Upload
diegotedeschiloisa
View
241
Download
9
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Los textos de Filosofías del arte son creación de Neyda Pitt -Editora general- de Tres de un par imperfecto- y son de carácter inédito, cedidos especialmente para el presente libro, editados por Mariana Barrios Manara y escritos entre los años 2011 y 2012. La necesidad de contar con textos nuevos, para no caer solamente en la recopilación histórica para el libro Tres de un par imperfecto. Escritos granizados (Buenos Aires, Bubok, 2014), propició el descubrimiento de los escritos de Pitt que, por su carácter frontal, leal y exquisito, debían formar parte de ese tercer libro (que integra junto con Tres de un par imperfecto. Cuentos a la crema y Tres de un par imperfecto. Poemas al agua. Estos textos, junto con algunos agregados que por razones de edición quedaron afuera de aquel libro, serán publicados nuevamente en una parte del libro de Neyda Pitt: Trencadis, de próxima aparición.
Citation preview
Neyda Pitt Filosofías del arte
Deja llevarme mi
última aventura.
Déjame ser mi propio testimonio,
y dar fe de mi propia
desmemoria.
Déjame diseñar mi último rostro,
apretar en mi oído los pasos de la lluvia
borrándome el adiós definitivo.
Josefina Plá
El artista
La válvula que nos separa de la vida es la muerte. Esa muerte cruel que mata en
vida, la que no lleva el alma al paraíso.
Ese momento en el que se manifiestan estallidos de colores, de ideas,
de trazos artísticos que brincan como corderos en las manos de un artista. Las
alteraciones que suben, que bajan y que vuelven a subir para llegar a un
orgasmo intenso, que hace temblar y vuelve a comenzar el éxtasis.
Así se simplifica el acto creativo: explotar el inconsciente, el subconsciente y lo
poco de consciente que queda. Es indagar dentro de lo que no existe, leer el
mensaje oculto, percibir “eso” que solo el creador puede ver y trazar en papiros
divagues escondidos: los tristes, los felices, los melancólicos, los esperanzadores
y los surrealistas.
Eso es… el loco que crea. Él es su propia tinta descarada que refleja el
mundo, supremo señor relativo. Tan dios, tan metamórfico que es capaz de
traspasar por todas las facetas a través de todas sus posibles perspectivas a lo
largo de su vida. El dueño del mañana, de esta tarde y de la noche también; de
su atemporalidad inestable. Un lienzo completamente inestático, espejo de esa
vida en constante mutación; muestra siempre ese reinvento, ese constate
cambio que se divorcia de una posible evolución: “Ahora no soy mejor, antes
era solo diferente”.
El morbo enfermizo de ser dueño de esa válvula.
Ese tiempo nunca fue mejor que antes ni será mejor después;
simplemente vivimos y rechazamos el progreso. Somos diferentes, no somos
semejantes a nuestros semejantes; nosotros, quienes descubrimos que hay algo
más que nosotros mismos y hacemos de actor y de crítico a la vez.
“La vida es una gran obra de teatro, grita el director mientras se burla de
nuestras ridículas máscaras mal hechas. Y el artista, una vez más, regresa a su
caverna a encerrarse y entrar en turbulencia con sus ideas.
Camina un laberinto en el que se pierde de sí mismo, un torbellino que arrasa
con su alma. Un momento asfixiante, cumbre, excitante en el que el planeta
deja de girar: los pinceles empiezan a ensuciar, el papel empieza a mancharse,
las notas empiezan a sonar. Se descubren otras mentes, se analizan, se adentra
en ellas, se capta el mensaje y se mezclan sombras, líneas y colores que
abstractamente juegan con una clave tácita. El jaque mate fue dado por
adelantado y un re truco ha ganado la partida.
La idea de lo subjetivo es lo más apasionante. La muerte, la vida, el amor, un
nuevo amanecer, el cuerpo tal cual es, los colores, los sabores, las preguntas
filosóficas sin respuestas. Todos son temas, todas son preguntas, todas son
respuestas. La vida es más misteriosa que la muerte. En el fin, el alfa y el omega
se descubren durante un segundo. Termina. El cuerpo se pudre y el artista
canjeó su alma en cada creación suya; ya antes de morir su alma fue al paraíso.
