Upload
others
View
3
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
1. Vista desde el puente de la Casa de la Cascada
LOGGIA Nº10
36
La preservación de un icono norteamericano.La Casa de la Cascada
Lynda S. Waggoner
La Casa de la Cascada de Frank Lloyd Wright es un
icono de la arquitectura del siglo XX. Sin duda uno de
los edificios más famosos, mejor conocidos y más
admirados por el mundo entero. El complejo proceso
de restauración, que LOGGIA tiene el honor de recoger
en sus páginas, posee la virtud añadida de arrojar
nueva luz y conocimiento sobre su diseño y ejecución.
La restauración abarca no sólo los comprometidos
aspectos estructurales y los estéticos del acabado de
las superficies de hormigón, sino también la gestión
medioambiental de su entorno cada día más alterado
por la gran afluencia de visitantes.
Fallingwater: Preserving an American icon. Frank Lloyd
Wright’s Fallingwater is an icon of 20th century
architecture. It is undoubtedly one of the most emblematic,
best known and most admired buildings in the world. The
complex restoration process, which LOGGIA has the
honour of including in this issue, has the added virtue that
it throws new light on its design and execution. The
restoration covers not only compromised structural and
aesthetic aspects related to the concrete surfaces of the
building but even the environmental management of the
whole site, more and more endangered by the large
number of visitors received.
*Lynda S. Waggoner es la coordinadora de la restauración de la Casa de la Cascada y vicepresidente de la Westerm PA Conservancy
*
La Casa de la Cascada es un edificio conocido y admirado por el mundo entero.
Sin duda, se trata de una gran obra de arquitectura que en muchos aspectos ha
llegado a representar las aspiraciones proyectuales y tecnológicas del siglo
veinte. Se ha constituido en un icono del movimiento moderno y ha alcanzado
una fama tal que no necesita identificación.
La Casa de la Cascada fue proyectada por Frank Lloyd Wright en 1935 para
Edgar Kaufmann, entonces magnate de los grandes almacenes de Pittsburgh. El
edificio surgió en un momento de la carrera de Wright sin obras significativas,
anuncio aparente de un declive en la producción del arquitecto. Tenía 65 años y
ya había escrito una autobiografía. Internacionalmente era considerado como el
profeta bíblico Moisés, un hombre que había encabezado el camino hacia la tie-
rra prometida pero no había llegado a pisarla. Abandonado por sus clientes y con
poco dinero, Wright se había retirado a su finca rural, que él denominaba
Taliesin, ubicada en las suaves colinas de Wisconsin. En un esfuerzo por man-
tener vivas sus ideas y saneado su presupuesto, tanto él como su mujer,
Olgivanna, habían concentrado sus energías en una escuela para jóvenes arqui-
tectos que bautizaron con el nombre de Taliesin Fellowship.
Por el contrario, los Kaufmann eran una familia rica y respetada de Pittsburgh
propietaria de uno de los grandes almacenes de mayor éxito de todo el país.
Tenían sólo un hijo, llamado Edgar Jr. como su padre que, en 1929, con dieci-
nueve años de edad, viajó a Europa para estudiar pintura; sin embargo, el adve-
nimiento de la Gran Depresión precipitó su vuelta a casa. A su retorno, descubrió
que la vida norteamericana, particularmente en Pittsburgh, que entonces era una
sucia ciudad industrial, era demasiado provinciana y carecía de la estimulación
intelectual que había llegado a conocer en Europa. Un amigo le dio una copia de
la autobiografía de Wright y posteriormente reconoció que su lectura fue como
"agua penetrando un terreno reseco". Las ideas de Wright le estimularon y le inci-
taron a profundizar en su conocimiento. Contactó con el arquitecto y pronto
Edgar se encontró en Taliesin como un miembro más del Taliesin Fellowship.
Llegado a este punto Wright, que poseía una extraña habilidad para detectar un
cliente potencial a varios kilómetros de distancia, extendió una invitación en
1934 al señor y la señora Kaufmann para que visitaran en Taliesin a su hijo y a
su compañero, el propio hijo de Wright. En breve plazo, los Kaufmann y los
Wright encajaron de maravilla y descubrieron un interés común por el mundo
natural y un deseo compartido de rodear sus vidas de belleza. Los magnates invi-
taron a Wright al suroeste de Pennsylvania para conocer sus propiedades en Bear
Run y para plantear la posibilidad de construir una casa para los fines de semana.
Las obras comenzaron en 1936.
En 1938 la erección se había completado y la fama de Frank Lloyd Wright se
disparó de nuevo. Pero aparecieron problemas de manera casi inmediata: sur-
gieron en diversos puntos de la casa al menos diecisiete goteras y, además, el
hormigón se ensuciaba fácilmente y resultaba difícil su limpieza. Pero el más
grave de todos consistía en las dos grandes grietas que aparecieron en la terraza
principal tan pronto como se retiraron los puntales y el encofrado y el voladizo
del piso principal cedió varios centímetros.
