34
La pesquería de la sardina en Sonora Shoko Doode Matsumoto Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C. La evolución de la pesquería de la sardina deja ver en forma muy clara la racionalidad de la economía capitalista. El objetivo central de obtención de ganancias sin importar los altos costos sociales que puede causar, caracteriza a la explo- tación sardinera en el Golfo de California desde sus inicios. Las consecuencias de una explotación llevada así pueden llegar a ser muy serias, causando daños irreversibles. Las más evidentes serían: posible agotamiento del recurso con sus efectos sobre la desaparición de otras especies y sobre el empleo; la degradación de las aguas del mar debido a la contaminación ecológica con sus consecuencias negativas, y el uso de una proteína de buena calidad y de bajo costo para el consumo animal a pesar de las carencias alimenticias de un vasto sector de la población. La pesca de sardina en el Golfo de California es una actividad reciente. Se inicia hace apenas 22 años con capturas cercanas a las 20 mil toneladas; ahora éstas son de casi medio millón de toneladas. Es decir, en un periodo muy corto podemos observar el surgimiento y desarrollo de una activi- dad económica que ha llevado al estado de Sonora a ocupar el primer lugar nacional en volumen de capturas y, por otro lado, ha sido objeto de inversiones tanto del gobierno federal como de la iniciativa privada.

La pesquería de la sardina en Sonora

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La pesquería de la sardina en Sonora

La pesquería de la sardina en Sonora

Shoko Doode Matsumoto Centro de Investigación en

Alimentación y Desarrollo, A.C.

La evolución de la pesquería de la sardina deja ver en forma muy clara la racionalidad de la economía capitalista. El objetivo central de obtención de ganancias sin importar los altos costos sociales que puede causar, caracteriza a la explo­tación sardinera en el Golfo de California desde sus inicios. Las consecuencias de una explotación llevada así pueden llegar a ser muy serias, causando daños irreversibles. Las más evidentes serían: posible agotamiento del recurso con sus efectos sobre la desaparición de otras especies y sobre el empleo; la degradación de las aguas del mar debido a la contaminación ecológica con sus consecuencias negativas, y el uso de una proteína de buena calidad y de bajo costo para el consumo animal a pesar de las carencias alimenticias de un vasto sector de la población.

La pesca de sardina en el Golfo de California es una actividad reciente. Se inicia hace apenas 22 años con capturas cercanas a las 20 mil toneladas; ahora éstas son de casi medio millón de toneladas. Es decir, en un periodo muy corto podemos observar el surgimiento y desarrollo de una activi­dad económica que ha llevado al estado de Sonora a ocupar el primer lugar nacional en volumen de capturas y, por otro lado, ha sido objeto de inversiones tanto del gobierno federal como de la iniciativa privada.

Page 2: La pesquería de la sardina en Sonora

Entre las primeras inversiones se encuentran los barcos adquiridos al Perú a través de un convenio con el BID, la infraestructura portuaria para el desembarque del producto a las fábricas y el acondicionamiento de parques industriales. La inversión privada se ha concentrado en las fábricas reduc- toras y enlatadoras y en la adquisición de embarcaciones.

Ahora bien, la historia de la explotación de estos pelágicos en otras partes del mundo y en México mismo en la costa norte del Pacífico, nos ha mostrado que el recurso puede llegar a extinguirse y llevar, por tanto, a un colapso de la actividad sardinera en las zonas de explotación.

Las repercusiones de una tal situación pueden llegar a ser graves, no sólo en los aspectos biológicos que entraña la desaparición del recurso, sino también por los negativos efectos económicos y sociales tanto sobre la población que depende directamente de la actividad sardinera como sobre la región en general.

El presente trabajo tiene como objetivo exponer algunas reflexiones sobre la problemática de esta pesquería y son el primer resultado de una investigación que se está realizando en el CIAD.*

Antecedentes

La sardina, al igual que otros pelágicos menores como el arenque y la anchoveta, ha tenido conductas migratorias que no han sido explicadas a la fecha de una manera satisfactoria. Algunos investigadores han llegado a concluir que “en algu­nas poblaciones de pelágicos, el efecto de las variaciones

* Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo. He de agradecer en especial al Dr. Inocencio Higuera por el apoyo prestado al proyecto y la paciencia para explicar los aspectos relacionados con la harina de pescado y la contaminación, así como también por el tiempo dedicado a leer con detenimiento este trabajo y comentarlo.

Page 3: La pesquería de la sardina en Sonora

ambientales, aunado a los elevados niveles de esfuerzo pes­quero, han traído como consecuencia el colapso de la pesque­ría como actividad económica remunerativa. Tal es el caso de las pesquerías de sardina en la costa de California en 1945, la anchoveta del Perú en 1973, la sardina del Japón en 1945, y el arenque de Hokkaido en 1938”.1

La pesquería de la sardina en el estado de Sonora tiene sus orígenes a mediados de los años sesenta, cuando este pelágico comienza a aparecer en el Golfo de California como resultado, al parecer, de migraciones desde la costa occidental de la Baja California.

Hacia finales del siglo pasado, se sabe que la zona de captura más importante de estas especies en el Pacífico era en el norte, en el área de Vaneouver. Años después, hacia la tercera década de este siglo, la población de sardina comenzó a escasear en esa zona para aparecer hacia el sur de la misma costa, en las cercanías de Monterey, California (de aquí deriva su nombre una de las especies más preciadas). En esta zona pudo ser aprovechada con éxito durante varios años, alcan­zando la captura su máximo volumen en California durante la temporada 1936-37 con 726,124 toneladas.

En México, entre los años 1930 y 1940 la pesca de sardina se realizaba entre Ensenada e Isla de Cedros. A mediados de esa década y debido al desplazamiento del recurso, la activi­dad se trasladó hacia el sur por la zona de Bahía Magdalena, B.C.S.2 Ya para 1960 se manifestó notablemente la desapari­ción de la sardina en las cercanías del puerto de ensenada.3 Por último, “hacia 1967, con el descubrimiento de grandes concentraciones de sardina en el Golfo de California,... el puerto de Guaymas se convierte en el principal puerto sardi­nero de México”.4

Se han dado varias explicaciones del comportamiento de la sardina por parte de los estudiosos de este fenómeno:

Page 4: La pesquería de la sardina en Sonora

a) una de ellas plantea que la sardina tiene un ciclo de aproximadamente 80 años, al cabo de los cuales se desplaza a otra zona. Este “fenómeno de distribución cíclica fue de­mostrado por Soutar e Isaacs en 1969 al examinar núcleos de sedimentos del canal de Santa Bárbara, California, al encon­trar que la sardina monterrey ha tenido 12 ciclos de ocurrencia en 1850 años, o sea ciclos de aproximadamente 80 años”.5

b) Otra de las explicaciones, que de acuerdo al Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP) de Guaymas es la más factible, atribuye el desplazamiento de la sardina a las condiciones hidrográficas. Es decir, se atribuye dicho movi­miento a parámetros hidrológicos, principalmente la tempe­ratura del agua. Tal sería el caso de la corriente llamada del “Niño”, que trae consigo un aumento considerable de la temperatura del agua y como consecuencia de ello una dismi­nución de su salinidad y de las concentraciones de plancton de las cuales se alimentan estos peces. Otros autores atribu­yeron el “desplazamiento hacia el sur de la sardina ... a las bajas temperaturas [del agua] que retrasaron el desove en uno o dos meses, lo que imposibilitó a las larvas de sardina para competir con las de anchoveta, que están habituadas a tem­peraturas menores”.6

c) Por último, algunos plantean que la sobreexplotación del recurso es la causa principal de la desaparición de la sardina en una determinada zona. Sin embargo, este plantea­miento no puede ser confirmado con seguridad, pues se carece de datos básicos que permitan sustentarlo. La información en la que se fundamenta es la aparición de tallas juveniles de la especie en cantidades significativas, en las muestras de cap­tura que se toman de las embarcaciones.

