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ESCENA III (La escena está desierta por unos instantes, por lateral izquierdo ingresa Carlos y por lateral derecho don Jacinto, ambos llevan varias vendas, magulladuras, etc.). CARLOS: (Sale apenas, cojeando) Ay caramba, qué paliza che, sin pensar, me han majado como Dios manda… ¡Ay!... ¡ay…! JACINTO: (Idem), ¡Achiquiu!, ¡ay atatauuuuuu!, ¡achiquiu…! ¡ay…! me duele todo el cuerpo… CARLOS: (Viéndolo). Buenas don Jacinto… JACINTO: Buenas serán para ti Yocalla malentretenido, maleante, por tu culpa casi me parten en dos mil. CARLOS: Pero si toda la culpa la tiene usted, mire a ver, a mí más me han pegado por su culpa… JACINTO: (Quejándose siempre). (Imitándole). La culpa tiene usted… llocalla, ¿todavía vas a tener cara para hablar…? Vos tienes la culpa… CARLOS: Pero si usted ha hecho todo el lío… ¿o no se acuerda…? JACINTO: ¿Cómo no me voy a acordar, o crees que estaba borracho? CARLOS: Pero si estaba siempre borracho… JACINTO: Mentiroso, seguro que vos eras el borracho, pero vas a ver, me las

Me Averguenzan Tus Polleras

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Page 1: Me Averguenzan Tus Polleras

ESCENA III

(La escena está desierta por unos instantes, por lateral izquierdo

ingresa Carlos y por lateral derecho don Jacinto, ambos llevan

varias vendas, magulladuras, etc.).

CARLOS: (Sale apenas, cojeando)

Ay caramba, qué paliza che, sin pensar, me han majado como Dios

manda… ¡Ay!... ¡ay…!

JACINTO: (Idem), ¡Achiquiu!, ¡ay atatauuuuuu!, ¡achiquiu…! ¡ay…! me duele

todo el cuerpo…

CARLOS: (Viéndolo). Buenas don Jacinto…

JACINTO: Buenas serán para ti Yocalla malentretenido, maleante, por tu culpa

casi me parten en dos mil.

CARLOS: Pero si toda la culpa la tiene usted, mire a ver, a mí más me han

pegado por su culpa…

JACINTO: (Quejándose siempre). (Imitándole). La culpa tiene usted… llocalla,

¿todavía vas a tener cara para hablar…? Vos tienes la culpa…

CARLOS: Pero si usted ha hecho todo el lío… ¿o no se acuerda…?

JACINTO: ¿Cómo no me voy a acordar, o crees que estaba borracho?

CARLOS: Pero si estaba siempre borracho…

JACINTO: Mentiroso, seguro que vos eras el borracho, pero vas a ver, me las

Vas a pagar todas… llocalla malentretenido, alberto, auterio,

Pitillero, narcotraficante, (imitándole), usted tiene la culpa… ¿crees

que soy como vos…? no me contestes…

CARLOS: Pero si usted nomás se ha inventado todo…

JACINTO: Y que querías, que un distinguido y honorable ciudadano dé a

pensar que estaba robando…

CARLOS: Pero eso siempre estaba haciendo… robando la bebida de la

casa de la señorita Graciela…

JACINTO: Cállese le digo… so llocalla…

Page 2: Me Averguenzan Tus Polleras

CARLOS: ¿ Pero por qué quiere echarme la culpa de todo…?

JACINTO: Como no pues, ¿ o crees que voy a decir que yo armé todo el

jaleo…?

CARLOS: Pero es lo justo pues…

JACINTO: Justo… justo, como justo te va a quedar ahurita la jeta… aquí

manda la ley del más fuerte, del mayor, por respeto…

CARLOS: Eso sería en el tiempo de la colonia cuando había esclavos…

JACINTO: Y qué, vos acaso no eres esclavo, además si yo digo que usted

tenía la culpa, entonces usted tenía la culpa, y deje de discutir che…

CARLOS: Pero no me puede inculpar de algo que no he cometido, eso no es

democrático…

JACINTO: Democrático, ¡yaaa…! la democracia es sólo mamocracia, el más

vivo le mama al más gil y punto…

CARLOS: Pero de vivi usted no tiene nada (ríen ambos).

JACINTO: (Reaccionando). ¿Qué cosa, creo que me estás insultando? ¿creo

que me estás queriendo levantar la voz, llocalla agitador…?, mejor

es que te cuides, porque si no…

CARLOS: Sino qué, qué me va ha hacer… (humilde).

JACINTO: Te puedo estar relocalizando a patadas y puñetes…

CARLOS: Mejor será que me entre, porque con usted no hay caso de hablar

don Jacinto…

JACINTO: Nada señor, usted no se entra hasta reconocer su culpa…

CARLOS: ¿Culpa…? ¿culpa de qué?

JACINTO: De encontrarme masillado y vendado… sin poder ir a cumplir mi

deber de trabajador patriota…

CARLOS: (Irónico). ¿Trabajador? ya… y desde cuando trabaja usted pues…

JACINTO: Siempre… siempre hey trabajado, sobre todo cuando hay paros y

huelgas…

CARLOS: Cómo es eso, ¿usted trabaja cuando hay paros huelgas…?

Page 3: Me Averguenzan Tus Polleras

JACINTO: Claro pues, esos son los días que más se trabaja…

CARLOS: Pero cómo, cómo trabajan…

JACINTO: En las manifestaciones empujándoles adelante a los llocallas e

imillas sonsas como vos, para que la poli los cargue, mientras

nosotros hacemos de la nuestra con vidrios de autos y casas.

CARLOS: Así que a eso se dedica.

JACINTO: Claro pues hay que ser revolucionario, y cambiar todo.

CARLOS: Hay don Jacinto, eso no es nada positivo…

JACINTO: Vos que sabes… como no va a ser positivo pues.

Mira, te acercas al dirigente campesino, y le dices que el dirigente

de los gremialistas está hablando mal de él, su mujer y de toda su

familia… entonces éste se levanta y cakc… le da un guaracazo, y el

otro como no se queda atrás, zass le mete otro y entonces de arma

la gorda, y la gente se arremolina, entonces tú empiezas a jugar a las

apuestas… y por la paliza que se dan, ganas varios morlacos… ¡ah!

qué te parece… le apuesta al uno, le apuestas al otro, y antes de

que termine la pelea, te haces gas con todo…

CARLOS: Pero eso no es legal, eso es robar a los demás…

JACINTO: (Molesto). Y a vos qué te importa, tu plata es, que te metes, o vos

has apostado… ja, cuánto has apostado, por quien has apostado,

por el campestre o por el comerciante, hablá pues, hablá llocalla

agitador… claro, ahora no vas a querer perder…

CARLOS: Pero don Jacinto, usted sin motivo lo enreda todo…

JACINTO: ¿Qué cosa lo he enredado? ¿si tú me estas discutiendo de la

apuesta?, seguro debes querer que te devuelva, pero no va a ser

posible che… has apostado y ahí se queda, si perdió se las chupa…

CARLOS: Sin motivo me mete en el lío de la apuesta, no tengo nada que ver…

o no se acuerda que solo me estaba contando el trabajo que

realiza…

Page 4: Me Averguenzan Tus Polleras

JACINTO: (Reaccionando). Trabajo… vos qué sabes de mi trabajo, quién te ha

contado… de seguro que me has estado haciendo ahuaytear.

CARLOS: No don Jacinto, usted me contó

JACINTO: A la pucha che, que viejo más lengua larga… ¿ahora me vas a

copiar el método seguramente no?

CARLOS: Despreocupese, que es clase de empleo no me convence…

JACINTO: A un llocalla luntata como vos, que le va a convencer ganarse la

vida honradamente…

CARLOS: Otra vez ¿pero cuándo he robado yo…?

JACINTO: Ahora negate pues… negate… ¿acaso por tu culpa no nos

encerraron en la criminalística y nos han dado semejante paliza?

