10
Módulo 1 Unidad 2 Lectura 2 Materia: Historia Social Latinoamericana Profesor: Lic. Florencia Palacios

Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Embed Size (px)

DESCRIPTION

HISTORIA DE AMÉRICA LATINA DE LA UNIVERSIDAD SIGLO 21

Citation preview

Page 1: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Módulo 1

Unidad 2

Lectura 2

Materia: Historia Social Latinoamericana

Profesor: Lic. Florencia Palacios

Page 2: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 2

2.1 Los mercados de trabajo y la 2.1 Los mercados de trabajo y la 2.1 Los mercados de trabajo y la 2.1 Los mercados de trabajo y la

inmigración. Ideologías del inmigración. Ideologías del inmigración. Ideologías del inmigración. Ideologías del

movimiento obrero.movimiento obrero.movimiento obrero.movimiento obrero.

A partir del proceso de formación de los Estados Latinoamericanos

modernos, con la gestión de las elites políticas de fomentar el desarrollo del

modelo económico “hacia afuera”, es que fue necesario promover el ingreso

de nuevos pobladores. Los territorios nacionales en ese momento se

encontraban prácticamente vacíos por sus propias extensiones o porque

muchos de los habitantes en edad laboral habían perecido durante las

guerras de independencia.

De este modo, es que mediante el lema “Gobernar es poblar”, como diría el

pensador argentino Juan Bautista Alberdi y ante la creencia generalizada de

que la población nativa era supuestamente inferior para realizar las nuevas

tareas relacionadas al modelo Agroexportador, es que el Estado se embarcó

en la tarea de promover la inmigración, principalmente europea, para

cubrir los nuevos puestos de trabajo relacionados a la producción primaria,

explotación de tierras, desarrollo de obras de infraestructura e industria

incipiente.

Añadido a las dudas racistas, había un sentimiento generalizado de su propia

inferioridad. Hasta la Primera Guerra Mundial, las elites latinoamericanas se

solían describir como poco más que imitadoras de la cultura europea.

Muchas dudaban de que sus países pudieran siquiera lograr una civilización

característica. En los países tropicales, las preocupaciones acerca del

determinismo racial se reforzaban con dudas sobre su clima, del que los

teóricos europeos decían constantemente que nunca sustentaría una

civilización superior. Así pues, el determinismo medioambiental reforzaba el

racial y su combinación parecía descalificar a las tierras tropicales como

escenario en el que pudiera realizarse el sueño liberal. (Skidmore &Smith,

1996).

En cuanto a la nacionalidad de las personas que comenzaron a llegar a los

países latinoamericanos, en su mayoría eran europeos, como se mencionó

en líneas anteriores, que escapaban de las permanentes hambrunas y del

servicio militar. La idea primaria era cooptar a los europeos del norte, con

la esperanza de que importaran también su cultura y sus hábitos de

confianza y capacidad emprendedora, típicos del ideal liberal y puritano. En

contraposición a esto, lo que se logró fue que la gran mayoría de

inmigrantes provinieran desde Italia, España, Portugal, Rusia, entre otros,

que venían en busca de trabajo y mejores condiciones de vida, publicitadas

muchas veces en los afiches distribuidos en Europa. En resumidas cuentas

“a hacerse la América” en busca de nuevas oportunidades.

Algunos videos relacionados a la Inmigración:

http://www.dailymotion.com/video/x7nqx6_la-gran-inmigracion-parte-1_news

http://www.dailymotion.com/video/x7nnnu_la-gran-inmigracion-parte-2_news

Page 3: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 3

El incremento de la población tuvo como consecuencia una mayor

urbanización de las principales ciudades portuarias o a las que llegaba el

ferrocarril.