Page 5: La pesquería de la sardina en Sonora

Hasta ahora, la explicación con la que mayor número de investigadores parece estar de acuerdo, es que la combinación de ciertas condiciones hidrográficas, con elevados niveles de explotación han sido la causa de la desaparición de esta especie en esas zonas.

Aunque parezca obvio, creemos necesario subrayar la importancia que tiene conocer el comportamiento del recurso en sus aspectos biológicos y poder definir también su bioma- sa. La pesca, como actividad extractiva, depende para su producción y desarrollo del comportamiento y de la exis­tencia del recurso. La aparición o desaparición de la sardina en determinadas zonas es de suma importancia por la activi­dad económica que genera su captura e industrialización. Pero no menos importante es el hecho de que este pelágico cons­tituye el alimento de otras especies de escama y aves por lo que su presencia es eslabón fundamental para la cadena trófica de la cual dependen estas últimas.

La sardina y su destino

En torno a la problemática de la explotación de la sardina, subyacen intereses económicos que hacen difícil la regula­ción de esta pesquería. Ello a pesar de la creación del Progra­ma Nacional de la Sardina, cuyas investigaciones han servido como base para reglamentar su administración. Sin embargo, hace falta aún más investigación para poder definir la biomasa de la sardina en el Golfo de California por lo que, a la fecha, aún existe polémica acerca de los niveles permisibles de captura para no sobreexplotar el recurso. Esta situación se traduce, como se verá mas adelante, en una serie de negocia­ciones entre el gobierno federal y los diversos agentes econó­micos que participan en esta pesquería.

Quizá la discusión más compleja -que nos revela una

Page 6: La pesquería de la sardina en Sonora

parte importante de la dinámica de la actividad sardinera- se da en tomo a su destino. Es decir, la decisión de los volúmenes de captura que en cada ciclo se dedicarán para el consumo humano directo o para el consumo animal. En el primer caso se destina casi en su totalidad al enlatado -sea en salsa de tomate o en aceite-, y en el segundo, se transforma en harina y es un insumo importante en la producción de alimentos balanceados para la avicultura.

En relación a su destino, planteamos como hipótesis que las necesidades de la industria avícola se han impuesto sobre los usos de la sardina y han determinado su destino. Esto ha dado como resultado un cambio en el destino principal del producto: de ser en un principio destinado en su totalidad al enlatado para el consumo humano directo y haberse conside­rado a la harina de pescado como un subproducto, ha pasado este último a ser el producto principal.

Un elemento que ha sido determinante para estimular el cambio mencionado se encuenira en las características mis­mas del recurso, que io hacen compatible con los requeri­mientos de la industria reductora para ia fabricación de harina de pescado: la posibilidad de obtenerlo en grandes volúmenes y a bajo costo.

Para explicar lo antes dicho creo necesario exponer algu­nas ideas que a manera de hipótesis propongo sobre este problema, y que remiten necesariamente a la evolución que ha tenido la actividad desde que se inició en nuestro país.

En la explotación del recurso sardinero se pueden distin­guir claramente dos periodos, que corresponden al auge de dicha actividad en dos zonas diferentes. Estos periodos pue­den ser definidos de acuerdo a su destino principal. Así, cuando la pesquería de la sardina se inició en Ensenada y tuvo su auge en esa zona, la industria avícola en México estaba en sus inicios, por lo que el producto se destinaba en su totalidad

Page 7: La pesquería de la sardina en Sonora

al enlatado para consumo humano directo. En cambio, cuando se inició su explotación en el Golfo de California y Guaymas se convirtió en el principal puerto sardinero de la región, la industria avícola se encontraba ya en una fase de expansión y la harina de pescado pasó a ser el producto principal, quedando en segundo término el enlatado para consumo humano directo.

Para fundamentar lo anterior, nos hemos basado en los volúmenes globales de captura de sardina de 1940 a la fecha y la proporción destinada ai enlatado y a la reducción, así como en el desarrollo de la industria avícola en México cuya expansión demanda la harina de pescado como componente de las raciones alimenticias (cuaros l).7

En términos generales se puede observar que de 1940 a 1952 las capturas de sardina oscilaban entre las 2,000 y las 2,900 toneladas,8 y de acuerdo con los registros de la Secre­taría de la Marina, se destinaban en su totalidad a las empa­cadoras. A partir de 1953 en que ei volumen de la captura fue de poco más de 4,000 toneladas, se observa un incremento paulatino de éstas, hasta 1966 en que las capturas fueron de alrededor de 20,000 toneladas. En el periodo mencionado las capturas de este pelágico se realizaron en las aguas del Pacífico, siendo Ensenada e Isla de Cedros, pero sobre todo la primera, los lugares en donde se establecieron las industrias para su procesamiento. Hacia 1955, la zona de pesca se extendió hasta Bahía Vizcaíno, donde operaba una parte de la flota de Ensenada; los viajes resultaron de mayor duración, con el consiguiente aumento de los costos de operación de la flota, lo cual favoreció la creación de puertos de desembarque y de plantas procesadoras más al sur en Isla Margarita y Bahía Magdalena.9

A partir de 1966, cuando comienza la explotación sardi­nera en el Golfo de California, se inicia un periodo caracteri­

Page 8: La pesquería de la sardina en Sonora

zado por un rápido crecimiento en el volumen de capturas que pasa de cerca de 20,000 toneladas para ese año hasta 121,642 en 1975, 267,850 en 1980, 375,508 en 1985 y 477,000 en 1987. “La etapa...1977-1985 es un periodo de expansión caracterizado por un crecimiento extensivo e intensivo que ha originado cambios profundos en la pesquería”.10 Las propor­ciones que se destinaban al enlatado y a la reducción se fueron invirtiendo. En 1973 el 30% de las capturas se destinaba a la producción de harina, y ya para 1980 estaba por arriba del 70%. Encontramos años como el de 1983, que de un total de 384,295 toneladas capturadas, sólo 86,769 Ton. (22.6%) se destinaron al enlatado, y el resto a la reducción.

