanto a la 'melodía, puede af i rmarse que las deriva­

ciones seriales son poco menos que inagotables.

Estas series, además, conceden carácter a rmón ico indi­

vidual a cada compos ic ión , cuya personal idad será incon­

fundib le , por cuan to la serie que establece una sucesión de

- 208 -

Page 210: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

sonidos a la vez que sus propios campos de gravi tac ión

der ivados de ella, y que por esta razón no pueden serlo de

ot ra, será lóg icamente dist inta de las que emplea el autor

en otras composic iones.

Futuro del arte musical

C o m o ya hemos d icho anter iormente, si queremos aso­

marnos al panorama mul t ico lor que nos depara la música

de pr incipios del s. xx nos encont ra remos con compos i to res

que son neoclásicos, neorománt icos , neonacional istas, e

incluso ya neoimpresionistas.

La di ferencia con los mov im ien tos p ic tór icos de los que

son gemelos está, entre otras cosas, en que los músicos no

saben encont rar nombres l lamativos y originales que def i ­

nan sus piruetas esti l ísticas. La única tendencia musical

que aparece con nombre propio es el Dodecafon ismo. (Pe­

ro incluso éste, al pr incipio recibe el nombre de Atonal is -

mo , con gran enfado por parte de su creador Schonberg ,

que lucha hasta conseguir borrar lo, pues atonal en música

es sin t o n o , sin sonido y decir a tonal , sería decir amusical ;

por lo tan to no existir ía).

Pocas épocas han p lanteado tan tos problemas de fo rma

y técnica art íst icas c o m o el siglo xx. El m u n d o de sonidos

desconoc idos que ha descubier to la superación de la tona­

lidad y la emanc ipac ión de la disonancia en el c a m p o de la

música armónica y pol i fónica es, incluso hoy en día, casi

incalculable y se ha v isto ampl iado por t o d o un nuevo

m u n d o d a fenómenos audi t ivos, un m u n d o de ruidos y

sonidos p roduc idos e lect rónicamente en lucha por una

igualdad de derechos

Las innovac iones se han precip i tado gracias a las nue­

vas perspect ivas y a los nuevos mé todos de organización.

- 209 -

Page 211: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

As im ismo han surg ido c o n sorprendente regular idad nue­

vas escuelas y nuevos grupos, cada uno de ellos con

nuevas pretensiones de exclusiv idad.

Intelectual ización f rente a sensual ismo, precisión f rente

a indeterminac ión, huida del pasado f rente a renacimiento

de t radic iones — s o n posiciones adoptadas y vueltas a

adoptar dando lugar a nuevas tendencias y nuevas d ico to­

mías. Y es ahora cuando Occ idente ha empezado a fami ­

liarizarse, por pr imera vez, con la música de As ia , A f r i ca y

Amér ica ant igua.

En esta s i tuación de ex t remo plural ismo, de contradic­

ciones aparentemente sin so luc ión, la búsqueda de un ca­

mino c o m ú n se ha conver t ido en un prob lema vi tal para la

supervivencia de la música. Pero la f o r m a de alcanzar este

camino c o m ú n dent ro del lenguaje musical y de las técni ­

cas de compos ic ión , e incluso en el ter reno ampl io de la

notac ión de nuevos e in imaginables sonidos, no puede

predecirse. Será necesario el t rabajo de varias generaciones

para poder dar una soluc ión a estos problemas. Sin embar­

go, incluso ahora existe un ter reno, el de las creencias e

ideales — q u e está por encima del puramente a r t í s t i c o — en

el cual encont ra remos una comun idad de intereses e in ten­

ciones. En esto, la música del siglo xx ya ha conseguido

a lgunos resul tados, que podrán servir c o m o modelos para

el fu tu ro . Ejemplo de lo que deseamos decir son las pala­

bras del compos i to r actual S tockhausen: " L o s or ígenes del

hombre han sido descr i tos en numerosos mi tos. Desde

hace a lgunos años ha empezado una nueva era en el

m u n d o y la historia del hombre empieza a adquir ir sent ido.

Estoy persuadido de que la sustancia bruta de que el h o m ­

bre está hecho proviene de la t ierra, de los reinos mineral,

vegetal y animal . Pero al m ismo t iempo estoy convenc ido

de que hace 400.000 o 450.000 mil lones de años, unos

- 210 -

Page 212: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

seres ven idos de o t ro pun to del Universo han t ra ído al

hombre la Cultura y también la Música. Desde mi infancia

he tenido la in tu ic ión de que no soy de aquí, de este

planeta y de que lo esencial de mi mis ión en la Tierra

consiste en establecer, a través de la música, unos lazos

entre los terrestres y los ext rater rest res" .

"Ex is ten descr ipciones más exactas de los orígenes de

la humanidad y de la música. M e he enterado de ellas sólo

en el t ranscurso de estos ú l t imos años. Hazrat Inayat Khan,

que en los años veinte enseñó el canto y la música de la

vina en Occ idente, describió en un libro t i tu lado " M u s i c "

los orígenes de la música de una manera más intel igente de

lo que yo puedo hacer aquí. Es un libro de apenas cien

páginas que t o d o el m u n d o debería leer. Creo que es lo

más hermoso que se ha descr i to sobre música. Por ot ra

parte, he descubier to en estos ú l t imos t iempos un libro que

deberían leer todos los que quieran comprender lo que v o y

a decir. Se t i tu la Urant ia (este es el nombre dado a la

tierra) y está edi tado por la Fundación Urant ia de Chicago.

Describe r igurosamente la historia de nuestro planeta y la

instauración de la cul tura en él por los extraterrestres.

Habla incluso de la caída de estos seres, de su decadencia

respecto al espír i tu central del Universo y también del papel

exacto de la música y de los m ú s i c o s " .

" C o n f recuencia he d icho que , en t a n t o que compos i ­

tor, t engo la impresión de ser un mensajero que lleva las

noticias sin saber qué cont ienen en real idad: cap to la m ú ­

sica c o m o un receptor de radio y la t r a n s m i t o " .

" C o n segur idad hay tantas clases de música c o m o de

hombres dist intos. Hay una música que ante t o d o hace

vibrar el cuerpo, ciertas partes y c ier tos cent ros corporales.

Pero hay una música que pone al hombre en relación con

el ser supremo del Universo, con el espír i tu supremo, con

- 211 -

Page 213: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

el espíritu div ino. Existe toda una serie de variantes que

van desde una música comple tamente elemental , que toda­

vía hal lamos en ciertas t r ibus, en las que el cuerpo llega al

éxtasis, a una música en que el hombre el l iberado de su

cuerpo y establece con tac to , gracias a las v ibraciones m u ­

sicales, con sus orígenes y con su dest ino f i n a l " .

**#

Para escribir este l ibro-ensayo sobre la música y la

cu l tura , he leído opin iones y juic ios de músicos de todas

las épocas y lat i tudes. Lo que más me ha chocado, mi

sorpresa más grande ha sido la reverencia general que

mani f iestan hacia el arte musical y la creencia expresada

por casi t o d o s , de que éste nos lleva hacia un Ser superior:

Mús ica-Div in idad.

Si los grandes compos i to res lo s ienten así ¿por qué d u ­

darlo nosotros?

- 212 -

Page 214: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 215: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 216: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

C A P I T U L O VI

EL PUBLICO. -LA EDUCACION M U S I C A L

«... Y creó Dios al hombre.»

Este es en def ini t iva el dest ino de t o d a creación sobre la

t ierra: el Hombre . Y sucede igual con la música. Si no

produce una sensación sobre el hombre que la oye, la

música no tendrá sent ido. Por esto ahora hay tantas

dudas sobre el part icular, tan tos libros y tantas enseñanzas

especiales (métodos) para volver a recuperar el sent ido pri­

mar io de la música: la emoc ión que ella produce. Ha sido

necesario buscar mé todos nuevos, porque se ha perd ido la

realidad de la música. Senci l lamente, un art ista enamorado

de su arte que lo muestra en públ ico, que lo pract ica en

públ ico y que lo enseña a los jóvenes. Cuando un art ista

verdadero se manif iesta púb l icamente nadie pregunta ¿Cuál

es la razón de la música? Está ahí y la emoc ión sentida es

evidente para todos los presentes.

Nuestra época , más que n inguna época en la historia de

la música, es la era del A F I C I O N A D O .

No sólo del mús ico af ic ionado, s ino también én número

i l imitado, del oyente af ic ionado. Y esto ha induc ido a un

craso error, por lo menos en nuestro país. Se ha creído que

la música debía de enseñarse a través de maestros "a f i c io ­

n a d o s " . Por una serie de necesidades económicas del M ¡ -

- 215 -

Page 217: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

nisterio de Educación que no corresponde analizar aquí, se

han hecho cursil los de lo que podr íamos llamar " f o r m a c i ó n

acelerada del profesor de m ú s i c a " y ahora, qu ince años

después, estamos pagando las consecuencias. No se prac­

t ica la música en las escuelas y no puede practicarse en

tan to no existan profesores deb idamente preparados. El

profesor de música debe saber Música.

Y si fuese posible, debería ser un art ista amante de su

especial idad y con marcada vocac ión .

Una educac ión musical actual debe estar basada en la

idiosincrasia y en el nivel musical real del país que desea

hacerla. Esta educac ión debería edif icarse sobre lo que

podr íamos llamar " e n t o n a c i ó n nac iona l " . Convendr ía apo­

yarse en una programación m u y amplia basada sobre el

propio fo lk lore; la tarea de una educac ión musical eficaz

sería, no la de imponer el fo lkore, sino saber desvelar con

ta lento y de f o r m a interesante, su belleza ante el n iño,

hasta conseguir que éste lo ame, lo aprecie y sienta el

orgul lo de su música nacional. (En capí tu los anteriores he­

mos t ra tado el t ema, siendo evidente que nadie nace

amando algo de fo rma determinada. Todos debemos

aprender a amar a nuestra música y después, si nos sen­

t imos atraídos por otras cul turas, debemos aprender a des­

cifrar y a amar su música, c o m o si de un id ioma dist into se

tratase).

Sin duda la verdadera riqueza musical de un país está

en la cal idad de sus profesores de música. Su preparación

es, por lo tan to lo más impor tante . El profesor de música

cuando se encuentra solo ante sus a lumnos, debe de poder

encontrar en sí m ismo todos los recursos necesarios para

dar una buena clase de música, interesante, eficaz y diver­

t ida. Sólo estando seguro de sí m ismo, (cosa que se consi­

gue cuando se t iene una sólida fo rmac ión) se puede lograr

- 216 -

Page 218: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

una clase de cal idad, que incorpore y eduque a t o d o s los

a lumnos presentes.

Una enseñanza apoyada en el prop io fo lk lore tendr ía

que util izar además de los cantos , los ins t rumentos p o p u ­

lares.

Los niños deberían acercarse al fo lk lore en los pr imeros

años infant i les, es decir, en los pr imeros años escolares.

