Menestrón Andino

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  • 7/23/2019 Menestrn Andino

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    Menestrn andinoPara los das grises del inviernoPor Don Lucho

    DON LUCHO RECETAS

    Qu mejor que

    una sopa

    humeante y

    sustanciosa para

    un da frio. Si

    est en el clido

    hemisferio norte

    guarde la receta.

    El invierno no

    est tan lejos

    como parece

    Jui

    o2

    012

    El menestrn es uno de los platos peruanos ms entraables. Y lo llamo

    peruano a pesar de que su nombre existe en muchsimos otros lugares, pero

    representa otra cosa. U otras. Nada hay ms mudable que el vocabulario de

    la comida, y uno tiene que convivir con eso.

    La de hoy es una receta que con numerosas variaciones he ido repitiendo

    ao tras ao y que me saca del neblinoso y depresivo invierno limeo para

    llevarme a un territorio amable, clido y bien conversado, con memorias y

    sabores antiguos. Si usted lo hace en casa, su receta tal vez ser distinta.

    Eso pasa con los mejores platos: no son frmulas obligatorias sino

    recuerdos de familia.

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    El menestrn verde, fragante a albahaca, que

    comemos en el Per se lo debemos a los genoveses que

    empezaron a llegar a mediados del siglo pasado. Esta sopa

    sin receta fija, que se hace mejor con lo que uno tenga en

    casa, a condicin de que intervengan las menestras (o

    legumbres como quieren nuestros amigos espaoles en su

    curioso dialecto), se ha convertido en uno de esos platos

    entraables que alivian el invierno y nos curan la

    nostalgia.

    Pero, como en tantas cosas, alMinestrone alla Genovese

    original lo hemos peruanizado con nuestros choclitos

    (elotes, maiz) y nuestras papitas; con zapallo y con

    pallares. Este plato que cocin el da ms frio del

    invierno del 2010 le da una vuelta ms de tuerca y lo

    convierte en un minestrone andino, equidistante entre

    Gnova y, digamos, Ayacucho.

    Lo hice as, porque el menestrn, en condiciones

    normales lo siento como el primer captulo de un

    almuerzo, no un almuerzo completo. Y yo lo que quera

    era una sopa contundente que, de un solo envin me

    devolviera el calor interno, llenara mi barriga y alegrara mi

    espritu. As que este plato que he visto cocinar de tantos

    modos y que he comido con tantos ingredientes distintos

    se hizo as.

    En la base de todo, estuvo un caldo de verduras

    poderossimo que Alicia haba hecho unos das atrs y

    que guardbamos en la refri para ocasiones como sta.

    De qu era el caldo? Quien sabe. En casa comemos

    hartsima verdura y todos los rabitos de la cebolla, las

    partes duras del esprrago, las hojas del apio, la parte

    verde de los poros o porros o puerros, los corazones de

    los pimientos morrones, caen en una olla, se cocinan, se

    cuelan y se guardan. Esa es la materia prima de otras

    cosas, desde sopas hasta arroces y tambin este

    menestrn.

    Esta vez el caldo sirvi para licuar un mazo de

    albahaca, al que apenas le quit los tallos. Hay quienes

    dicen que la albahaca es indigesta; a nosotros no nos pasa.Pero tal vez dependa del cuidado con el que uno elija su

    albahaca.

    Nosotros buscamos siempre la de hoja ms delgada y

    flexible, sea verde, negra o moteada. La ms coricea la

    eludimos, precisamente porque en esta casa apreciamos

    los placeres de una buena digestin.

    Ese jugo verde intenssimo lo reserv mientras pona

    a cocer en un poquito de aceite de oliva una cebolla

    picada muy finito. Cuando transparent, agregu la

    albahaca licuada.

    En el siguiente paso puse lo que me pareci -y no me

    equivoqu- que convertira este menestrn en un plato

    unico contundente: media taza de cebada pelada.

    La cebada, debo decrselo, es uno de mis

    ingredientes secretos. Por muchas razones, dos

    de los cereales ms viejos de la historia, el trigo

    y la cebada siguieron caminos distintos. El trigo

    se fue hacia el pan y su carga de gluten lo

    convirti en el rey de las pastas. La cebada, ms

    rstica, menos transformable en harina, sigui

    el camino de los lquidos y est en la raz de la

    cerveza y muchos otros tragos. Pero esto no le

    quita sus dotes gastronmicas. Simplemente

    parece que las hubiramos olvidado.

    Luego agregu un buen puado de zanahoria

    cortada en cubitos, otro puado de frejoles (alubias,

    frijoles., ya ven lo que pasa con las palabras de la comida)

    frescos, un puado depallares frescos y un puado decubos de zapallo o calabaza, como prefiera decir.

    Cuando el agua volvio a hervir, agregu dos piernas

    de pollo limpias, deshuesadas y cortadas en trozos

    tamao bocado.

    Ya lo se, en su casa el menestrn se hace con carne

    de vaca.

    Cmo dice? Que su abuelita lo hace a partes iguales

    de vaca y cerdo? Es posible. Yo tena pollo en la

    refrigeradora y pollo fue. No crea, querida amiga, querido

    amigo en la inmutabilidad de las recetas. No son de fierro.

    En este punto sazon con un par de ingredientes que

    usted difcilmente podr conseguir. Lstima; pero podr

    reemplazarlos fcilmente

    El primero fue salmuera. Salmuera? S. De cuando

    en cuando me consigo unas piedras de sal de mina de un

    color entre blanco y violeta que traen de las alturas de

    Huancavelica. La pongo en agua y poco a poco se va

    disolviendo. Los minerales pesados caen al fondo, y yo

    uso para cocinar la salmuera transparente que queda en la

    parte superior.

