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No. 48 MAYO 2011 -Una publicación bimestral de la Escuela de Predicación de Brown Trail- EL PUEBLO DE DIOS INSTRUYENDO A LA HERMANDAD -- MAYO 2011 “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (II Timoteo 2:2, RV 1960). Página 1 EL PUEBLO DE DIOS Un pueblo conocedor de las Escrituras 2-4 Arturo García Pérez Un pueblo de espíritu ferviente 4-5 Alberto Suárez Escalante Un pueblo de espíritu evangelístico 6-7 Jesús Martínez Un pueblo obediente a la voluntad de Dios 7-8 Luis Camacho Un pueblo que defiende la sana doc- trina 8-9 Douglas Alvarenga Un pueblo santo 10-11 Carlos Vázquez TABLA DE CONTENIDO COMENTARIOS DEL EDITOR Willie Alvarenga Cuáles son las ca- racterísticas que deben estar en el pue- blo de Dios? ¿Cuáles son las características que describen un pue- blo fiel delante de los ojos de nuestro Crea- dor? Estas son preguntas que usted y yo debemos hacernos cada día. Her- manos, es imperativo que el pueblo de Dios considere cuidadosamente lo que nuestro Padre celestial desea que sea- mos. Usted y yo debemos de tomar el tiempo necesario para escudriñar las Escrituras y examinar cuáles son aque- llas áreas en las cuales debemos de trabajar para poder llegar a ser el pue- blo de Dios. En esta ocasión se han incluido varios artículos escritos por hermanos fieles, quienes han contribuido con informa- ción vital que cada congregación del cuerpo de Cristo debe de considerar y aplicar a su diario vivir. Los princi- pios aquí mencionados son aquellos que usted y yo debemos aplicar a nuestra vida ya que haciendo esto, re- sultará en nuestro crecimiento espiri- tual, el cual, a la misma vez, causará que Dios sea glorificado por medio de Su pueblo. Le pido de favor que con Biblia abier- ta examine los artículos que a conti- nuación le presentamos. Siempre será nuestro propósito principal edificar e informar a la hermandad en cuanto a lo que debemos de hacer para mostrar- le a Dios que somos Su pueblo y que le amamos. Le pido de favor, como siempre, que comparta esta revista con amigos y familiares. Se concede permiso para que imprima esta revista y reparta co- pias para los miembros de la congrega- ción donde usted se reúne o predica. Estoy más que seguro que todos los que consideren estos artículos serán grandemente edificados. Pedimos hermanos que por favor sigan orando por este esfuerzo de continuar editando esta revista para beneficio de la hermandad. Nuestra única meta es dar la honra y gloria a nuestro Dios por medio de la instrucción sana del pueblo de Dios. ¿

No. 48 MAYO 2011 EL PUEBLO DE DIOS - Brown … · INSTRUYENDO A LA HERMANDAD -- MAYO 2011 Página 3 Un pueblo conocedor de las Sagradas Escrituras, ¡Para no pecar contra Dios! Nunca

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Page 1: No. 48 MAYO 2011 EL PUEBLO DE DIOS - Brown … · INSTRUYENDO A LA HERMANDAD -- MAYO 2011 Página 3 Un pueblo conocedor de las Sagradas Escrituras, ¡Para no pecar contra Dios! Nunca

No. 48 MAYO 2011

-Una publicación bimestral de la Escuela de Predicación de Brown Trail-

EL PUEBLO DE DIOS

INSTRUYENDO A LA HERMANDAD -- MAYO 2011

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombresfieles que sean idóneos para enseñar también a otros”

(II Timoteo 2:2, RV 1960).

Página 1

EL PUEBLO DE DIOSUn pueblo conocedor de las Escrituras2-4Arturo García Pérez

Un pueblo de espíritu ferviente4-5Alberto Suárez Escalante

Un pueblo de espíritu evangelístico6-7Jesús Martínez

Un pueblo obediente a la voluntad deDios7-8Luis Camacho

Un pueblo que defiende la sana doc-trina8-9Douglas Alvarenga

Un pueblo santo10-11Carlos Vázquez

TABLA DE CONTENIDO

COMENTARIOS DEL EDITORWillie Alvarenga

Cuáles son las ca-racterísticas que

deben estar en el pue-blo de Dios? ¿Cuálesson las característicasque describen un pue-blo fiel delante de losojos de nuestro Crea-

dor? Estas son preguntas que usted yyo debemos hacernos cada día. Her-manos, es imperativo que el pueblo deDios considere cuidadosamente lo quenuestro Padre celestial desea que sea-mos. Usted y yo debemos de tomar eltiempo necesario para escudriñar lasEscrituras y examinar cuáles son aque-llas áreas en las cuales debemos detrabajar para poder llegar a ser el pue-blo de Dios.

En esta ocasión se han incluido variosartículos escritos por hermanos fieles,quienes han contribuido con informa-ción vital que cada congregación delcuerpo de Cristo debe de considerar yaplicar a su diario vivir. Los princi-pios aquí mencionados son aquellosque usted y yo debemos aplicar a

nuestra vida ya que haciendo esto, re-sultará en nuestro crecimiento espiri-tual, el cual, a la misma vez, causaráque Dios sea glorificado por medio deSu pueblo.

Le pido de favor que con Biblia abier-ta examine los artículos que a conti-nuación le presentamos. Siempre seránuestro propósito principal edificar einformar a la hermandad en cuanto alo que debemos de hacer para mostrar-le a Dios que somos Su pueblo y quele amamos.

Le pido de favor, como siempre, quecomparta esta revista con amigos yfamiliares. Se concede permiso paraque imprima esta revista y reparta co-pias para los miembros de la congrega-ción donde usted se reúne o predica.Estoy más que seguro que todos losque consideren estos artículos serángrandemente edificados.Pedimos hermanos que por favor siganorando por este esfuerzo de continuareditando esta revista para beneficio dela hermandad. Nuestra única meta esdar la honra y gloria a nuestro Diospor medio de la instrucción sana delpueblo de Dios.

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iglos antes de que nuestro SeñorJesucristo naciera, el profeta Je-remías, anunció la venida de un

nuevo y mejor pacto, diciendo "Heaquí que vienen días, dice Jehová, enlos cuales haré nuevo pacto con la ca-sa de Israel y con la casa de Judá… Yno enseñará más ninguno a su próji-mo, ni ninguno a su hermano, dicien-do: Conoce a Jehová; porque todosme conocerán, desde el más pequeñode ellos hasta el más grande…” Je-remías 31:31,34. Anteriormente, todojudío, entraba en relación de pacto conDios, desde el acto mismo de su naci-miento, por el sólo hecho de ser des-cendiente de Abraham, aunque todavíano estuviera consciente de sus privile-gios y obligaciones. Por otra parte, unrasgo distintivo del Nuevo Pacto y desus participantes, es que todos, sin ex-cepción alguna, conocerían a Dios,previamente, en su carácter y en suscondiciones, para ser adoptado hijosuyo. Juan 6:44,45; Romanos 10:14-17; Hechos 2:41,47. Por tanto, la igle-sia, es, y se espera que sea, un puebloconocedor de las Sagradas Escrituras yconocer al Dios a quien sirve.

