Nietzche Friedrich Segunda Consideracion Intempestiva

5/10/2018 Nietzche Friedrich Segunda Consideracion Intempestiva - slidepdf.com

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Friedrich Nietzsche·

..

Segunda consideraci6n .

intempestiva

Sobrela utilidad y los inconvenientes

de la Historia para la vida

libros del

Zorzal



Nietzsche. Friedrich Wilhelm

Segunda eonsideraci6n intempestiva

1a ed. ,Buenos Aires: Ubros del Zorzal , 2006

160 p.; 18x12 em. (Trazos)

ISBN 987-599-003-5·

1. Ensayo Aleman. I .T itulo CDD 834

TRADUCCION . JOAqu iN ETORENA

ILUSTRACION.DE TAPA' NICOLAS ARISPE

ILUSTRACION DE CONTRATAPA ' MARIA RABINOVICH

OISENO • VERONICA FEINMANN

TiTULO ORIGINAL: Unzeitqemtisse Betrachtungen (II).

Vorn Nutzen und Nachteil der Historie fur das Leben

© Libros del Zorzal, 2006

Buenos Aires, Argentina

Este libro se rea Iiz6 con el apoyo de la 0 irecci6n General de

Industria, Comercio y Servicios de la Subsecretaria de Pro-

ducci6n, G.CS.A.

I S B N 987-599-003-5

Libros del ZorzalPrinted in Argentina

Hecho el deposito que previene la ley 11.723

Para sugerencias 0cornentarlos aeerca del contenido

de Segunda consiaereclon intempestive, escribanosa:

info@delzorzal.~om.ar

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fndice

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Pr61ogo

1. "Por cierto, me resulta odioso todo aquello

que 5 6 1 0 mejnstru ye, sin alimentar a su vez mi

actividad 0 vitalizarme de forma inminente." Estas

. palabras .de 'Goethe, cual un impetuoso ceterum

censeo, hande dar ·comienzo a nuestra considera-

ci6n acerca del valor 0 no-valor del estudio de

Ia Historia.. ~

En esta contemplaei6n se expondra por, qu~.Ia instruccion sin avivamiento, por que el conoci-

rnientoque haee languidecer la actividad humana,

por 'que la Historia, corisiderada a modo' de un

lujo precioso y como una superfluidad del conoci-

miento, debe resultarnos, segun el proverbio de

Goethe, seriamente odiosa; es que aun carecemos

de 1 0 meramente necesario y ' . 1 0 superfluo es el

enemigo de lonecesario. Por cierto, necesitamos

\ la Historia, pero Ia necesitamos de una forma dis-

tinta de como la:necesita el hombre mimado que

deambula ociosamente en. el jardin del saber, por

m a s "que este eontemple con altivo desden nues-

tras necesidades y penurias, tan rudas y purgadas

de gracia.

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9



11

SEGUNDA CONS1DERAC16N lNTEMPE'STlVA

FRIEDRICH NIETZSCHE

Es decir, necesitamos la Historiapara la vida

y para la accion, no para apartarnos cornoda-

mente de la vida y de la acci6n 0 para.venerar lavida egoista, la acci6n cobarde y malversada. S6lo

serviremos a la Historia en tanto ella sirva a la

vida; pero existe un modo de promover y valorar

el estudio de la Historia 'que conduce al deterioro

y a la degeneraci6n de la vida:. he aqui un feno-

meno cuya experimentacion por medio de los-sin-

tomas notables de nuestros tiempos resulta, hoy

por hoy, tan imponderable como doloroso. .

do, puede detectarse desde haee dos siglos entre

los alemanes. No obstante, el hecho de queose

explayarme sobre la naturaleza de mis senti-

mien.tos contribuira al fortalecimiento dela pru-

dencia general antes que a su deterioro, porque,

can ello, a muchos ofrezeo la oportunidad de

atribuir halagos a la corriente hist6rica antes men-

cionada. En 1 0 que concierne a mi mismo ob-. ,tengo algo que considero harto mas valioso que

la pr~d.~ncia: el heche de ser instruido y corregi-

do pubhcamente en cuanto a las particularidades

de nuestro tiempo.

2. Me he empefiado en describir una sensation

que a menudo me haatormentado: me vengo de

ella exponiendola al conocimiento del publico.

Quizas alguien se sienta incentivado, a causa de

esta descripci6n, a explicarme que. rambien co-

noce tal sensaci6n, pero que yo no la he percibido

1 0 suficientemente pura y genuina y que, en efecto,

no la he expresado con la necesaria se~ridad y

madurez que 'proviene de la experiencia. Proba-

blemente uno 0 dos alegaran eso. Pero lamayoriade mis lectores me dira que se trata de una sen-

saci6n equivoca, innatural, abominable y senci-

llarnente ilegitima y que, aun mas, a' traves de

esta descripci6n me he mostrado indigno de aque-

lla poderosa corriente historica que, como es sabi-

3. La presente consideraci6n es intempestiva tam-

bien porque consiste en el intento de comprender

~qu.elloen que nuestra epoca deposita un orgullo

justificado -que es la instrueci6n hist6riea- como

dafio, falencia y defecto de la epoca, Par ello, erea

que padecemos de una fiebre historica y que de-

beriamos reconocerlo. Sin embargo, vista que

Goethe ha dicho can aserci6n que nuestras virtu-

des cultivan a su vez nuestras faleneias y puesto

que, como es consabido, una virtud hipertr6fica

-tal como, a mi juicio, parece ser el sentido hist6- .

rico de nuestra epoca- puede conducir tanto a la

~ui~a de un pueblo como un vicio hipertr6fico, es

justificado que se me pennita proceder. Ademas,

10

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FR IEDR IC H N IE TZSC HE

13

'en mi defensa, no debe soslayarse que las expe-

riencias que me han.·proporcionado tales senti-

mientos tortuosos han surgido de mi mismo y que

5610 me heservido de las. experiencias de otroscon el prop6sito de enarbolar comparaciones, Por

10 demas, debo destacar que, como engendro de

esta epoca actual, s6lo he sido conducido por mi

mismo a estas consideraciones intempestivas en el

grado en que me veo ami mismo C()ffiO un pupilo

de epocas anteriores, particularmente, de la hele-

nica. Sin embargo, encuentro que, ·como ftl6logo

clasico, me compete tal procedimiento: no sabrfa

defmir que sentido puede teller la filologfa clasicaen nuestros tiempos sino el de proceder de manera

intempestiva, es decir, de proceder en un .sentido

contrario al espiritu contemporaneo y, con .ello,

surtir un efecto sobre 6 1 y los tiempos futuros.

1. Contempla el trope! pastando a tulado: no sabe

1 0 que es el ayer ni el hoy, corre de un lado a otro, .

pasta, descansa, digiere y vuelve a correr. AMcon-

tinua, de la .madrugada a la neche, de dia a. d ia.

Asi, con la gana y el desgano amarrado al poste

del instante no siente me1ancoHa ni tedio. Esta .:, . . .observacion resulta dura al hombre que, nuentras

se jacta de su humanidad ante el animal, anhe1a

celosamente obtener su. dicha. Es eso 1 0 que

desea: eual el animal, vivir sin hastio ni dolor.Pero 1 0 anhe1a en vano porque no 1 0 desea del

mismo modo que el animal. El hombre habra ',~:

preguntado algtin rna al animal: "cpor que tan

5610 me miras y no das cuenta de tu dicha?". El

animal por cierto, habria querido contestar: "eso, . .. "

ocurre porque siempre olvido 1 0 que qUIse decir .

Pero en ese instante ya olvid6 la respuesta y en-

mudeci6, dejando al hombre atonito,

2. El hombre tambien se asombr~ de sf mismo por

no poder aprender el olvido y pennanecer atado

al pasado: por mas lejos y veloz que. corra, laoca-

dena siempre 1 0 acompaiia. Es un milagro: el ins-

12



FRIEDRICH NIETZSCHE

15

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SEGUNDA CONSIDERA.CI6N INTEMPESTIVA

'rante aparece en un parpadear, en el proximo

desaparece, antes una nada, despues una nada, sin

embargo retoma como un fantasm a para estorbar

la tranquilidad de un instante venidero. Sin cesar,

se desprende una hoja del hilo del tiernpo, cae,

revolotea, y de repente vuelve a caer en e1 s eno

del hombre. Entonces, el hombre dice "recuerdo"

y envidia al animal que, en seguida, olvida cada

momento, viendolo morir realmente y desvane-

cerse para siempre en la niebla y la noche. Asi es

que el animal vive de manera no hist6rica, porque

se realiza en cada memento, cual un numero, sin

transformarse' en una fracci6n extraiia~ No sabefingir, no encubre nada y en cada momento es

plenamente 1 0 que es, 1 0 cual 10 obliga inexora-

blemente a ser sincero. EI hombre, sin embargo,

se opone a la grande y creciente carga del pasado:'

esta 1 0 doblega 0 10 inclina haeia un costado, en-

tumece su andar como un fardo invisible y oscuro.

En ocasiones y 5610aparentemente, puede negarlo,

tar como 10suele hacer gustosamente y a menudo

cuando persigue el fin de dar envidia al tratar con

sus semejantes. Es por ella que al hombre 1 0 atrapa,como un recuerdo del paraiso perdido, la imagen

de un rebafio en los pastizales 0, con mayor fa mi -

liaridad, 1a del niiio que aun no tiene pasado que

denegar y puede jugar entre los alambrados del

pasado y del futuro coninsolente ceguera. Pero

su juego se vent. inevitablemente estorbado: en

buena hora, sera. despertado de su negligencia. Es

-entonces que aprende a comprender la expresion

"erase una vez", aquella consigna que anuncia a!

hombre 1a l legada de la lucha, el sufrimiento y e1

tedio, pararecordarle la verdadera indole de su

existencia, que es un imperfecto siempre incon-

cluso. Cuando la muerte finalmente aporta el

anhelado olvido, a su vez usurpa el presente y la

, existencia, marcando la experiencia con un sello

que revela que la existencia no es mas que un ,in-

finito haber sido, u n a cosa que vive de su propianegaci6n,· del consume de S 1 misma y de su con-

tradicci6n incesante.

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3. Si la felicidad y la procuracion de nuevas felici-

dades es, en cierto sentido, 1 0 que (ita a! viviente a

la vida y 1 0 empuja a seguir viviendo, entonces pro-

bablemente no exista fil6sofo que pueda reclamar

para 5 1 mayor justificativo que el cinico: es que la

felicidad del animal, como ejemplo por ant6no-

masia del dnico, pone en evidencia la legitimidaddel cinismo. La suerte mas pequefia, cuando esta

presente y brinda felicidad de forma ininterrum-

pida, sin duda alguna, es de mayor valor que la

suerte mas grande que aparece como episodio,



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FRIEDRICH NIETZSCHE

como una simple expresion del humor, como idea

alocada entre el desgano, el anhelo y la privacion,

No obstante, tanto en 1 0 que respecta a la felicidad

pequefia como a aquella que es mayor,. su esenciaes siempre la misma: elpoder olvidar 0, par expre-

sarlo can mayor erudicion, la capacidad de .sentir

de manera no hist6rica durante.el plazo que abarca

la felicidad. Qyien no puede asentarse en el umbral

del instante olvidando todo 1 0 pasado, quien no

puede erguirse cual una diosa de la victoria en un

solo punta, sin vertigo ni temor, nunca sabra que es

la felicidad y, pear aun, nunea hara nada por brin-

dar felicidad asus

pr6jimos.Figuraos,

como ejem-plo extrema, un hombre que, del todo carente de la

fuerza del olvido, estuviese condenado .a verlo todo

como un devenir: un ser como tal ya' no- c ree en

su propia existencia, no cree en sf.rnismo. Viendo

todas las·cosas como si se disolvieran en un flujo de

puntos en movimiento, se perderia a sl mismo en

la corriente del incesante devenir. AI igual que

aquel .elevado disdpulo de Heraclito, finalmente

no se atrevera nia levantar urr dedo. Toda accion

demanda olvido, tal como toda vida organica nos610 demanda luz sino tambien oscuridad. Un

hombre que quisiera sentir unicamente de manera

hist6rica seria semejante a alguien obligado a pri-

varse del suefio 0 bien a un .animal destinado a

16

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S EGUNDA CON 5 IDERACI6 N INTEMPESTIVA

VlVIr rumiando infinitamente, masticando una y

otra vez el mismo pasto. Entonces: es posible vivir

casi desprovisto de todo recuerdo y hasta vivir .

contento, como demuestra el animal. Sin embargo,es detenninantemente imposible vivir sin olvido,

0, para enarbolar el problema de manera m a s sen-cilia: existe ungrado de insomnia, del rumiar y del

sentido historico que atenta contra 10 vivo y 1 6

conduce a.la perdicion, con indiferencia de si se

trata de un ser humano, un pueblo: 0 una cultura.

. 4. Para poder determinar ese grado y, con el, el

limite a partir del cuallo pas ado debe ser olvida-do para no convertirse en el enterrador de 10 pre-

sente, seria necesario conocer Ia fuerza plastica .

de cada humano, cada pueblo y cada cultura. Me

refiero a aquella fuerza de crecer de S I mismo y

de manera propia, de transformar 10 pasado y 10

desconocido y de incorporarlo, de' sanar las heri-

das, recuperar 10 perdido y recomponer desde si

mismo las formas quebrantadas, Hay hombres

que carecen hasta tal punto de esta fuerza que se

desangran irremediablemente a causa de unpe-quefio rasgufio, de una sola experiencia, de un

solo dolor y, a menudo, de una sola e Infima in-

justicia. Por otto lado, existen seres hurnanos a

quienes ni los acaecimientos mas salvajes y ate-

17



. FRIED·RICH NIETZSCHESEGUN DA CONS IDERACI6 N INTE MPESTIVA

entusiasmada, la confianza en 10 venidero, todo

ello depende, en cada cual tanto como en un pue~

blo, de la existencia de una linea que separa 1 0 ~

claro y visible de aquello que es oscuro y oculto ala vista. Tarnbien depende de saber olvidar y re-

cordar en el momento justo, de intuir con fuerte

instinto cuando es necesario sentir de manera his-

t6rica y cuando no. He precisamente aqui la pro-

puesta que el lector esta invitado a considerar:

tanto la perspectiva hist6rica como la no hist6rica

son igualmente necesarias para pr~servar la salud

de un individuo, de un pueblo 0 de una cultura.

rradores de la. vida ni tampoco las hazaiias de su

proP.ia malicia pueden inmutar, de suede que, en

medio de estos acontecimientos 0 poco tiempo

despues, logran alcanzar un ameno bienestar y

hasta una especie de conciencia tranquila. Cuanto

mas fuerte sean las rakes de la naturaleza interior

de un ser humano, tanto mayor es su capacidad

de apropiarse 0de subyugar el pasado. Si uno qui-

siese imaginar la naturaleza humana mas poderosa

e imperante, la reconoceria por su facultad de des-

conocer los confines desde los cuales el sentido

hist6rico surte sus efectos nocivos yparasitarios.

En cambia, atraeria y absorberia todo 1 0 pasado yajeno para transformarlo en sangre. Todo 10 quetal naturaleza no logra veneer, 1 0 olvida y no existe

mas. Asi, el horizonte aparece Integroy forma un

todo, y nada existe que pueda evocar el recuerdo

de que, allende ese mismo hombre, existen otras

pasiones, doctrinas y fines. He aqui una ley uni-

versal: 1 0 viviente s6lo puede tomarse sano, fuerte

y fertil dentro de un horizonte determinado; de

ser incapaz de trazar un horizonte en derredor

suyo 0, por el contrario, de ser demasiado centradoen sl mismo para poder incorporar a la visi6n

ajena una perspectiva propia, 1 0 vivo languidece y

se lanza, can indiferencia 0 con fervor, a su propio

declive .:La alegria, la buena conciencia, la acci6n

5. En este sentido, cada uno aporta ante todo una

observacion: el conocimiento y el sentido historico

de un humane pueden ser muy limitados, su ho-

rizonte fraccionado como el de un habitante de los

.valles alpines y, en cada fallo, ha de depositar ne-

cesariamente una injusticia; en cada experiencia,

la falacia de creerse el primero en reconocerla. Sin

embargo, pese a toda injusticia y todo error, el

hombre permanecc erguido con inquebrantable

salud y vigor, alegrando la visi6n de los dernas,mientras que a su lado se .enferma y se derrumba

un ser infinitamente mas justa e instruido porque

las desveladas lineas de su horizonte se desplazan

a cad a rato impidiendo que se libere de la fina

1918

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FRIEDRI CH N IETZSCH E

aun, de haberse visto despojado de la envoltura

de 1 0 no historico, no hubiera comenzado, ni si-

quiera hubiese osado ser. iDonde estrin las haza-

fias que el hombre pueda llevar a cabo sin haberse

introducido previamente a las neblinas de 1 0 no

historico? Mas dejemos a un lado las imageries e

ilustremos 10 dicho mediante un ejemplo: imagi-

.nemos a un hombre conmovido e impulsado por

una fuerte pasion, sea por una mujer 0 una gran

idea. iCuanto se transfonna su mundo! Mirando'

hacia arras, se siente ciego escuchando a los costa-

dos, 1 0 ajeno se le acerca como un sordido rumor

carente de significado. Aquello que percibe, nuncaantes 10 habia percibido de manera tan tactil, co-

lorida, matizada e iluminada, como si se apoderase:

de todos sus sentidos ala vez. Todas sus anteriores"

evaluaciones se hallan transfonnadas y desvalori-

zadas. Es tanto 1 0 que ya no logra apreciar, porque

apenas logra sentirlo: se pregunta cuanto tiempo

ha sido preso de palabras yopiniones ajenas y se

sorprende de que su mente gire incansablemente

en tomo a 1 0 mismo, siendo a su vez demasiado

debil y fatigada para escaparse de un solo salto deese drculo. Es la condici6n mas injusta que se

pueda imaginar: estrecha, ingrata ante e l pasado,

ciega ante los peligros, sorda a las premoniciones,

es Como un pequefio torbellino de vida en un mar

SEG UNDA CON 5 IDERACIQN INTEM PESTIVA

malla que, compuesta por el espiritu de 10 justa y

la veracidad, 1 0 aparta de la voluntad y de la aspi-

racion puras. En comparacion, hemos visto al

animal que, gracias a encontrarse enteramentedesprovisto de toda concepcion historica y de

e~t~ dota~o de un horizonte casi puntual, logra

VlVIT con cierta felicidad 0, a 1 menos, sin tedio y

sin necesidad de simular. Par consiguiente, hemos

de ca1ificarde primordial y genuina la capacidad de

sentir, hasta cierto grado, de forma no historica,

puesto que es aqui donde reside el fundamento

de 10 justo, 1 0 sano, grande y verdaderamente

humano. EI envoltorio de 10 no hist6rico es seme-jante a una atmosfera hermetica en la cualla vida

solo es engendrada para desaparecer nuevamente

con la destruccion de esa atmosfera.

6. Es cierto: solo en el grado en que el hombre

logra restringir el elemento no historico mediante

la reflexion, la re-reflexion, la comparaci6n, dis-

tincion y unificacion; solo en tanto se produce,

en aquella nube que todo 10 encierra, un destello

luminoso; es decir, solo en tanto posee el poderde utilizar 10 pasado para la vida y de transformar

10 acaecido en Historia, el hombre se vuelve hu-

mano. Sin embargo, cuando la razon hist6rica se

torna excesiva, el ser humano deja de serlo y, mas

210



FRIEDRICH NIETZSCHE

muerto de noche y olvido. No obstante, este.estado

del espfritu -profundamente antihistorico- es .la

cuna, no s610 de la accion injusta, sino, sobre

todo, de toda acci6njusta, dado .queningiln artista

ha de haber obtenido su obra, ningun general su

victoria y ningun pueblo su libertad sin haberlo

deseado y ambicionado previamente en tal condi-

cion no historica, Aquel que actua, enh i expresi6nde Goethe, reniega de la conciencia, y tambien se

halla desprovisto del conocimiento: olvida lama-

yoria de las cosas para estar en condiciones de re-

alizar una. De esta manera, actua injustamente

respecto de 10 que ha dejado arras y solo reconoceun derecho, el derecho de. aquello que ha de ser

ahora. Es por ella que .todo ser que.actua. ama su

hazafia infinitamente mas de 10 merecido, y que

las mejores hazafias surgen de un desborde de

arnor tal que, por invalorables que sean, no po-

drian ser sino indignas de este amor.

7.Alguien capaz de olfatear y ventear, con mayor

sensibilidad, la atmosfera no historica en la cual

se han producido los grandes advenimientos his-

t6ricos, quiza sea capaz, en su condicion de ser

cognoscente, de elevarse a aquella posicion supra-

.hist6rica que Niebuhr ha definido como posible

resultado de las contemplaciones historicas, "La

22

S EGUNDA co NSID ERACI6N INTE M PESTIVA

Historia", dice Niebuhr, "eomprendida de una

manera clara y exhaustiva, al menos sirve par~

una cosa: para convencerse de que ~un los espl-

ritus imas elevados de nuestra especie no saben

cuan fortuitamente han concebido las visiones

que procuran imponer a los demas media~te ~a

coerci6n, debido a que poseen una conciencia

excepcionalmentc imperiosa. Qyien _nosabe esto

con certidumbre, y. no 1 0 ha expenmentado en

varias ocasiones, se dejara subyugar por la ap~-

riencia de un espiritu poderoso que vuelca la mas

altiva pasi6n a uria forma =v=". Tal posicion habria de conslderarse supr~-

historica puesto que quien la adoptase ya no s.ent.l-

ria la tentacion de seguir vivien~o odecont~b.~lr

a la Historia porque ha descubierto la COndlCl?n

inexorable de toda accion: aquella ceguera e in-

justicia en el alma de qu~enacciona..Encarnbio, eI

mismo se habra abstenido, a partir de este mo-

mento, de tomar demasiado en serio ala Historia,

gracias ha?er aprendi~o a .contesta: la pr~~nta

de por que y para que se vive, med~ar:te.el eJem-

plo de cada hombre, de cada acaecirmento entre

helenos y turcos, de cada hora del primero 0 del

decimonoveno siglo. Qyien consulte entre. sus

amistades si desearfan volver a vivir los ultimos

diez 0 veinte afios de sus vidas, facilmente podra

23

•••••••••••••••••••••••••••••••••



••••••••••••••••

' .••••••••••••••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

distinguir entre elios a aquel que estapredestinado

para la postura suprahist6rica: si bien es probable

que todos contesten que no a dicha pregunta, con

certeza fundamentaran ese no de diferentes mane-

ras. Algunos quizas se consuelen con la aprecia-

cion de que, "los proximos veinte seran mejores".

De estes, David Hume dice con desdeh:,

Andf tom t he d re g s qfljfo h o pe t o r ec ei ve ,

, W h a t th efirs t sprightly run nin g co uld n ot g ive.

8. Llamemoslos los hombres historicos. La mirada

hacia el pasado los empuja hacia elfuturo, enar-d.ecesu valentia de seguir Iidiando con la vida, en-

ciende _su esperanza de que 1 0 justa' esta por venir

en adelante, de que la felicidad se oculta detras de

la montaiia a la que se estan aproximando. Estos

hombres historicos creen que el sentido de su exis-,

tencia se ira' revelando paulatinamente a traves de

un proceso. Volviendo la mirada hacia arras pre-

tenden contemplar el avance de dicho proceso y aS I

comprender el presente en pos de aprender a afio-

rar el porvenir con mayor fervor, A pesar de supreocupaci6n por la Historia, elios no saben cum

ahistorico es su pensar y proceder, ni que su s estudios

historicos, antes de ponerse al servicio dei conoci-

rniento puro, deben estar al servicio de la vida.

24

SEGUNDA CONSIDERACl6N INTEMPESTIVA

,9. Pero aquelia pregunta, cuya primera respuesta

hemos conternplado hasta aqui, en efecto puede

ser contestada de diferentes maneras. Por cierto,

nuevarnente con un no , pero con un no que.seapoya en un fundamento distinto, He aqui el no

del hombre suprahistonco, que no halla laredencion .

en el proceso sino que, por el contrario, concibe elmundo como un todo siempre concluso queen

cada instante ha alcanzado ya su terminaci6n., ,

iQ, y e podrian ensefiar diez ~os nuevas que ~o '

han podido enseiiar los diez afios que han pasado! .

10. Los hombres suprahistoncos nunca se han puesto ..de acuerdo acerca de si el m6vil de su doctrinaes

la felicidad, la resignaci6n 0 la virtud; sin embargo",

oponiendose a todas las perspectivas hist6ricas so-

bre el pasado, sf concuerdan en que 1 0 pasado y 1 0

presente representan una misma cosa: con toda su

diversidad, estas categorias estan compuestas de

elementos dpicos y, dada la omnipresencia de

estos tipos inconmutables, esbozan un cuadro in-

movil de valor estable y de un significado siempre

igual. Tal como centenares de idiomas diferentesresponden a las mismas necesidades tipicas e ina-

movibles de la humanidad, de manera que quien

conaciese estas necesidades no podrfa obtener

nuevas conclusiones del conocimiento de todos

25

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FRIEDRICH NIETZSCHE 5 EGUNDA CONS IDERAC'I6 N INTEMPESTIVA

.s..••-.

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.

•••••••••••' .••••••••••••

,estos idiomas, tal es como el hombre suprahistorico

dilucida desde su interior la historia de todos los

pueblos y de los individuos, adivinando cual vi -

dente el sentido intrinseco de los diferentes jeroglf-

ficos, eludiendo, con creciente fatiga, la interrnina-

bleafluencia de acontecimientos. iDe que manera

podria salvarse, sumergido deesta manera en la

abundancia de los acaecimientos, de la saturacion,

la sobresaturacion y hasta del mismo disgusto?

Es por ello que el mas audaz quiza ose decir a su

corazon aquellas palabras de Giacomo Leopardi:

"Nada vive qu e s ea d i g n o d e tus emodones,

y fa tierra n o m erec e n i u n s us pire.

Dolor y aburrimienio eJ nuestro ~ser

'y e l m un do u n ex cr em en to , n a d a mds .

