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del genio alemán, incluso en la forma, como que- da evidente cuando titula algunos de sus prime- ros ensayos "Aforismos" y escribe en ese estilo la primera parte de su tempranera obra: Valores fundamentales de la razón (San José: Imprenta Flacó y Borrasé, 1919). Sin embargo, la impronta nietzscheana en el pensamiento de Vincenzi no fue siempre la misma, variará según sea la etapa de éste. Nuestro ensayo busca rastrear de qué manera en cada una de estas etapas, se manifiesta dicha influencia. Siguiendo a Láscaris en la mencionada obra, podemos hablar de tres estadios de su pensamiento. Arnoldo Mora Rodríguez Nietzsche en la obra de Moisés Vincenzi Abstract: Vincenzi, considered "the most mature, complete and original philosopher that Central America has conceived" (Láscaris), evidences a Nietzschean injluence that lasts throughout his intellectual career. That is why we have to conc/ude that this dialogue with Nietzsche s thought arises from the philosophic maturity reached by Costa Rica at the first half o/ this century. Resumen: Considerado "el filósofo más maduro, completo y original que ha producido Centroamérica" (Láscaris), Vincenzi acusa una influencia de Nietzsche que perdura a través de toda su trayectoria intelectual. Por eso debemos concluir que el diálogo con el pensamiento de Nietzsche está detrás de la madurez filosófica al- canzada por Costa Rica en la primera mitad de este siglo. En el año 2000, el mundo celebra el cente- nario de la muerte de Federico Nietzsche, uno de los filósofos mas influyentes de la última centuria. En los inicios mismos del S. XX apa- rece en la escena intelectual costarricense la fi- gura de Moisés Vincenzi (1895-1965), conside- rado por Constantino Láscaris como: "el filóso- fo más maduro, completo y original que ha pro- ducido Centroamérica". Lo significativo del caso Vincenzi es que to- - da su trayectoria debe ser considerada como un diálogo permanente con el pensamiento de Nietzsche, a quien miró desde su más tierna ju- ventud con una no disimulada fascinación que produjo en él una inclinación hacia la imitación Período de juventud. Láscaris sitúa este pe- ríodo entre los veinte y treinta y cinco años de edad de Vincenzi. Como el mismo Láscaris lo señala, a este período pertenecen sus prematuros Ensayos. Más allá de las justificadas críticas de forma que puedan hacerse a las obras de juventud de Vincenzi, especialmente de sus tres series de En- sayos, la importancia de este período es que po- ne de manifiesto por qué nuestro filósofo hizo es- ta opción que habría de marcar en lo sucesivo su destino personal. Para Vincenzi, la filosofía es ejercicio de la razón pero de una razón comprometida en y por la vida, en búsqueda sincera de valores como res- puesta última al sentido de la vida. En Nietzsche, cuya obra recién empieza a ser conocida en nues- tro medio, encuentra el filósofo costarricense esa actitud filosofante fundamental que da pábulo más que respuestas a sus inquietudes. De ahí su admiración hacia el pensador alemán, que Vin- cenzi expresa en sus primeros escritos con un ar- dor propio de su edad. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXIX (98), 47-51, Julio-Diciembre 2001

Nietzsche en la obra de Moisés Vincenzi de Filosofía UCR/Vol. XXXIX... · Así habló Zaratustra, cuya doctrina sobre "el curso cíclico de las ideas tiene en jaque a todo un rimero

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Page 1: Nietzsche en la obra de Moisés Vincenzi de Filosofía UCR/Vol. XXXIX... · Así habló Zaratustra, cuya doctrina sobre "el curso cíclico de las ideas tiene en jaque a todo un rimero

del genio alemán, incluso en la forma, como que-da evidente cuando titula algunos de sus prime-ros ensayos "Aforismos" y escribe en ese estilo laprimera parte de su tempranera obra: Valoresfundamentales de la razón (San José: ImprentaFlacó y Borrasé, 1919).

