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conducta de los jovenes
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CLODEE VIRGINIA MEDINA
COMPORTAMIENTO ADECUADO DEL ADOLESCENTE
ÍNDICE
- Introducción……………………………………………………….3
- Comportamiento adecuado del adolescente……………………....4
- Manifestación del adolescente……………………………………8
- Formación………………………………………………………..12
- Rol de los padres…………………………………………………15
- Conclusión……………………………………………………….22
INTRODUCCIÓN
El comportamiento del adolescente, manifiesta un cúmulo de conductas
inadecuadas en el transcurso de sus vidas.
Es por eso, que los padres deben incidir sobre manera en la conducta de los
mismos.
Los temas, que ofrecemos a continuación, explican por si solo, el porqué de
su comportamiento y lo más importante aún como corregir tales
contingencias o problemáticas.
De allí, que los padres no tienen la batalla perdida, al intentar dirigir a sus
hijos de la mejor manera.
En tal sentido, este libro ofrece, alternativas muy puntuales, para que exista
una excelente retroalimentación y comunicación entre padres e hijos.
EL COMPORTAMIENTO ADECUADO DEL ADOLESCENTE
El comportamiento adecuado del adolescente, reviste de toda una serie de
aspectos que muy bien son necesarios precisar.
Cuando hablamos del comportamiento adecuado del adolescente, nos
referimos a algunas conductas que existen en ellos y que en su mayoría,
traen un turbulento accionar sin pensar, es decir, actúan por impulso, más
que por un pensamiento adecuado y razonable.
De allí, que cuando decimos que los adolescentes actúan por impulso, más
que por razonamiento, estamos diciendo, que su actitud no es razonada
adecuadamente, ante las normativas que imparten sus padres, o ante el
comportamiento adecuado que nos impone nuestra cultura.
Es así, como el adolescente, se manifiesta en todo su andar antes de
cumplir los 18 años de edad, en este orden de ideas, cuando ya es adulto, va
adoptando ciertas conductas aprendidas en el hogar, en el área estudiantil y
en su entorno social.
En ese transcurso de su vida va modelando conductas, ya aprendidas de sus
padres, normas que no eran acatadas en su edad de adolescencia, ahora
algunas de esas normas las aplican solapadamente, es decir, poco a poco.
En ese mismo orden de ideas planteamos que, los adolescentes perfilan su
personalidad, a medida que van experimentando aspectos y hechos de su
propia realidad y vida, no así experiencias de sus padres, que estos quieran
evitar en acontecimientos o circunstancias que vivan sus hijos.
Dentro de esta panorámica, se establece, las relaciones de padres e hijos,
como una constante en que los padres tratan de disminuir peligros que
existan en su entorno social.
Sin embargo, no son muy exitosos los resultados a que estos, pudieran
tener lugar en la vida del adolescente, como dijimos anteriormente cada
adolescente vive su propia vida.
Los adolescentes, son difíciles de manejar, más no imposible de hacerlo,
los padres pueden incidir en el comportamiento del adolescente, más no
imponer sus ideas, así será más difícil que estos obedezcan.
Los padres incurren en un error, cuando tratan de hacerse amigos de sus
propios hijos, así las normas y las reglas que los padres imparten
desaparecen, cuando estos intentan hacerse amigos de ellos.
Dentro de este marco, son muchos los elementos que son necesarios
precisar, en lo concerniente a la conducta de los padres. Muchos padres le
imparten normas y reglas a sus hijos, enmarcados en la ideología que le
dieron sus propios padres y no vinculándolo con las actividades actuales
que subyacen en sus hijos, con esto quiero decir, que los padres imparten
sus normas en cuanto a las costumbres que tuvieron sus padres y abuelos.
De allí, que estas costumbres se han convertido en normas y pautas de
conductas a lo largo de la historia.
Así es, como en lo que respecta a las pautas de comportamiento que
imparten los padres a sus hijos, deben orientarse en base a actitudes
individuales de cada hijo y no englobarlas a todos sus hijos como tal. Cada
hijo o adolescente, tiene su propia personalidad, sus propios gustos o
preferencias diferentes a otros adolescentes.
De allí, que el adolescente tiene sus propias convicciones, sus propios
criterios, en base, a lo que ellos piensan que ha de ser. Los padres ante esto,
se afectan irremediablemente, porque sienten que sus hijos se les escapan
de las manos.
