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  • familiaslectoras

    Leer en la adolescencia

    03Guadalupe Jover

  • Nuestro terreno de juego

    Lnea 1: Fantasa y aventuras

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    5Para empezar: con qu contamos?

    8Partir de cero: para los siempre lejos de los libros

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    6Leer en la

    adolescencia

    03Lnea 2: Detectives, criminales, monstruos

    Lnea 3: Como yo

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    7Lnea 4: En guerra

    Lnea 5: Novela grfica 917Lnea 6: Libros informativos

    Lnea 7: De Bcquera Szymborska 11

    19Lnea 8: Al teatro!

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    Libros y pantallas:viajes de ida y vuelta

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    Para concluir:procurar entornos lectores

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    libros est limitado, ya de partida, a un lugar a menudo secundario. Y asumamos tambin, qu le vamos a hacer, que a muchos adolescentes no les gusta leer. No les gusta leer. Tampoco a muchos adultos. No desesperemos, pues.

    Pero es verdad que muchas nias y muchos nios han sido lectores voraces en su infancia. La narracin oral de cuentos y mitos o la lectura en voz alta antes de dormir, la biblioteca de aula en la escuela, las colecciones y sagas interminables trazaban un itinerario que pareca no haba de quebrarse nunca. Y sin embargo, apenas cruzado el umbral de los doce o trece aos, a veces parece abrirse el vaco. Es cierto que nuestros adolescentes a menudo estn zambullidos en una sopa meditica a la que no son ajenos los libros: pelculas, juegos de ordenador, series de televisin, pginas web que, antes o despus, incorporan el objeto libro en su panoplia: en el momento de escribir estas lneas, ah figuran El diario de Greg, Canciones para Paula, Los juegos del hambre, y un largo etctera. Libros que consiguen atrapar a los lectores, pero que en poco -intuimos- contribuyen a su educacin literaria. Aunque en esto, es verdad, hay criterios contrapuestos. Se trata de que los adolescentes lean, lo que sea, pero que lean? De que coman, lo que sea, pero que coman? Ms all de posturas apocalpticas o integradas, no debiera ser difcil llegar a puntos de acuerdo en torno a lo que dicta el sen-tido comn.

    Qu difciles son las adolescencias! Cuntas veces no habremos odo -o repetido- esta expresin. Edad difcil para quien la atraviesa y edad difcil tambin para quien ha de acompaar desde la sombra este delicado trnsito en que nias y nios -hasta hace poco dciles, ca-riosos y comunicativos- parecen transmutar en otra es-pecie.

    Empecemos por reconocer entonces que s, que la adoles-cencia es una edad difcil. Que padres y madres no sabe-mos, a menudo, dnde situarnos. A mitad camino entre ese referente de autoridad al que no podemos renunciar y una deliberada complicidad no siempre bien recibida, es difcil acertar. Aceptemos estas dificultades de entra-da para no cargarnos de una responsabilidad proclive a teirse de culpabilidad. Asumamos, por tanto, que nues-tro papel como mediadores entre nuestras criaturas y los

    The girl who hated books

    http://www.youtube.com/watch?v=1Efrg23Sqe8

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    En estas pginas apostaremos por libros que no supongan tan solo un punto de llegada -lo le- sino que inviten a seguir leyendo; que contribuyan, en definitiva, a desarrollar la educacin literaria de nuestras hijas e hijos: aquellos que les ponen en con-diciones de saltar a otros libros ms complejos, o que les ayudan a hacer lecturas ms complejas de lo que cae entre sus manos (detectando estereotipos, clichs, puntos ciegos en la trama argumental o en la construccin de personajes, miradas sobre el mundo teidas de sexismo, o de clasismo, o de racismo).

    Leemos siempre desde otros libros. No se trata por tanto de pros-cribir -porque es imposible poner puertas al campo-, sino de ofre-cer otros ttulos que iluminen por s solos los flancos oscuros de lo que el mercado est llevando a las manos de los adolescentes: de la misma manera que no queremos ciudadanos sumisos sino crticos, no queremos lectores dciles sino rebeldes, creadores tambin ellos.

    Las posibilidades de intervenir son ahora mucho menores que en la infancia. El tiempo que dedican chicas y chicos a la lectura (de libros), es mucho menor que antao. No obstante, y ms all de lo que pueda quedar fuera de nuestro radio de accin- esos

    Nuestroterreno

    de juego 1

    inevitables cambios en la ocupacin del tiempo libre, entre otras cosas y, sobre todo, esta tercera gran revolucin cognitiva de la historia que estamos viviendo y que est desplazando el papel he-gemnico del libro y su universo a las pantallas y sus nuevas for-mas de lectura, tan contrarias a lo que hasta ahora entendamos, en sus contenidos y en sus formas, por lectura literaria-, qu deberamos conocer las familias sobre libros y lecturas para poder acompaar, siquiera sea desde la distancia, la biografa lectora de nuestras hijas e hijos?

