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Las prefecturas no usan la renta de los hidrocarburos para el desarrollo Ingresos millonarios, gastos improductivos y poca transparencia

Las prefecturas no usan la renta de los hidrocarburos … CEDLA abr_2010_0... · la renta de los hidrocarburos ... producto de la creciente importancia de los sectores extractivos

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Las prefecturas no usanla renta de los hidrocarburos

para el desarrolloIngresos millonarios, gastos improductivos y poca transparencia

e jos de impulsar un proc eso deindustrialización interno, los excedentes

generados en el negocio del gas están empujandoa Bolivia a remachar su condición de país extrac­tivista, primario exportador y extremadamentedependiente de las materias primas y de losrecursos naturales no renovables.

En los últimos años, la dependencia de Boliviade las materias primas se ha hecho más intensa,lo que se refleja en su estructura económica cadavez más orientada a la explotación y exportacióndel gas natural y de los minerales.

Los datos de la Comisión Económica paraAmérica Latina (CEPAL) establecen, por ejemplo,que alrededor de un tercio de los ingresos fiscalesde Bolivia se originan en la explotación del gasnatural.

Los informes oficiales sobre las exportacionestambién ratifican esta tendencia. En la últimadécada, las exportaciones bolivianas han aumen­tado de poco más de 1.200 millones de dólaresa casi 5.300 millones de dólares, producto de lacreciente importancia de los sectores extractivosde hidrocarburos y minería que actualmentecontribuyen con alrededor del 80 por ciento delvalor de las exportaciones. Hace 12 años (1998)esa participación era del 47 por ciento.

El crecimiento en la producción de gas,petróleo y minerales es el que sustenta los nivelesde crecimiento económico alcanzados en la se-gunda mitad de esta década, que están alrededordel 5%. Entre el 2004 y 2005, por ejemplo, elcrecimiento del sector de hidrocarburos explicóalrededor del 25 por ciento del crecimientoeconómico del país, y en el 2008 el crecimientodel sector minero explicó casi el 40 por cientodel crecimiento económico del país. Estas tasasde crecimiento, sin embargo, sólo han sido unbuen resultado macroeconómico, ya que no hanmejorado las condiciones de vida de la población,pues el ingreso y la riqueza siguen concentradasen pocas manos.

FRAGILIDAD FISCALLos datos oficiales, procesados por el CEDLA,

muestran que la renta de hidrocarburos ha cre­cido significativamente en el último periodo. En1998, por ejemplo, el Estado y las regiones re­cibían por esta actividad 391 millones de dólares,en tanto que en el 2008 ya se recauda por estaactividad más de 2.000 millones de dólares. .

Los significativos ingresos obtenidos en losúltimos años en la explotación minera e hidro­carburífera, especialmente del gas, son los quetambién han permitido trastocar la situaciónfiscal del país, pasando de un déficit fiscal casicrónico, en el que los gastos públicos superabancon creces a los ingresos, a una situación desuperávit fiscal, en la que hay plata sin gastar.

Esta “bonanza” fiscal es, sin embargo, excesi­vamente frágil y vulnerable ante las permanentesconvulsiones del mercado internacional, que hoypuede elevar extraordinariamente los precios delos hidrocarburos y minerales y mañana, con lamisma facilidad, puede hundirlos hasta el piso.

Esta fragilidad es reforzada por las dificultadesestructurales que tiene el sector para incrementarla producción de hidrocarburos. Del 2005 al 2008la producción de hidrocarburos oscilabaalrededor de los 313 miles de barrilesequivalentes de petróleo por día (Bepd), en tantoque para el 2009 se registró un descenso a 278miles de Bepd.

Este escenario muestra que las posibilidadesde aumentar extraordinariamente los ingresosfiscales captados en este sector dependenesencialmente del comportamiento del preciodel barril del petróleo, variable que está lejos deser determinada por la política pública delgobierno.

Un ejemplo de lo anterior es lo acontecido conel Presupuesto General de la Nación 2010 (PGN2010), que prevé una menor captación de ingresospor IDH de alrededor del 28 por ciento y de lasregalías por hidrocarburos en casi 17 por ciento.

RIESGOS DEL “BOOM” DEL GASEl diagnóstico realizado por el CEDLA, sobre

la creciente importancia de la renta de hidrocar­buros en las finanzas públicas, identifica lossiguientes riesgos:

• Volatilidad de los ingresos fiscales. La inesta­bilidad en el precio internacional del petróleodetermina que la renta de hidrocarburos seaincierta.