P a r ello cdlmate"

13. La Historia,concebida puramente como una

ciencia soberana, serfa una especie de conclusi6n

y balance para la humanidad. La instruccion his-

torica solo resulta curativa y prometedora cuando

quedemos inmoviles. Con'tall solo aprender? obt~~

niendo cada vez mayor certeza, que Ia Historia

ha de promoverse en favor de: la vida, gustosos·podremos conceder mayor razon a los hombres

suprahistoruos que a nosotros; porque de eS,ta~a-

nera podrernos estar seguros de poseer n : - as vidaque ellos y de que nuestra ignorancia finalmente

tendra mas futuro que su sabiduria. En pos de

erradicar toda duda respecto del sentido de esta

contraposicion entre la vida y la sabiduria, me ser-

vire de un procedimiento.: aprobado desde largo

tiempo arras, para liegar '~e forma mas directaa la

forrnulacion algunas hipotesis,

12. Un fenorneno historico, una vez dilucidado en

su totalidad y reducido a un fen6meno del cono-

cimiento, esta muerto para quien 1 0 ha compren-

dido y descubierto asi su aberracion, su injustici~,

la ciega pasion y la oscuridad terrenal de su hori-

zonte y, can ella, su poder historico. Para aquel

que sabe, este poder ha perdido su potencia; quiza

no sea asf para aquel que vive.

, .

11. Pero abandonemos a los hombres s u p r a h i s t o r i c o ;

con su disgusto y su sabiduria. Antes bien, alegre-

monos de corazon de nuestra ignorancia y dote-

monos, como hombres indus triosos que avanzan,

como veneradores del proceso, de un buen pasar,.Por mas que nuestra consideraci6n de 1 0 historico

responda a un mero prejuicio occidental, 1 0 que

importa es que logremos avanzar al menos dentro

de los Ifmites de estes preJUlclOs y que no nos

" 1 ~6 27



•••••••••••••••••••••. '.••••••••••

FRIED RICH N IETZSCH E

es acompafiada de una poderosa y nueva co-

rriente vital, por ejemplo, de una cultura naciente,

es decir, 5610en tanto sea dominada y conducida

por una fuerza mayor y no domine y conduzca

por S 1 sola.

14. La Historia, en tanto se encuentra al servicio

de Ia vida, esta al servicio de un poder no hist6-

rico y en ese orden nunca podra ser, ni debe

serlo, una ciencia pura como, por ejemplo, Ia rna-

tematica, Pero la cuesti6n de hasta que grade 'la

vida necesita realmente del servicio de la Histo-

ria es una de las inquietudes y preocupacionesprimordiales que atafien a la salud de un hom-

·bre, un pueblo 0 una cultura. Esto es as! porque,

a partir de cicrto exceso, la vida se deteriora y

degenera, tal como, a fin de cuentas, tambien le

ocurre ala misma Historia.

2

1. No obstante, el hecho de que la vida necesita

de la Historia debe ser comprendido tanto como

la afirmaci6n que ha de evidenciarse mas ade- .

28

SEGUNDA CONSIDERACI6N INTEMPESTIVA

lante y que.estipula que un exceso del estudio de

la Historia perjudica a la vida. La historiograHa

esta ligada a la vida en tres sentidos: como aque-

Ilo que es activo y pujante, como aquello que

conserva y venera y como aquello que sufre y

busca liberaci6n. A esta triple relacion Ie corres-

ponden tres concepciones de la Historia: una mo-

numental, una anticuaria y una crftica ..

2. La Historia pertenece, ante todo, al hombre de

accion, al poderoso, al quedesata una gran lucha

y necesita modelos, maestros y confortadores que

no halla en su entorno ni en su epoca. Este es elcaso de Schiller. Nuestro tiempo es tan miserable,

deda Goethe, que el poeta no puede encontrar,

en la vida humana circundante, las naturalezas

humanas que necesita. Polibio, par ejemplo, fi -

jandose en los seres activos, define el estudio de

la historia poHtica como la correcta preparacion

para el gobierno de un Estado y como la mejor

maestra que, al recordarnos las desgracias de los

dernas, nos amonesta a soportar can tenacidad

los vaivenes del destino. Quien haya aprendido a

reconocer en esto e l sentido de la Historia, sufre

al ver como los curiosos viajeros y meticulosos

micr6Iogos trepan las piramides de las grandes

epocas transcurridas. Donde descubre incentivos;

I 29



~ ,

FRIEDRICH NIETZSCHE

de imitacion y mejoramiento, no desea encon-

trarse con e 1 ocioso que, sediento de distracci6n

o de sensacicnes, deambula en 'estos lugares co-mo entre los tesoros acumulados en una galeria

de arte. .

3. En pos de no desanimarse y no asquearse al

toparse con estos ociosos debiles y desesperanza-

dos, entre los que aparentan ser activos cuando en

realidad no son mas que coetaneos agitados y

gesticulantes, el hombre de acci6n mira hacia

atras e interrumpe su marcha hacia 1ameta para

respirar hondo. Pero su objetivo es alcanzar la

felicidad; quizas ni siquiera la suya, sino, a rnenudo,

la de un pueblo a la de la humanidad entera.

Huye de la resignaci6n y utiliza la Historia como

remedio contra ella. Generalmente, no 10 aguarda

recompensa alguna, sino la de ocupar un lugar de

honor en el templo de la Historia donde podra

convertirse, a su vez; en maestro, consolador y

consejero de los que vendran despues. Porque su

consigna es: aquello que alguna vez sirvio paraensanchar y llenar del mas esbelto sentido el con-

cepto de "hombre" debe persistir etemamente

para este prop6sito. Q,ye los grandes momentos

en 1alucha de los individuos fonnen unaeadena,

que en elios se unan las cumbres mi1enarias de la

30


•••'•••••.

.C;,

humanidad, que, .p~a mi, la cima deUi1momento

que haee mucho ha transcurrido siguaViva, lurni-

nasa e imperiosa.iesta es 1aidea fundamental de la.

fe en 1ahumanidad, tal como queda plasmada en

1aexigencia de una historia monumental. Pero es

precisamente esto, la exigencia de que 1 0 grande

sea eterno, 10 que enardece la lucha mas aterra-

dora. Pues todo 1 0 que vive todavia ~clama: ino!

La monumental no debe realizarse. He aqui la

conslgna opuesta.

4. E1acostumbramiento lerdo, aquello que esm i-

serable y bajo y que llena los rincones mas remotosdel mundo,: que humea alrededor de 1 0 grande

com? una pesada atmosfera terrestre, se.arroja al

cammo que 10 grande ha de recorrer para alcan-

zar la inmortalidad cual un obstaculo engaiioso,

desviador y sofocante. Pero 'ieste camirto atraviesa

los cerebros humanosl, los cerebros de animales

angustiados que cuentan can una vida demasiado

carta, que siempre vuelven a enfrentarse a los mis-

mos apremios y que, con esfuerzo, solo logran

retrasar en poco tiempo la desgracia. Es que ellos,

sobre todo, quieren una. sola eosa: vivir, a cual-

quier precio. iQyien podria sospechar en elios el

acaecimiento de esta embarazosa carrera de an-

torchas que es 1ahistoria monumental y que s610

31



•••" .•••••••' .••••••• ••••••••••••' .••

FRIEDRICH N IETZSCH E

. . .

permite que perdure 1 0 grande? Y, sin embargo,

cada tanto .despiertan algunos que, contemplando

la grandeza del pasado, se sienten tan animados

que la vida humana se les presenta como algomaravilloso y el fruto mas bello de esa planta

amarga les parece ser la conciencia de queotros

han transitado la vida con orgullo y..furor, otros

con profundidad en sus sentidos y otros con res-

peto y veneraci6n ante las tradiciones, dejando

todos la misma enseiianza de que vive mejor

aquel que desdena la existencia. Alii donde elhombre vulgar toma tan afligidamente en serio ese

intervalo de"tiernpo y 1 0 dota de sus afioranzas, loshombres que estuvieron encaminados hacia la

eternidad y la historia monumental supieron ele-

varseconuna carcajada olimpica 0, al menos, con

una burla sublime y muchas veces .descendieron

con ironia a la tumba. AI fin y al cabo, cque que-

daba para ser enterrado, mas alia de aquello que los

habia oprimido siempre, como la escoria, la in-

mundicia, la vanidad y animalidad de sus existen-

cias? Ahora no se vena arrojado al olvido sino

aquello que anteriorrnente habia sido despreciado.En cambio, vivira el monogram a de su ser in-

trinseco, una obra, una hazafia, una iluminacion

extraordinaria o. una creaci6n: vivira, porque el

mundo posterior no podra prescindir de el. Vista

32

5 EGU NDA CONStD ERACI6 N I NTEM PESTIVA

. '

de esta forma transfigurada, la fama es algo mas

que, como dijo Schopenhauer, el bocado exquisito

.del amor propio. En efecto, es la creencia en la ho- .

mogeneidad y continuidad de 1 0 sublime de todoslos tiempos, es una protesta contra el cambio de

las generaciones, el caracter eflmero de las cosas yla inestabilidad.

5. iDe que manera puede servir al coetaneo l~·

contemplaci6n monumental del pasado, la consi-"

deraci6n de los hechos clasicos y extraordinarios

de los tiempos transcurridos?

Por cierto, toma de ello la certeza de que 1 9grande que fue una vez, en efecto, ha sido posible

y, por 1 0 tanto; sera posible en el futuro. Su .paso

adquiere mayor valentia porque ahora esta dis-{~·

pada la duda de si estara anhelando 1 0 imposible.

Sup6ngase que alguien crea que no harlan falta

sino eien hombres productivos, instruidos y activos

bajo un nuevo espiritu para acabar con el intelec- .

tualismo que hoy esta de moda en Alemania, icuan

fortificada se vena esa conviccion si se percatara

de que la cultura del Renacimiento ha sido erguidasobre las espaldas de tal centenar de hombres!

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6. Y sin embargo -a fin de aprender de inmediato

alga nuevo de este ejemplo- cuan fluctuante e in-

33



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••

••••••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

exacta resultaria tal cornparaci6n. iCuantos aspec-

tos heterogeneos deb en ser soslayados para que

tal cornparacion pueda surtir sus efectos, cuan

forzosarnente ha de ser encajada la individualidad

de 10 pasado dentro de una forma general, todas

sus asperezas y delineaciones precisas a favor de la

concordancia! En el fondo, s610 podria asumirse

que aquello que fue posible alguna vez puede

reproducirse una segunda vez si los disdpulos de

Pitagoras tuviesen razon en que los aconteci-

mientos en la tierra se repetirian hasta en 10 mas

diminuto y singular siempre y cuando se hallasen

bajo la misma constelacion de los cuerpos' celes-tiales. De fonna que, si las estrellas adoptasen cierta

posicion entre sf, un estoico volveria a unirse con

un .epicureo para asesinar a Cesar y, bajo otra

constelacion, Colon siempre volveria a descubrir

America. S610 si el mundo volviese a reiniciar su

obra teatral cada vez de nuevo tras finalizarse el

quinto acto, si fuese predecible el retorno, en in -

tervalos determinados, de la misma combinacion

de motivos, del mismo d eu s ex m ach ina, de la misma

catastrofe, solo entonces, el hombre poderoso

podra reclarnar para sf la historia monumental

con toda su veracidad ic6nica y, can ello, cada fac-

tum con su perfecta definicion de particularidades

y singularidades. Esto probablemente no se dara

34

,0

~:l

SEGU NDA CONS I D ERACI6N INTEM PESTIVA

hasta que los astronomos vuelvan a tomarse as-

trologos de nuevo. Hasta entonces, la historia mo-

numental no podra adquirir nunca esa veracidad

plena: mientras tanto, siempre unificara, generali-

zara y equivaldni 10desigual.isiempre arenuara la

heterogeneidad de los .motivos y m6viles para pre-

sentar, a costa de la causa, como ejemplar deser

imitado, su dfoctus monumental. Debido ,a su abs-

traccion de las causas, la historia monumental po-

dria describirse, con cierto grada de exageracion,

como Una coleccion de "efectos en 5 1 " 0 como una

serie de acontecimientos que siempre surtiran los

mismos efectos. La que se celebra en las fiestas po-pulares, los elias de conmemoraci6n religiosa 0 be-

lica son, en el fonda, ese "efecto en 5 1 " . Es esto 1 0

que quita el suefio a los ansiosos, 10 que pende

como un .amuleto del corazon del emprendedor,

no la verdadera conexi6n historica de causas y

consecuencias que, una vez que fuese reconocida,

solo pondria en evidencia que nunca se produce

dos veces un hecho hist6rico en eljuego de dados

que se desenvuelve entre el.futuro y el azar.

tJ j

:1 '

;,,

7.Siempre que el alma de la Historia resida en los

grandes impulses que tom a de ella el hombre

poderoso, cuando e 1 pasado es descrito como algo

digno de ser imitado, es decir, como alga imitable

35



•••••••••••••••••••••' .••••••• •••••

FRI EDRICH N IETZSCH E

y repetible, corre el peligro deverse distorsionada,

embellecida y, por, ello, acercada a la poesia de

libre imaginacion. En efecto, existen epocas que

permanecen indefmidas entre e l pasado monumen-

taly la ficci6nmistica porque es posible tomar los

mismos impulsos de ambosmundos. Puede decirse

entonces que, en caso de que la contemplacion

monumental de la Historia impere sobre las

demas perspectivas, mas concretamente sobre la

anticuaria 0 critica, es la propia Historia la que

sufre perjuicios: enormes paries de ella se yen des-

tinadas al olvido y, al desprecio, desvaneciendose

como un raudal interminable y turbio, rnientrasque s610se destacan, como islas, algunos hechos

decorados. Las pocas personalidades que perma,-

necen visibles estan dotadas de alga innatural y

maravilloso, semejante a aque1 anca dorada que

losdiscipulosde Pitagoras creianver ensumaestro ..

La historia monumental engaiia par sus analogias:

can sus similitudes tentadoras incita al valiente a'

la osadia y conduce al entusiasmado al fanatismo.

Siesta perspectiva hist6rica se traslada a las manos

y las mentes de sagaces egofstas y ambiciosos

malhechores, se derrumban imperios, se asesinan

principes, se enardecen guerras y revoluciones y,

por consiguiente, se multiplican una vez mas los

hist6ricos "efectos en si", es decir, las consecuen-

36

SEGU NDA CON SI DERACI6 N I NTE M PESTIVA

cias que carecen de causas correspondientes. Sufi-

ciente hasta aqui, para. indicar los prejuicios que

_puede causar la vision monumental de la Historia '

en los hombres vigorosos 'y emprendedores, sean

estos buenos 0 malos. iCuanto'mas nefasto sera

su .impacto si se sirven y apoderan de ella los

fragiles y perezosos! '

B . Recurramos al ejemplo mas·simple y frecuente.~;;:

Imaginese uno' a las naturalezas desprovistas 0 ';.'. ~~

poco dotadas del sentido artistico, -acorazadas y

armadas, por una historia del arte monumental,

ccontra quien esgrimiran entonces susA

armas? :;Contra sus enemigos intirnos, contra los espi-

ritus intrfnsecarnente artfsticos, es decir, contra ,..~~

quienes verdaderamente saben servirsede tal pers- :,:~

pectiva hist6rica para la vida y dedican 1 0 apren-

dido a una 'pnictica sublime. Es a elios que se les

obstmye el camino, se les .oscurece la atmosfera,

cuando se danza alrededor de un monumento

rnalentendido con idolatria y verdadera devoci6n

como si se quisiera exclamar: 'irnirad; he aqui el

arte verdadero y venerable, que importan aque-

110sque todavia estill por venir y los que anhelan!

Aparenternente,' este enjambre danzante esta en

posesi6n del "buen gustd': porque el ser creativo

siempre esta en desventaja ante aquel que solo

~

37



FRIEDRICH NIETZSCHE

mira y nunca pone manos a la obra, de la misma

manera que el orador politico de sal6n siempre ha

sido mas sagaz, mas justo y mas reflexivo que el

gobemante de un Estado. Pero si se pretende tras-

ladar al ambito del arte el regimen del plebiscite

y de la mayoria y arrastrar al artista ante el foro

de los inoperantes esteticos para que se defienda,

puede uno jurar de antemano que este sera con-

denado, no pese a, sino justamente porque asi-

mismo sus jueces han proclamado solemnemente

el canon del arte monumental, es decir, acorde a

1 0 expuesto, el canon de un arte que a 1 0 largo del

tiempo ha surtido un "efecto",mientras que; a suvez, estan despojados de la necesidad, la inclina-

cion pura y la autoridad historica para calificar el

arte conternporaneo que, justamente par ello,

todavia no es monumental. En cambio, el instinto

les revela que el arte puede ser asesinado por el

arte: en efecto, 1 0 monumental no ha de surgir de

nuevo y para ello se sirven de todo aquello que

esta provisto de 1 0 monumental desde antafio.

As! resulta que son conocedores del arte porque

desean acabar con el arte, asi es que se presentan

como medicos cuando en realidad promueven la

elaboraci6n de venenos, es por ello que sensibili-

zan sus lenguas y su sentido del gusto para jac-

tarse de su fineza y rechazar can inmutabilidad

38


••••••••••••••••••••••••••••••••

I~I

~cuanto alimento artfstico se les presente. Ellos no

quieren que nazca 1 0 grande y sumedio es la afir-

maci6n de que 1 0 grande ya existe. En realidad, 1 0 ·

grande que ya existe Ies atafie tan poco como 1 0

grande que esta por nacer: sus vidas 1 0 eviden-

cian. La historia monumental es el disfraz con que

el odio contra los coetaneos grandes y poderosos

se viste de admiracion saturada de 1 0 grande y po-

deroso del pasado, es el medio conque falazmente

invierten el verdadero sentido de su perspectiva

hist6rica. Lo sepan a no, actuan como si su lema

fuese: j dejad que los muertos entierren a los vivos!

; , .,,

9. Cada una de las tres perspectivas historicas solo

esjustificada sobre un determinado fundarnento y

en un clirna espedfico. En cualquier otro, se trans-

forma en una hierba devastadora. EIhombre que

aspira a 1 0 grande, si es que necesita del pasado,

se apodera de este por medio de la Historia monu-

mental. Quien, por contrario, anhela permanecer

dentro de 1 0 habitual y afiejo, cuida.del pasado a

modo de un historicista anticuario y solo aquel

que esta oprimido por un malestar presente, y

que desea a toda costa desembarazarse de esa

carga, siente necesidad de una historia crltica, es

decir, de una Historia que juzga y condena. Mu-

chos males brotan del trasplante indolente de las

39



3

•••••••

•••••••••••••••• ••

••• ••••'

•

FR I EDR IC H N IETZSCH E

hierbas: e 1 critico sin angustia, el anticuario sin

pietas 1, e 1 conocedor .de 10 grande' sin aptitud

para 1 0 grande, son tales plantas devenidas hier-

bas malas, extraidas de su suelo materno y, enconsecuencia, degeneradas.

1. La Historia, por 1 0 tanto, pertenece adernas a

quien conserva y venera, a quien contempla· confidelidad y con -amor ellugar del que viene y por

el que es 10 que es. Par media de esa pietas, se

muestra agradecido de su existencia. Manteniendo

aquello que perdura desde antafio con mana 'cui-

dadosa: pretende conservar las condiciones en las

1 El original aleman habla de Pieliit, que en la version francesa

es traducido literalmente como piitl, es decir, "piedad". El sen-

tido de la palabra en aleman pucde ·ser"piedad", pero rambien"respeto" 0 "tradici6n". Es par ella que, en esta rraduccion, se

decidi6 emplear el termino latina pietas -que conserva la pol i-

sernia-, y altemativamente el de "tradiciones", "raz6n tradi-

cional" 0"raz6n tradicionalista" cuanda el contexte asi 10 arne-

rita, suprimiendo e1 terrnino "piedad". [N. del T .]

40

SEGUNDA CONSIDERACION INTEMPESTIVA

que afloro su existencia ·para aquellos que 1 0 suce-

den. Esta es .su manera de servir a la vida. La

pertenencia de menaje ancestral causa una trans- .

formaci6n del sentido .de S 1 mismo en esas almasporgue se yen dominadas por la veneracion. Lo

pequefio, limitado, podrido y anticuado, obtiene

su dignidad propia en laomedida en que el espfrituconservadory venerante del hombre anticuario se

.'traslada a estes bartulos y encuentra alli su nido. -

La historia de su ciudad se convierte en la historia . :':.

de su propio ser: la muralla, el portal consus torres,

las celebridades populares, las disposiciones mu-

nicipales y las fiestas tradicionales se lepresentan :;;

como e 1 diario de su juventud, 'En ese contexto, se '{

rec~noce a S 1 mismo, hillando alli su fuerza, em- :;...

pefio, estimulo, juicio, su necedad y su travesura. .~

2; "Aqui se ha vivido bien", se dice a S 1 mismo.,"porque se vive bien y se vivira bien, dado que

somos tenaces y no se nos puede doblegar de la

noche a Iamafiana". Esasi como soslaya, mediante

ese "somes", la perecedera y singular existericia

individual, comprendiendose a S 1 mismo como elespiritu de su cas a, de su linaje 0 de su ciudad .

Esto 1 0 conduce en ocasiones a saludar, traspa-

sando siglos remotos, oscuros y perturbadores, elespiritu de su pueblo como si fuera el propio. La

41



FRIEDRICH NIETZSCHE

sensibilidad para 1 0 remoto, la capacidad de la

previsi6n y de rastrear hasta las huellas mas des-

vaidas, la instintiva interpretaci6n correcta del

pasado mas glorificado, la inmediata comprension

de los palimpsestos 0, mas aun, de los polipsestos:

he aqui sus dories y virtudes. Provisto de estas fa-

cultades, Goethe se encontro ante .elmonumento

de Erwin Steinbach y, en la tormenta de sus erno-

ciones, se desgarro la nube historica que los

habia separado: fue entonces que Goethe volvi6

a reconocer la obra aleman a, pero como· algo

nuevo, algo que "obra desde la~ fuerte y ruda

alma alemana", Fue un sentido y un caracter se-mejante el. que gui6 a los italianos del Renaci-

miento y despert6 en sus poetas el antiguo genio

de Italia como la "resoriancia maravillosa de una

ete~na melodia", como dice Jacob Burkhardt. No

obstante, la veneraci6n hist6rico-anticuaria ad-

quiere su mayor valor cuando siernbra, sabre las

humildes, rudas y .hasta miserables condiciones

en que vive un individuo 0 un pueblo, un simple

y conmovedor sentimiento de jubilo y de satis-

facci6n. Porejemplo, fue Niebuhr quien confesocon honesto candor que podria vivir, fe1izmente

y sin extrafiar el arte, en el pantano y el brezal,

entre paisanos libres, siernpre y cuando sean cons-

cientes de su Historia.

42

SEGU NDA CONS IDERACI6 ri I INTE MPESTIVA

3. cQIe mayor beneficio puede brindar la Histo-

ria al hombre, sino el de vincular hasta los linajes

y pueblos menos privilegiados a su tie-rra y a sus.costumbres , tornandolos sedentarios y abstrayen-

dolos de bus car mejor suerte en el extranjero y de

condenarse a rivalizar fervorosamente por ella? A

veces, aquello que amarra a esta cIase de indivi-

duos a tales cornpafieros, a tal entorno, a tales

habitos laboriosos y a ta l austera 'cresta montaiiosa

puede parecerse ala terquedad oa la incompren-

sion. Sin embargo, todo aquel que ha conocido las

terribles consecuencias que causa la sed aventurera

de emigrar, particularmente cuando atafie a unpueblo entero, 0 quien contempia el estado de un

pueblo que, par haber perdido su vinculo historico,

se encuentra enclaustrado en una incesante bus-

queda cosmopolita de 10 nuevo, puede afirrnar que

esta incomprensi6n es de 1 0 mas saludable y favo-

recedora para una comunidad.

EI sentimiento opuesto, el placer que une al

arbol can sus raices, la dicha de no sentirse un

mere capricho del azar y de la arbitrariedad,

sino de saberse heredero, flor y fruto de un pa-sado propio, aquello que exculpa y hasta justifi-

ca la propia existencia: eso es 1 0 que hoy suele

definirse con predilecci6n como el verdadero sen-

tido historico.

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43

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•••••••••••••••••••••••••••••••••

F R I EDRICH N IETZSCH E SEG UNDA CONS.lD ERACIO N INTE M PESTIVA

4. Sin embargo, no es precisamente este el estado

en que el hombre desenvuelve sus mejores facul-

tades para transformar el pasado en conocimiento

puro. Por consiguiente, percibimos aqui algo se-mejante a 10que habiamos defmido respecto de la

historia monumental: la propia Historia sufre pre-

juicios en la medida en que se pone al servicio de

la vida y se deja dominar por los instintos vitales.

Aplicando cierta libertad de la imaginaci6n: enun

caso como el descrito, el arbol, antes que verlas,

siente sus rakes, pero esa sensacion acerca de la

extensi6n de sus rakes esta influenciada por la per-

cepci6n de la fuerza y la extension de sus ramas.

Puesto que el arbol yerra, al menos en esta esti-

maci6n de su tarnafio, icuan errado debe estar en

cuanto a la extensi6n del bosque que 10 rodea, del

eual 5610sabe y siente algo en cuanto se ve l imi-

tado 0 liberado por ell El sentido anticuario de

una persona, una comunidad urbana 0un pueblo,

siempre lleva consigo una visi6n extremadamente

limitada. El hombre anticuario soslaya la mayoria

de las casas y 1 0 poco que percibe 1 0 percibe desde

demasiado cerca y de manera demasiado aislada.Par no poder medir su entorno, todo le importa 1 0

mismo mientras que a la vez cada fen6meno desta-

cado cobra un importancia sobredimensionada, En

estc caso, las cosas del pasado no tienen valores y

proporciones que se correspondan entre si, sino

unicarnente proporciones y valores en relaci6n al

individuo 0pueblo anticuario que mira hacia a rr as . .

5. He aqui un peligro inmediato: al fin y al cabo,

todo aquello que en esta vision es reconocido

como afiejo 0 propio del pasado simplernente re-

cibe igual valoracion, mientras que todo aquello

que no demuestra elmismo respeto ante 10antigua,

es decir, todo 10 nuevo y 10 que esta por nacer, se

convierte en el.blanco del repudio y la enemistad.

De esta manera, los mismos helenos toleraron el

estilo hieratico de sus artes plasticas al lado de las

expresiones grandes y libres, y mas adelante, no

solo aceptaron las narices puntiagudas ylas sonri-

sas glaciales sino que incluso hicieron de ellas una

exquisitez. Cuando el sentido de un pueblo se en-

durece de talmanera, cuando la Historia sirve ala

vida del pasado hasta el punto de momificarla

antes de conservarla, el arbol comienza entonces a

rnorirse de un modo innatural, descendiendo de

la corona a las rakes hasta que, en la mayoria de

los casos, tambien estas terminan par perecer, Lapropia historia anticuaria degenera en el momenta

en que la frescura de la vida presente deja de ani-

marla y de evocarle inspiracion. En ese instante, la

p i e t a s se deseca y la sabihonda costumbre prescinde

44 45

'.