39
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
2. Portada histórica de la revista TIME con el retrato deWright y una perspectiva de la Casa de la Cascada en el fondo
Sin embargo, ninguno de éstos ni otros problemas mermaron nunca la satis-
facción de los Kaufmann con la Casa de la Cascada. La señora Kaufmann
escribió en una carta a Wright: "La Casa de la Cascada ha constituido mi ver-
dadera y única educación". Después de la muerte del matrimonio Kaufmann,
su hijo Edgar Jr. heredó la casa. A mediados de los años cincuenta trasladó su
residencia a Nueva York, donde trabajó como Conservador de Diseño en el
Museo de Arte Moderno y, conforme pasó el tiempo, aumentaron las dificulta-
des para frecuentar durante los fines de semana la Casa de la Cascada, que se
encontraba a más de 600 kilómetros de distancia. Finalmente, en 1963 decidió
donar la vivienda, su colección y las casi 700 hectáreas de terreno que rodean
la casa, a la Western Pennsylvania Consevancy, una fundación privada sin fines
lucrativos destinada a la conservación del patrimonio local, que tanto él como
su padre habían financiado durante mucho tiempo.
En la escritura de la donación, Edgar Jr. Kaufmann estableció que la Western
PA Conservancy debía mantener los edificios y su entorno, abstenerse de la
construcción de nuevas estructuras en el ámbito de la Casa de la Cascada y per-
mitir la visita del conjunto. En la dedicatoria añadió que donaba la casa a la
asociación porque "creo que la Conservancy concederá a la naturaleza, como
fuente de inspiración, sus plenos derechos, y con la arquitectura, como res-
puesta a la naturaleza, observará un respeto adecuado".
En el transcurso de los años, se ha realizado una serie de intervenciones de res-
tauración en la Casa de la Cascada, pero la mayoría de ellas han acometido pro-
blemas específicos, como la caída de un árbol en el enrejado de la planta princi-
pal a finales de los años setenta, o la crecida que dañó las escaleras situadas junto
a la corriente. En la actualidad, se está llevando a cabo el primer proyecto de res-
tauración propiamente dicho de la Casa de la Cascada. El edificio posee a sus
espaldas 65 años de antigüedad y todavía adolece de los tres problemas que eran
motivo de quejas por parte del matrimonio Kaufmann: goteras en la cubierta y
filtraciones en los muros, incapacidad de frenar la fisuración y la suciedad en el
acabado exterior de hormigón y cedimiento progresivo de los voladizos.
40
LOGGIA Nº10
3, 4 y 6. Imágenes tomadas durante la construcción dela casa5. Las terrazas de la Casa de la Cascada atiborradas devisitantes
3
4
Previamente a la redacción del proyecto de restauración, se consideró la
importancia de la definición de una filosofía de intervención que pudiera
guiar todos los trabajos de mantenimiento, preservación y restauración
en la Casa de la Cascada, desarrollados tanto por profesionales libres
como por la plantilla de técnicos de la Western Pennsylvania
Conservancy. La filosofía de conservación está basada, en parte, en los
criterios de la Secretaría del Ministerio de Interior de los Estados Unidos
para el Tratamiento del Patrimonio Histórico y la Carta de Burra adop-
tada por el ICOMOS australiano en 1979. A continuación se reseña la
línea general de actuación adoptada.
El primer objetivo de todas las actuaciones de restauración de la Casa de
la Cascada radica en la preservación de la voluntad artística original de
Frank Lloyd Wright. Todo esfuerzo a realizar en la preservación del edi-
ficio para las generaciones futuras deberá ser lo menos invasivo posible
y ponderar su impacto sobre la imagen primigenia del conjunto. No se
acometerá intento alguno de revisar o mejorar el proyecto original con un
propósito estético. No obstante, se podrán abordar cambios en los siste-
mas originales del edificio si contribuyen significativamente a la preser-
vación del mismo a largo plazo.
Se sabe que una de las características de los arquitectos modernos como
Frank Lloyd Wright consistía en extraer el máximo de la tecnología y la cien-
cia de su tiempo en su búsqueda de nuevas formas y materiales. El conoci-
miento práctico secular que el hombre ha adquirido en la construcción
41
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
5
6
42
LOGGIA Nº10
7. Vista de la Casa de la Cascada desde el bosque
43
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
8. Vista de la casa desde la cascada
vernacular ha sido a menudo sacrificado en favor de aspiraciones estéti-
cas. En consecuencia, en nuestra filosofía de restauración adoptamos una
cierta flexibilidad porque creemos que el seguimiento a pies juntillas de
una política que no permite mejorar la tecnología o los materiales puede
terminar amenazando la supervivencia a largo plazo del edificio en sí
mismo. Nuestro objetivo reside en encontrar un equilibrio.
La Casa de la Cascada posee una serie de características proyectuales proble-
máticas. Las cubiertas planas son bien famosas. Sin embargo, en nuestra
región de los Estados Unidos resulta imposible encontrar soluciones de
cubierta plana en la construcción tradicional por razones climáticas de domi-
nio público. En el suroeste de Pennsylvania, si por casualidad no está llo-
viendo, es porque probablemente está nevando. De la misma manera, la
fábrica de mampostería de los machones de la Casa de la Cascada reúne gran
belleza pero no siempre refleja pragmatismo. Los mampuestos fueron extraí-
dos de la zona sólo a unos cientos de metros corriente abajo y fueron apareja-
dos de manera irregular, según las indicaciones de Wright, para evocar los ris-
cos de piedra arenisca que rodean a la Casa de la Cascada. A pesar de su
belleza, estos machones dejan unos pequeños salientes resultado de este
aparejo irregular que crean un problema complejo. En invierno, la nieve se
deposita sobre ellos y, cuando se derrite, no se drena como en un muro de
mampostería tradicional, sino que se infiltra en las juntas de mortero, cre-
ando derrames en la superficie.