¿acaso por tu culpa no he tenido que hacer de hilacata en la celda

llocalla mal agradecido…?

CARLOS: Bueno, ya basta… (molesto), la culpa ha sido de usted, que estaba

robando

JACINTO: Ayyy… mírenlo pues a este chunchu… cómo vas a decir esas

cosas, mellando mi dignidad, honorabilidad y virginidad…

CARLOS: Deje de hablar estupideces… mejor ya me voy…

JACINTO: Un momento… usted tiene la culpa de todo y punto… y si digo que

estaba robando… entonces estaba robando…

CARLOS: No, eso no, don Jacinto…

JACINTO: (Ademán de golpearle). Se calla he dicho… a todo lo que dije en la

casa esa, usted solo tenía que decir sí y se acababa todo…

(imitándole). No, no, yo no soy, él era… llocalla vende patria…

CARLOS: Pero he dicho la verdad don Jacinto…

JACINTO: No me discutas indio larama… pero vas a ver, me sanaré un poco

y me vas a conocer… vas a conocer quien es don Jacinto Chutillo…

CARLOS: ¿Claro, como no tengo pies ni manos y soy guagua, me voy estar

haciendo pegar con usted, no…?

Page 5: Me Averguenzan Tus Polleras

JACINTO: Ya cállese… mas bien vaya a comprar de la tienda una cuarta de

pisco y rapidito, porque no soy como usted para esperarle sus

ganas…

CARLOS: (En humilde), ¿Y plata, deme pues plata…?

JACINTO: Haista, eso más había querido, que le dé plata… con su plata

compre pues… yo no tengo porque pagar sus vicios… ocurrencia

del indio también…

CARLOS: A usted no le entiende nadie, mejor vaya a comprarse, yo me iré a

cocinar… (Mutis).

JACINTO: Y bien cocinadito, voy a entrar a probar, cuenta que esté salado, la

olla entera le voy hacer comer… ya ligerito… mal entretenido…

Estos alzados, uno les saca del corral, los trae a la civilización y se

creen la sotana del papa… (transición), mejor iré por mi almuerzo…

(saliendo del foro, se choca con el padre Alegría).

ESCENA IV

(Dichos entre Jacinto y el padre Alegría).

P. ALEGRÍA: Mis bendiciones y oraciones para este humilde hogar…

JACINTO: Amennnn… (transición). Pero qué le trae por estos lares tata

tristeza…

P. ALEGRÍA: Padre Alegría hijo, Alegría…

JACINTO: Sí, pero como siempre lo veo triste, yo decía…

P. ALEGRÍA: No decía nada… me apellido Alegría, un castizo y distinguido

apellido español, legítimo de la madre patria

JACINTO: Ahhh… ¿y su padre patrio qué se apellidaba pues…?

P. ALEGRÍA: Ay hijo… no eres más tapado, porque no eres más bruto…

dime… ¿viste por aquí a doña Concha…?

JACINTO: (Señalando el lugar donde están). No padre… porque aquí no la

he visto siempre… (Señalando la puerta de ella), más bien por

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ella la he visto siempre todos los días…

P. ALEGRÍA: No hijo… lo que quiero decir… ay caramba, vos me sacas de

quicio… dime, ¿estaría ella en casa….?

JACINTO: Espéreme un ratito padre… ¿no se va a mover…? voy a ir a

preguntar… bueno…

P. ALEGRÍA: Hombre si puedo hacer eso…

JACINTO: Entonces para qué me pregunta pues…

P, ALEGRÍA: Dime hijo… ¿qué te paso, te atropello un tren?

JACINTO: Uuuu… peor que eso padre… si le contara, si le contara…

P. ALEGRÍA: Cuenta hijo, cuenta, estoy para eso, para escuchar…

JACINTO: (Exageradamente). Estaba arreglando el ascensor del Banco

Central, ahí en lo alto, en el piso 36, cuando de pronto, sentí que

que mis pies comenzaban a temblar… mis manos no me

sostenían más… por mi cara gruesos hilos de sudor no me

dejaban ver… No debo caerme dije… pero fue más fuerte que mi

y caí… caí… uno tras otro los pisos, como si fuera de ascensor

biónico, veía pasar los pisos, uno tras otro, el 30, luego el 20, el

el 10… el 5… planta baja… estaba a punto de llegar al suelo,

entonces puse los pies y caí parado…

P. ALEGRÍA: Caíste parado dices… ¿y de tan alto…?

JACINTO: Así es padre… cuando de pronto comencé a escuchar un ruido

encima de mi cabeza… miré ¡oh, Dios mío!, era el ascensor que

bajaba…

ESCENA V

(Mientras Jacinto relata, con un aguayo cargado, María, con

bolsas en las manos, el verlo, se para y escucha con atención).

P. ALEGRÍA: ¿Y qué hiciste hijo…?

JACINTO: Entonces pensé qué hacer… me recordé… ¿padre ha visto a

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ese ñatito que está en Calacoto, donde el puente, agarrando un

redondo así…?

P. ALEGRÍA: Claro, en la plaza Humbolt, es Hércules, sujetando el mundo…

JACINTO: Ah, entonces dije, si ese ñatito puede agarrar su bola así, por qué

yo no… y me puse en posición, cuando llegó el ascensor, lo

sujete así…

P. ALEGRÍA: (Incrédulo). Bueno, pero dónde te hiciste todo esto…

JACINTO: A eso voy padre, recién estoy en la mitad del relato…

MARÍA: El relajo voy a armar yo, ahuritita con tu cuerpo, viejo

mentiroso…

P. ALEGRÍA: ¡Eh! qué… ah… doña María…

MARÍA: Padre Alegría… que bien que haya venido a visitarnos… pero no

le haga caso a éste mentiroso…

JACINTO: Cual mentiroso, cual mentiroso, sólo la verdad le estoy diciendo

al tata tristeza…

MARÍA: Ya, yayaya, ¿qué te pasa choy?, respeta al padre…

P. ALEGRÍA: Bueno, no es para tanto… ¿dígame señora María, ha visto a

doña Concha…?

MARÍA: Creyo que sí padre, en la esquina me ha parecido verla, donde la

panadera, creyo que está viniendo ya…

P. ALEGRÍA: Eso es… esperemos un instante (transición). Entonces don

Jacinto es muy fuerte, capaz de sujetar un pesado ascensor…

JACINTO: (Con seguridad). Así es en efecto tata…

MARÍA: No le creya padre, éste inútil, ni siquiera es capaz de sujetar sus

pantalones en su sitio…

JACINTO: Ya… sin insultar nomás, che…

MARÍA: Mejor, llevá estas bolsas, que yo tengo al privado que hablar con

el padre…

JACINTO: (Levantando). Pucha che, tan pesadas, qué nomás has

Page 8: Me Averguenzan Tus Polleras

comprado…

MARÍA: ¿Cómo va a ser pesado…? Para un forzudo como vos, esto no

es nada…

JACINTO: (De mala gana). Hasta la próxima misa padre…

P. ALEGRÍA: ¿Pero si nunca te vi en la iglesia…?

JACINTO: Yo tampoco a usted padre… ¿qué raro no…?

MARÍA: Cómo pues lo vas a ver, o crees que el padre se las pasa las

horas como vos, en la cantina… so viejo huecoco…

JACINTO: Ay caray, esta mujer no me deja charlar… entraré nomás…

permiso tata…

P. ALEGRÍA: Es tuyo, hijo…

ESCENA VI

(Dichos, María, P. Alegría y luego Carlos).

MARÍA: Tome pues asiento padre, descanse usted un rato…

P. ALEGRÍA: Gracias hija, gracias

MARÍA: ¿No quisiera un refresquito padre…?

