LS - Walter Benjamin

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  • 7/28/2019 LS - Walter Benjamin

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    P e n s a repistemologa, poltica y ciencias sociales

    Nro. 2 | 2007

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    Dossier

    La Escuela de FrankfurtEsther Daz de Kbila Laura Sotelo

    Compiladoras

    Escriben:

    Carina Mengo

    Esther Daz de Kbila

    Jos Tranier

    Alberto Prez

    Laura Sotelo

    Entrevista de Manuel G. Rodrguez al Profesor Colombiano Rubn Jaramillo Vlez

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    Benjamin y la melancola.Aproximacin a las relaciones de Benjamin con elCrculo de Warburg.

    Laura Sotelo - Universidad Nacional de Rosario

    Resumen:De los estudios acerca de las influencias que recibi la obra de Benjamin, son escasos y poco conocidoslos que han sealado aquellas que provinieron del Crculo de Warburg. Lo cierto es que la importanciade esta Escuela no puede subestimarse, a la vista de las estrechas relaciones que existen entre el librode Panofsky y Saxl sobre el aguafuerte de Durero Melancolia I, y el captulo sobre la melancola delOrigen del Drama Barroco Alemn. El presente artculo estudia algunos aspectos tericos de estasinfluencias, y expone las alternativas de un fallido intento de conexin entre Benjamin y Panofsky, queculmin en un rechazo del texto benjaminiano. Una parte de las fuentes que informan sobre este ltimoaspecto son inditas en castellano, y su parcial traduccin y comentario constituyen un aporte para loslectores de Benjamin en nuestro idioma.

    Palabras claves:Benjamin, melancola, Escuela de Frankfurt, Crculo de Warburg, Panofsky.

    Benjamin and the melancholy.

    Approximation to Benjamins relationships with the Warbur circle

    Abstract:Only a limited number of the studies about the influences of Benjamins work have shown those comingfrom the Warburg circle. Taking into consideration the close relationships between Panofsky and Saxlsbook about Dureros Melancholy I, and the chapter about melancholy from the origin of GermanBaroque Drama, the importance of this school cannot be underestimated. The present article studiessome theoretical aspects of these influences and presents the alternatives of a failed connectionbetween Benjamin and Panofsky, which ended in a rejection of Benjamins text. Some of the sourcesthat inform about that last aspect are unprecedented in Spanish. Besides, its partial translation andcomments constitute a great contribution to Benjamins readers in our language.

    Keywords: Benjamin, melancholy, Frankfurt School, Warburg circle, Panofsky.

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    Benjamin y la melancola.Aproximacin a las relaciones de Benjamin con elCrculo de Warburg.

    Laura Sotelo

    Universidad Nacional de Rosario

    Es la melancola una sombra que acompaa necesariamente a los hombres de genio? El abismarse enreflexiones inusuales y profundas, extrava la cordura en un desierto infinito de tristeza, como si eltalento o la razn prodigiosa nacieran o al fin, se desbarrancaran en el desconsuelo? Es curioso que talvisin de las relaciones entre razn y padecimiento psquico -marginal y contestataria frente a la visinclsica que unificaba conocimiento y felicidad- se haya desarrollado desde la antigedad hasta loscomienzos del mundo moderno, apoyndose en un texto poco conocido de Aristteles, quien fue, comose sabe, el mejor expositor de la doctrina optimista sobre la vida intelectual. En efecto, fue Aristtelesquien marcando la diferencia especfica entre hombres y animales en la vida de la razn, mostr elcamino de la felicidad en el ahondamiento de aquello que nos hace ms humanos, y fue Aristteles

    quien, en un prrafo de los Problemata XXX vincul la grandeza intelectual al abismo sin fondo de lamelancola.Este texto no est dedicado a pensar esta -tal vez aparente- paradoja, sino a mostrar en un intelectual

    europeo contemporneo la eminencia y la desdicha en referencia recproca, como se da de un modocasi paradigmtico en la figura de Walter Benjamin.

    Su caso demuestra vivencialmente la unidad entre brillantez intelectual y derrumbe melanclico de laconstitucin psquica, entre xtasis literario por las ideas filosficas e infelicidad personal y poltica. Loautoconsciente del caso de Benjamin es que el tema de la melancola fue tomado por l como uno delos aspectos ms expresivos de la esttica filosfica moderna, en la cual l se inscriba como crtico. Ensu escrito El Origen del Drama Barroco Alemn (en adelante: Trauerspielbuch) abord las relacionesentre teatro barroco, melancola, Ideas filosficas y alegora, de un modo tan original e inaudito que sudestino inmediato cerr las puertas de cualquier asociacin entre felicidad y conocimiento. Es muyconocido el rechazo que la universidad hizo del escrito, negndole a su autor la venia legendi, es decir, elacceso como profesor a una ctedra universitaria.

    Benjamin haba preparado el Trauerspielbuch como tesis de habilitacin, y esperaba que l locondujera ms que al reconocimiento acadmico, a un medio modesto de sustento de su vida.

    Sin embargo, es menos conocido otro avatar que el texto y su autor tuvieron que atravesar: surechazo por el Crculo de Warburg, cuyas publicaciones haban dejado una honda huella en el jovenBenjamin. Benjamin haba ledo de modo presumiblemente vido a Panofsky, y admiraba en Warburg elesplendor de una erudicin que lo distingua de las formaciones especializadas de la poca. Justamenteel texto sobre la melancola de Panofsky y Saxl es tomado por Benjamin como una referencia constanteal escribir el captulo del Trauerspielbuch sobre el mismo tema.

