Las superficies de erosion en las sierras pampeanas de Córdoba

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Articulo geológico que describe el origen de las sierras pampeanas de la region central de Argentina, Córdoba.

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    478 Revista de la Asociacin Geolgica Argentina62 (3): 478-482 (2007)

    COMUNICACIN

    LAS SUPERFICIES DE EROSIN EN LAS SIERRASPAMPEANAS DE CRDOBA: ALGUNAS CONSIDERACIONESOBRE SU GNESISCarlos A BELTRAMONE

    Centro de la Regin Semirida - CONICET, Ambrosio Olmos 1144, Crdoba. E-mail: [email protected]

    INTRODUCCIN

    Las Sierras Pampeanas de Crdoba consti-

    tuyen parte de la unidad morfoestructuralSierras Pampeanas Orientales, y se encuen-tran ubicadas entre los 2900 y los 3330de latitud sur y los 6400 y 6530 de lon-gitud oeste (Fig. 1a). Estn formadas portres cordones principales; a oriente las sie-rras Chicas, del Norte, Pajarillo-Copaca-bana y de Las Peas; en el sector central lasierras Grandes y de Comechingones, y aoccidente las sierras de Pocho, Serrezuela y de Guasapampa, constituidas por rocas me-tamrficas de edad precmbrica a paleozoi-ca inferior y granitoides paleozoicos, de

    dimensiones batolticas y sedimentitas me-sozoicas (Gordilloet al.1979). Estos cordo-nes se hallan a su vez separados entre si porsedimentos intermontanos cenozoicos.En el sector oriental del rea producto deuna actividad volcnica explosiva se inicia-ron efusiones andesticas asociadas a dep-sitos de materiales piroclsticos los quecubrieron en parte la antigua planicie de laPampa de Pocho y la sierra de Guasapampa(Olsacher 1960).

    El relieve de la regin est controlado prin-cipalmente por la constitucin litolgica y por la estructura, de carcter policclico,

    destacndose tres ambientes geomorfolgi-cos particulares; el primero representadopor un paisaje de tipo tectnico, caracteri-zado por bloques de montaas separadospor cuencas longitudinales del tipo "basin and range landscaspe ", el segundo por geofor-mas de origen volcnico, constituido porrestos de aparatos volcnicos como los vol-canes de Pocho, y el tercer tipo de relievepor geoformas erosivas y de acumulacinformadas en varias fases derivadas princi-palmente de los procesos fluviales y deremocin en masa.

    Un rasgo destacable en las sierras de Cr-doba es la presencia de una superficie deerosin conservada en la cima de las serra-nas, conocidas como pampas de alturas.En este trabajo se dan a conocer algunasconsideraciones sobre la gnesis estassuperficies de erosin, basadas en observa-ciones de campo, interpretacin de fotogra-fas areas, imgenes satelitarias, como unaporte ms al estudio sobre la geomorfolo-ga de las sierras de Crdoba.

    LAS SUPERFICIESDE EROSIN

    En las Sierras Pampeanas de Crdoba pden distinguirse dos grupos de formaserosin; las relacionadas con los restouna superficie de erosin o nivel de eroantiguo y las que responden a la red fluactual. Las primeras conocidas como ppas de altura son las que se analizarneste trabajo, ya que hay grandes controsias sobre su origen y edad.

    a) Ubicacin y caractersticas

    Se pueden reunir para su estudio las

    guientes formas (Fig.1b).1) Superficie de erosin de las sierras Grande ymechingones: esta superficie de erosin epreservada como un conjunto de remantes en varios niveles topogrficos siendprincipales los de Pampa de AchalaMateo (1.900 y 2.100 m s.n.m). Hacnorte se encuentra el nivel conocido coPampa de San Luis, ubicado ente 1.65s.n.m. y entre los 900 y 1.200 m s.n.mencuentra el nivel Pampa de Olaen

    RESUMENLas Sierras Pampeanas de Crdoba constituyen parte de la unidad morfoestructural Sierras Pampeanas Orientales. Se considercia de una sola superficie de erosin, preservada en diferentes posiciones topogrficas. Escarpas de fallas limitan las superfsin reconocidas. No fueron reconocidos signos que evidencien el proceso de pedimentacin en su base, ni profundos perfilesrizacin (saprolito). Se consideran a esta superficie como una peneplanicie formada durante el Paleozoico y posteriormente dda por los movimientos tectnicos que dieron lugar a la formacin de las sierras de Crdoba

    Palabras clave:Superficies de erosin, peneplanicies, pediplanicies, Sierras Pampeanas, Crdoba. ABSTRACT:The erosional surfaces in the Sierras Pampeanas of Crdoba: some considerations on their genesis. The Sierras Pampeanas of Cordoba (Ar-

    gentina) constitute part of the morphostructural eastern Sierras Pampeanas. The planation surface is preserved at different elthe mountain. Fault escarpments that displace the surface are recognized. There is no evidence of pediplanation at the base ofound weathering profile (saprolite). A planation surface (peneplain) formed during the Paleozoic, shows evidence of tectonic that affected the Sierras at the Miocene and Plio-Pleistocene.