Sin embargo, la impronta nietzscheana en elpensamiento de Vincenzi no fue siempre la misma,variará según sea la etapa de éste. Nuestro ensayobusca rastrear de qué manera en cada una de estasetapas, se manifiesta dicha influencia. Siguiendo aLáscaris en la mencionada obra, podemos hablarde tres estadios de su pensamiento.

Arnoldo Mora Rodríguez

Nietzsche en la obra de Moisés Vincenzi

Abstract: Vincenzi, considered "the mostmature, complete and original philosopher thatCentral America has conceived" (Láscaris),evidences a Nietzschean injluence that laststhroughout his intellectual career. That is whywe have to conc/ude that this dialogue withNietzsche s thought arises from the philosophicmaturity reached by Costa Rica at the first halfo/ this century.

Resumen: Considerado "el filósofo másmaduro, completo y original que ha producidoCentroamérica" (Láscaris), Vincenzi acusa unainfluencia de Nietzsche que perdura a través detoda su trayectoria intelectual. Por eso debemosconcluir que el diálogo con el pensamiento deNietzsche está detrás de la madurez filosófica al-canzada por Costa Rica en la primera mitad deeste siglo.

En el año 2000, el mundo celebra el cente-nario de la muerte de Federico Nietzsche, unode los filósofos mas influyentes de la últimacenturia. En los inicios mismos del S. XX apa-rece en la escena intelectual costarricense la fi-gura de Moisés Vincenzi (1895-1965), conside-rado por Constantino Láscaris como: "el filóso-fo más maduro, completo y original que ha pro-ducido Centroamérica".

Lo significativo del caso Vincenzi es que to- -da su trayectoria debe ser considerada como undiálogo permanente con el pensamiento deNietzsche, a quien miró desde su más tierna ju-ventud con una no disimulada fascinación queprodujo en él una inclinación hacia la imitación

Período de juventud. Láscaris sitúa este pe-ríodo entre los veinte y treinta y cinco años de edadde Vincenzi. Como el mismo Láscaris lo señala, aeste período pertenecen sus prematuros Ensayos.

Más allá de las justificadas críticas de formaque puedan hacerse a las obras de juventud deVincenzi, especialmente de sus tres series de En-sayos, la importancia de este período es que po-ne de manifiesto por qué nuestro filósofo hizo es-ta opción que habría de marcar en lo sucesivo sudestino personal.

Para Vincenzi, la filosofía es ejercicio de larazón pero de una razón comprometida en y porla vida, en búsqueda sincera de valores como res-puesta última al sentido de la vida. En Nietzsche,cuya obra recién empieza a ser conocida en nues-tro medio, encuentra el filósofo costarricense esaactitud filosofante fundamental que da pábulomás que respuestas a sus inquietudes. De ahí suadmiración hacia el pensador alemán, que Vin-cenzi expresa en sus primeros escritos con un ar-dor propio de su edad.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XXXIX (98), 47-51, Julio-Diciembre 2001

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Para probar lo dicho, hemos escogido co-mentar los siguientes textos, expuestos según unasecuencia cronológica.

Mis primeros ensayos (Primera serie. Prue-ba de una filosofía personal). San José: Impren-ta El Pueblo, 22 de Diciembre de 1915.

Al final del párrafo 10 (p. 24) hace un co-mentario en tomo a la obra maestra de Nietzsche,Así habló Zaratustra, cuya doctrina sobre "elcurso cíclico de las ideas tiene en jaque a todo unrimero de resultancias filosóficas". Nuestro autorno oculta su admiración por lo que él llama el"ebrio", refiriéndose a Zaratustra.