Para complementar lo planteado en la hipótesis, es nece­sario remitirnos al desarrollo de la industria avícola en nuestro país, que “hasta la década de los cincuenta depende funda­mentalmente de las importaciones de pollo y huevo”.11 Pos­teriormente con la reconversión de las actividades preponde­rantes de las empresas transnacionales dedicadas a esta actividad, que desarrollan actividades pecuarias intensivas y que crecieron gracias a la expansión de un mercado nacional consumidor de proteínas animales, se fueron sustituyendo en forma paulatina las importaciones.12

La demanda de harina de pescado por parte de la industria avícola fue creciendo a la par que crecía la industria. Para dar idea de este crecimiento, mencionaremos que las importacio­nes de este producto en 1955 eran de 956,755 Kg. y la producción nacional de casi 1,493 Ton., es decir, un total de 2,450 Ton. Para 1970, si bien la producción nacional de harina de pescado aumentó en forma considerable (19,417 Ton.), las importaciones tuvieron un crecimiento espectacular (78,142 Ton.). A partir de 1976 la proporción de la producción nacio­nal y de las importaciones de harina de pescado se fueron invirtiendo en forma paulatina. Ya para 1985 tenemos una

Page 9: La pesquería de la sardina en Sonora

producción nacional de 78,558 Ton. de este producto y una importación de tan sólo 4,341 Ton.13

Lo expuesto en párrafos anteriores observa una corres­pondencia con el crecimiento de la industria: de 1975 a 1985 la capacidad instalada para la elaboración de harina de pesca­do creció en un 30%, mientras que la del enlatado lo hizo en sólo un 10%.14

El producto que permitió el crecimiento mencionado fue en primer lugar la sardina y en segundo lugar la anchoveta. Esta última se destina en su totalidad a la industria harinera. Para dar idea de la composición de las capturas para la producción de harina de pescado en años recientes, se presen­tan los datos consignados en el Anuario Estadístico de la SEPESCA para 1985: 222,138 Ton. de sardina y macarela (55.2%); 117,162 Ton. de anchoveta (29%); 58,603 Ton. de desperdicios de pescado (14.6%); 2,335 Ton. de pescado no empacable (0.6%) y, 2,248 Ton. de fauna de acompañamiento (0.6%).

Aunque desde hace varios años se han estado haciendo esfuerzos para sustituir la harina de pescado en las raciones alimenticias para aves de engorda y de postura, no se ha llegado aún a encontrar un sustituto de costo igual o menor a la harina de pescado. A este respecto cabe mencionar que en una investigación reciente realizada por el CIAD se determi­nó que la harina de pescado puede sustituirse, hasta en un 66% de su nivel tradicional de inclusión por cañóla (pasta de nabo) o combinaciones de otros insumos, en dietas para pollo de engorda. Sin embargo, en una relación costo/calidad nutricio- nal, todavía la harina de pescado resulta más conveniente. Creemos que mientras prevalesca esta situación, la avicultura seguirá imponiento sus necesidades a la industria sardinera.

Page 10: La pesquería de la sardina en Sonora

La sardina: ¿alimentopopular?

Los cada vez más crecientes volúmenes de sardina que se destinan a la industria reductora, han llevado al Estado a tratar de reglamentar la pesquería a través de disposiciones admi­nistrativas y decretos que, por un lado, regulen la extracción del recurso, y por otro, orienten la producción de sardina hacia el consumo humano directo.

Para regular la extracción del recurso, se creó el Programa Nacional de la Sardina del Instituto Nacional de la Pesca. A través de este programa, especialistas de diferentes discipli­nas se han dedicado a realizar investigación básica sobre aspectos oceanográficos y biológicos relativos a la sardina. Aspectos como el establecimiento de vedas y niveles máxi­mos de captura, que tocaremos más adelante, se fundamentan en dichos estudios.

Por otra parte, en septiembre de 1973 la Secretaría de Industria y Comercio publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto que prohíbe utilizar las especies de sardina monterrey y crinuda -las más abundantes del Golfo de California-, para elaborar harina de pescado. Asimismo se prohíbe su exportación, ya que son productos prioritarios que deben utilizarse directamente para el consumo humano, y por tanto, su destino preferencial debe ser para abastecer la indus­tria nacional del enlatado.

Sin embargo, en la práctica, el decreto mencionado no ha sido tomado en cuenta, y las partes involucradas en la pes­quería de la sardina -gobierno federal, armadores e industria­les-, a tavés de negociaciones, que en ocasiones han resultado muy álgidas, establecen acuerdos sobre volúmenes de captura y enlatado para cada ciclo o año.

La pregunta que se encuentra en el fondo de la discusión es la siguiente: ¿Se debe considerar la sardina como un

Page 11: La pesquería de la sardina en Sonora

producto básico de consumo popular? La respuesta depende de quién la conteste.

El gobierno federal afirma que es un producto de consumo popular, ya que es parte de la dieta cotidiana de los estratos económicos medios y bajos de la población. Por tanto, debe ser considerada como un bien salario y tener un precio con­trolado.

Por el contrario, tanto los armadores como los industriales sostienen que no es un producto de consumo popular, ya que la demanda existente en el mercado es de una lata de sardina15 per cápita al año, cifra que corresponde a las ventas anuales del producto dividida entre la población total.16 La cifra más elevada la consigna Polanco al estimar un consumo per cápita de sardina y macarela de aproximadamente 500 gramos anua­les.17 El bajo consumo (ventas) de sardina enlatada, según los industriales, es concluyente y demuestra que no es un produc­to popular y por tanto, debería liberarse su precio así como permitirse su libre exportación.

Lo cierto es que ninguna de las partes cuenta con infor­mación sólida que pueda sustentar su posición. Esta situación, que ha dificultado las negociaciones respectivas, tiene como causa real la rentabilidad mayor de la industria reductora.

Otra de las hipótesis que manejamos y que está relacio­nada con la anterior es que, a partir de que el destino principal de la sardina es la producción de harina de pescado, el desarrollo tecnológico de esta pesquería ha estado condicio­nado por dicho objetivo. Es decir, la decisión de incorporar o no determinadas innovaciones tecnológicas, tanto en la fase de captura como en la de industrialización, ha tenido como objetivo elevar la eficiencia de la industria reductora de pescado.

Entre los factores más importantes que hacen que la reducción sea más rentable, se encuentran los siguientes: a)

Page 12: La pesquería de la sardina en Sonora

el capital de operación para la industria reductora es mucho menor al de la enlatadora; uno de los renglones más impor­tantes es el empleo de fuerza de trabajo que es sensiblemente más reducida en la primera; b) debido a la gran demanda de harina de pescado que existe en el mercado, la tonelada de sardina para reducción muchas veces se paga por arriba del precio oficial, lo que estimula las capturas destinadas a la reducción;18 c) la recuperación de la inversión es inmediata, ya que se paga contra entrega del producto; en cambio, en el enlate el pago por lo regular se factura a 30, 60 y 90 días; d) uno de los elementos que puede llegar a crear problemas en la industria enlatadora y que no existe en la reducción, es el empaque, el costo es muy elevado (representa entre el 30 y el 40 por ciento del costo total), y al ser un producto de impor­tación, en ocasiones ha sido difícil para cada empresa satis­facer sus necesidades en esta materia; e) los márgenes de utilidad de la harina de pescado son mucho mayores que los del enlatado en una relación beneficio/costo.

Como ejemplo de la selectividad en las mejoras tecnoló­gicas que se ha dado en función del destino de la sardina, mencionaremos que mientras se adopta en forma generaliza­da la mecanización de los equipos de cubierta que permite desplazar fuerza de trabajo, otras innovaciones como el sis­tema de refrigeración no parece importar mucho y sólo una minoría de embarcaciones lo ha integrado a su sistema de captura. Hay que considerar que es condición para el enlate que la sardina llegue en buen estado, mientras que para la fabricación de harina, no es un requisito; siempre habrá alguna planta que lo reciba aunque llegue en estado de franca descomposición.