    Vamos a hacer referencia, entonces, a relaciones de erudicin y de concepciones filosficas en partesimilares, en parte irreductibles, entre intelectuales pertenecientes a la intelligentzia judeo alemana decomienzos del siglo XX, relaciones que llevaron a Benjamin a penetrar en la cuestin de la melancola, de

    un modo que excede la mera asimilacin temtica.El texto de Panofsky y Saxl, Saturne et la Mlancolie, fue presentado como un estudio de la Biblioteca

    Warburg en 1923. Su primera edicin en alemn apareci con el ttulo Drers Melencola I. Eine quellenund typengeschitliche Untersuchung1. El nombre es indicativo del tipo singular de investigacin que allse emprenda sobre fuentes histricas diversas -extradas de la filosofa, la literatura, la religin y lamedicina- y cuyo objetivo era mostrar las formas simblicas, las creencias y las prcticas que habaentraado el pathos melanclico desde la antigedad hasta el mundo moderno. El texto se detenaespecialmente en las fuentes literarias y en las frmulas iconogrficas del aguafuerte de Durero,

    1La traduccin del ttulo original -que no se conserva en la edicin francesa que tomo como fuente- podra ser la

    siguiente: La Melancola I de Durero. Una investigacin de tipo histrico y de fuentes. Cf. Saturne et lamlancolie. tudes Historiques et philosophiques: nature, religion, mdecine et art . Esta versin incorpora los

    aportes de Raymond Klibansky luego de la edicin original en 1930.2KEMP, Wolfgang Walter Benjamin und die Kunstwissenschaft en Kritische Berichte. Jahrgang 3. Heft 1, 1975, p.

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    Melencolia I. De un modo que era realmente novedoso para la poca, el texto combinaba el estudio deilustraciones y grabados de la medicina medieval, de los horscopos y calendarios del Renacimiento,junto con el anlisis de las obras de grandes artistas, mostrando el desarrollo y transformacin de la ideade melancola a lo largo del tiempo.

    El Crculo de Warburg, tanto como la Escuela de Frankfurt, constituyen seguramente los mejoresexponentes de una plyade de intelectuales alemanes que entre fines del S. XIX y principios del XXquisieron, como Benjamin, liberarse de la mirada especializada de las formaciones universitarias paraadentrarse en horizontes inexplorados o solo fragmentariamente investigados por las cienciasoficiales.

    Aby Warburg, que haba iniciado este tipo de investigaciones en la Biblioteca que diriga enHamburgo, se consideraba s mismo un psicohistoriador, y combinaba los puntos de vista de laantropologa, la psicologa, el darwinismo y la crtica del arte en sus estudios. Esta amplitud de miras fueseguramente la que lo llev a rechazar varios ofrecimientos para desempearse como Privatdozent2 enlas universidades alemanas, junto con, por supuesto, unas condiciones econmicas personalesexcepcionales, que fueron las que permitieron montar y sostener la gigantesca biblioteca fundada enHamburgo. sta ocupaba los cuatro pisos de una mansin que Aby Warburg habitaba desde 1909, y se

    sera el centro de reuniones de los intelectuales que conformaron su crculo inmediato. (E. Panofsky, F.Saxl, R. Klivansky, E. Cassirer)

    El inters benjaminiano por el Crculo de Warburg ha precedido, sin duda,a su vnculo con el Institutode Frankfurt, cuyas incipientes producciones de mediados a fines de los aos 1920 se orientaban haciael estudio del movimiento obrero y del marxismo, en un sentido que tiene muy poco que ver con elTrauerspielbuch.

    Lo que s puede notarse en esa obra benjaminiana es la combinacin absolutamente inexploradahasta all, de misticismo judo, filosofa platnica y crtica literaria, que remite como influencia metdicaa ese trasvasamiento de puntos de vistas que practicaban los autores warburgianos. Y la unidadtemtica respecto de la melancola. Alrededor de este tema, que da vida al libro de Panofsky y a uncaptulo del Trauerspielbuch, Benjamin esper tmidamente poder acercarse al Crculo de Warburg. Larespuesta que obtuvo fue, sin embargo, contraria a la melancola escrita, y en favor de su propiopathos

    melanclico.Wolfgang Kemp resea algunos indicios a partir de los cuales se puede reconstruir el invisible espectro

    de una relacin frustrada: por un lado, la fuerte apoyatura del texto benjaminiano en el de Panofsky: enel captulo dedicado a la melancola, Benjamin lo haba citado siete veces y en cuatro ocasiones serefera a la obra de Warburg. Por otra parte, es posible descubrir en prrafos escuetos de sus cartas lasexpectativas que Benjamin abrigaba en que su obra contara con una recepcin escrita por parte de loswarburgianos. Gestos minsculos y apenas perceptibles: fuera de ellos, Benjamin no intentacercamientos personales o directos. Sin embargo, hubo un mediador, que conocedor del inters denuestro autor, intent vincular a Panoksky con Benjamin: Hugo von Hofmannsthal.

    En una carta de 1926, Benjamin le escriba a Hofmannsthal que, aunque no tena relacin con ningunode los miembros del Crculo de Warburg, esperaba de parte de ellos una acogida favorable de su texto3;y manifestaba no esperar demasiado de la ciencia oficial, es decir, de las universidades alemanas.