“En 1900 Buenos Aires se había establecido como ‘el París de Sudamérica’ y

era una ciudad grande y cosmopolita con unos 750.000 habitantes. En total,

casi un cuarto de la población argentina vivía en las ciudades con más de

20.000 habitantes al terminar el siglo; lo mismo ocurría en Cuba. Cerca del

20 por 100 de la población chilena residía en asentamientos similares,

mientras que las cifras correspondientes a Brasil y México (el último con una

población indígena sustancial) bajaban al 10 por 100. En Centroamérica las

cifras también se hallaban por debajo del 10 por 100 y en Perú caía al 6 por

100. El hecho generalizado es que la expansión de las economías de

exportación-importación ocasionó la urbanización de la sociedad

latinoamericana. (Skidmore &Smith, 1996)

Para las elites esto era signo de modernización y capitalismo, no obstante,

más allá de que los inmigrantes se insertaban en el mercado de trabajo y la

demanda de bienes y servicios se incrementaba, la conglomeración urbana

conllevaba también un empeoramiento de las condiciones de vida en las

ciudades, por el hacinamiento – muchas veces familias enteras vivían

dentro de una misma habitación -, la precariedad de las viviendas y la

tendencia a las enfermedades endémicas.

Asimismo, los recién llegados traían del Viejo Continente nuevas ideas y

demandas. De 1914 a 1927 se contempló el surgimiento de la movilización

obrera, fue el punto más alto de la influencia anarquista, anarcosindicalista

y sindicalista, cuando las capitales de toda nación importante de América

Latina se vieron torpedeadas por huelgas generales, en pos de la obtención

de mejores condiciones de trabajo y de vida. En la mayoría de los casos eran

reprimidos, lo que los llevó a continuar de manera clandestina para debatir

sus pensamientos; sin embargo, instauraron la conciencia social del

proletario/asalariado, que siempre fue origen de desorden social e

inestabilidad.

Probablemente debido al origen nacional o étnico, las clases trabajadoras no

consiguieron mucho poder político a comienzos del siglo XX. Los

inmigrantes de Argentina y Brasil no tenían derecho a votar si no habían

conseguido la naturalización, por lo que los políticos podían permitirse no

tenerlos en cuenta. En México, los trabajadores de origen campesino tenían

pocas posibilidades de influir en la dictadura de Porfirio Díaz. Y en Cuba, por

supuesto, la historia de la esclavitud había dejado su doloroso legado

(Skidmore &Smith, 1996).

Page 4: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 4

2.2 El movimiento obrero 2.2 El movimiento obrero 2.2 El movimiento obrero 2.2 El movimiento obrero

latinoamericano a comienzos del siglo latinoamericano a comienzos del siglo latinoamericano a comienzos del siglo latinoamericano a comienzos del siglo

XX.XX.XX.XX.

2.2.1 Urbanización e inmigración. El 2.2.1 Urbanización e inmigración. El 2.2.1 Urbanización e inmigración. El 2.2.1 Urbanización e inmigración. El

ascenso de las clases medias. ascenso de las clases medias. ascenso de las clases medias. ascenso de las clases medias.

Los efectos sociales y políticos1

Como históricamente ha sucedido, los cambios económicos potencian los

cambios políticos y sociales, y América Latina no es la excepción. El

crecimiento acelerado de la economía de los países con el mayor sector de

exportación llevó a transformaciones sociales interesantes de analizar.

En base a la categorización de Skidmore & Smith:

La primera de todas y la más valiosa fue la modernización de la elite de clase

alta. Debido a estos nuevos incentivos económicos, los latifundistas y

propietarios dejaron de contentarse con realizar operaciones de subsistencia

en sus haciendas; en su lugar, buscaron oportunidades y maximizaron los

beneficios, lo cual condujo al surgimiento de un espíritu empresarial que

marcó un cambio significativo en la apariencia y conducta de los grupos de

elite. Los ganaderos de Argentina, los cultivadores de café de Brasil, los

plantadores de azúcar de Cuba y México, todos buscaban eficiencia y éxito

comercial. Ya no eran una elite semifeudal que vivía parcialmente encerrada,

sino que se convirtieron en empresarios decididos. (Skidmore &Smith, 1996)

Los comerciantes y profesionales surgieron como nueva fuerza de trabajo,

fomentando el desarrollo del sector comercial y de servicios, ellos serían los

integrantes activos de la posterior “clase media”.