Page 13: La pesquería de la sardina en Sonora

Pescadores y pescados: el proceso de captura

Para la temporada 1986/1987 la flota sardinera en el estado de Sonora estaba compuesta de 76 embarcaciones, de las cuales 50 efectuaron sus descargas en el puerto de Guaymas y 26 lo hicieron en el de Yavaros. El número total de viajes efectuados por las 76 embarcaciones fue de 3,953, con una capacidad promedio de carga de 120 a 130 Ton. Las descargas en los puertos mencionados para esa temporada fueron de 304,872 Ton., correspondiendo el 78% a Guaymas y el 22% a Yavaros. La especie predominante en el Golfo de California es la sardina monterrey, que en la misma temporada repre­sentó el 88% de las descargas.19

En números aproximados son 400 pescadores los que trabajan en el proceso de captura en Guaymas y 130 los que lo hacen en Yavaros.

Tanto el sector social con las cooperativas como el sector privado participan en esta pesquería, ya que la sardina no es especie reservada. Sin embargo, desde un principio el segun­do es el que ha tenido mayor peso; incluso en los primeros años del desarrollo de esta pesquería, en el Pacífico, era únicamente el sector privado el que se dedicaba a su explota­ción. Es hasta años recientes que las cooperativas se inician en la captura de sardina. En 1984 sólo encontramos dos cooperativas en la captura de este pelágico en Guaymas, actualmente son 5 las cooperativas que trabajan en ello en el mismo puerto.

Del total de la flota sardinera que opera actualmente en el Golfo de California, hay que mencionar que hasta julio pasa­do más del 50% era propiedad de Sardineros Mexicanos, empresa paraestatal que alquila sus barcos tanto a cooperati­vas como al sector privado; 31 embarcaciones eran de pro­piedad privada y 6 del BANPESCA.20 Una parte de la flota está

Page 14: La pesquería de la sardina en Sonora

matriculada en Ensenada, ya que al desaparecer la sardina en esa zona, algunas empresas decidieron mandar sus embarca­ciones a operar en el Golfo de California y dedicarse a la captura de sardina durante la llamada “temporada de Guay- mas”, de octubre a julio aproximadamente.

Esta situación puede estar cambiando, aunque es difícil decirlo con seguridad en este momento. En 1988 se pusieron a la venta las embarcaciones sardineras propiedad de la paraestatal Sardineros Mexicanos; sin embargo, en marzo de 1989 se anunció que a excepción de las embarcaciones paga­das en su totalidad, se cancelaba el resto de las operaciones efectuadas al respecto. Esta situación parece estar en relación directa a la cancelación de la venta de la empresa también paraestatal Productos Pesqueros Peninsular, con el fin de tener asegurada la materia prima.21

En caso de una menor participación del Estado en esta pesquería es de esperarse que se refuercen los rasgos que actualmente caracterizan a la pesquería de la sardina: una integración mayor de la industria privada y una participación más reducida del sector social.

Financiamiento

En relación al financiamiento para la captura, resulta suma­mente difícil tratar de precisar o hacer un cálculo aun aproxi­mado de sus montos, debido a la manera en que opera este rubro en la actividad. Lo más común es que dicho financia­miento lo proporcione una empresa reductora o empacadora, con el compromiso de entregarle el producto. El crédito cubre por lo regular el avituallamiento: reparaciones de red y adita­mentos, combustible y provisiones para la tripulación.

En teoría, BANPESCA podía otorgar crédito ya fuera de avío o refaccionario; pero según información de la misma

Page 15: La pesquería de la sardina en Sonora

institución en Guaymas, no lo hizo porque las cooperativas, que serían el principal sujeto beneficiario, por lo regular no cubrían los requisitos de garantía para ser beneficiadas. A partir de 1989, con la nueva administración, el BANPESCA transfirió su cartera a la banca comercial. Aún no sabemos la política que ésta vaya a establecer para el sector social pes­quero, pero creemos que en el caso de la sardina, éste va a seguir trabajando con el financiamiento de las empresas reductoras y empacadoras.

Tecnología de captura

El método de pesca es, en esencia, el mismo que se ha utilizado desde los años treinta, cuando se introdujo al país: la captura con red de cerco. Sin embargo, de entonces a la fecha estas embarcaciones han tenido transformaciones tec­nológicas, tanto en relación al material y las herramientas utilizadas para armar la red, como en la incorporación de otros instrumentos.

Ahora bien, no todas las embarcaciones han adoptado la nueva tecnología en su totalidad y al decir de los mismos armadores y patrones, la vista y la experiencia del capitán y los marineros siguen siendo instrumentos de primera impor­tancia.

Algunas de las innovaciones más importantes de 1930 a la fecha son:22

— La red de cerco era de algodón con cabos de plomo; ahora se utiliza el nylon y cadenas de hierro.

— El material del casco que en un principio era de madera, ahora es de acero y con una mayor capacidad de bodega.

Page 16: La pesquería de la sardina en Sonora

— El sistema de refrigeración para la conservación del producto en buen estado.

— La instalación de instrumentos de apoyo para la nave­gación como el radar, y para la localización del cardumen como la sonda y el sonar.

— La mecanización de los equipos de cubierta como el winche, la patesca y la cápsula de succión.

En el estado de Sonora, las innovaciones mencionadas se adoptaron apenas en la década pasada, cuando bajo el auspi­cio del Banco Interamericano de Desarrollo se adquirieron del Perú, 30 barcos sardineros. Los barcos que operaban antes de ello eran de bajo tonelaje, e incluso en un principio se pescó con barcos camaroneros a los cuales se les hicieron algunas adaptaciones.

Algunos de los efectos más relevantes de las innovaciones mencionadas han sido: a) la intensificación de la captura; b) la necesidad de mayor calificación en el trabajo debido al uso de dichos instrumentos, y c) el desplazamiento de fuerza de trabajo al disminuir el número de miembros necesarios para la tripulación de un barco.

Organización del trabajo

En el proceso de captura de la sardina en el estado de Sonora existen dos formas organizativas: la del sector privado y las cooperativas.

En el sector privado se encuentran por un lado los “per- misionarios” (llamados así genéricamente porque obtienen permiso para la captura de especies no reservadas), y por otro lado los pescadores “libres”.

Page 17: La pesquería de la sardina en Sonora

Los “permisionarios son los que aportan el capital. Pue­den ser o no propietarios de los barcos; en caso de no serlo, los alquilan. En ambos casos contratan a la tripulación. La mayor parte de los permisionarios están agrupados en la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (CANAINPES), en la Sección Especializada de Armadores Sardineros Anchove- teros que agrupa a 22 socios, de los cuales dos son de Ensenada, uno es de Mazatlán y otro de Ciudad Obregón. Por lo regular, el permisionario contrata a un capitán o “patrón” quien, a su vez, contrata al resto de la tripulación aunque con el visto bueno del primero.

Los llamados “pescadores libres”, son los pescadores no organizados que se contratan con los permisionarios y con­forman las tripulaciones de los barcos sardineros. En ocasio­nes se integra a la tripulación un aprendiz al que llaman “pavo” y que ayuda en diversas tareas a la vez que se inicia en el oficio.