    Fue Hofmannsthal quien envi a Panofsky un ejemplar de la revista Deutschen Neuen Beitrge del ao1927, en la que figuraba el captulo dedicado a la melancola, junto a una carta en la cual le peda que sitena media hora leyera la publicacin. El autor , escriba Hofmannstahl, es consciente de lo muchoque debe agradecerle a Ud. y al Crculo al que usted pertenece. El se sentira altamente valorado, encualquier caso, si pudiera captar la atencin de ese Crculo. Pero es un hombre tmido e introspectivo y

    3 Tal vez pueda ms tarde, con la asistencia de Walter Brecht, despertar inters en el Crculo de Hamburgo y

    Warburg. Es sobre todo entre sus miembros (con quienes no tengo ninguna relacin) donde podra encontrarcrticos versados y comprensivos Walter Benjamin, citado por KEMP, Wolfgang Walter Benjamin und die

    Kunstwissenschaft..., op. cit., p. 14: Villeicht darf ich neben der Teilnahme von (Walter) Brecht spter auch auf dasInteressedes hamburguer Kreises und Warburg hoffen. Jedenfalls wrde ich unter seiner Mitgliedern am erstenakademische und verstnisvolle Rezensenten mir erwarten.

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    ya que (no lo conozco personalmente, slo a travs de cartas) he adivinado su deseo, asum, en su lugar,mandarle la publicacin. 4

    La recepcin de Panofsky no fue muy diferente de la que hizo la universidad: los fros comentariosde ste slo existieron en una carta de respuesta a Hofmannsthal, que, segn Kemp, no se haconservado. Que se trataba de un comentario hostil, surge de una correspondencia de Benjamin aScholem, en la que le relata la respuesta que su mediador recibi de parte de Panofsky: El(Hofmannsthal) me ha mandado una carta de Panofsky, fra y cargada de resentimiento5

    Por tanto, el deseo de tener una recepcin escrita de manos de quienes, como Warburg, tenan lacapacidad de moverse seorialmente , allende las fronteras de las ciencias,6 termin en un rechazotan silencioso y cerrado como el que le deparaba la ciencia oficial: sabido es que la universidad sedesprendi del escrito evitando tambin el pronunciarse en forma pblica, es decir, pidindole aBenjamin que retirara su tesis para evitar la explicitacin del rechazo. Lo que sigui fue un silencioprofundo y sostenido, que contrastaba con las repercusiones que la publicacin del Trauerspielbuchhaba conseguido en revistas especializadas de distintos pases europeos7, por no mencionar laimpactante influencia sobre Adorno.

    Benjamin, no obstante, no dej de estar atento a las producciones de Panofsky y de la Biblioteca

    Warburg. En la correspondencia con Adorno de 1936 lo encontramos apelando a su intercesin paraconseguir que le enviara La perspectiva como forma simblica, otro texto extraordinario de Panofsky.

    Es posible que otras relaciones puedan establecerse entre Benjamin y el Crculo de Warburg, que son,en todo caso, influencias unilaterales de ste hacia aquel: la aspiracin de construir una obra formadapor imgenes histricas independientes de la lgica discursiva est presente en la obra inconclusa deWarburg, Mnemosyne, tanto como en la que Benjamin no pudo concluir: La obra de los Pasajes(Passangen-Werk). Lo que Warburg llamaba Collective Mneme y Benjamin imgenes dialcticasparecen, en primera instancia, presentarse con gran afinidad, tal vez especialmente en esa versin delas imgenes dialcticas con las que Benjamin pensaba poblar el Passagen Werk, al modo del atlas dela memoria con el que soaba Warburg.

    Otras tantas contrastaciones parecen fructferas: la expresividad histrica asignada al arte, la miradadilatada sobre las fronteras de las ciencias, la perturbadora afirmacin de que el pasado de la

    humanidad se perpeta mesinica o filogenticamente en la memoria de las generaciones vivas, sonpuntos de posible indagacin en ese recorrido intelectual benjaminiano, cuya unidad con el Crculo deWarburg fue slo un anhelo sin contrapartida.

    De estas influencias, el tema de la melancola parece haber tenido una centralidad vital, que roza elsentido ntimo de un esclarecimiento personal a partir de una experiencia de escritura. Detrs demuchos de los escritos de Benjamin hay experiencias personales, muy personales, que desaparecieron al

    4Hofmannsthal, citado por KEMP, Wolfgang Walter Benjamin und die Kunstwissenschaft..., op. cit., pag 14: Der

    Verfasser ist sich bewusst, Ihnen und dem Kreise, dem Sie angehren, viel zu verdanken. Er wrde es hohrschtzen, als ingend anderen Beifall, wenn es die Aufmerksamkeit dieses Kreises erreichen knnte. Aber er ist einscheuer und zurckhandeltender Mensch und da ich (nur als Briefen, persnlich kenne ich ihn nicht) diesen seinWunsch erraten haben, so habe ich es bernommen, an seiner Stelle das Heft an Sie zu schicken. 5 Citado por KEMP, Wolfgang Walter Benjamin und die Kunstwissenschaft..., op. cit., p. 15, Er (Hofmannsthal)

    schickte mir einen klen, resentimengeladenen Antwortbrief Panofskys auf diese Sendung ein.6

    Segn KEMP, Wolfgang Walter Benjamin und die Kunstwissenschaft..., op. cit., p. 15, la admiracin de Benjaminhacia Warburg permaneci, en todo caso, libre de cualquier tipo de resentimiento. Varios aos despus de sufrustrado intento de acercamiento, escriba sobre Warburg con intocada devocin, caracterizndolo como unespritu destacado que amaba moverse seorialmente por encima de las fronteras de las ciencias.7

