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Los hornos romanos de cerámica del Viaducto del Pretorio (Córdoba) 673 LOS HORNOS ROMANOS DE CERÁMICA DEL VIADUCTO DEL PRETORIO (CÓRDOBA) Maudilio MORENO ALMENARA Sonia VARGAS CANTOS Convenio Gerencia Municipal de Urbanismo-Universidad de Córdoba 1.- Introducción. Durante los trabajos arqueológicos desarrollados en el aparcamiento del Plan Parcial R.E.N.F.E. de Córdoba 1 fueron detectados dos hornos romanos junto al Viaducto del Pretorio, al Norte del recinto amurallado. 2 Se trata de los primeros testimonios sobre este tipo de estructuras localizadas hasta el momento en la Colonia Patricia (fig. 1). Recientemente 3 han sido localizados otros tres más, de menores dimensiones, al Noroeste del recinto amurallado y que podrían fecharse entre los siglos I-II d.C. con lo que serían cinco los hornos excavados por el momento. A ellos habría que añadir alguno más, ya que se conocen dos vertederos con desechos de alfar fechados en el siglo III d.C., 4 separados entre sí varios cientos de metros y para los que por ahora no tenemos hornos localizados. En definitiva, los datos con los que ya disponemos (varios vertederos de alfar y al menos cinco hornos excavados), permiten considerar a la ciudad de Córdoba como un centro alfarero de cierta relevancia en el que se fabricaron especialmente imitaciones de otros tipos cerámicos, además de material constructivo y cerámica común durante un dilatado periodo de tiempo. Más concretamente, entre las producciones que con toda seguridad se fabricaron en la ciudad se pueden incluir lucernas de diferentes tipologías y cerámica común, al menos desde los siglos I a III/IV d.C., material constructivo, paredes finas, barniz rojo tipo Peñaflor, imitaciones de cerámica africana de cocina e imitaciones de cerámica africana de mesa. En el caso de estas dos últimas producciones de imitación, el arco cronológico que se le supone estaría comprendido entre la segunda mitad del siglo II y el siglo IV d.C. 5 . Este panorama nos dibuja un amplio elenco formal y 1 Estos trabajos consistieron en el seguimiento arqueológico del vaciado del aparcamiento subterráneo construido en este sector. Dichas labores concretas, que formaron parte de una actuación más amplia, fueron desarrolladas a lo largo del año 1998, siendo publicados los resultados en el Anuario Arqueológico de Andalucía del año 2000 (Moreno et alii 2003, 343-355). 2 El punto de la muralla más próximo a estos hornos es el sector de la Plaza de Colón, situado a algo más de 200 m. de distancia en línea recta. 3 Por el momento estas noticias las conocemos a través de la prensa local, fueron publicadas en mayo de 2003, aun cuando sabemos por su director, D. Rafael Valera Pérez, la intención que tiene de darlos a conocer en breve. 4 Es imposible que los desechos de alfar de estos dos vertederos del siglo III d.C. procedan de alguno de los cinco hornos localizados, ya que por esas fechas se encontraban destruidos. 5 Estas dos últimas producciones fueron documentadas en un solar próximo al lugar donde aparecieron los hornos del Pretorio, en concreto en la calle Dª Berenguela, justo al otro lado de la vaguada donde se disponen los hornos. Actas del Congreso Internacional FIGLINAE BAETICAE. Talleres alfareros y producciones cerámicas en la Bética romana (ss. II a.C. – VII d.C.), Universidad de Cádiz, Noviembre 2003, B.A.R., int. ser., 1266, Oxford, 2004, pp. 673-676. Figura 1.- Plano de la ciudad de Córdoba con el recinto amurallado romano y la localización de los hornos. tipológico que abarcaría de manera continuada, al menos, los tres primeros siglos de nuestra Era en lo que se refiere a la elaboración de productos cerámicos. El mercado de difusión de estos productos, por el momento, sólo puede circunscribirse a Córdoba y su territorio más inmediato. 6 Estos hornos y sus respectivos vertederos se dispusieron en una amplia banda de terreno al Norte del recinto amurallado, preferentemente junto a diversos arroyos que discurrían en sentido Norte-Sur provenientes de la sierra. En esta zona, los alfareros contaban con agua, arcilla y leña en sus proximidades, y espacios donde poder deshacerse de los defectos de cocción. Asimismo, su ubicación habría evitado que el humo, arrastrado por los vientos, que preferentemente tienen tendencia Oeste-Este, molestase a la población de la ciudad. Los hornos se dispusieron junto a la vaguada de un arroyo que, proveniente de la sierra, discurría por el costado Oeste del recinto amurallado. En la zona del Pretorio discurriría junto a la vía denominada Ad Montes. Como decíamos, junto a la vaguada de este arroyo se han excavado ya tres vertederos de cerámica con desechos de alfar, uno del siglo I d.C. y dos del siglo III d.C., lo que, unido a la presencia de estos primeros hornos, nos indica que existió en la ciudad una importante industria alfarera concentrada al Norte de la cerca romana. El llamado vertedero del R.A.F. y los dos hornos del Pretorio quedarían en el costado oriental del 6 Este restringido ámbito de difusión obedece, por el momento, a una cuestión meramente interpretativa y al estado embrionario de la investigación.

