7/30/2019 Los Pecados de La Iglesia -Carta Al Director
1/1
36 EL PAS, martes 9 de junio de 2009OPININ Cartas al
director
Los pecadosde la Iglesia
Soledad Gallego-Daz, en su art-culo Pecados de la Iglesia
(ELPAS, 7 de mayo), en relacincon las comparaciones de mon-seor
Caizares, arzobispo deToledo, y su refrendo por MayorOreja,
candidato del PP, reco-mienda acudira los textos origi-nales y,
aparte de remitir al re-lato de lo ocurrido en Irlanda,pone
unejemplodel Viejo Testa-mento, Gnesis 19, donde secuenta el
incesto de las hijas deLot, para no dejar a su padre
sindescendencia. Gallego-Daz quie-e seguramente mostrar conllo lo
que la Iglesia ha toleradon sus propias Escrituras.
Recogiendo su intencin, mearece igualmente apropiado re-ordarle
a monseor Caizareso que Jess no ha tolerado, y seo pondr en latn
para que me-
or lo entienda: Utilius est illi, silapis molaris imponatur
circa co-llum eius et proiciatur in mare,quam ut scandalizet unum
de pu-
illis istis(Lucas, 17, 2, Vulgata);o que, para no poner en
apurosl seor Mayor Oreja, traduzcol castellano: Ms le valdra
que se le atase al cuello una pie-dra de molino y fuese
arrojadoal mar al que escandalizase auno de estos pequeos.
Los otros sinpticos escribie-on lo mismo con pequeas va-iantes;
cito slo a Mateo (18, 6):
Y cualquiera que escandalizareuno de estos pequeos que
reen en m, mejor le fuera que
se le colgase al cuello una piedrae molino de asno, y que se
lenegase en el profundo de la
mar (Traduccin Reina-Vale-a). Y el propio Mateo aade,uatro
versculos ms abajo, c-o cada nio est protegido por
un ngel (de donde puede habersurgido la figura del ngel de
la
uarda): Mirad no tengis enoco a alguno de estos
peque-os,porqueos digo quesus (cur-
siva ma) ngeles en los cielosen siempre la faz de mi Padreue est
en los cielos. Rafaelnchez Ferlosio. Madrid.
Devolucionesa menores
El pasado 1 de junio se publicen este diario un artculo de
opi-nin titulado Devoluciones paramenores en el que se hablaba
so-
bre el envo de borradores a me-norespor parte de la Agencia
Tri-butaria.
El citado artculo expresabados ideas. La primera, que el en-
vo de estos borradores se debe aun gesto entraable o un deta-lle
simptico por parte de laAgencia Tributaria hacia los me-nores y sus
familias. Y la segun-da,que la aceptacin de dichobo-rrador podra
perjudicar a las fa-miliasy, en consecuencia, benefi-ciar a la
Hacienda Pblica.
Estas afirmaciones son com-pletamente falsas. Las actuacio-nes
de la Agencia Tributaria slose rigen por lo que establece la
ley. En este caso concreto, en laltima reforma del IRPF se
reco-gi que aquellos menores conrentas inferiores a 1.800
eurospuedan presentar la declaracinde la renta con resultado a
devol-
ver sin que sus padres pierdan elderecho a la deduccin por
des-cendiente.
Esta reciente regulacin obli-ga a la Agencia Tributaria a
calcu-lar y enviar el borrador a aque-llos menores cuando del
clculode las declaraciones de todos losmiembros de la unidad
familiarresulta que la opcin de declara-
cin individual resulta ms bene-ficiosa para el conjunto de la
uni-dad familiar que la declaracinconjunta.
La Agencia Tributaria no en-va borradores a menores
paracrearimagen o parapresentarse
como una institucin amigable,sino para cumplir con la legali-dad
vigente. Y tampoco lo hacepara aumentar la recaudacin,puesto que
los borradores a losmenores slo seenvancuando launidad familiar
sale beneficiadapresentando declaraciones indivi-duales en vez de
una conjunta.
Desde la Agencia Tributariavemos cmo desde diversosmbi-tosse
especula sobre nuestras in-tenciones, la mayor parte de las
veces para sugerir, y otras paraafirmar, que stas son
deshones-tas. Con este tipo de comentarioslo nico quese consigue es
desin-formar, inducir a los ciudadanos
a pensarcosasque noson ciertas.En la Agencia Tributaria
com-prendemos la carga que suponepara los ciudadanos la declara-cin
de la renta por la compleji-dad del sistema fiscal, sabemosque no
es sencillo. Por eso afron-tamos cada campaa de renta co-mo un reto
maysculo para todala organizacin, con el objetivode resultar cada
ao ms tiles alos contribuyentes y de prestar-les mejores
servicios.
