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Millones de aves atraviesan cada año nuestro país Nacidas para viajar Espátula común. Foto: Roberto Anguita. Naturmedia. Pocos acontecimientos naturales despiertan tanto interés como la migración de las aves. Cada año, este espectáculo mantiene pegados a sus prismáticos y catalejos a incontables aficionados y proporciona nuevos datos a numerosos proyectos de investigación. Mediante técnicas, cada vez más modernas y más precisas, se ha obtenido gran cantidad de información, pero el cielo sigue plagado de incógnitas. Abróchense los cinturones que despegamos.

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Millones de aves atraviesan cada año nuestro país

Nacidaspara viajar

■ Espátula común. Foto: Roberto Anguita. Naturmedia.

Pocos acontecimientosnaturales despiertan tantointerés como la migraciónde las aves. Cada año,este espectáculomantiene pegados a susprismáticos y catalejos aincontables aficionados yproporciona nuevos datosa numerosos proyectos

de investigación.Mediante técnicas, cadavez más modernas y másprecisas, se ha obtenidogran cantidad deinformación, pero el cielosigue plagado deincógnitas. Abróchenselos cinturones quedespegamos.

¿Saben ustedes cuántasaves pasan por nuestro país? La res-puesta es sencilla pero ambigua: mi-llones. La comprensión del fenómenomigratorio de las aves es una madejaque mantiene aún muchos cabos suel-tos y esta es la sustancia de la que es-tá hecha la curiosidad. Situémonos enla antigua Grecia e imaginemos al mis-mísimo Aristóteles jugando a ornitólo-go. Las teorías del defensor del térmi-no medio respecto de la aparición y de-saparición de las aves, expresadas ensu obra “Historia de los animales”, re-sultan hoy rocambolescas. El filósofoadmitía que grullas y pelícanos se des-plazaban a regiones más cálidas, peroafirmaba que lo hacían huyendo del frío;para las golondrinas sostenía que, al ter-

mino del verano, se refugiaban en agu-jeros y entraban en un estado de letar-go aprovechando la coyuntura paracambiar el plumaje; mientras que los pe-tirrojos se convertían en colirrojos al lle-gar el verano. Mucho llovió sobre estasteorías hasta que perdieron su vigencia.Incluso el propio Linneo, el hombre quepuso nombre a los animales, daba porbuena la idea de la hibernación ya en elsiglo XVIII, hasta que en 1770, Buffondemostró que, tanto la golondrina co-mo otras aves sometidas al frío moríansin remedio. El experimento desmoro-nó la teoría del letargo, pero... ¿total-mente? Pues resulta que no, ya que en1950, el investigador J. Marshall, com-probó la hibernación de Caprimulgusvociferus, un chotacabras norteameri-

cano cuyo aletargamiento presenta ade-más la particularidad de ser desenca-denado, no por las bajas temperaturas,sino por el ayuno.

UN CLUB NO APTO PARADISPERSOS

Para que los movimientos de un ave se-an considerados como migratorios hande reunir una serie de requisitos. En pri-mer lugar han de respetar una periodi-cidad y estar compuestos anualmentepor cuatro fases: reproducción, migra-ción post-nupcial, fase de reposo y mi-gración pre-nupcial. Además ha de afec-tar, si no a la totalidad de la poblaciónde una especie, al menos a la gran ma-yoría de ella y la motivación tiene que es-tar relacionada con la abundancia esta-cional de alimento. Cualquier movimien-to que no cumpla estos requisitos noresponde al fenómeno migratorio sino aotros, como la dispersión juvenil de ejem-plares expulsados del área de cría; losnomadismos e invasiones, muy simila-res a la migración pero sin continuidaden el tiempo; los desplazamientos for-zosos de aves arrastradas por fuertesvientos, la destrucción de su hábitat ofuertes olas de frío; o la fuga de aves cau-tivas.

Aunque parece demostrado que la mi-gración tiene poco que ver con la sen-sación térmica y bastante con la dispo-nibilidad de alimento, muchas especiesabandonan sus espacios de cría o in-vernada antes de que la comida empie-ce a escasear, de hecho se atiborran an-tes de comenzar viaje. Entonces, ¿quées lo que marca el momento de partir?Al parecer, la explicación está en la re-acción hormonal a una específica com-binación de horas diurnas y nocturnas.Este índice, distinto para cada especie,hace las veces de calendario biológicoy estimula la glándula hipofisaria paraque segregue una hormona llamadagonadotropina. Ésta actúa sobre el me-tabolismo de las grasas y el proceso demuda. En otras palabras: les llena el de-pósito y les cambia las ruedas. La ca-pacidad para almacenar grasa bajo lapiel adquiere tal importancia, que deter-mina la distancia que las aves puedenrecorrer, o tal vez viceversa. En cualquiercaso, se ha comprobado que las avessedentarias disponen de entre un 10 yun 20 por ciento de materia grasa en suestructura corporal; las que realizan des-

