16
LA OFRENDA EN EL ESTADO DE HIDALGO, TRADICIÓN QUE LLEVAN A CABO CADA AÑO LOS CREYENTES POR SUS MUERTOS A QUIEN DEBEN RENDIRLES CULTO COMO UNA OBLIGACIÓN Símbolos de los objetos que conforman la ofrenda El retrato del muerto recordado es el ánima que acudirá el día 2 de noviembre. La imagen de las ánimas del Purgatorio representa la salida del alma del difunto si es que se encuentra ahí. Cirios con papel de china morado es señal de duelo o luto y colocados en forma de cruz representa los 4 puntos cardinales por donde se guiará el ánima a través de la luz divina. La cruz de ceniza es para ayudar al ánima que se encuentra en el Purgatorio a salir y hacer su viaje al Creador. Una cruz de ceniza más grande tiene el propósito de que el ánima pueda expiar sus culpas pendientes al llegar al altar. Calaveras de tamaño medio son alusión a la muerte que debemos tener siempre presente pues somos mortales. Calaveras pequeñas colocadas en el nivel inferior se dedican a la Santísima Trinidad; una calavera de mayor tamaño se dedica al Padre Eterno. Una botella tequila o licor con copa tequilera tiene la finalidad de que el ánima recuerde los Bandeja, jabón y toalla para el ánima que necesitará lavarse después del largo viaje. El copal es el humo que limpia el lugar de malos espíritus con el fin de que el ánima pueda entrar en su casa sin peligro. La comida es para deleitar al ánima. Se comparte el alimento con las ánimas como si no existiera el abismo entre la vida y la muerte. La flor de zempoaxóchitl es la flor de muerto que adorna y aroma el lugar durante la estancia del ánima que, al irse, lo hará contenta. Los arcos de carrizo adornados con papel china rosa y morado representan la entrada a la gloria. La jarra con agua de vidrio y un vaso es para el alma que llega sedienta. El papel de china picado de color morado y rosa significa fortaleza y virtud. El vaso con agua bendita con un pan de muerto encima. El plato con sal sobre el altar superior implica recordar que viene el alma a este mundo a convivir con los humanos aun en forma de ánima

La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

LA OFRENDA EN EL ESTADO DE HIDALGO,

 TRADICIÓN QUE LLEVAN A CABO CADA AÑO LOS CREYENTES POR SUS MUERTOS A QUIEN DEBEN RENDIRLES CULTO COMO UNA OBLIGACIÓN

Símbolos de los objetos que conforman la ofrenda

El retrato del muerto recordado es el ánima que acudirá el día 2 de noviembre.

La imagen de las ánimas del Purgatorio representa la salida del alma del difunto

si es que se encuentra ahí.

Cirios con papel de china morado es señal de duelo o luto y colocados en forma de cruz representa los 4 puntos cardinales

por donde se guiará el ánima  a través de la luz divina.

 La cruz de ceniza es para ayudar al ánima que se encuentra en el Purgatorio

a salir y hacer su viaje  al Creador.

 Una cruz de ceniza más grande tiene el propósito de que el ánima pueda expiar sus culpas pendientes al llegar al altar.

 Calaveras de tamaño medio son alusión a la muerte que debemos tener siempre

presente pues somos mortales.

 Calaveras pequeñas colocadas en el nivel inferior se dedican a la Santísima

Trinidad; una calavera de mayor tamaño se dedica al Padre Eterno.

 Una botella tequila o licor con copa tequilera tiene la finalidad de que el

ánima recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su

vida y se decida a visitar su casa.

Bandeja, jabón y toalla para el ánima que necesitará lavarse después del largo

viaje.

El copal es el humo que limpia el lugar de malos espíritus con el fin de que el

ánima pueda entrar en su casa sin peligro.

La comida es para deleitar al ánima. Se comparte el alimento con las ánimas

como si no existiera el abismo entre la vida y la muerte.

La flor de zempoaxóchitl es la flor de muerto que adorna y aroma el lugar durante la estancia del ánima que, al

irse, lo hará contenta.

Los arcos de carrizo adornados con papel china rosa y morado representan

la entrada a la gloria.