La tripulación de un barco sardinero, dependiendo del tamaño de éste, está integrada por entre ocho y once miem­bros que en un orden jerárquico corresponden a los siguientes puestos: el capitán o “patrón”, el motorista o maquinista que es el “jefe de cubierta”, el ayudante de motorista, el “ruedero”, su ayudante y de tres a seis marineros; de éstos, uno es el “panguero” y otro el cocinero.

La evolución de la tecnología en los barcos sardineros ha provocado una especialización de las funciones en el proceso de captura, que se refleja en una rígida jerarquización de la tripulación. Sin embargo, no se ha perdido el sentido de colectividad en el trabajo, ya que la experiencia del capitán o patrón y la acción coordinada de la tripulación son dos factores críticos para lograr una buena captura. Un elemento importante para que se pueda dar esta condición es, como se

Page 18: La pesquería de la sardina en Sonora

verá a continuación, la forma en que se establece el salario de la tripulación.

Salario

El salario de la tripulación se establece en relación al volumen de captura; se acuerda entre el permisionario y el patrón un porcentaje global sobre el valor de toda la captura, o bien una cantidad fija por tonelada de producto. Parece ser que lo más común es lo primero.

Los salarios varían de acuerdo a la función que realiza cada miembro de la tripulación en una jerarquía establecida. El puesto y el ingreso más alto le corresponde al capitán o patrón, y en orden decreciente se encuentran: el motorista, el ruedero, los ayudantes de éstos, y por último, los marineros. El “pavo” no recibe salario alguno y se le retribye general­mente con un aporte que hace cada uno de los miembros de la tripulación. Un ejemplo de cómo se establece el salario es el siguiente: el 23% del valor de la captura se destina al pago de la tripulación. De dicho monto, el 18.5% le corresponde al patrón; el 16.4% al motorista: el 9.8% al ayudante del moto­rista y otro tanto al ruedero, y por último el 9.1% a cada uno de los marineros.23

En el sector cooperativo, si bien las funciones (puestos) se conservan, seguramente la forma de establecer el salario y el reparto de utilidades adquieren pautas diferentes. De acuer­do a Chenaut,24 la cooperativa “Sardineros, atuneros y ancho- veteros de Sonora”, “sólo recibe el 35% de participación de las ganancias de lo que produce cada barco” por ser arrenda­do. De este porcentaje el “70%; se destina a pagar a los socios que han trabajado en el barco...y cuando la cooperativa tiene ganancias, éstas se reparten entre todos los miembros”. En ocasiones una cooperativa contrata al capitán y al maquinista,

Page 19: La pesquería de la sardina en Sonora

en cuyo caso sus salarios se establecen también en relación a los volúmenes de captura.

Algunas consideraciones sobre la fuerza de trabajo

Si bien es cierto que la actividad sardinera ha tenido un crecimiento acelerado, y por tanto, la demanda de fuerza de trabajo también se ha multiplicado, al parecer ésta se ha visto reforzada con los pescadores que se dedicaban a la captura de sardina en Ensenada y que, al desaparecer la especie en esa zona, se trasladaron al puerto de Guaymas en busca de trabajo.24

Por otra parte, el oficio de pescador no parece transmitirse de generación en generación como sucede con más frecuencia entre las comunidades ribereñas de tradición pesquera. Ello puede deberse al rápido crecimiento de la actividad. Sería necesario rastrear el origen laboral y social de los pescadores de sardina y analizar su trayectoria para saber cómo se ha conformado la fuerza de trabajo en esta pesquería. Esto nos permitiría conocer también cómo se recluta a la tripulación en Guaymas y Yavaros, ya que en algunos casos de pesca industrial como el de la sardina en España, parte de la tripu­lación se recluta entre la “gente de tierra”.25 Si esto sucede en Sonora, se podría pensar que dicha situación provocará mo­dificaciones en los patrones socioculturales de este grupo social.

Ciclos y jornadas de trabajo

En la captura de la sardina podemos distinguir dos ciclos en el calendario de trabajo: un ciclo mensual y uno anual.

Ciclo mensual. La captura de la sardina se lleva a cabo durante las noches de los “oscuros” de cada ciclo lunar; es

Page 20: La pesquería de la sardina en Sonora

decir, se trabaja del cuarto menguante al cuarto creciente, en contraposición al “claro”, cuando se inicia la luna llena y no se sale a pescar. Así, son 12 “oscuros” al año con una duración aproximada de 20 a 22 días cada uno, por 8 a 10 días de descanso. La explicación es sencilla: por las noches, los cardúmenes de sardina viajan más cerca de la superficie, y por la luminiscencia que producen, es posible distinguirlos a simple vista; se “ven como manchas plateadas en el agua”. En cambio, durante los claros, el mismo reflejo del brillo lunar sobre el mar impide su localización a simple vista. Esta es también la razón por la que se pesca durante la noches, pues en el día sucede lo mismo que durante los “claros” y no se distinguen los cardúmenes.

Ciclo anual. De igual importancia es considerar las osci­laciones de la actividad sardinera durante el año. La época de captura, y por tanto de trabajo, principia en octubre y se prolonga hasta junio o julio. Podemos distinguir dos periodos durante el ciclo que corresponden aproximadamente al vera­no y al invierno. Estos se pueden definir por las zonas en donde se localizan los cardúmenes (Ver mapa anexo), lo que determina las jornadas de trabajo en cada época.

Durante el invierno, los cardúmenes de sardina se locali­zan cerca de la costa sonorense, por lo que los viajes son de corta duración. Es frecuente que se realicen hasta dos o tres viajes por noche y se considera la temporada de mayor productividad. En cambio, en el verano, la sardina se aleja de la costa sonorense y se ubica hacia las cercanías de la costa de Baja California. Ello da como resultado viajes más prolon­gados, ya que es necesario alejarse hasta doce o catorce horas del puerto de desembarque. Es decir, en el invierno las ausencias de la tripulación son por una noche, mientras que en el verano éstas son por dos y en ocasiones hasta por tres días.

Page 21: La pesquería de la sardina en Sonora

Desde la temporada 1984-1985 se estableció una veda de dos “oscuros” durante el verano; los meses específicos se negocian cada año, poco antes del verano, entre el gobierno federal, los armadores y los industriales.

Como se verá más adelante, los ciclos descritos -mensual y anual- se repiten en la industria, ya que ésta depende de la entrega de materia prima para su funcionamiento.

Actividad o inactividad en la captura no sólo es sinónimo de ingresos o de no ingresos, sino de presencia o ausencia del pescador en la familia y en la comunidad. Se han realizado ya en México algunos estudios que abordan este aspecto en la vida cotidiana de las familias de pescadores. Entre ellos destacan el de Alcalá sobre la comunidad pesquera de Teco- lutla, y el de Ochoa sobre los pescadores de sardina de Ensenada, Baja California (Op cit. Vide infra).

En el ámbio social y familiar de este grupo compuesto por los trabajadores de los barcos sardineros, pensamos que pue­den observarse rasgos particulares que los diferencien de los pescadores ribereños. Nos parece que los pescadores de atún presentan rasgos similares a los sardineros, aunque la perma­nencia de estos últimos en el mar es notoriamente más pro­longada, pues un viaje puede durar hasta 90 días, cubriendo enormes distancias.