Los comerciantes cumplieron una función esencial en esta transformación, al

igual que en la etapa colonial, pero ahora muchos eran extranjeros y

vincularon las economías latinoamericanas con los mercados ultramarinos,

en particular con Europa. También se contempló una evolución entre los

profesionales, abogados y demás representantes de los grupos extranjeros y

nacionales en sus transacciones comerciales. Los abogados siempre habían

sido importantes, pero durante la fase de exportación-importación

asumieron nuevas funciones cruciales al ayudar a determinar el marco

institucional de la nueva era. (Skidmore &Smith, 1996)

1 Abarca los puntos 2.2.1 y 2.3 del Programa.

Page 5: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 5

2.3 Análisis de casos particulares: Brasil, 2.3 Análisis de casos particulares: Brasil, 2.3 Análisis de casos particulares: Brasil, 2.3 Análisis de casos particulares: Brasil,

Argentina, Perú: La crisis del Régimen Argentina, Perú: La crisis del Régimen Argentina, Perú: La crisis del Régimen Argentina, Perú: La crisis del Régimen

Oligárquico. Las reformOligárquico. Las reformOligárquico. Las reformOligárquico. Las reformas electorales.as electorales.as electorales.as electorales.

Como se mencionaba anteriormente, el cambio político no estuvo exento de

transformaciones en este período. Las elites latinoamericanas –

especialmente los terratenientes – comenzaron a interesarse por la política

nacional, en la búsqueda de un poder que no poseían, se fueron adentrando

cada vez más en los nuevos partidos y definiendo lo que luego conformarían

los pilares fundamentales de los mismos. La era del caudillo tradicional

estaba llegando a su ocaso.

La construcción de un único poder político central constituye un efectivo

pasaje de una situación de soberanía múltiple a una de monopolización del

poder, especialmente en dos de las capacidades fundamentales del Estado

moderno, las de monopolizar la violencia legítima y la percepción tributaria.

Ese proceso que culmina en el pacto de dominación oligárquica se desarrolla

pari passu y entramado con el avance de la inserción de las economías

latinoamericanas en el sistema capitalista mundial. En todo caso, hay un rico

y complejo proceso de dialécticas internas y externas que redefine la

totalidad de las relaciones entre clases a escalas nacionales o de las

sociedades latinoamericanas e internacional. El pacto oligárquico resuelve el

problema en el interior de ellas, convirtiendo a algunas clases (en proceso de

reestructuración) en dominantes, mientras en el plano de las relaciones entre

clases dominantes europeo–occidentales y norteamericana y clases

dominantes latinoamericanas, éstas son, en rigor, dominantes dependientes.

(Ansaldi, 1991)

De acuerdo a Skidmore,

… su búsqueda de autoridad política a finales del siglo XIX tomó dos formas

básicas. En una versión, los terratenientes y otras elites económicas tomaron

el control del gobierno de forma directa, como en Argentina y Chile. Querían

construir regímenes fuertes y selectivos, por lo habitual con apoyo militar, y

solían proclamar su legitimidad mediante la adhesión a unas constituciones

que se parecían mucho a los modelos europeos y estadounidense. En

Argentina y Chile hubo una tenue competencia entre partidos que tendían, al

menos en esta fase inicial, a representar facciones rivales de la aristocracia.

Pero había mucho acuerdo acerca de los temas políticos básicos y escasa

oposición seria a la cordura de perseguir el crecimiento económico mediante

la exportación. La rivalidad era restringida y la votación solía ser una farsa.

Se podría pensar en tales regímenes como expresiones de la “democracia

oligárquica”.

El segundo modelo de poder radicaba en el surgimiento de dictadores

fuertes, generalmente militares, que bregaban por mantener la ley y el orden;

en este caso, al beneficio final se lo llevaban los terratenientes, “Porfirio Díaz

en México, que tomó el poder en 1876, es el ejemplo más notable, pero el

modelo también apareció en Venezuela, Perú y otros países. En contraste con

la democracia oligárquica, donde las elites ejercían el poder político directo,

Page 6: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 6

aquí se trataba de la aplicación indirecta de su autoridad mediante dictadores

que no solían provenir de los estratos más altos de la sociedad (Skidmore

&Smith, 1996).

