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LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA (ADAPTACIÓN N 2) En un bosque de verdes follajes y un lindo lago de agua cristalina, se encontraba un día un zorro que de pronto se sintió muy generoso y como se topó a su amiga la cigüeña decidió invitarla a comer, así que le saludo con voz muy agradable: - ¡Hola queridísima amiga!, ¿Cómo estás? - Muy bien y tú. - Pues yo me siento de maravilla, pero quería invitarte a comer a mi casa, ya que tiene algo de tiempo que no hemos comido juntos. - Pues acepto tu invitación, ya que también extrañaba esos días en los que nos juntábamos, a cenar y charlar - Pues qué bueno que aceptaste mi invitación, vamos a mi casa Se dirigieron a la casa del zorro, y al llegar la comida estaba servida era un caldo un poco ralo, porque éste no tenía muchos recursos como para preparar un jugoso banquete. El guisado estaba en dos platos poco profundos, pero doña cigüeña no pudo probar ni un sorbo, ya que por más que intentaba saborear el rico caldo, su pico no se lo permitió. En cambio don zorro lo devoro de un solo bocado. Doña cigüeña salió muy enojada de la casa de don zorro, pues su barriga estaba vacía y por ende decidió jugarle la misma broma de mal gusto a su amigo. Algunos días después doña cigüeña encontró frente a su casa a don zorro y lo invito a comer: - Hola apreciado amigo, vieras que me gustó mucho haber comido contigo aquel día y por eso me encantaría invitarte esta vez a mi casa para que disfrutemos de mi guiso juntos. - Me parece muy bien, yo estaré en tu casa puntual para disfrutar de tu rico guisado. - Está bien, te estaré esperando con ansia. - Bueno pues, hasta al rato, queridísima amiga. Al entrar a la casa de doña cigüeña el olorcito de la carne partida en finos pedazos, entusiasmó aún más a don zorro. Pero para su desdicha, la encontró servida en una copa de cuello alto y de estrecha boca, por el cual pasaba perfectamente el pico de doña

La Zorra y La Cigüeña (Adaptación 2)

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Adaptación de la fabula de Esopo "La zorra y la cigüeña".

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Page 1: La Zorra y La Cigüeña (Adaptación 2)

LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA(ADAPTACIÓN N 2)

En un bosque de verdes follajes y un lindo lago de agua cristalina, se encontraba un día un zorro que de pronto se sintió muy generoso y como se topó a su amiga la cigüeña decidió invitarla a comer, así que le saludo con voz muy agradable:

- ¡Hola queridísima amiga!, ¿Cómo estás?- Muy bien y tú.- Pues yo me siento de maravilla, pero quería invitarte a comer a mi casa, ya que tiene algo de tiempo que no hemos comido juntos.- Pues acepto tu invitación, ya que también extrañaba esos días en los que nos juntábamos, a cenar y charlar- Pues qué bueno que aceptaste mi invitación, vamos a mi casa Se dirigieron a la casa del zorro, y al llegar la comida estaba servida era un caldo un poco ralo, porque éste no tenía muchos recursos como para preparar un jugoso banquete.

El guisado estaba en dos platos poco profundos, pero doña cigüeña no pudo probar ni un sorbo, ya que por más que intentaba saborear el rico caldo, su pico no se lo permitió. En cambio don zorro lo devoro de un solo bocado.Doña cigüeña salió muy enojada de la casa de don zorro, pues su barriga estaba vacía y por ende decidió jugarle la misma broma de mal gusto a su amigo.

Algunos días después doña cigüeña encontró frente a su casa a don zorro y lo invito a comer:

- Hola apreciado amigo, vieras que me gustó mucho haber comido contigo aquel día y por eso me encantaría invitarte esta vez a mi casa para que disfrutemos de mi guiso juntos.- Me parece muy bien, yo estaré en tu casa puntual para disfrutar de tu rico guisado.- Está bien, te estaré esperando con ansia.- Bueno pues, hasta al rato, queridísima amiga.

Al entrar a la casa de doña cigüeña el olorcito de la carne partida en finos pedazos, entusiasmó aún más a don zorro. Pero para su desdicha, la encontró servida en una copa de cuello alto y de estrecha boca, por el cual pasaba perfectamente el pico de doña cigüeña, pero el hocico de don zorro, como era de mayor medida, no alcanzó a tocar nada.

Así, don zorro tuvo que marcharse en ayunas, todo avergonzado y engañado, con las orejas agachadas y apretando su cola.

MORALEJA: No engañes a otros, pues bien conocen tus debilidades y te harán pagar tu daño en la forma que más te duela.