    Keywords:Planation surface, peneplain, pediplain, Sierras Pampeanas, Crdoba.

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    Pampita.2) Superficie de erosin de la sierra Chica:en estesector la conservacin de la superficie deerosin se restringe principalmente a la uni-formidad de cumbres. Sin embargo, la pale-osuperficie aparece en dos niveles; el de LaPampilla ubicado entre los 1.450-1.500 ms.n.m, y el del cerro El Cuadrado entre los1.200-1.300 m s.n.m.3) Superficie de la sierra de Pocho: Estdada por una planicie conocida toponmica-mente como Pampa de Pocho entre los1.150 y 900 m s.n.m.Por ltimo, existen otros indicios de super-ficies similares a las descriptas, en las sierrasde Las Peas, Sauce Punco y de San PedroNorte, las que se hacen difciles de carto-grafiar por sus dimensiones o por su posi-cin topogrfica.

    b) Modelo conceptual sobre sudesarrollo

    Estas superficies son consideradas por lamayora de los autores como de erosin.Existen diversas opiniones en cuanto a sugnesis y edad, siendo los modelos concep-tuales propuestos por Davis (1899) y King (1953) los de mayor aceptacin (Fig. 1c).Las primeras investigaciones sobre el tema

    pertenecientes a Beder (1916), Rassmuss(1926), Rimann (1926), Schmieder (1921) y Gonzlez Daz (1981), entre otros, adhirie-ron al modelo de peneplanicie en sentidodavisiano, el cual parta de un largo periodode calma tectnica, que asociado a los pro-cesos erosivos subareos reducira la topo-grafa a una superficie casi llana o penepla-nicie, considerando a la erosin fluvial co-mo el proceso normal desarrollado en for-ma permanente. Carignianoet al. (1999)marcaron un cambio sustancial en cuanto alestudio de estas paleosuperficies y propu-

    sieron el desarrollo de un modelo poligni-co para su formacin destacando la presen-cia de un nivel correspondiente a unetch-

    plain de edad jursica. Adems describentres niveles de pediplains (King 1953) de eda-des ms jvenes, comprendidas entre elCretcico y el Paleoceno. Este ltimo mo-delo se basa en la accin de procesos erosi- vos sobre un frente montaoso que da lu-gar a una llanura de pedimento ( pediplain ),desarrollada a consecuencia del retroceso

    del frente de una escarpa y de la coalescen-cia de superficies pedimentadas. Se sugierecomo una hiptesis a desarrollar introducirel modelo desarrollado por Wayland (1934)de planicie grabada. Esta hiptesis se fun-damenta a partir de la erosin de una super-ficie rocosa profundamente saprolitizada y meteorizada, de acuerdo a lo propuesto deRabassa et al. (1996), quien reconoci en laspampas de Achala y San Luis profundosperfiles de meteorizacin.

    c) Discusin

    Sobre esa base se puede resaltar que hay diversas opiniones entre diversos autores encuanto a la gnesis, ( peneplain, pediplain y etch-

    plain ), edad y nmero de superficies de ero-sin. A continuacin se presentarn consi-deraciones fundadas en la observacin deestas superficies:a) De acuerdo a los perfiles geolgicos deGross (1948) y Olsacher (1972), los quefueron interpretados con sentido geomor-folgico para el rea que abarca a las sierrasGrande, Chica y de Pocho (Fig.1d), semuestra que las superficies de erosin slocortan a rocas metamrficas y granticas delPaleozoico inferior y estn cubiertas enforma saltuaria por sedimentos y material