La jarra con agua de vidrio y un vaso es para el alma que llega sedienta.

El papel de china picado de color morado y rosa significa fortaleza y

virtud.

 El vaso con agua bendita con un pan de muerto encima.

 El plato con sal sobre el altar superior implica recordar que viene el alma a

este mundo a convivir con los humanos aun en forma de ánima

Las tradicionales ofrendas de la Huasteca Hidalguense

Page 2: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

La noche del 1 de noviembre, el

momento en que la tradición y las creencias indican la llegada de los fieles difuntos

que murieron en la adultez, la gente de la Huasteca hace una velada de toda la noche

en sus casas junto a las ofrendas que armaron desde la tarde del 31 de octubre, esa

noche la ofrenda fue para los niños difuntos. Con las puertas abiertas de las casas la

gente espera a las ánimas y a uno que otro visitante a quien amablemente le

comparten algo de la ofrenda, al dar las 12:00 de la noche con el inicio del 2 de

noviembre, la gente enciende todas las velas de la ofrenda, mismas que quedarán

prendidas toda la noche y hasta el momento de levantar las

Page 3: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

ofrendas, lo cual sucederá el día 3 de noviembre,

momento en el cual se hace la tradicional "Llorada del hueso", en donde se reunen las

personas a comer lo que se colocó en la ofrenda.

Los elementos tradicionales de la ofrenda huasteca son:

-Alimentos, como tamales, frutas, panes y caramelos.

-Velas sobre candelabros de barro, algunas de ellas tienen un moño atado y otras una

flor.

-Flores de cempaxúchitl en vasijas y también un gran arco hecho con palmas y tallos

de la mata del plátano, en el caso de esta ofrenda había unas macetas con plantitas de

maíz.

-Fotografías de los difuntos de la familia e imágenes de santos.

Page 4: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Las fotos corresponden a la gran ofrenda que la familia Güemes Sánchez ofrece a sus

fieles difuntos en San Felipe Orizatlán, Hidalgo. Como siempre, abiertos y hospitalarios,

nos permitieron entrar a su casa a apreciarla y compartirnos su tradición.

Preparan tradición de Día de Muertos en HidalgoPor: Turespacio | Categoría: TuriBreves | 26 de oct de 2011 | Comentarios cerrados

in Share 0

Page 5: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Con la llegada de los difuntos, las tradiciones reviven, por lo que este 28 y 29 de octubre se tendrá un encuentro huasteco por el Día de Muertos, en San Felipe Orizatlán, municipio de Hidalgo. Aquí convergerán altares, ofrendas, ceremonias, procesiones, alabanzas, música y danzas de los pueblos chichimeca-jonaz y hñahñu, de Guanajuato; tepehuas, hñahñus y nahuas, de Hidalgo; tének, pames y nahuas, de San Luis Potosí, y popolucas y totonacos, de Veracruz.

La Secretaría de Turismo y Cultura y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo informó que se espera la participación de más de 150 representantes y portadores de esta importante tradición. Recordó que esta tradición, fue proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2003 como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

De acuerdo con el programa de estas festividades, el 28 de octubre se realizará la procesión y entrega de ofrendas, partiendo de la plaza principal hacia el panteón municipal y se instalarán los altares. Por la noche, cada grupo indígena realizará la presentación de las expresiones comunitarias vinculadas con la muerte.

Fuente: aztecanoticias.com.mx

¿Cómo llegar?

En autobús desde la Ciudad de México: De la Central Camionera del Norte salen autobuses ABC a San Felipe (son solo 3 corridas) o se puede tomar el autobús a Huejutla, Hgo., y posteriormente  tomar un microbus o autobús a San Felipe.

En automóvil desde la Ciudad de México: Llegar a Pachuca, Hgo. (100 km). Posteriormente tomar la vía Huejutla (vía corta) Atotonilco, San Agustín, Zacualtipán, Molango, Tlanchinol y a la altura de Chalchocotipa tomar la desviación a San José y Coaucuilco, hasta llegar a San Felipe (distancia 200 km)

Page 6: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Día de Muertos

El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza desde el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.