Un pueblo conocedor de las Sagra-das Escrituras, ¡Un honroso privile-gio concedido!

“(Él)…Dios vivo, que hizo el cielo y latierra, el mar, y todo lo que en elloshay… no se dejó a sí mismo sin testi-monio…” Hechos 14:16,17. El Crea-dor, providencialmente se ha reveladoa sus criaturas. Romanos 1:18-20. Yde todas las naciones de la tierra, esco-gió a Israel, como su especial tesoro,por amor de Abraham su siervo. Sal-mos 147:19,20. “ ¿Qué nación grandehay que tenga estatutos y juicios justos

como es toda esta ley que yo pongohoy delante de vosotros” Deuterono-mio 4:7,8 ¿Tuvo la nación de Israel,una posición muy privilegiada y exal-tada? ¡Claro, que la tenía! ¡Les fueconfiada la palabra de Dios! Romanos3:1,2; ¡También ahora la iglesia! Hasido receptora, de la más admirable ymaravillosa, plena y definitiva revela-ción de Dios, por medio de nuestroSeñor Jesucristo y sus apóstoles.Hebreos 1:1,2; Juan 14:26; 1ª Corin-tios 14:37; 1ª Tesalonicenses 2:13. Nocabe duda, que Dios siempre le haconfiado a su pueblo, los riquísimostesoros de Su sabiduría, y en el casode los judíos, se esperaba que los de-más pueblos dijeran de ellos:

“¡Ciertamente pueblo sabio y entendi-do, nación grande es ésta!” Pero, ¿Secumplió el deseo de Dios?¡Evidentemente, no!, su negligencia eincredulidad se impuso. Vea Deutero-nomio 4:6. Jehová, a través del profe-ta, les dijo: “Les escribí las grandezasde mi ley, y fueron tenidas por cosaextraña” Oseas 8:12. A mayor privile-gio, mayor responsabilidad. Lucas12:47,48. ¿Podrá la iglesia, valorar loque ha recibido? Colosenses 3:2.¿Apreciarán los cristianos del sigloXXI, las Escrituras, así como el após-tol Pablo se refirió a ellas? Romanos8:33.

Un pueblo conocedor de las Sagra-das Escrituras, ¡Para cubrir una ne-cesidad!

Las cualidades y beneficios que prove-en las Sagradas Escrituras son innu-merables, pero ¿cómo podemos valo-rar las virtudes de una comida o bebi-da, o de algún medicamento, cuandosentimos que no lo necesitamos? SuPalabra, es el alimento del alma. Ma-teo 4:4. No podemos ser conocedoresde las Escrituras, sino estamos cons-cientes de la apremiante necesidad quecada uno tiene; el estudio constante dela Biblia, es al hombre, lo que la lechematerna, es al recién nacido. 1ª Pedro2:2. ¡Es asunto de vida o muerte! Mu-chos cristianos, padecen de inaniciónespiritual, aquellos que le preguntan alpredicador, “¿estoy obligado a asistir atodos los servicios de la iglesia?”. Sa-bemos que una comida, rica en vegeta-les, es muy nutritiva, pero, ¿por qué nolos acostumbramos?, quizá se deba, aque no hemos desarrollado ese gusto.¿Sucederá algo semejante, con la faltade interés en estudiar la Palabra deDios? En la asamblea de la iglesia,cuando se expone la Palabra, algunosmiembros bostezan, otros se entretie-nen con el teléfono celular, otros vanal baño, mostrando así, irreverencia aDios y falta de interés al mensaje, perocuando se va al cine a ver la películade estreno, o se disfruta la final delequipo favorito, ¡no queremos perder-nos ni un minuto! Dios, a través delapóstol, nos dice: “entre tanto quevoy, ocúpate de la lectura…” 1ª Timo-teo 4:13. ¿Cuánto progresaríamos ennuestro conocimiento, si tuviéramos lamisma pasión, y entusiasmo poraprender, e incluso memorizar las Es-crituras? 2ª Pedro 3:18. Podríamos ex-clamar, como el salmista, ¡Oh, cuantoamo yo tu ley! Todo el día es ella mimeditación! Salmo 119:97.

UN PUEBLO CONOCEDOR DE LAS SAGRADASESCRITURAS

Arturo García

S

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Un pueblo conocedor de las Sagradas Escrituras,¡Para no pecar contra Dios!

Nunca estaremos exagerando, en la importancia deocuparnos diligentemente en el estudio de la Palabra;Jehová dio órdenes claras, que todo rey, que llegara agobernar sobre el pueblo de Israel, debería leer todoslos días de su vida, la ley, y hacer de su puño y letra,una réplica de la misma, ¿para qué? Para que no seelevara su corazón sobre sus hermanos, para queaprendiera a temer a Jehová su Dios, y guardar todossus mandamientos, ¿Cumplieron los reyes de Israelcon ésta encomienda? Tristemente, no, aunque huboexcepciones, incluso “el hombre más sabio”, el rey,Salomón, obró contrariamente. Deuteronomio 17:14-20, Note los versículos 16 y 17. Los gobernadores,profetas, sacerdotes y el pueblo en general, le dieronla espalda a las ordenanzas Divinas, “Los sacerdotesno dijeron: ¿Dónde está Jehová? Y los que tenían laley no me conocieron…” Jeremías 2:8. A pesar de queDios envió a sus siervos los profetas desde temprano ysin cesar, el pueblo no entendió y fue destruido. Oseas4:1,6. ¿Los sacerdotes y reyes del Nuevo Pacto, apren-derán de la experiencia de Israel? Apocalipsis. 1:6. Enlos tiempos de Jesús, los líderes religiosos, se ufana-ban de ser conocedores de la Ley, y con todo esto, co-metieron un terrible pecado, ¡crucificaron al Mesías!.Hechos 13:27; 1ª Corintios 2:8. Si leyendo las Escritu-ras, todos los días, se cometen pecados graves,¿Cuánto más el no leerlas y ser displicentes para estu-diarlas? Cabe, además, formular el par de preguntasque Jesús hizo: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómolees?” Lucas 10:26. Necesitamos poner la ley de Diosen nuestro corazón. Salmos 119:11. Israel fue llevadocautivo por sus enemigos, por un pecado siamés: or-gullo e ignorancia. Jeremías 8:8,9; Isaías 5:13; Oseas5:4,5. El pueblo de Dios, de hoy, no está exento deeste mal. 1ª Corintios 4:18; 15:34.

Un pueblo conocedor de las Sagradas Escrituras,¡Para cumplir su misión!

Israel fue puesto en medio de la naciones, para quefuera un punto de referencia, y guiara a las naciones adistinguir entre lo santo y lo profano. Ezequiel 5:5;44:23. Para que fuera un reino de sacerdotes y gentesanta. Éxodo 19:5,6. De la iglesia se dice, que es“linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pue-blo adquirido por Dios…” ¿Para qué? Para que anun-ciemos “las virtudes y la multiforme sabiduría deDios”. 1ª Pedro 2:9; Efesios 3:10.

