26
La observación participante en el Conteo de Población y Vivienda 1995. U n a experiencia antropológica Dubravka Mindek* Este trabajo gira en torno a la experiencia de una antropóloga que participó como enumeradora en el operativo del Conteo de Población y Vivienda 1995. La autora parte de la descripción de la metodología elaborada por el INEGI para cada etapa del le- vantamiento de la información en campo, y señala sistemáticamente en qué circuns- tancias y por qué razones los grupos operativos no respetan las normas prescritas. Asimismo, indica las preguntas que los informantes suelen contestar con dificultad e imprecisión. Al analizar el proceder y las actitudes de los enumeradores, la autora argumenta que éstos se rigen en campo según las normas informales del grupo -mismo que desde el inicio del operativo tiene una idea precisa sobre el esfuerzo, la cantidad y la calidad del trabajo justo en las circunstancias dadas. En cuanto a los informantes, observa que hay algunos que no entienden las preguntas o bien, que las entienden pero no sa- ben contestar, así como también hay otros que prefieren no contestar correctamente. Finalmente, su experiencia la hace concluir que la cobertura y la calidad de la in- formación obtenida durante el conteo dependen de los factores que escapan al control del INEGI, tales como la condición y la disposición de los informantes, y las reglas infor- males del grupo operativo. Introducción Los científicos sociales utilizamos con frecuencia la información cen- sal que genera el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Infor- mática (INEGI) , e igualmente cuestionamos su precisión y confiabili- dad, de las cuales dependen en última instancia, la calidad y l a cobertura de su levantamiento. A finales de 1995, mientras estuve elaborando un proyecto de in- vestigación sobre los migrantes de la Mixteca poblana, me enteré de que el Instituto estaba por iniciar el primer Conteo de Población y Vivienda. Consideré que la participación en el operativo podía ser una buena oportunidad para conocer la zona en la que a la larga pla- neaba realizar la investigación, por lo que solicité de la autoridad competente, previa explicación de mis motivos e intereses, el trabajo de enumerador. El enumerador fue la persona responsable de visitar todas las vi- viendas de una determinada área, con el fin de obtener información * El Colegio de Puebla. [609]

La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

  • Upload
    others

  • View
    6

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

La observación participante en el Conteo de Población y Vivienda 1995. Una experiencia antropológica

Dubravka Mindek*

Este trabajo gira en torno a la experiencia de una antropóloga que participó como enumeradora en el operativo del Conteo de Población y Vivienda 1995. La autora parte de la descripción de la metodología elaborada por el INEGI para cada etapa del le­vantamiento de la información en campo, y señala sistemáticamente en qué circuns­tancias y por qué razones los grupos operativos no respetan las normas prescritas. Asimismo, indica las preguntas que los informantes suelen contestar con dificultad e imprecisión.

Al analizar el proceder y las actitudes de los enumeradores, la autora argumenta que éstos se rigen en campo según las normas informales del grupo -mismo que desde el inicio del operativo tiene una idea precisa sobre el esfuerzo, la cantidad y la calidad del trabajo justo en las circunstancias dadas. En cuanto a los informantes, observa que hay algunos que no entienden las preguntas o bien, que las entienden pero no sa­ben contestar, así como también hay otros que prefieren no contestar correctamente.

Finalmente, su experiencia la hace concluir que la cobertura y la calidad de la in­formación obtenida durante el conteo dependen de los factores que escapan al control del INEGI, tales como la condición y la disposición de los informantes, y las reglas infor­males del grupo operativo.

Introducción

L o s científicos sociales ut i l i zamos c o n f recuenc ia la información cen ­sal que genera e l Instituto N a c i o n a l de Estadística, Geografía e Infor ­mática (INEGI) , e i g u a l m e n t e cues t i onamos su precisión y c o n f i a b i l i -d a d , de las c u a l e s d e p e n d e n e n úl t ima i n s t a n c i a , l a c a l i d a d y l a cober tura de su levantamiento .

A finales de 1995, mientras estuve e laborando u n proyecto de i n ­vestigación sobre los migrantes de l a M i x t e c a p o b l a n a , m e enteré de que e l Inst i tuto estaba p o r i n i c i a r e l p r i m e r C o n t e o de Poblac ión y V i v i e n d a . Consideré que l a participación e n e l operat ivo p o d í a ser u n a b u e n a o p o r t u n i d a d para conocer l a z o n a e n l a que a l a larga p l a ­n e a b a r e a l i z a r l a investigación, p o r l o q u e solicité de l a a u t o r i d a d competente , prev ia explicación de mis motivos e intereses, e l trabajo de e n u m e r a d o r .

E l e n u m e r a d o r fue l a persona responsable de visitar todas las v i ­viendas de u n a d e t e r m i n a d a área, c o n e l fin de obtener información

* E l Colegio de Puebla.

[609]

Page 2: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

610 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

sobre e l la y sus ocupantes p o r m e d i o de u n a entrevista y u n cuest io ­n a r i o . Pensé que e l trabajo m e facilitaría establecer contacto c o n los futuros in formantes a l a vez que permitiría que los habitantes d e l m u ­n i c i p i o se acos tumbraran a m i presenc ia entre ellos.

A la postre, n o sólo recorrí l a mayor parte de u n m u n i c i p i o d e la M i x t e c a p o b l a n a l o c a l i d a d p o r l o ca l idad , m a n z a n a p o r manzana y ca­sa p o r casa, sino además tuve u n a o p o r t u n i d a d única de conocer m u y de cerca e l proceso d e l l e v a n t a m i e n t o de l a información c e n s a l 1 e n toda su comple j idad .

E l p ropós i t o de este t rabajo es d e s c r i b i r m i e x p e r i e n c i a c o m o m i e m b r o de u n g r u p o operativo durante e l conteo para señalar, p o r u n l a d o , a lgunas c i r c u n s t a n c i a s e n las q u e los e n u m e r a d o r e s e n e l c a m p o n o s iguen l a metodología i n d i c a d a p o r e l INEGI, y por e l o tro , la f rag i l i dad y l a imprecisión de las respuestas a algunas preguntas que los in f o rmantes n o e n t i e n d e n , n o q u i e r e n e n t e n d e r o s i m p l e m e n t e n o saben responder . C o m o último fin, espero mostrar que, si b i e n la información r e c o p i l a d a es de c a l i d a d y c o n f i a b i l i d a d relat ivas , 2 esto debe atribuirse p r i n c i p a l m e n t e a los factores sobre los que el Instituto t iene poca o n u l a in f luenc ia , tales c o m o la condic ión y la disposición d e l in fo rmante , así c o m o la organización i n f o r m a l d e l g rupo operat i ­vo y sus reglas implícitas.

Capacitación de los enumeradores

P a r a e l t r a b a j o de e n u m e r a c i ó n , e l INEGI so l ic i tó l a c o l a b o r a c i ó n de personas mayores de e d a d c o n e s c o l a r i d a d s u p e r i o r a l a s e c u n ­d a r i a . E n l a c o o r d i n a c i ó n q u e se m e a s i g n ó , l a m a y o r í a d e l o s m i e m b r o s d e l g r u p o había t e r m i n a d o l a p r e p a r a t o r i a , y u n a q u e o t r a p e r s o n a n o l a había c o n c l u i d o ; además p a r t i c i p a r o n a l g u n o s pro fes ion is tas . A n t e s de sa l i r a l c a m p o , los e n u m e r a d o r e s r e c l u t a -dos t u v i m o s q u e as ist i r a u n c u r s o de capac i tac ión c o n d u r a c i ó n

1 E l conteo 1995 consistió en una enumeración o conteo universal, que aplicó u n cuestionario corto y a una muestra de la población le presentó una encuesta con un cues­tionario amplio. Yo participé únicamente en el conteo, por lo cual en el texto expongo mi experiencia y mis reflexiones en torno de él. Si al referirme al conteo utilizo el sinónimo censo, es porque consistió " . . . e n enumerar y recabar algunas características de todas las unidades de una población objeto de estudio, con el fin de conocerlas en u n momento es­pecífico (INEGI, 1995: 2)". E l subrayado es mío.

2 N o necesariamente mala.

Page 3: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 611

de o c h o días, i m p a r t i d o p o r n u e s t r a r e s p e c t i v a c o o r d i n a d o r a m u ­n i c i p a l . 3

E n e l curso se t ra taron d e t a l l a d a m e n t e los aspectos operativos y conceptuales d e l levantamiento de l a información. E l aprendizaje fue acumulat ivo . D i a r i a m e n t e anal izamos c iertos temas, med iante la lec ­tura e n voz alta d e l Manual de consulta y apoyo del enumerador, e labora­d o p a r a l a ocasión, o b i e n p o r m e d i o de l a exposic ión de a lguno de los part i c ipantes . Después d e l p r i m e r acer camiento a l t ema se inició l a recapitulación p o r m e d i o de "juegos educativos' ' , dinámicas de g r u ­p o o s i m p l e m e n t e med iante e l sistema de preguntas y respuestas. L a ins t ruc tora insistió sobre u n m i s m o tema hasta que éste quedó agota­do y, a l menos aparentemente , b i e n as imi lado . C o m o ins t rumento de c o n t r o l d e l aprendizaje contamos c o n e l Cuadernillo de ejercicios, e labo­r a d o , i g u a l que e l Manual del enumerador, espec ia lmente p a r a la oca ­sión. L l e n a m o s de m a n e r a i n d i v i d u a l las partes c o r r e s p o n d i e n t e s a cada u n o de los temas abordados , y después, entre todos, c o m e n t a ­mos las respuestas correctas. C a d a día l a capacitación empezaba c o n l a recapitulación de lo anter io rmente a p r e n d i d o .

E n e l afán d e l o r g a n i z a d o r p o r l levar a cabo e l conteo de la m a ­n e r a más p r o f e s i o n a l pos ib le , e l curso se inició c o n l a presentación de u n p a n o r a m a g e n e r a l sobre e l INEGI. C o n e l fin de evitar las e m ­barazosas s ituaciones e n las que e l encuestador n o sabría e x p l i c a r a l i n f o r m a n t e qué es l o que hace , p o r qué y p a r a quién, nos expus ie ­r o n l a h i s t o r i a d e l Inst i tuto , su objet ivo, su es tructura y sus bases le ­gales; de i g u a l m a n e r a se hab ló de los tres censos n a c i o n a l e s 4 q u e per iódicamente se l l evan a cabo e n México , y pos te r i o rmente se ex­p r e s a r o n los mot ivos , objetivos, metas, metodo log ía y estrategia d e l conteo de 1995.