C o m o apoyo lógico a la música fo lk lór ica, estaría la uti l i­

zación de ins t rumentos populares. Habría que procurar a

estos niños, ins t rumentos apropiados a su talla y edad;

convendr ía tener en cuenta su d imens ión , peso, af inación

y su durac ión. Los profesores de música en la escuela

harían bien en invitar a part icipar en sus clases de músico

popular de su región, para que mostrase a los niños el

sonido peculiar, el manejo y las característ icas de la música

para d icho ins t rumento , que en def in i t iva sería la música

propia de su región. Cada país debería plantearse el estudio

p ro fundo de los ins t rumentos fo lk lór icos, su fabr icac ión,

d is t r ibución y aprendizaje en las escuelas elementales, me­

dia y superior.

Si la riqueza musical de un país está en su profesor de

música, no hay que escat imar medios para prepararle y hay

que elegir la mejor preparación. ¿Cuál será ésta? En la

mente de t o d o s están los di ferentes y más prest igiosos

métodos de enseñanza musical actual , pero d i f íc i lmente un

país entero, deb ido , c o m o ya hemos d icho, a su idiosincra­

sia podrá adoptar uno de estos métodos por comple to . Lo

verdaderamente eficaz sería que cada profesor conociera

todos los mé todos actuales; para conseguir lo , que obtenga

becas para salir al extranjero o que las autor idades compe­

tentes t ra igan profesores destacados para dar cursil los en

el país y se actual ice al profesorado.

- 217 -

Page 219: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Desde luego, la educac ión masiva de un país, ha de ser

responsabi l idad del Estado. A l p rogramar la educac ión m u ­

sical sería conveniente programar la educac ión estét ica to ­

tal del pueblo (cultura) reservando dent ro de este programa

un lugar pr ivi legiado para la educac ión musical . Esta edu­

cación en los niños y adolescentes debería dirigirse a desa­

rrollar sus capacidades y a la fo rmac ión de un gus to musi ­

cal jus to . N o se puede olvidar el medio sonoro que nos

rodea, las enormes inf luencias de los medios de comun ica ­

c ión social, así c o m o el interés cada día creciente que el

joven siente hacia la música de d is t racc ión; hay que conse­

guir que entre tantas inf luencias dist intas, el joven sepa

elegir bien y para ello no hay o t ro camino que formar le el

gus to , para que pueda orientarse por sí m i s m o dent ro de

esta esfera enorme que es la realidad sonora que le en­

vuelve.

Cuando un país t iene conciencia de que la música le

sirve para a lgo, desea adquir i r este conoc imien to . Si d icho

conoc im ien to se adquiere en el seno de la propia fami l ia, el

aprendizaje es fácil y se llega a al t ís imos niveles. Revisando

las biograf ías de Mozar t , Chop in , Liszt, Moussorgsky ,

S t rawinsky , etc. , s iempre encont raremos a una madre, un

padre o a un famil iar cercano, que iniciaron al pequño en el

arte musical . Si logramos que en nuestro país se pract ique

la música de generación en generac ión, que la madre o el

padre inicien al hijo en el arte musical , lograr íamos sin duda

los niveles que nos asombran en paises considerados de

pr imera línea en cul tura musical , cuyos resultados no son

más que la consecuencia de una af ic ión, pract icada con

regularidad año tras año.

En España la pr imera labor a realizar para comenzar

una educac ión musical ef icaz, es mental izar a los padres de

los chicos que van a recibirla. Hay que mental izar a los

- 218 -

Page 220: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

padres (y en muchas ocasiones, a los educadores y a los

directores de centros) , de que la enseñanza musical es

absolutamente necesaria para la fo rmac ión tota l del hombre .

La enseñanza musical no debe ser entendida solamente

c o m o algo prel iminar, c o m o preparación del c iudadano en

germen, para su fu tu ra part ic ipación en la vida musical . La

enseñanza musical se encuentra en el cent ro de la v ida

cul tural y no puede sustraerse ni sustraer a los a lumnos a

las inf luencias de la v ida cul tural o preparar a los a lumnos

independientemente de ella, para una act iv idad musical que

comenzará al f inal de la escolar idad.

Los a lumnos deben part icipar en la organización de la

vida musical por sus act iv idades en los coros, grupos vo ­

cales o instrumentales. Estos a lumnos t ienen acceso, a

través de los medios de reproducc ión del son ido (discos,

cintas) a músicas de géneros m u y diversos y a los caminos

que llevan hacia ellas. Por t o d o ello los caminos de la

enseñanza musical son m u y var iados.

Se debe edif icar y desarrollar s is temát icamente en los

a lumnos los conoc imien tos y capacidades musicales y ayu­

darles a orientarse dent ro de la música; a hacer suyas las

obras maestras así c o m o a asimilar la experiencia adquir ida

a partir del acontec imien to musical cot id iano y a uti l izarlo

para el desarrol lo de su personal idad.

En def in i t iva abogamos por una educac ión musical que

haga sentirse al hombre más libre y dueño de sus capaci­

dades y albedrío.

Programas de estudio

Una de las razones del papel secundar io que juegan las

artes en la educac ión general , se debe al hecho de que, los

profesionales, por una parte cons ideramos a las artes c o m o

- 219 -

Page 221: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

compar t im ien tos separados de un mismo sujeto, y aban­

d o n a m o s la relación interna que existe entre las act iv idades

y las experiencias art íst icas, y por otra parte porque no

sabemos mostrar de qué manera y hasta que pun to , las

artes con t r ibuyen a la fo rmac ión de una educac ión de

cal idad.

Una de las principales herramientas de la educac ión

general es el desarrol lo de las capacidades percept ivas y las

artes pueden especia lmente i luminar el re f inamiento de di­

chas capacidades.

Las artes en tan to que fó rmulas y medios de t rabajo

creador entre g rupos y entre ind iv iduos, deben ser recon­

siderados en vista de su apl icación para la enseñanza c o m o

ins t rumento de " h u m a n i z a c i ó n " . Si los f ines de la educa­

ción art íst ica se inc luyen en la educac ión general , nos

encont raremos en una s i tuación aventajada que nos permi­

t irá insistir sobre la impor tancia de la educación artística

c o m o medio precioso, sino indispensable, para alcanzar

estos f ines. Esto no es posible más que si los profesores de

arte salen de los l ímites impuestos por su propia discipl ina

art íst ica y se deciden a tener relaciones que les enr iquezcan

mu tuamen te . Hace fal ta que esto suceda, no sólo a nivel

de las artes en sus di ferentes fo rmas de creat iv idad artís­

t ica , lo cual es un e lemento esencial en las experiencias

educat ivas, sino también entre las artes y las otras disci­

plinas del p rograma de estudios.

Que dichas cuest iones se s i túen bajo el t í tu lo de " E d u ­

cación Esté t ica" , o incluidas en un " P r o g r a m a de las artes

asoc iadas" , o de " M é t o d o para artes c o m b i n a d a s " o in­

cluso de una manera más ampl ia bajo la rúbrica de " E d u ­

cac ión de H u m a n i d a d e s " no t iene verdaderamente n inguna

impor tanc ia . Lo que hay de más impor tan te es, que estos

- 220 -

Page 222: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

m é t o d o s que se in terpenet ran, estén basados sobre el nue­

vo pr incip io de un programa de estudios interdiscipl inar io.

El porvenir de la educac ión musical per tenece a estos mé­

t o d o s de enseñanza. Estos m é t o d o s no tendrán éx i to más

que si los maestros de escuela, los profesores de arte, los

art istas de paso o residentes y los expertos de las univer­

sidades que representan a la música y a las discipl inas

correspondientes, t rabajan en cooperac ión.

So lamente el trabajo de cooperac ión puede dar al

maestro una segur idad art íst ica y puede desarrollar act i tu­

des posit ivas en el empleo de las artes c o m o elemento

integral de los programas escolares. Si un proyec to de

estudios crea una atmósfera f ranca y abierta y conduce a

relaciones posit ivas entre los indiv iduos, los diversos

grupos de un equipo serán la herramienta que llevará a un

cambio. Será necesario que los maestros de escuela acep­

ten que los exper tos los diri jan en el desarrollo de progra­

mas de estudio y que aprecien las cont r ibuc iones que apor­

tan los art istas establecidos en el lugar o por los que están

de paso, los cuales crean un halo de profesional idad y un

sent imiento de exci tación y de inspiración en las escuelas

que animan a la comun idad a tomar parte en los programas

art íst icos escolares y en las artes en general.

Aspectos interdisciplinarios.

En un resumen acerca de los "P rog ramas Interdiscipl ina-

rios Modelos de las A r t e s " , para niños y maestros, el g rupo

de evaluación sacó las conclusiones siguientes.

Programas interdiscipl inarios.

— d e m u e s t r a n que las artes son el medio ideal e indispen-

- 221 -

Page 223: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

sable para humanizar la educac ión de los niños, adoles­

centes y adul tos.

— mant ienen la tesis incontestable de que la educac ión es

más eficaz tan to para los maestros c o m o para los a lum­

nos, cuando las artes bajo todos los aspectos están in­

cluidas.

— t r a n s f o r m a n el p rograma de estudios tradicional en un

programa que insiste sobre la in tegración de las artes

dentro del gran grupo de experiencias humanas.

—desar ro l lan los medios para inf i l t rar las artes dentro de

todos los aspectos de los programas escolares a f in de

realzar y de mejorar la cal idad y la cant idad de la edu­

cación estética ofrecida dent ro de las escuelas, y para

reforzar la base de una enseñanza eficaz dent ro de la

tota l idad de los programas escolares.

— crean el f o n d o y el cl ima necesario para la realización

de la igualdad entré las artes y las otras asignaturas

académicas.

— c o n t i e n e n la inst rucción de las act ividades art íst icas

integradas y de las artes or ientadas hacia un tema deter­

minado para todos los estudiantes, a f in de desarrollar

sus cualidades creativas, percept ivas, de apreciación y

expresivas.

— a y u d a n a los maestros a enseñar las artes de una manera

creativa y conf iada, preparándoles a incluir dent ro de su

programa, música creat iva, danza y teat ro y dándoles

una base que les permi te adoptar t o d a la enseñanza a las

necesidades de los estudiantes.

— permite una enseñanza y una plani f icación de coopera­

ción entre los m iembros del personal , los maestros, los

expertos y los art istas de paso o establecidos en el lugar.

- 2 2 2 -

Page 224: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

— p e r m i t e n la creación de un servicio comuni ta r io vo lun ta­

rio y coord inado para las artes, que t iene c o m o f in el

compromiso de la comun idad hacia las artes y la educa­

c ión art íst ica y una mayor ut i l ización de los recursos

culturales disponibles.

— d e m u e s t r a n que las artes son el medio ideal e indispen­

sable para humanizar la educac ión de los niños, adoles­

centes y adul tos.

— mant ienen la tesis incontestable de que la educac ión es

más eficaz tan to para los maestros c o m o para los a lum­

nos, cuando las artes bajo todos los aspectos están

incluidas.