Las cubiertas en la Casa de la Cascada han constituido desde siempre un ver-
dadero reto en su doble condición de cubierta del espacio inferior y terraza
de la residencia, hoy transitada por miles de personas durante el año. En la
inauguración de la casa, el matrimonio Kaufmann ya detectó la existencia de
17 goteras. En este aspecto se ha mejorado mucho, pero la cubierta repre-
senta todavía uno de los puntos más problemáticos del edificio y, por tanto,
se está abordando en el presente proyecto de restauración. Las cubiertas ori-
ginales de la Casa de la Cascada estaban impermeabilizadas con una aplica-
ción bituminosa extendida de manera continua bajo los pavimentos de piedra
de las terrazas, los umbrales de las puertas de acceso a ellas y el mismo inte-
rior de la casa. Después de varias reparaciones y sustituciones, en 1985 esta
capa se eliminó y se sustituyó por una membrana de caucho.
La solución de la cubierta consiste en un sistema de ensamblado de mem-
branas impermeabilizantes para cubiertas invertidas, que está basado en el
Bituthene-400, producido por el fabricante W.R. Grace. En primer lugar,
se aplicó una base de Deck Prep (una mano de uretano y asfalto modifi-
cado de baja viscosidad); posteriormente, se montaron dos capas de
Bituthene-400 y se sellaron las juntas con un mástico asfáltico de la misma
marca. El parapeto de hormigón se protegió con una regleta de cobre ple-
gado. Finalmente, sobre las capas se dispuso una plancha grecada de dre-
naje que protege a la membranas bituminosas y dirige la humedad hacia
44
LOGGIA Nº10
9
10
los desagües. Los sumideros utilizados, de la marca J.R. Smith, poseen el
collarín perforado para colectar las aguas subsuperficiales. Las losas fueron
reubicadas sobre una capa de arena de grano grueso y las juntas entre ellas se
sellaron con mortero de cemento. Su composición 1:3 (cemento: arena) es la
misma que utilizó Wright en su día.
La restauración del aspecto original del hormigón ha representado otro
gran reto. Las superficies suaves, casi inmaculadas, son esenciales para un
entedimiento cabal y la apreciación de la era de la estética de la máquina
del Movimiento Moderno. Pero el mantenimiento de las superficies del
hormigón, a menudo sucias y salpicadas de chorreras, ha constituido desde
siempre un problema para la Casa de la Cascada.
Con indiferencia hacia las causas que provocan esta suciedad, dado que la
pintura a base de cemento utilizada no se limpiaba fácilmente, se estableció
la costumbre de repintar frecuentemente las superficies. Finalmente, después
de años de añadir capa tras capa, empezaron a aparecer fisuras y desconcha-
dos. En los años 70 se pensó que, para abordar el problema, se debían elimi-
nar todas las capas de pintura y aplicar una mano de impermeabilizante, lo
que tanto la Conservancy como otros organismos similares efectuaron
mediante proyección de arena. Como es natural, se ha comprendido ahora
que esta práctica no sólo no resuelve el problema real sino que, además, ace-
lera el proceso de envejecimiento. Independientemente del sistema de pre-
vención adoptado, el agua encontrará inevitablemente un camino en el inte-
rior del hormigón. El problema real aparece cuando no puede salir de él. En
un redoblado esfuerzo de impermeabilización se aplicó, en 1970, un producto
llamado Thoroseal, que encapsuló literalmente al edificio creando una
barrera tan fuerte que el homigón no podía transpirar el vapor de agua.
Cuando el agua se almacena en el interior de materiales como el hormigón,
el ladrillo o la piedra en climas fríos como el nuestro donde hiela, se expande
dentro del mismo causando grietas y roturas. Y éste era el problema que aco-
metimos en 1990 cuando empezamos a estudiar el hormigón.
45
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
9. Detalle de la construcción de los machones de la casa10. La familia Kaufmann11. Imagen histórica de los machones y las torres acristaladas12. Reparación de las terrazas con una membrana imper-meabilizante para cubiertas invertidas
11
12
Se contactó con Norman Weiss, un conservador de materiales arquitectóni-
cos de la Universidad de Columbia, y con Stephen Gottlieb, un arquitecto
especialista en restauración. Afortunadamente, su estudio mostró que el hor-
migón presentaba generalmente un estado de conservación bueno, excepto en
el caso de los parapetos, el entorno de las bajantes y algunas esquinas de los
sofitos. Parece que en la Casa de la Cascada, un proyecto para un cliente muy
rico, Wright no mató las esquinas con berenjenos tal como tenía costumbre
en otras casas, normalmente para compensar un exceso de presupuesto. Por
el contrario, utilizó un hormigón de altísima calidad con un contenido en
cemento Portland mayor que el habitual.