P o r m e d i o de lecturas y comentar ios de l a instructora nos entera­mos de que debido a l carácter y r i tmo de las transformaciones socioeco­nómicas que vive México surgió l a neces idad de satisfacer l a d e m a n d a de información estadística ac tua l i zada p o r m e d i o de u n in tercenso .

3 Para la enumeración se llevó a cabo una capacitación en "cascada", lo cual quie­re decir que u n grupo de instructores estatales dio capacitación a los puestos superio­res de la estructura operativa, y luego éstos la reprodujeron a los encargados de los puestos que dependían de ellos, y así sucesivamente. Según la estructura organizativa del conteo, el enumerador se ubica en el primer nivel operativo y depende directa­mente del jefe de enumeradores, el cual a su vez rinde cuentas al coordinador munici­pal.

4 E l Censo de Población y Vivienda, el Agropecuario y el Económico.

Page 4: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

612 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

E l INEGI optó p o r u n m é t o d o de recolecc ión que consiste en u n a e n u ­merac ión o conteo u n i v e r s a l , que parte de l a aplicación de u n cues­t i o n a r i o c o r t o , además de u n a e n c u e s t a q u e se p r a c t i c a sobre u n a m u e s t r a de l a poblac ión p o r m e d i o de u n cuest ionar io a m p l i o . A u n ­que e l curso a l que asistí fue exc lus ivamente para los e n u m e r a d o r e s , los instructores b r i n d a r o n l a información sobre las pr inc ipa les carac­terísticas de la encuesta, tales c o m o su definición y d i ferenc ia d e l c e n ­so, su u n i d a d de análisis, l a temática que abarca, l a cober tura geográ­fica, así c o m o la técnica de selección de l a muestra .

E n cuanto a l a metodología que compartirían la enumeración y l a encuesta, se insistió en que debía captarse a las personas e n la v iv ienda d o n d e habi tan n o r m a l m e n t e , s igu iendo l a tradición de los censos de población y v iv ienda de u n levantamiento de derecho o jure. También se insistió m u c h o e n que e l i n f o rmante adecuado sería e l jefe d e l h o ­gar, su cónyuge, o u n a persona de 15 años o mayor que residiera e n l a v iv ienda y que conoc ie ra l a información sobre sus ocupantes.

E n cuanto a l a enumeración p r o p i a m e n t e d i c h a , dedicamos m u ­chas horas d e l curso a l a comprensión de algunos conceptos, tales co­m o v i v i e n d a y res idente h a b i t u a l . P a r a fines d e l c o n t e o , la v i v i e n d a fue d e f i n i d a c o m o u n espacio de l imi tado n o r m a l m e n t e por paredes y techos c on u n a entrada i n d e p e n d i e n t e d o n d e viven u n a o más perso­nas, y d o n d e d u e r m e n , p r e p a r a n sus al imentos , c o m e n y se p r o t e g e n d e l m e d i o ambiente . L a instructora repetía hasta e l cansancio la d i fe ­r e n c i a entre las viviendas part iculares que contaríamos, clasificándo­las e n habitadas , deshabitadas y de uso t e m p o r a l , y las colectivas. E l res idente h a b i t u a l fue d e f i n i d o c o m o toda persona que vive n o r m a l ­mente en l a v iv ienda, es dec ir , ahí d u e r m e , p r e p a r a sus al imentos , co­m e , se protege d e l m e d i o a m b i e n t e y que finalmente, r e conoce ese espacio c o m o su lugar de res idencia .

A n t e s de revisar los p r o c e d i m i e n t o s a seguir d u r a n t e e l levanta­m i e n t o de l a información e n c a m p o , tuvimos que a p r e n d e r a lgunos aspectos de l a cartografía censal que sirven para u b i c a r y re ferenc iar las viviendas contadas dentro d e l lugar a l que per tenecen , es dec ir , e n e l espac io geográ f i co c o r r e c t o . D u r a n t e var ios días p r a c t i c a m o s l a identificación y l e c tura de los p lanos de áreas geoestadísticas básicas ( A G E B ) 5 q u e , c o m o e q u i p o , cubr i r íamos a l o l a r g o de l a a c t i v i d a d .

5 Áreas geográficas que corresponden a una parte de u n municipio o localidad. Son áreas de trabajo bien definidas que el equipo operativo va cubriendo según el or­den programado. Se identifican mediante una clave.

Page 5: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 613

A p r e n d i m o s que las AGEB se d iv iden en urbanas y rurales , y que las ur ­banas c o m p r e n d e n u n a m a n z a n a o g r u p o de manzanas mientras que las r u r a l e s c o n t i e n e n u n c o n j u n t o de l o ca l idades r u r a l e s . S u p i m o s que , c o m o e n u m e r a d o r e s e n l o ca l idades u r b a n a s , 6 contaríamos las casas m a n z a n a p o r m a n z a n a , 7 m i e n t r a s q u e e n las r u r a l e s trabaja­r íamos sobre segmentos . 8 C o n s e c u e n t e m e n t e , h i c i m o s u n a serie de e j erc i c i os de identi f icación y l e c t u r a de los p l a n o s de l o c a l i d a d e s : de su ub i cac ión geográf ica , así c o m o l a distinción de sus respec t i ­vas m a n z a n a s y segmentos . P a r a ev i tar e q u i v o c a c i o n e s d u r a n t e e l curso t raba jamos d i r e c t a m e n t e sobre e l m a t e r i a l cartográfico p r e ­p a r a d o p a r a e l c onteo .

Puesto que l a enumeración consistiría e n visitar todas las v iv ien­das p a r t i c u l a r e s p a r a l evantar l a in formac ión sobre el las y sus r e s i ­dentes habituales , u n o de los temas d e l curso al que se conced ió m a ­yor i m p o r t a n c i a fue e l relativo a los ins trumentos de captación d e l a información. T u v i m o s que f a m i l i a r i z a r n o s c o n e l registro de v iv ien ­das, u n f ormato que tendría c o m o función enlistarlas u n a p o r u n a , y c o n u n c u a d e r n i l l o in tegrado p o r u n con junto de cuest ionarios que serían apl icados e n cada v iv ienda. E l registro y e l c u a d e r n i l l o f u e r o n diseñados para ser apl icados p o r m a n z a n a e n la z o n a u r b a n a , y e n l a z o n a r u r a l p o r segmento, lo cua l i m p l i c a que u n registro y su respecti ­vo c u a d e r n i l l o n o d e b e n c o n t e n e r información de manzanas o seg­m e n t o s d i ferentes . T u v i m o s que e n t e n d e r y a p r e n d e r de m e m o r i a los apartados que i n t e g r a r o n cada u n o de los i n s t r u m e n t o s , e l t i po de p r e g u n t a s e i n d i c a c i o n e s q u e c o n t e n í a n , las o p c i o n e s de res ­puesta de cada p r e g u n t a , así c o m o las reglas generales de l l e n a d o y anotación.

F i n a l m e n t e , e l INEGI n o sólo contempló la capacitación de los e n u ­meradores en e l mane jo de cartografía censal e instrumentos de cap­tación, s ino también en algunas técnicas de l a entrevista. A t e n d i e n d o a los fines de l conteo , la entrevista fue d e f i n i d a c o m o e l diálogo que se establece c o n e l propósito de levantar la información r e q u e r i d a en

6 Es decir, aquellas que tienen una población de 2 500 o más habitantes, y que in­cluyen a todas las cabeceras municipales independientemente del número de habitan­tes que tengan.

7 E n zonas urbanas la unidad mínima de referenciación de la información y de trabajo operativo para censos es la manzana.

8 E n zonas rurales la unidad mínima de referenciación de la información y de tra­bajo operativo para censos es el segmento. Dependiendo del tamaño de la localidad ru­ral, ésta equivale a u n segmento o se divide en dos o más.

Page 6: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

614 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

e l cuest ionar io , durante u n e n c u e n t r o de carácter pr ivado y c o r d i a l . Ensayamos desde l a presentación d e l e n u m e r a d o r ante e l i n f o r m a n ­te, hasta l a terminación de l a entrevista; pusimos m u c h o énfasis e n tó­picos tales c o m o e l c o n t r o l de l a situación, l a neutra l idad , e l respeto a l a secuencia lógica de los temas, l a repetición de las preguntas, l a c o n ­firmación de las respuestas, l a utilización de sinónimos o reg iona l i s ­mos , así c o m o la técnica d e l sondeo para cuando e l in f o rmante n o re­c o rdara ciertos datos o tuviera dudas.

Antes de dar p o r t e r m i n a d o e l curso de capacitación, l levamos a cabo m e d i o día de práctica de c a m p o supervisada, r ea l i zando entre ­vistas a l a población y anotando sus respuestas e n e l registro de v iv ien­das y e l c u a d e r n i l l o de cuest ionar ios . E n la tarde d e l m i s m o día co ­m e n t a m o s nuestras e x p e r i e n c i a s y los i n s t r u c t o r e s e x p u s i e r o n sus observaciones sobre nuestras actitudes, e l manejo de l a situación y e l cuest ionar io , así c o m o sobre los errores que comet imos en e l l l enado .

E l último día presentamos u n e x a m e n escrito . Y a f u e r a p o r q u e todos los asistentes lo a p r o b a r o n o p o r q u e l a m a n o de o b r a d i s p o n i ­b le e r a j u s t a m e n t e l a necesar ia , l a t o ta l idad de los par t i c ipantes d e l curso quedó contratada para e l operativo.

Integración e interacción del grupo operativo

H i c i m o s e l trabajo de c a m p o mediante equipos integrados p o r cuatro e n u m e r a d o r e s , u n va l idador y e l je fe de enumeradores ; todos en m i e q u i p o , excepto yo, eran residentes locales. E l jefe de enumeradores c o o r d i n ó y supervisó l a l abor de los e n u m e r a d o r e s e n e l sent ido de que a d i a r i o nos as ignaba l a carga de trabajo, nos l levaba a l área co­rrespondiente cuando expresábamos dudas sobre su ubicación, y nos ayudaba en l a solución de prob lemas o dudas que se presentaban e n e l trabajo de campo . L a tarea d e l va l idador fue revisar y garantizar l a c o n g r u e n c i a de l a información levantada p o r los enumeradores y re ­por tar al jefe los prob lemas encontrados .