La sobrecarga es tal que, a veces, un poco de alcohol mitiga la
explosión. Hay veces que los colores del lienzo se mezclan con tiza para darles
más vida. Somos locos, enfermos, misteriosos y jodidos. De traje o de kimono,
al autor es trascendental. Él no existe si no crea; el acto creativo es tan
imprescindible como respirar: marcar una contradicción, morir por una
desquiciada idea, dejar una huella en este mundo lleno de vulgaridades, no
ajustarse a ninguna clase, no mendigar aceptación ni perdón. Él ve cómo nace
desde lo recóndito del alma, y siente cómo recorre por las venas una gran obra
maestra.
Otras veces, un poco de yerba calma el despegue sin alterar el vuelo. El creador
busca, como un ave, posar en su nido encontrando su razón de ser. Es más
que parir, es más que engendrar. Es concebir y no poder entender al espectador
en su tonta contraposición a lo que ve: el artista se convierte en un extraño
frente a su propia creación. La obra, que representa medio y fin en sí misma,
deja de ser una causa, para crear un efecto de desconocimiento y no
entendimiento de su propio autor. Al cruzar a esa faceta de espectador, busca
reencontrar lo que ve y no puede; frente a su obra es un completo
desconocido.
“La vida realmente no es así”-se dice así mismo, sin argumentos, sintiéndose
tan absurdo, tan poca cosa. Con su obra pisó la luna y cientos de sistemas
solares; aun así, artífice-espectador, no deja de sentir lástima por aquel que
corre desapercibido dentro de un sistema económico-social alienante.
¿Qué no siente pena por él mismo? ¿Ni siquiera autocompasión?
Simplemente no es más que su propia mierda: ese sujeto que no ama la vida ni
intenta traducirla a su lenguaje personal. El creador, en sus dos facetas, se
bifurca. Así nace un grupo diferente, esa parte que no encaja en ninguna parte.
Suena un piano detrás. El bohemio enciende uno barato y divaga solo
por el cosmos. El huracán se ha marchado, una sensación de placer invade la
morfología del cuerpo. Ha llegado a su nirvana. Alguien ha muerto, alguien ha
nacido. No existe mejor recompensa que aquel cigarrillo. El posterior ciclo
lucrativo es solo para poder comer. Su alma fue empeñada y él sigue de pie
porque tiene de sobra para dar más arte. El receptor busca nutrirse de esa alma,
esa identificación conmovedora y contribuye a que él dé más arte. No es un
intercambio, es colaborar a que otras obras puedan seguir naciendo.
Un buen suspiro y un cansancio renovador. Es lo que uno percibe,
procesa y da. Es muerte o es vida. El eje de todo: la verdad… siempre la
desatinada disputa. Siempre lo que es, tal cual a sí misma. Lo verde, verde; con
matices y a veces sombras que nace, muere y, perpetuamente, cae en manos de
un papel.
Cualquiera puede alcanzar
Las alturas alguna que otra vez
La clave consiste en
Resistir
Cualquier cosa que sirva
Para que
Esta vida siga bailando
Frente a
Doña Muerte.1
Inspiración
Curación.
Saturación.
Restauración.
Transpiración.
Estructuración.
Reelaboración.
Evaporación.
Operación.
Oración.
Ración.
Necesidad y desesperación. Momento práctico.
Espacios: vacíos y llenos. Luces, colores y melodías.
Mis pensamientos.
Mis sentimientos.
Mis emociones.
Mis transformaciones personales.
Mis transformaciones sociales.
Mis movimientos.
Mis partes del cuerpo.
Escribir y reescribir. Borrón y cuenta nueva. Silencio. Volver a empezar de
nuevo. Aire.
