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conflicto armado y comunidades campesinas
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EL CONFLICTO ARMADO Y LAS COMUNIDADES
CAMPESINAS .
Carolina Castrillón
Granda
11-5
Institución educativa marco Fidel Suarez
Revista informativa
INTRODUCCION:
a población civil de las regiones afectadas por los enfrentamientos armados
en Colombia sigue estando expuesta a actos de violencia como homicidios, ataques directos, secuestros y reclutamientos forzados. Muchas personas se ven obligadas a huir y abandonar sus pertenencias. El conflicto también tiene graves consecuencias para aquellas personas desplazadas, victimas de la contaminación por armas y otras personas vulnerables. Mientras las partes del conflicto adelantan los enfrentamientos armados en zonas rurales, la población Mientras las partes en conflicto que habita estas áreas vive en permanente peligro y está expuesta a violaciones del DIH como: homicidios y/o ataques a personas protegidas por el DIH; desapariciones forzadas; violencia sexual; toma de rehenes; reclutamiento forzado; malos tratos físicos y/o psicológicos; y desplazamiento forzado.
La falta de respeto al principio de distinción entre combatientes y civiles, la estigmatización, las presiones para colaborar generando represalias directas contra los civiles, la ocupación de bienes civiles privados o públicos y la contaminación por
armas son otros factores agravantes que afectan la vida de las comunidades campesinas.
Las comunidades que viven en lugares remotos están cada vez más confinadas y con frecuencia no pueden salir a causa de los controles establecidos por las partes en conflicto, además sufren de una serie de restricciones de bienes de primera necesidad, situación que afecta aún más la economía de estas familias/comunidades que ya era muy frágil.
L
i. EL CONFLICTO
ARMADO
INTERNO EN
COLOMBIA
El Conflicto Armado Colombiano (en otros
términos la Guerra Civil Colombiana) es
un conflicto armado interno que se
desarrolla en Colombia desde en torno
a 1960.1 Los principales actores
involucrados han sido el Estado
colombiano, las guerrillas de extrema
izquierda y los grupos paramilitares de
extrema derecha. Ha pasado por varias
etapas de recrudecimiento, en especial
desde los años ochenta cuando algunos
de los actores se comenzaron a financiar
con el narcotráfico. El conflicto tiene sus
antecedentes históricos en la "época de la
Violencia" (conflicto bipartidista de
la década de 1950 y de años anteriores.
Sin embargo, cada etapa de la historia del
país ha traído consigo un enfrentamiento
diferente. Así, ya en el siglo XIX a lo largo
múltiples guerras, los caudillos regionales
levantados contra el gobierno se
combatieron entre sí.9
Las causas para que se desarrollara el
conflicto armado colombiano se centran
en una amalgama de elementos entre los
que cabe destacar la debilidad del Estado,
el conflicto por la posesión de la tierra, la
existencia de marcadas diferencias
económicas, o los obstáculos para la
creación de una identidad nacional.
También destaca la permanencia de
guerrillas de orientación comunista y la
existencia de una industria del
narcotráfico que se ha introducido en
todos los sectores de la sociedad y del
Estado.9
Durante la década de 1980 el conflicto
armado presentó un rápido escalamiento
que se caracterizó por la intimidación
generalizada que produjo la guerrilla en
numerosas regiones del país,10
11
por los
asesinatos selectivos de miembros civiles
de la izquierda a manos de los nacientes
grupos paramilitares, así como por la
aparición de sectores del narcotráfico que
chocan con la guerrilla en desarrollo de
sus actividades delincuenciales.8 En esa
década, el país experimentó
transformaciones económicas que se
centraron en la transición de Colombia de
país cafetero a país minero y cocalero,
con el dinamismo de nuevos sectores de
la agroindustria con el banano, las flores y
la palma africana; y de la minería con el
carbón, el petróleo y el oro. A esta
irrupción de nuevos polos de desarrollo
económico se sumo el suroriente del país,
donde creció la industria ilegal de la coca.
Estos centros económicos se
consolidaron en la periferia, y como
consecuencia, cambiaron el carácter de
esas regiones, tradicionalmente pobres y
marginales. De alguna manera, estas
concentraciones de dinero favorecieron el
esfuerzo de las guerrillas por llegar a
regiones económicamente más
integradas, impulsadas por las bonanzas
económicas producidas en sus propias
zonas de presencia histórica. Ese cambio
determinó que desde el centro se
empezaran a ver las periferias de una
forma diferente, y que se priorizara su
integración territorial y política, pues el
crecimiento del país empezaba a
depender de lo que ocurría en ellas. Sin
embargo, la débil integración territorial e
institucional existente, la llegada masiva
de numerosos migrantes y la desigual
distribución del ingreso que generaban
las economías de enclave crearon las
condiciones propicias para que en los
nuevos polos de desarrollo surgieran
conflictos sociales que las guerrillas
aprovecharon para insertarse de modo
relativamente fácil. El narcotráfico
degeneró los ideales iniciales y creó una
nueva economía que se mantiene como el
principal combustible del conflicto.