Implicaciones en la educación de los músicos y de los

maestros de escuela

Varias escuelas normales en di ferentes países, empiezan

a acentuar su interés por los métodos indiscipl inarios den­

t ro de los programas de sus enseñanzas. Se ha in tentado,

de hecho, in t roduci r hace más de 50 años un pr incipio de

métodos interdiscipl inarios dent ro de la educación musical ,

desgraciadamente sin m u c h o éxi to. El pr incipal obstáculo

se derivaba de la especial ización de las diversas profesiones

musicales (ejecutantes, educadores y musicólogos) y del

aislamiento comple to de las inst i tuciones que of recen una

educación musical superior (universidades, academias,

escuelas normales, etc.) A d e m á s de esto, la cooperac ión

interdiscipl ínaria fue obst ru ida por los representantes de

otras discipl inas que no consideraban a la música as ignatu­

ra académica y también debido a la musicología t radic ional ,

que estaba or ientada de manera cerrada hacia las humani ­

dades. Incluso en nuestra época de cooperac ión pedagó­

gica, cul tural y c ient í f ica, la creación interdiscipl inaria de los

- 2 2 3 -

Page 225: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

estudios musicales, está severamente t rabada por el aisla­

miento y la " c o m p a r t i m e n t a c i ó n " .

Dentrás de este proceso de compar t imen tos estancos,

se entrevé una concepc ión t radic ional más bien estrecha de

la música y de su comprens ión . La fo rmac ión de audi tor ios,

de productores, de intérpretes y de maestros de música

intel igentes para la música del pasado, presente y fu tu ro ,

depende ampl iamente de nuestro poder en lograr reducir

esta compar t imen tac ión que existe todavía entre los

diferentes segmentos de los estudios musicales dent ro de

la educación general y que existe igualmente dent ro de la

fo rmac ión de nuestros músicos profesionales.

El análisis de la s i tuación musical actual revela bien las

interdependencias que crean una necesidad de cooperac ión

y de interdiscipl ina dent ro del estudio de la música.

Estas interdependencias son:

— las relaciones musicales, es decir, las relaciones entre

p roducc ión , reproducc ión y la recepción.

— las relaciones estét icas, es decir, las relaciones entre la

percepción audit iva y visual, y entre la música y las

demás artes.

— las relaciones entre el m o d o de comunicac ión social y la

teoría de la in formac ión.

— las relaciones entre la música y la educación musical y

sus disciplinas correspondientes, es decir la socio logía, la

sicología, etc. etc.

Quizá deber íamos dist inguir entre:

1? El m é t o d o integrado que consiste en relacionar los di fe­

rentes campos de la música (desarrollo de programas

de estudio que comprenden la creación, la ejecución y la

- 2 2 4 -

Page 226: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

audic ión de la música inc luyendo un abanico de práct i­

cas musicales).

2? U n m é t o d o interdiscipl inario con el f in de relacionar las

diversas discipl inas interdependientes (la música f e n ó m e ­

no social, estét ico y acúst ico y sus relaciones con las

otras discipl inas).

Otros programas

Según J o h n A . Ritchie, de Nueva Zelanda (Secretar io

General de ISME) varias "exp los iones " nos l levan a creer

que las escuelas y universidades estarán impl icados inevita­

b lemente dent ro de los conceptos de la educac ión a lo

largo de toda la v ida, t an to si queremos c o m o si no.

Se trata de las explosiones: demográf ica , medios de

comun icac ión y del ocio.

Todas t ienden a considerar que el hombre puede ser

educado desde la cuna hasta la t u m b a . En oposic ión con

una educac ión el i t ista, t enemos ahora una impor tante

población escolar móvi l , somet ida a un programa comple jo ,

dent ro del cual el fac tor recreativo es impor tan te y sirve

más al interés de la comun idad , que los intereses indivi­

duales.

Medios de preparación

1. — L a ap t i tud para leer, escuchar y ejecutar música, que

ha sido la única f o r m a de enseñanza en el pasado,

sigue es tando en v igencia hoy en día, porque repre­

senta la acc ión principal de la educac ión musical .

2. — H a c e poco , una sana cur iosidad hacia la verdadera

naturaleza de la música ha dado pie a un t ipo de

enseñanza conceptua l , que se caracteriza por una

- 225 -

Page 227: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

general ización capaz de ser conservada y uti l izada a lo

largo de toda la vida por el a f ic ionado tanto c o m o por

el profesional . (Enseñanza musical a través de las

audiciones).

3. — L a necesidad de comunicarse con todos (jóvenes y

viejos) es ahora una realidad ¿por qué medios puede

satisfacerse? M u c h o s países adoptan una nueva act i ­

t u d f rente a la música.

M u c h o s adoptan la exper imentac ión y la innovación

bajo las formas siguientes:

a) di ferentes fo rmas de creat iv idad.

b) estud io del sonido.

c) improvisación en g rupo .

d) programas de artes combinados.

e) enr iquecimiento a t ravés de los ensayos (asistencia

a ensayos).

Estas di ferentes fo rmas impl ican más que otras, una

" e d u c a c i ó n c o n t i n u a " . Hay igualmente muchos pro­

yectos de invest igación reuniendo fuerzas alrededor

de la Comis ión de Invest igación del ISME ( I n t e r n a ­

t ional Society fo r Music Educat ion) .

4. — E l prob lema de saber c ó m o integrar estas numerosas

nuevas posibi l idades debe resolverlo por comple to el

profesor. El debe util izarlas de manera que sean asimi­

lables por el cur ioso, el mot i vado y el indi ferente.

Debe enseñar a sus a lumnos esforzándose en hacer

resonar " l o s sonidos de la m ú s i c a " , hasta la edad

adul ta .

- 2 2 6 -

Page 228: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Lugares de preparación

1. —En la escuela, los coros, orquestas, grupos y pequeñas

agrupaciones favorecen la part ic ipación de adul tos.

Igualmente los clubs, cursos noc tu rnos , asociaciones

de padres que puedan util izar las clases c o m o salón,

los g imnasios y o t ros lugares del colegio, para ejercer

sus act iv idades.

2. — En la universidad o Colegios universitarios (Colegios

Mayores) . Existen cursos para adul tos que son un

abanico comp le to que permi te la reeducación, con

posibi l idades de t í tu lo; el concep to de la extensión de

los estudios, es una tenta t iva de la Universidad

Ab ier ta . Los Cursos de Ar te interdiscipl inarios y l ibera­

les, son tamb ién una posibi l idad interesante.

Nuest ro f in principal es la educac ión a largo plazo. Las

personas que f o r m a m o s , deben convert i rse en organizado­

res convenc idos del hecho de que es maravi l loso "v iv i r con

la m ú s i c a " desde los 18 hasta los 80 años y estar deseosos

de t ransmit i r d icho mensaje.

Nuestros colegios y universidades deberían estar abier­

tos a todos .

Un nuevo programa de educación musical en Rusia

Dimitr i Kabalevsky, compos i to r , m iembro de la Acade­

mia de Ciencias Pedagógicas de la Unión Soviét ica y Presi­

dente Honorar io de ISME, ha e laborado un nuevo sistema

de educación musical en la escuela de educación general.

De acuerdo con este sistema que está estrechamente

l igado a la pedagogía clásica rusa, él m ismo, con la part ici­

pación de pedagogos musicales, ha proyectado un nuevo

programa de educación. Este está dedicado, sobre todo , a

- 227 -

Page 229: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

los colegios rusos, pero también ha despertado interés en

otras repúblicas nacionales de la Un ión Soviét ica. So lamen­

te en la Federación Rusa, más de 7.000 escuelas han adop­

tado este programa hasta ahora.

El programa es, por sus pr incipos esenciales, f undamen­

ta lmente nuevo. Pero en él , también juega un gran papel el

pr incipio de dependencia de la cul tura musical nacional.

Los pun tos más impor tantes que cont iene el programa

de las tres primeras clases de escuelas elementales son:

La música de mi pueblo.

No existen barreras insalvables entre la música de mi

pueblo y la de otros pueblos de mi país.

No existen barreras insalvables entre la música de los

dist intos países del m u n d o .

Apenas es necesario comentar estos temas, ellos hablan

por sí mismos; están dedicados a niños de siete, ocho y

nueve años.

En el p rograma de estas clases de escuelas elementales

hay canciones folklór icas, no sólo rusas, sino también de

otros pueblos soviét icos, unas de Byelorusia, otras de Ukra-

nia, de Moldav ia , Georgia, Uzbek y Letonia; j un to con

canciones de Polonia, Checoslovaquia, Francia, Italia, Sui ­

za, J a p ó n , etc. Del m ismo m o d o los niños de las menc iona­

das escuelas elementales de 7, 8 y 9 años de edad, pue­

den escuchar en sus clases obras, no sólo de los compos i ­

tores rusos y con temporáneos soviét icos, desde Glinka

hasta Shos takov ich , sino tamb ién de Beethoven, Chop in ,

Schuber t , Grieg, Bizet, Kodaly. . .

Los pr incip ios fundamenta les del p rograma han encon­

t rado eco en otras repúblicas de la Un ión Soviét ica y

- 228 -

Page 230: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

tamb ién en ot ros países extranjeros. Pero Kabalevsky acon­

seja no copiar le c iegamente. En la conferencia de Unión

para Todos , dedicada a los representantes de la Un ión para

que se famil iar icen con el menc ionado p rograma, insistió

en la necesidad de un t rabajo conc ienzudo y creat ivo para

emplear lo con el con tex to de la cul tura musical concreta.

Hay problemas en los que los pueblos y países separados,

deberían trabajar por sí mismos, y hallar soluciones apoya­

dos en la cond ic ión y t rad ic ión nacional . Estos problemas

piden nuevas soluciones, fundamenta les para una relevante

cul tura musical .

U n c a m p o tan creat ivo c o m o la educac ión musical ,

necesita además de un est recho cont ro l , una autént ica

inspiración creadora.

Nota del Autor

Este l ibro, ha bebido en fuentes or ig inales, presentadas en los d is t in tos Congresos ISME, desde 1974. Estos trabajos, p rogramas e ideas pedagóg icas nuevas, están respaldadas por mús icos y profeso­res de p r imera l ínea internacional .

Si se plani f icase un p rog rama de educación musical para las escuelas españolas, coherente, se podría invitar (de hecho la UNESCO y el Presidente del CIM lo han promet ido) a personalidades musica­les a par t ic ipar , co-di r ig i r y supervisar d icho programa. Nuestro país lo necesi ta.

- 229 -

Page 231: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Relaciones con otras disciplinas

La relación entre la música y la tecnolog ía es de gran

importancia para la s i tuación musical actual .

La posibi l idad de grabar los sonidos de una manera

electro-acúst ica ha dado al gran públ ico un nuevo acceso a

la historia de la música y a las cul turas musicales de nues­

tra época. La técnica de la grabación ha p rovocado conse­

cuencias que pueden ser analizadas bajo los di ferentes

aspectos de la sociología musical . Se puede nombrar c o m o

signo caracter íst ico de este desarrol lo el gran empleo que

los jóvenes hacen de la música. Dent ro de la música con­

creta y de la música electrónica la técnica de la grabación

de sonidos ha in f luenciado hasta al m ismo proceso de la

compos ic ión . T o d o esto prueba que la música y la tecnolo­

gía t ienen numerosos pun tos en c o m ú n , par t icu larmente la

música y la f ís ica.