Además, antes de la segunda guerra mundial la calidad del acero utilizado en
forma de redondos para el armado era excelente debido a que la calidad del
mineral de hierro de entonces era mucho mayor que la actual y, por tanto,
menos susceptible de corrosión. No obstante, a través de las fotografías rea-
lizadas durante la construcción se ha podido constatar que las barras del
armado no fueron colocadas adecuadamente. En algunos casos, no se ataron
entre sí o lo hicieron de manera indebida y en otros no se respetó la conti-
nuidad entre el armado del forjado y del antepecho, creando puntos de debi-
lidad estructural que trataré a fondo más adelante.
En cualquier caso, conforme se profundizó en el estudio del hormigón se des-
cubrió que la mayoría de los problemas eran más cosméticos que estructurales.
El mayor deterioro estaba teniendo lugar en la capa superficial de acabado del
hormigón, ese fino velo de pintura a base de cemento que fue aplicado para
dotar de un aspecto suave al hormigón, que de otra forma habría mostrado las
huellas del encofrado. Se estimó la necesidad de desarrollar un procedimiento
para rellenar las fisuras superficiales y de encontrar un sistema mejor en forma
de pintura o enlucido para el acabado del hormigón. Se ensayaron y abando-
naron algunos métodos, incluida la inyección de una resina epoxídica, flamante
procedimiento pero, a la postre, peor remedio que la enfermedad, dado que las
fisuras habituales no eran muy profundas y cuando se retiraba la jeringuilla ésta
dejaba una costura cicatrizada casi imposible de reparar.
Finalmente, Norman Weiss desarrolló un método de relleno de las fisuras con
una masa de estuco que incoporaba microesferas cerámicas en vez de arena. La
mezcla con microesferas se utiliza para la conservación de esculturas al aire libre
y funciona de maravilla en esta nueva aplicación porque, a diferencia del estuco
con arena, no se bruñe cuando se repasa la marca de la fisura para igualarla con
la superficie no dañada de alrededor. Otro problema que se encontró en esta
labor de relleno de fisuras fue encontrar al profesional adecuado para pulir las
superficies y alcanzar el grado de suavidad requerido. Entre las posibles contra-
tas externas no encontramos casi ninguna que estuviera acostumbrada a trabajar
con el grado de perfección que deseábamos para acompasarse con esta lisa
superficie del Movimiento Moderno. Finalmente, se decidió contratar al marido
de la contable de la fundación que, proveniente del mundo de la reparación de
carrocerías de los coches, fue capaz de realizar el trabajo de manera impecable
y de traspasar sus conocimientos técnicos a nuestros operarios.
46
LOGGIA Nº10
13
14
La mayor parte de esta labor de relleno de fisuras y repintado de la Casa de la
Cascada se ha completado hoy en día. Se necesitaron más de tres años para eli-
minar el antiguo impermeabilizante Thoroseal. En algunos lugares encontramos
hasta doce capas de pintura. Hoy en día, el edificio está revestido con una mano
de una nueva emulsión de silicona fabricada por PRO SO CO, de Kansas City. Se
trata de un impermeabilizante pero permite simultáneamente el paso del vapor de
agua. Además, incopora un biocida que ayuda a reducir la suciedad biológica pro-
pia de las zonas húmedas de densa vegetación como ésta, y resulta fácilmente
lavable, de manera que no será necesario repetir frecuentemente el tratamiento.
Estamos complacidos de comunicar que el color de la Casa de la Cascada en la
actualidad se acerca mucho al original especificado por Wright. Previamente al
comienzo del programa de repintado, efectuamos un análisis para determinar con
precisión el color inicial del hormigón y de la carpintería. Se tomaron muestras
de pintura original que no se habían eliminado nunca, muchas de ellas de lugares
escondidos, como al pie de los machones en la parte inferior de la casa, detrás de
los apliques de los interruptores y en sitios como el cuarto de la caldera y, exami-
nada después su sección en el microscopio, se pudo establecer una historia de los
colores de la casa, desde el ocre pálido, casi blanco, existente hasta los años cin-
cuenta, pasando por el plácido color albaricoque de los setenta, hasta la recupera-
ción actual del ocre pálido original. Cada color fue convertido según el sistema
Munsell, que identifica los colores numéricamente, permitiendo así a cualquier
fábrica de pinturas obtener la tonalidad deseada con la máxima precisión.
47
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
13. Frank Lloyd Wright en actitud pensativa14. Inyecciones de resina epoxi15. Flectado de los voladizos en la fachada suroeste
15
Pero en 1996 apareció un nuevo problema: la integridad estructural de los
voladizos mismos estaba en entredicho. Poco después de la construcción de
la Casa de la Cascada, el estudio de ingenieros de Metzger y Richardson,
que proveyó el metal para la obra, informó de la existencia de grietas estruc-
turales en las vigas y viguetas de los voladizos del primer y segundo forjado,
así como en el parapeto que rodeaba la escalera que desciende a la corriente.
También advirtió que todos los voladizos habían flectado o habían comen-
zado a ceder. Edgar Kaufmann Jr. escribió en su libro Fallingwater: A Frank
Lloyd Wright Country House que "las grietas preocuparon a mi padre
durante toda su vida". De hecho, para conjurar sus miedos, el señor
Kaufmann tomó medidas precisas todos los años hasta su muerte en 1955.