P. ALEGRÍA: Te agradezco, eres muy amable…

MARÍA: (Hacia la puerta de Carlos). Carloncho… Carlonchito… hijo,

hazme un favor…

CARLOS: (Saliendo). Dígame doña María… (viendo al cura). Ah, buenas

tardes padre…

P. ALEGRÍA: Buenas y santas hijo… (mirándolo), ¿qué te ha pasado hombre,

mira tu pinta…? (transición). Ah, no lo digas, seguro que has

chocado con un ascensor tu también…

CARLOS: No, padre… sabe… yo… yo…

P. ALEGRÍA: Bueno, bueno… imagino que ésta es la razón por la que no fuiste

por la iglesia… ¿verdad…?

CARLOS: Bueno, padre… este…

Page 9: Me Averguenzan Tus Polleras

P. ALEGRÍA: Con tal de que repases bien lo que te dije… todo estará bien…

CARLOS: Sí, padre… (a María). ¿Qué me estaba diciendo doñita…?

MARÍA: Andámelo pues a la tienda… un refresquito compras para

invitarle al tata Alegría…

CARLOS: Sí doñita María… dame la plata… y la botella…

MARÍA: Ahí adentro, tras la puerta… Ay bien servicial es este chico…

P. ALEGRÍA: Servicial y voluntarioso… además inquieto, en pocos días ha

progresado mucho, los ratos libres, estoy haciendo que aprenda

a leer y escribir…

MARÍA: Que bueno padre… Ay, a propósito padrecito, yo quería

preguntarle si me lo ha averiguado algo…

P. ALEGRÍA: En realidad, estamos en eso hija…

CARLOS: (Saliendo del cuarto con una botella). Bueno, estoy yendo…

(mutis).

MARIA: Te vas a apurar ampe…

P. ALEGRÍA: Como le dije doña María, como el chico está aprendiendo a leer y

escribir, le encomendé la tarea, a manera de que practique,

buscar los libros de bautizos y confirmaciones de hace veinte

años…

MARÍA: (Sollozando). Ojalá encuentre algo padre… de esa manera, voy a

saber todo… qué habrá sido de mi hija… si vive, o a muerto, o

dónde está…

P. ALEGRÍA: Ten un poco de paciencia… verás que todo saldrá bien

MARÍA: Dios quiera padre… por eso todos los días le rezo a la mamita de

Copacabana…

ESCENA VII

(Dichos más doña Concha).

CONCHA: (Ingresa por foro, con bolsas, ida, ausente, llorosa). Buenas

Page 10: Me Averguenzan Tus Polleras

tardes padre… buenas tardes doña María…

P. ALEGRÍA: Buenas y santas tardes hija…

MARÍA: Buenas tardes doña Concha… cómo está usted… no la veo muy

bien…

P. ALEGRÍA: Parece que no hubiera dormido bien… ¿le pasa algo…? me

dijeron que estuvo por la iglesia, queriendo hablar conmigo…

CONCHA: Sí padre, fui por allí, pero no ley encontrado… (se siente

desfallecer).

MARÍA: (Asustada, la sujeta). Ay pero qué le esta pasando… creyo que se

está queriendo desmayar…

P. ALEGRÍA: Un vaso de agua, hija, date prisa…

MARÍA: Si pagresito… ahuritita… (entra y sale), elaque, tome usted…

CONCHA: (Toma y agradece). Gracias… ya estoy bien…

P. ALEGRÍA: Mejor será que te hagamos echar en la cama…

CONCHA: No padre, aquí estoy bien, necesito un poco de aire puro…

MARÍA: Aquí siéntese mejor doña Concha… aquí…

P. ALEGRÍA: ¿Pero que es lo que le está pasando…?

CONCHA: (Sollozando). La desventura de todo, padre, los pobres

pensamos que Dios nos envía los hijos para alegría del hogar…

pero es todo lo contrario, en lugar de aquello, había sido un

sufrimiento, un verdadero calvario…

P. ALEGRÍA: ¿Por qué dices eso hija…?

CONCHA: Mi hija, mi Carla, a quien le he dado todo, por quien trabajo

tanto… me a decepcionado…

MARÍA: No es para tanto… joven es… ya va a estar sentando cabeza.

P. ALEGRÍA: Claro, no tienes que decir eso, hija… verás que sólo es un

momento de rebeldía y nada mas…

Page 11: Me Averguenzan Tus Polleras

ESCENA VIII

(Dichos, mas Carla y luego Carlos).

CARLA: (Ingresa por foro, sonriente, juguetona). Te gané chacra… que

bobo eres hombre…

CARLOS: (Ingresando luego, cansado). Si… pero no olvides que estoy algo

golpeado y no puedo correr…

CARLA: Quien te manda ser tan gil para luego estar quejan… (observa al

trío). Ah, perdón, no me dí cuenta… cómo está padre… y usted

doña María…

P. ALEGRÍA: Estamos bien… pero quien no lo está es...

CARLA: Ya sé, la vieja… cuando no, otra vez con sus achaques, quejas…

P. ALEGRÍA: ¿Y tú sabes cabecita dura por qué es eso?

CARLA: Claro, por la edad… vea usted, sólo una vez se es joven y

mientras tanto, se debe hacer todo, realizar todo porque después

viene la decadencia y chaú París…

P. ALEGRÍA: Vaya, quieres decirme quien te enseñó esa filosofía…

CARLA: Nacida de mi inventiva, de mi experiencia propia…

P. ALEGRÍA: Ah caramba… no sabía que conocías tanto…

CARLA: Eso y mucho más… así que cuando guste, intercambiamos

ideas.

P. ALEGRÍA: Me parece que este es el momento adecuado… dónde podemos

conversar… señorita experta…

CARLA: Aquí, claro, aquí porqué no… al final los demás (por todos), no

cuentan, no tienen la suficiente capacidad intelectual, para

asimilar lo que tengamos que decir…

CARLOS: (Interrumpiendo). Aquí está el refresco doña María…

MARÍA: Pon sobre la mesa hijo, enseguida voy a servir…

P. ALEGRIÁ: Perfecto, nadie se mueva… que vamos a aprender mucho de la

dama intelectual, bueno a ver cuáles son tus argumentos..

Page 12: Me Averguenzan Tus Polleras

CARLA: Argumentos con respecto a qué…

P. ALEGRÍA: ¿Y todavía preguntas? acaso no ves cuánto daño estás haciendo

a tu madre… acaso no te alcanza la vista, para ver tu entorno…

o no tienes la suficiente capacidad como para advertir que ella

está muriendo en vida… que es un ser humano, que vive para

trabajar… y que la causa de todo eres tú…

CARLA: No me venga con sermones, que los de la viaja son suficientes…

además no tengo porque escucharlo…

P. ALEGRÍA: Claro que me vas a escuchar… muchachita rebelde e

insensible… que no tienes corazón, ¿es que no te duele ver tan

enferma a tu madre…? ella te ha visto de pequeñita… desde que

viniste al mundo te ha criado con amor… con el mismo amor que

hizo que te concibiera… hasta que puedas ir por ti sola, caminar

por ti misma… ¿ahora no crees que es tu turno…? ¿No crees que

debes pagar tu deuda…?

CARLA: (Siempre en tono fanfarrón). ¿Qué deuda…? Mire padre… los

tiempos han cambiado… ya no se estila de esa forma… el mundo

ha revolucionado…

P. ALEGRÍA: Si, es cierto, pero no al punto de que los hijos se olviden de sus

padres, de respetarlos, quererlos, de cuidarlos, de vivirles

eternamente agradecidos, por haber dado una vida en beneficio

de los suyos… eso, entiéndelo, jamás de los jamases, cambiará,

porque así lo ha querido Dios Todopoderoso y así será por los

siglos de lo siglos…

CARLA: Amén… ya ha concluido el sermón o todavía…

MARÍA: (Interviniendo). Hija… no debes burlarte de lo que el padre te

dice… tiene razón…

CARLA: (Reaccionando). Y usted qué sabe… una chola ignorante, que

jamás ha pisado colegio, que puede saber, ¿con qué derecho

Page 13: Me Averguenzan Tus Polleras

puede tomarse la libertad de inmiscuirse en lo que no conoce…?