Es una festividad mexicana, que se celebra también en algunos países de América Central, así como en muchas comunidades de los Estados Unidos, donde existe una gran población mexicana y centroamericana. La Unesco ha declarado la festividad mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.[1] El Día de Muertos es un día festejado también en Brasil, como Dia dos Finados, aunque esta festividad no tiene las mismas raíces prehispánicas que la festividad mexicana.

Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

El festival que se convirtió en el Día de Muertos se conmemoraba el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y se celebraba durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.

La vida y la muerte son un símbolo emblemático que ha causado admiración, temor e incertidumbre al ser humano a través de la historia. Por muchos años, en diversas culturas se han generado creencias en torno a la muerte que han logrado desarrollar toda una serie de ritos y tradiciones ya sea para venerarla, honrarla, espantarla e incluso para burlarse de ella. México es un país rico en cultura y tradiciones; uno de los principales aspectos que conforman su identidad como nación es la concepción que se tiene sobre la vida, la muerte y todas las tradiciones y creencias que giran en torno a ellas.

De cualquier modo, hay que destacar que esta celebración no es propia de todos los mexicanos puesto que, pese a ser una fiesta que se ha convertido en un símbolo nacional y que como tal es enseñada (con fines educativos) en las escuelas del país, existen muchas familias que son más apegadas a celebrar el “Día de todos los Santos” como lo hacen en otros países católicos. Además, cabe mencionar la fuerte influencia de los Estados Unidos que, al menos en zonas fronterizas, se evidencia con la presencia de la fiesta conocida como Halloween, la cual se celebra cada año con más frecuencia y en un mayor número de hogares. De ahí también que exista una inquietud entre los propios mexicanos de querer preservar el Día de Muertos como parte de la cultura mexicana sobre otras celebraciones parecidas.

Sin embargo muchos mexicanos consideran que el dia de muertos al ser una fiesta sincretica es capaz de convivir y adoptar otros festejos no tradicionales de manera sana, permitiendo el uso de los disfraces, sin restar su importancia cultural y ni poner en riesgo su existencia en México.

Page 7: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

[editar] La celebración en el mundo prehispánico

Pintura "La Catrina" sobre una de las calles de Guaymas, México.

Para los antiguos mesoamericanos, la muerte no tenía las connotaciones morales de la religión católica, en la que las ideas de infierno y paraíso sirven para castigar o premiar. Por el contrario, ellos creían que los rumbos destinados a las almas de los muertos estaban determinados por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida.

De esta forma, las direcciones que podrían tomar los muertos son:

El Tlalocan o paraíso de Tláloc, dios de la lluvia. A este sitio se dirigían aquellos que morían en circunstancias relacionadas con el agua: los ahogados, los que morían por efecto de un rayo, los que morían por enfermedades como la gota o la hidropesía, la sarna o las bubas, así como también los niños sacrificados al dios. El Tlalocan era un lugar de reposo y de abundancia. Aunque los muertos generalmente se incineraban, los predestinados a Tláloc se enterraban, como las semillas, para germinar.

El Omeyocan, paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. A este lugar llegaban sólo los muertos en combate, los cautivos que se sacrificaban y las mujeres que morían en el parto. Estas mujeres eran comparadas a los guerreros, ya que habían librado una gran batalla, la de parir, y se les enterraba en el patio del palacio, para que acompañaran al sol desde el cenit hasta su ocultamiento por el poniente. Su muerte provocaba tristeza y también alegría, ya que, gracias a su valentía, el sol las llevaba como compañeras. Dentro de la escala mesoamericana de valores, habitar el Omeyocan era un privilegio.

El Omeyocan era un lugar de gozo permanente, en el que se festejaba al sol y se le acompañaba con música, cantos y bailes. Los muertos que iban al Omeyocan, después de cuatro años, volvían al mundo, convertidos en aves de plumas multicolores y hermosas.

Morir en la guerra era considerada como la mejor de las muertes por los mexicas. Para ellos, a diferencia de otras culturas, dentro de la muerte había un sentimiento de esperanza, pues ella ofrecía la posibilidad de acompañar al sol en su diario nacimiento y trascender convertido en pájaro.