    Momme Brodersen resea la amplia y favorable recepcin que alcanz la obra de Benjamin en las publicacionesespecializadas de la poca: Willy Haas le dedic en la primera pgina de su Literarischen W elt un extensocomentario, Sigfried Kracauer public () un largo artculo en la Frankfurter Zeitung, y en Weltbhne de CarlOssietsky apareci un elogio casi enftico al tratado sobre el Drama Barroco. En Hungra apareci la primera reseadel libro, en Francia fue comentado dos veces (en Nouvelles Literaires tanto como en Vient de Paraitre,) y enDeutsche Zeitung Bohemia (Praga) se encontr asimismo una breve resea sobre l. Esto al lado de una seriecompleta de recepciones en el mencionado rgano especializado ()tanto como en la revista de Psicoanlisiseditada por Sigmund Freud ( Imago), y una enorme cantidad de monografas de filosofa, sociologa, de teora

    esttica y estudios germansticos. BRODERSEN, Momme Wenn Ihnen die Arbeit des Interesses wert erscheintWalter Benjamin und das Warburg-Institut: einige Dokumente enAkten des internationals Symposions Hamburg.Schriften des Warburg-Archivs im Kunstgeschichtlilchen Seminar der Universitt Hamburg, Band 1, Hamburg, 1990.

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    proyectarse en sus objetos de trabajo o fueron transpuestas por completo en cdigo, de modo que elprofano no pueda reconocerlas o sospechar siquiera su presencia. Esto es lo que ocurre, por ejemplo,con la teora de la melancola en El Origen del drama barroco alemn, por medio de la cual Benjamindescubre su propia constitucin. 8

    Si la constitucin melanclica se caracteriza por el sentimiento de ser un ser aparte, por elaislamiento y el pensamiento sombro en extrema soledad, podemos entender que para un hombre tal,el rechazo de su obra ms intensa por parte de aquellos a quienes se tiene en la mayor admiracin,debe haber profundizado la experiencia melanclica.

    Kemp transcribe una carta que le fuera enviada por Gerschom Scholem, en respuesta a su preguntapor los motivos que podran explicar las razones del rechazo, en la que Scholem sostiene que el grupode Warburg haba jurado filosficamente sobre las ideas de Cassirer, adversas a la dial ctica querecorra cada pgina del Trauerspielbuch .

    El hecho de que la carta de rechazo de Panofsky no se conserv no nos permite especular acerca delas crticas y diferenciaciones que contendra. El fro rechazo de Panofsky, la inalterada admiracin d eBenjamin, se sugieren, sin embargo, a travs de la lectura del captulo y del libro cuyo tema es lamelancola, sobre los que recaern las reflexiones que siguen.

    II

    Detengmonos en los captulos de Saturne et la Melancoliededicados a la melancola renacentista,que son los que han influenciado ms claramente en la redaccin del Trauerspielbuch.

    El grabado de Durero es visto como una representacin de la melancola renacentista, como unavuelta a la vida de lo antiguo (Nachleben der Antike) en un sentido claramente warburgiano. Warburghaba interpretado las obras e ideas, formas estticas y sentimientos que surgen en el Renacimientocomo un retorno de la antigedad pagana, que se contrapona al pasado inmediato medieval como unanueva pathosformel (frmula de la sensibilidad) histrica. Cada poca, segn Warburg, condesaba lasdiferentes formas de la experiencia y de la sensibilidad humana en imgenes estticas prototpicas, que

    aparecan de un modo recurrente en las obras de arte de un perodo. Cada una de estasrepresentaciones visuales encerraba las claves de una memoria histrica inconsciente, que podadescifrarse a travs de la lectura erudita de las frmulas iconogrficas ms significativas de una poca.Una de laspathosformelms importantes del Renacimiento era la representacin de la Melancola, queantes de ser llevada al grabado por Durero, tena ya una larga historia en la tradicin antigua y medieval,aunque su forma esttica haba variado con el transcurso del tiempo.

    El aguafuerte renacentista Melencolia I no podra haber sido concebido, segn los autores deSaturne, sin la influencia aristotlica y sobre todo, neoplatnica, que retornaba a la vida luego delrechazo de los siglos del Medioevo.

    En efecto, la visin que haba adoptado la Edad Media acerca del temperamento o la enfermedadde la melancola haba menoscabado, por lo problemtica que resultaba para la fe, la idea aristotlicasegn la cual la melancola era la marca del hombre excepcional o de genio, tanto como la versin

    platnica que la asimilaba al furor divino. Por el contrario, durante aquel milenio prevaleci elsistema de los cuatro temperamentos, y, sin dudas, los vicios asignados al individuo afectado por elexceso de bilis negra se consideraron los peores y ms calamitosos: usura, fraude, engao, robo y pillaje,eran en la ptica de Nicols de Cusa, los pecados corrientes del hombre melanclico, un peligro genuinopara la paz del Estado. 9

    Por el contrario, la representacin de la dama melancola de Durero era inexplicable sin larevalorizacin humanista de la sabidura y el neoplatonismo de Ficino, cuya inspiracin remota estabaen la contemplacin griega. El ideal humanista de un pensamiento libremente dotado para juzgar enlos asuntos humanos renaca de las cenizas del mundo antiguo, pero los hombres cultos delRenacimiento tenan plena conciencia de pertenecer a una poca y a un mundo nuevo.