Pero antes que nada, lo que determina el proceso musi­

cal actual es el proceso de comun icac ión musical , par t icu­

larmente en lo que concierne a la música concreta y a la

música electrónica. El análisis de esta música ya no es el

análisis de obras de arte musical , sino el análisis de proce­

sos de comun icac ión musical . El mús ico y el profesor de

música fu tu ros tendrán que af rontar problemas f i losóf icos

tales c o m o la sicología y la socio logía, que han sido disci­

plinas olv idadas en el pasado.

La teoría del proceso de comun icac ión musical está

est rechamente l igado a la teor ía de la in fo rmac ión , a las

matemát icas y a la l ingüíst ica. La invest igación empír ica del

proceso de comun icac ión musical podría ser def inida c o m o

investigación del comportamiento musical.

Dentro de las act i tudes del compor tam ien to musical ,

las más impor tantes son la p roducc ión musical y la recepti-

- 230 -

Page 232: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

vidad musical . La invest igación que se ocupa de la recep­

t iv idad podría examinar empí r icamente en qué c i rcunstan­

cias los d i ferentes t ipos de música son escuchados, qué

efectos t ienen sobre el oyente determinados t ipos de músi ­

ca, y de qué factores dependen estos efectos (manipula­

c ión, p ropaganda, cond ic ión social, técnicas de compos i ­

ción y de grabac ión, etc.) . Bajo el t í tu lo de p roducc ión

musical, se podr ían incluir todas las act iv idades musicales

que c o m p o r t a n las mani festaciones y las organizaciones

posibles de los sonidos musicales, tales c o m o la compos i ­

c ión, la improv isac ión, la creación en el s intet izador, la

act iv idad de los ejecutantes durante los ensayos, los con­

ciertos, etc.

En úl t ima instancia deber íamos examinar la in terdepen­

dencia entre recepción y reproducc ión musical. Estas inves­

t igaciones harán surgir nuevos con tac tos entre la sociolo­

gía, la s icología, las ciencias pol í t icas y la pedagogía

musical.

El m o d o de comun icac ión musical no puede ser

def inido más que exponiendo las relaciones con el m o d o

de comun icac ión estética y l ingüíst ica. La estética dent ro

de esta nueva y más desarrol lada def in ic ión, es la ciencia

de la percepción sensorial. La comun icac ión estética c o m ­

prende t o d o s los factores que se unen a la p roducc ión

y a la recept iv idad de las obras y de los procesos estét icos.

La música y las otras fo rmas de arte t ienen una relación

más estrecha que nunca, ya que ellas no se ocupan sola­

mente de las obras art íst icas tradicionales, sino que abar­

can el domin io comple to de la percepción audiovisual , así

c o m o los diversos procesos de comun icac ión que con ella

están unidos. Podr íamos decir que la música y las artes son

medios de comun icac ión , audi t ivos y visuales.

Las relaciones entre el m o d o de comunicac ión musical

- 231 -

Page 233: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

y l ingüíst ico son bastante más estrechas, pues las dos

están basadas sobre procesos de comun icac ión audi t iva.

No solamente dent ro del domin io de la música vocal , sino

igualmente en su metodo log ía , la música t iene cant idad de

pun tos c o m u n e s con la l ingüíst ica. Esto se no ta , sobre

t o d o , en el ú l t imo desarrol lo de la teor ía musical que se

acerca a las matemát icas y a la lógica fo rma l (particular­

mente en las obras de Pierre Boulez, de Yannis Xenakis y

de M i l t on Babi t t ) . La l ingüíst ica y la comun icac ión musical

c o m o e lemento de comun icac ión estét ica, se relacionan

con la f i losof ía moderna bajo el n o m b r e de "es té t ica de la

i n f o r m a c i ó n " .

Dent ro de esta nueva ópt ica surgen nuevas preguntas y

nuevos prob lemas de semánt ica.

La teoría musical y la invest igación de la recept iv idad

musical , deben encontrar en sus estudios musicales f u t u ­

ros, la consideración que se les debe y conduc i rnos a

con tac tos y a cooperac ión interdiscipl inaria. Para obtener

estos contac tos , no hay mejor preparación para la investi­

gac ión y la enseñanza, que aprender a conocer la música

actual . Este p rograma debería tener c o m o base la música

de épocas, de fo rmas y de cul turas diversas, así c o m o la

música bajo todas sus fo rmas estét icas (lenguaje, mov i ­

m ien to , percepc ión visual).

La est ructura actual del s istema pedagógico y sus

temas tradicionales está cuest ionándose. Se t rata de saber

si convendrá una nueva est ructura o si un nuevo sistema

de estudios, tal c o m o la enseñanza exper imenta l de mate­

rias complementar ias , debería reemplazar al s istema tradi­

cional.

La educac ión musical of rece grandes ventajas dentro de

esta nueva or ientación gracias a la af in idad que t iene con

- 232 -

Page 234: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

otras materias artísticas y a la posibi l idad que t iene de

integrarse en un con jun to de educac ión estét ica.

Incluso un estudio superf icial de la pedagogía musical

revela su impl icac ión interdiscipl inaria y sus interdepen­

dencias: por una parte la educación musical está estrecha­

mente l igada a di ferentes disciplinas de la musicología (his­

toria de la música, teoría y análisis de la música, e t n o m u -

sicología, etc.) por otra parte está en relación con di feren­

tes discipl inas de la sicología y de la ant ropo log ía , así c o m o

de la sociología y también con las ciencias pedagógicas

(desarrollo de programas de estudios, invest igación de

modos de expresión, análisis d idáct ico , etc. ) .

La psicología musical , la sociología musical y la estét ica

musical se relacionan con la musicología si t ienen una

or ientación estructura-objet ivo y en cambio se uni f ican con

las ciencias del compor tam ien to h u m a n o tales c o m o la

sociología y la sicología, si t ienen una or ientación func ión-

sujeto.

El futuro

La educac ión art íst ica de los p róx imos 25 años estará

dominada por la estrategia general de t rabajo c o m ú n con el

f in de integrar las di ferentes fo rmas de arte y de sus

disciplinas correspondientes.

La esperanza de resolver los mayores problemas se

encontrará en el desarrol lo f u tu ro que la educac ión musical

tendrá dent ro de los métodos interdiscipl inarios que inves­

t iguen nuevos medios de in tegrac ión y de cooperac ión

tales c o m o :

— la in tegrac ión de la educac ión por las diversas profesio­

nes musicales.

- 233 -

Page 235: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

— la in tegrac ión de la teoría y de la práct ica.

— la in tegración de la enseñanza y la invest igación.

— la integración de la práct ica musical dent ro de la realidad

sociocul tura l , la realidad de la vida musical con sus

condic iones extramusicales.

— la interdependencia de la música, de la enseñanza de la

música y de la enseñanza en general.

— la in tegración y la coord inac ión de las inst i tuciones musi­

cales (cooperación de las academias de música, de los

inst i tutos de musicología, de las escuelas de música y de

los depar tamentos de música de las universidades y de

las escuelas normales).

— la cooperac ión interdísciplinaria de las diversas disciplinas

musicales y extramusicales.

Dentro del presente inmediato y f u tu ro hará fal ta consi­

derar las necesidades siguientes:

— la apl icación de desarrol los nuevos e impor tantes dent ro

del establecimiento de programas de estudio musicales,

en las técnicas de enseñanzas, en la tecno log ía , en los

modos de instrucción y en la evaluación de la inst rucción.

— e l desarrol lo de programas de estudio que comprendan la

creación, la ejecución y la audic ión de la música y que

comprendan igualmente, una diversidad de compor tamien­

tos musicales.

— e l desarrol lo de proyectos pi loto para los medios interdis­

ciplinarios y mult idiscipl inarios dent ro de la educación de

la música.

- 234 -

Page 236: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Consejos para ser un oyente receptivo

El tema del oyente ha reaparecido a través de estas

páginas c o m o los reiterados retornos del tema en una fuga .

T o d o este capí tu lo va dedicado a él , al hombre , al públ ico.

Tenemos una pregunta capital que hay que hacer a la

radio, a los edi tores de discos, a las escuelas, conservato­

rios, compos i tores , erudi tos, cr í t icos e intérpretes: ¿cómo

habéis servido al oyente? ¿Quizá os habéis o lv idado de él?

Pero tamb ién habría que preguntar al oyente ¿Cómo

part icipas escuchando música? ¿Pasivo o act ivo? ¿Indiferen­

te o recept ivo a la belleza?

Uno de los mot ivos de la l lamada crisis de la música en

nuestra generación podría ser debida a que mil lones de

c iudadanos se han acos tumbrado de tal fo rma a un perpe­

t u o te lón de f o n d o sonoro , que han perdido la facul tad o el

deseo de prestar a tenc ión.

S t rawinsky habla del " o y e n t e que se entrega plenamente

a la música, par t ic ipando de ella y s iguiéndola paso a paso" .

Y añade: "Es ta excepcional par t ic ipación le brinda un placer

tan v ivo al oyente, que lo v incula en cierta medida a la

mente que conc ib ió y realizó la obra que escucha, dándole

la i lusión de estar ident i f icado c o n el c reador" . Tal es el

sent ido de la famosa frase de Rafael, " c o m p r e n d e r es

igualar" .

Los músicos podemos asegurar que los m o m e n t o s más

felices de nuestra v ida se relacionan con la producc ión y la

audic ión de música. No sólo los músicos profesionales son

buenos oyentes. Un gran número de af ic ionados son a

veces mejores oyentes que los profesionales: más act ivos,

más intel igentes, más perspicaces. La " recept iv idad a la

bel leza" y la "ac t i v idad del p e n s a m i e n t o " no son necesa-

- 235 -

Page 237: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

r iamente prerrogat ivas del especialista, s ino que también lo

son del o ído alerta y de la mente act iva, donde quiera que se

den tales cualidades.

La música requiere no sólo una audic ión act iva, sino

también una audic ión reiterada. Lo cual se debe a que la

música está en cons tan te mov im ien to , s iempre desvanecién­

dose, desapareciendo a la vuel ta de la esquina, poniéndose

fuera del alcance antes de que se la pueda asir. Con

f recuencia env id iamos a nuestros colegas, profesores de

arte, que por medio de diaposit ivas o del objeto m ismo

pueden examinar c o n detalle una p in tura , una talla o una

escul tura. El objeto de las artes plásticas se presta con toda

amabi l idad a nuestra inspección, mientras que la música se

nos escapa a cada instante. Recordamos una conferencia en

que el disertante comparó una estatua de la Edad Media

con ot ra del Barroco germano mediante dos diaposit ivas

proyectadas s imul táneamente sobre la pantal la. Examinó en

detalle las manos de cada una de las estatutas, pasando de

la una a la o t ra , después las vest imentas, el rostro, etc.,

al paso que nuestra a tenc ión iba de acá para allá, de un

detalle a o t ro . Imagine el lector una similar comparac ión de

dos piezas de música. Se puede estar de pie ante un cuadro

t o d o el t i empo que se desee; se puede leer y volver a leer el

pasaje que interese de un libro todas las veces que sea

necesario para comprender lo . Pero escuchar so lamente una

vez una compos ic ión musical nueva o dif íci l es c o m o mirar

una galería de arte desde un au tomóv i l .

