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INSTITUTO SANTA TERESITA
LENGUAJE
9°:________
Estudiante: ___________________________________________________________________Fecha: ___________
LITERATURA HISPANOAMERICANA
EL ROMANTICISMO El Romanticismo fue el fenómeno filosófico, artístico y literario más
importante del siglo XIX. Podríamos decir que este fenómeno se dio en
Europa, en contra de los procesos de industrialización a los que fue
sometida la población europea. La industrialización hizo que las personas
abandonaran el campo y se concentraran en las ciudades. Allí pasaban largas
jornadas de trabajo, vivían hacinados en pequeños cuartos y padecían
muchos problemas económicos. Frente a este detrimento de la calidad de vida, los poetas románticos
europeos lanzaron su voz de protesta. El poeta alemán Hörderlin,
preocupado por la situación a la que se veía expuesto su pueblo, diría en
1892: “y para qué el poeta en tiempos de miseria”. El Romanticismo en Hispanoamérica Mucho se ha discutido sobre la existencia del Romanticismo en
Hispanoamérica, y particularmente en Colombia. La literatura romántica
hispanoamericana fue producto de condiciones históricas que se
presentaron en América Latina a finales del siglo XIX. Por esta razón, los
sentimientos y las ideas que expresaron algunos autores románticos
europeos no fueron los sentimientos e ideas que expresaron nuestros
escritores. Pasó casi un siglo antes de que las condiciones sociales y
económicas de Latinoamérica fueran similares a las que vivieron los
europeos al comenzar el siglo XIX. Características del Romanticismo El Romanticismo en Latinoamérica tuvo, en un sentido amplio, las mismas
características del europeo. No obstante, el Nuevo Mundo aportó un
elemento genuino y particular: el tema de la naturaleza en su grandiosidad y
variedad. La consigna era el encuentro con lo propio: hombre, naturaleza, patria. La
literatura se convirtió en el vehículo más adecuado para que el escritor
romántico transmitiera sus ideas, diera a conocer sus inquietudes, criticara
al mundo en que se movía, manifestara usos y costumbres, describiera tipos
humanos y expresara las peculiaridades de la lengua.
AUTORES DESTACADOS
Jorge Isaacs
(Cali, 1837-1895). Escritor y político colombiano. Dirigió
el periódico La República, de
1 tendencia conservadora, y fue
cónsul de Chile. Posterior-
mente, cambió de tendencia política y participó en la
revolución de 1876. Escribió
María, la novela romántica
en la cual se ensalzan el amor
puro y la vida campesina.
José Hernández (Buenos Aires, 1834-1886). Escribió numerosos artículos
referidos a la cuestión del
gaucho y de la tierra, la política
de fronteras y el indígena. En
1872 publicó El gaucho Martín
Fierro, obra por la cual fue
reconocido como poeta nacional argentino.
Los escritores románticos buscaron una expresión original, describieron
l las costumbres de la gente, el paisaje autóctono, la historia de los
pueblos, las tradiciones e introdujeron las expresiones del habla
popular.
Temas del Romanticismo
La historia, como una forma de proyectar hechos de la Conquista
y la Colonia, sus anhelos del presente y sus afanes de libertad política e intelectual.
El indígena, buscando volver al pasado precolombino, inspirados
Esteban Echeverría por la novela indianista Atala del francés François René de
(Buenos Aires, 1805-1851).
Chateaubriand. Ensayista, poeta y político
El amor, como un sentimiento prohibido y frustrado, hasta el liberal argentino. Su obra más
punto de recrear los amores imposibles entre españoles e conocida, El matadero, es
una de las piezas fundamen- indígenas, o entre dos amantes que viven, a como dé lugar, su tales de la literatura pasión amorosa. hispanoamericana. Otras de
Las costumbres, con la finalidad de describir acontecimientos y sus obras son El dogma
circunstancias domésticas. En la novela histórica, indigenista o socialista y la recopilación de
sentimental, los escritores latinoamericanos insertaron cuadros poemas titulada Rimas.
de costumbres. La naturaleza, que pretendía dar un paisaje en la narrativa de acuerdo con la región de procedencia
del autor. El ejemplo más loable se halla en María, donde la naturaleza alcanza una particular
expresión, llena de significados.
Obras destacadas del Romanticismo 2
El matadero, de Esteban Echeverría: Es, básicamente, un cuadro de costumbres en el que lo
grotesco (unión de lo cómico y lo trágico), la sátira y la ironía, expresan una crítica apasionada hacia el
régimen rosista. Uno de los aspectos más importantes es la categoría de símbolo que adquiere el
recinto del matadero, descrito como un ámbito violento en el que se sacrifican víctimas inocentes: un
toro, un niño y un joven.
Amalia, de José Mármol: En Amalia, el autor se propuso narrar la situación política que se vivía en
Buenos Aires en 1840. Uno de los logros del relato fue la ilusión creada en el lector contemporáneo de
que no leía sucesos presentes sino más lejanos en el tiempo. El hilo conductor del relato son las
peripecias amorosas de Amalia y Eduardo Belgrano. Eduardo es herido al intentar huir de Buenos
Aires para incorporarse a los rebeldes que combaten contra Rosas. Su amigo, Daniel Bello, lo salva y le
ofrece refugio en la casa de su prima, una joven viuda llamada Amalia. Los dos primos fingen ser
partidarios de Rosas, para poder luchar en su contra y salvar a Eduardo.