En el párrafo 26 (pp. 59s) Vincenzi hace unacomparación entre autores más racionales y losmás apasionados, estableciendo el pro y el contrade cada cual, pero inclinándose por "los pasiona-les." Por eso el párrafo comienza con esta senten-cia: "Las obras más sugestivas del hombre sonlas pasionales". Y al final, comparando variosnombres célebres en la historia, dice a propósitode Nietzsche: "León Tolstoi (es) menos profundoque Nietzsche pero más amado". Y termina conun elogio a la figura de Cristo: "Cristo, el gigan-te más fascinado de cuantos han hecho peregrina-ción apostólica, porque logró exagerar la pasiónde lo que creyó su virtud."

En el párrafo 48 (p. 96), Vincenzi confrontacríticamente por primera vez la filosofía de losvalores de Nietzsche con la de inspiración cristia-na. Afirma que el filósofo alemán "no hizo sinodarles mayor profundidad, muchas veces, a lasideas del cristianismo."

Mis primeros ensayos. Pruebas de una filo-sofía personal. San José: Imprenta Lehmann(Sauter & co.), 1917. Se trata del segundo tomode sus ensayos, escritos en forma de aforismos ala manera de Nietzsche, que expresan un pensa-miento más sólidamente filosófico, cuyo objetivoes expresar en forma de definiciones más que dereflexiones, su posición personal. Para lo queaquí nos interesa, merece destacarse el párrafo241 (p. 34), en que prolonga la reflexión sobre elZaratustra, confrontando la doctrina nietzscheanadel "eterno retorno" con la moral normativa. Alapoyarse en las ideas de Nietzsche, Vincenzi sa-

ea esta insólita conclusión: "Consecuentemente,la moral es absurda. Moral, libertad, cambio,amor, destrucción, evolución, entonces, son in-mutables formas de la ley, de la cohesión armó-nica absoluta."

Principios de crítica. Roberto Brenes Mesény sus obras. San José: Imprenta y litografía "Mi-nerva", 1918. Aunque la obra está dedicada a ha-cer un estudio biográfico y crítico de Roberto Bre-nes Mesén, con quien ha sostenido una polémicahace un par de años, pero cuya figura gravita enforma decisiva en el firmamento cultural del país,como el propio Vincenzi lo reconoce, merece, sinembargo, destacarse el párrafo (p. 16) en que D.Moisés define lo que entiende por "crítica".

En el texto de marras, la influencia delNietzsche 'de El origen de la tragedia es eviden-te, pues prioriza la experiencia estética comopunto de partida del filosofar dentro de una at-mósfera marcada por la influencia de Schopen-hauer. Vincenzi define la crítica como: "el arte yla ciencia de juzgar las obras humanas en todogénero de actividades ... Es arte en cuanto juzgalas formas servida de reglas formales, ciencia encuanto juzga el fondo psicológico de los fenóme-nos del alma a través de las formas". Y luegoconcluye con una reflexión de marcado saborschopenhaueriano: "La forma produce un efectomusical en los sentidos bajo el servicio de las fa-cultades del alma: está subordinada a sus fenó-menos interiores."

Paulino y Suetonio. San José: Imprenta Li-nes, 1919. Escrito en forma de diálogo a la ma-nera de los hechos por Berkeley y Leibniz, tieneigualmente mucho de guión teatral como los clá-sicos de Platón. Contrariamente a los escritos an-teriores, estos diálogos parecen dirigirse a un pú-blico más vasto con el fin de despejar o aclararprejuicios sobre sus concepciones metafísicas. Espor eso que Vincenzi se presenta como una espe-cie de nuevo Zaratustra, que trata de damos unmensaje filosófico consistente en afirmar que larazón no basta para asumir los enigmas de la fi-losofía. El tono nietzscheano es evidente, comolo prueba el siguiente texto (p.18): "Me explicaré;la razón consecuente es sólo un simple género de

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inquirir los secretos del mundo. No se ha usadootra en la historia; y por ello constituye la prime-ra época o categoría del pensamiento humano: esla primera palabra del hombre que empieza a ci-vilizarse. Todo se ha intentado explicar con ella.Pero sobre ella, después de cumplir sus designiosen la historia, vendrá la segunda gran época, cu-yo pri~er representante soy ante el mundo. Con-migo empieza la época de la razón inarmónica einconsecuente, que descubre la contradicción entodos los campos de la humana sabiduría, losgrandes prejuicios y su razón contradictoria deexistir y seguir existiendo. Todo es razonable,contradictorio e inarmónico para esta segundaépoca de la historia de la civilización. Por eso miactitud es la del anciano que espera lejanas einesperadas realizaciones."