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Los hornos romanos de cerámica del Viaducto del Pretorio (Córdoba)

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LOS HORNOS ROMANOS DE CERÁMICA DEL VIADUCTO DEL PRETORIO (CÓRDOBA)

Maudilio MORENO ALMENARA Sonia VARGAS CANTOS Convenio Gerencia Municipal de Urbanismo-Universidad de Córdoba 1.- Introducción. Durante los trabajos arqueológicos desarrollados en el aparcamiento del Plan Parcial R.E.N.F.E. de Córdoba1 fueron detectados dos hornos romanos junto al Viaducto del Pretorio, al Norte del recinto amurallado.2 Se trata de los primeros testimonios sobre este tipo de estructuras localizadas hasta el momento en la Colonia Patricia (fig. 1).

Recientemente3 han sido localizados otros tres más, de menores dimensiones, al Noroeste del recinto amurallado y que podrían fecharse entre los siglos I-II d.C. con lo que serían cinco los hornos excavados por el momento. A ellos habría que añadir alguno más, ya que se conocen dos vertederos con desechos de alfar fechados en el siglo III d.C.,4 separados entre sí varios cientos de metros y para los que por ahora no tenemos hornos localizados. En definitiva, los datos con los que ya disponemos (varios vertederos de alfar y al menos cinco hornos excavados), permiten considerar a la ciudad de Córdoba como un centro alfarero de cierta relevancia en el que se fabricaron especialmente imitaciones de otros tipos cerámicos, además de material constructivo y cerámica común durante un dilatado periodo de tiempo.

Más concretamente, entre las producciones que con toda seguridad se fabricaron en la ciudad se pueden incluir lucernas de diferentes tipologías y cerámica común, al menos desde los siglos I a III/IV d.C., material constructivo, paredes finas, barniz rojo tipo Peñaflor, imitaciones de cerámica africana de cocina e imitaciones de cerámica africana de mesa. En el caso de estas dos últimas producciones de imitación, el arco cronológico que se le supone estaría comprendido entre la segunda mitad del siglo II y el siglo IV d.C. 5 . Este panorama nos dibuja un amplio elenco formal y

1 Estos trabajos consistieron en el seguimiento arqueológico del vaciado del aparcamiento subterráneo construido en este sector. Dichas labores concretas, que formaron parte de una actuación más amplia, fueron desarrolladas a lo largo del año 1998, siendo publicados los resultados en el Anuario Arqueológico de Andalucía del año 2000 (Moreno et alii 2003, 343-355). 2 El punto de la muralla más próximo a estos hornos es el sector de la Plaza de Colón, situado a algo más de 200 m. de distancia en línea recta. 3 Por el momento estas noticias las conocemos a través de la prensa local, fueron publicadas en mayo de 2003, aun cuando sabemos por su director, D. Rafael Valera Pérez, la intención que tiene de darlos a conocer en breve. 4 Es imposible que los desechos de alfar de estos dos vertederos del siglo III d.C. procedan de alguno de los cinco hornos localizados, ya que por esas fechas se encontraban destruidos. 5 Estas dos últimas producciones fueron documentadas en un solar próximo al lugar donde aparecieron los hornos del Pretorio, en concreto en la calle Dª Berenguela, justo al otro lado de la vaguada donde se disponen los hornos. Actas del Congreso Internacional FIGLINAE BAETICAE. Talleres alfareros y producciones cerámicas en la Bética romana (ss. II a.C. – VII d.C.), Universidad de Cádiz, Noviembre 2003, B.A.R., int. ser., 1266, Oxford, 2004, pp. 673-676.

