Los Maices de Barro

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    R EDUART:A CANEDCES,GAR

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    D.L.N"2-l-6t-96Tercera EdicinDeechos Reservados por e1 AutorFotografia Portada: Angel TorricoComposicin y diagramacin ODECImpreso en los Talleres Grficos de M & C EditoresCalle Mxico N" 426, casilla # 3419,Telf.49673CochabambaMarzo, 1998lmpreso en BoliviaPedidos al telfono: 62232

    Todos los personajes y nombres son ficticios cualquierparecido con personas o hechos es una coincidencia.

    . PROLOGOHombre- Naturaleza sinnimo de escencia de vida.Grano de maiz, aurea de vida, luz refutgente, vida,rel aci n fetal, D u al ism o in ev ita b Ie. Ml ser se e m papde la brisa, de lavida expuesta sobre elcielode esfevalle. La vida engendrada en un metafrico gro.Hombre estructura amorta, energa atomizada,moldeadorde la arcilla deldestino, esculpe hombrespusilmines, grandiosos o simples charlatanes.Crear alas para elevarse a cielos inimaginables oadaptarse a la hipocresa social como gusanos depodredumbre .humana.Hombre ser inexorable sinnimo de ideat, momentoentre un infinita posible. Hombre bano de su mismotiempo. Hombre grano de maiz se elevan al cietopara ser exhuberante y sublime o se reseca par eterial de la tierra y se transforma en un simple MA\ZDE BARRA

    Blanco aro colruaba la semillagrano de ruaiz, astro y orgulloen la concepcionfetalrefulgente, aurea dorada de luzhoy opacada, grisacea y fatales tan solo "Podredumbre humana".Engendr esta inspiracin en mi valte de coloresencendidos, mivalle en lluvia de ma2, lirio y canto.Pretendiendo crear una semitla sutit impticita parasembrar en la conciencia de /os hombres.

    Cesor Eluardo Garca CnnedoValle Verde, Primavera 1996.lI

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    CAPITULO ILa mano agreste y varonil de Justo Argote,introduce nerviosamente al bolsn de semillas.Sus dedos se divinizan al contacto con los granosievanta la mirada al cielo y un fulgor mticoembarga ai ambiente. Su voz amilana el espacio.

    - Pachamama, diosa de la tierragracia divina, fulgor nuestrobendice nuestra existencia,con estos granos de maztL-na sensacin de srandiosidad liena la brisa delatardecer. Los sauces. los arbustos r-el horizor-rte:i:itr: ie lca:-iro al r aile de Sar Ranchu".-\ poca iistancia otra \.i\,encia ocupa unahicheLa: dos manos elevan a lo alto unle ciE,ret:te sacrotpico "la Tuiuma" que contenae. iqLudo atnarillento. zul1to concentrado deinr:iz ia Chicha".

    - \r. pachamaitita. Dios del nta2,sracias por bei:decir la chicha.a1e_erarme el corazn,r coni'ertirile en el hombre rns feiizi\lum.ruran 1os labios de Eulogio. quien al nismo:::mpo mi,ra con dcsesperacin el triquidc- -. ^ -l1t -.^..-1--r 1i l1tgllLU.{n,bos exponan ai cieio.

    - las semiilas de maiz- 1a arnarilienra cl-richa' .

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    Uno inspirabala fecundacin, otro conjuraba ala ensoacin y al placer.- "Pachamama, recibe la riqueza, bendita seaslCoioca los granos en los surcos y la tierra gimey la fecundacin se convierte en sublimacit.don Justo suspira.Entre tanto, Eulogio se sumerga en el blsamode la chichera.La tutuma llega a los labios, ansioso,desesperado sorba el Iquido amarillento. almismo tiempo introduca a sus pulmones todo elaire del Valle y qlle no le llegue la asfixia"entonces eI tiempo se detiene y el Valle seinunda de xtasis ,exclama:- Gracias, mamitay, patroncitay, ahora, puedomorirrne tranquiloLimpindose con el dorso de la mano suspirabade satisfrccin" y en el ambiente flua un tropelde sensaciones:

    "Hombre alucinado,tierra fecundadael cielo y la tierrabendecida y embrujada.Entonces el crepsculose teja de ensoacin...o- Carajo , quin como yo, puede ser, tanpoderosoTengo mis tierras que son las ms grandes de"Sara Rancho". Mis hijos enaltecidos ybendecidos por "Pachantama". mis macesfructferos, los mejores de este pueblo.

    Vociferaba don Justo Argote, cuyos pies lohaban llevado al pueblo de "K'omer Rancho"donde el libertinaje, los sueos difusos sedilataban en la holganza. El espriturepresentab connotaciones de lujuria y pecado.Don Justo, en la inconstancia de la lucidez,atuldido por el alcohol y la vanidad; siernpresereno, humilde, siempre cueldo, ahoradesencaj aba su personalidad.- Ahora tengo las cholas que quiero - Su puose estrell contra la mesa.- Hasta esta "Qhosila" est embrujada por misojosI{ablaba dirigindose a la chichera de ojosvercles.- Estas manos son las que hacen producir losmejores maces de "Sara Rancho" y 'tK'omerRancho".- gesticulaba torpernente.En los dems brotaba la envidia que hace yatiempo dorma entre ellos, hacia el hombre queiba creciendo econmicamente y que ahorahaca gala de sus dotes grotescos de "Don Juar1".- A ver, preparame el ajicito de fideo que lnegusta "Qhosila".- gritaba ebrio de poder. Muypocas veces vena y ya tena conquistado a la'mujer que a muchos les quitaba el sueo.Justo Argote, engendrado en ia implcitafecundidad incaica, estampado en barro ynaturaleza, de temores enraizados en lascostumbres de sus ancestros; cumplidor,rercoroso y humilde. Su tierna infancia se habaamoldado a las fibras sistemticas del trabajo yla responsabiiidad, por eso lleg donde estaba.Su esposa Filomena y sus tres hijosrepresentaban sus grandes frutos.

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    En un extremo de Ia habitacin. el corregidor.un irombre ladino de pequeos ojos, flaco, depiel amarillenta, le ridiculizaba su porte dehombre, sentado cabilaba baado en odio vrencor.- Y este carajo me ha quitado a mi "Qhosila".-La hiel amarga de su frustracin beba en cadamirada. Le lebas la humillacin cuando donJusto se dirigi nuevamente a 1.- Oye, Zenn,corregidorcito, como autoridad nosirves, ni para servir a las imillas porque pararepartir el agua, tienes qne hacer en orden, noporqlre una imilla te sonra o eres compadre deotro, ests dando preferencia. por eso estsperdiendo autoridad y te ande mirar como un"Huallpa calzn".El arnbiente se llena de insultos y rnenosprecio,v luego rm ro de odio y rencor se inunda en elcorazn de los parroquianos.La noche se aproximaba 1,en el cielo de "K'omerRancho" se tea de celaies rojos gnindosaterciopelados, un graznido de "Huajchillas"maiageras se escuchaba elttouces ei da mora.

    aDespuntaba el alba en "K'omer Rancho" lasverdes hojas empezabaacobrar el brillo de vida.El tiempo haba transcurrido presuroso atra-pando sensaciones, sentimientos efervescentes.Ahora la aurora daba origen a un ttttevo daSe elevaba un sahume de rnalos presagiosdesentonando con e1 risueo amanecer. Depronto un grito estall ett fracciones minsculasrompiendo el silencio de la madrugada, era lavoz de una mujer en madrr,rgada:

    Don.Iusto, Dios mo, est muertoHombre, prodigio de la naturaleza, ser, rudo,ra2, gusano, podredumbre insaciable telricodesencanto muerto por manos de sus propiossemejantes.El alba haba perdido su calor, su esencia. DonJusto boca abajoyacacomo besando por ltimainstancia la tierra amada, donde engendrsemillas, semillas...Haba traspasado el umbral de la vida a lamuerte.Doa Filomena no pudo pegar los ojos clurantetoda la noche, sus pies presurosos yapresagiaban e1 desenlace; cuando los primerosrayos de la madrugada se fragmentaba en elespacio. Con Basilia en las espaldas y el temoren el corazn recorra los senderos. De pronto deentre los senderos surgi su comadre.- Comadre no sabes la desgracia.- increpa lachola- A tu marido 1o han encontrado muerto , pobremi compadreLas palabras crearon un silencio plido, sedirigieron ante el lugar, cerca a su t'erreno. Ahatnita, ve el cuerpo de Justo, se arrodilla,tocael cuerpo fro.- Justo... no diosito - el grito inunda el valle.Filomena cae de rodillas, llora en silencio;maldice al da, a Dios. La nia en sus espaldas,empieza a llorar como queriendo acompaar asu madre ante ese cuadro desgarrador.

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    El silencio se incrust en cada partcula deiambiente" Con una mirada comprendi que yanunca rns vera a su.Iusto. Las lgrimas corrancopiosamente las mejillas de la mujer.La muerte lnguida y demacrada se habaposado en el cuerpo de Don Justi:.consiguientemente la maana se habiapetrificado de espanto y dolor...CAPITULO U

    Brazis ondulados, tersos, de vercie intensoemergan clel seno de ia tierra "Pacllarranla".luego clevaban haca el cieio; LOS MAICESEntonces el valle se embrujaba de encarfo.

    - alabado, sea el santsimosacrarnento de la tardey la r.irgen concebida sin pecado original. . .Estos tres padres uuestros y tresaves Maras, para el alma?El coro de nios junto a los tarajciris imprecabanrun concierto de una tenne meloda en elescenario de la naturaleza del pueblo de "SaraRancho".- Para el alma de quin seora? - Pregunt elnio- Ah para Justo Argote - Responde la viuda,con acento amargo.- Ay comadrita parecera que ayer noms pasola desgracia, un ao de su muerte.- Si pues comadre y nadie sabe quin lo mat"ay, tanto le deca, no tomes ruucho y nunca mehaca caso, se iba tontar ande la "Qhcsila" esar:rala;:rujer mal habjde. se lleta coi: todos- ilesgraciada, rnai paricia sta.- grua iacrlmatlre.- .Y r:o se sai':e siempre qui;-r lc ha rnatado?

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    - Hasta ahora pues. coixadre, nada.Las lgrimas mojaban su amargura y lainsensatez de su pensamiento.- Pero, mi cornpadre Justo siempre era correctotrabajador y honrado, un ejemplo para sus hijos.- Servite esta tutumita comadrita, Asunta.serviies ms chichita a ios que estn sentados,apurate pues imilla.- muy ufana y llorosa,mandaba la viuda.Volvi al ataque la comadre. - As pues comadre,como te iba contando. esta "Qhossila" se metacon todos los hombres de "K'omer Rancho" vcon el todo el que iba a su chichera.- Vrrgen Maria cmo puede haber mujer as -responda Filomena.- Tambin dicen que en su chicha colocaba nos qus. que haca enloquecer a ios-hombres.- El otro da el Eulogio le escuchaba cantar bienborracho siempre pareca que estaba lamiendoei suelo.

    Ai mirar tus azules ojosQhoshila de mi vidahas embrujado mi alma...- As pues sus ojos son dice, causante de susoperas, entonces atr da siguiente le dije.- As que slrs ojos de la "Qhossila" te hanembrujado, entonces, yo pues tendr ojos de"siqu'mira, desgraciado diciendo esto le hemandado a pasear, comadre.- Bien comadre que io has largado. una tiene suorgullo, pues , estas de K'omer Ranchu. siempre

    son as "swa qharis".* (roba ntaridos) expresdoa Filomena.tr a tarde languideciente que estampada en elverdor del valle, fue interfumpida por unaplegaria.

