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Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Sociales “Los cambios en el sistema político mundial” El gobierno peronista de Miguel Ragone: El Pacto Social y los conflictos entre la derecha peronista y la izquierda peronista en la provincia de Salta (1973-1974)

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Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Sociales

“Los cambios en el sistema político mundial”

El gobierno peronista de Miguel Ragone:El Pacto Social y los conflictos entre la derecha peronista y la

izquierda peronista en la provincia de Salta (1973-1974)

MATERIA: Los cambios en el sistema político mundial.TITULAR: Alejandro HorowiczALUMNO: Víctor Hugo LigarribaySeptiembre - 2009

El gobierno peronista de Miguel Ragone

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El Pacto Social y los conflictos entre la derecha peronista y la izquierda peronista en la provincia de Salta (1973-1974)

Introducción

El 23 de Agosto del 2004, la cámara de diputados de Salta autorizó la reapertura de la causa sobre el secuestro y la desaparición del ex gobernador salteño Miguel Ragone. Por su parte, la Secretaria de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Salta intervino en la realización colectiva de una investigación sobre el ex gobernador. El informe final, titulado Ragone: el mártir de la democracia, publicado en el 2006, se inscribe dentro de la lógica universalista y abstracta de los derechos humanos. No obstante, la figura de Ragone es bastante controversial, ya que es imposible aludir a su desaparición sin hacer aunque sea una referencia mínima a su rol como político. Algo muy similar ocurrió con la figura del ex militante de montoneros Rodolfo Walsh. En el caso de este último, era muy difícil hacer abstracción de su historia política, por lo cual su reivindicación dentro de la perspectiva de los derechos humanos siempre fue polémica, principalmente durante mediados de la década de los 90, momento en que mas se insistió sobre la historia política de los secuestrados, desaparecidos y asesinados por la última dictadura militar1.

Esta escisión entre el hombre político y el hombre en general es una de las piedras fundamentales del liberalismo y del derecho moderno. Para los contractualistas, y principalmente para Hobbes, la sociedad civil es una organización humana formada espontáneamente, en donde lo que prima es el interés y el egoísmo individual, es decir, la lucha de todos contra todos. El contractualismo para Marx ha partido en dos la visión del hombre como ser comunitario, ha quebrado la vida humana en dos, aunque, ninguna de las partes sea ni real ni totalmente completa. La separación entre sociedad política (estado) y sociedad civil que denuncia Marx, divide al ciudadano abstracto de la vida comunitaria del hombre cotidiano donde tiene lugar el internes particular y la vida privada. Esta separación se manifiesta en el plano jurídico, donde existen dos tipos de derechos diferentes, englobados bajo el concepto de derechos humanos. Por un lado tenemos los derechos políticos encarnados en la idea del ciudadano abstracto, y por otro lado los derechos naturales que corresponden al hombre egoísta y cotidiano de la sociedad civil, separado de la vida comunitaria. De esta manera, la teoría de los derechos humanos concibe la esencia del hombre como una actividad individual y ajena al ámbito de las relaciones sociales. Por lo tanto, la vida política y comunitaria significa un problema para la realización esencial del hombre, una limitación a su libertad humana. Si para Marx la realización del hombre solo es posible mediante su humanidad, es decir, su elemento social y comunitario, para la teoría de los derechos humanos esta relación del hombre con lo social es peligrosa, ya que el verdadero ser del hombre esta en el desarrollo de su individualidad, dentro la sociedad civil burguesa2.

Como dijimos anteriormente, la figura de Ragone resulta paradójica y problemática para la teoría de los derechos humanos, debido a que la explicación de su secuestro y desaparición no puede estar desvinculada de la vida política del ex gobernador salteño. La reconstrucción histórica que hace el informe realizado por la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos resulta ser una especie de biografía política

1 CRENZEL, Emilio. La historia política del Nunca Más. La memoria de las desapariciones en Argentina. Ed. Siglo XXI. Bs. As. 2008. Pág. 163.2 YUNES, Marcelo. Renovar la lectura de Marx. Una mirada sobre La cuestión judía (1843). En revista Socialismo o Barbarie., Año 1, Nº 3. Bs. As. Setiembre - Octubre del 2000. Pág. 3.

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del ex gobernador, y solo menciona tangencialmente el contexto social y político que permitió la aparición de una figura como la de Ragone, omitiendo los elementos sociales de los que habla Marx, y que hacen a la esencia misma de la realización humana.

En este trabajo nos proponemos analizar la dinámica política que tomó el conflicto social en la provincia de Salta durante la primera mitad de la década del 70. Este análisis nos permitirá explicar el porqué del gran apoyo popular con el que siempre contó Ragone, y que se vio plenamente manifestado en las aplastantes victorias electorales del 11 de marzo y del 23 de septiembre de 1973. Pero, también nos permitirá entender el porqué de su posterior caída en menos de dos años de gobierno. Como hipótesis sostenemos que: el triunfo de la derecha peronista en salta, que llevó a la caída de Ragone, se explica, no tanto por la dinámica provincial que toma el conflicto social, sino, por la tendencia nacional a la derrota de una izquierda peronista que había cosechado relativos éxitos en Salta (sobre todo en su resistencia contra los embates de la derecha peronista), pero que a la larga sería absorbida por la dinámica general de la política nacional.

En el primer capítulo desarrollaremos la composición de fuerzas que llevó al triunfo de Miguel Ragone, y sobre todo el importante papel de la juventud y la izquierda peronista dentro de esta victoria. También analizaremos el papel del Pacto Social como proyecto de institucionalización del conflicto social, y como principal garante de la continuidad del gobierno democrático. En el segundo capítulo analizaremos la marcha del gobierno de Ragone, centrándonos principalmente en la enconada oposición al gobierno por parte de los sectores de la burocracia sindical y la derecha peronista. Enfocaremos el análisis de este segundo capítulo en tres de los momentos más determinantes dentro del conflicto social: la toma de la casa de gobierno, el paro provincial del 13 de febrero y el oliviazo. Finalmente en el tercer capítulo se analiza el ocaso de la izquierda peronista a nivel nacional, y la intervención federal que permite finalmente la caída de Ragone, y el triunfo de sus enemigos.

Capítulo primero

El Pacto Social y el Plan Trienal

El cordobazo marcó el final de una fase dentro de la economía argentina, la década del 60 se había caracterizado por la entrada masiva de capitales extranjeros, y la concentración del capital. La apuesta de Krieger Vasena a las exportaciones industriales había alcanzado algunos éxitos importantes, a finales de la década del 60 la participación de la industria en el PBI representaba casi un 50% del mismo, y las exportaciones de productos manufacturados también habían crecido hasta ubicarse en casi un tercio de las exportaciones totales. Sin embargo, este proyecto se sustentaba en la creciente concentración de las empresas, la absorción y el desplazamiento de las industrias menos concentradas, y la pauperización de las condiciones de vida de los sectores trabajadores. La llamada modernización de Krieger estaba ligada a un proceso de concentración del capital, el mismo apuntaba a que las empresas argentinas pudieran alcanzar los niveles de acumulación existentes en la competencia internacional, y de esta manera lograran insertarse dentro del mercado mundial. La idea general consistía en dotar a la industria argentina de una dinámica propia, menos subordinada a las fluctuaciones de las exportaciones tradicionales. El programa tuvo un éxito relativo si se lo analiza dentro de lo que la dictadura llamaba el tiempo económico. El gobierno de la

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revolución argentina creyó que los frutos del desarrollo económico servirían para resolver los problemas del tiempo social y el tiempo político, sin embargo, lejos de facilitar la solución de estos tiempos, el programa económico de Krieger solo tendía a agudizarlos.

