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Ningún yacimiento paleontológi- co en el mundo se acerca siquie- ra a la riqueza de la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). Si un diente de un homínido supo- ne todo un descubrimiento en cualquier sitio, en esa cueva se han recuperado ya 17 cráneos, al- gunos de ellos completos, y un total de casi 6.500 fósiles con unos 430.000 años de antigüe- dad. Un festín para los científicos que aporta conocimientos pro- fundos. “Los hombres de la Sima de los Huesos son el comienzo de la evolución neandertal, son los más antiguos de ese linaje”, expli- ca Ignacio Martínez, profesor de la Universidad de Alcalá y científi- co de Atapuerca. “Los rasgos de la cara y los dientes de los indivi- duos de la sima son típicos nean- dertales, mientras que la forma de su cráneo sigue siendo arcai- ca”, continúa. “Todo apunta a que la primera evolución hacia el linaje neandertal está relaciona- da con la masticación, y son modi- ficaciones que tenían que ver con el uso intensivo de los incisivos, como si utilizaran los dientes co- mo tercera mano para ayudarse en múltiples tareas”, asevera. Los científicos presentan hoy en la prestigiosa revista Science, en un artículo de investigación destacado, sus últimos descubri- mientos de la Sima de los Huesos, incluidos siete nuevos cráneos, que han elevado a 17 la cifra de estas piezas del esqueleto claves para los paleontólogos del yaci- miento. “Es la mayor colección de fósiles humanos antiguos recupe- rados en una excavación y su estu- dio arroja luz sobre el origen y evolución de los neandertales”, destaca la revista. “Basándonos en la morfolo- gía, pensamos que la gente de la Sima de los Huesos forman parte del linaje neandertal, aunque no tienen por qué ser necesariamen- te ancestros directos de los clási- cos neandertales”, avanza Juan Luis Arsuaga, codirector de la ex- cavación. La evolución humana en el continente europeo de hace unos 500.000 años supone una encruci- Los humanos de Atapuerca ya tenían rasgos neandertales Los científicos presentan siete nuevos cráneos de hace 430.000 años hallados en el yacimiento de la Sima de los Huesos La evolución empezó por la masticación “Los fósiles de la Sima de los Huesos… Es como tener 28 rom- pecabezas de 206 piezas cada uno”, dice Ana Gracia, especia- lista en la reconstrucción de huesos de esta colección de fósi- les de Atapuerca. 28 porque es el número, como mínimo, de in- dividuos de los que los investiga- dores han recuperado ya restos en el yacimiento; 206 piezas, ex- plica Gracia, porque es el núme- ro de huesos del esqueleto hu- mano... de los individuos de la sima también. No es que estén los 28 completos, pero a la hora de investigarlos hay que tener en cuenta ese grupo de indivi- duos diferentes, de ambos sexos y de todas las edades, desde preadolescentes. Gracia, investigadora Ramón y Cajal en la Universidad de Al- calá, lleva casi 30 años trabajan- do en el equipo de la Sima de los Huesos y los homínidos son pa- ra ella su “otra familia”, dice. Ha visto crecer este tesoro paleonto- lógico desde los primeros troci- tos de hueso descubiertos —una decena— hasta más de 6.500 en la actualidad, recuerda. “Inten- tas tener todos los fósiles en la cabeza para ir averiguando a quién puede corresponder cada uno, a medida que los vamos sa- cando”, apunta. Hay huesos humanos de to- dos los tamaños en la sima, ex- plica Gracia, y las fracturas que presentan son muy limpias. Ade- más, no están deformados. Ella se ocupa, sobre todo, de los crá- neos. Se han recuperado ya 17: “El número 4, apodado Agame- nón, apareció entero; el número 5 casi, pero está muy completo y tiene su mandíbula. Tenemos cráneos en todas las fases de re- construcción”, añade. El balance de todos estos años de dedicación científica a la Sima de los Huesos es rotun- do para Ana Gracia: “Apasio- nante. Un lujo, un privilegio, un placer”. El rompecabezas de reconstruir los fósiles ALICIA RIVERA Madrid Un grupo de científicos trabaja en la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). / javier trueba-madrid scientific films Ana Gracia reconstruye cráneos de la Sima de los Huesos en su laboratorio. / javier trueba-madrid scientific films