    Padre nuestro que ests en el cielo.santificado sea...El coloquio regresaba.- Servite pues comadre, salud comadre, por elalma de mi compadre, que seguro es que estfeliz, porque a dejado a sus pertenencias enbuenas manos. Sobre todo a sus tres hijos: alRubn, al Mario y. a esa chuncula que es la"Basilia" Los labios libaron Ia chicha y losespritus cornenzaron a expandirse.- Ay, mis wawas - las lgrimas invadieroncopiosamente, - por ellos mi coruzn sufre y seme parte el alma, comadre, tanto que le querana supadre, el mayorcito que es el Rubencito tienenueve aitos, es el que ms llora, el otro da lehe visto mirar las chacras demaz,parado estabamucho tiempo en sus ojos las lgrimas brotabanay, mi Rubencito me acuerdo siempre comadre,les reuna a mis tres hijos frente a los MAICESy les deca: ustedes son como los maceshermosos y van a crecer fuertes y van a dar suabundancia y no s que ms, que no ie entenda.si a m ta-.nbin me deca algo: de su pucblo de"Sara Rancho"- Comadre: Nuestros tatarabuelos y nuestra"Pachamama" haban dejado ura riqueza quehara grande a nuestro pueblo que era, EI-};/.AIZ.Durante tanto tiempo nos ha mantenido,comadre, y hemos visto que en un solo grano,est dormida la abundancia, la grandeza y el

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    poder, y as son mis hijos "SON SEMILLA DE}i{AIZ" que al dormirse en la tierra de la vida,van a crecer con dignidad luego van a dar susfrutos y.sern la envidia, el pueblo se cubrir degloria. As sern mis hijos COMO LOSMAICES GRANDiOSOS. - Deca,nicompadre.El dolor brotaba por los ojos de doa Filomena.EI coro de voces infalitiles se elevaba al cielo:

    ... Sacramento de la tarde,y la virgen concebidasin pecado original...o- El mandamiento dice no desears a la mujer detu prjimo y ustedes herejes qu es lo quehacen? como un potro rompen su cerca y se vana buscar cualquier mula. As me he enterado nose dan cuentas herejes que irn arder en elinfierno? porque teniendo sus mujeres,rornpiendo las cercas de sus hogares se van ande1as cholas de K'omer Rancho. Infielespecadores. Van a saber cuando sus almas ardany' estarn condenados a sufrir por la eternidad.-Imprecaba el cura de Sara Rachu al alma de losinfieles.Los indios con ojillos temerosos esquivaban lamirada y los culpables sudaban copiosamentepareciendo ya estar ardiendo en el infierno y elespacio de la vetusta y vieja iglesia se senta allamas intensas y azufre.- No se dan cuenta herejes que tiene que salvarsus alntas, actuar como cristianos adems por lasquejas de sus mujeres muchos estn tomando iachicha como agua, pegando a sus mujeres,arrastrndose por las calies, si les viene el deseode pecar recen pues tres padres nuestros y tres

    ave marias y se eXeja Satans y la telltacin.Sobre todo ahora que ha llegado ia tiesta de losdifuntos donde nuestras almas van a bajar avisitarnos y ellos se.van ha enterar de sus cosasy que decepcionados se van a ir.- gritaba airado,el cura enviado de Dios.- As pues, tiene que llamarles la atencin elpadrecito a estos desgraciados doa Jacinta, spues el Juiin tambin ltimamente est yendoa K'omer Rancho apenas aporca y como seaantes de las tres ya se ha perdido y me llega amedia noche como una mula querinciome pegargritando "tengo cholas mejores que vos " tanton:t.e ciia rabia que, con ia olla de "phiri" en sucabeza le he dado y mi oltrita ie he roto en este"rumi u1i' (cabeza de piedra): comentaban lasmujeres.- Esta maana a rnedio da vendrn a visitarnosy deben estar preparados, sobre todo sus almasde algunos irerejes que estn pecando debeniracer eonciencia.- Iinplic el eura.- La naesa ya est preparada, anoche ya vinierona rezai ios chicos.- conrenia-ba ia comadre a doa. F-il*iaena al salir de ia igiesia, choics i' cholasd-e la misrrra ffiailera emergal a borbotones cieigl*sia algunos cabizbajc''s. ias mit"leres felices,i a que el padrecito les iral:a reprendido a iosmaia *abezas "taiqados" por ias choias deK'r:rmer liaucho".- Qu bie* que etr paelre i'.s ira;ra :'eprendido aestcs descaados sinvergiienzas.- Si pues comadre Llti momento de esos rni hefijedCI una mayora de ios runas del puebio,asteban agacirado. estos "Khu*hi runas"ihombres sueios).

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    - Sus alrnas directo al infierno se han de ir.- Pero mi compadre Justo no era as.- Ah no comadre el era bien trabajador, Ia"Qhoshila" un poco le ha echo volar la cabeza.pero nada ms. por eso le estoy preparando su"habas pectu", su "changuita de pollo, suchichita y su mote eso si que le gustaba tanto.- Ay, mi compadre debe estar gozando en el cieloy desde all esta soando con sus hijos y con suSara Rancho y con usted comadre. Las palabrasnacidas del alma acallaban al ambiente."Sara Ranchu" emerga en el valle ms fertiiprotegido por bajas serranas por un extremoomnisciente surga el "Jatun Mayu" (ro Grandeivertiendo sus aguas rumorosas. Pintaba susorillas de verde al campo de ilusin, los saucesse levantaban alegrando el cielo y el ondulanteverdusco se empapaba de una fragancia ama2,sauce r-flor.En la casa de la viuda, la gente, nios y mayorestomaban la palabra. El ambiente se llenaba deplegarias; Rubn" Mario y Basilia se confundancon los dems, nios.En la espalda de Doa Fiiomena un aguayomulticolor sostena el cuerpecito de Basilia. Lams pequea con sus tres aos y la caraembadurnada de dulce dorma en ia ilusin deslr regazo. Mario y Rubn nios de maz ,t,encanto entre cnticos, rezos se sumergan entretravesuras con los dems nios.- Mamitay es cierto que mi pap va a venir avisitarnos?- Si hijituy tu tata querido esta noche vendr por

    eso, pues hemos puesto sus comiditas que msle gustan.- indicaba tra mesa. El espectculo eraun solemne templo adornado con macitas,dulces en forma de gailos banderines en hilerasbajaban de laparte superior, frutas y flores platostpicos en platos de barro "T'antas wawasrt conojillos negrillos de carbn yacianen la mesa. Enel fondo una escalera de pan incitaba a subir a 1oms alto de la imaginacin de los propiosdifuntos rompiendo el lmite de los vivos y delos muertos. Un pao negro presagiaba elambiente de un sahume mtico, de incienso y dechicha que embriagaba de temor, confusin yplacidez al alma del hombre del valle. Algunoscnticos parecan hacer revivir algunos rnuerlos,Ya la noche se haba posado en el ambiente.Algunos noctmbulos gallos se adelantaban alalba marcaba apenas la media noche, ya el gentose march.Dona Filomena acurrucada en su ebriedad sehallaba en el cuarlo contiguo despert y avizorque sus hijos dorman hasta la imilla Asunta. Depronto brinca de la cama ante ruidos extraosque vena de la habitacin donde se hallaba lamesa preparada.- Ese gato desgraciado debe estar comiendo enla mesa, maldeca la chola, abriendo Ia puertaobserva encima y bajo la mesa y en ningnrincn encuentra al supuesto gato se aproximams a la rnesa y una sensacin de miedo seapodera de ella al comprobar que el vaso dechicha estaba completarnente vaco...

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    CAPXTULCI tTI- Ctra vez algunos mala cabezas infieies se hanida a rczar por las almas de aigunas cholas de"K'omer Ranchu".- Ni ahora respetan a sus almas estos "K'huchiRunas" (hombres, sucios).- Comentabanalgunas mujeres de "Sara Ranchu".- El ms desgraciado es pues el Eulogio, anda defrente con una chola de K'omer Ranchu; creoque ya se estjuntando; casi ya no para por sucasa; su mujer, sus pobres wawas, de que nomsestarn viviendo.- Ay, ese s que es un "Kencha" " el ms abatido.-imprecaban, maldecan al infiel.El sol

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    - Asi queramos encontrarte pecador ilegenaodel pecado y del infierno - dijo ei cura.- Carajos, qu hacen en mi casa, yo hago de mivida un poncho- Atrevido, insolente todava - agreg el padrinoy entre ambos le dieron una tremenda golpiza'- iAyl no lepeguen ami marido, pues - replicabala mujer.- Y esto es para que aprendas hereje.- deca elcura.- Insolente, mal nacido, carajo te voy a enseara respetar a tu familia - gritaba airado, ei padrinoblandiendo en lo alto un Palo.- T siempre tienes la culpa Eulalia, estsmintiendo, yo, solo me voy a tomar chicha,porque aqu en "Sara Ranchu", no hacen bien.-habiaba temeroso el camPesino.- Pretextos, pretextos - gritaba el padrino.- Maana hablamos cuando este insensato."layqado" por los ojos de las cholas de "K'omerRancho" est sano.- replic el cura... y se fueron'El pobre borracho maltrecho, se sent junto a supurta y balbuceaba - layqado, layqado. Conigrimas de incomprensin mirndolo conternura y iiolor. E,ulalia pronunci - Pobrecito,que culpa tiene si esta "Layqado", (embrujado)y los maces cercanos trataron de esconder esteolor. En el pueblo la tradicin de "La fiesta delos difuntos" se expanda.

    oEl pequeo, Rubn, junto a los maizalescabilaba, su mente de nio se impregnaba derecuerdos, la voz de su padre llegaba:

    - iEres como este grano de maz - expanda anteel cielo az,aly antes ios ojos del nio campesino.- En el carazn de este grano vive la riqueza,Iabendicin del cielo y pachamama; entonces elpueblo ser grande y podr saciar su hambre; yustedes mis hijos sern tambin maces deesplendor y ensoacin, para dar ejemplo a losdems, tu madre y "Sara Ranchu" vivirnorgullosos de ustedes.

    "Pachamama, con manos de cristaiexpilso en estatuarios luminososzumo y esencia de naturalezablanco y oro colmabala semillagrano de maz astro y orgulloen la concepcin fetalrefulgente urea dorada de iuz"Las lagrimas por la tiernas mejillas de Rubncaany a io lejos el terreno se extenda en lneasverduscas de maces y la figura de su padre selevantaba grandioso.Muy cerca a estos acontecimientos se levantabala vetusta vivienda de los Argote. Estabaformado por dos amplios cuartos de adobe, unamplio cobertizo sostenido por pilares demadera, a un extremo se acomodaba una rusticacocina. Las tejas negruzcas doradas por el sol,estampaba el cielo del valle en una fragancia achicha e incienso. A un extremo una mesagrande de tllados rstico; encima de la misrnauna jarra de cristal donde yacael elixir del valle"La Chicha"; las moscas revoloteaban en lamisma; algunas parecan estar en una misa sacra,quietas y petrificadas.- Por Dios comadrita , Te juro mamitay quees verdad - habiaba airadamente la viuda,tratando de convencerla a Ia comadre"

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    - Anoche cuando se fueron todos, seran las dosde la maana. Escuchando ruidos, pens que elgato se estara comiendo algo. Entre al cuartodonde estaba la mesa y nada, no haba nadie, rasme dijo todb el "urpo, me fije la mesa ycomadrita el vaso de chicha estabacompletamente vaco. Era mi Justo estoysegura comadrita.- las lgrimas invadannuevamente.- Era 1, a venido a verme.-aumentaba su sollozo.- S comadre, ias almas nunca mueren, isiempre ha de estar con ustedes, ste que separece mucho a su pap.- Qu mamay? mi padre ha llegado? - preguntRubn y la pobre acarici la carita del nio.- Tu pap hijituy nunca nos va dejar siempre vaa estar con nosotros.En eso surgi Eulogio gr:andilocuente y algochispeado.- Disculpe doa Filomena no he podido venir aezar po el alma de don Justo - expres el pen.- Claro, pues Tatay , si andas "layqado" por lasde "K'omer Rancho", no tienes tiempo paranada. Y como pues vas a ser un sinvergenza,no tienes pena ni por tus hijos.-'El alma de don Justo a venido tambin y u. huido muy enojado- expreso doa Filomena,ademas- continu - las gentes nos diferenciamosde los animales, por tenemos alma, pues, ascomo el "kuchi" que solo tragay traga, jay?- Mejor servite esta tutuma en nombre de DonJusto - alcanz la vecina presurosa.- Ay mamitay esta es la cura de mis heridas y

    tnis dok-,res. En el lenguaje quechua habl:Cholita de pollera amarillacura mi carazn adolorido,v que culpa tengo yosi mi cc,razn,pertenece a dosen este camino de "Dios".