• Fragilidad en la ejecución del gasto. La even­tual caída de estos ingresos afecta a la ejecuciónde proyectos estratégicos.

• Un escenario de altos ingresos promueve unacreciente explotación de los recursos naturalesno renovables. Una caída en los precios tam­bién empuja a una explotación más intensivade esos recursos, con el propósito de compen­sar la caída del precio y así mantener o au­mentar el total de ingresos.

• La creciente explotación de recursos no reno-vables requiere de fuertes inversiones lo queconduce a que los gobiernos opten por con­tratar deuda externa a fin de sostener esasinversiones, muchas veces en condicionespoco transparentes.

• La necesidad de una mayor inversión extran­jera empuja a la otorgación de mayores conce-siones económicas y fiscales para las empresastransnacionales.

• Los pasivos medioambientales son crecientes.Muchos de los daños ocasionados por laexplotación de las industrias extractivas sonpermanentes e irreversibles.

INDUSTRIALIZACIÓN Y RENTISMOToda esta evidencia confirma que en Bolivia

se está dando una exacerbación del extractivismoy que sigue vigente el viejo patrón de desarrolloprimario exportador, a pesar de las declaracionesoficiales sobre la presunta vigencia de un “pro­ceso de cambio”.

La diversificación productiva y la indus-trialización, hasta ahora, sólo aparecen en losdiscursos oficiales que no alcanzan para revertiruna realidad signada por una creciente depen­dencia de las materias primas y un rentismoimproductivo que se apodera del país y de lasregiones.

UN PAÍS CADA VEZ MÁS ATADOA LAS MATERIAS PRIMASBolivia está reforzando su carácter primario exportador, dejandode lado la industrialización y la diversificación productiva

RENTA DE HIDROCARBUROS Y FINANZAS PREFECTURALES

L

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Ingresos para el Estado y las regiones: Evolución de la renta petrolera boliviana(En millones de dólares)

1.100

900

700

300

500

100

1.600

1.300

2010PGN

1.500

1.000

500

0

2.500

2.000

-1001997

287

682

1.009

912

754

914

1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

1.546

1.718

2.125

2.299

651

IDH Regalías IEDH IVA / IUE Y OTROS Total

LAS PREFECTURAS NO USAN LA RENTA DELOS HIDROCARBUROS PARA EL DESARROLLO

Esta es una separata de prensa del Centro de Estudiospara el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) elaboradaen base a la investigación “La renta de hidrocarburos enlas finanzas prefecturales. Tendencia de los ingresos ygastos” de Juan Luis Espada y otros estudiosinstitucionales.

Director EjecutivoJavier Gómez Aguilar

Consejo EditorialCarlos Arze Vargas y Juan Luis Espada Vedia

Textos y ediciónGabriel Tabera Soliz

Diseño y armadoMilton Iñiguez Durán

IlustracionesCORBIS

Av. Jaimes Freyre N° 2940 esq. Muñoz Cornejo, SopocachiTelf. 241 3175 / 2413223 / 2412429

Fax: (591-2) 241 4625 / E-mail: [email protected] 8630

La Paz - Bolivia

www.cedla.orgVisite

Fuente: Elaboración CEDLA, en base a la información del Servicio de Impuestos Nacionales y la Unidad de Programación Fiscal.No incluye patentes y la participación de YPFB.

La Paz, domingo 11 de abril de 2010

na mirada a la estructura económica de losdepartamentos de Bolivia deja en claro que

casi todas las regiones del país están limitandosus escasas posibilidades de crecimiento y de­sarrollo a los estrechos márgenes que deja unmodelo basado en la explotación de los recursosnaturales y en la transferencia de recursos departe del Estado.

El peso de la explotación de los recursos natu-rales en la estructura económica de las regioneses enorme y, en varios casos, es mayor inclusoal observado a nivel nacional. Este es el caso,por ejemplo, del departamento de Tarija, dondeel peso de la producción de hidrocarburos en sueconomía era en el 2008 del 41 por ciento. .

Otros, que también están colocando todos loshuevos en la misma canasta, son Oruro y Potosí,que apuestan a la explotación de minerales,relegando casi siempre la necesaria diver-sificación productiva y la industrialización depor lo menos algunas actividades.

SE OLVIDA EL MERCADO INTERNOProfundizando las huellas del patrón de de­

sarrollo primario exportador que se aplica en elámbito nacional, en gran parte de las regioneshay un énfasis excesivo y peligroso en torno a

la producción de materias primas para laexportación, lo que se traduce, además, en undeliberado abandono del mercado interno y desus potencialidades para arrancar del atraso yla postergación a gruesos segmentos de lapoblación.