BROWN TRAIL

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gelismo Personal, Historia de la Iglesia, Griego, etc. Énfasis en la memorización de las Escrituras Énfasis en la humildad Oportunidades para predicar Oportunidades para asistir a Conferencias y Seminarios Campañas de evangelismo Supervisado por los ancianos de Brown Trail church of

Christ Admisión: Enero de cada año

Willie Alvarenga, DirectorP.O. Box 210667Bedford, TX 76095

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Nadie puede dar lo que no tiene. Sihiciéramos una breve encuesta,¿cuántos podrían dar en orden, lalista de libros que contiene la Biblia?¿Cuántos miembros de la iglesia,podrían citar de memoria pasajesbíblicos, que sustenten cada punto delplan de salvación, o de la adoración ude la organización de la iglesia? Elcristiano que no comparte el evange-lio, ¿estará cumpliendo el propósitode su llamado? El cristiano que “nocontiende por la Fe”, ¿sentirá la nece-sidad de adiestrarse para un manejohábil de la Espada del Espíritu? Judas3; Hebreos 4:12; 2ª Timoteo 2:15.¿Vivirá el cristiano, una vida santa?No vayamos a caer en el mismo errordel judío. Romanos 2:17-24; Tito1:16; Efesios 5:15. Israel no cumpliósu misión, ¿Cumplirá su misión laIglesia? “Porque mi pueblo es necio,no me conocieron; son hijos ignoran-tes y no son entendidos…” Jeremías4:22.

El pueblo de Dios, un pueblo conoce-dor de las Sagradas Escrituras, franca-mente, cuando escribía esto, estabaaprensivo, en virtud de la evidenciahistórica que se posee, por tanto, noes, una descripción adecuada para elIsrael antiguo, ni sea tal vez, un adjeti-vo, que refleje la realidad de nuestrascongragaciones, pero sí es, un llamadourgente de parte de nuestro Dios, paraque todo ciudadano de Su pueblo, seaun auténtico discípulo de la sana doc-trina e hijos que vivan conforme a suvoluntad. ¡Dios, insistentemente, nosbrinda la oportunidad de conocerle!“Clama a mí, y yo te responderé, y teenseñare cosas grandes y ocultas quetú no conoces”. Jeremías 33:3

Nuestro hermano Arturo García co-labora como instructor en la Escuelade Predicación del Centro en la ciu-dad de Querétaro, México. Tambiéncolabora con la congregación local

de dicha ciudad.

Romanos 12:11 En lo que requierediligencia, no perezosos; fervientes enespíritu, sirviendo al Señor;

Fervor: Devoción, intensidad en elsentimiento religioso.Ferviente: Que muestra entusiasmo oadmiración. / Que hierve

Es por todos conocida la situación deviolencia, corrupción y decadenciamoral que está sufriendo nuestro ama-do país de México. Por otra parte,también es cierto que siempre ha exis-tido la violencia, la corrupción y lafalta de moralidad, pero por más quelos políticos actuales se aferren a tra-tar de minimizar los efectos y estragosde la violencia y el terror generadospor la delincuencia organizada de hoyen día, no podemos negar, no pode-mos cerrar los ojos ante el implacableaumento de la inseguridad, la impuni-dad, la violencia y la corrupción en lasociedad mexicana. Menciono en par-ticular el caso de México, porque creoque muchos de los lectores estamosfamiliarizados con esta información, yhemos podido ser testigos de primeramano de cómo el terror y la impoten-cia se van a apoderando de toda unasociedad. Pero la realidad es que estono es exclusivo del país Méxicano,basta con sólo sentarse a escuchar lasnoticias internacionales para darnoscuenta de que a lo largo y ancho delplaneta se está atravesando por una delas peores crisis en la historia de lahumanidad.Debido a todo esto, el momento quetú y yo amable Hermano (a) estamosviviendo, es crucial y determinantepara el bienestar del mundo en que

vivimos. Nuestra sociedad necesitaurgentemente volverse a Dios, necesi-ta la medicina adecuada que le de-vuelva la paz, la tranquilidad y la feli-cidad que sólo Dios puede proporcio-nar (Isaías 55:6-7; Jeremías 6:16; Ma-teo 11:28). Por eso es que tu participa-ción hermano (a), es vital y de sumaimportancia en estos precisos momen-tos de crisis, en estos momentos tanterribles es que se demanda de tí y demí como hijos de Dios que:

Le demos sabor al mundo puesto queJesús nos dice que somos la sal de latierra Mateo 5:13; Colosenses 4:6Le demos luz al mundo oscurecidopor las tinieblas de pecado Mateo 5:14-16; Efesios 5:8; 1 Tesalonicenses 5:4-8Seamos dignos embajadores de Cris-to, dignos representantes de su glorio-so Nombre 2 Corintios 5:18-20En otras palabras se demanda de ti yde mí, que seamos un pueblo de espí-ritu ferviente y de eso es de lo quehablaremos en este artículo:

UN PUEBLO DE ESPÍRITU FER-VIENTE.

El pasaje con el que iniciamos nuestroartículo (Romanos 12:11) nos hablaprecisamente de que eso es lo queDios demanda de nosotros, que sea-mos un pueblo de espíritu ferviente enlas cosas que verdaderamente deman-dan diligencia, un pueblo con grandevoción por las cosas espirituales, unpueblo que muestre entusiasmo y ad-miración por las cosas del Espíritu yque contagie a los demás de ese entu-siasmo y admiración.

UN PUEBLO DE ESPÍRITUFERVIENTE

Alberto Suarez Escalante

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INSTRUYENDO A LA HERMANDAD -- MAYO 2011

Créelo Hermano (a) tu participaciónes D E C I S I V A. A Ester, lajudía que llegó a ser Reina se le dijolo mismo en Ester 4:13-14Ester 4:13 Entonces Mardoqueo lesdijo que respondieran a Ester: Nopienses que estando en el palacio delrey sólo tú escaparás entre todos losjudíos.Ester 4:14 Porque si permaneces ca-llada en este tiempo, alivio y libera-ción vendrán de otro lugar para losjudíos, pero tú y la casa de tu padrepereceréis. ¿Y quién sabe si para unaocasión como ésta tú habrás llegadoa ser reina?Amado Hermano (a) no creas que espor azar y casualidad que tú y yo esta-mos aquí y ahora viviendo en estostiempos de gran decadencia espiritual.Si tú y yo estamos aquí y ahora es porla providencia de Dios, y precisamen-te para un tiempo tan agitado comoéste, es que tú y yo llegamos a sercristianos, llegamos a ser reyes y sa-cerdotes 1 Pedro 2:9. En estos tiem-pos en los que:Más del 50 % de los matrimonios ter-minan en divorcio.Millones de niños son asesinados aúnen el vientre de sus madres.Millones de jóvenes se ahogan en elocéano de las drogas.Miles de niños y niñas indefensos sonvendidos para prostituirse sexualmen-te y dar ganancias a personas sinescrúpulos.Los padres no se preocupan por guiaren disciplina y amonestación del Se-ñor a sus hijos.No existe el mínimo temor de Dios enel corazón de muchas personases necesario e imprescindible que tú yyo como cristianos hagamos algo paracambiar toda esta terrible situación.Ten por seguro hermano (a) que si nohaces nada al respecto, que si te que-das callado (a) y haces como si todolo mencionado anteriormente no estu-viera pasando, “… alivio y liberaciónvendrán de otro lugar…” pero tú pere-

cerás. Recuerda que tú y yo comohijos de Dios somos esos atalayas queavisan al pueblo del peligro que seacerca Ezequiel 33:1-9, recuerda quesomos guarda de nuestro hermanoGénesis 4:9, recuerda que como pue-blo de Dios, se espera de ti y de mí unespíritu ferviente en:

En la alabanza a DiosSi eres un cristiano que tiene ya variosaños en la iglesia, creo que estarás deacuerdo conmigo en que hay hermanosen las diferentes congregaciones a losque les gusta mucho cantar y que siem-pre están dispuestos a realizar todo es-fuerzo por alabar a Dios lo mejor posi-ble y con todo el corazón, sin embargotambién hay hermanos que no les gustamucho hacerlo y por lo mismo ponentoda clase de excusas para no alabar aDios como Él se lo merece, para no ala-barle con un espíritu ferviente. Juan4:23 nos dice que ser un pueblo de espí-ritu ferviente en la alabanza a Dios es loque Dios espera de su pueblo. ¡Ah!Cuántas personas he oído decir que loque Dios ve es el corazón y no la formaen que cantamos. Y protegidos por pen-samientos como esos no realizanningún esfuerzo por mejorar su canto aDios, y no contentos con esto se moles-tan con los que realizan cualquier es-fuerzo por mejorar en este punto deadoración. Recuerden hermanos queDios es digno de alabanza Salmo 148.Lo triste es, que estos mismos herma-nos que no muestran un espíritu fer-viente en la alabanza a Dios, sí lomuestran en otras cosas que por muynecesarias que sean, nunca serán tanimportantes como el darle la honra y laGloria a nuestro Padre Celestial. Tencuidado hermano (a) de no contagiartede este tipo de pensamiento, sino por elcontrario, forma parte de ese pueblo deespíritu ferviente en la alabanza a Dios.

Vivir en santidad.Desde la antigüedad Dios ha demanda-do santidad de su pueblo. Es lo que en-señó por medio incluso de las vestidu-ras sacerdotales Éxodo 28:36; Dios

pidió a su pueblo santidad en todos losaspectos de su vida, Levítico 19. Debe-mos recordar que lo que antes se escri-bió, se escribió para nuestra enseñanza(Romanos 15:4) lo triste es que muchosde nosotros no lo hemos terminado deentender. Recuerda que “… sin santi-dad nadie verá al Señor” Hebreos12:14. Dios es Santo y por lo tanto de-manda santidad en nosotros 1 Pedro1:15-16. Formemos parte de ese pueblode espíritu ferviente en cuanto a la san-tidad.

Proclamar el evangelioPablo dice ¡ay de mí, si no anunciare elevangelio! 1 Corintios 9:16. No sé túmi hermano(a), pero yo no quisiera es-tar en los zapatos de aquel que no anun-cia el evangelio. Hemos sido comisio-nados por Cristo para dar esas buenasnuevas Mateo 28:18-20. Dios está ro-gando al mundo por medio de nosotrosque se reconcilie con Él 2 Corintios5:18-20. No nos avergoncemos de dartestimonio de Cristo Hechos 1:8; 2 Ti-moteo 1:7-8; 4:1-2, 5. Dios nos ha pro-veído de todo lo necesario para poderhacerlo. Créelo y forma parte del pue-blo que tiene un espíritu ferviente encuanto a proclamar el evangelio.

Nehemías 3:20 Después de él Baruchijo de Zabai con todo fervor restauróotro tramo, desde la esquina hasta lapuerta de la casa de Eliasib sumo sacer-dote.Baruc sabía que necesitaba restaurar lamuralla que los protegía y lo hizo contodo fervor, con todo entusiasmo.¿Cómo está la muralla que te protege?¿Cómo está tu espíritu? ¿Necesitas res-tauración?, ojalá estés dispuesto a res-taurar con todo fervor y que seamos asíun pueblo de espíritu ferviente.

Nuestro hermano Alberto Suárez Es-calante trabaja como predicador lo-cal de North Tyler Iglesia de Cristo

en la ciudad de Tyler, TX.

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Hechos 8:4l apóstol Pedro dijo en su primeracarta: Mas vosotros sois linajeescogido, real sacerdocio, nación

santa, pueblo adquirido por Dios, pa-ra que anuncies las virtudes de aquelque os llamo de las tinieblas a su luzadmirable (1 Pedro 2:9 – énfasis pro-pio). Pedro nos deja bien en claro, loque somos, y lo que debemos estarhaciendo, pero ¿qué ha sucedido conel pueblo de Dios? Se ha olvidado desu llamado y también de su propósito.Escuchamos decir entre el pueblo: “lagente ya no quiere oír; es que no abrenla puerta; es que ya este método notrabaja…” estas cosas y más se oyenentre el pueblo de Dios y nos hemosdejado llevar de ellas, y tambiénhemos descuidado el privilegio de lapredicación (1 Corintios 9:17-18).Basta el mirar los resultados de que laiglesia del primer siglo obtenía por lapredicación del EVANGELIO, ellosiban por doquier predicando a Cristo ysu reino, y la gente obedecía; ahora¡nosotros somos el pueblo de Dios! Yel pueblo de Dios es “Un PuebloEvangelistico.” Nuestro deseo debeser el mismo que el de nuestro Dios (1Timoteo 2:4) que todo hombre sea sal-vo. A nosotros se nos ha mandado sóloel predicar y no el preocuparnos por sila gente nos ha de oír o no. Predique-mos hoy que tenemos el tiempo, lafuerza y la voluntad; pues para estofuimos llamados y no olvidemos laexhortación que encontramos en laspalabras de Pablo cuando dijo: “…hayde mí, si no predico el evangelio…” (1Corintios 9:16).

El pueblo de Dios recipientes delevangelio

El apóstol Pedro nos dice que el

llamado Dios lo ha hecho ahora“somos pueblo de Dios” con un granpropósito, para anunciar las virtudesde aquel que nos llamó (1 Pedro 2:9).Notemos lo importante de esto mishermanos, ahora nosotros somos losrecipientes de este gran poder de Dios(Romanos 1:16) el evangelio, a noso-tros se nos ha encomendado este evan-gelio (2 Corintios 4:7). Dios ha puestoeste tesoro en nosotros, no para reser-va, sino para hacer tal como lo anunciaen los versos anteriores (2 Corintios4:1-6). Pablo hace referencia a “la pa-labra de Dios; la verdad; nuestro evan-gelio; luz del evangelio; predicamos…a Jesucristo como Señor; iluminacióndel conocimiento de la gloria deDios,” esto es el tesoro de lo que Pa-blo está hablando y que ahora en el v.7 dice ha sido depositado en vasos debarro, que somos nosotros. Dios ope-rando en nosotros (Filipenses 1:6;2:13). A nosotros ahora se nos ha dadoeste evangelio, este ministerio de lapredicación, tal como les fue dado alos primeros doce que fueron seleccio-nados por el Señor (Marcos 3:13-14),a los cuales después también les dijoque fuesen a predicar este hermosoevangelio (Marcos 16:15-16; Mateo28:18-20). Hermanos, nosotros pudié-semos estar haciendo otra cosa, peroes de suma importancia que recorde-mos lo que somos, y lo que ahora estáen nosotros, ¡somos recipientes de estehermosos evangelio! Dios nos ha con-siderado para ser sus siervos, instru-mentos para su honra y su gloria(Mateo 5:16). ¿Qué ha pasado con elpueblo de Dios? Se ha olvidado delgran poder que ha sido depositado enél. Parece ser que nos encontramos enla misma situación que aquel pequeñoremanente que regresaba del cautive-