    En esto de la salmuera, estoy con las mayoras.

    Piense un poquito cmo salan los chinos su

    comida. Lo hacen con salsa de soya que no es

    otra cosa que salmuera saborizada. Siga ms

    all hacia el sur de Asia y los bordes del Pacfico

    y se encontrar con el Fish Sauceo salsa de

    pescado que los tailandeses, vietnamitas,

    laosianos y malayos usan para sazonar sus

    platos, sean o no sean marinos. No se cuantos

    miles de millones de personas salan su comidacon salmuera.

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    Pequea nota diettica. Mrelo por donde lo mire este es un plato bueno para cualquiera. Verduras varias,carbohidratos de calidad. Especialmente la cebada, con la que tanto me he detenido al contar mi historia. La

    cebada pelada, que es la que utilizo, es un cereal integral con muy bajo ndice glicmico, es decir que se demora

    un montn en convertirse en glucosa. Eso es bueno para el diabetico, pero tambin lo es para el que quiere

    controlar su peso. Cuanto ms demora la conversin, mayor es la saciedad, menos tentaciones de hambre a la

    mitad de la tardecita... Y ciertamente el menestrn no es la nica manera de utilizarla. Ya vendr con recetas

    especficas.

    El segundo ingrediente fue un macerado de pisco

    con aj que me regal mi amiga Isabel. Para mi gusto es

    absolutamente imbebible como pisco, pero para sazonar

    se ha convertido en una de mis armas secretas. Es un

    aguardiente picantsimo que le confiere a los platos un

    lejano e innegable aroma a uva y les infunde un picor tan

    leve o intenso como uno quiera. En este caso lo usdiscretamente, apenas lo suficiente como para que el

    picante levantara todos los dems sabores sin opacarlos.

    Usted lo puede hacer en casa. Experimente. Es una buena

    manera de usar los piscos que no son suficientemente

    buenos como para beberlos puros.

    Aad unas cuantas papas andinas cortadas en

    rodajas, un choclo rebanado en cuatro partes, unos

    cuantos choclitos beb y un puado de fideos de

    tirabuzn. Ya lo se: el menestrn lleva fideos de canuto.

    Por favor, no sea tan ortodoxa. As se va a ir al cielo, pero

    de puro aburrimiento. Con tirabuzones tambin camina.

    En materia de cocina eso fue todo. El menestrn

    sigui en el fuego lento, borboritando dulcemente y

    llenando mi casa de aromas maravillosos y el resto del

    edificio de envidias soterradas. Cuando la pasta estuvo

    lista, apagu el fuego y me fui a trabajar. Todo el proceso

    me haba tomado poco ms de media hora, entre el final

    del desayuno y la ducha que me mand mientras el

    menestrn se haca solito.

    A la hora del almuerzo separ la mitad y la cocin.

    Tena tanto hambre que no me di tiempo de tomarle su

    foto. Unos das ms tarde recalent la otra mitad que

    habia dejado congelando, pero esta vez tena la cmara

    lista y pude enfrentarme con el menestrn humeante que

    preside esta pgina.

    Lo nico que agregu antes de comer fue el inevitable

    queso parmesano rallado que forma parte de la receta

    original. Todava me queda un pequeo saldo del mejor

    parmesano a precio razonable que se puede encontrar en

    el pas: el uruguayo de Conaprole. Si lo encuentra, no lo

    deje escapar. Es el Forln de los parmesanos. Ojal los

    productores peruanos de queso maduro lograran

    acercrsele, porque si lo hicieran estaran muy cerca de las

    grandes ligas del parmigiano reggiano, el nico realmente

    verdadero.

    La primera vez estuvo bueno. Como siempre, la

    segunda vez, este menestrn aserranado estuvo

    sensacional. Qu le dio la cebada? Le dio espesor,

    contextura,densidad.La gracia del menestrn tradicional, aparte del

    perfume de la albahaca, es la combinacin de texturas:

    papas arenosas, maz que revienta entre las muelas,

    frejoles de superficie tersa que al morder revelan una

    pasta densa, pallares anchos que cubren zonas enteras de

    la lengua antes de entregar su suavidad, la sorprendente

    dulzura de las zanahorias, la presencia flexible de los

    fideos canutos que ceden a la forma de nuestra boca y la

    densidad del zapallo que no sabe si deshacerse del todo o

    si ofrecer tierna resistencia. Es un plato complejo, laantpoda de las cremitas, de una sola textura, por

    agradable que sea.

    La cebada consigui mantener vivas esas virtudes,

    pero agreg otra ms: logr que el lquido de la sopa

    perdiera su condicin de simple vehculo de los dems

    ingredientes para convertirse en una nueva textura que no

    opacaba a las dems, sino que las envolva, las completaba

    y les daba cuerpo. Esto al momento de comer. Pero una

    vez acabado el plato, la cebada consigui que

    alcanzramos esa saciedad maravillosa que viene, no de

    hincharse de comida, sino de haber comido exacta,

    justamente, lo que el cuerpo peda y el espritu necesitaba.

    Slo ruego a los dioses de la cocina que el prximo

    da frio me encuentre bien provisto. Esta semana, mejor

    que sea un veranillo, porque no tengo ni albahaca ni

    zapallo, pero les prometo que en cuanto los encuentre me

    aprovisionar por si vienen los vientos de la antrtida.

    Con mi menestrn andino quedar protegido de todo frio

    mal.