Martín Fierro, de José Hernández: Este poema épico se publicó en dos partes. La primera, conocida
como La ida, apareció en 1872 en forma de folleto. Según Hernández, el objetivo de su obra era“presentar un tipo que personificara el carácter de nuestros gauchos (…) que, al paso que avanzan las
conquistas de la civilización, va perdiéndose casi por completo…”. Uno de los aciertos del poema es
mostrar un conjunto abigarrado de personajes, cada uno de los cuales representa a un sector del
mundo del desierto: distintos tipos de gauchos, los indígenas, los morenos, los gringos, las mujeres, los
cautivos, los militares. Para animar al lector, se puede mencionar que, por ejemplo, la primera parte se
desarrolla en trece cantos. Los nueve primeros relatan la vida feliz de los gauchos hasta que se
produce un reclutamiento obligado, los sufrimientos en el fortín, la deserción y el regreso al hogar, su
AUTORES DESTACADOS
transformación en gaucho matrero, la pelea con el moreno y su asesinato, la huida y la persecución y el
encuentro con Cruz.
María, de Jorge Isaacs: Los amores adolescentes de María y Efraín truncados por la muerte
prematura de la protagonista, conmovieron a los lectores de varias generaciones que modelaron su
propia vida a imagen y semejanza del ideal amoroso propuesto por la novela.
María consta de 65 capítulos muy breves. Los pormenores del idilio son narrados por Efraín después
de la muerte de su amada, lo cual sitúa la acción en el plano del recuerdo, desde un presente del dolor.
Los sucesos transcurren de manera lineal en el tiempo. María fue, desde el momento de su aparición,
una de las obras hispanoamericanas de mayor éxito. Poco tiempo después de su publicación, se
contaban más de cien ediciones en sólo México.
EL COSTUMBRISMO
Como movimiento literario, el Costumbrismo se inicia al lado del
Romanticismo. Nace como expresión de lo nacional, como parte de la preocu-
pación social, con sus ojos puestos en las costumbres más arraigadas de
cada pueblo.
El Costumbrismo plasmó, en cuadros de costumbres y otros textos, rasgos
externos de la sociedad, resaltando lo ridículo, satirizando con el ánimo de
enseñar y sembrar las bases de una cultura nacional. Los escritores
costumbristas se opusieron a los románticos por su visión alejada de los
ámbitos nacionales y su tono melodramático, razón por la cual optaron por
temas, personajes y lugares locales, así como narraciones con un gran
sentido del humor.
La literatura costumbrista se desarrolla bajo la influencia de los cuadros de
costumbres españoles. Éstos son escritos en prosa de breve extensión, sin
una trama preconcebida, y centrados en retratar lo local con una visión de
conjunto, con la mayor fidelidad posible (por ello recurren a menudo a la
descripción). Los autores más representativos son los colombianos Eugenio
Díaz, Tomás Carrasquilla y Rafael Pombo, así como el peruano Ricardo Palma.
Grandes obras del Costumbrismo
Cuentos pintados y cuentos morales para niños formales, de Rafael
Pombo: En estos cuentos se recrean diversas moralejas y se exponen
patrones para el comportamiento social. También se revelan los vicios y
los males de la sociedad colombiana de la época. La popularidad de uno
de sus relatos ha quedado en la memoria de muchos colombianos, que
aprendieron sus versos en la infancia: “El hijo de rana, Rinrín renacuajo,
salió esta mañana muy tieso y muy majo…”.
En la diestra de Dios Padre, de Tomás Carrasquilla: Este cuento fue
compuesto por Carrasquilla en 1897. Narra la historia de un campesino
que después de haberle vendido su alma al diablo, logra salirse con la
suya, jugándole muchas artimañas. El texto representa el pensamiento
popular y religioso de los campesinos antioqueños. La obra ha sido
adaptada muchas veces para el teatro, por su enorme riqueza literaria.
AUTORES DESTACADOS
Rafael Pombo 3 (Bogotá, 1833-1912). Es una
de las figuras sobresalientes
del costumbrismo hispanoa-
mericano. Fue coronado como
poeta nacional en el teatro
Colón de Bogotá en 1905.
Gracias a sus constan-tes
viajes, pudo tener contacto con
las obras de los autores
ingleses más representativos
del período romántico, como
Keats, Shelley y Coleridge. En
su obra también se hacen
manifiestas las influencias de
poetas norteamericanos, como
Poe, pues se dejan ver espacios
sombríos, soledad y
desesperación. Además, refle-
xiona constantemente sobre el
sentido del mundo. Compuso
libros de poemas para niños, que
se constituyen en sus obras más
populares, ya que casi un siglo
después son tema de estudio en
las escuelas.
AUTORES DESTACADOS
Rubén Darío (1867-1916). Su verdadero
nombre era Félix Rubén García Sarmiento. Fue periodista y diplomático. Hasta 1898 vivió, publicó y actuó en Chile,
Centroamérica y Argentina.
En 1898 viajó a España, y
vivió en Francia y otros países
de Europa.
José Martí (1853-1895). Su vida estuvo
marcada por la temprana y
constante lucha por la libertad
de su patria y los valores
morales. Sufrió castigos y
destierros, por lo que viajó a
Europa y vivió en España. Su
escritura es fragmentaria, a causa de su azarosa existencia. Martí fue un escritor original, pero sin rebuscamiento ni
excentricidad. En toda su prosa (cartas, artículos periodísticos, discursos) las ideas tienen vigor y dinamismo.