rio en los días de Esdras, bajo el lide-razgo de Zorobabel; este grupo de ju-díos se olvidó de su propósito, por elcual habían regresado a Jerusalén, em-pezaron la obra pero al presentarse elprimer obstáculo se intimidaron y ce-saron la obra. Empiezan estos a edifi-car casa para ellos, y la casa de Jehovásigue en ruinas (Esdras 4:1-5; Hageo1:1-11). ¿Qué había pasado con estepueblo? Se olvidaron de su propósito,de lo que se les había encomendado,se les dio la orden, se les dio el dineroen mano para la obra, y también losutensilios de la casa de Dios (Esdras1:1-11). Mas ellos dejaron de cons-truir. Ahora nosotros debemos recono-cer lo que se ha depositado en noso-tros, y poner mano en obra, recordarde las palabras del apóstol Pablo cuan-do dijo: “Y a Aquel que es poderosopara hacer todas las cosas mucho másabundantemente de lo que pedimos oentendemos, según el poder que actúaen nosotros...” (Efesios 3:20),¿podemos mirar lo que está diciendoPablo? ¡el poder de Dios que actúa ennosotros! Hermanos es tiempo ya delevantarnos y de actuar conforme a lagran comisión que nos ha sido enco-mendada. El evangelio le fue dado a laiglesia (Efesios 3:10; Marcos 16:15-16; Romanos 10:15), no lo deseche-mos, no lo queramos tener (a)guardado, y sobre todo esto NO loCAMBIEMOS ni lo modifiquemospara hacerlo más atractivo; el evange-lio es el poder de Dios (Romanos1:16) y este poder nos ha sido dado anosotros, a su pueblo para que lo pre-diquemos y poder ser así “Un PuebloEvangelistico” que lleva este mensajepor doquier, tal como lo hicieron nues-tros hermanos en el primer siglo(Hechos 1:8; 5:42; 8:4).

UN PUEBLO DE ESPIRÍTU EVANGELISTICOJesús Martínez

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El Pueblo De Dios Es Portavoz DelEvangelio.

Nosotros sabemos que somos elpueblo de Dios, y que la encomiendanos ha sido dada. ¿Cuánto caso hace-mos a esta encomienda? Según Lucasnos dice en el libro de los Hechos quelos que habían sido esparcidos “ibanpor todas partes anunciando el evan-gelio” (Hechos 8:4). La razón por lacual iban por todas partes fue por cau-sa de la persecución que había empe-zado. Y en palabras de nuestro herma-no Johnny Ramsey “hubo persecucióny hubo predicación; ahora no hay per-secución y tampoco hay predicación.”Mucha verdad hay en esto, el pueblode Dios se ha quedado quieto y se hapuesto cómodo, tal como la naciónjudía que mencionábamos (Hageo 1:1-4). Nos sentimos satisfechos de haberconocido el evangelio, pero ya no loqueremos predicar; ¿Por qué? Porquedecimos “No es tiempo todavía” estaseran las palabras sarcásticas que usabael profeta Hageo para con el pueblo deIsrael. Nosotros nos hemos olvidadode poner en práctica el mandamientoque nos fue dado “id por todo el mun-do y predicad el evangelio a toda cria-tura…” (Marcos 16:15). Cumplamospues con nuestro llamado, el de ir ypredicar, ir y anunciar las buenas nue-vas, hablar de la gracia de nuestroDios (Efesios 3:10; 1 Pedro 2:9). Peropara poderlo llevar a cabo debemossentir una gran necesidad, debemossentirnos deudores, no sólo a Dios,sino también a los hombres (Romanos1:14-15); debemos recordar que si nopredicamos este evangelio a aquelloscon quienes tenemos contacto, su san-gre será sobre nosotros (Ezequiel 3:18;1 Corintios 9:16). El privilegio de lapredicación le ha sido dado al pueblode Dios, al pueblo se le ha dado elmensaje con el único propósito decompartirlo, de anunciarlo y de llevar-lo por todo el mundo (Romanos 10:15;Mateo 28:19) tal como se hizo en elprimer siglo (Colosenses 1:23). No

seamos negligentes al llamado ni tam-poco seamos perezosos para la predi-cación, pues si cumplimos grande seránuestro galardón (Mateo 25:34; 1 Co-rintios 9:17; 1 Corintios 15:58; 2 Ti-moteo 4:6-8). Que nuestro Dios nosfortalezca y que su Espíritu nunca seaparte de nosotros, para poder ser fer-vientes en la predicación de su evan-gelio (Jeremías 20:9; Hechos 17:16)

Nuestro hermano Jesús Martínez co-labora como instructor de tiempo

completo de la Escuela de Predica-ción de Brown Trail. También traba-ja como predicador local de la con-

gregación hispana de Brown Trail enla ciudad de Bedford, TX.

UN PUEBLO OBEDIENTE ALA VOLUNTAD DE DIOS

Luis Camacho

o hay nada más importante paranuestro Padre Celestial que unpueblo obediente a Su voluntadtal como indican las Sagradas

Escrituras. Sin embargo, desde elprincipio de la creación se encuentrarelato tras relato, los fracasos espiri-tuales de la humanidad, empezando enel libro de Génesis con la desobedien-cia de Adán y Eva. Al poco tiempoque la población del mundo se multi-plicó por la bendición de Dios, el Se-ñor escogió a un grupo de almas quese conoce como el Pueblo de Isra-el. Un pueblo que originó en la tierrade Canaán, de descendencia amorreo yhetea (Jeremías 31:31;Ezequiel 16:3),que durante esta época era lo más bajoque pudiera haber existido en la huma-nidad. Pero antes de iniciar este pactocon los descendientes de Adán y Eva,tal como los descendientes de Abra-ham, el Señor les demostró Su divinopoder para enseñarles el camino quedeberían seguir únicamente conEl. Este divino poder se mani-festó en varias ocasiones y mane-ras sobre los dioses de los egipcios

por ejemplo en el instante que se con-virtió el agua en sangre, la plaga deranas, y la destrucción de todo pri-mogénito en Egipto. Después de 430años en esclavitud el pueblo de Israelfue tomado de la mano lejos de la tie-rra de Egipto donde habían habitadopor tanto tiempo(Éxodo 12:40-41). Fue en el Monte de Sinaí dondese inició un pacto entre un Dios divinoy Su creación y fue ahí donde en tresocasiones Su pueblo escogido prome-tió obedecerle expresando las siguien-tes palabras, “Todo lo que Jehová hadicho, haremos” (Éxodo 19:8,24:3,7). Este pacto que se promulgó,el Antiguo Testamento o la Ley Mosáica, requirió la obediencia del hom-bre con el propósito que Israel fuerauna nación Santa a un Ser santo, divi-no, y todo poderoso. El relato decómo Dios tomó el tiempo para cono-cer, escoger, librar y entrar en pactocon Israel nos ha de hacer pensar quegran bendición de poder haber recibi-do esta atención directamente de Éldurante esta era bíblica. Ahora paraIsrael lo único que le esperaba eraobedecer la voluntad del Dios que loslibró de la esclavitud egipcia en formad e m a n d a t o s y o r d e n a n -zas. Lamentablemente fueron estaspalabras que el pueblo de Israel habíaexclamado con mucho fervor, que in-cluso también olvidó, resultando en unpueblo desobediente. Tristemente estagran nación divina se enredó en elpecado y fracasó en su relación conDios, cuando lo único que deseabaDios era un pueblo obediente sujetoúnicamente a El por medio de su vo-luntad. Por medio de la ley escrita queahora reconocemos como la antigualey y lo que se escribió sobre los pro-fetas en proclamar la voluntad del Se-ñor a Israel, la Biblia relata las mu-chas oportunidades para obedecer ycumplir con las palabras que habíaproclamado en el monte de Sinaí enÉxodo.

