Nº 7 Año III Primavera 2013

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FELIZ ANIVERSARIO NIÑOS Otro aniversario nos encuentra leyendo y releyendo las nuevas literaturas uruguayas. Son ya veinticuatro meses de recibir material extraordinario de jóvenes con ganas de decir algo. Hemos publicado casi todo lo que hemos recibido, pues no se trata de caer en selecciones canónicas, sino de mostrar lo que ocurre en los escenarios invisibles de las letras nacionales. Invisibles pues en un país envejecido y conservador como el nuestro hacerse lugar entre el estableshiment que arrastra décadas de más de lo mismo es en verdad una tarea difícil. Cada vez más se reproduce una cadena viciosa que cierra círculos y excluye grupos, los separa, los aísla. De esta forma la interacción entre unos y otros, que antaño hubiera estado marcada por el diálogo y el debate, es ahora inexistente. Unos excluyen a los otros en una relación bivalente. Los ya consagrados desconocen a los nuevos, los nuevos no leen a los consagrados. El país escindido. Un Uruguay que se divide con mayor profusión y que compartimenta no solo la producción cultural sino también la ideología política, religiosa, la moral y la visión sobre el futuro. Un país que encuentra por un lado a un sector envejecido, reticente a los cambios, la legalización de la marihuana y el aborto, que continúa alabando a los iconos culturales de la Modernidad, y por el otro, a una minoría juvenil que celebra las transformaciones sociales, que descree de la política y se interesa por lo extravagante y lo provocativo, incentivado por el contacto con el mundo globalizado de las redes sociales y el internet. Frente a esto, las formas de producción cultural son diferentes y las miradas se vuelven por momentos antagónicas. Unos acusan a los otros de estar exentos de reflexión crítica sobre sus trabajos; otros se escudan en la creencia de que ya no existe tiempo ni lugar para la consagración de unos pocos y que el mundo es ahora más democrático y flexible. Unos reproducen un discurso ya existente, que persiste desde décadas atrás, invisibilizando a los artistas que terminan siendo más de lo mismo; otros intentan alcanzar la trascendencia con la desesperanza de los escépticos. Unos procuran crear un discurso único, sin poder lograrlo; los otros se conforman con saber que ya nada nuevo puede inventarse, solo se trata de ser escuchados o vistos o reconocidos momentáneamente. La sobriedad es el estilo de unos, la provocación es el arma de los otros. Y mientras tanto, el divorcio de ambos sigue excluyendo la plática, la discusión y el trabajo en conjunto. Cada vez menos legado, cada vez menos influencias.

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PAULO RODDEL

Conectada

Chica ruda que no me hablás por chat me gustan los videos que subís

tus álbumes con las fotos de tus últimas vacaciones no sé dónde

tus “estados” y “notificaciones” por eso les pongo “like”

le pongo onda comparto, difundo y comento todo lo que colgás en tu perfil y yo sé que estás conectada

chica ruda que no me hablás por chat porque aparecés en la “información instantánea”

comentando cosas de otros que no te saludan

ni te mandan invitaciones a “eventos”, chica ruda que no me hablás por chat

¿a quién le postearás tus besos más ricos la próxima vez que inicies sesión?

Nació en 1977 y vive en Montevideo. Es rockero de alma y escritor de cuerpo, lo que lo ha llevado a escribir y hablar mucho sobre música y literatura. Publicó los libros-objeto Trapos (2004) y Palidezco (2010).

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Esperá sentado Yo te hablaba con gerundios, vos me matabas a condicionales. Estuve ESPERANDO como un gil cuatro horas donde habíamos quedado es más di veinte vueltas a la manzana por si te habías equivocado de esquina para que después no dijeras que no tengo voluntad. Vi pasar líneas de buses menos frecuentes que el cometa Halley, cerraron los comercios se hizo la noche la cosa se puso espesa, “te ESPERARÍA todo lo que fuera necesario” dijiste. En concreto me quedé sin ómnibus para volver a casa y los vecinos casi llaman a la policía. No se trata de tiempos gramaticales se trata de vos y tus problemas logísticos.