C a d a e q u i p o tuvo que c u b r i r u n área geográfica d e t e r m i n a d a . Según l a p laneac ión , e l n u e s t r o realizaría e l c o n t e o e n a p r o x i m a ­d a m e n t e 40 l o ca l idades , desde l a cabecera m u n i c i p a l hasta u n a se­r ie de r a n c h o s p e r d i d o s e n los barrancos o escond idos detrás de los cerros . E m p e z a m o s p o r l a cabecera m u n i c i p a l . N o s llevó u n a sema­n a levantar l a información e n e l l a y otras dos e n sus d i ferentes l oca ­l idades .

Page 7: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 615

N u e s t r o centro de acop io fue u n a improv isada o f i c ina e n la pres i ­denc ia m u n i c i p a l e n cuyas paredes estaban pegados u n croquis m u n i ­c i p a l c o n todas sus loca l idades y u n p l a n o de l a cabecera d e t a l l a n d o las manzanas enumeradas y los agrupamientos de éstas. E l je fe nos i n ­d i caba e n e l m a p a las manzanas o los segmentos cuya cober tura había sido p r o g r a m a d a para ese día y nos repartía e l mater ia l de apoyo q u e necesi tábamos p a r a c u m p l i r sa t i s fac to r iamente c o n n u e s t r a ta rea . Después salíamos a l a acción.

C u a n d o e l acceso a l área de t rabajo e r a r e l a t i v a m e n t e fácil , ya p o r q u e estuviera dentro de l a cabecera o p o r q u e se ub i cara e n a l g u n a l o ca l idad cercana c o m u n i c a d a p o r m e d i o de transporte público, e m ­pezábamos a trabajar a las siete de l a mañana. C u a n d o e l acceso a las local idades era difícil (porque n o había transporte público a tal desti ­n o , o p o r q u e n i s i q u i e r a c o n t a b a n c o n c a m i n o s que p e r m i t i e r a n la e n t r a d a de algún vehícu lo ) , empezábamos a trabajar antes d e l a m a ­n e c e r . C o o p e r á b a m o s e n t r e todos p a r a l a r e n t a de u n a c a m i o n e t a c o m b i , cuyo c o n d u c t o r nos acercaba a l lugar de dest ino l o más q u e podía. E n e l p u n t o e n que e l c a m i n o y l a topografía ya n o permitían e l paso d e l vehículo nos bajábamos de él para proseguir a p ie , c a m i ­n a n d o p o r senderos y atajos hasta l legar a l a meta .

A l t e r m i n a r l a carga de trabajo des ignada, regresábamos a la o f i ­c ina ; reportábamos a l je fe l a cant idad de casas que habíamos e n u m e ­rado así c o m o las que q u e d a b a n pendientes d e b i d o a que e n e l m o ­m e n t o de n u e s t r a vis i ta n o e n c o n t r a m o s a sus res identes ; entonces intercambiábamos nuestras exper ienc ias . E l je fe de e n u m e r a d o r e s y e l va l idador revisaban los registros y los cuaderni l l os que cada e n u m e -r a d o r había ent regado , nos señalaban los errores e i n c o n g r u e n c i a s que e n c o n t r a b a n e n e l l l e n a d o y, e n caso de ser pos ib le , nos hacían corregir los de i n m e d i a t o . F i n a l m e n t e , c o n u n p lumón verde tachába­mos e n e l p l a n o e l área cub ier ta ese día, y veíamos c o n agrado c ó m o ésta i b a c rec i endo con forme transcurrían los días d e l operativo. Salía­m o s de l a o f i c i n a e n t r e las siete y las n u e v e de l a n o c h e . A l d ía s i ­guiente repetíamos e l p r o c e d i m i e n t o , empezando p o r visitar las casas que habían quedado pendientes e l día anter ior .

S i teníamos dudas sobre l a localización e n e l terreno de las m a n ­zanas indicadas , e l jefe nos acompañaba y nos ayudaba a ub icarnos y a or ientarnos . Se suponía que él conoc ía b i e n e l terreno , e n p r i m e r tér­m i n o p o r q u e e r a nat ivo d e l l u g a r , y e n s e g u n d o , p o r q u e a n t e r i o r ­mente había asistido a u n curso de capacitación para los jefes de los e n u m e r a d o r e s . E n este curso r e c o r r i e r o n a p ie todas las loca l idades

Page 8: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

616 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

de su área de r e s p o n s a b i l i d a d c o n e l f i n de a c t u a l i z a r l os m a p a s , l evantar los c r o q u i s y c o n t a r las v iv iendas a s i m p l e v is ta . 9 D e b i d o a m i previo desconoc imiento de la z o n a y los lugares, e l jefe solía ser m i acompañante o, c o m o él m i s m o decía, tenía que " i r a de jarme" . Esto ocurr ía i n v a r i a b l e m e n t e d e n t r o y f u e r a de l a c a b e c e r a m u n i c i p a l ; d e n t r o , c u a n d o m e to caba vis i tar las casas ub i cadas a las o r i l l a s d e l p u e b l o d o n d e e l asentamiento era i r r e g u l a r y las manzanas difíciles de d e l i m i t a r ; fuera , cada vez que era necesar io l legar a u n p u e b l o o u n r a n c h o a p ie , p o r caminos y veredas m a l marcados.

C a b e destacar q u e l a ob l igac ión de los je fes , o los " j . e.", c o m o f u e r o n apodados e n e l m e d i o , fue tan sólo or ientar y ub icar a los e n u -meradores ; l a responsabi l idad de aquéllos n o era e l l evantamiento de l a información, reg la a l a que l a mayoría se apegó gustosamente . E l de m i equ ipo , sin embargo , nos ayudó a e n u m e r a r . 1 0 C u a n d o veía que a lgu ien avanzaba c o n demasiada l e n t i t u d o tenía m u c h a carga de tra­bajo, asumía u n a parte de su labor ; hacía las entrevistas anotando los datos c on lápiz 1 1 e n u n registro y u n c u a d e r n i l l o cua lquiera . Después, e n l a o f i c ina , e l e n u m e r a d o r apoyado c o p i a b a l a información e n los instrumentos de captación correspondientes ; todos los datos re feren­tes a las viviendas y a los residentes habituales de u n a m a n z a n a o, e n e l caso de las c omunidades rurales , de u n segmento, tenían que estar presentados con juntamente . Se b o r r a b a lo que e l j e fe había l l e n a d o c o n lápiz.

L a c ober tura d e l área fue cu idadosamente p laneada . E l n ú m e r o de personas destinadas a censar cada local idad dependía de l tamaño de ésta. A l g u n a s veces cada e n u m e r a d o r i b a a u n lugar de dest ino d i fe ­rente , y a veces íbamos dos o tres al m i s m o . E n ocasiones, para u n so­lo día estaba p r o g r a m a d o e l c u b r i m i e n t o de u n p u e b l o grande y u n o o varios ranchos aledaños. Se suponía que cada e n u m e r a d o r levanta­ría l a información e n u n segmento d e l p u e b l o grande y que después a lguno de los cuatro iría al rancho . Invariablemente , nuestro jefe asu­mía esta tarea ad i c i ona l ; se trasladaba c o n nosotros a l p u e b l o e n tur ­no , recorría c o n cada e n u m e r a d o r u n segmento a él asignado y a l ase­gurarse de q u e todos estábamos b i e n u b i c a d o s e m p r e n d í a c o n sus cortos pero rápidos pasos e l c a m i n o a l rancho . D e regreso, le pasaba

9 E l conteo de viviendas a simple vista sirvió como referencia para el conteo de enumeración, y como mecanismo de control del cumplimiento de los enumeradores.

1 0 Hacía las entrevistas y llenaba el registro y los cuestionarios. 1 1 L a regla fue hacer todo el llenado con el plumón.

Page 9: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 617

a l e n u m e r a d o r s u p l i d o e l reg istro y e l c u a d e r n i l l o e n los que había captado l a información, para que éste l l e n a r a las carátulas c o n sus da­tos. 1 2 N u e s t r o va l idador también nos ayudaba e n el trabajo de campo cada vez q u e e l je fe o a l g u n o de los e n u m e r a d o r e s se l o pedía, a u n ­que tampoco tenía l a obligación de hacer lo .

Los enumeradores en el trabajo de campo

C o n frecuencia escuchamos que los encuestadores inventan a sus infor­mantes y las respuestas de éstos. Solemos dudar de los resultados de las in ­vestigaciones cuantitativas suponiendo de antemano que la cobertura y la cal idad de la información recopi lada dejan m u c h o que desear. Confor ­me a m i experiencia en el conteo de 1995, el panorama es más alentador.

Para l a enumeración, e l INEGI desarrolló u n a metodología (que c o n esmero nos fue enseñada en la semana de l a capacitación que narré) c o n reglas estrictas y pasos de terminados p a r a cada paso d e l levanta­m i e n t o de l a información en campo . A pesar de que estaban f a m i l i a ­r izados c o n esta metodo l og ía y de que c o n t a b a n c o n e l m a n u a l , los enumeradores e n ciertas c ircunstancias v i o laban las reglas o cambia ­ban los pasos establecidos para e l conteo. Probab lemente su proceder tuvo repercus iones negativas e n l a c o b e r t u r a y l a c a l i d a d de l a in f o r ­mación censal . S i n embargo , c ons idero i m p o r t a n t e destacar que n o se debe c o n f u n d i r su act i tud c o n e l bo icot o e l desinterés p o r e l éxito d e l operativo. A l contrar io , e l g r u p o c o n el que m e tocó co laborar es­tuvo entus iasmado y c o m p r o m e t i d o c o n su trabajo: le interesó c u m ­p l i r c o n l a tarea y s iempre que consideró necesario y posible seguir l a metodología prevista para l ograr la , lo h i zo . S i sus integrantes e n oca­siones c a m b i a b a n las reglas, e inc luso a lguna vez l legaban a inventar datos, n o era c o n e l propósito de burlarse d e l proyecto, de evitar e l es­fuerzo , o ganar de u n a m a n e r a fácil los honorar ios . Fue s implemente p o r q u e tenían u n a idea c lara sobre e l trabajo d iar io adecuado e n c ir ­cunstancias dadas, y sobre l a in tens idad de esfuerzo razonable p a r a l a

1 2 E l registro de viviendas, así como el cuadernillo de cuestionarios tiene una ca­rátula con cuatro secciones que había que llenar debidamente con los siguientes da­tos: a) identificación geográfica (del área de trabajo de acuerdo c o n la simbología geoestadística del INEGI); b) nombre de los responsables (enumerador, jefe de enume­radores, validador); c) croquis (de la manzana o segmento en los que se llevó a cabo el conteo); d) resultados de la manzana (segmento). A l enumerador le correspondía lle­nar las secciones a, c y parte de la b.