No hay en la música n ingún sust i tu t ivo de la repet ic ión.

El oyente debe ensayar música, c o m o lo hacen los intrépre-

tes, repasando los pasajes dif íci les, o interesantes o her­

mosos.

El o ído y, si es posible, la v ista, necesi tan ejercitarse de

con t inuo para el desarrol lo del sent ido musical . Una part i-

- 236 -

Page 238: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

tura será de gran ut i l idad. Y no vale decir que no se sabe

leer música; a leer se aprende leyendo. Basta seguir en la

part i tura la f o r m a de las melodías, los cambios en la d inámi­

ca, la sucesión de f ragmentos orquestales y solos instru­

mentales, al m ismo t i empo que se capta t o d o ello al vuelo

por el o ído, y se descubrirá que el mé todo resulta fascinan­

te. La audic ión cont inuada de discos lleva a una mayor

habil idad y a nuevas percepciones. Con o sin par t i tura, la

música hay que escucharla con la mayor a tenc ión y "ac t i v i ­

dad del pensamien to " .

Fíjese, ante t o d o , en las repet ic iones. La f o r m a y estruc­

tura de una obra depende en gran medida de la repet ic ión

de ideas musicales, que unas veces son reiteraciones idént i­

cas, otras repet ic iones c o n cambios en la orquestac ión o la

d inámica y otras en f in , s imples cambios de registro, una

octava más alta o más baja.

Póngase atención a las part ículas de música más breves

que una frase entera, a las sílabas, los á tomos , de las ideas

musicales, c o m o por e jemplo las cuatro pr imeras notas de la

quinta S in fon ía de Beethoven, las dos pr imeras notas de la

Cuarta Sinfonía de Brahms, las pr imeras cuat ro notas del

mov imien to f inal de la Sinfonía Júp i te r de Mozar t . Luego

atiéndase a la manipulación de esos mot ivos f ragmentar ios,

tal c o m o se los desarrolla e hi lvana hasta convert i r los en

grandes tapices sonoros.

Estése a ten to a los objet ivos o lugares de l legada. A l g u ­

nos de esos objet ivos son ampl ios, o t ros reducidos. La

palabra técnica que los designa es cadencia y la sensación

que se exper imenta de ir aprox imándose a a lguno de esos

puntos de l legada, es a m e n u d o el pr imer indicio de una

noc ión de lo que es la arqui tectura musical .

Préstese atención a la concatenac ión de per íodos, al f inal

de una idea o pasaje y al comienzo de o t ro . Se t rata a veces

- 237 -

Page 239: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de pun tos de f rac tura que separan oraciones y párrafos

musicales; pero con más f recuencia br indan la opor tun idad

para una maravi l losa fus ión de ¡deas, pun tos de ar t icu lac ión,

que sólo alcanza al oyente, para ser lanzado irresist iblemen­

te adelante, hacia el per íodo siguiente. N o hay dos que sean

idént icos; el arte del ensamblamiento es in f in i tamente

var iado.

Los indicados no son más que unos pocos aspectos de

aquellos a los que hay que prestar a tenc ión en la estructura

y organización de la música.

La música ofrece todos los grados de comple j idad. Hay

cierta música que demanda impera t ivamente de nosotros

una absoluta concent rac ión , pues de lo contrar io const i tuir ía

poco menos que un sacri legio. Otra clase de música es

amena o ab ier tamente func iona l : serenatas, d iver t imentos,

música profesional y hasta las fasc inantes modulac iones de

las campanas de las torres de Inglaterra, que tañen incesan­

temente en las mañanas dominicales. El oyente perspicaz

dist inguirá c laramente entre la música que está compuesta

para ocupar un primer plano de nuestra a tenc ión y la que se

conc ib ió para servir de acompañamien to , unida a los soni­

dos de la naturaleza, a las labores humanas.

La sensibi l idad del oyente será mayor aún si part icipa en

la ejecución de la música. Si es usted un inst rument is ta

aproveche toda opor tun idad para tocar en un cuar te to , en

un con jun to de cámara, en una orquesta. Si es usted

cantante, no se prive del placer y la práct ica que se adquiere

del can to coral , con preferencia en un co ro o g rupo madr i ­

galesco que no lea a simple vista con demasiada faci l idad,

sino que se mueva con la lent i tud necesaria para que los

encan tos de la música se vayan revelando gradualmente a

t ravés de rei terados ensayos. Y si usted es un pianista de

apt i tudes modestas, reúna una co lecc ión de obras fáciles

- 238 -

Page 240: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

que pueda ejecutar para su propia sat isfacción y solaz:

música fáci l de Mozar t , Bach , Chamboniéres, S c h u m a n n ,

Bartok. La música para piano a cuat ro manos es una fuente

segura de placer; explore el repertor io original para dúos de

piano de Mozar t , Schuber t y o t ros , así c o m o las t ranscr ip­

ciones de part i turas orquestales.

¿Qué cual idades intelectuales def inen al oyente inteli­

gente? Y o dist ingo seis, que están bastante alejadas del

compend io de hechos, tóp icos y concep tos que fo rman el

meol lo de los cursos ordinar ios de apreciación musical . En

primer lugar basta la presencia de la música para que la

mente de esta clase de oyentes entre en act iv idad. La

música t o m a posesión de su inte lecto de m o d o tan inmedia­

to y d i recto c o m o lo hace de sus sent idos y emociones. En

unas curiosas palabras de Robert Bu r ton , la música " p o n e

sobre aviso a la m e n t e " . A l comenzar la música, el oyente

no es ot ra cosa que atención y espera. Sabe c ó m o escuchar

y hasta c ier to pun to , qué va a escuchar. Sabe que no puede

escuchar y recordar t o d o la pr imera vez, pero no le molestan

las repet ic iones.

En segundo lugar, sabe situar la música en su con tex to

histór ico y t iene alguna noc ión de la ampl i tud de la l i teratura

musical, desde el can to gregor iano hasta las composic iones

dodecafónicas y más allá todav ía . Tiene conciencia de las

grandes t radic iones, las corr ientes art íst icas y estéticas f u n ­

damentales que recorren toda la historia y l i teratura musica­

les. Intuye las grandes polar idades de la música, el conf l ic to

entre música clásica y románt ica , entre música descr ipt iva,

f igurat iva y la que no pretende t ransmit i r otra cosa que ideas

musicales.

C o m o tercer pun to , el oyente intel igente sentirá una

permanente cur iosidad por t o d o lo concerniente a la música,

especialmente la música nueva. Será to lerante con la música

- 239 -

Page 241: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

que no ent ienda en un comienzo; no emit i rá ju ic io sobre ella,

ni la condenará ante sus amigos y el púb l ico , hasta haberla

escuchado más de una vez. Los exper imentos gozarán de su

aprobación desde la Consagración de la Primavera, hasta

Boulez, S tockhausen y la música electrónica. (Aqu í venga

posiblemente a cuento una historia en que una dama al

mirar una puesta de sol p intada por Turner di jo: " S e ñ o r

Turner, jamás he v isto yo una puesta de sol c o m o é s a " a lo

que Turner repl icó: ¿Y no lo lamenta?).

A fuerza de escuchar, el oyente adquir i rá gradualmente

la más preciosa de las cual idades: el gusto musical . Ese

gusto le permit i rá reconocer las normas de valor y de

magn i tud en la mús ica , la categor ía de un Bach, un Mozar t ,

un St rawinsky y a los genios de hoy. El gusto musical sólo

se adquiere con la " o r a c i ó n " y el " a y u n o " , es decir, escu­

chando. Es el don del f i lósofo. Sus enemigos son, por un

lado la ignorancia y por el o t ro el " s n o b i s m o " . Su mejor

amigo : un cabal conoc im ien to de la historia y la l i teratura del

arte musical .

La quinta característ ica que def ine al oyente exper imen­

tado es su conciencia de las inf ini tas variedades de la

belleza. La belleza en la música no se reduce sólo a un

sonido agradable y una armonía eufón ica . Se da también la

pura belleza de la fo rma y de las fo rmas abstractas del

sonido. Existe la belleza de la artesanía: la f i rme marcha de

la f uga , las maravil las de las inversiones contrapunt ís t icas,

las comple j idades de la manipulac ión y t rans formac ión de

las ideas musicales en una S in fon ía de Beethoven. Hay

belleza de r i tmo y belleza de mov im ien to . Hay bellezas de

tex tura , d isonancia y t imbre. La paleta de colores orquesta­

les desarrol lada en el per íodo que va de Berlioz a Mahler , es

de recursos al parecer inagotables. A u n el sonido monoc ro ­

mo, aparentemente l imi tado, de un co ro a capella, en manos

- 240 -

Page 242: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

de un di rector capaz, posee una mul t i tud inenarrable de

efectos sonoros.

Por ú l t imo, el oyente intel igente, tendrá p ro funda con­

ciencia de los inagotables poderes de comun icac ión y rege­

neración de la música. En ciertas obras estos poderes se

manif iestan c o n tal in tensidad, que quienes las escuchan no

vuelven a ser los mismos. Las úl t imas producc iones de

Beethoven cor responden a ese terr i tor io part icular de la

belleza: la Novena S in fon ía , la Misa Solemnis, las úl t imas

sonatas para piano y los ú l t imos cuar te tos para cuerdas. Las

sonor idades interiores de dichas obras, son más notables

aún que las exter iores. Nos encon t ramos en estas obras con

una creciente inst rospección, una intensi f icación de la per­

cepción, una preocupac ión cada vez más obsesiva por lo

f i losóf ico y espir i tual. Beethoven desarrolla no sólo nuevas

formas musicales, sino, tamb ién , nuevas ¡deas. Su música

se caracteriza por una básica amb igüedad estética y espiri­

tual . No se puede explicar su s igni f icado, c o m o se puede

explicar el s igni f icado de las palabras. Pero esa ambigüedad

no ha sido óbice para que c ientos y miles de seres, desde los

t iempos de Beethoven hasta nuestros días, se hayan con ­

vencido p lenamente de que en las Var iaciones de los op. 97

y 111 y en los ú l t imos cuar te tos, Beethoven estaba habién­

doles d i rectamente a ellos y que el tema de su conservación

era algo subl ime, etéreo, celestial y puro de corazón.