A manera de hipótesis, creemos que los factores que en gran medida determinan dichas diferencias son:

a) la relación de los pescadores con los medios de produc­ción. Desde el patrón hasta los marineros, todos son asalaria­dos; por lo regular el propietario de los medios de producción no forma parte de la tripulación; b) la organización del trabajo requerida por la misma actividad. La rígida jerarquización como resultado de la necesidad de una acción coordinada de la tripulación, condición para una buena captura; c) los ciclos de trabajo tanto mensual como anual; d) la jomada de trabajo,

Page 22: La pesquería de la sardina en Sonora

que prácticamente es equivalente al tiempo de permanencia en el mar, y e) la exclusividad en el trabajo. Es decir, los pescadores de sardina no se emplean en otras labores como los ribereños, que se pueden dedicar a actividades tan diversas como la agricultura o la construcción, cuando las condiciones del tiempo no les permiten salir a pescar.26

Enlatadoras y harineras: el proceso de industrialización

De acuerdo a datos proporcionados por la oficina de la Delegación Federal de Pesca en Hermosillo,27 la mayor con­centración de plantas de procesamiento de sardina la encon­tramos en Guaymas (ver cuadro 2).

En 1981 existían en el estado un total de 23 reductoras, con una capacidad instalada en conjunto de 3,608 Ton/día; para el enlatado había cinco fábricas con una capacidad de 263 Ton/día, y 14 cortadoras con una capacidad diaria de 2,258 Ton/día.

Para 1985 la capacidad de enlatado aumentó en 120 toneladas respecto de 1981; este crecimiento se debió a la instalación de la empresa Yavaros Industrial, en Yavaros. El corte de sardina se amplió en el mismo periodo 81-85 en 225 Ton/día. En cambio las reductoras no han sufrido variación en los cinco años. A pesar de que ha aumentado la capacidad instalada para el corte y el enlatado, los volúmenes de sardina destinados a este renglón se han mantenido alrededor de las 100 mil toneladas desde 1980 (ver cuadro 1). Entre 1973 y 1985 el volumen de sardina destinado a su enlatado se incre­mentó en 145%, mientras que el que se destinó a la elabora­ción de harina creció en un 639%.

Hasta hace aproximadamente cinco años, Guaymas era casi el único puerto sardinero en Sonora y en donde se localizaban las industrias procesadoras de este producto.

Page 23: La pesquería de la sardina en Sonora

Ahora Yavaros ha comenzado a adquirir relevancia como puerto de desembarque de sardina, sobre todo después de la creación del Parque Industrial y de la instalación de la empre­sa Yavaros Industrial. Es interesante hacer notar que ésta es la única empresa hasta ahora, que desde su inicio ha sido diseñada exclusivamente para el enlatado de pescados y mariscos. A partir del presente año ha ampliado sus operacio­nes a la reducción y ha adquirido dos plantas reductoras, una en Guaymas y otra en Yavaros.

La mayor parte de las empresas sardineras en el puerto de Guaymas se establecieron a partir de que se inició la captura en el Golfo de California, por lo que las más antiguas datan de los años sesenta. Entre las primeras se encuentran: la paraestatal Productos Pesqueros de Guaymas, establecida en 1963; Alimentos Concentrados de Guaymas y Empacadora Dos Mares establecidas en 1964, y Beneficiadora y Maquila­dora de Pescado en 1968.

Se puede decir que la industria de la sardina está prácti­camente en manos del sector privado. Tanto las reductoras como las enlatadoras, a excepción de la empresa paraestatal La Peninsular, se encuentran en manos privadas. En relación a las congeladoras, de un total de 25; ocho pertenecen al sector social, una al sector público y dieciséis al privado.

En la fase de industrialización podemos distinguir dos procesos: el enlatado que comprende el llamado “corte” y el enlatado propiamente dicho (empaque), y la reducción para la elaboración de harina de pescado.

El corte se refiere al desvicerado y al corte de la cabeza y la cola de la sardina; posteriormente pasa a un tratamiento en salmuera, después del cual se le somete a un tiempo de precocción para quitar el remanente de agua y poder empa­carlo una vez frío en las latas. Las salsas o aceites según sea el caso se añaden al final antes de cerrarlas y esterilizarlas.

Page 24: La pesquería de la sardina en Sonora

Una parte de la sardina cortada y desvicerada, es compra­da por algunas empresas empacadoras de Ensenada, desde que se agotó la especie en esa zona. Las empacadoras mandan al puerto de Guaymas a un empleado (mayordomo), quien es el que realiza los trámites ante SEPESCA para la compra, el procesamiento y la transportación del producto a Ensenada, así como el contrato con las empresas cortadoras. El producto se transporta por carretera en trailers refrigerados, una vez que pasó por el ensalmuerado.28 Hasta la temporada 85/86, casi el 25% de la captura era vendida a las empacadoras de Ensenada.

La reducción es el proceso mediante el cual se quema el pescado y se produce la harina. El índice de conversión en promedio es de 4.5 a 5 Ton. de producto fresco por una tonelada de harina. Según la especie que se procese este índice puede subir a seis por uno. Para elaborar la harina, el pescado pasa primero por un proceso de cocción y secado para molerse después.

Según estimaciones del actual presidente de la sección industrial de la CANAINPES en Guaymas, en la época de mayor captura, y por tanto de mayor actividad en las plantas enlata- doras y reductoras, el número de trabajadores ocupados di­rectamente por éstas llega a ser aproximadamente de cuatro mil. La mayor parte de estos trabajadores los encontramos en el corte y enlatado; es la industria que ocupa mayor fuerza de trabajo pues una gran parte de los procesos se realizan en forma manual. Este número de trabajadores oscila de acuerdo a la existencia de materia prima, lo que ha propiciado que el número de trabajadores eventuales sea muy elevado. Al igual que en la captura, a la mayoría se les contrata por 20 o 22 días al mes, y no se garantiza su recontratación para el siguiente; en ocasiones, si baja mucho la entrega de materia prima, se les contrata solamente por una semana.

Page 25: La pesquería de la sardina en Sonora

En el proceso del corte y del enlatado hay un predominio de la fuerza de trabajo femenina y, al parecer, las condiciones de trabajo se asemejan mucho a las de las maquiladoras industriales: bajos salarios que se fijan a destajo, sin seguridad en el empleo y mínimas prestaciones laborales. Incluso local­mente se le llama a este trabajo “maquila” de sardina. El proceso de trabajo en el corte y enlatado se asemeja mucho al descrito por Ochoa Sánchez.

En la industria reductora, al contrario del corte y enlatado, se requiere de poco personal y éste es masculino, si bien también se dan contratos eventuales.

En ambos casos el personal de planta es mínimo y se trata por lo regular de obreros que desempeñan puestos calificados que se relacionan con el manejo y mantenimiento de las máquinas.

En suma, la pesquería de la sardina ha conformado una población considerable que trabaja en las diferentes fases del proceso productivo. Los diversos grupos sociales que parti­cipan en ella no necesariamente estarían integrados en un grupo social más amplio. Los grupos más diferenciados entre sí son los pescadores y los obreros de la industria.

La característica más sobresaliente de los pescadores es su relación con el mar. Algunos autores (Ochoa, Chenaut) plantean que los pescadores han generado una cultura espe­cífica que los distingue de otros sectores de la población que no tienen esta relación con el mar; tienen un sentido de colectividad, un lenguaje común y una forma de vida carac­terísticas.