Page 10: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

618 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

c a n t i d a d y c a l i d a d de l a in formac ión q u e deber ía obtenerse - i d e a que no necesariamente coincidía c o n la d e l INEGI. M e refiero a l a c o n ­tradicción entre l a organización f o r m a l y l a i n f o r m a l d e l trabajo, co­n o c i d a y es tudiada sobre todo e n l a l a b o r f a b r i l ( B r o w n , 1982; L u p -t o n , 1963; H o m m a n s , 1972; M a y o , 1977).

U n a vez en e l área de trabajo asignada, antes de in i c iar l a e n u m e ­ración, cada responsable tenía que asegurarse de que se e n c o n t r a b a en e l lugar correcto . P a r a eso estaba ob l igado a real izar u n r e c o r r i d o de r e c o n o c i m i e n t o ver i f i cando que las calles, los servicios y los demás rasgos cul turales o geográficos que e n c o n t r a b a e n e l c a m i n o c o i n c i ­d i e r a n con los de su p l a n o . S i n embargo , los enumeradores n o s iem­pre respetaban esa regla . A lgunas veces n o lo hacían porque l a u b i c a ­c i ó n de su área de t raba jo les parecía d e m a s i a d o c l a r a c o m o p a r a p e r d e r e l t i empo d a n d o vueltas, y otras p o r q u e era m u y poco c l a r a y entonces preferían conf iar en su intuición y desconfiar del m a p a . E n ocas iones l a c o n s e c u e n c i a de tal estrategia fue que e l e n u m e r a d o r regresara a l a o f i c i n a después de u n a j o r n a d a de trabajo a r d u o p a r a d e s c u b r i r que se había m e t i d o d o n d e n o le correspondía y que , s i n embargo , su carga de este día seguía p e n d i e n t e . Otras veces ocurría que, aunque a grandes rasgos se h u b i e r a ub i cado b i e n e l área de tra­bajo (en zonas rura les ) , n o q u e d a b a d e l todo c lara l a línea d iv i sor ia entre ésta y l a que correspondía a algún c o m p a ñ e r o , y se intervenía parc ia lmente en segmentos cuyas casas n o eran de nuestra i n c u m b e n ­cia. Llegábamos a u n a casa y aunque nos sorprendíamos al ver l a e t i ­queta de c o n t r o l de c u b r i m i e n t o pegada, de c u a l q u i e r m a n e r a tocá­bamos l a puer ta , para cerc iorarnos . Confirmábamos la equivocación cuando algún habitante de la casa nos decía que ya había pasado p o r allí u n encuestador. S i e l en t romet ido l legaba a las casas ubicadas e n e l área de trabajo de otro compañero antes que éste, se enteraba de su e r r o r cuando de regreso a l a o f i c ina e l otro le rec lamaba: "Oye, te metiste en m i segmento. Aque l las tres casas que están a l norte d e l m e ­d i d o r de agua que tú enumeraste están e n m i segmento, n o e n el t u ­yo" . Estos pequeños errores podían provocar confusiones a l superv i ­sor 1 3 debido a que la información recabada n o estaba b ien ident i f i cada

1 3 Los supervisores solían realizar recorridos con el fin de controlar la cobertura de la población y vivienda por cada unidad de análisis. Tomaban el registro de vivien­das y el cuadernillo de cuestionarios correspondientes a u n segmento o manzana cual­quiera y regresaban con ellos al campo. Si en su recorrido encontraban mayor o menor número de casas que las reportadas por el enumerador responsable, le l lamaban la atención y le exigían que corrigiera su conteo.

Page 11: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 619

geográficamente. E n lo que se refiere a i conteo en sí, n o sufría altera­ción p o r q u e e l e n u m e r a d o r que l legaba a u n a casa ya e n u m e r a d a no l a reg is traba e n sus i n s t r u m e n t o s de captación, y así l a información n o se dup l i caba .

Prob lemas más serios surgían c u a n d o los enumeradores omitían e l conteo de de terminadas casas y sus habitantes , c ons iderando que correspondían a l área de trabajo de o tro compañero , q u i e n a su vez pensaba lo m i s m o sobre aquél. S i los impl i cados se l levaban mal y no tenían m u c h o s e n t i d o de c o m p a ñ e r i s m o , t e r m i n a b a n acusándose m u t u a m e n t e ante e l jefe p o r e l i n c u m p l i m i e n t o de l a tarea. E l jefe to­m a b a u n a determinación a l respecto cons iderando los siguientes fac­tores: p o r u n lado , l a cant idad de casas omit idas y p o r e l o tro , la cer­canía y e l acceso a l lugar d o n d e estaban. S i había transporte para e l lugar y las casas omit idas eran varias, e l je fe obl igaba al verdadero res­ponsable a regresar y correg i r e l error ; si las casas omit idas eran pocas y e r a difícil l l e g a r a l p u e b l o , e l j e fe le aconse jaba q u e t a n sólo las en l i s tara e n e l registro de v iv iendas y las r e p o r t a r a c o m o deshabi ta ­das. E n e l caso de que los enumeradores impl i cados se l levaran b i e n , q u e d a b a n de a c u e r d o s in s iqu iera avisarle a l je fe ; u n o de los dos re­portaría las casas omit idas c o m o deshabitadas. E l que se daba cuenta de l a falta ayudaba a l responsable informándole cuántas casas eran y cuáles e ran sus características. 1 4

T a n t o p a r a rea l izar e l r e c o r r i d o de r e c o n o c i m i e n t o d e l área co­m o p a r a e l de enumeración fueron establecidas ciertas normas . D o n ­de había amanzanamiento se debía empezar p o r l a m a n z a n a más pró­x i m a a l p u n t o n o r o e s t e d e l área de t raba jo . C a d a m a n z a n a d e b i ó recorrerse p o r c omple to i n i c i a n d o l a labor e n l a esquina noroeste o e n e l lugar más próx imo a e l l a , 1 5 c o n dirección hac ia e l este, hasta l le ­gar a l p u n t o de par t ida . S i l a carga d i a r i a abarcaba más de u n a m a n ­zana , a l t e r m i n a r l a p r i m e r a se debía c o n t i n u a r c o n l a que se e n c o n ­trara en l a dirección este para luego descender e n f o r m a o n d u l a t o r i a hac ia e l oeste, y así sucesivamente hasta re cor rer todas las manzanas asignadas. Esta reg la i m p l i c a b a que pasáramos más de u n a vez p o r la m i s m a calle ( f igura 1).

1 4 A l hacer listas de viviendas ahí donde no existían nombres de las calles n i nú­meros de las casas, teníamos que anotar algún rasgo de cada casa para poder diferen­ciarla de otras.

1 5 C u a n d o la configuración de la manzana era irregular.

Page 12: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

620 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

F I G U R A 1 Reglas para el recorrido

E n e l área u r b a n a , d o n d e consignábamos las v iv iendas de c a d a m a n z a n a y sus habitantes en u n registro y u n cuest ionario aparte, n o q u e d a b a más que respetar esta regla. E n e l área r u r a l , d o n d e l a in for ­mación se anotaba p o r segmentos, y éstos a veces estaban compuestos de varias manzanas , los enumeradores n o se atenían estrictamente a la reg la d e l r e corr ido . E n algunas ocasiones, para ahorrarse múltiples caminatas p o r l a m i s m a cal le y e n otras p o r q u e r e r t e r m i n a r l o más p r o n t o posible c o n l a parte más pesada d e l trabajo y poder encuestar las manzanas más alejadas, los enumeradores n o respetaron l a reg la de r e c o r r i d o de l a m a n z a n a n i l a de l o r d e n de ellas ( f igura 2) .

A u n q u e c o n tal p r o c e d e r e l e n u m e r a d o r n o necesar iamente fa­l l aba en lo referente a l a c o b e r t u r a , 1 6 e l o r d e n e n e l que registraba las v iv iendas confundía a los supervisores y los hacía d u d a r respecto a l adecuado c u m p l i m i e n t o de l a tarea, c o m o ocurrió e n e l último pue­b l o que enumeramos .

1 6 Conforme iba levantando la información el enumerador marcaba en el plano las calles y partes de las manzanas que recorría.