EL MODERNISMO
A finales del siglo XIX, un grupo de jóvenes escritores hispanoameri-
canos iniciaron el gran cambio de las letras de habla hispana: el
Modernismo. A partir de 1888, el nicaragüense Rubén Darío, portavoz y
líder del movimiento, usó la palabra para designar la tendencia.
Más que un movimiento literario, el Modernismo fue una actitud ante la
vida: la forma con que Hispanoamérica expresó la crisis universal que se
vivió hacia finales del siglo XIX y que se manifestó en todos los
aspectos de la existencia como un profundo cambio. El Modernismo
intentó unir, por tanto, dos ideas: el Romanticismo, que lo tornó hacia el
mundo antiguo, la tradición, el pasado; y el Realismo, que lo volcó al
presente, a lo actual.
Autonomía intelectual del Modernismo
Es lógico que la revolución intelectual modernista surgiera en
Hispanoamérica. La independencia de la tutela española había planteado
problemas de identificación cultural, pero la autonomía intelectual no se
consiguió sino hasta la revolución modernista, en el momento en que las
nuevas naciones alcanzaron un período de relativa paz y prosperidad.
José Martí había anunciado: “No habrá literatura hispanoamericana
hasta que no haya Hispano América”.
El Modernismo fue un movimiento de gran originalidad, en el que se
buscó la propia expresión, no en el aislamiento, sino en la amplia 4
comunicación con el mundo. Por eso, la voluntad de innovación
(originalidad), junto con el individualismo (autonomía literaria) y el
cosmopolitismo (apertura a todo el universo) son características
básicas del Modernismo.
Bases estéticas del Modernismo
En el panorama literario francés de la segunda mitad del siglo XIX,
surgieron dos corrientes que influyeron decisivamente en los
postulados estéticos del Modernismo y de otros movimientos literarios
del siglo XX. Estas corrientes fueron el Parnasianismo y el Simbolismo.
El Parnasianismo fue una corriente que reunió a poetas de ten-
dencias diversas bajo el magisterio de Théophile Gautier. Los
poetas del Parnasianismo reaccionaron contra el subjetivismo
romántico e instauraron una poesía de corte objetivo, caracteri-
zada por la perfección formal y la utilización de un léxico
escogido. Su representante principal fue Leconte de Lisle. ElModernismo tomó de este la noción de “el arte por el arte” y el
gusto por lo refinado y por la perfección formal.
El Simbolismo, según J. Moréas, fue una corriente “enemiga de lo
didáctico, de lo declamatorio, de la falsa sensibilidad, de la
descripción objetiva”; en suma, una corriente opuesta al Realismo
y al espíritu científico de moda.
De este movimiento, el Modernismo tomó el gusto por la música, gusto que
conlleva numerosas innovaciones métricas y la tendencia a incorporar
símbolos, sinestesias y todo tipo de imágenes sensoriales.
Características del Modernismo
Se pueden establecer los siguientes rasgos del Modernismo:
Amplia libertad creadora.
Sentido aristocrático del arte.
Cosmopolitismo: el poeta es el ciudadano del mundo, está por encima
de la realidad cotidiana.
Actitud abierta hacia todo lo nuevo. Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura a la pintura, la
música, la escultura). Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos. Se
constituyen como temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad
Media, la ambientación versallesca, la flora y la fauna exóticas, llamativas. Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las impresiones que
provocan las cosas y no las cosas mismas). Renovación de recursos expresivos: Se insistió en la búsqueda de nuevas
palabras, sonidos e imágenes, y se suprimieron aquellos términos gastados
por el uso cotidiano. Renovación del lenguaje poético: Se le dio flexibilidad al soneto con el
uso del endecasílabo (verso de once sílabas); el alejandrino (verso de 5 catorce sílabas); el eneasílabo (verso de nueve sílabas); y el dodecasílabo (verso de doce sílabas).
Como aporte del Romanticismo, se prefirió también la versificación irregular, el verso libre y la
libertad estrófica.
Obras destacadas del Modernismo
Cantos de vida y esperanza, de Rubén Darío: Escritos en 1903. En esta obra, desde el comienzo,
Darío hace una reseña de sus obras y de su vida, con su famoso comienzo “Yo soy aquél que ayer no
más decía / el verso azul y la canción profana”, ahora, es un poeta que se confiesa, y revela que
detrás de su poesía tan exclusiva late una vida tormentosa. Los temas del libro son, entre otros, el
paso del tiempo, la búsqueda de la fe, la misión del poeta, la preocupación por el futuro de América y
su alianza indisoluble con España. El libro termina con el poema Lo fatal con una expresión de temor y
duda sobre el misterio de la vida.
Ariel, de José Enrique Rodó: Es un ensayo sobre el destino de la vida, dedicado a la juventud
latinoamericana. La obra contiene un examen de los defectos de la cultura norteamericana y una
decidida defensa de la idiosincrasia espiritual de la América hispana. El objetivo propuesto en esta
obra fue moral: indicar las carencias que aún tiene Hispanoamérica y proponer una visión idealista del
continente.
