Librillo 73. La VPDH en la Universidad de La Salle

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6-2020

Librillo 73. La VPDH en la Universidad de La Salle: construcción Librillo 73. La VPDH en la Universidad de La Salle: construcción

de un ecosistema para el desarrollo humano de un ecosistema para el desarrollo humano

Universidad de La Salle. Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Humano

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35VICERRECTORÍADE PROMOCIÓN Y

DESARROLLO HUMANOLa VPDH en la

Universidad de La Salle

Construcción de unecosistema para eldesarrollo humano

Colección Librillos Institucionales n.º 73Bogotá, D. C., 2020

VICERRECTORÍADE PROMOCIÓN Y

DESARROLLO HUMANOLa VPDH en la

Universidad de La Salle

Construcción de unecosistema para eldesarrollo humano

ISSN 1900-2335DOI: https://doi.org/10.19052/1900-2335_73

Primera edición: Bogotá, D. C., junio del 2020© Universidad de La SalleEdiciones UnisalleCra. 5 n.º 59A-44, Edificio Administrativo, 3.er piso(57-1) 348 8000, extensiones [email protected]

DirecciónHno. Diego Andrés Mora ArenasVicerrector de Promoción y Desarrollo Humano

RedacciónHno. Diego Andrés Mora ArenasAntonio Bernal Acosta

EdiciónAlfredo Morales RoaDirección editorial

Andrea del Pilar Sierra GómezCoordinación editorial

Ómar Andrés PortillaCorrección de estilo

Milton Arturo RuizDiagramación y diseño de portada

Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier procedi-miento, conforme a lo dispuesto por la ley. Hecho en Colombia.

CONTENIDO

1. Horizonte inspirador .............................................................................5

2. Nuestra identidad ...................................................................................7

2.1. Antecedentes ................................................................................... 8

2.2. Principios rectores y orientación ................................................11

3. La realidad que interpela nuestra gestión ..................................... 13

3.1. Realidades del estudiante universitario lasallista ....................13

3.1.1. Expectativas ante la Universidad ...................................143.1.2. Reconocimiento de las condiciones para la promoción humana .............................................15

3.2. Políticas institucionales de promoción y desarrollo humano .....................................................................17

4. Una gestión desde el reconocimiento de la persona .................. 19

5. Nuestra organización .......................................................................... 21

5.1. Dirección de Bienestar .................................................................22

5.2. Dirección de Vida Universitaria ..................................................22

5.3. Dirección de Comunicación y Mercadeo ................................22

5.4. Dirección de Egresados ...............................................................22

5.5. Observatorio de la Vida Universitaria .......................................23

6. Una universidad social: avizorando retos para el desarrollo humano en la Universidad de La Salle ......................... 25

7. Referencias bibliográficas .................................................................. 29

1. HORIZONTE INSPIRADOR

Desde su aparición, el concepto de desarrollo humano ha sido polémico y polisémico. Su comprensión se extiende desde mi-radas abiertamente economicistas, que vinculan su interpreta-ción al crecimiento del producto interno bruto de los países, hasta interpretaciones que concretan y limitan su aplicación en territorios, comunidades y personas. Sin embargo, más allá de la variedad de nociones existentes en torno a él, el concepto de desarrollo humano es signo de estos tiempos y expresión de un sistema-mundo capitalista que enfatiza en el crecimiento y la expansión de todas las esferas de la vida.

A pesar de ello, este sistema-mundo ha demostrado su incapa-cidad y su inconveniencia. Por un lado, porque las conquistas sociales y de calidad de vida no llegan a toda la población, por el contrario, han constituido un factor de inequidad económica y política; por el otro, porque el desarrollo de la humanidad se ha logrado a expensas de nuestra casa común y de las especies que la pueblan, lo cual constituye un ecocidio sistemático y un daño ambiental de consecuencias catastróficas.

En consecuencia, este momento histórico está lleno de retos y desafíos, de cara al futuro, en la recuperación de una tradición lasallista, comprometida con la vida y la justicia. Hoy, más que nunca, la promoción y el desarrollo impregnan el actuar de la Universidad, como conceptos que dinamizan el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, entendida desde el respe-to y el cuidado de todas las formas de vida.

Así las cosas, declaramos que, en la Universidad de La Salle, el concepto de desarrollo humano considera la vida de todos los seres condición fundamental para la vida humana, “porque

Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Humano 6

Dios no solo le encomendó el mundo al ser humano, sino que su propia vida es un don que debe ser protegido de diversas formas de degradación” (Francisco, 2015, p. 5). Y, en calidad de especie que ha dominado el desarrollo histórico del planeta, asumimos el cuidado de esas otras especies y de la casa común, como un imperativo institucional, personal y social.