__---------



FR 1EORICH NIETZSCHE

","

de ella, girando de manera egofsta y autosuficiente

en tome a sf misma. Es entonces que se presencia

el repugnante espectaculo de una ciega voracidad

recolectora, de una infatigable recopilacion detodo

los vestigios del pasado. El hombre se envuelve de

un perfume putrefacto e inc1uso llega a aplacar sus

dones superiores y, sus aspiraciones mas nobles a

causa de su marna anticuaria, su insaciable curio-

sidad, su verdadera avidez de 10 antiguo y su rnez-

quindad. Muchas veces, desciende hasta tal grade

que se da por satisfecho coil cualquier plato y conjubilo se dispone a ingerir hasta el mismo polvo de

las quisquillas bibliognificas. '. ,

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6. Pero, aun en el caso de"queesta degeneraci6n "

no se produzca, aun en el caso de que la historia

anticuaria logre mantenerse en esefundamento

que le es reservado para echar rakes en beneficio

de la vida, siempre abundan los peligros, como

por ejemplo cuando cobra demasiado poder y so-

foca a las demas formas de concebir el pasado. Es

que ella s610 entiende de la preservaci6n de la

vida, no de su creaci6n. Siempre subestima 1 0 ve-nidero porque, a diferencia de la historia monu-

'mental, no posee un instinto adivinador para ello.

Es asi que la historia anticuaria obstruye la firme

decisi6n por 10 nuevo, de esta forma paraliza al

46~ ' , I ~,"

5 EGUNOA CON 510 ERACI6N INTE M PEST1VA

hombre de acci6n que, como tal, violara siempre

y debera violar toda clase de tradiciones. Ante este

trasfondo, el hecho de que una cosa haya enveje- .

cido genera la exigencia de que 'debera ser inmor-

tal. Si uno toma en consideraci6n todo 10 que' tal '

antigiiedad -una costumbre ancestral, una creencia

religiosa, un privilegio politico hereditario- hi

acumulado en el transcurso de su existencia, 10

cual se plasma en la exuberante p i e t a s y veneraci6n

que ejercen. tanto individuos como generaciones,

muestra soberbio y hasta vil el hecho de sustituir

tal antigiiedad par algo nuevo y contraponer, a tal

acumulaci6n numericade expresiones tradicionales .y de veneraci6n 10 venidero y 10 presente.

•••••••••••••••••••••••••••••.••

7 . Aqui se revela. con claridad que e l hombre, apar-

te de la conternplacion monumental 0 anticuaria, a

menudo necesita de un tercer modo de considerar

la Historia, que es e l modo c r i t i c o . Este tambien se

pone al servicio de la vida. Para poder vivir; ha de

tener la fuerza de quebrar y disolver una parte de

su pasado: esto 10 logra arrastrando ese pasado

ante lajusticia, con e l objetivo de inquirir minucio-samente en el y poder condertarlo finalmente. Todo

pasado merece ser condenado, pues tal es la natu-

raleza de' la condicion humana: siempre han impe- .

rado en ella la violencia y debilidad. No es lajusti-

47



.j

48 49

~1

••••••••••••••••••••••••••.•••••

FR IED RIC H N IETZSC HE

cia la que ejerce su juicio aqui, ni mucho menos es

la clemencia la que·pronuncia e 1 fallo: es la vida

misma, esa potencia oscura e impulsiva, insaciable-

mente anhelosa de S 1 misma. Su veredicto es siem-pre impiadoso, siempre injusto, porque nunca brota

de la Fuentepura del conocimiento. No obstante, en

la rnayoria de los casos la sentenciaseria identica si

fuese pronunciada por lamisma justicia, "porque

todo 10 que nace merece perecer; serfa mejor en-

tonces, que nada naciese", Haec falta mucha fuerza

para vivir y, a la vez, olvidar que vivir y ser injustoes una misma cosa. Fue Lutero quien dijo alguna

vez que el mundo debfa su existencia a un des-

cuido de Dios; si Dios hubiese pensado en la "arti-

lleria pesada", no habria creado d mundo. Hay

veces, sin embargo, que esta misma vida que se

basa en el olvido exige un aniquilamiento temporal

del mismo: esto ocurre siempre que se revela c u milegitima es la existencia de las cosas y cuanto me-

recen perecer, por ejemplo, los privilegios, las castas

y las dinastias. Cuando el pasado comienza a ser

estudiado desde un punto de vista critico se des-

entierran las rakes con un cuchillo y se desdefiancrue1mente las tradiciones.

8. Este proceso es siempre peligroso, especial-

mente peligroso para la vida misma, y los hombres

5 EGUNDA CON S IDERAC I6N INTE M PE ST IVA

y los tiempos que sirven de esta forma a ella, juz-

gando y aniquilando el pasado, son siempre hom-

bres y tiempos peligrosos y a la vez pe1igrados.

Siendo el resultado de las gerteraciones que nosprecedieron, somos tambien el resultado de sus

aberraciones, pasiones y falacias y hasta de sus de-

litos. No es posible librarse por completo de esta

cadena. A pesar de que condenemos esas aberra-

ciones y nos consideremos librados de elias, no

dejaremos de ser sus herederos. En e1mejor de los

casos, lograremos establecer un antagonismo

entre la naturaleza hereditaria que proviene de

nuestros ancestros y nuestro conocimiento. Tal

vez logremos entablar asimismo la lucha de una

.generacion nueva y estricta contra aquello que es

innato y que ha sido cultivado desde antafio; cul-

tivamos un nuevo habito, un nuevo instinto, una

segunda naturaleza, para que la primera se dise-

que. He aqui un intento de apoderarse a p o s te r io r i

de un pasado del que se quisiera provenir, refu-

tando asi a aquel del que realmente se proviene.

Este intento es siempre riesgoso, debido a la difi-

cultad de determinar el limite sano de la negaciondel pas ado y porque las segundas naturalezas

suelen ser mas debiles que his primeras. Con de-

masiada frecuencia sucede que aquello que se

reconocecomo bueno no se lleva a cabo porque



FRIEDRICH NIETZSCHE

ya se conoce aquello que esmejor, pero sin poder

emprenderlo. Pero aqui y alla se ha podido obte-

ner la ~ctori"a, y hasta les aguarda un singular

consuelo a quienes luchan y se sirvende la historia ,

critica para vivir: la certeza de que esta primera

naturaleza fue una vez 'una segunda naturaleza y

q~e toda segunda naturaleza triunfante se con-

vierte nuevamente en primera.

4

1. Estes son los servicios que la Historia puede

prestar a la vida. Todo individuo, todo pueblo

n~cesit~, segun sus objetivos, potestades y apre-

rmos, cierto conocimiento del pasado, ya sea mo-

numental, anticuario 0 crftico. Sin embargo, no 10

necesita co~o 1 0 necesita esa bandada de pensa-

dores puros que 5610.asisten a la vida desde fuera,

o como aquellos individuos avidos de sabidurfa

que se contentan con el mero conocimiento y quehallan en su acumulaci6n un objetivo en S 1 . Par el

contrario, los hombres y los pueblos necesitan

.~d9uirir el conocimiento de la Historia siempre y

umcamente para la vida y, consiguientemente, bajo

50

' . , '

S EGU NDA.CON 5 IDERACI6 N INTEM PESTIVA

el voto Y el dominio de 13.misma. Que es esta la

natural relaci6n de una epoca, una cultura y un

pueblo con su Historia -una,relaci6n promovida

por el hambre, regulada por el grado de necesidady delimitada por la fuerza plastica interna-, que el

conocimiento del pasado es deseado en toda

epoca para el servicio del futuro y del presente y

no para debilitar el presente y desarraigar un fu -turo pujante: todo eso es tan simple como laverdad

misma y " de inmediato, convence incluso a quien

no exige previamente una evidencia hist6rica.

2. Echemos ahora una rapida mirada a nuestro

tiempo. Nos asustamos y nos damos a la fuga:

lD6nde esta ahora la claridad, toda esa naturali-

dad y pureza de dicha relaci6n entre la Historia y

la vida? iDe que manera mas confusa, exorbitada

e inquieta se produce la marea ante nuestros ojos!

cAcaso la culpa la tenemos nosotros, los que con-

templamos? lO es que la constelaci6n entre la

Historia y la vida ha sido modificada por 1ain-

tromision de un astro potente y hostil? Qye los

dernas se ocupen de desmentir nuestras observa-ciones: nosotros diremos 10 que creemos estar

percibiendo en la actualidad. En efecto, se ha in-

troducido un astro vislumbrante e imperioso entre

la vida y la Historia, alterando la anterior conste-

51



•••••••••••••••••••••••••••,•••••

FRIEDRICH NIETZSCH E

lacion: es la ciencia, el afan de transformar la His-

toria en una disciplina cientifica. Hoy, la vida ha

dejado de dominar ,exclusivamente el conocimiento

historico y todas las demarcaciones han sido arra-sadas, de modo qu~ todo 10 que fueal~na vez se

precipita ahora sobre el hombre. Las perspectivas

han sido desplazadas hacia los tiempos mas remo-

tos de la vida, hacia el infinito. No existio genera-

cion anterior que haya presenciado un 'especciculo

tan confuso como el que hoy nos presenta la cien-

cia del devenir universal: la Historia. Y , por cierto,

1 0 presenta con la peligrosa audacia de su insignia:

f iat u en ia s p er ea : v ita .

3. Figurernonos ahara el proceso espiritual que se

desencadena dentro del alma del hombre modemo.

El conocimiento historico, proveniente de inagota-

bles fuentes, se adentra de manera incesante, 1 0

incoherente empuja, y la memoria abre todas sus

puertas cuanto puede para poder acaparar tal ava-

Iancha. La naturaleza se esfuerza almaximo por

recibir, coordinar y honrar a .estos huespedes ex-

trafios, pero estes estan intrincados en una batallaentre S 1 y parece ser necesario vencerlos a todos por

igual para no verse arrastrado hacia la derrota por

esa lucha. El acostumbramiento a esta condicion

tan desordenada, tormentosa y pujante esta convir-

52

. .

5EGUNDA CONSIDERACI6N INTEMPESTIVA

, ,

tiendose paulatinamente en una segunda natura-

leza, ailllque no hay duda de que esta esmucho

. m a s debil, inestable e insalubre que la primera.

4. Finalmente, el hombre moderno carga can una

exuberante cantidad de piedras de conocimiento

indigestas que, como dice el cuento, de a ratos co-

mienzan a producir ruidos en el estornago. Este

ruido pone al descubierto la caracter:f.stica mas ~.

propia del hombre modemo: la notable contradic-

ci6n de un interior al que no corresponde ninglin

exterior y de un exterior al que no Ie corresponde

~-'interior alguno. Haliamos en esto una contradic-

ci6n que los pueblos antiguos desconodan. Este

conocimiento, que ha sido ingerido sin hambre,

en exceso, y que es contrario a las necesidades pro- t,

pias del hombre, ya no actua como un movil

transformador que empuja hacia el exterior, sino

que permanece enclaustrado dentro de un mundo

interior ca6tico que el hombre rnoderno, con un

orgulio asombroso, define como su "interioridad"

caracteristica. AI respecto, se dice que se tiene el

contenido y que s610 falta la forma correspon-diente, pero esta contradicci6n es del todo inapro-

piada cuando se trata de algo vivo. Precisamente

por estar basada en esta contradicci6n, nuestra cul-

tura modema carece de vida, es decir, no es una

53



FRIEDR ICH N IEIZS (HE

cultura real sino un mero saber sabre la cultura,

queda delimitada par la idea y la sensacion de 10

cultural, sin proveer ninguna resoluci6n que se

afirme en ello. Par el contrario, aquello que real-

mente constituye un motivo y que se manifiesta

en la superficie como accion, a menudo no es

mucho mas que una convenci6n indolente, una

lamentable imitaci6n 0, a veces, una mueca gro-

tesca. Entonces, la sensibilidad descansa en el in-

terior cual una serpiente que acaba de engullir

conejos enteros y que, quieta y serena, se expone

al sol evitando cualquier movimiento innecesario.

5. El proceso interior ahora resulta ser la esencia

misma, es decir, la "cultura" propiamente dicha.

Qyien la contempla de paso s610 espera que tal

cultura no muera de indigestion. Imaginemos, por

ejemplo, a un griego al hallarse ante una cultura

semejante; estaria tentado a pensar que, para el

hombre modemo, el"ser culto" y el "disponer de

una cultura hist6rica" comprenden conceptos tan

afines .que, siendo expresiones principalmente

identicas, s610 difieren en la cantidad de palabras.Si este griego dijera que se puede ser muy culto y,

sin embargo, prescindir de formacion historica, el

hombre moderno creeria no· haber oido bien e. . 'incredulo, moveria la cabeza. '

54

5EGUNDA CONSIDERA(ION. INTEMPE5T1VA

6. Aque1 famoso pueblo, ·proveniente de un pasado

no muy remoto, me refiero a los helenos, estuvo

aferrado a un sentido ahistorico justa en el periodo

en que experimento el auge de su poder. Si uncoetaneo nuestro fuese reenviado por magia a ese

mundo, probablemente hallaria poco "cultos" a

los helenos,· 1 0 cual expondria a la risa general el

secrete de la cultura moderna tan cautelosamente

guardado: pondria al descubierto que nosotros, los

hombres modemos, no poseemos nada propio; tan

s6lo en cuanto nos rellenamos y desbordamos de

epocas, costumbres, artes, filosoflas, religiones y

conocirnientos ajenos, nos convertimos en algo

digno de ser considerado, a saber, en enciclopedias

caminantes, que es la forma en que probablemente

nos consideraria un antiguo griego transportado a

nuestros dias. .

7. Sin embargo, el valor de las enciclopedias se

concentra iinicamente en e l interior de las mismas,

en el contenido, no en su prescntaci6n exterior,

en su encuadernaci6n 0cubierta. ·De este modo,

la cultura moderna es especialmente introvertiday parece que el encuadernador ha estampado en

el lade externo un titulo semejante a: .manual d e

c ul tu ra i nte ri or p ar a b d rb a ro s e xte ri or es . Este contraste

entre 1 0 interior y 1 0 exterior toma 1 0 extemo

55



FRIEORI CH N,ETZSCHE

••••••e

••••• •••••

•••••••••••.•••••

aun mas salvaje de 1 0 que seria si un pueblo

bruto dispusiese desarrollarse exclusivamente

segun sus crudas y propias necesidades. iQye

medio ·le queda a la naturaleza para dominaraquello que se le encima cori tanta fuerza? Sola-

mente el recurs0 de aceptarlo con la mayor lige-

reza, para luego erradicarlo y desprenderse de

ella rapidamente. De esta condicion nace el ha-

bito de no tomar en serio las cosas reales, de esto

nace la "personalidad debil", en la cual 1 0 real y

1 0 · existente causan solo una impresi6n .eflmera.

Se acaba por adoptar una posicion de 10 mas ne-

gligente y c6moda ante 1 0 exterior y, en conse-

cuencia, se ensancha aquel peligroso abismo

entre contenido y forma, hasta el punto de tor-

narse insensible ante la barbarie. Eso ocurre

cuando la memoria se ve continuamente estimu-

lada por 10 nuevo y es alirnentada por una. co-

rriente de cosas que redaman ser conocidas para

poder ser.cuidadosarnente encajadas.

8. La cultura de un pueblo, en contraposicion a

esa barbarie, fue una vez definida, creo que acer-tadamente, como unidad del estilo artistico en

todas las manifestaciones de uri pueblo. Esta defi-

nicion no debe ser comprendida como un antago-

nismo entre la barbarie y e l estilo bello, sino de la

56

SEGUNDA CONSIOERACI6N INTEMPESTIVA

siguiente rnanera: un pueblo al qu~ se at~buye

una cultura debe constituir una unidad VIvaen

cuanto .al conjunto de su realidad, en .lugar de.

estar miserablemente dividido entre 1 0 mterno y'. 1 0 externo entre el contenido y la forma. Qyien" . . . _ . , . . .

aspira a construir y promover la cultura de. u~

pueblo debe construir y promover esta u~:nmu-

dad superior y trabajar en la ?~strucc~on del

"culturalismo" moderno, [avorecierido aSI el.sur-

gimiento de unacultura verdadera. Para ello, es

menester que ose reflexionar acerca de como 're-

cuperarIisalud de un pueblo, perturb ada por la

historiografia, y que piense .en la :n~era en que

ese pueblo pueda redescubnr sus instmtos y, can

ello, su sinceridad.

g. Este es el momento de hablar sin desvios de

nosotros, los alernaries contemporaneos, porque

estarnos mas afectados que cualquier otropueblo

por esta debilidad de la person~dad ypor e 1 anta-

gonismo entre fonna y conterudo: Entre noso.tros,

los alernanes, la forma es consider ada general-

mente como una convenci6n, como un disfraz yuna· postura, par 1 0 eual, de no ser odiada, e?-

" t o do caso no es amada; mas exacto seria decir

que tenemos un enorme. temor ante la pala~ra

"convencion" y su signific~do. Ese temor hizo

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5859

..

..

...••._•••

••e.

•

e..:.••••

FR IED R ICH N IETZS CH ES EGU NDA C ON S ID ER A C I6N IN T EM P EST IV A

que el aleman abandonase la escuela de los fran~

ceses: a traves de una mayor naturalidad, pre-

tendia tornarse. mas aleman. Pero en ese "a tra-

ves" parece estar el error del calculo. Habiendo

escapado de la escuela de la convenci6n, se dej6

llevar por el capricho y, en el fondo, termin6 imi-

tando de manera insegura, arbitraria e impruden-

te aquello que antes solia imitar con exactitud y

hasta, a veces, con cierto grado de exito, Compa-

rado con los tiempos anteriores, hoy seguimos vi-

viendo en una descuidada y, par 10 dernas, in-

correcta convencion francesa. As! 1 0 demuestra

nuestra manera de caminar, de pararnos, de con-versar, vestir y habitar. Buscando retomar a la na-

turaleza, se tennin6 optando por el relajamiento, la

comodidad y el esfuerzo minimo. 5610 hace falta

realizar una excursion a una ciudad alemana, para

comprobar que ese convencionalismo, comparado

con la peculiaridad nacional de las ciudades ex-

tranjeras, aqui unicamente muestra sus aspectos

negativos: todo carece de color, esta desgastado,

copiado con desgano y descuidado. Aqui, cada

uno hace 10 que se le antoja, pero ese antojo noresponde a un deseo poderoso y deliberado, sino

a las leyes que, mientras, por un lado, recetan la

prisa general, por el.otro, pregonan la mania por

la comodidad generalizada. Tomese, por ejemplo,

.,

t

!r

una prenda cualquiera, cuya concepci6n no re-

quiere un gran ingenio y cuyo disefio no lleva

demasiado tiempo, es decir, una prenda a la ex-

tranjera, imitada con la mayor negligencia queuno pueda imaginar: de inmediato es considerada

entre los alemanes como una contribucion a la

vestimenta nacional. El sentido de la forma es re-

pudiado hasta con ironia, dado que se asume

estar en posesi6n del contenido: he aquf el famoso

pueblo de la interioridad.

.,.~

10. Pero existe tarnbien un famose peligre en esa

interioridad: el contenide mismo, supuestamente

invisible desde el exterior, a veces desea espolvo-rearse. Desde el exterior no se advertiria ni su

desaparici6n ni su anterior existencia. Suponga-

mas que el pueblo aleman este de 1 0 mas alejado

de este peligro: aun asi, el extranjero no deja de

tener cierta razon cuando nos reprocha que nues-

tro interior es demasiado fragil y desorganizado

para surtir un efecto en el entorno y darse Una

forma concreta. Pese a que nuestra interioridad

puede mostrarse, en un grado excepcional, deli-cadamente sensible, sobria, potente, profunda,

buena y, tal vez, hasta mas rica que la interiori-

dad de otros pueblos, en su conjunto sigue siendo

fragil porque todas estas bellas fibras no forman



•••••••

•••••••••

•••••••••••.•••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

un nudo robusto: de manera que el acto visible

jamas es un acto .to.taly la revelacion de ese inte-

rior se agota en la timida y torpe tentativa de una

u otra fibra de fingir la representaci6n del con-junto. Por eso, el aleman no puede ser juzgado

por sus acciones y el individuo permanece com-

pletamente oculto detras de toda accion. En cam-

bio, amerita juzgarlo, como es sabido, par sus

pensamientos y sentimientos, .tales como ahara

expresa por media de sus libros. Es precisamente

.por estos libros que, hoy mas que nunca, se pone

en duda la permanencia real de Ia famosa inte-

rioridad en su pequefio y resguardado templo.

La idea de que algtin dia desapareciese, y que

solo quedase, como aspecto distintivo· del ale-

man, esa exterioridad soberbia que es a la vez

torpe y humildemente inconsistente, seria terri-

ble.: Casi tan terrible como la idea de que la inte-

rioridad fuese falseada, pintada y maquillada

dentro del temple, viendose transformacla en una

comediante 0 en algo peor. He aquf 10que parece

deducir Grillparzer, desde cierta distancia que 10

dota de una particular serenidad para 1a refle-xi6n y desde su experiencia en el campo de la

drarnaturgia y el teatro: "Nosotros sentimos las

cosas de forma abstracta", sostiene, "apenas sabe-

mos como se manifiesta la emocion en nuestros

60

SEGUNDA CONSIDERACION I.NTEMPESTlVA·

coetaneos; 1ahacemos saltar a 1amanera antigua,

como hoy ya no se suele hacer. A nosotros, los

modernos, nos ha corrompido Shakespeare".

11. Puede ser que se trate de un caso singular que,

tal vez, ha sido llevado con demasiada precipita-.

cion al plano general. Pero ique terrible seria si tal

generalizaci6n resultase justificada, si estos casos

generales se presentasen con demasiada frecuen; .

cia al observador! Qye desesperante sonaria entori-

ces la aseveraci6n de que nosotros, .los alemanes;

sentimos de forma abstracta y hemos sido co-

rrompidos por la Historia. Serb una aseveracicn •

que derrocaria desde sus cimientos 1a esperanza

de una cultura nacional. Esto es asi, porque tcda

esperanza de tales dimensiones surge de la creen-

cia en la autenticidad y en la inmediatez del sentir

aleman, de la creencia en una interioridad intacta,

iQue ha de creerse 0 esperarse cuando la fuente

de la fe y de la esperanza esta enturbiada, cuanda

1ainterioridad ha aprendido a dar saltos, a danzar,

a maquillarse, a expresarse por media de la abs-

tracci6n y del calculo y a perderse paulatinamente?yccomo ha de aguantarse el espiritu productive y

magnifico en media. de un pueblo que ya no ~sta

segura de paseer una interioridad integra y que

esta dividido entre aquellos que son cultos y dis-

61



FRIEDRICH NIETZSCHE

ponen de una interioridad desfigurada y corrom-

pida y aquellos que son incultos y cuya interiori-

dad se halla inaccesible? iC6mo podra subsistir

ese espiritu, si launidad del sentimiento nacionalse ha perdido y si toma conciencia de que este sen-

timiento es falseado y desdibujado precisamente

por aquella parte de la poblaci6n que se considera

culta y reclama para s f el derecho a la expresi6n

o del espiritu artistico nacional? Por mas que el jui-

cio y el gusto de algunos individuos se haya vuelto

mas refinado y mas sublime, eso no compensa al

espiritu productivo,. sino 0 que 10 castiga, pues 10

obliga a dirigirse exclusivamente a los miembros

de su secta y 1 0 torna obsoleto para el conjunto de

su pueblo ..Por ello, hasta. es probable' que prefiera

enterrar nuevamente su tesoro, pues Ie repudia el

hecho de depender del pretenciosopatrocinio de

una secta, cuando su corazon esta lleno de com-

pasi6n par la totalidad de su pueblo. .

12. EI instinto del pueblo no viene a su encuentro;

sera inutil extenclerle los brazos' con afioranza,

iQue opci6n le queda a este espiritu sino la cle cli-o rigir su odio enarclecido contra el.cautiverio que

10 encierra, contra las barreras que ha levantado la

presunta cultura de su pueblo, en pos de condenar,

al menos como juez, aquello que para el, como ser

62

..

SEGUNDA CONSIDERACION ' INTEMPESTIVA

viviente y procreador, no significa sino extinci6n

y denigraci6n? Es asf que termina cambiando e l

divino placer de quien crea y ayuda a los demas .

por la profunda introspeccion de su destino, yacaba como un solitario hombre del conocimiento,

. como un sabio saturado. Heaqul el espectaculo

m a s doloroso que uno pueda imaginar y, quien 1 0

vea, se sentira llamado a cumplir con un voto sa-

grado. Se dira que hay que actuar para restablecer

aquella unidad superior en la naturaleza y en e 1

alma de un pueblo; esa grieta entre 1 0 exterior y

10 interior ha de desaparecer necesariamente, a

golpes de martillo. iQyE medias .debe procurar?

iDe que dispone, mas alla de su prof undo cono-cimientoi' Exponiendolo, difundiendolo.c.diserni-.

nandolo a manos llenas; espera sembrar una ne-

cesidad. Y de una imperiosa necesidad surgira

algun dia la acci6n imperiosa. Para no dejar duda

alguna de cl6nde tomo el ejemplo de esta necesi-

dad, de esta exigencia, cle esta conviccion, debe

quedar plasmado de forma explfcitami testimonio

de que aspirarnos can ardor, antes que a la uriifi-

cacion politica de Alemania, a la unidad alemanaen el sentido mas sublime, a la unidad vital y es-

piritual de los alernanes tras la aniquilaci6n del

antagonismo entre forma y contenido, entre inte-

rioridad y convencionalismo.

63



•••••••

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•••••••••

•••••••••

F RIEDRICH NIETZSCHE

5

1. En cinco aspectos, considero que la sobresatu-racion hist6rica de una epoca puede ser peligrosa

y hostil a la vida: tal exceso provoca la oposici6n

entre 10 interno y 10 externo, tal como ha sido des-

crito hasta aqui, debilitando asi la personalidad;

este exceso conduce a que una generaci6n se ima-

gine que posee en mayor medida que otras la mas

rara de las virtu des, que es la justicia; este exceso

perturba los instintos del pueblo, obstaculizando

la maduraci6n del individuo tanto como la del co-

lectivo; tal exceso implanta asimismo la creencia,

siempre perjudicial, en la vejez de la humanidad,

la creencia de ser fruto tardio y epigono a la

misma vez; par ta l exceso, una epoca corre el peli-gro de extender sobre sf misrna el estado de ammo

de la ironia y, partiendo de esa base, la todavia

mas peligrosa actitud del cinismo: es esa la actitud

que conduce una epoca hacia esa deliberada prac- '

ticidad ego1sta que terminapor paralizar y, final-

mente, destruir las fuerzas vitales.

