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1 Proyecto MUSE Investigaciones de hoy. Inspiraciones de mañana. La Sabiduría de los Ancianos: Memorias Sociales Inuvialuit de Continuidad y Cambio en el Siglo Veinte Natasha Lyons Artic Anthropology, Vol. 47, N°1, pp.22-38, 2010. Publicado por la Prensa de la Universidad de Wisconsin. DOI: 10.1353/arc.0.0034. Para información adicional sobre este artículo. http://muse.jhu.edu/journals/arc/summary/v047/47.1.lyons.html La Sabiduría de los Ancianos: Memorias Sociales Inuvialuit de Continuidad y Cambio en el Siglo Veinte Natasha Lyons Department of Archaeology Simon Fraser University, 8888 University Drive, Burnaby, BC V5A 1S6 Resumen. Los Inuvialuit del Ártico Occidental canadiense no son ajenos al cambio. Desde la llegada de los balleneros, hacia el año 1890, experimentaron un siglo de monumentales agitaciones sociales. Tal vez, en contra de las probabilidades, ellos sostuvieron muchas de sus actividades socioeconómicas tradicionales y continuaron con un estilo de vida basado en la tierra a través de gran parte del siglo veinte. Con unas pocas notables excepciones, los registros históricos de este período fueron escritos por gente de otras culturas, quienes transmitieron sus propias perspectivas sobre la cultura Inuvialuit. Este artículo se centra en las memorias sociales de los Ancianos Inuvialuit de la actualidad, quienes relatan aspectos de sus modos de vida a través del siglo veinte, incluyendo prácticas estacionales, habilidades tradicionales que ellos mantuvieron, y respuestas a los eventos históricos que desafiaron sus modos de vida y estimularon continuos cambios. Estas narrativas orales forman parte de una historia más larga para las generaciones subsiguientes, y una plataforma desde la cual construir identidades contemporáneas y negociar un futuro colectivo.

Lyons 2010

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    Proyecto MUSE Investigaciones de hoy. Inspiraciones de

    maana.

    La Sabidura de los Ancianos: Memorias

    Sociales Inuvialuit de Continuidad y

    Cambio en el Siglo Veinte

    Natasha Lyons

    Artic Anthropology, Vol. 47, N1, pp.22-38, 2010. Publicado por la Prensa de la Universidad de Wisconsin. DOI: 10.1353/arc.0.0034. Para informacin adicional

    sobre este artculo.

    http://muse.jhu.edu/journals/arc/summary/v047/47.1.lyons.html

    La Sabidura de los Ancianos: Memorias Sociales

    Inuvialuit de Continuidad y Cambio en el Siglo Veinte Natasha Lyons

    Department of Archaeology

    Simon Fraser University, 8888 University Drive, Burnaby, BC V5A 1S6

    Resumen. Los Inuvialuit del rtico Occidental canadiense no son ajenos al cambio. Desde la

    llegada de los balleneros, hacia el ao 1890, experimentaron un siglo de monumentales

    agitaciones sociales. Tal vez, en contra de las probabilidades, ellos sostuvieron muchas de

    sus actividades socioeconmicas tradicionales y continuaron con un estilo de vida basado

    en la tierra a travs de gran parte del siglo veinte. Con unas pocas notables excepciones,

    los registros histricos de este perodo fueron escritos por gente de otras culturas, quienes

    transmitieron sus propias perspectivas sobre la cultura Inuvialuit. Este artculo se centra en

    las memorias sociales de los Ancianos Inuvialuit de la actualidad, quienes relatan aspectos

    de sus modos de vida a travs del siglo veinte, incluyendo prcticas estacionales,

    habilidades tradicionales que ellos mantuvieron, y respuestas a los eventos histricos que

    desafiaron sus modos de vida y estimularon continuos cambios. Estas narrativas orales

    forman parte de una historia ms larga para las generaciones subsiguientes, y una

    plataforma desde la cual construir identidades contemporneas y negociar un futuro

    colectivo.

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    Como otros grupos indgenas del norte, los Inuvialuit del rtico Occidental canadiense tienen su propio sentido del pasado. Este sentido deriva de su larga permanencia en el bajo Delta del Makenzie y regiones costeras adyacentes (Fig. 1) y de su sentido colectivo de identidad. De acuerdo con sus propios relatos, los Inuvialuit han vivido en esta regin desde tiempos inmemoriales (Kolausok 2005). En trminos arqueolgicos, se piensa que los Inuvialuit descendieron de los Thule pre-contacto, y sus distintivos patrones sociales, econmicos y polticos se desarrollaron a travs del curso de los ltimos seiscientos a setecientos aos (Alunik, Kolausok, y Morrison 2003:10; Friesen y Arnold 2008:534). Para el momento en que los Inuvialuit se encontraron por primera vez con los europeos, ellos vivan en una serie de grupos nombrados que formaban colectivamente una de las poblaciones ms concentradas en el norte circumpolar (Alunik, Kolausok, and Morrison 2003:14-17; McGhee 1974:xi; Stefansson 1919:22-23). Las identidades Inuvialuit son elaboradas desde los relatos colectivos, canciones, tradiciones y memorias colectivas de su amplio y variado pasado. Como grupo, sin embargo, los Inuvialuit a menudo han sufrido los efectos de la homogeneizacin de los pueblos y del conocimiento Inuit, as sus historias orales son subrepresentadas tanto en la literatura oral como en la literatura textual del norte (Cournoyea en Lyons 2007:231). Parte de la responsabilidad de esta subrepresentacin yace en la temprana y sostenida historia de contacto entre los Inuvialuit y los eurocanadienses y americanos forneos. Los contactos concertados comenzaron en el final del siglo diecinueve con la llegada de balleneros extranjeros, quienes suplantaran las industrias indgenas groenlandesas del arco y la flecha de los inuvialuit y sus vecinos Inupiat de Alaska. Contactos con los balleneros, misioneros comerciantes, y la RCMP (Real Polica Montada del Canad), alteraran sustancial e irrevocablemente los patrones sociales, econmicos y polticos tradicionales de la gente local. Los Inuvialuit no fueron receptores pasivos de este proceso, sino participantes activos en una realidad socioeconmica rpidamente cambiante (V. Allen en Lyons 2007:31).

    Figura 1. Mapa mostrando la Regin de Asentamiento Inuvialuit, establecida en 1984 (Lyons 2007:122).