Los ciudadanos, los medios ylas instituciones que ejercen
elcontrol del funcionamiento de
los poderes y administracionespblicas podrn criticar
nuestrasdecisiones o manifestar que tene-mos ms o menos acierto
ennuestra actividad,podrn compa-rarnos con los pases de
nuestroentorno, podrn pensar que se
pueden y deben hacer ms cosas.Pero todosdebensaber quenues-tras
motivaciones, las que diri-genlos actos de la Agencia Tribu-taria,
estn inspiradas en el com-promiso de servicio pblico y enla
estricta aplicacin de las nor-mas que nos obligan. Luis Pe-droche,
director general de laAgencia Estatal de Administra-cin
Tributaria.
Spain is different
Manuel Rodrguez Vivero se pre-guntaba (Los turistas de
Franco,publicado en EL PAS el 3 de ju-
nio) sobre el origen del esloganSpain is different, y sugera
quetal vez se inspir en la propagan-da turstica sovitica de los
aostreinta.La revista humorstica ca-talana lEsquella de la
Torratxapu-blic el 13 de noviembre de 1936una vieta a toda pgina
que re-presenta a una familia, con los
vestidostpicos de los turistas bri-tnicos (lempua un
Bedecker),quecontemplan unpster de pro-paganda turstica que dice:
Visi-tez lEspagne. Spain is different, yrepresenta a un obispo, un
mili-tar, un moro, un nazi y un fascis-
ta. He reproducido esta vieta enmi libro La plvora y el
incienso,pgina 82. Hilari Raguer.
Nadie har nada?
Nadie que tenga alguna posibi-lidad de hacerse or y
respetarpblicamente va a decir ni a ha-cer nada ante esta olade
demen-cia que est arrasando la ciudad
y minando la salud mental yfsi-ca de sus habitantes?
Un mnimo ejemplo del de-sastre. Al pasar hace unos daspor la
plaza de Santa Brbara enAlonso Martnez decid dar unpequeo rodeo
para ver uno delos poqusimos granados quehay en la ciudad. Saba que
de-ba de estar en flor y quise ir a
verlo; en su lugar me encontrun hoyo y me llev un gran
dis-gusto. Tres das ms tarde, denuevo en la plaza, me dio un
vuelco el corazn. El animado,popular y bonito quiosco
quelle-
vaba un par de aos tapiado, ha-ba desaparecido
radicalmente,tambin el de libros usados.
Da a da, abusando del poderque tienen, las autoridades es-tn
robndonos la ciudad. Suobligacin primera sera hacerla vida de los
ciudadanos msfcil y saludable. Y me preguntosi de verdad no hay en
los equi-pos asesores, gente que sea ca-paz de crear puestos de
trabajosin destruir, sin avasallar, sindespilfarrar recursos, con
ideasdiferentes y compatibles con elcambio climtico, esa cosa de
la
que todos hablan pero la que, enla prctica diaria,
ignoran.Beatriz Guirao. Madrid.
Si el PP quera hacer desistir a la gente progresistade ir a
votar, lo ha conseguido: comunidades tradi-cionalmente progresistas
como Catalua se hanquedado en casa. Resultado? Como la derecha
estmuy motivada para votar,ha ganado. De poco sirveentonces que la
mayora de los espaoles sean pro-gresistas, porque stos castigan a
sus representan-tes por sus deficiencias.
El PSOE noha sabidoexplicar quela crisisecon-mica actual la ha
trado al mundo la poltica practi-cada desde Thatcher y Reagan hasta
George W.Bush, todos de la cuerda del PP. Y un consejo: queno se
moleste la izquierda en sacar trapossucios de
la derecha, pues a los votantes de sta les importabien poco la
corrupcin de lossuyos, como cada vezqueda ms claramente demostrado
(vanse los re-sultados de la Comunidad Valenciana); incluso mu-chos
debende admirar ensecretoa quienes malver-san o roban con tanta
habilidad...
Pero tambin queda claro de nuevo que la dere-cha que como es
bien sabido se identifica en sumayor parte conlos catlicos es
moralmente infe-rior a la izquierda agnsticos y ateos en
muchoscasos, que,con razn, castiga la corrupcin de lossuyos. Que
Dios nos coja confesados en Europa!ngel Carrascosa Almazn. Tres
Cantos, Madrid.
Abstencin suicida
Viene de la pgina anterior
la culpa al ciudadano y, en cam-bio, pensar ms en el tema
defondo, a saber, transparencia,vi-sibilidad y accountability de
lasinstituciones.
El segundo de los fenmenostransversales es el desastre
elec-toral de la socialdemocracia. Enel Parlamento saliente los
Socia-istas Europeos suponan el 28%e los diputados y en el nuevoo
llegan al 22%. Al moderadoetroceso espaol y portugusay que aadir
los descensos
mucho ms severos en Francia,Alemania y Reino Unido y
ladesaparicin total de cualquierrepresentacin italiana en
esegrupo.