Los humanos de Atapuerca ya tenían rasgos neandertales · Huesos, en Atapuerca (Burgos). Siundientedeunhomínidosupo-ne todo un descubrimiento en cualquier sitio, en esa cueva se

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Page 1: Los humanos de Atapuerca ya tenían rasgos neandertales · Huesos, en Atapuerca (Burgos). Siundientedeunhomínidosupo-ne todo un descubrimiento en cualquier sitio, en esa cueva se

58 EL PAÍS, viernes 20 de junio de 2014

sociedad

Ningún yacimiento paleontológi-co en el mundo se acerca siquie-ra a la riqueza de la Sima de losHuesos, en Atapuerca (Burgos).Si undiente de unhomínido supo-ne todo un descubrimiento encualquier sitio, en esa cueva se

han recuperado ya 17 cráneos, al-gunos de ellos completos, y untotal de casi 6.500 fósiles conunos 430.000 años de antigüe-dad. Un festín para los científicosque aporta conocimientos pro-fundos. “Los hombres de la Simade los Huesos son el comienzo dela evolución neandertal, son losmás antiguos de ese linaje”, expli-

ca Ignacio Martínez, profesor delaUniversidad deAlcalá y científi-co de Atapuerca. “Los rasgos dela cara y los dientes de los indivi-duos de la sima son típicos nean-dertales, mientras que la formade su cráneo sigue siendo arcai-ca”, continúa. “Todo apunta aque la primera evolución hacia ellinaje neandertal está relaciona-

da con lamasticación, y sonmodi-ficaciones que tenían que ver conel uso intensivo de los incisivos,como si utilizaran los dientes co-mo tercera mano para ayudarseen múltiples tareas”, asevera.

Los científicos presentan hoyen la prestigiosa revista Science,en un artículo de investigacióndestacado, sus últimos descubri-

mientos de la Sima de losHuesos,incluidos siete nuevos cráneos,que han elevado a 17 la cifra deestas piezas del esqueleto clavespara los paleontólogos del yaci-miento. “Es lamayor colección defósiles humanos antiguos recupe-rados enuna excavación y su estu-dio arroja luz sobre el origen yevolución de los neandertales”,destaca la revista.

“Basándonos en la morfolo-gía, pensamos que la gente de laSima de los Huesos forman partedel linaje neandertal, aunque notienen por qué ser necesariamen-te ancestros directos de los clási-cos neandertales”, avanza JuanLuis Arsuaga, codirector de la ex-cavación.

La evolución humana en elcontinente europeo de hace unos500.000años suponeuna encruci-

jada para los estudiosos. En lí-neas generales, el escenario queemerge a la vista tras los últimosdescubrimientos es que los huma-nos que salieron del continenteancestral de la humanidad, Áfri-ca, por Oriente Medio, se extien-den por Eurasia. Hace 1,2 millo-nes de años ya estaban en Ata-puerca, como atestigua la presen-cia de los fósiles del yacimientode El Elefante. “Se forman pobla-ciones aisladas que van separán-dose evolutivamente y de vez encuando hay extinciones, creemosque condicionadas por las glacia-ciones”, explica Martínez. “Desdeluego es un período más comple-jo de lo que pensábamos”.

Hace en torno a 500.000 añosse sitúa en el norte de la Penínsu-la Ibérica la población de la Simade los Huesos, “que serían comouna tía materna de los posterio-res neandertales, no necesaria-mente lamadre”, añade este cien-tífico. Es decir, que el ancestro di-recto de los neandertales sería al-guna de esas poblaciones próxi-mas a los humanos de la Sima delos Huesos, ya con rasgos que se-rían luego distintivos del linaje.“Lo que está claro es que nohabíaentoncesunaúnica especie huma-na, sino varias conviviendo en elterritorio”, remata.

