El autor expone en el tema la Ciudadanía moderna que la gran problemática de sus cambios se refieren en si en la cultura política de una comunidad, ya que no hay una buena regulación de valores, leyes y normas que estén acorde con la verdadera democracia, la falta de organización, la no regularización social y la falta de recursos y costos son los que han llevado poco a poco a que la buena ciudadanía quedara en el olvido; algo que no debemos olvidar es que la democracia y la ciudadanía son realidades profundamente interrelaciones (Donati 1993) en si llega a concluir en su texto que es necesaria la transformación de la ciudadanía para que deje de ser un instrumento de exclusión.

Por otra parte hoy en día la sociedad está enfrascada en los grupos sociales que se mueven en diversos ámbitos sociales separados por barreras medidas por la misma sociedad es decir ya no hay pensamientos objetivos sino subjetivos de las cosas y así analiza el ser humano la sociedad y la ciudadanía actual; todo esto ha vuelto en parte al individuo pensante a solo pensar en el YO haciendo así que el individuo puro no exista. 

Hoy en día la ciudadanía está sumida en una sola hegemonía de poder infundada por todas las artimañas de la política que poco a poco acaban con el libre efecto de elegir, opinar y desarrollar nuestro propio concepto  para la mejora de nuestra comunidad, sociedad y unidad de familia.

Otro aspecto que muestra la discusión sobre la ciudadanía en la posmodernidad es que la globalización de las instituciones y de los sistemas comunicacionales electrónicos introduce una transformación del espacio y tiempo que impacta de manera decisiva en las formas de experimentar la vida personal y sociocultural.

En un clima de desastre del mundo, que no se debía sino en conservar, la reacción de la intelectualidad remitía más a su disgusto frente a la decreciente potencia explicativa de muchas hegemonías, desde el cual leían los procesos socioculturales, que a uno en expansión.

Parte de la discusión ciudadana y política en los tiempos anterior cobijaba en el potencial revolucionario supuesto o real de sectores sociales emergentes, los cuales, al abrigo de la profunda crisis económica, desplegaban estrategias de movilización social y política en demanda de la salvaguarda o reconocimiento de derechos, así como del mejoramiento de la calidad de vida. Es por eso que en el post modernismo el contexto latinoamericano exigía la construcción de nuevos agentes del cambio social y político, el problema seguía centrado en la lógica de lucha de clases y del cambio estructural.

Zunilda Esther Berrocal González.

Grupo-66 Octubre 2015.