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    Una bien documentada serie de cambios sociales acompaaron esta integracin dentro del sistema mundial capitalista (cf., Friesen 1996). Uno de los cambios sociales ms penetrantes fue la colonizacin literal de las estructuras pedaggicas y de instruccin tradicionales entre los indgenas septentrionales. Los eurocanadienses recin llegados introdujeron formas escritas de registros, libros, relatos que desplazaran las formas tradicionales de transmisin oral (Lyons 2007:11-12). Las escuelas de las misiones quitaron la educacin tradicional de las manos de los padres y abuelos y la colocaron en las manos de instituciones religiosas occidentales, y ms tarde en el Estado (Kolausok 2005). Confrontados con el ataque de lenguas extranjeras y el rgimen ideolgico y moral de las escuelas de las misiones, a travs del curso del siglo veinte muchos Inuvialuit perdieron su habilidad para hablar sus propias lenguas. Al mismo tiempo, historias de forneos se volvieron los reportes normativos del pasado de los Inuvialuit. Gente de otras culturas (cultural outsiders) produjeron una coleccin de relatos escritos de la historia Inuvialuit, relatos que inevitablemente reflejaban los puntos de vista y las circunstancias que estos autores pregonaban, ms que los de los Inuvialuit mismos. En las palabras de Julie Cruikshanks (1998:5), estas narrativas externas se convirtieron en afirmaciones autorizantes, la base sobre la cual las instituciones coloniales llevaban a cabo decisiones polticas la Compaa de la Baha de Hudson, la iglesia, y el gobierno. Este proceso quit de las manos de la gente local, la autoridad para el autogobierno, la autopromocin, y la autorepresentacin y legitim el rol de los extranjeros en la toma de decisiones desde lejos. An, a pesar de los efectos omnipotentes de las fuerzas colonizadoras, los Inuvialuit han mantenido elsticamente sus identidades y hasta han afirmado una renovacin cultural en las dcadas recientes (Lyons 2007, 2009). Las memorias sociales de los inicios hasta mediados del siglo veinte permanecen vibrantes e intactas entre los Ancianos. Las formas de transmisin oral y conocimiento Inuvialuit han sobrevivido en el pasaje de relatos entre las familias, la enseanza de las habilidades basadas en la tierra, y los esfuerzos por perpetuar la lengua. A diferencia de las explicaciones forneas sobre la historia de su regin, las versiones Inuvialuit caracterizan su propia gente y sus familias, sus propias interacciones con la tierra, elementos, y recursos, y sus propios clculos de las interacciones y eventos memorables. Hasta que recientemente, la gran mayora de las historias sobre la vida en la tierra han sido contadas en compaa de la familia, en el hogar, en el campamento, y durante la prctica de las actividades tradicionales. Muy pocas de estas narraciones han sido registradas en pinturas por los Inuvialuit, quienes deseaban conmemorar un tiempo y un estilo de vida que ellos sentan que estaba pasando de vista. Los nuligak (1966:160), en sus memorias de una vida de trampeo y caza de ballenas en las primeras dcadas del siglo veinte, decan: Tales eran nuestras costumbres, nuestra manera de vivir. Nosotros estamos perdindolas. Los Inuit jvenes estn aprendiendo el modo de vida del hombre blanco, mientras que el nuestro est desapareciendo. En el prlogo de Mi nombre es Masak, las memorias de Alice French (1976:vii-viii), el entonces miembro del Parlamento Wally Firth escribi: Nuestra historia ha sido largamente escrita por forneos, y esas historias a menudo no mencionan personas como la familia de Alice. Sin embargo, uno nunca puede entender el Norte sin conocer su gente. Mi nombre es Masak es la historia de una nortea en sus propias palabras. El Norte nunca ms ser igual, pero las memorias de Alice ayudarn a mantener vivo el pasando reciente. Ms recientemente, una franja de recursos de historia oral, pintura, materiales visuales, documentales y recursos web, estn siendo producidos por y con los Inuvialuit para usar en sus propias comunidades (ej., Alunik 1998; Alunik, Kolausok, and Morrison 2003; Cournoyea 1997; Hart 1997, 199, 2001; Hart y Amos 2004; Hart y Cockney 1998; Hart e Inuvialuit Co-researchers 2001;

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    Sociedad de Comunicacin Inuvialuit n.d. a, b, c; Nagy 1994, 2002, 2006; Nasogaluak y Cockney 1996; Kolausok 1999; Parques de Canad 2004; Centro de Patrimonio de Prince of Wales Northern n.d.; Radford 2005). Este artculo se centra en las memorias sociales de los Ancianos Inuvialuit de la actualidad, quienes relatan aspectos de sus modos de vida desde comienzos hasta mediados del siglo veinte. Las memorias sociales, como se ha mencionado anteriormente, son un lugar de actuacin mediante el cual los miembros de la comunidad Inuvialuit pueden negociar su identidad en relacin al pasado, y una plataforma desde la cual ellos pueden planear un futuro comn. Las memorias colectivas de los Inuvialuit se diferencian en nfasis y naturaleza de las versiones externas de la historia Inuvialuit, y estas divergencias son discutidas en relacin a las narrativas de los Ancianos sobre pedagoga tradicional, vida en los arbustos y participacin en las nuevas actividades en el pueblo. El artculo se basa en primer lugar en entrevistas sobre historia oral llevadas a cabo con los Ancianos Inuvialuit y con los miembros de la comunidad entre 2005 y 2007, como parte de un proyecto ms amplio que examina las representaciones Inuvialuit del pasado (Lyons 2007, 2008, 2009). Los detalles de estas entrevistas son presentados en el Apndice 1. Mientras que la discusin aqu presentada est confinada a los lmites de un artculo escrito, debera reconocerse que la conversacin ms amplia alrededor de esas narrativas forma un vvido y actual discurso en los hogares y lugares de trabajo de los Inuvialuit de la actualidad.

    Este artculo se organiza como sigue. Comienza con una explicacin abreviada de las interacciones histricas entre los Inuvialuit con otros grupos culturales, que contribuyeron sustancialmente a las concepciones Inuvialuit de s mismos y de su identidad. Se indican luego conceptos de memoria social, particularmente en lo que corresponde a las sociedades indgenas que tradicionalmente practicaron una tradicin oral. En la seccin principal de este artculo se exploran las memorias sociales de los Ancianos Inuvialuit que presenta relatos sobre sus experiencias en relacin a diversos aspectos de la vida basada en los recursos del territorio y de la vida en el poblado durante el siglo veinte. La discusin examina la memoria social Inuvialuit al intersectar con versiones creadas por los otros es decir, forneos a los cuales los Inuvialuit actuales les estn reclamando sus derechos, el derecho a contar su propio pasado en formas culturalmente distintivas y apropiadas.

    Historia e Identidad Inuvialuit

    Desde el tiempo de la memoria viva y escrita, los Inuvialuit han mantenido largas y variadas relaciones con otros grupos indgenas en el rtico occidental y con forneos procedentes de Europa. Estas interacciones han colaborado continuamente para definir un sentido de colectividad e identidad Inuvialuit (ver Lyons 2009 para un versin ms completa). Previo al contacto con personas eurocanadienses y americanas, los grupos Inuvialuit tradicionales rara vez se aventuraron lejos ro arriba, al tener ms que recursos suficientes en su rea costera de captacin. El advenimiento del comercio extranjero introdujo nuevas posibilidades para adquisiciones materiales y condujo cautelosamente a los Inuvialuit ro arriba, al Fuerte McPherson y dentro del territorio de sus tradicionales enemigos, los Gwichin, a mediados del siglo diecinueve (McGhee 1974:2-4). A finales del siglo, ambos grupos habran sido conducidos al intenso torbellino de la industria ballenera, cuyo centro adoptado fue la isla Herschel. Herschel presentaba un escenario de interaccin sin precedentes entre pueblos indgenas regionales, y entre ellos y gente de otras culturas (cultural outsiders). Dene y Nunaatarmiut (un trmino que en este contexto incluye tanto a Inuit interiores como Inupiat costeros de Alaska; Stefansson 1919:10-11) fueron dirigidos hacia el rol de aprovisionadores de balleneros con partida terrestre (Bockstoce 1986:275), mientras la tripulacin ballenera era primariamente de origen Inupiat, Inuit Siberiano, y polinesio (Alunik, Kolausok, and Morrison 2003:80, 82). Los inuvialuit encontraron su principal rol en esta mezcla como comerciantes de pieles (Alunik, Kolausok, y Morrison

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    2003:8384). La lengua franca que surgi de estas vvidas interacciones culturales incluy formas pidgin del ingls, y entre los Inuit, el Nunaatarmiut (cf. Bockstoce 1986:194; Stefansson 1919:195).