El gran arte es in temporal y su poder de comun icac ión y

regeneración es tan real y con temporáneo hoy, c o m o el día

mismo en -que fue creado. Las tragedias griegas, Shakes­

peare, Goethe, y Bach, Beethoven y Brahms, nos hablan

inmediata, urgente e inconfund ib lemente . Escuchamos y

quedamos t rans formados. Dondequiera que tenga lugar esta

experiencia — e n una sala de conc ier tos o ante un tocadis­

c o s — hal lamos en ella la misma "v is ión de g randeza" . Esa

- 241 -

Page 243: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

visión está al alcance de todos , de los que c o m p o n e n

música y de los que la escuchan, profesionales y af ic iona­

dos. El m u n d o de la música, para los verdaderamente recep­

t ivos, es un m u n d o imperecedero de orden y belleza.

Acceso y participación en la cultura

Se d iscute m u c h o hoy en día, la manera de util izar mejor

los crecientes medios de acceso a la cu l tura. Dos de los

conceptos alrededor de los cuales gira el debate, dos pala­

bras clave son " a c c e s o " y " p a r t i c i p a c i ó n " — a c c e s o de la

gran mayoría de la poblac ión y la posibi l idad para la misma,

de part icipar más ampl iamente en las act iv idades art íst icas

del m u n d o del arte. En lo que se refiere al acceso todavía

queda m u c h o por hacer, incluso en los países industrial iza­

dos (el prob lema t iene otros aspectos en los países en vía de

desarrol lo, donde perviven aún las t radic iones orales). La

principal d i f icu l tad al respecto en los países industr ial izados

proviene de una central ización excesiva. Corr ientemente no

hay bastantes bibl iotecas, teatros, museos o centros artís­

t icos para todos, fuera de la capital. Y en las mismas

capitales uno de los problemas esenciales es la fo rma de

repartir las subvenc iones que permit i rán a todos los que lo

deseen y no t ienen los medios, asistir a los espectáculos

más caros (ballet, ópera, gran repertor io de teat ro clásico).

Pero a pesar de t o d o , en con jun to , es menos ardua la

cuest ión del acceso que la de la par t ic ipación, aunque quizá

debamos considerar a una c o m o consecuencia de la o t ra ,

puesto que en la mayor ía de los países industr ial izados, casi

t o d o el m u n d o puede aprovecharse hoy de ciertos t ipos de

arte, gracias a los libros de valor, publ icados en ediciones

baratas, en los discos, en la radio y en la televisión. Existen

en dichos aspectos estadísticas esperanzadoras. De todas

maneras, de m o d o general, el nivel, la intensidad y la

- 242 -

Page 244: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

extensión de la a tenc ión llevada a las artes, no progresa

tanto en p roporc ión , c o m o sus part idar ios esperan.

Es aquí donde empiezan a aparecer de manera más

directa las relaciones entre todas estas cuest iones y ciertas

cualidades sociales y culturales, las cuales no siempre son

tenidas en cuenta por los que se ocupan de obtener aumen­

tos tan considerables de los recursos dedicados a la p romo­

ción de las artes. Y es aquí donde hace fal ta que examine­

mos los postu lados sobre los cuales nos f u n d a m o s para

detectar cuat ro problemas t íp icos:

a) En un sent ido la part ic ipación ya está m u y extendida

en algunos países. Sabemos que en el Reino Un ido el teatro

af ic ionado ocupa el oc io de millares de personas cada

semana. Este t ipo de part ic ipación ¿debe bastarnos? ¿ 0 bien

debemos dar o t ro sent ido al término? Fíjense en la segunda

hipótesis: las act iv idades de af ic ionados de esta especie,

pueden ser m u y agradables para ellos e incluso enr iquece-

doras; pero tamb ién pueden const i tu i r esencialmente una

fo rma de ent re ten imiento sin comprometerse art ís t icamente.

b) Los part idar ios de la par t ic ipac ión, concebida impl i ­

cando a una asociación a la t o m a de decisiones, no deben

contentarse con los poderes of rec idos a nivel local. Incluso

si la regional ización llega a ser más eficaz que hoy, las

decisiones nacionales serán necesarias (a t í tu lo por ej. del

sostén de fo rmas de expresión art íst ica complejas, que son

siempre m u y caras y pocos países, en el curso de una

generación, son capaces de hacer acceder en más de uno o

dos domin ios al nivel requer ido); a t í tu lo también de la suma

total de las cant idades a recibir sobre el presupuesto nacio­

nal para subvenc ionar las artes y a t í tu lo de tantos ot ros

numerosos problemas generales todavía más arduos, espe­

cialmente los que conciernen a la vigi lancia y la l ibertad,

tanto en materia de arte o en la ut i l ización de los medios de

- 243 -

Page 245: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

comun icac ión social. No se debería considerar que reforzar

la a u t o n o m í a , regional sust i tuye la par t ic ipación en las deci­

siones nacionales; de todas maneras organizar una part ic i­

pación efectiva a nivel nacional es cosa arr iesgada. Es más

fáci l elegir — p a r a situarlos en a lguno de los comi tés inevita­

bles, pero no s iempre d e c i s i v o s — a c iertos nombres de una

lista de notables provinc ianos, o designar a a lgunos repre­

sentantes del gran públ ico que se suponen inofensivos.

c) ¿Qué relación hay entre los esfuerzos que t ienden a

aumentar la part ic ipación en las artes consagradas y el

hecho de que m u y a menudo t o d a la evoluc ión de una

sociedad — e n part icular su or ientac ión comercial y todos

los efectos de dicha or ientación comerc ia l sobre la uti l iza­

ción de los medios de comun icac ión s o c i a l — t ienden siste­

mát icamente a disminuir la impor tanc ia conced ida a las

act iv idades que exigen una a tenc ión asidua y desinteresada?

No es difícil de sostener que el c rec imiento de los recursos

relativos a la d i fus ión de las artes consagradas juega el papel

de coartada c ó m o d a y que no prueba nada.

d) A veces, incluso si el acceso es fáci l , la gente no

parece desear aprovechar lo y rechazan la part ic ipación. Es

porque son ingratos o estúpidos ¿ 0 más bien es porque

rechazan impl íc i tamente su o f rec imiento , la manera en que

se les ofrece o el con jun to de valores y postu lados socio-

culturales en las que estos o f rec imientos se inspiran?

Y a pesar de t o d o , si el interés creciente que los poderes

públ icos sienten hacia las artes, susci tan tales problemas,

¿no habría que considerar este interés c o m o un fenómeno

al tamente beneficioso? Sí, hasta c ierto pun to . V o y a recor­

dar dos frases que han sido a m e n u d o citadas. La pr imera:

" C u a n d o o igo hablar de cu l tura , saco mi revolver" ; la se­

gunda ; (de un panf le to de Herbert Read) " A l diablo la

- 244 -

Page 246: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

cu l tu ra " . Pese a lo que pueda parecer, la pr imera de las

frases da a la cul tura más impor tanc ia que m u c h o s de sus

aparentes part idarios, pues le reconoce su capacidad para

desafiar o incluso hundir a un régimen. La mayor parte de

las sociedades y de los gobiernos no desean unir las artes a

la l ibertad de cr í t ica, a las experiencias, a la invest igación, a

lo inesperado y sorprendente.

La segunda frase, " A l diablo la c u l t u r a " , sí al d iablo, si

sólo es una fachada, una especie de barniz, algo que será

tolerado tan to t iempo c o m o no produzca per turbac ión. A l

diablo este t ipo de cul tura si los art istas mimados por ella se

convier ten en hombres sólo de dos dimensiones, manteni ­

dos dent ro del cuadro f i jado por los poderes incontestables

de este o aquel poder.

He aquí expuestas, las mín imas observaciones generales

necesarias para servir de pr incipio a toda ref lexión acerca

del papel de las artes hoy. De todas maneras, añadi remos

aún algunas observaciones acerca de la naturaleza misma

del arte.

En pr imer lugar, el arte atrae a la naturaleza fundamenta l

de nuestra existencia y a la exploración de esta naturaleza

dentro de la l ibertad y la verdad. Las artes no son nada si no

están orgánicamente l igadas a la cal idad de nuestra vida

cot id iana. Cualquiera que sea el mon tan te de las sumas

consagradas a las act iv idades art íst icas en un número deter­

minado de países, esto no impor ta nada si a lgunos de los

problemas más graves que se plantean a d ichos países no

son ser iamente abordados, si la miseria urbana o rural, o si

los sent imientos que los indiv iduos t ienen de ser desprecia­

dos o degradados no cesan de crecer, o tamb ién si la

l ibertad de expresión no aumenta (quizá d isminuye) en el

m o m e n t o en que el gob ierno manif iesta un nuevo interés

por el arte y por la cal idad de la v ida.

- 245 -

Page 247: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

De todas maneras, podría objetarse, ¿es que lo d icho

anter iormente no se aplica esencialmente a la l i teratura, es

decir, a un arte que se sirve de las palabras y manipula

d i rectamente las ideas, de manera que tarde o temprano se

tenga que admit i r , reforzar, las concepc iones tradicionales

en v igor dent ro de la sociedad que estamos considerando,

ya que se entrará en conf l ic to con las autor idades? ¿La

música no es un arte relat ivamente poco pel igroso, por que

es menos fáci l ver en ella la expresión de opin iones subver­

sivas? A lgunas fo rmas de arte ¿pueden pervivir sin c o m p r o ­

misos, incluso en países somet idos a diversos géneros de

tiranía?

Es cierto que a lgunas artes, la música, natura lmente, y

hasta cierto p u n t o el ballet — s e encuent ran en una s i tuación

más favorable que otras y no moles tan tan mani f iestamente

a los poderes públ icos. Pero se pueden fo rmular dos obser­

vaciones acerca de este pun to de vista, un tan to simpl ista.

En pr imer lugar, varios gobiernos han reconoc ido ( incluso

quizá inconsc ientemente) el poder social por lo menos de un

t ipo de música: han prohib ido la música pop y el género de

danza que la acompaña , pre textando natura lmente que se

t rata de una reacción legít ima cont ra la decandencia. En

o t ro plano, podían con t o d o derecho suponer que el carác­

ter l igero y relajado de este t ipo de música y danza, haría

labor de zapa indirecta en la disciplina que sus métodos de

administración del país, exigen.

La segunda observación es la s iguiente: incluso los artis­

tas que creen poder trabajar sin d i f icul tades bajo un régimen

dictator ial , constatarán que a largo plazo no es así, puesto

que el ambiente es contrar io a la exper imentac ión — s o b r e

t o d o incomprensib le para los representantes de los poderes

públ icos, o para el " h o m b r e de la ca l le " , en el nombre del

cual t o d o s pretenden h a b l a r — sin la cual el arte termina

- 246 -

Page 248: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

siempre, antes o después, por no hacer ot ra cosa que

repetirse. Cada sistema que, incluso pre tendiendo favorecer

a la artes, las obl iga en cambio a renunciar al ejercicio del

libre pensamiento o de la imaginac ión, y en consecuenc ia , a

la creat iv idad, deberían conveni r en una resistencia con junta

de todas las artes: lo mejor sería pasar a la c landest in idad.