Page 13: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 621

Después de l a cabecera, éste fue e l p u e b l o más grande de todo el m u n i c i p i o . P a r a su c o b e r t u r a se p l a n e a r o n dos j o r n a d a s de trabajo c o n los cuatro enumeradores . E l p r i m e r día l legamos al p u e b l o a lre ­d e d o r de las o cho de l a mañana e n la camione ta que transporta a los maestros de l a p r i m a r i a l o c a l . D e ahí nos d i r i g i m o s a o t ro p u e b l i t o que estaba atrás de u n cerro . C o n f o r m e a l a planeación, p r i m e r o c o n ­taríamos su población y sus viviendas y de regreso emprenderíamos el censo d e l p u e b l o grande . Ese m i s m o día trataríamos de c u b r i r la m a ­yor super f i c ie pos ib l e y e l s iguiente trabajaríamos sobre e l resto d e l p u e b l o . N o s t o m ó a p r o x i m a d a m e n t e 45 m i n u t o s l l egar a l p u e b l i t o : tuvimos que subir y luego bajar e l cerro a p ie . A l l legar, nos tardamos a p r o x i m a d a m e n t e otros 45 m i n u t o s e n re cop i la r l a información. T o ­m a m o s u n refresco , descansamos u n cuar to de h o r a a l a s o m b r a de u n árbol y e m p r e n d i m o s e l r e to rno . U n a vez más subimos y bajamos e l cerro , sólo que p a r a entonces e l sol ya estaba alto e n el c ie lo y hacía

Page 14: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

622 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

u n calor sofocante. Regresarnos a l p u e b l o g rande cansados y sed ien ­tos, pero an imados p o r q u e ya se v i s lumbraba el fin d e l operativo. D e ­c id imos seguir trabajando hasta que sal iera l a última c o m b i de regre­so a l a c a b e c e r a m u n i c i p a l . C o n e l f i n de d e j a r l a m e n o r c a r g a p o s i b l e , así c o m o las más céntricas m a n z a n a s p a r a e l últ imo día de trabajo, nos d i r i g i m o s a los puntos más alejados de nuestros respecti ­vos segmentos. Desde ahí empezamos a censar calle p o r cal le , c e r ran ­do cada vez más e l círculo a l rededor d e l centro , s in o m i t i r casas p e r o igua lmente s in respetar los límites n i e l o r d e n de las manzanas.

P o r azares d e l des t ino , a l término d e l operat ivo las autor idades superiores d e c i d i e r o n llevar a cabo u n conteo de c o n t r o l p rec i samen­te e n aquel p u e b l o . A l hacer e l r e c o r r i d o de l a m a n e r a correcta, l a i n ­formación que les fue p r o p o r c i o n a d a n o coincidió c o n la r e c o p i l a d a p o r nosotros. H u b o u n escándalo. L o s supervisores c o n c l u y e r o n que e l e q u i p o n o había estado e n e l p u e b l o y nos acusaron de h a b e r i n ­ventado la información. A l a larga r e t i r a r o n sus acusaciones ya que se c o m p r o b ó que todas las casas f u e r o n enumeradas , a u n q u e según u n o r d e n cuya lógica n a d i e l o g r a b a e n t e n d e r . Las et iquetas de c o n t r o l de cober tura y los mismos in formantes atestiguaron e n nuestro favor; las casas que v is i taron los supervisores tenían las etiquetas pegadas y además, e n e l m o m e n t o de su v i s i ta los i n f o r m a n t e s p r e g u n t a b a n p o r l a razón de l a s egunda entrevista, i n d i c a n d o que ya a l g u i e n h a ­bía recabado l a información.

P a r a la entrevista e n sí, fue estr ic tamente a cordado que aborda ­ríamos a los in formantes e n las viviendas d o n d e hab i tan n o r m a l m e n ­te. Según l a reg la , e l i n f o r m a n t e a d e c u a d o sería e l j e fe o l a j e f a d e l hogar , su cónyuge o u n res idente h a b i t u a l de l a v iv ienda , que c o n o ­c iera la información de todos los residentes y que tuviera a l menos 15 años de edad ; u n a reg la establec ida a raíz de l a e x p e r i e n c i a prev ia y p o r lo tanto jus t i f i cada y respetable. S i n embargo , l a c o m p l e j i d a d de la v ida en l a M i x t e c a p o b l a n a la superó. Cabe recordar que e l p e r i o d o d e l l evantamiento d e l censo fue d e l 23 de oc tubre a l 18 de n o v i e m ­bre . E n la M i x t e c a p o b l a n a estas fechas c o i n c i d i e r o n c o n l a cosecha de l cacahuate, y p o r e l lo muchas veces n o fue posible encontrar a los in f o rmantes adecuados e n e l p u e b l o , o a l m e n o s n o fue pos ib le e n ­contrarlos e n el solar en e l que hab i tua lmente res iden. L o s adultos es­taban en los ejidos re cog iendo e l f ruto , o en las casas de los vecinos, a y u d a n d o a l i m p i a r e l cacahuate . S i e m p r e que visitábamos casas e n cuyos solares había u n g r u p o de gente t raba jando , nos topábamos con algún vec ino consciente de su deber c iudadano que nos advertía

Page 15: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 623

que en su casa n o encontraríamos a nad ie - s i es que todavía n o había­mos pasado a e n u m e r a r d i c h a v i v i e n d a - , y que me jor de u n a vez nos contestaba e l cuest ionar io . C o n gusto aceptábamos su co laboración. E n tales ocasiones e l único p e q u e ñ o inconven iente era l a re ferenc ia p o s t e r i o r de l a casa d e l i n f o r m a n t e , p o r l o c u a l le ped íamos q u e l a descr ib iera deta l ladamente . E r a necesar io ident i f i car la b i e n p a r a sa­ber si pertenecía a l segmento p r o p i o o a l de algún compañero . S i l a casa n o pertenecía a nuestro segmento as ignado , anotábamos l a i n ­formación ob ten ida en u n a l ibre ta y luego se l a pasábamos a l e n u m e -rador a q u i e n le correspondía (antes de abandonar el pueblo hacíamos e l i n t e r c a m b i o de pape l i t o s ) . O t r a razón p o r l a que era i m p o r t a n t e ident i f i car y ub i car b i e n las casas cuya información n o se recabó in si-tu fue p a r a p o d e r p e g a r l e l a e t i q u e t a de c o n t r o l de c o b e r t u r a e n cuanto llegáramos hasta ellas y saberlas enumeradas ; de o t ra m a n e r a hubiéramos p o d i d o pensar que n o teníamos datos sobre estas casas n i sus residentes, en cuyo caso habríamos p e d i d o la ayuda de los vecinos y repet ido l a información. E l resultado d e l conteo se habría alterado invo luntar iamente .

¿Por qué los enumeradores hacen este t ipo de maniobras? P o r q u e si se apegaran estrictamente a las reglas sobre e l lugar y e l in f o rmante adecuados para l a entrevista, n o acabarían su labor en meses. L a m a ­yoría de las l o ca l idades e n cuyo conteo participé están m u y m a l co­m u n i c a d a s c o n l a cabecera m u n i c i p a l , d o n d e e l e q u i p o estuvo esta­b lec ido . M e ref iero a pueblos d o n d e n o entra e l transporte público o l o hace u n a vez p o r semana - g e n e r a l m e n t e los lunes , c u a n d o es día de plaza e n Izúcar de Matamoros . Para l legar a ellos hay que contratar u n vehículo o viajar c on i n c o m o d i d a d en la camioneta que l leva a los maestros de p r i m a r i a - s i es que hay espacio en e l vehículo. E n ocasio­nes n o queda otra opc ión que la de i r a pie , porque n o hay c a m i n o pa ­r a la circulación de automóviles. P a r a l legar a l área p o r encuestar es necesario caminar entre m e d i a y tres horas p o r senderos y atajos, q u i ­tarse los zapatos, r e m a n g a r los pantalones y c ruzar algún río, atrave­sar puentes co lgantes , sub i r cerros y luego bajar a l f o n d o de las ba­rrancas, c o n temperaturas superiores a 30°C. Bajo estas condic iones y c o n l a limitación d e l t i empo , n o se cons idera la pos ib i l idad de regre ­sar dos veces a l m i s m o l u g a r . L o s e n u m e r a d o r e s r e c u r r e n a c u a l ­qu ier recurso que les p e r m i t a levantar l a información r e q u e r i d a en e l t i e m p o previsto p o r l a planeación. A c e p t a n c o m o in fo rmante a cua l ­qu ie r persona que q u i e r a y sepa contestarles las preguntas, i n d e p e n ­d i e n t e m e n t e de su edad . S i n o e n c u e n t r a n a l i n f o r m a n t e adecuado

Page 16: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

624 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

d e n t r o de u n a casa, entrevistan respecto a e l la y sus residentes a l vec i ­n o de a l lado , a l m a r c h a n t e de l a t i e n d i t a de l a esqu ina , o i n c l u s o al i n s p e c t o r 1 7 d e l pueb lo .

R e c u e r d o dos ocasiones m u y pecul iares . U n a se refiere a l c u b r i ­m i e n t o de l a l o ca l idad c o n más difícil acceso; para e n u m e r a r sus cua ­r e n t a casas tuvimos que c a m i n a r tres horas de i d a y otras tres de v u e l ­ta, s u b i r y bajar dos ce r ros , c r u z a r varias veces u n arroyo , s e g u i r e l cauce de u n río y además meternos e n él. C a m i n o al pueb lo , según la planeación, recopilaríamos la información sobre c inco ranchos e n los q u e s u p u e s t a m e n t e había e n t r e u n a y c i n c o casas h a b i t a d a s . P a r a c u m p l i r rápida y e f i cazmente c o n l a tarea, e l j e fe dec id ió que todos saldríamos a l campo , inclusive e l va l idador . Rentamos u n a c o m b i q u e nos llevó a u n p u e b l o 1 8 ub i cado a p r o x i m a d a m e n t e a 15 k m de d is tan­c ia de la cabecera m u n i c i p a l , desde e l cua l emprenderíamos la c a m i ­nata al otro . Puesto que e l p u e b l o a l que l legamos e n coche también estaba en nuestra área de c u b r i m i e n t o , acordamos que dos e n u m e r a -dores se quedarían allí. E l l o s irían a d e l a n t a n d o e l conteo e n dos de sus cuatro segmentos; los dos restantes los cubriríamos u n c o m p a ñ e ­ro y yo al regresar d e l o tro pueb lo .

Antes de dividirse e l e q u i p o y de que algunos emprendiéramos l a larga caminata , nos presentamos todos c o n las autoridades locales. L o hacíamos s iempre , e n cua lqu ier lugar , para que estuvieran enterados de nuestra presenc ia en su c o m u n i d a d y nos b r i n d a r a n su apoyo si l a gente se resistía a co laborar . 1 9 E n aque l la ocasión tuvimos además dos motivos adic ionales para entrevistarnos c o n e l presidente aux i l iar y su gente : p o r u n l a d o , quer íamos ver si nos p o d í a n p r o p o r c i o n a r u n guía, y p o r o t ro , nos propon íamos aver iguar qué tanto sabían sobre los ranch i t os que teníamos anotados : si todavía estaban habitados o nuestra información ya había caducado . E l secretario d e l pres idente , q u i e n resultó ser u n exce lente c o n o c e d o r de su p u e b l o y su gente , nos d i jo c o n precisión qué r a n c h o s ya n o existían así c o m o cuántas

1 7 Máxima autoridad en localidades pequeñas, ranchos y caseríos de los munic i ­pios de la Mixteca poblana.