MARÍA: Quizás tengas razón, soy una pobre ignorante, pero la vida me ha

enseñado mucho… los golpes del destino, han dejado profunda

profunda huella en mí…

CONCHA: Ve usted padre, ya no sabe ni respetar a sus mayores… si no

parezco su madre… viera anoche, con el plato de sopa me ha

arrojado… ¿y qué podía cocinar si no alcanza lo poco que gano

lavando ropa ajena…? si mis manos ya no son tan ágiles y mi

vista se nubla… qué más puedo hacer, si soy una vieja que

nunca ha tenido quien se preocupe de ella… si nunca he tenido

quien vea por mí, quien me diga lo que está bien o lo que está

mal…

CARLA: ¿Ah si? ¿ pero esa no es culpa mía verdad…? ¿o también me

van a echar la culpa de eso…?

CONCHA: No, claro, no es tu culpa… yo hubiera querido que mis padres me

sacaran de la ignorancia… que se preocuparan de que vaya al

colegio, que aprendiera… así como me he preocupado por ti…

para que no vivas lo mismo que yo… para que no pases las

mismas penurias, para que puedas desenvolverte con dignidad, y

no seas pisoteada por falta de instrucción… por todo ello es que

me he sacrificado… poniéndote a los mejores colegios, dándote

dinero, incluso quitándome de la boca el alimento… y ahora que

has crecido, ¿así es como me das las gracias…? ¿así es como

reconoces todo lo que he pasado…?

CARLA: Bueno, ¿pero de qué te quejas?, no ves que soy diferente, que

tengo instrucción y que no soy como las demás…

CONCHA: Sí, pero de que te sirve… si un pobre ignorante tiene más

educación… más respeto… más amor a sus padres… que tú.

CARLA: Dejemos las cursilerías y estupideces… no tengo mucho tiempo,

Page 14: Me Averguenzan Tus Polleras

ya les he aguantado bastante… así que con su permiso, otro

día… continuaremos la plática… con permiso… (mutis).

P. ALEGRÍA: Espero que esto le haya servido de algo…

CONCHA: Gracias padrecito… iré a cocinar para la chica…

MARÍA: Más bien debería descansar… déjele sin comida…

CONCHA: No, pobrecita… se lo cocinaré nomás… (mutis).

P. ALEGRÍA: Bueno, yo me marcho, la iglesia reclama por mi presencia…

MARÍA: Pero un refresquito tomaremos padre… no se va ir así…

P. ALEGRÍA: Sea doña María… ¿dónde está el refresco…?

MARÍA: Por aquí padre… por aquí… pase, pase nomás… (mutis ambos).

ESCENA IX

(Carlos solo en escena, discusión interior entre Carla y su madre.

Voces, bulla, cosas que caen).

CARLA: Pero esto no se va a quedar así… querías que ese cura odioso y torpe me

humillara…

CARLOS: (Reaccionaba). ¿Pero Carla qué es lo que pasa…?

CARLA: ¿Carla…? Vaya, si hasta este cholito se toma la libertad de tutearme…

escúchame bien… sabes, puedo hacer lo que quiera, destruir, destrozar,

eso no te importa…

CARLOS: Si, pero no tienes derecho a tratar de esa forma a tu madre…

CARLA: Y tú qué sabes de tratar o no tratar, mejor metete en tu tambo y punto…

CARLOS: Es posible que no sepa nada… pero sí sé lo que es una madre, pese a que

nunca estuve en sus brazos, pese a que jamás mis oídos han escuchado

un arrullo, sé cuanto vale una madre… un mujer sacrificada, entregada el

trabajo, una mujer que se desvive por sus hijos… para que a éstos no les

falte nada… para que el frío no se apodere de ellos y el hambre los

consuma…

CARLA: Vaya, hasta que aprendiste los sermones del cura, claro, no en vano vas

Page 15: Me Averguenzan Tus Polleras

todos los domingos a misa…

CARLOS: No, te equivocas… esto es lo que mi corazón siente, lo que mi solitario

espíritu en atormentadas noches ha podido comprender… eso

simplemente…

CARLA: Mira llocalla infeliz, mejor será que no te metas conmigo, porque no

respondo de mi… (levanta la mano).

CONCHA: (Saliendo de su cuarto). Carla hijita, no hagas eso…

CARLA: (Histérica). Yo no soy tu hija… no soy hija de una chola…

CARLOS: Déjela doña Concha… si ella se siente bien así, entonces déjela…

adelante… no te detengáis quieres golpearme… aquí está mi rostro,

hazlo… si de esa manera mitigas tu conciencia; mala hija…

CARLA: (Furiosa). Ya me tienen colmada aquí, por qué no me dejan en paz.

CONCHA: Cálmate hija… cálmate guagua… no te pongas así…

CARLA: (Histérica). No me toques… déjame en paz vieja bruja… (empuja a su

madre y quiere golpearle).

CARLOS: (Se pone en medio). No eso no… jamás golpearás a tu madre…

CARLA: (Empuja a ambos). Los odio… los odio, juro que me alegraré el día en

que se mueran… cholos… indios… los odio… nunca volveré a esto… y

tú olvídate que soy tu hija… olvídate, porque me avergüenzan tus

polleras. (Sale por foro corriendo).

TELÓN

TERCER ACTO

ESCENA I

(El escenario vacío, luego por foro, aparece llamando Calancha)

DR. CALANCHA: (Llamando). Por aquí, por aquí señorita Graciela… (en interior),

estoy confundido, ¿qué le voy a decir ahora?, justo se le ocurre

Page 16: Me Averguenzan Tus Polleras

venir a conocer esta casa vieja… (saliendo). Aquí, aquí estoy

señorita Graciela… cuidado con esos huecos… (hacia adentro).

Ojalá no me pesque, pero alguien me parece que le dio el soplo…

con tal que no haya ningún testigo espero que mi pellejo se

mantenga intacto…

GRACIELA: Pero Calancha, por qué no vino a ayudarme, ¡qué lodazal, hombre!

DR. CALANCHA: Me adelanté, justamente para evitar que camine más; por ahí esto ya

no estaba donde lo dejé…

GRACIELA: Claro, como puede caminar, pudo haber cambiado de lugar…

DR. CALANCHA: Así es en efecto… digo… podía haberme confundido de casa…

GRACIELA: Mire, usted se confunde y le doy un baño en medio del barro de la

calle…

DR. CALANCHA: Discúlpeme señorita ¨Dominus¨ de esta mansión colonial…

GRACIELA: ¿Qué me dijo…?

DR. CALANCHA: DOMINUS… un término latino, que litigantes y abogados

conocemos, cuyo significado es dueño, señor de esto… en su

caso…

GRACIELA: (Cortando). Así que esto es lo que compró… suciedad… ratones…

malos olores, ¡ah! y cachivaches… ¿me falto algo… doctor

Calancha…?

DR. CALANCHA: Sí… le falto mencionar las paredes despintadas, este turril, los

vidrios rotos, las ventanas viejas, así como las puertas…

GRACIELA: (Alterada). Dr. Calancha… así que aparte de ser un vivo tinterillo…

es un payaso…

DR. CALANCHA: ¿Quién, yo…? me confunde usted señorita doña Graciela… déjeme

explicarle…

GRACIELA: Es lo que estoy esperando… comience…

DR. CALANCHA: (Temeroso, dubitativo). Bueno… ejem, ejem… resulta que

consultando con mi visión felina y olfato canino, pude llegar a este

Page 17: Me Averguenzan Tus Polleras

costoso lugar… aunque su apariencia diga lo contrario; mi

respingada y escultural figura, llevada cual gacela inquieta y veloz,

en busca de parajes mejores, llego hasta el umbral de este sollado…

GRACIELA: Concluyamos de una vez y déjese de palabras tontas…

DR. CALANCHA: Lo único que hago, es explicarle al detalle todos los pasos seguidos

para realizar este negocio…

GRACIELA: No me interesa eso… a ver muéstreme los papeles…

DR. CALANCHA: (Sorprendido). ¿Los papeles…? ah… sí, los papeles… ¿qué

papeles… (busca en su maletín). Aquí…

aquí… ¿pero si estaban aquí… usted no los ha visto…?