Page 8: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

El Mictlán, destinado a quienes morían de muerte natural. Este lugar era habitado por Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, señor y señora de la muerte. Era un sitio muy oscuro, sin ventanas, del que ya no era posible salir.

El camino para llegar al Mictlán era muy tortuoso y difícil, pues para llegar a él las almas debían transitar por distintos lugares durante cuatro años. Luego de este tiempo, las almas llegaban al Chicunamictlán, lugar donde descansaban o desaparecían las almas de los muertos. Para recorrer este camino, el difunto era enterrado con un perro llamado xoloescuincle(raza canina sin pelo), el cual le ayudaría a cruzar un río y llegar ante Mictlantecuhtli, a quien debía entregar, como ofrenda, atados de teas y cañas de perfume, algodón (ixcátl), hilos colorados y mantas. Quienes iban al Mictlán recibían, como ofrenda, cuatro flechas y cuatro teas atadas con hilo de algodón.

Detalle de un altar de muertos.

Por su parte, los niños muertos tenían un lugar especial, llamado Chichihuacuauhco, donde se encontraba un árbol de cuyas ramas goteaba leche, para que se alimentaran. Los niños que llegaban aquí volverían a la tierra cuando se destruyese la raza que la habitaba. De esta forma, de la muerte renacería la vida.

Los entierros prehispánicos eran acompañados de ofrendas que contenían dos tipos de objetos: los que, en vida, habían sido utilizados por el muerto, y los que podría necesitar en su tránsito al inframundo. De esta forma, era muy variada la elaboración de objetos funerarios: instrumentos musicales de barro, como ocarinas, flautas, timbales y sonajas en forma de calaveras; esculturas que representaban a los dioses mortuorios, cráneos de diversos materiales (piedra, jade, cristal), braseros, incensarios y urnas.

Las fechas en honor de los muertos son y eran tan importantes que les dedicaban dos meses. Durante el mes llamado Tlaxochimaco se llevaba a cabo la celebración denominada Miccailhuitontli o fiesta de los muertitos, alrededor del 16 de julio. Esta fiesta iniciaba cuando se cortaba en el bosque el árbol llamado xócotl, al cual le quitaban la corteza y le ponían flores para adornarlo. En la celebración participaban todos, y se hacían ofrendas al árbol durante veinte días.

En el décimo mes del calendario se celebraba la Ueymicailhuitl o fiesta de los muertos grandes. Esta celebración se llevaba a cabo alrededor del 5 de agosto, cuando decían que caía el xócotl. En esta fiesta se realizaban procesiones que concluían con rondas en torno al árbol. Se acostumbraba realizar sacrificios de personas y se hacían grandes comidas. Después, ponían una figura de bledo en la punta del árbol y danzaban, vestidos con plumas preciosas y cascabeles. Al finalizar la fiesta, los jóvenes subían al árbol para quitar la figura, se derribaba el xócotl y terminaba la celebración. En esta fiesta, la gente acostumbraba colocar altares con ofrendas para recordar a sus muertos, lo que es el antecedente del actual altar de muertos.[2]

Page 9: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Desde antes de la llegada de los españoles, antes de que la religión católica fuera impuesta en Mesoamérica, muchas de las culturas prehispánicas tenían la creencia de una vida después de la muerte. Por ejemplo, de acuerdo a Luis Ramos, en su libro Culturas Clásicas Prehispánicas en la cultura maya, cuando una persona moría, su alma iba al “inframundo” (conocido por ellos como Xibalbá). Según sus creencias, para llegar a este lugar, las almas debían de cruzar un río con la ayuda de un xoloitzcuintle (raza de perro); es por eso que dentro de los ritos funerarios de los mayas se encontraba el de enterrar a un perro de esta raza junto con la persona fallecida, de lo contrario, correría el riesgo de no llegar a Xibalbá y quedarse en el camino. Después, esta creencia se vio reafirmada con la introducción a la cultura de la religión católica; de acuerdo a la religión católica (religión predominante en México) existe la idea de un cielo y un infierno a donde las almas se dirigen cuando uno muere (dependiendo de su comportamiento en vida), es decir, la creencia de una vida después de la muerte.[3]

[editar] Transformación del ritual

Altar tradicional de Xantolo, en Hidalgo.