    No se nos escapa que cuando hoy, en la segunda dcada ya del siglo XXI, conjugamos el verbo leer, su significado se ha ensancha-do con respecto a lo que por leer entendamos hace apenas unos aos. Leer hoy es hacerlo en papel y en soporte digital; es leer libros pero tambin leer peridicos y revistas, pginas webs y foros de internet; es leer para entretenernos pero tambin para infor-marnos y comunicarnos Todo eso es cierto, pero probablemente quien como padre o madre quiere saber algo ms sobre Leer en la adolescencia, lo que espera conocer es un puado de ttulos -preferentemente de eso que hemos dado en llamar literatura- que puedan estimular, desarrollar, o no sofocar al menos, la aficin de sus hijos a la lectura. Sea porque pensamos -y lo cierto es que no andamos en ello desencaminados - que el hbito lector suele acompaar un cierto xito escolar; sea porque consideramos im-portante que nuestras hijas e hijos no corten amarras con todo un legado cultural que consideramos valioso; sea porque nosotros mismos disfrutamos de momentos insustituibles zambullidos en los libros -y aqu da lo mismo el soporte en que lo hagamos-, no somos pocos quienes compartimos conversaciones y recomenda-ciones acerca de lo que les podra gustar a esas criaturas que aho-ra ya parecen no aburrirse nunca. El aburrimiento forj muchos lectores. Tambin eso juega en contra nuestra.

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    Para empezar: con qu

    contamos?2

    Habremos de partir entonces de aquello con lo que conta-mos. Los puntos de anclaje parecen ser dos: las lecturas previas -sea Harry Potter, Laura Gallego o Gernimo Stilton-: es decir, todo aquello que nuestros hijos han ledo con fruicin hasta el momento, por una parte; y el imaginario construido por las formas de la ficcin audiovisual -series, pelculas y jue-gos de ordenador-, por otra. Porque si muy rara vez los adultos vamos del celuloide a los libros, los ms jvenes gustan de reco-rrer ese camino: el estar familiarizados con la trama argumental de alguna historia les allana las resistencias que la lectura sos-tenida supone para muchos: cuntos cros no habrn viajado desde Troya, la pelcula, a alguna adaptacin de la Ilada; des-de El seor de los anillos en la pantalla a la novela homnima de Tolkien, desde una serie de televisin a las aventuras que Conan Doyle escribiera sobre Sherlock Holmes. La educacin literaria va a menudo de la mano de una buena educacin ci-nematogrfica.

    Contamos tambin con algunos otros aliados: la escuela -la ni-ca institucin a la que en esta edad se le reconoce alguna fuerza prescriptora (la capacidad de mandar leer)-; las bibliotecas -a las que convendra haber familiarizado a nuestros retoos desde muy pequeos, tambin con nuestro propio ejemplo-; y las pequeas libreras. Y contamos con valiossimas ayudas online, adems de este extraordinario espacio de intercambio para Familias lectoras en red:

    En primer lugar, el portal Leer.es, que cuenta con una pestaa exclu-sivamente orientada a las familias con interesantes recursos.

    En segundo lugar, el de instituciones como la Fundacin Germn Snchez Ruiprez, impulsora junto a la Federacin de Gremios de Editores de Espaa del Servicio de Orientacin de Lectura. En su p-gina web, http://sol-e.com/, encontramos una amplsima seleccin de buena literatura infantil y juvenil clasificada en funcin de distin-tos parmetros de bsqueda (temas, edades, etc.) y con excelentes presentaciones -resmenes, fragmentos, etc.- dirigidas a un doble receptor: los jvenes lectores y los mediadores adultos.

    Leer.es Familias

    Biblioteca Escolar Digital

    http://sol-e.com/http://familias.leer.es/http://www.bibliotecaescolardigital.es/

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    Una estupenda gua para la seleccin de libros la encontramos, en gallego, en el portal de bibliotecas escolares de Galicia. En la pgi-na figuran adems suficientes enlaces como para que las familias con inquietudes puedan seguir navegando por la red en busca de puertos seguros y atractivos.

    Por ltimo, y asumiendo que es mucho lo que nos dejamos en el tintero, tambin pueden sernos de gran utilidad las recomenda-ciones de las revistas especializadas en literatura infantil y juvenil: Babar, Imaginaria y Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil.

    En tercer lugar, y para quienes se atrevan con el cataln, recomendamos tambin la pgina web del Seminari de Bi-bliografia Infantil i Juvenil de lAssociaci de Mestres Rosa Sensat: en ella se recogen aquellos ttulos que destacan bien por su calidad literaria o bien por su calidad cientfica, explicando qu inters y posibilidades brindan para una de-terminada franja de edad. De dicha seleccin se hace eco el portal Leer.es en esta direccin que recomendamos vivsi-mamente, especialmente para cuanto tiene que ver con el libro informativo:

    Seminari de Bibliografia Infantil

    Leer.es Educacin Secundaria

    Xunta de Galicia. Bibliotecas escolares

    Revista Babar

    Imaginaria

    Cuadernos de Literatura Infantil

    http://www.xtec.cat/~mmassag2/http://docentes.leer.es/wp-content/upload