Lo importante de esto, es que cada padre debe entender, que sus hijos
piensan por sí mismo y actúan en base a ello, viven su propio mundo, con
todos sus defectos y con todas sus virtudes.
Muchas son las cosas, que pudieran hacerse en las relaciones de los padres
y los hijos, los cuales pudieran tener óptimos resultados. Los adolescentes,
se relacionan con sus padres en muchas ocasiones, cuando hay intercambio
monetario, o cuando los buscan para compartir momentos de interés para
ellos, pero en ningún momento para establecer comunicación con los
padres de diferentes índoles. Los padres ante esto, pudieran obtener
óptimos resultados, en el sentido, que pudieran establecer buenas relaciones
con sus hijos y esto en el caso, que cuando su hijo establezca esta relación
con sus padres, hacérselo saber, para que así el adolescente sepa que no
puede manipular más a sus padres.
FIGUARA 1
MANIFESTACIÓN DEL ADOLESCENTE
El adolescente, ante esto, al sentirse descubierto; o incrementa este tipo de
relación o baja la guardia.
¿Pero que hacer cuando sucede esta situación?
Los padres ante esto, primero que nada, deben conversar con sus hijos, en
cada una de las situaciones, solamente justo en el momento en que se
establezca cada contingencia.
De allí, que llegarán a acuerdos, o desacuerdos, pero lo único que pudiera
solucionar estas situaciones, es cuando los padres ponen límites y esto
específicamente, cuando ponen normas o reglas y sobretodo cuando los
padres muestran autoridad, carácter y sean cumplidas por ellos mismos.
Muchos serían, los buenos resultados que pudiesen lograrse con los hijos,
pero el problema es, como interactuar con un adolescente, que ya se ha
hecho, o se ha querido hacer un adulto, la solución esta en establecer
reglas desde que están niños, porque si esto no se hace a tiempo, es mas
difícil poder controlarlos.
En ese mismo ámbito de ideas, podemos decir que una de las claves para
obtener óptimos resultados en la crianza de los hijos, es impartiendo
normas y reglas, desde el principio.
Los padres, en este aspecto, deben guiar a sus hijos, en lo concerniente a
sus propias vivencias, no a las vivencias de los padres. Los adolescentes,
siempre están aislados de la convivencia familiar, viven su propia vida, sin
importarles como viven sus padres, ni la relación que éstos pudieran tener
con sus propios padres y lo que pudiera afectar esto a los mismos, porque
de ante mano, los adolescentes no sienten que esto les afecta.
Ante esta panorámica, los adolescentes pudiesen estar equivocados, al
llevar una vida de este estilo, pero lo que los padres ignoran que este estilo
de vida que ellos llevan, han sido marcados por el proceso de socialización
que estos han generado., entendiendo esta, como la formación que le dan
los padres a sus hijos desde la infancia.
Enmarcados, en este planteamiento, se puede decir que, cuando hablemos
de socialización, nos referimos al proceso de educación que se le ha dado al
niño en el transcurso de su infancia., Que no ha sido otro, que el modelo
que ha tomado sus padres, de sus ancestros, es decir de generación en
generación. Hay un ejemplo, que ilustra tal apreciación, hay madres que
cuando cocinan, elaboran los alimentos en envases pequeños, así sea una
familia extendida, es decir, grande y esto se debe, que cuando los padres o
abuelos cocinaban lo hacían así, es decir, modelan la conducta de sus
ancestros y no actúan en base a sus necesidades, de allí, que podemos
enfatizar, que así actúan los padres en su vida cotidiana, sin darse cuenta
que lo que hacen es repetir costumbres pasadas.
Así, sucede con la formación que le dan los padres a sus hijos, los cuales
actúan de manera inconsciente al respecto. Muchos son los aspectos que
pudiéramos precisar, pero lo que si podemos estar seguros, es una vez, que
los padres, se dan cuenta que están incidiendo, algunos son los que
cambian su manera de actuar con respecto a la formación de sus hijos.
Los padres, les cuesta cambiar su actitud, por que han aprendido actuar
bajo la dirección de sus padres y a muchos les queda el carácter que han
infundido estos.
Sin embargo, mucho son las cosas, que pudieran cambiar los padres, con
respecto a sus hijos adolescentes, por ejemplo, cuando surge un problema
entre ellos, los padres deben conversar con sus hijos personalmente, sin
involucrar a los abuelos de estos; cuando hay un tercero se agrava la
situación.