Técnica, forma, regla, norma, excepción, suposición, consigna, paradigma,
conclusión, entendimiento, entrelíneas, doblesentidos, doblecolores,
doblegación. Se recorre un camino único e íntimo
en la construcción de una obra. Sangra el alma, se degarra la carne. Todo es
hasta que las cosas sean carne de tu carne y huesos de tus huesos.
Así como dios. Así como ellos. Así como ellas.
Se esfuma la definición. Cierro los ojos y veo un poco más.
La perpetuidad de la palabra escrita:
esto es “para toda la eternidad”.
Palabras
Significación. Insignificancia
Resignificación
Tenía ganas de escribir, palabras que hablaran por sí solas. Pensé en
momentos, ciudades y personas; sensaciones, situaciones y porqués.
Mi tinta estaba en desuso. Estaba guardada.
Creo en su poder: el poder de la palabra escrita.
Las palabras traen consigo historias y porqués. Transitan y mutan.
Caminan en ciclos hasta desaparecer y seguir existiendo; se prestan, se
convierten, se recrean para seguir renovándose.
Veo la lluvia caer por mi ventana. Estreno un perfume con notas de ciruelo.
Pienso en mí
-El agua se evapora, se condensa y se precipita para convertirse en la lluvia que
moja el vidrio-
Mi cabeza vuelve a detenerse para pensar. Necesito un poco de aire
para respirar. Aire del vuelo de una maravillosa mariposa efímera. Lo fugaz
quedó impregnado en mi piel, la intensidad de sus veinticuatro horas de vida...
Cada segundo, imponente… Sus colores desplegaron contrastes sobre una
estructura sólida; sus alas, resplandor y valor. Revoloteó “en su máxima
potencia”.
Las maravillas tienen la capacidad de saber dónde y cuándo detenerse.
Las verdades tienen un significado, guardan un secreto. Los sabores suelen ser
relativos. La vida suele ser rara y el destino, misterioso. Exigimos teorización a
lo impredecible de sentir. El esmalte del alma, los matices de los sentimientos.
Aún buscamos, desde hace milenios, ser los dueños del futuro.
Sin embargo, se resignifica: el concepto conquista un significado y se
amplía, o lo cambia por completo:
/insignificancia: “in” prefijo negativo que expresa el valor contrario a la palabra
que acompaña, “significancia”: que significa/
Aturdida por el murmullo de esta tranquilidad, me dejo llevar por el
flujo de conciencia. El tiempo también es un invento. La lluvia puede ser
alivio, paz o melancolía. Es simbolismo puro, personificación o metáfora. Solo
una imagen: un cielo cargado de humedad.
Lentamente, se aprende a leer entre líneas. En lo gramaticalmente
incorrecto, las licencias están permitidas. Sujeto omitido, mi objeto
directamente proporcional a mi inconciencia.
Ortografía. grafía. Caligrafía. grafía. Tipografía. grafía. Oceanografía. grafía. Micrografía.
grafía
Sensaciones que se escriben en un papel. Ojos que miran la lluvia, una
tarde. Un universo plasmado en representaciones gráficas. Maneras de ver, de
ser, de estar, de parecer o existir. Pensamientos que hacen uno, que hacen a un
mundo. A veces, hay amor a la sabiduría; otras veces, humor del más sarcástico
y barato o se construyen versos o prosas.
La noción conquista otro significado, crea su lenguaje personal.
Redefinición de belleza, estética y estilo. Otra vez la mariposa dando vueltas. El
arte en comunicación y conexión. Maneras de transmitir. Se minimiza, la
etimología: buscamos la balanza y encontramos el peso de la palabra.
Solo son palabras. Forma auditiva, forma trazada: “Mariposa en mi espalda”.
Cosmografía. grafía. Pornografía. grafía. Iconografía. grafía. Escenografía.grafía.Hidrografía.
grafía
Ya no significan nada, ya significan otra cosa, porque literalmente
nunca es literal sino la cosmovisión de un supuesto. Fue escrito, pero va a
mutar: “El tiempo también es un invento”.
Idea clave:
De todos modos, son solo palabras. De todos modos, maravillosas.