En el eje troncal (La Paz, Cochabamba y SantaCruz) esta tendencia no difiere sustancialmentede la observada a nivel nacional.

PROBLEMAS IRRESUELTOSEn los últimos años, la ausencia de cambios

sustanciales en la orientación de esta políticaextractivista está dejando sin solución los grandesproblemas económicos y sociales, por lo que encasi todas las regiones se ha exacerbado el rentis-mo y la dependencia de los recursos y transfe-rencias que vienen del Estado, especialmente dela renta de hidrocarburos.

Desde el punto de vista fiscal, la extremadependencia del dinero generado por laexplotación de las materias primas, junto a sumanejo ineficiente, perpetúan los viejos proble­mas y generan otros nuevos, como una ineficienteconcentración de recursos monetarios a nivelsubnacional (las regiones reciben más dineroque el Tesoro General de la Nación), una inequi­

tativa distribución de la plata del gas (dos de­partamentos concentran la mayor parte de losingresos) y menores resultados positivos en obrasy proyectos de magnitud.

NECESIDAD DE UN DEBATE NACIONALLa evidencia cuantitativa recogida en los estu­

dios sobre esta temática, y presentada en estaseparata del CEDLA, permiten advertir que lamagnitud de la pobreza y el atraso productivode gran parte de las regiones, obliga a un cambioradical en la asignación y uso de recursos. Deahí la necesidad de un debate amplio e integralde toda la estructura de transferencias fiscales,lo que seguramente debiera llevar a un pactofiscal.

Evidentemente, ello debe estar acompañadode otras políticas de Estado, que apunten a trans­formar las condiciones productivas de las re­giones y las condiciones de vida de la poblaciónde estas regiones.

Estas políticas deberían promover un patrónde desarrollo distinto al actual, basado en sectorescon mayor valor agregado, un rol productivo delEstado y rompiendo con la lógica neoliberal queaún se mantiene, con una participación efectivade la sociedad civil y de sus organizaciones.

ansadas del centralismo y agobiadaspor el atraso y la pobreza, las dis­

tintas regiones de Bolivia han enarboladocon fervor las banderas de la descentra-lización, de la municipalización y de laautonomía, con la esperanza de alcanzarun desarrollo local y regional que seasinónimo de buenas condiciones de viday de un mejor futuro para todos.

A las regiones se les traspasó el 20 porciento de los impuestos nacionales, conuna división per-cápita de los recursos(municipalización), se les dio participa-ción en el Impuesto Especial a los Hidro­carburos y sus Derivados (IEHD) y en elFondo de compensación creado por laLey de Participación Popular, ademásdel pedazo más grueso del ImpuestoDirecto a los Hidrocarburos (IDH). Losrecursos llegaron a las Prefecturas y mu­nicipios en una cuantía mayor a la plani-ficada, pero no sirvieron para sentar lasbases del crecimiento y progreso de lasregiones.

Los resultados alcanzados hasta ahorason lamentables, como señala este re­cuento elaborado por el CEDLA:

• El balance inicial muestra que ladesigualdad económica entre las re­giones y dentro de ellas sigue en au­mento. No existen o son muy precarioslos nuevos proyectos de desarrolloproductivo y la pobreza se mantieneen niveles alarmantes, a pesar del au­mento del gasto social.

• La reforma institucional tampoco pu­do superar la falta de transparencia ylos recursos fiscales son considerados

como patrimonio por los sectores másconservadores y ricos de las regiones.

• El discurso descentralizador prometíamejorar la participación ciudadana yfortalecer la democracia, a través deuna mayor cercanía de la gente consus representantes, lo que en teoríapermitiría una mejor respuesta a lasdemandas por parte de los gobiernoslocales y un mayor control social porparte de los ciudadanos. Nada de elloocurrió.

• La distribución de los recursos fiscalesha permitido que gobiernos departa­

mentales productores de hidrocarbu­ros tengan recursos varias veces supe­riores a otros departamentos, pero conun escaso impacto económico y social.

• Los elevados ingresos fiscales han per­mitido a los gobiernos nacional y re­gionales financiar una variedad debonos de asistencia social y programassociales, en un ambiente de perma­nente campaña electoral.

• La distribución de los recursos siguepremiando a las regiones productorasde hidrocarburos y a las que concen-tran mayor población.