1 8 U n o de tantos que carecían de transporte público a pesar de su numerosa po­blación; por su tamaño era la tercera localidad del municipio, regionalmente bien co­nocida por su feria anual.

1 9 E n una comunidad el presidente municipal auxiliar sugirió que no empezára­mos a visitar las casas antes de que él anunciara por el altoparlante instalado en la igle­sia nuestra presencia y los objetivos de la visita. " L a gente aquí es medio difícil y des­confiada", nos dijo.

Page 17: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 625

casas había en los que permanecían y a qué famil ias pertenecían. N o s explicó que la gente se concentraba cada día más e n e l p u e b l o , que la mayoría tenía u n a casa e n él y que sólo pasaba temporadas e n sus r a n ­chos c o n los animales . C u r i o s a m e n t e , hasta supo dec i rnos qué f a m i ­lias se e n c o n t r a b a n e n aque l l os m o m e n t o s e n e l p u e b l o y cuáles e n sus ranchos . N o s d i o n o m b r e s de los residentes de todos los ranchos casa p o r casa, sus edades aprox imadas e inc luso l a condic ión de al fa­betismo de cada q u i e n , e n caso de que c u a n d o los visitáramos no e n ­contráramos a nad ie , p o r si anduv ieran c o n sus animales e n los cerros o en e l r ío . A n o t a m o s los datos p o r él p r o p o r c i o n a d o s e n nuestra l i ­breta de campo .

E n cuanto al guía, las autor idades tenían e n mente a u n a persona a q u i e n habríamos t e n i d o que esperar a p r o x i m a d a m e n t e u n a h o r a . D e c i d i m o s que n o había t i e m p o para l a d e m o r a . Teníamos prisa p o r salir antes de que empezara e l ca lor más intenso . Además queríamos, de ser p o s i b l e , regresar a l a base e l m i s m o día. C o m o n o e r a r e co ­m e n d a b l e andar p o r los cerros de n o c h e , tuvimos que apresurarnos . Así que le ped imos a l secretario que nos encaminara . T o m a m o s cada u n o u n pa lo , sacamos nuestros mapas y e m p r e n d i m o s l a pesada c a m i ­nata. P o r e l c a m i n o todo e l t i e m p o nos topábamos c o n l a gente que venía d e l pueb lo a l que nosotros íbamos. E l l o s nos i n d i c a b a n e l r u m ­bo y nos decían e l t i e m p o que faltaba p a r a que llegáramos. D e paso los entrevistábamos. A cada persona, o g r u p o de personas que e n c o n ­trábamos a lo largo d e l c a m i n o , le explicábamos e l mot ivo de nuestra visita a su c o m u n i d a d y le pedíamos que nos contestara e l cuest iona­r i o . E n caso de que nos i n f o r m a r a n que n o encontraríamos a nad ie e n su casa, le ped íamos que nos l a d e s c r i b i e r a n y, de ser pos ib le , l a u b i c a r a n e n nuestro croquis . A l l legar al p u e b l o ya habíamos censado a u n a tercera parte de su población. Para nuestros fines d iv id imos las cuarenta casas restantes e n cuatro segmentos 2 0 y los cuatro e n u m e r a -dores empezamos a levantar l a información. D e b i d o a que 2 0 % de las viviendas estaba desocupado, porque sus dueños trabajaban en Estados U n i d o s , t e r m i n a m o s e l conteo e n l a c o m u n i d a d e n m e d i a h o r a . D u ­rante e l r e c o r r i d o y c o n l a ayuda de los vecinos presentes, ident i f i ca ­mos las casas cuyos residentes habíamos censado en e l cerro y pegamos las etiquetas correspondientes. Fue importante identificarlas para que n o omit iéramos n i n g u n a p e n s a n d o q u e ya teníamos r e g i s t r a d a l a

Conforme a la planeación el pueblo estuvo dividido en dos.

Page 18: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

626 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

in formac ión c o r r e s p o n d i e n t e , así c o m o p a r a evitar d u p l i c a r l a . P o r suerte e l p u e b l o fue suf ic ientemente pequeño c o m o para n o c o n f u n ­d i r n o s y su gente, tal vez p o r q u e veía pocos visitantes foráneos e n su c o m u n i d a d , m u y comunicat iva . Se ade lantaban a nuestras preguntas avisándonos que ahí más adelante estaba e l solar de su hi ja o cuñada que se había ido y que n o encontraríamos a nadie en casa: "seguro se los e n c o n t r a r o n en e l cerro . U n a pare ja c o n u n niño y c on el los i b a u n a señora mayor e n el b u r r o . Es m i vec ina , su casa es esta que t iene e l granero" .

O r i g i n a l m e n t e nuestro jefe había pensado dejarme con o tro e n u -m e r a d o r en e l p u e b l o mientras él y e l va l idador se i b a n a buscar los ranchitos dispersos a lo largo d e l río. Puesto que tanto m i compañero c o m o yo expresamos serias dudas sobre nuestra capac idad para regre­sarnos sin su orientación, cambió de estrategia. P o r esa razón nos ayu­d a r o n en e l p u e b l o y después, p o r e l c a m i n o de regreso fu imos todos j u n t o s a buscar los ranchos . A l l legar a cada u n o de éstos, empezába­mos a gritar "buenos días". S i había quién nos contestara, le hacíamos l a entrevista . Comparábamos los datos que nos d a b a e l i n f o r m a n t e c o n los o f rec idos p o r e l secretar io , corregíamos los que n o estaban correctos y los pasábamos a l registro y su respectivo cuadern i l l o . Ahí d o n d e n o encontrábamos a l a gente , considerábamos correctos los datos de l secretario y c o m o tales los registrábamos. N o cabía en nues­tros proyectos l a más r e m o t a pos ib i l i dad de regresar. C o n el h e c h o de habernos esforzado p o r l legar a estos lugares, e l equ ipo sentía que h a ­bía c u m p l i d o . T o d o s pensamos lo m i s m o : que otros e n nuestro lugar probab lemente n i s iquiera h u b i e r a n ido a buscarlos.

Hasta d o n d e tengo c onoc imiento , sólo en u n a ocasión e l e q u i p o n o visitó e l lugar i n d i c a d o e inventó parc ia lmente los datos. Se trata­b a de u n r a n c h o de nueve casas, según determinó e l conteo prev i o h e c h o a s i m p l e vista. C o m o e n e l caso anter i o r , p a r a ese día se p r o ­gramó t e r m i n a r e l c onteo e n u n p u e b l o g r a n d e y varias l oca l idades pequeñas.

L l e g a m o s a l p u e b l o g rande e n u n a c a m i o n e t a - e s t a vez sí h u b o transporte públ i co . H i c i m o s e l r e c o r r i d o de r e c o n o c i m i e n t o c o n e l je fe p o r los segmentos asignados a cada e n u m e r a d o r . A sugerencia de él, antes de i n i c i a r l a l a b o r ahí m i s m o nos d i r i g i m o s cada u n o a u n r a n c h o ; éstos están situados sobre las co l inas que r o d e a n al p u e b l o y se e n c u e n t r a n alejados de éste aprox imadamente a 45 minutos de ca­m i n a t a . E l j e fe acompañó a l e n u m e r a d o r que tenía que i r más lejos. N o s c o n t a r o n después que l levaban c a m i n a n d o aprox imadamente 15

Page 19: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B I A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 627

minutos c u a n d o se e n c o n t r a r o n c o n u n a pareja que l levaba a u n n i ñ o m o n t a d o e n u n b u r r o . C o m o venían de l a dirección de l r a n c h o , los de tuv ie ron y p r e g u n t a r o n si e r a n de ahí. A l contestar a f i rmat ivamen­te, e l je fe les preguntó p o r el n o m b r e d e l inspector d e l lugar , y s i sa­bían si se e n c o n t r a b a en su d o m i c i l i o . Casua lmente , e l señor que de­t u v i e r o n e r a e l m i s m o i n s p e c t o r ; a p r o v e c h a n d o su b u e n a v o l u n t a d c o n s i g u i e r o n los n o m b r e s de todos los hab i tantes d e l r a n c h o , casa p o r casa. E l inspector les informó que c inco de ellas estaban habitadas y cuatro deshabitadas . E l j e fe había v is i tado e l lugar en u n a ocasión anter ior y sabía que las casas n o tenían agua potable , luz , n i drenaje . D e c i d i e r o n n o proseguir . C o n t a b a n c o n la mayor parte de la i n f o r m a ­ción necesaria y además, c o m o e l inspector n o estaría presente, s u p u ­s ieron que l a gente se mostraría host i l y desconf iada. " L o único" q u e q u e d ó p o r inventar f u e r o n las edades y l a cond i c i ón de a l fabet ismo de los residentes, datos que, pensaron , de cua lqu ier m a n e r a los in for ­mantes desconocen y p o r l o tanto e n su mayoría inventan. L o cur ioso de este i n c i d e n t e es que a l regresar a l a o f i c i n a y revisar e l c u a d e r n i ­l l o de cuest ionarios e l jefe se disgustó c o n e l e n u m e r a d o r p o r q u e h a ­bía escrito de f o r m a incorrec ta algunos nombres ; le exigió que los co­r r ig i e ra .

P o r l o demás, s i e m p r e existió l a sospecha de q u e u n m i e m b r o d e l e q u i p o hacía t r a m p a , p e r o n u n c a l l egamos a c o m p r o b a r l o . E r a u n j o v e n q u e s i e m p r e t e r m i n a b a p r i m e r o sus cargas d iar ias , e r a e l más p r o d u c t i v o y n u n c a , durante todo e l operat ivo , dejó n i n g u n a ca­sa p e n d i e n t e p a r a e l s i gu i ente día - n i s i q u i e r a e n l a cabecera m u ­n i c i p a l , d o n d e a los demás nos ocurr ía a d i a r i o . C u a n d o e n algún m o m e n t o le expresamos nuestras dudas sobre su e f i c ienc ia , nos c o n ­testó b r o m e a n d o q u e a él l a gente , c u a n d o se ausentaba, ¡le de jaba e n l a p u e r t a los papel i tos c o n todas las preguntas d e l cuest ionar io ya contestadas!