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Pero fue tanta la desobediencia de es-te pueblo que el Señor al fin los de-claró infieles, Jeremías 31:31,32, conel propósito de empezar de nuevo conun pueblo espiritual sujeto y obedien-te a Su voluntad.Ese pueblo es el cual ahora podemosleer en las escrituras, donde tambiénrequiere el obedecer a la voluntad deDios en todo aspecto. En 1 Pedro2:9 nos dice que Su pueblo esuna nación santa que salió delas tinieblas para encontrar laluz y que ahora ha alcanzadomisericordia por la voluntadde Dios, para formar parte deun linaje espiritual y un sacer-docio muy especial paraÉl. Sin embargo muchos hoyen día que tienen la Biblia ensus propias manos han falladoen reconocer que verdadera-mente existe esta nación santade la cual podemos leer en lasEscrituras. Para las almasque se sujetan a la voluntadde Dios son aquellos que hanobedecido el evangelio de Dios, 1 Co-rintios 15:3-4, y ahora viven fielesdelante de Su presencia en todo as-pecto. Moralmente sabemos queaquellos que forman parte del puebloobediente de Dios han decido dejar lavida del mundo para seguir el caminoque el Señor nos ha puesto por mediode Cristo Jesús nuestro Salvador (Tito3:6). Los que forman este pueblo sonaquellos que se abstienen de los dese-os carnales día tras día, el pecadoGálatas 5:17-21, y su manera de vivires un tropiezo para aquellos que noconocen este pueblo obedien-te. Incluso es esta forma de vivirque muy pocos entienden para poderaceptar las condiciones e instruccio-nes que la gracia de Dios nos ense-ña. En la epístola de Tito 2:12 nosenseña cinco aspectos de cómo debe-mos de vivir, “renunciando a la impie-dad y a los deseos mundanos, viva-mos en este siglo sobria, justa y pia-

dosamente,…” No sólo resta vivirmoralmente como una nación santa,sino también cumplir en la forma queesta nación práctica el servicio y ado-ración a Dios. Brevemente podemosdiscernir por lo que se ha escrito enLevítico 10:1-3, esta cita hace refe-rencia a una forma incorrecta de ado-rarle al Señor cuando dice la Escrituraque dos varones de esta nación ofre-

cieron fuego extraño. Esta referenciaes semejante a lo que escribió elApóstol Pablo en 1 Timoteo 1:3 de nopermitir que enseñaran doctrinas ex-trañas. Por eso mismo es importantehacer las cosas de Dios de, de acuerdoa Su instrucción para no sufrir lasconsecuencias de un eterno castigocomo algunos hasta dentro de dondese congregan practican. Posiblementenos preguntemos, ¿por qué es que elfuego no cae sobre aquellos que prac-tican tales cosas como en el aconteci-miento de Nadab y Abiú, hijos deAarón? Simplemente, Dios es pacien-te con todos y quiere que todos lle-guen al pleno conocimiento dela verdad, incluso aquellos que cons-tantemente siguen aprendido (1 Timo-teo 2:3-5; 2 Peter 3:9; 2 Timoteo3:7).Hoy en día la única forma que el Pue-blo de Dios puede identificarse comoun Pueblo obediente es sometiéndose

a su hermosa voluntad por medio delas Sagradas Escrituras (2 Timoteo3:16-17). Pero primeramente, paraformar parte de este pueblo uno tieneque aceptar las condiciones para lasalvación por medio de la sangre deCristo (Romanos 3:25). Como desdeel principio de la creación la desobe-diencia hizo que el pecado entra-ra por Adán y ahora tenemos reconci-

liación con Dios por medio deCristo (Romanos 5:11-12). Para el hombre pecadorsería conveniente y necesarioque se arrepintiera de toda suiniquidad y confesara a CristoSeñor y Rey y fuera bautiza-do para el perdón de sus peca-dos (Romanos 10:9; Hechos2:38). En si dice la Palabraque somos añadidos a la na-ción que es la Iglesia de Cris-to para salvación (Hechos2:47, Romanos 16:16). Siverdaderamente nos vamos aidentificar como un pue-blo obediente a la voluntad de

Dios, que maravilloso sería sacudir elpolvo de las palabras que expresó elantiguo pueblo de Dios cuando públi-camente declaró, “Todo lo que Jehováha dicho, haremos”, y realmente vivir-lo! (Éxodo 19:8, 24:3,7).Nuestro hermano Luis Camacho di-rige la Estación de Radio de Una So-

la Fe, la cual transmite programa-ción de la Iglesia de Cristo, 7 días de

la semana, 24 horas al día(www.unasolafe.org)

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in duda alguna, Dios tiene unejército espiritual, ya que Él es el

Dios de los ejércitos (II Samuel 5:10;Salmo 59:5; Jeremías 50:25; Santiago5:4). Nosotros los cristianos, comopueblo de Dios, somos soldados en elejército de Dios (II Ti. 2:3-4) y comotales, debemos de estar preparados pa-ra presentar defensa ante todo aquelque demande razón de la esperanzaque mora en nosotros (I Pedro 3:15) ytodos los ataques de Satanás (Judas 3;II Cor. 10:3-6; Efesios 6:10-12). En elAntiguo Testamento el pueblo deDios; i.e. Israel, peleó muchas bata-llas, pero la naturaleza de esas batallasfue física. Hoy, nosotros los cristia-nos, peleamos batallas pero son de na-turaleza espiritual, en el sentido de quedebemos defender la sana doctrina quehemos recibido de todo corazón. Eneste artículo quiero animarles a quetodos estén siempre preparados paradefender la sana doctrina; y para esoquiero que meditemos juntos en lo si-guiente: 1) ¿Por qué debemos defen-der la sana doctrina? 2) EjemplosBíblicos de personas que defendieronla sana doctrina; 3) ¿Por qué muchosno defienden la sana doctrina? Y 4)¿Cuáles serán las consecuencias si nodefendemos la sana doctrina?

¿Por qué debemos defender la sanadoctrina?