LAS REGIONES REPLICAN LOS MALES DELEXTRACTIVISMO Y SE ABANDONAN AL RENTISMO

Se mantiene el atraso productivo y la pobreza, a pesar del sustancialaumento en los ingresos regionales

DESCENTRALIZACIÓN Y AUTONOMÍA:PROMESAS Y REALIDADES

• La renta de hidrocarburos alcanzó enel 2008 su nivel más alto, y las posibili-dades de que este tipo de ingresosaumente a un ritmo similar a lo regis-trado en 2005 y 2006 depende de unaumento de la producción, que esuna variable que se supone puede serimpulsada por políticas de Estado, locontrario sería, esperar un nuevoshock externo que fue lo que incidióen un aumento extraordinario de losingresos fiscales captados en la activi-dad de hidrocarburos.

• Se requiere de políticas dirigidas aquebrar la extrema dependencia fis­cal que se tiene de la renta de hidro­carburos, a fin de asegurar cierta es­tabilidad en las finanzas públicas.

• El gasto fiscal en las regiones debeorientarse al sector productivo paraimpulsar el desarrollo de las regionesy la reducción de la pobreza.

• La experiencia nacional e internacio­nal demuestra que la extrema depen­dencia de la exportación de materiasprimas genera distorsiones en laestructura económica del país, unaredistribución regresiva del ingreso,altos costos sociales y medioambien­tales, falta de transparencia en elmanejo de los recursos, deficienciasen las políticas de gasto y más depen­dencia económica.

U

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C

Distribución porcentual de la renta de hidrocarburos entre las prefecturasIEDH, Regalías e IDH (Expresado en porcentaje)

Fuente: Elaboración CEDLA, con base a información de la Dirección General de Contaduría.

RENTA PETROLERAY PRODUCCIÓN

RENTA DE HIDROCARBUROS Y FINANZAS PREFECTURALES

Prefectura de Pando

Prefecturadel Beni

Prefecturade Santa Cruz

Prefectura de Tarija Prefectura de Potosí

Prefectura de Oruro

Prefectura deCochabamba

Prefectura de La Paz

Prefectura deChuquisaca

9,2

6,6

11,24,1

36,8

14,2

6,36,0

2010

os gobiernos regionales no han asumido conintegralidad las necesidades del ámbito

productivo de sus regiones y han dejado a losproductores a merced de las fuerzas delmercado. Los recursos que han manejado lasPrefecturas en los últimos 10 años se handestinado casi con exclusividad a los gastossociales y a la infraestructura de caminos, talcomo manda la ortodoxia del libre mercado queha obligado al gobierno nacional y a losregionales a abstenerse de intervenir en laeconomía y en la producción y a asumir loscostos sociales de las reformas.

Los datos oficiales de la Dirección Generalde Contaduría, procesados por el CEDLA,muestran que entre 1997 y 2008, las Prefecturasdestinaban, en promedio, casi dos terceras partesdel total de sus ingresos hacia el gasto social(por ejemplo entre 2005 y 2008 en promedioanual se asignó 56 por ciento para educación,salud, vivienda, asistencia social y otros) y eltercio restante para “asuntos económicos” (entreel 2005 y el 2008 en promedio anual se haasignado el 57 por ciento de ese tercio a caminos,alrededor del 14 por ciento a agricultura,silvicultura, caza y pesca; otros sectores comomanufactura, minería, otras industrias, investi-gación recibieron menos recursos).

Si bien el gasto social es esencial para elcrecimiento económico de las regiones, éste noes suficiente para cambiar las condiciones devida de la gente, en ese marco, la renta dehidrocarburos debería hacer la diferencia, esdecir, debería dirigirse a apoyar aquellos sectoresproductivos estratégicos para la región. Pese aque la participación de los asuntos económicoscobra relevancia en el uso de estos recursos,dentro de ellos se mantiene la priorización desectores tradicionales.

El gasto financiado con el IDH, uno de loscomponentes de la renta de hidrocarburos, seconcentró principalmente en dos gruposfuncionales: el 67 por ciento en asuntoseconómicos (entre el 2005 al 2008 en promedioanual se asignó 944 millones de bolivianos) y el12 por ciento en gasto social (entre el 2005 al2008 en promedio anual se asignó 139 millonesde bolivianos). Empero, llama la atención unaumento en el gasto de servicios públicosgenerales, relacionado fundamentalmente agasto corriente para la administración delgobierno departamental.