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Emoticones Podés decirle a todo el mundo que te dejo. Ya llamé a todos mis amigos ya lo publiqué en mi blog lo colgué como evento en mi facebook mandé una cadena de mails a mis 829 contactos, ya está, yo no quería que se enterara nadie pero ya ves como es la tecnología tarde o temprano todo el mundo se va a enterar que te dejo que me voy que ya está. Por lo tanto le ahorré trabajo a los preguntones de siempre: “ah, ¿y aquella como anda?” bueno, “aquella” no anda es decir, no andamos no hay más “aquella” y “aquel” juntos no hay “aquellos”,

ahora quedan “aquella” y yo allá y acá solos como antes como durante y como ahora, ahora que no nos mandamos ni un mail para siquiera decirnos si por lo menos el amor valió siquiera un beso más que cualquier emoticon de mierda que nos hayamos enviado cuando no teníamos nada que decirnos.

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ENTREVISTA A NATY MENSTRUAL La multifacética artista argentina estuvo en Montevideo, invitada por el festival de cine Llamale H y habló sobre su particular forma de escribir y su personal concepción sobre la literatura.

Por A. Lema Mosca

¿Cuánto hay de ficción en tus historias?

Hay partes ficcionadas que se van mezclando con la realidad, pero hay muchas historias que son reales desde que empiezan hasta que terminan y la gente te dice “qué imaginación que tenés”. La gente es morbosa y te pregunta “¿es autobiográfico?”. El libro entero no puede ser autobiográfico. Para una sola travesti es demasiado, ¡no te alcanza la vida! Pero la gente quiere que digas que de verdad lo es, pero no es así. ¿Qué opinas de la poesía performática? A mí me parece que no todo el que escribe poesía puede leer poesía. Yo he escuchado grabaciones de Cortázar que parecía un muerto, ¡qué pesadilla! Y yo he leído mucho Cortázar, de adolescente lo hacía mucho. Pero una cosa es leer y otra cosa es escuchar esa voz. Pero, por ejemplo, Marosa Di Giorgio leyendo es maravillosa, es como una hechicera, es genial.

¿Cómo ingresaste a la literatura? Yo siempre escribí, pero tenía el prejuicio que si armaba un cuento siempre lo tenía que protagonizar una chica y un chico para que no se dieran cuenta de que yo era trolo, entonces era todo un trabajo. Todo eso lo solté cuando me encontré con el mundo del travestismo, que es muy heavy, sobre todo por los tipos y su relación con la travesti. Hay un grupo feminista que dice “para las putas la culpa, para los hombres la disculpa”. En este caso es lo mismo: la trava es la puta, la nefasta, la sucia, pero es mentira. Y desde que empecé a ponerme la pollerita, empecé a ver cosas y dije “yo lo tengo que contar”.

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¿Cuáles son tus influencias a la hora de escribir? Malas siempre. Mirá, cuando largué mi primer libro pasé leyendo crítica que me comparaba con un montón de autores que yo ni siquiera había leído, pero eran todos putos. Yo llegué a la conclusión de que hay un sentir puto internacional. No puedo sostener algo como cierto, pero creo que en algún punto hay un sentir puto por el que todos pasamos. En una supuesta novela que nunca termino, hablo de la eterna soledad del niño puto, esas cosas que tenés adentro cuando niño y que no podés decir, creo que hay un estadio por el que muchos pasamos para escondernos. De chico leí mucho a Corín Tellado, muchísimo, me encantaba. Toda esa cosa novelera, yo quería ser la heroína de sus novelas, como en las pornos: siempre quiero ser la protagonista. ¿Qué es más fácil: la narrativa o la poesía? Es complicada esa pregunta. La poesía me parece más difícil. Escribo poesía, pero es una poesía combativa y le tengo más respeto. Quizás es porque hice mucha crónica policial y me sale más eso de presentar una situación y redondearla, pero nunca para venderla. Eso no. Con la poesía tengo que estar en un momento específico, me comprometo más cuando escribo poesía. ¿Para quién escribís? Para mí. No, nunca escribí para nadie, ¡pará un poco! Yo empecé a escribir y genero cosas en la gente que nunca me imaginé. En la feria de San Telmo hay una pareja y la madre de él, que tiene ochenta largos, leyó mi libro y le encantó. Lo mismo con el segundo y me manda saludos. Me asombra encontrar gente que me lee. ¿Cómo definís tu literatura travesti trash? Trash tiene que ver con la basura, en el sentido de lo sucio, es como una ironía. Hay muchos que se comen la basura. Es más sucio el que se esconde que el que actúa de frente. El que más mierda escupe, es el que más mierda tiene adentro.