La época en la que se ubica el mayor
recrudecimiento del conflicto ocurrió
entre 1988 y 2003,12
pero es en la segunda
mitad de la década de 1990 cuando se
presenta la mayor degradación del
conflicto debido a que se generalizan las
tomas armadas de poblaciones, las
desapariciones forzadas, las masacres
indiscriminadas de civiles, el
desplazamiento forzado masivo y los
secuestros colectivos de civiles, militares
y políticos, como tácticas de guerra;13
14
el
pico de este recrudecimiento se presenta
durante la presidencia de Andrés
Pastrana y el inicio del gobierno de Álvaro
Uribe, cuando confluyen el accionar del
Estado, las guerrillas, grupos de
narcotraficantes y paramilitares.12
A partir
de la desmovilización de los grupos
paramilitares que se lleva a cabo entre
2003 y 2006,15
sumado al debilitamiento de
la guerrilla,16
se presenta un descenso de
la intensidad del conflicto. No obstante,
las estructuras paramilitares no cesaron
su accionar sino que empiezan a
comportarse como carteles de droga con
gran capacidad militar (llamados
ahora Bacrim), mientras que la guerrilla
todavía conserva capacidad de acción y
confrontación en ciertos lugares del
país.17
18
En 2013 un estudio cifró en 220.000 las
muertes causadas por el conflicto
desde 1958.19
Se cita, además, la activa
participación de menores en el conflicto.
ii. Conflicto armado en Colombia. Conoce sus consecuencias sociales
El conflicto armado en Colombia se
desarrolla desde principios de la década
de los 60 por el enfrentamiento de grupos
ilegales contra el estado. Es conocido
este conflicto por sus manifestaciones de
violencia y por las graves consecuencias
que ha provocado en el desarrollo social y
cultural de su población.
Analizar el conflicto en Colombia y su
situación actual es pensar en una historia
de más de 40 años entre negociaciones
con los grupos armados, y la
construcción de la paz y el bienestar de
su pueblo. A medida que pasaba el tiempo
el conflicto se fue agudizando y nuevos
actores se sumaron al desarrollo de los
hechos: narcotraficantes, paramilitares,
delincuencia común, pobreza, desempleo y
reformas agrarias. La participación de la
sociedad en su conjunto es fundamental
para realizar un cambio en Colombia. Y es
allí donde organizaciones,
como InspirAction o nuestras contrapartes,
juegan un papel fundamental gracias a su
trabajo con las comunidades afectadas
por esta lucha.
El Conflicto colombiano ha generado
graves problemas sociales, económicos,
políticos y culturales, desafíos para los
responsables políticos y las comunidades
afectadas, directa o indirectamente.
Muchos nuevos inversores han llegado a
Colombia, gracias a las garantías de
seguridad que ofrece el gobierno
colombiano, afectando positivamente al
empleo y en la generación de nuevas
actividades productivas. A pesar de estos
intentos de normalizar la vida del
colombiano, todavía persisten algunos
problemas sociales que se deben
solucionar:
Desplazamientos de
campesinos de sus tierras y
hogares a la fuerza: provocando
una de las mayores crisis
humanitaria y social que este país
ha tenido que enfrentar.
Sociólogos y psicólogos señalan
que estos desplazamientos
afectan seriamente a los que los
padecen y que tardan muchos
años en recuperar la normalidad.
La causa principal es la violencia
asociada al conflicto armado.
Aparición de grupos armados
al margen de la ley:
responsables de varios abusos a
los derechos humanos y
violaciones al derecho
internacional humanitario. El
secuestro y el homicidio son los
delitos que asociados al conflicto
colombiano han marcado el
presente y el futuro de una
sociedad.
Niños y Jóvenes ingresados en
las filas de estos grupos
terroristas: donde han
presenciado abusos sexuales,
homicidios y ataques contra
poblaciones. La violencia en la
que viven a diario ha jugado un
papel importante en la alta
deserción escolar de esta parte de
la población vulnerable.
Desintegración familiar: muchas
familias han tenido que enviar a
algunos de sus miembros a las
grandes ciudades en busca de
oportunidades de empleo. Y otras,
con menos suerte, han visto cómo
los integrantes más jóvenes
elegían formar parte de estos
grupos terroristas para poder
subsistir y sobrevivir en semejante
coyuntura.
Desempleo y falta de
oportunidades laborales:
muchos de los campesinos y
pobladores rurales han emigrado a
las ciudades donde es difícil
encontrar un puesto de trabajo.
Impacto psicológico y cultural
en los más jóvenes: la infancia
ha crecido en medio del conflicto
armado y en muchas ocasiones ha
sido protagonista de actos
terroristas e inhumanos que sin
duda alguna repercuten en el
crecimiento normal de los niños
de este país.
Muertes innecesarias y
crueles: Miles de indígenas,
activistas de derechos humanos,
sindicalistas y personas inocentes
han sido asesinados y
secuestrados por estas bandas
armadas.
Freno al desarrollo económico:
las consecuencias sociales del
conflicto armado colombiano han
sido desfavorables para atraer
capital al país y para dar seguridad
y estabilidad a los empresarios
locales e internacionales
interesados en invertir. Durante
décadas los gobiernos
colombianos han intentado atraer
a nuevos inversores ofreciendo
estabilidad y seguridad. Poco a
poco van llegando al país
empresarios interesados en abrir
mercados en Latinoamérica y uno
de ellos es Colombia.
Pobreza: el problema de la guerra
interna y que la falta de
trabajo agrava la pobreza de las
comunidades más desfavorecidas
que ven que los salarios son
bajos, los productos del campo
baratos, el costo de vida caro y los
impuestos no dejan de subir.