En cambio, en el trabajo industrial (enlatadoras y reduc- toras), posiblemente estaríamos hablando de un sector de la población que no se distingue de otros obreros, pues su relación con el mar está dada únicamente por la materia prima que trabajan.

Page 26: La pesquería de la sardina en Sonora

Otro rasgo que diferencia entre sí a los grupos menciona­dos, es la exclusividad o la diversificación de las actividades que realizan para obtener sus ingresos. En el caso de los pescadores, trabajan exclusivamente en la captura de la sar­dina; los tiempos en los que no salen al mar los dedican ya sea a reparar los instrumentos de trabajo o bien a la diversión. Esta situación, de acuerdo a Ochoa, también se observa entre los pescadores de sardina de Ensenada.

En cambio, los trabajadores de la industria -nos referimos a los eventuales- se emplean en otras actividades cuando no hay trabajo. En el caso de las mujeres, ya sea en el servicio doméstico en el mismo puerto, o bien reincorporándose a las actividades familiares.

En el curso de la investigación que actualmente desarro­llamos seguramente se aclarará si los trabajadores de la industria forman parte de familias de pescadores, o confor­man un núcleo totalmente diferenciado; es probable que encontremos todo tipo de combinaciones.

La contaminación: ¿destino ineludible?

Si al elevado costo social que representa la fabricación de harina de pescado, agregamos el costo ecológico derivado de la operación de esta industria, se hace evidente la urgencia de reestructurar la pesquería de la sardina.

Una de las consecuencias de la instalación de las plantas industriales, en particular de las reductoras, ha sido la conta­minación de la Bahía de Guaymas debido a los desechos que se descargan sobre sus aguas: las llamadas aguas de cola y aguas de descarga, así como los desechos del corte.

El agua de cola es la de mayor efecto contaminador, pues de cada tonelada de pescado que se convierte en harina se obtienen 600 kg. de agua de cola, que contienen aproximada­

Page 27: La pesquería de la sardina en Sonora

mente cincuenta kg. de sólidos. Aún cuando existe el equipo adecuado para reducir sensiblemente la contaminación y recuperar gran parte de los desechos para incorporarlos a la harina (sería la llamada harina integral), los industriales no han querido operarlos, ya que les implica un gasto mayor que no quieren afrontar, pese a las elevadas ganancias que obtie­nen.

El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) ha presentado recientemente al gobierno federal un estudio preliminar al respecto. Asimismo ha participado en la elaboración de un inventario y diagnóstico de los equipos anticontaminantes instalados en las empresas de Guaymas. Aún cuando existen algunos problemas técnicos para su operación, según diagnóstico del CIAD, éstos se pueden resol­ver sin grandes obstáculos.

Cabe hacer notar que en ninguna parte del mundo está permitido arrojar las aguas de cola directamente al mar, pues el deterioro ecológico que ocasionan es muy grande, ya que disminuye el oxígeno disponible para la vida de los organis­mos marinos. En cambio, sólo en la Bahía de Guaymas se vierten al año cerca de 8,756 Ton. de sólidos que correspon­den a 120,000 Ton. de agua de cola; en el puerto de Yavaros, los volúmenes de agua de cola y sólidos que se vierten al mar, alcanzan respectivamente las 26,100 y 2,088 toneladas.29

A manera de conclusión

La pesquería de la sardina presenta problemas muy serios en sus aspectos tanto biológicos como económicos y sociales que demandan su reestructuración. Para poder plantear solu­ciones viables a los problemas de esta pesquería, es necesario llegar a conocer a profundidad los diversos factores y agentes que participan en esta actividad.

Page 28: La pesquería de la sardina en Sonora

El Estado es uno de los principales agentes que intervie­nen en el desarrollo de la pesquería de la sardina. Su política ha sido contradictoria, pues por un lado, ha expedido decretos y reglamentaciones para la administración de la pesquería y los usos del recurso, y por otra, es a través de negociaciones directas con la industria y los permisionarios como ha llegado a acuerdos para su regulación.

Los permisionarios y los industriales constituyen uno de los grupos sociales que participa en esta pesquería. Por su importancia económica es el grupo más influyente en lo que se refiere a la toma de decisiones sobre volúmenes de captura y usos de la sardina. Es el dueño del capital y observa una tendencia a integrar verticalmente sus empresas a través de la adquisición de barcos sardineros-anchoveteros que surten de materia prima a sus propias plantas.

El otro grupo social -la fuerza de trabajo- pudiera divi­dirse en dos subgrupos: los pescadores propiamente dichos y los obreros de las plantas empacadoras y harineras; si bien es el más numeroso, este grupo es el que menor influencia tiene sobre las decisiones en materia de política pesquera y aunque ambos subgrupos son obreros, pues viven de la venta de su fuerza de trabajo, tienen características que los distinguen. En el caso de los pescadores, su relación con el mar, la necesidad de un trabajo coordinado para obtener una buena captura y el trabajo en equipos exclusivamente masculinos, establece un tipo de relaciones y lenguaje que los distingue de los obreros “de tierra”. Por su parate, los que se emplean como obreros en las plantas empacadoras y harineras, no parecen distinguir­se de otros obreros.

Las relaciones entre permisionarios e industriales y el Estado se hacen claras al analizar algunos de los problemas medulares de la pesquería de la sardina. Sus posiciones son

Page 29: La pesquería de la sardina en Sonora

antagónicas y las decisiones, en la mayoría de las veces, se toman en forma negociada entre ambos.

Desde el punto de vista socioeconómico, uno de los problemas más complejos y que tiene efectos negativos por los altos costos sociales que representa, es el tocante a los usos de la sardina. Es por tanto uno de los problemas más urgidos de solución. Dada la relación directa con la industria avícola, sería necesario estudiar el sistema sardina-harina-avicultura e intensificar la investigación sobre posibles sustitutos de la harina de pescado en los alimentos balanceados. De persistir las condiciones actuales de alta demanda de harina de pescado y mayor rentabilidad de esta industria reductora, inde­pendientemente de que el Estado la considere un producto de la canasta básica.

Otro problema en que se observan posiciones encontradas entre el Estado y los permisionarios e industriales, es la decisión de los volúmenes de sardina que se pueden capturar en cada ciclo. Algunos aspectos biológicos y oceanográficos se estudian desde hace varios años a través del Programa Nacional de la Sardina del Instituto Nacional de la Pesca. Dichas investigaciones han sido la base para reglamentar la administración de esta pesquería; sin embargo, los intereses económicos privados han jugado un papel predominante y se ha hecho caso omiso de la reglamentación respectiva. Uno de los efectos de la situación descrita es la sobreexplotación de la sardina y como consecuencia de ello, la posibilidad de un colapso de esta actividad.

Es necesario contar con más investigaciones básicas que permitan fijar con mayor precisión dichos volúmenes, con el fin de no agotar el recurso. De lo contrario, las discusiones en torno a este problema pueden prolongarse hasta el punto en que la extinción de la sardina en el Golfo de California sea irremediable.

Page 30: La pesquería de la sardina en Sonora
Page 31: La pesquería de la sardina en Sonora

Año

1940194119421943194419451950195219541955195619571959196019611962196319641965196619671968196919701971

C u a d r o N o. 1 V o lu m e n d e c a p t u r a y d e s t in o d e l a s a r d i n a

e n M é x ic o 1940-1985

Captura Enlate Harina

Volumen Volumen VolumenTotal Total Total

(Ton.) (Ton.) (Ton.)