Los neandertales viven en elcontinente europeo desde hace200.000 años hasta que, haceunos 30.000 o 40.000, desapare-cieron. Con su territorio se ha-bían hecho los humanos actuales,nuestra especie, entrados tam-bién desde África como una nue-va oleada por Oriente Medio, ha-ce en torno a 50.000 años. Estosse cruzaron “ocasionalmente conlos neandertales, pero los dos gru-pos tenían ya algunos rasgos deincompatibilidad”, comenta enScience Jean Jaques Hublin, ex-perto del Instituto Max Planck deAntropología Evolutiva (Alema-nia). Por esa escasa probabilidadde tener crías viables al cruzarselas dos especies, o porque los cru-ces fueron muy escasos, hay ge-nesneandertales ennuestro geno-ma, peronomuchos.Hublin califi-ca la Sima de los Huesos como un“tesoro paleontológico”.

Unade las primeras conclusio-nes que presentan en Science Ar-suaga y sus colegas —firman elartículo científicos de cuatro con-tinentes y de varias generaciones,desde los veteranos de la excava-ción a los becarios actuales— esque lasmodificaciones faciales detipo neandertal que identificanen los cráneos apuntan hacia unaevolución de tipo mosaico. Es de-cir, surgieron grupos de rasgosanatómicos funcionales en dife-rentesmomentos de la evolución,descartando así la hipótesis alter-nativa, es decir, que la evoluciónfue un continuomás omenos uni-forme en el tiempo.

La Sima de los Huesos es unapequeña cámara en el fondo deun sistema de cuevas en la sierradeAtapuerca, recuerdan los inves-tigadores. Los fósiles humanos es-tánmezclados con restos de carní-voros, sobre todo osos. La acumu-

lación de cadáveres debió de pro-ducirse en un episodio único y noen un proceso prolongado en eltiempo. Los expertos no tienenuna explicación definitiva sobreeste punto. Lo cierto es que estánahí, que hay campañas de excava-ción desde 1984 y que el tesorocrece cada año, cuando en julio el

equipo que lidera Arsuaga regre-sa a la cueva para continuar ladelicada labor durante un mes.

La datación del yacimiento hasidodifícil. Primero se dio una an-tigüedad de 300.000 años, luegose subió hasta 500.000 y ahora seha establecido en algo menos.“Las fechasmás convincentes pro-ceden de los análisis de series deuranio, de luminiscencia y de pa-leomagnetismo”, explica desdeEE UU Warren Sharp, especialis-ta del Centro deGeocronología deBerkeley, quien ha trabajado enla sima y es uno de los firmantesdel artículo de Science. “Ladatación por series de uranio delos carbonados adheridos al crá-neo número 4 indican un rangode edad entre 410.000 años y470.000años con la edadmáspro-bable de 434.000 años”, precisa. Ylos otros dosmétodos citados danresultados compatibles, apostilla.

Con todo lo completo que es elnuevo trabajo sobre los humanosde la Sima de los Huesos, deja enel aire una cuestión importante:¿de qué especie de trata? Los 28individuos preneandertales se ha-bían clasificado como Homo hei-delbergensis, una especie europeaalgo anterior en el tiempo. PeroArsuaga y sus colegas lo descar-tan ahora en su artículo, a raíz delestudio de tan abundante mate-rial fósil. Desde luego, todavía noson neandertales, aunque presen-ten ya algunos de sus rasgos, jun-to conotros primitivos. “En evolu-ción humana, nombrar una espe-cie es un paso delicado que hayque hacer aportando suficientespruebas”, comenta Martínez. “Asíque lo estamos valorando, pero, sihay un lugar en el mundo dondese puede nombrar bien una espe-cie por la abundancia de fósiles esla Sima de los Huesos”, concluye.