De sobremesa, de José Asunción Silva: La novela narra la vida de José Hernández, un artista en
constante conflicto con la sociedad burguesa. Un joven muy sensible y enfermizo que cuestiona el
mundo, del cual no se siente parte. El poeta es, además, autor de Nocturno, uno de los más
importantes poemas de América Latina, ya que, en su composición, los versos rompen con la rima y el
metro tradicionales, construyendo ritmos desconocidos hasta entonces. Además, Silva empleó
adjetivos y repeticiones que contribuyen a reforzar el tema del poema.
que constituyó la puerta por la cual ingresó el Modernismo a Colombia.
de la literatura continental, y
(Bogotá, 1865-1896). Viajó a Europa en 1885, donde conoció la poesía europea y tuvo amistad con escritores como Oscar Wilde y Stéphane Mallarmé. Sus des-venturas quizá pudieron llevarlo al suicidio y truncar la realización de una obra acabada. El poema Nocturno lo inmortalizó en el ámbito
José Asunción Silva
AUTORES DESTACADOS
AUTORES DESTACADOS
César Vallejo (1892-1938). Su trayectoria recorre tres estaciones
poéticas. La primera corres-
ponde al modernismo de Los
heraldos negros (1918); la
segunda, que fragua en Trilce
(1922), es la de la ruptura
violenta con la estética
modernista y con el propio idioma; la tercera es la del
sometimiento de la poesía al
clamor por el sufrimiento de
los hombres. A esta etapa
pertenecen: Poemas humanos y
España, aparta de mí este
cáliz, un poemario sobre la
Guerra Civil Española.
Pablo Neruda (1904 -1973). Su producción
poética se distingue por su versatilidad y apasionamien-to.
Siendo muy joven, publicó
Veinte poemas de amor y una
canción desesperada (1924).
En 1971 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
EL VANGUARDISMO
Después del movimiento modernista, cuyas últimas obras se produjeron
hacia la tercera década del siglo XX, comenzó el periodo de la
literatura latinoamericana más complejo y difícil de estudiar, entre
otras razones, porque durante este lapso comenzaron a coexistir
distintas corrientes literarias y de pensamiento. Es decir, si durante el
Modernismo la mayor parte de los escritores se unió alrededor de los
planteamientos estéticos modernistas, durante el Vanguardismo los
escritores asumieron posturas diferentes.
Los movimientos vanguardistas
Se denomina vanguardia a una serie de tendencias en las artes
plásticas y en la literatura, que tuvieron lugar en las primeras décadas
del siglo XX.
El término “vanguardia” proviene del francés avantgarde, y se refiere
al impulso “guerrero” de estos movimientos cuyos representantes se
consideraban ubicados en puestos de avanzada en el campo del arte en
contra de todo lo académico ya establecido. Los vanguardistas querían
romper con las normas impuestas y exigían una libertad total para
lograr “una nueva expresividad”. Los movimientos vanguardistas, en
general, no tuvieron una gran duración y se caracterizaron por estar
conformados por pequeños grupos de artistas que se organizaban
alrededor de un fundador, quien redactaba un manifiesto-programa en 6 el cual declaraba sus principios.
Esta época, entre el momento de pre-guerra y fines de la década del
treinta, también es conocida como el periodo de los ismos:
Expresionismo, Cubismo, Superrealismo, Dadaísmo, Futurismo,
Ultraísmo, Creacionismo, etc.
El Surrealismo. Hizo escuela en la pintura y la poesía. Defendía la
expresión de la vida subconsciente o de los motivos más interiores
y oníricos (relativos al sueño), con exclusión de toda lógica, moral
y formalismo.
El Ultraísmo. Formó parte de la vanguardia de los años veinte y
tuvo su origen en la poesía latinoamericana, en cabeza de Jorge
Luis Borges y Oliverio Girondo. Postuló la liberación de los
impulsos vitales, la recuperación de la espontaneidad instintiva y
la brevedad de las expresiones.
El Creacionismo. Postuló el antitradicionalismo y la idea de que la
poesía es, ante todo, una creación. Su principal exponente fue el
poeta chileno Vicente Huidobro.
Características de la Vanguardia
Aunque los diferentes “ismos” tuvieron sus características propias,
existen ciertos rasgos comunes:
Rompimiento con los preceptos académicos y con la normatividad.
Se desea crear un arte nuevo, ya que las normas “esclavizan” al autor.
Valoración de lo irracional como modo de percepción del mundo.
Varios de estos movimientos (especialmente el Superrealismo)
despreciaron el desvelo como momento ideal para crear; por tanto,
consideraban que los esclavos de semiconciencia, cercanos al sueño,
eran perfectos para desarrollar la labor creativa. El feísmo. El arte vanguardista quiso provocar una reacción en el
destinatario. Para lograrlo, se apoyó en lo desagradable. Arte no figurativo. Los vanguardistas estuvieron en contra de un arte
imitativo de lo extremo. Encontraron en las palabras un nuevo valor
extraordinario por medio del cual el artista creó un “mundo nuevo”
autosuficiente. Nueva disposición gráfica. Las palabras se distribuyeron en el papel
con la total libertad. Los vanguardistas suprimieron los signos de
puntuación y los conectores. Frecuentemente el verso perdió la rigidez
de la rima y la métrica fijas. Deseo de aunar todas las artes. Literatura, pintura, música, etc. Por
este motivo, un poema podía adquirir, a través de la distribución
original de las palabras, la forma del objeto descrito. Estos poemas se
conocen con el nombre de caligramas o ideogramas.
