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Milenio
Necesidad de un nuevo impulso a la actividad y renovación pastoral
Radicales las transformaciones
Parece resultar imposible prever el futuro que nos espera
Invitados a caminar por sendas inéditas difíciles de imaginar
Un relanzamiento pastoral y un acto de fe en el paso del Espíritu por nuestro mundo agitado y prometedor
Nuevo
NuevaEvangelización
La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una PASTORAL DE MERA CONSERVACIÓN a una PASTORAL DECIDIDAMENTE MISIONERA.
(DA 370)
CONVERSIÓN PASTORAL…
El desafío de reforzar en nuestras comunidades
• EXPERIENCIA RELIGIOSA centrada en el encuentro personal con Jesucristo.
• VIVENCIA COMUNITARIA centrada en la acogida fraterna y la valoración personal.
• FORMACIÓN BÍBLICO-DOCTRINAL que de razones a la fe, como camino para la maduración de la experiencia religiosa.
• COMPROMISO MISIONERO DE TODA LA COMUNIDAD que sale al encuentro de los que se han alejado a fin de reencantarlos con la Iglesia.
Custro Ejes: (DA 226)
Llamados a un nuevo impulso en la proposición de la fe y en el fervor evangelizador
la catequesis es un instrumento privilegiado de formación cristiana y del crecimiento en la fe
sigue siendopieza fundamental para la renovación eclesial Necesidad de un salto cualitativo en el esfuerzo de formación de sus hijos
están superados la situación de «cristianidad» y los canales tradicionales de transmisión de la fe
La «catequética»como disciplina
disciplina que se ocupa de la catequesis, en el contexto de la práctica pastoral de la Iglesia
ha surgido y se ha ido configurando a lo largo de los dos últimos siglos
Se puede colocar el comienzo de nuestra disciplina en el año 1774 cuando, por disposición de la emperatriz María Teresa de Austria, se introdujo en las escuelas de teología del imperio austro-húngaro la enseñanza de la catequética, o como disciplina, como parte de la teología pastoral
María Teresa de Austria (1717-1780)
Lienzo del siglo XVIII, de autor desconocido (DETALLE)
(Galería de los Uffizi, Florencia)
Emperatriz María Teresa de Austria Martin Van Meytens
La Teología Pastoral como nueva disciplina nació el 3 de octubre de 1774, por un real decreto de la emperatriz Maria Teresa de Austria, después de dos intentos de reforma (1752 y 1772). De todos los planes de estudio se aceptó en 1774 el del abad benedictino
STEPHAN RAUTENSTRAUCH.
La catequética comenzará a desarrollarse con un cierta amplitud y rigor hacia finales del siglo XIX, dentro del
denominado Movimiento Catequético, es decir,
de la floración de ideas e iniciativas que, desde las últimas décadas del siglo XIX hasta el Concilio Vaticano II, tratará de renovar la teoría y la práctica de la catequesis bajo el influjo de nuevas corrientes culturales, especialmente pedagógicas y psicológicas.
Por eso la catequética, nacida en el contexto teológico de la reflexión pastoral, ha experimentado bien pronto el impacto de las nuevas ciencias humanas, sobre todo en campo educativo.
la reflexión catequética ha tenido siempre un doble polo de referencia,
teológico y pedagógico,
con alternancia de acentos: más pedagógico en las primeras décadas del siglo XX, dominado por la preocupación metodológica y didáctica, y más teológico en la etapa «kerigmática» del movimiento catequético, centrado en el problema del contenido de la catequesis
De esta doble pertenencia y fluctuación continua dan fe las vicisitudes y alternancias de dos denominaciones, «pedagogía religiosa» y «catequética», para designar nuestra disciplina, junto a otras expresiones de significado similar: pedagogía catequística, pedagogía del catecismo, pedagogía cristiana, metodología catequética, metodología de la educación religiosa, catequética pastoral, etc
Es una fluctuación que, si por una parte denota la riqueza y complejidad del acto catequético, por otra será una fuente constante de tensión y de discrepancia en el desarrollo de la disciplina.
A partir del Vaticano II, la catequética ha conocido un período de relativa fecundidad y expansión, estimulada por el nuevo clima de repensamiento global de la acción pastoral y por el progreso de la reflexión epistemológica.
Hoy día se puede decir que la consolidación de la joven disciplina queda asegurada por la existencia de varios Centros e Institutos de catequética, por la abundancia de publicaciones e investigaciones en este campo y por su presencia institucionalizada en ámbito académico.
La catequética recibe su identidad del objeto de que se ocupa, la catequesis, en sus más variadas manifestaciones: enseñanza religiosa, iniciación sacramental, itinerario catecumenal, grupos de reflexión,
camino organizado de fe, etc. La catequética como disciplina es, concretamente, la reflexión sistemática y científica sobre la catequesis, con vistas a la comprensión, profundización y actuación de esta importante acción educativa y pastoral.
Dada la complejidad y variedad del objeto estudiado, la catequética admite en su seno varias divisiones y modalidades, según los contextos teológicos y culturales en que se desarrolla.
Algunos autores distinguen, por ejemplo, entre catequética fundamental, material y formal.
Por catequética fundamental se entiende el estudio de las condiciones básicas, identidad y dimensiones fundamentales de la acción catequética.
La catequética material tiene como objeto el contenido de la catequesis: estructura y articulación del mensaje, temas a tratar, criterios de selección, fuentes del contenido, etc.
la catequética formal se ocupa de los aspectos metodológicos y pedagógicos de la transmisión catequética: métodos, estructuras, agentes, lenguajes, programación, etc.
Otros autores distinguen simplemente entrecatequética fundamental o general y catequética especial o diferencial,
catequética especial o diferencial dividida según los diferentes destinatarios:niños, jóvenes, adultos, “discapacitados” especiales, padres, etc.
o con respecto a los diferentes ámbitos o lugares de la catequesis: familia, escuela, parroquia, asociación, etc
Originalidad del discurso catequético
El punto de vista catequético debe respetar la originalidad y carácter específico de la catequesis, concebida con demasiada frecuencia como simple divulgación de contenidos
teológicos.
Durante la edad moderna (la «época del catecismo») ha estado vigente esta concepción: muchos catecismos han tenido como autores o inspiradores a
teólogos y han sido pensados como síntesis teológicas
divulgativas.
TEOLOGIA y CATEQUESIS
Es evidente que la teología jugará siempre un papel importante respecto a la catequesis.
En cuanto reflexión sistemática sobre la fe y la praxis eclesial, conserva una función de esclarecimiento y sistematización que no puede ser ignorada en el proceso catequético de educación de la fe.
TEOLOGIA y CATEQUESIS
PERO... No hay que olvidar la necesaria distinción entre las dos funciones eclesiales, que tiene motivaciones y cometidos diferentes. La teología, especialmente sistemática, responde a la necesidad de dar
fundamento y profundidad científica a la vivencia de la fe,
mientras que la catequesis, se pone al servicio del crecimiento de las personas y grupos concretos, en un proceso existencial de integración del mensaje cristiano en el contexto vital de sus situaciones,
problemas y expectativas. siguen por lo tanto dos lógicas diferentes más intelectual la primera y más comunicativa la segunda.
TEOLOGIA y CATEQUESIS