plazamientos cortos elevan este por-centaje hasta el 30%, y las viajeras delargo recorrido llegan incluso al 60 porciento, es decir duplican de largo su pe-so en los preparativos. Pero ésta no esla única adaptación morfológica de lasaves viajeras. En algunas especies, notodas las poblaciones se desplazan y esposible distinguir notables diferenciasen la forma de las alas de unas y otras:los ejemplares viajeros cuentan con alasmás largas y apuntadas.

NI MAPAS NI BRÚJULAS

Está claro que el cuerpo de las grandesviajeras dispone de unas adaptacionesexcepcionales que les permiten recorrergrandes distancias, pero ¿cómo se orien-tan en sus recorridos? En realidad noexiste una explicación única a esta ca-pacidad. El tema difiere entre unas yotras especies y entre las distintas mo-dalidades de migración; no es lo mismoviajar de noche que de día, ni sobrevo-lar tierra firme que grandes masas deagua. En el caso de las migradoras diur-nas parece, en principio, que son capa-ces de recordar rasgos físicos del terre-no y utilizar la posición del Sol como car-ta de navegación. Experimentos llevadosa cabo utilizando espejos en una habi-tación cerrada, demostraron que estasaves se sirven del astro rey para orien-tarse. Aquellas que viajan de noche lo

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Los movimientosde las aves, paraser considerados

migratorios, debenafectar, si no a la

totalidad de laespecie, a la mayor

parte, y lamotivación debe

ser alimentaria

■ El águila culebrera atraviesa cada año elEstrecho. Foto: Roberto Anguita. Naturmedia.

■ Cerceta común. Foto: Luis Merino. Naturmedia.

Texto: Roberto Anguita.

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más, la altura permite salvar mejor losobstáculos orográficos, a las aves queviajan de noche. A la hora de tomar al-tura las especies planeadoras, cigüeñasy rapaces principalmente, se sirven delas corrientes térmicas, aprovechandoestas columnas de aire caliente para ele-varse con muy poco esfuerzo. Estas co-rrientes elevan a las aves a una altura deentre 300 y 800 metros, aunque en lostrópicos pueden llegar a los 4.000 me-tros. Una vez se han elevado, se lan-zan en un planeo recto descendiendode altura debido a la gravedad hasta en-contrar otra corriente. A esta modalidadse le llama migración en diente de sie-rra.

La velocidad de crucero varía en funciónde la especie y de las condiciones cli-matológicas. Las más comunes se si-túan entre los 40 Km/h de las bisbitas,los 100 Km/h de los vencejos o los 150Km/h de algunas limícolas. En cualquiercaso, estas velocidades fluctúan depen-diendo del viento reinante y la velocidad,por regla general no es constante, ya quela mayoría de las especies efectúan pa-radas para alimentarse y descansar, otraregla rota por golondrinas, vencejos ohalcones de Eleonora, que se alimen-tan en vuelo. Las distancias diarias re-corridas también oscilan considerable-mente. Lo más habitual es que se sitúenentre los 50 y 200 km diarios, aunque te-nemos un buen número de aves quepueden recorrer entre 200 y 400 Km. dia-rios, generalmente migradores nocturnos,y algunos superdotados como el chorli-to dorado capaces de recorrer más de1.500 km en una sola jornada.

AYUDAS A LA CIENCIA

No podíamos terminar este reportaje sinhablar de la meca española para la ob-servación y el estudio del fenómeno mi-gratorio. Por su situación, el estrecho deGibraltar es un cuello de botella obliga-do para la mayor parte de las aves quepretenden pasar al continente africano.El programa MIGRES, financiado por laJunta de Andalucía y coordinado porSEO/BirdLife, es una interesante mues-tra de cómo la observación continuaday metódica de este fenómeno, permitea los investigadores hacerse una ideaprecisa de el estado de conservación yla dinámica de las poblaciones de aveseuropeas que atraviesan los 14 kilóme-tros que separan ambos continentes.