Obras destacadas del Modernismo
Residencia en la tierra y Canto general, de Pablo Neruda: El
Residencia en la tierra, el poeta vertió el sentimiento de perplejidad y
angustia de quien se encuentra con una realidad en descomposición y
lucha por hallar en ella un principio trascendente, un valor eterno al
que aferrarse. Canto general, por otra parte, es considerado un canto
exuberante y totalizador de los pueblos de América. En esta obra se
mezcla la grandiosidad épica con la denuncia histórica y el panfleto
político.
Motivos de son y Sóngoro cosongo, de Nicolás Guillén: Es una
poesía de inspiración folclórica que recoge el ritmo musical y las
peculiaridades del habla de los mulatos antillanos, aunque
compaginándolos con formas métricas de tradición culta, como la
décima.
Ficciones, de Jorge Luis Borges: Es una colección de cuentos en la
que figuran dos prólogos. La crítica especializada lo ha aclamado como
uno de los libros que ayudaron a definir el rumbo de la literatura del
siglo XX. De igual manera, su publicación en 1944 colocó a Borges en un
primer plano de la literatura universal. El libro está compuestos de dos
partes: El jardín de senderos que se bifurcan y Artificios. A pesar de
la separación en partes, éstas no difieren en estilo (la única diferencia
palpable son las fechas en que aparecieron los textos y que Artificios
es ligeramente más breve que El jardín).
AUTORES DESTACADOS
Jorge Luis Borges (1899-1986). Alcanzó, en la
segunda mitad del siglo XX,
la categoría de clásico
universal. Su voracidad de
lector y su memoria prodigio-
sa lo convirtieron en un
hombre de amplia erudición,
que supo transformar en
materia prima de sus
ficciones. Borges hace litera-
tura de la literatura. En sus relatos, que son híbridos entre la narración y el ensayo, se
manifiestan temas recurrentes como: el tiempo cíclico (el eterno retorno), la
identidad individual y el 7
destino,
la muerte, la imposibilidad de
conocer el mundo, el carácter
artificial e ilusorio de la realidad, el
infinito como atroz amenaza.
Algunos símbolos en su poesía son:
el laberinto, el espejo, el libro, el
doble, los objetos mágicos (el disco de una sola cara, el libro
infinito), la espada o el tigre.
Los libros capitales de
Borges (y de la narrativa en
castellano del siglo XX) son
Ficciones (1944) y El Aleph
(1949).
Nicanor Parra (Chile, 1914). Es uno de los
más prolíficos poetas hispa-
noamericanos, considerado el
creador de la “antipoesía”.
En 1954 publica Poemas y
Anti-poemas, libro que marcó
la irrupción del modelo anti-
poético.
AUTORES DESTACADOS
Mario Vargas Llosa (Perú, 1936). La novelística
del peruano Mario Vargas
Llosa se distingue por su
realismo fundamental, desde
el que puede elevarse a
planos simbólicos o míticos
sin introducir elementos
sobrenaturales propios del
realismo mágico. En La ciudad y los perros, el autor refleja la brutal existencia cotidiana de unos
cadetes (los “perros”) en una
academia militar limeña. El
amplio repertorio de procedi-
mientos narrativos (punto de vista múltiple, acciones
simultáneas, alternancia de planos temporales, encadena- miento de monólogos
interiores) no entorpece la
intención crítica de la obra.
En su siguiente novela, La
casa verde (1966), se
incrementa la complejidad
técnica y estructural para
narrar las múltiples vidas que se entrecruzan en un prostíbulo en medio de la
selva. Conversación en la
catedral (1969) analiza un proceso de corrupción
política a través de la conver-
sación entre un periodista y el
guardaespaldas de un dictador.
EL BOOM LATINOAMERICANO
Los narradores de esta tendencia utilizaron y aprovecharon los legados
de grandes narradores europeos y americanos como James Joyce
(irlandés) y William Faulkner (norteamericano).
Los siguientes fueron sus aportes al novedoso modo de narrar de los
autores del Boom:
El monólogo interior. Técnica que consiste en reproducir el
pensamiento libre del personaje, tal como sucede en la realidad:
asociando desordenadamente ideas, recuerdos, emociones, etc.
Discurre sin lógica, puede ser incoherente y saltar de un asunto a
otro sin consistencia ni nexos lógicos. La perspectiva múltiple. El narrador no es un solo: la narración
puede ser asumida sucesivamente por diferentes narradores (ya
sean personajes o no), que presentan su propio punto de vista
sobre lo que ocurre. Los experimentos con el tiempo. Los hechos no se presentan en
orden cronológico, sino que los personajes pueden saltar del
presente al pasado (cuando recuerdan) o al futuro (cuando
imaginan) y, luego, regresar de nuevo al presente.
El año 1962 fue crucial para la difusión internacional de la narrativa
hispanoamericana. Ese año, en el cual Alejo Carpentier publicó El siglo
de las luces, se daba a conocer un joven narrador peruano, Mario
8 Vargas Llosa, con la novela La ciudad y los perros y, a la vez, aparecía
La muerte de Artemio Cruz, novela experimental con la que el mexicano
Carlos Fuentes confirmaba su talento innovador. Fue el comienzo del
que se llamaría el boom de la narrativa hispanoamericana. Con el
asombro ante los nuevos autores (Vargas Llosa, Fuentes, Cortázar,
García Márquez, Donoso, entre otros), se despertó el interés por los
escritores anteriores (Onetti, Lezama Lima, Borges, Rulfo, Sábato).
