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Lección 28: el diezmo. «A aquellos que viven fiel y sinceramente la ley del diezmo, el Señor promete una abundancia de bendiciones. Algunas de estas bendiciones son temporales, del mismo modo que lo son los diezmos. Pero al igual que las ordenanzas terrenales del bautismo y la Santa Cena, el mandamiento de pagar el diezmo requiere sacrificio temporal, que en última instancia, produce grandes bendiciones espirituales». (Robert D. Hales, «Tithing: A Test of Faith with Eternal Blessings», Ensign, Nov. 2002, 26). Himno: «Tú me has dado muchas bendiciones, Dios», Himno 137 Escritura: «Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde». (Malaquías 3:10) Lección: Para esta lección, necesitará diez caramelos. Antes de empezar y sin que nadie lo sepa, explique a un miembro de la familia que durante la actividad le dará diez caramelos, pero luego le pedirá que le devuelva uno. Dígale a la persona que se resista y se niegue a devolverle uno. Cuando estén todos juntos, busque alguna razón para darle los caramelos a ese miembro de la familia en particular, como se dijo antes. Cuando la persona se niegue a darle uno, pida a su familia a leer en silencio 3 Nefi 24:8-12. Pídales que piensen cómo estos versículos hacen referencia a la experiencia que acaban de presenciar. Lean estos versículos de nuevo, ahora en voz alta como familia, y pregunte: ¿Por qué algunas personas no pagan el diezmo? • ¿Qué bendiciones derramará el Señor sobre una persona que pague el diezmo? ¿Cuáles son algunas de las bendiciones que se mencionan específicamente en los versículos 11-12 y cómo se pueden aplicar en nuestra vida cotidiana? Este es también un buen momento para explicar cómo se calcula el diezmo (véase DyC 119:4) y para testificar de la ley del diezmo. (Dennis H. Leavitt and Richard O. Christensen, Scripture Study for Latter-day Saint Families: The Book of Mormon, [Salt Lake City: Deseret Book, 2003], p. 309.) Refrigerio Tarta de chocolate y fresas - 330 gr. de galletas Oreo. - 110 gr. de mantequilla derretida. - 4 cucharillas de leche (20ml). - 350 gr. de chocolate para postres, troceado. - 3/4 taza de nata para montar (200 ml.) - 5 cucharadas de mermelada de fresa. - 10 fresas frescas. - Almendras picadas. Triturar las galletas hasta hacerlas polvo fino. Ponga las galletas, la mantequilla y la leche en un cuenco y mezclar bien. Vertemos la mezcla en un molde desmontable de 12X36 cm y la repartimos bien presionando contra el fondo con una cuchara, sobre todo en las esquinas. Reposar en el congelador mientras preparamos el resto. Ponga la nata en un cazo a fuego medio . Antes que empiece a hervir retiramos del fuego y añadimos el chocolate troceado. Removemos hasta que se haya fundido por completo. Sacamos el molde del congelador y ponemos cinco cucharadas de mermelada de fresa, repartiéndola bien por todo el fondo. Sobre la mermelada vertemos el chocolate y la re partimos con una espátula. Ponga las fresas frescas sobre el chocolate y espolvoree un poco de almendra por encima. Refrigerar durante dos horas. En lugar de fresas se pueden usar otras (frambuesas, plátano, kiwi…)

Lección 28: el diezmo

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Page 1: Lección 28: el diezmo

Lección 28: el diezmo. «A aquellos que viven fiel y sinceramente la ley del diezmo, el Señor promete una abundancia de bendiciones. Algunas de estas bendiciones son temporales, del mismo modo que lo son los diezmos. Pero al igual que las ordenanzas terrenales del bautismo y la Santa Cena, el mandamiento de pagar el diezmo requiere sacrificio temporal, que en última instancia, produce grandes bendiciones espirituales».

(Robert D. Hales, «Tithing: A Test of Faith with Eternal Blessings», Ensign, Nov. 2002, 26).

Himno: «Tú me has dado muchas bendiciones, Dios», Himno 137

Escritura: «Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde». (Malaquías 3:10)

Lección: Para esta lección, necesitará diez caramelos. Antes de empezar y sin que nadie lo sepa, explique a un miembro de la familia que durante la actividad le dará diez caramelos, pero luego le pedirá que le devuelva uno. Dígale a la persona que se resista y se niegue a devolverle uno.

Cuando estén todos juntos, busque alguna razón para darle los caramelos a ese miembro de la familia en particular, como se dijo antes. Cuando la persona se niegue a darle uno, pida a su familia a leer en silencio 3 Nefi 24:8-12. Pídales que piensen cómo estos versículos hacen referencia a la experiencia que acaban de presenciar. Lean estos versículos de nuevo, ahora en voz alta como familia, y pregunte:

• ¿Por qué algunas personas no pagan el diezmo?

• ¿Qué bendiciones derramará el Señor sobre una persona que pague el diezmo?

• ¿Cuáles son algunas de las bendiciones que se mencionan específicamente en los versículos 11-12 y cómo se pueden aplicar en nuestra vida cotidiana?

Este es también un buen momento para explicar cómo se calcula el diezmo (véase DyC 119:4) y para testificar de la ley del diezmo.

(Dennis H. Leavitt and Richard O. Christensen, Scripture Study for Latter-day Saint Families: The Book of Mormon, [Salt Lake City: Deseret Book, 2003], p. 309.)