    Hacia 1910, las prcticas voraces de los balleneros haban diezmado tanto las poblaciones locales de ballenas como las poblaciones terrestres de carib. Esta devastacin medioambiental intensific las migraciones de los Inupiat de Alaska dentro del delta del ro Mackenzie, que ya haba comenzado antes de la llegada de los balleneros (Burch 1998:373374; Freeman, Wein, y Keith 1992; Usher 1971). Los Inuvialuit, Inupiat, Gwichin, los eurocanadienses y otros grupos tnicos, se congregaron en los poblados de las nacientes del delta, incluyendo los poblados nuevos de Aklavik y la posterior Inuvik. Vastas disparidades emergieron con las oportunidades de trabajo asalariado entre las poblaciones aborgenes y no aborgenes de Inuvik en la dcada de 1950, y cuando se combinaron con patrones de asentamiento segregado, crearon antipata entre estas poblaciones (Smith 1971). En contraste, barrios cercanos habitados y residencias de escolaridad obligatoria fomentaron un gran sentido de solidaridad entre las dispares gentes indgenas del delta (ver explicaciones en Hamilton 1994:13337; Honigmann y Honigmann 1970:39). Los intercambios de matrimonio entre estos grupos se volvieron muy comunes, pero ciertamente an ms entre los Inupiat y los Inuvialuit, quienes ya tenan una larga historia de comercio e intercambios matrimoniales (Stefansson 1919:155). Para este momento, ambas poblaciones haban sufrido considerablemente a causa de las enfermedades europeas (Alunik, Kolausok, y Morrison 2003:77, 89, 110; McGhee 1974:5). Las comunidades contemporneas Inuvialuit en Aklavik e Inuvik, de las cuales deriva una parte de los Ancianos, hablan uno de los dialectos Inuvialuktun o el fcilmente inteligible Inupiaq. Muchos Ancianos de estas comunidades mantienen relaciones con la ladera norte de Alaska; algunos de ellos son quienes realizan los reclamos de la tierra en ambas reas. Miembros de esta generacin tienen a menudo un sentido flexible de identidad tnica, reafirman su identidad Inupiat en un contexto social y su identidad Inuvialuit en otro (Lyons 2009:72). Sus historias de inmigracin son un rasgo prominente de las historias familiares (ej., Alunik 1998; Lyons 2008; Nagy 1994). Los gwichin y los inuvialuit tambin viven lado a lado con las comunidades actuales del delta, y se han intercambiado en matrimonio ampliamente. Los gwichin administran su propia tierra reclamada. A pesar de una compleja historia con muchas aristas, en el ltimo medio siglo un sentido inuvialuit de nosotros ha rejuvenecido ms que disminuido. La agitacin y la negociacin para los reclamos de la tierra sirvieron para reunir a los habitantes originales del bajo delta alrededor de un sentido de colectividad y vincularlos juntos en nuevas formaciones (Acuerdo Final Inuvialuit 1984; Lyons 2009). La administracin del reclamo ha conducido al desarrollo de programas sociales, culturales y econmicos que han enfocado las energas Inuvialuit en el reclamo de la lengua, compartiendo un sentido Inuvialuit de la historia con el mundo exterior y encontrando maneras de volverse econmicamente competitivos y viables. La memoria individual y colectiva de los ancianos inuvialuit de hoy reforz consistentemente tanto la idea de la flexibilidad como de la continuidad de una identidad inuvialuit en medio de los cambios profundos que han atravesado.

    Conceptos de Memoria Social

    Memoria Social hace referencia al proceso que una comunidad asume en recordar una historia comunitaria y compartida. Un pasado colectivo seala tanto las memorias y las historias de vida de sus miembros individuales, como el contexto social que experimentan todos juntos. Aunque las memorias son siempre individuales, Beiner (2007:23) hace notar que la transmisin, el rendimiento y la recepcin personal de la tierra relata una experiencia colectiva, basada en la comunidad, que a menudo est implcita en el modo en que los narradores tienden a

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    alternar, inconscientemente, entre el uso de la primera persona del singular (yo) y la del plural (nosotros). Las memorias son frecuentemente producidas a travs de la integracin social por ejemplo, por un grupo de ancianos trabajando juntos para recordar los lineamientos particulares de conmemorar hechos o experiencias compartidas. Dependiendo de las reuniones individuales o de grupo, cualquier conjunto de reminiscencias privilegiar ciertas memorias a expensas de otras. De esta manera, algunas memorias y eventos pasarn a formar parte de los conocimientos adquiridos, mientras que otras desaparecern de la memoria colectiva. Ms an, ciertas memorias son construidas de maneras nicas por cada generacin subsiguiente. A travs de largos perodos de tiempo, las memorias sociales se transforman desde experimentales y personales a abstractas y referenciales (Kuijt 2008:174).

    Las memorias sociales son parte integral de todas las sociedades porque estructuran nuestra comprensin actual del mundo. Los mitos sobre la fundacin de Amrica, por ejemplo, crean expectativas contemporneas y sanciones sociales para la conducta individual, la movilidad social y la libertad de discurso. De modo similar, en las comunidades aborgenes, el presente es visto a travs de los lentes de las experiencias pasadas, expectativas, eventos, lugares y objetos que son parte de una historia colectiva. En este sentido, el Camino de las Lgrimas1 o la Batalla del Pequeo Cimarrn2 han ganado un significado simblico bastante diferente de los eventos que ocurren en la actualidad (ej., Deloria 1969, 1974). Connerton (1989:3-4) sugiere que nuestra experiencia del presente depende ampliamente de nuestro conocimiento del pasado, y que nuestras imgenes del pasado sirven comnmente para legitimar un orden social presente. As, el pasado no slo informa el origen de las circunstancias del presente, sino tambin la comprensin de la evolucin de esas circunstancias histricas que influencian en cmo el futuro es negociado dentro o entre los grupos (Tonkin 1992:1).

    La historia de Amrica del Norte, y de las sociedades occidentales en general, documenta el crecimiento hacia la hegemona de los recursos textuales y la prdida de atencin a la memoria oral como una fuente de historia y conocimiento (Fentress y Wickham 1992:8). La columna vertebral cultural que sustenta las perspectivas de los eurocanadienses y de los colonizadores americanos es el aumento del modernismo y la parafernalia que acompaa a la civilizacin (Pratt 2004). Los colonizadores mantuvieron un sentido de superioridad sobre la exactitud de esta visin del mundo y la afirmaron en sus interacciones, sus polticas y propsitos.1 Las sensibilidades modernistas alrededor de la naturaleza conquistadora fomentaron polticas de extraccin masiva y control de los recursos aparentemente ilimitados al interior de esta terra nulius norteamericana (cf., Cruikshank 1998:4; Morrison 1998:130).

    Mientras que los reportes de los primeros contactos entre los inuvialuit y los forneos han sido relatados slo desde la perspectiva de los ltimos, remembranzas del siglo veinte residen an entre los ancianos vivientes. Los ancianos cuentan sus interacciones con forneos y sus experiencias de este perodo desde diferentes puntos de vista y con diferente nfasis con respecto a aquellas registradas en las historias escritas, como se explic

    1 N.del T. El camino de las lgrimas fue la ruta de migracin de la nacin Cherokee , llevada a cabo entre 1838-1829 cuando

    el gobierno federal forz a su traslado del territorio sudoeste de los Estados Unidos al territorio indio actual en Oklahoma.

    La relocalizacin fue el resultado de la poltica gubernamental orientada a la apertura de las tierras del este a los

    inmigrantes europeos y americanos y provea de hogar permanente a los pueblos nativos del oeste.

    2 La batalla de Pequeo Cimarrn, (Little Bighorn Battle), en 1878 fue la mayor victoria de los indios Sioux y Cheyennes sobre los

    blancos.

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    anteriormente. Estos registros demuestran que hay un corpus significativo de memoria social entre la comunidad inuvialuit que informa el modo como los individuos perciben tanto el pasado como el presente. Sus hijos los negociadores, administradores, maestros y lderes de las comunidades inuvialuit del presente- usan este conocimiento como una manera de entender y apreciar un pasado colectivo, pero tambin como una plataforma para afirmar sus identidades actuales y negociar su futuro colectivo.