En el grupo de asuntos económicos, losrecursos se concentran principalmente en elrubro Transporte, es decir, fundamentalmenteen construcción y mantenimiento de carreteras.Esta situación general varía en cada Prefectura:por ejemplo en el caso de Santa Cruz el 94,2 porciento de los recursos de ese grupo se asigna aTransporte; en el extremo opuesto, la Prefectura

de Potosí solamente asigna el 39,5 por ciento. Elsegundo gasto más importante es el deagricultura, silvicultura, pesca y caza, no obstantelos recursos son bajos respecto a las necesidadesde este amplio sector. Finalmente, se puedeobservar bajos recursos del IDH asignados aIndustrias, manufactura y a investigación ydesarrollo.

LA PLATA SE VA EN CAMINOSEn promedio anual, entre el 2005 y el 2008,

la función de transporte concentraba el 57 porciento de los gastos en “asuntos económicos”,mientras que el 14 por ciento era destinado a lafunción de agricultura, silvicultura, pesca y caza.El restante 29 por ciento se distribuyó entre otrasseis funciones como minería, manufactura,construcción, otras industrias y muy poco o casinada para otros rubros.

En los proyectos relacionados a caminos, unade las principales fuentes de financiamiento sonlas regalías petroleras. En el caso de Chuquisacay La Paz, la infraestructura en caminos estotalmente financiada con recursos del IDH; enel resto de los departamentos hay unacombinación de fuentes.

ABANDONO PRODUCTIVOPara la función de investigación y desarrollo,

las Prefecturas asignaron un promedio anualde 23 millones de bolivianos, alrededor de 2,5millones por cada Prefectura, un monto que esabsolutamente insuficiente para promoveralgunos cambios estructurales e innovadoresdentro del sector productivo de cadadepartamento.

En el tema del desarrollo agropecuario, lanormativa en vigencia establece que lasPrefecturas deben apoyar la investigación ytransferencia tecnológica, elaborar y ejecutarprogramas y proyectos de riego y coordinaracciones para el desarrollo agropecuario, lo quesupone grandes responsabilidades que, sinembargo, no son atendidas por falta de recursos.

Según el gasto funcional, la función deagricultura, silvicultura, pesca y caza, enpromedio habría asignado la cifra de 412millones de bolivianos anuales entre el 2005 al2008, es decir alrededor de 45,7 millones debolivianos por Prefectura, una cifra marginalpara las necesidades productivas del área rural,pero que bien vale para graficar el abandono enel que está sumido el agro boliviano.

LAS PREFECTURAS SE HANOLVIDADO DEL TEMA PRODUCTIVOLas Prefecturas no usan la renta de los hidrocarburos para priorizar el sectorproductivo y la creación de riqueza en las regiones

POR EL MISMO as regiones de Bolivia no están pudiendo hastaahora encontrar la forma de superar los errores

que han impedido que puedan salir del atraso pro­ductivo y de la pobreza crónica.

Hoy, como ayer, los gobiernos regionales estánutilizando los recursos públicos para desarrollar suinfraestructura básica, sin alterar los factores funda­mentales para impulsar la producción y la produc­tividad regionales.

Históricamente, las regiones han invertido en laconstrucción y mantenimiento de carreteras, sin quese muestren cambios estructurales en la producciónregional. Ello lleva a deducir, que no basta el gastoen caminos para cambiar las condiciones deproducción del pequeño y mediano productorcampesino, sino que es imprescindible tambiéninversión en tecnología, en mecanismos de finan­ciamiento, en acceso a insumos agrícolas y otros.

El estudio del CEDLA señala que, para superarlos viejos problemas, el gasto que es financiado conrecursos de la renta de hidrocarburos debería teneruna orientación productiva sostenible.

Productiva con el fin de transformar la estructuradel aparato productivo de cada región, por lo quela gestión pública prefectural debiera priorizar varia-bles como el desarrollo tecnológico del agro, ladotación de insumos, la entrega de tierras, laincorporación de instrumentos financieros que per­mita al campesino acceder a capital financiero, políti­cas para incorporar mayor valor agregado a losproductos, la construcción de caminos en la redtroncal y provinciales, etc.

Y sostenible, porque un gasto bien orientado(eficiente y eficaz), proporcionará a la población y ala gestión pública prefectural en el mediano y largoplazo nuevos ingresos, y preservará el medio ambiente.

