Lectio divina del Salmo dominical Pentecostés

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Lectio divina del Salmo dominical Pentecostés. Hch 2,1-11:  Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar. Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34:  Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. - PowerPoint PPT Presentation

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Domingo XXX del T.O. Ao C

Lectio divina del Salmo dominical

PentecostsHch 2,1-11:Se llenaron todos de Espritu Santo y empezaron a hablar.Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34:Enva tu Espritu, Seor, y repuebla la faz de la tierra.1Cor 12,3b-7.12-13:Hemos sido bautizados en un mismo espritu, para formar un solo cuerpo.Antes del Evangelio se recita la Secuencia del Espritu Santo (Veni Sancte Spiritus):Jn 20,19-23:Como el Padre me ha enviado, as tambin os envo yo. Recibid el Espritu Santo.Enva tu Espritu, Seor, y repuebla la faz de la tierra.

Bendice, alma ma, al Seor:Dios mo, qu grande eres!Cuntas son tus obras, Seor;la tierra est llena de tus criaturas. Enva tu Espritu, Seor, y repuebla la faz de la tierra.

Les retiras el aliento, y expirany vuelven a ser polvo;envas tu aliento, y los creas,y repueblas la faz de la tierra.Enva tu Espritu, Seor, y repuebla la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,goce el Seor con sus obras.Que le sea agradable mi poema,y yo me alegrar con el Seor.

Enva tu Espritu, Seor, y repuebla la faz de la tierra.

LectioAhora leemos el salmo entero, despacio

SALMO 103 (104)

1Bendice, alma ma, al Seor:Dios mo, qu grande eres!Te vistes de belleza y majestad,2la luz te envuelve como un manto.Extiendes los cielos como una tienda,3construyes tu morada sobre las aguas;las nubes te sirven de carroza,avanzas en las alas del viento;4los vientos te sirven de mensajeros;el fuego llameante, de ministro.

5Asentaste la tierra sobre sus cimientos,y no vacilar jams;6la cubriste con el manto del ocano,y las aguas se posaron sobre las montaas;7pero a tu bramido huyeron,al fragor de tu trueno se precipitaron,8mientras suban los montes y bajaban los valles:cada cual al puesto asignado.9Trazaste un frontera que no traspasarn,y no volvern a cubrir la tierra.10De los manantiales sacas los ros,para que fluyan entre los montes;11en ellos beben las fieras de los campos,el asno salvaje apaga su sed;12junto a ellos habitan las aves del cielo,y entre las frondas se oye su canto.13Desde tu morada riegas los montes,y la tierra se sacia de tu accin fecunda;14haces brotar hierba para los ganados,y forraje para los que sirven al hombre.15l saca pan de los campos,y vino que le alegra el corazn;y aceite que da brillo a su rostro,y alimento que le da fuerzas.16Se llenan de savia los rboles del Seor,los cedros del Lbano que l plant:17all anidan los pjaros,en su cima pone casa la cigea.18Los riscos son para las cabras,las peas son madriguera de erizos.

LectioAhora leemos el salmo entero, despacio

SALMO 103 (104)

19Hiciste la luna con sus fases,el sol conoce su ocaso.20Pones las tinieblas y viene la noche,y rondan las fieras de la selva;21los cachorros rugen por la presa,reclamando a Dios su comida.22Cuando brilla el sol, se retiran,y se tumban en sus guaridas;23el hombre sale a sus faenas,a su labranza hasta el atardecer.24Cuntas son tus obras, Seor,y todas las hiciste con sabidura;la tierra est llena de tus criaturas.25Ah est el mar: ancho y dilatado,en l bullen, sin nmero,animales pequeos y grandes;26lo surcan las naves, y el Leviatnque modelaste para que retoce.

27Todos ellos aguardana que les eches comida a su tiempo:28se la echas, y la atrapan;abres tu mano, y se sacian de bienes;29escondes tu rostro, y se espantan;les retiras el aliento, y expirany vuelven a ser polvo;30envas tu aliento, y los creas,y repueblas la faz de la tierra.

31Gloria a Dios para siempre,goce el Seor con sus obras,32cuando l mira la tierra, ella tiembla;cuando toca los montes, humean.33Cantar al Seor mientras viva,tocar para mi Dios mientras exista:34que le sea agradable mi poema,y yo me alegrar con el Seor.

35Que se acaben los pecadores en la tierra,que los malvados no existan ms.Bendice, alma ma, al Seor!