En las provincias del noroeste argentino como Salta y Tucumán, la modernización de las empresas improductivas tuvo efectos sociales terribles, el cierre y la adquisición extranjera de los ingenios azucareros, las bodegas, las tabacaleras y fábricas textiles, repercutió duramente sobre el nivel de empleo y las condiciones de vida de los trabajadores3. Schvarzer sostiene que la caída de Krieger Vasena significó el comienzo de una nueva apuesta al capital local y al mercado interno, que si bien al principio fue silenciosa, se iría haciendo más ruidosa a medida que la derrota de la dictadura se hiciera cada vez más evidente. No obstante, no fue solamente el avance de los sectores populares lo que permitió que un programa tan ambicioso como el del Plan Trienal fuera articulable, existe además otro elemento estructural que posibilitó este cambio de orientación en la economía: la suba de los precios internacionales de los productos primarios. La estrategia de Krieger respondió a un momento particular de relativo estancamiento de las exportaciones tradicionales, acompañado de la mínima posibilidad de adquirir créditos o inversiones del exterior4. Muy distinta fue la coyuntura que existió durante el regreso del peronismo al gobierno, por lo menos durante los primeros meses. En el año 1973, los saldos comerciales habían sido muy importantes (ver anexo, cuadro 1), y esta disponibilidad de divisas permitiría una activación rápida del mercado interno a partir del mejoramiento de los niveles de vida de los sectores trabajadores. Esta estrategia se sostendría, en el corto plazo, por las reservas provenientes de las exportaciones, y en el mediano plazo por el incremento de la productividad motivado por las inversiones estatales y el aumento del consumo local5.

La viabilidad del Plan Trienal dependía totalmente del poder de los sindicatos para mantener los reclamos salariales dentro de un mínimo previamente establecido, y de la capacidad de las corporaciones empresariales para imponer a sus miembros el acatamiento a los convenios laborales alcanzados. Es decir, el programa económico del peronismo se apoyaba en la capacidad del gobierno para garantizar la institucionalización del conflicto social. La estrategia no era totalmente novedosa, el llamado Congreso nacional de la productividad y el bienestar social, desarrollado apenas meses antes de la revolución libertadora, puede verse como un claro antecedente al Pacto Social del gobierno peronista de 1973. No obstante, en el periodo que estudiamos la capacidad de los históricos sindicatos peronistas para mantener a raya los reclamos de sus bases, estaba seriamente cuestionada por las nuevas dirigencias que habían surgido durante la lucha contra la dictadura militar. El colaboracionismo de muchos de los dirigentes tradicionales había minado gran parte de la legitimidad y el respaldo que estos tenían. Por otro lado, el avance de la izquierda peronista en el sindicalismo hacía tambalear la capacidad de Perón para arbitrar en el conflicto social, y por ende la capacidad para mantener las condiciones del Plan Trienal. Es por esto, que la precondición del gobierno peronista para poder ejecutar su programa económico estaba necesariamente ligada al congelamiento del conflicto social, y a su negociación dentro de los límites del gobierno democrático, este intento de institucionalización de la lucha de clases fue conocido por Pacto Social. 3 SCHVARZER, Jorge. La industria que supimos conseguir. Una historia político social de la industria argentina. Ed. Cooperativas. Bs. As. 2000. Pág. 231 a 236.4 RAPOPORT, Mario. Historia económica, política y social de la Argentina (1880 – 2003). Ed. Ariel. Bs. As. 2005. Pág. 532.5 ROUGIER, Marcelo y FISZBEIN, Martín. La frustración de un proyecto económico. El gobierno peronista de 1973 – 1976. Ed. Manantial. Bs. As. 2006. Pág. 130 y 131.

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La izquierda y la derecha peronista en Salta

En Salta la lucha entre la izquierda peronista y la derecha peronista fue furiosa, y esto se debió principalmente a la fuerza y a la importancia que iba adquiriendo la primera dentro de la política provincial. En el informe realizado por la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de Salta, se muestra al ex gobernador Ragone como una persona ajena a los conflictos dentro del peronismo. La argumentación del informe apela a los valores democráticos y pacifistas de Ragone como explicación de sus políticas conciliadoras y dialoguistas. Ciertamente existió una intención mediadora y de arbitraje durante el gobierno de Ragone, pero como dijimos antes, esto no se debe a la sola voluntad de un gobernante, sino que esta ligado a fenómenos sociales mas amplios como ser el acuerdo nacional de resolver los conflictos sociales dentro de la institucionalidad prevista en el Pacto Social. Por otro lado, el informe solo menciona muy fugazmente cuales eran las fracciones políticas que estaban detrás del triunfo del ex gobernador. Ragone pertenecía a la lista verde, una rama dentro del movimiento vinculada a la antigua resistencia peronista, pero que también mantenía fuertes lazos con la Juventud Peronista y con algunos sindicatos más combativos. El histórico 54,71% que obtuvo la lista de Ragone en las elecciones del 11 de marzo de 1973 (121.472 votos de un total de 222.010 votos6) se debió no solamente al prestigio personal del ex gobernador, sino, y principalmente, al intenso trabajo realizado por las diversas agrupaciones de la izquierda peronista en toda la provincia.

El 16 de febrero, semanas antes de la elección del 11 de marzo, hubo un acontecimiento decisivo, la llegada a Salta capital del candidato a presidente Héctor Cámpora y del secretario general del Partido Justicialista Juan Manuel Abal Medina. Tras unas complicadas internas dentro del peronismo salteño, la lista verde de Ragone se había impuesto finalmente ante la lista azul y blanca dirigida por el presidente del PJ provincial Horacio Bravo Herrera. La azul y blanca nucleaba al grueso de la derecha peronista y a sectores de la patria sindical, ambos enconados enemigos de Ragone. La llegada de Cámpora vino a validar el triunfo de la lista verde, Ragone sería el candidato oficial del FREJULI. Este gesto fue de suma importancia, ya que disipaba las confusiones que existían dentro del peronismo, pero también las que existían fuera del movimiento, sobre todo, aquellas que surgieron en torno al candidato por el Movimiento Popular Salteño, Ricardo Durand. Este último era la principal figura del neoperonismo en Salta, había llegado dos veces a la gobernación, y también había sido derrocado dos veces por los golpes militares del 55 y del 66. Incluso la derecha peronista prefería la candidatura de Ragone, antes que la de Durand, ya que él primero garantizaba la continuidad de la ortodoxia peronista. De todas maneras, el rol de Durand como candidato por su propio partido, sería el mismo que asumiría Balbín en las elecciones nacionales, su función era la de legitimar las elecciones a partir de su participación en ellas.

La política redistributiva del ingreso y el Plan Trienal en Salta

6 Estos son los datos oficiales publicados por el estado provincial, Escotorin llega a un número diferente, 60,43% para Ragone, aunque no especifica el total de los datos sobre el cual se obtiene el resultado.

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La estrategia del ministro de economía Gelbard y de su equipo, consistía en una rápida activación de la economía, a partir de la promoción del consumo masivo. Este programa era posible debido al incremento de las divisas provenientes de las exportaciones tradicionales. Por lo tanto, esta estrategia de utilización de los recursos estaba supeditada a las variaciones de los precios internacionales. El Plan Trienal preveía las consecuencias negativas que podía ocasionar al programa una caída en el precio de las exportaciones, por lo cual, tenía un plan a mediano y largo plazo: la promoción de la inversión y la productividad industrial. La política redistributiva solo podía mantenerse en el mediano y largo plazo, si el proyecto de inversiones industriales daba sus frutos, logrando un aumento en la productividad. Solo de esta manera el gobierno podía garantizar el aumento salarial sin alterar la tasa de ganancia de los empresarios. Sin embargo, Rougier y Fiszbein sostienen que a pesar del para nada deleznable esfuerzo del flamante Banco Nacional de Desarrollo, el objetivo no pudo ser alcanzado7. Principalmente, por la falta de organización y selectividad a la hora de otorgar los créditos, pero también, agregamos nosotros, por la brevedad de la gestión de Gelbard. En efecto, algunos de los proyectos iniciados por el ministro vieron la luz algunos años después, y con un éxito considerable. No obstante, no tan pronto como el gobierno hubiera deseado.