La sensación de que no hay futuro
entre los ciudadanos colombianos
más pobres y vulnerables es
moneda corriente, aunque exista
otra parte de la población que
reciben los frutos de las
inversiones extranjeras.
Ellos perciben que ante la
pobreza (causa y efecto del
conflicto armado en Colombia) no
existe salida inmediata y que cada
día deben comer y dar de comer a
sus hijos. Por ello es importante
dar apoyo y colaborar en los
programas de ayuda a estas
poblaciones que llevan adelante
organizaciones no
gubernamentales
como Inspiración.
Conoce nuestro trabajo en
poblaciones como Las
Pavas o Envera donde trabajamos
junto a nuestras contrapartes para
ayudar a sus habitantes a lograr
sus objetivos y así poder
conservar sus tierras y sobrevivir
al conflicto.
iii. Despalzamient
os de
campesinos de
sus tierras y
hogares a la
fuerza.
Desplazamiento forzado en Colombia,
la historia colombiana se ha
caracterizado por desplazamientos
forzados de comunidades
campesinas, indígenas y afro-
descendientes, a causa del conflicto
armado interno; como la violencia de
las bandas criminales y el
narcotráfico. En la
actualidad Colombia es el país con
mayor cantidad de desplazados
internos en el mundo.
La historia de Colombia se ha
caracterizado por violentos despojos
de tierras a comunidades campesinas,
indígenas y afro descendientes.
Existen varios factores que han
propiciado el desplazamiento interno
en Colombia. En los años de 1946 a
1958,( un periodo conocido como la
Violencia) se despojó a más de dos
millones de personas de sus tierras,
quienes debieron cederlas a causa de
un nuevo modelo agro-industrial. En
la época de la Violencia los
principales causantes de
desplazamiento masivos fueron los
grupos legales e ilegales que
integraban los partidos conservador y
liberal de esa época.1
Los años 1980 a 1990 se
caracterizaron por un modelo de
desarrollo excluyente, a lo cual se le
sumó un conflicto armado interno,
narcotráfico y violencia
generalizada que generó el
desplazamiento forzado de miles de
personas hacia las áreas urbanas. La
expansión de los cultivos ilícitos
significaba un ingreso económico a
los grupos insurgentes en Colombia.
El control de los cultivos y su
comercialización generaba en ciertos
lugares de Colombia enfrentamientos
armados que causaban
desplazamientos forzosos y un
cambio en las actividades productivas
de los campesinos indígenas.1
Por otro lado la apertura económica y
la dinámica de los mercados globales
generó en Colombia diferentes obras
de infraestructura que en muchos
casos ocasionaron desplazamiento de
grupos étnicos y campesinos. La
presión generalizada proveniente del
conflicto armado interno, disputas
territoriales entre actores armados, la
apertura económica y sus efectos en
el desarrollo de Colombia, los
mercados de cultivos ilícitos y un
modelo económico excluyente; han
generado en el país a lo largo de la
historia alrededor de 4.9 y 5.5 millones
de desplazados, según la más reciente
cifra publicada en 2012 por el Centro
de Monitoreo del Desplazamiento
Interno.1 4 El informe no incluye a
personas desplazadas por el
narcotráfico o las bandas criminales.
iv. Territorios de
explusion.
Las zonas donde más ocurren
desplazamientos forzados son
aquellas donde se desarrollan
grandes proyectos de infraestructura.
Otras zonas donde se presenta
problemáticas de desplazamiento
forzado son los corredores de cultivos
ilícitos, tráfico de armas, paso del
ejército, etc. Los territorios ricos en
recursos energéticos y mineros
(esmeraldas, carbón, petróleo, oro...),
son también lugares donde se
presenta esta problemática. A esto se
le suma el desplazamiento asociado a
la violencia por bandas criminales y el
conflicto armado.
v. Lugares
receptores.
El conflicto armado ha obligado a
miles de personas a desplazarse a las
grandes ciudades de Colombia,
ciudades
como Bogotá, Medellín, Cali, Barranqu
illason grandes receptores de
desplazados así como las capitales
departamentales. La población
desplazada afecta en muchos casos
las cifras de las ciudades,
aumentando los niveles de
desempleo, pobreza y de localidades
marginales.1
Las población en condición de
desplazados llegan a las ciudades y
forman las clase más pobre de las
misma, se convierten en vendedores
ambulantes, creadores de cultura
popular, organizadores comunitarios,
portadores de cultura política, entre
otros. Los lugares donde esta
población conforma sus hogares son
en sitios de ladera y en las zonas de la
periferia de las ciudades, conocidos
como los "asentamientos
subnormales". Ante la carencia de
territorios urbanizables accesibles,
esta población se ve obligada a
invadir las zonas de periferias de las
ciudades, que son ilegales, de alto
riesgo y construidas en barrios
informales.
Vi. Aparicion de
grupos armados al
margende la ley.