    8

    SCHOLEM, Gershom Walter Benjamin y su angel, Fondo de Cultura Econmica, Bs. As. , 1998, p. 40.9BURUCA, Jos Emilio Historia, Arte, Cultura. De Aby Warburg a Carlo Ginzburg , Fondo de Cultura Econmica, Bs.

    As. , 2002, p. 36.

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    La recuperacin renacentista del legado antiguo era uno de los signos caractersticos de los hominesnovi que buscaron el significado de sus propias experiencias a travs de un retorno a las fuentesculturales de la antigedad precristiana.

    El significado que encierran las alas de la figura femenina del grabado de Durero se funda en estanecesidad de especulacin libre que impulsaba al homo literatus, por encima del horizonte mental de laEdad Media. Sin embargo, no es conveniente exagerar los rasgos que autonomizan el mundo delRenacimiento de su pasado medieval inmediato, ya que ello no permitira una evaluacin correcta de lastendencias contradictorias y desarrollos desiguales propios de un perodo de transicin tan desigual ycomplejo. La indefinicin social entre la organizacin feudal y las nacientes formas capitalistas no habaproducido an la certeza de que la marcha de la historia se orientara irremediablemente hacia elmundo moderno, y en el espritu de aquellos hombres habitaba la conciencia histrica de su propianovedad bajo la figura de un retorno, sin que la imaginacin religiosa y las formas culturales de laEdad Media desaparecieran de sus propias figuraciones e ideas.

    Es por ello que el texto de Panofsky y Saxl sobre el aguafuerte de Durero se presenta como un estudiopormenorizado de las imgenes en las que se plasman, en combinacin sincrnica, los elementosculturales prximos y los alejados, los recientes y los milenarios, yuxtapuestos en una tensin de

    sentidos que aparece en los detalles y modifica al todo: por ejemplo, aunque las llaves y la bolsa quependen sobre el cinturn de la mujer-melancola representan, como en la Edad Media, el poder y lasriquezas, sobre las imgenes medievales se superpone la nueva concepcin renacentista que recupera laidea aristotlica de profundidad intelectual, en la imagen del rostro oscurecido de la muj er que se apoyameditativamente sobre el mentn. En la obra de Durero podemos ver cmo la idea medieval del viciode la acidia es desplazada despus, en Melencola I, por la idea humanista de una meditacin, queconsista menos en huir de la actividad, que en renunciar a ella. 10

    En la Edad Media la actitud de parlisis contemplativa del melanclico fue catalogada principalmentecomo acidia, es decir, como una inercia del corazn que se ahogaba en reflexiones alejadas de Dios,cuya sola idea deba bastar para el sosiego de toda desmesura.

    Contrariamente, el Renacimiento reinterpretaba la melancola poniendo de relieve la excepcionalidaddel talento intelectual que ella portaba: sinnimo de exacerbacin de la conciencia de s, sabidura,

    extrema sensibilidad o conocimiento, ella era el precio de la genialidad que tributaba el sabioidealizado de la poca. Las llaves y las alas que aparecan en la imagen simbolizaban el poder y lagenialidad, que eran, sin ninguna duda, los polos magnticos entre los que se orientaban aquellosartistas geniales, cuyo talento no era independiente del poder de sus mecenas.

    Las ms pregnantes representaciones de la melancola de la Antigedad, la Edad Media y elRenacimiento confluyen en el grabado de Durero, y creemos que a esto que se refieren Panofsky y Saxlcuando dicen que ste es una representacin visible de la idea invisible de la melancola. Pero aqu,la idea abstracta de la melancola debe entenderse en el sentido de lo que ella significaba como ideade los hombres, como representacin subjetiva de una poca, es decir, no en un sentido metafsico deIdea, que es como Benjamin lee a la melancola barroca.

    Antes de entrar en esta cuestin sealemos de pasada la fuerte inspiracin que Benjamin pudo haberencontrado en aquel texto, en el cual se descifran elementos de la figuracin esttica el puo cerrado

    sobre la mejilla, la cara oscurecida, la bolsa, las llaves, etc _ como imgenes donde se oculta una ideaabstracta. En efecto, Panofsky y Saxl le confieren a la obra el estatuto de alegora, es decir, derepresentacin sensible de una idea suprasensible. Ellos usaron indistintamente las nociones dealegora y smbolo para referirse al grabado, en tanto vean en l la traduccin de una idea enimgenes. Benjamin, en cambio, protesta contra el abuso que tiene lugar siempre que en la obra dearte la manifestacin de una idea se considera un smbolo.11 La alegora, tal cual Benjamin la re-interpreta, se diferencia del smbolo en que ella carece de la adecuacin instantnea y armnica entre laidea y la representacin sensible, mostrando cmo entre ambas dimensiones se interpone la mediacindel tiempo, que altera y descompone la relacin lineal entre el significante esttico y el significado

    10PANOKSKY, Erwin; SAXL, Fritz et KLIBANSKY, Raymond Saturne et la mlancolie. tudes Historiques et

    philosophiques: nature, religion, mdecine et art, Gallimard, Pars, 1979, p. 394. Loeuvre de Drer, quant elle,

    nous montre comment la notion mdivale du vice d accidia cda plus tard la place, dans Melencolia I, l idehumaniste dune mditation qui ne consistait pas tant fuir lactivit qu y renoncer.11

    BENJAMIN, Walter EL origen del drama barroco Alemn, Taurus, Madrid, 1990, p. 152.