Mediante estas observaciones no sepuede censar con rigor una determina-da ave, pero el aumento o disminucióndel paso a lo largo de los años sí que esun fiel indicador del estado de su po-blación. Este programa está ademásabierto al voluntariado de observadoresaficionados. Muy cerca de este puntocaliente, se encuentran las marismas delOdiel, uno de los humedales más im-portantes, junto con Doñana, para lasaves acuáticas. Cada año, esta gigan-tesca mancha de agua salada recibe lavisita de cientos de miles de aves limí-colas y esto es aprovechado para reali-zar una campaña de anillamiento noc-turno, casi única en nuestro país y conunos resultados espectaculares. En elOdiel se han llegado a capturar 3.000 li-mícolas en un mes. De las aves recupe-radas, aproximadamente el 5 por cien-to han sido previamente anilladas enotros lugares de España o en zonas tanremotas como la parte asiática de Ru-sia. A su vez, ejemplares anillados en elOdiel han sido recuperados después endistintos lugares del mundo. Esta es otracampaña de voluntariado en la que sepuede participar, desplegando cientosde metros de red, colaborando en el ani-llamiento o ayudando a recoger las avescapturadas.

MÁS INFORMACIÓN:

SEO/BirdLife: tel: 91 434 09 10. C/ Mel-quíades Biencinto, 34. Madrid

Voluntariado en el Odiel: tel: 959 011533.■

tienen más difícil para recordar visual-mente el terreno, por eso se sospecha-ba que utilizaban la posición de la lunay las estrellas, hasta que el profesorSauer, lo demostró encerrando variascurrucas en el Planetario de Bremen ycolocando cielos artificiales en la bóve-da de este edificio, a lo que las aves res-pondieron modificando su orientación.

Hasta aquí todo correcto, pero ¿y cuán-do el cielo está nublado? Pues tampo-co hay problema, se utilizan los camposmagnéticos de la Tierra y asunto solu-cionado. Un experimento de J. Reille en1968, permitió comprobar cómo las pa-lomas mensajeras a las que se habíaaplicado un imán en la cabeza, teníanserios problemas para regresar al palo-mar con cielos nublados y encontrabanperfectamente el camino con tiempo so-leado. Otra cuestión que cabe pregun-tarse es si la capacidad de orientación

es algo innato o responde a un aprendi-zaje. La respuesta, como en otros ca-sos, depende. Un ejemplo de libro so-bre este asunto lo encontramos en el cu-co. Recordemos que este pájaro ponesus huevos en nidos ajenos y que paracuando el pollo es capaz de volar, suspadres han iniciado ya la migración. Porlo tanto, los jóvenes cucos han de en-contrar el camino en solitario y sin nin-gún aprendizaje previo. En el extremoopuesto parecen estar aves más longe-vas, como las grullas, que realizan su pri-mer viaje en compañía de sus progeni-tores y muestran una gran dependenciaen ese sentido.

CATÁLOGO DE PRESTACIONES

En definitiva: las aves migratorias dis-ponen de una serie de característicasque les permiten batir verdaderos ré-cords de resistencia y velocidad. El cha-rrán ártico Sterna paradisaea, por ejem-plo se desplaza desde el Circulo PolarÁrtico, hasta el extremo sur de África,recorriendo alrededor de 20.000 Km.;el chorlito dorado, Pluvialis apricaria, re-corre los 3.000 Km. que separan Alas-ka de la costa de Hawai en 48 horas ylos colibríes cruzan los 1.000 km. delGolfo de Méjico sin descansar. Por su-puesto hay quien afronta distancias másmodestas, como los zorzales que crí-an en el centro de Europa e invernan enFrancia y España; y quienes se limitana desplazamientos altitudinales, comoel treparriscos, Tichodroma muraria, quesimplemente baja de la alta montañaa los valles o a montañas menos ele-vadas.

Las nuevas tecnologías aplicadas al es-tudio de las aves facilitan la tarea de losinvestigadores. Estudios realizados me-diante radar, han permitido calcular conbastante fiabilidad que el 50 por cientode las aves vuelan en sus desplaza-mientos migratorios por debajo de los1.000 metros sobre el nivel del mar; el30% lo hacen entre los 1.000 y 2.000metros; un 15% entre 2.000 y 3.000 y el5% entre 3.000 y 4.000. Sin embargo,hay aves que alcanzan alturas muy su-periores; algunos grupos de ánsares hansido vistos sobrevolando el Everest amás de 9.000 metros de altitud. Subirtan alto tiene sus ventajas: Por un lado,el protagonismo de los vientos es me-nor, y por otro se produce una menorperdida de agua por evaporación; ade-

■ La distancia que recorren las avesoscila entre 50 y 200 kilómetros diarios.Ría del Eo. Foto: Roberto Anguita.

Las migradorasdiurnas soncapaces de

recordar rasgosfísicos del terreno

y utilizar laposición del sol

para orientarse; lasnocturnas utilizan

la posición de laluna y las estrellas

■ Aristóteles sostenía que los petirrojos seconvertían en colirrojos al llegar el verano.Colirrojo tizón. Foto: Roberto Anguita. Naturmedia.