Lo anterior tiene consecuencias profundas para la mirada ética y política con la cual la Universidad orienta sus procesos formativos y su relación con el contexto. Al poner en el centro no solamen-te a la persona humana, sino la vida, la mediación pedagógi-ca sufre también una transformación: más que una formación integral de nuestras dimensiones, hablamos ahora de una edu-cación integradora de la persona con sus pares, su contexto y la casa común, en una relación de interdependencia y cuidado; un compromiso irrenunciable con el fortalecimiento de la ca-pacidad de agencia del individuo, desde la crítica y el sentido común, lo cual implica cuestionar y denunciar procesos de in-equidad económica, ambiental y social, sobre los cuales se fun-damenta buena parte del sistema-mundo hegemónico.

2. NUESTRA IDENTIDAD

Debido a su naturaleza católica y lasallista, la Universidad de La Salle entiende su misión en el marco de la obra evangeliza-dora de la Iglesia1. Desde su fundación, esta casa de estudios ha combinado acertadamente el horizonte civil de su actuación con sus opciones claras por el sentido de la verdad, el pluralis-mo, la deliberación y el respeto por la alteridad; también, con el marco axiológico, legado por Jesús y la comunidad cristiana, que pone en el centro de su reflexión a la persona y su dignidad.

Al mismo tiempo, la misión de la Universidad acoge la tradi-ción educativa lasallista, que traduce la iniciativa evangélica en una preocupación por el acompañamiento y la generación de ambientes promotores de la vida y de relaciones pedagógicas y humanas de calidad entre sus miembros y con el contexto.

De esta forma, la Universidad de La Salle declara un horizonte ético y político confesional, cuya legitimidad se traduce, como

1 La Iglesia Católica confirma esta misión: “Nacida del corazón de la Iglesia, la Univer-sidad Católica se inserta en el curso de la tradición que remonta al origen mismo de la universidad como institución, y se ha revelado siempre como un centro incom-parable de creatividad y de irradiación del saber para el bien de la humanidad. Por su vocación la Universitas magistrorum et scholarium se consagra a la investigación, a la enseñanza y a la formación de los estudiantes, libremente reunidos con sus maestros, animados todos por el mismo amor del saber. Ella comparte con todas las demás Universidades aquel gaudium de veritate […], esto es, el gozo de buscar la verdad, de descubrirla y de comunicarla en todos los campos del conocimiento. Su tarea privilegiada es la de ‘unificar existencialmente en el trabajo intelectual dos órdenes de realidades que muy a menudo se tiende a oponer como si fuesen anti-téticas: la búsqueda de la verdad y la certeza de conocer ya la fuente de la verdad’” (Juan Pablo II, 1990, p. 1).


primer paso, en su compromiso social2. Prueba de ello es el ho-rizonte de sentido denominado pensamiento social de la Iglesia, según el cual la universidad asume no tanto la doctrina sino el pensamiento de la Iglesia, con especial atención en los asuntos sociales. Es decir, los asuntos que refieren a nuestra responsa-bilidad frente a la generación de conocimiento que contribuya a la construcción de un mundo en paz y más justo. En síntesis, un pensamiento que implica también acción.

Esta comprensión de lo social como elemento central de su mi-sión ha definido muchas de las opciones que la Universidad ha asumido históricamente, entre las cuales se cuenta la creación de la Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Humano.

2.1. Antecedentes

Hablar de la Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Huma-no (vpdh) implica hablar de una unidad administrativa que ha consolidado su identidad, a través de un itinerario vital de más de 34 años, desde su creación en 1985. Pionera en la pre-ocupación eficaz por “la formación humana, pastoral, bien-estar universitario y servicio a la comunidad” (Universidad de La Salle, 2006, p. 49d), esta unidad de la alta dirección se ha reinventado constantemente, guiada por el importante criterio evangélico de conocer la realidad del destinatario, para ofrecer una respuesta adecuada que procure el reconocimiento de su dignidad y contribuya al desarrollo de una vida plena. En esta

2 La legitimidad de la universidad católica también se encuentra hoy atravesada por enormes tensiones, provenientes de su posición en el sistema-mundo capitalista: “Ante las exigencias del mercado, la universidad no sabe exactamente qué direc-ción seguir: ¿formar para la vida o para el mercado? Se trata de la crisis entre misión y mercado, cuya lógica es reductora, competitiva, excluyente, contraria a la lógica humanista de los orígenes de la universidad, que pretende ser holística, solidaria, inclusiva, como se ha expresado anteriormente. Se trata de la imposibilidad de conciliar la pureza del ideal con la crudeza de lo real” (Federación Internacional de Universidades Católicas, 2006, p. 52).