Verdaderamente, el Boom no fue sino el reconocimiento mundial del
interés y la pujanza de la literatura latinoamericana, favorecida por la
presencia de un deslumbrante grupo de escritores.
Características del Boom Latinoamericano
La gran cantidad de escritores, así como la riqueza en diversidad de sus
obras, hace importante reseñar todas sus características. A
continuación, se mencionarán las más importantes:
Es una narrativa urbana. Es decir, su ambiente principal son las
ciudades, ya no el campo o la naturaleza, como sucedía en la
narrativa anterior (años treinta y cuarenta). Abandono del tema regional para explorar áreas más
universales del ser humano, es decir, los asuntos que interesan a
toda persona, más allá del pequeño lugar donde vive. Rechazo a la moral basada en el maniqueísmo. No hay división
entre los “buenos” y los “malos”; lo negativo ocurre sin que ningún
ser perverso lo ocasione. Por esta razón, en esta narrativa, abundan
los personajes ambiguos, deliberadamente incompletos en su
caracterización, totalmente lejanos a los personajes arquetípicos de
las narraciones anteriores. De lo anterior se despende que las obras resultan también “obras
abiertas”, es decir, sujetas a que el lector las “cierre” con su propia
interpretación. Las obras renovaron completamente el lenguaje literario. En
muchas narraciones, el lenguaje es el protagonista. Esta
característica se manifiesta en dos niveles: por un lado, en la
preocupación por la estructura de la novela (diferentes narradores,
diferentes tiempos, rechazo a la narración cronológica); y, por otro
lado, en la experimentación lingüística: juegos con el lenguaje,
invención de nuevos lenguajes, etc.
Temas del Boom
Las temáticas más trabajadas por los autores del Boom son:
El realismo mágico. Consiste en ver lo maravilloso como una de las
condiciones y expresiones de la realidad, de lo cotidiano. Esto se logra
mediante la narración de hechos extraordinarios como parte de lo
normal de la vida latinoamericana. En Cien años de soledad, la peste del
insomnio, donde todos los personajes deambulan noche y día sin poder
conciliar el sueño, es un ejemplo de ello. La historia de América Latina. De manera persistente y con el afán
de conocer nuestros orígenes y posibilidades para el futuro, la
narrativa del Boom busca los hechos fundacionales de nuestra historia
y de nuestra raza. La muerte de Artemio Cruz es una muestra de ello. La vida de ciudad. Este tema es una expresión interesante de ese
hombre latinoamericano, en parte campesino, en parte urbano, que ve
en la ciudad un nuevo espacio para sobrevivir. El cosmopolitismo de
Julio Cortázar en Rayuela, es un modelo de esta temática. Lo propio de la cultura latinoamericana. A través de sucesos y
personajes esta narrativa reflexiona y busca los elementos que
caracterizan lo latinoamericano: la vitalidad, la imaginación, la soledad,
la pobreza, las dictaduras, las guerras civiles y la presencia
permanente de la muerte, especialmente de la muerte violenta y
sórdida. Por su trascendencia, este tema está presente en todas las
obras del Boom.
Géneros del Boom
Las principales expresiones del Boom se dieron en el género narrativo,
especialmente en el cuento, la novela y el ensayo.
El cuento. La obra que recopila los cuentos más destacados del Boom
es El llano en llamas, de Juan Rulfo, en la que se abordan y representan
la mayoría de los temas que caracterizaron este movimiento. Otra
muestra de gran calidad del tipo de cuentos que se escribieron en este
AUTORES DESTACADOS
Julio Cortázar (1914-1984). Fue el principal
renovador del cuento de su
generación. Su primer libro,
Bestiario, apareció en 1951.
Su escritura se caracteriza por
el juego con las formas y las
técnicas narrativas, como se
manifiesta en sus colec-
ciones de cuentos Las armas
secretas (1959), Todos los fuegos, el fuego (1966), Octaedro (1974) o en el
inclasificable Historias de cronopios y de famas (1962).
9
Gabriel García Márquez (1928). Dedicado profesio-
nalmente al periodismo,
publicó en 1955 su novela
corta La hojarasca, a la que
siguieron El coronel no tiene
quien le escriba (1961) y La
mala hora (1962), así como el libro de cuentos Los funerales de la Mamá Grande (1962). Fue condecorado con el Premio
Nobel de Literatura, en el año 1982.
AUTORES DESTACADOS
Juan Rulfo (1917-1986). Su reputación
literaria se asienta en dos
pequeños libros: El llano en
llamas, compuesto de dieci-
siete pequeños relatos y
publicado en 1953, y la
novela Pedro Páramo, publi-
cada en 1955. Se trata de uno
de los escritores de mayor
prestigio del siglo XX, pese a ser poco prolífico.
Juan José Arreola (1918-2001). Figura clave de
las letras mexicanas, siendo
uno de los escritores más
reconocidos en el ámbito
internacional, no sólo por su
peculiar sentido del humor y
su habilidad para borrar las
fronteras entre la realidad y la
fantasía, sino también por la
precisión de sus metáforas.