Altar indígena Chontal, en Tabasco.

Page 10: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Cempasúchil, Flor típica usada para ornato.

Cuando llegaron a América los españoles en el siglo XVI trajeron sus propias celebraciones del Día de Muertos cristianas y europeas, donde se recordaba a los muertos en el Día de Todos los Santos. Al convertir a los nativos del nuevo mundo se dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas y prehispánicas, haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los Santos y Todas las Almas con el festival similar mesoamericano, creando el actual Día de Muertos.

[editar] Xantolo

El Xantolo es un palabra husteca que significa Fíesta de las ánimas, tiene un origen prehispánico en la Región Huasteca y que al paso de los años ha recibido influencias de otros origenes, los huastecos ofrendan el culto en estos tiempos por que no solo recogen la cosecha del maíz y otros frutos, también es una fiesta de respeto a los que ya no están presentes por que acorde a su calendario, en estas fechas los parientes muertos visitan a los familiares. La escencia de sus espíritus están presentes y por ello el olor de las frutas, la música y la luz, recuerdan los momentos vividos en la tierra, in inframundo está presente todo el tiempo y es muy cercano al mundo de los vivos según los huastecos, el cuerpo regresa a la tierra pero su alma se queda entre los vivos.

[editar] Patrimonio de la Humanidad

En ceremonia llevada a cabo en París, Francia el 7 de noviembre de 2003 la Unesco distinguió a la festividad indígena de Día de Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. La distinción por considerar la Unesco que esta festividad es:

Page 11: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

"...una de las representaciones más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor fuerza entre los grupos indígenas del país."

Además en el documento de declaratoria se destaca:

"Ese encuentro anual entre las personas que la celebran y sus antepasados, desempeña una función social que recuerda el lugar del individuo en el seno del grupo y contribuye a la afirmación de la identidad..."

además de:

"...aunque la tradición no está formalmente amenazada, su dimensión estética y cultural debe preservarse del creciente número de expresiones no indígenas y de carácter comercial que tienden afectar su contenido inmaterial."

[editar] CalaveritasArtículo principal: Calavera literaria.

Se les llama así tanto a las rimas, versos satíricos como a los grabados que ilustran calaveras disfrazadas o bien de dulce descritas a continuación:

Rimas. también llamadas "calaveras", son en realidad epitafios humorísticos de personas aún vivas que constan de versos donde la muerte (personificada) bromea con personajes de la vida real, haciendo alusión sobre alguna característica peculiar de la persona en cuestión. Finalizan con frases donde se expone que se lo llevará a la tumba. Es muy común dedicar las "calaveritas" a personajes públicos, en especial a políticos en el poder. En muchos casos la rima habla del aludido como si estuviera ya muerto.

Grabados: Litografías, generalmente del Maestro José Guadalupe Posada, que aunque no dibujó específicamente para Día de Muertos, sino eran caricaturas con que colaboraba en diferentes publicaciones de principios del siglo XX en México se usan en estas fechas por sus alusiones a la muerte festiva.

De dulce: Son dulces en forma de cráneo, generalmente realizadas de dulce de azúcar, chocolate, amaranto, gomita, entre otros. Generalmente son vendidas en los tradicionales mercados denominados "Todos Santos" además de tiendas comerciales, tianguis, etc.

[editar] Simbolismo

Las Calaveras de dulce, tienen escritos el nombre del difunto (o en algunos casos de personas vivas, en forma de broma modesta que no ofende en particular al aludido) en la frente, son consumidas por parientes o amigos.

El Pan de muerto. Platillo especial del Día de Muertos. Es un panecillo dulce que se hornea en diferentes figuras, desde simples formas redondas hasta cráneos, adornado con figuras del mismo pan en forma de hueso y se espolvorea con azúcar.

Page 12: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Las Flores. Durante el período del 1 al 2 de noviembre las familias normalmente limpian y decoran las tumbas con coloridas coronas de flores de rosas, girasoles, entre otras, pero principalmente de Cempaxúchitl, las cuales se cree atraen y guían las almas de los muertos. Casi todos los panteones son visitados.

