Upload
magdalena-gil
View
126
Download
1
Embed Size (px)
Citation preview
Música:Cerca de Ti,Señor;Present:;B. Areskurrinaga HC;Euskaraz:D.Amundarain
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIASDifunde la confianza en Dios nuestro Salvador. Pásalo.
2 de noviembre de 2014Conmemoración de los difuntos
Marcos 5, 33-39; 16,1-6
Los hombres de hoy no sabemos qué
hacer con la muerte.
A veces, lo único que se nos ocurre es ignorarla y no hablar de ella. Olvidar cuanto antes ese triste
suceso, cumplir los trámites religiosos o civiles necesarios y volver de nuevo a
nuestra vida cotidiana.
Pero tarde o temprano, la muerte va visitando nuestros hogares arrancándonos nuestros seres más queridos.
¿Cómo reaccionar entonces ¿Cómo reaccionar entonces ante esa muerte que nos ante esa muerte que nos arrebata para siempre a arrebata para siempre a nuestra madre? nuestra madre?
¿Qué actitud adoptar ante el ¿Qué actitud adoptar ante el esposo querido que nos dice esposo querido que nos dice su último adiós? su último adiós?
¿Que hacer ante el vacío que van dejando en ¿Que hacer ante el vacío que van dejando en nuestra vida tantos amigos y amigas?nuestra vida tantos amigos y amigas?
¿Cómo relacionarnos con él?
La muerte es una La muerte es una puerta que traspasa puerta que traspasa
cada persona en cada persona en solitario.solitario.
Una vez cerrada la Una vez cerrada la puerta, el muerto se puerta, el muerto se
nos oculta para nos oculta para siempre. siempre.
No sabemos qué ha No sabemos qué ha sido de él.sido de él.
Ese ser tan querido y cercano se nos pierde ahora Ese ser tan querido y cercano se nos pierde ahora en el misterio insondable de Dios.en el misterio insondable de Dios.
Los seguidores de Jesús no nos Los seguidores de Jesús no nos limitamos a asistir pasivamente al limitamos a asistir pasivamente al
hecho de la muerte.hecho de la muerte. Confiando en Cristo resucitado, lo Confiando en Cristo resucitado, lo
acompañamos con amor y con acompañamos con amor y con nuestra plegaria en ese misterioso nuestra plegaria en ese misterioso
encuentro con Diosencuentro con Dios.
En la liturgia cristiana En la liturgia cristiana por los difuntos no hay por los difuntos no hay desolación, rebelión o desolación, rebelión o
desesperanza. desesperanza. En su centro solo una En su centro solo una oración de confianza: oración de confianza:
““En tus manos, Padre de En tus manos, Padre de bondad, confiamos la bondad, confiamos la vida de nuestro ser vida de nuestro ser
queridoquerido””
¿Qué sentido pueden tener hoy entre nosotros esos ¿Qué sentido pueden tener hoy entre nosotros esos funerales en los que nos reunimos personas de diferente funerales en los que nos reunimos personas de diferente
sensibilidad ante el misterio de la muerte? sensibilidad ante el misterio de la muerte? ¿Qué podemos hacer juntos: creyentes, menos ¿Qué podemos hacer juntos: creyentes, menos
creyentes, poco creyentes y también increyentes?creyentes, poco creyentes y también increyentes?
A lo largo de estos años, hemos cambiadoA lo largo de estos años, hemos cambiado mucho por dentro. mucho por dentro.
Nos hemos hecho más críticos, pero también más Nos hemos hecho más críticos, pero también más frágiles y vulnerables; somos más incrédulos, pero frágiles y vulnerables; somos más incrédulos, pero
también más inseguros. también más inseguros.
No nos resulta fácil creer, pero es difícil no creer.
Vivimos llenos de dudas e incertidumbres, pero no sabemos encontrar una esperanza.
A veces, suelo invitar a quienes A veces, suelo invitar a quienes asisten a un funeral a hacer asisten a un funeral a hacer
algo que todos podemos hacer, algo que todos podemos hacer, cada uno desde su pequeña fe.cada uno desde su pequeña fe. Decirle desde dentro a nuestro Decirle desde dentro a nuestro ser querido unas palabras que ser querido unas palabras que expresen nuestro amor a él y expresen nuestro amor a él y nuestra invocación humilde a nuestra invocación humilde a
Dios:Dios:
“Te seguimos queriendo, pero ya no
sabemos cómo encontrarnos contigo ni qué hacer por ti.
Nuestra fe es débil y no sabemos rezar bien. Pero te confiamos al
amor de Dios, te dejamos en sus
manos.
Ese amor de Ese amor de Dios es hoy para ti un lugar más seguro que más seguro que todo lo que nosotros te podemos
ofrecer. Disfruta de la vida plena.
Dios te quiere como nosotros no te hemos sabido querer.
Un día nos volveremos a ver”.
EN LAS MANOS DE DIOS
Los hombres de hoy no sabemos qué hacer con la muerte. A veces, lo único que se nos ocurre es ignorarla y no hablar de ella. Olvidar cuanto antes ese triste suceso, cumplir los trámites religiosos o civiles necesarios y volver de nuevo a nuestra vida cotidiana.
Pero tarde o temprano, la muerte va visitando nuestros hogares arrancándonos nuestros seres más queridos. ¿Cómo reaccionar entonces ante esa muerte que nos arrebata para siempre a nuestra madre? ¿Qué actitud adoptar ante el esposo querido que nos dice su último adiós? ¿Que hacer ante el vacío que van dejando en nuestra vida tantos amigos y amigas?
La muerte es una puerta que traspasa cada persona en solitario. Una vez cerrada la puerta, el muerto se nos oculta para siempre. No sabemos qué ha sido de él. Ese ser tan querido y cercano se nos pierde ahora en el misterio insondable de Dios. ¿Cómo relacionarnos con él?
Los seguidores de Jesús no nos limitamos a asistir pasivamente al hecho de la muerte. Confiando en Cristo resucitado, lo acompañamos con amor y con nuestra plegaria en ese misterioso encuentro con Dios. En la liturgia cristiana por los difuntos no hay desolación, rebelión o desesperanza. En su centro solo una oración de confianza: “En tus manos, Padre de bondad, confiamos la vida de nuestro ser querido”
¿Qué sentido pueden tener hoy entre nosotros esos funerales en los que nos reunimos personas de diferente sensibilidad ante el misterio de la muerte? ¿Qué podemos hacer juntos: creyentes, menos creyentes, poco creyentes y también increyentes?
A lo largo de estos años, hemos cambiado mucho por dentro. Nos hemos hecho más críticos, pero también más frágiles y vulnerables; somos más incrédulos, pero también más inseguros. No nos resulta fácil creer, pero es difícil no creer. Vivimos llenos de dudas e incertidumbres, pero no sabemos encontrar una esperanza.
A veces, suelo invitar a quienes asisten a un funeral a hacer algo que todos podemos hacer, cada uno desde su pequeña fe. Decirle desde dentro a nuestro ser querido unas palabras que expresen nuestro amor a él y nuestra invocación humilde a Dios:
“Te seguimos queriendo, pero ya no sabemos cómo encontrarnos contigo ni qué hacer por ti. Nuestra fe es débil y no sabemos rezar bien. Pero te confiamos al amor de Dios, te dejamos en sus manos. Ese amor de Dios es hoy para ti un lugar más seguro que todo lo que nosotros te podemos ofrecer. Disfruta de la vida plena. Dios te quiere como nosotros no te hemos sabido querer. Un día nos volveremos a ver”.
José Antonio Pagola