2. Valvamos ahorasobre nuestra primera tesis: el

, hombre moderno sufre de una personalidad debili-

tada. Tal como el romano de la epoca de los Cesa-

64

SEGUNDA CONSIDERACl6N INTEMPESTlVA

res se termin6 apartando de 1 0 romano en cuanto

a su relaci6n con el imperio que estaba bajo su do-

minio, tal como se perdi6 a sf mismo a causa de

las influencias extranjeras y como degener6 en'media del carnaval cosmopolita de dioses, artes y

, -costumbres, asi ha de sucederle al hombre mo-

derno que permite que los artesanos historicistas

le presenten permanentemente el festival de una

exposici6n Universal; se ha convertido en un es-

pectador que, deambulando y disfrutando por

doquier, se ha dejado arrastrar a una situacion

que ni las gran des guerras ni las revoluciones 10 -

graran modificar por mas que unos breves instan-

tes. Apenas culminada la guerra, ya se ve vertida

cien mil veces al papel impreso para ser presenta-

da como estimulo novedoso a los paladares fati-

gados de aquelios que estan avidos de Historia.

Parece casi imposible haeer que, por mas vigore-

samente que se toquen las euerdas, se desprenda

de elias un tono fuerte y pleno: el tono se des va-

nece de inmediato y en el siguiente momenta ya se

eonvierte en un delieado y emergente eco histori-

co sin impetu. Expresandolo en terminos morales:ya no lograis sostener 1 0 sublime, vuestras hazafias,

antes que truenos crujientes, son meras irrupcio-

nes del momenta. Por mas que lleveis a cabo las

cosas m a s grandes y maravillosas, descenderan, a

65




pesar de todo, sin canto ni gloria, a1 Orco. Porque

el arte se da a la fuga en el instante en que cubris

vuestros actos con el tapiz de la Historia.

3. En un momento en que de uno se espera que se

atenga, con perdurable entusiasmo, a 1 0 incom-

prensible como expresion de 10 sublime, todo aquel

que intenta comprender, calcular y acaparar puede

ser calilicado Como sensato, pero s610en el sentido

en que Schiller habla de la sensatez de los razona-

bIes: no ven ciertas casas que hasta un nino ve, no

oyen ciertas cosas que .hasta un nino oye; estas

cosas son, precisamente, las mas importantes, Por

no entenderlas, su comprensi6n es mas infantil

que la del nino y mas ingenua que la ingenuidad,

a pesar de las inteligentes arruguitas en su rostra

de pergamino y a Ia virtuosa habilidad de sus

dedos para deserunarafiar 10 enmarafiado. Esto es:

esa persona sensata ha destruido y perdido su ins-

tinto y no puede ya, confiando en el "divino ani-

mal", soltar las riendas cuando su intelecto tambalea

y su camino atraviesa desiertos. De 'esta farina, el

individuo se torna tembloroso e inseguro y ya no

logra creer en S 1 mismo: se hunde en su propio

ser, en su interior, 1 0 cual, en este caso, ha de ser

comprendido como la acumulacion de 1 0 mera-

mente aprendido que no surte un efecto externo,.j!

66


la aglomeraci6n de·un~ eru~ici6n que no logra

transformarse en algo vrvo, S1se contem~la ~1ex-

terior, se percibe como el exorcis~o de los ~tmt?s.

ha convertido, a traves del estudio de la Histona,.en una multitud de abstracciones y sombras a los

seres humanos: nadie arriesga mostrarse tal cual

es, a cambio de enmascararse y mostr.arse cox_no

hombre culto, cientifico, poeta 0 politico. Qy.1;n

tratase de tocar tales mascaras creyendolas auten-

.ticas antes que un mero juego de mari~netas ,-es

que todos eliosfmgen ser autenticos- de inmediato

encontraria en sus manos nada mas que harapos

y parches coloridos ..Por·,~.so,~o-hay que dejarse .

engafiar mas y gritarles: 'Qyltaos los chalecos 0

, ' r"sed 10 que querels parecer.,. .

4, Qyien es autentico de verda? no de?e conver-

tirse en un Qyijote, dado que nene meJores.cosas

.que hacer antes que arremeter contra realidades

ficticias.De todas formas, uno ha.estar sumamente, "'AI r ' ( " ) • . , ?"

atento y exclamar un nguroso,' to. c.~llen : r a.y desgarrar las mascaras d~qU1eraqu~ se presen-

ten. Es ins61ito:uno pensana que la Historia, antetodo, impulsa al hombre a ser sincero, aun cuando

corre el riesgo de delatarse como un tonto ?on~s-

to. Estesiempre ha sido el efecto de l~Histona,

pero iya no 1 0 es! La instrucci6n histories y el ca-

67

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•••••• .l.~ .

I -!,!ie~,

FRIEDRICH NIETZSCHE

pote de una burguesfa universal hoy imperan lado

a lado. Pese a que nunca antes se habia hablado

tan bulliciosamente de la "libre personalidad", hoy

no es posible ver una sola personalidad, nimuchomenos personalidades libres. Lo que, en cambio,

se ve con exclusividad, es el hombre universal

miedosamente encubierto. EI individuo se ha re-

fugiado en su interior, desde fuera ya no se 10ve,

aunque caben dudas de si existen causas sin efec-

tos. 20 es que acaso se necesita una generaci6n de

eunucos para custodiar el gran haren universal de

la His~oria? A estes les sienta bien la objetividad

pura. IHasta pareceria que la tarea consisteen vi-

~lar a la Historia para que de ella solo ernerjan

s:empre mas historias, pero jamas un hecho hist6-

n~o! L.aintenci6n parece consistir en evitar que la

Histor:a ayude a procrear personalidades "libres",

es dear, sineeras consigo mismas, sinceras con los

d~mas, en cuanto a sus palabras y sus acciones.

Sm embargo, 5610 a traves de esta sinceridad se

tornara visible la angustia, la intima miseria del

hombre modemo. 5610 entonces sera posible que

el arte y la religion, a modo de un verdadero res-cate, ocupen el lugar del pavido encubrimiento

con:encionalista y la mascarada, para implantar

cor:Juntamente una cultura que responda a las ne-

cesidades genuinas del hombre en lugar de ense-

68

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fiarle, como es el caso de la cultura general con-

temporanea, a disimularlas y a convertirse aSI en

una mentira ambulante .

5: .iEn que situaciones innaturales, artificiales y,

desde todo punto de vista, indignas, ha de verse

encerrada la mas verosfrnil de todas las ciencias, la

sincera y desnuda diosa de la filosofia, en ~na

epoca que padece de la cultura general! En un

mundo de forzada unifonnidad externa, se ve redu-

cida a1 rnon61ogo instruidodel paseante solitario,

a la presa casual del individuo, al secreta cautelo- '

samente ocultado en el cuarto de estudios 0 la

charla inofensiva entre ancianos academicos ynifios. Nadie osa atenerse a la verdadera ley de la

filosofia. Name vive de manera filos6fica, condu-

cido por aquella simple y virillealtad que obligaba

a los ancestros, una vez que habian jurado atenerse

ala Stoa, a comportarse siempre como un estoico,

con indiferencia del lugar y de la actividad del

caso. Toda filosofla moderna se torna poHtica y

polidaca cuando es fustigada por los gobienios,

las iglesias, las academias, las costumbres y cuandose ve reducida, a causa de la insolencia humana, a

un mero reflejo erudito. Se contenta con suspirar:

"lsi tan s610 ocurriesel", 0 con constatar que

"erase una vez ...". Bajo el dominio de la cultura

6 9



FRIEDRICH NIETZSCHE

historicista, la filosofla es despojada de todo dere-

cho, en tanto pretenda ser algo mas que un mero

saber delimitado por los confines de una interio-

ridad que no se traduce en accion. Si el hombre

moderno tuviese coraje y determinacion, si no se

encerrase en su interior incluso en < su hostilidad ,

rechazaria la filosofla, No obstante se contenta con. , .

encubrir pudorosamente la desnudez de la misma,

Es cierto que. se piensa, se escribe, se publica, se

habla y se ensefia de manera filosofica; hasta este

punto, todo parece estar mas omenos permirido,

pero llevado al plano del mundo de la accion, de

aquello que denominamos Vida real, ya no·pareceser asi: aqui solo se permite una sola cosa y se de-

clara imposible todo 10 dernas. " T a l es el precepto

de la cultura historica, de modo que uno ha de

preguntarse: 6Son hombres todavia 0 es que son

solamente maquinas de pensar, escribir y hablar?

6: Goethe dice de Shakespeare: "Nadieha despre-

ciado mas que el el yestide material, dado que co-

noce muy bien el vestido interior de los hombres

y, en esto, todos son identicos. Se dice que ha re-presentado de modo e.xtraordinario a los romanos:

•• • • I '

a ~ JUIClO, no es asi : para mi solo son un pufiado

de inexorables ingleses, pero hombres al fin y,

como hombres de alma, tambien les sienta bien la

70

5EGUNDA CONSIDERACION INTEMPESTIVA

•••••

••••

toga romana", Ahora bien, pregunt6 si nuestros li -

teratos, figuras populates, funcionarios y politicos.

actuales serian capaces de representar de tal forma.

a los rornanos, Evidentemente,· esto seria impen-sable desde todo punto de vista, dado que no son

hombres sino compendios ambulantes empederni-

dos y, por as! decirlo, meras abstracciones concre-

tas. De tener un caracter y un estilo propio, ella

esta tan profundarnente encubierto que no .logra

salir a la luz del dia; de ser hombres, ·10son .solo

para aquel que "revisa los rifiones" ..Para cualquier

otro, son algo distinto: no son hombres, ni dioses,

ni animales, sino criaturas de la cultura.historicis-

ta, pura instruccion, imagen, forma, purgada de

un contenido demostrable. Son, desgraciadamente,

formas mal concebidasy, por 10 demas, unifor-

meso Qye mi tesis sea comprendida y evaluada de

la siguiente forma: solo las personalidades fuertes

son capaces de soportar la Historia; los debiles

seran arrasados par ella. Esto es as! debido a que

la Historia confunde e l sentimiento y la sensibili-

dad· en los que carecen de 1a robustez suficiente

para medir el pasado par S 1 rnismos.

.

.

.•

11

.

•••••••

•••••••••

7. Aquellos que, debido a su profundo temor, no

se animan a mas e instintivamente acuden a la

Historia para consultarle: "~Qye he de sentir en

71



•••••••

•••••••••

•••••••••• •

•••••••

FRI EORICHN IETZSCH E

esta situacion?", se convierten en comediantes .y

terminan adoptando un papel, cuando no mas de

uno, 1 0 cual los conduce' a que representen mal y

superficialmente cada uno de elias. Paulatinamente,desaparece toda congruencia entre el hombre y su

lugar hist6rico. De tal suerte, vemos como prepo-

tentes adolescentes tratan a los rornanos como si

fueran sus semejantes; excavan y remueven los

restos de los poetas helenicos pretencliendo disec-

cionar sus cuerpos como si fuesen cilia; comosi se

tratase de sus propios despojos literarios. Supon-

gamos que alguien estudie a Democrito ..Siempre

asomaria entre mis labios la pregunta: cpor que

no Henklito?, do Fil6n?, do Bacon?, to Descar-

tes?, do cualquier otro? Y, ademas, cpor que debe

ser neeesariamente un fil6sofo?, .cpor que no un

.poeta 0 un orador? tPor que ha de ser un griegoy no un ingles 0un turco?iAcaso el pasado no es

suficientemente vasto para ofreceros alga que no

os haga parecer tan ridiculamente arbitrarios?

Pero, como hemos dicho anteriormente, estamos

frente a una generacion de eunucos y, para el eu-

nuco, una mujer es 1 6 mismo que otra y, comosimple mujer, como mujer en s f , representa 1 0 eter-

namente inaccesible: vista asi, es indiferente 1 0

que procurais, siernpre y cuando la Historia misma

sea preservada can bella "objetividad" por aque-

72

5 EGUNDA CONSIDERACI6N INTE MPESTIVA

lIos que, por sf.mismos, nunca sedan eapaces. de

hacer Historia. Como 1 0 etemamente .femenino

nunca os elevara, 1 0 haceis descender hacia voso-

tros y en vuestro caracter de neutra tomais tambi~na la. Historia como alga neutro. Para. que nadie

crea que de veras comparo a la Historia con. el

eterno fernenino, quiero declarar enfaticamerite

que la considero, por el contrario, como algo ete.r~

namente masculino, aunque, por cierto, a aquelios

que estan profundamente impregnad.os .par la

"cultura historica", debe resultarles indiferente

una cosa 0 la otra: ellos mismos no son masculi-

nos ni femeninos, ni siquiera communia; sino siem-pre meros neutra 0, para expresarlo de manera mas

amena, simple y eternamente objetivos.

8. Cuando las personal.idades son extinguidas de

la .manera en que ha sido expuesto hasta aqui,

cuando son llevadas a la eterna negacion del suje-

to 0 como suele decirse, a la objetioidad; nada,

puede ya surtir efecto sabre elIas. Por mas que se

produzca algo bueno 0justo, t~atese.ya ~e ~~a ac- .

cion, una obra poetica 0 musical: SID dilacion, elhombre cul to y vaciado haee caso omiso de tal

obraa cambia de interesarse por la historia del

au tor. Puesto que este ha creado ya otras obras,

debe presentar inmediatamcnte su anterior trayec-

73

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FR IED RIC H N IE TZSC HE

toria y dirimirse sobre la probable evoluci6~ en el

futuro. Su obraes comparada can la de otros.. es

criticada par la elecci6n del tema, diseccionada encuanto a la forma en que 1 0 trata, es desgarrada y

recompuesta soberbiamente y, en su conjunto, re-

prendida y recortada. Por mas extraordinaria que

sea una obra, siempre aparece en ellugar esa ban-

dada de historicistas neutrales, dispuestos ajuzgar

desde lejos al au tor. El eco resuena al instante ,pero siempre en forma de "critica", aunque, tan

5610 un memento antes, el critico no habia ni 50-

riado con la posibilidad de tal creacion, Nunca se

produce un verdadero efecto sino siempre y ex-clusivamente una "critica" que a su vez, lejos de

produeir un efecto, s610 recibira otras criticas. A S 1 ,

se ha ido estableciendo la convicci6n de que mu-

chas criticas son un signo de efectividad, mientras

que· su escasez sefiala un fracaso. Sin embargo,

aun en el caso de .que se registre tal efeeto "sub-

yacente", todo permanece como antes: durante un

tiempo se parlotea acerca de algo nuevo y luego

de algo nuevo que 10 reemplaza, pero, entretanto,

se sigue haciendo 10 que siempre se ha hecho. La

cultura hist6rica de nuestros criticos no permite

que se produzca un efecto verdadero, es decir, un

efeeto que ineida sobre la vida y la accion. Sobre

la tinta mas negra enseguida arrojan el papel se-

74

SEGUNDA CONS IDERA C I6N IN TEM PEST IVA

cante y s~bre el dibujo mas elaborado apliean sus

gruesas pinceladas que se supone deben ser toma-

das como .correcciones: y, una vez mas, todo ha.

ac~bado. Pero la pluma critica jamas deja ·de tra-bajar, porque los criticos han perdido el control

sobre ella y, lejos de dominarla, son dominados

par ella. Es precisamenre en esta inmoderaei6n de

sus desbordamientos criticos, en esta falta de con-

trol sabre sf mismos, en' aquello que los romanos

llaman im p o t e n t i a , clonde se delata la debilidad de

la personalidad modema.

••••••••••••••

•••••••••

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••

6

1. Pero dejemos a un lade esta debilidad. Antes

bien, enarbolemos una pregunta, por cierto. inca-

moda, sobre una fortaleza a menudo celebrada

por cl hombre modemo. Hemos de preguntar si el

~omb~e modemo, alegando su "objetividad" histo-

r~c~,nene derecho a jactarse de su fuerza y su jus-

ncia ante los hombres de otras epocas. iE s ciertoqu~ esa objetividad se arigina en una intensa ne-

cesidad y en el anhelo de justicia? iO es que, siendo

consecuencia de otras causas, 5610finge ser efecto

de tal justicia? iO es que acaso nos induce a for-

75



•••' .••••••o•••••••••••••

••••••••

FR IE DR IC H .N IE TZS CH E

mamos un prejuicio posiblemente nocivo, por de-

masiado adulador, respecto· de las 0 virtudes del

hombre moderno? 0 Socrates consideraba que el

hecho de imaginarse a S 1 mismo en posesi6n deuna virtud que ..no se posee es 0 un mal que linda

con la locura. Por cierto, tal presuncion es rnas .

peligrosa que la ilusi6n contraria de padecer de un

defecto 0un vicio. Pues, en el case de la 0 ultima

obsesion, existe la posibilidad de mejorar, pero

cuando padecen del mal anteriorrnente sefialado0 0 '

los hombres y las epocas van de mal en peor cada

dfa, y eso, en este caso particular, significa volverse

cada dfa mas injustos.

2. Os digo de veras: nadie tiene mayor derecho a

la admiraci6n de nuestra especie que aquel que

dispone del impulso de la justicia asi como de la

potencia para llevarla a cabo. Porque en la justicia

se aglutinan y ocultan , como en un oceano inex- 0

plorable en el que confluyen rios de todas las di-

recciones, las virtudes mas sublimes y maravillosas.

o 0 La mana del justo, cuando 0 esta facultado para

pronunciar una sentencia, no tiembla al sostenerla balanza; despiadado consigo mismo, coloca una

pesa tras otra, sus ojos 'no .se turban al contemplar

el subibaja d e los platillos y su voz no se endureceill se quebranta al pronunciar el veredicto. Si fuera

76

SEGUNDA CONStDERACI6N INTEMPESTIVA

un frio demonio del conocimiento, emanaria a su

alrededor la escalofriante atmosfera de una majes-

tad .terrible 0 y sobrehumana que nos 0 inspiraria

temor antes que veneraci6n; pero quesea un hu- .mano que busca, sin embargo, ascender de la

duda indulgente a la certeza rigurosa, de la cle-

mencia paciente al imperativo del "ttl debes", de la

rara virtud de la generosidad a Ia mas rani de

todas, la justicia, que ese humano separezca pau- .~::

latinamente a ese demonio sin haber sido jamas ~

otra cosa que un pobre hombrey, ante todo, que, :'

en cada momento, es te sometido a la expiaci6n

por ser un humano y por consumirse tragica-.;;

mente debido a esa virtud inalcanzable: todo ella .,'1 0 eleva a una altura solitaria como el ejemplo mas .~

digno de la especie humana.o

Es que el afiora la

verdad, pero no como una fria e inefectiva ilumi-

nacion, sino, antes bien, como jueza que ordena y

castiga; no anhela la verdad como posesion egois-

ta del individuo, sino como justificacion sagrada

que le permita ensanchar las delimitaciones de las

posesiones egoistas. En una palabra, quiere la ver-

dad a modo del juicio universal y no como lapresa capturada y el placer del cazador individual.

Solo en cuanto el hombre veridico tiene la volun-

tad incondicional de ser justo, existe algo grande

en esa busqueda de la verdad tan indeliberada-

77



FRIEDRICH NIETZSCHE

mente glorificada en todas partes, mientras que,

ante e 1 ojo mas rurbio, diversos impulsos que

nada tienen que ver can la verdad, tales como la

curiosidad, e 1 miedo al aburrimiento, la mala dis-posicion hacia el otro, la envidia y la vanidad, el

impulse ludico, confluyen con aquella aspiraci6n

ala verdad que arraiga en lajusticia.

3. Por consiguiente, el mundo parece estar po-

blado de aquellos que "sirven ala verdad". Sin em-

bargo, la virtud de la justicia tan pocas veces esta

presente, menos es reconocida y, casi siempre, es

odiada a muerte, mientras que el cortejo de las

virtudes aparentes siempre se ha beneficiado del

lujo y los honores. Pocos son los que, de hecho,

sirven a la verdad, porque pocos son los que po-

seen la pura voluntad de ser justos, y menos to-

davia los que tienen la fuerza para poder serlo. EI

mero hecho de tener voluntad no es suficiente: los

sufrimientos humanos mas terribles han sido cau-

sados precisamente por un impulse de la justicia

purgado de la potestad dejuzgar. Par eso, elmayor

beneficio del bienestar comun reside en el hecho

de sembrar, de 10 mas amplio posible, las semillas

del juicio que permite distinguir al fanatico del

juez y al afan ciego de ser juez de la capacidad

consciente para serlo. Pero ~d6nde se hallaria un

78


media para sembrar dicho juicio? Los hombres,

cuando se les habla de verdad y de justicia, per-

maneceran timidamente enclaustraclos en la duda

de si esunjuez 0un fanatico quien sedirige a elios.Por eso, hay que perdonarlos por haber eseogido

siempre con ins6lita benevolencia a aquellos "ser-

vidores de la verclacl"que no poseen ni la volun-

tad ni la fuerza que los faculta para juzgar y que

se dediean a buscar el conocimiento "puro e in-

efectivo" 0, para decirlo con clariclad, de esbozar

una verdacl que no conlleva ningun resultado.

4. Existen muchisimas verdades indiferentes, hay

problemas cuya evaluaci6n correcta no requiere

esfuerzos, ni mucho menos sacrificios, En este am-

bito indiferente e intrascendente, un hombre logra

convertirse en frio demonio del saber. Y, no obs-

tante, aun cuando en tiempos favorables las cohor-

tes de eruditos e investigadores se transforman en

tales demonios, lamentablemente siempre perdura

la posibilidad de que tal epoca earezca de ~na

profunda y rigurosa justicia, es decir, que. carezca

de la facultad mas sublime del llamado impulsede la verdad.

5. Imaginemos ahara a ese virtuoso hist6rico del

presente. c.Acaso es e 1 hombre mas justa de su

79



•ei .' .•• ••••.••' .••••••••••••

•••••••.

FRIEDRICH NIETZSCHE

tiempo? Par cierto, ha desarrollado en 5 1 tal ter-

nura y tal sensibilidad que nada humano le resulta

ajeno. Las epocas y personas mas diversasen se-

guida emanan de las cuerdas de su lira con lasnotas adecuadas; de esta forma, nuestro virtuoso

historico se ha convertido en un pasivo resonante

que, a la vez, transmite sus vibraciones a otros

pasivos semejantes hasta que, finalmente, toda la

atmosfera de una epoca esta preiiada de dichas

resonancias que, delicadas y armonicas entre 5 1 ,

vuelan libremente par el aire. Sin embargo, me

consta que solo se escuchan los armonicos superio-

res en cada tono fundamental de la Historia.iNo es

posible adivinar 10 rudo e imperioso del original

en el sutil y agudo tono esferico de estas coplas.

Mientras que el tone original suscitaba acciones,

apremios, terrores, este nos arrulla y 'nos convierte

en sibaritas suavizados. Es como si la sinfonia "He-

roica" hubiese sido adaptada para dos flautas y de-

dicada al deleite de fumadores de opio sumergidos

en sus sueiios. De 1 0 antedicho puede deducirse la

postura adoptada por los virtuosos ante la suprema

pretension del hombre modemo: la pretension deuna justicia mas pura y elevada; esta virtud nunca

es afable, no conoce las palpitaciones excitantes,

siendo dura y terrible. En comparacion con ella,

j que bajo nivel ocupa la magnanimidad en ta es-

80

SEGUNDA CONSIDERACl6N INTEMPESTIVA

cala de las virtudesl iEsa misma magnanimidad

que es la cualidad de unos pocos y destacados

historiadores! Son mucho mas numerosos aquellos

que apenas logran alcanzar la virtud de la to,Ie-rancia, ese reconocimiento de la validez de 10 In-

~~gable, la arbitraria modificacion y el re~oquemoderado y benevolo de las casas, suponiendo

astutamente que el inexperto interpretara como

una muestra de la virtud de la justicia el hecho de

que el pasado se narre sin agudezas y s~ una ex-

presion de odio. Pero solo la fuerza supenor puede

juzgar, la debilidad siempre s~ vera obligada a tol~-

rar, a menos que quiera fingrrse fuerte y convernr

la juscicia del tribunal en comediante.

6. Qyeda todavia una terrible especie de historia- -

dores: caracteres capaces, rigurosas y honestos

que, sin embargo, estan provistos de cabezas es-

trechas. En elias se encuentra la misma voluntad

de ser justos a s f como el pathos de la justicia: pero

sus fallos suelen ser falsos, mas 0 menos por las

mismas razones por las que son falsos los falIos

de los colegios de los juradas ordinaries. iQuepoco probable es, entonces,el hallazgo del talento

historico! Ni hablar de los egolstas y partidistas

. enmascarados que dotan su mal juego de un con-

siderable aire de cierta objetividad. Dejemos a un

81



FRIEDRICH NIETZSCHE

lado asimismo " d I· "a esas personas e todo msensatas

9ue, como hist?riadores, escriben guiados por la

~genua cree~~la de que su epoca tiene razon en

odas las 0plruones populares y que escribir enconcor:Ianaa con esa epoca significade por sf estar

en 10 cl~r~~; he aqui una creencia por la que vive

toda religion y sobre la cual, cuandode religion se

tra~a, no hay m a s que hablar. Estos ingenuos his-

tonad?r~s llaman "objetividad" a la medicion de

las opimones y actos del pasado en la escala de

val~res que brindan las opiniones del memento:

aqm ereen hallar el canori de todas las verdades:

s.u labor consiste en adaptar el pasado a la trivia-

lidad actual. Llaman, en cambio "subietiva" at d hi . ' "Jo . a." stonografia que no tiene por canon estasopiruones populares.

7. iY no es asf que aun la acepci6n mas refinada

d~,la pala?ra. ':objetividad" encierra siempre tam-

bien una ilusion? Con esta palabrase denomina

un. es~ado en que el historiador observa un aeon-

teClm~ento as! como a todos sus m6viles y conse-

cuencras c~n tal pureza que deja de surtir un efectosobre e l ,suJeto. Se ~r.eeestar ante algo semejante a

ese f~no~eno estetico, ese desprendimiento de

,to~o .mteres"personal can que e l pintor, sea en unpaIsaJe tormentoso con relarnpagos y truenos 0 en

82


un mar agitado, logra contemplar unicamente la

"imagen' esbozada en su propio interior," logrando

as! la inmersi6n cornpleta en las cosas. Sin embargo,

no es sino una supersticion la creenciade que La

imagen surgida de una persona con tal disposicion

suscita y reproduce la esencia empirica de las cosas.

c O es que acaso, en tales momentos, los objetos se

retratan, se calcan y se fotografian, por asi decirlo,

por S 1 mismos sobre un soporte puramente pasivo?

8. Esto seria una mitologia y, por 1 0 demas, una m i-telogia mal concebida: tambien significaria soslayar

que estemomento es el momento de creaci6n mas

intenso y masautonomo en el interior del artista,un momento de composici6n de mayor altivez,

cuyo resultado sera"un retrato que constade una

verdad artistica, pero no de una verdad hist6rica.