La Ofrenda y la visita de las almas. Se cree que las almas de los niños regresan de visita el día primero de noviembre, y las almas de los adultos regresan el día 2. En el caso de que no se pueda visitar la tumba, ya sea por que ya no existe la tumba del difunto, o porque la familia está muy lejos para ir a visitarla, también se elaboran detallados altares en las casas, donde se ponen las ofrendas, que pueden ser platillos de comida, el pan de muerto, vasos de agua, mezcal, tequila, pulque o atole, cigarros e incluso juguetes para las almas de los niños. Todo esto se coloca junto al retrato de los difuntos rodeados de veladoras.

[editar] Ofrenda de Muertos

Ofrenda de Día de Muertos.

Page 13: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Ofrenda mixteca de Día de Muertos.

Artículo principal: Altar de muertos.

Los materiales comúnmente utilizados para hacer una ofrenda de muertos para el Día de Muertos tiene un significado, y son entre otros los siguientes:

Retrato de la persona recordada: El retrato del difunto sugiere el ánima que los visitará la noche del 2 de noviembre.

Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio: La imagen de las ánimas del purgatorio sirve para pedir la salida del purgatorio del alma del difunto por si acaso se encontrara ahí.

Doce cirios: Aunque pueden ser menos, tienen que ser en pares, y preferiblemente de color morado, con coronas y flores de cera. Los cirios, sobre todo si son morados, son señal de duelo. Los cuatro cirios en cruz representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa aparte de agua y sal.

Flor de cempasúchil (o flor de cuatrocientos pétalos): Su color representa la luz como los rayos del sol y al regarla en forma de camino se le indica a las almas el rumbo por el cual se le guía a casa.

Cruz de tierra: Para recordarle su fe, ya que el Miércoles de Ceniza se le dice la frase: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás", con lo que se le recuerda que regresa a la tierra de la que salió.

Calabaza en tacha: Este fruto ocupa un lugar privilegiado tanto en la cocina tradicional prehispánica como en la actual. Es parte de la tetralogía alimenticia del país, al lado del maíz, el frijol y el chile. De ella se aprovecha todo: tallos, guías, flores, frutos y semillas. En el altar se prepara como dulce: cocida con azúcar, canela, tejocotes, trozos de caña de azúcar o con otros ingredientes, según el gusto de quien cocine. El dulce cristalizado se llama calabazate. La preparación de la calabaza en tacha consiste en introducir dicho fruto en un cesto de palma que se confita en las calderas donde se fabrica el azúcar. Esta es la forma tradicional, pues en las antiguas máquinas de los ingenios se hacía la concentración del guarano o jugo de caña en dos calderas cónicas, colocadas sobre un solo horno (la mancuerna); una de las calderas era la malera, y la otra la tacha. En la actualidad se prepara cocida en miel de piloncillo o panela, antiguamente llamada también tacha para bendecir las casas.[4]

Papel picado: También se suelen adornar las ofrenda con papel picando que es una artesania mexicana que se elabora con papel de china recortado con figuras de esqueletos y calaveritas.

[editar] El Día de Muertos en otras ciudades del país

En Zacatecas, se acostumbra consumir el pan de muerto y muchas familias visitan las tumbas de sus seres queridos dejando en ellas arreglos florales, principalmente elaborados con flor de cempazúchitl. También existe una suerte de mezcla entre la celebración del Día de Muertos y la celebración estadounidense del Halloween donde en la noche del 2 de Noviembre los niños salen a las calles con disfraces alusivos a la muerte y seres de ultratumba, tocando de puerta en puerta pidiendo "el muerto" a través de unas pequeñas rimas cantadas:

"El muerto pide camote, sino se le cae el bigote. La viuda pide una ayuda, para su pobre criatura".

Page 14: La Ofrenda en El Estado de Hidalgo

Si los habitantes de la casa solicitada dan "el muerto", que generalmente suele ser dulces que depositan en bolsos que llevan los niños, estos últimos pueden recitar una bendición:

"Esta casa está bendita porque si nos dieron comidita".

O bien una "maldición" si no se atiende a su canto:

"Esta casa está embrujada porque no nos dieron nada".