    Memorias Sociales de los inuvialuit de mediados del siglo XX Las discusiones sobre la memoria social de los inuvialuit presentadas anteriormente son trazadas a partir de la vida de los ancianos inuvialuit del presente, nacidos en el territorio en las dcadas de 1920, 1930 y 1940. Las memorias aqu encapsuladas se extienden a lo largo de gran parte del siglo XX, buscando, en general, la participacin de este cuerpo de ancianos en los eventos y circunstancias histricas de la historia reciente del delta. La mayora de los 25 ancianos con quienes trabaj fueron entrevistados en varias ocasiones, lo que me permiti reconstruir parte de las historias de vida para ellos (ver Apndice 1 para una lista de los ancianos y detalles de las entrevistas; ver Lyons 2007 para detalles biogrficos y fotografas de los ancianos participantes). Nuestra discusin cubri una amplia gama de tpicos, siguiendo las experiencias e intereses de cada individuo, las cuales convergieron alrededor de ciertos temas y divergieron de manera importante. Un rea de convergencia se relaciona a la pedagoga inuvialuit. Todos los ancianos entrevistados fueron criados en un estilo de vida basado en el uso de los recursos del territorio. En sus primeros aos, se les ense a cmo pensar y cmo ser inuvialuit (o inupiat, dependiendo del caso), lo que les provey de una cierta perspectiva para ver y contemplar al mundo. La seccin Pedagoga inuvialuit captura las discusiones de los ancianos en sus primeros aos, particularmente, cmo eran conscientemente criados y educados en las maneras inuvialuit por sus cuidadores y educadores. La mayor parte se basaba en la instruccin de habilidades para el uso del territorio. En la seccin Vida en el Monte, los ancianos discuten las formas en las que desarrollaban sus conocimientos de la tierra, cumplan los roles y las responsabilidades que ellos asuman y las actividades que practicaban conforme crecieron hasta la edad adulta. Esta crianza en las maneras de ser inuvialuit y conocer el mundo tambin provey a estos ancianos quienes creceran para ser ellos mismos padres, educadores y lderes- con un marco para negociar su camino a travs de las experiencias en su mundo cambiante. Todos estos ancianos describieron las presiones y desafos para adaptarse a un modo de vida basado en el poblado como una parte importante de sus vidas. Nuevas experiencias en el poblado discute el traslado de las familias inuvialuit dentro de comunidades asentadas sobre una base de crecimiento permanente, en un perodo en el cual el estado demandaba educacin de tiempo completo para los hijos y cmo la economa local cambiaba hacia un mayor nfasis en el trabajo asalariado.

    Pedagoga inuvialuit

    Los ancianos inuvialuit contemporneos fueron criados en una era de cambios calamitosos. En la primera dcada del siglo veinte, los inuvialuit experimentaron una rpida transicin desde una industria ballenera a una economa de comercio de pieles. Esta transicin fue acompaada por un desarrollo del medioambiente socioeconmico que dependa parcialmente del conocimiento y las actividades tradicionales y era en parte condicionado, por las necesidades estructurales del boom del comercio de pieles. Durante principios de siglo, nuevas comunidades establecidas en el delta atrajeron una creciente infraestructura y asentamientos permanentes. Los inuvialuit, gente costera, nunca haban vivido ro arriba en una base permanente ni se haban focalizado en un estilo de vida basada en el trampeo. (Ushher 1971: 178). An para la dcada de 1920 y 1930, los inuvialuit y sus

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    vecinos haban aprovechado las oportunidades de un pujante comercio de pieles y se haban convertido en uno de los tramperos ms exitosos en el mundo (D. C. Gordon en Lyons 2007:25; Usher 1971). Durante gran parte del siglo, los inuvialuit continuaron viviendo un estilo de vida basado en los recursos del territorio, aunque condicionado a las necesidades de produccin de mercancas para un mercado externo. Prcticamente todos los inuvialuit ancianos de esta era nacieron en el territorio, o, como David Roland, en una casa de nieve sobre el hielo del mar. Ellos fueron criados a la manera tradicional, usualmente por padres y abuelos quienes estaban constantemente cazando y trampeando para proveerlos. Las familias tenan muchos campamentos todo a lo largo de la costa y del delta, en los que confiaban para un conjunto de recursos estacionales pescado, carib, belugas, pieles de osos, bayas y medicinas. De acuerdo a estos ancianos, el enfoque en la supervivencia era primordial. Rosie Archie observ: Si sos holgazn, pasars hambre! [risas] Debers trabajar duro para conseguir tu comida, caza y esa es la razn por la que nuestros padres nunca estaban en casa. Mi padre siempre sala a cazar perdices o cosas por el estilo. Hasta a veces l acampaba (R. Archie en Lyons 2007:166). Su hermano Jacob, entre otros ancianos, subray la tica del trabajo requerido para este estilo de vida: Debers trabajar duro para sobrevivir (J. Archie en Lyons 2007:166). En este medio ambiente, los nios estaban atentos y eran activos aprendices, absorbiendo por observacin. A una edad bien avanzada, ellos aprendieron a anticipar las necesidades de sus ancianos y a realizar tareas claves antes de que se les pidieran - chequear nidos, ir por agua, cortar madera, o una gran cantidad de de otras actividades requeridas para una vida desarrollada cerca de la tierra. Prcticamente todas las habilidades necesarias para este estilo de vida eran adquiridas por observacin y prctica, como ejemplifica una mujer inuvialuit en los siguientes pasajes. Ida Inglangasuk: Mi mam cosa muchsimo. Parcas, zapatos, botas resistentes al agua, ella haca eso con piel de foca. Realmente livianosS, as es como yo aprend a coser y cortar (Inglangasuk en Lyons 2008:278). Alice Husky: S, yo la observaba cuando ella cosa. Ella nunca me enseaba pero yo la observaba. Bueno, mi madre muri cuando yo tena doce aos, creo, en 1948. Yo he tratado de coser por m misma desde que tena doce aos Bueno, realmente no tuve otra opcin. Nosotros vivamos en el monte y yo tuve que aprender las cosas sola. (Husky en Lyons 2008:377). Sheba Selamio: Hace mucho tiempo atrs no vivamos como hoy. Nosotros simplemente aprendimos todo, a preparar la comida, a almacenarla. Cuando ellos cazaban mi mam siempre me dejaba cortar la carne. Cmo secar la carne. Todo. (Selamio en Lyons 2008:146). Los jvenes inuvialuit aprendan una serie complementaria de habilidades.2 Colin Harry contaba como aprendi de su padre a hacer anzuelos, cuchillos, arpones y derribar rboles. Vctor Allen confirm el hecho de que [nosotros] no tenamos problemas para conseguir alimento. Nosotros slo aprendimos a trabajar Trabajos de todo tipo, cualquier cosa. En vez de jugar por ah (Fig. 2; V. Allen en Lyons 2008:519). l tambin especific el modo por el cual el conocimiento le fue transferido a l y a sus hermanos: Yo hago mis arpones slo despus de que mi abuelo muri. Pero antes de eso, todo es el abuelo. l es quien hace, nosotros los ayudantes Nosotros no ramos ricos, pero nunca pasamos hambre. Ese es el nombre del juego justo aqu nosotros ramos