2660 2657 ~0~2876 2863 ~0~1931 1919 -0--2891 2874 -0---0-- -0-- ~o~8178 8163 -0 ~

17379 17359 -0 ~2374 ~o~ -0--5458 ~o~ 4415244 ~0~ 1493

11332 ~0~ 25468139 ~o~ 1556

19384 —0— 199417088 ~0~ 449519988 -0-- ~o»14843 - 0~ -0--19337 ~o~ -0 ~19068 -0-- -0--20361 ~o~ -0--18664 ~ 0~ - 0~

29487 ~ 0~ - 0~

27846 ~o~ -0 ~29742 --0-- -0--35306 —0— -0 ~50575 ~0~ ~ 0~

55314 ~0~ -0 ~93934 64434 2945884985 54978 29901

121642 75956 45446

Page 32: La pesquería de la sardina en Sonora

Captura Enlate Harina

Año

1976197719781979198019811982198319841985

VolumenTotal(Ton.)

143230108462137357164259334917347940437567384295284204375508

VolmenTotal(Ton.)

6418245688536026648210075811685111101886769105918157756

VolumenTotal(Ton.)

79048627448775597777165978231089326558297515178286217763

Fuentes: Secretaría de Marina; Estadísticas Básicas de la Actividad Pesquera. Secretaría de Industria y Comercio; Estadísticas Básicas de la Actividad Pesquera. Síntesis Pesquera, 1982-1987.

Cuadro No. 2 Plantas procesadoras de sardina en sonora

1986

Proceso Localización y sector propietario

SS1Guaymas Pto. Peñasco Yavaros Otros

SP2 PUB3 SS SP PUB SS SP PUB SS SP PUBCongeladores 5 5 1 2 2 0 0 2 0 1 7 0Reductoras 1 6 0 1 2 0 0 8 0 0 5 0Cortadoras 1 8 1 0 0 0 0 4 0 0 0 0EnlatadorasCurtidoras

0 5 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0

de pieles Extractoras

0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

de aceite 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Total 7 26 2 3 4 0 0 15 0 1 12 0

1/ Sector Social 2/ Sector Privado 3/ Sector PúblicoFuente: Monografía de la Pesca en Sonora. Ed. Delegación Federal de Pesca, 1986.

Page 33: La pesquería de la sardina en Sonora

NOTAS

1. Cisneros, Miguel Angel et al. Pesquería de Sardina en el Noroeste de México (1985/86), CRIP/INP/SEPESCA, Guaymas, Son., 1987, p. 1.

2. Cisneros, Miguel A. et al., Op.cit. p. 13. Ochoa Sánchez, Amulfo, Antropología de la Gente del Mar. Los pescadores de sardina

en Ensenada (B.CJf.). Tesis de licenciatura, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, 1987.

4. Cisneros, Miguel A., et al. Op.cit, p. 2.5. Heintz Holtschmit, Karl, La pesca de la sardina en Guaymas. Ponencia presentada en

la Reunión estatal sobre pesca, CEPES/IEPES. Guaymas, Son., junio de 1979, p. 219.6. Hela y Laevastu, 1961. Citado en Heintz Holtschmit, Karl, Pesca de la sardina en

Guaymas, Sonora (México) y su relación con actores ambientales. Tesis para obtener el grado académico de Maestro en Ciencias, ITESM, Guaymas, Son., 1977, p. 3.

7. Para el desarrollo de la industria avícola en México me basé en Arroyo, Gonzalo, Ruth Rama y Femando Relio Agricultura y alimentos en América Latina. El poder de las transnacionales. UNAM-Instituto de Cooperación Iberoamericana, México, 1985.

8. Los años de 1945 y 1950 constituyen excepciones con 8,170 y 17,379 toneladas respectivamente.

9. Polanco, Edith, et al, Pesquerías Mexicanas. Estrategias para su administración. SEPESCA, México, 1987, pp. 201-202.

10. IbicL p. 203.11. Arroyo, Gonzalo, et al, Op.cit, p. 139.12. Ibid. p. 139.13. Secretaría de la Marina, Estadísticas Básicas de la Actividad Pesquera. Varios años;

Secretaría de Industria y Comercio, Estadísticas Básicas de la Actividad Pesquera. Varios años; Departamento de Pesca y Secretaría de Pesca, Anuarios Estadísticos de la Actividad Pesquera. Varios años.

14. Polanco Jaime, Edith, “La Ordenación para el Desarrollo Pesquero”, en Desarrollo Pesquero Mexicano 1985-1986, SEPESCA, México, 1986, p. 213.

15. Se refiere a la lata ovalada de 425 gramos que se presenta en salsa de tomate.16. Cevallos, José Antonio, “Producción e industrialización de enlatados” en Sobre la

problemática pesquera, Cámara Nacional de la Industria Pesquera, México, septiem­bre de 1982, p. 14.

17. Polanco, Edith, et al, O p .c it1987, p. 224.18. Para junio de 1988 los precios oficiales de la sardina son: 122 mil pesos la tonelada

para empaque y 76,350 pesos la tonelada para reducción.19. Cisneros Mata, Miguel A, et al. Pesquería de sardina del Golfo de California y Costa

deSinaloa. Informe y Diagnóstico 1986/1987, CRIP/INP/SEPESCA, Guaymas,Son, abril de 1988, pp. 34-35.

20. Fuente: Directorio de embarcaciones pesqueras del estado de Sonora, proporcionado por BANPESCA, junio de 1988.

21. En enero de 1990 se han puesto a la venta quince embarcaciones; en su mayor parte van a ser adquiridas por los mismos permisionarios y empresas que las tienen en renta.

22. Ochoa Sánchez, Amulfo, Op.cit, pp. 54,146,147.23. Fuente: BANPESCA, sucursal Guaymas, junio de 1988.24. Chenaut, Victoria, Los pescadores de Baja California. (costa del Pacífico y Mar de

Cortés). Cuadernos de la Casa Chata No. 111, CIESAS/MNCP, México, 1985, p. 94.

Page 34: La pesquería de la sardina en Sonora

En investigación de campo habría que indagar qué proporción de la fuerza de trabajo representan dichos pescadores.

25. Montero Llerandi, José Manuel, Gentes del mar. Tipología de la actividad pesquera. MAR, números 250 y 251, España, febrero-marzo de 1987.

26. Cfr. Alcalá, Graciela, Los pescadores de Tecolutla: el tiempo cotidiano y el espacio doméstico en una villa de pescadores. Cuadernos de la Casa Chata No. 119, CIE- SAS/MNCP, México, 1985. Dachary, Alfredo César y Stella Maris Amaiz, El Caribe Mexicano: hombres e historias. Cuadernos de la Casa Chata No. 117, CIESAS/MNCP México, 1985.

27. Salda ña, Blanca Luz, Monografía de la pesca en Sonora. Delegación Federal de Pesca, Hermosillo, Son., 1986.

28. Ochoa Sánchez, Araulfo, Op.cit, 1987, pp. 103-104.29. Fuente: Evaluación del Programa Sardina y Anchoveta 1988, enero-mayo, s/f.