Entre los distintos proyectos que la provincia de Salta formuló para que sean integrados al Plan Trienal, destacan algunos en particular: la creación de 11.300 viviendas para la erradicación de las villas miseria, una importante inversión de mas de $100.000 en hospitales, equipamiento y salud en general, y grandes sumas destinadas a la actividad industrial. Si bien Salta no había conseguido ingresar dentro de las provincias incluidas en el “Acta de reparación histórica”8, formulado en el mes de agosto de 1973, obtuvo, sin embargo, la financiación nacional para obras de gran importancia como la presa hidroeléctrica Cabra Corral, la central térmica Chachapoyas, un proyecto de fabricación de carbón vegetal para la industria siderúrgica de altos hornos Zapla en Jujuy, e incluso un proyecto para la construcción de un complejo siderúrgico local9. Como dijimos anteriormente, el programa económico del peronismo se apoyaba en el congelamiento salarial acordado entre empresarios y sindicatos, no obstante preveía una recuperación gradual de la participación de los asalariados en la torta a partir de aumentos semestrales, también previamente acordados en el pacto. Sin embargo, y al menos en el corto plazo, el programa económico de Gelbard estaba muy lejos de plantear un regreso a los históricos niveles de participación asalariada en el PBI que habían existido durante las dos primeras presidencias de Perón.

El descontento con la insuficiencia de las políticas redistributivas del gobierno peronista, llevó a la movilización de las bases y los sindicatos mas radicalizados en contra de las conducciones burocratizadas. Las críticas por parte del sindicalismo combativo y la izquierda peronista, iban acompañadas con promesas de ajustes de cuenta con aquellos dirigentes que habían traicionado al movimiento obrero al colaborar con los militares. Al igual que Obregón Cano en Córdoba, Ragone y la lista verde, apoyaban las reivindicaciones del sindicalismo combativo. Y, a pesar de que el Pacto prohibía los aumentos salariales fuera de las condiciones acordadas, tanto Obregón Cano como Ragone, decretaron aumentos salariales especiales, desatando

7 ROUGIER, Marcelo y FISZBEIN, Martín. La frustración de un proyecto económico. El gobierno peronista de 1973 – 1976. Ed. Manantial. Bs. As. 2006. Pp. 130 y 131. 8 Esta acta se había elaborado para otorgar atención especial a aquellas provincias que habían quedado históricamente desplazadas de los programas y políticas nacionales, era el caso de Catamarca, San Luis y La Rioja.9 Proyectos provinciales y nacionales de interés provincial a ser incorporados al Plan Trienal para la reconstrucción y la liberación nacional. Gobierno de la Provincia de Salta, 1974.

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muchas veces el recelo, cuando no la furia, del empresariado y de los sectores ortodoxos del peronismo.

En Salta, a partir del 25 de mayo de 1973, la lucha por la toma de la CGT se irá haciendo cada vez más virulenta. El 12 de junio renuncian los directivos de la CGT salteña, y en su lugar se eligen a miembros pertenecientes también a la ortodoxia sindical. Esto desatará tres días después la acción de las bases y los dirigentes combativos, quienes intervendrán la sede central y nombrarán un nuevo triunvirato adepto. La reacción de los enemigos no se haría esperar, los conductores locales de la UOM y las 62 organizaciones, empezarán a trabar alianzas con los dirigentes de la lista azul y blanca, no solo abogando a favor de la normalización de la central gremial en contra de los rebeldes, sino también, y principalmente, en contra de Ragone.

Como sostiene Horowicz el Pacto Social, tenía poderosos enemigos, y el mas poderoso de ellos, desde la izquierda, era la JP. El Plan de Gelbard se apoyaba sobre un delicado y frágil conjunto de alianzas y acuerdos que debía permanecer lo mas rígido posible, cualquier movimiento de más, amenazaría con su fractura. Los acontecimientos de junio por el regreso definitivo de Perón, intensificaron la lucha al interior del movimiento peronista, y aceleraron la renuncia de Cámpora. El tío sabía que el único capaz de mantener el equilibrio del Pacto era Perón, y por eso mismo presentó su renuncia. Perón regresó al país con la intención de hacer cumplir el pacto que había llevado al FREJULI al poder, aunque claramente se trataba de navegar en aguas caudalosas, y en condiciones muy diferentes a las de sus dos primeros mandatos10.

La toma de La CGT por parte del sindicalismo combativo fue la primera de las luchas en las que se vería envuelta la provincia. Este hecho sería la antesala del rumbo que tomaría el conflicto social y político en Salta. Se trato de una verdadera disputa política entre los sectores populares y progresistas del peronismo y las facciones conservadoras y ortodoxas del mismo movimiento. Lucha que finalmente terminaría desgastando a los sectores en pugna, y vaciando de apoyo político al movimiento.

Capitulo Segundo

La toma de la CGT salteña por parte de los sindicatos combativos llegaría a cobrar trascendencia nacional, al igual que los conflictos sindicales en la provincia de Córdoba. La intervención de la CGT salteña se prolongaría hasta los primeros días de julio, llegando a convertirse en una verdadera molestia para la conducción nacional. Ante estos acontecimientos, desde Buenos Aires, la dirección nacional encabezada por José Rucci, presionaría al gobierno nacional y al provincial para que tomen medidas contra la intervención rebelde Por su parte, y pese a las coincidencias con los sectores combativos, tanto el gobierno nacional como el provincial deseaban alcanzar una solución rápida del asunto. El gobierno de Cámpora había quedado muy debilitado luego de los enconados ataques por parte de la derecha peronista. Días antes de su renuncia, provocada por la presión de los sectores mas ortodoxos del movimiento, estaba claro que el presidente tenía los días contados. En Salta, los opositores a Ragone no tardaron en denunciar la anarquía existente dentro de la provincia, y la complicidad del gobierno provincial con los grupos rebeldes. Por otro lado, la continuidad del Pacto Social, y por ende de las posibilidades de gobernabilidad, estaban subordinadas a la capacidad del gobierno para mantener a raya los conflictos sociales, para lo cual era indispensable un sindicalismo adepto y sumiso. La intervención por parte del gobierno provincial llegó finalmente 5 días después de la renuncia de Cámpora. El desalojo de la

10 HOROWICZ, Alejandro. Los cuatro peronismos. Ed. Edhasa. Bs. As. 2005. Pág. 263.

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sede central de la CGT es realizado el 18 de julio por la policía provincial, generando importantes disturbios entre los grupos de manifestantes rebeldes y las fuerzas represivas.

La solución del conflicto será vista como una importante victoria por parte de la derecha peronista, que en lo sucesivo no se detendrá hasta no conseguir el desplazamiento definitivo de Ragone. Los acontecimientos en torno a la toma de la CGT obligaron al gobierno provincial a actuar con mayor cautela. Después de la renuncia de Cámpora el gobierno trataría de mantener una postura más neutral respecto a los conflictos internos del movimiento. Sin embargo, los esfuerzos de Ragone por guardar cierta distancia respecto a los grupos de izquierda, serían muchas veces tomados como síntomas de debilidad por parte de sus opositores, quienes desde el principio no habían dudado en señalar al gobernador como un aliado de la tendencia. Los enemigos de Ragone llamarían lista sandía a la lista verde del gobernador, ya que según sus detractores esta fracción política era “verde por fuera pero roja por dentro”. No obstante, la consecuencia mas importante que se desprende de la intervención provincial, tiene que ver con la relativa división de la izquierda salteña. En adelante los sectores ligados al sindicalismo combativo y a la izquierda no peronista, se irían alejando cada vez más del gobierno, tomando posturas cada vez más radicalizadas11. No obstante, el grueso de la izquierda salteña se hallaba ligada a la Juventud Peronista y a Montoneros, quienes decidieron continuar con su apoyo crítico a Ragone.