Concebir la Historia de estamanera objetiva esla

tacita labor del dramaturgo, 10 cual significa pensar

todas las cosas relacionadas entre siy construir un

todo a partir de los acontecimientos aislados: siern-

pre con el supuesto de tener que proveer de .un

plan a las cosas que carecen del 61.De esta mane-

ra, el hombre teje sus redes sobre el pasado para

dominarlo; de tal forma, se rnanifiesta su instinto

artistico, pero no"su instinto de verdad y de justi-

cia. La objetividad y el espiritu dejusticia no tienen,

83



•••••••

••••.••••

•••••' .•••' .•,•••••

FR IED RICH N IETZSCH E

entre sf , relaci6n alguna. Serfa imaginable una-his-

toriograffa que, purgada de toda verdad empiriea

cormin, pudiera sin, embargo aspirar al mas alto '

grade de objetividad. Grillparzer hasta osa expli-car: "iQue es la Historia sino la forma en que el

espiritu humane percibe los acontecimientos que

le resultan inescudrifiables: la manera de relacio-

nar cosas que solo Dios sabe sise corresponden; de

sustituir 1 0 incomprensible por algo comprensible

y de acljudicar sus propios conceptos de finalidad

exterior' a un todo que 5610conoce una finalidad

interior;' y Iuego, su manera de volver a suponer

el azar clonde acnia un millar de eausas pequefias? '

9. "Todo ser humane tiene simultaneamente su ne-

cesidad separada, de manera que millones de pers·

pectivas corren paralelas, en Iineas curvas y rectas,

una allado de la otra. Entrecruzandose, apoyan-

dose y obstaculizandose mutuamente, avanzan yretroceden, de manera que unas para otras adquie-

ren el caracter de coincidencias, por 10 cual resulta

imposible demostrar, una vez deducidos los efectos

de los fenomenos naturales, la existencia de una

causalidad que englobe y trascienda la totalidadde

los acontecimientos." iPero esjustamente tal causa-

lidad que se pretende sacar a la luz a modo de un

resultado 'demostrable de esa visi6n "objetiva"

84

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85

S EGU NDA CONSID ERACI6N INTE MPESTIVA

sabre las cosas!He aqui un proposito que, pronun-

ciado por un historiadora manera de un objeto de'

, fe, t a n solo puede adoptar una fo~~ asorr,tbrosa.,

Por cierto Schiller reconoce cart clarividencia el ca-,'

racter inrrinsecamente subjetivo de este supuesto,

cuando dice del historiador: "Un fen6meno tras

otro se despliega paulatinamente de! azar ciego, de

la libertad sin leyes, para integrarse, cual un esla-

bon perfecto, en un todo ann6nico qu~, en reali- ~,dad, s610 existe en' su imaginaci6n". Pero cque ",:,

pensar de ia afirmaci6n de tan celebre virtuos? ~s-

t6rico, expresada con tanta fe y con tan ~~Clal

levitaci6n entre la tautologia y la contradiccion:

"no es sino el hecho de que todos los actos e im- -::pulsos humanos estan sujetos al silen~oso y con ~.

frecuencia soslayado pero potente e irrevocable ~~

curse de las cosas"? En una afinnaci6n de esta in-

dole, la verd~d enigmatica es percibida, antes bien,

como una verdad no enigmarica; como en la Frase

del jardinerc cortesano de Goethe: "Puede fo~-

zarse a la naturaleza, pero nunea se la puede obli-

gar", 0 como en aquel cartel de u~ puesto de feria

del que habhi Swift: "Aqui puede verse el elefante

m a s grande del mundo con excepcion de S 1 'mis-

mo", Visto todo ello, dque diferencia se sup one que

existe entre el accionar y el obrar impulsivos de los

humanos y el curso de las cosas? ,



FR IEDR ICH N IETZSCHE

10. De todas formas, me llama la atenci6n que los

historiadores tales como aquel del que acabamos

de citar una frase dejan de ser instructivos en el

momento en que se vuelven generales y permitentraslucir la oscura sensaci6n de su debilidad. En

otras ciencias, las generalidades constituyen 1 0

esencial en tanto contienen las leyes cientificas,

pero si los enunciados como el que hemos citado

anteriormente asumen tener validez como leyes,

podria objetarse que el trabajo del historiador fue

en vano, dado que la verdad de tales frases, ·una

vez deducido ese residuo oscuro e inescudriiiable

del que hablabamos, es sobradamente conocida y

hasta trivial, pues saltara a la vista de cualquiera enel reducto mas lirnitado de sus propias experien-

eias. Pero proceder por ello a incomodar a pueblos

enteros y dedicar afios deestudios laboriosos a

este esfuerzo seria como acumular experimento

sobre experimento en las cieneias naturales cuando

la ley ya podria ser suficientemente probada por

el tesoro de los experimentos ya existentes. Segun

Zollner, hoy las ciencias naturales padecen, en

efecto, de tal insensato exceso de experimentos. Siel valor de un drama residiera iinicamente en la

idea principal y en su conclusi6n, el mismo drama

no serfa otra cosa que un largo, rebuscado y ex-

haustivo camino hacia supropio objetivo;por ello

86


espero que la Histori~ no halle su si~ficado en

las ideas generales, como flor y [rota, sino que. su

valor se desenvuelva en la circunscripci6n creanva

a un terna conocido y hasta cormin, una melodiade 1 0 cotidiano, para alzarla y elevarla al ~ve1 de

un simbolo universal, pennitiendo asi intuir, en tal

tema original, todo un mundo de profundid~~,

poder y belleza. .

11. Esto requiere, ante todo, una gr~ pote~~ia

artistica,· una levitaci6n creadora, una mmers.lOn

apasionada en los datos empiricos y e 1 re~arruen-

to poetico de los tipos existentes. Requiere, por

cierto, alglin grado de objetividad, pero como .una

cualidad positiva. Sin embargo, con frecuen~Ia la

objetividad no es mas que una fra~e. En lu~ar ~e

la calma interior destellante y extenormente mmo-

vil y oscura de la mirada artistica, a.menudo se in~-

tala la afectaci6n de la calma; tal como la carencia

de pathos y de fuerza moral suel~ disfrazarse de ob-servaci6n fria y distintiva. En ciertos casos, la ba-

nalidad de la convicci6n, aquella sabiduria vulgar

que fmge la calma y la sensatez unicam~nte en res-puesta al propio aburrimiento, osa manifestarse en

la superficie para hacerse pasar por es~ ~stado ar-

tistico en el cual el sujeto pennanece tacite y pasa

inadvertido por completo. Entonces, se busca todo

87



••••••••••• ••' .•••••••••' .•. '' .•••••••


10que no provoque exaltacion~ y la palabra m a s 'seca siempre es bien recibida, Incluso se llega a su-

poner que precisamente quien no se interesa en

absolute por U z : 1 momento del pasado es el indica-do para describirlo. A si se comportan a menudo

los f i lologos respeeto de los helenos: estes no Ie s

interesan en ,1 0 mas minimo, no cual tambien es

denominado "objetividad"! Alli donde deberfa

ser expuesto 1 0 mas sublime yexcepcional es don~

de resulta mas ofensivo ese distanciamiento inten-

cional y ostentativo, ese rebuscado, sobrio y llano

arte de motivaei6n, especialmente cuando la va·'

nidad del historiador impulsa a asumir aquella '

indiferencia que finge objetividad,

12. Par 10 dernas, tratandose de tales autores, es

aeonsejable motivar el propio juieio partiendo del

principio de que cada hombre tiene tanta vanidad

como falta de' inteligencia. No, ised, al menos,

sincerosl No busqueis la apariencia de la fuerza

artistica que realmente es digna de ser Hamada

~bjetividad; no busqueis Ia apariencia de lajusticia

51 no estais consagrados a la terrible vocaci6n deser justos. iQomo si la tarea de cada epoca fuera

ejercer la justicia ante todo 10 que ha sido alguna

vez! Aun m a s , las epocas y generaciones jamas tie-nen el derecho de erigirse como jueces por sabre

88

5EG l,INDA CON S10 ERACIQ N INTE MPESTIVA

todas las anteriores epocas y generaciones. Tan s610

a los individuos mas exeepcionales les compete, a

veces, tal, incomoda misi6n. ~Quien as obliga a ,

juzgar? IAdemas, debeis preguntaros si podeis serjustos aun si quisierais serlo! Como jueees debiais

estar par encirna de quienes deben ser juzgados,

pero vuestra unica virtud es la de haber lIegado

despues de ellos. Los ultimos invitados que llegan

al banquete, can toda razon, reciben los ultimos

asientos; y vosotros, drealmente pretendeis ocupar '

los primeros? De ser eso 10,que quereis, al menos

animaos a realizar alga grande y sublime; enton-

ces tal vez se as hara un lugar entre los primeros,

aunque seais los ultimos en Ilegar,

, ,

13. S616 desde la fuerza mas sublime del presente •.

debeis interpretar el pasado: s610 conla maxima '

atenci6n de vuestras cualidades mas nobles po·

dreis adivinar aquello que del pasado es grande,

,digno de ser conocido y preservado. La semejante

can 10 semejante. De 10 contrario, bajareis el pa·

sado hacia vosotros. No creais en una historio-

grafia que no nace de la mente de los espiritusmas distinguidos. Pera siempre podreis reconocer

cual es la ealidad de estos espiritus, cuando as

percatais de que necesitan recurrir a una idea

universal 0vuelven a formular algo que ya es co-

89

rt_ 7'--'"#±f---~ -t ~ - = = - = =



FR IEDR ICH NIETZSCHE

rminmente 'conocido. El verdadero historiadcir

debe tener la fuerza de transformar en algo inau-

dito aquello que es consabido y de proclamar 1 0

generalizado, en forma tan simple y profunda quela simplicidad soslaye 1 0 profundo y 1 0 profundo

soslaye la simplicidad. Nadie puede ser a la vez un

gran historiador, un artista y una mente estrecha.

Por otra parte, tampoco hay que despreciar a los

trabajadores que acarrean, supervisan y clasifican

los materiales de la.Historia, por el mero hecho de

que ellos no podran llegar a ser grandes historia-

dores; todavia menos debe confundirselos con

estos iilrimos. Antes bien, hay que comprenderlos

como necesarios colaboradores yobreros al servi-cio del maestro. Asi como, por ejemplo, los fran-

ceses, con mas ingenuidad de la que seria posible

eritre los alernanes, soHan referirse a los h is to rie ns d e '

M . Th iers . Estos trabajadores pueden llegar a ser,

paulatinamente, grandes cientificos, pero no por

eso lograran convertirse en maestros. Un gran

ciendfico y una gran mente estrecha S1pueden

caber debajo de un mismo sombrero.

14. En fm: s6lo el hombre experimentado y supe-

rior escribe Historia. Qyien no haya vivido algo

mas grande y elevado que los demas, tampoco

podra extraer algo grande y elevado del conoci-

90

-=-=. "F_

SEGUNOA CONSIOERACI6N I'NTEMPESTIVA

miento del pasado. La voz del pasado es siempre

la voz de un oraculo: solo en cuanto 'obreis como

arquitectos del futuro y conocedores de~presente, '

sereis capaces de comprenderla. ~oy se suele .aI.e-gar que la profundidad y extension del do;rumo

de Delfos residia en que los sacerdotes delficos

eran meticulosos conocedores del pasado. Sin em-

bargo, ha llegado el momentode :econoeer' que

solo aquel que construye e1.futuro nene ?::echo.a

juzgar el pasa~o. En la medld~ .en que rmreis haem

adelante y que os propongals ~na gran ~e.ta,lograreis dominar ese exuberante impulse analitico

que hoy devasta vuestro pres~nte y os to~a ~om-

pletamente imposible toda caI:rn~, todo crecimientoy toda maduracion serena. Ergmd en vuestro rede-

dar el cerco de una esperanza grande yplena, de

una ambiei6n prometedora. Formad en vosotros

una imagen del futuro y .olvidad la creeneia su-

persticiosa de ser meros ep1gonos. Teneis su~ciente

que reflexionar e inventar en euanto a l.a~da fu-

tura, perc no pidai,s a ~aHistoria.qu~ os m~lqll:e el

como y el con que. S I, en carnbio, mcurns en l;.s

vidas de los grandes hombres, de elias aprendereisel voto supremo de madurar y escapar del ene~-

tamiento Earalizante que emana de la educacion

de nuestra epoca y que ve su utilidad en abste-

nerlos demadurar para dominar yexplotaros por

91



•••. '••••••••••••

•.•••••••~.' .,' .••••

FR IE DR ICH N IETZSC HE

ser.inmaduros, Y 1 sirecurris a las biograflas, que

no sean aquellas cuya portada dice: "EI sefior tal

y su tiempo", sirioaquellas que lucen el titulo:

"Un luchador contra su tiempo", Saciad vuestrasalmas can Plutarco y osad creer en vosotros mis-

rnos a traves de la creencia en sus heroes. Con un

solo centenar de tales individuos, instruidos can

un espfritu no moderno, es decir, maduros y acos-tumbrados a 10heroico, ha de someterse ahora aletemo silencio a toda esa bulliciosa :cultura de

nuestro tiempo.

7

LE I sentido historico, cuando rige desenfrenada-

mente y se compromete con sus consecuencias,

desarraiga el futuro, pues destruye las ilusiones y

despoja el presente de su atmosfera vital. La justi-

cia hist6rica, aun cuando se practica gemiinarn.ente

y con la mas purf!. conviccion, es unavirtud ate-rradoraporque siempre socava y derroca 10vivo:

su juicio siempre conlleva una aniquilacion.

Cuando detras del impulso hist6rico no impera

un impulso constructivo, cuando no se destruye y

92


se desescombra para que un futuro, que ya vive

en' la esperanza, pueda edificarse sobre el suelo

despejado, cuando la justicia irnpera cual un fin

propio, e1 instinto creador se encoge y es despo-jado de todo coraje. Una religi6n, por ejemplo,

que es destinada a convertirse en saber historico

bajo el regimen 'de la justicia pura, una religion a

la que se pretende conocer a fondo comosi se tra-

tase de un objeto cientifico, finalmente terminara

siendo aniquilada. Esto ocurre porque el resumen

historico saca a Iuz tantos aspectos faIsos, rudos,

inhumanos, absurdos y violentos que inexorable-

mente quedara demolida la atmosfera de ilusi6n

piadosa en la que es posible la vida de los que la

desean. Sin embargo, s610 en el amor, 5610alres-

guardo de la ilusion del amor, es decir, s6lo en la

incondicional creencia en 10 perfecto y justo, el

hombre es capaz de crear.

2. Obligar a alguien a rio arnar incondicionalmente

es cortarle las rakes de su fuerza: inevitablemente,

por verse obligado a abandonar su sinceridad, se

disecara. A tales efectos de la Historia se opone elarte. S610 si la Historia soporta ser transformada

en arte, en una obra puramente artistica, puede

lograr conservar y hasta despertar instintos. Pero

una historiografla de tal indole, en efecto, serfa

93



FRI EDRI CH N IETZSCH E

opuesta al caracter analitico y antiartistico de nues-

tra epoca y seria calificada como una falacia. Una

Historia que s610 destruye, sin estar guiada por un

intrfnseco impulso cons tructivo , a la larga torna

innaturales e insolentes sus instrumentos: es que

tales hombres destrozan ilusiones y "quien des-

truye la ilusi6n en sf y en los demas sent castigado

por la naturaleza, que es el mas severo de los Ora-nos". Durante un tiempo, es posible ocuparse de la

Historia de forma totalmente inofensiva eingenua,

como si fuera una ocupaci6n a la par de cualquier

otra. En particular, la teologia parece ocuparse de

la Historia con absoluta indolencia y recien ahoraquiere reconocer que, al proceder de esta forma,

probablemente este obrando involuntariamente al

servicio del e c r a s e z de Voltaire. No ha de suponerse

que, por ella, surjan nuevos y potentes instintos

constructivos, a menos que se pretenda considerar

a la pretenciosa Congregaci6n Protestante como

el seno maternal de una nueva religion y al juris-

ta Holtzendorf (editor y prologuista de la todavia

mas pretenciosa Biblia Protestante) como un San

Juan a orillas del no Jordan. Es posible que, du-rante cierto tiempo, la filosofla hegeliana, que to-

davia humea en algunas viejas cabezas, en alglin

momento sirva a la propagacion de esa indolen-

cia, por ejemplo, mediante el intento de distinguir

94


la "idea del cristianisrno" de sus multiples e im-

p~rfectas "manifestaciones" y de convencerse a si

rrusmo de que debe ser el propio "amor a la idea"

el que conduce a revelar formas cada vez maspuras, hasta alcanzar la forma mas pura y trans-

parente, que apenas resulta perceptible dentro de

la mente del actual t he o lo g us l ib e ra li s v ul g ar is . Pero

cua~~o estos cristianismos altamente purificados

se dirimensobre los cristianismos impuros del pa-

sado, el oyente no iniciado, a menudo tiene la im -, ]

presion de que, en realidad,. no se esta hablando

~el c~stianismo, sino de... cque hemos de pensar?

cQye hemos de pensar cuando el "supremo teologo

del siglo" .des,~gnaal cristianism? como la religionque perrrute comprender, mediante los sentidos

todas las religiones existentes y tambien a1guna~

meramente imaginables", y cuando dice que la

"verdad 'I '''db' "r a era 1 9 esia e ena ser una masa fluida y

amoldable, en la cual cada parte se mueva de aqui

para alla y en la que todos los elementos se entre-

lacen padficamente entre si"? Entonces una vez, . '

mas, cque hemos de pensar? '

3. ~ qU,epuede aprenderse del cristianismo es que,

bajo la mfluencia de un tratamiento historicista ,se ha vuelto insolente e innatural y que llegara el

momento en que un tratamiento enteramente his-

95



••' .••I ·' .••••••..r.I.t,.I-I:, .:.

•' .••• .• •

•

•••

FRIEDRICH NIETZSCHE

t6rico, es decir, justo, 1 0 disolvera en' pura co-

nocimiento acerca del cristianismo y, can ello, 10

destruira. Lo mismo puede estudiarse en todo 10

que vive: deja de vivir cuando es completamente

seccionado y vive de forma enfermiza en cuanto

se 1 0 comienza a seccionar a traves del ejercicio

hist6rico. Hay quienes creen en la fuerza curativa,

transformadora y reformadora de Ia musica ale-

mana para los alemanes: perciben con indignaci6n

y como una injusticia, cometida contra 1 0 m a s vitalde nuestra cultura, que hombres como Mozart y

Beethoven sean sofocados por la afluencia erudita

de las obras biograficas y se yean forzados, me-

diante el atormentador sistema de la critica his-toricista a responder a miles de impertinentes pre-

, I

guntas. <!Noes asf que aquello que aun no esta

agotado, en cuanto a sus efectos vitales, se : r e pre-

.maturamente excluido de la contemporaneidad 0

almenos paralizado cuando se aplica la curiosidad

al sinfin de detalles microscopicos de las biogra-

Has y las obras y se buscan problemas co~ti.vos

justamente alli donde se deberia aprender a VlV1ry

a olvidar todos los problemas? Transportemos en

nuestra imaginaci6n a algunos de estos bi6grafos

modemos al lugar de nacimiento del cristianismo

o de la reforma Iuterana. Su sobria y pragmatics

curiosidad hubiera bastado para tomar irnposible

96

. .,.~

'.

5EGUNDA CON 5 1 DERACIC N INTE M PESTIVA

toda act io i n d is ta n s espiritual: asf es como el animalmas Infimo puede impedir la existencia del roble

mas robusto, tan s6Io devorando la bellota. Todo .

1 0 vivo necesita una atm6sfera, un aura misterio-sa; si se Ie quita ese medio, si se condena a una

religi6n, a un arte, a un genio a girar por el espa-

cio como unastro sin atmosfera, tampoco hay que

sorprenderse de su rapid a deshidrataci6n, su endu-

recimiento y su esterilizaci6n. A s f ocurre con las

grandes cosas que, por cierto, Unop ro sper- an cuando

fo lta la pizca de ilusion J~ como dice Hans Sachs en

L o s mae str os c an to re s.

4. Pero, asirmsmo, todo pueblo, todo individuo

que quiere madurar necesita estar recubierto por

tal ilusion, por esa nube que 1 0 protege y envuelve;

sin embargo, hoy se odia el madurar en sf porque

se venera mas la Historia que la vida. SI, incluso

se asume haber triunfado par haber logrado que

"la ciencia domine la vida". Es posible que esto

se alcance, pero es igualmente seguro que una

vida dominada de tal manera no vale mucho por-

que es mucho menos vida y promete muchomenos vida para el futuro que aquella que habra

sido . dominada, no tanto por el conocimiento

como por los instintos y las ilusiones imperiosas .

Es que, en efecto, como antes se ha clicho, no se

97



FRIEDRICH NIETZSCHE

pretende forjar la epoca de las personalidades fi -

nalmente maduradas y armoniosas sino, antes

bien, la del trabajo colectivo mas utilitario. Esto

significa unicamente: se pretende adiestrar a loshombres para los objetivos de la epoca y para que

puedan poner manos a la obra 1 0 antes posible;

estan destinados a trabajar en lafabrica de las uti-

lidades generales antes de estar maduros y, aun

mas, con este prop6sito se busca que no maduren

jamas, pues esto serfa un lujo que restaria una

gran cantidad de fuerzas "al mercado de trabajo".

Hay algunos pajaros a los que se ciega para que

canten mejor: yo no pienso que los hombres de

hoy canten mejor que sus ancestros, pero se que

han sido cegados desde muy temprano. En efecto,

el media, el medio atroz que se emplea para ce-

.garlos es una luz demasiado brillante, demasiado

repentina, demasiado cambiante. Los j6venes son

empujados, a latigazos, a traves de los milenios.

Mozos que no saben nada de la guerra, de la ges-

tion diplomatica 0 de la politica cornercial son

.considerados dignos de ser introducidos a la his-

toria politica. Pero, tal como eljoven corre a travesde la Historia, as! es como nosotros, los hombres

modernos, recorremos las galerias de arte, as! es

como escuchamos conciertos. Es cierto que senti-

mos que esto suena distinto de aquello, que aque-

98

5 EGUN DA CON 5 IDERACIO N INTEM PESTIVA

ll~tiene un efecto diferente de 1 0 otro. Perder pro-

gresivamente ese sentimiento de asombro, no sor-

prenderse ya excesivamente de nada y, finalmente, .

admitirlo todo can indiferencia: es esto · 1 0 que se

denomina sentido hist6rico a instrucci6n historica.

••••••••••••.•••••••••.

•••••••••

5. Digamoslo sin adornar las palabras: lamasa de

10 afluente irrumpe con tanta potencia, 10 sor-

prendente, 1 0 barbara y 10 violento inumpe con

tal poder, "en horrendos amasijos"~sabre el al~a

juvenil, que esta no ve otro remedio que recumr .

a la apatia intencional. Donde se hallaba una con-

ciencia mas refinada y firme, brota ahara otro sen-timiento: 1arepugnancia. El joven se·ha visto des-

arraigado hasta tal punto que ahara duda de todas

las costumbres y de todos los conceptos. Ahora

sabe: en cada epoca las casas fueron diferentes,

poco cuenta 10 que uno es. En una melanc61icain-

diferencia deja pasar ante S 1 una opinion tras otra

y cornprende la voz y el sentimiento de Holderlin

alleer la obra de Di6genes Laercio sobre lavida y

las ensefianzas de los fil6sofos helenicos: "Aqui

he experimentado de nuevo algo que me ha suce-dido en varias ocasiones: que el caracter fugaz y

cambiante de los sistemas y pensamientos .huma-

nos me resulta mas tragico que los destinos que

generalmente se toman como los verdaderamente

99



•••••••

•••••••••

•••••••••••e .·

•••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

reales". No, tal historicismo desbordante, ensorde-

cedor y violento no es, por cierto, necesario para

lajuventud, como 10demuestra el ejemplo de los

antiguos; y hasta es extremadamente peligroso,como 1 0 demuestra el ejemplo de los modernos.

Pero observese ahora a 1 estudiante de Historia, he-

redero de una indolencia prematura que se mani-

festaba ya en su temprana adolescencia. Ya ha asi-

milado y adoptado el "metodo" de trabajo, la

tecnica adecuada y el tono soberbio del maestro.

Un pequefio y aislado capitulo del pasado pronto

se convierte en victima de su sagacidad y del me-

todo aprendido; 5 1 , ya ha producido 0, en una

expresi6n mas vanidosa, ha "creado"; se ha con-vertido en servidor de la verdad por sus acciones

y en el senor de la historia universal. Puesto que,

como adolescente, ya estaba "formado", ahora esta

sobnf inmado: basta con sacudirlo para que los fru-

tos de su erudici6n caigan con gran estrepito a

nuestras manos; pero esta erudicion esta podrida

y cada manzana lleva un gusano. Creedme: si los

hombres estan destinados a trabajar y a ser utiles

en la fabrica de la ciencia antes de madurar, enpoco tiempo la ciencia misma quedara tan devas-

tada como los esclavos que son empleados pre-

maturamente en esa fabrica, Lamento que ya se

haya vuelto necesario servirse de la jerga de los

100


duefios de esclavos y los patrones para describir

condiciones que, en principio, deberian estar des-

provistas de utilitarismo y de necesidades existen-·

ciales, pero, inexorablemente, las palabras "fabrica",·~'~mercadode trabajo", "oferta", "explotaci6n" -en

En, toda la terminologfa propia del egoismo- acuden

a los labios a la hora de considerar la ultima gene-

raci6n de eruditos.

6. La s6lida mediocridad se vuelve cada vez mas

mediocre; la ciencia, en un sentido economico,

cada vez m a s utilitaria. Los eruditos m a s recientes,en realidad, son. sabios en un solo punto, pero, en

el, son m a s sabios que todos los hombres del pa-sado. En los demas puntos 5610son infinitamente

distintos -hablando cautelosamente- de todos los

eruditos de la vieja escuela. No obstante, recla-

man para S 1 honores y privilegios como si el Esta-do y la opini6n publica estuviesen obligados a

a<::eptar las nuevas monedas al valor de las anti-

guas. Los obreros han celebrado entre S 1 un con-

trato de trabajo y decretado que el genio es pres-

cindible, otorgando as! a cada uno la estampa degenio: probablemente una generaci6n posterior,

al contemplar sus edificaciones, se percatara de

que, lejos de haber sido construidas, han sido me-

ramente acarreadas. A los que incansablemente

101



FRIEDRICH NIETZSCHE

promulgru: los gritos de bata1la y de sacrificio de

la moderrud~d. "iDivision del trabajo! iEn ftla!",

h~?, que decirles rotunda y claramente: si preten-

~els promo:ver. la ?~encia c~n.la mayor rapidez po-sible, la aniquilareis tan rapidamente como se os

muere la gallina que forzais artificial y apresura-

d~ent~ a poner huevos. Es cierto que la ciencia

ha sido impulsada con una rapidez impresionante

durante . las ultirnas decadas, pero contemplad a

los eruditos., cont~mplad a esas gallinas exhaustas.