Período de madurez. En esta época de suvida, posterior a los treinta y cinco años de edad,Moisés Vincenzi es ya un pensador que dominano sólo su estilo sino que asume una posiciónmás reposada frente a los temas que trata. Menosapasionado en su forma de asumir los enfoquesde su manera personal de ver la filosofía, es tam-bién más claro en la exposición de su pensamien-to, sin por ello dejar de lado las intuiciones fun-damentales que dieron origen a su opción vital enfavor de especulación filosófica. Como muestramás significativa de esta etapa de su vida y pen-samiento, he escogido los siguientes textos:

Principios de crítica filosófica. Paris: Édi-tions "Le livre libre", MCMXXVIII. El énfasisde la obra está en damos una reflexión sobre elestado caótico, según el autor, en que se encuen-tra la cultura en la posguerra europea. Frente aesta situación, el autor propone una actitud demadurez psicológica y de lucidez humana. A ma-nera de anexo, concluye la obra con un ensayosobre La originalidad, que considero único en lahistoria de las ideas en Costa Rica. Quejándosede la falta de originalidad en un medio culturalcomo el nuestro de entonces, Vincenzi se lamen-ta de que "en esos precisos momentos no hay unsolo Edison de la filosofía en todo el mundo" ypone a Kant y a Nietzsche como modelos de esaoriginalidad que requiere la filosofía para estos

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"tiempos nuevos". Nuestro autor se hace estapregunta retórica: "¿Adónde. viven el Kant o elNietzsche modernos? ¿Quiénes existen hoy quehayan sido originales tan intensamente?" (p.198)

El caso Nietzsche. Apuntes para un estudiodel método filosófico de Nietzsche. San José: Im-prenta Gutenberg, 1930. Breve opúsculo, aunquees la única obra dedicada por el autor enteramen-te a discutir sobre el pensamiento de Nietzsche,estableciendo un balance sobre la influencia ejer-cida por el alemán en su pensamiento y definien-do lo que de éste más le interesa. La preocupa-ción de Vincenzi por definir claramente un "mé-todo filosófico" ha sido constante en toda su vi-da. El presente ensayo muestra hasta qué punto elpensamiento de Nietzsche es decisivo en la bús-queda de Vincenzi, quien siempre defendió el pa-pel imprescindible y creativo del crítico.

Vincenzi cree encontrar en Nietzsche la res-puesta a sus inquietudes, pues es el único que nosrevela a través de la obra al autor y, con ello, lagénesis de la obra misma como explicación delsentido de la misma, que es la misión fundamen-tal del crítico. Por esa razón, no nos ha de extra-ñar que Vincenzi en las primeras líneas, no ocul-ta su admiración por el filósofo alemán. Lo diceen estos términos: " ...Desde la muerte de Nietzs-che. Casi todos los temperamentos de todas lasescuelas han intentado, cuando menos, el trazode un perfil del filósofo; a veces, la talla de unaestatua. Pero su personalidad es tan original, tancompleja, que permanece inasible en los más de-licados aspectos de su obra; los retratos obteni-dos no pasan de ser, en las mejores de las oportu-nidades, sino simples caricaturas de Nietzsche; yalgunas de ellas, grotescas. Nunca ha existidomayor desorden para juzgar a un autor que en elcaso de Nietzsche. A pesar de eso, el siglo se im-pregna, cada vez más, de su influencia: se empa-pa en ella como si se sumergiera en un lago. Ape-nas hay audacia literaria o filosófica, y hastacientífica, que no tenga su sello. Se podría afir-mar que el alma del siglo XX tiene un precursoren él." ( pp. 5s)