Edgar Jr. aceptó la explicación de Frank Lloyd Wright de que los voladizos
deberían haberse construido levantados con ocho grados de inclinación para
permitir su asentamiento posterior y que, aunque habían flectado inicial-
mente, se habían estabilizado. Después de la muerte de su padre, Edgar Jr.
abandonó las medidas anuales, a excepción de una comprobación pedestre
consistente en la colocación de un palo entre la parte superior del parapeto
de la primera planta y la base del enrejado superior. Dado que la distancia
entre ellos no parecía variar con el tiempo, creyó que el conjunto había
alcanzado la estabilidad.
Sin embargo, en 1995 un estudiante de ingeniería de la Universidad de
Virginia emprendió un análisis matemático de la terraza principal partiendo
de la información conocida y creando un modelo informatizado. El estudio
concluyó que la gran terraza no era, como se había pensado hasta la fecha,
un voladizo autoportante sino que, de hecho, estaba transmitiendo su carga
a través de los maineles de las ventanas en la parte meridional de la sala de
estar al voladizo de la planta principal inferior. A partir de esta conclusión
estimó que, dada la cantidad de acero especificada en el proyecto, el vola-
dizo de la planta principal estaba probablemente sobrecargado. Estas noti-
cias eran preocupantes. Se estudiaron estos descubrimientos con el comité
48
LOGGIA Nº10
16. Imagen histórica del apuntalamiento de los voladizosde la fachada suroeste17. Aparato de medición instalado para monitorizar la evo-lución de una grieta18. Ensayo no destructivo para determinar el estado delhormigón y la posición de las armaduras en el forjado19. Perspectiva de la estructura del forjado de la sala de estar
16
17
de consejeros y se decidió contratar a un ingeniero estructurista con expe-
riencia en la conservación de edificios históricos para profundizar en el
estudio de la terraza. Se contactó con el estudio de Robert Silman
Associates de Nueva York, conocidos por sus proyectos de intervención en
Ellis Island, la casa de Washington, Mt. Vernon, la Albany State House en
Nueva York, y dos edificios importantes de Wright: el Wingspread en
Racine, Wisconsin, y el Unity Temple en Chicago.
Inmediatamente, instaló aparatos de medición en dos de las grietas más grandes
de la gran terraza y goniómetros en el muro de la parte meridional. Cada instru-
mento incorporaba un sensor de temperatura y todo ello estaba conectado a una
base de datos que monitorizaba y recogía la lectura de los instrumentos a inter-
valos de tiempo regulares. De esta manera se pudo medir el impacto de la carga
de los visitantes, la nieve y las variaciones estacionales debidas a la temperatura.
Al mismo tiempo, se emprendió un programa de ensayos no destructivos que
empleaban tres métodos: el rádar de impulso, la detección de metales de alta
resolución y la velocidad del pulso ultrasónico. Estos ensayos permitieron
analizar las condiciones dentro del edificio sin destruir la fábrica original
durante el proceso. Cada uno de los métodos nos proporcionó informaciones
diversas que, reunidas, mostraron un cuadro general de la estructura del área
examinada. En función del método empleado, el equipo identificó grietas,
vacíos o pobre consolidación del hormigón, y ubicó de manera precisa dónde
se encuentra el armado de la estructura y en qué condición se conserva.
49
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
18
19
Con estos métodos de ensayo se pudo determinar el grado de solicitación
del hormigón y su estado general. La resistencia a compresión del hormi-
gón ileso era, como cabía esperar del estudio de la Universidad de
Columbia, muy alta. Los ensayos determinaron que el 40% del hormigón
permanecía ileso, el 47% mostraba pequeños daños -principalmente
microfisuras en la superficie exterior, pero aceptable en términos de resis-
tencia-, y el 13% restante presentaba una condición lamentable. El rádar
de alta resolución se empleó para examinar la ubicación de las armaduras,
que resultaron coincidir con las disposiciones previstas en el proyecto por
Wright y su ingeniero de estructuras. Simultáneamente se detectó también
un pequeño grado de corrosión de las mismas.
A partir del conocimiento de la ubicación del armado dentro del hormigón, el
siguiente paso consistió en el mejor entendimiento estructural del funciona-
miento del edificio. La Casa de la Cascada siempre ha impresionado a los visi-
tantes por sus temerarios voladizos que parecen desafiar la gravedad. Pero el
funcionamiento real de estos elementos ha planteado a menudo varios interro-
gantes. Se ha asumido históricamente que los antepechos de las terrazas con-
tribuían estructuralmente a rigidizar el voladizo. Y, como se ha mencionado con
anterioridad, se consideraba que el voladizo de la sala de estar y el correspon-
diente a la terraza principal eran generalmente autoportantes, es decir, que tra-
bajaban independientemente uno del otro. Pero el análisis de Silman mostró
que esto no es así. Sabíamos que los maineles de las ventanas, constituidos por
perfiles en T, contribuían parcialmente a soportar el voladizo de la terraza prin-
cipal en la parte superior. No obstante, no sabíamos que el voladizo de la sala
de estar estaba soportando la carga completa de la gran terraza superior.