Estos eruditos distan mucho de ser naturalezas" I " ,armorncas ; solo saben cacarear mas que nunca,

porque ponen huevos can mayor frecuencia: sinembargo, 105 huevos se han vuelto cada vez mas

pequefios (aunque los libros sean cada vez m a svoluminosos) .

7 . Como ultimo y natural resultado de este proceso

s~rge la "popularizacion" (junto a la "feminiza-

Clan" e "infantilizacion'') de la ciencia, tan alabada

po: todos, es decir, la lamentable confecci6n del

~a~e ?e la ~ien~a a la me4ida del cuerpo de un

publico rruxto , por hablar de una actividad desastres con un lenguaje de sastreria, Goethe veia

en este proceso un abuso y querfa que las ciencias

no obren sobre el mundo exterior sino a traves de

una praxis superior. Las antiguas generaciones de

,. ,

102

SEGUNDA CONSIDERACION INTEMpESTIVA

,••••••••••••'••••.•••••••••••••••

eruditos consideraban tal abuso, con buenas razo-

nes, pesado y fastidioso. Por razones igualmente

buenas, tal abuso resulta facilrnente admisible a

los jovenes eruditos de hoy, dado que, con excep- "ci6n de algiln pequefio reducto del saber, elios

mismos constituyen un publico muy mixto y llevan

dentro de S 1 sus necesidades individuales. Con tan

solo ponerse comodos, rapidamente logran acce-

der a su pequefio campo de estudios mediante esa

mixta y popular necesidad de curios ear. Encima

se pretende denorninar a este acto de comodidad

"modesta condescendencia del erudito hacia su

pueblo", cuando, en realidad, el erudite no hizo

mas que descender a su propio nivel, no en cuantoes erudito sino en cuanto es plebe; Cread en voso-

tros la idea de un "pueblo": no la podreis pensar

suficientemente sublime y elevada. Si tuvieseis

una consideraci6n alta del pueblo, tambien hubie-

rais sido misericordiosos con el y as hubierais abs-

tenido de ofrecerle esa infusi6n historica como si

fuese un elixir de vida y de deleite. Pero, en el

fondo, no 10 considerais, porque no sois capaces

de sentir un sincero y profundo respeto par su fu -

turo. Actuais como pesimistas practices, quiero

decir, como quienes, guiados por el presentimiento

de la derrota, se vuelven indiferentes y negligen-

tes, tanto respecto del bienestar ajeno como del

103



••••••••••••••••

•••••••••••.•••••

FR rED R ICH N IETZSCH E

propio. jCon tal que el tempano nos siga sopor-

tando! Y si deja de soportarnos, tambien eso estara .

bien -esos son sus sentimientos-, tal es la ironica

existencia que viven.

8

1. Puede parecer extraiio,pero no contradictorio,

que atribuya, a una epoca que suele volcarse de

manera tan bulliciosa y despreocupada a la cele-

bracion de su cultura histories, cierta ironia de S Imisma que se origina en la convicci6n difusa de

que, en realidad, no hay nada que celebrar, en el

temor de que, quizas muy pronto ya.vla Iujuria del

conocimiento historico pertenecera al pasado. Un

enigma semejante, relativo a personalidades indi-

viduales, nos ha presentado Goethe en su nota-

ble caracterizacion de Newton: halla, en el fonda

(0 , m a s precisamente, en la altura) de su ser, "la

turbia intuicion de su injusticia". He aqui la ex-

presion, que se puede observar unicamente en

raras ocasiones, de una conciencia juzgadora su-.

peri or, una conciencia que logra adoptar una

perspectiva ironica sobre la naturaleza que, inex-

104

SEGUNDA CON S ID ERA C I6N IN TEM PEST IV A

tirpablemente, reside en el. Es por ella que s~eIe

hallarse, entre las personas dotadas de un s~nu~o

hist6rico mas amplio y refinado, una conciencia

aplacada y hasta volcada hacia el esc~I:~cismo.general de la incoherencia y l~, supersncion que

implica el creer que la educacion de un puebl?

debe ser tan .historica como hoy; pues, en reali-

dad, los pueblos mas vigorosos, y digo ~g~rosas

en cuanto a sus acciones y hazaiias, han vivido de

otra manera y han educado, de otro m?d? a su

juventud. Pero a no~otros -~sa es laoobjecion ~e

los escepticos- nos sientan bien esa incoherencia

y esa supersticion. A nosotros, los reza~ados, los

ultimos y palidos retofios de las generaClones ale-

gres y potentes, nos atafie la profeda de Hesiodo:

un dia los hombres comenzaran a nacer con los

cabellos plateados y Zeus aniquilara la especie

humana en manto perciba esta sefial,

2 La cultura historica es, por cierto, ese modo in-

n~to de contraer canas. Aquellos que llevan en. si

este signa desde la infancia estan c~ndenados a

adoptar la creencia instintiva de l~ veJez de la hu-manidad: sin embargo, a esta veJez corresponde

ahora una actividad de ancianos que consiste en

mirar hacia arras, resumir 1 0 acaecido, hacer eva-

luaciones y buscar consuelo en el pasado recu-

105



FRI EDRICH NIETZSCHE

rriendo ~ l~ ~emoria; en una palabra:ejercer la

cultura histonca. Perc la especie humana es tenaz

y perseverante y no quiere que se consideren sus

pasos -tanto hacia adelante como hacia atnis- en~il~nios, ni tarnpoco en cientos de milenios; es

"deClr, rehiisa que se la observe como un todo

"des~e la perspe~tiva del atomo infinitamente pe-

queno que constituye el hombre individual. iQue

p~eden alegar un par de milenios (0 , en otros ter-

mmos, e! plaza de treinta y cuatro vidas humanas

conse.cutl.:vas,calculadas en sesenta aiios cada una)

para justificar que se hable del cornienzo de este

perfodo como 'juventud" y de su culmirtaci6n

como ":vejez de la hum~dad"? iNo es as! que,

~te~ bien, en esta paralizante creencia en la an-

c~anldad de la humanidad se oculta el malenten-

dido de una concepcion cristiano-teo16gica here-

dada. d~ la Edad Media, aquella creencia en la

p.roxlnlldad del fill del mundo, en el cercano jui-

"~IO fmal que es aguardado con tanta angustia?

"eN0 hallamos a9u1 la concepci6n que hoy se dis-

~r~z.ac~n ~l.vestido de.una necesidad alterada del

jUIC.lO h1~tonco como si nuestra epoca, la Ultima de"~a~~agmables, estuviese facultada para emitir un

jUl~O .acer~. del pasado entero, un juicio queIa

creencia cns~ana n~~?judica, de ninguna manera,al hombre, sino al hijo del hombre"?

:i•"

106


3. Antes, ese memento mor i vociferado tanto ala hu-

manidad como al individuo particular constituia

un aguij6n tortuoso y tambien la espiga "delsaber

y de la conciencia medieval. La voz antagonica delos tiempos modernos, el memento u iu ere, aun suena,

hablando abiertamente, mas bien timida.no 'brota ""

de plena garganta y hasta parece estar dotada de

cierta falsedad. La humanidad se halla ensillada

todavia en el memen to m o n; 1 0 cual se dilata a traves

de su generaliiada necesidad de Historia. A pesar

de sus vehementes aleteos, el conocimiento no ha

podido librarse de sus amarras para desplegarse

hacia el cielo abierto; sigue sujeto a un profundo

sentimiento de desesperanza que ha adoptado esematiz hist6rico con el que estan hoy embarazosa-

mente ensombrecidas las superiores expresiones

de la educacion y la cultura. Una religion que, de

todas las hoi-as de una vida humana, tiene la ul-

tima por la mas importante, que predica el fm de

la vida en la tierra y condena a todos los seres vi -

vientes a vivir e l quinto acto de la tragedia, pro-

bablemente estimule las fuerzas mas pro fundas "y

sublimes, pero es hostil a toda siembra de 1 0

nuevo,a toda empresa audaz, a toda aspiraci6n

libre; rechaza todo vuelo hacia 1 0 des conocido ,

porque no cree poder hallar alli algo digna de seramado, ni tampoco esperanza alguna: solo admite

107



•••••••

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FRIEDRICH N IE TZS CH E

involuntariamente el apremio del porvenir, para

apartarlo 0 sacrificarlo justo a tiempo como a un

seductor de la existencia 0 a un traidor al verda-

dero valor de la vida.

4. Lo que hicieron los florentinos cuando, bajo el

efecto de las condenas publicas de Savonarola or-. '

garuzaron aquellos famosos holocaustos sacramen-

tales de cuadros, manuscritos, espejos y caretas, es

10 que el cristianisrno encierra para todas las cul-

turas que estimulan el progreso y tienen por voto

aquel memen to u i u e r e ; y cuando no es posible llegar

a ella por via directa, sin desvios, es decir, me-

diante la fuerza del poder, logra su objetivo a travesde la alianza con la cultura historica a rnenudo a,espaldas de la misrna, y, hablando a traves de ella,

se opone, con encogimiento de hornbros, a todo 10

venidero, extendiendo sobre el el manto de 10 de-

masiado rezagado y epigonico, en una palabra, de

las canas innatas. La amarga y profunda, la seria

observacion de.la invalidez del pasado, de la rna-

durez del mundo para el juicio final, se ha esfu-

mado en la concepcion esceptica de que, al fill Yal

cabo, es bueno conocer todo 1 0 que ha sucedido

po~que ya es demasiado tarde para haeer algo

meJor. A s! es como el sentido historico hace pas i -

vos y retrospectivos a sus subditos y, casi diria que

108

5EG UNDA CONS IDERACI6 N INTE M PESTIVA

solo en los momentos de olvido, cuando ese sen-

tido es interrumpido por un instante, ocurre que

"los que estan afectados par la fiebre historica "re-.

cobran actividad para luego pro ceder, ~an pronto

como se ha llevado a cabo una accion, a seccionar

"laohazafia, a'impedir su efecto mediante la obser-

vacion analitica y a despellejarla para trans for-

marla en "historiografla" En este sentido, vivimos

todavia en la Edad Media, la historiografia sigue

siendo todavia una teologia encubierta: de esta

manera la devoci6n dellaico por la casta cientifica

es una devoci6n heredada del clero. Lo que antes

se ofrendaba a la Iglesia hoy se ofrenda, aunque "

con mayor avaricia, a la ciencia. Sin embargo, lacostumbre de ofrendar ha sido inculcada desde

antafio par la Iglesia y no es propia del espiritu

moderno. Este, antes bien y como es sabido, suele

ser bastante avaro en e 1 reparto de sus buenas cua-

lidades y desdefioso en el ejercicio de la noble vir-

tud de la generosidad.

5. Probablemente, esta consideraci6n no agrade,

o agrade tan poco como la deducci6n del exceso

hist6rico del memen to mo r imed ie val y de la deses-

peranza que el cristianismo lleva en el corazon

respecto del porvenir de la existencia terrenal.

En ese caso, que alguien sustituya mi explica-

109



F.RfEDRfCH N IETZSCH E

ci6n, que expongo aqui con cierta cautela, por

otras mejores, pues el origeri de .la cultura histo-

rica -y de su intrlnseca y radical contradicci6n

respecto del esplritu del "tiempo nuevo" 0 de la"conciencia moderna'l- requiere a su vez un ami-

lisis hist6rico. La Historia tiene que resolver el

problema de S1misma, el conocimiento ha de

volver su aguij6n contra sf mismo. Este triple

deber constituye el imperativo del espfritu del

"tiempo nuevo", puesto que halla en el algo real-

mente nuevo, potente, vital y genuino. 0 acaso

sera cierto que nosotros, los alemanes -dejando

fuera de.este juego a los pueblos latinos- estamos

destinados a ser siempre iinicamente "descen-dientes" en todas las cuestionessuperiores de la

cultura, por la simple razon de no' poder ser otra

cosa, como 10ha expuesto Wilhelm Wackernage1

en una proposicion muy considerable: "Noso-

tros, los alernanes, inexorablemente, somas un

pueblo de descendientes; somas, pese a toda supe-

rioridad de nuestra ciencia y a nuestras creencias,

siempre los meros sucesores del mundo antiguo;

incluso aquellos que hostilmente se oponen a esta

condicion respiran incesanternente a La p,\r del

.espiritu del cristianismo, el espfritu inmortal de

la cultura clasica antigua y, puesto el casode

que alguien eliminara estos dos elementos de La

110

5 EGU NOA CON 51DERACI6 N INTEMPE5TlVA

atmosfera vital que envuelve a1interior del hom-

bre, no quedaria mucho parR seguir sosteniendo

una vida espiritual". .

6. Pero, aun si nos contentasernos con esta profe-

si6n de ser descendientes de laAnriguedad y nostranquilizasernos benevolamente co~ elio, si s610nos decidieramos a tomar esta profesion realmente

en serio y como algo giande y a reconocer en esta

decisi6n .nuestro" unico y distintivo privilegio: aun

asi, estariarnos obligados apreguntarnos si nues-

tro destine deberia ser siempre el de discipulos

de una Antigiiedad en declive. Alguna vez se nos

deberia permitir fijarnos paulatinamente unameta mas alta y mas lejana; alguna vez deberia-

mos obtener el derecho de adjudicarnos 1ahonra

de haber vuelto a evocar en nosotros -tambien

mediante nuestra historiografia universal- el espi-ritu de 1acivilizacion romano-alejandrina de modo

tan aterrador y magnifico que pudieramos proce-

der; como recompensa de mayor nobleza, a pr<?-

ponernos la tarea todavia mas desafiante de ante-

ceder al mundo alejandrino, para luego superarlo,

y aS1poder bus car con mirada valiente en e l an-

tiguo mundo helenico a' nuestros ejemp10s de 10

natural y de 10humano. Sin embargo, alii encon-

trarernos tambien la realidad de una cultura esen-

111



•••••••

•••••••••••••••.~••••••••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

cialmente ahistorica y, pese a -0mas bien por- cl io,indeciblemente mas rica y en plenitud vital. Aun-

que nosotros, los alemanes, no fuesemos mas 'que

meros descendientes: considerando tal culturacomo una herencia digna de ser adoptada por

nosotros, no hallariamos destine mayor. y mas

honorable que·el de ser herederos. .'

7. Con esto quiero decir unica y exclusivamente

losiguiente: que la idea, a menu do vergonzante,

de ser epigonos, concebida con grandeza, puede

ofrecer, a un individuo tanto como a un pueblo,

magnificosefectos y un anhelo de futuro en es-

peranza; esto es asi, en cuanto nos consideremos'herederos y descendientes de ,las potencias clasi-

cas y notables, hallando en ellas nuestro honor y

nuestro estfmulo. No seamos como los palidos yatrofiados retofios rezagados de las generaciones

imperiosas que llevan la friolenta existencia de

anticuarios y sepultureros de las culturas prece-

dentes. Por cierto, tales retofios rezagados viven

una existencia ironica: la aniquilacion sigue, pi-

s~ndol.es los talones, su rengueanteandar por lavida; tiemblan ante ella al alegrarse de 1 0 pasado,

pues son memorias vivientes, pero, no obstante,

saben que su memoria carece de sentido si no

quedan herederos. A sf ocurre que los envuelve la

112

SEGUNDA CONSIDERAC16N INTEMPEST1VA.

sombria intuici6n de que su vida carece de un

justificativo, porque no habra vida posterior que

. la pueda justificar.

. 8 :, Pero imaginemos que estos retofios tard£o~ ranticuarios de repente truequen su dolorosa eiro-

nica modestia contra la impudicia; imaginemoslos

proclamando con voz ensordecedora: nuestra es-

pecie ha llegado a su apogeo, pues recien ahora ha

Uegado.a conocerse a S 1 mismay a'revelarse en su

propia imagen. En este 'caso, obtendriamos un es-

pectaculo en. el cual se revelaria, com~ en una pa-

rabola, el enigmatico significado de cierta y muy

famosa filosofla de la cultura alemana. Creo queen este siglo no ha habido oscilaci6n 0 cambio

peligroso de la cultura alemanaque no se haya

tornado mas amenazador por la enonne y todavia

pujante influencia de dicha filosofta, que es .la fi -

Iosofla hegeliana. Por cierto, es un pensannento

paralizante y fastidioso el creerse retofio de los

tiempos; pero debe resultar rerrorifico y. deva~~a-dor si, de' repente, a causa de una osada inversion

de los valores, tal creencia procediera a deificar aeste retofio tardio como el verdadero sentido y

prop6sito de todo 1 0 acontecido .en el pasado, s~susapiente miseria se identificara con la perfeccion

de la historia universal. Tal concepci6n ha acos-

113

•



FRIEDRICH NIETZSCHE

tumbrado a los alemanes a hablar del "proceso del

mundo" y a justificar su propia epoca como la

consecuencia ineludible del mismo. Esta concep-

cion ha puesto .a la Historia, a modo de la unicasoberana, en el lugar de las demas fuerzas del es-

pfritu, a saber, el arte y la religi6n, dado que se la

ha defmido como "el concepto que se realiza a sf

mismo", "la dialectica del espfritu de los pueblos"

y "el juicio universal",

9, ~urlori~ente, esta visi6n hegeliana de la His-

tona ha sido denominada el deambular de Dios

sobre la tierra, alegando, a su vez, un Dios que es

un mero producto de la Historia. Pero ese Dios setorn6 transparente y comprensible ante sf dentro

de l~s seseras hegelianas y ya ha ascendido, con-

duc~do a traves de todos los escalones que la dia-

lectica ofrece para su devenir, hasta arribar a la

revelacion de S I mismo. De este modo, para

Hegel, la cima y punto [mal del proceso del

mundo hallan su cuhninaci6n en su propia exis-

tencia berlinesa. En realidad, Hegel deberia haber

dicho tambien que todo1 0que viniese despues deel habria de ser considerado como una mera coda

musical del rond6 de la historia universal 0 mas

aun, como alga prescindible. No 1 0 ha dicho. En

cambio, ha implantado, en las generaciones acidi-

114

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$EGUNDA CONSIDERACI6N INTEMPESTIVA

ficadas por su filosofla, esa adrniraci6n por el

"poder de la Historia'' que transforma practica-

mente todo momento en pura admiraci6n del

exito, conduciendo asf a la idolatria de los hechos;

un culto para el cual se ha establecido universal-

._mente el modismo, por cierto rnuy mito16gico y

por 10 demas muy aleman, de "corresponder a los

hechos", Perc quien una vez ha aprendido a do-

blar ellomo y bajar la cabeza ante el "poder de la

Historia" terminara asintiendo mecanicamente, a

la manera china, ante todo poder, tratese de un

gobierno, una opini6n publica 0 el regimen de la

mayoria. Acabara moviendo sus miembros a la

par del ritmoque este "poder" le marca a travesde los hiles. Vista que todo exito engloba una ne-

cesidad sensata, todo acontecimiento una victoria

de la logica y de la Idea, pues entonces ia arrodi-

llarse y a descender arrodillados todos los escalones

del "exito"! iQye ocurriria si dejaran de existir las

mitologias predominantes? iQy.e, si las religiones

estuviesen en proceso de extinci6n? Contemplad

nornas, la religion del poder his torico , iprestad

atencion a los sacerdotes de la mitologia de las

ideas y a sus rodillas desgastadas ! iDe hecho, noes asi que todas las virtudes se han convertido en

el sequito de .esta nueva fe? iAcaso no es una ex-

presi6n de altruismo que e l hombre hist6rico se

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FR IED RICH N IETZSCH E

deje reducir a un espejo objetivo? iNo es un acto

de magnanimidad el de renunciar a todo poder, en

el cielo y en la tierra, por adorar, en todo poder, el

poder en sf? iNo es una manifestaci6n de justicia

el sostener siempre los platillos de la balanza y ob-

servar con templanza emil de elias se inclina por

ser mas poderoso y pesado? iY que eseuela hono-rable constituye tal contemplaci6n de LaHistoria!

Verla todo de manera objetiva, no enfurecerse por

nada, no amar nada, admitirlo todo, Icomo nos

toma suaves y amoldables! Y euando alguna vez

alguien que fue educado en esta escuela llega a en-

furecerse y a enojarse en publico, uno se alegra

par ella, porque es consabido que se trata de unaexpresion meramente artistica; es ira y estudio, .

pero totalmente s in e i ra e t s t ud io .

10. iCuan anticuados son los pensamientos que

llevo en mi corazon contra tal complejo de mito-

logia y virtud! Pero que sean expresados, pese a la

risa de los demas. Dina, entonces, que la Historia

ensefia siempre: "erase una vez" y trasmite la

moral eorrespondiente: "no debeis" 0 "no debiais

haberlo hecho". De esta manera, la Historia se

convierte en un compendio de inmoralidad fac t ica ,

jCuan grave seria el error de aquel que compren-diese a la Historia como la jueza de esta inmorali-

116

SEGUNDA CONSIDERACtQN INTEMPESTIVA

dad factica! Par ejemplo, ofen de a la moral el

hecho de que un Rafael muriera a los treinta y seis

afios: un ser as! no deberia morir. Si quereis soco-

rrer a la Historia como apologistas de los hechos,

diriais casas semejantes a: Rafael expres6 todo 10

que llevaba dentro; de haber vivido mas tiernpo,

hubiera seguido crean do siempre la misma belleza,

pero nunca una belleza diferente. De esta manera,

os comportais como abogados del diablo, pues

idolatrais elfactum y el exito, obviando as! que el

factum siempre es terco y siempre ha tenido mas se-

mejanza con un ternero que con un dios. Como

apologistas de la Historia, la ignorancia ademas (!s

vuestro apuntador: tan s610 porque no sabeis enque consiste una n a tu ra n a tu ra n s como la que re-

presenta Rafael, no los hace perder la calma oir

que elia ha existido una sola vez y que nunca vol-

vera a existiro

11. Recientemente, alguien nos ha querido incul-

car que Coerhe, a sus ochenta y dos afios, habia

agotado ya sus fuerzas vitales. Pero yo cambiaria

con gusto carretas enteras de biografias j6venes y

extraordinariamente modernas par algunos aries

de -este Goethe "agotado", para poder participar en

dialogos como aquellos que mantenia con Ecker-

mann y preservarme aSIde todas las instrucciones

117



FR IED RIC H N IETZ SC HE

actuales de los legionarios del momenta. lCuan

pocos son los vivos que tienen derecho a la vida

ante tales difuntos! Qye los muchos viven y aque-

llos pocos ya no, no .es mas que una cruel reali-dad, un irremediable absurdo, un tosco "esto es

asf" que se opone a la moral, que dice: "no debiera

ser asf" Sf , ise opone a la moral! Porque, aleguese

la virtud que .se quiera: de la justicia, la geg.erosi-

dad, el valor, la sabiduria 0 la compasion del hom-

bre, en todas partes el hombre es virtuoso en

cuanto se .rebela contra el poder ciego del factum,

contra la tirania de 1 0 real y se somete a leyes que

no son las leyes de las fluctuaciones historicas,

Siempre nada contra la corriente historica, ya seapar combatir sus propias pasiones, que reflejan la .

consecutiva estupidez factica de su existencia, 0

par comprometerse a ser sincero cuando la men-

tira teje sus brillantes redes en torno a el. Si la His-

toria no fuera mas que un "sistema universal de

pasion y error", el hombre deberia leerla como

Goethe ·aconsejaba que se leyera el Werthet} como

si la Historia exclamara: "jSe hombre y no sigas

mi ejemplo!". Afortunadamente, la Historia con-

serva tambien la memoria de los grandes lucha-

dares contra la Historia, es decir, de los luchadores

COntra el ciego poder de 1 0 real. A S I , se pone a ' s , l

misma en 13.picota por destacar como autenticas

118

SEGUNDA cONsiDERACI6N INTEMPESTIVA

naturalezas historicas precisamente aquellas q'll;e

poco se interesaron par el "asi es", para perseguu

can sereno .orgullo e l "as! debe ser", No el llevar

a la tumba a su generaci6n, sino el fundar unanueva generacion: eso lo s imp~lsa inces~temente

y, aunque ellos mismos hubiesen n~cl.do' como

retofios tardios, existe un modo de vrvir que les

permite olvidarse de ello. Es par ello que las ge-

neraciones venideras no venin en ellos otra cosa

que precursores.

9

L d Acaso sera que nuestro tiempo es un precur~or

como tal? En efecto, la vehemencia de su sentido

historico es tan grande y se expresa de una manera

tan universal y tan ilimitada que al menos las gene-

raciones futuras alabaran su proceridad precurs~ra,

si es que tales generaciones futuras, en un sentido

cultural, llegaren a existir.

2. Sin embargo, es precisamente en 1 0 concerniente

a 1 0 antedicho donde persiste una duda embara-

zosa. Estrechamente ligada al orgullo del hombre

119



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••••••••

FR IED R ICH N IETZSCH E

modemo, encontramos la ironia de S I mismo la. . ,conciencia de estar condenado a vivir en un estado

de animo historicista y, a la vez, crepuscular, el

temor de no poder preservar siquiera el rastro de

sus csperanzas y energias juveniles respecto del

futuro. Aqui y alla se promueve aun mas el cinisrno

y se in~is~een justificar, acorde al ~on dnico y

con el umco fin de preservar la utiIidad diaria del

hombre modemo, eI curso de la Historia y hasta

la ev~lucion universal entera: todo tenia que aeon-

tecer Justo como ocurre ahora y el ser humano no

podia llegar a ser diferente de 10 que es hoy; con-

tra este voto n~die, debe opo.nerse. Aquellos- que

no soportan Ia irorua se refugtan en la comodidadde un cinismo semejante; como: si fuera poco la

ultima decada Ies ofrececomo regalo una de sus

mas bellas invenciones, una fonnula redonda con-

clusa y apta para esta clase de cinisrno: denomina

la.forma despreocupada de vivir a Ia usanza de la

epoca " !~.ntrega de 1~personalidad al proceso del

mundo .. ILa personalidad y el proceso del

mundo! lEI proceso del mundo y Ia personalidadde Ia pulga terrenall

3. iSi al menos uno no escuchase siempre la hi-

perbole de todas las hiperboles, Iapalabra mundo,

mundo, rnundo, cuando, en realidad no habria, .