Los humanos de Atapuercaya tenían rasgos neandertalesLos científicos presentan siete nuevos cráneos de hace 430.000 años hallados enel yacimiento de la Sima de los Huesos P La evolución empezó por lamasticación

La publicación de este último artículo enla revista Science culminamuchos años detrabajo en el yacimiento de la Sima de losHuesos de Atapuerca, cerrándose así unciclo que comenzó hace ahora 20 años…cuando éramos jóvenes. En efecto, el año1993 se publicaron, ocupando la portadade la revista Nature —la otra grande, conScience—, tres cráneos encontrados en lacampaña del año anterior. Henry Gee, eleditor de la revista, aún nos recuerda cadavez que nos vemos su sorpresa y asombrocuando abrió el sobre que contenía las fo-tos de los tres cráneos junto con el textodel artículo el día de Nochebuena de 1992.

Desde entonces se ha continuado tra-bajando en el yacimiento y en el laborato-rio, reconstruyendo pacientemente otroscráneos, porque son muchos, casi 30, losesqueletos que se acumularon en la simahacemás de 400.000 años, según las nue-vas dataciones que también se presentanen este artículo. El resultado es verdadera-

mente espectacular, sin precedentes. Estaes la única población que podemos decirque realmente conocemos de una especieextinguida de homínidos —ahora se sueleescribir homininos, pero prefiero mante-ner el término clásico—. Los demás fósi-les de su época, en todo el mundo, sonrestos aislados y, por lo general, incomple-tos. Prácticamente no se sabe nada delesqueleto del cuerpo, y los cráneos sonmuy raros.

Además de describir los fósiles y compa-rarlos con otros, en el trabajo publicado sepresenta una interpretación de síntesis dela evolución humana en Europa y del ori-gen de los neandertales, con los que losfósiles de la sima están relacionados, co-mo venimos diciendo desde finales de losaños ochenta.

Y es que esta fantástica colección per-mite conocer cosas importantes sobre elpatrón evolutivo. Dos en particular. Laprimera es que el desarrollo de los rasgostípicos de los neandertales no se dio a lavez en todas las regiones del cráneo, sinoque empezó en la cara y el aparato masti-cador, con el que está muy relacionada, y

luego se extendió a otras partes del crá-neo. Gracias a que se dispone de tantoscráneos es posible conocer el volumen delos encéfalos de la población y varía en-tre poco más de 1.000 y 1.400 centíme-tros cúbicos. El promedio es más bajoque el actual, pero los cerebrosmás gran-des de la sima superan a los de muchosde nosotros. Luego, los neandertales de-

sarrollaron cerebros aúnmás grandes pe-ro su forma era distinta —más alargada ymás baja— que la de la especie a la quepertenecemos. Tal vez sumentalidad fue-ra también distinta.

Por otro lado, y esto es lo más emocio-nante, de nuestro estudio parece deducir-se que a lo largo de Europa, y más allá,

existía no una, sino muchas poblacioneslocales (o paleo-demes, como las llama-mos), que se extendían y se encogían se-gún les fuera, disputándose el territorio.Muchas de ellas, en el tiempo de la sima,pertenecían a la gran familia neandertal,pero parece que convivían con otras estir-pes más arcaicas, si las dataciones que seatribuyen a ciertos fósiles europeos soncorrectas. Incluso es posible que intercam-biaran genes. Así podría explicarse que nosea del tipo neandertal el ADN mitocon-drial de un fémur de la Sima de losHuesospublicado el año pasado.

Y de tarde en tarde llegaba el apocalip-sis en forma de glaciación que hacía inha-bitable gran parte del continente. Las po-blaciones que vivían en territorios que que-daron cubiertos por el hielo tendrían queemigrar o extinguirse. Algo parecido a lasaga Juego de tronos que vemos en la televi-sión. Con su “llega el invierno” y todo.

Juan Luis Arsuaga es catedrático de la Univer-sidad Complutense y director del Centro MixtoUCM-ISCIII de Evolución y Comportamientos Hu-manos.