El Conflicto Armado Colombiano (en
otros términos la Guerra Civil
Colombiana) es un conflicto armado
interno que se desarrolla
enColombia desde en torno
a 1960.1 Los principales actores
involucrados han sido el Estado
colombiano, las guerrillas de extrema
izquierda y los grupos paramilitares
de extrema derecha. Ha pasado por
varias etapas de recrudecimiento, en
especial desde los años ochenta
cuando algunos de los actores se
comenzaron a financiar con el
narcotráfico.8
El conflicto tiene sus antecedentes
históricos en la "época de la
Violencia" (conflicto bipartidista de
la década de 1950 y de años
anteriores. Sin embargo, cada etapa
de la historia del país ha traído
consigo un enfrentamiento diferente.
Así, ya en el siglo XIX a lo largo
múltiples guerras, los caudillos
regionales levantados contra el
gobierno se combatieron entre sí.9
Las causas para que se desarrollara el
conflicto armado colombiano se
centran en una amalgama de
elementos entre los que cabe destacar
la debilidad del Estado, el conflicto
por la posesión de la tierra, la
existencia de marcadas diferencias
económicas, o los obstáculos para la
creación de una identidad nacional.
También destaca la permanencia de
guerrillas de orientación comunista y
la existencia de una industria del
narcotráfico que se ha introducido en
todos los sectores de la sociedad y
del Estado.
Durante la década de 1980 el conflicto
armado presentó un rápido
escalamiento que se caracterizó por la
intimidación generalizada que produjo
la guerrilla en numerosas regiones del
país,10 11 por los asesinatos selectivos
de miembros civiles de la izquierda a
manos de los nacientes grupos
paramilitares, así como por la
aparición de sectores del narcotráfico
que chocan con la guerrilla en
desarrollo de sus actividades
delincuenciales.8 En esa década, el
país experimentó transformaciones
económicas que se centraron en la
transición de Colombia de país
cafetero a país minero y cocalero, con
el dinamismo de nuevos sectores de
la agroindustria con el banano, las
flores y la palma africana; y de la
minería con el carbón, el petróleo y el
oro. A esta irrupción de nuevos polos
de desarrollo económico se sumo el
suroriente del país, donde creció la
industria ilegal de la coca.
Estos centros económicos se
consolidaron en la periferia, y como
consecuencia, cambiaron el carácter
de esas regiones, tradicionalmente
pobres y marginales. De alguna
manera, estas concentraciones de
dinero favorecieron el esfuerzo de las
guerrillas por llegar a regiones
económicamente más integradas,
impulsadas por las bonanzas
económicas producidas en sus
propias zonas de presencia histórica.
Ese cambio determinó que desde el
centro se empezaran a ver las
periferias de una forma diferente, y
que se priorizara su integración
territorial y política, pues el
crecimiento del país empezaba a
depender de lo que ocurría en ellas.
Sin embargo, la débil integración
territorial e institucional existente, la
llegada masiva de numerosos
migrantes y la desigual distribución
del ingreso que generaban las
economías de enclave crearon las
condiciones propicias para que en los
nuevos polos de desarrollo surgieran
conflictos sociales que las guerrillas
aprovecharon para insertarse de
modo relativamente fácil. El
narcotráfico degeneró los ideales
iniciales y creó una nueva economía
que se mantiene como el principal
combustible del conflicto.
La época en la que se ubica el mayor
recrudecimiento del conflicto ocurrió
entre 1988 y 2003,12 pero es en la
segunda mitad de la década de
1990 cuando se presenta la mayor
degradación del conflicto debido a
que se generalizan las tomas armadas
de poblaciones, las desapariciones
forzadas, las masacres
indiscriminadas de civiles, el
desplazamiento forzado masivo y los
secuestros colectivos de civiles,
militares y políticos, como tácticas de
guerra;13 14 el pico de este
recrudecimiento se presenta durante
la presidencia de Andrés Pastrana y el
inicio del gobierno de Álvaro Uribe,
cuando confluyen el accionar del
Estado, las guerrillas, grupos de
narcotraficantes y paramilitares.12 A
partir de la desmovilización de los
grupos paramilitares que se lleva a
cabo entre 2003 y 2006,15 sumado al
debilitamiento de la guerrilla,16 se
presenta un descenso de la intensidad
del conflicto. No obstante, las
estructuras paramilitares no cesaron
su accionar sino que empiezan a
comportarse como carteles de droga
con gran capacidad militar (llamados
ahora Bacrim), mientras que la
guerrilla todavía conserva capacidad
de acción y confrontación en ciertos
lugares del país.17 18
En 2013 un estudio cifró en 220.000
las muertes causadas por el conflicto
desde 1958.19 Se cita, además, la
activa participación de menores en el
conflicto.
vii. Desintegracion
familiar.
El desplazamiento forzado de población civil en medio de la guerra irregular en Colombia es un fenómeno que adquiere mayor gravedad cuando afecta a niños, niñas y jóvenes que, desde una condición de alta vulnerabilidad, enfrentan situaciones de violencia y desarraigo que lesionan sus derechos, complican su presente y hacen más incierto su futuro.
Este es el legado que el país de la confrontación armada y la violencia ha dejado desde 1985 a una población aproximada de 1.100.000 personas que antes de cumplir 18 años vivieron la angustia de su salida forzada y la de sus familiares, en medio de las amenazas, el miedo y la muerte.
Desde la perspectiva de los derechos humanos, la existencia de esta población, con características específicas de edad y género, cuestiona la responsabilidad y, por
consiguiente, la legitimidad del Estado, constituido para garantizar el bienestar de sus asociados y plantea la obligación imperiosa de reparar esos derechos vulnerados, prevenir las causas que generan estas migraciones involuntarias y, en todo caso, proteger a estas víctimas del conflicto armado.