Ante tales expresiones de elogio y admira-ción, no nos ha de extrañar lo que, a reglón segui-do, define como objetivo de su ensayo: "Explicar

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dónde está el mérito más hondo de sus libros ycuáles son los aspectos que no ha logrado concre-tar la crítica en su estudio, es el proyecto que tra-taré de desenvolver en las siguientes páginas, conel amor de un entusiasmo nietzscheano." (p. 6)

Pero lo que Vincenzi busca en un auténticométodo crítico es aquel que no pretende solamen-te explicar las ideas sino, sobre todo, explicitar lagénesis de las mismas, porque es allí donde se des-cubre el método en acción que emplea un determi-nado maestro del pensamiento, aunque con fre-cuencia no explicite el método que ha seguido. Ra-zón por la cual se requiere la labor del crítico. Pe-ro para lograr eso, es necesario conocer al hombreque está detrás de la obra con el fin de detectar "lastendencias espirituales del hombre". (p. 7)

Este método es "integral" porque "abarca to-da su psicología: su voluntad ... sus sentimientos,con las normas respectivas de su compleja estruc-tura; sus capacidades racionales, con toda su ló-gica... El estudio mismo del subconsciente espreciso, si se desea criticar, con profundidad, laobra de los autores" (p. 9). Por eso, dice Vincen-zi, "intento, en el análisis de la obra de Nietzsche,demostrar que se desconocen sus métodos. Y mepropongo aislar las normas automáticas con cu-yos recursos trabajó su espíritu". (pp. lOs)

En las páginas siguientes critica a los autoresque juzgan a Nietzsche no por su método sinopor sus resultados. Para lograr este propósito, "lomás propio es examinar la fuerza de sus faculta-des y el orden seguido en la forma de producirla,para apreciar la consistencia de su arquitectura."(p. 17) Estas facultades son tres, por lo que Vin-cenzi cree que "estudiando los tres grandes facto-res del alma nietzscheana estaremos al borde deconocerla: su voluntad, su sentimiento y su pen-samiento." (p. 18) Tras sostener que la influenciade Schopenhauer para descubrir "el poder de lavoluntad" fue decisiva en Nietzsche, Vincenzi ex-plica lo que en el pensamiento de Nietzsche es lavoluntad: "La audacia de Nietzsche manifiestaun desarrollo enorme en el poder voluntario desus deseos, transformados, en primer término, enun amor excesivo por la grandeza del espíritu, enuna ambición desmedida de gloria, en una perpe-tua y apasionada simpatía por la fuerza, por la be-lleza, por la originalidad." (p. 20)

En conclusión, afirma Vincenzi: "Así, su vo-luntad fue superabundante por convicción propia,por estrategia, por cultura y por temperamento."(p. 23) En cuanto al sentimiento, Vincenzi califi-ca a Nietzsche de "gran pasional, en sus amoresy en sus odios". Luego añade: "Puso al serviciode sus sentimientos, su voluntad desnuda, y alamparo de ésta, sus simpatías y sus antipatías."Pero impuso la disciplina de un método a sussentimientos "haciéndolo servir de exaltación es-tética de sus gustos, de sus caprichos y extravíosy de calor impulsivo de sus ideas" (Ibid).