    Afuera el embrujo de ia fiesta de 1os difuntos sellenaba de imaginacin. Rubn y los demsnios se sumergan en el ensueo.- Golpeen, al alma se escapaNios. cholas e imillas con palos" varas, hacansentir al infeliz disfrazado por una sbanablanca, quien, ante una incmprensin deldestino fatal, tropiezay cae y encirna una lluviade gotrpes caen en la po'ore hurnanidad del"alma". El pobre, desesperado logra pararse casisaltando, se pierde aullando de dolor. Y la risade los nios y la gente se esparca en el espacio.Dentro la vivienda de la viuda la tarde tomabaotrc matiz a un tono grisceo ,v oscuro liegabaia nocheLos cnticcs junto a la incomprensin de lamuerte transmitan una meloda inmutable.- Don, ;te 1o rezamos?, con coritos ms -suplicaban los nios.- Haber si iracen bien.lJn eoro de jilgueras inr.mda de cnticos y rezos:

    Campanitas de BelnTquense con alegracuando pase iesucristotodos canten aiabrdt"..') .l20

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    Los parientes, amigos acompaantes, con losojos adormilados de cansancio, sentados en unarstica tabla. Con la tutuma en las manos, seesfumaban de la realidad.IJn rapazuelo, analizador sistemtico de laconducta de los hombres cotidianos, expres: -Estos cojudos estn borrachos, ni se van a darcuenta y empez elrezo:

    All vienen dos cholasuna blanca y otra negrala bianquita representaa la chola concepcin...Concluido ei cntico. los ojillos esperaban unarespuesta y nada, seguan brutos.- A losrapazuelos se les enardeci la picarda quevolvi a brotar:

    Calderitas, calderneste muerto es un cabrn ...Un borrachillo que recuperaba del tranceaicoh1ico expres:- Cabrn han dicho - y los dems festejaron conla risa y los ojillos maliciosos el delito.- Llocallas, carajos - retumb la broncatrataron de atraparle y los delincuentes huyeronen la puerta y algunos lograron hacertarlesalgunos puntapis.- Con que insultando a nuestros muertosEn ei camino entre risas y quejidos de dolor,naca otro corito magullado y se perda en elrequiebro de la nostalgia:

    Ai lavar cinco piatoscinco platos e lal,adoy ni un plato me han pagadoy a patartas me ha botado.Y los tiernos grancls de los maces, crecan juntoa la picarda, entre ellos, Rubn y ios maces dehojas verduscas se elevaban al cielo.

    D- Mi wawa tan chiquita, ay virgencitaprotgemela pues.- suplicaba doa Filomena.Con una mirada puesta en la ventana. Afuera elcielo se desbordaba copiosamente.Su viudez pesaba ya, un ao de sufrimiento ytrabajos forzados.- Ay justo, yo s que no me has abandonado. Elotro da he sentido tu aliento, por favoraydame.- de improviso, las puertillas de lapequeila ventana se goipearon e strepito samente ;los pequeos despertaron ante el ruido, la viudaestupefacta no atinaba a decir algo.- Qu es, mamay - inquiri ei hrjo ma.vor.- Ay, virgencita, Justo, Justo, no me hasabandonado.- grito la viuda, los nios temerososse acliffucaron a su regazo, y la respuestamaterial no llegaba"

    nCuatro paredes de barro se diluan ante loscolores que resaltaban en los agua)/os y fuazadasque decoraban la vivienda de Doa Asunta,comadre de la viuda.- N4i pobre comadre, un ao ya de viuda y todoei trabajo que haca mi compadre, est sobre las

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    espaldas de ella" con un dejo triste aomentaba lamujer. La otra vecina contest.- S, pues ahora mismo estn buscando peonespara aporcar (aflojar la tierra) y no puedeencontrar.- Unos qhellas siempre son.- comentaba doaAsunta.- Y sus wawas tan pequeitos, todava, elmayorcito que es en Rubn creo que tiene nueveaitos, el segundo que es Mario tiene ocho aosy la nica mujercita es pues la Basilia la msmenorcita.- interpelaban a la viuda y a lossentimientos, las mujeres.

    oEl cielo expanda su brillo, el sol doraba la tierra.Doa Filomena levantaba la picota hacia 1o altoy caa pesadamente en la tierra hirindola enpedazos, aflojando de las hierbas que ajustabana la planta.- A--v, Dios mo, creo que no vamos a acabat.-se para exhausta, se coloca el dorso de la manoen la frente, secando el sudor echa una mirada alcielo como una plegaria y comunicacin de viday tiempo se detuvieron.- Tienen que hacer bien, Rubn, waway,indcale tambin a tu hermanito Mario. Tienenque sacar bien las hierbas, para que no vuelvana crecer.- Lavoz de la mujer sentenciaba con untono irreversible.

    DEl sol despert al siguiente da con intrasendentemelancola.

    - Cornadnta, hey conseguldo estos "runitas" paraque te puedan ayudar.- dice la comadre Asunta.- Dios aescuchado misplegarias, comadre. Ayercon ftis hijos, apenitas hemos echo algunossurcos y las maces estn creciendo tan rpido,gracias comadre.- contesta contenta la viuda.- Quieren trabajar a jornal y parece que nomsson trabajadorcitos.- contest la comadre.El dilogo dispersa la brisa matutina, en unaostensible realidad.

    oEl letargo del tiempo se acenta en el valle, devoces apagadas y renaci la amargura.- Desgradiados, mai nacidos, porqueras tanslo un da han trabajado y esta maana sehaban robado cinco "phullos" (frazadas) losnuevos y el dinero ahorrado haber comadre -gritaba angustiada la viuda. - malditos "khenchaRunas".- Las lagrimas surcaban las mejillas y suimpotencia se expanda en al alma de mujer solay su vos angustiante se expanda en el ambiente.- Ay, Justo, Justo, por qu noms te has ido.

    "En el arco del horizontese engendr la esencia de la tierratierra, hombre, semillatranspone la realidad y briila".- Tisa, ushha - las voces de los hombresrompan el silencio. Haba llegado la fiesta de"San trsidro". Ahora a las ovejas se la habanpegado los colores a su iana blanca, se diceRubn, guindas, rojas, estampaban los lomostambin de las vacas y los burtos, hasta mulos y

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    el alma de los hombres, porque ahora se les vems sonrientes.- "Aprate en pintar".- gritami madre.- entoncesahora soy el sol y he llegado cbn esta la fiesta decolores de "San Isidro".La tierra lista para ser preada; en el ambientelas clulas iscronas, multicolores pupulan en leambiente, ya se abrillantaban las hojas de unverde cristal, que arrebataban en una tardecolorida. Entonces mis pulmones respirabanvientos cargados de alegra.- Que toquen la banda - gritan las mujeres losmozos vestidos coquetamente dirigen lasyuntas. Los bueyes estampados en el paisajeceleste, su piel oscura abrillantado adorna elhorizonte. El arado con banderillas de coloresempieza a herir la tierra y emerge un olorgrandioso. sutil, divino a tierra.- "Ay patroncito, que esta cosecha sea puesbuena".- detrs las mujeres atadas de aguayosmulticolores de donde brotaban las semillas y lasmujeres iban tras las yuntas derramandosemillas.- "De pronto creo ver en el fulgor del terreno laimagen de mi padre parado en la inmensidad deltetteno, sonriente, sereno, creo que 1aimaginacin se hace realidad y escucho su voz"hijo mio este es el mejor regalo que Dios nosha brindado, en su fruto estar el destino de loshombres y del pueblo de "Sara Ranchu".- La voz, el recuerdo se haba pegado en misodos. Mi mente y mi padre estaba presentecomo hace dos aos atrs: mis dedos oprimanalgo, entreabr mis puos. Refulgentes,quimrico. Estaban ah varios granos de ma2,

    listos para ser engendrados y yo era el "Dios"para realizar aquel encargo.o- Filomena, Filomena - la voz d"l "rruenetraba en la vivienda. Su mano nerviosahaba cogido en ei camino algunas flores deretama que desaparecan en la mano los petalosamarillos y una fragancia mtica penetraba en lahabitacin.

    Los golpes de los nudillos del eura despertaronal perro. Ladridos desesperados deshacan encuadrilateros espantos.La puerta se abri junto a La voz- Chusta...porquera peffo, hay, padrecito haba sido ustednoms pues, que milagro, pero pase, pasepadrecito.- La silla desvencijada recibi a lasposaderas del cura.- Filomena, ya no te veo ltimamente en lasmisas de los domingos, pens que te habasenfermado o es que tu corazn se ha vuelto depiedra? y ya no crees en Dios? - habl el pirroco.- Cmo va a decir eso padre, es que ahora notengo tiempo con mis tres hijos y todo el trabajoque me dejo mi marido con la siembra y todopadre no puedo venir.- hablaba la viuda.Los ojillos inquisidore. d"l

    "rrurecorra el

    cuerpo de la mujer pletrica con sus 37 aoscomo una fruta madura expanda deseo.- Le gusta el motecito de ma2, no?, padrecitonos estbamos sirviendo, ahorita, noms.- entrla viuda, volvi a surgir de la otra habitacin conun platillo de barro, desbordante de vida, iosgranos de maz henchidos, encima rm queso

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    blanquecino apetitoso, incitaba a la gula delmismo cura.Los ojos del clrigo se encandilaban en dosplanos. Una lucha ehtre lo obsceno y la gula sedebata. o zamparse el plato de mote o poseersea la viuda. Las tentaciones para un dbil pecador.La mujer y el plato dos obsesiones. Un dualismoen lucha, la filosofa del existencialismo y elhedonismo material. donde el hombre sucumbeante las pasiones."Hombre cascara del superficialismo".Los senos turgentes. el platillo de mote, losojillos del cura suban y bajaban o vice versa. Elplacer y la lujuria se apoderaba del ambiente- Ah, Filomena, Filomenita, hay cosas que lavida nos depara y por eso la vida es maravillosa,hrja.- Qu dice padrecito?- Nada hija, nada, me preguntaba por qumotivos no venias a la iglesia?- Estaba mal padrecito, aunque no tan grave, esque desde la muefte del Justo, todo el trabajo espara m, adems mis wawas se han quedadosolitos.- Empezaron a brotar nuevamente laslagrimas.- Creo que hasta Dios se ha olvidado dem.- No puedes hablar as, hija, Dios siempre estcon todos y ms aun con los que sufren. Ademasyo estoy contigo como mensajero de Dios yo teestar ayudando.- Gracias padrecito.Coloc el platillo, en la silla. Se par el cura yun abrazo disfrazado de paternalismo demostr.

    En tanto las manos nerviosas se deslizaban porlos hombros y ios ojillos encendidos sedeslizaban hacia los senos de la viuda. Arda lasangre, arda el ambiente y el infierno se traslada casa de Filomena. Solos los dos el silencio seherman con la tarde. Los ojos enardecidos juntoal alma de "padre", sus manos temblaban depasin y iujuria. Se instalaba desnudo el pecado.En ese instante su mente insinuaba a poseer a laviuda, la quietud ardiente, se rompi en milpedazos de desesperacin.- Mamay.- se escuch lavozde Rubn, con ojosextraados no comprendi nada.Doa Filomena azorada se dio cuenta en eseinstante de las intenciones del cura.- Ah, es tu hijo- Si, pues es el Rubencito, el mayor.Ei corazn del cura lata embadurnado de pasiny miedo. - Bueno otro da /oy a venir.- Pero servite, pues... confusa ftataba de salir laviuda.Dentro de su escasa moral, la vergenza se habaapoderado. Sus pies buscaron la puerta; afuerael viento valluno flua a melancola.Dentro la vivienda, encima de la silla, ei plato debarro expona an los granos de ma2.Grandiosos los motes rechinaban de gusto y eranzampados por las frgiles manos de Rubn. Lamirada de la viuda con preocupacin apagaba latarde en Sara Ranchu.

    oYa la noche adormilaba al da en sus brazos.