Situación ésta, que incidiría de manera, en la autoridad que debieran ejercer
sus padres sobre sus hijos, específicamente los adolescentes.
FIGUARA 2
FORMACIÓN DEL ADOLESCENTE
Enmarcados, en lo que seria la formación del adolescente, podríamos decir,
que los padres ejercen en sus hijos, cierta autoridad, que es criticado por
ellos, más no aceptan ser dirigidos por sus padres. Dado el caso, es de
notar, que los adolescentes niegan tal autoridad, la autoridad la tienen ellos,
son ellos los que mandan en el hogar.
Sin embargo, los padres sienten, que esto se les escapa de las manos,
porque no saben que hacer con sus hijos. Unos de los aspectos a destacar,
es que los padres, desconocen por que pierden autoridad en sus hijos, sobre
todo los adolescentes y esto se debe a que en un principio no pusieron
orden.
De allí, que estos aspectos, se pueden generalizar en todos los padres que
tienen hijos adolescentes, ningún padre esta excepto de esto. Ahora
veremos muchos casos, en que se ven envueltos la mayoría de los
adolescentes; cuando un adolescente se le presenta una fiesta y éste se va a
la misma, sin consentimientos de los padres, los padres deben de quitarle lo
que mas le gusta, para que de esta forma agarren escarmiento.
También observamos que los adolescentes, cuando quieren lograr algo
tratan muy bien a sus padres, para lograr sus objetivos.
De igual forma los adolescentes, tratan a sus amigos bien, cuando
comparten criterios comunes, de resto se desvinculan de ellos.
Así mismo, cuando los adolescentes van al liceo, toman como patrón a
grupos de amigos, que converjan con sus ideas, con el sentido de lograr
objetivos comunes.
Estos grupos de liceístas, también tiene problemas con sus respectivos
padres, por la misma problemática que estos ocasionan a los mismos.
Estos liceístas, que son adolescentes, no son maduros, para dirigir a sus
amigos por buen camino, al contrario todos se sumergen a una misma
actitud ante la vida. Los padres ante esto, lo que hacen es sentirse
angustiados, con las manos atadas, porque realmente no saben que hacer al
respecto.
Sin embargo, esto tiene solución; cuando le sucedan estos casos a los
padres, lo más conveniente, es que acudan a un especialista experto en la
materia; ellos se encargarán de darle la justa orientación oportuna, a cada
situación que lo amerite.
Tal apreciación, se desprende a diario, día a día, incógnitas que tienen los
padres, porque se preguntan, en que han fallado, sin encontrar respuesta
alguna.
La falla, que se preguntan los padres, no es en muchos casos generados por
ellos, son aspectos que tienen en su personalidad que es difícil desligarse de
ellas. Difícil pero no imposible, querer es poder, la idea está, en que los
padres, estén dispuestos a cambiar la actitud que asumen, ante cualquier
problemática que subsista en el adolescente.
No es difícil, la clave esta en darse cuenta en que están fallando, para luego
poder incidir en la problemática que tienen sus hijos.
Otro problema, que ha de destacar, es la relación que tiene un adolescente,
en relación con sus hermanos pequeños, que no es otra que una turbulenta
relación.
Esta situación, se va incrementando a medida que pasan los días; los
adolescentes, entran en rivalidad en relación al trato que los padres les dan
a sus hijos pequeños, porque éstos, son los que requieren de mayor
atención.
FIGUARA 3
ROL DE LOS PADRES
Las madres, ante esto, lo que hacen inconscientemente, es entregarse a sus
hijos menores y obvian la atención idónea, es decir, la atención necesaria
que genera su hijo adolescente.
Cuando un adolescente, pide la atención de sus padres, es decir, necesitan
hablar con ellos, muchos son los padres, que no atienden la conversación
que estos requieren de los mismos, en ese momento.
Esto, aunque cueste creerlo, es peligrosísimo, si el adolescente esta
entrando en una contingencia y no es atendido, éste busca orientación en
sus amigos, que en muchas ocasiones no es la adecuada.
Muchos adolescentes, ante estos casos, se van por el peor camino, algunos
optan por consumir estupefacientes, otros por descarriarse, y en el caso de
las adolescentes, por irse a la prostitución.