GRACIELA: Mire Calancha, mi paciencia tiene un límite (amenazando) y usted

ha conseguido que llegue al máximo, su pellejo está en peligro…

y su cabeza a punto de redorar…

ESCENA II

(Por foro ingresa Carmen)

CARMEN: (Casi interrumpiendo). Buenas tardes… ¿desean algo, buscan a

alguien…?

GRACIELA: (A Calancha). ¿No dijo que la casa estaba deshabitada…?

DR. CALANCHA: (En vivo). Cierto, está deshabitada… (corretea) socorro, auxilio…

sálvese quien pueda, fantasmas… fantasmas… mejor vámonos.

CARMEN: (Asustada). Fantasmas, ¿dónde…? (reacciona), si aquí no hay

fantasmas…

GRACIELA: Mejor se calla y deje de alborotar como espantapájaros…

DR. CALANCHA: Pero ella, quién es ella, qué hace aquí…

GRACIELA: Pregúntele… ahí está…

CARMEN: Yo vivo aquí, en realidad esta es mi casa.

DR. CALANCHA: Calla mujer perjura… mentecata… no sabes lo que dices, cierra la

boca… (tratando de taparle la boca).

Page 18: Me Averguenzan Tus Polleras

GRACIELA: Cállese usted… (a Calancha), ¿dijo que ésta es su casa…?

CARMEN: Así es… no es una maravilla, pero es mía, aquí están todos mis

ahorros…

DR. CALANCHA: Ah… con que esas tenemos no… aprovechándose de nosotros usted

vive gratis aquí…

CARMEN: Yo vivo gratis porque es mía, pero los demás me pagan alquiler…

DR. CALANCHA: Así que cobrando alquileres ajenos no… eso según el código penal

está tipificado como abuso de confianza, y tiene una pena de 10

años de cárcel…

GRACIELA: Tiene los papeles.

CARMEN: Indudablemente. ¿Quiere verlos…?

DR. CALANCHA: Deben ser falsos, seguramente son papeles falsificados…

GRACIELA: ¿Me los podría mostrar…?

CARMEN: Quiere venir por aquí… (mutis a su cuarto, seguida de Graciela).

DR. CALANCHA: Señorita doña Graciela, usted no puede hacerme esto, no puede ir

con ella… señorita… ¡Graciela!

ESCENA III

(Dichos con Ramiro)

DR. CALANCHA: Oh… estoy confundido… refundido… mis huesos se calcinarán en

el averno… oh… mi reputación por… los suelos… estoy perdido…

RAMIRO: (Por foro, molesto). Ah, éste aquí, pero quiere explicarse, ¿por qué

dejó dicho que viniera con urgencia…?

DR. CALANCHA: Oh… mi buen amigo Ramiro… estoy perdido, me han

descubierto… apareció la dueña de la casa, y está hablando con la

señorita Graciela…

RAMIRO: ¿Graciela, aquí…? pero cómo pudo ser tan tonto como para

traerla…

DR. CALANCHA: No quise que viniera, me negué, me hice el enfermo, el muerto…

Page 19: Me Averguenzan Tus Polleras

pero de nada sirvió…

RAMIRO: Me parece amigo Calancha que está en un grave problema.

DR. CALANCHA: No… no puede ser… siento en mi garganta, como si estuvieran

jalando la soga…

RAMIRO: Amigo… esta perdido…

DR. CALANCHA: Ah… pero si caigo, usted caerá conmigo…

RAMIRO: Qué le hace pensar semejante estupidez…

DR. CALANCHA: Claro, señor don Ramiro, usted fue mi cómplice en este mal

negocio..

RAMIRO: Me parece que está desvariando… sí eso es… está algo

perturbado…

DR. CALANCHA: Nada de eso, recuerdo que la mayor parte del dinero se lo dí a

usted…

RAMIRO: ¿A mí?, realmente está loco…

DR. CALANCHA: No lo niegue… esa es la verdad…

RAMIRO: Y qué pruebas tiene.

DR. CALANCHA: (Seguro). Mi palabra, la honorable palabra de un digno y respetado

abogado…

RAMIRO: No me haga reír, después de esto piensa que le creerán…

DR. CALANCHA: No, ¿pero usted confesará la verdad… no…? (sacando del

bolsillo), mire tengo mucho dinero, le daré la mitad, le daré todo…

mire, le haré un cheque, ¿qué dice…?

RAMIRO: Es tentadora su propuesta… cuanto me daría…

DR. CALANCHA: Varios miles de Bolivianos…

RAMIRO: Bueno, el cheque…

DR. CALANCHA: Aquí lo tiene (le dá), así la responsabilidad será menor y el peso de

la ley no será tan grande…

Page 20: Me Averguenzan Tus Polleras

ESCENA IV

(Dichos más Graciela y Carmen)

GRACIELA: (Sale por derecha con papeles que lee). Aquí están los papeles…

qué dice ahora Dr. … ¿Ramiro qué haces aquí…?

RAMIRO: (Sorprendido). Sabes mi vida, fui por tu casa y me dijeron que

estabas aquí y pensé, más que todo tuve un presentimiento, que

corrías peligro y decidí venir…

GRACIELA: Ah… eso es… ¿y quieres decirme, vida mía, ¿quién te dio la

dirección…?

RAMIRO: (Sorprendido). La dirección… me la dio… no recuerdo quien…

GRACIELA: ¡Ajá…! no recuerdas bien, luego arreglaremos cuentas contigo…

ahora estamos abocados a esto. ¿No es así Calancha…?

DR. CALANCHA: Doctor… Mamerto Casimiro de la Calancha, si me hace el favor…

GRACIELA: Bien doctor Mamerto Casimiro de la Calancha… ¿qué es lo que

tiene que alegar en su favor?

DR. CALANCHA: Mire, yo le voy a explicar… resulta que el señor Ramiro y yo…

habíamos…

GRACIELA: ¿El señor Ramiro y usted…?

DR. CALANCHA: Así es, reitero lo dicho, el señor Ramiro y yo…

RAMIRO: Mi amor… este hombre a querido embaucarme… fíjate que ha

tenido la sinverguenzura de darme este cheque, para que me hiciera

pasar por su cómplice…

DR. CALANCHA: Falso testimonio señor juez… solicito que ese alegato se retirado

del acta inmediatamente por carecer de pruebas… y fondos.

RAMIRO: Es cierto amor… mira su firma… fíjate el monto que me ofreció…

a cualquiera puede tentarle, pero no a mí… que te amo tanto… y

por ti sería capaz…

GRACIELA: (Soltándose). Capaz de vender a tu madre por salvarte…

DR. CALANCHA: Así es, en efecto… me consta…

Page 21: Me Averguenzan Tus Polleras

RAMIRO: Pero vas a dudar de mi cariño, de mi lealtad, de mi profundo

amor…

GRACIELA: (Melosa). No de ninguna manera, cómo voy a dudar de un hombre

tan honesto… leal, trabajador, bueno, hogareño… vividor y

casado… sinverguenza… ¿crees que no sé toda la verdad…?

DR. CALANCHA: Vea señorita doña Graciela, este hombre es un timador, un ladrón,

un sinverguenza… ve…

GRACIELA: Usted se calla, que es el cómplice de este hombre, ya sabe la

policía, y los dos irán a la cárcel…

ESCENA V

(Por derecha e izquierda salen Jacinto, María y Concha).