120

5 EGUNDA CONSID ERACI6N I NTEM PESTiVA

que hablar sino del hombre, hombre, hombre!

iHerederos de los griegos y romanos? iHerede-

ros del cristianismo? A los dnicos esto no les in-

teresa en absoluto. Pero iherederos del procesodel mundo.. vanguardia y meta del proceso del

mundo! iSentido y solucion de todos los enigmas

del devenir, expresado en el hombre moderno

como el fruto mas maduro del arbol de la con-

ciencia! Esto es 10 que llamo un alto sentimiento

pulsante; par esta estampa se distinguen los pte-

cursores de todos los tiempos, aunque sean ·los

iiltimos en llegar. La concepcion de la Historia

nunca ha volado tan alto, ni aun en suefios, por-

que ahara la historia de la humanidad se ha con-vertido en la mera continuacion de la historia de

los animales y las plantas; en las maximas 'pro-

fundidades de los mares, el universalista his tori-

co cree encontrar rasgos suyos con forma de un

mudlago viviente; contemplando cual un mila-

gro el extraordinario camino que ha recorrido

hasta el presente, se le nubla la vista al ver la ima-

gen aun mas milagrosa del mismo hombre mo-

derno que ahora ha adquirido la capacidad decontemplar la totalidad de ese camino. Altivo y

soberbio, se situa .en la cima de la pirarnide del .

proceso del mundo y, poniendo allf la pieza final

de su conocimiento, parece gritar a la naturaleza

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121




que 10 rodea y que afina el oldo: "Hernos llegadoala cima, somos la cima, somos la naturaleza lle-

vada a su perfection".

4. Tan soberbio europeo del siglo XIX, jni vuelas!

Tu conocimiento no sirve para complementarIa

naturaleza sino solo para destruir la ·tuya. Simple-

mente compara la altura de tus conocilnientos con

la insuficiencia de tus posibilidades. Es verdad

que, a traves de losrayos solares de tu saber, tre-

pas hacia al cielo, pero, a la par, desciendes ·tam-

bien hacia el caos. Tu forma decaminar, es decir,

de trepar como sapiente, es tu maldicion, Para t t ,

suelo y fundamento se desvanecen en la incerti-

dumbre, en tu vida ya no hay mas' puntales sino

tan solo telarafias queel manotazo de tu saber

vuelve a desgarrar una y otra vez. Pero basta de

palabras serias sobre esto, pues es posible decir

otras mas alegres.

5. El frenetico y despreocupado astillar y desme-

nuzar de todos los fundamentos, su disoluci6n en

un devenir que siempre fluye y se bifurca, el in-cans able desenredar e historiar de todo 10 que ha

sucedido par parte del hombre moderno, aquella

gran araiia de jardin que se situa en el centro de

la red cosmica; todo esto puede ocupar e inquietar

122

~

al moralista, al artista, al devoto y, por supuesto,

tambien al hombre de.la politica. Sin embargo, en

1 0 que respecta a nosotros, divirtamonos mirando

todo aquello como a traves del brillante espejomagico de un parodista filosofico, en cuya cabeza

el tiempo, con claridad y "hasta con vileza" (para

hablar a la manera de Goethe), ha tornado con-

ciencia ir6nica de S I misino. Hegel nos ha enseiiado

que, "cuando el espiriru da un salta, los filosofos

tambien 1 0 dames". Nuestra epoca ha dado un

salto hacia la ironia de 5 1 misma y,.iveasel, ahi se

nos presenta E. von Hartmann, habiendo escrito

su famosa filosofla del inconsciente 0; para .decirlo

can mayor claridad, su filosofla de la ironia in-'

consciente. Rara vez se ha leido una invencion

mas divertida y una bufonada mas filosofica que

la de Hartmann. Qyien, a traves de su pensa-

miento, no queda ilustrado, hasta ordenado ensu

interior acerca del tema del devenir, esta verdade-

ramente listo para el "haber sido". El comienzo y

la fmalidad del proceso del mundo, desde elp~erasombro de Ia conciencia hasta el golpe que la ca-

tapulta hacia arras y a la nada, la precisa defini-cion de la tarea que compete a nuestra generaci6n

en 'tal proceso delmundo: todo esto es ilustrado

can elgracioso e ingenioso 'bamiz de la inspira-

cion y alumbrado con una luz apocaHptica; todo

. . _.

$EGUNOA CONSIOERACI6N INTEMPESTIVA

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••••••••23

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esto es imitado de modo tan engaiioso y pres en-

tado con tan conservadora seriedad que hasta pa-

rece tratarse de .filosofla seria y no de filosofla

humorfstica. Este eonjunto convierte a su creadoren uno de los primeros parodistas de todos los

tiempos; sacrifiquemosle, entonees, en su altar; sa-

crifiquernosle, a este inventor de una verdadera

medicina universal, un rizo de pelo, para remitimos

a una de esas expresiones de admiraci6n esboza-

das por Schleiermaeher. iQye medicina podrfa ser

mas efectiva contra el exceso de cultura historica

que la parodia que Hartmann nos presenta aeerca

de la historia universal?

6. En pas de expresar sobriamente 1 0 que Hart-

mann proclama desde el tripode humeante de la

ironia inconsciente, habria que decir: nos proclama

que nuestra epoca debe ser tal cual es para que la

humanidad se harte algtin dia de la misma. Eso 10

queremos creer de todo corazon. Esa aterradora

osificacion de nuestra epoca, ese intranquilo cas-

tafiear de los huesos que David Strauss nos ha

deserito ingenuamente como hermosfsirna reali-dad, es justifieada par Hartmann no s610 desde elpasado, e x caus is d f ic ie n ti hu s , sino tambien desde la

perspectiva del futuro, ex causaf ina l i s. El muy atre-

vido proyeeta luz sobre nuestro tiempo desde el

124

5 EG U N OA CON S ID E RA C IQ N I NTE M PEST IV A

dia del juieio final, haciendonos ver entonces que

nuestro tiempo es muy bueno, especialmente para

aquel que quiere sufrir euanto .sea posible la indi-

gestabilidad de la vida y no puede esperar a quellegue eljuicio [mal. Hartmann llama "edad viril"

a la epoca a.la cualla humanidad se esta acercando

ahora. Sin embargo, segun su deseripci6n , es este

e1 estado feliz en que predomina una "salida me-

diocridad" y en que e1arte se convierte en algo se-

mejante "a la farsa de la tarde que presencia .~~1

agente de bolsa hermes". En consecuencia, se atiene

entonees a la condici6n de que "los genios ya .no

son una necesidad de la epoca, porque eso seria 10

mismo que echar perlas a los eerdos y tambien

porque la epoca ha superado ya la fase en que 's cprecisaban genios, para encaminarse a alga mas

importante", es decir, a ese estadio de la evolucion

social en el que eada trabajador "con un horario

laboral que Ie deja suficiente tiempo de ocio para

su fonnaci6n intelectual tendra un pasar conferta-

ble". Atrevido de los atrevidos, expresas los anhelos

de la humanidad contemporanea, pero conoees

tambien el fantasma que despertara al cabo de esaedad viril de la humanidad, que es aquella for-

macion inte1ectual hacia la salida mediocridad: la

repugnancia. Sin duda, nuestra situacion es del

todo lamentable, pero el futuro sera. mas lamenta-

125



FRIEDRICH NIETZSCHE

ble aun: "de manera ostensible, el anticristo se esta

abriendo paso paulatinamente"; pero esto debe

ser asi, debe suceder asi, pues de ese modo estamos

enc~inados en el mejor camino hacia laorepug~nancia contra 10 existente, "Entonces adelante ,

con paso firme , a traves del proceso del mundo,

como trabajadores en la vifia del Senor, pues s6lo

el proceso nos conducira a la redencion," -

7.iLa villa del Senor! iEI procesol [A la redencionl

iQuien no escucha aqui esa cultura historica que

5610 conoce la palabra "devenir", esa cultura que

se ~nmascara deliberadamente a modo de una pa-

r~dia deforme que, detras de esa mascara grotesca,

dice sobre sf misma las casas' mas maliciosas? Por-

que cque es 10 que pide, al [mal de euentas este

ultimo y penetrante llamado a los trabajadores de

la villa? iEn que tarea deben proceder con paso

firme? 0, para preguntarlo de otra manera, ique

le queda por hacer al hombre de la cultura histo-

rica, al modemo fanatico del proceso que nada y

se ahoga en el rio del devenir, para poder cosechar

esa e~quisita uva de la vifia que es la repugnaneia?No nene mas que continuar vivien do como ha

vivido, continuar amanda 10 queha amado, conti-

nuar odiando 10 queha odiado y continuar leyendo

el peri6dico que siempre ha Ieido; para el, solo'

1;1

I:I: '

126

S EGU t'oIDA CONSID ERACIO N I_NTEMPESTIVA

••••••••••••••••

•••••••••

•••••••••

:~ existe un pecado: vivir de un modo diferente del

que ~~sta ahora ha vivido. Pero la forma en que

~a vivido nos muestra, con la impresionante cla-

ndad de los petroglifos, aquella pagina famosa

con sus frases impresas en letra grande que ha

causado un extasis ciego y. una rabia fervorosa

en toda la fermentacion cultural conternporanea,

p?r~ue.enesas frases erda haber hallado su pro-

pia justificacion, una justificacion alumbrada con

luz ap,ocal£ptica. Porque, de cada individuo, el in-consciente parodico exigia "la entrega completa

de ,la, personalidad al proceso del mundo y a.su

objetivo, que es la redencion del mundo", 0 di-

ciendolo con aun mayor transparencia y ciari-dad, "el sf a la vida es proclamado como la unica

opcion valida del momenta, dado que solo en la

entrega total a la vida y a sus padecimientos, no

e~ la coba:de renuncia personal yen' el aisla-

miento, reside el apoyo· al proceso del mundo'"

"Ia aspiracion hacia una negacion de la voluntad

propia es tan insensata e inutil, 0 incluso mas in-

sensata que. el suicidio". "El lector pensante Com-

prendera, sin mas alusiones, como estaria esbo-

zada una filosofia practica fundada en estos

principios y que tal filosofia no puede significar

u.~ .desvio de la vida, sino una plena reconcilia-

CIOn con ella."

127

•



•••••••••••••••

•••••••••••,•••••


8. Ellector pensante comprendera, 'pero ifue po-

sible malinterpretar a Hartmann! Y jque indeci-

blemente divertido es percatarse de que, ha sido

malinterpretado! isera.que los alemanes modernosse han vuelto, de repente, m a s sutiles? Un robustoingles encuentra que carecen de delicacy q(perception

y hasta osa decir que "in the gennan mind there does

s eem to b e s om eth in g s pla y, s om eth in g b lu nt- ed ge d, u nh an dy

and i n fe li ci tou s" . iAcaso tendra alga que objetar el

gran parodista aleman? Es cierto que, segUn sus

explicaciones, nos estamos acercando a "aqueles-

tado ideal en que la especie humana construye su

Historia can conciencia"; pero ostensiblemente,

estamos todavia muy lejos del estado, quizas aunmas ideal, en que la humanidad lee con conciencia

ellibro de Hartmann. Cuando esto ocurra nadie

dejara escapar entre sus labios la expresi6n "pro-

ceso del mundo" sin esbozar una sonrisa, pues

recordara el tiempo en que se escuchaba, absor-

bia, objetaba, veneraba, difundia y canonizaba el

parodico Evangelio de Hartmann con toda la mo-

ralidad de aquella G erm an m in d y hasta con "la se-

riedad grotesca de la lechuza", como dice Goethe.

Pero el mundo debe seguir adelante, ese estado

ideal no se puede alcanzar meramente sofiando, es

preciso luchar por el y conquistarlo, y solo a tra-

ves de la alegria se encontrara el camino que lleva

128

5 EGU NDA co NSID ERAC10N INTEM PESTiVA

a la redencion, a la salvacion de la falaz seriedad

de la lechuza. Llegara el tiempo en que la huma-

nidad desistira, en una sabia decision, de remitirse

a construcciones tales como la del proceso univer-

sal 0 de la historia de la humanidad, un tiempo enque no se consideraran -unicamente las masas,

sirio tambien los individuos, que tienden una espe-

cie de puentepor encima de Ia bramante corriente

del devenir. Esos individuos no prolongan un pro-

ceso sino. que viven en una contemporaneidad

atemporal, gracias a la Historia que permite esta

constelacion; viven como en la republica de ge-

nios de Schopenhauer. Un gigante llama a otro a

traves de los desolados intervalos del tiempo y asiel sublime dialogo de los espiritus continua, sin

verse perturbado par el pretencioso murmullo de

los enanos que se arrastran en 10 bajo. El voto de

la Historia es ser la mediadora entre elios, proveer-

les las fuerzas necesarias y asi incitar, una y otra

vez, a la creaci6n de 10 grande. No, no es posible

hallar el objetivo de la humanidad en su [mal, sino

iinicamente en sus ejemplares mas destacados. -

9. Contra ello, nuestro personaje divertido, dota-do de esa admirable dialectica que es tan poco

verosfrnil como son admirables sus admiradores,

dina: "tan poco como seria compatible con el con-

129

•



FRIEDRICH NIETZSCHE

-ceptode la evolucion el atribuir una duracion in-

finita en el pasado al proceso del mundo, puesto

que toda evolucionirnaginable, entonces, deberfa '

haber transcurrido hasta el momento y, por cierto',' .

este no es el caso" (ioh, he aqui el burlonl}, tan

poco podemos atribuir al proceso del mundo una

duracion infinita en el futuro, dado qt1e ambos su-

puestos se conrrarrestarian y harlan opsoleta la

idea de una evoluci6n hacia un mismo fm (i oh,

nuevamente el burl6n!), 10cual situaria e l proceso '

del mundo a la par del aba~tecimiento de agua por

parte de las Danaides. Pero la victoria irrevocable

de 10 l6gico sobre 10 il6gico (ioh, burlon de bur-

lones!) "debe coincidir con el fin'temporal del pro-ceso del mundo, esdecir, en el juicio final". No,

espiritu daro y burlon, mientras 10 ilogico preva-

lezca como hoy, mientras todavfa se pueda hablar,

por ejemplo, como tu 1 0 haces, del "proceso del

mundo" con asentimiento general, el dia del juicio

esta muy lejos: aiin prevalecen muchas cosasale-

gres en la tierra, florecen muchas ilusiones, par

ejemplo las ilusiones de tus contemporaneossobre

ti, todavia no estamos maduros para ser catapul-

tados hacia arras, hacia tu nada; es que creemosque, en ade1ante, sera todavia mas divertido aquf, "

una vez que se haya comenzado a comprenderte a

ti, ser inconsciente incomprendido.

130

5 EGUNDA CONS IDERACI6N INTE MPESTIVA

, 10. Pero si, a pesar de todo, la repugnancia avi-

niese con poder, como ttl has profetizado a tus lee-

tores, si tus descripciones de tu presente y futuro

resultan ser acertadas -y nadie ha despreciadotanto a ambos, nadie 16s.ha despreciado tanto, can., ,

tanta repugnanaa, como tu-, en ese caso estare

benevolamente dispuesto a votar con lamayoria,

en 1~fomia que ill propones, que al atardecer del

pr6ximo sabado, exactamente a las doce, tu

mundo se derrumbe;·y nuestro decreto podria

coneluir: a partir de manana, el tiempo y 10$ pe-

ri6dicos quedaran suspendidos. Pero quizas no se

produzca efecto alguno y habremos decretado en

vano; bien, en ese caso, nos queda todavia tiempopara realizar un bello experimento. Tomaremos

una balanza y pondremos en un platillo el incons-

ciente y, en el 'otro, el proceso del mundo de

Hartmann. Hay quienes creen que ambos platillos

pesaran 10 mismo, dado que, en cada uno de los

platillos habria una palabra tan mala y,una broma

tan buena como en el otro. Una vez que se hay a

comprendido la broma de Hartmann, nadie. ten-

dra necesidad de emplear el modisrno "proceso

del mundo" sino en broma. En efecto, desde hace

rata ha llegado la hora de arremeter, con el ejer~to

de la malicia satirica, contra los excesos del sentido

hist6rico, contra e l gusto exuberante por los pro-

131

•••••••

.•••••••••••••••

••••••••••



••••••• •

• •••••••••••••••••••.•••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

cesos a costa del ser y de la vida, contra el des-

plazamiento delirante de todas las perspectivas; y

debe reiterarse, en elogio del autor de la Filosofia

del inconsciente, que fue el quien, antes que nadie,.sintio agudamente 1 0 ridicule de la noei6n del

"procesodel mundo" y quien ha logrado, 'a traves

de la notable seriedad de sus exposicionesque los

demas 1 0 sientan con aunmayor agudeza.

11. De momento, no debe interesamos emil es la

finalidad del "mundo" ni de la "humanidad", a no

ser que pretend amos hacemos una broma a noso-

tros mismos: es que la presuncion de la infima'

oruga humana, por cierto, es 10 mas ridiculo ydivertido que existe en los escenarios del mundo.

Pero, eso si, cuestionate la finalidad de tuexistencia

como individuo y, si no hallas quien te pueda con- .

testar,intenta justificar tu existencia a p o s te rio r i } .

proponiendote un objetivci, una meta, una "fina-

lidad", un alto y noble "por ello". A si sea que su-

cumbas en esa empresa: yo no conozco mejor

precepto en la vida que sucumbir en la pretension

de 10 grande y 10 imposible, an imas magna e p rod igu s . .

Si, por el contrario, las doctrinas del devenir sobe-

rano, de la fluidez de los conceptos, tipos y espe-

cies, de la carencia de. toda diferencia cardinal.

entre el hombre y el animal -doctrinas que tengo

132


par verdaderas, pero letales-, continuan siendo

lanzadas al pueblo, a.causa del actual deliria por

la instruccion, durante una generaci6n mas , nadie

debera asombrarse si ese pueblo sucumbe pot losegoismos bajos y miserables, par la osificaci6n y el

egocentrismo, par derrumbarse luego de dejar de

ser pueblo: esto ocurrira cuando aparezcan, en. el

escenario del futuro, sistemas de egofsmos parti-·

culares, fraternidades con el fin de explotar a los "

que no son hennan~s y semejantes creaciones de I.~

la vulgaridad utilitarista. Continuese pues, en pos"

de despejar el camino a estas creaciones, escri-

biendo la Historia desde el.punto de vista de las-:;;

mas a s y bus cando en ell as las leyes que puedan:deducirse de las necesidades de las masas, eS decirr

~.

de las leyes, que remueven los estratos bajos, el "

barro y la arcilla de ·la sociedad. En mi vision, las

masas solo 'son dignas de atenci6nen tres sentidos:

como copias borrosas de los grandes hombres,

hechas en pape! malo y con planchas de impresion

gastadas; como micleos de la resistencia contra los

grandes y, por ultimo, como instrumentos de los

grandes. En todo 10 dernas, j que a las masas se las

lleve eldiablo y la estadistical le6mo se entiende

eso de que la estadistica demuestra la existencia

de las leyes hist6ricas? cl.eyes? La cierto es que

demuestra cuan vulgar y repugnantemente urn-

133

=-=--------"'"':-.--- ._---- t:':~';· ·: ·_ .l ' •



FR IE DR IC H N IET ZSCH E ·

forme es la masa: cacaso deben tomarse porleyes

los efectos de esa fuerza de gravedad que son la

estupidez, la imitaci6n, el arnor y el hambre? De

acuerdo, lo admitimos, perC>entonces habra queadmitir tambien que, si bien existen leyes en la His-

toria, ni las leyes ni la Historia tienen valor alguno.

Pero, hoy en rna, suele propagarse esa dase de .his-

toriografia queconsidera los grandes impulsos de

las masas como un importante y hasta principal

aspecto hist6rico, mientras que a todos los grandes

hombres los contempla rneramente como la expre-

si6n mas clara de las masas, semejante a la espuma

que puede verse sobre las corrientes de agua.

12. Asi se supone que, de 10 profundo de la masa,

nacera 10 grande y, de 10 profundo del caos, el

orden: y, al final de cuentas, desde luego se ento-

nara el himno ala masa feeunda. Como "grande",

se califica todo aquello que durante un plazo deter-

minado ha movido a las masas, porlo cual se 10

denomina tambien "fuerza historica", Pero ·lacaso

estono significa eonfundir con bastante intencio-

nalidad la cantidad con la cualidad? Recien cuandol~ tosca masa toma por adeeuada una idea, por

ejemplo una idea religiosa, cuando la ha defendido

can perseverancia y la ha arrastrado a 1 0 largo de

los siglos, recien entonces, el inventor y fundador

134


de esta idea es eonsiderado grande. lA que se

debe esto? Lo mas sublime y elevado no tiene unefeeto sabre las masas: el exito historico deleris-

tianismo, su historica fuerza'-·resistencia y dura-cion, todo esto, afortunadamente, no prueba nada

respecto de la grandeza de su fundador, dado

que, en el fondo, esa prueba se volveria contra el, .

Pero, entre el y ese exito historico existe una eapa

muy terrenal y oscura de pasion, de equlvoco,de

anhelo de poder y honor, de la fuerza persistente

del i mp er ium r oma n um . Esta es la capa de la cual el

cristianismo ha adquirido su sabor y su pareela

terrenal y, can ello, su continuidad y durabilidad

en elrnundo. La grandeza no debe depender delexito: Demostenes tuvo grandeza aunque no alcan-

zara el exito.

13. Los adeptos mas puros y autenticos del cris-

tianismo, antes que fomentar elexito terrenal del

mismo, siempre se han inclinado a cuestionar y

obstaeulizar su llarnada "fuerza hist6rica"; es que

solian situarse al margen del "mundo", sin 'preo-

cuparse por el "proceso de la idea cristiana", por

1 0 cual, en su mayoria, hoy son ignorados y no

aparecen mencionados par la historiografla. Para

expresarlo de manera cristiana: el diablo reina en

'el mundo yes el amo del exito y del progreso; de

135

•••••••••••••••••••••••••••••••••

•~ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ~ ~ .



••••••••••••••

•••••.•••.•••••••


todos los poderes historicos, el es el verdadero

. poder, En 1 0 esencial, esto seguira siendo 'asi, por

mas que.suene inc6modo a los oidos de una epoca

habituada a deificar e 1 exito y el poderhistorico y

que, recienternente, se ha ernpefiado en dar nom-

bres nuevos a las cosas y. hasta en rebautizar al

diablo. Ciertamente, ha llegado la· hora de un

gran peligro: los hombres parecen estar inclinados

a descubrir que el egoismo del individuo, de los

grupos 0de las masas ha sido, entodas lasepocas,

la palanca de ·los movimientos historicos. Sin ern-

barge, al mismo tiempo, no parecen inquietarse

por este descubrimiento y, al contrario, se decreta: .

el egoismo "debe ser nuestro dios. Con esta nuevafe se disponen, con ostensible intencionalidad, a

erguirla futura Historia sobre el egofsmo: solo

debe ser un egoismo inteligente, un egoismo que

se imponga algunas restricciones para poder ins-

talarse de manera perdurable, un egoismo que es-

tudie la Historia precisamente para aprender a

reconocer e l egoismo no inteligente.

14.Por medio de este estudio se ha aprendido que

al Estado Ie compete una mision muy espedfica

en el proceso del establecimiento de un sistema

universal basado en el egoismo: el Estado debe

convertirse en el patron de todos los egoismos in-

136

-?t-:-'t--fte-' .•.

. 5 E G UN D A CO N S ID ER A C I6N IN TE M PE ST JV A

teligentes para protegerlos, con su fuerza m i l i t r u : ypolicial, contra las irrupciones del eg~ism~ no in-

teligente. Con elmismo objetivo, Ia Historia -pre-:

sentada como la historia del animal y del hombre-es mezclada cuidadosamente con la masa popular

y la clase obrera, tanpeligrosas por ser poco ins-

truidas, pues es sabido que un pequefio grano. de

instruccion historica es capaz de romper los IDS-

tintos y los apetitos rudos y brutos 0, al menos, de

canalizarlos en un egoismo compatible. En suma,

el hombre piensa hoy, como afirma E. Hartmann,

"en instalarse +practicamente para permanecer de

un modo confortable- en su patria terrenal y mirar

prudentemente hacia el futuro". El mismo ~utorllama "edad viril" a ese periodo de la humanidad,

burlandose asi de 10 que hoy llamamos "hombre",

como si este no fuera mas que un mero egoista

desilusionado. De la rnisma manera, profetiza la

existencia de una ancianidad correspondiente a esa

edad viril, pero, evidentemente, .procura burlarse

de nuevo de nuestros ancianos actuales: habladel

modo maduro de contemplar, can el que "hacen

una sinopsis de los sufrimientos que han atrave-sado revoltosamente sus biograflas y comprenden

la vanidad de todo aquello que habian creido sus

objetivos y aspiraciones", No, a una edad. v~~l

. que esta dotada deese egoismo astuto e his ton-

137

~.

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~ _ ~ . ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ = ~ ~ - = - ~ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ••



FRIEDRICH NIETZSCHE

camente cultivado corresponde una ancianidad que

se aferra a la vida con repugnante avidezy purga-

da de dignidad y, en seguida, adviene el Ultimoacto

con en el que "concluye la Hisroria, tan asombro-

samente cambiante, como una segunda infancia,

. un olvido total, sin ojos, sin dientes, sin sabor y

sin nada", .

15. Ya sea que los peligros para nuestra vida y

nuestra cultura devengan de estos ancianos rudos,

carentes desabor y desdentados, ya sea que de-

riven de los llamados "hombres" de Hartmann:

frente a ambos, nos aferraremos, connuestros dien..

tes, a los derechos de nuestra juventud y no nos

cansaremos de defender, con nuestra juventud, el

futuro contra esos iconoclastas del porvenir. Sin

embargo, en esta.lucha, hemos de haeeruna cons-

tatacion sobradarnente dolorosa: los exeesos del

sentido historico de los que padece el presenteson promovidos, Jomentados·y utilizados de rna-

nera intencional.

16. Pero estos exeesos hist6ricos son utilizadoscontra la juventud para dirigirla hacia esa virili-

dad del egoismo. tan propagada, se emp1ean pa~a

quebrar la natural aversion de 1ajuventud me-

diante una dilucidaci6n perturb adora, es decir,

138

SEGUNDA CONSIDERAtiON INTEMPESTIVA

cienrffico-magica, de ese.egoismo viril que esva la

vez, viril y no-viril, Es sabido de que es capaz la

Historia cuando esta dotada de cierto sobrepeso,

es mas que sabido: logra desarraigar los instintosmas fuertes de la juventud, su ardor, su rebeldia,

el olvido de S 1 mismo y su arnor, aplaear el calor

.de su sentido de justieia, suprimir 0 sustituir.el

deseo de madurar lentamente con el deseo opues-

to de formarse rapido y tomarse util y productivo

cuanto antes, corromper la sinceridad y la audacia

de sus sentidos mediantela siembra de 1aduda: es. '

cierto quela Historia es capaz de despojar a lajri-ventud de su mas bello privilegio, que es el de

implantar su fe desbordante en una gran idea y

hacerla crecer desde adentro hasta convertirla en

una idea aun mas grande. Cierto exeeso de His-

toria es·capaz de hacer todo esto, 1 0 hemos visto:

1 0 logra porque, al desplazar permanentemente las

perspectivas del horizonte, remueve la atmosfera

que envuelve al hombre y, con ello, 1 0 priva de la.

posibilidad de sentir y actuar de manera no histo-

rica. Entonces, el hombre abandona un horizonte

infinito para enclaustrarse en S I mismo, en el mas

pequefio solar egoista que 10quema y 10 diseca:

p.robablemente logre alcanzar alguna vez la astu-

CIa,pero jamas la sabidurfa, Se puede conversar

. con el, calcula y se adapta a los hechos, no se en-

139

..