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L

Servicios públicosgenerales

Asuntos económicos

Defensa

Protección delmedio ambiente

Orden públicoy seguridad

Gasto social

0,0

1.000

Gestión2005

Gestión2006

Gestión2007

Gestión2008

2.000

3.000

4.000

5.000

6.000

7.000

Evolución del gasto prefectural según categoría funcional 2005 - 2008(Expresado en millones de bolivianos)

RENTA DE HIDROCARBUROS Y FINANZAS PREFECTURALES

Fuente: Fuente: Elaboración CEDLA, en base a la información de la Dirección General de Contaduría.

as regiones de Bolivia no están haciendo unuso racional, eficiente, productivo y susten-

table de los ingresos que reciben por laexplotación de los recursos naturales no renova-bles. Nadie, en las regiones, está sembrandopara el mañana los ingresos del gas, que sonfinitos en el tiempo y que algún momento seacabarán.

El informe del CEDLA, denominado “Larenta de hidrocarburos en las finanzas prefec­turales: tendencias de ingresos y gastos”,estableció, con base en datos oficiales, que lamayor parte de los ingresos de la renta de hidro­carburos fueron a sostener viejas estructurasdel gasto público en las regiones, dejando delado y sin financiamiento a otras importantísi­mas actividades para transformar las condi­ciones del aparato productivo del país, mediantela industrialización, la investigación y lainnovación tecnológica.

Hasta ahora, los elevados ingresos fiscalesque fueron asignados a las Prefecturas por con­cepto de IDH, IEHD y regalías petroleras hangenerado un contexto fiscal extraordinario paralas regiones y un ambiente propicio para llevaradelante políticas orientadas a transformar ymejorar el aparato productivo de cada región.Sin embargo, nada de ello ha ocurrido y, hastahoy, las regiones están desperdiciando esta granoportunidad para mejorar sus condiciones pro­ductivas y la calidad de vida de la población.

EL CASO DEL IDHEl análisis de las cifras oficiales permite es­

tablecer, por ejemplo, que un creciente porcentajede los recursos del IDH está siendo destinadoal gasto corriente en desmedro de la inversión.

En el 2008, por ejemplo, un tercio de estosrecursos fue destinado a gasto corriente (salarios,gastos de funcionamiento, etc) y los otros dostercios a la inversión, especialmente en laconstrucción y refacción de caminos. Dos años

antes, un poco más del 90 por ciento del IDHera destinado a la inversión.

MENOR CAPACIDAD PARA INVERTIROtros indicadores permiten establecer que,

entre el 2007 y 2008, se ha reducido la capacidadfinanciera de casi todas las Prefecturas parafinanciar sus gastos corrientes y para generarun margen financiero para realizar inversiones.

Este es el caso, por ejemplo, de la Prefecturade Tarija que en el 2007 disponía de un 72 porciento de excedentes para promover inversiónpública, mientras que para el 2008 esaproporción disminuyó al 63 por ciento, es decirentre esos años habría disminuido el margenfinanciero para los programas de inversión.

Lo propio pasa con otras siete Prefecturas(Oruro, Potosí, Chuquisaca, Beni, Santa Cruz,Cochabamba y La Paz), donde el excedente estápor debajo del 40 por ciento, por lo que ladisponibilidad de recursos para inversiónpública o para apalancar financiamiento tiendea reducirse.

Por ello, mientras no se implementen políticasinnovadoras que doten a los gobiernosdepartamentales de nuevos ingresos genuinosy sostenibles, la disponibilidad de recursos parala inversión pública paulatinamente irádisminuyendo.

MÁS GASTO CORRIENTEEn el caso de Tarija, Potosí, Chuquisaca y

Santa Cruz, otros indicadores muestran que elgasto corriente está aumentando a una mayorvelocidad que los ingresos corrientes. Tambiénse puede notar casos extremos, como el de Pandoy Oruro, que dan cuenta de una caída de susingresos corrientes, la misma que es acom-pañada de un crecimiento del gasto corriente.

Ante ello, el estudio del CEDLA señala quelos gobiernos prefecturales están en la imperiosanecesidad de innovar o mejorar las formas paraaumentar sus ingresos, así como también es­tablecer ciertas reglas fiscales para evitar elcrecimiento desmesurado del gasto corriente.

EN LAS REGIONES NO SEINVIERTE EN EL FUTUROLas Prefecturas están desperdiciando una gran oportunidad paracambiar el destino de las regiones y los pueblos

a enorme cantidad de dinero quehan recibido las regiones por la renta

de los hidrocarburos ha puesto en evi­dencia que en la mayor parte de las re­giones del país, la administración prefec­tural está signada por la ineficiencia, laimprovisación, la falta de planes y unaalarmante incapacidad para usar el di-nero recibido en obras que mejoren laproducción y la calidad de vida de lagente.