Los sucesos de Septiembre y la toma de la casa de gobierno

La renuncia de Cámpora tenía un significado inequívoco, el regreso de Perón al gobierno. La sociedad esperaba las elecciones del 23 de septiembre con relativa calma, el clima político en la provincia de Salta parecía haberse tranquilizado momentáneamente mientras se esperaba el ya consabido triunfo del peronismo. Sin embargo, a principios del mismo mes un fallo de la justicia salteña volvió a calentar las aguas. La liberación de Joaquín Guil y otros policías que habían sido condenados a prisión preventiva por haber estado implicados en actos de tortura y represión durante la dictadura iniciada en 1966, llevó a la indignación de las organizaciones de izquierda. El impacto del fallo judicial se sintió fuertemente, ya que habían pasado pocos días desde la conmemoración de la masacre de Trelew, celebrada el 22 de agosto. En esta ceremonia, se habían trasladado a Salta los restos de Ana Villarreal de Santucho, ex esposa de Mario Santucho, fundador y principal dirigente del ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo). Los restos no solo fueron velados en la sede del PJ salteño, sino que el gobierno provincial autorizó y apoyó el acto de la JP en la plaza Güemes, aún en contra de las advertencias del gobierno nacional respecto a la imposibilidad de hacer cualquier acto político antes de las elecciones.

Hubo un acontecimiento extra que vino a caldear aún mas el ambiente, dos días después del fallo de la justicia, el 11 de septiembre, tuvo lugar el golpe militar que derrocó al gobierno socialista de Salvador Allende. Las agrupaciones de izquierda y otros sectores del espectro político salteño, repudiaron la inconstitucionalidad del golpe de estado en Chile, se organizaron manifestaciones y actos públicos en protesta por los acontecimientos del 11 de septiembre. Sin embargo, y a pesar de los sucesos ocurridos en el país vecino, el clima general de la sociedad salteña se mostraba expectante por el regreso de Perón al gobierno. La victoria de la formula Perón-Perón con el 61,85% de

11 Si bien muchas de las organizaciones políticas de la izquierda salteña comenzaron a considerar la posibilidad de pasar al conflicto armado, lo cierto es que en Salta no hubieron grandes operativos militares como si los hubo en otras provincias del país, y principalmente en la cercana Tucumán.

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los votos dan cuenta de esta expectativa respecto al regreso del histórico líder. En Salta, es aún mas llamativa la diferencia que el peronismo obtuvo sobre sus opositores, la formula Ragone-Ríos avasallaría con un 72,14% de los votos, de nuevo gran parte de esta victoria se debía a la intensa participación y movilización de las organizaciones juveniles de la izquierda peronista.

Dos días después de las elecciones es asesinado el secretario general de la CGT José Ignacio Rucci, este acto terrorista llamado operación traviata fue planificado y ejecutado por miembros de Montoneros. Horowicz sostiene que “la muerte de Rucci constató la debilidad de la oposición; el intento de amedrentar a la burocracia, como si la burocracia no fuera, asimismo, representante de intereses clasistas claramente inscriptos”12. Las derrotas que las fracciones de izquierda venían sufriendo desde la caída de Cámpora, y el crecimiento de la influencia de la derecha peronista en el gobierno, derivaron en una errada interpretación de los acontecimientos por parte de la izquierda peronista. Las series de atentados, secuestros y asesinatos realizados por montoneros y otras organizaciones especiales, no siempre fueron bien vistos por el conjunto de la sociedad, y en especial por los sectores trabajadores. Además esto anticipaba de alguna manera la vuelta a las armas por parte de la las organizaciones de izquierda, vinculada a su incapacidad para rearticular una contraofensiva política capaz de desarticular a sus enemigos. Posteriormente el regreso de la violencia solo contribuiría a vaciar de contenido político la lucha de estos sectores y a acelerar su derrota definitiva.

En Salta la CGT local organizó una misa por la muerte del sindicalista en la parroquia San Francisco, y luego congregó a la multitud en la plaza 9 de julio en un acto de despedida. Pero, al pasar por la casa de gobierno provincial (ubicada al frente de la plaza) los dirigentes notaron que la gobernación no había bajado la bandera a media asta en señal de luto. Este acontecimiento promovió el enfurecimiento de los sindicalistas, que a continuación ingresaron y tomaron por la fuerza la casa de gobierno. Los ocupantes protestaban por el apoyo y el trato diferencial que el gobierno había brindado a la JP en la conmemoración de Trelew, a esto se sumaban cánticos que acusaban al gobierno de comunista, infiltrado y antiperonista13. No obstante, unas horas después acudieron los aliados de Ragone en defensa del gobierno provincial, dispersando junto con la policía a los ocupantes. En el informe realizado por la Secretaria de Justicia y Derechos Humanos se afirma que una vez difundida la noticia de la toma de la casa de gobierno “no tarda en producirse en forma inmediata y espontánea una nutrida concentración popular en apoyo al gobierno y que rodeaba apretadamente la sede del mismo”14. Ciertamente, el nutrido número de personas que llegó a la plaza 9 de julio para brindar su apoyo al gobernador oscilaba entre 600 y 800. Pero, lo que el informe omite y oculta es que no se trataba de una concentración espontánea, muy por el contrario, la rápida convocatoria consistía en una amplia movilización organizada por miembros de la JP y Montoneros, entre otras agrupaciones de izquierda. Ellos fueron los que restituyeron a Ragone y a su gabinete en la casa de gobierno, y quienes mas tarde, ese mismo día, tomarían medidas punitivas en contra de los ocupantes. La toma de la CGT y de Radio Salta por parte de los sectores adeptos al gobierno, se trataban de actos que apuntaban claramente en contra de dos de los enemigos más enconados que el gobierno de Ragone tenía: la burocracia sindical y los medios de comunicación.

12 HOROWICZ, Alejandro. Los cuatro peronismos. Ed. Edhasa. Bs. As. 2005. Pág. 271.13 Diario El Tribuno 26/09/1973.14 Ragone, mártir de la democracia. Publicación de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos. Gobierno de la provincia de Salta. Ed. América. Salta 2006. Pág. 106.

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La reacción de Ragone fue la de un moderador, aunque en este caso, al igual que en la anterior toma de la CGT, moderó para la derecha. El gobernador exigió la desocupación de los locales tomados y exoneró a los culpables de los disturbios en la casa de gobierno. Ragone se encontraba en el medio de un delicado equilibrio, por un lado su base política se apoyaba en las agrupaciones juveniles de izquierda, pero por el otro, debía garantizar que se cumplieran los acuerdos alcanzados en el Pacto Social, aunque, en este no había lugar para los excesivos reclamos de la JP y los gremios combativos. Como dijimos anteriormente, las posibilidades de continuidad del gobierno democrático estaban determinadas por los límites establecidos en el Pacto Social, por lo tanto, si este último se quebraba, también el primero se quebraría. Por eso Horowicz sostiene que Perón regresa al país “con el programa del FREJULI [el Pacto Social] bajo el brazo para cumplirlo a rajatabla, puesto que no era el resultado de un acuerdo espurio sino que expresaba – pálida y bíficamente – el viejo peronismo en otro contexto”15. El Pacto social, como ya dijimos, es el elemento que aglutina a la heterogénea alianza del FREJULI, pero también es la base y el sustento del gobierno democrático expresado en esa alianza, si el delicado equilibrio del Pacto se quiebra, entonces también aquello que sustenta se quebrará, es decir, el gobierno democrático mismo. Ragone sabía esto, y por eso siempre se mostró cauteloso con los reclamos de la izquierda peronista. Además, tampoco ignoraba que desde la caída de Cámpora la derecha peronista estaba tomando presencia cada vez mayor en el gobierno, lo que lo llevaba a desvincularse paulatinamente de la tendencia. Sin embargo, esta actitud lejos de favorecerlo, solo tendía a alejarlo cada vez más de su principal base política.