Es sorprendente, lo que se plantea en el párrafo anterior, pero algunos son
los casos que se van por esta vía, lamentablemente.
Otros, por la ira que les da, que sus padres no lo atiendan en el momento
preciso, se van a fiestas y aunque no lo piensen se dejan llevar por sus
amigos, donde muchos de éstos le suministran drogas o introducen en las
bebidas éxtasis o burundanga y aunque los adolescentes no anden en esto,
pueden estar proclive, o propensos a estarlo.
De allí, que uno de los consejos que se le da a los padres, es que sepan, si
es posible, que amigos tienen sus hijos, para así saber, en que entorno
social se manejan ellos.
Otros aspectos, que son necesarios destacar, es el manejo que los padres
pueden hacer al respecto, que no se crea, que después de esto, ya no hay
nada que hacer, al contrario son pocos los adolescentes lo que caen en esta
situación.
Lo que se quiere expresar, es que los padres pueden encaminar a sus hijos a
lo que bien quieran ellos, no es difícil, tratar de conocer más a sus hijos,
iniciando conversaciones que traten de cualquier problemática, sin
exceptuar lo que se expresó anteriormente.
Así, es como el adolescente, entra en cierta conciencia, cuando el padre o
los padres tratan de conversar con ellos y decimos que tratan, porque, con
la personalidad que tiene cada uno de los padres, y lo contaminados que
están por el comportamiento que han tenido los adolescentes, es mucho ya
lo que puede solucionarse al respecto.
Muchas son las situaciones, que se ven envueltos los padres en relación con
sus hijos adolescentes, algunos de estos tratan de comportarse mal, aún a
costa que el padre, o los padres se molesten, solo y únicamente solo, para
verlos malhumorados.
Los padres, sin darse cuenta, entran en el juego, es decir, el adolescente
manipulan a los padres y en muchas ocasiones logran su objetivo.
¿Que hacer al respecto? No tomar en cuenta esas actitudes de sus hijos,
cuando surja tal altercado provocado por ellos, hacer caso omiso y no
tomarlos en cuenta.
Los adolescentes, se creen dueños y señores de su casa, donde el poder de
las cosas lo tienen son ellos, algunos en su esencia, creen o pretenden ser
padres de sus padres.
En lo concerniente al arreglo de su cuarto, muchos son los problemas que
tienen éstos con sus madres y sin hablar de todo el desorden que arman en
su casa.
En ese mismo orden de ideas, el adolescente tiene su propio mundo en el
desorden de su cuarto y la madre ya sin poder hacer algo al respecto.
Uno de los consejos, que se puede dar, sobre todo a las madres, es que no
se preocupen por el arreglo del cuarto de sus hijos, ellos ahí hacen su
propio mundo, su propia vida, es difícil dejar pasar tal desagravio, pero al
final de los casos, ellos se cansaran de ello, y arreglaran su cuarto, cuando
ellos así lo requieran, no luche ante esto, seria molestarse en vano.
Muchos son los aspectos que pudiéramos considerar al respecto, pero es
muy poco, lo que los padres saben de la conducta de sus hijos adolescentes,
no todos los adolescentes son iguales, cada quien se comporta de manera
diferente, dependiendo del hogar donde vivan, y dependiendo del entorno
social en que ellos se desenvuelvan.
Cuando cada adolescente es diferente, nos referimos a que cada quien se
comporta diferente al otro, por lo tanto los padres, no deben generalizar
que su hijo adolescente, es igual que otros, es un error garrafal decir esto.
La convivencia del adolescente, en relación con sus amigos pares, es decir,
de un mismo sexo u otro, siempre son diferentes a otras relaciones que
pudieran tener con otros, e inclusive, con sus propios padres o familias.
De allí, que los padres, deben estar atentos ante esto, y no sentirse mal si
sus hijos sobre todo los adolescentes, no establecen ningún trato con sus
familiares, el estilo de vida de ellos es así.
Vemos como los adolescentes, cuando van a sus casas entran y salen de las
mismas, en tiempo record, no duran ni un minuto, la mayoría de las veces,
salen o quieren salir, sin pedir permiso alguno a sus padres.
Desde esta panorámica, podemos decir, que éste, es el modo operandi del
adolescente, para ellos mejor que los padres no les digan nada, pero lo peor
no es esto, sino todas las problemáticas que esto les ocasiona a los padres,
por actuar así.