    piroclstico meso-cenozoico. En la sierrade Sauce Punco la superficie de erosintrunca a gneises y esquistos y mientras queen la de San Pedro se halla elaborada enrocas granticas. Methol (1958) mencionpara en la regin de Punta del Monte laexistencia de una semillanura elaborada enrocas metamrficas. En las sierra de LasPeas, como en los casos anteriores esta su-perficie se halla elaborada sobre rocas delbasamento cristalino que en sectores se ha-lla cubierta por sedimentos modernos.b) En el rea de estudio y a diferencia de las

    superficies desarrolladas en reas cratnicasestudiadas en Africa por Partridge y Maud(1987) y Wayland (1934), no se ha observa-do el desarrollo sobre ellas de una superfi-cie rocosa de saprolito o de profundos per-files de meteorizacin que se extienden ha-cia abajo varios metros, como los expuestospor Rabassa et al. (1996) para niveles de laspampas de Achala y de San Luis, cuyascaractersticas prueban la formacin de unapaleosuperficie llana que avala un periodo

    bioclimtico de biostasia, y posterior rebajamiento de la superficie terrestre debido a laccin de una erosin continua en periodode rexistasia, que favorecieran el desarrollde una antigua y extensa paleosuperficigrabada ( etcheplain ).La presencia de caoln debido a la alteracide la roca grantica en la cabecera del r Yatn y al sur de puesto Guzmn, puede in-terpretarse como un producto de meteori-zacin qumica, aunque algunos trabajos geolgicos hacen referencia a una gnesis hdrotermal (Olsacher 1972).En la actualidad para estos niveles predomina el proceso de arenizacin producto de ladescomposicin de las rocas granticas poefecto del proceso de meteorizacin fsicac) De acuerdo con las observaciones realizadas en el campo y en las fotografas areas, se pudo comprobar que en la base de laescarpas asociadas a la dislocacin de lasuperficies en el cordn central o de la sierra Grande no han sido reconocido elemen-tos morfolgicos tales como engolfamientos, cubiertas detrticas en transito, canalculos ( rill-wash ), etc., que evidencien la ac-tuacin de procesos de pedimentacin y sucoalescencia para formar una llanura de pedimento, por lo que se hace difcil de sostener como argumento general un origen ero

    sivo para el talud que separan los distintoniveles de erosin.d) Los perfiles topogrficos indican que elevantamiento de la peneplanicie fue enforma de un bloque basculado hacia el esta partir del desplazamiento sufrido por laactividad de la falla principal de la SierrGrande (Olsacher 1960) la que margina aoriente a la paleosuperficie, de tal modo quentre la parte occidental y oriental se gener una diferencia de altura de unos 250 metros aproximadamente. Este basculamientoal este se lo puede identificar en la direcci

    de los ros Yatan, Icho Cruz y Cajn, y en lacumulacin preferencial de la sedimentacin correlativa en las Formaciones Cosqun y Casa Grande en la depresin tectonica de Punilla.Dentro del complejo montaoso de la sie-rra Grande es donde mejor se puede obser- var la planicie distribuida en distintos niveles topogrficos. Tal situacin est relacionada a dos lneas tectnicas principales representadas por dislocaciones escalonadas

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    Figura 1: a)Localizacin del rea;b) Principales rema-nentes de peneplani-cies; c) Modelo dedesarrollo: a) segnDavis (1889) y b)segn King (1953); d)Perfiles geolgicos y traza de la peneplani-cie.

    C. A BELTRAMONE

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    La dislocacin ms importante est dadapor el escaln tectnico que separa el nivelde pampa de Achala (2.100 m s.n.m) con elnivel de pampa de San Luis (1.600 m s.n.m.)correspondiente a la falla inversa Los Gi-gantes-Copina de rumbo general NO (Ol-sacher 1960, Bonalumiet al. 1998). La evi-dencia de esta falla est dada por la presen-cia de fajas milonitizadas rojizas a lo largodel escaln en las proximidades del cerroLos Gigantes que pueden relacionar con elescaln tectnico denominado por Gross(1948) como escarpa El Pircado-Los Gi-gantes-Copina. Hacia el noreste y separadadel segundo nivel por el escaln tectnicocorrespondiente a la falla de Characato-OroGrueso (Gross 1948) y de otras dislocacio-nes menores de rumbo submeridiano, seencuentran los niveles de La Pampita, Pues-to La Ensenada y Pampa de Olan ubicadosentre los 900 y 1.100 m s.n.m. correspon-dientes al tercer nivel reconocido en el blo-que central. Otra consideracin que podraavalar el origen tectnico y no erosivo deestas escarpas es que los principales restosde erosin ( monadnocks ), como el caso de loscerros Los Gigantes, La Cruz, Malambo,Uritorco y Pan de Azcar, estn vinculadosen forma directa a estructuras falladas.e) En cuanto a su edad, no se han observa-