DR. CALANCHA: El me indujo a entregarle todo, él me ha dicho que…

RAMIRO: No le creas Graciela, él fue quien me ofreció…

MARÍA: (Saliendo seguida de Jacinto). Pero qué escándalo es éste, que es

lo que está pasando aquí…

JACINTO: Quién osa perturbar el descanso de un hombre trabajador…

GRACIELA: (A María). ¿Tú aquí…? ¿ustedes…? ¿qué significa esto…?

MARÍA: (Sorprendida). ¿Señorita Graciela, pero qué es lo que está haciendo

aquí…?

JACINTO: Esta es nuestra casa… ya fuera… así como nos ha botado de la

suya… fuera de mi casa…

GRACIELA: Así que viven aquí… ahora me doy cuenta de todo… claro… cómo

pude ser tan imbécil… ustedes tramaron todo esto… ellos… (por

Ramiro y Calancha), son sus cómplices…

MARÍA: (Sollozando). Ay Dios mío, ¿pero de qué está hablando…?

GRACIELA: De la estafa que han hecho, ustedes cuatro…

JACINTO: Qué estufa… yo no he visto ninguna estufa… vos has visto

Maricay…

Page 22: Me Averguenzan Tus Polleras

GRACIELA: Cuando estaban trabajando en casa, se pusieron de acuerdo y no

conformes con lo que me robaban, decidieron unirse todos y sacar

una tajada mayor…

MARÍA: Pero no entiendo de qué estás hablando niñita… de que tajada…

GRACIELA: No te hagas la inocente… chola ladrona…

JACINTO: No permito que a mi mujer la traten así, che.

GRACIELA: Usted se calla, pedazo de alcohólico… pero esto no se va a quedar

así…

CONCHA: (Sale de su habitación). Pero qué es lo que está pasando doña María,

quién está gritando tanto, o es mi Carla que otra vez…

MARÍA: No señora, no es ella, es… esta señorita que sin motivo nos acusa de

algo que no hemos hecho…

GRACIELA: Caramba… habían sido varios los cómplices… qué nido de

serpientes más grande…

CONCHA: (Sorprendida). No entiendo qué está pasando, ¿por qué dice usted

que somos cómplices, qué delito hemos cometido… a quién hemos

robado…?

GRACIELA: Todos son iguales… buenos para hacerse los inocentes… pero

conmigo, eso no va…

CONCHA: Pero señorita, a quién hacemos daño, si apenas podemos vivir con

lo poco que tenemos, sin molestar, trabajando honradamente…

RAMIRO: Graciela, no crees que has llegado muy lejos, éstas personas son

inocentes, no tienes porque ofenderlas y humillarlas sin razón…

GRACIELA: Defiéndelas… son de tu misma calaña, sinvergüenza…

RAMIRO: No necesitas ofender a nadie, yo te diré la verdad…

DR. CALANCHA: No, yo se la diré, el digno y respetable Dr. Calancha, abogado y

administrador de la familia desde hace varios milenios… sabe

señorita doña Graciela…

GRACIELA: (Cortante). Basta… estoy harta de escuchar absurdos… basta…

Page 23: Me Averguenzan Tus Polleras

MARÍA: Pero señorita, (llorando casi suplicando), por qué se ensaña con

nosotros, que nomás le hemos hecho… si jamás hemos robado, en

todo el tiempo que hemos trabajado en su casa… ni un pedazo de

pan hemos alzado, sin que usted sepa…

GRACIELA: ¿Ah sí…? ahora te vas hacer la inocente, la que no es capaz de

hacer nada malo…

ESCENA VI

(Dichos más Carmen)

CARMEN: (Que vio la última escena). Pero que es lo que está haciendo, no

no tiene derecho a tratar así a mis vecinos, ya le mostré los papeles

de la casa, así que le ruego marcharse y dejarnos en paz…

GRACIELA: (Agarrando los papeles). El problema es otro, si bien ésta es su

casa… que de seguro se la hizo robando, he descubierto que aquí

viven muchos dueños de lo ajeno…

CARMEN: Su plata no le da derecho venir a ofendernos

GRACIELA: Mirá muchacha, no sabes con quién estas hablando.

CARMEN: Ellos son toda mi familia, todo lo que tengo, y si tiene algo en su

contra, considéreme parte de aquello…

GRACIELA: Si tú quieres… así será…

DR. CALANCHA: Bueno… iré a llamar a la policía, para que se lleve a todos estos

estafadores y maleantes…

RAMIRO: Usted no va a ninguna parte, el lío lo armamos nosotros y vamos a

solucionarlo…

DR. CALANCHA: Mejor que se los lleve a estos…

RAMIRO: Cállese de una vez… (A Graciela), mirá Graciela, vamos a tu casa

y arreglaremos todo, deja en paz a esta gente…

GRACIELA: Entérate, estoy dispuesta a llegar hasta el final con todo esto, así que

deja de abogar por ellos, que tu cuello está casi cortado…

Page 24: Me Averguenzan Tus Polleras

CARMEN: Mejor será que vaya por la policía… (mutis por foro)

GRACIELA: No sabes cuanto te voy a agradecer…

JACINTO: Ya que vamos a esperar, que tal si voy a la cantina y compró una

botellita… para hacerle quite al frío…

DR. CALANCHA: ¡Ah…! esa no es mala idea, lo acompaño…

GRACIELA: Nadie se mueve de aquí (va hacia la puerta, saca un revolver del

bolso).

MARÍA: (Sorprendida como los demás). Pero, si nosotros no somos

delincuentes para que nos amenace de esa forma.

CONCHA: (Cae al suelo pesadamente).

MARÍA: Señora… señora… se ha desmayado, un vaso de agua… un vaso de

agua por favor…

JACINTO: Yo voy a traer… yo voy… (trata de salir).

GRACIELA: No crean que voy a caer en su absurda treta… quietos todos…

MARÍA: Pero no ve que está mal, andá Jacinto.

JACINTO: (Mutis corriendo y vuelve con un vaso… en tanto María trata

de darle aire a Concha). Aquí está, se la ve pálida…

GRACIELA: Ya de una vez, dejen de fingir…

MARÍA: (Sin hacer caso). Ayudame viejo, ayudame, hay que llevarla a su

cuarto… (la llevan)

GRACIELA: Dije que basta, dejen de fingir…

RAMIRO: ¿No ves qué es enserio…? deja que la atiendan…

GRACIELA: (Vacilante). Caramba, cómo los defiendes… claro no hay mucha

diferencia entre ellos y tú…

ESCENA VII

(Aparece Carla por foro).

CARLA: Hola Chavales, que relajo es este…

GRACIELA: ¡Carla…! ¿Carla qué haces aquí...?

Page 25: Me Averguenzan Tus Polleras

CARLA: ¡Graciela…! hola vieja cómo estas… ¿pero quieres decirme qué

haces en este barrio y en esta casa…?

GRACIELA: Lo mismo te pregunto, ¿qué haces aquí?

CARLA: Ah… yo… vine… ah… sí, vine a buscar a mi cocinera… vive

aquí… si… sabes, hoy no fue a trabajar, y de seguro que le paso

algo… tu sabes, mis viejos se han acostumbrado a lo que cocina,

y me pidieron que la buscara… ves… por eso vine a este sucio

lugar… (por Ramiro y Calancha) ¿y quiénes son ellos… pero

qué haces con esa pistola…?

GRACIELA: Es una historia larga de contar… pero ayúdame, tienes que ir a

buscar a la policía…

CARLA: Claro hermana, por supuesto…

RAMIRO: Mas que ella, necesita ayuda la señora que se puso mal…

DR. CALANCHA: El señor don Ramiro tiene toda la razón, primero está lo primero…

hay que buscar ayuda para la señora…

CARLA: (A Graciela). ¿Dime, de qué señora están hablando estos dos…?

GRACIELA: De una chola, que haciéndose la enferma, quiere engañarme.