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    filosfico. Es difcil pensar que Benjamin estuviera refirindose tangencialmente el estudio de Panofsky ySaxl cuando critica la confusin entre alegora y smbolo, pues hemos visto qu lejos est el anlisis delgrabado de eliminar la disparidad de los tiempos y la inteligencia de la interpretacin.

    Panofsky y Saxl consideran que la melancola potica constituye el rasgo genuinamenterenacentista, inasimilable a las representaciones antiguas o medievales. Se trata de un estadopasajero, mucho ms voltil queen la concepcin antigua: no se trataba ya de un temperamento ouna enfermedad, con la permanencia o irreversibilidad que ello involucraba. Los efectos de lamelancola potica podan esfumarse o transformarse en un gesto banal. El melanclico a la modaque buscaba disfrazarse de genio potico, se transforma en el Renacimiento en un prototipo menosdramtico que el desvariante o furioso melanclico antiguo, o que el peligroso y hertico melanclicomedieval.

    Sin relacin ya con los humores del cuerpo, la melancola potica pasaba a ser un estado deduracin inestable, que poda aparecer o esfumarse segn el capricho de los astros. El astro que regatales estados, segn renacentistas como Ficino, era Saturno; y la nueva importancia de la astrologapuede apuntarse tambin entre los aspectos que diferenciaban el espritu renacentista de la estrictamirada religiosa del medioevo.

    En lo que Panofsky y Saxl denominan melancola potica se encontraba tanto la revalorizacin delnimo de la genialidad, a la que aspiraba el homo literatus de la poca, como la atenuacin del sentidocientfico y mdico, que empezaba a declinar paulatinamente, para perderse definitivamente en elmundo moderno.

    Hemos apuntado algunas afinidades entre las concepciones warburgianas y las de Benjamin, y entreste y el libro de Panofsky y Saxl.

    Ahora debemos decir que esta dialctica de recuperacin y transformacin de una nocin antigua, talcual que aparece en el estudio de 1923, coincide bastante poco con la melancola barroca a la que serefiere Benjamin.

    Benjamin intentaba presentar al Barroco sin deudas significativas con el mundo clsico. El dramabarroco no poda ser asimilado a la tragedia griega, porque los diferentes objetos dramticos -el mito yla historia- daban por resultado gneros y pathos claramente diferenciados. Benjamin dice que lo que

    sube a escena en el teatro barroco es la historia, con sus cortejos solemnes de tiranos y de mrtires; adiferencia del teatro griego que pona en acto un topos csmico: la historia de los dioses y de lasfundaciones mticas. El escenario del Barroco es correspondiente al mundo interior del sentimiento, a laexagerada expresividad del luto, en tanto que los acontecimientos externos se desenvuelven enacciones principales de tema poltico.

    Si el drama barroco no tena su fuente directa en la antigedad, si el barroco no significaba unretorno, sino un perodo claramente diferenciado del mundo antiguo, los comienzos del siglo XX spodan, segn Benjamin, encontrar en el barroco problemas estilsticos similares a los que se planteabael expresionismo. Para decirlo en trminos warburgianos, (tal vez abusivos aplicados a Benjamin) elpresente poda encarnar una vuelta a la vida del Barroco, pero ste no se ligaba a la antigedad de unmodo distintivo.

    Y aunque no dudaba de que la herencia renacentista sobre el Barroco fuera imponente, y la

    encontraba plasmada en mltiples aspectos coreogrficos o de estilo como los trionfi, que habansurgido en la Florencia de los Mdici, o an en la fachada externa del todo de las obras - Benjaminpona nfasis en la singularidad del perodo, inasimilable a la Antigedad, a la Edad Media, o alRenacimiento. Pero a la luz de una crtica estilstica seria que no puede permitirse tomar enconsideracin el todo ms que en la medida en que est determinado por el detalle, los rasgos extraosal Renacimiento (por no decir barrocos) surgen por todas partes: desde el lenguaje y el comportamientode los actores hasta la disposicin de la escena y la eleccin de los temas.12

    Panofsky y Saxl haban puesto de manifiesto el retorno de la impronta grecorromana en larepresentacin renacentista, pero tambin plantearon que en el caso del Barroco deba distinguirse unmomento diferenciado, prospectivo del mundo moderno, donde la liberacin de fuerzas dinmicasque portaba la melancola _ el abatimiento y la exaltacin, la afliccin, el sentimiento de ser unser aparte, el horror de la muerte y la conciencia exacerbada de la vida_ se opera por primera vez en

    12BENJAMIN, Walter EL origen del drama barroco Alemn, op. cit., p. 44.

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    el teatro Barroco.13 Ellos sealan que esta melancola voluntariamente cultivada, perteneca porcompleto al temple del hombre moderno, desgarrado por los conflictos religiosos de la poca de laContrarreforma, que oponan en extrema tensin la vida y la muerte, la finitud y la infinitud, el tiempo yla eternidad. Sin embargo, a pesar de que el estudio de 1923 pona en correspondencia el teatrobarroco, las luchas religiosas y el pathos de una melancola deliberadamente cultivada, no existe en todoel estudio un soporte metafsico ni una filosofa de la historia que ajuste internamente cada detalleestilstico examinado. Tal vez en este punto se encuentra la mayor disparidad con la versinbenjaminiana, cuya filosofa de la historia metafsica y mesinica fue, sin dudas, la que motiv el rechazodel Crculo de Warburg.