Según los datos del Ministerio de Ha­cienda, las Prefecturas habían acumuladoen sus cuentas fiscales, hasta noviembredel 2009, un total de 2.684 millones debolivianos. Este monto, por la extremaineficiencia de los gobiernos prefec­turales, no había podido ser ejecutado,a pesar que en las regiones la poblaciónreclamaba más y mayores recursos paravolcarlos hacia la producción, el empleoy la mejor calidad de vida.

Por ello, todo este dinero que haquedado esterilizado en las cuentas ban­carias y no tiene ningún uso, muy bienpodría servir para generar un fondo dedesarrollo nacional y regional, tal comose estila en otros países con muy buenosy alentadores resultados para la inver-sión productiva.

HAY PLATA, PERO NO CAPACIDAD DE GESTIÓN

COMPETENCIAS YOPORTUNIDAD

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L

2006 % 2008 %

Gastos corrientes 41.505.115 2,7 378.965.565 33,0Gastos de capital 1.392.014.131 90,1 726.094.782 63,3Aplicaciones financieras 110.963.797 7,2 41.681.671 3,6

1.544.483.043 100,0 1.146.742.018 100,0

Utilización del IDH según el clasificador por tipo económico(En bolivianos)

La atención del sector pro­ductivo demanda, además,mayores asignaciones finan­cieras, por lo que es necesa­rio replantear un reorde­namiento de competenciasen el manejo de ciertos re­cursos, como es el caso delIDH.

La oportunidad que brindala renta de hidrocarburospara cambiar las regionesn o es t á s ien d o b ie nutilizada, y esto debepreocupar no sólo a losformuladores de políticaspúblicas sino también a lasociedad civil.

L

Prefectura de Pando

Prefecturadel Beni

Prefectura deSanta Cruz

Prefecturade Tarija

Prefecturade Potosí

Prefectura de Oruro

Prefectura deCochabamba

Prefecturade La Paz

Prefectura deChuquisaca

Fuente: Elaboración CEDLA, con base a información de la Dirección General de Contaduría.

131,0

40,2

427,1306,9

244,9

614,1

41,9

206,2

Saldo en cuentas fiscales de las Prefecturas 2009(En millones de bolivianos)

672,2

Fuente: Fuente: Elaboración CEDLA, en base a la información de la Dirección General de Contaduría.

RENTA DE HIDROCARBUROS Y FINANZAS PREFECTURALES

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a activa y permanente participación de lasociedad civil organizada, tanto en la

definición de las políticas públicas como en lafiscalización en el uso de los recursos fiscalesgenerados en la explotación de los hidrocarburos,es la única garantía real para posibilitar que estosdineros contribuyan efectivamente a lograr undesarrollo integral y equitativo de las regiones.

Todo ello, sin embargo, requiere que las insti­tuciones nacionales y regionales que manejanlos recursos públicos transparenten la gestiónprefectural, hagan pública la información sobreel manejo de los recursos y den a conocer, endetalle, las fases de la planificación estratégicay los espacios de participación social.

La iniciativa internacional del InternacionalBudget Partnership, ha desarrollado un índiceque sistematiza un conjunto de datos compara­tivos sobre la disponibilidad pública deinformación presupuestaria y otras prácticas derendición de cuentas sobre el presupuesto en 85países. La última versión de éste, realizada en2008, mostró que Bolivia ocupa el puesto 74 de85 países -índice para Bolivia 6 de una escala de1 a 100-, lo que indica que se ofrece poca o casininguna información al público sobre el Presu­puesto General de la Nación (PGN) y que la pocainformación disponible no es sencilla en su lec­tura, no es información desagregada y/o en al­gunos casos no es oportuna.

Estos resultados, exigen el cumplimiento delmarco normativo nacional, relativamente desa-rrollado, dirigido a garantizar a la población elacceso a la información relativa a las acciones yresultados de la política pública (DS 28168, o laPolítica Nacional de transparencia y Lucha contrala Corrupción promulgada mediante DS 214).

UNA MIRADA A DOS REGIONESUn ejercicio realizado en dos prefecturas de

Bolivia, el presente año, da cuenta que las difi­cultades que enfrenta la sociedad civil para ac­ceder a información del PGN, se repite en losniveles intermedios de gobierno.