En cualquier caso, lo importante era la estabilidad y el control social. Se

suprimieron los grupos disidentes y se contuvo la lucha por el poder dentro

de círculos restringidos. Sin duda, una de las metas básicas de estos

regímenes era centralizar el poder, si era necesario quitándoselo a los

caudillos regionales, y crear estados-nación poderosos y dominantes. No era

fácil lograrlo debido a la fragmentación residual de la sociedad y a su misma

estructura, pero se hicieron progresos en los países más grandes. En

Argentina, por ejemplo, triunfó el centralismo con el establecimiento de la

ciudad de Buenos Aires como distrito federal en 1880 (al igual que

Washington DC está bajo jurisdicción directa del gobierno federal en Estados

Unidos). En México, la política efectiva y a menudo despiadada de Porfirio

Díaz llevó al aumento del poder nacional a expensas de las plazas fuertes

locales y, en Brasil, el gobierno imperial de Dom Pedro II avanzó de forma

significativa hacia el establecimiento de un estado-nación efectivo (pero

también provocó un retroceso regional que contribuyó al derrocamiento del

imperio en 1889). (Skidmore &Smith, 1996)

La intención de los centralistas era promover un mayor desarrollo económico

mediante el crecimiento de las líneas de exportación-importación. La

estabilidad política se consideraba algo esencial para atraer la inversión

extranjera que, a su vez, estimularía el crecimiento económico. Y cuando

llegaba la inversión, ayudaba a fortalecer las fuerzas de la ley y el orden. Los

ferrocarriles son un ejemplo: los inversores extranjeros se resistían a colocar

sus fondos en un país amenazado por el desorden político; pero una vez que

se construían los ferrocarriles, como en el caso de México, se convertían en

instrumentos importantes para consolidar la autoridad central, ya que

podían usarse (y lo fueron) para despachar tropas federales a sofocar

levantamientos en casi cualquier parte de la nación. (Skidmore &Smith,

1996)

Page 7: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 7

2.3.1 2.3.1 2.3.1 2.3.1 –––– La crisis del Régimen La crisis del Régimen La crisis del Régimen La crisis del Régimen

oligárquico. Las Reformas Electoralesoligárquico. Las Reformas Electoralesoligárquico. Las Reformas Electoralesoligárquico. Las Reformas Electorales

A partir de todos estos cambios sociales y políticos, las elites de varios

países llevaron adelante una reforma política que posibilitó a los miembros

y representantes de los sectores medios acercarse al poder. El objetivo era

obtener la lealtad de los sectores medios para fortalecer la estructura de

control y poder de la elite. En base a esto, y siguiendo el análisis de

Skidmore & Smith, se puede afirmar que el inicio del siglo XX fue un

período de reforma política en algunos de los países mayores: en Argentina,

una ley electoral (Ley Sáenz Peña) de 1912 abrió el sufragio a los ciudadanos

masculinos y permitió al partido de la clase media, el Partido Radical,

conseguir la presidencia de Hipólito Yrigoyen en 1916. En Chile, los

cambios comenzaron en realidad a partir de 1890 y supusieron la

imposición del gobierno parlamentario sobre el sistema presidencialista

anterior. En Brasil, la caída de la monarquía en 1889 inauguró un período

de política electoral limitada. Cuba, tras conseguir la independencia de

España en 1898 (y, como muchos dirían, cederla después a Estados

Unidos), siguió siendo un caso especial. E incluso para México, donde

estalló una revolución a gran escala en 1910, es válida la generalización: el

objetivo original del movimiento revolucionario no era transformar la

sociedad mexicana, sino solamente conseguir el acceso al sistema político

de los segmentos excluidos de la clase media (Skidmore &Smith, 1996)”. Los movimientos reformistas produjeron a menudo una “democracia

cooptada”, en la que la participación efectiva se extendía de la clase alta a la

media y seguía excluyendo a la más baja. Tales transformaciones solían

reflejar los intentos de las elites socioeconómicas gobernantes por cooptar a

los sectores medios en apoyo del sistema, aunque a veces tuvieron

consecuencias imprevistas, como en el caso de México, donde los

acontecimientos trascendieron hasta ocasionar una revolución completa. Los

objetivos de la mayoría fueron limitados. (Skidmore &Smith, 1996)

Un efecto colateral significativo fue la creación de un cuadro de políticos

profesionales en varios países. Los partidos políticos crearon carreras para

los hombres (las mujeres latinoamericanas ni siquiera tuvieron voto hasta

1929) que pudieran dedicar toda su vida adulta a conseguir el poder político.