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NATY MENSTRUAL

Eran esas tardes donde la calentura puede más y el cuerpo manda. Como siempre pensaba sacar afuera mis reflejos más rastreros con tal de cosechar un polvo que quedaría perdido en la nebulosa como otros cientos. Me sumergí en la oscuridad de la sala y no divisé nada que me llamara la atención, hasta que de golpe, por arte de magia, destacándose en la oscuridad, había un señor buen mozo, de unos cuarenta y pico de años, mirando atentamente la pantalla. Me acerqué un poco para verlo más detalladamente y vi que estaba vestido impecable con un traje claro, una camisa blanca, una corbata de seda y no podía entender cómo podía venir así vestido a ese lugar de mierda donde no sabías qué flujo se te podía prender de la vestimenta sea donde sea que te instalaras. Haciéndome la tonta me senté a dos butacas de distancia y luego cuando nuestras miradas se cruzaron me acerqué otra más y quedé a su lado. Haciéndome la gata dulce le dije: hola cómo estás. A lo que él acercándose suavemente a mi oído me susurró: yo, debajo de la ropa, soy igual que vos… ¡Igual que yo! Y yo no era Van Damme precisamente, estaba más bien bastante travestida con un jean apretadísimo y una camisita de putita de lycra negra… ¡que abajo era igual que yo!… QUÉ QUERÍA DECIR, ME PREGUNTÉ RÁPIDAMENTE, QUÉ ES MÁS MUJER QUE YO O IGUAL DE MUJER QUE YO… En definitiva, sí o sí era indudablemente maricona. Pero como la necesidad y la curiosidad tienen cara de hereje, le dije seductoramente si no me quería acompañar a uno de los cubículos donde estaban los inodoros y podíamos explayarnos con más tranquilidad cerrando la puerta. Él, ni lento ni perezoso, asintió con la cabeza y rumbeamos hacia nuestro nuevito lecho de amor, lechito de amor o lechita de amor, no me quedaba claro todavía.

Es escritora, diseñadora, artista plástica y locutora. Vive en San Telmo, donde vende remeras hechas por sus propias manos. De sus manos y su cabeza han salido también los libros Continuadísimo (2008) y Batido de trolo (2012)

Tanga Tangay

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Cuando quedamos encerrados en ese pequeño hábitat, le pregunté qué quería decir con que debajo de su traje era igual que yo, y él rápidamente comenzó a sacarse la ropa masculina con ansiedad, mostrándome lo que tenía puesto debajo. Ante mi asombrado asombro, tenía un conjunto de lencería que ni yo lo tenía y no sé si alguna vez lo iba a tener, blanco, incólume, lleno de moños y puntillas, body, tanga, corpiñito de encaje labrado, portaligas, ligas y medias caladas. Todo blanco leche, muy propicio para el momento. Eso no era nada, él tenía otra sorpresita preparada para desatar mi imaginación o mejor dicho superarla. Se puso de espaldas corriéndose la tanga en una pose de pornostar, y me pidió que lo haga mujer… jejeje… mujer, pensé yo. Pero como una es una obrera abnegada no iba a decir que no, así que lo clavé y mientras él recibía los embates, decía entre gemidos: ay ay ay ay, qué te están haciendo esposa mía, qué te están haciendo, te están cogiendo amada mía, quién te está cogiendo, soy un cornudo ayayayay esposa mía… Yo quedé muda con semejante repertorio, era una intrincada fantasía que traspasaba mi capacidad erótica. Resulta ser que el señor de incólume traje se sacaba la ropita, quedaba vestidita de cabaretera de lujo y no era él una vez transformada sino que era su esposa siendo abusada por alguien que en ese caso vendría a ser yo. Ayayayay amada mía, qué me estás haciendo, qué te están haciendo amor, qué te están haciendo… y así seguía la obrita de teatro más retorcida que había presenciado en mi vida. Cuando se terminó todo y se cerraba el telón, me subí los pantalones, le di una palmada en la cola, y le dije: qué putita que sos… él con cara de virgen de Fátima me dijo amablemente: gracias. Y empezó a vestirse nuevamente con sus masculinas e impecables prendas de macho heterosexual. Cuando salimos del baño lo miré todavía sin poder creerlo y lamenté no haber sido más rápida robándole su ropa masculina para que tenga que salir a la calle vestida como un ángel marica con el culo roto. Pero no, en el fondo soy buena, lo que sí le tendría que haber pedido es que me regale su hermoso conjunto de lencería como de novia recién desflorada. Desde ese día, cada vez que paso cerca de un hombre supuestamente heterosexual, me pregunto: que tendrá debajo... un bóxer de macho machazo o una tanguita caliente de labrado encaje…