El Paro Provincial del 13 de febrero

La derrota que había sufrido la burocracia sindical en las jornadas de septiembre fue relativa. Ya que, si bien el gobierno mostró a sus enemigos un verdadero poder de movilización, por otro lado, los acontecimientos trascendieron el ámbito provincial, mostrando a nivel nacional una provincia revoltosa y anárquica, argumento que sería muy aprovechado por los opositores de Ragone. El repliegue de la derecha no fue largo, a mediados de diciembre la burocracia sindical volvería a la carga con una consigna muy concreta: la normalización definitiva de la CGT. Para esto, era necesario recuperar el sindicato más importante de la provincia: el Centro de Empleados y Obreros de la Administración Pública de Salta (CEOAPS).

Ragone ya planteaba en su discurso de asunción el siguiente problema: “en 1955 la administración publica provincial presentaba 5.969 cargos públicos; actualmente [marzo de 1973] este número asciende a 16.232 cargos. Esta es la obra de quienes acusaron al peronismo de crear una frondosa burocracia”16. La ausencia de un tejido industrial de envergadura (como el que poseía Tucumán, o incluso Jujuy) explica porque la mayoría de la mano de obra era empleada en el comercio o la administración pública, esta última percibía solamente en concepto de sueldos el 60% de las erogaciones totales de la provincia. La patria sindical salteña no poseía más que algunos pocos y débiles sindicatos, vinculados a las pequeñas industrias salteñas. La escasa industrialización de la provincia influyó en la poca incidencia de los históricos gremios peronistas, como la UOM, o las 62 organizaciones, por lo cual, el apoyo principal de la burocracia sindical provenía del ámbito nacional. Los primeros días de diciembre, sectores del sindicalismo ortodoxo intentaron recuperar posiciones acusando

15 HOROWICZ, Alejandro. Los cuatro peronismos. Ed. Edhasa. Bs. As. 2005. Pág. 259.16 Nos pronunciamos por la liberación, contra la dependencia. Discurso de Asunción del Dr. Miguel Ragone. Gobierno de la Provincia de Salta, 1973.

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de marxistas a los dirigentes del CEOAPS, y divulgando su supuesta expulsión del gremio. Sin embargo, los dirigentes son ratificados nuevamente en sus puestos por la asamblea de afiliados. Dado el fracaso de la maniobra, los sectores ortodoxos llevarán el caso a la justicia, y esta, a su vez, suspenderá a los dirigentes clasistas de sus cargos. Pero, nuevamente la movilización y la intervención de las bases lograrán que se suspenda el fallo judicial. El intento es totalmente frustrado con la victoria electoral, celebrada días después, del sector clasista17.

No obstante, la derecha peronista contará con un aliado muy importante, el presidente de la CGE salteña y dueño del diario El Tribuno, Roberto Romero. En torno a él se nuclearia el grueso de la oposición al gobierno. Romero había amasado su fortuna a partir de su colaboración con los militares, cuando la libertadora derroca a Perón en 1955, le es entregado parte del control del diario El Tribuno, perteneciente al disuelto partido peronista salteño18. Romero no solo se jactaba de ser un autentico peronista, sino que incluso llegó a la gobernación de Salta en 1983, como candidato del PJ salteño. Desde su puesto de director del diario más importante de Salta, lanzará una campaña virulenta de deslegitimación al gobierno de Ragone, y pronto se convertiría en el enemigo público más enconado del gobernador, así como también uno de los principales organizadores del paro provincial del 13 de febrero.

A final de año ocurren dos hechos importantes que marcarían la posterior marcha de la política provincial. El 26 de noviembre es asesinado en la plaza central el jefe de la policía Rubén Fortuny, uno de los más importantes aliados de Ragone en su lucha por la depuración de la policía provincial. El responsable de las balas fue un dirigente de la lista peronista azul y blanca, este acontecimiento anticipaba de alguna manera la violencia que tomarían las luchas políticas en Salta y en todo el país. Por otro lado, en diciembre, los reclamos de la derecha peronista son escuchados por la cúpula del peronismo nacional, quienes designarán al diputado por el PJ Humberto Podetti, interventor del PJ salteño. Podetti se convertirá en otro importante enemigo de Ragone, y al igual que Romero desempeñará un papel central como aglutinador de las fuerzas opositoras al gobierno, siendo otro de los principales protagonistas de los sucesos del 13 de febrero.

Podríamos decir que las jornadas de febrero comenzaron en realidad unos días antes, el 19 de enero el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) toma el cuartel de Azul. Perón acusará públicamente al gobernador de Buenos Aires, Oscar Bidegain, de cómplice. Esto acelerará la caída del gobernador, cercano a la JP y a Montoneros, y precipitará la rebelión de su vicegobernador, el sindicalista Victorio Calabró, en su contra. Finalmente Bidegain renunciará dejando el puesto a su vice, perteneciente a la UOM bonaerense y aliado de Lorenzo Miguel. Lo que ocurrió en Buenos Aires era el preámbulo que tarde o temprano ocurriría en el resto de las provincias cercanas a la tendencia. Al igual que Buenos Aires, también las provincias de Salta, Mendoza, Santa fe y Santa Cruz tenían gobernadores cercanos a la JP, aunque los vicegobernadores pertenecían a los sectores del sindicalismo ortodoxo19. Lo que por esa época montoneros llamó la rebelión de los vicegobernadores era en realidad la expresión del conflicto social instalado incluso dentro de los respectivos gobiernos provinciales. Pero, sin duda

17 Diario El Intransigente 9/12/1973.18 Para más información véase el artículo La propiedad de los bienes de El Tribuno está cuestionada. Publicada por el diario El Intransigente de Salta en abril de 1959. En http://noticias.iruya.com/content/view/26482/413/. 19 Córdoba resulta una excepción, ya que en esta provincia la importancia del sindicalismo clasista había logrado imponer como vicegobernador a Atilio López, dirigente sindical de la UTA y junto con Elpidio González y Agustín Tosco uno de los principales dirigentes del Cordobazo. López fue el compañero de formula del gobernador Ricardo Obregón Cano, cercano también a la tendencia.

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alguna la renuncia de Bidegain y posteriormente el golpe policial de Córdoba que destituyó a Obregón Cano, estaban relacionados con el retroceso político que estaba sufriendo la izquierda a nivel nacional, y la creciente militarización a la que apelaban las organizaciones juveniles.

En un clima intenso de solicitadas y comunicados públicos entre la derecha y la izquierda peronista, finalmente el día 6 de febrero la CGT salteña decide convocar a un paro provincial de 24 horas para el día 13 de febrero20. Por su parte la JP y los grupos leales al gobernador llamarán a movilizarse para defender al gobierno popular. Cabe destacar, que un día antes del paro el gobierno provincial publicará una solicitada en el diario El Tribuno nombrando a todos los grupos que adhieren y apoyan la gestión de Ragone21. El paro del 13 resultó un fracaso, la policía dispersó fácilmente a los pocos revoltosos que se habían congregado, ni siquiera Romero consiguió movilizar a los canillitas de su diario, por lo cual la CGT decidió suspender la medida. Estaba claro que la burocracia sindical y la derecha peronista no eran capaces de movilizar ni un mínimo de apoyo popular. Sin embargo, Ragone prohibiría la manifestación de sus leales, y acordaría con Podetti la renuncia de ciertos hombres centrales de su gabinete, quienes serían reemplazados días después por miembros de la oposición.