Construcción de un ecosistema para el desarrollo humano 9

interpretación continua de los signos de los tiempos, la vpdh ha implementado, con fidelidad creativa, formas y estructuras orgánicas que posibilitan ejecutar sus programas y proyectos.

Ahora bien, este discernimiento se ha llevado a cabo en el marco de las distintas opciones históricas adoptadas por la Universidad. Por lo que es coherente afirmar que la vpdh ha evolucionado para responder a los retos que cada momento y generación le han planteado. Esta lógica de trabajo puede resumirse de la si-guiente manera:

1. Desde su creación, hasta el 2011, la vpdh se asumió como una gran unidad prestadora de servicios, para atender las necesidades de los estudiantes y la comunidad educativa en general. De esta manera, organizó su trabajo en áreas aso-ciadas tradicionalmente con los procesos de bienestar inte-gral en una universidad católica: psicología, pastoral, trabajo social y servicio médico. Destacamos los siguientes logros importantes de este modelo: (a) el posicionamiento interno de la vpdh, en cuanto unidad administrativa; (b) el fortale-cimiento de la identidad lasallista y (c) la integración de su proceso de acompañamiento en la formación profesional.

2. Con la primera acreditación institucional (2008), la Univer-sidad de La Salle identificó oportunidades de mejoramiento en todas sus áreas. En cuanto a la vpdh, se reconoció su trabajo sistemático y transversal, al tiempo que se invitaba a pensar las distintas intervenciones y experiencias en una perspectiva que privilegiara la promoción del desarrollo hu-mano integral, entendido como la capacidad de agencia de los estudiantes. De allí, que desde el 2011 hasta el 2016, la vicerrectoría se entendió como una unidad nodal cuyas dependencias, a su vez, se asumieron como centros de de-sarrollo humano que focalizan la gestión en procesos es-pecíficos, orientados hacia la institución misma o hacia su


entorno. Ejemplo de esta perspectiva de acción son las de-pendencias: Formación Integral y Cultura Universitaria; Ser-vicio, Promoción y Apoyo Estudiantil; Extensión y Educación Continuada3 y Seguimiento a la Trayectoria de Egresados.

3. Con la constatación del camino recorrido y la consolidación de sus proyectos, a partir del 2018, la vpdh inició la imple-mentación de un tercer modelo de organización y gestión, esta vez, con una lógica de trabajo cuyo énfasis estaba en entenderla como una unidad que, además de transversal, es también articuladora en la Universidad y tiene el interés de concretar las intenciones declaradas en distintos documen-tos de referencia. Aquella constatación exigió la organiza-ción del trabajo en una lógica que privilegia la autonomía y la interdependencia positiva de todas las áreas funcionales, así como el cuidado de un clima de cooperación y participa-ción entre todos sus miembros, de manera que constituya un ecosistema desde y para el desarrollo humano.

Por otro lado, este proceso apropió lo expresado en el Pro-yecto Educativo Universitario Lasallista (peul): “La Universidad está comprometida con una reflexión rigurosa sobre sí misma” (Universidad de La Salle, 2007, p. 4.2). Este compromiso se ex-presa en la intención de actualizar, con fidelidad creativa, las comprensiones y prácticas de la Universidad, orientadas por sus principios y valores rectores, y como parte de la lectura permanente de la realidad social, desde la fe y los valores evan-gélicos, lo que constituye, como tal, un acto imperativo para los cristianos.

3 Por ser la extensión una función sustantiva de la educación superior, a lo largo de su historia, la Universidad de La Salle se ha preocupado por otorgarle algunas ca-racterísticas específicas, propias de su identidad como institución eclesial y social. Así, dada la vocación profundamente lasallista de la vpdh, se entiende la ubicación de la oficina de Extensión como parte de sus centros de desarrollo, en este caso, orientada hacia el contexto y el diálogo con la comunidad.


Como se ha dicho, quizá donde mejor se expresan los valores y principios de la Universidad de La Salle es en su conceptua-lización particular de desarrollo humano integral y sustentable (dhis), que ha buscado reunir el compromiso de la Universidad con la dignidad de la persona, el cuidado del medio ambiente, la democracia y la transformación social, en un solo concepto.