Nosotros, como pueblo de Dios,debemos defender la sana doctrinaporque tenemos un mandamiento. LaBiblia claramente nos exhorta en Ju-das 3 con las siguientes palabras:“Amados, por el gran empeño que ten-ía en escribirles acerca de nuestracomún salvación, he sentido la necesi-

dad de escribirles exhortándolos aluchar (contender) ardientemente porla fe que de una vez para siempre fueentregada a los santos.” Es interesanteobservar como Judas nos exhorta aque “luchemos ardientemente.” Estaexpresión viene del término griego“Epagonizomai,” (ἐπαγωνίζομαι,G1864) y denota una emoción intensa;una extrema tensión emocional y an-gustia; combatir hasta el punto de ago-nizar. En palabras más simples, debe-mos darlo todo cuando defendamos laverdad. La Biblia al Día traduce esteversículo de la siguiente manera:“Queridos hermanos, he deseado in-tensamente escribiros acerca de lasalvación que tenemos en común, yahora siento la necesidad de hacerlopara rogaros que sigáis luchando vi-gorosamente por la fe encomendadauna vez por todas a los santos.” Tam-bién es interesante notar que esta ex-presión está en el tiempo presente, vozmedia. El tiempo presente en el idio-ma griego denota acción presente ycontinua. La voz media denota que elsujeto hace la acción – lo cual nos lle-va a la conclusión que cada individuodebe ser constante luchando ardiente-mente por la fe. Cada uno de nosotrossomos responsables a nivel individual.No es bueno que los miembros seacostumbren a decir durante un estu-dio “Ah, no se defender ese punto,déjeme llamar a mi predicador o aalguien que sepa más que yo.” Por lotanto, esforcémonos por cumplir elmandamiento de defender la sana doc-trina.

Ejemplos Bíblicos de personas quedefendieron la sana doctrina

A continuación, algunos ejemplosde personas que defendieron la sanadoctrina: 1) Pablo, después de ser con-vertido defendía la sana doctrina y re-futaba las enseñanzas erróneas de losjudíos (Hechos 9:22; Cf. 17:3; 18:4-6;Filipenses 1:7, 16); 2) Apolos, despuésde ser instruido en el camino correcto,defendía la sana doctrina refutando lafalsa doctrina de los judíos (Hechos18:24-28); y 3) Pedro y Juan defendían la sana doctrina al obedecer aDios antes que a los hombres (Hechos5:29).

El punto es que estos hombres, y loshombres de Dios en el Antiguo Testa-mento, siempre defendieron la verdada toda costa (Vea I Reyes 22:14; Je-remías 28; I Reyes 18-19). Nosotroscomo pueblo de Dios debemos hacerlo mismo y prepararnos para lograr eseobjetivo.

¿Por qué muchos no defienden lasana doctrina?

A continuación algunas razones porqué muchos no quieren defender lasana doctrina: 1) Algunos no quierenperder miembros. Sin embargo, recor-demos que no estamos aquí para agra-dar a los hombres (Gálatas 1:10; Juan6:66-68); 2) Otros tienen vergüenza dedefender la sana doctrina. Sin embar-go, recordemos el ejemplo de Pablo(Romanos 1:14-16). También recor-demos las palabras de Jesucristo(Marcos 8:38); 3) Otros tienen miedode defender la sana doctrina. Sin em-bargo, recordemos que Dios no nos hadado un espíritu de cobardía, sino depoder, amor y dominio propio (II Ti.1:7);

UN PUEBLO QUE DEFIENDE LA SANA DOCTRINADouglas Alvarenga

S

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y 4) Otros no quieren defender lasana doctrina porque dicen que noquieren ofender a nadie. Sin embar-go, una vez más, no estamos aquípara agradar a los hombres. Losdiscípulos le dijeron a Jesús que losfariseos se habían ofendido por suenseñanza, más a Cristo no le im-portó, al contrario, tomó la oportu-nidad para hablarles otra vez con laverdad (Leer Mateo 15:11-14).

¿Cuáles serán las consecuencias sino defendemos la sana doctrina?

Es necesario que comprendamosque habrá consecuencias si nosotrosno defendemos la sana doctrina. Acontinuación mencionamos algunasconsecuencias para su considera-ción: 1) Enfrentaremos el juiciohorrendo de Dios (Hebreos 10:31;12:29; Cf. Apocalipsis 2:19-23); 2)Dios demandará la sangre de losimpíos de nuestras manos (Ezequiel33:8-9); 3) Nuestro nombre será bo-rrado del libro de la vida por no de-fender la sana doctrina, que formaparte de hacer la voluntad de Dios(Mateo 7:21; Apocalipsis 20:15); y4) Seremos lanzados a las tinieblasdonde será el lloro y crujir de dien-tes (Mateo 25:30).

Conclusión

Recordemos que Dios desea quetodos los hombres sean salvos, peroDios también quiere que nosotrosdefendamos la sana doctrina ya quehaciendo esto nos salvaremos a no-sotros mismos y aquellos que nosescuchen (I Ti. 4:16). Recordemostambién que Satanás seguirá interfi-riendo con el deseo de Dios (I Pedro5:8); y, por esta razón debemos deestar firmes en el Señor y en el po-der de su fuerza para poder así de-fender la palabra de verdad que tie-ne el poder de salvar nuestras almas

(Efesios 6:10-13; Santiago 1:21).¡Que Dios nos ayude a cumplir coneste deber que se nos ha encomen-dado para poder ser un pueblo celo-so de buenas obras (Tito 2:14) quese ocupa en enseñar y defender loque está de acuerdo con la sana doc-trina (Tito 2:1)!

Nuestro hermano Douglas Alva-renga reside en la ciudad de Palm

Beach Lakes, Florida.

UN PUEBLO SANTOCarlos Vázquez

a santidad es una de las carac-terísticas más mencionadas alo largo de toda la Biblia, tan-

to la santidad en un sentido físicocomo lo es en un sentido aún másimportante, que es en el sentido es-piritual.La santidad es una de las caracterís-ticas principales de Dios y es porende que Dios mismo la pide de to-dos y cada uno de sus seguidores,pero ¿qué es la santidad?, buenosiempre que la palabra santidad apa-rece en el hebreo del Antiguo Testa-mento según la definición deStrong es la palabra:

Códesh de lugar o cosa sagra-dos;, santidad, santificar, (lugar)santísimo, (cosa, día, lugar) san-to, santuario.Y la definición de Vine extiende unpoco más la definición incluyendo“Apartado, separado” mientras queel Griego del Nuevo Testamento essimilar la definición a la palabrahebrea usándose la palabra jágios.De esta manera podemos entenderque santidad es algo tan limpio quees considerado sagrado y apartadode toda especie de mal y cosa que lopueda corromper.

Santidad es una característica deDios

Dios mismo es santo, Dios es Sagra-do no hay nada pecaminoso en él yes por esta santidad con la que Dioscuenta que el pide que sus siervostengan igual cantidad de santidadpara poder aceptarlos ya que él nopuede aceptar lo pecaminoso, pideque los que se acercan a él sean deigual manera Santos, sean apartadossólo para él, lejos de las tinieblas

1Juan 1:5 Este es el mensajeque hemos oído de él, y osanunciamos: Dios es luz, y nohay ningunas tinieblas en él.