Heredero de la estética
vanguardista, supo darle un vigor sorprendente al género
del micro-relato en textos en
los que retrató conversa-ciones
literarias, juegos de escrituras
y magias irrepeti-bles.
Destacan sus obras Confabulario (1952) y Bestiario (1972).
período son los de Julio Cortázar: Casa tomada, Carta a una
señorita en París o Continuidad de los parques, como ejemplos de
imaginación, juego narrativo y finales sorprendentes. La novela. Este tipo de narrativa ha sido considerada como uno
de los ejes de este movimiento. Cabe mencionar, entre otros, a
Gabriel García Márquez (colombiano), Mario Vargas Llosa
(peruano), Julio Cortázar (argentino) y Carlos Fuentes
(mexicano). El ensayo. Surgió como cuestionamiento a los conflictos sociales
y literarios de la época. Además de excelentes narradores, los
creadores del Boom también incursionaron en la crítica literaria.
Corrientes representativas
Realismo mágico: Muestra la realidad latinoamericana inmersa en
mundos mágicos y míticos, en donde lo irreal forma parte de lo
cotidiano. Son significativos el manejo del tiempo y el espacio
narrativos (trastocados), el uso de la caricatura, el humor negro
y la exageración, así como la creación de situaciones que retan al
lector a resolverlas o descifrarlas. Los autores más destacados
de esta corriente son el guatemalteco Miguel Ángel Asturias
(Hombres de maíz, El señor presidente), el colombiano Gabriel
García Márquez (Cien años de soledad, El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada), el mexicano Juan Rulfo (Pedro Páramo) y los cubanos Guillermo Cabrera Infante (Tres tristes 10 tigres) y Alejo Carpentier (El reino de este mundo).
Realismo fantástico: En medio de la búsqueda por permitir a lo
fantástico un lugar en la narración, se recurre a diferentes
niveles de realidad, a la imaginación, los sueños, las pesadillas, el
delirio y la locura como situaciones que pretender explicar el
mundo sobrenatural. Se distinguen dentro de esta corriente el
cuentista uruguayo Horacio Quiroga (Cuentos de amor, de locura
y de muerte), el mexicano Carlos Fuentes (La muerte de Artemio
Cruz), los argentinos Jorge Luis Borges (Ficciones, El Aleph, El
libro de arena), Julio Cortázar (Bestiario, Todos los fuegos, el
fuego, Rayuela, Historias de cronopios y de famas) y Ernesto
Sábato (El túnel).
Neorrealismo urbano: Presenta héroes anónimos en la ciudad,
perdidos en su inmensidad y convertidos en multitud por la
pérdida de la individualidad. Los temas principales de esta
novelística son la vejez, el dinero, la soledad, el crimen y la
persecución política. Se destacan aquí el peruano Mario Vargas
Llosa (La ciudad y los perros, La casa verde, Conversaciones en la
catedral, Pantaleón y las visitadoras, La fiesta del chivo), el
mexicano Juan José Arreola (Confabulario) y los uruguayos Juan
Carlos Onetti (El astillero, Juntacadáveres) y Mario Benedetti
(Gracias por el fuego).
LA LITERATURA CONTEMPORÁNEA
Las transformaciones formales y de contenido que se han dado en los
últimos años del siglo XX y comienzos del presente no son muy
significativas. Realmente la influencia del Boom en la narrativa
contemporánea continúa hasta nuestros días, aunque con una disminución de
las referencias al Realismo mágico.
En cuanto a la poesía, ha habido una tendencia a crear un lenguaje más
familiar, propio de la cultura masiva.
Los fenómenos o tendencias históricas, tales como el fin de la Guerra Fría,
el agravamiento de la guerra de Estados Unidos con Iraq o la globalización,
afectan, también, la vida cultural. Por ejemplo: cuestiones relativas a la
función social de la literatura en una cultura dominada, casi totalmente, por
las tendencias del mercado; o la denominada muerte de la poesía en la
sociedad de consumo de espectáculos masivos; o al incremento de la idea de
que el cine y la televisión puede remplazar la lectura de una obra de arte; o
a la crisis de las ciencias humanas (literatura, historia, sociología, filosofía)
en las universidades.
Como consecuencia de lo anterior, el arte y la literatura no han podido
substraerse de la industria cultural, la cual consiste en todo el conjunto de
fenómenos relacionados con la producción, difusión y valoración de la
información que circula por diversos medios, y que influyen en nuestras
vidas cotidianas.