En efecto, la gran terraza posee sus vigas dispuestas de Este a Oeste, alinea-
das con los parapetos; las viguetas cruzadas están separadas entre sí una dis-
tancia aproximada de un metro. En cambio, el voladizo de la primera planta
de mayores dimensiones, está formado por cuatro vigas de hormigón armado
dispuestas en paralelo de Norte a Sur a una distancia de cuatro metros. Estas
grandes vigas de hormigón armado constituyen el soporte real de los voladi-
zos principales de la casa.
A través de los ensayos no destructivos se logró ubicar la posición de las arma-
duras en el interior de las vigas. De la disposición de las armaduras en las vigas
de la gran terraza, continuas en la parte inferior y discontinuas en la superior, se
puede concluir que este forjado no se concibió como un voladizo autoportante
que nacía de los machones de mampostería de la sala de estar inferior, como debe-
ría haber sido. La consecuencia de esta omisión aparece en las grietas verticales
que surgen en los parapetos de la gran terraza, dado que el hormigón trabajando
en solitario se ve incapaz de asumir la tracción que debería ser absorbida por las
armaduras. Utilizando éstos y otros datos, Silman desarrolló un modelo informa-
tizado y ensayó diversas hipótesis que confirmaron que la gran terraza no es efec-
tivamente un voladizo autoportante y que transmite su carga mediante los macho-
nes y los maineles de la carpintería al voladizo de la planta inferior. También
concluyó que los voladizos continúan flectando, aunque a un ritmo muy lento.
50
LOGGIA Nº10
20. Tipos de vigas empleados en la construcción de laCasa de la Cascada21. Fotografía de Wright22. Esquema del flectado de la primera planta
20
Es conocida la historia de la preocupación del señor Kaufmann, que sospe-
chaba que el armado del hormigón no era suficiente, por lo que contrató a
otros ingenieros para revisar los planos de Wright. Éste se enfadó y hubo un
intercambio de cartas airadas entre arquitecto y cliente. Wright escribió:
"No sé a qué tipo de arquitecto está usted acostumbrado, pero aparente-
mente yo no correspondo a este tipo. Usted no parece saber tratar a un
arquitecto como Dios manda. He invertido un esfuerzo mucho mayor en
esto de lo que usted o cualquier otro cliente tiene el derecho a esperar, de
modo que si no merezco su confianza, al diablo con todo". Kaufmann res-
pondió a vuelta de correo con una carta que parodiaba la escrita por Wright
con las siguientes palabras: "No sé a qué tipo de cliente está usted acos-
tumbrado, pero aparentemente yo no correspondo a este tipo. Usted no
parece saber tratar a un cliente como Dios manda. He invertido tanta con-
fianza y entusiasmo en este proyecto dentro de mis limitaciones para con-
tribuir a la culminación de sus esfuerzos que si no merezco su confianza, al
diablo con todo". Kaufmann añadió una posdata en la que sugería el aban-
dono de la lucha epistolar y la continuación del proyecto. Wright procuró
aligerar el peso de la casa pensando que el abuso de acero en la estructura
habría provocado el cedimiento de la casa bajo su propio peso. No obstante,
en una entrevista grabada descubierta recientemente con los discípulos de
Wright que trabajaron en el proyecto (Wes Peters, Bob Mosher y Edgar
Tafel), éstos debatían todavía el problema del armado 45 años más tarde. Su
conversación sugiere que ellos también pensaron que el proyecto de Wright
tenía poco armado y, a espaldas de su jefe, contactaron con el constructor
para que doblara la cantidad de acero. A la vista de los planos y los datos
actuales, se constata que, sin este acero adicional incorporado en el voladizo
de la primera planta en el momento de la construcción, la Casa de la
Cascada no estaría seguramente en pie hoy en día.
51
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
22
21
La solución adoptada se resume como sigue. En primer lugar, se consideró
que el voladizo no podía continuar flectando sin ningún tipo de control. Por
tanto, la primera medida puesta en práctica consistió en la instalación de un
apuntalamiento provisional que evitara un cedimiento progresivo.
Inicialmente, se dispuso de manera que no entrara en carga, sino que simple-
mente se arrimara a los voladizos. Sin embargo, un examen reciente ha indi-
cado que el voladizo ha seguido cediendo y, por consiguiente, el apuntala-
miento ha entrado en carga soportando su peso. Este apuntalamiento será
utilizado en el momento de la reparación para descargar de su peso a las vigas
de la sala de estar durante su refuerzo.
La propuesta consiste en la postcompresión de la Casa de la Cascada emple-
ando cables de acero de alta resistencia (formados por hebras metálicas) colo-
cados en cada extremo de las vigas de hormigón en canales adecuados. La
ubicación geométrica de este cableado para postcompresión está calculada
para garantizar que las fuerzas de compresión añadidas a la viga compensen
las solicitaciones que soporta hoy en día. En los extremos se instalará un gato
que traccionará los cables de las vigas. El gato requerirá 100 toneladas de
fuerza y acabará transmitiendo 200 toneladas de compresión a cada viga.
Realizada la operación, el gato se retirará y los cables sobrantes se cortarán
dentro del parapeto. El estudio de Robert Silman Associates está investigando
en estos días la posibilidad de la utilización de los mismos cables en el caso
de que se requiera una mayor postcompresión en el futuro. El revestimiento
del hormigón se repondrá en los puntos donde se haya abierto.