Desde el derecho internacional humanitario, la niñez y la juventud desplazada por la fuerza de las armas cuestiona a los grupos paramilitares, a las guerrillas y a los agentes del Estado que, deliberadamente, promueven el éxodo en las zonas de conflicto en las que declararon a la población civil objetivo militar.
Los derechos humanos concebidos en su integralidad, el derecho internacional humanitario (que obliga a todos los contendientes armados), el derecho internacional de los refugiados, la Convención sobre los derechos del Niño, las normas constitucionales y legales y, sobre todo, el sentido común, exigen pensar y actuar por los niños y las niñas en situación de desplazamiento forzado.
Las consecuencias de atentar contra la niñez son impredecibles. El desplazamiento destruye imaginarios y entornos, tensiona y fragmenta la familia y el tejido social, impacta negativamente en la calidad de vida e incide en el comportamiento psicosocial de las personas afectadas tempranamente por la violencia.
Es un imperativo ético del Estado y la sociedad priorizar los derechos de la infancia aún en medio de la guerra en un momento en el que se buscan soluciones políticas y negociadas a la prolongada confrontación, cuya continuidad y degradación involucra
en forma creciente a los menores de edad.
Este informe1 intenta una lectura del desplazamiento forzado desde la infancia, como el segmento de población más afectado por la violación de sus derechos fundamentales. Para su realización se tomaron como referencia los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares en situación de desplazamiento forzado aplicada entre enero y septiembre de 1999 y referida a casos registrados en 19982. Así mismo, se adelantó una consulta a entidades públicas y privadas que centran su actividad en la infancia3, un seguimiento a los medios de comunicación impresos y otras fuentes secundarias e información complementaria del trabajo de campo que realiza CODHES en las regiones más afectadas por el desplazamiento en Colombia.
Al presentar esta publicación, continuamos con el compromiso de sensibilizar para aunar voluntades, de cuestionar para construir soluciones, de señalar responsabilidades para exigir comportamientos humanitarios aún en medio de la guerra y de visibilizar el problema para contribuir a fortalecer la organización social y a generar capacidades de los grupos de población como sujetos de derechos y no únicamente como víctimas.
viii. Desempleo y
falta de
oportunidades
laborales.
A muchos jóvenes de las comunas de Medellín les toca faltar o salir temprano de clase por los enfrentamientos entre grupos armados. En muchos municipios del departamento algunos se vinculan a estas organizaciones para recibir un salario y los otros se dedican a trabajar para vivir, pues el estudio es un lujo que no les da plata.
Diana lleva al colegio, además de los cuadernos, la ropa del día siguiente, en una bolsa, por si por la noche no puede entrar a su casa. Estudia en la jornada nocturna del Liceo Concejo Municipal y cuando su barrio, Belencito Corazón, "está prendido", le toca amanecer en una casa prestada.
"La calidad de la educación también se asocia con la violencia y la pobreza", comenta el profesor de Filosofía del Liceo y las cifras lo respaldan pues, por temor al conflicto armado, 350 estudiantes abandonaron las clases en la comuna 13 al Occidente de la ciudad, mientras que 13 de cada 100 personas
pertenecientes al 30% más pobre de la población de Medellín no tienen ninguna escolaridad y 29 de cada 100 tienen la secundaria incompleta.
El profesor recuerda que en el Liceo, cerca de un 30% del estudiantado nocturno también desertó por Problemas de violencia y otros jóvenes trabajan mientras estudian. "Hay muchos que vienen sólo un ratito". Esos son los que retan el orden público y los que le sacan tiempo al deber. "A mí que me maten pero estudiando", dice un joven de once que quiere ser comunicador social. "Miedo de Dios solamente", pero reconoce que por su casa, en la zona nororiental de la ciudad, "el diablo sube rezando".
Aunque la situación es ajena en términos estructurales a la educación, algunos expertos piensan que es necesario que el sistema presente respuestas frente al problema. ¿Qué va a hacer la educación sobre el tema de la violencia y la pobreza? Por los enfrentamientos muchos hombres dejan de estudiar, por el desempleo muchos salen a trabajar y en la zona rural los jóvenes son reclutados por los grupos armados. Es una realidad.
"Una educación de calidad es la que forma para la no violencia, la convivencia, la tolerancia", dice Jaime Saldarriaga, investigador de la
Corporación Región. A su parecer, los factores externos condicionan y marcan pautas al sistema educativo y es una situación en la que se trabaja muy poco.
Violencia vs. Educación Cuando se les pregunta al Rector y al Coordinador del Liceo Integrado Julio Restrepo de Salgar, en el Suroeste, por los factores que inciden en la calidad de la educación, de inmediato se les escucha decir algo sobre la violencia, el miedo a estudiar, a protestar, a enseñar.
"La educación en el departamento es regular y el factor de principal incidencia es el conflicto armado, que a la vez causa desempleo y desplazamiento", afirma sin dudar Rodrigo Valencia, coordinador general de la institución.
En Salgar, las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) acuartelan a la población estudiantil y les pagan salario.
