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La prueba de valor de Lorenzo I lorense Ullrich
Ilustraciones de Imke Snnichsen
Traduccin de Hctor Hoyos
l . K U P O
norma l i l i |i://www. norma .com H n i ' o t , Barcelona, Buenos A i r e s , Caracas, Guatemala , I m u , M x i c o , M i a m i , P a n a m , Q u i t o , San Jos , San l u . i n , San Salvador, Santiago de C h i l e , Santo D o m i n g o .
U U r i c h , Hortense L a prueba de valor de Lorenzo / Hortense U l l r i c h ; ilustraciones Imke Sonnichsen ;
t r a d u c c i n H c t o r Hoyos . B o g o t : G r u p o Edi tor ia l N o r m a , 2003.
48 p. ; i l . ; 19 c m . (Torre de papel. Tor re naranja) Para primeros lectores. I S B N 958-04-7069-3 1. Cuentos infantiles alemanes 2. P i n g i n o s - Cuentos infantiles
I. Sonnichsen, Imke, i l . II. Hoyos , H c t o r , tr. III. T t . I V . Serie 1833.91 c d 20 ed. A H P 1 8 9 4
C E P - B a n c o de la R e pb l i c a -B ib l i o t e c a L u i s - A n g e l A r a n g o
T t u l o or iginal en a l e m n : Leanders Mutprobe Copyr igh t K . Th ienemanns Ver l ag , Stuttgart W i e n , 2001 Publ icado en e s p a o l de acuerdo c o n K . Th ienemanns Ver lag , Stuttgart - W i e n Copyr igh t Edi tor ia l N o r m a , S . A . , 2003, para Estados Unidos , M x i c o , Guatemala , Puer to R i c o , Cos ta R i c a , Nicaragua , Honduras , San Salvador, R e p b l i c a D om i n i cana , P a n a m , C o l o m b i a , Venezue la , Ecuador , P e r , B o l i v i a , Paraguay, Uruguay, A r g e n t i n a y C h i l e
A . A . 53550, Bogo t , C o l o m b i a
Reservados todos los derechos.
Prohibida la r e p r o d u c c i n total o parcial de esta obra sin permiso escrito de la Edi to r ia l . Impreso por Grf icas de l a Sabana L t d a Impreso en C o l o m b i a - Pr in ted i n C o l o m b i a Enero, 2006
D i r e c c i n editorial : M a r a Cande la r ia Posada Ed ic in : Cr i s t ina Puerta D i s e o de l a c o l e c c i n : M a r a O s o r i o y Fernando Duque D i a g r a m a c i n y armada: S o m a Rub io
C . C . 12040 I S B N 958-04-8591-7
Para Leandra y Allyssa, y tambin para Michael, quien siempre tan
pacientemente nos ley os cuentos de antes de dormir, y, hacindolo, se quedaba
dormido antes que todos.
Un pingino en apuros
Lorenzo estaba parado en la entrada de una cueva.
Miraba hacia afuera con cautela. La situacin era muy peligrosa. Si las gaviotas piratas lo descubran, sera
un hombre en apuros. O mejor un pingino en apuros, pues
Lorenzo es un pingino.
Y est bien que lo sea, ya que Lorenzo vive en el Polo Sur, y el Polo Sur es fro.
Tan fro como el hielo. Tan fro que cala los huesos. Tan fro incluso como un pingino. Lorenzo mir hacia la izquierda. Tambin mir hacia la derecha. Luego mir hacia arriba. Y mir hacia... no, no mir hacia abajo. Buscaba con la mirada a las gaviotas
piratas y ellas casi siempre estaban arriba en el cielo.
Lorenzo deba cuidarse de ellas. Por lo pronto, no haba ninguna gaviota
pirata a la vista. Qu bien!
Lorenzo se desliz sigilosamente hacia el interior de la cueva.
Poda escuchar a las gaviotas piratas que estaban en su cueva secreta del tesoro.