Los socialdemcratas han si-do castigados tanto en el poder(Reino
Unido, Espaa, Portugal)como enla oposicin(Francia, Ita-lia) y en
ambos sitios (Alemania).Qu quiere decir esto?
Al margen de los muchos ma-tices que las diversas
trayecto-riashistricas de lospartidos im-ponen, la explicacin bsica
noslleva a una paradoja: en el mo-mento en que los Estados
euro-peos estn haciendo poltica mssocialdemcrata para enfrentar-se
a la crisis, losciudadanos vuel-
ven la espalda a las ideas en queesas polticas, al menos en
ciertamedida, estn basadas.
Y una segunda paradoja: lospartidos de centro-derecha en
elGobierno (Francia, Alemania,Italia) resisten mucho mejorque los
de centro-izquierda laerosin de la crisis, aplicandoto-dos ellos
recetas de estmulo fis-cal muy similares. Intrigantecuestin que
para las cabezaspensantes de la socialdemocra-cia europea
constituye un enig-ma de supervivencia.
Pero ms all del efecto inter-no de este resultadoentre
lospro-pios socialistas hay que pensartambin en un efecto
sistmicodelmismo.Europa se ha construi-do en torno a un bras de
fereuro-pesta delas dos familiasfundado-
ras del proyecto, democristianosy socialistas, que, juntos, han
su-puesto una slida mayora en lasinstituciones y le han dado
senti-do y direccin al proceso. Los de-mocristianos se han
transforma-doenpopularesy abarcan un am-plioespectrodesde el
conservadu-rismo hasta la frontera de la so-cialdemocracia. Su
adaptabilidad
los ha hecho mucho ms aptospara la supervivencia. La cues-tin es
que ese bloque central depopulares y socialistas que, consus lgicas
desavenencias, venagobernando Europa, se ha debili-tado demasiado
por el flanco so-cialdemcrata. Losdos grupos su-maban antes el 64%
de los esca-os y ahora van a ser el 58%.
Pero si antes los populares te-
nan una representacin un 33%mayor que los socialistas, ahorala
ventaja popular es del 68%. Ydesde esa desproporcin, losacuerdos
van a ser ms difciles ycostosos.
Y esto nos lleva al tercero delos rasgos en que hallamos algu-na
transversalidad, el incrementode la policroma. Estable total-mente
la representacin de lospo-pulares europeos, ligeramente ala baja la
de losDemcratasLibe-rales y al alza la de los Verdes,euroescpticos
de vario pelaje einclasificables diversos son losque ms crecen a
expensas deldescalabro socialista.
A da de hoy, ms del 12% delos elegidos vagan en el territo-riode
los otrosyno inscritos, lim-bo poltico que acoge desde
losconservadoresbritnicos (Came-ron renuncia a una posicin demxima
influencia en el senodel Partido Popular Europeo,del que estara
llamado a ser larising star, por su miedo al lobbyeuroescptico de
su partido) axenfobos como Le Pen o los ho-landeses delPartidopor
la Liber-
tad de Geert Wilders o candida-turas single issue como los
caza-dores y pescadores franceses olos piratas suecos.
En ese totum revolutum hete-rogneo, sin embargo, predomi-na el
gen del descontento y de laprotesta antieuropesta y, portanto, nos
encontramos ante unParlamentono sloms polcro-mo, sino probablemente
tam-bin ms rebelde.
Una Europa ms complicada,que exigir de sus rectoresun es-fuerzo
suplementario. Enesecon-texto, los espaolespor razonesms bien
domsticas somos unremanso de normalidad: un 90%de diputados en los
dos principa-les grupos, sin antieuropestas ni
frikis que contribuyan al lo.Despus de tanto quejarnos
de la ausencia de Europa en eldebate electoral, presentamos
latarjeta ms polticamente correc-ta en Europa. Sern,una vezms,los
renglones torcidos de Dios.Alegrmonos en lo que valga.
Jos Ignacio Wert es socilogo ypresidente de Inspire
Consultores.
Europa se hadebilitado demasiadopor el flanco
del centro-izquierda
Policromaeuropea
Los textos destinados a esta seccin nodeben exceder de 15 lneas
mecanografia-das. Es imprescindible que estn firmadosy que conste
el domicilio, telfono y n-mero de DNI o pasaporte de sus autores.EL
PAS se reserva el derecho de publicartales colaboraciones, as como
de resumir-las o extractarlas. No se devolvern losoriginales no
solicitados, ni se dar infor-macin sobre ellos. Una seleccin
msamplia de cartas puede encontrarse
[email protected]