CARLA: (Como para sí). ¿Será mamá…?

GRACIELA: ¿Qué dijiste…?

CARLA: (Percatándose de lo que dijo). Mi mamá… decía que mamá debe

estar preocupada… y…

GRACIELA: Ve por la policía ¿si…? tienes que ayudarme…

CARLA: Claro, voy, pero primero quisiera ver si es la cocinera la que se

puso mal… ves, por la familia, se quedará sin comer…

GRACIELA: Pero Carla, primero estoy yo… esa gente puede esperar…

CARLA: Tienes razón… primero estamos tú o yo , al final… es solo una

chola… una empleada doméstica, bien… ya vuelvo… y cuida bien

a estos… (mutis).

GRACIELA: Eso es… apúrate… yo me haré cargo de los delincuentes…

Page 26: Me Averguenzan Tus Polleras

ESCENA VIII

(María sale por izquierda).

MARÍA: Se está muriendo… se está muriendo… ayúdenme por favor…

ayúdenme… por favor señorita…

GRACIELA: Que se muera, pero de aquí nadie sale…

RAMIRO: (Reaccionando). Puedo ser todo, pero nunca cargaré una muerte

en la conciencia… yo iré por un médico…

GRACIELA: No te muevas, no te muevas o disparo…

RAMIRO: Hazlo si quieres… pero no me detendrás… (mutis violento).

DR. CALANCHA: Se escapa… se escapa… no puede dejarlo ir… él es culpable…

(aprovechando la confusión sale corriendo), no lo dejaré

escapar…no… alto, ladrón, delincuente, alto… (sale, antes de las

dos últimas líneas).

GRACIELA: Mira desgraciada… maldita… hiciste que se escaparan…

MARÍA: Pero señorita, se está muriendo… necesita que la atiendan, está

muy enferma…

GRACIELA: Y a mí qué me importa que se muera, no necesitamos gente como

ustedes, deberían desaparecer todos…

MARÍA: (Llorando). ¿Es que no tiene corazón… ó no es mujer… no tiene

una madre…? o piensa que nunca tendrá hijos…

GRACIELA: Cállate, cállate te digo, o no respondo de mi… (ademán de

golpearla).

MARÍA: Déjeme salir por favor, tengo que ir por un médico, déjeme salir…

GRACIELA: Tú… tú pagarás todo… dejaste que esos dos sinvergüenzas

escaparan… pero tú… tú no saldrás de aquí…

MARÍA: Entienda… necesito ir por un médico… acaso nuestra vida no

vale, como la todos… acaso no somos seres humanos… o por el

hecho de que somos pobres… somos pero que animales…

Page 27: Me Averguenzan Tus Polleras

GRACIELA: No lograrás conmoverme con tu llanto…

MARÍA: (Siempre igual). Si Dios nos hizo por igual a todos, ¿por qué

tenemos que sufrir la maldad de los demás…? ¿acaso no tenemos

derecho a vivir… a ser felices…? ¿a quién hacemos daño, siendo

así, acaso la pollera nos hace tan diferentes?; por favor señorita…

por favor… déjeme ir…

GRACIELA: Haz lo que quieras, dí lo que te venga en gana, pero de aquí no

sales.

MARÍA: (Se para y forcejean ambas). Tengo que ir, tengo que ir, déjeme

salir… se está muriendo…

GRACIELA: (La golpea haciendo que caiga). Chola atrevida… cómo te

atreves… (la va a golpear otra vez).

ESCENA IX

(Por foro, Carlos seguido del cura y Carmen).

CARLOS: No… no haga eso…

GRACIELA: (Intenta golpearla). Yo le voy a enseñar a ésta, quién es su

patrona… india atrevida…

CARLOS: No… no… señorita Graciela… ella es su madre… (la escena

queda congelada, nadie se mueve por algunos segundos…

Graciela lentamente va reaccionando… levanta la vista hacia

platea… toda la escena es lenta, con música de suspenso de

fondo).

GRACIELA: ¿Qué… qué dijiste…? ¿qué has dicho…? ¡repítelo…!

(agarrándose de Carlos).

CARLOS: Ella es su madre… es el ser que le ha dado la vida… no la toque,

Dios la va a castigar…

GRACIELA: (Llorando). No… no… no puede ser, si mis padres murieron

cuando era pequeña…

Page 28: Me Averguenzan Tus Polleras

CARLOS: Así es, pero la historia es otra… padre…

P. ALEGRÍA: (Se acerca, mientras Carmen va a donde está llorando en el

suelo María). Sí hija… después de tanto investigar hemos dado

con la verdad…

GRACIELA: (Agarrándose la cara con ambas manos se va a un lado,

llorando y repitiendo lo mismo). No es cierto… están

mintiendo… no es cierto…

P. ALEGRÍA: (Hacia María y junto con Carmen la ayudan a ponerse de

pie). Sí hija… después de tantos años… hemos llegado a la

verdad… ésta muchacha es tu hija, es aquella que te fue

arrebatada de pequeña, y por la que has sufrido tanto… sí, ella

es… Graciela… la niña por quien se consumió tu juventud y tu

vida..

MARÍA: Padre… padre… qué feliz me hace padre…

ESCENA X

(Ramiro en escena).

RAMIRO: (Apurado). Ya viene la ambulancia… ayúdenme a llevarla…

CARLOS: ¿A quién…? ¿qué ha pasado…?

MARÍA: Doña Concha se ha puesto mal… está en su cuarto con el

Jacinto…

CARLOS: (Entrando). Vamos, hay que llevarla…(tras él, Ramiro y

Carmen).

P. ALEGRÍA: (Se mueve inquieto). ¿Pero qué es lo que ha pasado…? ¿cómo así

se puso mal…? ¿Y dónde está Carla…?

MARÍA: No parece, desde ayer no ha venido…

P. ALEGRÍA: ¡Caramba, qué niña…! pobre señora, yo más iré a ayudar…

(tropieza con todos los que salen, llevando en una cama,

especie de camilla a Concha). Por aquí hijos, por aquí…

Page 29: Me Averguenzan Tus Polleras

TODOS: Rápido, rápido, donde está la ambulancia… rápido, vamos con

cuidado…

P. ALEGRÍA: Yo voy con ustedes, pueden necesitar mi ayuda… (a María), doña

María, quiero que…

MARÍA: Vaya usted padre… eso es primero… atienda nomás…

P. ALEGRÍA: Dios bendiga la nobleza y buen corazón hija…(mutis).

ESCENA XI

(Han quedado en escena María, que se va reponiendo poco a

poco, secándose sus lágrimas, arreglándose lentamente cruza

la escena, hasta llegar a su puerta, Graciela, que ha

permanecido estática, con la cara entre las manos, al ver que

María cruza y se va entrar, entre llanto y sollozos se para y

estira la mano).

GRACIELA: (Quedamente). Mamá… mamá… no me dejes…

MARIA: (Al escucharla se detiene y voltea lentamente).

GRACIELA: Mamá, por favor, perdóname… yo no sabía, perdóname

perdóname mamá… te quiero… no me dejes así…

MARÍA: Hija… hija de mi alma… hija… (corren ambas al centro de la

escena y se abrazan ahogadas en llanto)

GRACIELA: (Trata de arrodillarse). Perdóname, no merezco pedirte esto

después de todo lo que te hice… pero siquiera tu perdón…

mamá, siquiera tu perdón…

MARÍA: Cómo una madre no va a perdonar a su hija, cómo una madre

después de haberla perdido chiquita, ahora la va a perder otra

vez…

GRACIELA: No merezco tu amor… no soy digna de ti, porque me tuvieron

sobre todo, pensé que era diferente, que era otra cosa… todo eso

me ha hecho humillarte…

Page 30: Me Averguenzan Tus Polleras

ESCENA XII

(Dichos mas Jacinto, que viendo la escena se queda en la

entrada de foro, conmoviéndose por todo lo que pasa entre

las dos mujeres).