Este salmo es un himno a Dios por la creacin, no de la creacin, ya que las criaturas no son invitadas a bendecir o alabar al Seor, sino que por ellas el orante alaba a Dios. El papel de las criaturas es por tanto revelar la gloria de Dios.Se suele citar como paralelo e inspirador del presente salmo el himno egipcio al Dios Sol de Akhenaton.Podemos dividir esta pieza hmnica en tres partes: v. 1-4 forman la introduccin: tras un brevsimo invitatorio (v. 1a), el salmista describe la grandeza real de Dios: envuelto de luz como un manto, habitando en una morada sobre las aguas celestes con ello se indica el carcter celeste y divino de la labor creadora. v.5-30 son el cuerpo del salmo: en ellos se presenta sistemticamente la creacin: la tierra con las aguas del abismo y los ocanos (comparen los vv. 5-9 con Gn 1); el agua de las fuentes y los ros , y la lluvia que hacen posible la vida de los animales y los hombres (v.10- 18); la creacin de la luna y el sol con la alternancia entre el da y la noche, que influye en la vida de los animales y del hombre (v.19-23); a continuacin encontramos una alabanza global a las obras del Seor con una referencia a la vida del mundo marino, (v.24-26); finalmente, este cuerpo del salmo, subraya la providencia divina que sostiene la vida de las criaturas y las nutre con el alimento cotidiano (v.27-30). v.31-35 son la parte final en la que el salmista concluye con una doxologa de reverente y gozosa admiracin por el Seor, creador y dispensador de todo bien. Pero el autor es consciente de que en la tierra tambin existe el mal que contrasta con la bondad divina. Por eso al final del salmo expresa su deseo de renovacin del mundo, con la desaparicin de los malvados y los pecadores, para que la creacin se convierta en lo que Dios quiere que sea.

LectioQu dice el texto?11El salmo 103, como hemos visto, canta al Dios creador, admirable en sus obras. Al Dios que exhala su aliento/espritu (tanto en hebreo como en griego y latn ambas realidades se designan con la misma palabra: ruah, pneuma, spiritus) sobre sus criaturas y les da vida.El mismo da de la Resurreccin segn san Juan- el Seor glorioso, el Viviente, exhala su espritu sobre sus discpulos. Se instaura as la nueva creacin en este primer da de la semana que es el domingo, el da del Seor que vive y nos hace partcipes de su vida, de modo que ahora vivimos en Cristo, injertados en l por el Bautismo y la efusin del Espritu, formando as un solo Cuerpo que es la Iglesia. Para Lucas esta efusin del Espritu se da el da de Pentecosts , a los 50 das de la Resurreccin, manifestando la Iglesia a todas las culturas y razas de la tierra entonces conocidas, repoblando por as decir- la faz de la tierra con el alegre anuncio de la Resurreccin del Seor y de la llamada a la salvacin a todos los hombres por medio del Espritu santificador y dador de Vida.La meditacin de todo esto nos interpela:Soy consciente de que como bautizado estoy injertado en Cristo, pertenezco a su Cuerpo y soy templo del Espritu Santo?El salmo nos invita a alabar al Seor por la obra de la creacin, s agradecer al Seor el gran don de la naturaleza y admirar su belleza? Me comprometo en su cuidado y proteccin?

MeditatioLo propio de este paso es meditar qu me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aqu para ayudar a esta meditacin relacionamos el salmo con las lecturas del domingo.OratioQu me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo?Ven, Espritu Santo, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre, don, en tus dones esplndidos. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce husped del alma, descanso de nuestro esfuerzo.tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,gozo que enjuga las lgrimas,y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,divina luz y enriqucenos. Mira el vaco del hombreSi tu le faltas por dentro;mira el poder del pecadocuando no envas tu aliento.

Riega la tierra en sequa,sana el corazn enfermo,lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,doma al Espritu indmito,gua el que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones segn la fe de tus siervos.Por tu bondad y tu graciadale al esfuerzo su mrito;salva al que busca salvarsey danos tu gozo eterno. Amn.

Este mundo es un modelo de la operacin divina porque, mientras se ve la obra, se descubre a su autor. () Viendo el mundo y al mismo tiempo elevando los ojos de la mente a la contemplacin de las realidades invisibles , el profeta dice: Qu maravillosas son tus obras, Seor! Todo lo has hecho con sabidura. ()Y para que sepamos que la fertilidad de las tierras no se atribuye al calor del sol, sino que se debe a la misericordia divina, dice el profeta: Todos esperan de Ti que les des el alimento a su tiempo; T se lo das y ellos lo toman; abres tu mano y se sacian de todo bien; y ms abajo: Enva tu Espritu y sern creados y renovars la faz de la tierra. ()Por eso el profeta ha dirigido al Seor una justa alabanza, diciendo: Cun magnficas son tus obras, Seor! Todo lo has hecho con sabidura. Todo lo penetra la sabidura divina, todo lo llena. (San Ambrosio de Miln, Los seis das de la creacin, Ciudad Nueva, Madrid, 2011, 43,44, 166, 289.)

ContemplatioMiro y me dejo mirar En esto los Padres de la Iglesia son maestrosSi el Espritu Santo habita en mi, mis obras, pensamientos y actitudes deben estar impregnadas del amor y la vida de Dios.

ActioQu me hace vivir el Seor a partir de esta Palabra? Es el momento de la obediencia de la Fe