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Institución Educativa General Francisco de Paula Santander Sede Julio Arboleda Maestro en formación: Carmen Adriana Camacho Segura Llegó el mes de agosto, me iniciaba como docente del magisterio público y se abría una interesante propuesta de formación para maestros que prometía fortalecer mis habilidades en el manejo de las TICs. Una nueva experiencia prometía brindar estrategias y recursos para realizar mi trabajo mejor. Me sentía algo extraña, regresando de nuevo a la universidad. Recorriendo caminos que algún momento había recorrido, esta vez con nuevos propósitos. Estaba emocionada de hacer parte de un grupo de educadores a quienes nos atrae el tema de las TICs. Sabía que lo que haría, favorecería mi interacción con los estudiantes y el conocimiento que enseño. Entre mis compañeros, se escuchaban muchos comentarios sobre las demandas que este curso les exigía frente al tiempo personal. Muchas opiniones mostraban la exigencia de tiempo que el curso demandaba. Sin embargo, primaba mi deseo de encontrarme con recursos novedosos y atractivos para ponerse a tono con esta generación de la imagen. Tomada la decisión de asistir a esta capacitación, inicié un recorrido desde mi interior; mi familia, mis competencias, mis fortalezas, miedos y sueños. Mi trabajo se empezó a llenar color con el mandala y el escudo familiar. Descubrí maletas que hacían pesado mi camino y otras que podían ayudarme a hacer más ligero su peso. Cada día había un descubrimiento distinto. Mi discurso se transformaba. Manipular las tablets y conocer algunas de sus aplicaciones fue un reto inicial.

Mi Experiencia en El Programa Tita - Adriana Camacho

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Crónica de una experiencia

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Page 1: Mi Experiencia en El Programa Tita - Adriana Camacho

Institución Educativa General Francisco de Paula Santander

Sede Julio Arboleda

Maestro en formación: Carmen Adriana Camacho Segura

Llegó el mes de agosto, me iniciaba como docente del magisterio público y se abría una interesante propuesta de formación para maestros que prometía fortalecer mis habilidades en el manejo de las TICs. Una nueva experiencia prometía brindar estrategias y recursos para realizar mi trabajo mejor.

Me sentía algo extraña, regresando de nuevo a la universidad. Recorriendo caminos que algún momento había recorrido, esta vez con nuevos propósitos. Estaba emocionada de hacer parte de un grupo de educadores a quienes nos atrae el tema de las TICs. Sabía que lo que haría, favorecería mi interacción con los estudiantes y el conocimiento que enseño.

Entre mis compañeros, se escuchaban muchos comentarios sobre las demandas que este curso les exigía frente al tiempo personal. Muchas opiniones mostraban la exigencia de tiempo que el curso demandaba. Sin embargo, primaba mi deseo de encontrarme con recursos novedosos y atractivos para ponerse a tono con esta generación de la imagen. Tomada la decisión de asistir a esta capacitación, inicié un recorrido desde mi interior; mi familia, mis competencias, mis fortalezas, miedos y sueños. Mi trabajo se empezó a llenar color con el mandala y el escudo familiar.

Descubrí maletas que hacían pesado mi camino y otras que podían ayudarme a hacer más ligero su peso. Cada día había un descubrimiento distinto. Mi discurso se transformaba. Manipular las tablets y conocer algunas de sus aplicaciones fue un reto inicial.

Cada lectura se integraba a mi percepción del mundo y mi concepción de enseñanza. La organización de un grupo de trabajo, un tópico o problema de aprendizaje fueron importantes retos que desarrollamos en grupo. Con la mirada aún confusa empezamos a concretar nuestras ideas en nuestro ambiente de aprendizaje.

Así surgió nuestro actual ambiente de aprendizaje. Un texto que pasó muchas veces del papel a la computadora. Como un árbol inició desde una semilla y empezó a crecer en contenido. Cada subcontenido era como una rama que el árbol le crecía. Entender la forma de trabajo de cada integrante del grupo, tomó tiempo. Generó preocupación en algunos de mis compañeros pero al final fue grato sentir la armonía y la conexión con todo el grupo.

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El proceso de escritura del ambiente de aprendizaje tuvo períodos difíciles de desarrollar. Relecturas y replanteamientos. Los espacios para concertar cambios siempre fueron pocos. Las charlas sobre herramientas para el aprendizaje en internet, la explicación sobre la ciudad Tita, el club de cacharreo y la exposición de gunos medios de aprendizaje de grupos anteriores fueron claves en el progreso de nuestro propio medio.

Para la creación del blog, fuimos desde los pasos más elementales hacia los más complejos. Usualmente, lo que aprendía y creía saber con claridad, rápidamente lo olvidaba. Fue clave el trabajo colaborativo.

La última etapa de nuestra experiencia consistió en el desarrollo de espacios de socialización. Sesiones dedicadas en parte a escuchar otros ambientes creados por nuestros compañeros, sus propósitos, actividades y dificultades. Fue muy grato observar en cada uno de ellos, la aplicación de los temas discutidos. Corroborar que la unión hace la fuerza.