¿Quién es dueño de la palabra?
¿Quién es dueño de mi palabra?
¿Quién tiene la última palabra?
Momento
Uno
Hace frío y tengo calor. El motor para una y otra vez y otra vez. Estoy frente a una luna que no me dice nada. Sus rayos iluminan estas palabras que buscan curar un alma. Quiero poder llegar a ese abismo en el que los precipicios se unen hasta desaparecer y formar el infinito.
Dos Me perdí, Me encontré, Me perdí, Me encontré, Me encontré, Me perdí, Me encontré, Me perdí, Me perdí, Me perdí, Me perdí, Me encontré, Me perdí, Me encontré, Me perdí, Me encontré, Me perdí, Me encontré, Me encontré, Me encontré, , Me encontré, Me perdí, Me encontré, Me perdí, , , Me encontré.
Hoy
Pretétiro Imperfecto.
Pretérito Perfecto simple.
Presente.
Futuro Imperfecto.
La temporalidad también es un invento:
PASADO. presente. Futuro.
¿Cuál es la raíz de todo? ¿dónde está el principio? ¿dónde está el presente?
¿dónde está el futuro?
Una reconstrucción bajo la lupa de quien lo recompone: “_aba” vs “-é”.
La definición de una verdad totalitaria que tiene un dueño. El contexto y
su moda, el paradigma desplazado y el vigente. Los ojos están
condicionados. Nos enseñan a ver. El artista quiere ver otros colores.
Nosotros robamos los colores del artista.
ahora. la realidad no existe. la conciencia se activa inmediatamente después de
un momento. no hay un hoy. hoy existe después de unos minutos en el que el
cerebro procesa. vivir el momento es no darse cuenta. los planes son para
mañana. las palabras tienen sentido siglos después. las transformaciones
empezaron ayer. la vanguardia llegará mañana.
“El tiempo es
carne de mi carne
y huesos de mis hueso”
No hay evolución. ¿Involución? Todo es un paradigma contextual. El paratexto es más
importante que el texto. Metalenguaje: sufijos que nos indican los tiempos verbales; el
infinitivo es atemporal: vivir, crear, crecer. Procesos que van mutando ni para bien, ni para
mal… solo van mutando. Volátil como el sistema. Somos todos el sistema. La vanguardia
tendrá sentido más adelante. Y ya no será vanguardia. Nos mintieron. La sociedad se
adaptará a una idea hasta hacerla popular.
No estoy, sin embargo, sigo estando. ¿cómo es posible?
Ayer, hoy y mañana también son estructuras. En la otra mitad del planeta ya cae
la noche. Las horas solo son medios de control. Dos días en la vida frente a un
cuadro que se dio a años de trabajo y una vida a su preconcepción.
octavodíadel32demarbrildelsigloNPdeuncalendarioacuático
¿cuándo? No era una pregunta.
¿dónde? Tampoco es una duda.
¿Por qué? Jamás tendrá respuesta.
hola, adiós; buen día, buenas noches. ¿cuál es el tiempo del presente? ya lo
pregunté, es pasado. el segundero no se detuvo, se corrió.
una hora ahora, una hora más tarde, una hora hace cientos de años. Somos
estructuras de los rastros que heredamos. El artista era, fue, es, será. el
artista ser sin espacio ni tiempo.
Nota de la autor: El condicional es sólo una suposición válida para las estadísticas. Los otros
modos son estados irreales.
El lector
Mi papel y mi lápiz escriben por sí solos. Me quedo… Mientras, el
mundo sigue avanzando, mis días continúan siendo. Todo prosigue, pero yo me
inmovilizo. Ellos se detienen cuando yo soy. Viva está la trascendencia de mis
frases garabateadas, el poder de la palabra escrita. Ella sale de un laúd de
maravillosos recuerdos de esas, mis calles transitadas, en busca de sus propios
destinos.