Muy a menudo solían representar los intereses de la aristocracia reinante,

pero además formaban un grupo social separado e identificable. Como

actores prominentes de la escena política civil, también se convirtieron en

blancos del desdén y la ira del estamento militar. (Skidmore &Smith, 1996)

En la mayoría de los países latinoamericanos, esta fórmula reformista

funcionó bastante bien, al menos para las elites. La demanda europea de

materias primas durante la Primera Guerra Mundial y varios años después

condujo a una prosperidad continuada y sostenida. El modelo de

crecimiento basado en “desarrollo hacia afuera” arrojaba muchos beneficios

para la integración de América Latina en el sistema capitalista global de

intercambio. Las adaptaciones de las elites políticas a esta situación

Page 8: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 8

parecían asegurar la hegemonía a largo plazo dentro de la vida política

nacional.

En realidad, pronto se descubrió que el liberalismo –tanto político como

económico– tenía deficiencias. Su fracaso ilustra el fenómeno tan conocido

en toda la América Latina contemporánea: el préstamo cultural

desafortunado o “alineación”, según lo han descrito los nacionalistas de

tiempos recientes. Al copiar las instituciones legales y las frases filosóficas

del liberalismo clásico, los latinoamericanos descubrieron que su realidad

no se prestaba a la simple aplicación del dogma. No supieron entender que,

en su origen, el liberalismo europeo fue la ideología de una clase social en

alza, cuyo poder económico emergente le proporcionó los medios para

llevarla a la práctica. (Skidmore &Smith, 1996)

¿Significa esto algo más que América Latina carecía de una clase media

importante? Sólo en parte. Resulta fundamental el hecho de que había

seguido siendo una economía agraria cuyo sector exportador se

correspondía, en la mayoría de los países, con un enorme sector de

subsistencia. El liberalismo tuvo fortuna sólo porque, desde 1850, un

pequeño pero creciente sector de la sociedad pensó que éste consideraba diferentes sus intereses de los propios de los sectores tradicionales.

(Skidmore &Smith, 1996)

Las incipientes clases medias, profesionales –abogados, médicos, militares

de carrera, funcionarios civiles y comerciantes– constituían según

Skidmore & Smith “un interés urbano”. Absorbieron con rapidez las ideas

liberales imperantes en Europa, pero sin obtener el peso económico que

poseían sus pares de Francia e Inglaterra.

Así, aunque no hubieran considerado que sus intereses económicos eran

antagónicos de los del sector agrario tradicional, se hubiera hallado en una

posición débil. Pero a menudo no fue así. Sus vidas solían estar ligadas al

sector agrario aunque vivieran en las ciudades. Los ingresos de sus clientes,

usuarios y patronos dependían en gran medida de la agricultura comercial. A

su vez, la prosperidad de esta agricultura dependía del comercio exterior.

(Skidmore & Smith, 1996)

En este punto, el liberalismo económico ponía en un callejón sin salida a los

liberales latinoamericanos. Como creían en sus principios abstractos y se

daban buena cuenta de su patente debilidad frente a sus principales

acreedores y socios de intercambio –Estados Unidos e Inglaterra–, no

podían pensar en un camino que pasara por soluciones económicas no

liberales. Además, lo último les habría resultado caro en sus personas a corto plazo. Por ejemplo, los aranceles proteccionistas para la industria sin duda

habrían cargado a los consumidores urbanos con bienes más caros y de peor

calidad. La protección también habría hecho peligrar los beneficios de los

comerciantes dedicados a la exportación-importación, que eran un poderoso

grupo de presión. Así pues, los liberales fueron renuentes a apoyar la

industrialización, que por sí sola podría haber aumentado su número lo

suficiente como para otorgarles el poder político, que quizá habría hecho

posible la realización de los ideales políticos liberales. (Skidmore &Smith,

1996)