2.2. Principios rectores y orientación

Así las cosas, cabe preguntarse por la manera como se compren-den y hacen palpables en la actualidad aquellos valores que nos inspiran y orientan. Asimismo, es necesario preguntarse des-de dónde debe asumirse la actualización de este horizonte de sentido. Las respuestas a estos interrogantes surgen de las si-guientes cuatro preocupaciones que, a su vez, son nuestros principios rectores:

1. La sustentabilidad: la realidad irrebatible del cambio climáti-co, expresión del terrible impacto antrópico sobre la tierra; la injusta relación de los seres humanos con la creación y la desigualdad social que la acción humana desencadena tie-nen que interpelar a los lasallistas. Desde estas realidades, estamos llamados a asumir una perspectiva histórica que mira críticamente el presente, para garantizar el futuro tan-to de la especie humana como del planeta y la totalidad de los seres que lo habitan.

2. La ética del cuidado y el acompañamiento: en relación con la consideración anterior, podemos coincidir en que la crisis de valores se expresa en la fragilidad de las relaciones socia-les que, a su vez, se traduce en un tejido social inestable y cada vez más fragmentado. Pero, más que limitarse a la abs-tracción y al diagnóstico, esta realidad implica un llamado a construir relaciones de cuidado y acompañamiento mutuo,


inspiradas en el gesto evangélico de la misericordia que nos hace prójimos (Lc 10,37). Es decir, relaciones de apertura, reconocimiento y valoración frente a cada persona.

3. Participación e inteligencia colectiva: en un país convulsio-nado políticamente como Colombia, las universidades te-nemos el reto de formar ciudadanos capaces de construir una sociedad democrática, participativa y en paz. Este tipo de formación no se garantiza únicamente desde la oferta de contenidos teóricos frente a estos temas, sino que debe ir más allá, para garantizar también que la Universidad sea un escenario de participación, construcción y cuidado de lo común; espacio para la democracia y la resolución dia-logada de conflictos. En definitiva, una universidad concebi-da como una unidad epistémica, diversa y compleja, que se fortalece y proyecta desde el aporte y las fortalezas de cada miembro de la comunidad universitaria.

4. Espiritualidad y estética: a la luz de la fe, las realidades impli-can no solo una estrategia de análisis, sino también una vo-luntad integradora que abarca desde una concepción de la realidad y la finalidad del mundo, hasta prácticas concretas, percepciones y expresiones en torno a este. Los lasallistas estamos convencidos de que la estética y la espiritualidad, en cuanto dimensiones inseparables e integradoras, son la fuente y la guía de las transformaciones con las cuales es-tamos comprometidos. Especialmente, porque se trata de una espiritualidad traducida en acciones y posturas concre-tas frente a la realidad.

3. LA REALIDAD QUE INTERPELA NUESTRA GESTIÓN

A continuación, abordamos los principales elementos a los que está llamada la gestión de la vpdh: por un lado, la realidad particular de los estudiantes lasallistas y, por otro, las políticas institucionales implementadas para hacer frente a algunos pro-blemas de derivados de aquella realidad.

3.1. Realidades del estudiante universitario lasallista

En el punto de partida de los procesos de promoción y desa-rrollo humano, se ubica la pregunta por la realidad concreta de la persona, sujeto de reconocimiento, atención y fomento. Para la Universidad de La Salle, esta preocupación se dirige a todos los actores de la vida universitaria, en especial, a los es-tudiantes. Sin embargo, es importante no ceder a las elucubra-ciones teóricas al respecto. En este asunto, el papa Francisco afirmó: “La juventud no es algo que se pueda analizar en abs-tracto. En realidad, ‘la juventud’ no existe, existen los jóvenes con sus vidas concretas” (2019, p. 71).

Aquel llamado aplica también para nuestro contexto: en la Uni-versidad, los estudiantes son comprendidos como un compo-nente esencial de la misión educativa. Sin embargo, no debe perderse de vista el principio pedagógico lasallista, según el cual, cada estudiante constituye una realidad particular que debe ser objeto de atención en el proceso formativo.

Fieles a esta inspiración, en el 2018, la Universidad de La Salle realizó su primer censo de estudiantes. Más allá de la caracteriza-ción estadística, se buscaba reconocer la diversidad y pluralidad


de la población estudiantil y, sobre todo, generar un referente que permita hacer una lectura integral de cada estudiante. De allí que se formularon preguntas que abarcan varias dimensiones de la vida del estudiante: condiciones económicas, de salud integral, redes y relaciones familiares o de apoyo y postura sociopolítica; así como condiciones y posibilidades culturales y educativas.