‘Juego de tronos’ en el Pleistoceno Medio“Los fósiles de la Sima de losHuesos… Es como tener 28 rom-pecabezas de 206 piezas cadauno”, dice Ana Gracia, especia-lista en la reconstrucción dehuesos de esta colección de fósi-les de Atapuerca. 28 porque esel número, como mínimo, de in-dividuos de los que los investiga-dores han recuperado ya restosen el yacimiento; 206 piezas, ex-plica Gracia, porque es el núme-ro de huesos del esqueleto hu-mano... de los individuos de lasima también. No es que esténlos 28 completos, pero a la horade investigarlos hay que teneren cuenta ese grupo de indivi-duos diferentes, de ambos sexosy de todas las edades, desdepreadolescentes.

Gracia, investigadora Ramóny Cajal en la Universidad de Al-calá, lleva casi 30 años trabajan-do en el equipo de la Sima de losHuesos y los homínidos son pa-ra ella su “otra familia”, dice. Havisto crecer este tesoro paleonto-

lógico desde los primeros troci-tos de hueso descubiertos —unadecena— hasta más de 6.500 enla actualidad, recuerda. “Inten-tas tener todos los fósiles en lacabeza para ir averiguando aquién puede corresponder cadauno, a medida que los vamos sa-cando”, apunta.

Hay huesos humanos de to-dos los tamaños en la sima, ex-plica Gracia, y las fracturas quepresentan sonmuy limpias. Ade-más, no están deformados. Ellase ocupa, sobre todo, de los crá-neos. Se han recuperado ya 17:“El número 4, apodado Agame-nón, apareció entero; el número5 casi, pero está muy completo ytiene su mandíbula. Tenemoscráneos en todas las fases de re-construcción”, añade.

El balance de todos estosaños de dedicación científica ala Sima de los Huesos es rotun-do para Ana Gracia: “Apasio-nante. Un lujo, un privilegio, unplacer”.

El rompecabezas de reconstruir los fósilesANÁLISIS

Juan Luis Arsuaga

ALICIA RIVERAMadrid

Los cerebros más grandesde los humanos dela sima superan a losde muchos de nosotros

Los científicosestán estudiandosi se trata deuna nueva especie

Los homínidosusaban los dientescomo tercera manoen múltiples tareas

Un grupo de científicos trabaja en la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). / javier trueba-madrid scientific films

Ana Gracia reconstruye cráneos de la Sima de los Huesos en su laboratorio. / javier trueba-madrid scientific films

Cráneo número 17 de la Sima de los Huesos (Atapuerca). / javier trueba-madrid scientific films

Page 2: Los humanos de Atapuerca ya tenían rasgos neandertales · Huesos, en Atapuerca (Burgos). Siundientedeunhomínidosupo-ne todo un descubrimiento en cualquier sitio, en esa cueva se

Ningún yacimiento paleontológi-co en el mundo se acerca siquie-ra a la riqueza de la Sima de losHuesos, en Atapuerca (Burgos).Si undiente de unhomínido supo-ne todo un descubrimiento encualquier sitio, en esa cueva se

han recuperado ya 17 cráneos, al-gunos de ellos completos, y untotal de casi 6.500 fósiles conunos 430.000 años de antigüe-dad. Un festín para los científicosque aporta conocimientos pro-fundos. “Los hombres de la Simade los Huesos son el comienzo dela evolución neandertal, son losmás antiguos de ese linaje”, expli-

ca Ignacio Martínez, profesor delaUniversidad deAlcalá y científi-co de Atapuerca. “Los rasgos dela cara y los dientes de los indivi-duos de la sima son típicos nean-dertales, mientras que la formade su cráneo sigue siendo arcai-ca”, continúa. “Todo apunta aque la primera evolución hacia ellinaje neandertal está relaciona-

da con lamasticación, y sonmodi-ficaciones que tenían que ver conel uso intensivo de los incisivos,como si utilizaran los dientes co-mo tercera mano para ayudarseen múltiples tareas”, asevera.

Los científicos presentan hoyen la prestigiosa revista Science,en un artículo de investigacióndestacado, sus últimos descubri-

mientos de la Sima de losHuesos,incluidos siete nuevos cráneos,que han elevado a 17 la cifra deestas piezas del esqueleto clavespara los paleontólogos del yaci-miento. “Es lamayor colección defósiles humanos antiguos recupe-rados enuna excavación y su estu-dio arroja luz sobre el origen yevolución de los neandertales”,destaca la revista.