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    orgullosos, orgullosos de estar justo aqu, sabes. A veces, [el juego] no era tan bueno, pero nosotros decamos ah [se re] (V. Allen en Lyons 2008:515). Todos estos ancianos hablaron con gran admiracin sobre los miembros de las generaciones de sus abuelos y las precedentes. Conforme fueron creciendo, tambin se hicieron conscientes del hecho de que ellos haban recibido enseanzas de un antiguo conocimiento probado y verdadero, conocimiento que estaba constantemente adaptndose a las condiciones medioambientales siempre cambiantes de la regin. Sus abuelos no slo los entrenaron en las destrezas necesarias para convertirse en adultos exitosos, sino que tambin influenciaron las decisiones que ellos tomaron para negociar un nuevo medioambiente social. Ellos les ensearon modelos de roles a travs de ser ellos mismos. David Roland not que el Viejo irlands Kuiyura, quien instal una tienda en la vertiente Norte del Yukn en la Baha de Hudson, le ense a l a escribir en ingls e inuvialuktun, adems de ensearle a administrar la tienda de libros: l llev paso la escuela , [l mismo ense] su ABC! (Roland en Lyons 2008:17). Hoy, los diarios del Viejo Irlands en la forma de registros sobre el clima y las transacciones de la tienda, son mantenidos por sus descendientes como una reliquia familiar. El abuelo de Vctor Allen reconoci que algunos elementos de la tecnologa tradicional ya han pasado de moda: Cuando yo estaba creciendo, tenamos armas, compases [etc.], y los usbamos!...Tenamos motores intraborda; yo manej esos motores por muchos aos. Aprend a manejarlos por mi Daduk. En su afirmacin, su abuelo ya era civilizado! Estos hombres compraban goletas3: compraban motores fuera de borda, eran inteligentes! (V. Allen en Lyons 2008:522). Los ancianos tambin enfatizaron que la vida en el territorio era divertida. Nellie Arey dijo, Cuando mi Daduk estaba vivo, tenamos mucho trabajo. Oh s, Yo lo disfrutaba! Yo amaba hacer lo que l me deca que hiciera! (Arey en Lyons 2007:31). Aparte de la evidente diversin, los ancianos tambin sienten que reciban una educacin comprensiva. Recordar las habilidades que aprendan los lleva a reflexionar sobre la educacin que sus propios hijos y nietos estn recibiendo dentro del sistema educativo actual. Hoy, ellos afirman generalmente, que hay menos riesgo envuelto en el estilo de vida inuvialuit, pero ms holgazanera. Sheba Selamio siente que tanto la disciplina como la diversin parecen haberse perdido en los modelos actuales de pedagoga: tiempo atrs, [nosotros] pasbamos el tiempo [establecido por] mi mam y pap. Nueve en punto, diez en punto, volvas a casa. Nosotros nos acostumbramos a eso, aprendimos. Bueno, hoy los nios slo hacen lo que quieren, es por eso que [ellos hacen] mucho lo (Selamio en Lyons 2008:147). Sin embargo, cuando son expuestos a la vida en el territorio, los nios de hoy absorben rpidamente sus propias lenguas y habilidades tradicionales. Nellie Arey comenta que sus nietos adoran pasar tiempo en su campamento costero: mis nietos me siguen todo el tiempo. Especialmente mis nietos varones. Como su abuelo antes que ella, Nellie tiene como objetivo ensear a sus nietos sobre su pasado colectivo. Porque tienen que aprender lo que nosotros [hicimos] tiempo atrs y cmo solamos vivir (Arey en Lyons 2008:183).

    3 N.de T. Embarcacin fina, de bordas poco elevadas, con dos palos o ms, y velas tipo cangrejo en cada

    uno.

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    Figura 2. Vctor Allen, anciano inuvialuit, 2005.

    La vida en el monte

    La vida en el monte era tanto rigurosa como gratificante. Las familias inuvialuit integraban el conocimiento antiguo con nuevas tecnologas en un patrn estacional que era marcado por las estaciones de caza y recoleccin. En las primeras dcadas del siglo, tramperos y sus familias continuaban viviendo en el territorio y viajaban estacionalmente a los puestos de comercio, tal como lo haca la pujante comunidad de Aklavik. Sin embargo, el delta se volvera cada vez ms poblado, mientras el siglo avanzaba, a causa de la continua inmigracin de los inupiat de Alaska (Usher 1971:178). En consecuencia , el comercio de pieles se volvi cada vez ms burocratizado, resultando en el eventual sistema de lneas de trampa registradas (Wolforth 1965).

    Sin embargo, las memorias de los ancianos inuvialuit sobre la vida en el monte, giran en torno a los ritmos de las actividades estacionales (Fig. 3). Barbra Allen (Fig. 4) describe la progresin estacional:

    La temporada de caza de la rata [a]lmizclera empieza en Marzo [y llega] hasta el 15 de Junio. Antes de todo eso, en invierno, en un determinado momento t tienes que obtener los animales de peletera como visones y zorros y zorros blancos y todo eso Tan pronto como empieza a estar ms clido, no se caza ms visones y zorros y eso. Nosotros vivimos, en ese momento, como estacionalmenteEn poca de otoo ellos tambin van a cazar carib, mucho carib en otoo, suficiente para todo el invierno. Y entonces tambin hay una poca para pescar, en la poca de otoo, t tienes que tener suficiente pescado para que dure todo el ao para los perros y para ti mismo (B. Allen in Lyons 2008:100). Los ancianos contemporneos ingresaron a este estilo de vida a una edad muy temprana. Muchos

    inuvialuit en este momento sufrieron de tuberculosis y pasaron largos perodos en el hospital, y se esperaba que

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    los nios cuidaran de sus hermanos menores y ayudaran a proveer a la familia. Esto impidi que muchos nios o vayan a las escuelas de las misiones o fueran capaces de quedarse por un perodo prolongado. Moses Kayout dej la escuela cuando tena once aos para ayudar a su familia, porque su madre estaba enferma. Moses atrapaba ratas almizcleras cada ao, el principal recurso de pieles del delta. l y muchos de sus contemporneos adquirieron las habilidades necesarias para valrselas por s mismos en los primeros aos de la adolescencia. El estilo de vida de trampeo implicaba largos perodos viajando en los montes, intercalados con cortos viajes al pueblo a reabastecerse y comercializar. En el siguiente dilogo , Moses Kayotuk (en Lyons 2008: 103:-4) habla conmigo sobre las tribulaciones envueltas en las venidas al pueblo:

    NL: Cun a menudo venas a Aklavik para comerciar? MK: Nosotros no venamos mucho. Es muy lejos y no haba trineo. Es leeeeeejos. [riendo]

    Figure 3. Goletas inuvialuit arriando en Aklavik despus de la temporada de ballenas, ca. 1925 (NWT

    Archives N-1991-041:0011).

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    Figura 4. Alice Husky y Brbra Allen, ancianas inuvialuit, 2005.

    NL: Entonces eso se haca con el equipo- de perros? MK: S. Despus que rompes el trineo est bien. Toma alrededor de un da y medio, dos das, hasta que rompes el trineo. Es cuando yo aprend a cmo hacer mi casa de nieve. NL: De verdad? Cundo fue eso? MK: Arriba alrededor de Single Point, debajo de este lado Tom los perros gua de Jimmy, los at [para hacer una casa de nieve]. No haba agujeros [cuando yo la haca]; sales y ahora s hay agujeros!... Pero de todos modos no caa sobre m! [riendo] Me mantena caliente toda la noche. S, era bueno vivir esos das.