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    - Eulalia, Eulalia una voz con tono reservado seoia. La chola presurosa sala al encuentro.- Tu marido otravez se a ido a K'omer Rancho.te lo dije, ste tiene su chola.- Pero, tu para siempre eres la nica Eulalia.- laabraso y entre el silencio se internaron al bosquegrandioso: Los maces, Eulalia y el cura, yquejidos de placer perturbaban la quietud de losmaizales.

    o"Hombres, frgiles hojas,arrancadas por efmeras pasiones".- Ay, vidita K'omer awicitoay, vidita de ojitos verdesestoy perdido en tus ojosas como en esta tutuma de chicha

    Euiogio, con la tutuma a la altura de los labiosebrio por el alcohol y la pasin pronunciabapalabras. Con la postura de un sacerdote. alfondo en su altar imaginario de adoracin estsu diosa la" Qhosila". Una diosa de ojos verdescon los senos voluminosos casi descubiertos,estaba su ser de adoracin. "La Chichera" entresu altar, formado por sus "P'uos" vasijasinmensas de barro cocido, jarros, vasosdecoraban a su diosa.Levant el campesino en alto la tutuma yexpres.- Por ti, Qhosila causante de mis desvaros, voseres la causa de mi perdicin. He nacido tan solopara venerarte, amn palomitay, y de un sorbodesesperado liba el lquido y con los ojillosperdidos, la cabeza se desploma ala mesa y unronquido desentonante surge.

    La tarde dif,ana en "K'oroer R-anchu"contorneaba on los sentimientos. El verdor delos sauces, los rnolles, los ojos verdes de Iamayora de las cholas, un mar erial de verdeabrilla-rltbase perda en etr horizonte sin lmitedel pobiado.La chichera de la "Qhosila" estaba inundada deborrachos perdidos y un sahurne de chichailusionaba la mente de los parroquianos.- El Eulogio se ha dormido.- comentaba unparroquiano.- Es que ha sido laiqado.- comentaba otroborracho.En las chichera de "K'omer Ranchu", loshombres pululaban como moscardones,impulsados por pasiones desvariadas; ya,pongos, ya capataces, mayordomos, habansucumbido ante la bellezay el verdor de los ojosy de los rboles. Un soliloquio mstico gema.

    Pupilas de ansiedad inmensaaletar gada y somno lentalas pasiones se fragmentansalpicando un lumen ardientede lujuria y verdor celestial.Otro ebrio de lujuria expres:

    Uylla supay kachumuno solo que sea el diablosuegray, cholay cachumy mi suegra que sea mi querida.

    La hilaridad de las risas se expanda en cadaespacio. En otro extremo de la habitacinpulsaba sus cuerdas una guitama:

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    Me decan casatecon ella solitacomo me he de casarcon ella solitahabiendo tantascomo ella solita.Las coplas, sedientas y picaras nacan con elviento de la tarde.

    Los duraznos de mi chacradulces siempre sonpero, ms dulces sonlos de chacra ajena.Difanos esplendorosos. los versos brotaban yse expandan.Una sola calle principal enmarcaba en el pueblo.La terra oprima la huella de los pecadores, enla cual cerca a cinco chicheras se apostaban. Lasbanderas blancas se elevaban difanas al cielo.incitando al olvido de las penas.La chichera de la "Qhosila" resaltaba entretodas. Entraban muchos parroquianos, sesacaban los sombreros para rendir pleitesa a suDiosa "Pachamama". Los chismes, los enredos,las ocurrencias de la comarca se tejan en cadamesa, en una de ellas se deca.

    El valle se envolr,a en una fragancia de tna2,lujuria y ensueo.L]

    - Este cura a c1u siernpre habr venido no?Tena una mirada que me daba miedo. Algunosrne decan que cs un cura que le gustan lasmujeres, es un Qhalircho" A ratos crea que meiba agarrar. Ay , no quiero pensar, ahora queestoy sola todo nre da rniedo, lti cn el cura quenos habla de Dios urro puede cou{iar.La mente de la viuda se hunda en ostensiblescavilaciones que desencadenaban en una atrozverosirnilitud Ce su pesada viudez.

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    - Compadre, bien recia siempre est la Filomena,est una fruta madura, lista para comerse.- decael otro.- Su marido le ha dejado rica, con terrenos tangrandes, adems ya debe estar necesitada, haceun ao que su marido ha muerto.- hablaba elcorregidor.- y noms tiene que caer en mismanos agreg la autoridad.

    - Justo, por qu nouts te habrsEl odio por los asesinos afloraba proftrndarnente.- Comadre, comadre.- lleg la voz le su comadreAsunta.- Aqu estoy comadre pasa noms.La cornadre Asunta, de oios risueos. de larga yrlegra cabellera que se piastrtaban eu dosenoffiles trenzas. La couradre fiei receptora desus sccrctos, temores c ilusiolles, estabanuevarnente ah.- Comadre Filomena, tus tercuos de Kantu Sarahaban cstado bien lindo pues, tus choclos bienrellcnitos y grandes estn 1' estn biencargaCitos. Cuidado que se los roben.- En cso sietnpre estaba pensando, r'oy hacerlevantar la "Chapapas" para cuidar sino lo vanhacer desaparecer.- Fla.u* comadrita, quiero que me saques de unaducla, bien confundida siempre estoy.

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    rstica, estaba frente a ella, ernpieza a golpearla.- Comadre, Comadre. Asunta.- Huaj, comadre Filomena habas madrugado.- S comadre es que anoche no hey podidodormir con lo que me dijiste. Quisiera que lneaconrpaes, ande el corregidor, a don Zernytaparle la boca de lo que est habiando.- Vamos comadre, esperame un ratito, ahuritar.oy a salir.El sendero de tiena hmeda conduca al temor.Verdes hojas, hojas onduiantes bordeaban conesencia de maiz. E1 sendero c*nduce a unar ivienda. La puerla de gruesa madera encierra al:emor de Filomena. La a.'tdaba gruesa retumba.El corazn de la mujer viuda se desintegra deDavor. La miada se detena en 1a cerradura. Derrtrrlo cn un chirrido angustiante empieza a:::.rs3 la puerta. Un rostro plido y el bigotillopequeo. resaltaron en un plano extraordinariodel momento.

    - Qu pasa comadre?- Es que dice que eL Zenn, el corregidor estcomentando que el compadre Justo le habavendido estos tus terrenos, y que el plazo pra suentrega es a fin de mes.- Hua, chiste es eso Le haba vendido no a lsino al comerciante, ese que siempre viene en lascosechas y creo que vive en el oriente.- Ah, a don Julian. Locachu, imataS. mrnca meha hablado tu compadre de eso, con:adre, nuncahe visto ni documentos, huaj, se debe estarchanceando noms.El odio y el temor se entremezclaba en elcorazn de la mujer.- Sabes comadrita, ese es un desgraciado,politiquero, "Khuchi Runa", mal nacido, con susojos de comadreja hasta creo que est metido enla muerte de mi compadre Justo.En ese momento, Basilia la hija menorlloriqueaba, afuera una suave llovizna de perlascristalinas caan y un olor a tierra aromaba lossentimientos de rabia y temor.

    Se levant de la cama; la cabeza estallaba dedolor, no haba podido dormii. Las palabras dela comadre Asunta, daruabm,creando temores ala viuda.Ei alba haba tornado colores atornazolados. Elcielo de un celeste lmpido, los rbolespincelados de un verde intenso. encajaban en laretina, un paisaje fulgurante.Los pasos de la viuda se dirigan a la viviendade la comadre Asunta. La puerta grotesca y

    - Qu quierenquieta maana. con voz gangosa, rompe laFilomena sorprendida. La comadre lacnica larnira. El tiempo se detiene y el silencio seapcciera del iugar con ia aparicin sbita delcorregidor"- Hey venido don Zenn, si es cierto lo que ustedest hablando.- Hablancio qu - expuso serio el hombre.- Dicen que usted est diciendo por ah que mistenenos de mi marido en vida le haba vendidoal comerciante don Julin.

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    - Ah los terenos. claro, pues acaso tu maridono te avisado.- Locochu, imatay casanqui. debes estarchanceanclo- Ni chanzas ni locos. yo he sido testigo de esaventa.- Mir ltues a este hombre.- desesperada la viudaexpres.- Cuando, pues loco debes estar.Enfadado respondi Zenn.- por loco el notariotambin ha firmado las escrituras.- Cul notario? - nerviosa interpuso Filomena.La conlaclre l1o atinaba a comprender nada de loque escuchaba.- El Dr. Zapafa, todo ha legalizado antesitos desu muerte norns. talveztu marido no ha tenidotiempo para comunicarte.- Y la plata, me hubiese avisado siempre pues"nunca mc ha diciro nada, adems yo s siempretodo.- grit eufrica la viuda, y en el corazn sepos c1 terror. ambas se rniraron conincertidumbre.- Anda a averiguar donde sea.- con un portazoconciuy el dialogo.La maana se disipaba y el valle presagiaba elcalvario de la viuda.

    *-lEl bal de madera era revisado condesesperacin. El cuarto se embriagaba deneptalina, ropas, polleras y otros poblaban lacama y nada. Los ojillos desesperadospretendan recorrer los espacios mnimos; elbaI. lugar venerable, intangible e improfanable,

    donde se guardaban cosas importantes, desdedocumentos, dinero, la mejor ropa, las manosdesesperadas vaciaron todo y, nada no encuentralos papeles del terreno y menos el dinero.La angustia comienza a anidarse en los ojos, lapiel y el alma de la campesina. La maanantegra haba llendose de esperanza ydesesperacin.Filomena tom una decisin. Los pasospresurosos se dirigan hacia la iglesia de pueblo.La pequea puerta de la vivienda al lado de laiglesia sintieron los tnues golpes ydesesperados. Se abri y los oios del cura sellenaron de un brillo especial.- Ah , eres t, Filomena, qu milagro hija. qr.reDios y la virgen te liayan conducido a lapresencia del mensajero de Dios.- Slo quiero hablarle un ratito noms.- al ver e1rostro del clrigo se arepinti de haber venido.- Pero hija, pas- No padrecito, aqu, en la puerta noms.La desesperacin pudo ms que e1 temor.- Padre usted lo conoca a mi marido. a don Justo.- Claro hija, quin no lo conoca a tu marido. Unhombre trabajador, honrado, su muerte aconmovido a todos.- A,vl padre estoy sufriendo mucho.- los ojos seinundaron de copiosas lgrimas.- ,Que te pasa hrja.." qu te pasa?- Usted lo conoca, el era incapaz de esabarbaridad.

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    - ,De qu barbaridad habias? cuntame"- Lo conoces al Zenitn al con'egidor, ese me hadicho que rni marido le haba venclido losterrenos de Kantu Sara a ese coftrerciante queviene del oriente, a don.lulin.- Y eso qu tiene que ver? - interpela el clrigo.- Es que r1o es verdacl, he buscado los papelespor todas partes, no hay.- dijo la chola ycontinu.- y parami todo esto es un engao, unfi'aude, me quieren robar padrecito. mis temenosy los papelas tambin. Le puedo jurar padrecitopor la virgen, que yo me acuerde nuilca hemosvendido a nadie, yo puedo jurar.- ladesesperacin se apodera de la mujer.- por fbvorpadre. aydeme - Las lgrimas vuelven ainundar las cuencas de ios ojos de la viuda.- Tal vez te pudo ocultar"- dice el cura.- Pero... por lo rnenos el dinera pcda encontrar.- Tarnpoco el dinero?- Nada padre, todo parece siempre ur engao.- Tal vez pudo llevar a algn lugar.- Pero dnde padrecito? - La duda empezaba aroffonear a ia pobre mujer.- Todo esto parece extrao.- sentencia el padre.La viuda continila.- Dicen que don Julin vailegar la prxima semana, slo est esperandoque recojarnos el choclo para posesionarse conel juez. con el huayralevas ese.- Voy a liairlar con el corregidor, quiero que meaclare todo. Cmo pueden hacer esto a Llnapobre viucla esos pecadores van a arder en elinJierno.

    En ei corazn cle la viuda enaca i:r esperanza.