Page 9: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 9

El liberalismo económico y el político se sesgaban de otro modo más. Las

ideas no liberales en economía tales como los aranceles proteccionistas y los

controles sobre las inversiones extranjeras a menudo se asociaban en la

práctica con ideas políticas antiliberales. Así, la conexión se estableció con

facilidad: la desviación de los principios económicos liberales significaba un

gobierno autoritario, por lo que se la tenía en poco aprecio. (Skidmore

&Smith, 1996)

Un argumento más utilizado contra los que abogaban por la heterodoxia

económica (es decir, por medidas no liberales) era difícil de rebatir desde la

política. Ante cualquier propuesta de apoyo gubernamental a la industria

nacional, sus oponentes lanzaban la acusación, a menudo con buenos

resultados, de que un pequeño grupo de inversores egoístas querían

beneficiarse e expensas del público. Además, los empresarios locales casi

siempre carecían de fondos y experiencia. Como en el resto del mundo en

vías de desarrollo, se enfrentaban a la competencia formidable de los bienes

importados desde las economías industrializadas. Sin protección ni subsidios

tenían pocas esperanzas. (Skidmore &Smith, 1996)

A los liberales latinoamericanos también los debilitaba otra razón. Se trataba

de su incertidumbre acerca de una premisa subyacente en el liberalismo: la fe

en la racionalidad y el carácter emprendedor de los individuos del país. En

Brasil, por ejemplo, los políticos se habían pasado años justificando la

esclavitud sobre la base de que era un mal necesario para su economía

tropical agraria. Sólo podían hacer ese trabajo los esclavos africanos. Ahora

el argumento volvía para perseguir a los liberales. El legado de la esclavitud

era una fuerza laboral que quedaba muy lejos del mundo racional concebido

por Bentham y Mill. (Skidmore &Smith, 1996)

El acontecimiento que transformó esta atmósfera fue el derrumbamiento

espectacular de la economía capitalista mundial en 1929 y 1930, que será

motivo de análisis en el módulo siguiente.

1. Relacione la inmigración con la aparición de las clases trabajadoras.

2. Enumere las principales coincidencias y contradicciones entre el liberalismo económico y el liberalismo político.

Page 10: Los Efectos Sociales y Políticos Política y Sociedad 1870 - 1930

Historia Social Latinoamericana – Prof. Florencia Palacios | 10

Bibliografía Lectura 2

Ansaldi, W. (1991) FRIVOLA Y CASQUIVANA, MANO DE HIERRO EN GUANTE DE SEDA: Una propuesta para conceptualizar el término oligarquía en América Latina. Buenos Aires. http://www.catedras.fsoc.uba.ar/udishal

Beyhaut Gustavo y Helene, (1986) América latina de la independencia a la segunda guerra mundial, Historia Universal Siglo XXI, Vol. 23, México, Siglo Veintiuno Editores.

Del Pozo, J. (2002) Historia de América Latina 1825-2001, Santiago de Chile, Editorial LOM.

Hall Michael y Spalding Hobart: Las clases trabajadoras urbanas y los primeros movimientos obreros de América Latina, 1880-1930, en Leslie Bethell (ed.) Historia de América Latina.

Rouquie Alan, (2000) Introducción’ en Extremo Occidente, Introducción a América Latina, Buenos Aires, Emece.

Sidicaro, R. (1999) LAS RAÍCES DEL PRESENTE, IDEAS Y ANCLAJES POLÍTICOS EN EL SIGLO XX. Fundación OSDE, Buenos Aires.

Skidmore T.; Smith P., ‘’La transformación contemporánea de América Latina 1880-1990’’ en Historia Contemporánea de América Latina, Barcelona, Critica, 1999.

Skidmore T.; Smith P., ‘’ Los cimientos coloniales -1492-década de 1880’’ en Historia Contemporánea de América Latina, Barcelona, Critica, 1999.

www.uesiglo21.edu.ar