P o r las m i s m a s raz on es q u e l l e v a r o n a los e n u m e r a d o r e s a n o respetar l a reg la de a b o r d a r a l i n f o r m a n t e e n l a casa e n que residía, t a m p o c o respe taron l a re ferente al límite de edades d e l i n f o r m a n t e a d e c u a d o . S i e n las casas visitadas e n c o n t r a b a n so lamente a a l g u i e n m e n o r de 15 años y éste sabía contestar las preguntas d e l cuest iona­r i o , n o vac i laban e n aplicárselo. Cabe destacar que en muchas ocasio­nes los niños e n e d a d escolar resul taron ser mejores conocedores de las edades y las esco lar idades de los residentes de su casa que algún adul to , q u i e n inc luso los l l amaba y consultaba cuando tenía dudas pa­r a responder a las preguntas d e l cuest ionario .

Page 20: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

628 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

A l término de l a entrev is ta e l e n u m e r a d o r tenía que p e d i r p e r ­m i s o p a r a pegar l a e t i q u e t a d e l c o n t e o e n u n l u g a r v is ib le de l a ca ­sa, c o m o i n s t r u m e n t o de c o n t r o l de c u b r i m i e n t o d e l área. L a f u n ­c i ó n d e las e t i q u e t a s es a y u d a r a l e n u m e r a d o r a u b i c a r casas p e n d i e n t e s , así c o m o a los supervisores a c o n t r o l a r e l c u b r i m i e n t o y / o e n c o n t r a r a l e n u m e r a d o r e n e l c a m p o . E n t o r n o d e l m a n e j o de las et iquetas , los e n u m e r a d o r e s c u e n t a n m u c h a s anécdotas . E n l o p e r s o n a l , c o n s t a n t e m e n t e se m e o l v i d a b a p e g a r l a s ; e n c a m b i o o t r o e n u m e r a d o r las p e g a b a hasta e n las casas deshabi tadas y a b a n ­donadas .

E n o c a s i o n e s a p r o p ó s i t o n o las p e g á b a m o s , c o m o p a r t e d e l a cuerdo que hacíamos c o n los in formantes . Procedíamos así c u a n d o las señoras se negaban a contestar las preguntas d e l cuest ionar io ale­g a n d o que sus esposos n o las autor i zaban para hacer l o . T r a t a b a n de c o n v e n c e r n o s de q u e m e j o r regresáramos c u a n d o e l los e s t u v i e r a n presentes . J u s t i f i c a b a n su a c t i t u d exp l i cándonos que los esposos se enojarían c o n ellas si nos p r o p o r c i o n a b a n los datos e n su ausenc ia . E n t o n c e s e m p e z a b a l a l a b o r de c o n v e n c i m i e n t o p o r n u e s t r a p a r t e . Solíamos argumentar que seguramente e l señor n o se enojaría, pues­to q u e las preguntas n o t o caban e l t e m a de l a e c o n o m í a n i e l de las p r o p i e d a d e s . Intentábamos que se a p i a d a r a n de nosotros a l e g a n d o que todos los demás nos habían p r o p o r c i o n a d o los datos, que c o n e l ca lor i n f e r n a l que hacía y lo difícil que era l legar al p u e b l o - y a otros tantos que todavía teníamos que r e c o r r e r - , nos resultaría m u y c o m ­p l i c a d o regresar . Recurríamos a l a ley a l egando que l a información era c o n f i d e n c i a l y que e ra deber de todos los c iudadanos p r o p o r c i o ­n a r l a . S i n i n g u n o de nuestros a r g u m e n t o s surtía e l efecto deseado , "amenazábamos"; advertíamos que si n o nos contestaban e l cuest io­n a r i o las a u t o r i d a d e s m u n i c i p a l e s les mandarían u n c i t a t o r i o y los obligarían a contestar lo de c u a l q u i e r f o r m a , p e r o además tendrían que hacer e l viaje a l a coord inac ión m u n i c i p a l y p e r d e r t i e m p o , c o n lo c u a l e l señor sí se enojaría, y c o n m u c h a razón. Después de p i n t a r ese p a n o r a m a bastante negro , optábamos p o r c onven i r c o n las seño­ras q u e ellas nos proporc ionar ían l a in formac ión necesar ia y, p a r a que e l esposo n o se enterara, nosotros n o pegaríamos la etiqueta. Hacía­mos e l mismo trato cuando queríamos convencer a los vecinos de que nos contestaran los cuestionarios sobre los residentes de las casas que e n momentos de nuestra visita estaban solas. L a gente generalmente vaci la­ba , p o r q u e n o estaba segura de c ó m o tomarían su intromisión los de la casa en cuestión: "¿Qué tal si se eno jan a l enterarse que yo le d i sus

Page 21: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 629

datos, joven?" , nos preguntaban . P a r a t ranqu i l i zar al in formante i n d e ­b i d o y agi l izar nuestro trabajo, recurríamos a l santo r e m e d i o : " N o se p reocupe señor, su vec ino n i se va a enterar p o r q u e n o le voy a pegar la et iqueta" .

L o s r e s i d e n t e s h a b i t u a l e s de c a d a v i v i e n d a se e n l i s t a b a n c o n u n n ú m e r o consecut ivo . L o s e n u m e r a d o r e s tenían q u e c i r c u l a r e l n ú m e r o c o r r e s p o n d i e n t e a l a p e r s o n a q u e les había c o n c e d i d o l a entrev is ta . C o m o n o pod ían a d m i t i r q u e habían entrev is tado a l ve­c i n o o a u n m e n o r de 15 años de e d a d , c i r c u l a b a n a r b i t r a r i a m e n t e e l n ú m e r o c o r r e s p o n d i e n t e a u n h o m b r e o u n a m u j e r m a y o r de e d a d .

Preguntas difíciles, respuestas débiles

L a p r i m e r a p r e g u n t a c o n la que t r o p e z a r o n los e n u m e r a d o r e s fue l a re ferente a l n ú m e r o de v iv iendas que hay e n u n solar o u n p r e d i o . C o m o ya señalé e n e l apartado sobre los c onten idos d e l curso de ca­pacitación, l a u n i d a d de análisis d e l conteo fue l a v iv i enda o la casa, d e f i n i d a c l a r a y d i s t i n t a m e n t e d e l h o g a r o l a f a m i l i a . S o l a m e n t e e n e l caso de que d e n t r o de u n solar h u b i e r a h a b i d o varias cons t rucc i o ­nes o cuar tos separados y c o n ent radas i n d e p e n d i e n t e s , u n a casa equivaldría a u n hogar . E l Manual del enumerador (p. 63) d ice a l res­pecto :

Cuando dentro de un predio existan construcciones separadas, aplique textualmente la pregunta sobre el número de viviendas. Verif ique en primer lugar si las construcciones tienen acceso independiente desde el patio o pasillo y pregunte si sus ocupantes comparten el gasto para la comida, si es así, considérela una vivienda. Cuando las construcciones tengan acceso independiente, pero los ocupantes de una u otra cons­trucción no compartan el gasto para la comida, considérelas como vi­viendas distintas.

L o s j óvenes c o n t r a t a d o s p a r a e l o p e r a t i v o carecían de c o n o c i ­m i e n t o s antropológ icos y soc iodemográf icos sobre las f ormas de l a organización social . E n situaciones c o m o la descrita, y también c u a n ­do los in formantes n o entendían la p r e g u n t a sobre e l número de v i ­v iendas, optaban p o r ut i l i zar c o m o sinónimo e l término f a m i l i a . L o s instructores d e l INEGI se enteraron de esta confusión de conceptos u n a semana después de haber in i c iado e l operativo, en la j o r n a d a de l a re-

Page 22: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

630 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

orientación 2 1 y p i d i e r o n categóricamente a los enumeradores que de ­j a r a n de hacer lo . S i n embargo , quién sabe cuántas famil ias y hogares habrían sido contados c o m o viviendas hasta entonces.

L o s cuest ionarios que apl i camos e n cada casa contenían dos sec­c iones , u n a sobre las características de l a v iv ienda y o t ra sobre las ca ­racterísticas de los residentes habituales. E n la p r i m e r a registrábamos información acerca de los servicios básicos c o n que contaba l a v iv ien ­da , tales c o m o agua entubada , drenaje y e lec tr i c idad .

E n cuanto al agua, n o hubo mayores problemas para captar la infor­mación, salvo que la gente de la región entiende mejor e l término agua potable que agua entubada. T a l vez valga la pena mencionar la confusión que e n ocasiones mostraban los informantes respecto a l a ubicación de l a llave. L a pregunta "¿los ocupantes de esta v iv ienda d i s p o n e n de agua entubada?" , está diseñada p a r a leérsela tex tua lmente a l i n f o r m a n t e j u n t o con las opc iones de respuesta que fueron : ¿dentro de l a v iv ien ­da?; ¿fuera de l a v iv ienda pero dentro d e l terreno?; ¿de llave pública o h idrante? ; ¿no d i spone de agua entubada? A veces los in formantes a l escuchar l a p r i m e r a opc ión contestaban af irmativamente s in esperar que e l e n u m e r a d o r leyera las demás. S u respuesta corresponde a c ier ­ta lógica y t iene que ver c o n e l hecho de que, al salir a l a calle a c o n ­testar nuestras preguntas, la llave quedaba adentro, en el patio que está atrás de la casa.

E n cuanto a l drenaje , l amentab lemente hay que dec i r que n i los enumeradores , n i los informantes , n i tampoco los instructores, enten­d i e r o n c laramente qué es, qué n o es y e n qué se d i f erenc ia de l a fosa séptica. E l día de l a reorientación discutimos m u c h o sobre c ó m o def i ­n i r l o , 2 2 inc luso fue h e c h a u n a l l a m a d a a l a sede de INEGI e n A g u a s c a -lientes c on el fin de que los diseñadores d e l cuestionario tomaran u n a determinación al respecto. M e imag ino que ellos también se v ieron e n apuros y tuvieron que convocar a u n a reunión para discutir e l asunto, ya que la respuesta llegó tres horas después y tampoco satisfizo a todos.