Extraído de natymenstrual.blogspot.com

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REFLEXIONES DE CHINASKE BUKOWSKI

Empezó la primavera, y este año no solo odio los gimnasios y sus invitaciones a una clase gratis de spinning, que debería aceptarlas y recorrer todos los gimnasios de Montevideo y así quedar dioso ortomolecular para el verano, pero con lo caros que están los boletos, me sale más barato pagarme un pase libre en el gimnasio del barrio, cosa que no pienso hacer. La novedad que genera mi odio son las maratones. OJO! Vamo arriba la gente que sale a correr todo el año con la fuerza de voluntad que eso conlleva; entiendo que quieran correr una maratón. Pero hay gente que no mueve un pelo en todo el año (como yo) y de repente aparece en el Facebook de todas las maratones de mierda que hay, la de las mujeres, la de los hombres, las de esto, las de aquello, las 2 k, las 3 k y las recontra mil k de las maratones, ¡me joden loco, me jo-den! Salen todos desaforados a pagar los cientos de pesos que les cobran por correr, algo que en la rambla podes hacer todos los días de tu vida y gratis. La excusa es que te dan numerito y remera… Las remeras son saldos, mamita, en el outlet cuestan veinte pesos y podés ir maratoneando a buscarlas si querés; y ni que hablar de los que van a levantar, a hacerse los Usain Bolt, y son más parecidos a Bolt, el perro de la película de Disney que juraba superhéroe y era todo efectos especiales… bueno, es lo mismo. Se compran sus “geitoreids”, sus barras de supercereal y zapatillas con acelerador de partículas que los hacen correr más rápido, tanto que en su mente juran que llegan primeros, pero son los primeros en llegar a la mutualista medios desmayados a la mitad de la carrera. .

Maratont@s

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Así que tengo una propuesta para terminar con esto. Propongo un evento inigualable: la maratón de los vagos y las vagas, gente como uno, que llega de trabajar y se tira en el sillón, o que sale a caminar solo para despejar ideas y que se pone un jogging de esos que tienen mil años, todos rotosos y los mismos championes que usa para la diaria. Será una maratón en la rambla, desde las canteras a la ancap, sino llegás, hay premio consuelo, no te preocupes, lo haremos ahí porque es una parte de la rambla que es ancha y no hay que pagar trámites en la IMM para cortar la calle. Podés traer lo que quieras puesto, a nadie le importa, traé tu propia agua ya que no tendremos sponsors. La idea es que te entrenes corriendo el bondi, así que parate una parada antes de la indicada, y cuando te pase por al lado largá con todo, así vas bien entrenado. Si no, date una vuelta por Parque Batlle en tanga y cuando pare un auto, salí corriendo. Las personas con ropa de deporte recién comprada serán excluidas, cada loco con su tema… Después de la maratón, vamos todos a comer polvorones y tortas fritas al Samba del Parque Rodó, que es lo único que garpa ahí, por eso todavía está. Además tenemos canje. Los esperamos a todos, para correr o caminar, o arrastrarte. La maratón de los vagos y las vagas será un evento único, real y gratis.

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LO QUE IMPLICA EDUCAR Por Fiorella Pena

Es gratificarse del cada día, y resignarse a migajas de satisfacciones añoradas, es ver lo que nos proponemos hacer y enorgullecerse de cosas que no hemos logrado. Educar es enfrentar a la tiranía con encono y embanderarse con sueños de mañanas mejores. Es hacerse de una paciencia infinita y buscar algo que tiene que parecer imposible. Es sentir que se es una pieza de las del medio de un puzle de millones. Educar es ser demasiado poco en la historia de la humanidad y ser tan mucho en las biografía de seres individuales. Es enseñar que la verdad es de quien la busca, y no es de nadie; es enseñar a cuestionar hasta las cosas que uno dice, es crear laberintos de significado de los que uno mismo no conozca el camino de salida. Educar es dudar sobre el camino, es probar, pensar, criticar, hacer, deshacer, rehacer, aprender. Es desesperarse ante lo magnánimo de la tarea, quizá llorar, gritar un poco, suspirar y reírse, encorajinarse, esperar el futuro anhelante; es, sí, ser un poco esquizoide. Es tener la cabeza fría y el corazón caliente, las sonrisas a la vanguardia y las miradas punzantes en la trinchera. Es entenderse un soldado en la lucha por la liberación del hombre de su propio yugo. Es ser, pues, todo aquello que el sueño del mundo permita hacer real en pos de lo imposible.

vea más en: doxacontemporanea.blogspot.com

Educar es entender que los años nos brindan saberes que otros no poseen y que debemos ser nosotros, y no los años solos quienes se los transmitan a otros. Educar debería ser saber que los otros tienen saberes que los años nos negaron y aceptarlos como regalo de esos años de experiencias que no vamos a vivir. Educar es pensar que el saber se acumula progresivamente y que nos hace más libres, es estar convencido de que se ha escogido la misión de abrir mundos a vidas ajenas.