Figura 1.- Plano de la ciudad de Córdoba con el recinto amurallado romano y la localización de los hornos. tipológico que abarcaría de manera continuada, al menos, los tres primeros siglos de nuestra Era en lo que se refiere a la elaboración de productos cerámicos. El mercado de difusión de estos productos, por el momento, sólo puede circunscribirse a Córdoba y su territorio más inmediato.6 Estos hornos y sus respectivos vertederos se dispusieron en una amplia banda de terreno al Norte del recinto amurallado, preferentemente junto a diversos arroyos que discurrían en sentido Norte-Sur provenientes de la sierra. En esta zona, los alfareros contaban con agua, arcilla y leña en sus proximidades, y espacios donde poder deshacerse de los defectos de cocción. Asimismo, su ubicación habría evitado que el humo, arrastrado por los vientos, que preferentemente tienen tendencia Oeste-Este, molestase a la población de la ciudad. Los hornos se dispusieron junto a la vaguada de un arroyo que, proveniente de la sierra, discurría por el costado Oeste del recinto amurallado. En la zona del Pretorio discurriría junto a la vía denominada Ad Montes. Como decíamos, junto a la vaguada de este arroyo se han excavado ya tres vertederos de cerámica con desechos de alfar, uno del siglo I d.C. y dos del siglo III d.C., lo que, unido a la presencia de estos primeros hornos, nos indica que existió en la ciudad una importante industria alfarera concentrada al Norte de la cerca romana. El llamado vertedero del R.A.F. y los dos hornos del Pretorio quedarían en el costado oriental del

6 Este restringido ámbito de difusión obedece, por el momento, a una cuestión meramente interpretativa y al estado embrionario de la investigación.

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Maudilio Moreno Almenara y Sonia Vargas Cantos

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Figura 2.- Planta de los hornos del Viaducto del Pretorio. arroyo, mientras que el vertedero de Dª Berenguela y los nuevos hornos localizados recientemente en la misma calle se situarían en el costado contrario. 2.- Descripción de los hornos. Los dos hornos documentados en el Viaducto del Pretorio son de planta rectangular, conservándose en ambos casos tanto la cámara de combustión como la de cocción.7 (fig. 2). Durante el proceso de excavación se denominó horno nº 1 (figs. 3 y 4) al más antiguo y de mayores proporciones (3.10 x 2.60 m.), que además era el mejor conservado, mientras que el otro, mucho más reducido y de dimensiones más modestas (2.30 x 1.70) fue designado con el nº 2 (figs. 5 y 6). El horno nº 1 tuvo una vida comprendida entre los inicios del Imperio (en uno de los fragmentos de adobe del derrumbe se encontró un fragmento de sigillata itálica) hasta el reinado Tiberio a tenor del material cerámico encontrado en su interior, especialmente un fragmento de terra sigillata itálica del tipo Conspectus 22 nos lleva a una cronología de Augusto, con perduraciones durante el reinado de Tiberio, en el que se produce la transición del tipo hacia la forma Conspectus 23 (1990, 90). Su estado de conservación era sencillamente impresionante. La cámara de combustión, la parrilla y el praefurnium estaban intactos, mientras que la cámara de cocción tenía un alzado superior a los dos metros en el lateral Norte. El interior de la cámara de cocción se encontró colmatado parcialmente con un derrumbe de los adobes de las paredes, una vez retirado este potente estrato se comprobó que algunos de los agujeros de la parrilla habían sido taponados intencionadamente con fragmentos de tegulae o ladrillos.8 Es posible que esta peculiaridad obedezca a las labores de control de los procesos de cocción, bien por un cambio en el tipo de material a cocer o por la reducción de la carga. En cuanto a la posible cubierta del horno, el buen estado de conservación de las paredes de la cámara de cocción y la inexistencia de puerta o hueco para proceder a la carga,

7 El horno nº 2 se construyó taponando el pasillo que conducía al praefurnium del horno nº 1, lo que unido a la secuencia excavada, nos lleva a concluir que no fueron contemporáneos. 8 El taponamiento de los agujeros afectó preferentemente a los más próximos a las paredes, quedando los centrales libres.

Figura 3.- Vista general del horno nº 1.

Figura 4.- Cámara de cocción del horno nº 1. parece indicar que ésta se hizo desde arriba, con lo que el horno no tendría cubierta estable, siendo cerrado con tegulae cada vez que se llenase de objetos a cocer. Este tipo de cubrición es compatible con la planta rectangular del horno, siendo mucho más difícil si los hornos hubiesen sido de planta circular.