    Los inuvialuit enfatizan constantemente tanto la autosuficiencia como la gran satisfaccin involucradas en un estilo de vida basado en los recursos del territorio. Colin Harry pas cinco inviernos trampeando en la costa oeste del delta. Trampeando y todo lo que sabes. [As es] como vives! De todos modos, yo sola [ir] a Yukn cada invierno. Cuatro perros, cinco perros, Yo me estableca ah en la poca de invierno, [cerca] del ro Firth All era arriba por la tierra y abajo por la costa. Yo me quedaba ah en la poca de invernada. Yo atrapaba zorros blancos y [otros animales de pieles] (Harry Lyons 2008: 473). Despus de tener hijos, Winnie Cockney perdi perspicazmente la lnea de trampeo y la jaura que mantena cuando nia: yo tena cinco perros [y] ellos me escuchabanBrownie, mi lder era BrownieEsa era su madre; con su madre, yo [tena] cinco perros (Cockney en Lyons 2008:50). Como parte de este estilo de vida, la Navidad y la Pascua se volvieron importantes puntos de anclaje para festividades estacionales, aumentando la cacera tradicional, como la caza de verano de beluga. Esta era una de las raras chances en el ao para que los inuvialuit se visitaran y socializaran en masa, que se daba junto al negocio de comercio de pieles, la obtencin de noticias y la compra de abastecimiento. Elizabeth Aviugana creci junto a sus padres en una casa grande en el delta, y especific, all es donde ellos se quedaban en el invierno. El nico momento en que ellos venan para Aklavik [era] despus cazar ratas, alrededor del 15 de Junio. Y en Navidad, o Pascua (Aviugana en Lyons 2008:309). Hilda Irish recuerda a su madre preservando bayas en el estmago de una ballena, para esas ocasiones: Esa es nuestra fruta! Fruta para Navidad, Pascua, oh! Bayas amarillas, y arndanos, los cranberries, las zarzamoras. Muy pronto ellascomenzaran a recoger de nuevo (Irish en Lyons 2008:351). En cuanto el siglo avanz, los inuvialuit continuaran integrando estas influencias instituidas desde afuera dentro de sus patrones estacionales.

    Nuevas Experiencias en el Poblado

    Los inuvialuit experimentaron muchos ajustes a medida que el gobierno de Canad decida moverse hacia el norte en las postrimeras de la Segunda Guerra Mundial (Finnie 1948). Este movimiento signific el crecimiento de la infraestructura, la poltica y el involucramiento gubernamental en las vidas de las familias tramperas ms norteas. En 1944, el gobierno orden que los nios del norte deban asistir a las escuelas de da, del nuevo gobierno a los fines de calificar para el Subsidio nacional de la Madre (Alunik, Kolausok y Morrison 2003:163). Esta poltica inhibi considerablemente la movilidad de las jvenes familias inuvialuit tanto como su habilidad para permanecer juntos a lo largo del ao. Como una pieza central de la modernizacin del rtico, el gobierno construy Inuvik en la dcada de 1950, en orden a consolidar y administrar a las poblaciones regionales (Zaslow 1988:319). Muchos se mudaron al nuevo pueblo; otros no lo hicieron. Este fue un perodo de alta interaccin entre nuevas poblaciones y de considerable ajuste para todas las partes.

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    Las memorias de los inuvialuit ancianos se focalizan en las nuevas actividades del perodo y en las formas en que la comunidad se ajust a ellas. Para comenzar, muchos de estos cambios fueron sociales. Alice Husky (Fig. 4), como la mayora de las ms jvenes, viva en el monte con su familia, y dijo de su mudanza a la ciudad, Yo sola ser tmida porque viva en el monte todo el tiempo. Yo nunca sala la primera vez, cuando nos mudamos a Aklavik, [yo] slo permanezco en casa. De vez en cuando yo voy a la tienda con mi pap. Porque era extrao ver [tanta] gentedespus de un par de aos, me acostumbr [a eso] (Husky en Lyons 2008:376). Amigos como Sarah Meyook e Hilda Irish se conocieron cuando ellas se mudaron a Aklavik y se apoyaban unas a otras a travs de las nuevas experiencias que ellas atravesaron en el poblado. La creciente economa asalariada y la concomitante necesidad de divisas llevaron a muchos jvenes Inuvialuit a puestos laborales pagos. El hotel de Peffer fue uno de los mayores empleadores en la Aklavik de mitad del siglo (Fig. 5). Barbra Allen (en Lyons 2008:100) trabaja[ba] en el hotel de Peffer, para Stan Peffer, por no s cuntos aos. Los justos para poder ayudar a mi madre, porque ella fue viuda por muchos

    Figura 5. Primavera en la calle principal de Aklavik, 1954, con el Hotel Peffer justo a la derecha (NWT

    Archives N-1992-192:0030).

    aos, ella nos cri. Ida Inglangasuk tambin trabaj all en los inicios de la dcada de 1950 como mesera y cocinera. Era atareado, deca, Especialmente en los fines de semana. Cuando los muchachos de la Marina solan quedarse aqu s que era concurrido. Helado y cafBaile, cuando tenan un baile, oh. Realmente podan gastar en helado! S. [La gente tocaba] violn y guitarraPero es tan cansador cuando trabajas, todo el da parada, doce horas o trece horas (Inglangasuk en Lyons 2008:284). Los ancianos discutan los salarios y las oportunidades de trabajo que ganaban y creaban en este momento. Moses Kayotuk tena un trabajo en la crianza y alimentacin de los perros de la RCMP con Peter Esau. l dijo, ellos aumentaron mi salario arriba de los $6 y eso es mucho. Entonces ellos tenan que rebajarme a $4 [riendo]! Yo estaba haciendo $2 por da al comienzo. De cualquier manera, tenamos buenos momentos (Kayotuk en Lyons 2008:105). Mientras la infraestructura gubernamental creci en el delta, tambin los hicieron las

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    necesidades de los recin llegados. Winnie Cockney y muchos de sus contemporneos cosan ropa de invierno tradicional para la gente del petrleo y gas. Para tomar ventaja del boom econmico, Jimmy Gordon empez una compaa llamada Transporte Beluga. l operaba fuera de Inuvik por diez aos. Tuve otra ms en Norman Wells, otro bote all trabajando tambin las veinticuatro horas al da. Durante cinco aos, seis aos. Era muy buen dinero (J. Gordon en Lyons 2008:387). Cuando Inuvik fue construido, los inuvialuit tenan que hacer elecciones acerca de mudarse dentro del nuevo centro, el cual ofreca nuevas oportunidades de empleo y experiencias. A los recin llegados se les ofreca $70 para pagar su mudanza y se les prometa vivienda. Muchos venan y vivan en la carpa del poblado en el lado nativo del pueblo que careca de servicios de basura y agua. Sara Tingmiak not que ella y su familia vivieron en una carpa por muchos aos. S, nuestro hijos iban a la escuela desde all abajo. Para el invierno, Dobles carpas son buenas. Estructura y doble carpa (Tingmiak en Lyons 2008:553). Otros inuvialuit, como Colin Harry, hicieron elecciones contrarias a las ofertas del gobierno. Que nos pidieran movernos a nosotros no hay problema, pero la gente, la gente anciana, no quiere mudarseYo pienso que a mucha gente le gusta aqu [ie., en Aklavik]. Mucha gente no se mudA m an me gusta aqu (Harry en Lyons 2008:480). Ambos, Aklavik y Tuktoyaktuk continuaron como los centros ms tradicionales del delta, donde la caza era ms accesible y la vida ms tranquila. Negociar un balance entre las responsabilidades en el pueblo y la vida en el territorio ha sido un duro desafo para los nuevos habitantes de los poblados. Cuando sus hijos eran pequeos, Ida Inglangasuk recuerda partir a su campamento cada vez que podan: Solamos llevar a los nios con nosotros [adonde fuera que fusemos]. Canotaje, caza de rata [almizclera]. [Nosotros tenamos una] canoa de 18 pies, 18 caballos de fuerza. Los nios dorman en la canoa (Inglangasuk en Lyons 2007:32). Otras familias mantenan campamentos de modo similar y viajaban a ellos siempre que fuera posible Danny y Annie C. Gordon an mantienen un campamento en el delta (heredado del abuelo materno de Annie) as como varios sobre la costa del ro Blow, Punto Shingle, Punto Stokes y la baha Ptarmigan. Los Gordons y muchos otros parientes ensearon a sus hijos habilidades del monte, pero tambin les dieron el conocimiento que ellos necesitaban para prepararse para un tipo de futuro de diferente. Annie C. dijo sobre la educacin de sus hijos, ellos pasaron algn tiempo en el monte, tiempo primaveral mayormente. Pero nosotros los dejbamos ir a la escuela y [estudiar] para que ellos pudieran tener un buen trabajo (A.C. Gordon en Lyons 2008:222).