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LA POESÍA DE LOS ONCE

El Grupo 11 y sus integrantes poetas presentan en breve un proyecto colectivo que trata de incentivar el trabajo en equipo, como parte de una misma línea de labor poética. Se trata de cuatro plaquettes, de cuatro de los integrantes de dicho grupo generacional. Los trabajos, escritos y publicados por ellos mismos, muestran cuatro formas diferentes de hacer poesía, pero desde un eje transversal que los une y que tiene que ver con una cuestión generacional, irreverente y profunda. Versos óseos, de Jorge Presa Loustau, Un mundo de nadas, de Lema Mosca, Delirios de ciudad, de Fióka Pena Fusco y Breve antología poética de Martín Uruguay Martínez, de Hoski. Los títulos ya adelantan bastante. Mientras algunos trabajos reposan en la reflexión lírica y el trabajo de la palabra, otros evidencian una visión existencialista o juegan con la ironía y el desdoblamiento. La madurez lírica de Presa Loustau se refuerza en este segundo trabajo donde alcanza versos muy bien logrados. Lema Mosca nos muestra una disconformidad evidente ante la existencia humana y sus males que se separa totalmente de la visión amatoria de su anterior trabajo. Pena Fusco revive los principales cuestionamientos de la existencia humana con la ciudad como trasfondo, preguntando desde el sentir. Y Hoski vuelve al ruedo con un trabajo cargado de ironía y humor negro, que pone en boca de su alterego, Martín Uruguay Martínez, para disparar pensamientos viscerales y sorpresivos.

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UN MAR INEXPLORADO Por Felipe Herrero (Buenos Aires)

Trata de una amena selección de autores portugueses traducidos por la poeta uruguaya Isabel de la Fuente. Mencionar tan solo al joven poeta José Luís Peixoto como al ya fallecido Eugenio de Andrade, me remite a una gama de paisajes o a la sal de mi lengua o a vivencias amargas y no tan amargas de la vida. Cuando el buen poema es consumido, luego de un tiempo manifiesta su sueño en nuestra vigilia. Ese sueño teje hasta dejarnos en la duda y si el poema es bueno el sueño vence. Yo estuve en un mar inexplorado, sentí esa sal en mi lengua. Y fui un integrante sentado a la mesa con una familia ida. Fui todas esas cosas.

A veces nos enfrentamos a poemas amables que quedan en la mente; suceden los años, sucede la vida y esas imágenes también se quedan. Se funden en el tiempo y en el viento de cada uno, y ya no recordamos si efectivamente fueron lecturas o más bien episodios presenciados. Antología de poesía portuguesa contemporánea (Estuario editora, 2009) me brinda esto.

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LUCÍA GONZÁLEZ LECTORA Cantante

¿Y tu libro favorito? No tengo uno favorito. Es muy difícil elegir uno! ¿Un escritor uruguayo? Mario Levrero ¿Cuándo te regalaron uno por última vez? El año pasado, se llama “El sonido de los Beatles” de Geoff Emerick ¿Qué libro te hizo emocionar? “Cosas que los nietos deberían saber” de Mark Everett ¿Cuál te hizo reír? Everett me hizo reír y llorar. Si tuvieras que cantarle a un libro, ¿a cuál sería? A algún texto de Carl Sagan, que tiene una forma muy poética de describir el universo y sus misterios.

¿Te gusta leer? Sí, mucho. De niña leía pila, Enyd Blyton una escritora inglesa, era mi preferida. Salía corriendo de la escuela para llegar a mi casa y tirarme a leer tranquila. ¿Qué clase de textos lees más? Leo de todo un poco. Me gusta mucho la ciencia ficción, y últimamente me han atrapado las biografías de personas que me resultan atractivas por alguna razón. ¿Cuál fue el último libro que leíste? John, la biografía de Lennon escrita por su primera esposa Cynthia. ¿Tu escritor favorito? No tengo uno, leí mucho a Bradbury y en mi adolescencia me gustaba mucho Jack Kerouac y los beatniks.

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