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Los hornos romanos de cerámica del Viaducto del Pretorio (Córdoba)

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Figura 5.- Praefurnium del horno nº 2 y sección del horno.

Figura 6.- Cámara de combustión del horno nº 2. El horno nº 2, que se disponía delante del pasillo que llevaba hasta el praefurnium del horno nº 1, estaba peor conservado, quedando un metro de alzado de la cámara de cocción, aunque la parrilla estaba parcialmente hundida. En este segundo caso, la existencia de un perfil muy peligroso nos impidió poder excavar el praefurnium. En el interior del horno se detectó un estrato que conformaba el derrumbe y hundimiento de dicho horno, con numerosos fragmentos de adobe y residuos de alguna de sus hornadas. Contenía numerosos materiales cerámicos, entre ellos es de destacar las paredes finas: una base doblada (desecho de alfar), algunos fragmentos con decoración burilada o de ruedecilla, dos bordes, uno de ellos del tipo Mayet XXXVII con decoración arenosa, y un asa (figs. 7 y 8). Rellenando el horno también se localizaron varios fragmentos de barniz rojo tipo Peñaflor, entre ellos tres del tipo Martínez I, uno del tipo II y otro del tipo III pasado de cocción,9 un borde de ungüentario de cuello alargado y alrededor de una docena de fragmentos de Terra Sigillata Itálica entre los que destacan las formas Conspectus 4, 13, 20, 22/23 y 33. La cronología de este estrato viene marcada

9 Otro fragmento del mismo tipo III completamente pasado de cocción fue localizado en las proximidades, por lo que hasta el momento es sólo esta forma que imita el barniz rojo pompeyano la que parece pudo fabricarse en los aledaños.

Figura 7.- Desechos de cerámica común y paredes finas.

Figura 8.- Desechos de cocción de cerámica común y paredes finas. especialmente por la presencia de terra sigillata itálica, especialmente el tipo 4 que pueden avanzar hasta época de Tiberio-Claudio (Conspectus 1990, 58) y la forma Conspectus 20 que puede alcanzar la mitad del siglo I d.C., (1990, 86). En conclusión, el horno nº 1 estaría en funcionamiento entre los principados de Augusto/Tiberio, mientras que el segundo entre Tiberio y Claudio, finalizando su funcionamiento, como muy tarde, en época de Nerón.

3.- Elementos relacionados con el uso de los hornos. Junto al horno de mayor tamaño (horno nº 1) se encontró una horquilla de hierro (fig. 9) que sirvió para meter la leña dentro de la cámara de combustión. Se trata de una pieza que consta de dos varillas separadas entre sí unos 10 cm. En el otro extremo tenía el agujero para encajar un vástago de madera. Se localizó sobre el pavimento de piedra10 que se dispone delante del praefurnium. En los intersticios de las piedras que componían este pavimento se encontró un nivel con ceniza que contenía fragmentos de huesos de aceituna carbonizados lo que nos permite plantear la hipótesis de que para la combustión se empleara orujo de oliva. El orujo de oliva (erraj), o lo que es lo mismo, los restos de la molturación de la aceituna, posee un alto poder calorífico y

10 Este pavimento estaba formado por varias lajas irregulares de piedra caliza muy deteriorada por la acción del calor y que dibujaba una superficie más o menos uniforme construida al fondo de una zanja de sección en embudo.

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Figura 9.- Horquilla de hierro localizada junto al praefurnium del horno 1.

Figura 10.- Pirámide encontrada en el interior del horno nº 1. pudo obtenerse fácilmente en una zona muy aceitera como es el entorno de la capital cordobesa. También en relación al proceso de fabricación de las piezas, en el interior del mismo horno se encontró un objeto cerámico de forma troncopiramidal con un orificio en la parte superior (fig. 10). Se denominan comúnmente pirámides y su función parece ser termométrica, es decir, servían para controlar la temperatura del horno, extrayéndola para comprobar si las piezas que se estaban elaborando se encontraban cocidas. Este tipo de elementos, típicos de alfares, tiene paralelos en contextos parecidos (AA.VV. 1985, Táv. LII, nº 1) en Bezares y Bronchales entre otros yacimientos hispanos (idem, 118). 4.- Productos fabricados. Aun cuando no se ha conservado el último cargamento de piezas en ninguno de los dos hornos, algunos niveles excavados tanto en su interior como en zonas próximas permiten deducir que los productos cocidos fueron variados. En el caso del horno nº. 1 pensamos que se fabricó preferentemente material constructivo (tegulae, ladrillos de varios módulos11, tegulae mammatae12...) aunque no hay que