    Discusin: La Memoria Social Inuvialuit y los Otros

    Los Inuvialuit enfrentaron forneos por primera vez a los comienzos del siglo diecinueve cuando John Franklin y John Richardson descendieron el Mackenzie con la esperanza de encontrar el Pasaje Noroeste y sortear las costas este y oeste del delta.3 Franklin, por su parte, encontr que los inuvialuit eran una gente curiosa e inteligente (Alunik, Kolausok y Morrison 2003:60); las memorias inuvialuit de estos encuentros no han persistido hasta el presente. De este modo fue provocado un largo perodo de contacto entre los inuvialuit y los recin llegados que caracteriz un nosotros y un ellos de ambos lados. Aventuras excitantes y tragedias dolorosas ocurrieron en el transcurso de esta historia, y cada lado produjo relatos de sus experiencias, de los eventos que se desenvolvieron, los inuvialuit va tradicin oral y los forneos va registro escrito. Estas remembranzas fueron estructuradas inevitablemente por los puntos de vista y las circunstancias culturales de las cuales sus autores aclaman, pero tambin por las interacciones y experiencias con los otros (Pratt 2008). Desafortunadamente, slo han sobrevivido los registros escritos de los primeros contactos.

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    Los relatos de los forneos sobre la historia de contacto con la gente indgena del norte, ya sea de frente alta o baja4, se sitan generalmente en un contexto de nivel macro econmico y patrones polticos que ocurran en el escenario nacional o mundial. En el norte, como en cualquier otra parte de Amrica, estas historias estn enmarcadas por una serie de eventos externos como las guerras mundiales, las depresiones econmicas, los cambios en la poltica imperial y subsecuentemente en la poltica nacional- que fueron usados como teln de fondo para situar y explicar eventos y ocurrencias en el nivel local. A menudo, estos documentos son escritos usando una narrativa singular en tercera persona, la cual refiere informacin en un estilo factual (Clifford 1986:5). Dentro de esta retrica, la gente del norte tiende a ser homogeneizada en categoras genricas y subsumida dentro de la gran historia del progreso occidental e.j., una crnica de forneos trayendo activamente la civilizacin y toda su parafernalia a la gente local pasiva. Extensiones naturalizadas de esta doctrina incluyen la conquista y asimilacin de la gente no occidental y la civilizacin (lase: disrupcin y supresin) de sus prcticas culturales, sus trayectorias y sus procesos histricos naturales (Pratt 2004:445). Las memorias sociales de los inuvialuit sobre estos mismos eventos y trayectorias son notablemente diferentes. Tal vez la principal similitud con las narrativas occidentales es que las memorias inuvialuit estn focalizadas sobre la gente Inuvialuit sus cuentos, aventuras, historias, oportunidades y xitos. Como en las narrativas occidentales, el otro es relegado a una posicin menor y a menudo incidental en el guin principal. Aqu es donde las similitudes acaban. Los relatos orales inuvialuit sobre el pasado tienden a ser ms experimentales, personales y anecdticos, trazados desde las experiencias individuales aprendidas y vividas, ms que organizados alrededor de un esquema cronolgico general (Lyons 2007:20). Las interrelaciones con el mundo natural, el clima y los ciclos estacionales aparecen prominentemente en estas narrativas inuvialuit, centradas en el entendimiento cultural de cmo vivir dentro de la naturaleza y ganarse la vida al hacerlo (ver tambin Oozeva et al. 2004). Interacciones y eventos notables giran alrededor de la propia historia familiar, y ms ampliamente, sus experiencias ayudando y pasando tiempo con otros durante las caceras comunales y los eventos estacionales. Los inuvialuit hacen alguna referencia a los forneos, pero mayormente a aquellos que se casaron en y/o se quedaron para formar una vida en la regin (Lyons 2009:70). Julie Cruikshank (2002:13) ha dicho que las tradiciones orales de los aborgenes del polo norte son frecuentemente usadas como una fuente para entender la vida social y los cambios en estas comunidades. Las historias y las memorias de los historiadores de la comunidad proveen una estructura esencial para guiar a la gente joven y no tan joven, delineando maneras de pensar sobre cmo vivir la vida apropiadamente (Cruikshank 2002:13). Tal vez esta es la razn por la cual los ancianos inuvialuit, cuando se les pregunta sobre el pasado, a menudo vuelcan su comentario al presente y a los cuidados y el bienestar de sus hijos y nietos. Su preocupacin gira en torno a cuestiones crticas de supervivencia cultural: Estn siendo sus nietos adecuadamente escolarizados? Estn aprendiendo las habilidades tanto las tradicionales como las nuevas- que los guiarn apropiadamente en su futuro? Las habilidades tradicionales estn siendo dejadas de lado? Su lengua puede ser salvada?, y si es as, Cmo? Una vena sutil, tanto de la resistencia como de la crtica, tambin corre a travs de las memorias de los ancianos inuvialuit durante la mayor parte del siglo pasado. El lema perdurable de Aklavik si hay vida hay esperanza es un recordatorio permanente del rechazo de muchos de estos residentes del centro para mudarse a Inuvik a mediados de la dcada de 1950. Algunos ancianos comentaran gentilmente que mientras no se les consultara a ellos sobre la construccin del nuevo poblado, no seran obligados a mudarse. Estos individuos y familias mantuvieron un fuerte sentido del valor de lugares como Aklavik y Tuktoyaktuk, y su proximidad a los

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    recursos estratgicos. Otros inuvialuit se mudaron al nuevo poblado para ver qu nuevas oportunidades podra ofrecerles a sus familias e hijos. Otra forma de crtica fue reservada para el trabajo inmediato en el que fuimos comprometidos durante el proceso de la entrevista. Ancianos como Vctor Allen, Moses Kayotuk y Frankie Stefanson criticaron elocuentemente el rol de los antroplogos en colectar y llevarse elementos intangibles y materiales de su herencia cultural (Lyons 2007:224). Stefansson, el nieto del notable explorador Vijlhalmur Stefansson, desech mucho del conocimiento en las etnografas como errado, refirindose, en parte, a problemas con las tempranas traducciones de las lenguas inuvialuktun (Stefansson en Lyons 2007:224). Las crticas surgieron mucho ms rpidamente desde las generaciones subsiguientes de inuvialuit, aquellas que nacieron en hospitales y nunca vivieron un estilo de vida basado completamente en los recursos del territorio. Estas generaciones tambin aprendieron los paradigmas occidentales de crtica y han usado el conocimiento para su ventaja poltica. Las generaciones actuales de lderes y los que toman las decisiones ven las memorias sociales de sus parientes bajo luces diferentes y los movilizan de nuevas maneras. Un conmovedor ejemplo tiene que ver con las maneras divergentes en que las generaciones subsiguientes interpretan la experiencia de la escuela con internado, donde las experiencias de las generaciones ms jvenes tienden a ser mucho ms agudas que para los mayores. Cuando los ancianos de la actualidad estaban creciendo, la escuela era an voluntaria y muchos chicos pasaban perodos de tiempo bastante abreviados en las escuelas de las misiones. Para la poca en que estaban criando sus propios hijos, el gobierno estaba repartiendo mensajes asimilacionistas de mano dura y solicitando que asistan a la escuela de da del nuevo gobierno. Billy Day describe el conflicto que los padres enfrentaban al continuar cazando y trampeando como su principal recurso de vida e ingreso, pero teniendo que dejar atrs a sus hijos. Muchos padres, como Day y su esposa, mudaron a su familia dentro de Inuvik para que sus hijos no tuvieran que faltar a la escuela. Desde el punto de vista de los padres, ellos estaban tratando de hacer lo mejor con la nueva situacin y preparando a sus hijos para un futuro muy diferente del suyo propio. Las generaciones que asistieron a estas escuelas, sin embargo, son considerablemente ms crticas del rol de los educadores extranjeros y del gobierno en la experiencia de la escuela con internado, y ms ampliamente, del rol de los forneos en los sucesos inuvialuit en la ltima mitad de siglo. Muchos miembros de estas generaciones ms jvenes mencionan la supresin cultural y lingstica y el borramiento que experimentaron en la escuela como motivacin para su accin social presente: estas son generaciones que estn trabajando duro para reinvindicar las tradiciones lingsticas y culturales inuvialuit y para forjar una identidad inuvialuit cohesiva en el mundo moderno (C. Cockney, T. Conckney, y B. Archie en Lyons 2009:72-73).