Características de la Literatura Contemporánea
Los siguientes son los rasgos más sobresalientes de la literatura
contemporánea en Latinoamérica:
Lector activo. Con la desaparición del narrador que lo conocía todo
(omnisciente), se hace mucho mayor la participación del lector, porque
se le presenta una gama de opciones, señales y circunstancias no
resueltas, que él debe solucionar. Planos paralelos. Se desarticula la lógica del relato: no hay
obligadamente un final, un desenlace y se rompe el orden cronológico
de la narración; hay saltos hacia el futuro, hacia el pasado o retorno al
presente. Relativismo del narrador. Desaparece la figura del narrador como
poseedor absoluto de la verdad. Empleo de recursos narrativos nuevos. La narrativa contemporánea
presenta una serie de técnicas narrativas novedosas, que buscan
entregar una imagen lo más completa posible de la existencia. Algunas
evidencian la influencia del cine en la literatura, como el montaje, el
paralelismo, el flash back (salto hacia atrás en el tiempo de la
narración). El empleo del monólogo interior y el de la corriente de
conciencia. Imaginación creadora. Los novelistas contemporáneos acuden a la
imaginación para inventar lugares y personajes. El espacio creado sirve
AUTORES DESTACADOS
Octavio Paz (1914-1998). Es, ante todo,
autor de una valiosísima obra
ensayística de asunto estético
y político que comprende
títulos fundamentales como
El laberinto de la soledad
(1950), El arco y la lira (1956) o Los hijos del limo (1973). En su calidad de
poeta, Paz ha sido receptivo a
muy diversos estímulos: el compromiso social, la libera-
ción surrealista, la influencia
de la cultura oriental (fue
durante seis años cónsul en la India), los experimentos tipo-
11 gráficos
(la “poesía visual”) y la defensa de la autonomía
del lenguaje poético de la
vanguardia. Su obra poética
consta, entre otros, de estos
títulos: Libertad bajo palabra
(1957), Salamandra (1961), Ladera Este (1968), Pasado en claro (1975). En 1990 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Darío Jaramillo Agudelo (1947). Poeta, novelista y
ensayista colombiano nacido
en Santa Rosa de Osos,
Antioquia. De su poesía se
han hecho tres reediciones
completas: 77 poemas (1987), 127 poemas (2000) y
Libros de poemas (2003); y
algunas selecciones parciales
como Antología poética
(1991) o Cuánto silencio
debajo de esta luna (1992).
AUTORES DESTACADOS
Mario Benedetti (1920-2009). Narrador, poeta,
dramaturgo y periodista.
Buena parte de su obra
poética se reúne en Inventario
(1978). Obras posteriores son
Cotidianas (1979) y Viento
del exilio (1981). Su pro-
ducción narrativa comprende
varios títulos compilados en
la obra Cuentos completos (1970) y en Todos los cuentos de Mario Benedetti (1980). También ha publicado
Primavera con una esquina
rota (1982), Geografías
(1984), y las novelas La
tregua (1980) y Gracias por
el fuego (1985).
Héctor Abad Faciolince (1958). Estudió periodismo
en la Universidad de
Antioquia y lenguas y
literatura moderna en la
Universidad de Turín (Italia).
Ha sido columnista de periódicos como El Colom-
biano y El Espectador, y en la
revista Cromos, entre otros.
Actualmente escribe para las
revistas Cambio y El
Malpensante. Además de
dedicarse al periodismo, es
uno de los escritores colom-
bianos más representativos.
para integrar la realidad en sus diversos planos: real, mítico, simbólico. Por ejemplo: Macondo en Cien años de soledad.
Verosimilitud. La verdad de la narrativa contemporánea está en
proceso mismo de la creación y no en la exacta reproducción de
los hechos externos a ella. Las relaciones en el interior del texto
narrativo son asociaciones a nivel del lenguaje y no vinculaciones
del lenguaje con hechos exteriores no lingüísticos.
Temas de la Literatura Contemporánea
Ficción y realidad hispanoamericanas. Retomando el Realismo
mágico, la actual narrativa relaciona de manera persistente la
realidad y la ficción de nuestro continente. Los hechos
extraordinarios de nuestra realidad como, por ejemplo, los
grandes mitos precolombinos, la supervivencia diaria de los más
pobres gracias a su ingenio, los sueños, las utopías, la violación de
los derechos humanos. Los contrastes. El cuento y la novela posteriores al Boom, sin
perder su influencia, han buscado temas propios de la condición
del ser latinoamericano. Así, la soledad, la pobreza del
desplazado, las grandes comodidades y la deshumanización de las
grandes ciudades, la música autóctona y el rock, son los
contrastes de nuestra realidad social que han quedado
reflejados, en toda su complejidad, en muchos relatos de hoy.
El humor y la crudeza. El poema, el relato, el ensayo hacen 12 burla, critica, ironía, humor con nuestros problemas y circunstancias, y, a la vez, reflejan que en ese humor, que en el chiste, se esconde una dolorosa situación humana, personal, social, histórica. Las obras de Mario Benedetti o de Ernesto Cardenal son una buena muestra de este fenómeno.
La angustia del individuo. En medio de la ciudad, del trabajo, del
afán, de los otros, el hombre se siente vacío y pone en duda todos
sus valores y tradiciones. La reflexión. Aunque implícita en la poesía y la novela, el ensayo
ha sido el género más propicio para repensar nuestra condición
latinoamericana.
Narrativa del Post-Boom
Actualmente, los escritores contemplan una problemática más asociada
con las ideas y lo estético. Sus características generales tienen que ver
con la subversión del canon, el protagonismo del texto como tal, la
ciudad moderna con sus copias de modelos extranjeros y su identidad
basada en la música, el sexo, el deporte, la multiplicidad de voces, etc.
El grupo de autores es muy nutrido, del que podemos mencionar autores
como Manuel Puig, Luis Rafael Sánchez, Rubem Fonseca, Isabel Allende,
Mempo Giardinelli, Fernando del Paso, Antonio Skármeta, Osvaldo
Soriano, Andrés Caicedo, José Donoso, Jorge Guzmán, Ernesto
Cardenal, Alfredo Bryce Echenique, Germán Espinosa, Eduardo Galeano,
Sergio Ramírez, Gustavo Álvarez Gardeazábal y Reinaldo Arenas.