11 Los hay de 4 x 8 cms. y de 14 x 28 cms. También se recuperó un ladrillo semicircular, que sirven para conformar columnas. En esta ocasión las medidas eran de 32 x 16 cms.

desechar que también ocasionalmente produjera cerámica común o incluso paredes finas. Para el horno nº 2 sí contamos con datos más precisos como algunos defectos de cocción de cerámica común, paredes finas e incluso una pieza de color castaño oscuro de barniz rojo tipo Peñaflor del tipo Martínez III. Asimismo, la proximidad de estos hornos con el denominado vertedero del R.A.F., del que distaba unas decenas de metros y con el que coincide en cronología es bastante clara. En este vertedero se localizó un importante número de desechos de cocción de cerámica común y paredes finas; muchas de estas piezas aparecieron soldadas entre sí, y otras mostraban carretes de separación adheridos (AA.VV. 1991, 32-40). 5.- Bibliografía. AA.VV. (1983): “T.S.H. Terra sigillata hispánica”, Monografías del Museo Arqueológico Nacional 2, Madrid. AA.VV. (1985): Atlante delle forme ceramiche I. Ceramica fine romana nel bacino mediterraneo (tardo ellenismo e primo impero), Roma. AA.VV. (1991): Arqueología urbana, Córdoba. ADAM, J.P. (1984): L`arte di costruire presso y romani. Materiali e tecniche, Milán. BERNAL CASASOLA, D. y GARCIA GIMENEZ, R. (1995): “Talleres de lucernas en Colonia Patricia Corduba en época bajoimperial: Evidencias arqueológicas y primeros resultados de la caracterización geoquímica de las pastas”, Anales de Arqueología Cordobesa 6, pp. 175-216. CONSPECTUS (1990): Conspectus Formarum Terrae Sigillatae Italico Modo Confectae, Bonn. FLETCHER VALLS, D. (1965): “Tipología de los hornos cerámicos romanos de España”, Archivo Español de Arqueología 38, pp. 170-174. JUAN TOVAR, L.C. (1992): “Alfares y hornos de la antigüedad en la Península Ibérica: Algunas observaciones en torno a su estudio”, Tecnología de la cocción cerámica desde la antigüedad a nuestros días, Agost (Alicante), pp. 67-85. MARTINEZ RODRIGUEZ, F. (1989): “Las cerámicas béticas de imitación tipo Peñaflor: bases para el estudio de un nuevo grupo cerámico de época altoimperial”, Boletín de la Asociación Española de Amigos de la Arqueología 26, pp. 60-65. MORENO ALMENARA, M. (1998): “Importaciones e imitaciones de cerámica romana en el yacimiento de Cercadilla (Córdoba)” Anales de Arqueología Cordobesa 9, pp. 247-272. MORENO, M., GONZÁLEZ, M., RODERO, S., BERMÚDEZ, J.M. y MURILLO, J.F. (2003): “Resultado de las labores de seguimiento arqueológico desarrolladas en los terrenos afectados por el proyecto de urbanización del Plan Parcial Renfe de Córdoba”, AAA´2000.III-1, pp. 343-355. PENCO VALENZUELA, F. (1998): “Un conjunto funerario de libertos y esclavos de época altoimperial excavado en la calle El Avellano, nº 12 de Córdoba. Una nueva aportación a Colonia Patricia Corduba”, Antiqvitas 9, pp. 61-77. SOTOMAYOR, M. (1966): "Alfar romano en Granada", Actas del IX Congreso Nacional de Arqueología (Valladolid 1965), pp. 367-372. SOTOMAYOR, M. (1970): "Siete hornos de cerámica romana en Granada con producción de sigillata", Actas del XI Congreso Nacional de Arqueología (Mérida 1968), pp. 713-728. SOTOMAYOR, M. (1998): “Los Villares de Andújar. Historia de la investigación”, Fernández García, I. (ed.): Terra sigillata hispánica: estado actual de la investigación, Jaén.

12 Este tipo de piezas sirvieron para aislar paredes pintadas de los edificios sometidos a filtraciones de humedad (Adam 1984, 292).