Este ejercicio confirmó que no es posible ni conveniente encua-drar en una sola categoría la realidad del estudiante lasallista, más aún cuando se trata de una población cambiante y en trán-sito, constituida por personas que construyen y (re)configuran su identidad a partir de su trayectoria en la Universidad.

Las conclusiones a las que llegamos a partir de este ejercicio nos permiten identificar los distintos contextos y momentos que atraviesan la vida de los estudiantes de esta institución, de cara a su promoción y desarrollo.

3.1.1. Expectativas ante la Universidad

El censo permitió ratificar uno de los objetivos misionales de las instituciones de educación superior, pues los estudian-tes indican que la razón principal para asistir a la universidad es la búsqueda de formación profesional de calidad, con el fin de prepararse para un ámbito laboral que garantice su creci-miento y desarrollo personal. Asimismo, sin ser condición se-cundaria, esperan encontrar un entorno que les permita crecer en otras dimensiones, además de divertirse, disfrutar de la vida y hacer amigos (Universidad de La Salle, 2019, p. 110).


3.1.2. Reconocimiento de las condiciones para la promoción humana

El censo también permitió identificar condiciones que sirven como insumo para la gestión de la promoción y el desarrollo humano, pues constituyen la línea base de varios procesos impulsados por la vpdh. Dichas condiciones se relacionan con las siguientes categorías, emanadas de las dimensiones por las cuales indagó el ejercicio estadístico: (1) condiciones econó-micas, (2) condiciones de salud integral, (3) familia y relaciones interpersonales, (4) procesos socioculturales y de participación y (5) capital cultural y educativo; aspectos sobre los cuales nos detenemos a continuación:

1. Condiciones económicas: en esta categoría se contemplaron elementos que hacen parte de las condiciones materiales, con las cuales los estudiantes asumen su vida cotidiana-mente y pueden resultar determinantes para su vida, por las posibilidades o limitaciones que representan. Están relacionadas con sus condiciones socioeconómicas (estrato), condiciones de su vivienda, acceso a bienes y servicios, de-pendencia económica y condiciones laborales, en el caso de estudiantes que trabajan.

2. Condiciones de salud: esta categoría busca hacer manifiestas otras condiciones vitales que intervienen en los procesos de desarrollo y promoción de los estudiantes. Concibiendo la salud de manera integral, se expresan características de es-tado de salud física, mental y emocional. También, es posible reconocer condiciones adicionales relacionadas con las posi-bilidades o limitaciones de promoción y desarrollo de la salud de los estudiantes, como su vinculación al sistema de segu- ridad social y su bienestar (exposición a situaciones de vio-lencia, prácticas deportivas, niveles de contaminación en el entorno vital y educación sexual y reproductiva).


3. Familia y relaciones interpersonales: en cuanto sujetos sociales, los estudiantes lasallistas manifiestan la necesidad de vivir con otros. Contar con soporte emocional y redes de apoyo; sentirse parte de algo y construir vínculos importantes sus-tenta sus procesos de promoción y desarrollo humano. De allí que indagar por el contexto familiar y de relaciones hu-manas de los estudiantes resulte fundamental para compren-der los entornos con los cuales la Universidad interactúa, en los procesos de formación de cada individuo. Esta categoría expresa condiciones sobre el núcleo familiar de los estudian-tes, grupos con los que comparten residencia, condiciones económicas de los hogares, nivel educativo y ocupación de los padres, entre otras.

4. Procesos de participación: el interés y el hábito de participar en la discusión de temáticas que afectan a la sociedad co-lombiana, a partir de los intereses, las creencias particula-res y los conocimientos, proyectan a los individuos y tienen efecto en la sociedad. Comprender las dinámicas de partici-pación y las posturas sociopolíticas de los estudiantes, per-mite ofrecer escenarios de formación para la participación, con base en una comprensión crítica y propositiva frente a la realidad. En esta categoría se abordan aspectos como la identidad, las posturas sociopolíticas, la escala de valores, el marco ideológico y los escenarios y ámbitos de participa-ción relacionados con ellos.

5. Capital cultural: a partir de los niveles de formación del núcleo familiar de los estudiantes, el reconocimiento e identificación con los valores lasallistas (fraternidad, com-promiso, integridad, compañerismo, servicio y solidaridad entre otros) y el reconocimiento de la educación como va-lor social y medio de crecimiento, se posibilitan los proce-sos de promoción y desarrollo humano. Por ello, reconocer las características relacionadas con la trayectoria educativa,


las expectativas frente a la formación en la educación su-perior y posibilidad o dificultad de enfrentarse a campos del conocimiento específicos o hábitos de estudio permite, en definitiva, proponer una formación capaz de contribuir al desarrollo integral de cada persona.