Todas las teorías quedaron perdidas en alguna feria de libros usados o
en el recorrido de un camino que cambió de dirección inesperadamente -en
realidad, la intención es lo menos importante-. Quizás, las perdí al
premeditarlas. Quizás, ocupaban mucho espacio. Quizás, mi finalidad de
expresarme se pierde en los medios para simplemente decir algo.
¿Ves? No siempre yacemos como queremos. Hay palabras que
nacieron conmigo y en mí, sin elección ni comunión. Ellas son y me dejan ser.
Luego, ya no son mías, pero me siguen llamando. Se sienten hasta en un
saxofón usado en el ´40. Huelo el reciclado y, sin embargo, mis sentidos vacilan
sorprendiéndose frente a iguales estímulos.
Veamos: un texto se borra, se rompe, se pierde, se piensa, se siente, se
escribe... A veces, no en este orden. Solo sé que nadie es testigo de mis noches
literarias. Vos, lector, lees y re-creas... y agregas matices, convirtiendo en tuyo
esto que ya es tan lejano a mí.
Cansada de esperar nuevos comienzos, mi tinta se empieza a
sublevar… Y yo me rindo ante ella y ejerzo su voluntad, a cualquier hora y en
cualquier lugar. El sentido llega cuando nada tiene sentido. Es casi directamente
proporcional.
Hoy resulta necesario, como para concluir el ciclo, ese espectador
capaz de comprender un poco de mi universo paralelo ¿Quién sabe lo que ello
implica? ¿Quién conoce a aquel individuo que interpreta? ¿Quién intensifica su
búsqueda implacable hacia nuevos giros al son de mi canción? ¿Quién recorre
recovecos que yo no había visto, sensaciones que yo no había sentido, pasos
que yo no había bailado? ¿Quién tiene este papel tan relevante?
Diacronía y sincronía se fusionan en un lector que ve surrealismo
donde hubo impresión. Vincula, distingue y separa. Entiende, comprende y
deduce. Me desglosa hasta reducirme a pequeñas piezas. Siente, piensa y se deja
llevar. Se percibe a sí mismo y me percibe a mí misma, incluso antes que yo
pudiese hacerlo. Es quien cierra un proceso irregular y sumamente personal. Lo
necesito tanto como él a mí. No nos conocemos, pero nos hemos
conectado con tanta fuerza que conformamos una trinidad.
Y él, sentado en su banco, en alguna tarde de algún parque cualquiera,
con algún ruido y con algún silencio, abre unas páginas en un punto al azar y
vuelve a comunicarse conmigo, con mis palabras, con mis frases, con mis pocas
ganas de una idea y con mi estallido de creación. Ese momento único y
abstracto en que somos perfecta unidad.
Yo, con mi tormento. Mis palabras, con sus juegos. Él, con su
necesidad de entender algo más que esté después. Mucho se confabula en un
mísero segundo.
No hay aplausos. No hay certezas, ni forma correcta. Somos seres
pensantes en condición de entenderse. Dos personas con capacidad de
encontrarse.
Dos y uno, en un universo paralelo. Palabras escritas y su poder. Un
libro y su alcance. Un escritor y un lector. Y un ayer tormentoso… y un
mañana incierto…
Quiebre
El eco del crujir del parquet resuena
en mi interior; en un salón de baile
de ladrillos huecos y antiguos de
color sepia, hay una sensación de
ruina tajante.
“El Ulises lo leí escuchando a Piazzolla.
Todo era aleatorio, incoherente y
naufragante. Así fue que empecé a tomar
vino blanco. Tenía antojo de algo dulce”
El mundo se divide en dos partes
desiguales. Siempre un después del
antes. Mutabilidad de mi
subjetividad o el proceso
metamórfico de la vida. Nadie habla
de evolución; son experiencias,
sensaciones que cambian el lente del
visor. Es transformación.
Relativismo.
“Tenía un balcón. Yo vivía sobre la calle
Córdoba. Me gustaba apagar las luces y
dejar solo los veladores encendidos. Era
suficiente para leer. El bandoneón sonaba
más fuerte”
Mis palabras se fueron ajustando a
papeles baratos, servilletas usadas y
hojas recicladas; a heridas que sin
estar siguen estando o que por no
estar me vacían.