Bien en tend ido que en el con jun to de esta disgresión

acerca del arte considerado c o m o ins t rumento de análisis y

de cr í t ica, estoy bajo el p u n t o de vista del m u n d o occidental

e industr ial izado, donde el arte es a m e n u d o una expresión

individualista y p lenamente consciente, antes que una act i ­

vidad comuni tar ia y popular. ¿Qué podr íamos decir de los

países dónde las artes — e n part icular la música y la danza —

hacen parte todav ía de una experiencia vivida co lec t ivamen­

te por el con jun to de la población?

He visto representaciones de este t ipo que me han

l lenado de admirac ión. No podr íamos decir que se t rata de

un arte m u e r t o — p e r o evoca hoy a un fósi l conservado

dentro de un pedazo de á m b a r — y no podrá supervivir bajo

esta f o r m a . De hecho se cambia cons tan temente y m u y

aprisa. La danza se convier te en un espectáculo tur ís t ico, a

menudo con una per fecc ión técnica más acabada, más

perfeccionada que antes y más profesional que antes, pero

más alejada cada vez de sus raíces. Es un error animar a

estos países a preservar así sus t radic iones, c o m o dent ro de

una v i t r ina.

De todas maneras estas experiencias art íst icas, incluso

cuando quedan al abr igo de los tur istas, l legarán a menos y

menos gente, aunque sea en su país de or igen. ¿Qué

pasará con las personas que se meten por mil lones — e n

número cada día m a y o r — en estas gigantescas c iudades del

m u n d o en vía de desarrollo? En breve este m u n d o ha

comenzado a perder, y está sin duda dest inado a perder, sus

- 247 -

Page 249: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

relaciones privi legiadas en lo que conc ierne al acceso de las

masas al arte. El nuevo equil ibr io establecido entre la pobla­

ción urbana y rural, en estos países, las presiones de la

industr ial ización y de las estructuras directr ices que engen­

dra — t o d o esto cont r ibuye a reducir la f recuencia y la pert i ­

nacia de las experiencias art íst icas y culturales verbales y

directas, así c o m o a aumentar el " q u i n t o pode r " , el de una

crít ica intelectual y art íst ica, crít ica y consciente.

Se podría objetar, de toda manera, que en toda esta

exposic ión me preocupo demasiado de las artes considera­

das dent ro de sus relaciones sociales y no bastante de las

artes mismas y por sí mismas. Las artes ¿no son , ellas

mismas, tal b ien, que es preferible, (es decir, indispensable),

dejarles actuar según sus propias vías ocul tas. ¿No ejercerán

entonces una acc ión a más largo plazo, hac iéndonos entre­

ver las posibi l idades de un porvenir mejor, exist iendo incluso

bajo la t iranía y vo lv iéndonos más aptos para trabajar, en

vista de tal porvenir? ¿Estaremos en condic iones de apreciar

esta acc ión si nos empleamos sin descanso a obtener para

las artes cert i f icados expl íc i tos de buena conducta?

Un pasaje de W . H . A u d e n va más lejos todavía. A u d e n

nos asegura que es bueno tocar la lira mientras que se

quema Roma, que hay que resistir a la l lamada de los que

nos exhor tan a tirar la lira para coger el ext intor ; añade que

esta l lamada se hace oír en cada generación y que si le

hiciésemos caso, todos , en cada ocas ión, nadie llegaría

nunca a componer , tocar o escuchar música. Según él, el

arte no t iene n ingún poder de persuasión, prop iamente

d icho; existe, más bien que a f i rma. Sus relaciones con el

espíritu h u m a n o se establecen por vías laberínticas; reflejan

un orden y una belleza que t rascienden de las tr ivial idades

cot idianas; crea estructuras bellas en sí mismas y para ellas

mismas, pero además — s i se desea atr ibuir le un s igni f icado

- 248 -

Page 250: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

más p r o f u n d o — reflejan la perfecta armonía de la vida de

Dios.

Compar to en parte estos pun tos de vista. Se percibe

per fectamente lo que se pierde, si la a tenc ión p redominan te

concedida a las relaciones del arte con la sociedad, vuelve

insensible al propio arte; hace fal ta antes que nada tomar

posesión de la música y que ésta os posea. Y a pesar de

todo , yo no sabría dar a esta d is t inc ión el carácter absoluto

que A u d e n le ha atr ibuido en el tex to menc ionado más

arriba. Si la l ibertad de expresión, la posibi l idad de decir

honradamente lo que uno cree que es la verdad, hubiese

desaparecido, yo preferiría pasarme de la música.

De t o d o lo d icho hasta ahora, sobresale lo siguiente: los

responsables de la enseñanza art íst ica t ienen una tarea

pr incipal : ayudar a sus a lumnos a comprender y a satisfacer

mejor las exigencias de las artes mismas, dent ro de su

propia naturaleza. Este t rabajo de catal izador es siempre

dif íci l . No se trata esencialmente de " t r a n s m i t i r " c iertos

bienes de valor reconocido, s ino de contr ibui r a que ciertos

procesos se produzcan. El de fec to , por ej. de gran parte de

la enseñanza de la l i teratura en la escuela en ciertas épocas

pasadas, no era que se propuiese c o m o f in "enseñar la

poes ía " sino que se elegían poesías mediocres, sent imenta­

les y elementales, o que se estudiaban mal , incuso la buena

poesía, ut i l izando just i f icaciones afect ivas intempest ivas.

Estamos pues abocados a abordar uno de los problemas

más arduos, al que casi s iempre se elude en la época actual ,

cuando tanto se habla de la "democra t i zac ión de las a r tes" .

Este prob lema está l igado con la af i rmación según la cual ,

hemos l legado fe l izmente, a ampl iar la def in ic ión del arte y

de la cu l tura hasta el pun to de poder reconocer ahora, que

todos las artes t ienen un valor igual; que estando sus

diversas fo rmas (hasta un p u n t o que no había sido antes

- 249 -

Page 251: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

suf ic ientemente admi t ido) , determinadas por factores histó­

ricos y sociales, toda la referencia a di ferentes niveles de

creación art íst ica, indica s implemente que se t ienen concep­

tos ya acabados.

T o d o esto es aceptable hasta cierto pun to . Muchas

cosas son buenas, cada una a su manera; hace fal ta dist in­

guir la autent ic idad y la or ig inal idad, bajo sus múlt ip les

f o r m a s y evitar edif icar falsas jerarquías. No debemos juzgar

a la gente ún icamente en f u n c i ó n de su propens ión o ap­

t i t ud aparente para apreciar las fo rmas elevadas del arte.

Tenemos que empezar por admi t i r que una parte de lo que

se considera "a r te e levado" no es más que una cuest ión de

clase social o de pretenciones intelectuales, un arte muer to ;

que hay muchas de las mani festac iones de las artes que se

yaloran c o m o " in fe r io res " que cont ienen más vi tal idad que

en muchas obras pertenecientes a los géneros considerados

" n o b l e s " y en consencuenc ia , ciertos rechazos al " g r a n

a r t e " , pueden resultar m u y sanos; en f i n , y esto es mucho,

más impor tan te todav ía , deber íamos recordar mejor, que la

ap t i tud inicial de la mayor parte de la gente a amar el " g r a n

a r t e " depende en parte de las posibi l idades que han ten ido

durante su educac ión . Para lo que concierne a estas cues­

t iones, convendr ía antes que nada, tener presente las po ten ­

cial idades existentes en la mayor parte de la gente, pues

está bien p robado que podr ían encontrarse allí donde no se

esperaba, s iempre que supieran sacar par t ido de ellas.

Hacer músicas a nivel superior es algo demasiado agra­

dable para dejarlo ún icamente a los profesionales. La f o r m a ­

c ión del a f ic ionado do tado , debería ser acción priori taria en

la educación de nuestros conservator ios, aunque parezca

una idea revolucionar ia; los que enseñamos en una escuela

oficial sabemos que por cada profesional que f o r m a m o s ,

hemos preparado a m u c h o s af ic ionados, hombres y muje-

- 250 -

Page 252: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

res, que han cambiado de carrera después, por presiones

económicas.

En la Universidad de Yale ha sucedido que teniendo un

Depar tamento de Música que da una educac ión musical

general y una escuela Super ior Profesional de Mús ica , en los

ú l t imos años los concier tos del g rupo af ic ionado han atraído

más la a tenc ión del públ ico que los de los profesionales.

¿Qué expl icación podemos encontrar? En parte, a una cierta

repulsión de los audi tores hacia la formal idad de la sala de

concier tos, ya que, la ident i f icación con una comun idad , es

también impor tante . Los estudiantes van a escuchar a o t ros

estudiantes que conocen, antes que ir a un concier to de

profesionales, aunque sea más per fecto. Además hay ot ros

factores. No siendo profesionales y no ten iendo la obl iga­

ción de interpretar el repertor io habi tual , su programa está

lleno de obras que se oyen rara vez. A d e m á s esta orquesta

toca con toda la pasión que los af ic ionados ponen en sus

actuaciones y este entus iasmo se comun ica a la audiencia.

Un acercamiento actual de la música hacia el niño

La invest igación sobre las diversas manifestaciones del

son ido podría ser el pun to de part ida de la educación

musical moderna , del mismo m o d o que el color es el pun to

de part ida para la educac ión art íst ica moderna . Probar las

delicias del m u n d o sonoro tan to si son el canto de los

pájaros, el ru ido del v ien to en las hojas, el ru ido de pasos

famil iares o sonidos que v ienen de inst rumentos exót icos;

produci r son idos voca lmente o de otra manera, capturar los,

mezclarlos y manipular los gracias a los métodos electrónicos

modernos , llevarían a una percepción más f ina de la cal idad

del sonido. El mejor per íodo para esta género de experien­

cias es cuando el o ído es tan recept ivo c o m o el cerebro. De

esta manera los chiqui l los entrar ían más fác i lmente en el

- 251 -

Page 253: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

m u n d o de la música y serían más conscientes, ya adul tos,

de la po luc ión de su entorno sonoro . Además los médicos

no cesan de repetir que los oídos de la joven generación

están i r remediablemente perdidas por el empleo inadecuado

que hacen, del ampl i f icador sonoro ; por tan to esta clase de

sensibil ización y percepción musical , se hace todavía más

necesaria y urgente.

La educación musical t iene la posibi l idad de permit i r a

los niños de part icipar en esta f unc ión extraordinar ia que

consiste en fabricar música exper imenta l , an imándoles a

crear f ragmentos que provienen de inf in idad de recursos

sonoros. C o m o los jóvenes artistas de las clases de escultura

y p in tura ; par t ic ipando en una s i tuación contemporánea

sería lógico pensar que la música con la cual v iven les

parecería comple tamente natural . Habiendo hecho la expe­

riencia de modelar y de explorar por sí mismos las sonor i ­

dades musicales, podr ían ver c ó m o generaciones de c o m p o ­

sitores antes que ellos, han hecho lo m ismo, en otras épocas

y en otras cul turas. La f inal idad sería conseguir desarrollar la

sensibi l idad sonora innata en el n iño, o en el joven , y de

preservar la intensidad natural del m o d o de percepción y de

sensación del n iño, para que su espír i tu y su o ído se

abriesen natura lmente a la música.