3.2. Políticas institucionales de promoción y desarrollo humano

El peul plantea un sistema de principios que orienta la dinámica institucional, al tiempo que inspira la toma de decisiones y la concreción de prácticas que hacen posible la formación integral. El Estatuto Orgánico de la Universidad de La Salle establece que la vpdh es la encargada de las políticas universitarias en lo relacionado con la formación humana, pastoral, bienestar uni-versitario y servicio a la comunidad (Universidad de La Salle, 2006, p. 49d).

En un ejercicio colegiado, esta vicerrectoría ha realizado una relectura minuciosa del peul, lo que le permitió reconocer las siguientes políticas, en los temas que el estatuto menciona:

1. Formación humana: la Universidad de La Salle concibe la for-mación humana como un proceso integral, basado en una relación pedagógica de calidad, a partir del reconocimiento tanto de la persona como de su dignidad. Para ello, se preo-cupa por garantizar procesos de acompañamiento exigentes y sistemáticos, desde la figura del maestro, mientras valida la capacidad de agencia del estudiante, en una apuesta crítica y reflexiva por la autonomía y la interdependencia positiva. Este mundo relacional de calidad suscita la responsabilidad social y la consolidación de valores como el respeto, el sentido de la verdad, la honestidad, la tolerancia, la esperanza y la fe.


2. Pastoral: en cuanto universidad católica, la Universidad de La Salle asume el pensamiento social de la Iglesia y, al mismo tiempo, promueve el diálogo entre las distintas manifesta-ciones de la fe, la ciencia y la cultura.

3. Bienestar universitario: la Universidad se preocupa activa-mente por todos sus miembros, a partir de su visión cristia-na de la persona, centrada en la dignidad. Esto es claro a la luz de su modelo de formación integral, entendido como el crecimiento armónico de todas las dimensiones de la perso-na y el mejoramiento de sus condiciones de vida.

4. Servicio a la comunidad: la Universidad se compromete a con-tribuir en la búsqueda de la equidad, la defensa de la vida, la construcción de nacionalidad, la democratización del co-nocimiento y el dhis, socialmente participativo, ecológica-mente compatible y éticamente responsable y pertinente. Procura que sus procesos de formación y las experiencias de vida universitaria generen en los estudiantes la solida-ridad y la fraternidad que los lleven a privilegiar lo comu-nitario frente a lo individual, el interés público antes que el privado y la solidaridad antes que la competencia. Asimis-mo, la institución busca promover la convicción de que una sociedad no puede construirse sin un tejido social, donde el desarrollo de todos es condición para la justicia y la paz.

4. UNA GESTIÓN DESDE EL RECONOCIMIENTO DE LA PERSONA

Estas políticas y principios de actuación se concretan en la con-cepción integral de la persona, en la que se identifican sus dife-rentes dimensiones, como las señaladas a continuación:

1. Económica: los estudiantes de la Universidad desarrollan su vida cotidiana bajo condiciones materiales, definidas por el tipo de acceso que tienen a recursos básicos, lo cual amplía o reduce brechas generadas por la inequidad social y deter-mina su calidad de vida.

2. Salud integral: es una condición para el desarrollo humano individual y colectivo, que requiere cuidado y prevención, a fin de equilibrar los factores biológicos y emocionales de los individuos, lo cual los habilita o limita para desarrollar sus procesos formativos.

3. Sociopolítica: el campo de acción de los estudiantes está condicionado por sus vínculos sociales, por las maneras de interactuar y dirimir conflictos; y por dinámicas de partici-pación que inciden en las propias potencialidades, capaci-dades, oportunidades y libertades. Todo ello genera tanto la autonomía como el liderazgo requeridos para afrontar su proceso de formación, responsablemente.

4. Familia y redes: las condiciones relacionales en que vive el estudiante, su vida familiar y las redes de apoyo que lo de-finen como sujeto social, en cuanto trayectorias familiares y dinámicas de interacción, determinan su capacidad para la convivencia en el entorno universitario.


5. Cultural/educativa: el capital cultural responde a trayectorias educativas propias o familiares, así como a las posibilidades que hayan tenido los individuos de acceder a bienes y ser-vicios culturales y científicos. Esto constituye la base para el desarrollo de las capacidades de los estudiantes y condicio-na sus propias posibilidades de acción y reflexión.