La transmisión de fuerzas desde la gran terraza a la sala de estar inferior
se resuelve reforzando la vigueta ubicada sobre los maineles en "T"
52
LOGGIA Nº10
23, 24, 25 y 26. Instalación de apuntalamiento provisionalde las terrazas
23 24
mediante la colocación de dos canales de acero de precompresión atorni-
llados a cada lado, de manera que se afecte mínimamente al hormigón
dañado en las cabezas de las vigas. No obstante, para minimizar el levan-
tamiento potencial del voladizo principal en el momento de la precom-
presión, se rellenarán las grietas existentes en la parte superior de las
vigas con un adhesivo epoxídico. Si no se rellenaran, estas grietas se
cerrarían, provocando un ligero levantamiento del voladizo. Este movi-
miento comprimiría la carpintería metálica de las ventanas y podría lle-
gar a romper el cristal existente.
Esta propuesta permite el refuerzo de la estructura horizontal de la casa sin
afectar visualmente al conjunto, ya que quedará escondido en su interior. En
cualquiera de los casos, para poder acceder a las vigas se deberá levantar un
sector importante del pavimento de la sala de estar. En esta operación habrá
que retirar tres piezas del mobiliario fijo diseñado por Frank Lloyd Wright.
La retirada del escritorio de la biblioteca y de los sofás de las zonas Sur y
Oeste permitirá la restauración de la madera, medida urgente que no podía
realizarse in situ. El levantamiento del pavimento permitirá igualmente llevar
a cabo un examen de la infraestructura eléctrica e hidráulica. Si fuera nece-
saria su reparación, se aprovechará este momento.
53
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
25 y 26
Una vez el trabajo se haya terminado, el mobiliario será reubicado. Las
terrazas del Este y del Oeste también se levantarán durante el proceso de
postcompresión, que se combinará con la impermeabilización pertinente
de las mismas, proceso que se ha explicado antes. La única parte de la
fábrica histórica que se perderá serán las juntas de cemento de las losas.
Se empleará todo el esfuerzo que sea necesario en la reutilización del
pavimento base original de secoya. Una vez se haya postcomprimido el
voladizo de la sala de estar, el apuntalamiento será retirado, permitiendo
la impresionante proyección de esta gran superficie sobre la cascada tal y
como Wright pretendía.
Otros sectores de la estructura también necesitan refuerzo. Dado que el vola-
dizo de la terraza del señor Kaufmann no está tan solicitado como el de la
sala de estar, se reforzará con fibra de carbono y resinas epoxi tanto en las
vigas como en las viguetas. Existe una grieta horizontal de gran longitud en
la junta de la pérgola sobre el paso que conecta la casa principal con la de
invitados. Esta fisura se ha rellenado y parcheado repetidas veces pero con-
tinúa abriéndose y ensanchándose. El estudio de Robert Silman Associates
llegó a la conclusión de que se trataba de una grieta derivada de los esfuer-
zos estructurales. Se propuso la adopción de una solución conservadora
mediante la instalación de una junta de expansión a lo largo de la lesión; en
el caso de que ésta no sea suficiente para amortiguar la tensión derivada de
las solicitaciones, se utilizará en el futuro un método de refuerzo.
54
LOGGIA Nº10
27. La instalación de apuntalamiento provisional completada28. Esquema de la primera planta con los refuerzos a apli-car en la estructura mediante postcompresión de las vigas29. Vista isométrica del estado actual del forjado de lasala de estar30. Reparación de las losas del pavimento31. Vista de la sala de estar
27
28
Las ventanas de carpintería metálica serán objeto de una intervención
programada y priorizada. En cada caso, una vez decapada la pintura se
emitirá una valoración de los componentes individuales con la intención
de conservar la mayor cantidad de material original posible. Una contrata
específica se encargará de eliminar la corrosión y reparar el mayor
número posible de elementos metálicos. La empresa Hopes de Jameston,
estado de Nueva York, que fabricó en su día la carpintería metálica origi-
nal, se encargará de la elaboración de los componentes que deban susti-
tuir a los defectuosos. Todas las ventanas, puertas y cerrajería fueron
diseñadas ex profeso para la Casa de la Cascada y la empresa Hopes con-
serva todavía algunos dibujos originales del proyecto de carpintería.
Ésta no será la primera sustitución de ventanas: hace algunos años, todos
los cristales de la casa fueron sustituidos por otros con filtros ultravioleta
para evitar que dicha radiación dañara la madera interior. En el cambio
será necesario sustituir todas las juntas de esta cristalería bajo una atenta
supervisión. Se deberán eliminar completamente las juntas existentes y
limpiar todos los residuos del perímetro de las superficies.
Además, se abrirá un pequeño orificio de desagüe en los marcos de las
ventanas y las puertas de la casa principal, como el existente en la car-
pintería original de la casa de invitados. Esta intervención menor posee
una enorme importancia para la preservación de la carpintería metálica
así como de los acabados interiores en las cercanías de las ventanas.