    Conclusin

    Las memorias sociales inuvialuit sobre el siglo XX permanecen tan intactas y vibrantes para las generaciones nacidas tan temprano en las dcadas de 1920 y 1930 como para aquellas nacidas cerca del fin del siglo. Revisando los eventos pasados, las personas y los lugares pueden ser alternativamente alegres, dolorosos, nostlgicos y evocativos. Para las generaciones ms jvenes que no experimentaron los eventos de comienzos de siglo, las historias, memorias y relatos orales proveen una conexin a su pasado que es tanto familiar como distante. Las generaciones sucesivas forman sus identidades alrededor de la continuidad y la renovacin de las tradiciones inuvialuit y los cambios que su gente ha negociado colectivamente (Lyons 2009:74). En la comunidad inuvialuit, las memorias sociales son descritas contra un contexto perdido de eventos de nivel macro y tienen sentido en los eventos particulares que ocurren en sus vidas individuales el nacimiento de un nio, un accidente en el hielo, una abundante recoleccin de pieles, un fro invierno. Las historias familiares son refractadas de modo

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    similar contra los eventos mayores en la evolucin de una comunidad del delta, tal como el surgimiento de Aklavik, la construccin de la lnea DEW (Lnea Distante de Alerta Temprana) e Inuvik, el advenimiento de la industria de gas y del petrleo y la Comisin Berger o rbrica de reclamo de la tierra. Los ancianos de la actualidad reflexionan sobre el pasado como una especie de herramienta pedaggica para sus hijos, pero tambin para crear conciencia de la vida social en el presente. Las generaciones jvenes usan la memoria social como un vehculo hacia la accin social y para negociar sus relaciones con el mundo externo. En las dcadas recientes, los inuvialuit han experimentado un renovado sentido de identidad colectiva, gracias, en parte, al establecimiento de un reclamo efectivo por la tierra, los recursos y la unin de las jurisdicciones sobre el desarrollo, la educacin, la salud y el bienestar (Acuerdo Final Inuvialuit 1984). Este sentido de identidad tambin tiene que ver con la correspondiente afirmacin de su propio pasado, en la forma de cuentos, historias y memorias orales. El crecimiento de variadas formas de autorepresentacin inuvialuit implica un cambio conjunto de las relaciones con forneos y la afirmacin de sus propias formas de contar la historia, de gobierno y pedagoga. Los inuvialuit tienen un claro sentido de su historia reciente y de las memorias sociales que comprometen esta narrativa colectiva. Como se ha visto en este artculo, las memorias sociales de los ancianos inuvialuit son bienes preciosos, en tanto que surgen desde las ltimas generaciones que nacieron y se criaron en el territorio. Estos ancianos, as como los anteriores a ellos, han mirado consecuentemente hacia el futuro con un sentido admirable de optimismo, pragmatismo y flexibilidad de cara al cambio. De estas eventuales experiencias del siglo XX, el anciano Victor Allen remarc: Nosotros no sabamos que [todo] iba a cambiar. Si sabamos que iba a cambiar, probablemente hubiramos estado [ms] preparados. Pero el cambio fue, nosotros fuimos con el cambio, Y qu vas a hacer? (V. Allen en Lyons 2007:33). Agradecimientos. Este artculo y el proyecto de investigacin se apoyan fundamentalmente en el conocimiento, generosidad, humor y tolerancia de los ancianos inuvialuit. Ha sido un placer constante trabajar con los ancianos, lderes, educadores y los miembros de la comunidad Inuvialuit tiguu! reconozco con gratitud el apoyo y aprobacin de las organizaciones de la comunidad por continuar esta investigacin, incluyendo el Centro Inuvialuit de Recursos Culturales, la Sociedad Inuvialuit de Comunicaciones, el Instituto de Investigacin Aurora y las Corporaciones Comunitarias Aklavik e Inuvik. Agradezco particularmente a Cathy Cockney, Mervin Joe, Topsy Cockney y Bridget Larocque por su consejo, perspicacia y apoyo para este trabajo. Tambin agradezco a Matthew Walls, Elisa Hart, John Welch, Susan Kaplan y a examinadores annimos. Finalmente, y de modo ms conmovedor, reconozco el fallecimiento de muchos de los ancianos con quienes trabaj, cuya prdida es sentida fuertemente en la comunidad inuvialuit. Esta investigacin ha contado con el financiamiento del Consejo de Ciencias Sociales y Humanidades de Canad, el Departamento de Arqueologa de la Universidad de Calgary, la provincia de Alberta, El Instituto de Investigacin Aurora, la Asociacin de Graduados de la Universidad de Calgary y Parques de Canad.

    Apndice 1. Entrevistas de historia oral con ancianos de Aklavik e Inuvik NT

    Muchos Inuvialuit han sido parte de los esfuerzos llevados a cabo en la investigacin para documentar el conocimiento de la vida tradicional y los impactos y cambios a esto trados por el contacto con los occidentales. Los ancianos y los lderes de la comunidad que figuran en el listado abajo fueron parte de estos esfuerzos y han sido citados en este artculo. Varios de estos individuos han sido entrevistados varias veces, pero la fecha de la entrevista que es relevante a los temas y eventos discutidos en este artculo son los que figuran en esta lista. Grabaciones y transcripciones de entrevistas con estos y otros individuos involucrados en esta investigacin en la

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    comunidad inuvialuit estn registrados en archivos con el autor y con el Centro Inuvialuit de Recursos Culturales y el Instituto de Investigacin Aurora en Inuvik, Territorios del Noroeste, Canad (ver Lyons 2008 en las referencias citadas). Los derechos de copia de la informacin de la entrevista son otorgados por el Centro Inuvialuit de Recursos Culturales, el cual ha garantizado permiso para usar las palabras y perspectivas presentadas en estas entrevistas en este artculo.

    aEl foco de la presente investigacin ha sido con los residentes inuvialuit de Aklavik e Inuvik, NT, pero un

    trabajo similar est siendo llevado a cabo por investigadores externos y de la comunidad en varias otras comunidades de la regin de asentamiento Inivualuit.

    Notas Finales

    1. Irnicamente, por supuesto, muchos de los nativos ms septentrionales, incluyendo los inuvialuit, mantienen un sentido similar de superioridad cultural hacia los recin llegados dbilmente preparados, quienes generalmente confan en su buena fortuna para sobrevivir (McGhee 2004: 223; Savoie 1970).

    2. Aunque a los muchachos y chicas inuvialuit se les ha enseado roles de gnero, tambin han sido bienvenidos para desarrollar las especialidades en las que han sobresalido, sin importar si eran o no tradicionalmente habilidades masculinas o femeninas.

    3. Alexander Macenzie (1801: 259-62) descendi el ro que llevara su nombre en 1789, pero en sus viajes no conoci a las personas inuvialuit.

    4. Estos relatos incluyen barcos y postas de registro de comercio, cuadernos de viaje y memorias, correspondencia oficial y no oficial, escritos cientficos, etc.

    Referencias

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