La valoración de la transparencia en estasPrefecturas, se realizó a partir del levantamientode un cuestionario de 79 preguntas estructuradasen dos secciones: i) la propuesta de presupuestoy ii) el proceso presupuestario en sus cuatrofases. El propósito de este instrumento fueevaluar la disponibilidad de documentaciónesencial sobre los presupuestos públicos de lasprefecturas, las características de la informacióndisponible y otras prácticas en la rendición decuentas. A partir de esa información se estructuróun índice que agrega la calificación dada a cadauna de las preguntas; si el indicador asume elvalor de 1 se indica que las prefecturas sontotalmente transparentes y si es 0, no son nadatransparentes.

La encuesta mostró que en las prefecturas deTarija y Chuquisaca la gestión pública presu­puestaria es poco transparente, registrando índi­ces que están alrededor del 0,23 y de 0,27, respec­tivamente. Aunque se pudo identificar esfuerzospor elaborar informes y generar espacios departicipación social, destaca la ausencia de ciertosdocumentos necesario para el monitoreo yseguimiento de la gestión pública.

En el caso de la participación social, se requierevalorar el tipo de organizaciones que son con­sultadas, la difusión de los instrumentos querecogen los acuerdos en esos espacios departicipación y su institucionalización dentro delas prefecturas.

¿POR QUÉ ESTACALIFICACIÓN TAN BAJA?Por una definición metodológica, se estableció

que una de las variables centrales es ladisponibilidad de la Propuesta de Presupuestoelaborado por el ejecutivo departamental. Comola encuesta comprobó que la propuesta depresupuesto no es accesible, la encuesta sedesarrolla sólo sobre el 53% de su contenido, loque afecta decisivamente en la calificación global,que se ve reducida por esta omisión.

MEJORAR LA TRANSPARENCIAEN LA GESTIÓN FISCAL

El Estado y las regiones tienen el reto de introducir mecanismospara que la población esté bien informada y decida sobre el destino

y uso de los recursos

L

RENTA DE HIDROCARBUROS Y FINANZAS PREFECTURALES

El levantamiento de la encuesta ha evidenciadodiversos aspectos del proceso presupuestario;mencionamos los más importantes:

• La elaboración del presupuesto de las prefecturasestá inicialmente sujeta a ciertas directrices queproporciona el gobierno central sobre el registrocontable y ciertos procesos para la elaboración delpresupuesto de ingresos y gastos. Empero, el plazoque corre entre ese momento y la remisión delpresupuesto aprobado al ejecutivo nacional, esinsuficiente para que las instancias regionales(públicas y privadas) puedan debatir el contenidodel presupuesto.

• En el caso de Chuquisaca, el consejo departamentalrecibió la propuesta de presupuesto para suaprobación, 15 días antes de la fecha establecidapor el Ministerio de Hacienda para que laprefectura remitiera su presupuesto aprobado.

• En ambas prefecturas, se sostiene que en elmomento de establecer prioridades en elpresupuesto el ejecutivo de la prefectura consultacon los consejeros y con el público. En el caso deChuquisaca se habría desarrollado talleres conorganizaciones sociales; en el caso de Tarija, secontaría con los ECOS, los Comités de Desarrolloy los ATC’s, que son espacios que posibilitan laplanificación participativa. Sin embargo, en Tarijavarias organizaciones sociales, principalmentecampesinas, refutan esa información y sostienenque la prefectura logra avales manipulandoorganizaciones apócrifas o mediante funcionariosde la misma prefectura.

• El punto negativo en el proceso de participaciónsocial, es que en ninguna de las dos prefecturas sedevuelve a los actores la propuesta de presupuesto,que es una versión preliminar que el ejecutivo dela Prefectura entrega a consideración del consejo

departamental. La ausencia en la divulgación deeste documento dificulta que las organizacionesque participaron en los espacios de planificaciónpresupuestaria, puedan identificar si los principalesacuerdos fueron incorporados al presupuesto.

• Se requiere una evaluación de los resultadosalcanzados en la ejecución presupuestaria delúltimo año. Si bien el ejecutivo entrega informesde ejecución financiera y física, se desconoce elimpacto alcanzado con la inversión, conocimientoimprescindible para definir si se continúa con esaorientación del gasto o se establece nuevasprioridades.

• Ninguna de las dos prefecturas cuenta conpresupuestos ciudadanos. Si bien la norma vigenteno exige este tipo de documentos, es necesario uninstrumento que informe y explique las prioridadesfijadas en los presupuestos, de manera sencilla yaccesible al conjunto de los ciudadanos.

Algunos elementos del proceso presupuestario