Ragone era consciente del avance de la derecha en el gobierno nacional, pero también quería lograr un mínimo de consenso al interior del peronismo salteño, el suficiente para garantizar un poco mas de calma en la marcha de la política provincial. Por el momento, la renuncia de dos de sus colaboradores más cercanos serviría para tranquilizar al gobierno nacional, que declararía en su entrevista con Ragone en Buenos Aires, la innecesariedad de una intervención federal en Salta.

El Oliviazo

Para mayo de 1974 era evidente que el Pacto Social se quebraba, y con este las posibilidades del gobierno nacional para conciliar el conflicto social. Hasta ahora los saldos comerciales positivos habían permitido de alguna manera incrementar, aunque no fuertememente, el poder adquisitivo de los trabajadores, evitando el traslado de los aumentos salariales a las ganancias de los empresarios. Como sostienen Rougier y Fiszbein “el programa de 1973 se trataba de “un plan de redistribución con crecimiento”, en el que la estabilidad resultaba una condición necesaria fundamental”22. En este sentido, el Pacto Social apuntaba a institucionalizar la puja distributiva; pero cuando se manifestaron las primeras tensiones derivadas del sector externo y las violaciones al congelamiento pactado (ver anexo, cuadro 2), se hizo evidente que para dar sustentabilidad al programa había que lograr que la torta creciera. Sin embargo, el proyecto de inversiones y de crecimiento industrial no estaba dando los frutos necesarios, quizá debido al poco tiempo que habían tenido para madurar, pero también a los conflictos sociales que impedían su efectiva ejecución. Por otro lado los autores citados afirman que “el programa económico adolecía de un problema fundamental, en tanto no contaba con una estrategia consistente para lograr el crecimiento económico sostenido en la que debía sustentarse el proyecto distributivo”23. El programa de reactivación de la economía en el corto plazo a partir del consumo, había encontrado rápidamente su límite, y la política redistributiva se encontraba con 20 Diario El Tribuno 07/02/1974.21 La solicitada consiste en una página entera ubicada en las páginas centrales del diario. Diario El tribuno 12/02/1974.22 ROUGIER, Marcelo y FISZBEIN, Martín. La frustración de un proyecto económico. El gobierno peronista de 1973 – 1976. Ed. Manantial. Bs. As. 2006. Pág. 130.23 Ib Idem. Pág. 131.

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fuertes límites para sostenerse en el tiempo. Desde finales de 1973 el Pacto empezaba a mostrar importantes grietas, “la rigidez de la política inicial de congelamiento de precios y salarios, en la que se había basado el Pacto, se mostraba como una bomba de tiempo. Las violaciones aparecieron tempranamente y se extendieron con rapidez; a partir de entonces, comenzaron a retroalimentarse las presiones y las expectativas negativas”24. Claramente se notaba la incapacidad de los sindicatos para contener a sus bases, pero también la falta de representatividad de las corporaciones patronales para imponer a sus miembros los acuerdos del Pacto. El crecimiento de las huelgas, los mercados negros y la falta de un control efectivo de los precios, eran algunas de las grietas más comunes que manifestaba el programa, ocasionados por la lucha cada vez más enérgica entre los sectores sociales en pugna. Como sostiene Horowicz, “la lucha por el ingreso, la mas elemental y general de las formas de la lucha de clases, se instaló en el centro de la escena. El frente popular estaba roto”25

El navarrazo ocurrido a finales de febrero, y las presiones de la derecha peronista al gobernador de Mendoza Martínez Baca, están ligadas, como sostiene Escotorin a una creciente polarización del conflicto social, donde cada vez había menos espacios grises para posturas moderadas26. “A Perón ya le resulta difícil contener estos antagonismos, frente a los que su posición no es neutral, y además le resulta imposible hacerlo por cuanto una de sus partes, directa o indirectamente lo cuestiona a él, y es precisamente la que había convocado, apoyado y legitimado”27. Ragone, al igual que los otros gobernadores cercanos a la izquierda peronista, tratarían de alejarse de sus bases, manteniendo una relativa neutralidad. Pero, la dinámica de la política nacional superaba cualquier intento de mediación, por lo cual, los gobernadores tendenciosos deberían cargar con este estigma hasta el final.

El 1º de mayo representó el quiebre definitivo del movimiento, la retirada de la JP de la plaza de mayo sería un error táctico de la izquierda peronista, que mas tarde trataría de remediar, aunque sin éxito. Por otro lado, el quiebre implicó el vaciamiento del movimiento, Perón se quedaba sin apoyo bajo sus pies. Hay una contradicción entre el deseo de montoneros de ser los sucesores políticos de Perón, y su opción por retirarse del movimiento adoptando de esta manera el camino armado. Esto último será muy bien aprovechado por la derecha peronista, que en adelante se dedicará a una caza de brujas sin tregua, de la mano de su brazo armado la Triple A.

Los acontecimientos del 1º de Mayo, transcurrieron con relativa tranquilidad en Salta, no obstante el día 3 del mismo mes, con motivo de la visita de Ragone a Perón en Buenos Aires, el vicegobernador Olivio Ríos, aprovecharía la oportunidad para encabezar un nuevo ataque contra Ragone. Ríos rápidamente destituyó a los miembros más importantes del gabinete de Ragone, la medida fue apoyada por todos los sectores afines al peronismo ortodoxo. Sin embargo, desde Buenos Aires el gobierno se muestra neutral, y decide que no emitirá su opinión sobre un problema de carácter interno. La izquierda peronista se muestra dubitativa, sobre todo después de lo ocurrido en el 1º de mayo, además es consciente del corrimiento a la derecha que ha tenido Ragone en los últimos meses. No obstante, la JP y Montoneros deciden encabezar una movilización hacía el aeropuerto, para recibir y reinstalar al gobernador en la casa de gobierno. Nuevamente en el poder, Ragone hará un llamado a la unidad y a la conciliación. Pero, sus palabras no producirán el efecto deseado, y una vez más la oposición salteña se volverá en contra del gobierno, aunque su poder de movilización sería prácticamente 24 Ib Idem. Pág. 121.25 HOROWICZ, Alejandro. Los cuatro peronismos. Ed. Edhasa. Bs. As. 2005. Pág. 277.26 SCOTORIN, Daniel Ramiro. Salta Montonera. La actuación política de los sectores populares en la provincia de Salta (1972 – 1976). Ed. CTA. Bs. As. 2007. Pág. 207.27 Ib Idem.

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irrisorio. En Ragone, el mártir de la democracia, nuevamente se omite la pertenencia política de los simpatizantes que devuelven al gobernador a sus funciones28. En este sentido, se niega el carácter ideológico y político del gobierno de Ragone al negar el arco de fuerzas que lo apoyó y lo sostuvo durante los duros embates perpetrados por la derecha peronista.

Capitulo tercero

Los últimos meses del gobierno popular y la intervención federal

Una nueva ofensiva de la derecha llegará dos días después del Olviazo, cuando nuevamente la CGT convoque a un paro provincial para el 13 de mayo, esta vez sin fecha límite. Pero, muchos de los sindicatos afiliados a la CGT desoirán el llamado de la central de trabajadores y promoverán la vigilancia y la defensa del gobierno popular. Incluso días antes de la convocatoria era evidente que la CGT se había quedado sin apoyo. Ni siquiera Romero pudo lograr que sus canillitas no salgan a vender El Intransigente29, único diario editado en esos días, ya que El Tribuno había decidido colaborar en el paro de la CGT no lanzando ediciones durante la convocatoria. Ante el fracaso, los opositores al gobierno elevaron una nota a la nación protestando por la represión autorizada por el gobierno provincial en contra de los manifestantes cegetistas. En honor a la verdad, salvo un pequeño grupo, rápidamente disuelto por la mañana, nunca existió tal represión, ya que nunca hubo nada que reprimir. De nuevo la derecha trataba de convencer al gobierno nacional de que Salta era una provincia rebelde, anárquica y en manos de marxistas infiltrados.