    do el desarrollo de suelos polignicos con-temporneos a la formacin de la penepla-nicie o algn otro elemento datable, quepueda aportar informacin para la recons-truccin de las condiciones climticas y to-pogrficas pasadas y que atestigen unaedad para la misma. Solo hay evidencia quela penillanura fue elaborada entre dos even-tos geolgicos, dados por el emplazamientodel zcalo cristalino sepultado por la sedi-mentacin continental trisica-cretcica,posteriormente exhumada y fragmentadapor una fase tectnica correspondiente al

    ciclo ndico, por lo que dicha superficie po-dra considerarse precretcica, o como m-ximo de un periodo anterior al bascula-miento.

    RESULTADOS

    Debido a la gran diferencia de opinin quehay entre los distintos autores se enunciarnciertos principios para aclarar su origen:- Al no haber observado la presencia de

    profundos perfiles de meteorizacin ni lapresencia de roca saprolitizada, que permi-ta la reconstruccin de una superficie planano es posible considerar para la formacinde esta planicie el modelo deetcheplainy porende la presencia deetchplain scarpque sir- van de separacin entre dos niveles de pla-nicies.- Al no existir evidencias de pedimentacinen la base de los escarpes o su coalescenciaen su parte distal, se hace difcil sostener laformacin de una llanura de pedimentos( pediplain ) para la formacin de los distintosniveles de la paleosuperficie.- Las escarpas que limitan los distintos nive-les topogrficos de la paleosuperficie estnrelacionadas con fallas por lo que se descar-ta su origen erosivo y por ende la formacinde un pediplain .- El buen grado de conservacin actual queguarda la peneplanicie en el bloque centrales debido a que ha sido elaborada sobrerocas resistentes lo que favoreci su perma-nencia luego de los distintos ciclos de exhu-macin plio-pleistocenos.- Al no tener elemento datable, se hace dif-cil determinar la edad real o comparativa deesta superficie desmembrada y ubicada endistintas posiciones topogrficas y por lotanto es arriesgado correlacionar a estas

    peneplanicies con otras existentes en distin-tas unidades morfoestructurales.

    CONCLUSIONES

    Por lo expuesto anteriormente se puedeconcluir en que la interpretacin de estaspaleosuperficies topogrficas elevadas secorrespondan a una antigua peneplanicieprejursica (old-from-birth-peneplain , Davis1922) de extensin regional, la que ha sidosepultada bajo sedimentos cretcicos -tal loobservado en el paraje La Pampilla- y pos-

    teriormente exhumada y disectada, dandolugar a la formacin de un paisaje resurrec-to, cuya continuidad fsica se ve desmem-brada por los diferentes eventos tectnicoscorrespondientes a la orogenia andina (Groeber 1951), instalando un nuevo ciclo erosi- vo y encajonando los ros de actual configu-racin de la red fluvial. Fundamentan lapropuesta de una peneplanicie en sentidode ciclo de erosin como el propuesto porDavis (1922) los siguientes criterios:

    - Concordancia de cumbres en las sierraChicas y Grandes,- Truncamiento de diferentes estructuras ycomposicin litolgica, tales como las rocametamrficas e intrusiones postmetamrficas, de composicin grantica correspondientes al basamento cristalino.- Remanentes de erosin de tipomonadnocks (cerros Los Gigantes, La Cruz, Uritorco yPan de Azcar) asociados a estructuras defallas,- Valles que muestran interrupciones en susperfiles, como aquellos pertenecientes a lacuencas de ros que tienen sus nacientes enla pampa de Achala (Icho Cruz, MalamboCajn y Yuspe). Estos ros tienen sus nacientes sobre el relieve maduro de la superficie de erosin (peneplanicie) y su red ddrenaje muestra un condicin grosera con valles anchos y planos, el rejuvenecimientse da en los bordes del bloque exhumado,all donde la accin fluvial fue muy activse refleja en el grado de diseccin.- Por ltimo, si bien no se puede hacer unpronunciamiento definitivo, estos argumentos pueden aclarar en algo la formacin desta antigua paleosuperficie.

    TRABAJOS CITADOS EN EL TEXTO

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    Davis, W.M. 1899. The geographical cycle. Gegraphic Journal 14: 481-504

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    Recibido: 20 de diciembre, 2006 Aceptado: 15 de abril, 2007