    Los ptaios c1e oro de ias madreselvas eriaiesresaitaban en el cerco de caahuecas. Lafragancia se expanda en la brisa clel valle y lossenderos.El dorlingo en el pequeo pr-ieblo de SaraRanchu se vesta de ensoacin. Los cholos y lascholas vestan de primavera colorida. De entreios senderos verdes brotaban, hombres, nios ymujeres con direccin a la iglesiaLa naturaleza besaba la tierra y el sol enrefulgentes rayos pintaba a la vidaEl recinto colonial, parecles gruesas de barrodecoraban el ambiente. Un arnplio coberlizocubra un acto sacramental religioso. En elescenario surge el mensajero religioso con elbatn blanco. El silencio se apodera de la tensinde los poirladores de Sara Ranchn, entonces esecristal de silencio rorllpe la voz del cura.- En el corazn de algunos pobladores del pueblose est llenando de ambicin y codicia. hastaolvidar etr dao que puedan causar a sus propioshermanos. Dios es todo poderoso y affe ios ojo-"de l nadie puede escapar. Entonces el castigosiempre estar presente en quienes pequen conla codicia.El corregiCor Zenn, con la cabeza agachadaescuchaba el sermn, porque en esa maana lapalabra cle Dios haba impresionado a losasistentes. concluida la misa. La gente eradevorada por los senderos de verdes maces. Enuno de los grupos estaba Filomena comentandocon alguni,s vecinos 1' la comadre Asunta.

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    - All est el desgraciado dei corregidor,agachaclo noms estaba cuando hablaba elpadrecito. I{ay Dios mio, no esto-y sola, quecastigo tendr el muy desgraciado.La vecina replicaba.- Pero comadre estssegura'?, a veces no se puede creer en loshombres. hacen cosas que muchos lro conocenen vivo, air est por ejemplo mi cuado, biensanto era cuando viva y al morir se supo quehaba tenido otra chola con dos wawas y nadiesaba.- Hua, o sea que ests calumniando a mi Justo.- No siempre pLles comadre, esto te estoycontando soiamente para decirte que ningnhonrbrc e-s pues un santo.- Pero no puedes colllparar con mi compadreJusto.- inquiri la comadre.- Ah. no pues, don Justo era otro.- Erplic JuliaIa vecina.Junto al dialogo el valle se irnpregnaba encolores y lebosante de magia y ternor.

    oEl tienipo Transcurri entrelazado con el verdorc1e "Sara- Ranchu". La inquietud de la viudaliegaba a su fin. {oy llegara el. comerciante aerigir su lllieva propiedad. La peineta recorre suabriltada cabeliera, nerviosamente, ni bienconcluye, se escucharon golpes en ia puerla. Deprr-rnio cl alma de Filomena se apodera de teror,nc caba clida su presentitniento 1e dijo que eranelk:s.- N.{arna;t ,qr-r pasa? Quines son los que nosquiere rc'nar el terreno?

    - Seora, seoray.- se escuch la voz de unhombre.La viuda hizo un gesto para hacer callar a su hijo.Se acerc a la puerta y al abrir el chinidoestremeci el alma de Filomena.Un rostro de un hombre adusto y fi'o congel elsilencio. Un sahume de odio y temor seimpregn en el ambiente, que no Ie permitihablar a la viuda hasta que el hombre rompi elsilencio.- Seoray he venido...- A venido? a qu ha venido pues... a qu? -corto bruscamente la palabra la mujer.- No te har: informado?- ,A m... de que pues? - grit nerviosamenteFilomena.La carita de Rubn incrustada en la polleraceleste de su madre, con ojillos nerviososcaptaba la escena y quera conocer al hombre,aquel monstruo que les habia quitado ei sueo y1a aiegra a su familia.- Cmo no vas ha saber? tu urarido me havendido los terrenos. Tengo 1os papelesfirmados por 1" el testigo y el notario de laciudad.- ,Cnio vas ira decir eso? yo he buscado todosios rincones y i1c he encontracio, t y estedesgraciadc del ccregido, del Zenu, bien sehan ensea"rh pues, no? - Grit eufricaFiiarnera.* uilue pasa cioa filomena? rsted tne estinsultindc. me est tomando de ladrn.

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    - 6Q* pueelen ser pues ustedes? Desgraciados.malnacidos- Seora hemos venido a posesionar a don Julincmo el legtimo propietario de lcs terrenos.'aderns soy legtimo representante de la ley.tenemos documentos legales.- levanta la voz suacompaante el notario.- Adems nosotros nosabemos c1u ha echo su malido con el dinero.pues. Tenemos aqu el documento firmado porpuo y letra del difunto.- muestra alevosamenteel documento, el notario.- No hablemos ms.- diio el ccrregidor.- hevenido como autoridad del puebio y esto estbajo la ley. nadie est cometiendo abuso. El esel nuevo dueo y maana se har la posesin, aeso hemos venido, a comunicar.La maana se pint cle desgracia y lamento paraia farnilia de Filomena.o.A1 da siguiente se oa retumbar en la quietud.machetazos hiriendo de muefie a los grandiosos-v sublirnes maices. A cada tnachefazosucumban las fibras innatas de la naraleza.- Cornadre Filomena estn cortando losmaces - Las palabras returnbaban en los odos.La viuda inmediatamente sali de la cocina losojos desorbitados no quera comprender lo queocurra. Abri la gruesa puerta de calle, ante lapresencia de los vecinos.- ,,Qu dices'i tus maces los machetazos, elJulin.- atrcpellaban las palabras. Con ten'orcomprendi totlo.- Qu pasa mamay? - sala Rr"rLrn junto a Mario;' Basilia" nias coi; ojos de incomprensin no

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    atilairar e conrpleneler.- lt'los estn haciendo caer nuestros maces, nosestn quitando el terreno.- palabras cou aire denriedo se desplzaban.iunto al viento.Imnediatarnente los pies azorados se trasladaronal lugar. Gran clesazn ante los o.ios cle la viuday sus hijos.El comerciante cotr ojos ardientes diriga avarios hombres. Quienes blandan tnachetes queheran de muerte a las plantas sagradas.Filomena en su desesperacin cogi un palo, conel alma angustiada salieron palabras.- Qu estn hacienc'lo con nris tnaces?Desgraciados. les voy a ronti)er b cabeza.Nerviosarnente se acerca a ttu honrbre y empiezaa golpearle. El pobre lrataba de esquivar, a esose sllmaron don Julin. cl tbogado i' los demshombres.- Por golpear a mis hourbres te voy a hacerarrestar.- gritaba Don Juliin.Los nios Rubu, Mario 1'Basilia, sujetos a supollera, con los rostros azoraclos coutemplabau1a pesadilla.- Qu quieres que haga. si tu rnarido no te haavisado? adems el dinero ha debido llevar a unade sus cholas.Fue el toque al alma adoloricla de Filomeua. Creedesfallecer. Siente la diferencia entre el poder yla debiliciad" iajusticia y la iniusticia a que estabasiendo sotnetida. Las lagrirnas nttevamentebrotan de ios o.ios de Filomena. De laagresivirlad torna a 1a sumisin.- Por lavar don Julin. yo l1o s nada.- cay de

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    rooiiias, irnplor. Llego a ia najeza. Ei rostro delos nios se suma en dolr:r" l,iencc Xa aetitud deIa maclre.- Seor abogado.- se dirigia hacia ei abogado. elcual responda"- Nada se puede hacer hija. est todo tregal,Observa al contomo, hombres con machetes, sllspobres nios indefensos, sus esplendorososmaces en agona.El cielo flua en dotror. ios rboles, ios maces,sus nros...

    trEI sol atornazolado tea de coloresarrebatadores a la naturaleza, ei cieio azul serviade estampa mgica. El ambiente flua aborbotones, las ilusiones y un ro de msicainundaba a los corazones.La planta de cedrnqr.re plante en mi coraznhoy qued abandonadopor burlarte de mi corazn.

    La copia nacida en iabios de los clicharacheros.Anunciaba la ilegada de los Carnavales.Cobijados bajo algunos manzanales y duraznosque en la briza se embfiagaba de fragancias.Simultneamente un sahume de manzanilla ymadreselva creaban un incienso impetuoso.- Servite pues l\4acedonio, linda estaba tu copla.La tutuma

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    Y el valle se pintaba en ut cuadro semi grotesco,pero inmensamente rnaraviiloso. La brisanostlgica y serena se aprestaba a dorrnir.DEl tiempo transcurri enredado en la ilusaesencia del carnaval. Paradjicamenre el dolor

    se haba dormido en la familia de ia viuda. Laconsumacin del robo de su terreno habadestruido su "Fe" en Dios, tambin comprendique el hombre podra recurrir a cualquier mediopara satisfacer sus pasiones mezquinas. Con 1opoco que recuper de la venta de los chocloscumpli ciertas exigencias. Creean Rubn yMario que ya estaban en edad escrlar. Las clasesya iban a comenzar y la escuela quedaba a doskilmetros. La viuda se qued ccn su pequeacasa y un reducido terreno. Tendra queinscribirles. Cogi a sus hijos, la pequeaBasilia, pegada a sus espaldas en iln aguayomulticolor, se dirigieron por el sendero queconduca hacia la escuela del pueblo. Las floresamarillas bordeaban el sendero.- Mamay, el Mario va a entrar al primero, juntoconmigo.- comentaba el hermano mayor Rubnya que por la muerte de s: padre se habadescuidado inscribirie a su hijo mayor.- S pues waway. pero entre hermanos tiene queayudarse. especialmente t como mayorcito,tienes pues que guiarles. La esperanza flua enla farniiia. La mano de Rubn cogia la de suhermanito Mario, entrelazados por el temor r elcario. En cambio a la madre, las lgrimas y elpeso en las espaldas por la pequea irija,apretujaban el alma.

    Almas indigentes,frgiles espritusaprisionados por el peso

    de egoismo y nialdaddejan de ser vientos.dejan de ser pasos,. y en un tiempo que no transcurre..VSobre una mesa desvencijada por ei tiempo,yaca el cuerpo de Eulogio" cubierto por un tulnegro.- No creo que haya muerto este pendejosiempre deca que nunca iba a morir, o se hacaal muerto alguna ves y ievantarse cuando leestaran velando. Este carajo cuaiquier rato se vaa levantar.- Cmo pues va a morir. Eulogio el grande.- sedecan en voces apagadas los vecinos y amigos.- Tomaba tanto, conoca todas las chicheras delpueblo. a veces creo que se tomaba toda la chichay con raznescaseaba la bebida en Sara Ranchuy K'omer Ranchu.- Ahora dicen que la cirrosis se lo ha llevado.-acotaban otros.Eulogio haba nacidc con ei brote de 1os macesde este vatrle. Luego sus pies 1o transportaron portienas clidas y despus de empaparse de laesencia tropical volvi echo tocio un hombre.Saia a dar algunos paseos porel pueblo, sevesta impecablemente arrebatando una miradaa las mczas del lugar.Charlatn" amable, dialogando con uno y conotro intua qr.re ia vida es tan sencilla. Pudiendomanosearia.v moidearla corno una arcilla, induj ouna filosufia de vida. Es mejor disfrutarla queanalizarla. Con cada actitud seduca y hacasuspirar a todas las mosas ms hermosas dellugar. F,uiogio, en ese albedro de la vida, eligi

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    ms gue a ia mujer, al aicoliol. Y en su caminode desliz puclo elegir a Eulalia como la reina desus desvarios, y sin curas ni permiso divino,merlos el consentimiento de sus parientes secasaron o se unieron sin papeles, su pasin fuetestigo de esa unin. La paracloja de la vida,"hombre que turzo hermosas pretendientessucumbi en aquella flor ultrajada por muchasmanos". Eulalia, la chichera del pueblo cle "SaraRanchu" afraa turbulentas pasiones. Habaamado a muchos risueos varones, siempre suchichera estaba llena, puiulaban los eLrrios desoledad, de amor... Un da Euiogio tuvo ladeterminacin de cargar su vida y deoositariapara siempre en la vivienda de Euiaiia y desdeentonces comparti este "Tantanakll" solo uninde espritus ms que de cuerpos.Aunque Eulalia ofrecia su cuerpo como ddivaa sus creyentes alcohlicos antes de conocerlo aEulogio. Cuando se escapaba su amor espiritual,se le vena la vergenza anre ia mirada y lasonrisa maliciosa de aquellos que habanprobado el amor ofrecido por la chichera. peroms pudo la candente reiacin que le ofreca suamada.Eulogio empez a tener comprcmisos deresponsabilidad. Impulsado por su concubinafue albail, carpintero. hasta zapatero. Aguantctoda hurnillacin, ella confiicaba tolo susingresos y no dejaba gastar ni un eso. De prontoel idilio se convirti en un infier:ro done porms que intentaba salir de eso no poda. Eulogiono era libre. Entonces pretendi romper suscadenas de su oprecin. Ocultaba sus ganancias,su frustracin en el alcohol, entoncesdescutrierto el delincuente era castigado y elcontroi n:ucho ms estricto. Como no habadinero" comenz a sustraer para cambiar por