En Andes sucede algo similar pero con los grupos guerrilleros. Dos colegios de la vereda Santa Inés, en la parte alta del municipio, fueron cerrados por problemas de orden público y 92 de 8.622 estudiantes dejaron el estudio en toda la población, según cifras otorgadas por la directora del Núcleo Educativo, Margarita María Rico. En esta región, la crisis cafetera es la principal causa de deserción, pero también hay acuartelamiento de los grupos armados.
Los padres de familia solicitan que dejen salir antes a los estudiantes de la jornada de la tarde para que no los coja la noche y de paso el peligro, de regreso a la casa.
En el departamento la tasa de deserción en los tres niveles educativos es del 7.5%, en comparación con un 6,7% que abandona las aulas en el país. Y ha descendido la escolarización. "Esta disminución se da debido a los problemas de violencia y orden público que obligaron a los alumnos y familias a desplazarse a otros lugares", dice José Fernando Montoya, secretario de Educación departamental.
Otros se salen porque deben trabajar y los que estudian y trabajan obtienen 13 puntos menos en el Ices que los que no lo hacen. En el colegio Los Andes, en Chigo rodó, un 70% de los alumnos proviene de familias en donde no cuentan con el padre y deben laborar para rebuscarse el sustento. En esta región desertaron 1.651 jóvenes y niños en 2001, por causa del desplazamiento, la violencia, el hambre y los problemas sociales que afectan la zona.
Jerson, en Salgar, paga el colegio con la venta del chance. "El que se descuide con el trabajo está grave", dice Rodrigo, un estudiante de once del Julio Restrepo, quien asegura que cuando termine va a prestar servicio militar y después a conseguir trabajo. Del estudio nada, para eso no hay plata. Es más, espera en septiembre la cosecha de café para salirse de estudiar y ganar unos pesitos.
* Nombres cambiados para proteger la identidad de las fuentes. Implicaciones La pobreza se combate con educación
Una persona sin educación primaria tiene un 80% de probabilidad de continuar siendo pobre. Está comprobado que la educación es
clave para combatir la pobreza y que se necesitan por lo menos doce años de estudio para lograrlo, según un informe de Corpoeducación. Cuando la educación es de mala calidad o no alcanza los doce años, la probabilidad de tener hijos pobres o más pobres varía entre 82% y 91%. Según este mismo estudio, cuando se obtiene un mayor nivel de educación de mejor calidad, la posibilidad de tener hijos con la misma capacidad económica o más ricos varía entre 54% y 60%. Por esta razón, la falta de
educación se convierte en un mecanismo reproductor de la pobreza. Un estudio realizado por el investigador Alejandro Gaviria afirma que la falta de acceso a una buena educación limita las posibilidades de movilidad social de los menos favorecidos.
Impacto psicologico
y cultural el los
jovenes .
Como se ha planteado, existen en el
país familias y grupos de personas
menos favorecidas que otras debido
en parte a la inequidad y las pocas
oportunidades para conseguir
ingresos. Entre este grupo,
coincidencialmente se encuentran
generalmente aquellas que
geográficamente se ubican en
zonas lejanas de los cascos
urbanos con poca presencia
del Estado.
Estas zonas se asocian
frecuentemente con los grupos
armados al margen de la ley.
Para éstos, el establecimiento
en estas regiones resulta
benéfico y para sus habitantes
estos grupos se convierten
fácilmente en las autoridades
locales. Dadas las
circunstancias de
conflicto por las que atraviesa
el país, las poblaciones de
estas regiones se ven
afectadas por las diferentes
formas de confrontación
armada en la que participan los
diferentes actores del
conflicto.
Así se cuentan con niños,
niñas y jóvenes afectados en
todas las formas: social,
psicológica,
física y emocionalmente, toda
vez que se deben enfrentar
frecuentemente a ataques,
retaliaciones, desplazamientos,
amenazas, secuestros,
extorsiones entre otras formas
de afectación producida por
uno u otro actor armado.
ix. Freno del
desarrollo
economico.
Todos los conflictos llegan al enfrentamiento armado por la intervención del Poder. La crisis económica, la desigualdad y la pobreza se encuentran entre las causas de estos conflictos, ya se trate de conflictos armados entre naciones, internos, guerras civiles o conflictos motivados por el control de unos recursos naturales, que son cada vez más escasos. No es extraño que en las sociedades que se caracterizan por un reparto injusto de la riqueza se establezcan regímenes autoritarios y represivos –aunque se encuentren disimulados en el interior de una
“Democracia”- que mantienen los privilegios económicos de la minoría y la exclusión de la mayoría mediante la militarización de la vida cotidiana, la discriminación étnica, la represión política y las violaciones de los derechos humanos. En este tipo de sociedades existe un enorme potencial de inestabilidad y violencia, que en ocasiones desembocan en conflictos bélicos o guerras civiles.
Es muy difícil que haya paz en tanto no haya justicia en todos los ámbitos y sea vencida la pobreza. Durante los años ochenta del pasado siglo más de cien países subdesarrollados, sumidos en la crisis de la deuda, se han visto obligados a adoptar programas de ajuste estructural.