En éxtasis, hoy en producción,
frente a la posibilidad de retractarme
años después sobre aquello que
admití. Alguien dijo: Antes creía en
muchas cosas hasta que maduré.
“Y amanecía ebria sin entender a Joyce,
pero lo amaba. Era como el flujo de
conciencia: Júbilos reliquiaduendeperdidos:
almizcleviejoperfumados.”
Me parto para sentirme entera y me
sumerjo para vivir a flote; me
interiorizo para inspirarme y me
detengo para marcharme.
Esta estampilla me anuncia un
nuevo punto de partida. Renazco
todos los días en mí, con mi misma
ropa y en distintos lugares. Con mis
ayeres a cuestas y mis maravillosos
errores escribo todos los días. Y este
quiebre que desnaturaliza mis
cotidianidades. Extrañarme y
entender minoridades
trascendentales.
“Todas las estaciones: invierno, primavera,
verano, otoño; las viví con Homero. Él
también fue un amigo. Nos gustaba el
dulce natural y prendíamos palo santo
para cambiar las energías. Siempre fue una
de esas hermosas orgías”
Siento, me quiebro y vuelvo a
escribir. Bajo las copas de grandes
quiebres ajenos. Sobre terrazas de
viejos requiebros. Con dos notas
cimbrándome lejos.
“Solo amé una vez: Es números. Toda la
música cuando uno se pone a pensar. Dos
multiplicado por dos dividido por la mitad
es dos veces uno. Vibraciones: ésos son
acordes.”
Divague
[Enseñanza: enseña, enseñemos, etc, etc/ aprendizaje, educación, etc, etc/
templanza, esperanza, etc, etc/ lanza, balanza, etc, etc]*
*Sin embargo, de estos dos caracteres de la serie asociativa, orden indeterminado y
número indefinido, solo el primero se cumple, el segundo puede faltar.
Busco un mañana sin interrupción, un momento sin restricciones, que todo
fluya y llegue a otros estados sin dilemas morales. Tengo varias ideas. Me
enferma la imposición social: esto debe de ser, esto no, ¿por qué? ¿quién lo
decide así?
Los espejos reflejan imágenes ópticas en un juego de luces (o algo así). La
cuestión gramatical es: sufijos, prefijos, fijos, infijos, sufijos, prefijos. Fijación.
Colores, sabores; tamaño, espacio, tiempo. [Quise poner la nota silencio pero
mi máquina no la tenía]
Los cambios bruscos son tan normales en mi vida. Lo que ayer era
impredecible, hoy está en el basurero. Nada es literal, todos son puntos de vista.
Existe un desfasaje entre mis pensamientos y la velocidad de mi tinta. Las
modificaciones a mis modificaciones son constantes e incesantes. El ser
humano es maleable, el artista es insaciable. Me ruegan por más. Siempre caen
gotas verdes sobre mis escritos, alguna frase de algún libro, otro rayón de mis
rayes con la vida: -Se el yilo nebrakada femininum! Amor me solo! Sanktus! Amen.
Es mi estilo.
Estilo es la respuesta a todo.
Una forma nueva de enfocar
algo aburrido o peligroso.
Hacer con estilo algo aburrido
es preferible
a hacer algo peligroso sin estilo.
Hacer algo peligroso con estilo,
es lo que yo llamo arte.3
Jamás seré alguien porque solo soy. Jamás seré quien quieren que sea. Jamás
alguien será quien soy. Ella es lo que es. [Silencio] [Doble silencio] No hay
razón de ser.
Hay muchos silencios que no puedo escribir, muchos sonidos que no puedo
cantar.
La vida es un circo. Está lleno de payasos que siguen la flechita de destino. La
existencia es algo que pocos se plantean. [Triple silencio, como los
mosqueteros]
(Se escucha el sonido de un telón al bajar. Hay aplausos, no importa cuántos)
The end.