Ese mismo mes los diputados leales a Ragone elevaron un proyecto de ley para que sean reintegrados al partido peronista los bienes incautados por la libertadora, entre estos se incluía al diario El Tribuno. El proyecto no pasó a mayores, sin embargo, se trataba de un importante paso para limitar el poder de uno de los grandes enemigos del gobierno popular. Montoneros elegirá otro camino, y la misma noche del 13 de mayo tratará de hacer volar las nuevas instalaciones del diario El Tribuno. Sin embrago, por razones técnicas el operativo fallará, lo que no evitará que importantes dirigentes salteños sean arrestados por sospecha de participación en el acto terrorista.

El 1 de junio llegará finalmente la muerte de Perón, aunque su Pacto Social ya había muerto unas semanas antes que él. La derecha desplazará del gobierno a los últimos leales del general, solamente Gelbard mantendrá su puesto, aunque estaba claro que el ministro de economía ya no poseía ningún tipo de capacidad para influir en el movimiento, sus días como miembro del gabinete estaban contados. El gobierno de Isabel traerá consigo el asenso de la derecha peronista, Montoneros no interpretará debidamente el porqué de la represión creciente a la que apelarán los sectores ortodoxos 28 Ragone, mártir de la democracia. Publicación de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos. Gobierno de la provincia de Salta. Ed. América. Salta 2006. Pág. 107.29 El intransigente era el segundo diario con más tiraje en Salta, había sido fundado por la familia Michel Torino, dueños de las bodegas del mismo nombre situadas en Cafayate. El diario fue varias veces intervenido por los distintos gobiernos y finalmente cerrado en 1964 por el fallecimiento del último heredero. Sin embargo, los ex socios de Romero, ahora desplazados del control de El Tribuno, estaban interesados en reeditar El Intransigente con el fin de destruir el monopolio que ostentaba Romero. El diario fue reabierto a mediados del 1973, y su dirección quedo a cargo del productor tabacalero y miembro del partido radical Martínez Saravia. El Intransigente mantendría siempre un perfil crítico y de relativo apoyo a la gestión de Ragone. Para más información ver el artículo de Rodolfo Plaza Navamuel. Una breve historia de El Intransigente. Reconocido baluarte de la prensa libre. En http://www.portaldesalta.gov.ar/libros/intransigente.htm.

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del peronismo. La izquierda peronista “no entiende que esa reacción violenta de la derecha es precisamente la consecuencia de no haber podido detener por la vía política el avance del movimiento popular”30.

En Salta, la izquierda peronista tomará un camino relativamente diferente al de la conducción nacional, sin embargo, tarde o temprano la dinámica general terminará imponiéndose pese a las distintas particulares de cada provincia. La JP y montoneros habían hecho un llamado de apoyo al gobierno provincial, y esto les había permitido resistir los embates de la derecha salteña, y al mismo tiempo, había dejado en descubierto la debilidad de estos sectores para organizar la ofensiva en contra del gobierno popular. La muerte de Perón fue el quiebre de la última barrera de contención a la exacerbación de la caza de brujas que luego de su muerte promovería la derecha peronista. Ciertamente Perón había intentado sacarse de encima a un aliando molesto como la JP, sin embargo, como sostiene Horowicz, “se trataba entonces, de su perspectiva [la de Perón], de pulverizarlos políticamente. Por cierto que cuando Perón reflexionaba así no pensaba en una masacre colectiva, sino en una combinación de medidas políticas: aislamiento, terror en grageas homeopáticas (“triple A”) y funcionamiento de su programa económico”31. Si bien, los dirigentes provinciales de la JP y Montoneros habían optado por una estrategia de defensa del gobierno popular, lo cierto es que no podían desentenderse del creciente clima de violencia que había en el país, incluso cuando la situación salteña fuese mucho más calmada que en otras provincias.

Gillespie explica que la creciente militarización de la izquierda peronista se debió, en parte, a la forma que tenían las estructuras internas de sus organizaciones: verticalistas, jerárquicas y centralistas. Pero, también es cierto que este proceso se debía a una falta de comprensión más penetrante del peronismo y de la coyuntura política32. El 6 de Septiembre, la cúpula de montoneros y otras organizaciones decidirán su pasaje a la clandestinidad, si bien al principio tratarán de mantener un pie en el sistema legal, esto resultará cada vez más difícil de sostener, dada la estrecha identificación de estos sectores con Montoneros. Esta decisión de la izquierda peronista era contradictoria con su pretensión política de ser los herederos del movimiento político peronista. La retirada estratégica no era otra cosa que un repliegue político que finalmente acabaría favoreciendo la derrota definitiva del peronismo de izquierda. El cierre de las unidades básicas y las cedes de la JP, llevaría a las organizaciones juveniles a un progresivo distanciamiento de las bases populares que había logrado articular y movilizar en los últimos años.

La militarización derivó en un vacío político e ideológico, del cual, las organizaciones juveniles no sabrían escapar. El declive político del peronismo de izquierda facilitó a la derecha el desplazamiento de los últimos simpatizantes de la tendencia que aún se mantenían en sus funciones. Este fue el caso los últimos gobernadores cercanos a Montoneros y la JP, Alberto Martínez Baca (gobernador de Mendoza) Jorge Cepernic (gobernador de Santa Cruz) y Miguel Ragone, todos destituidos por intervención federal. La persecución y asesinato de dirigentes de la izquierda peronista salteña había comenzado meses antes de la intervención, sin embargo, solo con el desplazamiento de Ragone la derecha salteña podría finalmente cumplir su deseo de eliminar al gobierno popular y a sus aliados.

30 SCOTORIN, Daniel Ramiro. Salta Montonera. La actuación política de los sectores populares en la provincia de Salta (1972 – 1976). Ed. CTA. Bs. As. 2007. Pág. 231.31 HOROWICZ, Alejandro. Los cuatro peronismos. Ed. Edhasa. Bs. As. 2005. Pág. 271.32 GILLESPIE, Richard. Soldados de Perón. Los Montoneros. Ed. Grijalbo. Bs. As. 1998. Pág. 218.

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Conclusión

La intervención federal a Salta no desplazó definitivamente a Ragone de la política provincial. Unos meses después de su destitución, Ragone trataría de volver a la política, su decisión estaba apoyada por un amplio espectro del arco político. Sin embargo, su principal base política ya había sido diezmada y desarticulada por la acción de la Triple A. A pesar de que algunos ministros de economía posteriores a Gelbard intentaron reestablecer el Pacto Social, lo cierto es que el proyecto democrático del gobierno peronista era insalvable. De haberse producido las elecciones democráticas a las que había convocado anticipadamente Isabel Perón, seguramente Ragone habría sido elegido por la mayoría nuevamente. Ante esta certeza los enemigos del ex gobernador decidieron actuar, eliminando permanentemente a Ragone de la escena política, por esto mismo creemos que su posterior secuestro y desaparición no se debió solamente a un acto de venganza o revancha política. De todas maneras, meses antes del final del gobierno democrático, a nadie le quedaba dudas de la inminencia de un golpe de estado. La lucha encarnizada al interior del peronismo había vaciado y desgastado al frente político más grande y heterogéneo que haya existido en la historia argentina.