“Basándonos en la morfolo-gía, pensamos que la gente de laSima de los Huesos forman partedel linaje neandertal, aunque notienen por qué ser necesariamen-te ancestros directos de los clási-cos neandertales”, avanza JuanLuis Arsuaga, codirector de la ex-cavación.

La evolución humana en elcontinente europeo de hace unos500.000años suponeuna encruci-

jada para los estudiosos. En lí-neas generales, el escenario queemerge a la vista tras los últimosdescubrimientos es que los huma-nos que salieron del continenteancestral de la humanidad, Áfri-ca, por Oriente Medio, se extien-den por Eurasia. Hace 1,2 millo-nes de años ya estaban en Ata-puerca, como atestigua la presen-cia de los fósiles del yacimientode El Elefante. “Se forman pobla-ciones aisladas que van separán-dose evolutivamente y de vez encuando hay extinciones, creemosque condicionadas por las glacia-ciones”, explica Martínez. “Desdeluego es un período más comple-jo de lo que pensábamos”.

Hace en torno a 500.000 añosse sitúa en el norte de la Penínsu-la Ibérica la población de la Simade los Huesos, “que serían comouna tía materna de los posterio-res neandertales, no necesaria-mente lamadre”, añade este cien-tífico. Es decir, que el ancestro di-recto de los neandertales sería al-guna de esas poblaciones próxi-mas a los humanos de la Sima delos Huesos, ya con rasgos que se-rían luego distintivos del linaje.“Lo que está claro es que nohabíaentoncesunaúnica especie huma-na, sino varias conviviendo en elterritorio”, remata.

Los neandertales viven en elcontinente europeo desde hace200.000 años hasta que, haceunos 30.000 o 40.000, desapare-cieron. Con su territorio se ha-bían hecho los humanos actuales,nuestra especie, entrados tam-bién desde África como una nue-va oleada por Oriente Medio, ha-ce en torno a 50.000 años. Estosse cruzaron “ocasionalmente conlos neandertales, pero los dos gru-pos tenían ya algunos rasgos deincompatibilidad”, comenta enScience Jean Jaques Hublin, ex-perto del Instituto Max Planck deAntropología Evolutiva (Alema-nia). Por esa escasa probabilidadde tener crías viables al cruzarselas dos especies, o porque los cru-ces fueron muy escasos, hay ge-nesneandertales ennuestro geno-ma, peronomuchos.Hublin califi-ca la Sima de los Huesos como un“tesoro paleontológico”.

Unade las primeras conclusio-nes que presentan en Science Ar-suaga y sus colegas —firman elartículo científicos de cuatro con-tinentes y de varias generaciones,desde los veteranos de la excava-ción a los becarios actuales— esque lasmodificaciones faciales detipo neandertal que identificanen los cráneos apuntan hacia unaevolución de tipo mosaico. Es de-cir, surgieron grupos de rasgosanatómicos funcionales en dife-rentesmomentos de la evolución,descartando así la hipótesis alter-nativa, es decir, que la evoluciónfue un continuomás omenos uni-forme en el tiempo.

La Sima de los Huesos es unapequeña cámara en el fondo deun sistema de cuevas en la sierradeAtapuerca, recuerdan los inves-tigadores. Los fósiles humanos es-tánmezclados con restos de carní-voros, sobre todo osos. La acumu-

lación de cadáveres debió de pro-ducirse en un episodio único y noen un proceso prolongado en eltiempo. Los expertos no tienenuna explicación definitiva sobreeste punto. Lo cierto es que estánahí, que hay campañas de excava-ción desde 1984 y que el tesorocrece cada año, cuando en julio el

equipo que lidera Arsuaga regre-sa a la cueva para continuar ladelicada labor durante un mes.