6. Comunicativa: la comunicación es un acto relacional desde el reconocimiento de que el ser humano (y en general todo ser vivo) no está aislado, ni es estático, sino en movimiento, con vocación a lo social, con capacidad de “salir al encuentro” del otro. “Comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros y estar más unidos. Los muros que nos dividen so-lamente pueden superarse si estamos dispuestos a escuchar y a aprender los unos de los otros” (Francisco, 2014). En este sentido, la comunicación puede favorecer una auténtica cul-tura del encuentro y la solidaridad, con profundas implicacio-nes en el desarrollo integral de la persona.

5. NUESTRA ORGANIZACIÓN

En el 2019, a través del Acuerdo 006 del Consejo Superior, se reconoció la organización con la cual la vpdh venía funcionando desde el 2018, que consistía en cuatro direcciones: Dirección de Bienestar, Dirección de Vida Universitaria, Dirección de Co-municación y Mercadeo y, por último, Dirección de Egresados.

Dentro de esta estructura también se dio lugar al Observatorio de Vida Universitaria, como instancia estratégica de información de la vpdh. Cada una de estas áreas organizativas constituye una uni-dad orgánica, con una identidad propia y un foco intencional de actuación, tal como se explica a continuación (figura 1).

Figura 1. Dependencias de la Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Humano. Fuente: Universidad de La Salle (2019, p. 10).

Dirección de BienestarUniversitario Dirección de Egresados

Comités de Apoyo

Observatorio de VidaUniversitaria

Dirección de Comunicacióny Mercadeo

Dirección de VidaUniversitaria

Vicerrectoría de Promoción y Desarrollo Humano


5.1. Dirección de Bienestar

Es la instancia encargada de fortalecer y cualificar los procesos de atención, orientación y acompañamiento a los estudiantes, con el objetivo de generar las condiciones óptimas para su de-sarrollo personal, social y profesional.

Esta dirección, además, asume las funciones que los reglamen-tos y la normatividad de la Universidad le señalan e incorpora las establecidas para el Centro de Servicios, Promoción y Apo-yo Estudiantil (spae).

5.2. Dirección de Vida Universitaria

Es la instancia encargada de incentivar experiencias de formación y sensibilización en cuatro áreas específicas: participación estu-diantil, cultura y expresión estética, pastoral y proyección social.

Asimismo, la Dirección de Vida Universitaria asume las funcio-nes que los reglamentos y la normatividad de la Universidad in-dican e incorpora las establecidas para el Centro de Formación Integral y Cultura Universitaria (ficu).

5.3. Dirección de Comunicación y Mercadeo

Es la instancia encargada de articular procesos y capacidades en un ecosistema que apoya la misión de la Universidad de La Salle, velando por que las funciones estratégicas de la comunicación y el mercadeo reflejen y potencien la identidad institucional, en un compromiso con la promoción y el desarrollo humano.


5.4. Dirección de Egresados

Es la encargada de realizar el seguimiento a la trayectoria de los egresados y consolidar las buenas prácticas que, desde los programas, se establecen para su relacionamiento e inclusión en los distintos procesos institucionales; al tiempo que las di-funde y potencia, con miras al desarrollo profesional, en sus dos vertientes: empleabilidad y emprendimiento.

Esta dirección asume también las funciones que los reglamen-tos y la normatividad de la Universidad indican e incorpora las establecidas para el Centro de Seguimiento a la Trayectoria de Egresados (steg).

5.5. Observatorio de la Vida Universitaria

Es la instancia estratégica que gestiona la información relacio-nada con las condiciones de vida y la experiencia de la población estudiantil en la Universidad de La Salle. Además, promueve procesos de investigación derivados de esa gestión, que buscan comprender las dinámicas de la vida Universitaria de los estu-diantes lasallistas, como insumo para la planeación, ejecución y evaluación de los planes, programas y proyectos de la vpdh.

Estos procesos se llevan a cabo a nivel interno y externo. En el interno, mediante la creación, medición y seguimiento de indi-cadores que aportan evidencia sobre las condiciones de vida de los estudiantes y su trayectoria universitaria. Por su parte, en el nivel externo, el observatorio analiza el ámbito de la educación superior en el país y el mundo, con el fin de comprender las principales tendencias en los asuntos estudiantiles y los retos que plantean a la misión de la Universidad.


Articulado con la Dirección de Planeación, el Observatorio de la Vida Universitaria es el centro de monitoreo y seguimiento de la participación de los estudiantes en los proyectos de bien-estar y vida universitaria.

6. UNA UNIVERSIDAD SOCIAL: AVIZORAN DO RETOS PARA EL DESARROLLO HU MANO EN LA UNIVERSIDAD DE LA SALLE

Hasta aquí hemos visto cómo, en efecto, el desarrollo humano ha constituido un horizonte de sentido del Proyecto Educativo Universitario Lasallista (peul). Además de la estructura funcional de la Vicerrectoría, el desarrollo humano atraviesa los distintos procesos académico-administrativos y, por ello, constituye un factor diferencial de la educación lasallista.