El Pacto Social que sostenía al gobierno peronista era una estructura muy rígida y frágil, y por otro lado, el contexto político no favoreció a la preservación de ese delicado equilibrio. En Salta el movimiento popular liderado por Montoneros y la JP fue lo suficientemente grande como para resistir varias veces los enconados ataques de la derecha peronista. Sin embargo la dinámica de la política nacional se impuso incluso en aquellos gobiernos provinciales cercanos a la izquierda peronista que habían logrado resistir a los ataques de sus enemigos. Tampoco la coyuntura económica permitió postergar por más tiempo el conflicto social, cuando los precios de las importaciones industriales subieron, los términos del intercambio comercial comenzaron a caer, y con ellos las divisas acumuladas por la suba en los precios de los productos de exportación. Como sostiene Schvarzer, el programa económico del gobierno peronista consistía en una ambiciosa apuesta al capital local, sin embargo, la breve duración del Pacto impidió la cristalización del crecimiento con distribución al que aspiraba el modelo, y con el cual, confiaba Perón, que ayudaría a mitigar el conflicto social.

El informe Ragone, mártir de la democracia, no hace justicia a la compleja realidad política y social que se vivió por aquellos tiempos. A lo largo de este trabajo intentamos analizar la realidad de aquella época a la luz de los distintos sujetos colectivos que intervinieron en ella, tratando de distanciarnos de la mirada individualista y biográfica de los derechos humanos. Para ello nos enfocamos en los tres momentos que a nuestra consideración fueron los más álgidos dentro del conflicto social. Estos tres momentos que el informe llama los tres golpes33 contra el gobierno de Miguel Ragone, para nosotros no se tratan de golpes, sino de momentos centrales dentro de la dinámica del conflicto social, expresión de la lucha de clases que se libró en Argentina durante la década del 70.

Por ultimo, cabe rescatar la conclusión de Escotorin, para este autor fue precisamente la desaparición y la eliminación de toda una generación de jóvenes dirigentes y militantes peronistas, lo que permitió 8 años después, con el regreso de la democracia, que un hombre como Roberto Romero llegara a ser elegido gobernador de Salta por el partido peronista34. Sus herederos fueron en parte los responsables del

33 Ragone, mártir de la democracia. Publicación de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos. Gobierno de la provincia de Salta. Ed. América. Salta 2006. Pág. 105.34 SCOTORIN, Daniel Ramiro. Salta Montonera. La actuación política de los sectores populares en la provincia de Salta (1972 – 1976). Ed. CTA. Bs. As. 2007. Pág. 203.

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informe realizado por la Secretaria de Justicia y Derechos Humanos, y es aquí donde parece comprobarse la vieja frase que dice: la historia la escriben los que ganan. Las omisiones, las generalidades y el carácter documentalista del informe, encubren un pasado mucho más rico y complejo del que se muestra en el mismo. Quizá la prueba más clara a la conclusión de Scotorin sea el nombre y la firma del hombre que prologa el informe: Juan Carlos Romero35.

Bibliografía

Libros

CRENZEL, Emilio. La historia política del Nunca Más. La memoria de las desapariciones en Argentina. Ed. Siglo XXI. Bs. As. 2008.

GILLESPIE, Richard. Soldados de Perón. Los Montoneros. Ed. Grijalbo. Bs. As. 1998.

HOROWICZ, Alejandro. Los cuatro peronismos. Ed. Edhasa. Bs. As. 2005.

MARX, Karl. Sobre la cuestión judía. Ed. Prometeo. Bs. As. 2008.

35 Ex gobernador de Salta e Hijo del fallecido ex gobernador de Salta Roberto Romero.

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PEREZ, Jesús. El Terco Miguel. Ed. de la Grieta. San Martín de los Andes 2004. 

Ragone, mártir de la democracia. Publicación de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos. Gobierno de la provincia de Salta. Ed. América. Salta 2006.

RAPOPORT, Mario. Historia económica, política y social de la Argentina (1880 – 2003). Ed. Ariel. Bs. As. 2005.

ROUGIER, Marcelo y FISZBEIN, Martín. La frustración de un proyecto económico. El gobierno peronista de 1973 – 1976. Ed. Manantial. Bs. As. 2006.

SCHVARZER, Jorge. La industria que supimos conseguir. Una historia político social de la industria argentina. Ed. Cooperativas. Bs. As. 2000.

SCOTORIN, Daniel Ramiro. Salta Montonera. La actuación política de los sectores populares en la provincia de Salta (1972 – 1976). Ed. CTA. Bs. As. 2007.

Artículos y documentos

Nos pronunciamos por la liberación, contra la dependencia. Discurso de Asunción del Dr. Miguel Ragone. Gobierno de la Provincia de Salta, 1973.

Proyectos provinciales y nacionales de interés provincial a ser incorporados al Plan Trienal para la reconstrucción y la liberación nacional. Gobierno de la Provincia de Salta, 1974.

Un año de gobierno justicialista en Salta. Mensaje del Sr. Gobernador, Dr. Miguel Ragone, a la asamblea legislativa. Salta 25/05/1974.

Mensaje del Sr. Gobernador de la provincia Dr. Miguel Ragone. Salta 25/05/1973.

Renovar la lectura de Marx. Una mirada sobre La cuestión judía (1843). YUNES, Marcelo. En revista Socialismo o Barbarie., Año 1, Nº 3. Bs. As. Septiembre - Octubre del 2000.

Pero ¿fue alguna vez Salta “Montonera”?. CARO FIGUEROA, Armando. Viernes 23 de Mayo del 2008. En revista virtual Iruya.com. http://www.iruya.com/content/view/69493/41/.

Estuvo en la represión y quiere la recompensa por un desparecido. CALVO, Pablo. Domingo 15 de Octubre del 2006. En diario Clarín.

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A prepósito del crimen del Dr. Miguel Ragone. De la politización del crimen a la criminalización de la política. CARO FIGUEROA, Gregorio. Jueves 10 de Septiembre del 2009. Publicado en sitio virtual clubdelprogreso.com. http://www.clubdelprogreso.com/index.php?sec=04_05&sid=11&id=2455.

Sobre Salta, Montoneros y Ragone. ESCOTORIN, Daniel Ramiro. Sábado 28 de Junio del 2008. En revista virtual Iruya.com. http://www.iruya.com/content/view/75149/41/.

Pensamiento Político de Miguel Ragone. Único gobernador constitucional secuestrado y desaparecido. CORBACHO, Myriam y ADET, Raquel. En Revista escuela de historia, Año 2, Vol. 1, Nº 2, 2003. U.N.Sa.

En torno a un nuevo aniversario del secuestro de Miguel Ragone. ESCOTORIN, Daniel Ramiro. Marzo del 2009. Diario El Argentino. http://docs.google.com/Doc?id=ajg543pf42x6_70ffkvv7hf.

Gobierno de Miguel Ragone en Salta: entre el ideal y la realidad. 1973-1974. TEJERINA, María Elina y CORBACHO, Myriam Rosa. En Revista escuela de historia, Año 6, Vol. 1, Nº 6, Año 2007. U.N.Sa.

Entrevista al prof. Miguel Cáceres. Realizada por alumnos de la Carrera de Comunicación Social de la U.N.Sa para la materia Radio II. Junio del 2008.

Entrevista a Rodrigo Pequeño (nieto de Ragone). Realizada por alumnos de la Carrera de Comunicación Social de la U.N.Sa para la materia Radio II. Junio del 2008.

Anexo

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Cuadro 2. Evolución de los términos del intercambio

0

50

100

150

200

250

300

Período

Indi

ce Precios de las X

Precio de las M

Términos del intercambio

Fuente: Rougier y Fiszbein (2006).

Cuadro 1. Evolución de la balanza comercial (En millones de dólares)

Año Exportaciones Importaciones Saldo1967 1.465 1.096 3691968 1.368 1.169 1991969 1.612 1.576 361970 1.576 1.685 1091971 1.710 1.868 -1581972 1.941 1.905 361973 3.266 2.229 1.0371974 3.931 3.635 2961975 2.961 3.947 -9861976 3.916 3.033 883

Fuente: Elaboración propia con datos de Mallon y Sorrouille (1973) y Rapoport (2005).