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    aicohol coll1o ser camisas, 'azadas, huevos,hasta las bombachas de su mujer, las chicherasa veces hasta por lstima ie invitaban un poco dechicha, y algunas expresaban- No me vengas, porque tu loca rnujer me val,enir a hacer problemas.Cuenta que ul1 da Eulogic , para saciar su fiebrealcohlica, sus manos huilaron dos conejcs yrpidamente introdujo a sus ropas. Ya al llegara la chichera se sent para pedir su chicha, percde pronto enorme sera su sorpresa ders suyo,jadeante emergi su mujer.- Eulaiial : grit elborracho. palideci el delincuente sorprenCid.ocon las manos en la masa, o en esie caso con iosconejos, y el grito estali.- Qu has trado ahora desgraciado - en actirdde encubrir el delito. sus manos se dirigieronhacia el vientre, donde esconda a los conejos.Nerviosa y violenta rasg su carnisa y loschillidos c1e ios animales emergieron dei cuerpode pobre irombre. La mujer atrap a los dosconejos y ante la mirada atnita

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    - Ahorita se va e levantar comenia-ba. ctro.Esa noche Eulaiia estaba siendo sepuliada porlos comentarios despectivos, miradasacusadoras. Eulalia haba nacido para arnar, sloamar. hasta se olvid tener una cuenta deaquellos amores que haba compartido. Alvender chicha, venda tarnbin en forma paralelaamor. Algunos comentaban que sienipre legustaba pasar por los senderos del placer dondeen las fiestas agrcolas la festejaban. Lasdenominaban senderos del placer cuando losltimos rayos del sol moran muy cerca de losaltos maizales que servan de escondite a losmozos sedientos de placer. Entre jugadas ypellizcos sucumban en ei amor y los macesocultaban a la luna los actos apasionados. Hoyen da esas pasiones en las sociedades actualeslos esconden los moteles. Y en "Sara Ranchu"las hojas onduladas y verduscas ocultaban y erantestigos de pasiones embriagadores; de pasioneslujuriantes hasta in,eenuas , pero casi todos caanen esa tentacin.Esa noche se teji desde comportamientostriviales hasta actitudes irracionales. En elambiente flua a incongruencia hurnana.Entremezclndose ia coca" la chicha y elcigarrillo. Pareca que en algunos pasajesEulogio se haba levantado para dialogar conellos.Al da siguiente se reunieron los arnigos para darcristiana sepultura al cuerpo. An en esainstancia seguan creyendo el cuerpo del pobreinfeliz se iba a levantar. Enlabriza de esa tardese senta a nrelancola. La viuda detrs el cortejo"Un tul negro cubra totalmente. LIn iamentofingido de dolor naca.- A"v" porque noms te has muerto Eulogio.

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    Ahora q'e me he quedad* tan *q*lita, l.:,Jos sree:lque te ultrajaba. Ay. sr t l:as ido pues al cuartel,debas levantar tu mano. ijornbre eras pues, ay...Entre el sarcasmo y el dolor, penetr a lasentraas de la tierra. -LJna sensaein extraamora tambin aquelia tarde...

    Ser irrascibie,hombre, instancia,mnima de existencia,dolor, ensueorisa, aiegracubierto de piel"o alma en hiel...c- Mamay, nos han pedido cuadernos y otrascosas ms el profesor.- Rubn le inciicaba unalista a su madre. que no saba leer.- Ay. hijituy, de dnde noms vamos a sacarpiata. Tambin necesito para ropa, maana voya vender un corderito a Dona Justa, que vendecarne.- La afiiccin y la desesperacin seintroducan al alma de la viuda. Fue un cambiofiustrante. de patrona que impona rdenes ahoraslo sobreviva. suplicando favores y plegariasal cielo. Sumaba los huevos de ias pocas gallinaso contaba'los conejos para disponer en ia

    alimentacin y siempre faltaba. Basilia creca ypedan mediante plegarias a su padre, msalimento. Entonces las oraciones se tornabanms constantes. Y se escuchaba el nombre deJusto Argote en el cielo del valle y no tenanrespuesta y las plegarias se perdan en la bvedaceleste sin respuesta.Filcn"iena, aquella maana se apresura en ir a la

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    carnicera, ya que la necesidad prirnaha como eiviento a la maana.- Voy a ir Rubencitoy, temprano vo-v a venir. Yahe preparado la comida. A tus hermanitos Is vasa serv[.Las formas pronunciadas y verticales de lassombras de los rboles indicaban el medio da.Los senderos conducan a la viuda a la casa dedoa Justa. Al llcgar pudo divisarla a la seoraen el patio.Una mesa expona la carne variada. Algunasvecinas entre tertulias desmenuzaban a la vida.Cerca a la mesa Ia misma Asunta brindaba unpuesto de venta de chicha de esa maneraen-qrosar ms las ganancias. Ya algunos vecinosse haban tomado algunas copas exponiendopalabras afiebradas.- Ah viene la viuda.- expresa el corregidor.- Est macanuda no?- S, fruta madura que no tiene dueo. est listapara comrselo. Ademas debe estar necesitada.-comentatra morbosamente Julin.Junto a ellas dos peones ms libaban sendastutumas de chicha. Y se deslizaba en los sentidosde los hombres. Ante la mirada de los hombresen una timida persuasin se acerea.- Buen da doa Justa.- habla con voz apagada,tratando que los dems no escuchen.- Habas tenido linda carne. pues.- Haciendoesfuerzo diaiogaba. Todos los ojos y todos losodos se concentraban en ei dilogo. En esosmornentos quiso huir; pero record el hambre desus hrjos.

    - Tengo un corderito y estaba ya por iraer, paraventlerte.- No iray problemas, maana puedes traer ypodemos hablar del precio.- responde la mu.jer.- Pero, doa Asuntitay, hasta maana fiarime unkilito cle carnecita, como ie voy a traer maanael cordero ah vamos aarreglar.tlna mirada de compasin se apodera de doaJusta. Verla de patrona arrogante a unainsignificante pobretona. Surge la respuestacompaslva.- Cmo no, pues doa Filomena, para esoestamos choy para ayudarnos.- Despus cie pesarla entrega la carne.- Antes de irte tomate pues una copita por estedomingo de tentacin.La mujer agradecida por tal recibimiento. Tomael vaso. El alcohol recorri todo ei cuerpo y fuea posar en ei espritu frgil de la muj er. La bebidaempieza a apoderarse de los sentidos y lossentimientos se deslizan en xtasis. Uno a unolos vasos liegan y mojaban ias sensaciones. Lossentimientos se estrechaban borrando lasbarreras cie odio y resentimiento. Se acercaJulin petulante pero sensible.- Mira F'ilomenita, tu odio por m no tienesentido.- Ay, Don Juiin estoy confundicia. No s si creero no tambin"- Dice Filomena.- No todos los hombres somos as. Algunasmnieres nos hacen volar la cabeza, as a turnarido 1o han echo y 1te a ocultacio la r,enta delterreno y el dinero. ,Cmo crees que yo te vo)'r robarl - responde Julin el nuevo dueo de sus

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    tierras.La mirada envuelta en alcohol, se trasluca ensimples lagrimas.- Tienes que olvidarle de todo esto, ya vas a \erla bendicin de Pacharnama te ha

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    Transcurre aign tiempo, la vrucia comienza arescatar el conocimiento, unos gritos le hacenrecobrar la mente.- Mamay, mamitay '- las voces de mazbuscaban en la noche a su madre. Eran sus hijosRubn y Mario que buscaban. Se incorpora,observa el cielo estrellado. el alcohol se disipa.La degradacin animal impuesta en ese actodenigr y redujo en mil partculas la dignidad dela mujer. Nuevamente ei grito que la hizo msmiserable.- Mamita,v.- su voz casi apagada responde entretientas y temor, se levanta. coge a sus hijos quevenan a su encuentro.- Mamay,- los dos nios la abrazaron.- te hastomado mucho.- decan los nios y no se dieroncuenta, entre sobresalto grit.- mi Basilia -durmiendo se a quedado en ia casa"- Ay Dios mol - grit la mujer.Llegaron a la casa, encendi la vela.- Hemos comido slo mote.- explicaron lasnios.- no has trado la carne? mamitay.- diceN{ario el hermano }enor.- LI-a carne'? Virgen santa que me ha pasado.-Algo quiso comprender Rubn el hijo mayor.- Cmo te has tomado mamay.- ei niorecriminaba.Fiiomena con la mirada perdida, desvariada,s1o lagrirnas rodaban por las mejilias y mojabansu alma confusa, incongruente.- .Te has golpeado?- Te han pegado?

    Las preguntas eran pualadas en su agona ypudo gemir.- Hay Dios mo por qu me has hecho mujerdesgraciacla?

    A partir de ese suceso la viuda dialogaba sustristezas e ilusiones con la copa de alcohol. Lasdificultades, las obligaciones la opriman.Empez a vender y deshacerse dc sus cosas. Unda vendi sus gallinas, otro su frazada y assucesivamente, y los hijos se debatan en eldesemparo y la soledad.La maana se desvanecia en el espacio deltiempo.La viuda, junto a sus hijos Rubn, N{ario yBasilia arremolinados en un crculo,recolectaban el fruto del rna2. Las hojas eranarrancadas y los granos relucientes del mazopacaban a la radiante maana. Era la "cha-p&p", en la cual participanban los comunarios,en la recoieccin de cualquier producto agrcola,la paga tambin se pagaba con el mismoproducto.En la mente an temprana del pequeo Rubn sellenaba de satisfaccin al ver el ma2. Hoytambin podran comer. Sus'ojos se posaban enla carita de su hermana Basilia" en cuyo rostrose refleja'oa inoeencia y ternura. La alegra fluaen ella junto a su hermano Mario.- Mamitay. no te preocupes, todos vamos atrabajar, no nos va a faltar comida.- Dice Rubn.- S, mamitay" adems somos fuertes.- CompletMario.

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    En le rostro de 1a mujer, un hlito de ternura ysatisf,accin reluca a pesar

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    enfrentar a la vida. Algunas veces su cario depadre oculto se descubra. al hacerle algunosregalos, algunas canicas. una flecha que lerobaba un cario y una sonrisa a la misma tarde.- Don Pancho ha llegado , rne lo ha trado unaflecha.- mostraba orgulloso su regalo.El comerciante frecuentaba el pueblo. En sumente y coraznde padre frustrado poco a poconaca el hijo que nunca le permiti su esterilidad.Y un da so que el "Joverito" comparta suhogar y su piel palp que el nio era su semillaque nunca germin.En carnbio la viuda Filomena sufra unaestabilidad de sueos y sensaciones seentremesclaba entre la fantasa y la realidad. Lafrgil voluntad se despedazaba ante cualquierproblema y se esconda tras la bebida ancestralde su mundo y esplendor dei valle La chicha .Todos los das se aproximaba a ella y en undilogo sinfn hablaban de la vida y el caminotortuoso a que conduca.LIn da cuando los rayos solares crepitabanenardeciendo el ambiente, la viuda se levanta tanconciente y siente un extrao dolor agudo en elvientre acornpaado de un ligero movimiento.Entonces ei pnico se apoder Ce su ser y llega una conclusin, estaba preada Lasrespuestas llegaban lacerantes, la violacin.Entonces el pnico se expandi en el espacio yen cada molcula del valle de Sara Rancho.