Estos programas han recortado el gasto social y los ingresos de los sectores populares, incrementando la pobreza, la conflictividad social y la depredación del medio ambiente. Hoy muchos países del Sur son “democracias” con pobreza, con un gran potencial de violencia e inestabilidad y un futuro incierto. De seguir las tendencias actuales habrán cada vez más pobres en esta Tierra –miles de millones- tratando de sobrevivir entre un mundo rural cada vez más deteriorado por la crisis ambiental, la utilización de transgénicos y la degradación social, y unas monstruosas ciudades que ofrecen cada vez menos puestos de trabajo y peor remunerados –contratos basura y menor presencia
de derechos sociales de los trabajadores.
x. La pobreza.
Existe alguna relación entre esta guerra que nos azota desde hace más de cuatro décadas y los niveles de pobreza que presenta el país?
Por conflicto armado me refiero básicamente al problema con la guerrilla. A los secuestros, a las extorsiones, a los bloqueos a las carreteras, a las voladuras de torres de energía y oleoductos, y a las demás acciones terroristas. Mientras que por pobreza hago alusión a una mayor escasez de nuestros limitados recursos. A que la "torta de la riqueza" que nos tenemos que repartir todos los colombianos se hace cada vez más pequeña. Y lo que es peor aún, que la porción que les corresponde a los ciudadanos menos favorecidos es la más afectada.
�El conflicto armado que actualmente está padeciendo nuestro país es entonces una causa o una consecuencia de la pobreza?
Por una parte, la incapacidad del Estado para satisfacer las necesidades básicas de muchos ciudadanos (educación, salud, seguridad, empleo, etc.) es causa directa de nuestro conflicto armado. Por otra, el conflicto armado le quita competitividad a nuestros productos, provoca una fuga masiva de capital tanto económico como humano, produce desempleo, etc. El problema adquiere más bien la dimensión y las características de un círculo vicioso.
Yo considero que se genera violencia cuando hay un Estado incapaz de satisfacer las necesidades más elementales de algunos miembros de la sociedad. Sin embargo, de la misma manera creo que toda forma de violencia destruye la riqueza.
xi. Causas y
consecuencias.
Las causas: la pobreza, la falta de
educación, el abandono estatal, las
deficiencias socio-económicas en los
núcleos familiares, y los valores de la
sociedad. Se cita, además, la activa
participación de menores en el
conflicto.
La Comisión de Estudios sobre la
violencia, creada por el gobierno de
Belisario Betancourt en 1987, a cargo
del Instituto de Estudios Políticos y
Relaciones Internacionales (Iepri) de
la Universidad Nacional de Colombia,
realizó un estudio sobre las causas
del conflicto. El estudio indicaba que
la violencia política, tomada como una
herramienta para lograr el acceso al
control del Estado, no afecta los
indicadores de violencia de una forma
significativa, pues sólo constituía un
7,5 por ciento de los homicidios en
1985. Lo que realmente afecta
considerablemente los indicadores
son hechos como las riñas, las
venganzas personales, la violencia
intrafamiliar y el sicariato,
principalmente.15
Otra causa radica en la concentración
o monopolización del campo por
terratenientes y el desplazamiento de
campesinos hacia los centros
urbanos, que en ocasiones generaba
resistencia. El llamado gamonalismo,
heredado de la colonizadores
españoles a las élites criollas que
luego se tomaron el poder político y
económico del estado, y que luego
evolucionó al "Terrorismo de Estado".
Las Consecuencias: miles de muertos,
lisiados, secuestrados, una de las
peores crisis de desplazamiento
forzado en el mundo y desaparecidos,
lo que ha conllevado a que Colombia
sea clasificado como uno de los
países más violentos del mundo y uno
de los principales exportadores de
drogas ilegales.17 18
La década de 1970 a 1980 se
caracterizó por una desmedida
represión por parte del Estado
(Ejército, policía y autoridades civiles)
contra los movimientos políticos,
obreros, campesinos y estudiantiles.
Además, algunos particulares
tomaron con su propia mano la
aplicación de medidas represivas
contra los mencionados sectores.
xii. ACTORES DEL
CONFLICTO ARMADO EN
COLOMBIA.
Características del Conflicto
Armado Colombiano
1. Se desarrolla desde principios
de la década de los 60 por el
enfrentamiento de grupos ilegales
contra el estado.
2. Es conocido por sus
manifestaciones de violencia y por
las graves consecuencias que ha
provocado en el desarrollo social y
cultural de su población.
3. El crecimiento numérico y la
expansión territorial de los grupos
armados irregulares serían
inconcebibles sin su vinculación al
cultivo de drogas, narcotráfico.
4. El conflicto armado facilita el
aumento de cultivos de drogas
porque crea territorios ajenos al
control del Gobierno nacional, lo
que ofrece a los productores de
drogas (narcotraficantes, guerrilla
y paramilitares) vastas extensiones
de tierras en las cuales sembrar
5. Crea un entorno en el cual
muchas personas pueden
dedicarse a una vida relacionada
con los cultivos ilícitos, debido a
que quienes monopolizan las
armas y el poder económico lo
permiten e incentivan ya que el
Estado es incapaz de ponerles
freno
6. El conflicto armado reduce
dramáticamente las oportunidades
económicas tradicionales
(agricultura, ganadería, etc.),
obligando a la gente a aprovechar
la única alternativa de trabajo que
se les presenta. Afectando
directamente al empleo debido a
que por la desmovilización la gente
tiene que desplazarse a realizar
una nueva vida donde empieza a
pasar necesidades y estar en
condiciones precarias la mayoría
de las veces
7. El objetivo principal del conflicto
armado y sus actividades político-
militares es ejercer el poder
político.