Refrigerio

Tarta de chocolate y fresas - 330 gr. de galletas Oreo. - 110 gr. de mantequilla derretida. - 4 cucharillas de leche (20ml). - 350 gr. de chocolate para postres, troceado. - 3/4 taza de nata para montar (200 ml.) - 5 cucharadas de mermelada de fresa. - 10 fresas frescas. - Almendras picadas.

Triturar las galletas hasta hacerlas polvo fino. Ponga las galletas, la mantequilla y la leche en un cuenco y mezclar bien. Vertemos la mezcla en un molde desmontable de 12X36 cm y la repartimos bien presionando contra el fondo con una cuchara, sobre todo en las esquinas. Reposar en el congelador mientras preparamos el resto.

Ponga la nata en un cazo a fuego medio . Antes que empiece a hervir retiramos del fuego y añadimos el chocolate troceado. Removemos hasta que se haya fundido por completo. Sacamos el molde del congelador y ponemos cinco cucharadas de mermelada de fresa, repartiéndola bien por todo el fondo. Sobre la mermelada vertemos el chocolate y la re partimos con una espátula.

Ponga las fresas frescas sobre el chocolate y espolvoree un poco de almendra por encima. Refrigerar durante dos horas. En lugar de fresas se pueden usar otras (frambuesas, plátano, kiwi…)

Page 2: Lección 28: el diezmo

Historia:

Aquella primera papeleta de diezmos Spencer W. Kimball

Cuando era un joven muchacho en Thatcher, Arizona, mi padre deseoso de enseñar a sus hijos el ser trabajadores, a ahorrar y a pagar el diezmo, nos dió a mi hermana Alice y a mí un terreno en el que él había plantado patatas.

Yo quitaba las malas hierbas y ayudaba a regar las patateras hasta que estuvieron listas para sacar las patatas. Entonces Alice y yo cavamos, les quitamos la tierra y las separamos por tamaño. Las más grandes y uniformes las pusimos en una caja y las cargamos en mi carrito rojo. Luego, después de ponernos ropa limpia, tiramos del carrito rojo con su contenido a la ciudad. Vendíamos nuestra mercancía a algunos vecinos, pero una amable hermana que dirigía el hotel era nuestra mejor cliente. Ella echaba un vistazo a nuestra mercancía y nos compraba con regularidad durante la temporada.

Después de vender nuestro primer cargamento, estábamos tan felices que casi no podíamos esperar a llegar a casa para contarle a nuestros padres el éxito que habíamos tenido. Padre nos escuchó contar nuestro dinero; a nosotros nos parecía una gran cantidad. Entonces dijo: «¡A eso se le llama capital! ¿Qué vais a hacer con vuestro dinero?»

Imaginábamos los conos de helado, dulces y regalos de Navidad que podríamos comprar. Entonces a su manera característica e impactante, dijo nuestro padre: «¿No os habréis olvidado del obispo, verdad? El Señor ha sido bueno con nosotros. La tierra es suya. Nos envió el rocío y la luz del sol, y todo lo que hicimos fue arar, plantar, cultivar y cosechar. Siempre le devolvemos una décima parte al Señor para su obra. Cuando hayáis pagado vuestro diezmo al obispo, podréis luego usar el resto como queráis».

Creo que todavía tengo entre mis recuerdos aquella primera papeleta de diezmos.

(Leon R. Hartshorn, Classic Stories from the Lives of Our Prophets, [Salt Lake City: Deseret Book, 1971].

Actividad:

Coloque diez monedas sobre una mesa. Pida a un familiar que demuestre con las monedas cual sería el diezmo de esa cantidad. Hablen sobre las siguientes cuestiones:

• ¿Cuál es la décima parte de 100? ¿Y de 1000?

• ¿Creéis que es más difícil pagar el diezmo de poco o de mucho dinero? ¿Por qué?

• ¿Para qué se usa el diezmo? (construir iglesias, templos y otros edificios propiedad de la Iglesia, mantenimiento y reparaciones de los edificios, la obra misional, pagar a los empleados de la Iglesia y los presupuestos de la estaca, del barrio o rama.)

• ¿Qué bendiciones habéis recibido por pagar el diezmo?

(Dennis H. Leavitt and Richard O. Christensen, Scripture Study for Latter-day Saint Families: The Doctrine and Covenants, [Salt Lake City: Deseret Book, 2004], p. 266.)

Dele a cada jugador diez monedas. Pídales que echen una moneda dentro de una caja etiquetada «diezmo» y deje que jueguen con el resto. Marque una línea en el suelo con cinta adhesiva, y ponga una cuenco o tartera de metal a dos metros y medio de distancia de la línea. Cada jugador se turna para lanzar desde la línea sus monedas al recipiente de metal. El ganador es el que logra colar la mayor cantidad de monedas en la lata.

www.editorialsud.eswww.nochedehogar.es

Page 3: Lección 28: el diezmo

Hucha de felpa para los diezmos.• Felpa acrílica • Patrón cerdito • Aguja e hilo • Rotulador

Patrón de hucha cerdito

PASO 1Corte el patrón en papel y dibújelo sobre la felpa o use alfileres de costura para sujetarlo a la misma. Marque la linea que servirá de abertura para la hucha y dibuje un rectángulo alrededor. Cosa el rectángulo con hilo. Recorte la apertura de la hucha con unas tijeras

PASO 2Cosa el cerdito a otra pieza de felpa y recorte siguiendo el mismo dibujo.

PASO 3Una vez cosido, puede empezar a poner monedas dentro. Si lo quiere personalizar, puede realizarle algún bordado, por ejemplo indicando la palabra «Diezmos».