MARÍA: Tú no sabías hija… no sabías que tu madre era una chola, una

mujer de pueblo y tu padre, un artesano, un hombre amargado

por la crueldad del destino…

GRACIELA: ¿Pero qué pasó, cómo fue, qué hizo que me extraviaran…?

JACINTO: Yo te voy a contar hija…

GRACIELA: Papá… papá… (se acerca y lo abraza)

JACINTO: Sabes, muy jóvenes nos casamos… no teníamos nada… pero sí,

un gran anhelo, un gran deseo de superación, de trabajo, de llevar

adelante nuestro hogar… y así fue en principio, pero qué se yo…

los malos amigos, aquellos que te adulan cuando estás bien, que

te respetan cuando tienes algo, metieron cosas en mi cabeza, les

hice caso, me dediqué a lo que ellos querían… jugar, tomar, no

trabajar, andar de fiesta en fiesta y todo eso… entonces, viniste tu

al mundo y tu mamá, sin tener qué comer, tuvo que ir de puerta

en puerta buscando tu sustento… yo entre tanto, feliz, de cantina

en cantina, tomando, inconsciente, sin vivir la realidad… ¿te das

cuenta hija… te das cuenta de lo que hice…? (se ahoga en

llanto).

MARÍA: Había encontrado trabajo donde un familia buena, no tenían

hijos, por eso me aceptaron, además tu no molestabas, dormías,

dormías todo el día… hasta que una noche, muy tarde golpearon

la puerta y dijeron que tu papá había sufrido un accidente, como

Page 31: Me Averguenzan Tus Polleras

era tarde, no quise despertar a nadie, y arropándote salí… la

lluvia era fuerte, volví al cuarto y te dejé… entonces bajé hasta el

hospital… habían estado operándolo, esperé, esperé muchas

horas… no sé cuántas, salió, y lo cuidé hasta que se recuperara un

poco, entonces volví a la casa… fui a buscarte y no te encontré,

pregunté a todos, caminé por todo lado… pero nadie dio razón de

esa familia ni de ti…

GRACIELA: Me encontraron llorando, leyeron al día siguiente sobre el

accidente, y como viajaban, viéndome sola me llevaron con

ellos… por eso dijeron, que mis padres habían muerto en un

accidente y me educaron, me dieron todo, sin ninguna

necesidad… pero muy dentro, me faltaban ustedes, algo me decía

que no estaban muertos… y ahora los tengo a mi lado…

JACINTO: Ves, fue mi culpa… por mi maldita manía de tomar… te

perdimos… y desde entonces el calvario de tu madre… el sufrir

por ti y por mí…

MARÍA: Ya no llores Jacinto, Dios ha querido que así sea, ahora, nos ha

devuelto a nuestra hija… y eso es lo que cuenta…

GRACIELA: Sí papá, verás que a partir de ahora, seremos felices… podrán

ambos perdonar mi arrogancia, mi complejo de superioridad, mi

querer ser diferente, sin saber que mi origen son seres sencillos,

humildes, gente honesta y digna, cuyo único pecado es ser

pobre…

MARÍA: (Abrazándola). Hija… hija de mi alma…

JACINTO: (Ídem). Hija… no hay nada que perdonar… mas bien olvidar…

GRACIELA: (En medio de ambos). Mamá… papá… no saben cuánto los

quiero…

Page 32: Me Averguenzan Tus Polleras

ESCENA XIII

(Carla que ingresa por foro, sorprendiendo a los demás).

CARLA: (Desde afuera). Graciela, ya llame a la policía, están en camino…

pero que pasó, por qué ésta gente te abraza así, ¿qué tienes

Graciela… qué te han hecho?, suéltenla… (trata de hacerla

soltar).

GRACIELA: Cálmate Carla, soy la mujer más feliz del mundo

CARLA: Estas hablando pavadas… estás con temperatura, ven vámonos

de esta casa de cholas e indios…

GRACIELA: No Carla, no me voy de aquí… (transición). ¿Por qué sigues en

lo mismo, por qué quieres negar tu origen, dime por qué...?

CARLA: ¿Qué te han dicho…? no les creas, no conozco a esta gente…

no le creas…

GRACIELA: ¿Sabes…? ella, ésta mujer de pueblo que viste pollera, ésta

mujer simple… es mi madre… lo entiendes… mi madre… lo

ves. El, así como está, tan maltratado por la vida, es mi padre…

mi padre… los ves Carla, ellos son mis padres…

CARLA: (Sorprendida). ¿Qué estas diciendo, te ha vuelto loca…?

MARÍA: La verdad hija… solamente la verdad…

JACINTO: Aquella verdad que deberías aceptar, enorgulleciéndote por ser

hija de una mujer de pollera…

GRACIELA: Cuan ciega fuiste Carla, cómo pudiste negar lo tuyo.

MARÍA: Hija, tu mamá se puso mal y…

CARLA: (Desesperada). ¿Qué le pasó, dónde está?, ¿Dios mío dónde está

mi mamá…? (llanto). ¿Dónde está, qué han hecho con ella…?

¿Dónde está…? mamá… mamá… (gritando).

GRACIELA: No te exaltes, la llevaron al hospital… ven iremos contigo…

vamos papá, mamá…

Page 33: Me Averguenzan Tus Polleras

JACINTO: (Sale primero). Iré a conseguir un taxi… taxi…

ESCENA XIV

(La escena queda desierta, por el lado opuesto de foro

aparecen Carlos y Carmen).

CARLOS: Mira, allá van,,, y con ellos Carla…

CARMEN: Sí… déjalos que vayan… ahora ellos tres son una familia…

CARLOS: Cómo es la vida… cómo da vueltas el mundo, ¿te imaginas ella,

la patrona, la señorita de la casa… hija de don Jacinto y de doña

María…

CARMEN: Parece una historia inventada en un sueño… pero ya ves, Dios, en

su infinita misericordia, se acuerda de todos… sobre todo de

aquellos que han sufrido mucho…

CARLOS: ¿Y Carla? ¿Qué será ahora de ella, qué hará sola…?

CARMEN: Acaso no ha querido eso… no humilló tanto a su madre… ya será

feliz, ya no tiene de quien avergonzarse… (llora).

CARLOS: No digas eso Carmen… (abrazándola), no llores, hay personas

que son felices como son y otras, pues otras…

CARMEN: A veces la vida es injusta… mírame, sola, en cambio Carla,

teniéndola muy cerca, sintiéndola a su lado, la ha despreciado,

hasta el punto de alejarse, sin importarle nada…

CARLOS: Ahora sentirá de veras, y ello la levará a madurar, para que en el

futuro, pueda ser una buena madre, responsable, seria, apegada a

su familia, dándole a sus hijos, lo que negó a su madre… verás

que será así…

CARMEN: Sí, es posible, pero a qué precio… acaso tenemos que esperar los

hijos que suceda algo así, para cambiar, para ser diferentes, para

ser como nuestros padres soñaron…

Page 34: Me Averguenzan Tus Polleras

CARLOS: No sé… quizás… Dios dispone por algo…

CARMEN: Carlos, Carlos, siempre el mismo, solitario, sentimental, bueno…

tratando de justificar a todos… (abrazándolo), pobre Carlos...

mírate… toda tu vida, siempre siendo el mismo… y yo…

CARLOS: Tú… Carmen, tú, siendo la mejor mujer, la hija ejemplar, buena,

trabajadora, ¿sabes?, mereces un destino diferente, alguien que te

dé todo… alguien que te valore en tu verdadera dimensión…

alguien…

CARMEN: (Interrumpiendo). Alguien como tú… alguien como tú Carlos…

CARLOS: ¿Será posible acaso…? dos seres maltratados por la vida ¿podrán

encontrar la felicidad juntos…?

CARMEN: Dios va a querer que así sea… ya verás… (se abrazan).

TELÓN LENTAMENTE

FIN