8. Cada vez más se ultraja a niños
y Jóvenes ingresados en las filas
de estos grupos terroristas: donde
han presenciado abusos sexuales,
homicidios y ataques contra
poblaciones. Disminuyendo así la
educación y llevando a las nuevas
generación por el camino de la
violencia
10. Desintegración familiar
11. Muertes innecesarias que
muchas veces provoca impactos
psicológicos.
xiii. conclusiones
CONCLUSIONES GENERALES
Para la opinión publica colombiana, el conflicto armado es definido como una situación que surge en el pasado, está presente aún y sin posibilidades futuras de resolución. El 88% de los encuestados considera que aún estamos en conflicto armado interno. La opinión pública tiene la intuición de que las causas del conflicto son estructurales (eliminar la pobreza, respetar los derechos humanos y evitar el reclutamiento de jóvenes) aun cuando no cuenten con una buena argumentación para justificarlo.
Se destaca que tanto las víctimas como las ONG de derechos humanos se han hecho más visibles (72% de favorabilidad). Así como un crecimiento en la sensibilidad de los encuestados hacia la situación de vulnerabilidad de los indígenas frente al conflicto; no sucede lo
mismo con la visibilidad que tienen las poblaciones afro y las mujeres como víctimas; un porcentaje muy bajo de personas considera a alguna de estas dos poblaciones como principales víctimas del conflicto armado.
Surgen algunas preguntas con respecto a este resultado: ¿se debe este fenómeno a que las mujeres y las poblaciones afro cuentan con organizaciones más débiles que los representan? ¿cuál es la razón de fondo para que los indígenas sean más visibles que las poblaciones afro y las mujeres?
Los medios de comunicación son la principal fuente de información de los ciudadanos sobre el conflicto. En este sentido, son críticos de la objetividad con que informan lo que realmente está pasando. A pesar de la crítica, su criterio se forma con lo que dicen los medios.
La presencia de la comunidad internacional es bienvenida aunque es necesario visibilizar de manera más contundente las tareas específicas que desempeñan.
Aunque a los colombianos les cuesta definir a qué se dedica un defensor(a) de derechos humanos (los asocian con líderes de la comunidad), reconocen la importancia del rol de los
defensores (77% de favorabilidad) y los peligros que enfrentan ejerciendo su trabajo.
Así mismo, la opinión pública está desorientada frente a las acciones específicas que pueden desempeñar para contribuir a la construcción de la paz y la defensa de los derechos humanos.
Es alto el porcentaje de quienes creen que las interceptaciones de las comunicaciones tienen justificación. En este sentido, las justifican para prevenir actos violentos o corrupción de funcionarios públicos.
El porcentaje de quienes justifican hacer justicia por las propias manos no ha cambiado en 20 años. Lo justifican para defensa de su propia familia, desde un punto de vista individual.
Finalmente, manifiestan que no ven cambios de fondo entre la anterior administración y la actual. Consideran que aunque es prematuro saberlo, el nuevo gobierno tiene una mejor relación y manejo de medios y de las relaciones internacionales. Por lo demás, son iguales.
Índice
Introduccion
I)El conflicto armado
interno colombiano.
II)Conflicto
armado,conoce sus
concecuencias
sociales.
III) Desplazamientos
de campesinos de
sus tierras y hogares
a la fuerza.
IV)Aparicion de los
grupos armados al
margen de la ley.
V)Desintegracion
familiar.
VI)Desempleo y falta
de oportunidades
laborales.
VII)Impacto
psicologico y cultural
en los jovenes.
VIII)Muertes
innecesarias y
crueles.
IX)Freno del
desarrollo
economico.
X)Pobreza.
XI)Causas y
consecuencias.
XII)Actores del
conflicto armado en
colombia.
XIII)Conclusiones.
XIV)Biografia.
xiv. BIOGRAFIA
AAVV. Colombia. El conflicto. Callejón con salida. Informe Nacional de Desarrollo Humano. PNUD 2003. AAVV. Nuestra guerra sin nombre. Transformaciones del conflicto en Colombia. IEPRI. Grupo editorial Norma. Primera Edición. Bogotá, Colombia, enero del 2006. Acto legislativo nº 2 del año 2001. ÁLVAREZ ZARATE José Manuel. El interés nacional En Colombia. Universidad Externado de Colombia. Primera Edición. Octubre del 2003. ARTEAGA Alejandro. La constitución colombiana Y el derecho internacional humanitario. Editorial Universidad Externado de Colombia. Primera Edición. Abril 2001. BOUTHOL Gastón. La guerra. Editorial Oikos – tau nº 44. Primera edición en lengua castellana. Barcelona España 1971. Carta magna de Juan sin tierra de 1215. CASTRO CAICEDO Germán. Que la muerte espere. Editorial Planeta. Año 2005. Comentario del protocolo del 8 de junio de 1977.
Comité internacional de la cruz roja. Editorial plaza Y janes. Bogotá Colombia. 1998.
Carolina Castrillón
Granda
GRADO: 11*5
MATERIA: SOCIALES
TRABAJO: REVISTA
TEMA: ELCONFLICTO ARMADO Y
LAS COMUNIDADES CAMPESINAS
DOCENTE: MARCELA