All tenan una coleccin secreta. Lorenzo era muy curioso y tambin un
poco valiente. Sigui cuidadosamente hacia adelante,
cada vez ms profundo dentro de la cueva. T e atrap! dijo de repente una voz. Lorenzo se llev un susto.
s s
Era Oscar. E l perteneca a la pandilla de las gaviotas piratas.
A Lorenzo le habra gustado hacer parte de la pandilla de las gaviotas piratas porqu quera tener un amigo.
Mejor an, quera tener muchsimos amigos.
Qu buscas aqu? quiso saber scar.
Lorenzo no le contest nada. Entonces, Oscar agarr a Lorenzo y lo
llev a rastras hasta donde Otto. Otto era el jefe de las gaviotas piratas. Oscar, Ornar, Odn y Orion hacan part
de su pandilla. Nos estabas espiando! Por qu lo
hacas? le dijo Otto a Lorenzo, como buscando pelea.
Quiero hacer parte de tu pandilla dijo Lorenzo.
En ese momento, sin duda, se senta un poco valiente.
Otto neg con la cabeza. Eso no puede ser. T u nombre no
comienza con O.
Eso lo s, pero fjate que termina con O!
Eso no vale opin Otto. -Pero podra escribir mi nombre al
revs: (hnerol. Pero nuevamente dijo Otto: Eso no vale. Adems t no puedes
volar. Desafortunadamente, tena razn. Los
pinginos no pueden volar y es necesario poder volar si uno quiere pertenecer a la pandilla de las gaviotas piratas.
Las gaviotas piratas vuelan por todo el mundo para conseguir los tesoros que esconden en su cueva.
Por eso es que su cueva es en verdad una cueva del tesoro o, por lo menos,
eso dicen las gaviotas piratas. Anda , desaparcete! le orden
Otto a Lorenzo. N o dijo Lorenzo. Yo tambin
quiero pertenecer a la pandilla! Otto respir profundo. Llam a Oscar, Ornar, Od n y Orion. Se
reunieron y se pusieron a hablar en voz baja. Lorenzo no poda entender nada.
Despus de un rato, Otto se volte haci Lorenzo.
Bueno, de modo que t quieres convertirte en miembro de mi pandilla?
Lorenzo asinti con la cabeza y dijo: S!
Orto sonri maliciosamente. Entonces debes pasar una prueba de
valor. Qu tengo que hacer? pregunt
Lorenzo. La sonrisa de Otto se hizo todava ms
ymnde. Vuela hasta Australia y trenos un
tesoro para nuestra cueva secreta del tesoro.
No hay problema! dijo Lorenzo y N I i li de la cueva silbando alegremente.
Otto estaba sorprendido. Ese Lorenzo! No le daba miedo en lo ms mnimo. Tambin Oscar, Ornar, Odn y Orion se
quedaron sin saber qu decir.
Un loro no es un tesoro
Lorenzo estaba sentado afuera en un bloque de hielo cercano.
Esas gaviotas piratas le haban puesto Una tarea muy difcil.
"Lo primero que tengo que hacer es Iprender a volar", decidi Lorenzo.
Trep hasta lo ms alto de un iceberg, hasta bien arriba en la punta. Entonces "Orn aire y salt.
Y por qu quieres saber volar? pregunt el seor Barbado.
Lorenzo suspir. Porque tengo que ir a Australia. En ese momento, ya haba perdido un
poco su valenta. A j a . . . dijo el seor Barbado,
refrigerndose el hocico. Yo puedo volar. N o lo creo. Los dragones son demasiado
grandes, demasiado pesados y demasiado gordos para volar afirm Lorenzo.
El seor Barbado no se sinti siquiera levemente insultado.
Todos los dragones que viven en volcanes pueden volar dijo.
Y, acto seguido, se alz por los aires y le dio una vuelta al iceberg. Lorenzo estaba encantado.
Tuvo una idea. Podra usted volar hasta Australia?
pregunt .
Australia? Nunca he estado all, \ ^ ero puedo intentarlo dijo el seor \
Barbado. El seor Barbado aterriz y Lorenzo subi de un brinco en su lomo.
Hacia Australia! grit Lorenzo emocionado.