    Un cielo de sueos heridostrasciende en el espacioun verdor se tramonta en el erialel aire se diluye en el silencioy el alma de los seres de simple coraznse acongojan en el valle del esplendor.

    CAPITULO TV- Bridemos por el nuevo jefe del partido.- S Viva el Dr. RojaslLos vasos de whisky se elevan a lo alto. Ungnrpo humano impresionaba al ambiente.El Dr. Rojas levanta su copa, el resplandor de labebida en la copa, le propuso un retroceso en sumente. Su padre estara en la mjsma situacin,pero no era ei de proponer en un acto poltico,ms bien en un homenaje canstante a lanaturaleza. En vez de un vaso de r,vhisky. supadre utllizaba su tpica y grandiosa "tr-ltuma" yen un xtasis desmedido brindaba por su mejorcosecha, al parir su vaca o simplemente alobservar el esplendor del da, pero sobre todaslas cosas y todos los sentimientos su brindispreferencial era por "Los Maces Sublimes". Strcorazn expanda pletricas ilusiones, entoncesei brindis era tan solemne.Esta ves el brindis se ubicaba en otra poca. enctra situacin. El Dr. en leyes Rubn Rojas, unno traje-estampaba su imagen, sus ojos clarosproyectalra un aire de la ms alta ciase social clela ciudad. Su manera sutil de sus gestosimplieaban una nueva personalidad, simbiosisde la errogancia -v la inteligencia, de humildad yfastuosidadEl Dr. Rojas levanta su copa.- Brindemos por el parlido, por su proyeccin,que los objeivos repercuten para el bien del

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    parlido y sobre todo del pas. Ya que queremosconstruir una nueva patria e inculcar un nuevoideal en los hombres.A esa noche se la cargaron de ideales, de xitos,de tribulaciones y principalmente de filosofamaterialistas. Se habl de pegas, de cargosatribuidos al misticismo material.El partido se haba consolidado con el triunfo.El pueblo haba votado por ellos, los indios,obreros, los intelectuales, los pudientes tambinvotaron y los eligieron a ellos y encomendarlospara guiarlos por el camino de Ia luz y no de laoscuridad.- Mauricio, hermano, ahora hemos triunfadosomos grandes, somos grandes - dice Rubn alinflujo del alcohol.En el ambiente fluye el ruido de las voces y elwhisky.El ambiente la elegancia se haba incrustado enel piso. en lapared brillaban ilusamente las cincoestrellas. Poder, lujuria sinnimos de gula yplacer festejaban en el "7 Mares", lenociniodonde se venda el placer.- Adems ha.v nias casi vrgenes.- decaMuricio.- Esa carita, esa piel, hombre, tenemosque divertirnos.Rubn, otrora el jovero de Sara Ranchu,recordaba que no existan moteles ni casas detolerancia"- Ilombre 1, placerEl dualismo de la existencia hedonista, fue elcamino que recona Rubn.Lrn veirculo ltimo modelo sofisticado llega a la

    casa de los placeres. Donde ias mujeres vendanen retazos su cuerpo y donde los hombresfiaccionaban su moral en minsculas Lroberas.- i-legast mi amor, te estaba esperanrlc.-Surge como unadiosabajo del "Olimpo". Estela,ojos grandes, piel tersa, un cuerpo sensual.Rubn la observa, esta noche parecia ms belia.Elia la embeles con sus brazas" Su pieiquemaba, sus manos se impregnaban insitaba aque ia pasin emergiera voluptuosamente. Laseneibilidad envolvi en fragmentas a la pasin.- Vamos a mi cuarto. susurro la voz de la mujer.Rubn Rojas, un abogado de muciro prestigio,un politico prosaico y ambisioso, habacambiado el apellido Otalora por el de su padreadoptivo, Francisco Rojas.Rubn, "El Jovero" de ojos claros que robaba alas tardes languidecientes de "Sara Ranchu". Ensu retina an resplandeca el dolor de susfrustraciones.- "Sern como lcs maces mis hijos grandessolemnes y yo estar orgulloso de su actitud atravs ctel tiempo".En la retina se irnpregnaba el verde de ia plantagrandiosa "EL MAIZ".

    o- Ya te vas a la oficina.- dice la esposa.La rnaana radiante se incrustaba por la ventanay reflejaba en el tocador. La voz de la muierrezonaba en ei ambiente.- Llegaste muy tarde ayer de tu reunin delpartidc.- contina hablando Patricia. Los ojos

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    enormes, claros, el pelo en ondas rasgaba uncolor a labelleza de sr rostro.Con actitud molesta ei abogado contesta.- Superarme, llegar hasta donde estoy, mujerexige sacrificio, no es nada fcil, mi profesinme exige, el partido y todo sabes para qu? Paradarte ei lugar que te estoy dando, lujos. dinero.comodidad , ahora que tengo el poder en m:.manos y este pas que ahora me ha elegido par:buscar el camino donde pocos mortales puedelobtener, y t mujer con tu mezquina actitucquieres limitarme?- Pero, es que me preocupa tu salud, traba,lastanto.En respuesta sali apresurado y un portazoapag los sentimientos.El poder, los celos, la ambisin se fraccionaronen mil particulas. Camin a su vehiculo, en sumente se posaba una idea, de que el hombre debeborrar su humildad. La grandeza del hombre seequilata en el poder material. Coger el podertraslocar los sentimientos; el poder ecariciadopor muchos hurnanos, el poder transtornaba, elpoder avasallaia.Su mano mor.,i ia llave de contacto. El ruido delautomor.,il sumi a su mente en nuevosrecuerdos y sus ojos se posaban en la hermosaavenida.- "El hombre ser creado por Dios o por lanattraleza, que importa su origen.- se deca.- lofundamental es que existe.Ser privilegiado por la accin dinmica depensar y razonar" Refleccin el devenir de lasacciones y la conducta del mismo.- A qu

    ean:ino conduse la existeliuta? En ail:'icionar elpoder? o saturar ei neoontsmo cre i3 rTialefia-'i eneontrar el orgasmo en ea-da minuto cie iaexistencia? La vida tal vez se resume en saborearun sucuiento plato o extasiarse en una bebida enbcrbotones inexpiicabies.Cuantas veces recordaba que fue traido a la;-:dad. depositado en el ambiente de asfalto y:.lento. "Don Pancho" ese hombre adoptivo::e 1o quera demasiado. Lafalta de un hijo, ese;,no. esa ilusin se haba voicado hacia eiitrvero" le trajo a la ciudad. Le educ en el:olegio. en la universidad. Fero ese pueblo de.. erdor y ensoasin Ie seguia en sus proesas y:iacasos. "Sara Ranchu", corlo una sotnbra lo:ersega, de la misma manera su origen y susancestros.'E1 Jovero" de "Sara Ranchu"" ahora unprominente hombre en la ciudad" Entre ruidos debocinas y ias calles atestadas de vehiculos llega su oficina.- Dr. Rojas, llegaron sus clientes.- dice lasecretaria.- Ah, que tal Rubn, hermano.- deca uno de lostres hombres. Queramos hablarte a cerca de eseasunto.- continan los hombres.- Ah s, pasen, pasen.- habla el'abogado.Pasaron a la oficina privada ante la mirada de lasecretaria. Los hornbres tomaron asiento en lassiilas de tapiz, las paredes rosadas escucharon eidilogo"- Cmo les fr-le.- empieza el abogado.- Fuimos ande el diputado Ortizy explican quenos van a sacar la orden escrita para el

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    comandante de la crcel.- No, no es as, tiene que salir del juzgado. Es eljuez a quien hay que convencer y el es quienpuede decretar: Sera converriente mas bien queel diputado hable con eljuez, que tarnbin es delpartido, ahora es necesario pagarle al juez,ustedes me dan ,v yo me hago cargo parapagalle.- dice el abogado.- Bien Dr. entonces conseguiremos el dinero.- Por 1o menos necesito 8 mil dolares, por elmomento.- agrega el Dr.Los hombres se despidieron. Los ojillos decodicia brillaron en su retina. Otros colores sehaban apoderado de Rubn.La lrumildad de su raza haba sido desplazadapor la arrogancia, la honradez inculcada por suprogenitor rota en mil pedazos imperfectos. EraLrn ser distinto como el deca en colegio y suscompaeros de curso compartan esepensamiento que le sofocaba y sacaba a relucirsus dientes cle humano perfecto "El Hombre eslobo del propio hombre". Ese pensamientomascullaba en su "Yo". Las reglas morales de suancestro haba quedad

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    - Oye, no debes jugar de esa manera te puedendenunciar.- deca Mauricio"- No hombre, hay que con artesituaciones. Proponer, preparar y luego ' lassoloellas vienen y se te ofrecen. Es que no sabes quepara obtener el poder no importan los medios;ellas deciden ser fracasadas o grandes, al final seentregan suavecito, suavecito...Haba cambiado tanto. No era el timorato, ahorael sadisrno, la desvergenza se haban apoderadode 1. La fidelidad era un tema que nunca locultiv. El sexo 1o haba tornado como un mpetudesordenado. Un deseo animal de poseer acuanta hembra se la presentara, de la mismamanera que el cura de su pueblo asediaba a todaslas mujeres de su puebio, incluyendo a su madre.Dizque con el permiso de Dios.Era el catedrtico que los alumnos teman,capaz, inteligente, pero inmoralmente absurdo.La lujuria el sexo enfermo se apoderaban de susfibras piramidales que habitaban en su cerebro.- Qu rica tipa , tiene que ser ma. Habia queaplazarlapara que me pida favores.En el pasillo de la facultad, aquella maana,donde la brisa fra interpelaba a la ilusin de losjvenes estudiantes"- Doctor Rojas, por favor, un momento.- seescuch unavoz femenina. El Dr. gir la cabeza.ante sus ojos restallaba la belieza de Ia alumna.- Se acuerda de rn, ayer le habl por telfono.-drjo la muchacha.- Claro, y entenda que tenas problemas con tuno'ra.- habl el Dr.

    - Disculpe que le haya hablado en ese tono, peroestoy desesperada. Honestamente no creo quetenga esa nota. Lo que quisiera por favor Dr. mepodra devolver ese examen.- dice la muchacha.En los ojos del Dr. un brillo de erotismoabrasador flua.- Muchas arguyen eso, pero puedo revisar,cmo te llamas? - Sac una libreta de su rnaletiny se propuso escribir.- Rosario...- ligeramente tom nota y drjo.-analizar tu caso, puedes volverme a llamarmemaana, si se puede ameglar, o puede ser muydifcil. Tambin depende mucho de ti Charito.-dijo burlonamente el catedrtico, lamuchacha sealej.En los ojos y el instinto surgieron deseosmorbosos y con una sonrisa ladina habl entres.- "Ser mia ya caer..."La noche emerga de la ciudad. Los ruidos seentretejan entre s. Dentro el vehculo el hombreagazapado, esperando a su presa. El vehculo' estacionado en el filo de una esquina. Estabacomprometida la cita. La desesperacin seapoderaba, los latidos impresionaban a su piel,ansias, deseos danzaban en su cerebro. Depronto una muchacha emerge de la esquina de la' ciudad. Bella" vesta un elegante vestido osuro,un sacn ligero, en su rostro frgil. el miedo. Ladesesperacin se haban posado. Las seasvenan del automvil. Ella se acerca con elmiedo en el alma, abre la portezuela y seintroduce el temor viviente al vehculo.Enciende el motor y acelera ms an el coraznde la muchacha.- Iremos a un elegante lugar qtle yo conozco,

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    donde exista buena colnida y sobre toiio buelrtlago"- habla el abogado.-.No estoy acostumbrada.- rornpe el silencio laalulnna.- Pero lo pactado, es cierto no?La nruchacha titube. Despus rlueve la cabezaafirmativamente, y en las sombras de la nochecae una lgrima

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    actitufi *r. abrezar a srJ peqliea se fraceion ian:emoria.- Clarc que s hijita te ilevar, pero el problernaes mi tieinpo, pap tiene que trabajar deltrasiado.sin embargo te lievar Ia prxima semana"-explica el padre.- No, quiero ahora - insisti la llia.- Hijita, por favor entindeme.- Tienes que ocupafie ms de tu hija.- comentala esposa.[Jna iucha interna se desataba en 1. El ser grandeen la sociedad que le rocleaba era una tarea tandifcil y sobre todo el Tiempo era el blsamo detoda esa creacin.Nuevarnente "Sara Ranchu", su mundo. sugente, ia esencia del arnbiente mistico volvi asu rnente. Era la lucha constante el de borrarlesde su mente a sus seres carllales. sus seres de suaima.La tarde insondable de vcrtior y traitsparencia desu valle de niez se inrplant en un teatropresente. Ahora sus ojas vean a sus pequeosherr,anos. Basiiia ia rnenor, junto a ella suhermano Mario" En sus pequeas manos lasherramientas de labranza heran la tierra.algunas veces para introducir la serniila de losgrandiosos maces. .Tunto a ellos como unascmbra grandiosa. su n'laCre influyendo calore:rredaba arn:ona apacille. Juntos vean crecer,eievar sus ondulantes hrazos verdes al cielo de1os ma{ees } cc'mo nio*c paridos enr,,uelios enpaaies verdes las fi'utcs nacfan. Luego elliempo les implantaba cabellos eloradu.s como elsol. Que expandan todas lls tarCes de viento enel verde valle.