- 252 -

Page 254: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

RESUMEN

Este ensayo " L a mús ica , veh ícu lo de expresión m u s i c a l "

quiere l lamar la a tenc ión hacia varias cosas.

La pr imera, que es tamos l legando al año 2000 y no

podemos seguir enquis tados enseñando la música c o m o en

pleno siglo xix, con los mé todos del siglo xix y sin avanzar

en obras musicales más allá del siglo xix. Nos quejamos

después de que los jóvenes no asisten a las mani festac io­

nes musicales que les organizamos, pero t ienen razón,

porque son anacrónicas y poco autént icas.

La segunda, que en esta época, abierta a la comun ica­

ción y a todas las cul turas, hemos descubier to la maravil la

de expresión y ref inamiento que encierran la música de

países que antes considerábamos bárbaros. Sus descubri­

mientos han ido por caminos dist intos que los de nuestra

música armónica y pol i fónica occidenta l , pero ello no quiere

decir que no hayan conseguido altas cotas de sensibil ización

audit iva y emocional a través de la música. Ahora que

estamos en condic iones de poder comprender les, debemos

hacerlo y t ransmit i r su mensaje a los jóvenes de nuestra

generación y cul tura.

La tercera. El Profesor de Mús ica . Este es el hombre clave.

Nos encon t ramos generalmente con un Profesor que ha

recibido una enseñanza tradicional y que no sabe transmit i r

otra cosa. Si queremos de verdad que el joven de hoy no

huya de la clase de música y de donde se celebren manifes­

taciones musicales (no digo sala de concier tos) , debemos

cambiar, c o m o a un calcet ín, al profesor de música

de hoy. Tenemos que llevar al joven nuestros mejores

músicos y más entusiastas. Estos serán los maestros que

quieren oír. ¿Por qué, si no, asisten c o m o lo hacen a esas

manifestaciones mult i tudinar ias de músicos rock, en su día

- 253 -

Page 255: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

los Beatt les y van detrás del cantante- ídolo? Porque van

s iguiendo la emoc ión verdadera, del art ista que siente, se

entrega y a ellos los hace vibrar de emoc ión .

Si fuese posible revivir a Mozar t y a Bach, in terpretando

sus propias obras, estos jóvenes también sentir ían la verdad

de la música que ellos t ransmi t ían; pero en esta época de

f r ia ldad, falsos ídolos y especial ización, t ienen razón de huir

del mausoleo de la sala de concier tos.

O cambiamos las formas de acercamiento a la música y

las adecuamos a la cul tura de hoy y al año 2000, o nos

encont ra remos solos, los viejos profesores de música, repi­

t iendo viejos discos y viejos cl ichés, para nosot ros mismos.

- 254 -

Page 256: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 257: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 258: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

EPILOGO

Y EL SEPTIMO DIA DESCANSO'

Pero lo que no dicen las Escrituras es que descansó

mientras escuchaba la M U S I C A de las esferas.

- 257 -

Page 259: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 260: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

B I B L I O G R A F I A

Prefacio

G. W A L L A C E WOODWORTH. El mundo de la música.- Bibliográfica OMEBA.

1968. Buenos ; Ai res .

ERNEST EARNESJ¿ ¿Deben ser los técnicos de TV superiores a los

Universitarios?.— «Bolet ín de la Asociación americana de Profe­

so res de U n i v e r s i d a d » . — Sept iembre de 1958.

ALFRED N O R T H W H I T E H E A D . — La ciencia y el mundo moderno.— Nueva

Y o r k : Macmi l l an 1948. Objetivos de la Educación.— Londres:

W i l l i am y .Norga te , 1932.

Cap. I

A L P H O N S SILBERMANN. Estructura social de la música.— TAURUS 1962,

M a d r i d .

P A U L ROUTLEDGE y KEGAN. El psicoanálisis de la visión y audición artís­

tica. Londres 1953.

K. B L U M . — Más y menos en «Cuadernos de estudio de Radio y Tele­

v i s i ón» , P.U.F., París 1955, n ° s 3 y 4.

T H . W . ADORNO. Filosofía de la música moderna. Mohr , Tüb ingen,

1949. Ensayo sobre Wagner.— Berlín y Francfort, 1952. El enveje­

cimiento de la nueva música.— «Der Monat» , Berl ín, Mayo 1955.

J . CHAILLEY, El desarrollo del instinto armónico en los auditores.

«Cuadernos de estudio de Radio y Televis ión». París, n ° s 3 y 4.

R. M H E L . — El diálogo de la historia y la sociología.— «Cuadernos in­

ternac iona les de s o c i o l o g í a » . — Ed. du Seuí l , París 1947, vo l . III.

F. P. K E P P E L — Las artes en la vida social. «Tendencias sociales

recientes en U S A » . — Me Graw-Hi l l , Nueva York, 1933.

K U R T B L A U K O P F . — El comportamiento cultural de los jóvenes. Estudio

de los cruces culturales en Europa y Asia. Ed. Desmond M a r k . —

V iena 1976.

- 259 -

Page 261: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

IRMGARD B O N T I C K . — Las nuevas formas del comportamiento musical.

Estudio de las actividades de los jóvenes en 18 países. Viena 1974.—

Universa l Edi t ion.

CHARLES R. H O F F E R . — Los problemas e implicaciones de la producción

en masa de la música. «XI Conferencia Internacional de I S M E » . —

Perth 1 9 7 4 . — Aust ra l ia Occidental .

Cap. II

ADOLFO S A L A Z A R . — La música como proceso histórico de su invención.—

Fondo de Cul tura Económica. México-Buenos Aires, 1953.

G. W A L L A C E W O O D W O R T H — El mundo de la música.— Bibl iográf ica

OMEBA. 1968.

A R N O L D S C H O E N B E R G . — El estilo y la idea. TAURUS, Madr id 1963.

M A N U E L DE F A L L A . — Escritos sobre música y músicos.— Espasa Calpe,

Col . Aus t ra l . Tercera ed. 1972. Madr id .

Cap. III

ADOLFO S A L A Z A R — La música como proceso histórico de su invención.—

Fondo de Cul tura Económica. México, Buenos Aires, 1953.

A L A K I J A , O l u w o l e A. ¿Is the African musical? En Nancy Cunard. Negro

an tho logy . Londres 1934.

A L A I N D A N I E L O U . — Cooperación e intercambio en el dominio de la edu­

cación música/ entre países de culturas diferentes.— 1976. Confe­

rencia in ternacional de ISME en Mont reux (Suiza).

S A L A H EL M A H D I ( T ú n e z ) . — La música y la educación musical en las

sociedades no industrializadas.— 1976. Conf. Int. de ISME-Mon-

t reux .

H A B I B H A S S A N T O U M A (Centro de Estudios In ternacionales-Ber l ín) .— La

herencia cultural como factor determinante del conocimiento

estético en la sociedad árabe.— XIV Congreso ISME-Polonia.

T R A N V A N K H E ( V i e t n a m ) . — La educación musical en Asia. XIV Con­

greso ISME-Polonia.

N A R A Y A N A M E N O N ( I nd ia ) .— La comprensión entre las diversas culturas

de nuestro tiempo. XI Congreso ISME. Perth (Austral ia), 1974.

- 260 -

Page 262: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

Cap. IV

ADOLFO S A L A Z A R . — La música como proceso histórico de su invención.

Fondo de Cul tura E c o n ó m i c a . — México, Buenos Aires, 1953.

ROSA M A R Í A K U C H A R S K I . — Música para las Aulas. Ed. Música y Cultura.

Conde A randa , 17 - Madr id , 51 Edición 1980.

CHARLES N E F . — Historia de la Música. Librair ie Payot-Lausanne.

Cap. V

NÉSTOR R. ORTIZ O D E R I G O . — Historia del Jazz.— Ed. Ricordi-Buenos

A i res , 1958.

M A N U E L DE F A L L A . — Escritos sobre música y músicos, 3* ed. Col. Aus­

t ra l . ESPASA-CALPE 1972. Madr id .

R O S A M A R Í A K U C H A R S K I . — Música para las Aulas, Ed. Música y Cultura.

Conde A r a n d a , 17 - Madr id , 5? Edición 1980.

KARLHEINZ S T O C K H A U S E N . — Entrevista. Bibl ioteca Salvat de Grandes

T e m a s — SALVAT Editores, S.A. Barcelona 1973.

DICCIONARIO OXFORD DE LA M Ú S I C A . — Ed. Sudamer icana .— Buenos Aires.

Cap. VI

R O S A M A R Í A K U C H A R S K I . — Lineas básicas para una educación musical

actual. 5a. Conferencia Interamericana de Educación M u s i c a l . —

M é x i c o , Octubre 1979.

E G O N K R A U S . — Métodos integrados e interdisciplinarios en la educa­

ción musical. 1974, X I Congreso ISME-Perth (Austral ia).

J O H N A. R I T C H I E . — ¿Qué hacen las escuelas y universidades para

preparar a los individuos para una educación musical que debe

durar toda la vida?.— Perth, 1974.

RICHART H O G G A R T . — Las artes y la educación al final del s. XX: su

desafio y cómo hacerle frente.— Perth, 1974.

CLAUDE P A L I S C A . — La calidad de la vida y la educación musical.—

Perth, 1974.

D A V I D T U N L E Y . — La ampliación del horizonte de la educación musical.

Perth, 1974.

- 261 -

Page 263: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL
Page 264: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

T I T U L O S D E L A C O L E C C I O N

P u b l i c a d o s :

1. Hacia una Democracia cul tural .

2. Los derechos culturales c o m o derechos humanos.

3. La desmit i f icac ión de la Cul tura.

4. M é t o d o s y objet ivos de la p lani f icación cul tural .

5. A c c i ó n cultural de los Organismos internacionales

europeos.

6. Polit icas culturales en Europa.

7. A n i m a c i ó n socio-cul tura l .

8. Cul tura española y au tonomías .

9. M o d e l o de la campaña de p romoc ión cultural en

núcleos rurales.

10. Función pedagógica de los Museos.

11. Préstamo de l ibros a domic i l io por correo.

12. Cultura y Comun idad rural.

13. El Museo , cu l tura para todos .

14. Mar ín , rey del T r o v o .

15. Bases para una campaña de p romoc ión cul tural en

núcleos rurales.

16. Cornunicac íón, in formac ión y cu l tura de masas.

17. Aspec tos Jur íd icos de la Defensa del Pat r imonio Histó-

co-Ar t ís t í co y Cultural .

18. La Mús ica , vehícu lo de expresión cul tural .

19. A s pec tos jur íd icos de la p ro tecc ión del Pat r imonio His­

tór ico Ar t ís t i co y Cultural .

- 263 -

Page 265: LA MUSICA, VEHICULO DE EXPRESION CULTURAL

impreso por: ARTEGRAF. Sebastián Gómez, 5. Madr¡d-26 Depósito legal: M-24.542-1981 I .S.B.M.: 84-7483-190-3

P. V . P. 400 ptas.