U n momento, no tan rpido. Por qu quieres ir a Australia? pregunt el seor Barbado.
Quiero encontrar un tesoro respondi Lorenzo.
E l seor Barbado asinti con la cabeza. Esa es una buena razn para viajar a
Australia dijo. Entonces el seor Barbado se ech a
volar. En el camino, Lorenzo quiso saber algo.
Qu es exactamente un tesoro? pregunt.
U n pjaro respondi el seor Barbado.
En verdad? pregunt Lorenzo incrdulo.
S el seor Barbado asinti. U n loro es un pjaro pequeo.
Lorenzo agit su cabeza: Dije tesoro, no lorol A h , ya veo. A veces el seor Barbado no escuchaba
muy bien. Se qued pensando y dijo: U n tesoro es algo especial. Algo nic Algo de lo que nunca hemos odo
hablar en el Polo Sur?
-Precisamente. Y qu podra ser eso? quiso saber
ru. No tengo idea. Y a le preguntaremos a
miNtralianos; ellos deben saber.
L orenzo y el seor Barbado aterrizaron y pronto en Australia.
Haca calor. Haca mucho calor. Un calor sofocante. Un calor que herva la sangre. Caramba! dijo, cuando vio a renzo y al seor Barbado.
Quin eres t? quiso saber Lorenz Soy un canguro dijo ese algo. Y
quines son ustedes? Nosotros somos... Aja. Y qu vienen a hacer aqu? Nosotros queremos... S, s. Y de dnde vienen? Bueno, pero djanos hablar! se
quej Lorenzo. Habla entonces, yo solamente... El Polo Sur! grit Lorenzo a toda
velocidad. El Polo Sur? Lorenzo asinti con la cabeza. Venimos del Polo Sur y buscamos un
tesoro. Eso mismo buscan todos! sentenc'*
el canguro y sigui su camino saltando. Lorenzo mir al seor Barbado.
- Qu tal un canguro? En el Polo ur no hay nada que se le parezca! Igvmonoslo.
iQu? chill el canguro y se Ucd quieto de golpe. *-~"I ienes ganas de vivir en el Polo Sur? le pregunt el seor Barbado al canguro.
I Jams en la vida! grit el canguro indignado. Adems no sera fcil llevarme volando.
Pero necesitamos algo que no haya e el Polo Sur le aclar Lorenzo.
E l canguro se qued pensando y mirand a Lorenzo.
Qu tal un ornitorrinco? Lorenzo se encogi de hombros. Y qu tal un koala? Lorenzo volvi a encogerse de hombros O quizs un dingo? N o conozco ninguno de esos le
indic Lorenzo. Aja. Entonces espera aqu dijo el
canguro.
io un brinco, dos brincos, tres brincos y tuvo lejos. (n seguida regres el canguro. i
Con el venan un koala, un ornitorrinc y un dingo.
Lorenzo mir a los tres con curiosidad. Los llevamos a todos? pregunt al
seor Barbado. A dnde quieres llevarnos?
pregunt el ornitorrinco. A l Polo Sur le aclar Lorenzo. Hay rboles all? pregunt el
koala. 1 Yo solamente me alimento de hojas que saben a pastillas contra la tos y que crecen en los rboles!
Lorenzo neg con la cabeza: L o nico que hay en el Polo Sur son
icebergs. Tienen buen sabor los pinginos?
pregunt el dingo.
ieor Barbado neg con la cabeza: N o lo creo. renzo lo mir con enojo. ILos pinginos no se comen! rrigi rpidamente el seor Barbado,
u lstima opin el dingo.
No quiero ir al Polo Sur. Me parece v para m debe ser demasiado caliente protest el ornitorrinco. Lorenzo y el seor Barbado menearon la beza. Ests equivocado. E l Polo Sur es fro, un fro como el hielo. Tan fro que cala s huesos. Entonces es demasiado fro! se
nej el ornitorrinco. Lorenzo y el seor Barbado se miraron el
no al otro. As no podan continuar. Deban
ncontrar un tesoro que no necesitara nada de comer; uno al que no le importe si el Polo Sur es caliente o fro.