L a secc ión sobre las características de los r es identes h a b i t u a ­les d e l a v i v i e n d a tuvo c o m o ob j e to c o n o c e r e l n ú m e r o de éstos

2 1 A la semana de haber iniciado el trabajo de campo, todos los enumeradores y sus jefes fueron llamados a la coordinación municipal para que comentaran pública­mente los problemas con los que se encontraban en campo y tratar de resolverlos de común acuerdo y con la asesoría de las autoridades competentes del INEGI que para esa ocasión llegaron de la sede del Instituto en Aguascalientes.

2 2 A pesar de que ya en el curso lo habíamos definido, en campo surgieron m u ­chas dudas al respecto.

Page 23: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 631

así c o m o su sexo , e d a d , a l f a b e t i s m o y l a c o n d i c i ó n de h a b l a indí ­gena .

Empezábamos p o r en l i s tar a las personas que residían hab i tua l -mente e n l a v iv ienda. C o n f recuenc ia los in formantes omitían a los n i ­ños pequeños y ancianos, a pesar de que e l e n u m e r a d o r les enfatizara que e l los también c o n t a b a n . E r a necesar io que fuéramos hábiles y buenos observadores y que indagáramos p o r cada "sospechoso" q u e veíamos ent rar o salir de l a casa: ' ¿ Y la abuelita, quién es ? ¿ cómo se lla­ma? ¿vive aquí? ¿ya me la anotó? ¿y este niño?"Era. necesar io también que nos armáramos de pac ienc ia para n o perder l a c ompos tura cuan­do los i n f o r m a n t e s nos p r e g u n t a b a n p o r enésima vez, c o n u n a c a r a de sorpresa , c o m o si n o h u b i e r a n o í d o nues t ra adver tenc ia de hace u n m i n u t o : "¿A poco también el tiernito cuenta?" Igualmente se requería c ier ta h a b i l i d a d p a r a que e l e n u m e r a d o r detectara cuándo e l i n f o r ­mante le estaba repor tando c o m o residente habi tua l a a lguien que, se­gún las normas d e l INEGI, n o lo era. E n l a M i x t e c a p o b l a n a l a mayoría de las famil ias t iene entre u n o y varios m i e m b r o s trabajando en Esta­dos U n i d o s ; s in embargo , sus padres y esposas suelen contarlos c omo residentes habituales de sus casas. C u a n d o nos d imos cuenta de esto, n o sólo enfatizamos que n o o lv idaran a los niños y a los ancianos, s ino también que n o contaran a los m i e m b r o s de su fami l i a que se encon ­t r a b a n v i v i e n d o e n Estados U n i d o s ; s in e m b a r g o , n u n c a sabremos cuántas veces hasta entonces y cuántas después, a pesar de nuestra ad­ver tenc ia , habíamos registrado u n i n c o r r e c t o número de residentes habituales de l a v iv ienda.

I n d u d a b l e m e n t e , e l dato menos preciso y conf iable es e l re feren­te a las edades de l a población. L a gente en su mayoría desconoce su p r o p i a edad , l a de sus esposos y c o n f recuenc ia también la de sus h i ­jos . A n t e l a ins i s t enc ia 2 3 d e l e n u m e r a d o r , e l i n f o r m a n t e e m p e z a b a a i n v e n t a r , m u c h a s veces s in n i n g u n a lógica. P o r e j e m p l o , le d i c e n a u n o : "Póngale a mi esposa 40y a mi hijo 30".

Para hacer e l registro de las edades de los habitantes de u n a casa, el e n u m e r a d o r leía textualmente l a p r e g u n t a "¿Cuántos años cumplidos t i e n e ? " 2 4 L a gente i n v a r i a b l e m e n t e n o o ía l a p a l a b r a " c u m p l i d o s " .

2 3 E l Manual del enumerador (p. 110) dice que si el informante contesta que no sabe la edad de las personas que residen con él en la misma casa, hay que apoyarlo para que proporcione una edad aproximada debido a que la respuesta a esta pregunta es indis­pensable.

2 4 Se menciona el nombre de cada persona enlistada.

Page 24: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

632 E S T U D I O S D E M O G R Á F I C O S Y U R B A N O S

C u a n d o e l i n f o r m a n t e sí sabía l a e d a d de sus c o r res identes , s o b r e t o d o la de los hi jos , casi s i e m p r e i n f o r m a b a los años que l a p e r s o n a i b a a c u m p l i r y n o los c u m p l i d o s : "entró a los d i ez " , o " a n d a p o r los q u i n c e " .

E n c u a n t o a l a l f a b e t i s m o , fue a c o r d a d o q u e u n a p e r s o n a sabe l eer y escribir cuando p u e d e leer y escr ib ir u n recado. E n l a M i x t e c a p o b l a n a l a respuesta más f r e c u e n t e a esta p r e g u n t a fue " p o q u i t o " . ¿Cuánto es poquito? A l indagar , p o r lo genera l nos dábamos c u e n t a de q u e los q u e escr iben " p o q u i t o " e n v e r d a d sólo sabían escr ib i r su n o m b r e . Esto , según las reglas d e l INEGI n o fue suf ic iente para dec la ­rar los alfabetos. P o r lo demás, s iempre dudé respecto a las dec larac io ­nes de los padres analfabetos sobre l a capac idad de lectura y escr i tura de sus hijos. S i u n niño que va en tercero de p r i m a r i a supuestamente n o sabe leer , ¿dónde está e l error? ¿en l a capac idad de j u i c i o d e l i n ­f ormante , l a capac idad de aprendizaje d e l niño o l a ca l idad d e l maes­tro?

E n lo referente a si h a b l a n a l g u n a l e n g u a indígena, me llamó l a atención que l a gente contestara "no, nosotros aquí nomás mexicano " n o c o m o sinónimo d e l náhuatl s ino refiriéndose a l español. A s i m i s m o , a l g u n o s i n f o r m a n t e s omit ían e s c u c h a r l a p a l a b r a " ind ígena" y se apresuraban a destacar que a lguno de los residentes de su casa h a b l a ­b a inglés.

Nota final

E l cuest ionar io p a r a e l conteo fue breve y aparentemente senc i l l o y e l INEGI h izo l o posible p o r lograr l a máxima cober tura de poblac ión y v iv ienda , así c o m o p o r obtener información de óptima ca l idad . L o s expertos en l a mater ia pensaron e n u n a a m p l i a gama de posibles c o n ­t rat iempos y errores así c o m o e n sus so luc iones y correcc iones . S i n embargo , c o m o sucede s iempre que se trabaja c o n los h u m a n o s , fue i m p o s i b l e prever y p r e v e n i r l o todo . E n cuanto a los e n u m e r a d o r e s , desde e l in ic io de l operativo se rigieron según las reglas de l grupo in for ­m a l , las cuales en algunas ocasiones coincidían c o n las reglas formales prescritas por e l INEGI, pero en otras no . E n cuanto a los informantes, a l ­gunas veces por desconfianza y otras p o r desconoc imiento , proporc io ­naban información incorrecta. A l menos simbólicamente, los enumera ­dores y los informantes comparten con e l INEGI l a responsabi l idad p o r los resultados de l proyecto.

Page 25: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido

C O N T E O D E P O B L A C I Ó N Y V I V I E N D A 1995 633

P o r o t ra parte, u n a vez leí que varios sicólogos entraron c omo pa­cientes e n u n hospital siquiátrico c o n e l fin de hacer u n a investigación y que después de algún t i e m p o p e r d i e r o n l a noc i ón de l a v e r d a d e r a razón p o r la cual estaban ahí. C u a n d o colaboré e n e l conteo me pasó algo parec ido : m u y p r o n t o dejé de ser antropóloga y empecé a sentir­m e y a actuar c o m o e n u m e r a d o r a . E l e q u i p o me ayudó, ya que no h u ­b o pr iv i l eg ios , cons iderac iones n i d i s i m u l o s ante mí, a pesar de q u e todos c o n o c í a n m i p a r t i c u l a r situación. Así, i g u a l que el los , más de u n a vez l legué a p e r d e r l a c o m p o s t u r a ante los desconf iados i n f o r ­mantes temerosos de los impues tos , o lv idándome de l a i m a g e n d e l entrevistador comprens ivo y empático , oyente n o amenazador . I g u a l que el los, llegué a sentir e l cansancio y e l a b u r r i m i e n t o p o r e l d i a r i o r epe t i r de l a tediosa tarea; i g u a l que el los veía c o n alegría c ó m o a u ­m e n t a b a l a superf i c ie p i n t a d a de verde e n nuestro m a p a de c o n t r o l de cobertura . Estuve de acuerdo c u a n d o en l a última semana de l ope ­rativo e l g r u p o empezó a r e p o r t a r menos trabajo d e l que rea lmente hacía, c o n e l fin de evitar que nos m a n d a r a n c o m o apoyo a algún g r u ­p o retrasado . 2 5

A l regresar a m i casa después de u n mes de ausencia, me sorpren­dió encontrar pegada en m i puerta la etiqueta de l Conteo 1995. M e sor­prendí aún más cuando bajo l a puerta encontré la siguiente nota: "Su vecina de l 224 me d io la razón de usted. Atentamente , fulano de ta l . "

Bibliografia

Brown, J . A . C. (1982), La psicologia social en la industria, Mexico, Fondo de Cultura Econòmica.

Hommans, George (1972), Elgrupo fiumano, Buenos Aires, Eudeba. i N E G i (1995), Manual del enumerador, Aguascalientes. Lupton, T. (1963), On the Shop Floor. Two Studies on Workshop Organization and

Output, Oxford, Pergamon Press. Mayo, Elton (1977), Problemas sociales de una civilizacion industrial, Buenos A i ­

res, Nueva Vision.

2 5 E n una de las reuniones realizadas en la coordinación municipal fue decidido que los equipos que terminaran su trabajo antes del tiempo previsto irían a ayudar a los retrasados, lo que según mis conocimientos todos los grupos operativos trataron de evi­tar. L a manera como lo hicieron coincide otra vez con el comportamiento de los gru­pos informales en la industria.

Page 26: La observació participantn een el Conteo de Población y ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/21593/1/... · CONTEO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 1995 611 de och díaso , impartido