.'

••••••••••••••••••••••••••••••••

••



•••••••••••••••••••••••.•••••••


furece, guiiia y sabe buscar la ventaja propia ala

de su partido en las ventajas 0 desventajas de los

demas, Desconoce la vergiienza superflua y se

convierte asi, paulatinamente, en el "hombre" y

luego en el "anciano" de Hartmann. Es que, en

verdad, se desea que se conviertan en elias, dado

que aquf reside el sentido de esa "absoluta entrega

de la voluntad al proceso del mundo" quehoy se

exige con tanto cinismo a fin de alcanzar el obje-"

tivo, que es la redencion, como nos asegura el

osado E. von Hartmann. Sin embargo, la volun-

tad y el objetivo de estos "hombres" y "ancianos"

hartmannianos diflcilmente sea la redencion del"

mundo: el mundo estaria, por cierto, mas cercade la redenci6n si se liberase de estos hombres y

ancianos. Porque entonces vendria el reino de la

juventud.

10

1. En este punta, en remembranza de la juventud,

exclamo: iTierra! iTIerra! iSuficiente ya, y m a s quesuficiente, con esa busqueda apasionada y esa ~a-

vesia errante por mares oscuros y ajenos! Ahora,

140

;;:_- - -- _-...:-_ - -: - =- ......--_ ------

SEGUN DA CON S ID E RA CI6 N INTE M PESTIVA

fmalmente, aparece una costa: sea como fuere,

hemos de bajar a tierra, pues el peor puerto sera

mejor que retroceder tambaleantes a esa infinidad

esceptica y desesperanzada. Primero, bajemos a

tierra; m a s tarde encontraremos los puertos buenos

y facilitaremos el arribo a los que vienen despuesde nosotros, "

2. Peligrosa y excitante ha sido nuestra travesia.

iQye lejos estamos ahora de la serena contempla-

cion con que vimos zarpar nuestra barca al iniciol.

AI investigar los peligros de la Historia, nos hemos

expuesto a todos esos peligros; nosotros mismos,

ostentamos las .marcas de aquellos padecimientos.que han sobrevenido a los seres humanos de la. "

edad moderna a causa del exceso de Historia. A " ~ 'su vez, el presente tratado refleja, no pretendo

ocultarmelo, su caracter moderno, es decir, el ca-racter d e una personalidad debil, en su critica

desmedida, en la inmadurez de su humanidad, en

las frecuentes alternancias entre la ironia y el ci-

, nismo, entre el orgullo y el escepticismo. Y, no

obstante, tengo fe, mas que en el genio, en la fuer-

za inspiradora que guia mi barca, conflo en la ju-

ventud y creo que me ha guiado bien al obligarme

ahora a protestar -contra el historicismo con que

se pretende educar a la juventud de la humani-

141

-+

••



FR IE DR ICH N IET ZSC HE

dad moderna, y a exigir queel hombre aprenda

ante todo a vivir y que ·recurra a 1aHistoria con

el unico proposito de ponerla al servicio de 1a

vida aprendida. Hay que ser joven para entenderesta protesta, yhasta dina que, vista lainclina-

cion de nuestra actual juventud a contraer canas

prematuramente, casi no se puede ser suficiente-

mente joven para poder sentir todavia contra que

se protesta. Recurrire a la ayuda de un ejemplo .

para explicarme, .

3. Hace poco mas de un siglo desperto en Ale-

mania, entre algunos jovenes, el instinto natural

para aquello que se denomina poesia, cAcaso

puede pensarse que las generaciones anteriores y

las de esa epoca nunca antes habian hablado de

un arte que 1es resultaba Intimamente extrafio e

innarural? Se sabe 10contrario: se sabe que han

pensado, escrito y discutido acerca de hi "poesia"

con todas sus fuerzas, con pa1abras sobre pala-

bras, y mas palabras y palabras. Aquel desperta~

de una palabra a la vida no significaba necesaria-

mente la muerte de los creadores de palabras; encierto sentido, estes aun estan vivos. Porque si,

como dice Gibbon, no hace falta mas que tiempo

y mucho tiempo para que se derrumbe un rnun-

do, entonces, tarnpoco hace falta mas que tiem-

142·

,.~

SEGUNDA CON S ID E RA C lo"N INT EM PE ST IVA

po, pero, sin embargo, muchomas tiernpo para

que en Alemania, "el pais del cambio gradual",

desaparezca un concepto erroneo. AI fm y al

cabo, quizas, comparado con un siglo arras, hoyexista un centenar mas de hombres que. saben

que es poesia: quizas habra, dentro de un siglo,

otros cien hombres mas que, entretanto, hayan

aprendido que es la cultura y que los a1emanes,

hasta el dia de hoy, carecen de ella, pese a 10

.mucho que digan y ostenten. A esos hombres, la

satisfaccion general de los alernanes para con su

"cultura" les parecera tan inverosfmil y ridicula

como a nosotros el clasicismo de Gottsched, tan

avalado en tiempos anteriores, 0 la valorizacion

de Ramler como el Pfndaro aleman. Tal vez pen-

saran que esta cultura no es mas que una especie

de conocimiento sobre la cultura y, por 10 dernas,

un conocimiento bastante falaz y superficial. Falaz

y superficial, porque se tolero la oposicion entre la

vida y el conocimiento, porque no se ha recono-

cido aquello que caracteriza la cultura de los pue-

blos verdaderamente cultos; que la cultura solo

puede crecer y aflorar sabre el fundamento de lavida; mientras entre los alemanes siga estanda es-

tacada como una flar de papel 0 vertida sabre la

vida como un bafio de azucar, siempre permane-

cera engaiiosa y esteril, .

•••••••••••••••••••.•••

.:••••••43

••



••••••••••••••••••' .••••••••••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

4. La educacion de la juventud alemana, sin em-

bargo;' parte precisamente de esta concepcion enga-

nasa y esteril de la cultura: su objetivo, concebido

de foima pura y elevada, no es, por cierto, el hom-bre de cultura libre, sino el instruido, el hombre

cientffico y, sobre todo, el hombre cientifico que

brinda una utilidad inmediata, que,se sima al mar-

gen de 1avida afin de poder examinarla con mayor

precisi6n. E1resultado, visto desde una perspectiva

empfrica y' vulgar, es el filisteo cultural estetico-

historicista, el sabelotodo tradicionalista y el neo-

sapiente que se explaya sobre el Estado, la Iglesia,

el arte, el sensorium de miles de afectos copiados de

otros, el est6magoinsaciable que todavia no tienenoci6n de 1 0 que es el verdadero hambre, la verda-

dera sed. Qye una educacion con tales resultados

es innatural s610 1 0 siente quien aun no ha sido

formado completamente por ella, solo 10 siente el

instinto de lajuventud, puesto que esta todavia dis-

pone de aquel instinto de la natura1eza que luego

se ve artificial y cruelmente quebrantado por di-

cha educacion, Por ello, quien anhele quebrar esta

educaci6n, debe alzar 1a palabra de la juventud,

debe alumbrar, con la claridadde los conceptos, el

camino de su inconsciente rebeldia y hacer de ella'

una conciencia que hable en voz alta. ~C6mo podra

lograr un objetivo tan ins6lito?

144

.------- . ----- . . . . . . . . _ ... -_ -- -


5. Ante todo, destruyendo la supersticion, la creen-

cia en la necesidad de esa operaci6n educativa, ya

que se cree que no existe una .alternativa anues-

tra actual y extremadamente penosa realidad. Al-

___. canza con examinar, al respecto, la literatura del

sistemaescolar y educativo superior de las ultimas

decadas: el investigador comprobara, con desa-

lentador asombro , la uniformidad can .que se ha

concebido, pese ala diversidad de opiniones y de

la vehemencia de las contradicciones, el objetivo 'general de la educaci6n y cum irreflexivamente se

ha aceptado, como fundamento necesario y sen-

, sate de la educaci6n ulterior, el resultado hasta-

ahara obtenido: el "hombre culto", tal como es"entendido en la actualidad. Este seria, mas a me-,

nos, el mon6tono canon educativo: e 1 joven ha'~

de iniciar su educaci6n con e 1 conocimiento sobre

Ia cultura, ni siquiera con un conocirniento sabre la

vida, y mucho menos con la vida y la experiencia

propiamente dichas. Entonces, este conocimiento

sobre la cultura sera infundido y entremezclado a 1

joven a modo de un conocimiento historico; esto

significa que su mente sera llenada de una enorme

cantidad de conceptos que se deducen, no de la

observaci6n inmediata de la vida, sino del conoci-

miento, a su vez muy mediate, .de las epa cas y

los pueblos del pasado. Su anhelo de experimen-

145

••"l.~



147

•••••••••••••••••••••••

•••••••••

5 EGUN DA CONS IDE RACIO N INTE MPESTIVA

146

ensuefios, debajo de la tierra, donde habian sido

modelados y formados por el maestro de obras de

la naturaleza. llmposible rebelarse contra tal pasa-.

do! Ilmposible obrarcontra la obra delosdiosesl

Debe ser tornado por una ley natural inquebran-

table: e1 que ha nacido como filosofo lleva oro en

su cuerp0, el que ha nacido como guardian, solo

plata, y los trabaj adores , hierro y bronce: A S I

como, segun explica Platen, es irnposiblemezclar

estos metales, tampoco es posible mezclar, revol-

ver y alterar e1.orden de las castas. Lacreencia en

la ae te rn a u er ii as de este orden es el fundamento de

la nueva educacion y del nuevo Estado. Asimismo,

tambien el aleman modemo cree en la ae tema v er it asde su educacion y su clase de cultura; sinembargo,

esta creencia se derrumbara, tal como se hubiera

derrumbado elEstado dePlaton; en el momento

en que la mentira de emergencia se confronta can

la verdad emergente: que el aleman no tiene cul-

tura porque, dadas las bases de su educaci6n, no

puede tenerla. Anhela la flor sin raiz y sin tallo.

Par 10 tanto, la anhela en vano.· Esta es la simple

verdad, una verdad incomoda.y cruda, una verdad

verdaderamente emergente.


tar algo par cuenta propia y de sentir crecer· en

su interior un sistema .de experiencias genuinas

coherente y vfvido,' eseanhelo sera anestesiado y,

simultaneamente, embriagado par la exuberanteilusion de que; en pocos mas, es posible acumu-

1ar dentro de S I hasta las experiencias mas subli-

mes y asombrosas de los tiempos antiguos y,

sobre todo, grandes.· Es ese mismo metoda deli-

rante que lleva a nuestros jovenes artistas plasticos

a recorrer museos y galerias en lugar de desem-

pefiarse en el taller de su maestro y,sobre todo, e 1

taller unico de ese maestro unico que es la natu-

raleza. iComo si fu~se posible, .atraves de un apre-

surado paseo a 10 largo de la Historia, acaparar lasartimafias .yIas artes de las epocas pasadas, es

decir, su verdadero valor vital! iComo si la vida

misma no fuese un oficio que demanda ser apren-

dido incesablemente desde . sus comienzos y ser

practicado sin reparar en dafios, si se quiere evitar

que de ella surjan, arrastrandose, meros chapuce-

ros y charlatanes!

6. Platen consideraba necesario que. la .primerageneracion de su nueva sociedad (e l Estado per·

fecto) fuese educada con la ayuda de una poderosa

mentira de emergencia. Los nifios debian aprender

a creer que ya habian vivido durante un tiempo,

7. No obstante, es con esta verdad emergente que

ha de ser educada nuestra primera generacion;

••



•••••••••••••••••••••••.• •••••••

FRIEDRICH NIETZSCHE

porque tiene que educarse a S I misma a traves de

ella y, en cierto modo, educarse contra S 1 misma,

para encaminarse hacia un nuevo habito y una

nueva naturaleza, dejando arras el habito anteriory su primera naturaleza; de modo que pueda de-

cirse a 5 1 misma en espafiol antiguo: rJ4iindame

Dio s d e m y , Dios me proteja de m i, es .qecir, de lanaturaleza que me ha sido inculcada por la ·ins·

truccion. Tiene que saborear esta verdad, gota a

gota, como. una amarga y potente medicina, y

cada individuo de esta generacion debe superarse

para poder emitir aquel fallo sobre · 5 1 mismo que,

por cierto, le resultaria mas. soportable si se tratase

de un juicio general acerca de toda una epoca: esta-mos purgados de cultura, mas aun, hemos dege-

nerado respecto de la vida, del correcto y sencillo

contemplar y escuchar, del poder abrazar can feli-

cidadlo que nos es mas cercano y natural, y hasta

respecto del. presente.N 0 poseemos siquiera el

mere fundamento de una cultura, porque no esta-

mos· convencidos aiin de estar provistos de una

vidaverdadera en nuestro interior. Derrumbado y

desintegrado, el conjunto dividido casi mecanica-

mente en un interior y un exterior, rociada de

conceptos como si fueran dientes de dragon que

procrean dragones. del concepto, padeciendo, por

1 0 dernas, de la enfermedad de las palabras, que es

148


la desconfianza ante toda sensaci6n propia.que to-

davia no haya sido estampada por las palabras:

como tal fabrica de conceptos y palabras, no vi- .

viente, pero 5 1 extraordinariamente activa, quizastep._gaderecho a decir c og it o, e rg o s um , pero, de nin-

guna manera, v iv o ). e rg o c og ito . Me es asegurado e l

vado "ser", pero no la plena y verde vida. Mi sen-tido genuino solo me garantiza que soy un ser

pensante, no un ser vivo, que, ni siquiera, soy un

animal} sino, a 1 0 sumo, un cogital. [Primero dadme

vida y yo creare a partir de.ella una.cultura! Esto

es 1 0 que gritan los individuos de esta primera

generacion y por 1 0 cual se reconoceran entre S 1 . -j

iQyien les dara esa vida?

8. Ningun dios y ningun ser humano: tan solo su "=

propia juventud. Desatadla y liberareis asi a la vida.

Porque la vida estaba oculta y encarcelada, pero

aun no ha marchitado ni muerto, Ipreguntaoslo a

vosotros rnisrnos!

9. Pero esta vida desatada esta enferina y debe ser

curada. Esta moribunda por muchas dolencias, no

solamente por el recuerdo de sus ataduras: sufre,

esto -es 1 0 que mas nos concierne, de la enfermedad

his tori ca. El exceso de Historia ha atacado a la

fuerza plastica de Ia vida y esta ya no sabe servirse

149

"-"---~.~--

••



FRIEDRICH NIETZSCHE

del pasado como de un alimento nutritivo. Este

mal es aterrador y, sin embargo, si la juventud es-

tuviese dotada del don vidente de la naturaleza,

hoy nadie sabrfa que se trata de un mal y que seha echado a perderun paraiso de salud. Pero esa

misma juventud adivina, con el instinto curativo

de su propia naturaleza, como puede ser recupe-

rado elparaiso. La juventud conoce los ungiientos

y remedios contra Ia enfermedad historica, contra

el exceso de 10historico: ~como es que se Haman?

10. No hay que extrafiarse de los nombres de di-

chos venenos; los antidotos contra 1 0 historico

son: 1 0 ahist6rico y 1 0 suprahistorico. Can estas pala-bras, vo1vemos al inicio de nuestra consideraci6ny a su serenidad.

."

11. Can la expresi6n "1 0 ahistorico", sefialo el arte

y Ia fuerza de poder olvidar y de encerrarse en un

horizonte limitado; Ilamo "suprahist6ricos" a los

poderes que distraen la mirada del devenir y la

dirigen a 1 0 que da ala existencia el caracter de 1 0

eterno y perdurable en cuanto a su significado: elarte y la religion. La ciencia -dado que es ella Ia

que hablaria de venenos- mira estas fuerzas y

potencias can enemistad, dado' que solamente

considera como observacion verdadera y correcta,

150

SEGUNDA CONSIDERACICN INTEMPESTIVA

es decir como observacion cientifica, aquella que

se empefia en ver, adonde mire, solo. 1 0 que ha

devenido, 1 0 ' historico; y en ningun lado ve algo

que siinplemente es por_quees, es decir, algo ete~o.A S l resulta que la ciencia vive en una contradic- ...

cion interna con las potencias eternizantes del arte. "

y la religion, porque a su vez odia el olvido, qu~

es la muerte del conocimiento, y procura extender t

los limites del horizonte y arrojar al ser humano a

un .mar infinitamente ilimitado e iluminado por

las ondas que provienen de Ia luz del devenir reco-nocido como tal. . ' .

12. iSi, al menos, el ser humano pudiese vivir alli!Tal como las ciudades se derrumban y quedan de- .

vastadas por un terremoto, tal como el hombre

construye con temor yde manera provisoria su

casa sobre un terreno volcanico.. asi la vida" se

derrumba y cae sobre si misma, se torna debil y

desanimada, cuando el terremoto de los concep-

tos, que es provocado por 1aciencia, priva al h?m-

bre del fundamento de su seguridad y paz,' que es

la fe en 10 perdurable y eterno. iEs que la vida

debe imperar sabre el conocimiento y la ciencia, 0

e 1 conocimiento sabre la vida? iCmU de las dos

fuerzas es la superior y decisiva? Nadie dudara: la

vida es la fuerza superior, 1a fuerza dominante,

151

••••••••••••••••••••••••••••••e

-----

••



•• FRIEDRICH NIETZSCHE 5 EGUN D A CON 5 IDE RA 06 N IN T EMPES TI V A

•• porque cualquier conocimiento que destruya la vida , quela generaciones precedentes: los "hombres" y

• t.

se habra destruido simultaneamente a S1mismo. " . " I dIS . '0 .ncianos cu tos e presente. u rmsi n es, por

• EI, con~cimi~nto presupone I.a vida y tiene el ~ cierto, sacudir los conceptos contemporaneos de

•nusmo mt~r~s en la preservacion de la vida que ;> "salud" y "cultura" y provocardesprecio y odio

•,t.9.~Qse~ vrviente en la continuaci6n de la propia _ contra esos monstruosos hfbridos conceptuales; y

• existencia. Es por ello que la ciencia necesita de el signo de garantfa de su salud superior debera

• una vigilancia y supervision mayor; unaensefianza ser precisamente que ella, esa juventud, no podra

• de higienevital se impone allado de la ciencia, y. utilizar para S1ningun concepto,ningiln lema par-

• uno de los preceptos de esta ensefianza saludable tidario de la moneda idiomatica y conceptual en ::.

• podria ser: 1 0 ahis tonco y 1 0 s u p r a h i s t 6 r i c o son los an- curso; enpos de describir su esencia existencial, en

• t1~oto~ naturales contra el sofocamiento que la cambio, recurrira unicamente a su potencia activaHistona causa a Ia vida y, con ello, contrala en- y luchadora, extirpadora y distintiva, y sera. con-• fermedad hist6rica. Es probable que nosotros, .Ios vencida por un sentimiento de vida elevado en ~.

•enfermos de Historia, suframos tambien de los

. ,

cada hora buena. Se puede negar que esta juven-

• efectos de los antfdoros. Pero que suframos por tud tenga una cultura. Pero.cque juventud podria .'-

.-.• ella .no pr~eba que el metoda terapeutico que. ver en esto un reproche? Se la podria acusar de~~:;,

• hemos elegido no sea el adecuado. . rudeza e intemperancia, pero 1 0 cierto es que toda-

• ~~via no es 1 0 suficientemente vieja y sabia para res-

• 13. En eS,toreconozco la mision de esa juventud,}

tringirse. Antes bien, no tiene necesidad de fmgirde esapnme~a generacion de luchadores y mata-

.,

Y defender una cultura conclusa y goza de todos•• .dores de serprentes que marcha hacia una cultura los consuelos y todos los privilegios de la juven-, . y una humanidad mas felices y mas bellas, sin~.

tud: ante todo, del priviIegio de una sinceridadcont~ ~on mas que una intuicion prometedora de fervorosa y libre de resguardos as! como del ins-

•tal ~e~cl?ady belleza en el futuro. Esta juventud " pirante consuelo que Ie brinda la esperanza.

•.~

sufnra simuleaneamenee del mal y del antidoto; y, .~

• :

14. De los esperanzados se que comprenden de'o obs~te,. cree poder honrarse de poseer una l

• salud mas robusta yuna naturaIeza mas natural inmediato todas estas generalidades y que sabran• .1

• ;

J152 ,.

153,."

••




traducirlas, por medio de sus propias experien-

cias, en una doctrina dotada de un significado

personal. Los dernas, probablemente, solo venin

vasijas cerradas que, por consiguiente, bien po-drian estar vacias, hasta que, con sus propios ojos,

se sorprendan de que las vasijas estan llenas y

que estas generalidades encierran y concentran

en su interior ataques, .exigencias, impulsos vita-

les y pasiones que no podian quedar ocultos por

mucha tiempo. Rechazando a estos escepticos del

tiempo, que todo 1 0 saca a la luz, me dirijo, para

conduir, a esa sociedad de esperanzados, para

relatarles, par medio de una parabola, el trans-

curso y avance de su curaci6n de la enfermedadhist6rica y, can ello, tambien narrarles el curso

de su propia historia hasta el momenta en que

esten 1 0 suficientemente sanos para volver a pro-

mover la Historia y servirse del pasado, esta vez

dominado por la vida, en aquel triple sentido, es

decir, en el sentido monumental, anticuario y cr f -

r ico . En ese momento, seran mas ignorantes que

los "cultos" del presente, habran olvidado mucho,

especialmente el deseo de incurrir en aquello que

tales hombres cultos habian tenido por digno de

ser conocido. Sus marcas de distincion, desde la

perspectiva de los hombres cultos, es, precisamente,

su "falta de cultura", su indiferencia y repelencia

154

1

I

\

J

SEG UN DA CON 5 IDERACI6N INTEMPE$TIVA

••••••••••••••••••••••••••••••••

contra 1 0 celebre y aun contra muchas cosas bue-

nas, No obstante, en el punta culminante de su cu-

racion, habran vuelto a ser seres humanos, para

dejar de ser meros agregados que s6lo se parecena los hombres. iEsto ya es algol iEstas S I que son

esperanzasl ~No as sonrie el corazon a vosotros,

los esperanzados?

15. Preguntareis: ly como llegaremos a tal destino?

EI dios de Delfos os lanza, justa al comienzo de

vuestro viaje hacia ese objetivo, su voto: "Conoce-

te a ti mismo" Es un voto de peso, pues este dios

"no oculta ni pregona nada, tan solo indica", como

ha dicho Heraclito, ~Qye indica?

16. Ha habido siglos en que los helenos se veian

ante un riesgo similar al que hoy tenemos que

afrontar nosotros: el riesgo de sucumbir par la

afluencia de 1 0 ajeno y del pasado, el peligro de

perecer par la "Historia", Los helenos nunca vi -

vieron en orgulloso aislamiento de los demas; ~u

cultura, antes bien, durante largo tiempo ha sido

un caos de formas y concepciones extranj eras , se-

mitas, babil6nicas, lidias y egipcias, y su religionera tina verdadera luchade todos los dioses de

Oriente; de fonna semejante, la "culrura alemana"

y la religion son un caos de luchas internas de 10

155

••



•••••.

•••.•••••••••••••.•••••••


extranjero y del pasado. Sin embargo, la cultura

helenica no se convirtio en un agregado, gracias a

ese voto apolfneo, Los griegos aprendieron paula-

tinamente a organizar el caos, -concentrandose,

acorde a las enseiianzas delficas, en S 1 mismos, es

decir, en sus necesidades genuinas, dejando morir

asi las necesidades ap6crifas. Asi volvieron a ser -

dueiios de si mismos; no continuaron siendo du-

rante rnucho tiempo los herederos sobrecargados

y eplgonos de todo Oriente; se convirtieron, tras

una embarazosa lucha contra S 1 mismos y a traves

de la interpretacion practicade aquel lema, en los

m a s felices enriquecedores y acumuladores -del

resoro heredado y en los precursores y pr6ceresde todos los pueblos civilizados posteriores,

17..He aqui una parabola para cada uno de noso-

tros: cada uno debe organizar el caos que lleva

adentro, concentrandose -en sus necesidades genui-

nas. La sinceridad, el caracter aplicado y verfdicode cada uno alguna vez debe retobarse contra -

todo 1 0 que siempre se limit6 a ser repetido, apren-

dido de otros eimitado;entonces, comienza a com-

pre~der que la cultura puede constituir alga mas

que una mera decoraci6n de 1avida, 10cual, en elfondo, no serfa otra cosa que hipocresfa y encu-

brimiento, pues todo omamento ocu1ta aquello

156

S EGUNDA co NSIOERACI6 N INTE M PESTIVA

que adorna. As1 se Ie revela el concepto helenico

de Ia cultura =en oposicion al concepto -romano-,

el concepto de la cultura como p h y s i s nueva y me-

jorada, sin interior niexterior, sin simulacion ni

convencion, el concepto de la cultura como una-

nimidad entre vida; pensamiento, apariencia y vo- -

luntad. De esta forma aprende, a traves de la ex-.

periencia propia, que ha sido la fuerza superior de

_la naturaleza moral la que permitio a los helenos ~

obtener Ia victoria sabre todas las demas culturas,

y que todo incremento de la veracidad necesaria-

mente desembocara tambien en el fomento de la

cu1tura verdadera, aunque esta veracidad a veces<

pueda perjudicar seriamente a la cultura que estenida en alta estima en e 1 momento, y contribuya -'t

ala derrota de toda esa cultura decorativa. -.

157

••



•n la rru sm a colecci6n ••Cartas a mi madre •ean Cocteau . •Sabre la lectura •arcel Proust

a Memorias de un loco

•ustave Flaubert

•Ellis Island •Georges Perec •Los constructores de imperios •el Schmurz •oris Vian •Diccianario de •os lugares comunesGustave Flaubert •

a Padre e hija

•rancoise Dolto

•Cartas a un joven bailarin •aurice Bejart •Segunda consideracion •ntempestiva •riedrich Nietzsche

a EIterror y la piedad •arcel Schwob •

Infancias •=rancolse Dolto

•.

0 Deber de memoria •rimo Levi •La Fanfarlo •harles Baudelaire

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Nietzche Friedrich Segunda Consideracion Intempestiva