    Benjamin presenta al Trauerspielcomo un drama fuertemente moderno, y a la melancola tocando suncleo esencial. Pero las relaciones que establece, lejos de tener un valor meramente descriptivo,encuentran una profunda unidad de significado en una filosofa de la historia inspirada inicialmente enel joven Lukcs.

    En la presentacin del mundo del barroco como un mundo vaco, Benjamin juega con ideas deTeora de la Novela, escrita por Lukcs a comienzos de la primera guerra mundial . All se habacaracterizado el mundo de la novela moderna como un mundo de convenciones externas al sujeto,

    vaco de sentido, repleto de cosas contrapuestas a la humanidad, que disecaban todo sentido vital,toda espontnea intimidad de las relaciones subjetivas. Lo que en tal estado surge, deca Lukcs, es lainterioridad aislada, el individuo problemtico propio de la novela moderna quien, o sacrifica suautenticidad frente a un mundo de cosas vacas de sentido, cosificando su interioridad, o vive en elcompleto desgarramiento subjetivo. La interioridad aislada no es posible y necesaria sino en elmomento en el que lo que separa a los humanos se ha transformado en un pozo infranqueable, cuandolos dioses se han callado y ni el sacrificio ni el xtasis pueden desatarles la lengua o forzar su secreto,cuando el mundo de la accin se separa de los hombres y esa autonoma los vuelve huecos, ineptos paraasumir el verdadero sentido de los actos, a hacerse smbolos a travs de los actos y refractarlos ensmbolos, cuando la interioridad y la aventura estn para siempre disociadas.14

    Tal vez no pueda encontrarse en toda la literatura contempornea una cita ms melanclica que laque antecede, salvo, quizs, algunas similares en propia la obra benjaminiana.

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    plantea que Lukcs y Benjamin pertenecen a una corriente de protesta romntica contra lamodernidad, que entendi la emergencia de la sociedad burguesa en trminos de un quiebre de unacomunidad utpica o mesinicamente figurada. Para el propio Benjamin, la entrada en la modernidadsignificaba tal mutilacin y empobrecimiento del alma que la inteligencia misma, si quera rasgar laconformacin ptrea del mundo de las cosas, slo poda lograrlo en la disposicin luctuosa de lareflexin.

    Esta era, segn Benjamin, la clave de la melancola en el mundo de Lutero. Ella representa y capta, enuna reflexin desconsolada, el compromiso con las cosas muertas. Las convenciones rgidas de l a vidacotidiana, la prdida de toda relacin ilusoria con la Gracia, el sentido mundano propio del esprituprotestante, terminaron por inculcar en el pueblo un estricto sentido de la obediencia, pero al mismotiempo infundi la melancola en sus grandes hombres. () Las acciones humanas fueron privadas detodo valor. Algo nuevo surgi: un mundo vaco. () Para esto no haba respuesta, salvo quiz la moral de

    la gente ordinaria (fidelidad en las pequeas cosas, vivir rectamente), que entonces se estab adesarrollando y a las que se contrapona el taedium vitae de personas de naturaleza ms compleja. Pueslos que iban ms all de la superficie de las cosas se vean puestos en la existencia lo mismo que en uncampo deescombros formado por medio de acciones a medio terminar, inautnticas.16 La melancolaera la marca de los hombres sobresalientes, especialmente del tirano de esos dramas. Ellos, a pesar deencarnar los actos decisivos de la vida poltica, se presentan en las obras del barroco como soberanosdubitativos y contradictorios, socavados anmicamente bajo el peso de sus propios actos. De este modo,Benjamin se sumaba a la interpretacin que sostena la excepcionalidad del tipo melanclico y surelacin con el hombre de poder, como en el grabado renacentista de Durero.

    13PANOKSKY, Erwin; SAXL, Fritz et KLIBANSKY, Raymond Saturne et la mlancolie, op. cit., p. 377.

    14Lukcs, Gyrgy Teora de la Novela, Ed. Siglo XX. Bs. As, 1966, p. 64.

    15

    Lwy, Michael Redencin y Utopa. El judasmo libertario en Europa central. Un estudio de afinidades electivas, ElCielo por Asalto, Bs. As., 1997.16

    BENJAMIN, Walter EL origen del drama barroco Alemn, op. cit., p. 125.

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    Sin embargo, la idea lukacsiana del mundo moderno como un mundo de cosas y convenciones vacas,le sirve a Benjamin para resaltar la modernidad del drama. Pues nada diferencia mejor al teatromoderno del antiguo que el hecho de que en ste ltimo no hay lugar para el mundo profano de lascosas. Y lo mismo puede afirmarse del Barroco alemn en lo que tiene de clsico. Pero si la tragediaantigua est totalmente emancipada del mundo de las cosas, ste amenaza opresivo sobre el horizontedel Trauerspiel.17

    Esta marca lukacsiana, que entiende el mundo barroco como reificacin de las relaciones sociales,constituye la mayor distancia con el texto de Panofsky y Saxl. En todo caso, de Saturne et la Mlancolieno surge ninguna disparidad vital entre Renacimiento y barroco, sino ms bien diferencias de matices yde grados. La estrategia de Benjamin quiere resaltar bastante ms la oposicin. Benjamin suscribe porcontraste la idea warburguiana de la sensibilidad vital del Renacimiento. Puesto que el soberanoprotagonista del Trauerspiel no es en absoluto el prncipe renacentista que construye el Estado a lamanera de las obras de arte, buscando la conciliacin dinmica y mutable de los opuestos. Todo locontrario, el drama alemn del siglo XVII centra la accin en los intentos de los gobernantes de lograruna estabilizacin plena, una cristalizacin de los Estados y de sus sociedades; sus monarcas barrocosestaran, por consiguiente en las antpodas del programa poltico del Renacimiento.18