    "Sern colllo esos maices" la voz dei parirevoivia a trar,s del tiempo. Ellos cacla vei quesus ojos se posaban er: la sagrada planta, tenia;rcouto nlanos verdes 1, ondulantes brazos y erafllos maces inrr-rstados en la tieira v"Pachartama: soaba con el alma de los nios.Los tres hertnanitos se juntaban. Rubn exponael plato de "Mote" y en un circulo trascenclentailos granos divinizaban el amor de la familia.- Coman, la mam no est, esto va a calmar elhambre que tenemos.- explicaba Rubn.La muerte de su padre aletarg su niez. La affozverosimilitud haba llenado sus almas de unrealismo nostlgico.Los ruidos gl'otescos de la soledad se apoderaronde su personalidad. Rubn, Mario y Basilia seentrelazaba protegiendo su desamp ar ada niez.Cuando su padre adoptivo le arrebat de esemundo de Sara Ranchu, mundo demagnificencia. Hoy refutado por suirncomplegidad dololosa; mundo doloroso paraeste ser complejo.Sentado en sll cama el abogado dialogaba ensilencio.- Basilia" Mario, mis pequeos hermanos dndeestarn? Por comentarios de algn rrecino supeque Mario se fue a otra ciudad y Basilia se habaquedado en el pueblo con la comadre de rninradre. Como una fngaz brisa pas eirelnordimiento de su subconsciente y elsentimiento tan sensible se disipa de su mundoentonces vuelve a nacer el hombre despota,cruel, renegado de su pasado, de su origen ybaibuceo.- Qu carajo" la vida es otra ahora .v

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    tie*e rlue seguir y ser grande cueste lo quecueste...il

    De pr"onto su memoria consciente despierta. Lasvelas restaliaban c:n fugaces luces. El olorpenetrante de cebo de animales y sudor penetranen sus puhnones" Su piel impregnado de ahna iehaba conducido a ia {iesta de "La ferlilidad" deSanta Vera Cruz. Ya el da se haba dormido. LaIuz de cientos y cieutos de velas emerganvaporosos del suelo terroso. l,hr incienso dehumo sacramental de animales persuadan unambiente de esperanza. temor r misticismo.- Tatituy, que lni nu.rla llegue a parir ms craspara aliviar el trabajo en el campo.- Tatituy, que rnis ovejitas se multipliquen y eihambre se escape de mi pueblo.Imploraban las voces del pueblo. Sns odos seempapaban de ia festiviclad de la "Fertilidad". Eltiempo sufri un retroceso 1, record que suspadles tomados de su mano la tlaan, al seor deL.a F ertilidad.Los cholos y las cholas al verlo pasar al Dr. stiropa distingua y marcaba dif,erencia de unos aotros.De pronto entre el _{ento una tigura despert suimagen. Ante sus

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    - Puedes cailarte por favor. - Enciende el motory'- el veircuio se dirige al corazn de 1a ciudad.Noche de embriagez- noche trgica derecuerdr:s. Surgi Basilia su pequea hermanaefi su nundo olvidado. T'estigo cie un pasado.Volvi como un turbin catico; su humillacin.su sufrimiento. Se clirige al dormitorio, seacllesta y en esa noche plagada de silencioperturbador. tsasilia y su Sara Ranchu se apoderanuevamente del mundo del Dr. Rojas, elconnotacio abogado y catedrtico de la facultadde Derecho de la universidadl-a noche llena de vida continuaba en el lugar delsantuario de "Santa Vel'a CrLtz". Basiiia atontadapor ia actitud de, su hermano.- O tal vezno eral'?.- dialogaba en silencio.- Pero tto creo, estoysegura de que era el Rubn, adems como meindic mi comadre su casa. Al rnirarle de lejosaquellas tardes tenia mieclo acercarme. Sus ojosal r,,erio me ciecan que era mi sangre.Cluntas veces Basilia haba venido a esaprocesin religiosa. Soaba en engendrar hijos.as como granos de maz: pero la naturaieza lehaba negedo. Algunos decan que la fan:ilia yeila haba sido "Laiqada". La maldicin escogia Basilia.Busc a su ccmpaero, enatnorada entreg sucuerpo. como la tierra a la semilla. pero lasemilla se marchit al encontrarse eon un terrenointbrtil, inaldito por la naturaleza.Desconcertada busc otra semilla y otra. hastaque se prostituy v r1ul1ca lieg el hijo.- lt{e hey dormido con todos y nunca me haliegado la w'ar.va.- deca desesperada.il,rilia acongciaiia ei: -"rulrimiento cae de

    rodillas junto a la imagen. El caior sofbcante cielas velas asfixiaba ms an su dbil espritu.Levanta sus ojos hacia la imagen, las lgrirnas.brotan copiosamente, esparcindose por srismej.illas. Entonces implora el sufrirniento. I-oslabios cle la campesina muirnuran:Tatituy. estoy aqu,con lagrirnas de sr-ifrimiento.Porque noms te has olvidado cle m,me has hecho como tierra estril,donde la semilia no brota,y se seca cuando ol sol,corrro la vida arde.Por qu noms tatituy,mi vientre no se llena de vida,Tfasta a la serpiente ie rebalsanlas cras.fuluchas casas se llenandel llanto de los nios,y en el mo slo el silencio virre.Tatituy , has que rni vida tengaesencia y calor.Que mi vientre se llene de llanto,y rni llanto disipe al viento.Has que sea la mujer rns frtil,col11o los lnaces en la tierra,para llenar cle esplendor a la vidaTatituy, hazme como elmazt

    Las plegarias de Basilia inundaban el ambiente.- Me hey debido confundir, debe ser alguienparecido a tni hermano, pero como ahorrconozco su casa. gracias a mi comadre que unavez lo haba visto ,v luego trabajado comcempleada en su casa. Pero al saber que ella cl'ade Sara Rauchu, 1 le Haba despedido. Algunasveces desde lejos 1o he rnirado, me da mieclo sumujer; como es mejor que nosotros nos debe77

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    despreciar. Flasta mi hermano ha aprendido adespreciamos. Pero maana voy a ir a su casa,voy a presentarme a su mujer y a mi hermano...entonces una copla pcam salt en el anochecer:Munany uj warmitajatun umayojtawirquisikiyojta"Deseo una mujer con cabezagrande muy inteligente y conun trasero grande como una tinaja".

    oLos golpes en la puerta retumbaban los espaciosde la casa del Dr. Rojas. Sale la empleada. Abrela puerta.- Seoray, hay timbre, hay que apretar esebotn.- indic la mujer.- a qu has venido, aquien buscas? - Las palabras acentuadas contono de burla llegaban al odo de Basilia.- Quiero hablar con Don Rubn.- responde.- El est ocupado, ya tiene que ir atrabajar.- Slo un ratito noms- Si quieres empleo no hay puestos, ni de'lavandera ni en la cocina, todo esta copado.- No es para eso.- explica Basilia.- Quin es? - grita la esposa.- No s seora, es una chola, dice que estbuscando al Dr.El terror se inunda en el corazn de la mujer. Laesposa del Dr. sale aigo extraada y curiosa.

    - A quin buscas hija? el Dr. est ocupado.- Ay seoray, pero tan solo un ratito nomsquiero charlarle.- Una mirada inquisidora seposa en la esposa.Basilia ya se senta que le faltaba el aire a suspuimones. Las preguntas la opriman, lasmiradas lacerantes de las dos mujeres laasfixiaban.- Paty quin es? - la voz retumba, el corazn deia chola lata a prisa. Era el Dr. Rojas que seaproxima a la puerta. Una sensacin de angustiay pnico nace ai verla a Basilia. Estaba ahiparada frente a su casa. Se resumieron como similes de Tiempos pasados ahora estabanrtuer anlente presentes.- Hermanuy, Rubencito.v. no me reconoceshermano?" so1' la Basilia iu hermana.- Diciendcesto se af'erra de sus trlanos y cae de rodillas, antela nrirada azorada de la empleada y su esposa.- Hern.ranuyLas palabras aleteaban ante ia desesperacin deBasilia. Rubn con los ojos petlificados.- Rul:n, tu irelmana? - implic la esposa.Rr-rbn penetra en su mirada de la rnujer yencuentra todo el dolor'cie su pasado. el ancestrodoi"mirio ei1 sus ojos ,' Sara Ranchu dorma eneiios. Su ser se estremeci.- Hermanul'. Rubencttol.- erplotaban laspaiabras en un ambiente hueco. Las lagrimas dela cirola brotaban copiosamente. Ante la miradaatnita de Basilia. Rubn expresa.- uQue le pasa a esta Chola? - Debe estar loca,esta rnujer Hermano de quin? o te has

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    confuirdido con alguien? - R.ubn con unapasmosa tranquilidad se desprencle de Basilia.-Debe estar loca, nunca la he visto.- entra alinterior de la casa.- Cierren esa puerta - grita. "Patricia extraada no atinaba a decir palabraalguna. La empleaba slo tena una miradaincrdula. La puerta se cierra; afuera Basilia derodillas slo balbuceaba palabras lacerantes dedolor.- Rubencitoy, que te he hecho para que noreconozcas, si llevas mi misma sangre,hermanuy.- Por Dios, este mundo est lleno de locos ylocas, cualquier persona puede decirbarrabasadas.Afuera los gimoteos, las palabras empezaron acallar y no se escuch ms...- A momentos crea que deca la verdad. PorDios estaba tan confusa.- Dijo la esposa.- As son siempre seora, hay tantas locas sueitaspor la calle...EL da transcurue hilvanado en remordimientosy tensin para el Dr. Rubn Rojas.

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    CAPITULO VI- Mira a esta choca, cuntos aos le calculas.-dice un alumno universitario a otro- Debe estar entre los diecisiete o dieciochoaos.- contesta el otro.- Esta tpeja est andando con el viejo Decano.- En serio?, no puedo creerte.- Claro pues hombre, en la vida el que tiene plata-v profesin, tiene el mejor trasero, as nomas.-no creas que slo los catedrticos o decanosvarones lo hacen; tambin, con eso de latriberacin femenina, algunas mujerescatedrticas, de algunas facultades, tambin seescogen a los ms pintudos. Te acuerdas del"Camba Tiluchi"?- Ctraro, era su seguro de la "Cate" de la viejadivorciada N veces. Le regalaba notas. plaia ;;sobre todo le regalaba noches de piacer. Habaaga-rado un cuarto para 1. La vieja se iba casitodas las noches.En ese instante cruz e1 catedrtico Dr. RubnRojas. El sah-rdo corts de los alumnos seescucha en ei pasillo.- Este carajo es tin peffo degenerado, se come aIas mejores negras.- As noms es 1a vida...

    Lujuria, deseoenervaba la tarde.810

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    pre0cupe.- Fero entonces 1o ms pronto posibie"

    la moral fragmentadaen partculas se desvanecaen el alma de los jvenes"En la secretaa de la Facultad se hailaba el Dr.Mauricio Canedo. La m