De repente dijo el dingo: Cuidado, en guardia!
Todos se echaron por tierra. Ssssss Algo pasaba silbando sobre sus cabezas. Crashl Haba cado en un rbol. Qu era eso? pregunt Lorenzo. Lorenzo alz la vista cautelosamente. E l seor Barbado y el canguro se
lamentaban y se frotaban la cabeza. Se
haban dado un golpe. Qu era aquello que silbaba por los aires?
Lorenzo sali corriendo a ver, porque se senta un poco valiente y muy curioso.
Era un pedazo de madera con forma de banano. Encorvado como un banano. No, incluso mucho ms encorvado. Lorenzo estaba asombrado:
Nunca haba visto nada parecido.
Nunca habas visto un bumern? dijo el ornitorrinco, rindose.
Lorenzo alz el bumern y lo mir detenidamente.
Qu hace? pregunt Lorenzo. Vuela dijo el canguro. Increble! dijo Lorenzo
sorprendido. Y puede volar solo? E l ornitorrinco empez a reirse a
carcajadas. E l koala tambin rea. Por supuesto que no aclar el
canguro, debes arrojarlo. Cuando lo sabes arrojar, l vuela de regreso hasta ti.
Eso est genial dijo Lorenzo fascinado. Puedo quedrmelo?
Claro asinti el canguro.
Q u bien, gracias! U n bumern es un tesoro sin igual. No hay nada parecido en el Polo Sur! dijo Lorenzo emocionado.
S i n duda aprob el seor Barbado. Lorenzo tom el bumern y se mon t de
un brinco en el lomo del seor Barbado.
Se despidi de todos, ondeando el bumern.
Luego alzaron vuelo hacia el Polo Sur. E l koala y el ornitorrinco se retorcan de
risa en el piso. Q u e un bumern sea un tesoro! Ja, ja
ja. Jo, jo, jo.
Y a paren de rerse; ellos venan del Polo Sur les dijo el canguro con voz seria.
E l dingo miraba a Lorenzo y se preguntaba si quizs los pinginos tendran un buen sabor.
Puntuales a las y pico
i ^ p e n a s lleg al Polo Sur, Lorenzo corri hasta la cueva de las gaviotas piratas.
Pero qu haces t aqu? le dijo Otto con disgusto.
Lorenzo respondi con orgullo: Ahora tambin hago parte de la
pandilla. Quin dice? pregunt Otto
irnicamente y^sac a empujones a Lorenzo de la cueva. ~^ ~ - ...
Una vez afuera, Lorenzo le entreg el bumern.
Toma! Esto es un bumern. Lo traje de Australia, es un tesoro para nuestra coleccin.
Otto no pudo evitar sorprenderse: En verdad viene de Australia? IPero claro! respondi Lorenzo
orgullos ament. Otto se qued sin habla. Este Lorenzo! Bueno, y entonces? Ya hago parte de tu
pandilla? Otto mene la cabeza. N o . Por qu no? Australia no vale. Tienes que volar a
Brasil y traer de all un tesoro. Otto termin de hablar y se fue volando, Qu canallada! Y ahora qu pasa?
pregunt una voz detrs de Lorenzo.
Era el seor Barbado. De ningn modo quiero hacer
parte de la pandilla de las gaviotas piratas. E n verdad que no minti Lorenzo. Quin necesita amigos as? Pues yo no! De ninguna manera!
E l seor Barbado no se dejaba engaar
fcilmente. Haba escuchado lo que Otto haba dicho.
Tienes razn. Claro que, sabes?, maana vuelo a Brasil a buscar a un primo. Te gustara venir conmigo?
Lorenzo estaba encantado. Claro que s. N o puedo dejar que te
vayas volando solo.
M u y bien. Entonces nos vemos puntuales a las y pico.
Lorenzo se senta radiante. Qu suerte! Maana volara a Brasil con el seor Barbado.
Adems le iba a preguntar al seor Barbado si quera ser su amigo.
Y si por pura casualidad se encontrara un tesoro, entonces lo traera al Polo Sur.
Y no hara nada ms. Slo eso.