La datación del yacimiento hasidodifícil. Primero se dio una an-tigüedad de 300.000 años, luegose subió hasta 500.000 y ahora seha establecido en algo menos.“Las fechasmás convincentes pro-ceden de los análisis de series deuranio, de luminiscencia y de pa-leomagnetismo”, explica desdeEE UU Warren Sharp, especialis-ta del Centro deGeocronología deBerkeley, quien ha trabajado enla sima y es uno de los firmantesdel artículo de Science. “Ladatación por series de uranio delos carbonados adheridos al crá-neo número 4 indican un rangode edad entre 410.000 años y470.000años con la edadmáspro-bable de 434.000 años”, precisa. Ylos otros dosmétodos citados danresultados compatibles, apostilla.

Con todo lo completo que es elnuevo trabajo sobre los humanosde la Sima de los Huesos, deja enel aire una cuestión importante:¿de qué especie de trata? Los 28individuos preneandertales se ha-bían clasificado como Homo hei-delbergensis, una especie europeaalgo anterior en el tiempo. PeroArsuaga y sus colegas lo descar-tan ahora en su artículo, a raíz delestudio de tan abundante mate-rial fósil. Desde luego, todavía noson neandertales, aunque presen-ten ya algunos de sus rasgos, jun-to conotros primitivos. “En evolu-ción humana, nombrar una espe-cie es un paso delicado que hayque hacer aportando suficientespruebas”, comenta Martínez. “Asíque lo estamos valorando, pero, sihay un lugar en el mundo dondese puede nombrar bien una espe-cie por la abundancia de fósiles esla Sima de los Huesos”, concluye.

Los humanos de Atapuercaya tenían rasgos neandertalesLos científicos presentan siete nuevos cráneos de hace 430.000 años hallados enel yacimiento de la Sima de los Huesos P La evolución empezó por lamasticación

La publicación de este último artículo enla revista Science culminamuchos años detrabajo en el yacimiento de la Sima de losHuesos de Atapuerca, cerrándose así unciclo que comenzó hace ahora 20 años…cuando éramos jóvenes. En efecto, el año1993 se publicaron, ocupando la portadade la revista Nature —la otra grande, conScience—, tres cráneos encontrados en lacampaña del año anterior. Henry Gee, eleditor de la revista, aún nos recuerda cadavez que nos vemos su sorpresa y asombrocuando abrió el sobre que contenía las fo-tos de los tres cráneos junto con el textodel artículo el día de Nochebuena de 1992.

Desde entonces se ha continuado tra-bajando en el yacimiento y en el laborato-rio, reconstruyendo pacientemente otroscráneos, porque son muchos, casi 30, losesqueletos que se acumularon en la simahacemás de 400.000 años, según las nue-vas dataciones que también se presentanen este artículo. El resultado es verdadera-

mente espectacular, sin precedentes. Estaes la única población que podemos decirque realmente conocemos de una especieextinguida de homínidos —ahora se sueleescribir homininos, pero prefiero mante-ner el término clásico—. Los demás fósi-les de su época, en todo el mundo, sonrestos aislados y, por lo general, incomple-tos. Prácticamente no se sabe nada delesqueleto del cuerpo, y los cráneos sonmuy raros.

Además de describir los fósiles y compa-rarlos con otros, en el trabajo publicado sepresenta una interpretación de síntesis dela evolución humana en Europa y del ori-gen de los neandertales, con los que losfósiles de la sima están relacionados, co-mo venimos diciendo desde finales de losaños ochenta.

Y es que esta fantástica colección per-mite conocer cosas importantes sobre elpatrón evolutivo. Dos en particular. Laprimera es que el desarrollo de los rasgostípicos de los neandertales no se dio a lavez en todas las regiones del cráneo, sinoque empezó en la cara y el aparato masti-cador, con el que está muy relacionada, y

luego se extendió a otras partes del crá-neo. Gracias a que se dispone de tantoscráneos es posible conocer el volumen delos encéfalos de la población y varía en-tre poco más de 1.000 y 1.400 centíme-tros cúbicos. El promedio es más bajoque el actual, pero los cerebrosmás gran-des de la sima superan a los de muchosde nosotros. Luego, los neandertales de-

sarrollaron cerebros aúnmás grandes pe-ro su forma era distinta —más alargada ymás baja— que la de la especie a la quepertenecemos. Tal vez sumentalidad fue-ra también distinta.