55
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
29
30
31
La restauración arquitectónica no constituye nuestra única tarea en la Casa de la
Cascada. En época reciente, el interés por el impacto de los visitantes en el pai-
saje ha constituido otra de las preocupaciones de la asociación. Con el tiempo, se
ha agrandado el aparcamiento y se han aumentado las infraestructuras para los
visitantes, que a veces dañan el entorno precipitándose entre las colinas ansiosos
por conseguir una fotografía perfecta o la mejor vista, provocando la erosión del
terreno circundante. Conforme crecía el número de visitantes, se ha observado
que los senderos se ensanchaban, la señalización requerida se multiplicaba y los
bordes de los circuitos se borraban. Han desaparecido muchos árboles víctimas
de una invasión del insecto Porthetria Dispar; se ha observado una gran ausen-
cia de árboles jóvenes en el bosque, que ha dejado de reproducirse; y, en una
visión muy general, se ha detectado la imagen desaseada de áreas que deberían
ser objeto de especial atención. A la vista de estos problemas, se contrató a
Andropogon, una empresa profesional de Philadelphia renombrada por el sesgo
ecológico que imprime a la disciplina tradicional del paisajismo. Andropogon
reconoce que la Casa de la Cascada representa una obra artística sutil y compleja
que no puede desvincularse de su entorno natural. Cada elemento del paisaje
forma parte de un conjunto mayor de manera que, si uno de ellos desapareciera,
la integridad de la experiencia global correría peligro.
56
LOGGIA Nº10
32. Escritorio de la sala de estar33. La terraza del Sr. Edgar Kaufmann, padre34. El paisaje circundante de Bear Run
32
Se ha completado la primera fase del proyecto de gestión del entorno. El
objetivo de la misma ha consistido en el desarrollo de una filosofía global de
interpretación del paisaje. En el estudio se recogen recomendaciones y líneas
de actuación para una correcta aproximación a las diversas componentes del
lugar. El proyecto y su puesta en obra comenzarán en la segunda fase. En
resumen, hemos desarrollado una filosofía de administración que combina la
conservación y las metas artísticas de la Western Pennsylvania Conservancy
en su rol de fideicomisaria de la Casa de la Cascada.
El territorio de Bear Run será gestionado con el objetivo científico de pre-
servar la salud del ecosistema y su biodiversidad. En el ámbito de la Casa de
la Cascada este objetivo científico enfocado al bosque será integrado con la
meta artística de la recuperación del dramatismo, la belleza y la riqueza
visual del antiguo bosque. Los programas para la restauración y gestión del
paisaje formarán una parte importante del programa de intervención, y se
compenetrarán con el proyecto de restauración de la casa.
57
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
33
34
El equipo de paisajistas ha identificado varios tipos de entorno en el terri-
torio de la Casa de la Cascada a ser contemplados por el futuro Programa
de Interpretación en el Paisaje. Éstos son: el paisaje de aproximación o la
obertura; el paisaje de la propiedad, con su sentido de llegada e invita-
ción; el paisaje del visitante, que proveerá la orientación y una cierta anti-
cipación; el paisaje cultural, con sus referencias a la historia del lugar y
su uso en el pasado; el bosque y los primeros destellos de la casa, con su
fuerza de revelación; el bosque ajardinado inmediato a la casa, que se
interpenetra con la belleza artística de su arquitectura.
Y se esconden otros subpaisajes dentro de los descritos. Cada sector del
lugar será gestionado con el objetivo de respetar y potenciar sus caracte-
rísticas individuales que se han descrito. Se ha previsto la restauración de
los bordes de los senderos, la plantación de nuevos arbustos, el desarro-
llo de un sistema de señalización más discreto, la reducción de los cami-
nos, y la selección y ubicación atenta de los elementos institucionales. La
infraestructura para los visitantes será desplazada a un lugar apartado. Se
eliminarán algunos senderos y se crearán otros para crear un sentido de
recogimiento y reflexión, que se espera contribuyan a caracterizar pro-
gresivamente la experiencia de la Casa de la Cascada.
58
LOGGIA Nº10
35. Imagen de la Casa de la Cascada en invierno36. Imagen nocturna de la Casa de la Cascada iluminada
35
Existen muchos iconos famosos del Movimiento Moderno y muchas otras
casas maravillosas de la época como la famosa Casa Fansworth de Mies
van der Rohe o la celebrada Villa Savoye de Le Corbusier, por mencionar
dos ejemplos destacados de dos arquitectos igualmente renombrados.
Pero, cualquiera que sea su trascendencia y sin ánimo de restarles prota-
gonismo, muy pocas o ninguna provocan el arrebato y la fuerza emocio-
nal de la Casa de la Cascada, donde las fronteras tradicionales entre
arquitectura, naturaleza y sujeto se borran para constituirse en un con-
junto amalgamado en íntima armonía.
Se trata de una casa que genera pasión, porque ella misma se entrega con
pasión. La quintaesencia de su romanticismo radica en ese requiebro
susurrado que invita a penetrar en su conocimiento y experimentar los
entresijos de su arquitectura. Reúne en sus entrañas un componente mis-
terioso que resulta, al mismo tiempo, familiar. Su atmósfera sugiere que
algo maravilloso y extraño está sucediendo en ese momento detrás de
cada esquina, pero, por encima de todo, clama: "Así y no de otra manera
es como el hombre debería vivir".
59
LA PRESERVACIÓN DE UN ICONO NORTEAMERICANO. LA CASA DE LA CASCADA
36