En el pasaje anterior miramos queDios es luz, esto es que en él haysólo cosas sagradas buenas, la luzsiempre ha representado lo buenocorrecto, sigue diciendo el pasajeque no hay tinieblas en el , en dondelas tinieblas siempre han representa-do, el pecado , lo sucio, etc. Y es deesta manera que comprendemos esasantidad de Dios en él no hay cosasucia pecaminosa, solamente santi-dad.Esta santidad de Dios es declaradapor sus criaturas celestes como losserafines los cuales reconocen losagrado que es Dios y su pureza.

Isaías 6:3 Y el uno al otro dabavoces, diciendo: Santo, santo, san-to, Jehová de los ejércitos; toda latierra está llena de su gloria.Otro pasaje similar está en Apoca-lipsis 4:8, no sólo las criaturas ce-lestes reconocen la santidad de Diossino que en los salmos se declaraesta misma característica de Dios,

Salmo 99:5 Exaltad a Jehová nues-tro Dios, Y postraos ante el estradode sus pies; Él es santo.

L

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Algunos otros pasajes que hablan en refe-rencia a la santidad de Dios en lossalmos Salmo 22:3, Salmo 77:13

Son estos versículos algunos de los mu-chos que encontramos en las Escritu-ras referentes a la santidad de Dios

Dios pide un pueblo santo en el A.T.En el Antiguo Testamento encontramosun libro dedicado específicamente a lasantidad del pueblo que había escogidoDios, este libro es Levítico el cual tienepor tema central “Santidad a Jehová” y siusted lee Levítico encontrará la palabrasantidad más de 80 veces, en diferentesaspectos, como, santidad en la comida, enel servicio a Dios, en el sacerdocio, en lasrelaciones sociales, en fin, la santidad pe-dida por Dios en Levítico abarcaba lamayoría de los aspectos de la vida delpueblo de Dios, el porqué de toda esta leypara el pueblo a que fuera santo es res-pondida en los mismos pasajes de Levíti-co, aclarando que si el pueblo deseaba unarelación y comunión con Dios, lo que de-bería imperar era la santidad ya que Él esSanto

Levítico 20:7-8 Santificaos, pues, y sedsantos, porque yo Jehová soy vuestroDios. Santificaos, pues, y sed santos,porque yo Jehová soy vuestro Dios. Yguardad mis estatutos, y ponedlos porobra. Yo Jehová que os santifico.

Esta misma declaración de parte de Dioshacia la santidad la encontramos en

Levitico 11:44-45, Levítico 19:2Dios escogió un pueblo con la intenciónprincipal de que este pueblo fuera santo yde esa manera pudiera ser un pueblo espe-cial y único diferente a todos los demáspueblo que pudieran existir en la tierra, lacaracterística sería precisamente la santi-dad, ya que al existir santidad de parte desu pueblo se crea una relación cercana conDios, ya que el pecado nos separa de Dios

Deuteronomio 7:6 Porque tú eres pueblosanto para Jehová tu Dios; Jehová tuDios te ha escogido para serle un puebloespecial, más que todos los pueblos queestán sobre la tierra.Deuteronomio 14:2 Porque eres pueblo

santo a Jehová tu Dios, y Jehová te haescogido para que le seas un pueblo únicode entre todos los pueblos que están sobrela tierra.

La intención de parte de Dios en Levíticoera enseñar al pueblo a distinguir entre lobueno y lo malo, lo limpio y lo sucio, losanto y lo pecaminoso, para que de estamanera pudiera el pueblo de Dios en laantigüedad acercarse más a Dios de unamanera agradable, siendo santos.

Levítico 10:10 para poder discernir entrelo santo y lo profano, y entre lo inmundoy lo limpio,

Él quiere un pueblo santo en el N.T.Ya miramos que Dios es Santo por lo tan-to exige santidad para sus seguidores yesto no es nuevo, hoy en día el mismoDios del Antiguo Testamento tiene unpueblo escogido, para que sea santo de-lante de Él, las cosas no han cambiadopara nosotros, ya que debemos mantener-nos en santidad para mantener nuestrarelación con Dios; observe cómo Dios nosha escogido con el mismo propósito hoyen día.

1 Pedro 2:9 Mas vosotros sois linaje es-cogido, real sacerdocio, nación santa,pueblo adquirido por Dios, para queanunciéis las virtudes de aquel que osllamó de las tinieblas a su luz admirable;

Si observamos el pasaje anterior Dios hoytiene un pueblo escogido para Él con lasmismas características al pueblo del Anti-guo Testamento en cuanto a la santidad,ya que esto es indispensable para el pue-blo de Dios, debemos mantenernos comonación santa para Él, es esta santidad laque debemos tener cada día en nuestravida al igual que el pueblo de Dios enLevítico la santidad debe reflejarse ennuestras actividades cotidianas, en todanuestra vida y no sólo en ocasiones selec-cionadas o bajo ciertas circunstancias, no,debemos ser santos para nuestro Dios to-do el tiempo1 Pedro 1:15-16 sino, como aquel que osllamó es santo, sed también vosotros san-tos en toda vuestra manera de vivir; por-que escrito está: Sed santos, porque yo

soy santo.Romanos 12:1 Así que, hermanos, osruego por las misericordias de Dios, quepresentéis vuestros cuerpos en sacrificiovivo, santo, agradable a Dios, que esvuestro culto racional.

Entendiendo que hoy Dios requiere de unpueblo santo, debemos limpiarnos de todotipo de pecado, santificarnos, apartarnosde toda especie de mal que nos lleve adestruir nuestra relación con Dios, algu-nos otros pasajes que hablan de esto son 2Corintios 7:1,1 Tesalonicenses 4:3,1Pedro 2:5; 1 Corintios 3:17

ConclusiónLa santidad es tan importante para Diosque si alguna persona no se ha santificadono puede ser parte de su pueblo escogido,de su nación santa, por lo tanto debemosreconocer cuál será la gran consciencia dela falta de santidad .

Hebreos 12:14 Seguid la paz con todos,y la santidad, sin la cual nadie verá alSeñor.

Sin santidad nadie podremos ver al Señorya que Él es santo, estaremos perdidos yno sólo individualmente sino que lo máspreocupante es la perdida de toda personaque pensaba que miraría al Señor, porquele servía a su criterio y sin el más mínimocuidado por su santidad, continuando consu vida desordenada y pecaminosa.Sólo es el pueblo santo de Dios quienestendrán el gran privilegio de gozar de esasbendiciones eternas que nuestro Señor nosprometió, porque sin santidad nadie veráal Señor.

Nuestro hermano Carlos Vázquez predi-ca para la Iglesia de Cristo en la ciudad

de Denton, TX (Welch Street).

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Willie Alvarenga, EditorP.O. Box 210667

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fieles a la sana doctrina (Tito 2:1; 2 Timoteo 1:13; 1 Pedro 4:11; Hechos 20:27).Biblias Utilizadas:

Las dos principales versiones que se emplearán en esta revista son:La versión Reina Valera 1960 y La Biblia de las Américas.

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so para descargar en su computadoracualquiera de los estudios que ustedconsidere le pueda servir en la prepa-ración de clases bíblicas o sermones.

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Hoy en díaya no hayexcusa paraser igno-rantes en elc o n o c i -

miento de la Palabra de Dios. NuestroPadre ha hecho disponible variasherramientas las cuales nos puedenayudar a crecer en conocimiento deSu Palabra.

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Willie A. Alvarenga

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