Por otro lado, y esto es lo más emocio-nante, de nuestro estudio parece deducir-se que a lo largo de Europa, y más allá,

existía no una, sino muchas poblacioneslocales (o paleo-demes, como las llama-mos), que se extendían y se encogían se-gún les fuera, disputándose el territorio.Muchas de ellas, en el tiempo de la sima,pertenecían a la gran familia neandertal,pero parece que convivían con otras estir-pes más arcaicas, si las dataciones que seatribuyen a ciertos fósiles europeos soncorrectas. Incluso es posible que intercam-biaran genes. Así podría explicarse que nosea del tipo neandertal el ADN mitocon-drial de un fémur de la Sima de losHuesospublicado el año pasado.

Y de tarde en tarde llegaba el apocalip-sis en forma de glaciación que hacía inha-bitable gran parte del continente. Las po-blaciones que vivían en territorios que que-daron cubiertos por el hielo tendrían queemigrar o extinguirse. Algo parecido a lasaga Juego de tronos que vemos en la televi-sión. Con su “llega el invierno” y todo.

Juan Luis Arsuaga es catedrático de la Univer-sidad Complutense y director del Centro MixtoUCM-ISCIII de Evolución y Comportamientos Hu-manos.

‘Juego de tronos’ en el Pleistoceno Medio“Los fósiles de la Sima de losHuesos… Es como tener 28 rom-pecabezas de 206 piezas cadauno”, dice Ana Gracia, especia-lista en la reconstrucción dehuesos de esta colección de fósi-les de Atapuerca. 28 porque esel número, como mínimo, de in-dividuos de los que los investiga-dores han recuperado ya restosen el yacimiento; 206 piezas, ex-plica Gracia, porque es el núme-ro de huesos del esqueleto hu-mano... de los individuos de lasima también. No es que esténlos 28 completos, pero a la horade investigarlos hay que teneren cuenta ese grupo de indivi-duos diferentes, de ambos sexosy de todas las edades, desdepreadolescentes.

Gracia, investigadora Ramóny Cajal en la Universidad de Al-calá, lleva casi 30 años trabajan-do en el equipo de la Sima de losHuesos y los homínidos son pa-ra ella su “otra familia”, dice. Havisto crecer este tesoro paleonto-

lógico desde los primeros troci-tos de hueso descubiertos —unadecena— hasta más de 6.500 enla actualidad, recuerda. “Inten-tas tener todos los fósiles en lacabeza para ir averiguando aquién puede corresponder cadauno, a medida que los vamos sa-cando”, apunta.

Hay huesos humanos de to-dos los tamaños en la sima, ex-plica Gracia, y las fracturas quepresentan sonmuy limpias. Ade-más, no están deformados. Ellase ocupa, sobre todo, de los crá-neos. Se han recuperado ya 17:“El número 4, apodado Agame-nón, apareció entero; el número5 casi, pero está muy completo ytiene su mandíbula. Tenemoscráneos en todas las fases de re-construcción”, añade.

El balance de todos estosaños de dedicación científica ala Sima de los Huesos es rotun-do para Ana Gracia: “Apasio-nante. Un lujo, un privilegio, unplacer”.

El rompecabezas de reconstruir los fósilesANÁLISIS

Juan Luis Arsuaga

ALICIA RIVERAMadrid

Los cerebros más grandesde los humanos dela sima superan a losde muchos de nosotros

Los científicosestán estudiandosi se trata deuna nueva especie

Los homínidosusaban los dientescomo tercera manoen múltiples tareas

Un grupo de científicos trabaja en la Sima de los Huesos, en Atapuerca (Burgos). / javier trueba-madrid scientific films

Ana Gracia reconstruye cráneos de la Sima de los Huesos en su laboratorio. / javier trueba-madrid scientific films

Cráneo número 17 de la Sima de los Huesos (Atapuerca). / javier trueba-madrid scientific films

EL PAÍS, viernes 20 de junio de 2014 59

sociedad