La Universidad quiere ser reconocida por su investigación y calidad académica, solo si esto contribuye a la transformación social y productiva del país, es decir, si con esto se logra incen-tivar procesos que promueven la equidad y la movilidad social. Así, optar por el dhis termina develando también las apuestas políticas y sociales de la Universidad de La Salle y contribuye a caracterizar un estilo de interacción con el contexto.

Lo anterior es, en principio, un llamado a la coherencia y la ac-ción. El dhis, en cuanto pretexto, posibilita la generación de una dinámica institucional reflexiva que permite revisar y evaluar el cumplimiento de la función social de la Universidad, así como entender y atender, entre otros, los siguientes desafíos:

1. Identificar los valores que privilegiamos en nuestra forma-ción, así como el perfil deseado para el profesional lasallis-ta, con sus competencias y habilidades específicas.

2. Aportar significativamente al reconocimiento de la singula-ridad del estudiante y del egresado lasallista; sujetos y per-sonas, con historia, intereses y retos, desde la especificidad de su condición humana.


3. Fortalecer las estrategias para llevar el dhis a las aulas, pues son el espacio donde toda nuestra filosofía y propósitos edu- cativos cobran vida, en la relación maestro-estudiante. Por ello, deben garantizarse espacios de formación que per-mitan el diálogo y la interacción, más allá de lo meramente disciplinario.

4. Imaginar experiencias y estrategias de formación integral que complementen y califiquen la formación profesional, otorgando sentido diferenciador a la vida universitaria.

5. Concebir un bienestar universitario que se construye des-de el universo de las relaciones, entre seres humanos y con otras formas de vida.

6. Plantear procesos comunicativos que contribuyan a fortale-cer el tejido social, humanicen y promuevan el desarrollo hu-mano de todos los miembros de la comunidad universitaria desde el primado de la cultura del encuentro y la solidaridad.

7. Revisar la relación universidad-contexto, de cara a la pro-yección social y creación de valor social compartido.

8. Apostar por una cultura académica y organizacional que privilegie la participación y la inteligencia colectiva.

9. Visibilizar modelos alternativos de desarrollo, desde el res-peto y el cuidado de la vida.

10. Promover discusiones académicas que permitan consoli-dar el corpus diferenciador del dhis para la Universidad de La Salle:

a. Revisión de construcciones teóricas sobre desarrollo humano en la Universidad.


b. Identificación de prácticas institucionales inspiradas en el dhis.

c. Valor agregado y elemento diferenciador del desarrollo humano para la Universidad.

d. Mercado de la educación superior, reconfiguración so-cial de la Universidad y desarrollo humano.

e. Desarrollo humano e ideología: la cultura de la competi-tividad frente a la cultura de la cooperación.

7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Federación Internacional de Universidades Católicas. (2006). La uni-versidad católica: entre la tradición y la renovación. París: autor.

Francisco. (2014, 01 de junio). Mensaje para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Comunicación al servicio de una auténti-ca cultura del encuentro. http://w2.vatican.va/content/francesco/ es/messages/communications/documents/papa-frances-co_20140124_messaggio-comunicazioni-sociali.html

Francisco. (2015, 24 de mayo). Carta encíclica Laudato si’, sobre el cuidado de la casa común. http://w2.vatican.va/content/fran-cesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

Francisco. (2019, 25 de marzo). Exhortación apostólica postsinodal Christus vivit, a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios. http://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20190325_christus-vivit.html

Juan Pablo II. (1990, 15 de agosto). Constitución apostólica Ex corde Ecclesiae, sobre las universidades católicas. http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_15081990_ex-corde-ecclesiae.html

Universidad de La Salle. (2006). Estatuto orgánico. Bogotá, Colombia: Ediciones Unisalle.

Universidad de La Salle. (2007). Proyecto educativo universitario lasa-llista (peul). Bogotá, Colombia: Ediciones Unisalle.

Universidad de La Salle. (2018). Censo lasallista. Informe general. Bogo-tá, Colombia: Ediciones Unisalle.

Universidad de La Salle. (2019, 05 de septiembre). Acuerdo No. 006 del Consejo Superior. Por el cual se modifica la estructura orgáni-ca de la Universidad de La Salle. https://cutt.ly/jyWMkPJ

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Librillo 73. La VPDH en la Universidad de La Salle