Gracias a eso, sus obras adquirieron "signifi-cados profundos" en las tres dimensiones de lopoético, lo filosófico y lo científico. Vincenzidestaca, sobre todo, el papel atribuido por Nietzs-che al arte. Por último, en cuanto al pensamiento,éste no fue separado de las otras dimensiones dela existencia, por lo que "de esta forma sus ideasse humanizaron, incorporándose en la vida mis-ma." (p. 27) Esto lo lleva a una conclusión, reco-nocida hoy en todos los campos del saber: "Nin-guna verdad es simple; las ideas, las voliciones ylos sentimientos representan actitudes reales po-lifacéticas." (p. 28)

Vincenzi critica, sin embargo, en su admira-do Nietzsche, "una estrechez de miras" que hacíaque "el entusiasmo de la nueva verdad lo hacíanegar la primera, como si no fuese un aspectoverdadero de una misma realidad interior." (pp.29s) Esto indujo a Nietzsche a cometer "espanto-sos errores e injusticias sin precedentes". Luegoda una larga lista de esos "errores" nietzschea-nos. Más aún, Vincenzi defiende al cristianismode ciertos ataques de Nietzsche. Aunque Vincen-zi reconoce que Nietzsche no ha sido en enterooriginal pues está en deuda con otros autores,Vincenzi le atribuye haber "llevado el método asus extremos con la sabiduría del malabarista".(p. 40) Esto lo llevó, igualmente, al "vértigo"hasta el punto de que "Dionysos se le desbordó aNietzsche en la frente". La contradicción mismaes parte de su método. Pero donde más ha desco-llado el método nietzscheano ha sido en "la psi-cología del hombre".

Luego de algunas consideraciones en tomoa la moral de Nietzsche y de identificar al "super-hombre" con el genio, Vincenzi llega a las

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"consideraciones finales" en que asigna como ta-rea "la necesidad de encontrar un Nietzsche nue-vo, ya que el modernismo es hijo suyo, en lo quetiene de múltiple, de audaz, de frenético, de gran-de." (p. 51)

Ultimo período o período de senectud. Laúltima obra publicada en vida del autor, a pocomás de un año antes de su muerte, se titula: Lamoral en la crisis contemporánea. Notas sobrelos graves problemas del mundo actual. San Jo-sé: Trejos Hermanos, 1963. Podemos, en conse-cuencia, considerarla como su testamento filosó-fico. Se trata de la obra de tono más conservadorde nuestro autor, pues luego de pasar revista a lasituación del mundo actual con especial referen-cia a los países desarrollados del Norte y, en lavida literaria y filosófica, especialmente a Fran-cia, nuestro autor concluye con tono marcada-mente pesimista: "El desorden mental por todaspartes: en el comercio, en el juego, en las artes,en la conducta. La inmoralidad sazona y a puntode reventar como una bomba atómica en el mun-do." (p. 55)

Las alusiones a Nietzsche son pocas y conuna evidente actitud distante y crítica. La obraviene precedida de una serie de cinco cartas diri-gidas al Dr. Emilio Valverde Vega. En la segundade estas misivas habla del "inmoralismo deNietzsche" que ha influenciado a Gide (p. 6).Más adelante, reconoce la influido de Nietzscheen todo el pensamiento francés. Sin embargo,apunta a propósito del pensador alemán: "Ese ge-nio que tanto admiro en otros aspectos." (p. 8)

En el cuerpo mismo de la obra, solo hay unpárrafo en que se habla de Nietzsche y en un to-no bastante crítico. Helo aquí: "No es posible ha-blar mal del orden estando sujeto a él. De la mo-ral, reclamándola cuando no se la cumple en fa-vor nuestro. Hemos visto inmoralistas, comoNietzsche, hablando pestes de la caridad y, sindarse cuenta, profundizándola como el mejor delos discípulos de Cristo. Es que el orden naturales un destino en el hombre, en el protón, en lamontaña y en la estrella. Nietzsche no tenía la na-riz en el estómago ni los pies en la frente". (p. 36)

En conclusión, la última palabra de MoisésVincenzi puede resumirse en esta profesión de fe

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cristiana: "Por nuestra parte, creemos en la ideade persona; en la moral cristiana; y en Dios. Lodemás es, para nosotros, material sutilmente po-lémico." (p. 66)

Bibliografía

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