    Panofsky y Saxl sostenan que hacia el fin de la Edad Media, el significado de lo que se entenda comomelancola se haba desplazado del cuerpo humano, a la influencia del astro (Saturno), o hacia lacircunstancia pasajera que inducira tal humor. De hecho, al no tratarse de una propiedad intrnseca ala constitucin subjetiva, poda ser considerada como transitoria, o an transformarse en moda, cinismoo frivolidad.

    Sin embargo, sostener que la inspiracin de Benjamin comparte la idea de melancola potica esalgo que presenta alguna dificultad: Benjamin suscribe la idea de que las circunstancias seran lasdeterminantes del estado de nimo melanclico, sin embargo no cree que se trate de un sentimientocasual o fugaz. Por el contrario, la melancola en cuanto sentimiento motriz, surge en respuesta a unaconstitucin objetiva del mundo, y en tan gran medida la mirada melanclica es una forma objetiva derelacin, que sostiene: El luto es una disposicin anmica en la que el sentimiento reanima, aplicndoleuna mscara, el mundo desalojado, a fin de alcanzar una enigmtica satisfaccin al contemplarlo. Todo

    sentimiento est vinculado a un objeto a priori, y la explicacin de ese objeto constituye sufenomenologa () Si las leyes del Trauerspiel se encuentran (en parte explcitas y en parte implcitas) enel corazn del luto, no deben ser explicadas en funcin de la afectividad del autor o de la del pblico,sino basndose en un sentimiento emancipado del sujeto emprico e interiormente vinculado a laplenitud de un objeto. 19

    En este punto, seguramente, la distancia con Panoksky parece fundamental, porque la melancolabarroca, justamente por no ser ya una mera disposicin subjetiva del hombre, sino un sentimientoaltamente determinado por una constitucin objetiva del mundo, debe dejar de entenderse comopasajera o transitoria, y pierde toda posibilidad de devenir trivial. Se trata de un sentimiento de talprofundidad e insistencia como slo puede producir el amor, de una intencino inteligencia que escapaz de revelar las leyes internas del mundo, porque se concentra sobre l en forma de meditacinsostenida. El drama barroco es, en esta interpretacin, una reflexin ininterrumpida sobre la historia

    cuando sta se presenta en estado de decadencia y de irreversible ruina.La historia de la decadencia coincide con aquello que Benjamin denomina historia natural, y que

    Adorno en 1932 expone, no casualmente, apelando a sus grandes artfices en el terreno de la esttica:Benjamin y Lukcs.20

    Sin entrar en esta compleja idea, mencionemos slo que en el Trauerspielbuch sta se anuda a lateologa juda. En la Introduccin del libro que Panofsky no conoci _ si es cierto que recibi slo elcaptulo dedicado a la melancola_ se desarrolla una fundamentacin crtica del conocimiento quesepara a las Ideas divinas, donde reside la Verdad, del mundo de los fenmenos, oscuros y carentes desentido . No obstante, la Revelacin de las Ideas que el filsofo persigue con vocacin ertica ymesinica, deba atravesar la costra de ese mundo vaco, mostrando su historia verdadera en trminos

    17BENJAMIN, Walter EL origen del drama barroco Alemn, op. cit., p. 146.

    18

    BURUCA, Jos Emilio Historia, Arte, Cultura. De Aby Warburg a Carlo Ginzburg, op. cit., p. 44.19BENJAMIN, Walter EL origen del drama barroco Alemn, op. cit, pp. 131 y 132.

    20ADORNO, Theodor La idea de una historia natural, Paids, Barcelona, 1991

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    de decadencia y transitoriedad. Tal es el sentido teolgico-poltico de su idea de historia natural, y queconserva sin lugar a dudas, hasta sus Tesis de Filosofa de la Historia.

    Y es que Benjamin, ese alucinado inquisidor de las Ideas, ese angustioso amante de una Verdad fueradel mundo, pensaba el anlisis del Barroco, de sus imgenes y rasgos expresivos, como exposicin deuna Idea de historia, que dependa de aquel fondo metafsico y teolgico. Mucho del acentogravemente mstico de la Introduccin se cuela en el captulo sobre la melancola. No debe extraarnosque para l el Barroco repita la decadencia de la criatura, sobrevenida en el momento primordial de laCada.

    Seguramente el alcance metafsico, sustancialista y teolgico no se disimula detrs de la fuerteinfluencia de Panofsky, de forma tal que el tono mismo del captulo debe haber resultado difcil deaceptar para ste si, como sostena Scholem, el antisustancialismo de Cassirer inspiraba al grupo deWarburg.

    Muy lejos de tesis ontolgicas, la obra de Panofsky y Saxl es un inmenso muestrario, un atlas de lasformas de pensar, gesticular, o retratar, escribir, curar o conjurar aquello que de modos diferentes,haba sido entendido desde la antigedad como melancola.

    Las diferencias de trasfondo filosfico saltan a la vista, del mismo modo que los detalles, las citas, y la

    erudicin de apoyo que Benjamin encontr en los autores warburgianos.