Muchos de los adolescentes, esperan el momento, o buscan el momento
para hacer molestar a sus padres, muchos buscan el momento en que la
familia o los padres están almorzando, desayunando o cenando, para crear
una atmósfera pesada en ese momento y lograr su objetivo.
Otros buscan el momento, que sus padres van de salida al trabajo, o en
ausencia de ellos para hacer de las suyas. También tenemos, que cuando
quieren algo, o les solicitan algo a sus padres, quieren que se les atiendan
rápido, e inmediatamente, obviando la actividad o la conversación que
tenga estos, así haya personas ajenas en el lugar.
En otro orden de ideas, están los adolescentes, que han pasado por ciertas
situaciones difíciles, bien sea la muerte de un familiar, o la separación de
sus padres y esto acarrea ante ellos, turbulentos cambios de carácter.
Es así, como en algunos casos, vemos adolescentes que tienen actitudes
extrañas ante la vida, porque estos aspectos, producen en ellos, rebeldías a
veces difíciles de manejar por sus padres. Estas conductas, a la luz de otros,
resulta inverosímil, difícil de creer y los padres piensan que es de difícil
manejo.
Sin embargo, muchos son los factores, que pudiéramos manejar al respecto,
en primer lugar, cuando el adolescente pasa por el proceso de separación de
sus padres, les afecta más que a sus propios padres, no tienen la suficiente
madurez para enfrentarlo.
En tal sentido, lo que se requiere al respecto, es que los padres cuando se
encuentren en un proceso de divorcio, debe hacérselo saber a sus hijos, con
palabras sencillas, muy bien desmenuzado, sin sentir temor a que sus hijos
lo puedan dejar de querer, al contrario, si este problema no se le plantea a
tiempo a su hijo adolescente, el ambiente y las relación entre ellos, cada día
se va a sentir más pesada.
Hable, con su hijo adolescente, bien claro sobre la separación, pónganse en
el lugar de él y luego haga, que el se ponga en el lugar suyo y dígale a su
hijo, que haría él si se encontrará en su situación, de manera que el
resultado será optimo.
Hay momentos en la vida, que los adolescentes, tienen comportamientos
difíciles de creer, sobre todo en lo referente a las manipulaciones, son unos
expertos mintiéndole a sus padres, arman toda una trama sobre lo que
quieran lograr y en la mayoría de los casos lo logran, bien sea llorando o
gritándoles a sus padres.
Los padres ante esto, deben colmarse de paciencia ante estos casos y sobre
todo verificar cuando es en serio o es mentira, lo que sus hijos les plantean,
¿como saberlo? escuchándolos sin interrumpirlos.
Cuando los padres, en su mayoría, intentan hablar con sus hijos
adolescentes, estos en su mayoría no hablan, siempre hacen gestos
molestos, porque no quieren oír a sus padres, hay que sacarle las palabras
de la boca, por que les aburre hablar con sus padres.
Muchas son las cosas, que los padres pueden lograr en sus hijos, sobre todo
con sus hijos adolescentes, no escatime esfuerzos, la batalla no está
vencida, vale la pena, la persona que dirige a su hijo, es usted y es mucho
lo que puede hacer al respecto, su hijo es como la ciencia, se puede hacer
con ellos lo que uno quiera, si quiere que su hijo sea medico, puede
hacerlo, sobre todo orientándolo desde pequeño para que así sea. En sus
manos esta el futuro de sus hijos.
FIGUARA 4
CONCLUSIÓN
El adolescente, en el transcurso de su vida va modelando conductas ya
aprendidas de sus padres, normas que no eran acatadas en su edad de
adolescencia, ahora una de esas normas las aplican solapadamente.
De allí, que los adolescentes perfilan su personalidad, a medida que van
experimentando aspectos y hechos de su propia realidad y vida, no así
experiencias de sus padres, que estos quieran evitaren acontecimientos o
circunstancias que vivan sus hijos.
Los adolescentes, viven circunstancias de la vida apremiantes y
controversiales; la comprensión y orientación oportuna y pertinente de sus
padres, es crucial para sobrellevar el mundo en que se dinamizan sus hijos.
Ante esta situación, la solución es fijar límites, normas y reglas a tiempo
para conducir al adolescente hacia la vida que concebimos para él.
EDITORA: CLODEE VIRGINIA MEDINA