La crítica
“La crítica es una actividad, es decir, una sucesión de actos intelectuales
profundamente inmersos en la existencia histórica y subjetiva del que los lleva a
cabo, es decir, del que los asume. No habla en nombre de principios
verdaderos; su tarea es la de descubrir
valideces, entendiendo por válido aquello que constituye un sistema coherente
de signos que no afectan a la conformidad de ese lenguaje con lo real, sino tan
solo a su sumisión al sistema de signos que el autor se ha fijado”, así nos define
Roland Barthes lo que es la crítica.
Es una búsqueda intelectual de un eje de lectura para recorrer cualquier
expresión del arte; para sondear, de alguna manera, la esencia de lo que es o
puede llegar a ser.
En algún momento de la historia, arte y crítica no se complementaban. En
algún momento de la historia, se buscaba asesinar la obra: mutilar su esencia en
función de preceptivas. Todo se fue transformando. El tiempo nos transforma.
Mutó el arte y mutó la crítica. Se congraciaron.
¿Quién puede decir qué es arte y qué no lo es? ¿Cuál es el parámetro? ¿Quién lo
define?
El concepto de “correcto” fue redefinido. ¿Es necesario que un arte sea
“correcto”? La moral y la ética fueron desmenuzadas hasta re-conceptualizarse
tantas veces como la época y el autor lo pidiesen.
Todo lo preestablecido es porque se busca la “igualación”. Es decir,
homogeneizar, sujetar a un patrón. Así, como todos los individuos somos seres
diferentes con necesidades diferentes; cada expresión artística es ella misma.
Somos en conjunto como sociedad, pero somos particulares como individuos.
Así, el arte es unión de varias piezas de arte que “son porque son”.
Las reglas universales solo son un invento barato más; el absolutismo
dogmático es una forma de sometimiento arbitrario. Todo arte busca
comunicar, está hecho de signos. El rechazo a cierto tipo de mensaje es porque
su contenido busca romper los esquemas de la “igualación” social. El arte es un
manifiesto de heterogeneidad. Construir un camino distinto con reglas propias
es lo que hace un artista. Tiene sus propias ideas y quiere compartirlas. El artista
es revolucionario o no es artista.
La crítica toma esas ideas dispersas en ese lenguaje extraño que recorre y crea el
lenguaje de ese lenguaje (que todos nombramos anteponiendo meta-). Le da un
sentido. Le descubre (a veces, también) recovecos que el artista formó sin
conciencia de esa formación. Nos encontramos así frente a la imagen de un
crítico “amoral”, alejado de sus influencias, de sus preceptos ético- político-
religiosos para tratar de admirar e interpretar la esencia de esa obra. No importa
quién fue o quién es, importa la particularidad de lo que se quiere transmitir.
Porque “¿A quién le gusta una ramera delicada? (…) Y mientras está muy bien
que una mujer tenga cerebro, la literatura proveniente del cuerpo frígido de una
ramera es la última cosa que debe brindarse en un lecho. Germaine estaba en lo
cierto; era ignorante y lozana, ponía cuerpo y alma en su tarea. Era una ramera
cabal y esa era su virtud”4. Y esa era la virtud del arte de Henry Miller.
Sí, hay arte sin crítica, pero no hay crítica sin arte. Lujo parasitario. He ahí toda
la ecuación. Existen tantas líneas ideológicas como pensadores. Y el artista se
sigue expresando. Siempre. En un trabajo interno profundo y desgarrante. La
locura es parte de llegar a ese abismo.
Neyda Pitt
Tedeschi Loisa, Diego – Presentador
Publicado en © Tres de un par imperfecto. Escritos granizados
1º edición – Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 474 p.; 17 x 24 cm.
© 2014 Bubok Publishing S.L.
ISBN 978-987-33-4964-5
1. Narrativa Argentina. I. Título
CDD A863
Impreso en Argentina / Printed in Argentina
Impreso por Bubok
Fecha de catalogación: 07/05/2014
Hecho el depósito que impone la Ley 11.723
Prohibida la reproducción total o parcial de la obra sin citar al autor.
Todos los derechos reservados.